Desde Heráclito todo fluye, nada permanece. El motor que mueve el mundo y hace que todo fluya es, según este pensador, la dialéctica, y la dialéctica es la acción contradictoria de los polos opuestos. Cada tesis tiene su antítesis y, de su interacción, surge una síntesis de ambos. Y esta síntesis, en breve, será una nueva tesis confrontada con una nueva antítesis.
De acuerdo con el párrafo anterior, queremos iniciar la presentación de la obra colectiva La Educación Social en los extremos: Justicia social y paradojas de la práctica en la que se abordan desde diversas perspectivas y miradas las paradojas de y en la Educación social afirmando que, según nuestro parecer, es necesario tener una visión positiva de las contradicciones y de las paradojas existentes en el campo de la educación social, pues dichas paradojas y contradicciones son necesarias para el debate y el progreso de dicho campo disciplinar. Ello implica no entenderlas como un juego de contrarios o una oposición que no es resoluble sin la negación de una de las partes, sino que deben abordarse desde una perspectiva integrativa y deliberativa. Debemos entenderlas en clave dialéctica, considerándolas como una oposición en la que los diversos términos implican una parte de su opuesto, al estilo de las filosofías orientales, tan diferentes del racionalismo y del maniqueísmo occidentales modernos.