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citar
este
artículo:
Lizcano
F,
Valenzuela
C.
Impacto
del
consumo
de
carne
magra
de
cerdo
sobre
el
riesgo
cardio-
vascular.
Rev
Colomb
Cardiol.
2020.
https://doi.org/10.1016/j.rccar.2020.01.011
ARTICLE IN PRESS
+Model
RCCAR-779;
No.
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7
Rev
Colomb
Cardiol.
2020;xxx(xx):xxx---xxx
www.elsevier.es/revcolcar
Revista
Colombiana
de
Cardiología
PREVENCIÓN
CARDIOVASCULAR
Impacto
del
consumo
de
carne
magra
de
cerdo
sobre
el
riesgo
cardiovascular
Fernando
Lizcanoa,b,∗y
Cristina
Valenzuela b
aUniversidad
de
La
Sabana.
Centro
de
Investigación
Biomédica-CIBUS,
Chía,
Colombia
bFundación
Cardioinfantil-Instituto
de
Cardiología,
Bogotá,
Colombia
Recibido
el
23
de
octubre
de
2017;
aceptado
el
27
de
enero
de
2020
PALABRAS
CLAVE
Carne
magra
cerdo;
Adiponectina;
IGF-1;
Colesterol;
Vitamina
B12;
Hierro;
Triglicéridos
Resumen
Introducción:
El
valor
nutritivo
de
las
proteínas
derivadas
de
la
carne
magra
de
cerdo
ha
cambiado
ostensiblemente
con
la
tecnificación
en
la
producción
y
la
posibilidad
de
obtener
productos
que
conserven
un
alto
valor
nutritivo.
No
obstante,
en
nuestro
medio
su
consumo
se
ha
estigmatizado
por
un
posible
aumento
de
riesgo
cardiovascular.
Objetivo:
Evaluar
el
impacto
del
consumo
de
la
carne
magra
de
cerdo
sobre
algunos
parámetros
antropométricos
y
bioquímicos
de
riesgo
cardiovascular.
Métodos:
Se
realizó
un
estudio
de
seguimiento
a
un
grupo
de
47
personas
sanas
que
consumieron
200
gramos
de
carne
magra
de
cerdo
durante
un
periodo
de
ocho
semanas,
durante
las
cuales
se
valoraron
parámetros
bioquímicos,
antropométricos,
nutricionales
y
de
riesgo
cardiovascular.
Resultados:
Se
observó
que,
tanto
a
las
cuatro
como
a
las
ocho
semanas,
los
niveles
de
colesterol
LDL
y
triglicéridos
no
variaron.
No
obstante,
los
niveles
de
colesterol
HDL
y
los
micronutrientes
zinc,
hierro
y
vitamina
B12
aumentaron
en
plasma
luego
de
ocho
semanas
de
consumo
de
carne
magra
de
cerdo.
De
igual
forma,
marcadores
metabólicos,
como
la
adiponectina
y
el
IGF-1,
incrementaron
luego
de
ocho
semanas
de
consumo.
Conclusiones:
De
acuerdo
con
estas
observaciones
la
carne
magra
de
cerdo
puede
mejorar
el
aporte
de
algunos
micronutrientes
y
parámetros
metabólicos
sin
que
se
haya
evidenciado
un
efecto
adverso
sobre
ciertos
parámetros
de
riesgo
cardiovascular
en
individuos
sanos.
©
2020
Sociedad
Colombiana
de
Cardiolog´
ıa
y
Cirug´
ıa
Cardiovascular.
Publicado
por
Else-
vier
Espa˜
na,
S.L.U.
Este
es
un
art´
ıculo
Open
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bajo
la
licencia
CC
BY-NC-ND
(http://
creativecommons.org/licenses/by-nc-nd/4.0/).
∗Autor
para
correspondencia.
Correo
electrónico:
fernando.lizcano@unisabana.edu.co
(F.
Lizcano).
https://doi.org/10.1016/j.rccar.2020.01.011
0120-5633/©
2020
Sociedad
Colombiana
de
Cardiolog´
ıa
y
Cirug´
ıa
Cardiovascular.
Publicado
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Elsevier
Espa˜
na,
S.L.U.
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Lizcano
F,
Valenzuela
C.
Impacto
del
consumo
de
carne
magra
de
cerdo
sobre
el
riesgo
cardio-
vascular.
Rev
Colomb
Cardiol.
2020.
https://doi.org/10.1016/j.rccar.2020.01.011
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No.
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7
2
F.
Lizcano,
C.
Valenzuela
KEYWORDS
Lean
pork
meat;
Adiponectin;
IGF-1;
Cholesterol;
Vitamin
B12;
Iron;
Triglycerides
The
impact
of
lean
pork
meat
consumption
on
cardiovascular
risk
Abstract
Introduction:
The
nutritional
value
of
proteins
derived
from
lean
pork
meat
has
essentially
changed
with
the
introduction
of
technology
in
the
production
and
the
possibility
of
obtaining
products
that
retain
a
high
nutritional
value.
However,
its
consumption
has
been
stigmatised
in
this
country
due
to
a
possible
increase
in
cardiovascular
risk.
Objective:
To
evaluate
the
impact
of
consuming
lean
pork
meat
on
some
anthropometric
and
biochemical
parameters
of
cardiovascular
risk.
Methods:
A
follow-up
study
was
conducted
on
a
population
of
47
healthy
subjects
that
consu-
med
200
grammes
of
lean
pork
meat
for
a
period
of
8
weeks.
An
evaluation
was
made
of
some
biochemical,
anthropometric,
nutritional
and
cardiovascular
risk
parameters.
Results:
No
changes
were
observed
in
the
LDL-cholesterol
or
triglyceride
levels.
However,
the
plasma
levels
of
HDL-cholesterol,
as
well
as
those
of
micronutrients
such
as
zinc,
iron
and
vitamin
B12,
increased
after
8
weeks
of
consuming
lean
pork
meat.
Furthermore,
metabolic
markers,
like
adiponectin
and
IGF-1,
also
increased
after
eight
weeks
of
consumption.
Conclusions:
According
to
these
observations,
lean
pork
meat
may
improve
the
supply
of
some
micronutrients,
as
well
as
some
metabolic
parameters,
with
no
evidence
of
any
adverse
effects
on
certain
cardiovascular
risk
factors
in
healthy
individuals.
©
2020
Sociedad
Colombiana
de
Cardiolog´
ıa
y
Cirug´
ıa
Cardiovascular.
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Else-
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na,
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creativecommons.org/licenses/by-nc-nd/4.0/).
Introducción
El
riesgo
de
padecer
enfermedad
cardiovascular
ha
incre-
mentado
en
forma
patente
en
los
últimos
a˜
nos
debido
al
aumento
de
factores
de
riesgo,
como
la
obesidad,
la
dislipi-
demia
y
la
diabetes1,2.
Las
circunstancias
de
este
grupo
de
enfermedades
pueden
mejorarse
con
actitudes
apropiadas
en
el
comportamiento
nutritivo
y
hábitos
de
vida
saludable
que
incluyan
una
actividad
física
constante3.
Desde
el
punto
de
vista
cultural,
se
podría
inferir
que
en
Colombia
hay
dos
contextos
que
generan
mayor
riesgo
en
el
comportamiento
alimentario.
Por
un
lado,
unos
hábitos
de
consumo
de
alimentos
concebidos
a
partir
de
una
tradición
milenaria,
que
tiene
un
precedente
cultural
y
regional,
en
la
mayoría
de
los
casos
con
alto
contenido
calórico
debido
al
gasto
energético
consecuencia
del
entorno
geográfico4y,
por
otro
lado,
la
forma
en
que
se
toman
con
mayor
ímpetu
costumbres
alimentarias
basadas
en
comestibles
artificiales
que
generan
mayor
acumulación
de
energía
y
aumentan
el
riesgo
cardiovascular.
Algunos
productos
alimenticios
han
tenido
inconvenien-
tes
en
el
consumo,
debido,
en
parte,
a
desinformación
y
a
falta
de
un
conocimiento
firme,
de
modo
que
generen
actitudes
mejor
enfocadas
hacia
su
ingesta5.
Los
produc-
tos
cárnicos
han
pasado
por
diversas
etapas
de
acuerdo
con
los
estudios
que
han
contextualizado
su
consumo.
En
algu-
nos
a˜
nos
se
les
tomó
como
una
ventaja
para
la
salud
y
luego
se
estigmatizo
prácticamente
su
consumo6.
De
hecho,
recientes
revisiones
sistemáticas
ponen
en
duda
las
reco-
mendaciones
acerca
del
consumo
de
carnes
rojas
y
el
riesgo
cardiovascular
o
el
cáncer7,8.
Conscientes
de
estas
circuns-
tancias,
desde
hace
varios
a˜
nos
se
está
tecnificando
la
producción,
se
ha
mejorado
la
alimentación
de
los
anima-
les,
se
han
creado
índices
de
trazabilidad
que
garantizan
la
producción
y
se
han
conseguido
razas
que
mejoran
la
calidad
de
la
carne.
En
tal
sentido,
la
carne
magra
de
cerdo
es
un
alimento
con
alto
contenido
nutricional,
que
ha
mejorado
en
forma
progresiva
su
producción
internacional
y
nacional9.
De
hecho,
los
alimentos
derivados
de
la
carne
de
cerdo
son
los
productos
de
mayor
incremento
en
el
consumo
en
América
Latina10.
En
un
entorno
mundial
que
se
caracteriza
por
una
ame-
nazada
seguridad
alimentaria,
estudiar
el
impacto
de
los
alimentos
sobre
la
condición
nutricional
y
la
salud
de
las
personas
demarca
patrones
que
pueden
establecer
conduc-
tas
para
dar
pautas
que
ayuden
a
prevenir
desórdenes
en
el
desarrollo
y
enfermedades
crónicas
y
metabólicas.
Ahora,
si
los
elementos
que
han
mejorado
la
calidad
nutricional
de
la
carne
magra
de
cerdo
pueden
tener
un
referente
sobre
la
salud
es
algo
que
se
desconoce
en
nuestro
medio
en
los
últimos
a˜
nos.
Dadas
estas
circunstancias,
este
estudio
se
propuso
eva-
luar
el
impacto
del
consumo
de
la
carne
magra
de
cerdo
sobre
algunos
parámetros
antropométricos
y
bioquímicos
de
riesgo
cardiovascular.
Materiales
y
métodos
Se
realizó
un
estudio
descriptivo
de
cohorte
en
el
que
indi-
viduos
consumirían
carne
de
cerdo
como
fuente
de
proteína
durante
un
periodo
de
tiempo
estimado
de
ocho
semanas.
Se
efectuó
una
determinación
de
variaciones
antropomé-
tricas
y
bioquímicas
de
riesgo
cardiovascular
luego
de
la
exposición
a
esta
fuente
de
proteína;
los
mismos
individuos
sirvieron
como
su
control.
De
acuerdo
con
experiencias
pre-
vias
el
consumo
diario
de
proteínas
entre
un
período
de
seis
a
ocho
semanas
puede
tener
elementos
de
valoración
nutricio-
nal.
Los
parámetros
de
seguimiento
de
las
personas
durante
Cómo
citar
este
artículo:
Lizcano
F,
Valenzuela
C.
Impacto
del
consumo
de
carne
magra
de
cerdo
sobre
el
riesgo
cardio-
vascular.
Rev
Colomb
Cardiol.
2020.
https://doi.org/10.1016/j.rccar.2020.01.011
ARTICLE IN PRESS
+Model
RCCAR-779;
No.
of
Pages
7
Consumo
carne
magra
de
cerdo
y
riesgo
cardiovascular
3
el
estudio
fueron:
valoración
médica
inicial,
evaluación
del
peso
cada
dos
semanas
y
estudio
clínico
general.
Las
perso-
nas
que
integraron
el
protocolo
firmaron
un
consentimiento
informado
y
el
estudio
fue
valorado
por
el
comité
de
ética
de
la
Universidad
de
la
Sabana
que
dio
su
aprobación,
teniendo
en
cuenta
que
el
riesgo
en
la
intervención
es
mínimo.
Sujetos
de
estudio
El
estudio
se
realizó
en
individuos
sanos
que
se
recluta-
ron
en
dos
centros
de
trabajo
con
el
fin
de
realizar
un
seguimiento
estrecho
al
consumo
de
alimentos.
Se
ejecutó
un
dise˜
no
de
cohortes11 siguiendo
las
recomendaciones
de
STROBE
(Strengthening
the
Reporting
of
Observational
Stu-
dies
in
Epidemiology).
Los
parámetros
de
inclusión
fueron
mujeres
y
hombres
en
edad
adulta
joven,
entre
30
y
45
a˜
nos,
sin
anteceden-
tes
de
enfermedad
conocida.
Se
realizó
un
tamizaje
inicial
para
determinar
la
normalidad
de
los
parámetros
bioquími-
cos
de
los
individuos,
especialmente
los
niveles
de
colesterol
LDL.
Las
personas
que
se
incorporaron
al
estudio
debían
suspender
medicamentos
al
menos
tres
meses
previos
a
su
incorporación
con
normalidad
en
el
índice
de
masa
corporal
(peso/estatura2,
entre
19
a
25).
Se
excluyeron
personas
que
estuvieran
bajo
terapia
cró-
nica
para
condiciones
como
diabetes,
obesidad,
enfermedad
renal,
enfermedad
hepática
o
episodios
cardiovasculares
previos.
Tampoco
se
incluyeron
personas
que
tuviesen
fami-
liares
de
primer
grado
con
hiperlipidemia.
Luego
de
explicar
las
circunstancias
del
estudio
un
total
de
47
personas
acep-
taron
participar.
A
estas
personas
se
les
describió
el
dise˜
no
del
estudio
y
los
compromisos
alimentarios.
Se
les
recomendó
que
los
hábitos
alimentarios
y
de
acti-
vidad
física
sostenidos
durante
los
últimos
meses
no
fuesen
cambiados
durante
el
periodo
del
estudio.
El
único
paráme-
tro
que
sería
cambiado
era
el
aporte
proteico,
que
consistía
en
200
g
de
carne
magra
de
cerdo
certificado
por
la
Aso-
ciación
PorkColombia.
Las
personas
fueron
evaluadas
por
un
nutricionista,
quien
realizó
una
valoración
alimentaria
y
dio
la
consejería
oportuna.
El
consumo
de
200
g
de
cerdo
equi-
vale
a
un
aporte
proteico
entre
el
16
al
20%
para
una
dieta
normal
de
2.000
a
2.500
kcal
al
día.
Para
asegurar
el
con-
sumo
del
alimento
las
personas
consumían
la
carne
magra
de
cerdo
con
los
elementos
de
cocción
dados
al
chef
de
la
institución
durante
el
almuerzo,
en
el
sitio
de
trabajo,
con
una
tarjeta
individual
que
se
entregaba
a
diario.
Los
fines
de
semana
se
les
entregaba
la
carne
con
los
elemen-
tos
de
seguridad
para
que
la
pudiesen
consumir
en
casa.
Durante
el
seguimiento
los
participantes
fueron
llamados
semanalmente
para
cerciorarse
del
adecuado
consumo
de
los
alimentos,
la
adherencia
al
consumo
de
la
carne
y
su
situación
general.
Estudio
estadístico
La
variable
principal
utilizada
en
los
cálculos
fue
el
nivel
plasmático
de
c-LDL.
Considerando
el
nivel
plasmático
medio
y
la
desviación
estándar
del
c-LDL
en
la
población
sana,
menor
de
150,
y
una
reducción
esperada
de
los
nive-
les
de
c-LDL
del
8,3%
con
la
intervención
(es
decir,
con
una
diferencia
de
medias
esperada
de
10
mg/dl),
un
error
␣
de
0,05,
una
potencia
del
90%
y
una
previsión
de
pérdidas
al
seguimiento
del
15%,
el
tama˜
no
de
la
muestra
calculado
fue
de
40
individuos12.
Los
datos
se
presentan
como
valores
promedios
±
desviación
estándar,
El
análisis
estadístico
de
las
pruebas
bioquímicas
se
hizo
con
la
prueba
de
ANOVA.
Se
consideró
un
valor
p<
0,05
como
estadísticamente
significativo.
Valoración
bioquímica
Se
utilizaron
kits
comerciales
para
la
determinación
de
los
parámetros
de
colesterol,
triglicéridos,
hierro
y
vitamina
B12.
Las
muestras
para
adiponectina
e
IGF-1
(somatome-
dina
C)
fueron
centrifugadas
por
10
minutos
a
2.500
rpm
y
el
plasma
fue
separado
y
almacenado
a
-70 ◦C
hasta
el
momento
de
la
medición.
Las
concentraciones
de
adiponec-
tina
se
midieron
utilizando
una
prueba
comercial
tipo
ELISA
que
solo
mide
la
adiponectina
monomérica.
El
anticuerpo
primario
es
un
anticuerpo
monoclonal
de
ratón
antiadipo-
nectina
humana
(Mybiosource-Q-15848,
San
Diego,
CA).
Los
coeficientes
de
variación
intraensayo
e
interensayo
fueron
de
5
y
7%,
respectivamente.
Los
valores
normales
en
adul-
tos
son
2,92
a
34,9
g/mL.
La
determinación
de
zinc
(Zn)
se
realizó
mediante
la
espectrometría
de
absorción
atómica;
los
valores
de
referencia
para
personas
sanas
están
entre
0,7
a
1,6
mg/L.
Los
coeficientes
de
variación
intraensayo
e
interensayo
fueron
de
6
y
7,9%,
respectivamente.
Resultados
En
total
47
personas
participaron
en
el
estudio,
20
muje-
res
y
27
hombres.
La
edad
media
de
las
mujeres
fue
de
37
±
8
a˜
nos
y
la
de
los
hombres
fue
de
41
±
9
a˜
nos.
Las
per-
sonas
que
aceptaron
entrar
en
el
estudio
consumieron
la
carne
magra
de
cerdo
los
días
laborales
durante
la
hora
del
almuerzo
y
se
les
entregaba
la
carne
para
el
fin
de
semana.
No
se
observó
variación
en
el
peso
corporal
de
las
muje-
res
(62,4
±
3,5
kg
vs.
63,5
±
3,8
kg)
ni
en
el
de
los
hombres
(71,5
±
4,7
vs.
72,9
±
6,3
kg).
El
cumplimiento
de
consumo
de
la
carne
magra
de
cerdo
fue
del
90%;
algunos
de
los
motivos
de
fallas
en
el
cumpli-
miento
fueron:
incapacidades,
programación
de
almuerzos
de
trabajo
diferentes
al
sitio
laboral
y
otras
actividades
de
familiares.
La
adherencia
al
consumo
de
la
carne
fue
muy
buena;
solo
dos
personas
abandonaron
el
estudio
por
eventos
ajenos
al
consumo
de
la
carne,
en
ambos
casos
por
cambio
laboral.
Los
niveles
de
cLDL
no
variaron
durante
el
consumo
de
carne
magra
de
cerdo
en
el
estudio
(basal
113,5
±
4,1;
4
sem
119,6
±
5,2
y
8
sem
114,7
±
4,1
mg/dl)
(fig.
1).
El
nivel
de
colesterol
total
permaneció
igualmente
estable
durante
este
período
de
evaluación.
Se
observó
una
leve
reducción
de
los
niveles
de
triglicé-
ridos
después
del
consumo
de
carne
magra
de
cerdo.
No
obstante,
esta
reducción
no
presentó
una
diferencia
que
mostrara
significancia
(basal
118
±
6,8;
4
sem
109
±
7,3;
c
8
sem
112
±
7,7
mg/dl).
Después
de
ocho
semanas
del
consumo
de
la
carne
magra
de
cerdo
se
observó
que
los
niveles
de
colesterol
HDL
aumen-
taron
en
forma
significativa,
a
pesar
de
permanecer
dentro
Cómo
citar
este
artículo:
Lizcano
F,
Valenzuela
C.
Impacto
del
consumo
de
carne
magra
de
cerdo
sobre
el
riesgo
cardio-
vascular.
Rev
Colomb
Cardiol.
2020.
https://doi.org/10.1016/j.rccar.2020.01.011
ARTICLE IN PRESS
+Model
RCCAR-779;
No.
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Pages
7
4
F.
Lizcano,
C.
Valenzuela
100
110
120
Ctrl
4sem.
8sem.
100
110
120
130
Ctrl 4sem. 8sem.
40
45
50
Ctrl
4sem.
8sem.
cLDL
mg/dl
Tri gl
icéridos
mg/dl
cHDL
mg/dl *
Figura
1
Niveles
de
los
lípidos
luego
del
consumo
de
200
g/día
de
carne
magra
de
cerdo
durante
8
semanas.
Los
niveles
de
cLDL
no
se
modificaron
durante
el
consumo
de
carne
magra
de
cerdo,
luego
de
ocho
semanas.
Un
hecho
importante
de
las
observaciones
durante
el
estudio
es
la
elevación
que
induce
sobre
el
cHDL.
Esta
elevación
fue
progresiva
y
se
observó
desde
la
cuarta
semana.
A
pesar
de
que
se
apreció
una
disminución
de
los
niveles
séricos
de
triglicéridos
después
de
ocho
semanas,
estas
modificaciones
no
fueron
ocasión
de
unas
diferencias
significativas.
*
*
0,72
0,8
0,88
0,96
200
250
300
350
400
450
500
550 *
Zinc
mg/l
Vit
. B12
pg/ml
Basal
Hierro
mg/dl
0
20
40
60
80
100
120 *
4sem.
8sem. Basal
4sem.
8sem.
Basal
4sem. 8sem.
Figura
2
Aporte
de
carne
magra
de
cerdo
en
algunos
micronutrientes.
Se
observa
que
a
las
ocho
semanas
del
consumo
de
diario
carne
magra
de
cerdo,
los
niveles
de
zinc
---- fundamental
para
muchas
metaloproteínas---- ,
la
vitamina
B12
y
el
hierro
aumentaron.
de
los
rangos
normales
en
las
dos
circunstancias
(basal:
42,8
±
1,2
vs.
8
sem:
48,1
±
1,3
mg/dl;
p<
0,05)
(fig.
1).
La
valoración
de
micronutrientes
se
realizó
mediante
los
parámetros
nutricionales
que
incluyeron
el
hierro
sérico
el
cual
aumentó
en
forma
significativa
(84,8
±
4,1
vs.
110
±
5,8
mg/d0l;
p<
0,05)
(fig.
2),
así
como
la
vitamina
B12
(351
±
60
basal
vs.
8
sem
453
±
52
pg/ml;
p<
0,05).
El
zinc
(Zn)
elemento
importante
para
la
función
de
varias
pro-
teínas
involucradas
en
procesos
metabólicos
diversos,
fue
estimado
durante
el
proceso
de
consumo
de
carne
magra
de
cerdo.
Desde
la
cuarta
semana
de
consumo
de
carne
se
observó
un
aumento
significativo
de
sus
niveles
séricos
en
los
participantes
del
estudio.
(0,83
±
0,09
basal
vs.
0,90
±
0,1
sem
4,
p<
0,05
y
0,92
±
0,05
sem
8,
mg/L;
p<
0,05)
(fig.
2).
Adicionalmente,
se
valoró
la
adiponectina,
hormona
que
guarda
relación
con
la
presencia
de
riesgo
cardiovascular
y
disminuye
con
el
aumento
del
peso
corporal.
Tanto
en
mujeres
(7,4
±
1,3
basal
vs.
8,2
±
1,4
sem
8,
mg/dl)
como
en
hombres
(6,2
±
1,5
basal
vs.
6,43
±
1,68
sem
8,
mg/dl)
se
observó
una
tendencia
a
la
elevación,
sin
que
alcanzara
niveles
de
diferencia
significativa)
(fig.
3).
El
estudio
fue
efectuado
separando
ambos
sexos
debido
a
que
la
adiponec-
tina
es
producida
por
las
células
adiposas,
cuyo
porcentaje
corporal
es
mayor
en
mujeres.
Se
valoró,
así
mismo,
el
Cómo
citar
este
artículo:
Lizcano
F,
Valenzuela
C.
Impacto
del
consumo
de
carne
magra
de
cerdo
sobre
el
riesgo
cardio-
vascular.
Rev
Colomb
Cardiol.
2020.
https://doi.org/10.1016/j.rccar.2020.01.011
ARTICLE IN PRESS
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No.
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7
Consumo
carne
magra
de
cerdo
y
riesgo
cardiovascular
5
5
6
7
8
9
50
100
150
200
250
300
350
Adiponectina
mg/dL.
IGF-1
µg/L.
Ctrl.
Mujeres
Hombres
*
8sem Ctrl. 8sem
Figura
3
Impactos
metabólicos
del
consumo
de
carne
magra
de
cerdo
durante
ocho
semanas.
En
A
se
aprecia
elevación
de
los
niveles
de
adiponectina
luego
de
ocho
semanas.
Los
niveles
de
esta
son
mayores
en
mujeres
que
en
hombres,
por
tal
motivo
se
separaron
y
se
aprecia
aumento
en
ambos
grupos,
a
pesar
de
que
no
es
significativo.
En
B
se
realizó
una
valoración
de
IGF-1
(somatomedina
C)
que
describe,
en
parte,
la
capacidad
de
establecer
un
nivel
de
funcionalidad
muscular.
El
consumo
de
proteína
proveniente
de
carne
magra
de
cerdo
puede
mejorar
la
condición
de
tonificación
muscular.
IGF-1
(somatomedina
C),
un
mediador
endógeno
de
la
hor-
mona
de
crecimiento,
cuya
elevación
puede
mejorar
la
condición
corporal.
La
secreción
de
GH-IGF-1
puede
ser
esti-
mulada
por
el
consumo
de
aminoácidos,
como
la
metionina
o
el
triptófano
que
se
encuentran
en
productos
cárnicos.
Se
observó
un
aumento
significativo
de
los
niveles
de
IGF-1,
luego
de
ocho
semanas
de
consumir
200
g
día
carne
magra
de
cerdo
(fig.
3).
Discusión
Entre
los
hallazgos
relevantes
del
estudio
está
la
inocui-
dad
de
la
carne
magra
de
cerdo
en
algunos
parámetros
de
riesgo
cardiovascular
y
su
contribución
en
el
aporte
de
algu-
nos
micronutrientes.
Estos
hallazgos
fueron
observados
en
algunos
estudios
previos13,
y
mejoran
la
evidencia
de
las
condiciones
de
nuestro
entorno
en
relación
con
estos
aspec-
tos
nutricionales.
En
el
estudio
se
observó
una
elevación
del
cHDL,
hecho
que
da
un
punto
benéfico
al
consumo
de
carne
magra
de
cerdo.
Una
elevación
de
esta
lipoproteína
indirectamente
puede
ser
un
factor
protector
al
consumir
este
tipo
de
carne.
A
pesar
de
considerar
al
colesterol
total
y
el
cLDL
como
factores
relevantes
de
riesgo
para
las
enfermedades
cardio-
vasculares,
hay
evidencia
que
el
cHDL
puede
ser
benéfico
para
reducir
el
riesgo
de
infarto.
Es
así
que,
tanto
en
hom-
bres
como
en
mujeres,
la
elevación
del
cHDL
podría
reducir
el
riesgo
cardiovascular
y
prevenir
la
aparición
de
eventos
cardiacos
finales14.
Dada
la
tecnificación
y
la
trazabilidad
de
la
carne
de
cerdo,
la
composición
grasa
de
esta
carne
puede
ser
atrac-
tiva
para
el
seguimiento
de
dietas
equilibradas
ya
que,
además
de
poseer
ácidos
grasos
monoinsaturados,
estos
están
formados
principalmente
por
ácido
oleico,
lo
que
ayuda
a
reducir
los
niveles
de
cLDL
y
a
mantener
o
aumentar
ligeramente
el
cHDL15.
Es
evidente
que,
a
pesar
de
lo
limitado
del
tiempo
del
consumo
de
la
carne
magra
de
cerdo
durante
el
estudio,
se
observó
un
efecto
benéfico
en
el
nivel
de
riboflavina
(vitamina
B12),
la
cual
es
importante
para
la
liberación
de
energía
de
los
alimentos
y
se
encuentra
en
grandes
cantida-
des
en
la
carne
porcina
y
en
la
leche.
La
carencia
de
vitamina
B12
produce
anemia,
trastornos
bucales
y
alteraciones
en
la
piel.
En
este
trabajo
los
niveles
de
hierro
aumentaron;
a
pesar
de
considerar
la
carne
magra
de
cerdo
un
intermedio
entre
carne
roja
y
carne
blanca,
el
aporte
de
hierro
es
suficiente
para
inducir
un
cambio
en
los
niveles
séricos.
La
mitad
del
hierro,
diferente
a
lo
contenido
en
los
vegetales,
viene
de
una
forma
que
es
rápidamente
digerida
y
absorbida
por
el
hombre.
La
deficiencia
de
hierro
es
especialmente
sentida
por
los
ni˜
nos
y
mujeres
en
edad
fértil,
aumentando
los
ries-
gos
de
anemia.
Casi
el
55%
de
la
población
infantil
carece
de
hierro
en
nuestro
país4.
Otro
aspecto
analizado
durante
el
estudio
fue
el
zinc,
micronutriente
indispensable
para
el
metabolismo,
que
interviene
en
más
de
trescientas
reacciones
enzimáticas;
participa
en
la
estructuración
de
las
proteínas,
el
ADN,
el
ARN,
los
hidratos
de
carbono,
los
lípidos
y
la
insulina;
cum-
ple
un
papel
fundamental
en
la
expulsión
del
dióxido
de
carbono
de
los
pulmones;
además
de
muchas
otras
facetas
en
la
fisiología
molecular
en
las
cuales
este
metal
influye
en
el
cuerpo16.
Las
carnes
son
ricas
en
minerales
y
el
zinc
en
particular
tiene
un
aspecto
importante
en
la
salud
humana,
pues
es
un
cofactor
indispensable
para
el
funcionamiento
de
varias
proteínas.
Así,
se
observó
que
los
niveles
de
zinc
subieron
rápida-
mente
después
de
cuatro
semanas
de
consumo
de
carne
magra
de
cerdo
(0.83
±
0.09
mg/L
basal
vs.
0.9
±
0.1
sem
4
mg
/L
p<
0.05)
con
una
diferencia
casi
significativa,
la
cual
fue
evidente
luego
de
ocho
semanas
del
consumo
de
la
carne
(0.92
±
0.05
sem8
p<
0.05).
En
este
contexto,
el
consumo
de
carne
magra
de
cerdo
tiene
un
efecto
muy
benéfico
para
los
aportes
diarios
de
zinc.
A
pesar
de
que
no
hay
un
valor
de
normalidad
para
nuestra
población
en
los
niveles
plas-
máticos
de
zinc,
es
importante
destacar
el
aporte
benéfico
observado
en
este
trabajo.
Una
proteína
que
ha
surgido
como
un
posible
factor
pre-
ventivo
en
la
aparición
de
enfermedades
cardiovasculares
es
la
adiponectina,
que
es
sintetizada
exclusivamente
por
el
tejido
adiposo
y
participa
en
el
metabolismo
de
los
lípi-
dos
y
azúcares.
El
aumento
de
adiponectina
en
el
organismo
mejora
la
sensibilidad
a
la
insulina
y
reduce
el
nivel
de
los
lípidos
circulantes
y
el
riesgo
cardiovascular17.
Esta
hor-
mona
actúa
mediante
unos
receptores
específicos,
lo
que
aumenta
la
actividad
de
la
proteína-quinasa
dependiente
de
AMP
(AMPK)
y
el
receptor
alfa
activado
por
prolifera-
dor
de
peroxisoma
(PPAR-alfa),
favoreciendo
así
la
oxidación
Cómo
citar
este
artículo:
Lizcano
F,
Valenzuela
C.
Impacto
del
consumo
de
carne
magra
de
cerdo
sobre
el
riesgo
cardio-
vascular.
Rev
Colomb
Cardiol.
2020.
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RCCAR-779;
No.
of
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7
6
F.
Lizcano,
C.
Valenzuela
de
ácidos
grasos
y
la
entrada
de
glucosa
en
los
tejidos.
En
términos
generales,
un
aumento
de
adiponectina
tendría
un
impacto
favorable
en
reducir
el
riesgo
cardiovascular18.
Dado
que
la
proporción
de
células
grasas
en
nuestro
cuerpo
es
diferente
de
acuerdo
con
el
sexo,
con
una
proporción
mayor
en
las
mujeres
que
en
los
hombres,
se
realizó
un
análisis
diferencial
de
la
influencia
del
consumo
de
carne
magra
de
cerdo
sobre
los
niveles
sanguíneos
de
adiponec-
tina.
Tanto
en
mujeres
como
en
hombres
se
evidenció
un
leve
aumento
de
los
niveles
de
adiponectina
después
de
ocho
semanas
de
consumo
de
carne
magra
de
cerdo,
hecho
que,
si
se
correlaciona
con
la
estabilidad
en
el
peso
durante
el
estudio,
permite
inferir
que
la
carne
magra
de
cerdo
tiene
un
impacto
positivo
sobre
los
niveles
de
adiponectina19,20.
Una
de
las
circunstancias
que
se
observa
en
muchas
perso-
nas
que
pueden
estar
en
riesgo
de
desarrollar
enfermedad
cardiovascular
es
la
reducción
de
la
masa
muscular
(sar-
copenia).
Esta
condición
puede
aumentar
la
resistencia
a
la
insulina,
y
el
riesgo
cardiovascular,
e
inducir
obesidad
e
hígado
graso21.
La
sarcopenia
tiene
una
relación
estre-
cha
con
el
consumo
de
proteínas
que
estimulan
hormonas
como
las
del
eje
de
la
hormona
de
crecimiento
(GH-IGF-1).
IGF-1
es
el
mediador
endógeno
de
la
hormona
de
creci-
miento
y
su
aumento
puede
mejorar
la
condición
corporal
del
individuo22.
En
el
trabajo
se
observó
que
el
consumo
de
carne
magra
de
cerdo
aumentó
IGF-1
luego
de
ocho
semanas
(fig.
3).
En
este
estudio
se
realizó
un
seguimiento
antes-después
del
consumo
de
carne
magra
de
cerdo;
las
limitaciones
de
un
grupo
control
o
un
grupo
comparativo
con
el
con-
sumo
de
otra
fuente
de
proteínas
les
daría
un
mayor
impacto
a
las
observaciones
obtenidas.
Los
parámetros
antropométricos
se
basaron
en
la
determinación
del
peso,
que
puede
tener
limitaciones
dada
la
poca
especificidad
acerca
de
la
distribución
de
grasa
corporal
y
la
determina-
ción
de
grasa
total.
Todos
los
participantes
fueron
valorados
desde
el
punto
de
vista
clínico
y
nutricional
al
inicio
del
estudio.
En
relación
con
la
elevación
de
los
micronutrientes,
como
el
zinc,
el
hierro,
la
vitamina
B12,
consideramos
que
muchos
de
los
trabajadores
tienen
una
condición
de
rela-
tiva
malnutrición
y
probablemente
la
alimentación
no
tiene
un
balance
óptimo
en
su
vida
ordinaria.
Es
posible
que
el
aumento
de
los
niveles
séricos
de
estos
factores
no
tenga
una
repercusión
clínica,
pues
están
dentro
de
los
paráme-
tros
de
normalidad.
No
obstante,
estas
observaciones
ponen
en
posible
evidencia
la
malnutrición
de
las
poblaciones
vul-
nerables,
que
en
Colombia
está
en
aumento.
Consideramos
que,
a
raíz
de
las
nuevas
publicaciones
acerca
de
los
infun-
dados
riesgos
del
consumo
de
alimentos
cárnicos,
la
carne
de
cerdo
puede
ser
un
aporte
nutricional
seguro
que
provee
proteínas
suficientes,
especialmente
para
la
población
vul-
nerable.
Es
conveniente
realizar
estudios
que
profundicen
en
la
influencia
de
la
carne
magra
de
cerdo
en
poblaciones
con
alteración
metabólica
como
la
diabetes
mellitus
y
en
grupos
etarios
como
la
infancia
y
la
ancianidad.
Financiación
Este
trabajo
contó
con
la
financiación
de
la
Universidad
de
la
Sabana,
mediante
la
Dirección
de
Investigación
con
el
proyecto.
MED-173-2013.
Conflicto
de
intereses
Este
trabajo
fue
realizado
en
una
disposición
de
acuerdo
entre
la
Universidad
de
La
Sabana
a
través
de
la
dirección
de
Investigación,
Visión-Otri,
y
el
Ministerio
de
Agricul-
tura,
quienes
a
través
de
PorkColombia
proporcionaron
el
producto
a
evaluar.
El
análisis
estadístico
y
la
valoración
bio-
química
se
realizó
en
la
Fundación
Cardioinfantil-Instituto
de
Cardiología
y
en
el
Laboratorio
de
Investigación
Hormo-
nal.
Agradecimientos
A
AsoPork
Colombia
por
suministrar
la
carne
de
cerdo
con
las
especificaciones
de
calidad
garantizadas
para
la
reali-
zación
de
un
estudio
de
esta
naturaleza.
Al
laboratorio
de
Investigación
Hormonal,
que
contribuyó
con
la
realización
del
análisis
de
muestras
hormonales.
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sources
and
the
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men
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Zeraatkar
D,
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Guyatt
GH,
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