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PROTOCOLO CLÍNICO
CÁNCER MEDULAR DE TIROIDES
PROGRAMA DE CÁNCER DEL ADULTO 2020
Subsecretaría de Salud Pública
División de Prevención y Control de Enfermedades
Departamento de Manejo Integral del Cáncer y Otros Tumores
LISTA DE ABREVIATURAS
ATA American Thyroid Association
CMT Carcinoma Medular de Tiroides
ITK (ITQ) Inhibidores de la Tirosina Quinasa (Kinase en inglés)
OMIM Online Mendelian Inheritance in Man
RET Rearranged during Transfection.
CONTENIDO
RESPONSABLES TÉCNICOS MINISTERIO DE SALUD 5
COORDINADOR METODOLÓGICO Y EDITOR 5
COORDINADOR CLÍNICO 5
AUTORES 5
1. INTRODUCCIÓN 7
2. OBJETIVO 7
3. PÚBLICO OBJETIVO 8
4. ALCANCE 8
5. DECLARACIÓN DE CONFLICTO DE INTERÉS 8
6. METODOLOGÍA DE BÚSQUEDA DE PUBLICACIONES 8
7. PRESENTACIÓN CLÍNICA 8
8. SOSPECHA Y TAMIZAJE 9
9. DIAGNÓSTICO 9
9.1. Diagnóstico preoperatorio, durante estudio de nódulo tiroideo 9
9.2. Estudio en familiares portadores de mutación del gen RET 9
9.3. Diagnóstico post-operatorio 9
10. ETAPIFICACIÓN (pre-operatoria) 10
10.1. Descartar la presencia de FEO y/o HPP preoperatoria 10
10.2. Evaluar la extensión de enfermedad 10
11. MANEJO DE LA ENFERMEDAD 11
11.1. Cirugía 11
11.2. Manejo post-quirúrgico 12
11.3. Seguimiento inicial 12
12. MANEJO Y SEGUIMIENTO POSTERIOR SEGÚN RESPUESTA INICIAL (AL PRIMER SEGUIMIENTO) 14
12.1. Pacientes con respuesta excelente 14
12.2. Pacientes con respuesta incompleta bioquímica 14
12.3. Pacientes con respuesta incompleta estructural (o enfermedad estructural). 15
12.3.1 Enfermedad estructural locorregional 16
A. Enfermedad de bajo volumen 16
B. Enfermedad de mayor volumen 16
12.3.2 Enfermedad estructural a distancia o metástasis a distancia 16
A. Enfermedad de bajo volumen y estable 16
B. Enfermedad de mayor volumen y/o en crecimiento 16
C. Pacientes con metástasis a distancia en crecimiento significativo y/o sintomático 16
13. RESUMEN DE DROGAS 18
14. RADIOTERAPIA 18
15. ESTUDIO GENÉTICO 19
REFERENCIAS 20
ANEXOS 23
5
Protocolo Clínico: Cáncer Medular de Tiroides
RESPONSABLES TÉCNICOS MINISTERIO DE SALUD
Sylvia Santander
Médico Cirujano. Mg. en Psicología de la Adolescencia. Ph.D. en Cs. de la Educación
Jefe División de Prevención y Control de Enfermedades
Subsecretaría de Salud Pública
Ministerio de Salud
Sergio Becerra
Médico Cirujano, Oncólogo Radioterapeuta, Mg. en Administración en Salud
Jefe del Departamento de Manejo Integral de Cáncer y Otros Tumores
División de Prevención y Control de Enfermedades, Subsecretaría de Salud Pública
Ministerio de Salud
COORDINADOR METODOLÓGICO Y EDITOR
Juvenal Ríos
Médico Cirujano, Mg. Cs. Biológicas, Ph.D. en Biología Celular y Molecular
Departamento de Manejo Integral de Cáncer y Otros Tumores
División de Prevención y Control de Enfermedades, Subsecretaría de Salud Pública
Ministerio de Salud
COORDINADOR CLÍNICO
Hernán Tala
Médico Cirujano, Especialista en Med. Interna y Endocrinología, Fellow en Cáncer de Tiroides
Jefe centro de Tiroides Clínica Alemana
Clínica Alemana de Santiago / Universidad del Desarrollo
Presidente Grupo de Estudios de Tiroides, Sociedad Chilena de Endocrinología y Diabetes
AUTORES
Nelson Wohllk
Médico Cirujano, Especialista en Med. Interna y Endocrinología
Hospital del Salvador. Profesor Titular Facultad de Medicina Universidad de Chile
Grupo de Estudios de Tiroides, Sociedad Chilena de Endocrinología y Diabetes
Adelqui Sanhueza
Médico Cirujano, Esp. en Med. Interna y Residente del Programa de Endocrinología
Hospital Salvador
Facultad Medicina, Universidad de Chile
Hernán Tala
Médico Cirujano, Especialista en Med. Interna y Endocrinología, Fellow en Cáncer de Tiroides
Jefe centro de Tiroides Clínica Alemana
Clínica Alemana de Santiago / Universidad del Desarrollo
Presidente Grupo de Estudios de Tiroides, Sociedad Chilena de Endocrinología y Diabetes
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Protocolo Clínico: Cáncer Medular de Tiroides
José Miguel Domínguez
Médico Cirujano, Especialista en Med. Interna y Endocrinología
Departamento de Endocrinología, Facultad de Medicina, P. Universidad Católica de Chile
Grupo de Estudios de Tiroides, Sociedad Chilena de Endocrinología y Diabetes
René Díaz Torres
Médico Cirujano, Especialista en Med. Interna y Endocrinología
Clínica Universidad de los Andes, Instituto Fundación Arturo Lopez Perez
Grupo de Estudios de Tiroides, Sociedad Chilena de Endocrinología y Diabetes
Marcelo Veloso
Médico Cirujano, Especialista en Cirugía de Cabeza y Cuello
Instituto Nacional del Cáncer
Presidente Sociedad Chilena de Cirugía de Cabeza y Cuello y Plástica Maxilofacial
Luis Matamala
Médico Cirujano, Especialista en Med. Interna y Oncología Médica
Instituto Nacional del Cáncer
Instituto Fundación Arturo Lopez Perez
Luis Villanueva
Médico Cirujano, Especialista en Med. Interna y Oncología Médica, M.Sc. in Cancer Biology
Fundacion Arturo Lopez Perez
Presidente Sociedad Chilena de Oncología
Raúl Rivera
Médico Cirujano, Especialista en Radioterapia Oncológica
Clinica IRAM - Instituto de Radiomedicina de Chile
Sociedad Chilena de Radioterapia Oncológica
Pedro Pineda
Médico Cirujano, Especialista en Med. Interna y Endocrinología
Jefe de la Sección de Endocrinología y Diabetes, Hospital Clínico U. de Chile, Clínica Santa María
Presidente Sociedad Chilena de Endocrinología y Diabetes
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Protocolo Clínico: Cáncer Medular de Tiroides
1. INTRODUCCIÓN
El cáncer de tiroides es la neoplasia endocrinológica más frecuente. Cerca de 95% de los casos
corresponde a cáncer diferenciado de tiroides (CDT) (Papilar 92% y Folicular 5%) originado en las
células foliculares de la tiroides, 2-3% a cáncer medular de tiroides (CMT) y el 2% restante a tumo-
res anaplásicos, linfoma o metástasis de otros cánceres. En Chile, la incidencia de cáncer de tiroides
es de 7,86 casos nuevos por 100.000 habitantes/año, siendo su prevalencia levemente mayor en
mujeres que hombres (11.7/100.00en mujeres) [1].
El Cáncer Medular del Tiroides (CMT) es una entidad poco común y constituye un gran desafío para
el médico en su manejo.
En la mayoría de los casos el CMT es esporádico, no asociándose a otras patologías, sin embargo en
el 20-25% de los casos el CMT es hereditario, en el contexto de la entidad denominada Neoplasia
Endocrina Múltiple tipo 2 (NEM 2). Esta condición se transmite en forma autosómica dominante,
afecta a 1 de 30.000 individuos y es debida a mutaciones de línea germinal del proto-oncogen RET.
La NEM 2, consta a su vez de dos entidades principales; la NEM 2A y NEM 2B.
En la NEM 2A (forma clásica), virtualmente todos los individuos desarrollan CMT (generalmente mul-
tifocal, bilateral), 50% de ellos están en riesgo de desarrollar feocromocitoma (FEO), y 10-30% Hi-
perparatiroidismo primario (HPP).
Otras formas menos frecuentes de NEM2A son el Cáncer Medular Familiar, que requiere la ausencia
de FEO e HPP en 2 o más generaciones dentro de una misma familia, el CMT asociado a la Enferme-
dad de Hirschsprung (EH) que se caracteriza por la ausencia de ganglios autonómicos en el intestino
inferior, resultando en la dilatación colónica, constipación severa y obstrucción intestinal, y el CMT
asociado a amiloidosis cutánea liquenificada, que es una lesión pruriginosa liquenificada que se ubi-
ca en el dorso. Cada una de estas variantes se han asociado a mutaciones específicas del RET
Las NEM 2B tienen un espectro similar a NEM 2A, presentando un riesgo de 50% de presentar FEO,
pero difieren en el comienzo más temprano del CMT, la ausencia de HPP y el desarrollo de neuromas
mucosos de labios y lengua, ganglioneuromatosis del tracto gastrointestinal y hábito marfanoide.
Otras manifestaciones clínicas precoces incluyen la constipación y la hipolacrimia. [2-4].
2. OBJETIVO
Protocolizar el manejo del CMT, para aplicarlo en el sistema público y privado de Chile, según la me-
jor evidencia científica disponible y en pos de mejorar los resultados oncológicos de esta patología
minimizando los efectos secundarios asociados a la terapia.
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Protocolo Clínico: Cáncer Medular de Tiroides
3. PÚBLICO OBJETIVO
Para todo el equipo de salud que forma parte del manejo multidisciplinario de pacientes con Cáncer
Medular de Tiroides y en los centro públicos y privados con la capacidad de tratarlo.
4. ALCANCE
El presente es el protocolo de manejo de CMT, tomando en consideración desde su etiopatogenia
hasta el tratamiento y seguimiento de la enfermedad. En otro documento se detallará el protocolo
de manejo del CDT.
5. DECLARACIÓN DE CONFLICTO DE INTERÉS
Nelson Wohllk: Invitado Congreso ETA 2018 Newcastle, Inglaterra 7-9 Septiembre 2018 (Merck Se-
rono). Invitación aprobada por Jefe Medicina Hospital del Salvador. Advisory Board sobre Levotiroxi-
na con pagos de honorarios, 29 de Septiembre. Hotel Park Plaza. (Merck Serono). Invitado Congreso
Chileno Endocrinología y Diabetes, Coquimbo 7-9 Noviembre 2018. Laboratorio Bago
Resto de los autores declara no tener conflicto de interés.
6. METODOLOGÍA DE BÚSQUEDA DE PUBLICACIONES
Se revisaron las
Guías Clínicas
ATA 2015, Libro de Endocrinología Brasileño Capítulo Cáncer Medular
de Tiroides.
Cirugia da Tireoide e da Paratireoide 2013
. Libro de Endocrinología Eugenio Arteaga,
René Baudran, José Miguel Domínguez, Capítulo Neoplasias Endocrinas Múltiples tipo 1 y 2 2018.
Base de datos PUBMED y UPTODATE.
7. PRESENTACIÓN CLÍNICA
El Cáncer Medular de Tiroides es habitualmente asintomático y comúnmente se presenta como
un nódulo tiroideo detectado de manera incidental, ya sea al examen físico o en distintos méto-
dos radiológicos solicitados por otro motivo. En hasta un 50% de los casos puede detectarse por
la presencia de adenopatías metastásicas cervicales, y mucho menos frecuentemente (15%) por
compromiso de órganos vecinos (esófago, tráquea) y excepcionalmente por metástasis a distancia
(5%). Cuando presentan metástasis a distancia, la ubicación de ellas puede ser hígado (61%), huesos
(45%) y pulmón (35%) [5]. Ocasionalmente se presenta por síntomas asociados a hipersecreción
hormonal, como diarrea, flushing1, síndrome Cushing ectópico, entre otros. También se puede encon-
trar como hallazgo en el postoperatorio, por nódulo operado por otro motivo, o por la presentación
clínica derivada de síntomas o hallazgos en el contexto de otros tumores que forman parte de las
Neoplasias endocrinas múltiples tipo 2 [3,6].
1 Sensación de calor de inicio brusco, que sube desde el tronco hasta la cabeza
9
Protocolo Clínico: Cáncer Medular de Tiroides
8. SOSPECHA Y TAMIZAJE
• Se debe realizar estudio genético del proto-oncogen RET en todo paciente con diagnóstico de
carcinoma medular de tiroides. El estudio genético se debe realizar en un laboratorio certifica-
do mediante secuenciación automática de Sanger, en ambas direcciones del ADN al menos de
los exones 5, 8, 10, 11, 13, 14, 15 y 16 y sus regiones intrónicas colindantes, con confirmación
mediante contramuestra.
• Se debe estudiar la presencia de mutación del proto-oncogen RET en todo familiar de primer
grado de paciente con mutación detectada. Se debe buscar la presencia de la mutación espe-
cífica detectada en el caso índice.
• NO se debe realizar estudio ecográfico en familiares de pacientes con CMT en los siguientes
casos:
− El caso índice tiene estudio genético negativo (caso esporádico).
− Sujeto con estudio genético negativo, siendo familiar de primer grado de paciente con
mutación positiva [3].
9. DIAGNÓSTICO
El diagnóstico de CMT puede realizarse en relación a 3 situaciones clínicas diferentes:
• Diagnóstico preoperatorio, durante estudio de nódulo tiroideo.
• Estudio en familiares portadores de mutación RET.
• Diagnóstico post-operatorio.
9.1. Diagnóstico preoperatorio, durante estudio de nódulo tiroideo
En pacientes con nódulo ecográficamente sospechoso se debe realizar PAAF (Punción aspirativa con
aguja fina). La sospecha de Carcinoma Medular de tiroides comienza ya con el resultado de la PAAF.
En muchas ocasiones, el resultado de la PAAF es sugerente de CMT. Sin embargo, en otras ocasiones
la PAAF puede informar Neoplasia Folicular (Bethesda IV) y el diagnóstico de CMT se realiza al com-
plementar el estudio, ya sea con inmunohistoquímica para calcitonina (CTN) de la muestra obtenida
por la PAAF, o bien, con medición en plasma de CTN (aumenta sospecha de carcinoma medular de
tiroides cuando CTN está sobre el rango de normalidad, y categóricamente > 100 pg/mL).
9.2. Estudio en familiares portadores de mutación del gen RET
En ocasiones el diagnóstico se realiza en portadores de mutación del gen RET sometidos a tiroidec-
tomía profiláctica.
9.3. Diagnóstico post-operatorio
En un porcentaje de los pacientes, el diagnóstico se establece luego de la cirugía, después de haber
sido operado por nódulo en el cual la PAAF no hizo el diagnóstico de CMT [3].
10
Protocolo Clínico: Cáncer Medular de Tiroides
10. ETAPIFICACIÓN (PRE-OPERATORIA)
En todo paciente con diagnóstico de CMT se debe realizar el siguiente estudio preoperatorio:
10.1. Descartar la presencia de FEO y/o HPP preoperatoria
• Debe descartarse la presencia de FEO y/o HPP durante la etapificación pre-operatoria en todo
paciente con sospecha de CMT. Idealmente esta evaluación debe iniciarse con el estudio ge-
nético del oncogén RET, según técnica detallada anteriormente.
• Si el estudio descarta mutación RET, entonces no es necesario mayor estudio de FEO y/o HPP. Si
por otro lado el estudio confirma mutación RET, se debe descartar la presencia de FEO median-
te la medición de metanefrinas urinarias de 24 horas y evaluar la presencia de HPP mediante
PTH, calcio y fósforo en sangre.
• En caso que no se pueda realizar estudio del proto-oncogen RET antes de la cirugía, se debe
descartar siempre la presencia de FEO y HPP (según se detalla en el párrafo anterior).
10.2. Evaluar la extensión de enfermedad
Siempre se debe realizar ecografía de estadificación cervical ganglionar.
Siempre se debe medir CTN y antígeno carcinoembrionario (CEA) en sangre preoperatorio. La nece-
sidad de mayores estudios dependerá de los niveles de CTN preoperatorio:
• Niveles de CTN < 500 pg/mL: sólo necesita ecografía cervical de estadificación
• Niveles de CTN ≥ 500 pg/mL: requiere imágenes complementarias para descartar metástasis a
distancia. Específicamente:
− TC de cuello y tórax con contraste
− RM de hígado o bien TC de abdomen con contraste trifásico
− RM de esqueleto axial
− Cintigrama óseo[5,7]
En la figura 1 se resume el algoritmo del estudio preoperatorio en CMT (anexos).
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Protocolo Clínico: Cáncer Medular de Tiroides
11. MANEJO DE LA ENFERMEDAD
Debe ser realizado idealmente en centro de alta complejidad, en un comité interdisciplinario con-
formado por:
• Cirujano de Cabeza y Cuello
• Citopatólogo/Patólogo
• Endocrinólogo
• Radiólogo
• Genetista Clínico
• Oncólogo Radioterapeuta
• Oncólogo Médico
11.1. Cirugía
La cirugía es el procedimiento de elección en el tratamiento del CMT esporádico o hereditario, así
como también en los tumores asociados a NEM2A y 2B. La posibilidad de cura para el CMT depen-
derá del estadio clínico al momento del diagnóstico y la resección completa del tumor [8]. Lamen-
tablemente, sólo un pequeño porcentaje de pacientes con CMT alcanzará la remisión a través del
tratamiento quirúrgico inicial, sobre todo cuando el diagnóstico del CMT se realizó después de la
cirugía. El paso siguiente es evaluar la presencia de enfermedad residual o recidiva lo antes posible
e indicar el abordaje terapéutico apropiado. La recurrencia o persistencia de la enfermedad puede
ser detectada por el aumento de los niveles de CTN que sugieran enfermedad estructural y estudio
con imágenes que evidencien enfermedad persistente o recurrente. El cuadro clínico asociado es lo
que mejor define la conducta en estos casos. Es de fundamental importancia la supervisión por un
profesional con experiencia en el área[3].
Si el diagnóstico se hace antes de la cirugía el tratamiento quirúrgico es la tiroidectomía total más
disección central. La extensión de la cirugía dependerá de la presencia de adenopatías y de los ni-
veles de CTN:
• Si la CTN es >20 pg/mL se podría considerar disección compartimento laterocervical ipsilateral.
• Si la CTN es >200 pg/mL se podría considerar disección del compartimiento laterocervical ip-
silateral y contralateral.
• Si la CTN es >500 pg/mL la posibilidad de cura bioquímica después de la cirugía es generalmen-
te baja y se deberá hacer imágenes para buscar metástasis a distancia [5,7].
Si bien existe una correlación entre niveles de CTN y riesgo de metástasis regionales y a distancia,
es importante considerar que los tumores más grandes, sin metástasis y los tumores pequeños con
metástasis regionales podrían teóricamente secretar la misma cantidad de CTN [3].
En la tabla 1 se resume las recomendaciónes de extensión de cirugía según estadificación y nivel de
CTN.
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Protocolo Clínico: Cáncer Medular de Tiroides
TABLA 1. CIRUGÍA EN PACIENTE CON DG. DE CMT POR ESTUDIO DE NÓDULO TIROIDEO DEPENDIENDO DE
ECOGRAFÍA DE ESTADIFICACIÓN Y CTN
Tipo de Cirugía ¿Cuándo?
Tiroidectomía total Siempre
Disección cervical central
bilateral Siempre
Disección laterocervical
ipsilateral
• Siempre cuando existen ganglios en dicho compartimento en ecografía
preoperatoria
• Se podría considerar cuando CTN es > 20 pg/mL
• Considerar cuando existe compromiso de compartimento central
Disección laterocervical
ipsilateral y contralateral
(bilateral)
• Siempre cuando existen ganglios en dicho compartimento en ecografía
preoperatoria
• Se podría considerar cuando CTN es > 200 pg/mL, más aún cuando
existen ganglios comprometidos en compartimento ipsilateral
laterocervical
11.2. Manejo post-quirúrgico
• Suplementación con levotiroxina (dosis inicial 1.6-1.8 mcg/Kg/día). Se debe mantener TSH en
rango normal para edad. NO se debe suprimir TSH [3].
• El radioyodo (Yodo radioactivo) NO sebe usarse en el cáncer medular de tiroides, ya que no es
de utilidad.
• Descartar NEM2: Se debe realizar estudio de proto-oncogen RET en TODO paciente con diag-
nóstico de carcinoma medular de tiroides [3].
11.3. Seguimiento inicial
Todo paciente operado por CMT y en ausencia de metástasis a distancia antes de la cirugía debe
seguirse 3-6 meses luego de la cirugía con:
• Calcitonina (CTN) sérica (siempre en el mismo laboratorio)
La CTN sérica basal es el marcador más sensible y específico para el diagnóstico de CMT per-
sistente [9]. Existe una correlación entre CTN plasmática basal y tamaño del tumor, estadio
tumoral y la curación bioquímica [8],[10].
• Antígeno carcinoembrionario (CEA)
El CEA puede ayudar en la identificación de falsos positivos o falsos negativos; puede estar
elevado en todos los pacientes, con mayor frecuencia aumenta ante la presencia de metástasis
a distancia, considerándose entonces un indicador de mal pronóstico.
• Ecografía cervical
La ecografía cervical debe realizarse por un profesional con experiencia en cáncer de tiroides.
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Protocolo Clínico: Cáncer Medular de Tiroides
Las acciones y seguimientos posteriores dependerán de los niveles de CTN, CEA y hallazgos ecográ-
ficos. Considerando que existe una muy buena correlación entre los niveles de CTN, CEA y volumen
tumoral, estudios imagenológicos para evaluar la presencia de metástasis a distancia se realizarán
dependiendo de los niveles de CTN en el postoperatorio (al menos 3 meses después de la cirugía):
• En pacientes con CTN < 150 pg/mL es excepcional la presencia de metástasis a distancia, por lo
cual solo deben seguirse con ecografía cervical.
• A niveles de CTN > 150 pg/mL existe un riesgo creciente de metástasis a distancia, y justifica
estudio mayor, que debe incluir:
− TC de cuello y tórax con contraste
− TC de abdomen trifásico o RM de hígado
− RM de esqueleto axial asociado a cintigrama óseo [3]
Como se muestra en la figura 2 (anexos), en la primera evaluación se debe clasificar la respuesta del
paciente al tratamiento quirúrgico según los hallazgos en marcadores tumorales y ecografía. Según
ello se planificará el seguimiento y acciones a tomar a largo plazo [11,12]
TABLA 2. DEFINICIÓN DE RESPUESTA A LA TERAPIA EN CMT
Marcadores Tumorales Imágenes
Respuesta excelente
CTN Indetectable
Y
CEA normal
(-)
Respuesta incompleta
bioquímica
CTN Detectable
y/o
CEA elevado
(-)
Respuesta incompleta
estructural En general elevados (+)
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Protocolo Clínico: Cáncer Medular de Tiroides
12. MANEJO Y SEGUIMIENTO POSTERIOR SEGÚN RESPUESTA INICIAL (AL
PRIMER SEGUIMIENTO)
12.1. Pacientes con respuesta excelente
En paciente que logran niveles indetectables de CTN, niveles normales de CEA y ecografía cervical
sin hallazgos sospechosos, la probabilidad futura a 5-7 años de recidiva estructural es 1-4 % y de
recidiva bioquímica de 11-15% [13].
El promedio de recidiva de CMT se produce a los 3 años (rango 0,7 a 7,5). Por lo tanto, pacientes con
niveles indetectables de CTN en el periodo postoperatorio deben continuar con mediciones regula-
res de CTN sérica por un plazo aún no definido debido al riesgo de recurrencia [14].
Seguimiento posterior (Figura 2):
• Examen físico, CTN y CEA cada 6 meses por 2 años, luego anual.
• Ecografía del cuello de 3 a 12 meses después de la cirugia (según la extensión de la afectación
de los ganglios linfáticos antes de la cirugía) para establecer una línea de base.
• No se requieren imágenes adicionales a menos que los valores de CTN o CEA aumenten durante
el seguimiento[3].
En casos excepcionales, existe recurrencia o persistencia de enfermedad con niveles de CTN inde-
tectable. En esos casos, aparentemente, las células tumorales retienen la capacidad de producir CTN
como lo demuestra la inmunohistoquímica positiva, pero no para secretar CTN [15]. Es por este mo-
tivo que al menos en una oportunidad se debe realizar ecografía cervical, aún con niveles indetec-
tables de CTN. En caso de hallazgo sospechoso, en estas situaciones, la punción aspirativa con aguja
fina, además de la medición de CTN en el lavado de la aguja, pueden ser útiles en el diagnóstico de
lesiones sospechosas [16].
12.2. Pacientes con respuesta incompleta bioquímica
En pacientes con CMT con concentraciones elevadas de CTN e imágenes sin evidencia de enfermedad
metastásica, las mediciones de CEA y CTN deberán ser realizadas cada 6 meses en el mismo labora-
torio para determinar el CTNdt y CEAdt (http://www.thyroid.org/professionals/calculators/CDTC.php)
Estudios recientes han demostrado que el tiempo de duplicación o doblaje del valor de CTN (CTNdt)
y el tiempo de doblaje del CEA (CEAdt) son predictores independientes de recurrencia y sobrevida; el
seguimiento de los pacientes en un período de hasta 30 años, mostró que la sobrevida de los pacien-
tes a 10 años fue del 8%, 37% y 100% cuando el CTNdt era menos a seis meses, 6 meses a 2 años y
mayor a 2 años, respectivamente [17].
La frecuencia de los controles, así como la periodicidad con la cual se deben repetir las imágenes
dependerá de los niveles de CTN y del tiempo de doblaje de la CTN y del CEA.
• CTN elevada pero <150 pg/ml: Se asocia a riesgo de enfermedad locorregional en el cuello,
pero muy baja probabilidad de metástasis a distancia. Tiene indicación de ecografía cervical.
Si las imágenes son negativas y los valores de CTN sérica medidos cada tres a seis meses per-
manecen estables, la ecografía del cuello generalmente se realiza cada 6 a 12 meses durante
dos a tres años, y luego con menos frecuencia durante el seguimiento a largo plazo. Se deben
15
Protocolo Clínico: Cáncer Medular de Tiroides
considerar imágenes adicionales en pacientes con valores crecientes de calcitonina y CEA; el
tipo y la frecuencia de las pruebas se basan tanto en la magnitud como en la tasa de aumento
de estos marcadores bioquímicos (Figura 2).
• CTN ≥150 pg/ml: Además de asociarse a la presencia de metástasis regionales, CTN ≥ 150 pg/
ml aumenta el riesgo que el paciente pueda presentar metástasis a distancia. La evaluación
en estos pacientes debe incluir la imágenes antes mencionadas [3,5]. Este grupo de pacientes
serán sometidos a estrategias terapéuticas individualizadas, considerando por una parte la
evolución más bien lenta de la enfermedad y por otra, el riesgo de morbilidad y toxicidad con
las terapias disponibles. La frecuencia de los estudios de imagen repetidos dependerá de la
magnitud de los niveles de CTN y CEA y del tiempo de doblaje. Como ejemplo, a los pacien-
tes con valores estables de CTN sérica postoperatoria en el rango de 150 a 300 pg / ml se les
suele realizar una ecografía anual del cuello durante varios años, reservando la repetición de
otras imágenes (TC cuello y tórax, RM o TC trifásico de abdomen, y estudio óseo) para buscar
metástasis a distancia solo en aquellos pacientes con CTN o CEA en ascenso. La tomografía por
emisión de positrones (PET) con 18-fluoro-2-desoxiglucosa (FDG) se consideran solo cuando la
CTN sérica es superior a 500 a 1000 pg/ml [5]. Se han estudiado trazadores de PET alternativos,
tales como flúor-18-L-dihidroxifenilalanina (18F-DOPA) y galio-68 (68Ga) péptidos análogos
de somatostatina radiomarcados (DOTATATE, DOTATOC y DOTANOC) y parece ser más sensible a
la detección de enfermedades que la exploración con PET con FDG [6] (Figura 2).
12.3. Pacientes con respuesta incompleta estructural (o enfermedad
estructural).
Las alternativas de manejo son:
• Vigilancia activa.
• Resección quirúrgica.
• Radioterapia.
• Otras técnicas localizadas (Ablación por radiofrecuencia, crioablación, embolización).
• Terapia sistémica.
La recomendación del manejo dependerá de distintos factores:
• Posibilidad de localización de la enfermedad.
• Volumen.
• Localización.
• La velocidad de progresión (utilizando criterios RECIST).
• Presencia de síntomas asociado a las masas tumorales.
• Síntomas asociados a hipersecreción [11,12].
16
Protocolo Clínico: Cáncer Medular de Tiroides
12.3.1 Enfermedad estructural locorregional
A. Enfermedad de bajo volumen
En aquellas adenopatías de < 1 cm y estables, no está claro que una intervención inmediata sea be-
neficiosa y por lo tanto en general está indicada la observación médica.
B. Enfermedad de mayor volumen
Si se confirma una lesión metastásica locoregional > 1 cm la recomendación es la cirugía para reali-
zar disección ganglionar de los compartimentos central (nivel VI) y laterales (IIA, III, IV y V) en el caso
que no se haya hecho con anterioridad [3].
12.3.2 Enfermedad estructural a distancia o metástasis a distancia
Las metástasis del CMT ocurren más comúnmente en el hígado (61%), huesos (45%) y pulmón (35%)
[5].
A. Enfermedad de bajo volumen y estable
• Mantener en vigilancia activa.
• Controles con CTN, CEA, examen físico e imágenes dependiendo del sitio de las metástasis.
• La frecuencia y tipo de imágenes dependerá de CTNdt, CEAdt y ubicación de las metástasis.
B. Enfermedad de mayor volumen y/o en crecimiento
• Manejo depende de ubicación, progresión, número y si existe o no lesión dominante
• En caso de lesiones aisladas o predominantes, se debe preferir terapia localizada cuando sea
posible:
− Resección quirúrgica.
− Radioterapia.
− Embolización.
− Ablación con radiofrecuencia.
− Si no es posible, o existen múltiples metástasis de gran volumen y en progresión, se re-
comienda terapia sistémica.
C. Pacientes con metástasis a distancia en crecimiento significativo y/o sintomático
En pacientes con enfermedad metastásica con múltiples lesiones en progresión, no candidatos a
terapia local con cirugía o radioterapia, particularmente con síntomas asociados, debe evaluarse
la posibilidad de terapia sistémica paliativa con inhibidores de la tirosina quinasa (ITQ). También se
puede plantear el uso de ITQ en pacientes con CMT localmente avanzado, irresecable y en progresión
significativa y/o sintomática.
La quimioterapia citotóxica tiene beneficio clínico limitado, con tasas de respuesta documentadas
bajas (entre 15-20%) y de corta duración [18][19]. La combinacion más efectiva es 5Fluoracilo más
dacarbazina. La mayoría de los estudios incluyen una cantidad limitada de pacientes y no se ha de-
mostrado un beneficio significativo de sobrevida con quimioterapia. Esta opción se podría conside-
rar solamente en pacientes que no pueden tolerar o que fallan a múltiples ITQ y no puedan acceder
a estudios clínicos ni a otro fármaco ITQ de segunda línea [19].
17
Protocolo Clínico: Cáncer Medular de Tiroides
Evidencia basada en estudios preclínicos han demostrado que RET es un blanco terapéutico en
CMT[20]. Otras vías de señalización que aparentemente contribuyen en crecimiento e invasión tu-
moral incluyen el receptor de factor de crecimiento vascular endotelial (VEGFR y EGFR) [21]. En di-
versos estudios se ha observado que el uso de fármacos inhibidores de la tirosin kinasa (ITQ), que
bloquean la acción de estas proteínas, logran un control significativo de la enfermedad y son herra-
mientas útiles en el manejo de CMT avanzado.
Para la terapia inicial con ITQ, sugerimos como primera opción cabozantinib o vandetanib [22][18].
Se puede utilizar como segunda opción algunas de las drogas evaluadas en estudios de Fase II como
sorafenib, sunitinib o lenvatinib (Tabla 3) [23][24][25] (para mayor información leer suplemento
S.2.8). Todos los pacientes deben tener documentación de progresión por imágenes y con niveles de
CTN y CEA antes de iniciar terapia sistémica. Durante el tratamiento con ITQ, se recomienda control
mensual idealmente en conjunto con oncólogo médico con exámenes de laboratorio y exámenes
complementarios para evaluación de toxicidad, con control de imágenes más CTN y CEA cada tres
meses para evaluación de respuesta al tratamiento.
TABLA 3: FÁRMACOS ITQ UTILIZABLES EN PACIENTES CON CMT AVANZADO
Fármacos Estudio que avalan
su uso
Dosis inicial (ajuste posterior
según tolerancia)
Duración de
tratamiento
Fármacos aprobados como primera línea
Cabozantinib Fase III 140 mg/día Hasta progresión o
toxicidad limitante
Vandetanib Fase III 300 mg/día
Autorizado Uso “Off-Label”
Lenvatinib Fase II 24 mg/día
Hasta progresión o
toxicidad limitante
Sorafenib Fase II 400 mg c/12 horas
Sunitinib Fase II 37.5 mg/día
18
Protocolo Clínico: Cáncer Medular de Tiroides
13. RESUMEN DE DROGAS
Droga
Tipo de Financiamiento
GES PPV no GES Ley Ricarte Soto Podrían ser financiadas
en el futuro
Fármacos aprobados como primera línea
Cabozantinib X
Vandetanib X
Autorizado Uso “Off-Label” (en caso de no poder utilizar fármaco de primera línea ya sea por fracaso
de tratamiento, intolerancia o no estar disponibles)
Lenvatinib X
Sorafenib X
Sunitinib X
NOTA: Sunitinib aprobado como PPV-no GES en tumor neuroendocrino, incluido CMT.
14. RADIOTERAPIA
Si bien es infrecuente dentro de las neoplasias tiroideas, el CMT presenta un componente loco re-
gional de mayor extensión comparado a las variantes diferenciadas (70% con metástasis nodales al
debut y 30% con extensión extracapsular) [26]. El manejo óptimo pasa por una resección completa
+/- disección cervical, pero no siempre es posible lograr la resección completa (R0), haciéndose ne-
cesario considerar la adyuvancia en los casos R1 y R2. La enfermedad en general es de lenta evo-
lución; el riesgo real es de una recurrencia local/regional irresecable o con potencial daño de la vía
aérea y la deglución.
En ese contexto, históricamente la RT no ha sido considerada en primera línea dada la falta de estu-
dios fase 3 y desalentadores datos provenientes de series retrospectivas con técnicas subóptimas.
Una revisión sistemática [27] de 27 estudios no randomizados de CMT en cuyo manejo estaba la
RT, concluyó pese a la heterogeneidad de los estudios en cuanto a los periodos de tratamiento y
técnicas no comparables, que había una reducción de 38% en el riego de recurrencia locoregional,
valor subestimado ya que generalmente la RT se ofrecía a pacientes con un pronóstico peor dado por
enfermedad más avanzada. Otros puntos de interés en esta revisión fueron una tendencia a mayor
control local con al menos 60 Gy y una tendencia a mejor sobrevida libre de progresión con un in-
tervalo Cirugía-RT de menos que dos meses. Por otro lado, respecto a las complicaciones se vio que
problemas para tragar, o necesidad de nutrición enteral, fueron reportadas en 23% agudamente y
6% a largo plazo. La xerostomía por su lado fue del orden del 7% a largo término y la fibrosis cervical
del orden del 20%.
En cuanto a enfermedad irresecable/recurrente, en la misma revisión sistemática [27] con 63 pa-
cientes con enfermedad medible, se obtuvo el dato de 21% de respuestas completas y 41% de res-
puestas parciales. De lo anterior se desprende que la RT es una efectiva modalidad de tratamiento
en una proporción menor de estos pacientes, lo cual sin embargo no incide en la sobrevida global.
En resumen, con datos no randomizados y no utilizando los estándares actuales de RT, se muestra un
beneficio que la hace considerar planteable en algunos pacientes.
19
Protocolo Clínico: Cáncer Medular de Tiroides
La RT debería ser considerada a una dosis de al menos 60 Gy con IMRT, iniciando hasta 8 semanas
de la cirugía en aquellos pacientes con compromiso nodal múltiple, extensión extratiroídea, o en-
fermedad residual/irresecable, siendo esta última la indicación de la NCCN [28]. Técnicamente la RT
debe incluir el lecho quirúrgico desde el Hioides hasta el arco aórtico, niveles II a VI, recesos esófago
traqueales. Si hay N+ en nivel II, considerar tratar los retrofaríngeos y el mediastino superior si hay
N+ cervicales bajos [29]
15. ESTUDIO GENÉTICO
Si por algún motivo no se realizó el estudio genético del oncogen RET en sangre durante la etapi-
ficación, este se debe realizar posteriormente, tan pronto como sea posible, en todo paciente con
diagnóstico de carcinoma medular de tiroides. El estudio genético se debe realizar en sangre según
la técnica descrita previamente.
En caso que se pesquise mutación del oncogen RET, se debe realizar estudio genético en todo fa-
miliar de primer grado del paciente, y posteriormente en todo familiar de primer grado de quienes
resulten portadores de la mutación. El estudio de los familiares de los portadores de la mutación se
debe realizar con la búsqueda de la mutación puntual identificada. Además, en el paciente se debe
realizar tamizaje de FEO e HPP dependiendo de la mutación encontrada.
20
Protocolo Clínico: Cáncer Medular de Tiroides
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23
Protocolo Clínico: Cáncer Medular de Tiroides
ANEXOS
Figura 1. Estudio Preoperatorio en CMT
Nódulo tiroideo con Dg. de CMT
CTN < 500 pg/mL CTN > 500 pg/mL o gg (+)
Estudio HPP: Calcio y
PTH
Mayor estudio dependiendo de
Calcitonina preoperatoria
HPP ausente HPP presente
Feocromocitoma
ausente
Feocromocitoma
presente
Adrenalectomía
previo a
Tiroidectomía
Cx. durante
Tiroidectomía
Estudio de Feocromocitoma:
Metanefrinas en Orina 24 hrs.
Ausencia de Mutación RET Presencia de Mutación RET o estudio
no disponible
• Ecografía cervical de estadificación ganglionar
• Medición de Calcitonina y CEA en plasma
• Análisis de proto-oncogen RET
• Sólo requiere Ecografía de
estadificación cervical
• Ecografía de estadificación
cervical
• TC de cuello y tórax con contraste
• RM de hígado o bien TC de
abdomen con contraste trifásico
• RM de esqueleto axial
• Cintigrama óseo
24
Protocolo Clínico: Cáncer Medular de Tiroides
Figura 2. Seguimiento en CMT
Tiroidectomía total
Ex. Físico/ CTN / CEA / TSH
CTN indetectable
US cervical
US cervical (-)
R. Excelente
Reevaluar cada 6 meses con
E Físico, CTN y CEA por 1
año, luego anualmente
CTN < 150 pg/mL
US cervical
US cervical (-)
R. Incompleta Bqca (CTN <
150 pg/mL)
Ex. Físico + US Cervical cada 6-12 meses
CTN + CEA cada 3 – 6 meses
(Calcular CTNdt y CEAdt)
Imágenes (+)
R. Incompleta
Estructural
Seguimiento y/
tratamiento según
sitio, tamaño,
progresión (ver
texto)
Seguimiento a largo plazo
depende de CTNdt, CEAdt
y US (ver texto)
Repetir US cervical en caso
de aumento de CTN o CEA
CTN > 150 pg/mL
US cervical
Agregar todas las siguientes imágenes:
• TC de cuello y tórax c/ contraste +
• TC de abdomen trifásico o RM de hígado +
• RM de esqueleto axial asociado a cint. óseo
Si CT > 500 o 1000 pg/mL Considerar PET* (ver texto)
Todas las imágenes (-)
R. Incompleta Bqca
(CTN > 150 pg/mL)
Ex. Físico + US cervical cada 6 a 12 meses
CTN + CEA cada 3 – 6 meses
(calcular CTNdt y CEAdt)
Repetir imágenes para buscar
enfermedad sistémica según tendencia
de CTN y CEA (CTNdt y CEAdt)
Seguimiento a largo plazo depende de
CTNdt, CEAdt e imágenes (ver texto)
Imágenes
requeridas
según CTN
Seguimiento
y manejo
posterior
Respuesta al
tratamiento
US= Ultrasonografía (Ecografía); CTN=Calcitonina; CTNdt=Tiempo de doblaje de CTN; CEA= Antígeno Carcinoembrionario; CEAdt= tiempo de doblaje de CEA
*PET: En CMT, la mejor sensibilidad se logra con 18F-DOPA y 68-Ga-DOTATATE; 18F-FDG es una opción en caso que no exista disponibilidad de los otros radiofármacos.
25
Protocolo Clínico: Cáncer Medular de Tiroides
Material Suplementario 1. Genética del Cáncer Medular de Tiroides
El cáncer medular de tiroides, ya sea hereditario (MEN2 y FMTC) o esporádico, tiene una asociación
con mutaciones del proto-oncogen RET que se describió por primera vez en 1993. Es hereditario en
el 25% de los casos, y esporádico en el 75%, encontrándose mutado en todos los casos hereditarios
(mutación línea germinal) y aproximadamente en el 50% de los casos esporádicos (mutación somá-
tica). Las mutaciones ocurren en las áreas ricas en cisteína del exón 10 y 11, pero también pueden
ocurrir en el dominio tirosina quinasa. Aproximadamente el 6% son mutaciones de novo [30].
El gen RET es clasificado como un proto-oncogen debido a que una única mutación activante de un
alelo puede producir la enfermedad. Una vez activado, transmite señales mitogénicas y de sobrevida
por dos cascadas de señales, llamadas RAS y PI3K/AKT/mTOR. Estas vías promueven la división, cre-
cimiento y muerte celular, pero que cuando se alteran conducen a la proliferación celular, invasión,
sobrevida y eventualmente a la formación del CMT.
De acuerdo con la base de datos COSMIC 2018 (Catalogue Of Somatic Mutation In Cancer), un 44%
de los pacientes con CMT esporádicos presentan mutaciones somáticas en el proto-oncogen RET
(M918T). De aquellos sin mutación somática de RET, 11% presentan mutaciones de HRAS, 6% BRAF
y 3% KRAS.
Las guías de la ATA de 2015, recomiendan el estudio molecular de sangre para búsqueda de mu-
taciones en la línea germinal (asociado a los síndromes hereditarios arriba mencionados) en todo
paciente con diagnóstico de carcinoma Medular de tiroides. Sin embargo no recomiendan el estudio
de mutaciones somáticas en CMT, sino más bien se haría con fines académicos, aunque se debe se-
ñalar que la presencia de la mutación RET M918T, le confiere un curso clínico más agresivo, mayor
mortalidad y en el caso de terapia con ITQ responderían mejor [3].
Material Suplementario 2. Tratamiento de Enfermedad metastásica avanzada.
En pacientes con metástasis a distancia, pero enfermedad asintomática y estable, la conducta más
apropiada es la observación. El tratamiento sólo se indica en aquellos pacientes con enfermedad
sintomática o con evidencia de progresión significativa. Es importante enfatizar que el CMT metas-
tásico es incurable y en muchos casos indolente. Por lo tanto, como estos pacientes presentan una
larga sobrevida y una excelente calidad de vida, los riesgos y beneficios de los tratamientos ofreci-
dos deben ser plenamente considerados [3].
S.2.1. Quimioterapia convencional y radioterapia en el tratamiento en el CMT metastásico
La quimioterapia es poco efectiva en el tratamiento del CMT metastásico. De este modo, debe ser
considerada sólo en casos seleccionados, en aquellos pacientes que tengan progresión significativa
de la masa tumoral documentada durante el monitoreo periódico y sin acceso a la terapia con in-
hibidores de Tirosina Quinasa (ITQ). Los estudios reportan respuesta parcial en un 15% en pacientes
con CMT tratados con la combinación de doxorubicina, streptozotocina, 5-FU y dacarbazina. Apro-
ximadamente el 28% de los pacientes con CMT avanzado presentan respuesta parcial con ciclofos-
famida, vincristina y dacarbazina. El tratamiento con doxorubicina fue evaluado en 9 pacientes con
CMT metastásico: el 11% presentó regresión parcial del tumor en 6 meses, seguidos de enfermedad
estable en 3 meses y el 11% presentaron enfermedad estable en 7 meses y el 79% mostró progre-
sión de la enfermedad (entre 2 - 12 meses).
26
Protocolo Clínico: Cáncer Medular de Tiroides
El tratamiento con radioterapia también presenta un papel limitado en el CMT. Los estudios no alea-
torizados sostienen el uso de la radioterapia coadyuvante en pacientes de alto riesgo de recurrencia
local en el postoperatorio, ya que la radioterapia parece reducir la recurrencia local en un 30 a 50%
en 10 años. Otro estudio evaluó pacientes con CMT avanzado (estadios IVa-IVc) sometidos a la ti-
roidectomía total con vaciamiento del compartimiento central y / o cervical que tenían alto riesgo
de recidiva (enfermedad residual macro o microscópica, invasión extratiroidea y / o extraganglionar,
compromiso extenso de ganglios linfáticos cervicales y / o mediastínicos) tratados con radioterapia
(dosis mediana 60 Gy en 30 fracciones) seguidos por un período medio de 46,5 meses (5,5 - 113). El
análisis de Kaplan-Meier demostró una supervivencia libre de recurrencia local y sobrevida a 5 años
de 87% y 62%, respectivamente. Estos hallazgos indican que, aunque la radioterapia no reduce la
mortalidad, resulta en control de la enfermedad local, reduciendo la recidiva y mejorando la calidad
de vida.
El uso de la radioterapia en el tratamiento de la enfermedad metastásica sistémica queda restrin-
gido al tratamiento paliativo de la metástasis ósea asociada al dolor o riesgo de fractura, y en el
tratamiento de hemoptisis u obstrucción de las vías aéreas en pacientes con compromiso extenso
del mediastino y / o pulmones[19],[31].
S.2.2. Metástasis hepáticas
Los síntomas asociados a la enfermedad metastásica en el hígado incluyen dolor, diarrea, “flushing”,
o al síndrome de Cushing (producción ectópica de ACTH). En el caso que el tratamiento quimioterá-
pico sistémico esté contraindicado o no tenga éxito, se deben considerar tratamientos locales como
la ablación percutánea con etanol (49), ablación por radiofrecuencia o la embolización de la arteria
hepática con o sin infusión local de quimioterapia o ITQ[3],[19].
S.2.2. Metástasis óseas
El tratamiento de la metástasis ósea incluye el tratamiento sistémico con ITQ y los tratamientos
locales para el control del dolor, la prevención de fracturas y la prevención de la compresión de la
médula. El control del dolor puede ser obtenido a través de la cirugía, radioterapia, bifosfonatos y
denosumab, y tratamientos locales como la embolización arterial, ablación por radiofrecuencia y
vertebroplastía.
Algunos estudios han evaluado la utilización de bifosfonatos intravenosos (pamidronato y ácido
zoledrónico) en el tratamiento de metástasis óseas en el cáncer de tiroides. El uso de estos com-
puestos en el tratamiento de metástasis óseas en el cáncer de mama, ha servido de base para que
algunos centros preconicen el bifosfonato como tratamiento paliativo de metástasis óseas en por-
tador de CMT, con relato de mejora del dolor óseo, aunque sin disminuir el consumo de analgésicos.
Otros procedimientos locales incluyen embolización intra-arterial o inyecciones de cemento. Las
metástasis en huesos largos con riesgo de fractura deben ser tratadas quirúrgicamente y seguido de
radioterapia en caso de enfermedad residual[3],[19].
S.2.3. Metástasis pulmonares y de mediastino
La participación de los ganglios linfáticos mediastínicos es frecuente en el CMT avanzado e indica,
en la gran mayoría de los casos, que la enfermedad es incurable. Por lo tanto, los casos en que haya
compromiso de éstos, y sean estables y sin repercusión clínica, deben ser observados y monitoriza-
dos con exámenes de imagen y marcadores tumorales periódicamente.
27
Protocolo Clínico: Cáncer Medular de Tiroides
Las lesiones mediastínicas o pulmonares con riesgo de causar compresión de vías aéreas o de san-
grado, deben ser tratadas quirúrgicamente cuando sea posible, o pueden ser tratadas con radiotera-
pia, ablación por radiofrecuencia y terapia fotodinámica. El uso de ITQ también sería una indicación.
La inserción de un stent en la vía aérea comprometida puede ser necesaria cuando la obstrucción
intraluminal acarrea en sintomatología importante[3],[13].
S.2.4. Metástasis cerebral
La metástasis cerebral es inusual en los portadores de CMT y puede ser tratada con radioterapia
cuando la enfermedad no es quirúrgicamente resecable, o como un complemento a la cirugía [3],[32].
S.2.5. Enfermedad metastásica secretora hormonal
La diarrea y los rubores faciales (flushes), derivados principalmente del aumento de la CTN, así como
de la producción ectópica de la hormona liberadora de adrenocorticotrofina (CRH) y de adreno-
corticotrofina (ACTH), son las principales complicaciones mediadas por hormonas en el CMT. Más
raramente puede ocurrir la producción ectópica de péptidos relacionada con la PTH, la insulina y
el glucagón. Los flushes deben ser tratados con antihistamínicos. La diarrea ocurre más frecuente-
mente en pacientes con metástasis hepáticas, siendo hipersecretorio o secundaria al aumento de
la motilidad gastrointestinal. La primera opción terapéutica es el uso de inhibidores de la motilidad
intestinal como loperamida o codeína. El uso de análogos de somatostatina ha mostrado una mejora
sutil de estos síntomas. El tratamiento puede también implicar la cirugía de metástasis mayores o
de parte del tumor en casos bien seleccionados. La quimioembolización arterial selectiva para in-
ducir isquemia de grandes metástasis hepáticas en portador de CMT metastásico, con intención de
mejorar la diarrea también ha sido evaluada en algunos estudios. El CMT es responsable de 2 a 6%
de los casos de Síndrome de Cushing ectópico. El hipercortisolismo puede ser controlado con la ci-
rugía de las metástasis o con la quimioembolización local. El tratamiento con medicamentos puede
realizarse con aminoglutetimida, metirapona o mitotane, el ketoconazol fue eliminado por FDA [3].
S.2.6. Manejo del Cáncer Medular de Tiroides (CMT) avanzado
Los pacientes con CMT y metástasis a distancia tienen una sobrevida media de 2 años, especialmen-
te aquellos con doblaje precoz de CTN y CEA. Una revisión del estadio en 681 pacientes con CMT
demostró que los estadios pTNM I, II y III tenían una mejor sobrevida que el estadio IV (100%, 92, %
y 72,9% vs 20.7%) [8]. El CTNdt es el tiempo que toma el CMT para doblar los niveles de CTN, siendo
un indicador de cuán rápido crece un tumor. Para conocer CTNdt, se deberán hacer a lo menos 4-5
mediciones en los primeros 2-3 años y es esencial comenzar a medirlo precozmente para aumentar
su sensibilidad. Así con un CTNdt > 2 años, la sobrevida a 5 y 10 años será de 100%, mientras que con
un CTNdt < 0.5 años, la sobrevida es de 23% y 15% a los 5 y 10 años respectivamente. Existen algu-
nos sitios en la web donde se puede calcular el CTNdt, uno de ellos es el de la Asociación Americana
de Tiroides, ATA (https://www.thyroid.org/professionals/calculators/thyroid-cancer-carcinoma).
S.2.7. Indicaciones de ITQ en CMT avanzado
Se debe considerar el uso de ITQ en pacientes con CMT sintomático o progresivo en pacientes con
enfermedad irresecable, localmente avanzado o metastásico, ya sea hereditario o esporádico y con
enfermedad medible por criterio RECIST (Response Evaluation Criteria in Solid Tumors) 1.0 o 1.1 (cri-
terio para ensayos clínicos especialmente).
En esencia el criterio RECIST es una herramienta para evaluar la efectividad o inefectividad de un
tratamiento de la manera más objetiva posible, para lo cual, dependiendo de si es la versión 1.0 o
28
Protocolo Clínico: Cáncer Medular de Tiroides
1.1 se deberán medir las lesiones dianas que en la versión 1.0 son 10 lesiones en total y 5 lesiones
máximo por órgano diana o en la versión 1.1 que toma 5 lesiones en total con 2 lesiones máximo por
órgano. El mismo método debe usarse siempre, habitualmente cada 12 semanas. El RECIST 1.1 agre-
ga además las adenopatías (≥ 15 mm en eje más corto de una adenopatía diana). Para la evaluación
de las lesiones dianas se debe medir las lesiones en su diámetro más grande y sumarlas: Respuesta
completa (CR) es la desaparición total de todas las lesiones dianas. Respuesta parcial (PR) es cuando
la suma de los diámetros más largos disminuye ≥30% comparado con los basales. Enfermedad pro-
gresiva (PD) cuando hay ≥20% de aumento en la suma de los diámetros comparados con el basal o
cuando han aparecido nuevas lesiones. Requiere incremento mínimo 5 mm en la versión 1.1.
Los términos usados en los ensayos clínicos son: Tasa Respuesta Objetiva (ORR): CR + PR, Enfermedad
Estable (DCR): PR + SD ≥ en semanas o meses. Sobrevida libre de progresión (PFS): es el tiempo que
pasó entre el momento que comenzó el tratamiento y la primera evidencia de progresión de la en-
fermedad o muerte. Sobrevida media libre de progresión (mPFS) es cuando el 50% de los pacientes
progresaron o fallecieron. Enfermedad estable (SD) es cuando no alcanza para PR o PD (<30% dismi-
nución o <20% de incremento).
S.2.8. Fármacos ITQ utilizables en CMT avanzado
Los ITQ en CMT actúan inactivando la función de los receptores de las células C y endoteliales del
parénquima tiroideo. En la tabla 3 se muestran los principales ensayos clínicos en CMT. Hasta la fe-
cha existen 2 fármacos aprobados por FDA y EMA como primera línea en CMT debido a sus resulta-
dos favorables en estudios FASE III, y se puede considerar el uso de fármacos estudiados en estudios
FASE II, en caso de no disponibilidad de fármacos de primera línea o fracaso al tratamiento con los
otros fármacos (ver detalle en texto principal, punto 12.3.2, sección C)