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Empleo del ejercicio en la fi sioterapia como tratamiento de la osteoartrosis de rodilla en adultos mayores

Authors:

Abstract

La osteoartrosis de rodilla es una patología progresiva, degenerativa, de mayor prevalencia en adultos mayores con presencia de dolor retropatelar, discapacidad y atrofia muscular. Es ocasionada por alteraciones bioestructurales del cartílago y el hueso subcondral junto con cargas excesivas en la articulación o bien, cuando la carga es adecuada pero la estructura ósea y cartilaginosa son deficientes. Se han clasificado cinco grados de lesiones condrales (Outerbridge) basándose en la artroscopia. El diagnóstico es clínico y por medio de estudios de gabinete, la radiografía (clasificación de Kellgren y Lawrence) es la más empleada. El tratamiento consiste en modificaciones del estilo de vida del paciente, reducción de peso, evitar actividades de alto impacto, ejercicio, terapia física, medicamento y cirugía. En esta revisión de la literatura se abordan los principales conceptos de biomecánica, patogénesis, factores de riesgo, manifestaciones clínicas, clasificación, diagnóstico, tratamiento, ejercicio como medida preventiva y ejercicio dirigido a pacientes con artrosis de rodilla. Método: Se realizó una búsqueda en las bases de datos Medline, Cochrane, SciELO, Medigraphic, Science Direct y ProQuest. Objetivo: Analizar la evidencia científica de la información disponible sobre artrosis de rodilla haciendo énfasis en la prescripción y el uso de terapia física para el tratamiento de la misma. Conclusión: El ejercicio es una medida preventiva y una forma de vida para la recuperación del paciente con artrosis de rodilla.
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Trabajo de revisión
Vol. 62, Núm. 1
Ene. - Mar. 2017
p. 44 - 53
Anales
Médicos
Empleo del ejercicio en la sioterapia como tratamiento
de la osteoartrosis de rodilla en adultos mayores
Laura Subervier Ortiz*
* Fisioterapeuta. Universidad Politécnica de Pachuca.
Recibido para publicación: 16/06/2015. Aceptado: 30/06/2016.
Correspondencia: MFD. Laura Subervier Ortiz
Calle San Juan Núm. 102,
Colonia Santiago Jaltepec, 42075, Pachuca, Hgo.
Teléfono: (771) 1896802
E-mail: siolaurasubervier@gmail.com
Use of physiotherapy exercise as a treatment for osteoarthritis
of the knee in older adults
ABSTRACT
Background: Knee osteoarthritis is a degenerative progressive
disease, it is more common in older adults, presenting
retropatellar pain, disability and muscular atrophy, caused by
alterations of the biostructural cartilage and subchondral bone
with excessive loads on the joint or when the load is normal but
the bone and the cartilage structure are deficient. According to
the Outerbridge classification there are five grades of injuries
based on arthroscopy. The diagnosis is clinical, ussing X-ray
based on the classification of Kellgren and Lawrence. The
treatment involves lifestyle changes in the patient, weight
loss, avoid high-impact activities, exercise, physical therapy,
medication, surgery. In this review article the main concepts
of biomechanics, pathogenesis, risk factors, clinical features,
classification, diagnosis, treatment, exercise and exercise as
a preventive measure aimed at patients with osteoarthritis
of the knee are discussed. Method: A search was conducted
in Medline, Cochrane, SciELO, Medigraphic, Science Direct,
ProQuest data. Objective: To analyze the scientific evidence of
physical therapy exercises and knee osteoarthritis, emphasizing
the prescription and use of exercise to treat it. Conclusion:
Exercise is a preventive measure and a way of life for the
recovery of patients with knee osteoarthritis.
Key words: Osteoarthritis, knee, osteoarthritis, exercise, aging.
Level of evidence: III
RESUMEN
Antecedentes: La osteoartrosis de rodilla es una patología
progresiva, degenerativa, de mayor prevalencia en adultos
mayores con presencia de dolor retropatelar, discapacidad y
atrofia muscular. Es ocasionada por alteraciones bioestructurales
del cartílago y el hueso subcondral junto con cargas excesivas
en la articulación o bien, cuando la carga es adecuada pero la
estructura ósea y cartilaginosa son deficientes. Se han clasificado
cinco grados de lesiones condrales (Outerbridge) basándose en la
artroscopia. El diagnóstico es clínico y por medio de estudios de
gabinete, la radiografía (clasificación de Kellgren y Lawrence) es
la más empleada. El tratamiento consiste en modificaciones del
estilo de vida del paciente, reducción de peso, evitar actividades
de alto impacto, ejercicio, terapia física, medicamento y cirugía.
En esta revisión de la literatura se abordan los principales
conceptos de biomecánica, patogénesis, factores de riesgo,
manifestaciones clínicas, clasificación, diagnóstico, tratamiento,
ejercicio como medida preventiva y ejercicio dirigido a pacientes
con artrosis de rodilla. Método: Se realizó una búsqueda en
las bases de datos Medline, Cochrane, SciELO, Medigraphic,
Science Direct y ProQuest. Objetivo: Analizar la evidencia
científica de la información disponible sobre artrosis de rodilla
haciendo énfasis en la prescripción y el uso de terapia física para
el tratamiento de la misma. Conclusión: El ejercicio es una
medida preventiva y una forma de vida para la recuperación del
paciente con artrosis de rodilla.
Palabras clave: Osteoartrosis, rodilla, artrosis, ejercicio,
envejecimiento.
Nivel de evidencia: III
Abreviaturas:
AAOS = American Academy of Orthopedics Surgeons.
LECR = European League Against Rheumatism.
SIIOA = Sociedad Internacional de Investigaciones en Osteoartritis.
OMS = Organización Mundial de la Salud.
IL-1 = Interleuquina-1.
COMP = Matriz proteica de cartílago oligomérico.
Abbreviation:
AAOS = American Academy of Orthopedics Surgeons.
LECR = European League Against Rheumatism.
SIIOA = International Osteoarthritis Research Society.
WHO = World Health Organization.
IL-1 = Interleukin-1.
COMP = Cartilage oligomeric matrix protein.
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INTRODUCCIÓN
La artrosis es una artropatía degenerativa definida
internacionalmente como osteoartrosis, es la secuela
reumática de mayor prevalencia, siendo la principal
causa de dolor osteomuscular crónico que genera
discapacidad en personas de alrededor de 65 años de
edad de todo el mundo e implicaciones importantes a
nivel social, sanitario y económico.
Afecta principalmente la articulación de la rodilla
por estar expuesta a sobrecarga articular, alteracio-
nes biomecánicas o traumáticas.
La osteoartrosis es un problema progresivo de
salud común en adultos, se estima que 80% de las
personas mayores de 65 años presentan evidencias
radiográficas y manifestaciones clínicas de la enfer-
medad.1,2 La frecuencia de esta patología aumenta en
relación con la edad, se ha reportado una incidencia
de 80% en sujetos de 65 años e incluso 95% en eda-
des superiores.3 En la consulta diaria de medicina
general, los pacientes acuden primordialmente para
manejo de dolor relacionado con la enfermedad, sien-
do la discapacidad la segunda causa de consulta en
los adultos mayores. Aproximadamente 10% de los
adultos mayores presentan discapacidad para subir
escaleras, levantarse de una silla o retrete, así como
problemas para realizar la marcha de manera confor-
table, lo cual afecta las actividades de la vida diaria.1
La osteoartrosis también afecta a nivel económico.
El costo promedio directo de la osteoartrosis es apro-
ximadamente $2,600 dólares al año por persona y el
costo promedio anual total por persona es de $5,700
dólares en Estados Unidos.2
Esta artropatía puede ser sintomática o asintomá-
tica, la osteoartrosis sintomática ocurre en alrededor
de 6% de adultos mayores de 30 años.4 Existen di-
ferentes tipos de manifestaciones clínicas siendo el
dolor retropatelar, la pérdida de funcionalidad y la
debilidad muscular las más frecuentes, sin dejar de
lado la inestabilidad, propiocepción deficiente y de-
terioro del control postural. El dolor y la incapacidad
ocurren en 17% de personas mayores de 45 años.5
La osteoartrosis de rodilla se caracteriza por la
pérdida de manera progresiva e irreversible del car-
tílago articular, formación de osteofitos en los márge-
nes de la articulación comprometiendo los ligamentos
y músculos a su alrededor, así como la formación de
hueso nuevo en el área trabecular del hueso subcon-
dral, fibrosis capsular e inflamación de la membrana
sinovial. Metabólicamente existe un desequilibrio en-
tre la síntesis y la degradación del cartílago articular
y el hueso subcondral, en conjunto la osteoartrosis
produce alteraciones estructurales y funcionales de
la articulación.
Diversos tratamientos empleados actualmente es-
tán enfocados en reducir el dolor y la discapacidad
física; sin embargo, no siempre son efectivos o no
pueden mantener efectos a largo plazo para el pa-
ciente y optan por un reemplazo total de rodilla. Por
ello debe hacerse uso de la fisioterapia no sólo como
tratamiento de primera elección, sino como método
de prevención para esta artropatía.
BIOMECÁNICA
La articulación patelofemoral consiste en la rótula y
la tróclea del fémur, la rótula centraliza fuerzas di-
vergentes y mejora la extensión del cuádriceps pro-
tegiendo así la articulación.6 La superficie tibial infe-
rior es la región más lesionada debido a la estructura
anatómica de la rodilla, estabilizadores dinámicos
(cuádriceps, banda iliotibial, glúteo mayor, gastroc-
nemios, isquiotibiales) y estáticos (surco troclear,
patela, fémur, tibia, ligamento medial patelofemoral,
retículo media y lateral, tendón cuadricipital) tienen
un papel importante en el mantenimiento de la esta-
bilidad de la rodilla.7
La carga máxima que esta articulación puede tole-
rar es de 400 N y las fuerzas máximas de contacto se
encuentran entre 90o y 120o de flexión. Estudios bio-
mecánicos denotan que el ligamento medial patelo-
femoral le proporciona más de 50% de la restricción
patelar medial, seguido del ligamento medial patelo-
meniscal con 22%, el retináculo medial con 11% y por
último el ligamento medial patelotibial con 5%. Por
otra parte existe una relación entre el incremento del
ángulo Q, el cual se encuentra formado por el vector
del cuádriceps y el ligamento patelar con la subluxa-
ción de la patela, factor que predispone aún más a
una inestabilidad de la articulación, en cifras norma-
les las mujeres varían en 17o y los hombres 13o.8
Por último, el cartílago desempeña un papel muy
importante, la zona superficial es la más expuesta a
las fuerzas de tensión, compresión y cizallamiento.
En la osteoartrosis las propiedades bioestructurales
del cartílago y el hueso subcondral no son normales
o las cargas son excesivas, lo que induce a cambios
tisulares o puede tenerse un carga adecuada, pero la
estructura ósea y cartilaginosa son deficientes.3
PATOGÉNESIS
El origen de la osteoartrosis es multifactorial, se pro-
duce por alteraciones mecánicas del cartílago que
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afectan otras estructuras como el hueso subcondral,
la cápsula articular y la membrana sinovial, entre
otras.9,10 Los condrocitos, encargados de producir ci-
toquinas proinflamatorias especialmente la IL-1 beta
y factores de necrosis tumoral alfa,3,4,11,12 elaboran
proteoglicanos, entrelazados en una red de fibrillas
de colágeno confiriendo al cartílago la capacidad de
amortiguar la fuerza ejercida en las articulaciones,
los condrocitos reducen su síntesis de colágeno y au-
mentan su actividad catabólica. En personas con os-
teoartrosis el número de proteoglicanos se ve dismi-
nuido, lo que ocasiona un reblandecimiento y pérdida
de elasticidad de tejido. Por parte de las células existe
un intento de reparación debido al aumento de sínte-
sis de proteoglicanos. Posteriormente se produce un
incremento en el contenido de agua del cartílago que
provoca un defecto en la red de colágeno del tejido.
En articulaciones inflamadas la IL (interleuquina-1)
estimula la producción de metaloproteinasa (a su
vez degrada la matriz cartilaginosa). No existe evi-
dencia de que esta patología se produzca por algún
fallo de lubricación de la articulación, lo que sí está
comprobado es el componente inflamatorio con in-
cremento de la actividad de citoquinas y quimoninas
en el tejido articular, encargadas de dirigir la degene-
ración enzimática de la matriz.13,14 El hecho de que
la osteoartrosis no se considere de tipo inflamatorio
se debe a la afectación de la membrana sinovial y su
bajo recuento de leucocitos, además de las caracte-
rísticas del cartílago articular, avascular, alinfático y
aneural; por ende la inflamación se produce por cam-
bio mecánico y un daño que sufre el cartílago y el
hueso. Ha llegado a considerarse la articulación sino-
vial como falla de un órgano.3,4,11,12
El dolor puede ser inducido o agravado por accio-
nes que aumentan las fuerzas compresivas. Es im-
portante conocer la causa del dolor debido a que el
cartílago es aneural, el dolor puede ser resultado del
estiramiento de las terminaciones nerviosas de la
cubierta del periostio, microfracturas del hueso sub-
condral, angina ósea la cual es causada por la distor-
sión del flujo sanguíneo medular por las trabéculas
subcondrales, hipertensión medular, activación de
nociceptores por la inflamación de la membrana si-
novial, distención de la cápsula articular, etc.
FACTORES DE RIESGO
Esta enfermedad compleja, tiene múltiples factores de
riesgo que contribuyen a su progresión. Los factores
genéticos tienen un papel determinante, se le ha rela-
cionado sobre todo en el comienzo de la patología con
genes que codifican proteínas de la matriz extraarticu-
lar del cartílago, cabe señalar que el cartílago tipo II
sufre alteraciones, es probable que la causa sea la mu-
tación de otros genes, como los que codifican colágeno
tipo IV, V y VI y COMP (matriz proteica de cartílago
oligomérico) y proteínas no estructuradas como la tres,
aspirina y genes como el factor de von Willebrand.
Existe una susceptibilidad genética en moléculas infla-
matorias que modifican la estructura articular, la cual
ocasiona una alteración en la congruencia articular, en
otros casos a través de efectos metabólicos sistémicos
que aumentan el riesgo de rigidez articular, por lo que
disminuye la capacidad de las rodillas de transmitir
cargas mecánicas, responsabilidad que se atribuye en
un porcentaje de 40 a 60% a la herencia.11,14,15
Teniendo en cuenta que en la actualidad México
ocupa, junto con Estados Unidos, el primer lugar
en prevalencia mundial de obesidad en la población
adulta (30%), se considera ésta uno de los factores
de riesgo más importantes,16 las personas con obesi-
dad tienden a generar un mayor ángulo en varo, por
lo que las fuerzas que actúan en el compartimento
femorotibial aumentan acelerando el proceso dege-
nerativo. Durante la marcha en una persona obesa
la fase monopodálica de la fuerza es de tres a seis
veces el peso del cuerpo que se transmite a la rodilla,
dichas fuerzas se incrementan si la persona realiza
actividades de alto impacto como correr o saltar. Este
factor mecánico es imprescindible pero también des-
em peñan un papel las adipoquinas, citoquinas deri-
vadas del tejido adiposo que promueven la inflama-
ción crónica en las articulaciones.11,17
Asimismo, México ocupa el séptimo lugar en creci-
miento acelerado de la población de adultos mayores,
sólo le tomará 19 años duplicarla. En el año 2000 re-
sidían 6.9 millones de personas mayores de 60 años,
en 2030 serán 22.2 millones y se espera que hacia la
mitad del presente siglo alcancen 36.2 millones.18
La edad es un factor de riesgo que está en estrecha
relación con la artrosis, a mayor edad existe mayor
riesgo, además del estrés mecánico en el cartílago
articular ocasiona alteraciones de la marcha, debili-
dad muscular, deficiencia en la propiocepción, entre
otros. La edad predispone una apoptosis de condroci-
tos que disminuyen en cantidad, actividad mitótica
y síntesis. Los condrocitos activos producen especies
de oxígeno reactivo endógeno o «radicales libres», su
incremento produce una lesión en el ADN del mismo
cartílago, generando un «estrés o daño oxidativo» así
como menor elasticidad y fuerza tensil.
Entre 25 y 65 años de edad se produce una pér-
dida de 20% de la amplitud del movimiento, conse-
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cuencia de una degeneración de las moléculas de
colágeno y por ende daño en los cartílagos, con los
años se produce una rigidez muscular debido a la
disminución de flexibilidad. Siguiendo en el mis-
mo contexto, a partir de 50 años de edad 10% de la
masa muscular se ha perdido y la fuerza comienza a
declinar en 15% por década.
Por otro lado, entre 30 y 80 años de edad el ín-
dice de reposo cardiaco disminuye de 20 a 30% y la
capacidad aeróbica máxima es tan sólo de 40% de
una persona de 30 años, el VO2 máximo desciende
de 5 a 15% por década a partir de 25-35 años como
consecuencia de la pérdida de elasticidad de los vasos
sanguíneos, la disminución de los volúmenes pulmo-
nares y el aumento de la tensión arterial.
El género es importante pues hasta la quinta dé-
cada de la vida la osteoartrosis se presenta por igual
en hombres y mujeres; sin embargo, es claramente
más marcada en mujeres mayores de 50 años de edad
atribuido a la falta de estrógenos, los condrocitos de
la misma articulación tienen receptores de estróge-
nos y éstos pueden tener menor regulación en la sín-
tesis de proteoglicanos.3,11,17
Por otra parte la inactividad física o sedentaris-
mo considerado como el cuarto factor de riesgo de
mortalidad en todo el mundo, también lo es respecto
a algunas enfermedades crónicas no transmisibles,
pudiendo servir de mediación para el desarrollo de
otras, además de ser responsable de un deterioro más
rápido y prematuro del individuo.1,5,19,20
Estos son los principales factores que predisponen
al desarrollo y progresión de la patología, aunque
existen aún más, a saber, niveles de ácido hialuró-
nico, sinovitis, traumatismos en la cara anterior de
la rodilla, síndrome de la patela alta, artritis reuma-
toide, sobreuso en actividades deportivas de alto im-
pacto, densidad ósea, esclerosis subcondral, debilidad
muscular, en los que ahondaremos más adelante.
MANIFESTACIONES CLÍNICAS
Las principales manifestaciones son el dolor retro-
patelar, rigidez articular, incapacidad funcional, cre-
pitación, limitación en los movimientos y en etapas
más avanzadas, deformidad.
El dolor y la discapacidad se presentan en 17% de
mayores de 45 años y en 40% de mayores de 65 años
de edad. Al realizarse el test de compresión dinámica
a una flexión de 10o, al menos 70% de los pacientes
experimentan dolor. Al principio el dolor es intermi-
tente con una intensidad leve a moderada, aparece
al iniciar algún movimiento, posteriormente mejo-
ra pero reaparece al realizar un ejercicio intenso y
prolongado, conforme la enfermedad avanza el dolor
será manifiesto en cualquier actividad sin importar
que tan leve sea.
La rigidez de la articulación ocurre tras haber es-
tado inmóvil por un tiempo prolongado, pero una vez
que inicia el movimiento cede, pudiendo presentarse
en cualquier momento del día.
En la inspección del paciente, si es que se encuen-
tra en etapas avanzadas, se observará deformidad
debido al engrosamiento de la cápsula articular o de
los tejidos blandos, pero sobre todo por la formación
de osteofitos, atrofia muscular, genu varo o valgo,
tumefacción, mala alineación, dolor a la palpación,
crepitación, pérdida de los últimos grados del arco
de movimiento principalmente en la flexión, bloqueo
articular debido a la presencia de cuerpos libres in-
terarticulares o los llamados «ratones articulares»,
derrame articular.5,9-17,19,21
CLASIFICACIÓN
Con base en criterios que permiten clasificar la enfer-
medad el American College of Rheumatology ha fun-
damentado su clasificación de acuerdo con diferentes
combinaciones de parámetros clínicos, biológicos y
radiológicos que brindan 90% de sensibilidad y 90%
de especificidad; sin embargo, no se consideran como
criterios para un diagnóstico como tal, sino para fa-
cilitar la comunicación entre los profesionales.9 De
acuerdo con la clasificación de Kellgren y Lawrence
en la que encontramos 5 grados; el grado 0 es nor-
mal; en el grado I hay un dudoso estrechamiento del
espacio articular y posibles osteofitos; en el grado II
o leve existe posibilidad de un estrechamiento del
espacio articular, con presencia de osteofitos; en el
grado III o moderado ya existe un estrechamiento del
espacio articular con presencia de osteofitos aunado
a una ligera esclerosis y una probable deformidad de
los extremos óseos y por último el grado IV o grave
en el que el estrechamiento del espacio articular es
marcado con abundantes osteofitos aunado a una es-
clerosis grave y deformidad de los extremos óseos.10
DIAGNÓSTICO
Básicamente el diagnóstico es clínico y aunque no
siempre hay una relación con el grado de sintoma-
tología, ni la disfunción articular ni las manifesta-
ciones en las radiografías son lo suficientemente
útiles para diagnosticar esta patología. Siguiendo
en la misma línea, existen otros estudios para poder
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complementar nuestro diagnóstico, la resonancia
magnética nuclear se recomienda en los casos en los
que se plantea realizar una osteotomía con el fin de
conocer la situación real del comportamiento externo
de la articulación.
Otra técnica invasiva que nos permite tener una
descripción con mayor detalle, profundidad y exten-
sión de la lesión al igual que el reblandecimiento de
los tejidos blandos es la artroscopia.
Por último aunque no son tan comunes, pues no
son específicas para la gonartrosis, son las pruebas
de laboratorio, aun cuando ofrecen parámetros im-
portantes con respecto a la inflamación y permiten
conocer la situación del líquido articular.3,10
TRATAMIENTO
De manera general el manejo integral de la osteoar-
trosis de rodilla incluye educar al paciente mediante
la modificación del estilo de vida, reducción de peso,
órtesis, terapia física, uso de medicamentos, viscosu-
plementación y cirugía.2 No siempre los resultados
de una cirugía son del todo satisfactorios, con base
en la evidencia de la American Academy of Orthope-
dics Surgeons (AAOS) sólo uno de cuatro pacientes
con gonartrosis requieren cirugía.
Asimismo, la European League Against Rheuma-
tism (LECR) y la Sociedad Internacional de Investi-
gaciones en Osteoartritis (SIIOA) mencionan en sus
recomendaciones utilizar medidas no farmacológicas
como primer paso para el tratamiento y toda vez que
sea necesario combinarlas con el tratamiento farma-
cológico, hay que contemplar siempre que el trata-
miento será individual para cada paciente, teniendo
en cuenta sus características. Se recomiendan analgé-
sicos puros, antiinflamatorios no esteroideos, fárma-
cos de acción lenta, analgésicos tópicos, infiltraciones
locales y viscosuplementación con ácido hialurónico.
Hoy en día es esencial hacerle saber al paciente
que antes de someterse a una cirugía en caso de que
la requiera, es importante generar conciencia de sus
hábitos en su vida diaria, pues dichos cambios y un
adecuado estilo de vida evitarán que el paciente se
someta a un procedimiento quirúrgico teniendo en
mente que el tratamiento es individualizado.
El tratamiento estará encaminado a restablecer
la biomecánica normal de la articulación, disminuir
el dolor, inflamación, rigidez articular, recuperar los
arcos de movimiento, evitar atrofia muscular y por
ende mejorar la fuerza.
Dentro de la educación al paciente, se le debe in-
formar sobre las actividades que provocan sobrecar-
ga en sus articulaciones, mismas que comprimen la
patela contra el fémur con fuerza, por ejemplo subir
y bajar escaleras, permanecer arrodillado y ejercicios
aeróbicos de alto impacto. Se recomienda el uso de
dispositivos de ayuda como el uso adecuado del bas-
tón o muletas, calzado apropiado con suela de goma y
tacón de 2-3 cm de altura que actúen en el momento
de aducción de la rodilla en varo durante la marcha,
así como órtesis o kinesiotape.3
La pérdida de peso es fundamental, se estima que
alrededor de 60-80% del peso del cuerpo está distri-
buido en el compartimento medial de la rodilla du-
rante la fase de apoyo medio en la marcha, aunado
a esto cada kilogramo adicional traduce dos kilogra-
mos adicionales a la rótula, por lo tanto se recomien-
da una adecuada alimentación, así como acudir con
un nutriólogo para una correcta asesoría.
Se sugiere que el ejercicio sea de manera gra-
dual, nadar, caminar sobre superficies planas y
bicicleta fija usando el asiento alto y con baja re-
sistencia, asimismo el ejercicio será de manera in-
dividualizada.11,13
Las órtesis modifican aspectos funcionales o es-
tructuras del sistema musculoesquelético, se aconse-
ja el uso de plantillas, kinesiotape, cuñas externas,
rodilleras, etc. que mejoran la marcha y por ende re-
ducen el dolor.
La terapia física puede emplear técnicas de termo-
terapia (aplicación de frío o calor), electroterapia, ul-
trasonido, láser, hidroterapia, entre otras.
Se ha demostrado que con tratamiento conserva-
dor alrededor de 85% de los pacientes mejoran y 15%
necesitan cirugía con un reemplazo articular general
o una osteotomía. Actualmente se están investigan-
do nuevas técnicas de tratamiento como el trasplante
de condrocitos, implantación de cartílago autólogo,
etc.3,5,9,10,13,17,19
EL EJERCICIO COMO MEDIDA PREVENTIVA
De acuerdo con los consensos de los institutos na-
cionales de la salud se define actividad física como
«movimiento corporal producido por el esqueleto y
los músculos que requiere gasto de energía y produ-
ce beneficios progresivos en la salud», mientras que
el ejercicio se define como «un movimiento corporal
estructurado, planificado y repetitivo, realizado para
mejorar o mantener uno o más componentes de ap-
titud física».
De manera general, el ejercicio mantiene y mejora
la función musculoesquelética, osteoarticular, car-
diocirculatoria, respiratoria, endocrina, metabólica,
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inmunológica y psiconeurológica; del mismo modo
previene, controla y mejora los síntomas de las enfer-
medades crónicas, minimiza los cambios biológicos
relacionados con el envejecimiento, reduce el estrés y
la ansiedad, mejora la autoconfianza y la autoestima,
incrementa la longevidad y disminuye la discapaci-
dad, entre otros beneficios.22,23
Dentro de los componentes neuromusculares
(músculos, propioceptores, aprendizaje motor, capa-
cidad de energía de absorción y estabilidad), los efec-
tos benéficos del ejercicio están enfocados en dismi-
nuir el pico mecánico de la carga focal del cartílago
debido al impacto, mientras que la fuerza de contrac-
ción muscular ejercida en los músculos periarticula-
res como el cuádriceps y los isquiotibiales también
desempeñan un papel importante en la protección
del cartílago. Teniendo en cuenta que el cartílago es
avascular, el cual depende del líquido sinovial para
su nutrición, la compresión y descompresión del ejer-
cicio proporciona a este último un efecto de bombeo,
esencial para la nutrición del cartílago. El ácido hia-
lurónico influye en la lubricación y el metabolismo
del cartílago, la concentración de este elemento se ve
disminuido en pacientes con esta patología; sin em-
bargo, está demostrado que al cabo de 12 semanas
de ejercicio incrementa el peso molecular del ácido
hialurónico.
Por otra parte, el ejercicio proporciona un estímu-
lo al tejido conectivo, las fuerzas mecánicas modulan
la morfología y la estructura del tejido esquelético
(ayudando a la mineralización del mismo), incluyen-
do los tendones y ligamentos.
No es muy mencionado el efecto que se presenta
durante la inflamación; no obstante, es importante
tener en mente que el aumento del flujo sanguíneo y
la movilización del líquido sinovial desecha los exu-
dados inflamatorios de la cavidad.5
Debe tenerse presente que el ejercicio debe estar
supervisado por un profesional de la salud especiali-
zado en el tema, con la finalidad de adaptar al indivi-
duo a la actividad y a los cambios a los que su cuerpo
se someterá, la intensidad de las sesiones deberá ade-
cuarse a las características del individuo, seguidas
de un apropiado periodo de regeneración con el ob-
jeto producir una mejora en la capacidad funcional,
aplicándose en el momento oportuno del periodo de
adaptación al esfuerzo o supercompensación.
La práctica de una ejercicio mal estructurado con-
lleva a un daño tisular ocasionado por microtrau-
matismos repetitivos, el aumento de producción de
radicales libres como consecuencia del incremento
del consumo de oxígeno provoca un daño oxidativo
dando lugar a un proceso inflamatorio crónico con
repercusiones a nivel musculoesquelético, endocrino,
neuroendocrino, miocárdico e inmunológico. El ries-
go de presentar una lesión aumenta si la persona no
entrena habitualmente y si se aumenta la intensidad
del estímulo.
La pérdida de funcionalidad que se produce con la
edad es la principal consecuencia del envejecimiento,
las personas mayores necesitan una actividad física
preventiva para mantener y mejorar sus niveles de
autonomía y funcionalidad motriz, el efecto del ejer-
cicio combatiría las consecuencias del envejecimiento
brindando al adulto mayor una longevidad y un enve-
jecimiento sanos. Sin embargo, los adultos mayores
tienen una capacidad de adaptación reducida, por lo
que las sesiones de entrenamiento deberán cumplir
los principios básicos de la actividad para que ésta
sea segura, es decir, que mejore sus capacidades indi-
vidualizadas y de bajo riesgo, así como conservar y/o
mejorar la potencia muscular y los rangos de movi-
miento, un adecuado equilibrio y resistencia general.
La intensidad de los ejercicios será moderada y de fá-
cil autorregulación individual, manteniendo el ritmo
respiratorio, con una postura cómoda y estable.22,24
EJERCICIO DIRIGIDO A PACIENTES
CON ARTROSIS DE RODILLA
En los años 90 se recomendaba a los pacientes man-
tener reposo y sensatez en la realización del ejercicio,
pues se creía que éste podría dañar las articulacio-
nes. Hoy en día se sabe que el ejercicio se considera
como un tratamiento conservador, efectivo y reco-
mendado por ser de primera elección.25
Previo a la intervención terapéutica, la Organi-
zación Mundial de la Salud (OMS), la International
League for Rheumatology Task Force y la Osteo-
arthritis Research Society sugieren una evaluación
de la calidad de vida del paciente, para ello el cues-
tionario Medical Outcomes Survey Short Form es
una herramienta validada para tal fin, en dicha
encuesta se valoran aspectos genéricos de la salud
como función física, rol físico, dolor corporal, salud
general, vitalidad, función social, rol emocional y
salud mental.20
Es indispensable que se administre una dosis
adecuada de ejercicio que a su vez permita las adap-
taciones necesarias para conseguir los objetivos
planteados.
Para ello los componentes del ejercicio deben ser
controlados y modificados de acuerdo con las carac-
terísticas del paciente y el estadio de su enfermedad.
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Componentes del ejercicio:
1. Frecuencia
2. Volumen
3. Intensidad
4. Densidad
5. Progresión metodológica
6. Selección de ejercicios
Los ejercicios no deben tener ningún tipo de po-
tencial lesivo a nivel articular, debe tenerse conoci-
miento de la correcta ergonomía y técnica del ejer-
cicio, activando eficazmente los grupos musculares
deseados. Por ende, debe considerarse la capacidad
de las estructuras anatómicas de soporte y adaptar-
se a niveles de tensión en relación con las fuerzas
de tracción, compresión, cizallamiento, rotacionales
y/o combinaciones, sin dejar a un lado la cantidad y
tipos de fuerza. Existe una relación directa entre la
intensidad de la carga que se aplica y el número de
repeticiones que puede soportar una estructura, por
lo tanto si la carga está muy próxima a su umbral
de tolerancia, pocas repeticiones pueden provocar
una lesión, pero cuanto más se aleje de la resistencia
máxima, se necesitará un mayor número de repeti-
ciones para producirla.
Debe tenerse presente que si se excede la capaci-
dad para restablecer el equilibrio, se incrementarán
las lesiones tanto a nivel muscular como articular,
pudiendo generar un sobreentrenamiento e incre-
mentar el riesgo de lesión.25,26
Para ser eficaces los programas de ejercicios debe-
rán incluir un componente aeróbico, un componente
de flexibilidad y un componente de fortalecimiento
muscular.
1) Dentro del componente aeróbico se ha propuesto
la caminata durante 10 minutos seguidos hasta
poder llegar a 30 minutos, ejercicios aeróbicos li-
geros como actividades acuáticas y basadas en ca-
minata, bicicleta estática o elíptica que limitan la
absorción del impacto.
Además debe tenerse en mente que la realización
del ejercicio aeróbico en caso de que se elija la ca-
minata, debe ser en un terreno llano, a una veloci-
dad moderada y con calzado cómodo.
2) En cuanto al componente de flexibilidad los es-
tiramientos del miembro inferior con énfasis en
el cuádriceps y los isquiotibiales promueven al-
canzar el máximo rango de movilidad articular,
combaten la contractura muscular resultado del
incremento de la densidad de tejido conectivo, me-
joran la lesión, la nutrición del cartílago, así como
la longitud, la elasticidad de los músculos y tejidos
periarticulares aumentado la movilidad articular,
previniendo contracturas en los tejidos blandos
e incrementando la activación neuronal. Se reco-
mienda ser moderados y no estirar en exceso las
articulaciones que presenten dolor, todo estira-
miento debe producirse en el rango de movimiento
indoloro, realizándose al menos de 2 a 3 veces por
grupo muscular con una duración de 30 segundos,
diariamente. En las personas mayores es habitual
que exista rigidez articular por las mañanas, en
tal caso deben evitarse los estiramientos; sin em-
bargo, la aplicación de calor puede colaborar a re-
ducir el dolor e incrementar la movilidad.
3) En el componente de fortalecimiento muscular, el
entrenamiento de la fuerza tiene como finalidad
evitar dos características básicas de la patología,
la inactividad física y la atrofia muscular o en per-
sonas mayores la sarcopenia. Se presume que se
presenta una atrofia de las fibras tipo II B llama-
das blancas o rápidas que son fundamentales para
la potencia muscular.
Está demostrado que la disminución de la fuer-
za muscular puede ser revertida por medio de un
plan de entrenamiento progresivo que mejora no
sólo el metabolismo en reposo y la densidad ósea
sino que aumenta el gasto calórico y la masa libre
de grasa, la tolerancia a la glucosa, mejora el pa-
trón de la marcha y la eficiencia biomecánica.
Existen diferentes tipos de fortalecimiento mus-
cular, principalmente se distinguen dos, el de tipo
isotónico y el isométrico.
• El fortalecimiento de tipo isométrico consiste
en pedir al paciente que realice una contracción
muscular sin que exista un desplazamiento de
la articulación, evitando la aparición de dolor,
puede observarse si las articulaciones se en-
cuentran inestables o con un poco de inflama-
ción, pues no producen presiones a nivel articu-
lar. De inicio se aconseja realizar los ejercicios a
una intensidad baja, es decir 30% de su fuerza
máxima, incrementándose de manera gradual
hasta poder llegar a 75%. Cuando el dolor y la
inflamación hayan cedido, deberá añadirse el
trabajo de resistencia, es decir contracciones
con un peso inmóvil.
• El fortalecimiento de tipo isotónico se divide a
su vez en dos tipos, de acción dinámica concén-
trica en la cual el músculo se acorta y moviliza
una parte del cuerpo venciendo una resistencia
y el de acción dinámica excéntrica en la que el
músculo se alarga, la resistencia es mayor que la
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tensión ejercida. De inicio se aconseja comenzar
a 40% de una repetición máxima del paciente, in-
crementando de 5 a 10% por semana en total.
El fortalecimiento más efectivo resulta ser el de
tipo excéntrico debido a que la fatiga del músculo
se manifiesta después de seis segundos, mientras
que en el de tipo concéntrico se presenta en cinco
segundos, además la fuerza ejercida es mayor en
la contracción excéntrica que en la concéntrica.
Asimismo estos ejercicios son más seguros que
los de cadena cinética abierta y mantienen un
estrés mínimo en la articulación patelofemoral,
aunque se recomiendan los ejercicios de cadena
cinética abierta a bajos grados de flexión (0-20o)
para un mayor esfuerzo del cuádriceps, debe
considerarse que este tipo de ejercicio se indica
en niveles avanzados del entrenamiento.
La mayoría de las investigaciones han centrado
su atención en el fortalecimiento de los cuádri-
ceps, con énfasis en el vasto medial debido a su
importante papel como estabilizador dinámico de
la articulación patelofemoral, además del hecho
de que estos músculos atenúan la carga máxi-
ma en el choque del talón durante la marcha.
Es esencial tener en cuenta que existe una inhi-
bición neurogénica por parte de los cuádriceps,
mantenida inicialmente por propioceptores esti-
mulados por el dolor, lo que confirma la debilidad
de los cuádriceps en pacientes asintomáticos.
Sin embargo, no deben dejarse a un lado los ele-
mentos de la cadera, la banda iliotibial juega un
papel primordial en la estabilización dinámica
lateral de la patela y los músculos abductores a
su vez reducen las fuerzas compresivas. La ra-
zón fundamental se debe a que durante la fase
de apoyo de un solo miembro durante la mar-
cha, la debilidad de los músculos abductores (en
la fase de apoyo) provocan una caída excesiva
de la pelvis hacia el lado contralateral despla-
zando el centro de gravedad del cuerpo hacia
la extremidad en oscilación y en consecuencia
existe un incremento en las fuerzas a través del
compartimiento medial tibiofemoral de la ex-
tremidad en apoyo.
Incluso en algunos estudios electromiográfi-
cos han mostrado mayor actividad en el vas-
to medial al término de ejercicios de aducción
de rodilla y cadera. Algunos investigadores
manejan diferentes teorías con respecto a este
músculo, en una de ellas mencionan que la ar-
trosis de rodilla es causada principalmente por
las diferencias en el tiempo durante el recluta-
miento del vasto medial y el vasto lateral du-
rante la marcha.5,19,21
Por último y no menos importante, deben in-
cluirse ejercicios de propiocepción en un progra-
ma para pacientes con artrosis de rodilla debido
a que se ha reportado disminución de la función
sensoriomotora, incluso los husos musculares y
el aparato tendinoso de Golgi se ven afectados.
La estimulación de los propioceptores dismi-
nuirán el reflejo de inhibición del cuádriceps,
aumentando la estabilidad y distribuyendo las
fuerzas en la articulación.1,5,19-29
RECOMENDACIONES FINALES
Se sugiere la planeación de un programa de ejercicio
de baja a mediana intensidad al menos por un pe-
riodo de seis meses, el ejercicio siempre deberá ser
dosificado y supervisado por un fisioterapeuta que
incluya los componentes del ejercicio.
El ejercicio que se recomienda es de tipo isométri-
co, ejercicios isotónicos que incluyan los componen-
tes fundamentales del tratamiento: aeróbico, flexibi-
lidad y fortalecimiento muscular. La caminata es un
ejercicio aeróbico en el que se puede ir progresando,
desde 10 min hasta 30 min utilizando un calzado ade-
cuado y a una velocidad moderada, debe realizarse la
caminata en terrenos regulares evitando pendientes,
otras actividades de tipo aeróbico es la natación, la
bicicleta fija o elíptica las cuales limitan la absorción
del impacto. Si al inicio del ejercicio o en el transcur-
so se manifiesta más dolor, detenga el tratamiento y
acuda al médico.
Se hacen las siguientes recomendaciones para evi-
tar la aparición o la progresión de la patología, en
las que se exponen cambios en los hábitos de vida.
Previo al tratamiento, es posible apoyarse en el uso
de cuestionarios que evalúen funcionalidad, dolor y
rigidez para la obtención de resultados cuantitativos
durante y al final del tratamiento, a saber los más
empleados son: Lequesne, International Classifica-
tion of functioning, Marcot y Womac siendo el más
fácil de acceder. Evitar exponerse a una sobrecarga
articular, traumatismos, permanecer arrodillado por
mucho tiempo, así como realizar actividades de alto
impacto como correr o saltar, en caso de requerir
bajar de peso, acudir con un nutriólogo que lleve un
control de su alimentación, hacer ejercicio supervi-
sado por un profesional del área de la salud especia-
lizado en ella, realizar actividades de bajo impacto
como nadar, caminar en superficies planas y bicicleta
fija con asiento alto y baja resistencia, usar un cal-
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zado adecuado de suela de goma con un tacón de no
más de 3 cm de altura, uso de plantillas para corregir
varo-valgo excesivo, así como rodillera o kinesiotape.
En caso de necesitarlo, aprender el uso correcto del
bastón, por último el uso de condroprotectores.
CONCLUSIÓN
Hoy en día hay un crecimiento demográfico significa-
tivo de la población de adultos mayores, con el paso
de los años aumentan los problemas de salud, auna-
do a esto la falta de actividad física afecta la salud de
la población trayendo consecuencias en sus activida-
des de la vida diaria y generando discapacidad.
Es de suma importancia implementar programas
de ejercicio apropiados, estructurados, dosificados
correctamente e individualizados que cuenten con
todos los componentes del ejercicio que se hayan
comprobado ser eficaces para el tratamiento de la
OA (aeróbico, flexibilidad y fortalecimiento mus-
cular) y puedan ser controlados y modificados de
acuerdo con las características del paciente y el es-
tadio de su patología.
Es necesario tener conocimiento de la técnica ade-
cuada para la ejecución del ejercicio, así como de la
capacidad de las estructuras anatómicas de adaptar-
se a la tensión en relación con diversos tipos de fuer-
zas y sobre todo sin que tenga ningún tipo de poten-
cial lesivo a nivel articular.
Los beneficios del ejercicio en una población sana
son numerosos, en personas con osteoartrosis de ro-
dilla los programas de ejercicio mantendrán los efec-
tos benéficos a largo plazo, previniendo de esta ma-
nera un reemplazo total de rodilla.
El ejercicio debe ser una medida preventiva para
esta patología, pues se han encontrado resultados
benéficos para evitar su aparición o progresión. El
ejercicio deber ser individualizado, estructurado, pla-
nificado y bien dosificado por un profesional del área
de salud con conocimiento del tema, pues de lo con-
trario resultaría perjudicial para el paciente. Una vez
adaptado el ejercicio al paciente con osteoartrosis de
rodilla, debe pasar a formar parte esencial de su vida.
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... En los casos más severos, con inclinación de la línea articular, podría emplearse la osteotomía supracondílea del fémur. (40) Las complicaciones de la osteotomía se dividen en dos categorías: las inherentes a todo proceder quirúrgico de la extremidad inferior, como la enfermedad tromboembólica, la infección y la sinovitis; y las relacionadas específicamente con la osteotomía, por ejemplo, si el fragmento proximal se corta muy cerca de la superficie articular puede fracturarse, por esta razón, el corte debe hacerse 2 cm de la superficie articular. En caso de que se produzca la fractura, generalmente consolida sin eventualidad. ...
... (35,36,37) Los diseños protésicos han sufrido una serie de transformaciones y constituyen una opción en pacientes de 50 años o más con osteoartritis moderada o severa. (38,39,40) Los primeros reportes sobre la artroplastia sugerían el fallo prematuro del implante, aflojamiento y osteolisis en pacientes jóvenes; en cambio, actualmente estas secuelas se muestran tanto en la juventud como en la vejez. La artroplastia de rodilla unicompartimental se indica en la OA que afecta a un solo compartimiento y es una alternativa razonable para pacientes activos, en ocasiones obesos, con alineación normal. ...
... (37) Entre sus contraindicaciones más importantes se encuentran la infección, la articulación neuropática, la pérdida en el mecanismo extensor y las dificultades en la cobertura de partes blandas. (40,41) Las complicaciones pueden clasificarse en tres grandes grupos: Todo paciente sometido a una ATR tiene el 90 % de supervivencia del implante a los 10 o 15 años de efectuado el proceder. El 10 % restante presenta complicaciones que constituyen un reto para el paciente y el ortopédico. ...
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Introducción: La osteoartritis se considera una enfermedad de daño reumatológico y la más prevalente de este grupo. Se caracteriza por la pérdida progresiva del cartílago articular, la aposición de hueso nuevo en el arca trabecular del hueso subcondral y la formación de osteofitos en las márgenes de la articulación. Objetivos: Exponer aspectos relacionados con la conceptualización, métodos y enfoques terapéuticos. Métodos: Se emplearon los descriptores del Medical Subject Headings y de ciencias de la salud. Se revisó la bibliografía actualizada acerca de la enfermedad, los métodos y los enfoques terapéuticos para abordar la misma. Conclusiones: El lavado articular por punción y el lavado con desbridamiento artroscópico garantizan la eficacia del tratamiento de la osteoartritis de rodilla ligera y moderada. La artroscopia influye positivamente en la percepción de la calidad de vida de los pacientes con osteoartritis de rodilla.
... Si bien puede afectar a cualquier articulación, las más comunes son: cadera, rodilla, mano y columna vertebral. (4) Según la literatura, la rodilla es la más afectada; el dolor es el síntoma predisponente y es generalmente de tipo funcional o mecánico; se origina al comenzar la marcha y se alivia con el reposo. Se presentan, además, otros signos y síntomas relevantes como debilidad e inestabilidad progresiva, aumento de volumen, atrofia de cuádriceps, limitación del movimiento de flexo extensión, rigidez, crujidos articulares, acortamiento, deformidades angulares. ...
... La degeneración del cartílago articular tiende a aumentar su sintomatología con el tiempo, a medida que progrese la enfermedad, ya que los cambios que se producen a nivel de la articulación son irreversibles. (4) El tiempo de evolución ha sido estudiado por varios autores, quienes han indicado que con frecuencia la enfermedad tiene más de un año de evolución, al momento de solicitar ayuda el paciente. (4,13,18) Así sucedió en este estudio, donde fue más frecuente el tiempo de evolución de la enfermedad entre 5 y 10 años, lo cual se corresponde con el tipo de afección crónica en cuestión. ...
... (4) El tiempo de evolución ha sido estudiado por varios autores, quienes han indicado que con frecuencia la enfermedad tiene más de un año de evolución, al momento de solicitar ayuda el paciente. (4,13,18) Así sucedió en este estudio, donde fue más frecuente el tiempo de evolución de la enfermedad entre 5 y 10 años, lo cual se corresponde con el tipo de afección crónica en cuestión. Probablemente esto puede estar relacionado con los factores ya mencionados con anterioridad, partiendo del criterio de que a mayor edad mayores cambios degenerativos y mayor tiempo de evolución de la sintomatología, con la repercusión sobre los parámetros psicológicos del enfermo que padece un dolor crónico. ...
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Fundamento el incremento de la esperanza de vida viene aparejado con la necesidad del adulto mayor de desenvolverse en su medio y garantizar una longevidad plena. Objetivo determinar la efectividad de la peloideterapia en adultos mayores con osteoartrosis de rodilla. Métodos se realizó un estudio de intervención, cuasi experimental, en 30 pacientes con osteoartrosis de rodilla, seleccionados mediante aleatorización simple, quienes fueron atendidos en el área de salud de Yaguaramas (Abreus, Cienfuegos), en el período comprendido entre marzo y junio de 2021. Se realizó una encuesta general. La evolución del dolor se determinó mediante la escala de Likert, y la limitación articular se analizó mediante la medición del arco articular de la rodilla con el goniómetro. Resultados predominaron los pacientes del grupo de edades de 66-70 años y del sexo femenino; con tiempo de evolución entre 5-10 años (60 %); y con ambas rodillas afectadas (56,7%). Los principales signos y síntomas fueron el dolor (100 %) y la limitación del movimiento articular (93,3 %), los cuales disminuyeron tras el tratamiento. El 53,3 % refirió dolor ligero antes del tratamiento; después del tratamiento el 83,3 % describió ausencia de dolor. El 76,7 % de los pacientes manifestó limitación en la flexión de la rodilla, que después del tratamiento disminuyó a 13,3 %. Conclusiones la peloideterapia influye positivamente en los adultos mayores con osteoartrosis de rodilla, al mejorar su estado funcional e independencia personal, además de reducir las demandas de servicios médicos.
... Sobre las células del endotelio vascular incrementa la actividad mitótica y produce la neoformación de vasos. (7,10) Se puede concluir entonces, que la osteoartritis de rodilla, también conocida como gonartrosis, es la más frecuente de las enfermedades de las articulaciones, por lo que se considera una enfermedad con un gran impacto social. Hoy en día, existen un grupo de acciones terapéuticas encaminadas a mejorar el cuadro clínico de los pacientes y a revertir el proceso degenerativo articular, a través de tratamientos con medicina física y rehabilitación. ...
Article
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A prospective, quasi-experimental study was carried out to evaluate the usefulness of laser therapy in the treatment of gonarthrosis, in the comprehensive rehabilitation service at «Camilo Cienfuegos» Teaching Polyclinic in Zuluetas, Villa Clara. A sample of 60 patients randomly distributed into two equitable groups was taken from a universe of 76 patients diagnosed with gonarthrosis in the Orthopaedic service, the study group received treatment with laser therapy and the control ones with infrared heat; pain intensity was evaluated according to the visual scale and a physical examination was performed including measurement of the knee joint angles and its functional capacity. A second exam was conducted to assess its usefulness. We found that both therapeutic modalities have benefits in the treatment of gonarthrosis, with significantly better results in patients treated with laser therapy.
... 5 La inflamación de los nervios comprimidos en la articulación ocasiona dolor, lo que produce un "chasquido" y conforme avanza el daño se presentan inestabilidad y deformidad articular. La osteoartrosis degenerativa puede afectar una o más articulaciones, entre las más frecuentes tenemos la siguientes: [6][7][8][9] Artrosis de manos Afecta principalmente los dedos de ambas manos y frecuentemente se forman nódulos dolorosos que deforman y afectan la estética de las manos. ...
... Osteoarthritis has predisposing factors such as age, family history, overweight, obesity, malnutrition, systemic diseases, genetic factors, overuse, and trauma, use of inadequate shoes, musculoskeletal system alterations such as scoliosis, asymmetries in the lower limbs, muscular imbalances, among others (Subervier 2017). However, researchers' they considered those that were found through ultrasound evaluation such as maladjustment of the extensor mechanism, the presence of sesamoid bones, abnormal joint mobility and old lesions not previously diagnosed (sprain, fractures). ...
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Solanum torvum, Solanum aethiopicum and Solanum macrocarpon are the popular vegetables of North Eastern India. This study was carried out to evaluate the bioactive properties, antioxidant activity and different phenolic compounds in these Solanum species. Sample extract in eighty percent methanol was used for total phenol, flavonols, flavonoid, antioxidant assays and various phenols quantification. All three species were rich in phytochemical content and having the good antioxidant capacity. HPLC fingerprinting for different phenolics compound confirmed that all the three species are having ample amount of phenolics content. The findings of present investigation highlighted the nutraceutical importance of lesser known though very important vegetables and also points towards the need to promote increased consumption and conserve genetic resources of Solanum species.
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Aplicación de un programa de ejercicios de fortalecimiento en cuádriceps e isquiosurales por medio de bandas thera-band en pacientes con artrosis de rodilla grado II de 45 a 60 años de edad Application of a program of strengthening exercises in quadriceps and hamstrings by means of thera-band in patients with grade II knee osteoarthritis of 45 to 60 years of age
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Chondromalacia patellae is a disorder often accompanied by patellofemoral instability. This can be simply a reflex inhibition of the quadriceps muscle secondary to pain. The eccentric and concentric contraction exercises are beneficial in strengthening of the quadriceps muscles and treatment of chondromalacia patellae. This study was conducted to compare between eccentric contraction and concentric contraction exercises i n management of chondromalacia patellae patients. The study included forty patients divided randomly into two groups. The first group followed a physical therapy program of eccentric contraction exercises, stretching of hamstrings muscles and ultrasonic therapy, three sessions per week for three months (mean age = 17.25 ± 1.46 years). The second group submitted to a physical therapy program of concentric contraction exercises, stretching of hamstrings muscles and ultrasonic therapy, three sessions per week for three months (mean age, 18.75 ± 1.64 years). The measures were WOMAC (Western Ontario and McMaster University), universal goniometer to detect range of motion of knee extension from 90°-0° and VAS (visual analogue scale) to measure the pain severity. There was a significant improvement in pain, range of motion and WOMAC scores with eccentric contraction exercises. Eccentric contraction exercises were more effective than concentric contraction exercises in treatment of chondromalacia patellae patients.
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Osteoarthritis is one of the main causes of pain and disability worldwide and fundamentally affects the knee, the hip and the hand joints. The influence of physical activity in the development and progression of osteoarthritis is controversial. Generally speaking, it seems that it does not have harmful effects in the knee and the hip; it rather benefits the joint health. Risk factors such as obesity and previous trauma do have harmful effects. The majority of experts recommend the non-pharmacological measures for the treatment of knee and hip osteoarthritis such as aerobics, strengthening, aquatic exercises, and physical therapy for improved physical functioning, reduction of disability and pain relief. It is necessary to determine more accurately the ideal prescription of exercises for the patients to obtain the best effects and to optimize the personalized management. The adherence to exercising is important to achieve at short and at long term the best benefits from any type of exercises, and the preferences for performing them and the barriers to do it should be evaluated. This article reviewed the general effects of exercising and of physical activity in the development, progression and treatment of knee and hip osteoarthritis.
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The purpose of this study was to compare the electromyographic (EMG) activities in the vastus medialis oblique (VMO) and vastus lateralis (VL) muscles during two open chain exercises commonly used in the management of patellofemoral pain syndrome (PFPS). Twenty-five (14 female and 11 male) healthy subjects participated in the study. The A 2 (testing condition) x 2 (exercise type) x 2 (gender) quasi-experimental design was employed. Using surface electrodes, the EMG activities in the VMO and the VL muscles during ten repetitions of hip adduction and terminal knee extension exercises were recorded. The order of presentation of the experimental conditions was randomized. The three-way repeated ANOVA revealed no significant main effects for testing conditions, exercise type or gender, but the terminal knee extension exercise type x gender interaction effect was statistically significant (F= 8.28, p<.001). During the terminal knee extension exercise, the EMG activities in the VL muscle of the male subjects were higher (p<.05) than in the VMO muscle. For both genders, no significant difference was found in the EMG activities of both muscles during the hip adduction exercise. Our results revealed that neither of the two exercise methods was more effective in activating the VMO or VL muscles. Further studies are needed to identify the most effective exercise protocol for strengthening the quadriceps femoris of patients with PFPS. KEY WORDS: electromyography (EMG); quadriceps femoris; hip adduction and terminal knee extension exercises
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La osteoartrosis (OA) es una enfermedad degenerativa de las articulaciones. El ejercicio físico se ha convertido en una alternativa de tratamiento no farmacológico muy utilizado en la actualidad. El objetivo de esta revisión fue describir el “state of the art” de los efectos de los programas de ejercicio físico sobre la calidad de vida en pacientes con OA de miembros inferiores. Se realizó una búsqueda en varias bases de datos de los términos “osteoarthritis”, “knee”, “hip”, “exercise”, “health-related quality of life” y “SF-36”. Los criterios de inclusión fueron: a) sujetos: adultos diagnosticados de OA; b) tipo de estudio: experimental; c) tipo de intervención: programa de ejercicio físico; d) duración del programa: más de 4 semanas y e) valoración de la calidad de vida relacionada con la salud: cuestionario SF-36. Se encontraron diez estudios que evaluaron la influencia de diferentes programas de ejercicio físico sobre la calidad de vida relacionada con la salud. En general las conclusiones que se pueden extraer de este trabajo son (i) los programas que combinan trabajo de fuerza y aeróbico (20%) consiguen mejoras en alguna de las dimensiones de la calidad de vida relacionada con la salud en sujetos con OA de miembros inferiores; (ii) el trabajo en el medio acuático y terrestre (Tai Chi Chuan y fuerza) obtienen mejoras en la calidad de vida, siendo mayores en los programas que desarrollan la fuerza de forma isotónica (10%); (iii) los programas de fuerza y aeróbico consiguen mejoras en las cuatro dimensiones del componente físico (20%) y mental (10 %), siendo estas más discretas con el Tai Chi; (iv) las mejoras de la calidad de vida se producen en programas a corto plazo (8-12 semanas), obteniéndose cambios más discretos en programas a largo plazo (48-72 semanas).
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Background Matrix-assisted autologous chondrocyte transplantation (MACT) has been shown to offer good outcomes at midterm follow-up, but results are heterogeneous among different patients and lesion types. Being part of the same joint, both patellar and trochlear cartilage lesions are commonly considered to be affected by the same treatment issues, and therefore, it is common practice to report results obtained treating these lesions together. Purpose To determine, in a large cohort of patients prospectively followed at midterm follow-up for patellofemoral chondral defects, if patellar and trochlear defects actually represent different clinical conditions with different healing potentials after cartilage treatment. Study Design Cohort study; Level of evidence, 2. Methods A total of 49 consecutive patients with full-thickness patellofemoral chondral lesions of the knee were treated with MACT at the authors’ institute and followed prospectively for a minimum follow-up of 5 years. Among these 49 patients, 28 were affected by patellar lesions, 17 were affected by trochlear lesions, and 4 had both patellar and trochlear defects. The clinical outcome was analyzed with International Knee Documentation Committee (IKDC) subjective, EuroQol visual analogue scale (EQ-VAS), Kujala, and Tegner scores. Results A statistically significant improvement in all scores was observed after treatment. Patellar lesions required more realignment procedures and were more common in women. The comparative analysis showed better results for trochlear lesions compared with patellar lesions at all follow-ups, with mean IKDC scores at 5-year follow-up of 89.6 ± 12.7 and 69.7 ± 17.6, respectively ( P < .0005). Better results were also shown for the mean Kujala score (92.4 ± 14.7 vs 81.5 ± 12.7, respectively; P = .012) and mean EQ-VAS score (90.0 ± 10.8 vs 81.9 ± 11.7, respectively; P = .027). Finally, the sport activity level evaluated with the Tegner score confirmed the same trend; even though neither patellar nor trochlear lesion groups reached the preinjury level, both improved after treatment, with a significantly higher improvement in the trochlear lesion group (5.9 ± 1.8 vs 3.9 ± 1.7, respectively; P < .0005). Conclusion Patient characteristics differ between patellar and trochlear cartilage defects, and moreover, the results obtained are significantly different, with a markedly good outcome in cases with trochlear lesions and less satisfactory results for patients affected by cartilage lesions of the patella. Thus, patellar and trochlear defects should be considered separately when evaluating the outcome of cartilage treatments in this anatomic region.
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To assess the effectiveness of pulsed signal therapy in the treatment of knee osteoarthritis (Kellgren II or III). A randomized, double-blind controlled clinical trial. The first 95 patients sent to the clinic with knee osteo-arthritis were selected and randomized into treatment with pulsed signal therapy or conventional physiotherapy. Assessment included recording of usual demographic data, pertinent history, baseline medication and radiographs. Clinical evaluation was made at baseline, 6 weeks and 6 months after the end of treatment by the same blinded doctor. At each follow-up time, the patient was asked to complete a visual analogue pain scale and a Lequesne score. The doctor recorded the degree of pain on motion and the ability to move the affected knee. Both treatments resulted in significant improvements in pain and physical function. A statistical difference was observed only for activities of daily living, where the physiotherapy was more efficient (p<0.03). The cost of treatment with pulsed signal therapy was significantly higher, double the treatment cost of conventional physiotherapy. Like physiotherapy, pulsed signal therapy has improved the clinical state of treated patients but with no significant statistical difference. Pulsed signal therapy is, however, more expensive.
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Las lesiones del ligamento cruzado anterior de la rodilla son comunes y producen discapacidad en personas jóvenes y deportistas; además, predisponen a lesiones ulteriores de la rodilla y a osteoartritis temprana. Esta revisión actualiza los siguientes aspectos de importancia para la comprensión, el diagnóstico y el tratamiento de estas lesiones: anatomía y biomecánica del ligamento cruzado anterior; incidencia, factores de riesgo, estrategias de prevención, historia natural, diagnóstico, examen físico, evaluación artrométrica, estudios imaginológicos, lesiones asociadas, tratamientos conservador y quirúrgico y rehabilitación. Se describen, además, las nuevas tendencias en el tema.
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Objective: to describe the benefits of physical activity and regular exercising for the older population. Methods: a search was made in Science Direct, Springer Journal, Springer books and Pubmed databases, with the support of scientific information searcher Scirus. The terms for the search were aging, physical therapy, physical activity, physical exercising and older people. The analyzed articles covered reviews, research papers, and book chapters. Results: the fundamentals for the main processes inherent to aging, the structural changes that they generate and their physiological or physiopathological consequences were provided. The term "active aging", suggested by the WHO, was included. It implies several strategies for the health promotion and for the prevention of deficiencies and disabilities, and also involves regular physical exercising or activity programs. Physical therapy helps to promote health, to prevent and cure diseases and to recover the individual's health. Some of its programs are aimed at treating disability problems from diseases such as Parkinson, Alzheimer's, arthritis, bone fractures, osteoporosis, falls and cardiorespiratory disorders, and at encouraging movement and self-sufficiency through exercises, relaxation, pain management, cardiorespiratory care and others. Conclusions: a planned training program for the body contributes to improve the functional capacity of multiple organ systems; additionally, the exercising programs aimed at the older population may bring a reduction of health costs by preventing falls, strokes, myocardial infarction or chronic diseases inherent to aging.
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The effectiveness of exercise to reduce pain and improve functioning in osteoarthritis of the knee (OAk) is well substantiated. Underlying mechanisms are still under debate and better understanding of the pathways involved may contribute to more targeted treatment strategies. The present qualitative analysis of the literature aims to provide an overview of theoretical models that are put forward to explain the beneficial treatment effects of exercise in OAk. An inductive qualitative approach, based on the 'grounded theory' of Glaser and Straus, was used. Twenty-two studies emphasizing on exercise therapy for OAk, collected from three Cochrane reviews and nine guidelines of the Physiotherapy Evidence Database (PEDRO) published between 2000 and 2012, were included. The introduction and discussion parts of these papers were screened for explanations of exercise-induced benefits in OAk patients. Seventy-three key points were identified which were subdivided into 16 core theoretical concepts. Finally, 5 categories were formed: neuromuscular, peri-articular, intra-articular, psychosocial components, and general fitness and health. We referred to scientific evidence that was used in the included studies to describe and categorize the concepts. Future research on exercise in OAk should allow distinguishing the contribution of different potential pathways to the treatment effects.