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Abstract

Traducción al castellano del articulo: "Multidimensional index of fuel poverty in deprived neighbourhoods. Case study of Madrid", con el DOI: _______________________________________________________________________________ https://doi.org/10.1016/j.enbuild.2020.110205 _______________________________________________________________________________ SPANISH TRANSLATION
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Índice multidimensional de pobreza energética aplicado a Barrios
Vulnerables. El caso de Madrid
https://doi.org/10.1016/j.enbuild.2020.110205
Martín-Consuegra, F. (1) ; Gómez Giménez, J.M. (2); Alonso, C. (1); Córdoba Hernández, R. (2) ;
Hernández Aja, A. (2) ; Oteiza, I. (1)
(1)Instituto Eduardo Torroja de ciencias de la construcción. Consejo Superior de Investigaciones
Científicas. Madrid (Spain)
(2)Departamento de Urbanística y Ordenación del Territorio. Universidad Politécnica de Madrid
(Spain)
Corresponding autor:
Fernando Martín-Consuegra Ávila
Instituto Eduardo Torroja de ciencias de la construcción.
C/ Serrano Galvache 4, 28033 Madrid (España)
Tel: (+34) 91 3020440 (ext: 870221)
martin-consuegra@ietcc.csic.es
RESUMEN: Este trabajo surge de la necesidad de integrar los métodos existentes de evaluación
de la vulnerabilidad urbana en las ciudades europeas e introducir en ellos los aspectos de
privación ocasionados por la pobreza energética. La mala calidad térmica de la edificación
residencial en los barrios más desfavorecidos es un vector importante en la situación de
vulnerabilidad que padecen sus residentes. Se trata de una problemática transversal y
compleja que hay que enfocar desde la integralidad y la escala urbana. Ante este hecho, se
propone una metodología para la inclusión de un índice multidimensional de Pobreza
Energética en los Barrios Vulnerables. El método se analiza para el caso español, a través del
ejemplo de la ciudad de Madrid. Para ello se cruzan datos del Observatorio de la
Vulnerabilidad Urbana de España con otros estudios previos realizados para la cuantificación
de la pobreza energética y su distribución espacial. Sus resultados se relacionarán con los
indicadores básicos para la elaboración del Catálogo de Barrios Vulnerables, así como, con los
resultados de otras metodologías específicas de la pobreza energética: desde la ineficiencia
energética de la edificación hasta indicadores basados en sus causas y consecuencias. Además
de incluir las especificidades de la pobreza energética en el contexto de la privación urbana, los
resultados apuntan a la posibilidad de cruzar datos entre los Observatorios del Urban Poverty
Partnership y el EU Energy Poverty Observatory (EPOV), de manera que se puedan poner en
relación ambos análisis.
Palabras clave: Pobreza energética, vulnerabilidad urbana, rehabilitación energética
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Índice multidimensional de pobreza energética aplicado a Barrios
Vulnerables. El caso de Madrid
https://doi.org/10.1016/j.enbuild.2020.110205
1. Introducción
Cada vez son más los estados miembros de la Unión Europea que desarrollan Observatorios
nacionales de áreas o barrios desfavorecidos para el análisis de la pobreza en la ciudad
(Córdoba Hernandez, González García, and Guerrero Periñan 2018). En el caso de España, el
concepto de vulnerabilidad urbana utilizado por el Observatorio de la Vulnerabilidad Urbana
se inspira en la definición de Julio Alguacil (Hernández Aja, Rodríguez Alonso, et al. 2018):
"Proceso de malestar en las ciudades producido por la combinación de múltiples dimensiones
de desventaja, en el que toda esperanza de movilidad social ascendente, de superación de la
condición social de exclusión o próxima a ella, es contemplada como extremadamente difícil
de alcanzar. Por el contrario, conlleva la percepción de inseguridad y miedo a la posibilidad de
una movilidad social descendente, de empeoramiento de las actuales condiciones de vida"
(Hernández Aja, Rodríguez Suárez, et al. 2018).
En consecuencia, la complejidad de la vulnerabilidad aplicada al territorio nos permite
identificar a los Barrios Vulnerables como lugares donde se acumulan aquellas dificultades que
vienen determinadas por la mayor presencia y combinación de factores sociodemográficos
(envejecimiento, inmigración, hogares "atípicos"...), factores socioeconómicos (precariedad e
inestabilidad en el empleo, desempleo, descualificación...), factores residenciales (condiciones
habitacionales, endeudamiento, hacinamiento, accesibilidad, medio ambiente urbano...) y
factores subjetivos (sentimientos de inseguridad, desarraigo, aislamiento...).
Hoy en día la pobreza energética se puede definir como aquella situación en la que un hogar es
incapaz de pagar una cantidad de energía suficiente para la satisfacción de sus necesidades
domésticas y/o cuando se ve obligado a destinar una parte excesiva de sus ingresos a pagar la
factura energética (S. Tirado et al. 2018). La primera definición consideraba que se sufre una
situación de pobreza energética cuando se invierte más del 10% de los ingresos del hogar en
mantener la casa a unos niveles de temperatura adecuados (Boardman 1991), lo que se ha
denominado como “la regla del 10%”. A partir de esta primera propuesta, la definición de
pobreza energética ha sido objeto de un profundo análisis, evolucionando en torno al
concepto de la justicia energética y el derecho a la energía (Gillard, Snell, and Bevan 2017):
“Incapacidad de un hogar de alcanzar un nivel social y materialmente necesario de servicios
domésticos de la energía” (Bouzarovski and Petrova 2015).
Sus causas apuntan a la relación entre la ineficiencia energética de la edificación, los costes de
la energía y el nivel de ingresos en el hogar. Estos vectores se suelen dar relacionados. Los
grupos sociales más vulnerables coinciden con los de menor nivel de ingresos: mayores de 65
años, familias monoparentales, personas en paro o aquellas beneficiarias de prestaciones
sociales. En España, entre 2004 y 2015 el porcentaje de personas pobres ha aumentado en
3
más del 25% (Aristondo and Onaindia 2018). Coincide además, en la mayoría de los casos, que
las personas con bajos niveles de renta viven en edificios con un inadecuado aislamiento
térmico (Lelkes and Zólyomi 2010). A la hora de plantear mejoras de la eficiencia energética de
la edificación hay que incorporar aspectos socioeconómicos clave (Oteiza, I. et al. 2018):
En el caso de personas con recursos limitados, la carga de las actuaciones de
rehabilitación no puede vincularse al ahorro de la factura en la parte de compra de
energía. Ante la coyuntura de privación económica personal, el largo plazo se
convierte en un pensamiento demasiado lejano para resultar convincente. Además, la
medición de los ahorros de consumos energéticos obtenidos después de la
rehabilitacion energética de la edificación arrojan resultados por debajo de las
expectativas teóricas, como se ha podido constatar en Alemania (Galvin and Sunikka-
Blank 2013). Esta desviación es causada en parte porque los hogares vulnerables están
limitando el uso de la energía por falta de medios, con lo que su capacidad de ahorro
se ve reducida (efecto precast).
En el caso de personas de edad avanzada, puede resultar complicado convencer con
los argumentos de la revaloración del inmueble o la amortización de la inversión. En el
Reino Unido se han comenzado a reconocer las necesidades específicas de
determinados grupos sociales, como los ancianos y los enfermos crónicos, a causa de
su dependencia de temperaturas de confort superiores a la media (Walker and Day
2012). En Europa la tendencia al envejecimiento de la población que reflejan las
previsiones permite prever un aumento de grupos de población vulnerable en los
próximos años.
Del análisis de la investigación existente acerca de los factores determinantes del uso de la
energía en el sector doméstico se desprende que los aspectos socioeconómicos y
demográficos están teniendo una gran influencia en los consumos y el gasto. Estudios
estadísticos centrados exclusivamente en la parte socioeconómica han ido coincidiendo en
determinar que la variable más influyente es el tamaño del hogar (Filippini and Pachauri 2004;
Longhi 2015). Otros estudios incluyen también el análisis de la edificación, lo cual permite
determinar que la eficiencia energética de los edificios está impactando directamente en el
consumo de energía térmica, mientras que los condicionantes socioeconómicos presentan
correlación significativa con el consumo de electricidad. A esta misma conclusión llegan
diferentes estudios que han sido realizados para diferentes zonas climáticas de Europa, como
son los Países Bajos (Brounen, Kok, and Quigley 2012), Suecia (Wahlström and Hårsman 2015)
e Italia (Besagni and Borgarello 2018). Estudios a escala europea señalan problemas de
privación en el uso de la energía particularmente severos en el este y el sur de la Unión
(Bouzarovski and Tirado Herrero 2017), y apuntan que las políticas de austeridad implantadas
tras la crisis económica dificultan la implementación de programas de renovación energética
ambiciosos en estos países (Dubois and Meier 2016). En el contexto del sur de Europa y en
concreto de España, la mala calidad de la edificación es un factor muy a tener en cuenta, como
ya se señalo en (Healy 2004).
El uso de un determinado indicador para la cuantificación de la pobreza energética tiene una
fuerte implicación en los resultados obtenidos. Resulta interesante el acercamiento de (Moore
2012), que refiere problemas a la hora de definir la pobreza energética solamente a partir del
4
porcentaje de los ingresos que suponen las facturas, ya que escaparían aquellos hogares con
bajos consumos que no estén cubriendo las necesidades energéticas básicas. Los enfoques de
indicadores múltiples pretenden evitar que las poblaciones vulnerables queden fuera de los
esquemas de apoyo (Sergio Tirado 2017). En su estudio sugiere la incorporación de otros
factores de vulnerabilidad en el análisis, incluyendo un enfoque estándar de presupuestos
familiares que permita discriminar las rentas más bajas de las rentas altas con consumos
energéticos disparados. En ese sentido, la regla del 10 % resulta en la inclusión de un elevado
número de casos (J. C. Romero et al. 2014). Resulta necesario evaluar los riesgos a través
índices compuestos que aborden sus causas y consecuencias socioeconómicas en las áreas
desfavorecidas. En ese sentido, actualmente se está avanzando en la creación de métodos de
evaluación multidimensional para detectar la pobreza energética para diferentes realidades
nacionales de varios países europeos como Portugal (Gouveia, Palma, and Simoes 2019),
Inglaterra y España (Castaño-Rosa, Sherriff, et al. 2019), o Grecia (Papada and Kaliampakos
2019). En su revisión del estado del arte de los principales indicadores desarrollados hasta la
fecha, (Castaño-Rosa, Solís-Guzmán, et al. 2019) analizan los diferentes acercamientos
ofrecidos por los indicadores cuantitativos más utilizados: la regla del 10%, 2M1, MIS2, LIHC3,
ARCP4 y el HEP5. En sus conclusiones se resalta que a día de hoy las características de la
edificación no están siendo tenidas en cuenta. Esto sucede a pesar de que algunos autores han
identificado la intervención en la edificación como principal solución a largo plazo para los
problemas de pobreza energética (Hills 2012). Otros estudios empíricos señalan la necesidad
de definir la demanda energética de la vivienda también para calcular cuales son los gastos
mínimos necesarios para mantener un hogar en condiciones dignas en el contexto del cálculo
del indicador MIS (José Carlos Romero, Linares, and López 2018). Es preciso incluir el análisis
de la calidad térmica de las viviendas como factor altamente influyente en el riesgo de pobreza
energética, sin embargo esta no se puede desligar de su contexto socioeconómico. Como
señalan en Alemania, resulta necesario desarrollar una base de datos orientada, que registre
espacialmente la superposición de áreas de problemas energéticos y sociales (Großmann et al.
2014). La identificación geográfica de áreas de superposición de problemas permitiría dirigir
los escasos recursos disponibles a aquellas áreas donde se concentran la vulnerabilidad, una
peor calidad de vida y la injusticia energética (Robinson, Bouzarovski, and Lindley 2018).
Para el caso de Madrid, se han propuesto metodologías para la valoración de la situación de
los hogares en pobreza energética basadas en datos de la Encuesta de Presupuestos
Familiares, que profundizan en el análisis de costes e ingresos (Sánchez-Guevara, Sanz
Fernández, and Hernández Aja 2015). Gracias a la información del proyecto Urban Audit
(European Environment Agency 2017) publicada por el Instituto Nacional de Estadística (INE
2019) y utilizando Sistemas de Información Geográfica, se ha podido llegar a identificar áreas
1 High share of energy expenditure in income
2 Minimum income standard
3 Low-income high-cost
4 After fuel cost poverty
5 The name of the Hidden Energy Poverty indicator changed to Low share of energy expenditure in
income (M/2), according to the EPOV “indicators and data” section:
https://www.energypoverty.eu/indicators-data
5
urbanas con bajos niveles de ingresos y altos costes energéticos en el hogar (Martín-Consuegra
et al. 2019).
Los problemas de pobreza energética no han sido abordados por los observatorios de
vulnerabilidad urbana de los diferentes países europeos. La revisión de casos titulada ‘Urban
poverty partnership: report about urban deprivation/poverty observatories in the European
Union’ (Córdoba Hernandez, González García, and Guerrero Periñan 2018), muestra como los
indicadores se centran en cuestiones sociales, económicas y fisicoespaciales. Un análisis más
pormenorizado de los diferentes índices de vulnerabilidad de los observatorios europeos
permite comprobar que, pese a contener indicadores que de alguna manera pueden reflejar
vulnerabilidad en este campo, tan sólo los observatorios británicos presentan indicadores
concretos para su evaluación (Tabla 1). Ejemplos de ello son “Houses without central heating:
The proportion of houses that do not have central heating” (England); “Proportion of the
population living in households whose equivalised income is below 60% of the NI median” or
“Proportion of domestic dwellings without modern boiler or loft insulation and double glazing”
(North Ireland); “Persons in households without central heating” (Scotland); or “Likelihood of
poor quality housing” (Welsh).
Tabla 1. Análisis de indicadores por categorias en observaotrios nacionales europeos (source: authors’
formulation).
ECONOMICOS MEDIOAMBIENTALES
SALUD REGENERACION
URBANA SOCIAL POBREZA
ENERGÉTICA
Dinamarca X
X
Inglaterra X X X X X X
Francia X
X X
Holanda
X X X X
Irlanda X
X X
Italia X
X X X
Irlanda del Norte
X
X X X X
Escocia X
X X X X
Spain X
X X
Gales X
X X X X
2. Objetivos
El presente trabajo consiste en la integración de los estudios de pobreza energética con la
información existente referente a los Barrios Vulnerables, que en España se incluye en el
Observatorio de la Vulnerabilidad Urbana (Ministerio de Fomento and UPM 2017). La
incorporación de la información socioeconómica y residencial del observatorio de la
vulnerabilidad urbana, que cuenta con un largo recorrido en el tiempo, debe enriquecer el
análisis de la pobreza energética. A su vez, se pretende proponer indicadores energéticos a
una metodología específica para la detección de áreas desfavorecidas en nuestras ciudades.
El trabajo que aquí se presenta pretende completar un análisis espacial de la pobreza
energética realizado de manera previa para Madrid. En este estudio se relacionó, para cada
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sección censal, la distribución de los costes energéticos con el nivel de ingresos del hogar. De
esta manera se detectaron áreas en las que los costes necesarios para mantener la vivienda
media en situación de confort superaban el 10% de los ingresos medios, determinándose que
en esas áreas existía un riego generalizado de pobreza energética (Martín-Consuegra et al.
2019).
En esta ocasión, el objetivo es el desarrollo de un índice multidimensional que incorpore
aspectos sociales y económicos de manera integrada al análisis de la eficiencia energética de la
edificación. Este análisis permitirá discriminar aquellos hogares con problemas de ineficiencia y
altos consumos pero que los pueden afrontar por tener rentas suficientes, centrando el
problema de ineficiencia en la edificación entendida desde el marco de la justicia energética
(Hiteva and Sovacool 2017). Se trata de establecer, en los barrios de rehabilitación prioritaria
señalados por el Atlas de Barrios Vulnerables (Hernández Aja, Rodríguez Suárez, et al. 2018),
aquellas zonas que presentan problemas de ineficiencia energética, con lo cual su situación de
vulnerabilidad se ve agravada. Además, se pretende desarrollar un índice que apunte la
severidad del problema. Se aplica la metodología a la escala de la sección censal, para el
estudio de los barrios desfavorecidos de la ciudad de Madrid.
3. Metodología
La Figura 1 resume la metodología desarrollada para este análisis. En primer lugar se detectan
los Barrios Vulnerables cuya edificación sufre problemas de ineficiencia energética. Conocidas
las áreas en las que se solapan ambos problemas, se establece una clasificación del riesgo de
pobreza energética mediante la utilización de diferentes indicadores disponibles en las bases
estadísticas existentes. La simultaneidad de estos indicadores permite componer un Índice
Multidimensional de Pobreza Energética. A partir de los resultados obtenidos se realizan
análisis comparativos entre los diferentes métodos de detección de la pobreza energética y la
intensidad de la vulnerabilidad urbana.
Figura 1. Esquema de organización del estudio. Fuente: Elaboración propia.
3.1. Barrios Vulnerables
Los indicadores básicos de vulnerabilidad utilizados en el Catálogo de Barrios Vulnerables
realizado a partir del último Censo de Población y Viviendas (INE 2011) se refieren a tres
dimensiones de la vulnerabilidad: dos sociales (nivel de estudios y paro) y una tercera
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relacionada con la calidad de la vivienda (carencias en la edificación) (Hernández Aja,
Rodríguez Alonso, et al. 2018). El primero de ellos es considerado como un indicador
contextual que expresa las desigualdades existentes en el nivel de estudios de las nuevas
generaciones frente a otras realidades sociales constantes en el tiempo. El segundo indicador
ejemplariza el contexto socioeconómico y coyuntural de ese momento evaluando la firmeza de
situaciones de desfavorecimiento independientes del indicador estatal. Por último, el tercer
indicador evalúa las carencias en el parque residencial edificado. Resultante de la comparación
con anteriores estudios (1991 y 2001) se aprecia territorialmente una mayor concentración de
Barrios Vulnerables al sureste de la ciudad como se muestra en la Figura 2
Figura 2. Barrios Vulnerables delimitados en el municipio de Madrid en 2011 según el Catálogo del
Observatorio de la Vulnerabilidad del Ministerio de Fomento. Fuente: Elaboración propia a partir de
Hernández Aja et al., 2018b.
3.2. Ineficiencia energética de la edificación
Las áreas que contienen la edificación más ineficiente se detectan a la escala de la sección
censal utilizando un indicador de demanda energética de calefacción calculado a partir de la
simulación energética de edificios arquetipo y la generalización de sus resultados en base a
datos estadísticos (Mata, Sasic Kalagasidis, and Johnsson 2014). Este indicador está
relacionado con la necesidad de aislamiento térmico en los edificios. Su aplicación en detalle al
caso de Madrid se ha desarrollado utilizando datos abiertos de los Censos de Población y
Viviendas (INE 2011; 2001) para clasificar los barrios de la ciudad en función de la calidad
térmica de sus edificios residenciales (Martín-Consuegra, F. et al. 2016). El indicador de
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eficiencia energética representa la cantidad de energía que es necesario suministrar para
mantener el confort en todas las viviendas contenidas en cada sección censal. La
caracterización térmica de los edificios se ha basado en su año de construcción, de acuerdo
con la normativa de eficiencia energética vigente en cada periodo (Aksoezen et al. 2015). Los
edificios arquetipo se basan en edificios representativos de los existentes en España y fueron
utilizados en la versión 1 del “Report on cost optimal calculations and comparison with the
current and future energy performance requirements of buildings in Spain” (Ministerio de
Fomento 2013) para la actualización de la la Energy Performance of Buildings Directive
(European Parliament and UE Council 2018). Su desarrollo se puede consultar de manera
detallada en trabajos previos (Martín-Consuegra 2014).
Para la detección de grandes bolsas de edificación residencial obsoleta se han seleccionado
aquellas áreas que contienen edificación que carece de aislamiento térmico (Figura 3). Esto se
consigue incluyendo las áreas que han sido construidas en su totalidad con anterioridad al año
1979, momento en el que entra en vigor en España la primera norma que introduce
condicionantes de eficiencia energética en los edificios (NBE-CT-79 1979). Estudios basados en
muestras de la edificación residencial existente demuestran que prácticamente ningún edificio
de ese periodo incorpora aislamiento térmico, y que los edificios situados en las periferias
obreras contaban con una peor calidad constructiva que los ubicados en la almendra central
de la ciudad (Oteiza, I. et al. 2018).
Figura 3. Áreas urbanas con edificación residencial energéticamente ineficiente. Fuente: Elaboración
propia a partir de Martín-Consuegra, F. et al., 2016.
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Este análisis de la pobreza energética atiende en detalle los gastos energéticos dedicados a
mantener el hogar caliente durante los meses más fríos del año, que en Madrid supondrían el
47% del consumo final en España (IDAE 2011). Sin embargo, también ha comenzado a aparecer
la problemática inversa en el debate político, es decir, la necesidad de mantener las
condiciones de habitabilidad en el hogar cuando se producen altas temperaturas. Un tema
especialmente significativo para los países del sur, pero que afectará a toda Europa tras la
constatación de que las olas de calor extremo durante el periodo estival serán cada vez más
recurrentes. El presente estudio será complementado con análisis de la pobreza energética
asociada al calor en futuros avances.
3.3. Solape de Barrios Vulnerables con las áreas energéticamente ineficientes
Mediante la visualización y análisis espacial de la información de ambas fuentes se obtiene el
solape de secciones censales que se encuentran afectadas simultáneamente por los dos
problemas: vulnerabilidad urbana e ineficiencia (Figura 4).
Figura 4. Áreas con edificación ineficiente, Barrios Vulnerables y solape entre ellos. Fuente: Elaboración
propia.
Se detectan un total de 61 Barrios Vulnerables (BBVV) que contienen bolsas de edificación
ineficiente: 41 de ellos se corresponden con barrios con vulnerabilidad prolongada en el
tiempo. Estas áreas ya fueron declaradas como vulnerables en el Atlas de Barrios Vulnerables
realizado con el censo de 2001 y presentan una continuidad en el tiempo de su problemática
(Hernández Aja et al. 2015). Los 20 barrios restantes fueron catalogados por primera vez en
2011, lo que indica que estas áreas se han ido degradando a partir de la crisis económica
10
reciente, que ha causado un crecimiento en la mancha de barrios desfavorecidos de la ciudad
(Figura 2).
A partir de esta primera selección de Barrios Vulnerables que contienen edificación ineficiente,
se realizan una serie de operaciones básicas de comprobación de los resultados. De este modo
se han eliminado las siguientes áreas donde se ha podido constatar que se ha producido una
operación de rehabilitación energética generalizada de su edificación residencial:
Áreas de Rehabilitación Integral (ARIs) o Áreas de Rehabilitación Urbana (ARUs) que
han incluido mejoras de la eficiencia energética de la edificación (Hernández Aja et al.
2010). Con este criterio se han excluido los barrios de Orcasitas Este, La Elipa y Ciudad
Pegaso. La zona centro (Atocha-Cortes, Argumosa y Lavapiés) también se considera
para su exclusión de las áreas más vulnerables desde el punto de vista de la energía, ya
que ha sido objeto de fuertes inversiones en sucesivas operaciones de Regeneración
Urbana Integral (ARIS de la zona centro). Estas inversiones han producido un
incremento de las rentas en las áreas centrales de la ciudad y la literatura científica
actual discute sobre la naturaleza de los procesos de gentrificación que en ellas han
operado. Además, abarca un importante número de edificaciones construidas con
anterioridad a 1940, generalmente con cerramientos de gran espesor y un mejor
desempeño térmico que los desarrollos de 1940-79 situados principalmente en las
periferias.
También se han eliminado de la selección aquellos barrios beneficiados de operaciones
de rehabilitación urbana que han incluido la incorporación de sistemas de aislamiento
térmico por el exterior en toda su edificación según los estudios existentes basados en
el análisis de muestras de promociones de vivienda pública. En las visitas de campo
realizadas en el proyecto REFAVIV se ha comprobado que se ha incorporado
aislamiento térmico por el exterior en edificios anteriores a 1979 situados en los
barrios de Hellín, una gran parte de Amposta y La Elipa (Oteiza, I. et al. 2018). En todo
caso, en este análisis se ha mantenido el Barrio Vulnerable de Amposta donde, a pesar
de haberse constatado mejora energética en algunos conjuntos edificados, ésta no ha
afectado a la totalidad de las zonas con edificación ineficiente. Lo mismo ha ocurrido
en los barrios de Portazgo, Caño Roto, y Ciudad de los Ángeles; así como en Villaverde
Alto y San Cristóbal, donde se han rehabilitado puntualmente solo algunos edificios.
Una vez realizadas todas estas operaciones espaciales, se obtiene una selección de un total de
54 Barrios Vulnerables en los que se dan simultáneamente los problemas de vulnerabilidad
urbana e ineficiencia energética. La delimitación de estas áreas aparece representada en la
Figura 5.
11
Figura 5. Clasificación de Barrios Vulnerables según la ineficiencia energética de su edificación. Fuente:
Elaboración propia.
3.4. Construcción del índice multidimensional de pobreza energética a partir de
indicadores socioeconómicos
Se proponen una serie de indicadores concretos, seleccionados para identificar y caracterizar
la severidad del riesgo de pobreza energética en los Barrios Vulnerables que contienen
edificación ineficiente (Figura 5). Se trata de información proveniente de los censos de
población y vivienda de 2001 y 2011. Los indicadores se han seleccionado por estar
relacionados con las causas de pobreza energética (ineficiencia de las instalaciones térmicas,
altos precios de la energía y bajos ingresos). Además, se incluye un indicador de población
mayor, por ser especialmente vulnerable a las consecuencias de la pobreza energética. En la
Figura 6 se representa gráficamente la distribución en la ciudad de Madrid de cada uno de los
cuatro indicadores que componen el índice desarrollado. Toda la información obtenida se
vuelca un modelo GIS para su combinación con los datos de vulnerabilidad urbana.
Bajos ingresos en el hogar (Figura 6.1)
Una de las causas de la pobreza energética son los bajos ingresos en el hogar. Para la
incorporación de este indicador se seleccionan las áreas urbanas que se encuentran dentro del
tramo I de nivel de renta, en el que se clasifican las secciones censales con los menores
ingresos en el proyecto Urban Audit (Ayuntamiento de Madrid 2018). Se utilizan datos de
renta media por hogar, y no de renta per cápita, para referirse al problema de la pobreza
energética, que está directamente asociado a la vivienda. De esta manera se pueden
12
seleccionar los Barrios Vulnerables que contienen secciones censales incluidas en el tramo de
renta más bajo. En general afecta a los Barrios Vulnerables concentrados en el arco sur y este
de la primera periferia.
Altos precios: Costes energéticos elevados (Figura 6.2)
Para la evaluación de la severidad de la pobreza energética se incluye el coste teórico de la
factura energética media por sección censal en el supuesto de demandas de calefacción
satisfechas. La factura energética media para cada sección censal se ha calculado previamente
para la aplicación del método de la regla del 10%, a partir de datos de calidad de la edificación
y tipo de suministro energético para calefacción (Martín-Consuegra et al. 2019). Según esa
metodología, el coste anual del consumo energético residencial para una vivienda media en
Madrid oscilaría entre 1.702€ y 2.289€ (calefacción de gas y eléctrica respectivamente). La
media para la ciudad se situaría en 1.941 €, considerando que el 59% de las calefacciones
funcionan con gas (INE 2001). Se vuelca en el modelo la selección de las secciones censales que
superan este valor medio, considerando que sus costes energéticos son elevados, o lo serían
en el caso de satisfacer las necesidades de confort establecidas en la normativa vigente (CTE-
DB-HE 2013).
Ineficiencia energética: Viviendas sin calefacción (Figura 6.3)
Se incluye un indicador de ineficiencia en las instalaciones térmicas para caracterizar los
barrios que cuentan con las peores condiciones de equipamiento de calefacción. En estas
áreas se concentra la población que utiliza aparatos auxiliares para calentarse en invierno.
Estos pueden ser braseros o sistemas basados en la combustión o aparatos individuales que se
enchufan a la corriente y presentan bajos niveles de eficiencia energética. El censo de 2001
registra una media de un 20,25% de viviendas sin sistemas de calefacción adecuados en la
ciudad de Madrid (INE 2001). Se han seleccionado aquellas secciones censales que superan
este valor medio en más de un 150% con respecto al valor medio de la ciudad, es decir,
aquellas que contienen más de un 30,375 % de viviendas sin calefacción. La zona centro y la
periferia más antigua presentan las mayores concentraciones de viviendas sin instalación
adecuada.
Población vulnerable: mayores de 65 (Figura 6.4)
En último lugar se detectan aquellas áreas de la ciudad en las cuales la vulnerabilidad
energética se ve agravada por causa del envejecimiento de la población, a partir de los datos
del censo de población y viviendas de 2011 (INE 2011). Se incluyen las secciones censales que
contienen más de un 150% de población mayor de 65 años por encima de la media de la
ciudad. La media para Madrid en 2011 era del 19% y el indicador seleccionado se calcula en un
28,5% de población mayor con respecto de la población total de cada sección censal. Estas
áreas aparecen distribuidas indistintamente por toda la periferia, sin apenas presencia en la
zona centro.
13
Figura 6. Distribución de los indicadores de pobreza energética en la ciudad de Madrid: (1) bajos
ingresos: arriba izquierda, (2) costes elevados: arriba derecha, (3) sin calefacción: abajo izquierda y (4)
alta concentración de población mayor de 65: abajo derecha. Fuente: Elaboración Propia a partir de INE,
2011.
Composición del índice multidimensional (IMPE)
A partir de la información recopilada se compone un índice para los Barrios Vulnerables e
ineficientes de la Figura 5 en el que se contabiliza la cantidad de indicadores que aparecen en
cada barrio. Se entiende que la severidad del problema se ve agravada por la acumulación de
dichos indicadores en una misma área o sección censal. En los casos en los que se produce un
solape de todos los indicadores en las mismas secciones censales se considera que se produce
una máxima intensidad del riesgo de pobreza energética. Se comprueba también que el
indicador de altos costes en la factura energética está muy relacionado con el de instalaciones
inadecuadas de calefacción, si bien depende además de la mala calidad térmica de la
edificación, con alta representación de edificios sin aislamiento térmico (Figura 3).
4. RESULTADOS
El Índice Multidimensional de Pobreza Energética (IMPE) propuesto incorpora en un solo
análisis información urbana acerca de la ineficiencia energética de la edificación residencial
incluyendo la calidad de la envolvente térmica y la falta de disponibilidad de instalaciones de
calefacción adecuadas. También incorpora la información disponible acerca de las fuentes de
energía utilizadas (electricidad o gas natural), a través de los costes estimados para las facturas
energéticas necesarios para que las viviendas logren situaciones de confort tal y como quedan
14
definidas en la norma de aplicación (CTE-DB-HE 2013). Además, se contemplan indicadores
socioeconómicos tales como los bajos niveles de renta y el envejecimiento de la población.
Esta información es filtrada a través de la delimitación de Barrios Vulnerables (Figura 5),
quedando de esta manera garantizada la selección de áreas desfavorecidas de la ciudad y
descartadas las áreas no vulnerables (Figura 7).
Figura 7. Barrios Vulnerables e indicadores específicos para la detección de la pobreza energética.
Fuente: Elaboración propia.
15
ID DENOMINACIÓN FORMA DE CRECIMIENTO POB VIV
PRINC
CL
VULNERA
BILIDAD
IMPE
CL
POBREZA
ENERGÉTICA
06
Puente de Segovia
-
Imperial
Ensanche
8.905
3.945
VL
3
PeS
08
Atocha
-
Renfe
Ensanche
6.300
2.945
VM
3
PeS
10
Chopera
Media mixta
9.085
4.205
VL
4
PeC
11
Delicias
Ensanche
13.770
6.575
VL
3
PeS
12
Legazpi
Ensanche
12.445
5.135
VS
2
PeM
15
Lerida
-
Castillejos
Parcelación periférica
9.930
4.725
VL
2
PeM
21
Barrio del Pilar
Promoción 60
-
75
6.600
2.910
VM
3
PeS
22
Herrera Oria
Promoción 60
-
75
3.835
1.625
VL
1
PeL
23
Ventisquero de la Condesa
Promoción 60
-
75
3.805
1.715
VM
5
PeC
24
Fuencarral
Promoción pública 40
-
60
3.890
1.630
VM
4
PeC
25
Ofelia Nieto
Media mixta
3.765
1.670
VM
4
PeC
26
Quemadero
Parcelación periférica
5.655
2.585
VC
2
PeM
30
Caño Roto
Promoción 60
-
75
4.100
1.720
VC
2
PeM
31
Aluche
Promoción 60
-
75
4.920
1.935
VS
5
PeC
32
Colonia Jardín
Promoción 60
-
75
5.430
2.410
VS
3
PeS
33
Las Águilas
Promoción 60
-
75
7.775
3.175
VM
2
PeM
36
Opañel
Periferia mixta
14.160
5.985
VS
5
PeC
38
Abrantes Sur
Promoción pública 75
-
90
3.710
1.490
VM
4
PeC
39
Torres Garrido
-
Pan Bendito
Promoción pública 75
-
90
10.420
3.825
VC
4
PeC
40
Carabanchel Alto
Pueblo anexionado
11.815
4.790
VS
3
PeS
41
Moscardó
Ciudad jardín
5.600
2.320
VS
1
PeL
42
Almendrales
Periferia mixta
7.470
3.105
VC
3
PeS
44
Plaza Elíptica
Promoción 60
-
75
4.280
1.785
VM
5
PeC
47
Orcasur
Promoción pública 75
-
90
6.515
2.295
VM
3
PeS
49
Orcasitas Oeste
Promoción pública 75
-
90
11.950
4.835
VL
2
PeM
55
Portazgo
Promoción privada 75
-
90
10.105
4.165
VM
5
PeC
56
Parque Azorín
Periferia mixta
6.820
2.885
VS
4
PeC
58
Picazo
Parcelación periférica
9.585
4.005
VC
5
PeC
59
Entrevías Oeste
Promoción pública 40
-
60
16.270
6.730
VM
5
PeC
60
Alto del Arenal
Periferia mixta
5.515
2.235
VM
4
PeC
61
Entrevías Este
Promoción pública 40
-
60
7.875
3.100
VM
5
PeC
62
Palomeras Sureste
Promoción pública 75
-
90
12.040
4.595
VM
2
PeM
63
Palomeras 1
-
Luis Buñuel
Promoción pública 75
-
90
12.035
4.710
VM
3
PeS
64
Jardín de Palomeras
-
Villalobos
Promoción pública 75
-
90
12.245
4.655
VS
3
PeS
65
Pozo del Tío Raimundo
Promoción pública 75
-
90
4.065
1.475
VM
1
PeL
66
Moratalaz
Promoción 60
-
75
3.500
1.650
VM
4
PeC
67
Fontarrón
Promoción 60
-
75
4.650
1.975
VS
3
PeS
70
Ascao
Periferia mixta
3.830
1.595
VM
2
PeM
71
Canillas
Promoción pública 40
-
60
3.900
1.835
VM
2
PeM
72
Poblado Absorción Hortaleza
Promoción pública 40
-
60
4.380
1.745
VM
4
PeC
73
Ciudad de los Ángeles
Promoción 60
-
75
5.555
2.470
VM
4
PeC
74
El Cruce
Promoción 60
-
75
6.130
2.410
VM
3
PeS
75
Villaverde Bajo
Promoción 60
-
75
11.840
4.655
VC
3
PeS
77
Villaverde Alto Este
Pueblo anexionado
5.815
2.225
VC
4
PeC
79
Villaverde Alto Sur
Pueblo anexionado
12.535
5.140
VC
4
PeC
80
San Cristóbal
Promoción pública 40
-
60
14.785
5.100
VC
4
PeC
81
Villa de Vallecas Casco Norte
Pueblo anexionado
7.725
3.160
VS
3
PeS
82
Villa de Vallecas Casco Sur
Pueblo anexionado
4.515
1.785
VS
3
PeS
84
Congosto
Pueblo anexionado
10.410
4.140
VM
5
PeC
85
Vicálvaro
Pueblo anexionado
25.005
9.890
VS
5
PeC
86
Simancas
Promoción pública 40
-
60
7.965
3.515
VM
5
PeC
87
Arcos
Promoción 60
-
75
7.925
3.160
VL
3
PeS
88
Amposta
Promoción pública 40
-
60
11.290
4.860
VC
5
PeC
90
Canillejas
Promoción 60
-
75
4.405
1.690
VS
0
-
Tabla 2. Severidad del riesgo de pobreza energética en los Barrios Vulnerables e ineficientes.
Vulnerabilidad urbana: VL: leve; VM: media; VS: severa; VC: crítica. Pobreza energética: PeL: leve (1);
PeM: media (2); PeS: severa (3); PeC: crítica (4-5). IMPE: Índice Multidimensional de Pobreza Energética.
Fuente: Elaboración propia.
16
Para todos los Barrios Vulnerables que contienen una alta concentración de edificación
residencial ineficiente se obtiene una clasificación del riesgo de pobreza energética en función
de la coexistencia de los diferentes indicadores del IMPE. Esto permite su catalogación y la
determinación de la severidad del riesgo de pobreza energética en cada uno ellos.
Se considera que aquellos Barrios Vulnerables en los que confluyen los 4 indicadores del IMPE
están en alto riesgo de pobreza energética (Tabla 2). La Clasificación Multicriterio utilizada por
el Ministerio de Fomento permite, a través de su aplicación al conjunto total, la simplificación y
el análisis en cinco valoraciones que definen a cada vecindario vulnerable en diferentes clases:
No vulnerable; Vulnerabilidad Leve (VL); Vulnerabilidad Media (ML); Severa (VS); y crítica (VC).
En los casos en los que los indicadores del IMPE se producen de manera simultánea en las
mismas secciones censales, se ha añadido un indicador de solape, entendiendo que en estas
secciones el riesgo es máximo (IMPE 5) por la interacción de los vectores de riesgo. Esta
situación se produce en 12 Barrios Vulnerables, y afecta a una población de 125.670
habitantes. El barrio de Simancas es el que contiene una mayor población censada en
secciones en las que se solapan simultáneamente los cuatro indicadores de pobreza energética
(IMPE 5). En la situación contraria, el Barrio Vulnerable de Canillejas, es el único de estos
ámbitos en el que no se da ninguno de los 4 indicadores de pobreza energética (IMPE 0).
En la Tabla Anexo se puede consultar la información detallada para los diferentes indicadores
de riesgo de pobreza energética de los 54 barrios en los que se solapan los problemas de
vulnerabilidad urbana y de ineficiencia energética de la edificación (Figura 5). Contiene esta
información de manera comparada para cada indicador de vulnerabilidad urbana, de manera
que se pueden diagnosticar problemáticas concretas en cada barrio.
5. Discusión de resultados
En el plano de la Figura 7 aparecen representados los indicadores de pobreza energética en
relación con los 54 Barrios Vulnerables e ineficientes. Para estos ámbitos la información del
riesgo de pobreza energética se relaciona con la de su vulnerabilidad urbana (Figura 9), de
manera que se permite realizar un análisis comparado de ambas problemáticas (Tabla 2). El
diagnóstico de la ineficiencia energética de la edificación se completa con información acerca
de los aspectos socioeconómicos de los barrios que la contienen. Se incluyen datos de
población, número de viviendas principales, y de la morfología urbana a través del campo
“forma de crecimiento”.
5.1. Barrios afectados
Existen una serie de ámbitos urbanos donde se concentran especialmente los problemas
asociados con la pobreza energética. 25 de los 54 Barrios Vulnerables y energéticamente
ineficientes situados en la periferia de Madrid contienen los cuatro indicadores de riesgo de
pobreza energética dentro del ámbito de su delimitación. En la Tabla 2 aparece resaltada la
información asociada a dichos barrios y en la Figura 10 aparecen identificados en el mapa de
Madrid con los colores más oscuros. 17 de estas áreas se corresponden con barrios con
vulnerabilidad prolongada en el tiempo, mientras 8 son áreas identificadas como vulnerables
solo a partir del último censo 2011.
17
Se puede afirmar que las principales zonas de alto riesgo de pobreza energética aparecen
concentradas en las primeras periferias de la ciudad, en el exterior de la autopista de
circunvalación M30, y fueron producidas en su mayor parte en el periodo de 1940 y hasta
1979. Se puede comprobar que la mayor parte de los 25 barrios afectados por altos índices de
riesgo de pobreza energética (IMPE 4 y 5) se corresponden con tejidos de promociones
públicas realizadas durante el periodo de 1940 a 1960 (7 de ellos), seguidas de las
promociones residenciales construidas entre1960 y1975 (5), tejidos mixtos (5) y poblados
anexionados a la capital (4) (Tabla 2). El distrito de Puente de Vallecas aparece como el más
afectado (6 Barrios Vulnerables con IMPE 4 o5). También hay concentración de estos
indicadores en Villaverde (4 BBVV con IMPE igual o superior a 4), Carabanchel (3 BBVV),San
Blas–Canillejas y Fuencarral–El Pardo (2 BBVV cada uno). De los 25 Barrios Vulnerables que
contienen estas zonas en alto riesgo de pobreza energética, 6 tienen clasificaciones de
vulnerabilidad urbana crítica (VC), 4 severa (VS),14 media (VM) y solo 1 leve (VL).
El distrito centro, a pesar de aparecer afectado por altos costes en la factura energética y falta
de instalaciones de calefacción, no tiene problemas extendidos de rentas bajas ni población
vulnerable mayor de 65 años. Por estas razones no parece necesario considerar el ámbito del
centro como área en riesgo de pobreza energética. Estudios sociológicos sobre la estructura
demográfica en el centro de Madrid apuntan a que los procesos de gentrificación en estas
áreas ya han sido consolidados, considerando que la regeneración y la rehabilitación urbana
han servido para potenciarlos (García Pérez 2014). En los primeros ensanches los indicadores
de riesgo no aparecen con una presencia importante. Solamente aparecen áreas destacadas
en el sur del distrito de Arganzuela, que está siendo objeto de fuertes inversiones en
regeneración urbana en los últimos años, producidas con posterioridad al Censo del año 2011.
En general estas zonas no contienen áreas urbanas de tramos de rentas bajas. Además,
cuentan con mejores calidades constructivas y mejor equipamiento de sistemas de calefacción
que el centro y la periferia producida en el periodo 1940 a 1980, lo que redunda en menores
costes en sus facturas energéticas (Oteiza, I. et al. 2018). Recientes estudios del fenómeno del
alquiler turísitico constatan una fuerte implantación que se está desplazando desde el centro
hacia estas áreas, ocasionando un impacto social en la transformación de la ciudad y la subida
del precio de las viviendas y del alquiler (Garcia-Ayllon 2018). El único indicador que aparece
de forma distribuida por todo el ensanche es el de personas mayores. En la periferia exterior
de la ciudad, de construcción reciente (posterior al año 2000), la edificación ya incorpora
ciertos aspectos de eficiencia energética.
La identificación de estas áreas resulta necesaria para la legitimación de políticas de
rehabilitación desde la óptica de la justicia energética y evitar que la transición a un modelo de
ciudad más sostenible agrave todavía más las causas de vulnerabilidad ya existentes en los
barrios desfavorecidos (Grossmann 2019a). Si atendemos a las conclusiones de los estudios
que analizan la segregación residencial que se ha producido en las áreas urbanas de Alemania
que han sido objeto de rehabilitación energética (Großmann et al. 2014; Wolff, Schubert, and
Gill 2017), se puede sospechar que algunos de los barrios que aparecen en este estudio
clasificados con un alto riesgo de pobreza energética podrían estar en peligro de
“gentrificación ecológica”. Se hace necesario prestar atención a estos aspectos en la
planificación de su rehabilitación, especialmente en aquellos barrios colindantes con las áreas
centrales de la ciudad (Figure 10: cases 15, 38, 41, 42, 44 & 66). Se trata de evitar que los
18
hogares con menores ingresos, incapaces de costear la inversión necesaria, puedan verse
desplazados a áreas con peores condiciones de vivienda una vez realizadas las mejoras
energéticas (Grossmann 2019b).
La práctica totalidad de las áreas en las que se solapan los 4 indicadores de pobreza energética
con edificación ineficiente pertenecen a Barrios Vulnerables, lo que indica que ambas
problemáticas se encuentran relacionadas. Solamente 5 secciones censales con edificación
ineficiente en las que se dan simultáneamente los 4 indicadores de pobreza energética no se
encuentran incluidas en ningún barrio ni área estadística vulnerable. Esto supone una
población de 3.705 habitantes censados afectados por alto riesgo de pobreza energética fuera
de las áreas vulnerables existentes. Esta cifra supone el 3% de los habitantes residentes en
Barrios Vulnerables con los 4 indicadores solapados. La pobreza energética es un indicador
relacionado con la vulnerabilidad urbana y para plantear soluciones se deben abordar ambos
problemas de forma simultánea.
5.2. Intensidad de la vulnerabilidad urbana en las áreas en riesgo de
pobreza energética
La Tabla 3 recopila la información de los indicadores de vulnerabilidad urbana para los barrios
con mayor riesgo de pobreza energética.
Figura 8. Análisis multidimensional del riesgo de pobreza energética para el barrio de Portazgo.
Elaboración propia.
19
ID DENOMINACIÓN IEST
2011
IPAR
2011
ICON
2011
IACC
2011
CL
2011 IMPE CL Pob
Ener
POB
2011
VIV
PRINC
2011
10
Chopera
7,14
13,35
17,86
10,94
VL
4
PeC
9.085
4.205
2
3
Ventisquero de la Condesa
17,87
17,54
4,60
39,94
VM
5
PeC
3.805
1.715
2
4
Fuencarral
16,52
20,79
0,00
29,45
VM
4
PeC
3.890
1.630
2
5
Ofelia Nieto
8,59
22,86
27,96
41,32
VM
4
PeC
3.765
1.670
3
1
Aluche
10,84
44,11
0,00
100,00
VS
5
PeC
4.920
1.935
3
6
Opañel
12,46
22,33
18,67
58,65
VS
5
PeC
14.160
5.985
3
8
Abrantes Sur
17,50
39,53
15,48
30,87
VM
4
PeC
3.710
1.490
3
9
Torres Garrido
-
Pan Bendito
16,43
31,73
24,42
59,48
VC
4
PeC
10.420
3.825
4
4
Plaza Elíptica
8,85
44,86
2,09
38,94
VM
5
PeC
4.280
1.785
5
5
Portazgo
19,45
24,45
14,45
33,01
VM
5
PeC
10.105
4.165
5
6
Parque Azorín
16,68
31,20
1,72
45,93
VS
4
PeC
6.820
2.885
58
Picazo
24,17
33,37
23,57
72,66
VC
5
PeC
9.585
4.005
5
9
Entrevías Oeste
19,71
29,23
9,96
41,31
VM
5
PeC
16.270
6.730
6
0
Alto del Arenal
19,54
35,18
11,59
9,17
VM
4
PeC
5.515
2.235
6
1
Entrevías Este
23,69
25,57
21,48
47,74
VM
5
PeC
7.875
3.100
6
6
Moratalaz
16,54
14,37
0,00
43,64
VM
4
PeC
3.500
1.650
7
2
Poblado Absorción Hortaleza
20,63
35,45
26,25
15,41
VM
4
PeC
4.380
1.745
7
3
Ciudad de los Ángeles
16,58
25,99
1,55
38,46
VM
4
PeC
5.555
2.470
7
7
Villaverde Alto Este
18,77
32,43
5,66
59,55
VC
4
PeC
5.815
2.225
7
9
Villaverde Alto Sur
18,25
32,44
9,45
75,49
VC
4
PeC
12.535
5.140
8
0
San Cristóbal
19,76
41,48
39,00
75,00
VC
4
PeC
14.785
5.100
8
4
Congosto
19,10
25,63
2,19
49,28
VM
5
PeC
10.410
4.140
8
5
Vicálvaro
17,08
27,48
1,90
66,03
VS
5
PeC
25.005
9.890
8
6
Simancas
18,32
27,35
6,19
51,21
VM
5
PeC
7.965
3.515
8
8
Amposta
17,35
33,72
12,22
75,41
VC
5
PeC
11.290
4.860
TOTAL 215.445 88.095
Tabla 3. Información de los Barrios Vulnerables con 4 indicadores de pobreza energética. Vulnerabilidad
urbana: VL: leve; VM: media; VS: severa; VC: crítica. Pobreza energética: PeL: leve (1); PeM: media (2);
PeS: severa (3); PeC: crítica (4-5). IMPE: Índice Multidimensional de Pobreza Energética. IEST: índice de
población sin estudios, IPAR: índice de desempleo, ICON: Índice de estado de conservación deficiente,
IACC: Índice de problemas de accesibilidad residencial. Elaboración propia.
El riesgo severo de pobreza energética podría estar afectando a unas 215.000 personas (el 6%
de la población de Madrid) y a unas 88.000 viviendas principales en la ciudad. La visualización
en detalle de los indicadores que componen el IMPE para cada zona vulnerable permite
analizar su distribución espacial dentro de cada barrio e identificar la intersección de los
factores de ineficiencia y pobreza energética con la máxima definición que permiten los datos
estadísticos (Figura 8). Gracias al volcado de información catastral resulta posible identificar las
bolsas concretas que contienen la edificación afectada (Martín-Consuegra et al. 2018). Como
resultado se ha podido generar un atlas de la clasificación del riesgo de pobreza energética de
los 48 Barrios Vulnerables e ineficientes identificados en la Tabla 2.
20
Mediante el análisis de los Indicadores Básicos de Vulnerabilidad Urbana resulta posible
detallar los motivos de exclusión de determinadas piezas urbanísticas que se corresponden
con una realidad física y morfológica de cierta homogeneidad y continuidad, y que presentan
una peor situación desde el punto de vista social (nivel de estudios y paro) o residencial
(carencias en el parque residencial edificado) respecto al contexto general estatal.
Figura 9. Los 91 Barrios Vulnerables delimitados en Madrid en 2011 en el Catálogo del Observatorio de
del Ministerio de Fomento clasificados según la intensidad de su vulnerabilidad social y residencial.
Elaboración propia a partir de Hernández Aja et al., 2018b.
Existen 6 barrios en los que se solapan los niveles críticos de vulnerabilidad urbana con el
índice crítico de pobreza energética (IMPE 4 y 5). Se trata de áreas en las que la situación de
vulnerabilidad urbana alcanza los mayores índices desde todos los aspectos analizados (Torres
Garrido-Pan Bendito, Picazo, Villaverde Alto Este, Villaverde Alto Sur, Amposta y San Cristóbal).
En todos ellos habría que añadir otro gran problema derivado de la ineficiencia energética de
su edificación residencial del riesgo de pobreza energética. Los seis presentan unos altos
porcentajes de población sin estudios (en torno al 20%) y una gran carencia en cuanto a la falta
de accesibilidad de sus viviendas (en torno al 60-80% de ellas se encuentran en edificios de
más de tres alturas sin ascensor). Además, la mitad de estos barrios presentan un alto
porcentaje de edificios residenciales en mal estado de conservación. Por el contrario, ninguno
de ellos supera el indicador de vulnerabilidad en relación con su población en situación de
desempleo, a pesar de contar con tasas de desempleo superiores al 30% (en San Cristóbal se
21
alcanza la cifra del 41%)6. En cuanto a los tejidos urbanos que los conforman, encontramos una
gran variabilidad: dos pueblos anexionados a Madrid (Villaverde Alto Este y sur), otros dos de
promoción pública realizado entre 1940 y 1960 (San Cristóbal y Amposta), uno de parcelación
periférica (Picazo) y otro de promoción pública construido entre 1975 y 1990 (Torres Garrido-
Pan Bendito). Esto parece indicar que la morfología urbana no sería determinante en la
vulnerabilidad energética. No obstante, el periodo de construcción si es determinante, ya que
la mayor parte son tejidos producidos con anterioridad al año 1979. Además, el
enquistamiento de las situaciones de vulnerabilidad también constituye un factor
determinante. Todos ellos ya fueron catalogados como vulnerables a partir de los datos de
Censo 2001 (INE 2001), lo que apunta a que se trata mayoritariamente de áreas que sufren
una situación crónica y prolongada en el tiempo donde el factor contextual juega un papel
importante.
Figura 10. Detalle de la severidad de la pobreza energética en BBVV con edificación ineficiente.
Elaboración propia.
6 Hay que tener en cuenta que estos indicadores de vulnerabilidad se basaban en la media nacional y
que la concentración de elevadísimas tasas de desempleo es propia del sur de España, un hecho que
elevó dicho indicador de vulnerabilidad hasta una tasa del 42% de paro.
22
5.3. Comparación con la relación ingresos y gastos (regla del 10%)
Figura 11. Comparativa de resultados del índice Multidimensional con la metodología del 10%.
Fuente: Elaboración propia.
Si analizamos los resultados de la metodología desarrollada en este trabajo (método del
indicador multidimensional) con la metodología del 10% desarrollada previamente (Martín-
Consuegra et al. 2019), se pueden realizar algunas apreciaciones. La metodología del 10%
ofrece como resultado una mayor cantidad de áreas urbanas en riesgo de pobreza energética
en sus datos de salida. Algunas de estas áreas no pertenecen a Barrios Vulnerables. Sin
embargo, los Barrios Vulnerables que obtienen altos valores en el índice de pobreza energética
en el análisis multidimensional que contienen áreas previamente detectadas mediante el
método del 10%.. En ese sentido los resultados coinciden con los obtenidos mediante el
indicador del 10%, a partir del cual ninguno de los distritos de la almendra central se vería
afectado de forma generalizada por problemas de pobreza energética.
6. Conclusiones
Utilizando herramientas SIG para el análisis espacial de la información estadística existente, se
han realizado operaciones de intersección de las áreas afectadas por diferentes indicadores
para obtener un Índice Multidimensional de Pobreza Energética que analiza la concentración
del riesgo en determinadas áreas urbanas. A través de este índice se han categorizado las
áreas de la ciudad de Madrid que están afectadas por el problema de la pobreza energética.
Este indicador completa el análisis basado en la regla del 10% con información socioeconómica
23
relevante relacionada. Se obtiene un plano de la severidad del riesgo de pobreza energética
para toda la ciudad, con cuatro gradaciones a añadir al problema de la ineficiencia de la
envolvente de la edificación. Seguidamente se han incorporado datos del Catálogo de Barrios
Vulnerables, se han detectado aquellos que contienen edificación ineficiente y se han
clasificado conforme al IMPE (Índice Multidimensional de Pobreza Energética) desarrollado.
La clasificación del Índice de Pobreza Energética (FUEL POVERTY CL) señala la severidad del
riesgo en los barrios vulnerables e identifica diferentes vectores causantes de la pobreza
energética (IMPE) como son la concentración de personas mayores, de rentas bajas, altos
costes en las facturas energéticas e instalaciones de calefacción inadecuadas. La inclusión de la
información existente acerca de la vulnerabilidad urbana (DEPRIVATION CL) permite poner
estas necesidades energéticas en relación con otros aspectos de privación como son el nivel de
estudios, la tasa de desempleo, la existencia de edificios en mal estado y las carencias en
materia de accesibilidad a las viviendas. El análisis comparado de toda esta información
permite planear acciones de mejora energética integral de barrios que aborden la
problemática concreta de cada uno, teniendo en cuenta también el tipo de tejido urbano en el
que se insertan. Se observan el mantenimiento básico de los edificios, la intervención sobre las
envolventes y la necesidad de mejora de instalaciones térmicas y de accesibilidad; indicando la
pertinencia de adoptar a su vez medidas socioeconómicas de alivio como por ejemplo los
subsidios para cubrir costes energéticos a las rentas mas bajas, planes de formación y empleo
o el cuidado de las personas mayores.
El catálogo de Barrios Vulnerables está recogiendo la práctica totalidad de las áreas en
situación de riesgo de pobreza energética en la ciudad de Madrid. Pese a ser estudios
independientes, la confluencia de ambas metodologías en este nuevo estudio demuestra la
alta correlación entre ambas realidades (vulnerabilidad urbana y pobreza energética) en el
caso madrileño. De este modo en una futura revisión del Catálogo de Barrios Vulnerables
podría incluirse a nivel estatal las consideraciones energéticas expuestas en este artículo,
pasando a formar parte de nuevos vectores de investigación e intervención en el ámbito
urbano. En la actualidad, ninguna de las diferentes actualizaciones llevadas a cabo del Atlas de
la Vulnerabilidad (1991, 2001, 2011) ha tenido en consideración indicadores de pobreza
energética, significativamente representativos de la situación de vulnerabilidad de los hogares,
al igual que la inmigración o la accesibilidad al parque residencial a través del porcentaje de
viviendas principales en edificios de más de tres plantas que carecen de ascensor.
Los observatorios nacionales como el Ghettoliste danés, el Pobal irlandés o el Leefbaarometer
holandés, que conforman el “Urban poverty partnership: report about urban
deprivation/poverty observatories in the European Union” ofrecen información detallada
sobre los barrios desfavorecidos de las ciudades europeas (Córdoba Hernandez, González
García, and Guerrero Periñan 2018). En lo que respecta a la distribución espacial de la
ineficiencia energética, se están desarrollando iniciativas para estimar la demanda energética
en las ciudades europeas a escala urbana. Un ejemplo es el Pan European Thermal Atlas
(PETA), que proporciona datos acerca de la demanda térmica en gran parte del territorio
europeo (Halmstad University 2017). El desarrollo de este tipo de fuentes hace que la
metodología que se propone para la ciudad de Madrid pueda ser exportada al ámbito
europeo.
24
En cualquier caso, parece que la realidad de la pobreza energética tampoco ha sido tenida en
cuenta por otros observatorios internacionales de vulnerabilidad. Así, en el estudio Urban
poverty partnership: report about urban deprivation/poverty observatories in the European
Union (Córdoba Hernández, R. et al, 2018) no figura ninguna constancia de indicadores al
respecto. Del contenido del informe se concluía que, pese a que los diferentes observatorios
nacionales analizados utilizaban diferentes variables, algunas eran más comunes que otras
como el empleo o los ingresos familiares. La pobreza energética es, sin embargo, un tema que
afectará cada vez más a nuestras ciudades dados los actuales escenarios de transición
energética y recrudecimiento de los escenarios contemplados de cambio climático, así como,
factores sociodemográficos como el envejecimiento poblacional y socioeconómicos como el
incremento de la segregación urbana.
La alta coincidencia entre los Barrios Vulnerables catalogados por el Ministerio de Fomento de
España y las concentraciones de población en situación de pobreza energética invita a pensar
en la necesidad de abordar políticas comunes y conjuntas ante tales hechos. Una vez más, el
abordaje integral es más necesario que nunca. No obstante, la metodología de evaluación de
la vulnerabilidad urbana no cuenta actualmente con ningún indicador de la eficiencia
energética. Teniendo en cuenta la importancia que está cobrando el problema de los costes
energéticos en el hogar, sería interesante incorporar un índice como el que se ha propuesto en
este trabajo en futuros análisis. Para que este índice se pueda comparar con la información
existente en el Catálogo de Barrios Vulnerables, se debería desarrollar conforme a su misma
metodología y ser otros de los indicadores principales en el sumatorio de condiciones y
percepciones de inseguridad que apareja de forma multidimensional el concepto de
vulnerabilidad urbana.
En el caso madrileño, la pobreza energética es un problema que se concentra
mayoritariamente en las periferias de la ciudad que fueron producidas durante el periodo
entre 1940 y 1979 y en los poblados anexionados. Ninguna de las dos metodologías
desarrolladas ofrece como resultado ninguna sección censal contenida en la almendra central
de la ciudad. Los distritos Centro, Retiro, Salamanca y Chamberí serían distritos libres de riesgo
generalizado de pobreza energética. Esto no quiere decir que dentro de estos distritos no
puedan darse situaciones de pobreza energética, sino que el problema puede afectar a casos
puntuales, y no se va a producir de forma generalizada. Las políticas de remedio deben
abordarse de forma diferente para cada una de estas problemáticas.
La incorporación de los aspectos de la vulnerabilidad urbana en el análisis de la ineficiencia
energética facilita la realización un diagnóstico integral de los problemas medioambientales
urbanos asociados a la ineficiencia energética. Los planes de rehabilitación energética de
barrios deben ir ligados a estudios socioeconómicos para tener posibilidad de éxito en sus
objetivos. La metodología que aquí se presenta resulta útil para su incorporación en
herramientas específicas para la regeneración urbana en los distintos ámbitos degradados de
la ciudad.
La pobreza energética es un concepto vertebrador en el planteamiento de soluciones de
mejora de la calidad medioambiental de nuestras edificaciones, y debe ser tenida en cuenta a
la hora de diseñar operaciones de rehabilitación urbana. La calidad de la edificación y de su
25
entorno son aspectos que impactan en la generación de situaciones de pobreza energética
pero su influencia no se está incluyendo en los principales indicadores diseñados para la
definición y la cuantificación del problema. Resulta necesario incluir aspectos del urbanismo y
la arquitectura en las herramientas de detección de la pobreza energética. Sería recomendable
que el EPOV los incorporara en los indicadores que está desarrollando y que servirán para
evaluar la pobreza energética a escala europea.
Agradecimientos
The present study was funded under Spanish Ministry of Economy and Competitiveness
project BIA 2017-83231-C2-1-R. HABITA-RES Nueva herramienta integrada de evaluación para
áreas urbanas vulnerables. Hacia la autosuficiencia energética y a favor de un modelo de
habitabilidad biosaludable.
For the preparation of the vulnerability plans, the information resulting from the different
agreements signed with Ministerio de Fomento (Spanish Ministry of Public Works) for the
analysis of urban deprivation in Spain (2015-2017) and the observatories of urban vulnerability
and their link with the urban policies for the regeneration of neighborhoods in Europe and
Spain (2019).
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... En contraparte, entre las desventajas que se distinguen en este enfoque, se menciona la dificultad de capturar las múltiples manifestaciones de esta problemática mediante un solo indicador (Bouzarovski y Tirado Herrero, 2016;Costa et al., 2020;García, 2022;Martín-Consuegra et al., 2019). ...
... Como medidas de implementación de la eficiencia energética se encuentran la sustitución de equipos de electrodomésticos y la rehabilitación de viviendas -influyendo en la envolvente térmica-(Barbosa y Almeida, 2021; Barrella et al., 2022;Bednar y Reames, 2020;Drago y Gatto, 2023;Filippín et al., 2018;Martín-Consuegra et al., 2019;Morero et al., 2021;Santiago, 2021). Este último incluye, por ejemplo, el acristalamiento mejorado, el aislamiento y la calefacción, los cuales deben estar diseñados de manera de no reducir las tasas de ventilación del hogar, a fin de no afectar la calidad del aire interior (Sharpe et al., 2019). ...
... Por otro lado, la definición y medición de la PE (a nivel nacional, regional y urbano) juega un papel esencial para los formuladores de políticas, además de la detección de medidas estadísticas apropiadas (Costa et al., 2020;Desvallées, 2021;Jiglau et al., 2023;Martín-Consuegra et al., 2019) acompañado de la alta disponibilidad de datos para la evaluación de la problemática (Mahoney et al., 2020). Esto permite determinar y cuantificar la magnitud del problema en los distintos territorios e identificar sus causas y consecuencias principales y, por consiguiente, diseñar vías de acción para paliar la problemática (Cunha, 2021;Desvallées, 2021;Durán y Condorí, 2019;Ramos et al., 2018;Thomson et al., 2022). ...
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La pobreza energética es un fenómeno económico y social relacionado con variables energéticas; estas pueden ser de naturaleza unidimensional y multidimensional. El presente estudio proporciona una revisión sistemática de la literatura sobre la pobreza energética a fin de conocer las principales definiciones, métricas, indicadores, restricciones, ventajas y desventajas del enfoque multidimensional. Se presentó una metodología consistente en una sucesión de pasos bien definidos donde se plantean preguntas de investigación que fueron respondidas mediante la identificación, selección, extracción de datos y clasificación de documentos bibliográficos de manera sistematizada, abordando la pobreza energética multidimensional en el periodo 2005-2023. Los principales hallazgos indican que a nivel mundial los estudios sobre pobreza energética se concentran mayormente en Europa, al igual que la colaboración en redacción científica. Sin embargo, se identificaron estudios sobre la pobreza energética y aplicaciones de esta, en los últimos años, en América Latina y el Caribe, en especial con el enfoque multidimensional. Así pues, tanto las conceptualizaciones como las métricas de la pobreza energética multidimensional son diversas, heterogéneas y con una notable falta de consenso sobre las mismas.
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