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El diccionario y los lindes de la variación lingüística

Authors:
El diccionario y los lindes de la variación lingüística
Julia Sanmartín Sáez y Mercedes QuiliS merín
Universitat de València
La lexicografía como disciplina científica se encuentra inmersa en continua trans-
formación no solo por la irrupción de las actuales tecnologías digitales en el dominio
del diccionario (Fuertes-Olivera, 2012; Fuertes-Olivera y Bergenholtz, 2013), que han
condicionado el quehacer del lexicógrafo, sino también por las numerosas reflexiones
que los propios investigadores van trazando para avanzar en el conocimiento de este
ámbito epistémico. Estas reflexiones se orientan a la descripción teórica y análisis de los
diccionarios existentes y a la propuesta metodológica para confeccionar nuevos produc-
tos textuales más coherentes y rigurosos en el marco de la sociedad del siglo xxi y de la
considerada como lexicografía funcionalista (Bergenholtz y Tarp, 2003)
En este volumen se han recopilado algunos de estos avances, en especial, aquellos
que afectan al modo en que el diccionario se enfrenta a la variación lingüística, inherente
a toda lengua y, por ende, a los vocablos que se insertan en la nomenclatura de los dic-
cionarios. De alguna manera, la orientación en los estudios lexicográficos siempre se ha
visto condicionada por el devenir de la propia lingüística. Por consiguiente, la lexicogra-
fía del momento actual se situará en un marco variacionista y comunicativo, y recurrirá a
una metodología basada en la descripción de un corpus textual (Faber, Moreno y Pérez,
1999; Rojo, 2009).
En esta línea, los estudios integrados en este monográfico asumen, por un lado, el
reto de desentrañar cómo en el diccionario se diferencian las voces generales y las que
presentan algún tipo de restricción de uso en los distintos ejes de la variación, sobre
todo, en relación con el léxico de las distintas zonas geográficas (del español de América
a lo regional andaluz) y de los ámbitos científicos, técnicos, artísticos y profesionales: de
la música a la ciencia, del teatro al deporte. Por otro, formulan y desarrollan propuestas
para elaborar diccionarios específicos que integren el léxico de estos últimos ámbitos a
partir de una metodología que aproveche los recursos digitales, fundamentalmente, en
cuanto al acceso a la documentación y al corpus.
La articulación de los estudios en la obra que presentamos se organiza en torno a
distintas perspectivas agrupadas en cuatro secciones, cuyos contenidos más destacados,
aún de forma sintética, pasamos a presentar a continuación.
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La primera sección, «Las marcas lexicográficas en el diccionario general», compren-
de dos aportaciones que abordan, como su propia denominación avanza, la manera en
que los diccionarios monolingües y generales del español han establecido una serie de
marcas para distinguir el léxico no marcado de aquel que presenta una restricción en su
uso. Sin duda, la variación constituye un espacio fronterizo y resbaladizo con unos lindes
complejos; de ahí la necesidad de estas reflexiones. La aportación «De nuevo sobre las
marcas de uso: del pasado inmediato al futuro imperfecto», de Cecilio Garriga, revisa y
redefine con gran acierto el concepto de marca lexicográfica y el de marca de uso (restrin-
gida a lo diafásico y diastrático); y evalúa la evolución de las marcas: sintetiza el trata-
miento de las marcas en el diccionario académico desde sus inicios, contrasta la edición
de 1984 (20.ª) con la de 2001 (22.ª) y se detiene especialmente en la de 2014 (23.ª),
edición que cuenta con una nueva herramienta descriptiva, Enclave, la cual facilita la
labor del investigador para analizar estas marcas de uso. Se concluye que existe una ten-
dencia en la técnica lexicográfica de las últimas ediciones (el aumento considerable de las
acepciones marcadas, entre las que destaca la de coloquial), se observa una baja eficacia
de algunas marcas y cierta imprecisión en relación con su valor. Por ello, el capítulo fina-
liza con una propuesta de criterios para mejorar el catálogo de estas marcas de uso, como
son, entre otros, su unificación y su simplificación en relación con el tipo de usuario.
La segunda aportación, «Las marcas lexicográficas en los diccionarios del español
del siglo xix: criterios y aplicaciones», de Dolores Azorín, completa este aspecto al com-
parar las marcas en la microestructura de la novena edición del DRAE (1843) frente al
Nuevo diccionario de la lengua castellana (1843), de Vicente Salvá, prototipo de la lexi-
cografía no académica. En la comparación se explican los condicionamientos históricos
acontecidos, como la irrupción de la imprenta o el mercado receptor de las excolonias
españolas de América. Y, además, se tiene en cuenta el modelo de lengua que subyace en
la elaboración de estos dos tipos de obras: el corporativo o institucional contempla la inte-
gridad frente al uso, el de la empresa particular se centra en la descripción de la lengua del
momento con la incorporación de las voces americanas, las voces de especialidad o los
neologismos por préstamo. Azorín relata cómo el diccionario de Salvá da cabida a estas
variedades léxicas y a la lengua viva, y cómo la tarea de revisar el diccionario académico
llevó al autor valenciano a compilar sus datos, sus enmiendas y adiciones, en una nueva
obra, en la que destaca gráficamente sus aportaciones personales respecto a la novena
edición del DRAE. En el capítulo se analizan con detalle y cuantifican las 32 228 aporta-
ciones de Salvá, y se clasifican como acepciones en artículos nuevos (13 057), adiciones a la
microestructura —con cinco posibilidades— o americanismos/tecnicismos (2585). Así, en
las adiciones a la microestructura, se incorporan 2179 marcas, entre las que predominan
las marcas diacrónicas. Todo ello demuestra, como argumenta acertadamente Azorín, la
pericia del lexicógrafo valenciano en el manejo de estas marcas lexicográficas.
Las tres secciones restantes se centran en comprobar cómo los diccionarios in-
corporan de un modo u otro una selección léxica: voces con restricciones geolectales o
voces de especialidad. La segunda sección, «Los diccionarios en el eje espacial», consta
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de cuatro análisis versados ya en diccionarios que seleccionan un tipo de léxico a partir
de su ubicación geográfica. Así, en «Lexicografía histórica en Hispanoamérica: fuentes
tradicionales y nuevos recursos», de Alejandro Fajardo, se revisa con gran exhaustividad
diccionarios del español de América con una inclusión de aspectos históricos, clasifica-
dos por su distinta motivación respecto a este enfoque diacrónico: por su interés etno-
lingüístico y enciclopédico, por su vinculación con la normalización ortográfica, por su
crítica de voces de origen extranjero, por la investigación de etimologías indígenas o por
la selección lexicográfica como americanismos de origen. Fajardo, como especialista reco-
nocido en lexicografía hispanoamericana, también analiza de un modo riguroso el as-
pecto etimológico en los distintos diccionarios generales de americanismos y los escasos
diccionarios diacrónicos e históricos americanos. Por todo ello, en el estudio se plantea,
además como elemento complementario, recurrir a los corpus diacrónicos del español
de América (Corpus diacrónico y diatópico del español de América-CORDIAM y Corpus
hispánico y americano en la red: textos antiguos-CHARTA) así como a otros recursos digi-
tales, como la Biblioteca digital del Patrimonio Iberoamericano (BDPI). En definitiva,
Fajardo considera que estos corpus y recursos posibilitarán conocer mejor la historia del
léxico del español de América y avanzar a la lexicografía histórica hispanoamericana. Eso
sí, incluye como un reto pendiente la digitalización de diccionarios y repertorios léxicos
en forma de tesoros lexicográficos digitales.
En «Tipografía de resalte y actitudes lingüísticas a partir de la consideración de
obras lexicográficas de contenido americano en el siglo xix. Algunos ejemplos a la luz de
la prensa costarricense», de Manuel Rivas, se plantea un análisis sociolingüístico novedo-
so al contrastar los realces tipográficos de voces, en concreto la cursiva, en cinco publi-
caciones periódicas de Costa Rica con su tratamiento en el Diccionario de barbarismos y
provincialismos de Costa Rica, de Carlos Gagini, publicado en 1892, y también se cotejan
las voces en cursiva con la edición del DRAE de 1884 así como con la obra de Salvá de
1846. Rivas describe el empleo de la cursiva en sus distintas manifestaciones: en acep-
ciones metafóricas, para destacar elementos, en usos coloquiales, como valoración de lo
diatópico o diastrático, etc., y explica que algunos de estos usos de resalte conectan con
su posible valor como instrumentos para precisar actitudes lingüísticas, que cabría ubi-
car en la pertinente tradición discursiva de sus emisores. Por último, el autor reconoce la
dificultad de poder precisar la repercusión de la obra lexicográfica de Gagini en el uso de
esta cursiva. Aun así, esta descripción abre nuevas puertas para considerar la utilidad de
los diccionarios como metodología para el mejor conocimiento sociolingüístico de los
usos léxicos de las distintas épocas y lugares.
En «Lexicografía en las dos orillas: el Atlántico como vía de intercambio lingüísti-
co», de Ariana Suárez, se atiende a cómo los diccionarios codifican y describen el léxico
compartido por Canarias y América, qué frecuencia presenta y, en especial, si se marca
de alguna manera si el origen es español o americano. Para ello, se contrasta la infor-
mación del Diccionario de americanismos y la de Diccionario histórico del español de Ca-
narias respecto a cinco adjetivos, con un cierto matiz despectivo, y tres sustantivos, que
hacen referencia a eventos informales. Como era esperable, Suárez aprecia que ambos
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coinciden en la información sobre el lugar en que se usan si bien el DHEC es más rico
en la explicación etimológica sobre el origen, dado su carácter diacrónico.
Y con el «Inventarios de bienes y lexicografía regional andaluza: a propósito de
algunas voces documentadas en el AHPC», de Teresa Bastardín, se cierra esta sección
relativa a la lexicografía de carácter geolectal al centrarse en el análisis de algunas voces
registradas en inventarios de bienes del Archivo Histórico Provincial de Cádiz y su re-
levancia para la historia del complejo concepto de andalucismo léxico (por su étimo o,
principalmente, por su uso) así como su consignación en un repertorio lexicográfico
histórico. Bastardín revisa las voces de los inventarios: las dificultades de lematización de
ciertas variantes fonéticas, su cotejo con su inclusión en otras voces lexicográficas para
contrastar la información geográfica y social; y la novedad de algunas de sus unidades
léxicas no documentadas en otros textos. Con esta revisión Bastardín demuestra la im-
portancia y repercusión de este tipo de fuentes documentales para el estudio histórico
del léxico dialectal.
La tercera sección, «Los diccionarios y el léxico de especialidad a través del tiem-
po», agrupa seis estudios que tratan aspectos diversos y diferentes léxicos de especiali-
dad. «La designación de ciertas nociones relativas al movimiento en el Diccionario de la
ciencia y de la técnica del Renacimiento (DICTER)», de M.ª Jesús Mancho, se enmarca
en un reconocido proyecto, cuyo resultado es el excelente diccionario, DICTER, con-
feccionado a partir de un corpus de setenta y cuatro textos. Mancho se ocupa en este
estudio de la designación de ciertas nociones de la física renacentista relacionadas con
el «movimiento» y su ausencia, esto es, el «reposo» en las áreas de mecánica, ingeniería,
fortificación, náutica, artillería, balística y astronomía. En concreto, Mancho coteja dos
familias léxicas antonímicas (acelerar, acelerado, celeridad; aquietar, quietamente, quietar,
quiete, quieto, quietud) en distintas fuentes lexicográficas y en la información textual
que consigna el corpus de DICTER. Esta metodología le permite constatar con rigor y
fiabilidad la aparición de estos sentidos especializados en unos textos no integrados en
el CORDE y, por ello, consignados por primera vez en DICTER al incorporarlos como
fuentes documentales.
En «Voces de medicina en un inventario del siglo xvii», de Hermógenes Perdigue-
ro, también se incorpora esa mirada esencial a la documentación de textos no literarios
como corpus para conocer y describir los usos léxicos de otros momentos históricos y
de parcelas específicas de la lengua, en este caso, de la medicina. Es más, frente a otra
tradición que ha tomado como referencia textos médicos o farmacéuticos, se recurre a
un inventario de bienes, un protocolo notarial del siglo xvii, para registrar el léxico de
la medicina (voces de bebidas y jarabes, y emplastos y polvos) y completar lo ya indica-
do en diccionarios de este ámbito. De este modo, se pretende estrechar la colaboración
entre los historiadores de la ciencia y los filólogos.
La aportación «Nombres científicos y vulgares de la flora en el Tratado del Xi-
quilite (añil) de José M. Mociño», de Mar Espejo, se centra en el contraste entre la
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nomenclatura científica y las voces vulgares, fundamentalmente de origen indígena, que
recibe la planta jiquilite (añil) en la obra del científico, médico y botánico, Mociño,
Plantae Novae Hispaniae, Flora mexicana, Flora Guatemala y Tratado del Xiquilite. En la
descripción de estas voces vulgares, Espejo recurre también a un complejo entramado
de diccionarios de documentación textual. Y, finalmente, concluye que la adopción de
indigenismos, del náhuatl, resulta esencial en la configuración de la historia del léxico
de esta flora tintórea.
En el análisis «Léxico in musica. Notas sobre el origen de la lexicografía musical
moderna», de Raúl Orellana, se revisan las obras principales de la segunda década del
siglo xix, entre las que destaca el Diccionario técnico de la música de Pedrell, publicado
en 1894, y se vincula este esplendor con ciertos fenómenos de la historia cultural euro-
pea coetánea. Orellana traza en primer lugar la evolución de las referencias lexicográficas
hispánicas a la música desde los primeros diccionarios (de Autoridades, Terreros y Pando,
Covarrubias) hasta su apogeo en el xix, con el diccionario de Pedrell. En segundo lugar,
el estudio caracteriza esta lexicografía, condicionada en gran medida por la recepción
de los grandes diccionarios enciclopédicos y musicales franceses. Para confirmar todo lo
dicho, Orellana se vale de la ilustración a partir del comentario de algunas voces, como
armonicón, sistro o pentacordio.
Y en «La música en la Real Academia Española: el diccionario y la institución. De
Autoridades al Diccionario de la lengua española de 2014», Juan Carlos Justiniano cierra
esta sección con una revisión de cómo los diccionarios académicos incorporan el léxico
de la música. De hecho, es un capítulo que enlaza con la primera sección, ya que se trata
de un análisis del léxico de la música en el diccionario general. Sin embargo, su objeto de
estudio no es exactamente la reflexión sobre la marca lexicográfica mús., sino sobre cómo
estas voces musicales se insertan en la nomenclatura de las diversas ediciones del dic-
cionario. De este modo, constituye una caracterización complementaria del capítulo
anterior. El autor de esta revisión de términos musicales en los diccionarios académicos
constata su presencia de una forma muy significativa desde Autoridades hasta los aproxi-
madamente mil quinientos ejemplos de acepciones musicales del DLE 2014: voces de la
teoría musical, géneros musicales, danza o de la organología, entre otros, con un carácter
especializado e incluso ultraespecializado. No obstante, Justiniano observa que no parece
haberse revisado la nomenclatura, excepto en el caso de la organología por la influencia
del académico y músico, Francisco Asenjo Barbieri.
En suma, para el estudio de las voces de la técnica y de la ciencia (o las designacio-
nes físicas del movimiento o su ausencia), de la medicina, de la flora y de la música en
distintos momentos históricos del español no solo se recurre a la revisión de un corpus
documental, sino que los diccionarios se convierten en las herramientas indispensables
para la caracterización de este léxico y posibilitan a su vez la elaboración de nuevos re-
pertorios, de hecho el propio Diccionario de la ciencia y de la técnica del Renacimiento
(DICTER) ya constituye una primera muestra de la senda actual por la que transita la
elaboración de diccionarios.
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La cuarta y última sección de este libro, «Los diccionarios de especialidad en el
siglo xxi», se centra justamente en la descripción de otras cinco de esas propuestas para
elaborar diccionarios y en sus innovaciones metodológicas. Así, en «¿Cómo debe hacerse
un diccionario técnico en el siglo xxi», de M.ª Lourdes García-Macho, se da cuenta de
los cambios operados con la llegada de las tecnologías digitales a la lexicografía a partir
del proyecto Diccionario de la navegación del S. de Oro. García-Macho se centra en las
siguientes transformaciones: sustituir el orden alfabético tradicional por una agrupación
en campos asociativos, en los que se tiene en cuenta el cotexto; determinar cuáles son
los campos semánticos que se pueden diferenciar a partir de los documentos; elaborar
definiciones de un modo claro y sencillo; y los criterios para establecer combinaciones
preferentes, a modo de unidades léxicas.
Ángel Huete-García reflexiona en «Hacia la conceptualización de un e-diccionario
de fútbol: definición de funciones lexicográficas específicas» sobre cómo el lexicógrafo,
en el marco de la Teoría Lexicográfica Funcionalista, puede diseñar un diccionario elec-
trónico que satisfaga las necesidades de un usuario: los entrenadores noveles. Para poder
diseñar el diccionario, Huete-García recurre a la revisión y descripción de las necesidades
de estos entrenadores usuario, necesidades determinadas a partir de cuestionarios y en-
trevistas, de la observación y de la deducción.
En «Lexicografía especializada escolar: construyendo definiciones a partir de un
corpus de definiciones escolares deconstruidas», de Rosa Estopà, se presenta la metodo-
logía colaborativa utilizada en la construcción de diccionarios escolares especializados,
basada en un corpus de definiciones y dibujos de niños de primaria en el marco del
proyecto «Jugando a definir la ciencia», a partir de las cuales los expertos proponen una
definición final. Para ello, se sintetizan en primer lugar los antecedentes de la lexicografía
escolar de diferentes tradiciones discursivas, y después se detalla cómo se han confeccio-
nado el Petit diccionari de ciència (2012), destinado a niños de 6 a 10 años, y el Primer
diccionari de medicina il·lustrat (2018), destinado a niños de 8 a 12 años. El corpus se ha
empleado para seleccionar las palabras más adecuadas, establecer complicidades cogniti-
vas o relacionar información, entre otros.
Por su parte, el «Glosario de las voces de la práctica teatral en el siglo xix», de Gui-
llermo Abad, es el resultado de una dilatada investigación en la práctica teatral, plasmada
en su tesis doctoral. En estas páginas Abad presenta el Glosario de voces de la práctica
teatral en el siglo xix, que ha confeccionado a partir de la redacción de 1774 fichas lexi-
cográficas, extraídas de la compilación de un completo y extenso corpus de cuarenta y
cinco documentos, algunos de ellos inéditos, que dan cuenta de la memoria teatral del
siglo xix en España y permiten conocer mejor este léxico y la historia de este oficio: de
los alojeros a las archimagas.
Y, por último, en «Análisis cuantitativo de la coocurrencia léxica en lexicografía
especializada», Rogelio Nazar desarrolla un algoritmo que permite establecer un listado
de candidatos a unidades mono- o poliléxicas terminológicas a partir de la revisión au-
tomática de un texto de especialidad. Se parte de la hipótesis de que los términos espe-
cializados presentan una coocurrencia que los caracteriza y diferencia de los de la lengua
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EL DICCIONARIO Y LOS LINDES DE LA VARIACIÓN LINGÜÍSTICA
general. Para confirmar la hipótesis, Nazar expone los resultados obtenidos con un área
de la biología en español. No cabe duda de que este tipo de reconocimiento automático,
en el marco de la lingüística computacional/cuantitativa, facilitará en gran medida la
extracción terminológica y la elaboración de diccionarios de especialidad. Por ello, el
prototipo en línea Termout cobra un gran interés en la lingüística actual.
En definitiva y como no podía ser de otro modo, este libro constituye una obra
de gran interés, no en vano ha contado con grandes investigadores y especialistas en el
complejo ámbito de los diccionarios, diccionario contemplados desde tres perspectivas:
como herramientas para la descodificación de los usuarios, como instrumentos en el
cotejo léxico por parte de los filólogos y lexicólogos, y como nuevos productos ya finali-
zados o en elaboración para mejorar el elenco de diccionarios actuales.
Todo ello desde la consideración de que el destinatario del diccionario emerge
como elemento esencial en la elaboración de diccionarios, desde el recurso a las tecno-
logías digitales y a lingüística computacional, y desde la consideración del corpus como
pilar fundamental para atestiguar el léxico en su cotexto.
No cabe duda de que estos capítulos han constituido un claro avance en el progreso
del quehacer lexicológico y lexicográfico, pero también han planteado nuevos retos para
seguir investigando.
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En el marco de la Teoria Funcional de la Lexicografia, el diccionario especializado de internet se presenta como una herramienta realizada de forma conjunta por lexicografos y expertos en bases de datos, marketing, y venta de productos por internet. Esto hace que el diccionario especializado de internet pueda considerarse tambien un producto tipico de la economia basada en el conocimiento, como por ejemplo los diccionarios de contabilidad o accounting dictionaries. Con este nombre hacemos referencia a un conjunto de 27 diccionarios de internet que incorporan todas las novedades conocidas en este campo de investigacion. Estan disenados y construidos por expertos del Centre for Lexicography de la Universidad de Aarhus, de la Universidad de Valladolid y de la empresa danesa Ordbogen.com. Cada uno de los diccionarios ofrece los datos lexicograficamente relevantes necesarios para una situacion de uso concreta, por ejemplo cuando un usuario esta leyendo un texto de contabilidad tiene acceso a unos datos diferentes a los que accede cuando esta traduciendo del ingles al espanol. Algunos de estos diccionarios ya estan operativos y pueden consultarse en Lemma.com (http://lemma.com), una marca de Ordbogen.com que contiene diccionarios de internet, a alguno de los cuales puede accederse de forma gratuita, mientras que el acceso a otros es a traves de suscripcion. Este articulo presenta los Diccionarios de contabilidad ingles-espanol, resultado directo de los principios de la Teoria Funcional de la Lexicografia.
  • Pamela Faber
  • Antonio Moreno Y Chantal Pérez
FaBer, Pamela, Antonio Moreno y Chantal pérez (1999): «Lexicografía Computacional y Lexicografía de Corpus», Revista Española de Lingüística Aplicada, 1 Extra, 175-214.