ArticlePDF Available

Neoliberalismo, inserción internacional y financiarización: una comparación entre Argentina y Portugal

Authors:

Abstract

Resumen. El presente trabajo intenta analizar el neoliberalismo periférico financiarizado (NPF) como forma específica del neoliberalismo. Tras presentar cuatro formas diferentes y criterios para delimitarlas, se estudian las características generales del NPF. Se destacan una matriz común de políticas, un modelado similar de estructuras productivas centradas en la acumulación financiera y una articulación común a los procesos de valorización internacionales. Comparando dos países que ejemplifican el NPF (Argentina y Portugal), se corrobora la caracterización general. Pero también se observan especificidades en la regulación monetaria, la inserción internacional y los mecanismos de la regulación poblacional, que le dan al modelo cadencias específicas, importantes para analizar las crisis y las alternativas para estructurar políticas de desarrollo diferentes. Palabras clave: neoliberalismo financiarizado periférico; economía financiarizada; sector financiero; política monetaria y cambiaria; grado de autonomía. Clasificación JEL: G15; O11; P34; P52. Neoliberalism, international insertion and financialization: a comparison between Argentina and Portugal Abstract. This paper aims to analyze financialized peripheral neoliberalism (FPN) as a specific form of neoliberalism. After presenting four different forms FPN can take and criteria to delimit them, its general characteristics are examined. The paper highlights a common policy matrix, a similar model of production structures focused on financial accumulation, and a common formulation of international valorization processes. Comparing two countries that exemplify FPN (Argentina and Portugal), the above general characterization is corroborated. However, specificities in monetary regulation, international insertion and population regulation mechanisms are also observed, which give the model specific nuances important for analyzing crises and proposing alternatives for differently structured development policies.
Problemas del Desarrollo. Revista Latinoamericana de Economía, vol. 51, núm. 201, abril-junio 2020.
155
a Universidad de Buenos Aires/. Correo electrónico: andresmusacchio@hotmail.com
N,   
:   
A  P
Andrés Musacchioa
Fecha de recepción: 25 de julio de 2019. Fecha de aceptación: 5 de diciembre de 2019.
http://doi.org/10.22201/iiec.20078951e.2020.201.69442
Resumen. El presente trabajo intenta analizar el neoliberalismo periférico nanciarizado
() como forma especíca del neoliberalismo. Tras presentar cuatro formas diferentes
y criterios para delimitarlas, se estudian las características generales del . Se destacan
una matriz común de políticas, un modelado similar de estructuras productivas centradas
en la acumulación nanciera y una articulación común a los procesos de valorización
internacionales. Comparando dos países que ejemplican el  (Argentina y Portugal),
se corrobora la caracterización general. Pero también se observan especicidades en
la regulación monetaria, la inserción internacional y los mecanismos de la regulación
poblacional, que le dan al modelo cadencias especícas, importantes para analizar las
crisis y las alternativas para estructurar políticas de desarrollo diferentes.
Palabras clave: neoliberalismo nanciarizado periférico; economía nanciarizada;
sector nanciero; política monetaria y cambiaria; grado de autonomía.
Clasicación JEL: G15; O11; P34; P52.
N,    :
   A  P
Abstract. is paper aims to analyze nancialized peripheral neoliberalism () as a
specic form of neoliberalism. After presenting four dierent forms  can take and
criteria to delimit them, its general characteristics are examined. e paper highlights a
common policy matrix, a similar model of production structures focused on nancial
accumulation, and a common formulation of international valorization processes.
Comparing two countries that exemplify  (Argentina and Portugal), the above
general characterization is corroborated. However, specicities in monetary regulation,
international insertion and population regulation mechanisms are also observed,
which give the model specic nuances important for analyzing crises and proposing
alternatives for dierently structured development policies.
Key Words: nancialized peripheral neoliberalism; nancialized economy; nancial
sector; monetary and exchange rate policy; degree of autonomy.
156
Andrés Musacchio
1. IntroduccIón
Este trabajo se propone explorar comparativamente algunas características de
los modelos económicos que en las últimas décadas han predominado en Ar-
gentina y Portugal. Pero, ¿qué hace a ambas experiencias comparables? Intui-
tivamente, al escuchar a Amalia Rodrigues cantarle a Lisboa, se intuyen esos
paraguas de Buenos Aires de Amelita Baltar. La razón propone razones que
la ciencia no admite. Hay, entonces, otras cuestiones más compatibles con el
rigor académico que tornan una comparación de interés al respecto. Incluso
más allá de las propuestas inspiradas en la coyuntura portuguesa que, al mo-
mento de escribir este artículo, se presentan en Argentina como un posible
camino de salida a la crisis.
En primer lugar, con desfases temporales, existen trayectorias económicas
recientes con similitudes llamativas que dan pie a una comparación. La evolu-
ción de algunas variables, pero sobre todo, el desarrollo de la matriz produc-
tiva y algunos determinantes de dichos desarrollos tienen rasgos comunes. En
última instancia, se trata entonces de modelos del mismo tipo. Es lo que se
sostendrá en la primera parte de este trabajo: Argentina y Portugal son claros
ejemplos de una misma variante del neoliberalismo.
Por eso, comparten algunas problemáticas en materia de desarrollo y de
desequilibrios macroeconómicos, lo que genera desafíos compartidos. Si eso
es así, la reexión comparativa puede resultar fructífera para pensar alternati-
vas económicas y políticas que permitan superar los desafíos del desarrollo de
largo plazo. Mucho más cuando los desfases temporales en los ciclos dan pie
para evaluar potenciales senderos y problemas.
Así como el fado y el tango expresan sentimientos parecidos, tienen una
notoria identidad propia; lo mismo ocurre con las economías y sociedades ar-
gentina y portuguesa. Siendo modelos de la misma matriz, tienen diferencias
destacables que, no obstante, permiten un potencial explorativo adicional.
Cabe preguntarse, por ejemplo, qué tan profunda es la inuencia de dos im-
bricaciones externas diferentes. O hasta dónde dos regímenes cambiaros de
similar concepción teórica, pero técnicamente distintos, inciden en trayecto-
rias distintas. O, por caso, cuál es la inuencia de dos formas de regulación
distintas de la población. Sin la pretensión de agotar aquí el tema o cerrar de-
bates, se plantean algunas hipótesis para responder a dichos cuestionamientos.
En las páginas siguientes (sección 2), se abordarán las diferentes variantes,
las diversas formas que admite el neoliberalismo, tratando de situar en ese es-
quema estructurado el lugar que les cabe a Argentina y Portugal. Se ubicarán a
ambos dentro de la variante denominada “neomercantilismo periférico nan-
157
Neoliberalismo, inserción internacional y financiarización
ciarizado”, que se analizará con algo de detalle en la tercera sección, misma en
la que se tratará de mostrar por qué Argentina y Portugal tienen una matriz
común. Establecida esa base general, en la cuarta sección se tocarán las dife-
rencias marcadas que ambos países muestran incluso adscribiendo a la misma
variante. Las crisis en las que regularmente cae la nanciación periférica per-
mitirá, nalmente, enhebrar algunas reexiones basadas en las salidas que,
en contextos especiales, ambos países han intentado transitar y que podrían
constituirse en puntos de apoyo para un cambio de modelo.
2. El nEolIbEralIsmo y sus formas
En trabajos anteriores, Musacchio (2018, 2019a) destaca la gran variabilidad
que admite el neoliberalismo. Si bien el modelo genérico puede caracterizar-
se a partir de un conjunto de elementos básicos (Musacchio, 2013) –como
un manto común que lo distingue de otros modelos–, algunas singularidades
permiten identicar tipologías especícas denidas por la combinación de dos
planos diferentes. Uno se apoya en la morfología de la estructura productiva
y, en especial, en las relaciones y proporciones entre los sectores de bienes y
de servicios, con un énfasis especial del sector nanciero. El segundo plano
considera el grado de autonomía interna de cada país para denir el modulado
local de la estructura productiva. A continuación se verán estas dos cuestiones
a detalle.
“Neomercantilismovs. acumulación
impulsada por las nanzas
La morfología de la estructura productiva determina dos grandes variantes
dentro del neoliberalismo. Lapavitsas (2013, p. 201) apunta con razón que el
primer elemento para calibrar la importancia relativa del sector nanciero es
distinguir entre acumulación real y acumulación nanciera. El neoliberalismo
resulta –en una perspectiva abstracta– de una combinación de transformacio-
nes en el proceso de organización de la producción y de la intensicación de la
valorización nanciera. Combina, por tanto, ambas formas de acumulación.
Analizado desde una perspectiva concreta y asociada a los espacios nacionales,
una de las formas predomina sobre la otra y lidera el proceso de acumulación.
Esto no signica que la otra forma desaparezca; incluso puede tomar un vuelo
cuantitativo importante. Sin embargo, cualitativamente se subordina a, o de-
158
Andrés Musacchio
pende de, la otra forma. Así, se puede distinguir entre una variante impulsada
por la producción y otra por las nanzas.
En la primera, que se denominará neomercantilismo, el modelado de la
estructura productiva tiene como actor dinámico principal al sector productor
de bienes, sobre todo, al sector industrial. Allí se gesta el núcleo del proceso de
valorización del capital. En el marco de una libre movilidad de capitales –típi-
ca del neoliberalismo– que estimula la competencia entre las locaciones físicas
de los procesos productivos, se corporiza una fuerte presión para reducir cos-
tos, que suele estimular la reducción en los impuestos al capital o a la riqueza,
así como una distribución crecientemente regresiva del ingreso. La baja de
tasas impositivas genera un impacto scal negativo, que suele compensarse
reduciendo el gasto público, especialmente en seguridad social. Así, el fortale-
cimiento de la producción es acompañado por una contracción del mercado
interno que obliga a una salida exportadora. Aunque en realidad, se inicia un
círculo vicioso entre la distribución regresiva y la presión competitiva, que va
agudizando la situación.
De esta manera, producción y exportaciones se entrelazan cada vez más y,
como el mercado interno se comprime, las importaciones no mantienen un
ritmo equilibrado de crecimiento, dando paso a crecientes superávit comercia-
les. De allí la denominación de neomercantilismo. Dado que el avance de las
exportaciones se conjuga con una reducción del mercado interno, el modelo
deja poco margen para el crecimiento y la inversión, dando lugar a la paradoja
de fuertes ganancias y baja inversión. La acumulación de recursos se vuelca al
mercado nanciero, de modo que la nanciarización es consecuencia de las
características del aparato productivo (Huschmid, 2008, p. 60).
En otros casos, el núcleo dinámico principal se sitúa en el sector nanciero.
El rol central de las nanzas es el que determina en lo esencial qué sectores
crecen o se bloquean. La producción se estructura de manera “residual”, aco-
plada a la dinámica nanciera, que dicta el pulso del proceso de valorización.
En general, el devenir se encadena en torno a burbujas especulativas en títulos
o en el mercado inmobiliario, mientras los procesos de endeudamiento pú-
blico y privado forman parte estructural del proceso. Los altos rendimientos
nancieros de corto plazo limitan el espacio productivo a actividades con tasas
de ganancia extraordinarias (las únicas capaces de competir con la burbuja en
el auge) y suelen ser acompañadas de un proceso inacionario comparativa-
mente alto.
Dado que en el neoliberalismo la norma es la apertura comercial, la alta
inación deviene de una revalorización de los servicios que aprecia la mone-
da local, quita competitividad a la producción de bienes (cuyos precios son
159
Neoliberalismo, inserción internacional y financiarización
determinados por los precios internacionales) e ina las ganancias en moneda
extranjera. En general, entonces, el “neoliberalismo nanciarizado” permite
un crecimiento espasmódico impulsado por servicios, construcción y recursos
naturales. Y ya que los inversores son reacios a comprometer recursos de largo
plazo (Bortz y Kaltenbrunner, 2019), pequeñas modicaciones en la coyuntu-
ra o en las estrategias de los actores tienen impactos signicativos, provocando
una gran volatilidad.
El sector nanciero tiene un papel superlativo en ambas formas, pues la
acumulación nanciera aparece hipertroada. En tanto, en el neoliberalismo
nanciarizado comanda el proceso, en el neomercantilismo es sólo el resultado
de las debilidades de la estrategia productiva, aunque el sector productivo
comanda el proceso.
La cuestión de la autonomía relativa
El segundo aspecto que determina las formas que adopta el neoliberalismo
es el grado de autonomía de los países. Aunque los procesos internos siempre
reciben la inuencia del contexto internacional, de los actores externos, de las
estrategias de los competidores o de las oportunidades, desafíos y bloqueos
que genera una división particular del trabajo, el grado de autonomía es muy
diferente de un país al otro. ¿Dónde se toman las principales decisiones de
política económica? ¿Quién determina la estructura de los precios relativos?
¿Quién controla y orienta el movimiento espacial y la utilización del excedente
económico?
La historia muestra (y el neoliberalismo no es una excepción) que algunas
naciones tienen un grado de autonomía claramente mayor que otras y pro-
yectan, incluso, su inuencia sobre los organismos internacionales. Estas, a
su vez, gestan con sus políticas una ampliación en la brecha de autonomía.1
El grado de autonomía no es resultado de una distribución arbitraria del
poder, sino que se asocia a las diferencias en el grado de desarrollo de las fuer-
zas productivas y de las estructuras del mismo. El control sobre los medios
tecnológicos, nancieros y legales2 que juegan un rol central en cada etapa
del capitalismo es tan decisivo como los medios de “persuasión” y violencia.
1 La literatura sobre esto es tan extensa como sus debates. Cf. Van der Pijl (2006, 2014).
2 ¿Quién determina la legalidad internacional? El análisis de la construcción de las instituciones
como el  o la  muestra el rol rector de las grandes potencias, cuya inuencia en la forma-
ción del orden económico global o regional se acrecienta notablemente. Para el caso del , cf.
Block (1977).
160
Andrés Musacchio
Algunos países dominan los tramos esenciales de las cadenas productivas y el
proceso de creación tecnológica en los sectores clave para una etapa determi-
nada y proyectan, a partir de ello, una inuencia determinante en el mode-
lado de la estructura productiva, mientras otros resultan modelados o deben
encontrar su espacio en una división del trabajo que se les impone (cf. Mistral,
1986; Beaud, 1987).
Así, por el grado de autonomía, el neoliberalismo recrea y amplía la divi-
sión entre países desarrollados y subdesarrollados, temática que bajo la reedi-
ción de categorías como centro-periferia o dependencia-independencia viene
siendo revalorizada recientemente, no siempre con una precisión adecuada.3
Independiente de la denominación, un rasgo característico de los países sub-
desarrollados es la aparición o intensicación de los mecanismos de transfe-
rencias de recursos: por la vía de los servicios de la deuda, las remisiones de
utilidades, la fuga de capitales –especialmente por parte de las élites locales–,
la privatización/extranjerización de la propiedad colectiva (sobre todo en el
segmento inmaterial de la propiedad intelectual), la absorción de costos am-
bientales, o en la migración calicada, además de los fenómenos tradicionales
como el “intercambio desigual” (Musacchio, 2018; Marcó del Pont y Todesca,
2019).
Esta característica, resultado de la radicalización de la apertura comercial
y la liberalización nanciera en un mundo de gran movilidad del capital, es
uno de los puntos de apoyo principales en la concentración espacial del in-
greso (complementaria a la concentración funcional). El intento de establecer
acuerdos de libre comercio, que diculten la reversión de la apertura, la libera-
lización nanciera o la amplitud máxima de los derechos de propiedad, resulta
una pieza clave del juego.
El neoliberalismo refuerza, entonces, las transferencias internacionales de
recursos –con algunas formas novedosas y reforzando las tradicionales–; mien-
tras la normativa y las relaciones de poder que se despliegan tienen como
resultado la imposición de estándares aceptados en los diseños de políticas
nacionales que no surgen de una discusión democrática sino de la imposición.
A su vez, tanto las normativas como algunas macropolíticas (como los regí-
menes de tipo de cambio jo) limitan drásticamente los instrumentos para
la ejecución de políticas. Tanto el establecimiento de esos estándares como el
atenerse a utilizarlos o no, son ejemplos de diferencias notables de autonomía
de las que gozan algunos países desarrollados frente a los subdesarrollados.
3 Cf. Becker y Jäger (2012); Gambarotto y Solari (2015); Reis (2009).
161
Neoliberalismo, inserción internacional y financiarización
Al igual que en modelos anteriores, buena parte de los instrumentos y de las
políticas no aceptables son aquellos que tienen mayor incidencia en posibles
transformaciones de las estructuras productivas y, por lo tanto, pueden poner
en cuestionamiento a partir de un desarrollo de las fuerzas productivas la rela-
ción entre ambos polos. Es decir, se inhibe la utilización de los instrumentos
para preservar el statu quo y, por lo tanto, en las autonomías relativas.
Las diferencias de autonomía se observan con claridad cuando, por caso, se
toma el problema de la deuda. Como destaca Wolf (2015, p. 177) al comparar
los senderos del ajuste en EUA y Europa. A nivel global, el principal deudor
(EUA) es mucho más poderoso y, por ende, tiene mayor autonomía que los
acreedores (China especialmente). En la Eurozona, en cambio, el acreedor
principal, Alemania, es más poderoso que los deudores y puede imponer un
ajuste deacionario al resto. Y concluye “la diferencia es simple: Alemania
controla el banco central relevante; China no”. El mismo fenómeno puede
ser enfrentado de maneras diferentes, de acuerdo al margen de maniobra que
tienen las políticas internas.
La conjunción de ambas problemáticas
y las cuatro formas del neoliberalismo
Si se combinan los dos criterios expuestos (la relación nanzas-producción y
las diferencias de autonomía) se conforman cuatro formas principales: a) neo-
mercantilismo “central” (por ejemplo, Alemania, Holanda); b) neoliberalismo
nanciarizado “central” (por ejemplo, Gran Bretaña); c) neomercantilismo
“periférico” (por ejemplo, República Checa); y d) neoliberalismo “periférico”
nanciarizado (por ejemplo, Argentina, Portugal) (véase cuadro 1).
Como suele ocurrir con cualquier esquematización, las formas rara vez se
presentan puras o sin contradicciones. Sin embargo, en cada país suele predo-
minar de manera clara en largos periodos alguna de las cuatro formas.
Dichas formas no pueden desplegarse fuera de un entramado de relaciones
internacionales. De tal manera que, si un país mantiene un abultado saldo
comercial favorable, por ejemplo, deben existir contrapartes, socios comer-
ciales con décit comerciales en espejo. Estos, a su vez, se nancian con una
deuda que necesita de acreedores que posean un capital nanciero prestable.
En realidad, el vínculo es mucho más profundo que una mera cuestión de
saldos de transacciones corrientes e involucra un entramado más complejo
de relaciones internacionales y de normativas de las que puede profundizarse
sobre la articulación entre desarrollo y subdesarrollo. Por eso, dicha temática,
162
Andrés Musacchio
ausente durante mucho tiempo en la discusión, vuelve a cobrar relevancia
con trabajos como el de Álvarez et al. (2013); Musacchio (2019b) o Coimbra
(2017); no se abordará este tema ni sus ciclos, analizados a grandes rasgos en
Musacchio (2018, 2019a), pues no es el objetivo. Sin embargo, debe tenerse
presente para comprender lo que a continuación se explicará sobre Argentina
y Portugal, dos ejemplos del ().
Cuadro 1. Formas del neoliberalismo
- Producción modela la estructura productiva (EP).
- Acumulación financiera “residual”.
- Economía industrial exportadora.
- Estructura productiva
articuladora.
- Modelado interno de la EP.
- Receptor neto de riqueza.
- Determinante de las
políticas “permitidas”.
Neomercantilismo
“central”
Neomercantilismo
“periférico”
- Estructura productiva
incompleta y desarticulada.
- Modelado externo de la EP.
- Fuga sistemática de
riqueza.
- Restricción externa sobre
las políticas “permitidas”.
Neoliberalismo
financiarizado
“central”
Neoliberalismo
financiarizado
“periférico”
- Finanzas modelan la EP.
- Producción determinada de manera “residual”.
- Crecimiento impulsado por servicios y recursos
naturales.
Fuente: elaboración propia.
3. brEvE caractErIzacIón dEl NPF
y prImEros ElEmEntos para una comparacIón
El  es, pues, una forma en la que el proceso económico se encuentra mode-
lado por el sector nanciero y con un grado de autonomía nacional ostensible-
mente limitado. En general, se asocia a estructuras productivas incompletas,
con muchos vacíos sobre todo en el sector industrial, que reejan una desar-
ticulación interna del sistema productivo. Tanto la falta de eslabones vitales
de la cadena como la desarticulación tienen raíces históricas profundas,4 que
coronan una debilidad estructural y una fuerte dependencia de decisiones que
4 Para Argentina, un análisis de las raíces históricas del problema puede consultarse en Rapoport
et al. (2000) y la literatura allí indicada. Para Portugal, cf. Reis (2018).
163
Neoliberalismo, inserción internacional y financiarización
se toman en el exterior a los espacios nacionales. Tales rasgos se profundizan
en el momento de incorporarse pasivamente al proceso de nanciarización.
No se trata, por cierto, de un modelo monótono, sino de un proceso que
reconoce un ciclo con dos fases marcadas: expansión y crisis. La etapa expan-
siva no siempre enhebra un crecimiento denido e, incluso cuando este se
produce, no todas las variables acompañan pues, por ejemplo, el empleo no
siempre crece, incluso, a veces se reduce a pesar del crecimiento. Los desequi-
librios que se generan en la etapa expansiva, suelen derivar a mediano o largo
plazo en una crisis que suele asumir la forma de un colapso en el balance de
pagos.
En Argentina se distinguen tres momentos encuadrados en el : 1977-
1983; 1991-2001 y 2015 a la actualidad. El primero tuvo un corto auge,
seguido desde 1980 por una prolongada crisis. El segundo, de un auge más
largo y mayor volatilidad, pero con una crisis más profunda. Mientras que en
el tercero el auge fue casi imperceptible. Portugal, por su parte, muestra dos
procesos que se suceden; el primero abarca de 1993 a 2002 (con un auge mo-
derado hasta 1998 y una posterior desaceleración) y el segundo entre 2003 y
2015. Allí es difícil hablar de una etapa expansiva, debido a la gran volatilidad
del crecimiento (cf. Reis, 2018, pp. 89-90).
La fase expansiva
La adopción del modelo suele iniciarse con un conjunto de políticas y de
acuerdos que gestan las condiciones para su despliegue. La manera en la que
se conciben esos procesos, las formas concretas de los programas y en las
que se reeja la permeabilidad frente a las demandas externas queda, por su-
puesto, en la esfera de los espacios nacionales. En ellos se toman las decisiones
de políticas que articulan a la élite política, a una parte de la élite económica y a
una porción de la sociedad civil en el apoyo del programa. Sin embargo, adap-
tan también algunos intereses internos a las presiones externas que materiali-
zan los intereses de los países desarrollados, de los organismos internacionales
y de actores externos privados. El proceso suele no carecer de contradicciones
y, así como involucra a una parte de la élite económica, suele dejar fuera a otra
porción.5 La cuestión es relevante, pues anula la hipótesis de que se trata de
5 Para Argentina, la confrontación entre sectores asociados al modelo nanciero, a un modelo neo-
mercantilista o a uno asociado al mercado interno fue tematizado frecuentemente. Cf. Azpiazu y
Schorr (2010).
164
Andrés Musacchio
un proceso inexorable o natural y remite a constelaciones de fuerzas internas y
proyectos de nación importantes a la hora de diseñar alternativas.
Tanto en Argentina como en Portugal, la articulación entre grupos inter-
nos volcados a la valorización nanciera, actores económicos externos y la
decisiva participación de instituciones internacionales en la “persuasión” y en
el diseño de los programas es clara. En Argentina, el asesoramiento del  es
permanente y, en el programa de 1991, el ingreso al Plan Brady de renegocia-
ción de la deuda externa resulta un condicionante directo (Bazza et al., 2018,
p. 137; Brenta, 2019, p. 133). En él se cristaliza la adopción del ancla cambia-
ria, la liberalización nanciera y la apertura comercial, así como el esquema de
privatizaciones y la ofensiva en la exibilización laboral. La articulación entre
los sectores internos y las “buenas prácticas” aceptadas internacionalmente
queda más clara en la nueva fase que se abre en 2015, cuando la inuencia del
 es mucho menos decisiva y el programa se instala mucho menos coerci-
tivamente, impulsado por una fracción interna de la élite, encabezada por los
grupos nancieros internos.
En Portugal, la incorporación a la Comunidad Económica Europea ()
es un reejo tardío del acuerdo con el  de 1984, pero cristaliza también un
giro drástico en la estrategia de las élites económicas (Léonard, 2016, p. 199).
La incorporación a la  primero, luego al Tratado de Maastricht y por úl-
timo a la Eurozona implicaron la adopción de un conjunto de normativas
externas que impone un ajuste muy fuerte a los instrumentos de política eco-
nómica y autonomía.
En general, el disparador es un plan de estabilización en el que se procura
un disciplinamiento interno a partir de un vínculo más estrecho con la eco-
nomía internacional o con la articulación a una región.6 El programa incluye
la implementación o profundización de la apertura comercial y de la libera-
lización nanciera, junto con una regla monetaria que je el tipo de cambio
nominal, vincule la moneda local a una moneda externa o, directamente, re-
emplace la moneda local por una externa. La lógica de ese “tríptico maldito
(apertura, liberalización y ancla cambiaria) es someter a la economía interna a
la competencia del exterior, procurando que así se iguale la inación interna a
la internacional. El esquema, sin embargo, minimiza el rol de los precios de los
bienes y los servicios no transables, no sometidos al proceso disciplinador y no
condicionados por el sendero de precios previsto. Por lo tanto, la convergencia
inmediata de las tasas de inación es sólo una posibilidad hipotética.
6 Esto supone economías con un proceso inacionario de una intensidad superior al promedio.
165
Neoliberalismo, inserción internacional y financiarización
Una rápida mirada a casos como el de Argentina, Portugal, Uruguay, Es-
paña o Grecia indica que la inercia inacionaria se prolonga luego de lanzado
el plan. Las causas deben analizarse caso por caso, pero dos características re-
sultan comunes: en primer lugar, aumentan los precios no disciplinados por el
“tríptico maldito”, los no transables. Eso signica que con la inación se mo-
dica la estructura de precios relativos, con un encarecimiento de los bienes
no transables y determina una apreciación cambiaria, de revalorización real de
la moneda local (o equivalente a, en caso de haberse adoptado una moneda ex-
terna). En segundo lugar, aunque el fenómeno de apreciación puede deberse a
múltiples factores, por lo general, está relacionado con las medidas estructura-
les que suelen acompañar al “tríptico”, como los ajustes scales para reducir el
décit, afectando a las tarifas de los servicios públicos, o la adecuación tarifaria
con el n de privatizar empresas del Estado. También la apertura al ingreso
de empresas privadas en campos hasta entonces dominados por monopolios
públicos tiene un efecto sobre los precios al segmentar el mercado. El éxito en
las nanzas y en la construcción son elementos también presentes.
Bajo ese contexto, juega un rol central la forma del “ancla cambiaria”, pues
aunque en todas las experiencias el sector nanciero se posiciona en el centro
del proceso de acumulación, la forma de la regulación monetaria determina
las características de la burbuja especulativa. No es lo mismo un régimen de
metas cambiarias a futuro (Argentina 1978-1981), que un régimen de conver-
tibilidad con 100% de cobertura con reservas de divisas del dinero (Argentina
1991-2001), un tipo de cambio otante con otación sucia (Argentina 2015
en adelante); la jación de reglas de expansión monetaria, inación, tasas de
interés y devaluación referenciadas en un promedio regional (Portugal 1993-
1999) o la adopción de una moneda común a la región de pertenencia (Por-
tugal en la Eurozona), como se verá más adelante.
La contracara de la revaluación es, como se ha dicho, una alteración de
la estructura de precios relativos que mella la competitividad de los bienes
transables, por una triple vía: interna frente a los transables importados, en los
mercados de exportación y frente a la rentabilidad del sector nanciero, cuyas
ganancias inadas actúan como un limitante de la inversión productiva. A
largo plazo se desencadena una destrucción parcial del aparato productivo en
el sector transable, especialmente en el sector industrial y en parte del sector
agropecuario y pesquero. Sólo aquellos sectores con ganancias extraordinarias
pueden sostener su posición. El impacto sobre el empleo suele ser notoria-
mente negativo. Tanto Argentina como Portugal son ejemplos claros de tal
dirección (véase gráca 1).
166
Andrés Musacchio
Gráfica 1. Participación del sector agropecuario y la industria (en % del PIB)
0
10
20
30
40
50
60
1974
1975
1976
1977
1978
1979
1980
1981
1982
1983
1984
Agricultura Industria
0
5
10
15
20
25
30
35
40
1990
1991
1992
1993
1994
1995
1996
1997
1998
1999
2000
2001
2002
AgriculturaIndustria
0
5
10
15
20
25
30
2014
2015
2016
2017
Agricultura Industria
0
5
10
15
20
25
30
1995
1997
1999
2001
2003
2005
2007
2009
2011
2013
2015
2017
Agricultura Industria
Argentina, 1974-1984Argentina, 1990-2002
Argentina, 2014-2017Portugal, 1995-2017
Fuente: elaboración propia con datos del Banco Mundial (<https://databank.worldbank.org/source/world-development-
indicators>).
El sector nanciero condiciona entonces desde tres ángulos el desarrollo de
la estructura productiva: el primero, la liberalización nanciera, en especial la
libre movilidad del capital, pone en competencia y desventaja a las locaciones
productivas internas con las del exterior. El segundo, la rentabilidad inada
del sector nanciero deja fuera de juego a sectores productivos con ganancias
“normales” que, sin embargo, son inferiores a las de las actividades especula-
tivas. Y por último, el volumen de crédito se destina a actividades con altas
ganancias en el corto plazo, sin consideraciones sobre la sustentabilidad de
largo plazo.
Otra característica, asociada al bajo nivel de acumulación de los países
que adopta el modelo, es la fuerte dependencia de la entrada de capitales para
167
Neoliberalismo, inserción internacional y financiarización
alimentar el ciclo ascendente. Las condiciones analizadas dejan en claro que el
modelo se sostiene en base al endeudamiento externo. Por un lado, las condi-
ciones competitivas impulsan las importaciones y bloquean las exportaciones,
de manera que las expansiones suelen producir décit comercial nanciado
con deuda. Por otro lado, las condiciones de valorización nanciera impulsan
el ingreso de capitales externos, muchas veces a partir del endeudamiento de
actores locales. La combinación de décit comercial, servicios de la deuda ex-
terna y la sistemática repatriación de ganancias de los inversores externos o la
fuga de capitales de los actores locales abre paso a crecientes décit de cuenta
corriente, también nanciados por deuda, que se enhebran en forma de círcu-
lo vicioso (véase gráca 2).
Gráfica 2. Saldo de la cuenta corriente (en % del PIB)
-8
-6
-4
-2
0
2
4
1976
1977
1978
1979
1980
1981
1982
1983
1984
-6
-4
-2
0
2
4
6
8
10
1990
1991
1992
1993
1994
1995
1996
1997
1998
1999
2000
2001
2002
-6
-5
-4
-3
-2
-1
0
2014
2015
2016
2017
-14
-12
-10
-8
-6
-4
-2
0
2
4
1991
1993
1995
1997
1999
2001
2003
2005
2007
2009
2011
2013
2015
2017
Argentina, 1976-1984Argentina, 1990-2002
Argentina, 2014-201
7P
ortugal, 1991-2017
Fuente: elaboración propia con datos del Banco Mundial (<https://databank.worldbank.org/source/world-development-
indicators>).
168
Andrés Musacchio
La centralidad de la deuda también marca el pulso de la duración de la
fase expansiva del ciclo: mientras sea posible endeudarse, el modelo estará
en condiciones de reproducirse a escala ampliada. Cuando por restricciones
externas, por saturación interna o por la suma de desequilibrios, se restringe
la capacidad de endeudarse, la fase del agotamiento y la crisis se torna inevi-
table. Es el caso de Argentina posterior a 1980, a 1998 y en la actualidad. Es
también el caso del Portugal posterior a la crisis internacional y regional de
2008 (véase gráca 3).
Gráfica 3. Evolución de la deuda externa (en % del PIB)
-20
0
20
40
60
80
100
120
1996
1998
2000
2002
2004
2006
2008
2010
2012
2014
2016
2018
0
20
40
60
80
100
120
140
160
1990
1991
1992
1993
1994
1995
1996
1997
1998
1999
2000
2001
2002
0
10
20
30
40
50
60
2014
2015
2016
2017
2018
Argentina, 1990-2002Argentina, 2014-2018
Portugal, 1996-2018
Fuente: elaboración propia con datos del Banco Mundial(<https://databank.worldbank.org/source/world-development-
indicators>).
Lo destacable en ambos casos es la dicultad que tienen para reaccionar
frente a las uctuaciones y a las crisis. Reis (2018, p. 90) destaca para Portu-
gal una característica también constatable en Argentina: la adopción de los
regímenes cambiarios mencionados impone una moneda determinada por las
condiciones externas, lo cual conduce a una pérdida de control sobre el ciclo y
sobre la capacidad de reacción frente a impactos externos o internos. Por eso,
169
Neoliberalismo, inserción internacional y financiarización
destaca el autor, la economía portuguesa (se agregaría el  en general) tiene
como rasgo sobresaliente la inestabilidad.
En realidad, las dicultades para reaccionar tienen que ver con una pér-
dida de autonomía por la vía de la anulación de los instrumentos clásicos de
política económica que es todavía más amplia. El “tríptico maldito” implica el
abandono de múltiples instrumentos, como la política cambiaria, la política
monetaria, la política arancelaria y paraarancelaria, introduciendo también
restricciones severas en las políticas scales. La adhesión a diversos acuerdos
regionales implica el abandono de buena parte de los instrumentos para eje-
cutar políticas activas (política industrial, compras gubernamentales, regula-
ciones al capital nanciero y productivo extranjero). Un resultado de ello es
la dicultad mayúscula para controlar el ciclo económico con políticas anticí-
clicas y reaccionar frente a desequilibrios graves. De igual forma, se limita al
extremo las políticas de cambio estructural, con lo cual es muy difícil salir del
cepo sin una transformación brutal de las políticas internas y de la inserción
internacional. Pero es justo el grado de debilidad al que conduce el  es un
blindaje relativamente eciente contra ese tipo de giros (véase gura 1).
Figura 1. Neoliberalismo financiarizado en su etapa expansiva
Tríptico
+
Políticas
estructurales
Déficit
comercial
Cambios
estructura
productiva
Burbuja
Deuda
Retraso
cambiario
Déficit cuenta
corriente
+
Fuga
Fuente: elaboración propia.
La crisis
Si durante la etapa expansiva suele producirse un aujo de capitales, con la
crisis esa tendencia se invierte. Sin ese apoyo, el décit comercial y de la cuenta
corriente no puede sostenerse. Tampoco puede sostenerse la burbuja nancie-
ra e inmobiliaria. Su explosión inhibe el proceso de valorización especulativa
y encadena una masiva salida de capitales. Pero dado que dicha salida también
incluye las ganancias obtenidas, la fuga es mucho mayor que el ingreso e in-
cluye la fuga de capitales locales, lo cual incrementa la intensidad de la crisis.
170
Andrés Musacchio
Tanto para los países del sur europeo luego de la crisis de 2008, como para
Argentina al inicio de las décadas de 1980 y del 2000, el sector privado tenía
un alto endeudamiento que generaba una inestabilidad no sólo en el plano in-
terno sino también en los acreedores. Por lo tanto, la solución –habitual en las
crisis del – consistió en una “ronda nal de créditos de rescate”. Organis-
mos internacionales y países acreedores concedieron créditos al Estado, encar-
gado de organizar la salida “ordenada” de los grandes nancistas y asumiendo
buena parte de la deuda privada. Así, se estatiza paulatina la deuda, mientras
se provee las divisas a los grandes grupos nancieros locales y externos en fuga.
En general (y sí ocurrió en los casos analizados), los mecanismos del rescate
no están al alcance del pequeño deudor, del que ha obtenido un crédito para
comprar su casa, para consumo o ha realizado pequeñas inversiones especu-
lativas. Los rescates suelen ser absolutamente asimétricos y descargan desde el
comienzo el ajuste sobre las familias y las pequeñas empresas.
Sobreviene entonces una crisis scal, pues el Estado queda ahogado por el
servicio de la deuda, que obliga a renegociar los pasivos con base en un progra-
ma impuesto por quienes comandan las negociaciones de parte de los acree-
dores. Como ejemplo pueden tomarse los sucesivos programas del  para
Argentina entre 1982 y 1991, entre 1998 y 2003 (Brenta, 2019) o el acuerdo
de agosto de 2018. Para Portugal, el programa de ajuste de 2011 impuesto por
la Troika compuesta por la Comisión Europea, el Banco Central Europeo y el
 (European Commission, 2011; Rodrigues y Adao, 2015).
Más allá de algunos cambios en la concepción del pensamiento de los orga-
nismos internacionales y los aggiornamento periódico, los programas tienen un
diagnóstico y un conjunto de características comunes: se enfrenta a economías
con alta inación atribuida a causas monetarias y scales, con alta deuda que
denotaría una hipertroa del Estado y con problemas de competitividad de-
rivados de un exceso de derechos laborales y jubilatorios. A eso se le agrega el
décit comercial y en cuenta corriente, que denotaría un exceso de consumo
(cf. Bohoslawsky y Raer, 2017). Así, los programas imponen un fuerte recor-
te del gasto público, sobre todo en materia social y administrativa, reformas
tributarias regresivas, recortes en salarios y jubilaciones, exibilización laboral,
privatización de empresas públicas y desregulación de mercados. El diagnós-
tico y las medidas suelen profundizar el perl productivo deformado preexis-
tente y sólo se atacan los epifenómenos con un largo ajuste, pues muchos de
los problemas se agravan con dichas políticas. Los décit en cuenta corriente
son temporalmente revertidos, aunque la contrapartida es el subconsumo,
contracara de la mayor pobreza y el desempleo.
171
Neoliberalismo, inserción internacional y financiarización
Lo destacable es que, tanto en la etapa expansiva como en la crisis, se
produce una fuga estructural de riqueza, una característica intrínseca de las
economías subdesarrolladas que se acentúa en el modelo neoliberal y todavía
más en el . Los mecanismos, sin embargo, cambian de una fase a la otra.
Si los fenómenos vinculados al intercambio desigual permanecen a lo largo
del tiempo, en la expansión el eje principal puede identicarse en diferentes
partidas de la cuenta corriente, como los intereses de la deuda o la remisión de
utilidades. En los periodos de crisis, en tanto, las ltraciones se recuestan en la
cuenta capital, vía fuga de capitales, salida de inversiones incrementadas por
las ganancias previas, pagos del capital de la deuda y pérdida de reservas. De
una u otra forma se maniesta una sangría de riqueza creada al interior y que,
expulsada del circuito de reproducción ampliada local y del espacio nacional,
bloquea el proceso de desarrollo interno de las fuerzas productivas.
4. Hurgando En las dIfErEncIas
Si los procesos enmarcados en el  tienen una raíz y un conjunto de carac-
terísticas comunes, hay también importantes matices locales que les imprimen
diferencias en las formas de manifestación y afectan tanto a la nanciarización
como a las crisis. La comparación de Argentina y Portugal permite enfocar esa
diferenciación, no menor para formular estrategias de salida y políticas alter-
nativas, así como para retomar el sendero del desarrollo económico y social.
Debido a la extensión de este trabajo, no se hará un análisis sistemático de las
diferencias, sino que se abordarán algunos problemas relevantes.
Tres elementos fundamentales para la diferenciación deben buscarse en
el régimen monetario, el patrón de inserción internacional (ambos asociados
entre sí) y en la regulación del mercado de trabajo. En el régimen monetario,
las diferencias resultan visibles. Argentina recurrió en sus tres experiencias a
regímenes que intentaban anclar el tipo de cambio nominal. El primer intento
fue el establecimiento de un ajuste cambiario pautado, con devaluaciones pre-
anunciadas y decrecientes, una “tablita cambiaria” con un tipo de cambio jo
e inamovible como norte. La segunda experiencia fue una moneda convertible
con un tipo de cambio jado por ley y garantizando con reservas 100% del
circulante. La tercera más blanda, pues se sostiene en un tipo de cambio varia-
ble con otación sucia para contener presiones devaluatorias. En los tres casos,
sin embargo, existen mecanismos para modicar o abandonar el sistema sin
172
Andrés Musacchio
quebrar acuerdos internacionales.7 El caso portugués es, desde esa perspectiva,
absolutamente diferente, pues introduce una moneda externa, emitida por un
Banco Central regional que determina tipos de cambio, políticas monetarias y
cambiarias, objetivos de la regulación monetaria y la cantidad de moneda de
la que podrá disponer anualmente cada país.
Las diferencias tienen consecuencias prácticas como la fase expansiva del
ciclo. En Argentina, coexisten un riesgo de devaluaciones no previstas (riesgo
cambiario) y de cesación de pagos (riesgo país) de la creciente deuda externa.
Esto produce un diferencial positivo de tasas de interés frente a las tasas de
referencia. La tasa de interés interna es, así, una función positiva del endeu-
damiento y de la apreciación del tipo de cambio real. La nanciarización re-
sultante tiene como eje fundamental el mercado nanciero directo por medio
del carry trade: se toman créditos a tasa baja en el exterior (al que acceden en
general sólo grandes conglomerados locales o grandes bancos extranjeros), se
cambian las divisas a pesos, que se colocan en inversiones nancieras a las altas
y crecientes tasas de interés locales (que, además, internalizan la tasa de ina-
ción interna). Los intentos de esterilizar la expansión monetaria por parte del
gobierno elevan aún más las tasas y colocan al Estado en el lugar de pagador
en última instancia. Se gesta así un círculo vicioso de especulación lisa y llana,
cuya duración depende de factores imprevisibles y en parte subjetivos, como
la conanza o la coyuntura nanciera externa.
En el caso de Portugal, se recortan dos etapas diferentes, pero enmarcadas
en una secuencia larga y no en un proceso de impacto como en las expe-
riencias argentinas. Al iniciarse la primera experiencia de , Portugal había
atravesado ya una larga fase de apertura comercial y liberalización nancie-
ra paulatinas en el marco de la .8 Además, a diferencia de Argentina, el
proceso se acompañaba con una asistencia regional para programas de recon-
versión, construcción de infraestructura y amortiguación del impacto social.
La inserción internacional de Portugal marcaba una diferencia clave desde el
inicio. En ese marco diferente, Portugal atraviesa dos fases del régimen mo-
netario. La primera sucede al Tratado de Maastricht, con un régimen que
7 Por eso, los defensores más radicales del modelo propusieron la dolarización. Muchas empresas
extranjeras entendieron que el abandono de la convertibilidad en 2002 vulneraba el régimen de
protección de inversiones y demandaron al país en el , resuelto en general de manera exitosa
para ellas.
8 Existían por entonces debates sobre la conveniencia de imponer un programa simultáneo de aper-
tura, liberalización y normas monetarias, o si estas debían realizarse en secuencia, como planteaban
McKinnon y Mathieson (1981). En las discusiones se comparaba las experiencias de Argentina y
España (García Ruiz, 1992).
173
Neoliberalismo, inserción internacional y financiarización
preserva el escudo, aunque va quitando grados de libertad a las políticas in-
ternas a medida que las pautas de convergencia se van haciendo más rígidas.
La segunda fase, con el ingreso efectivo a la Eurozona, quita por completo la
soberanía monetaria. Especialmente en la segunda etapa, la jación de las tasas
de interés de referencia no sólo quedan fuera del campo de acción del Estado
portugués, sino incluso de la dinámica económica del espacio nacional. A di-
ferencia del caso argentino, la ausencia de una moneda local elimina el riesgo
cambiario, mientras que (en especial hasta la crisis de 2008) la suposición de
que las instituciones regionales garantizaban la asistencia ante situaciones de
crisis, eliminaba casi por completo el riesgo de default. Por lo tanto, las tasas
de interés nominales no se diferenciaron signicativamente del resto de la
región (cf. Alexandre y Bação, 2014, pp. 86-87).
El negocio nanciero, por ende, no se asoció a la especulación lisa y llana
en títulos y valores, sino que adquirió un carácter más sutil. La inación más
alta con tasas de interés nominales similares al resto de la región reducía la
tasa de interés real. Por esos motivos, se produjo una nanciación mucho más
nutrida que en Argentina del consumo privado, lo que signicó un endeuda-
miento de las familias más elevado. Además, alimentó un auge inmobiliario
en el que el crédito a la construcción y a la compra de viviendas jugaban un
papel esencial, aunque apoyado en una política pública de viviendas de la que
carecía Argentina (cf. Rodrigues et al., 2016). Por eso, aunque las caracterís-
ticas centrales del modelo se repiten (especialmente el retraso cambiario y la
remodelación de la estructura productiva), las formas de obtención de rentas
nancieras y los mecanismos de transmisión son especícos (véase cuadro 2).
En Portugal, el marco general más “amigable” facilitó la acumulación de
desequilibrios mucho más profundos que en Argentina, pues la nanciación
resultaba más laxa. Así, mientras Argentina rara vez supera un décit en cuen-
ta corriente del 5% del , Portugal quebró la barrera del 10%.
Lo que “mejora” el modelo portugués en el auge, agrava el desarrollo de
la crisis. En principio, para ambos países la crisis del modelo se asocia a una
crisis de la deuda, una fuga de capitales y un quiebre de las nanzas públicas.
En ambos casos se negocian rápidamente acuerdos que facilitan el rescate del
sistema nanciero privado y la transferencia de deudas al Estado (cf. Brenta,
2019; Rodrigues y Adao, 2015). Sin embargo, las diferencias se maniestan
tanto en la forma inmediata de la crisis como en las alternativas de mediano
y largo plazo.
Para Portugal la salida de la crisis es de tendencia deacionaria, pues no
puede actuar sobre el régimen monetario y la adecuación del tipo de cambio
debe realizarse directamente sobre las variables nominales, sin tocar el tipo
174
Andrés Musacchio
de cambio. En Argentina, en cambio, la crisis suele adoptar la forma de una
explosión cambiaria, con una rápida transformación de los precios relativos
y un ajuste del tipo de cambio real. La posibilidad de abandonar el régimen
cambiario y recuperar algunos instrumentos de la política monetaria y cam-
biaria le permite, por una parte, realizar los ajustes redistributivos sobre las
variables reales sin involucrar las nominales; puede, por ejemplo, reducir el
poder de compra de los salarios incluso aumentándolos nominalmente, absor-
biendo en el plano político una parte de la conictividad social que tal medida
provoca. También le resulta posible una devaluación real de la moneda, alte-
rando el esquema de precios relativos, saliendo de los parámetros del modelo
y encarando una salida de la crisis con mayores (en cantidad y en diversidad)
exportaciones. Puede, además, recuperar más instrumentos de política econó-
mica, aunque eso no garantice sin más la efectividad de su utilización. Esas
alternativas le están vedadas a Portugal, a menos que quiebre los acuerdos con
la Unión Europea.9
Los impactos sobre el mercado de trabajo también deben analizarse con
algo de cuidado, pues allí inuyen algunas características geográcas e histó-
9 Sin embargo, algunos economistas creen posible abandonar el régimen cambiario sin repudiar el
resto de los acuerdos regionales (cf. Louçã y Ferreira do Amaral, 2014). Sin embargo, una salida
que no abandone la libre movilidad de capitales resulta por lo menos compleja. Una comparación
entre los grados de libertad para una salida en ambos tipos de regímenes cambiarios e internacio-
nales en los casos de Argentina y Grecia (véase Musacchio, 2012).
Cuadro 2. Esquema de similitudes y diferencias
Expansión Crisis Alternativas
Similitudes "Tríptico maldito" Problemas de la cuenta corriente Expansión masa salarial
Retraso cambiario Formas del ajuste Evolución del empleo
Deformación productiva Redistribución regresiva del
ingreso
Mayor autonomía de la política
económica
Deuda Estatización de la deuda Inversión pública
Diferencias Formas monetarias Tasas de interés Política cambiaria
Mercado de trabajo Gestión del tipo de cambio Política comercial
Campos de la valorización financiera Política presupuestaria
Ajuste de precios
Fuente: elaboración propia.
175
Neoliberalismo, inserción internacional y financiarización
rico-culturales no despreciables. Portugal tiene una larga tradición de fuertes
corrientes emigratorias. Por lo tanto, la expulsión de mano de obra del sistema
impulsa también una reducción de la población y, por el contrario, en los
momentos de expansión suele captar el retorno de una parte de los emigra-
dos. Las tasas de desempleo son, por lo tanto, menos uctuantes; mientras
la cuenta corriente se benecia de transferencias familiares desde el exterior.
Todo ello permite moderar el impacto de las variaciones del empleo sobre la
distribución del ingreso. En Argentina, con una menor propensión a emigrar,
los impactos sobre el desempleo y la distribución son más marcados. Es ese un
elemento distintivo singular de los mecanismos de regulación de ambos países
que ejerce una gran inuencia en la diferenciación.
5. ¿cómo construIr altErnatIvas?
La construcción de alternativas es un desafío común a ambos países, así como
para los modelos de tipo . En general, una política diferente debe com-
binar tres dimensiones: un cambio en los precios relativos que reposicione la
(re)producción de la base material, contener el drenaje de recursos y evitar
la sangría de excedentes y, por último, articular un programa de desarrollo
que transforme estructuralmente la base productiva. El desafío debe entonces
combinar un programa sólido desde lo técnico; sustentarse en una constela-
ción social con el poder suciente para imponer el cambio desde el plano po-
lítico; y nalmente, lograr la construcción un discurso que sustente el proceso
desde el plano narrativo. Se trata, en última instancia, de reconstruir al menos
en forma parcial la autonomía, proceso que se cristaliza en la recuperación de
instrumentos de política económica. Se trata, por supuesto de un desafío que
implica un cambio sociopolítico y no sólo técnico.
Desde esa perspectiva, de nuevo las experiencias comparadas de Argentina
(entre 2002 y 2015) y Portugal (desde 2015) resultan miradores interesantes.
Ambas experiencias muestran que tanto el modelo como la inserción inter-
nacional admiten un margen de maniobra para avanzar en proyectos alter-
nativos. También muestran que internamente existen, incluso en las clases
dominantes, márgenes para construir una constelación social y política dife-
rente, aunque sea de manera precaria.
Desde el campo técnico, ambas experiencias muestran que un punto de
apoyo de mediano plazo es reconstruir las bases del crecimiento a partir de
una política expansiva que se apoye en una distribución progresiva del ingreso
y la recreación del rol de los estados (tanto en la gestación del marco macro-
176
Andrés Musacchio
económico y social, como en la regulación y en la inducción por medio de la
inversión pública). Las dos experiencias muestran que una clave es quebrar
la dependencia de recurrir a nuevo endeudamiento, lo que implica sostener
cierto equilibrio scal y en la cuenta corriente, lo que suele llamarse “los su-
perávit gemelos”. En ese marco, la menor institucionalización de la restricción
monetaria y de la sujeción en la inserción internacional da a Argentina un
margen de maniobra mucho más amplio, en particular sobre el control di-
recto del drenaje de excedentes por medio de restricciones al libre ujo del
capital nanciero o del control a la inversión extranjera. Con una menor exi-
bilidad, Portugal ha podido aprovechar en tiempos recientes, no obstante,
brechas abiertas en la UE para escaparse al modelo de políticas absolutamente
ortodoxas.
La experiencia argentina muestra, sin embargo, que la falta de consisten-
cia técnica en las políticas de largo plazo pueden fortalecer la recreación del
bloque político que puja por un retorno al viejo modelo. Para Portugal, ese
desafío resulta doblemente difícil, pues los objetivos de transformación de
largo plazo sólo pueden plasmarse en el marco de una política diferente por
parte de la UE o rompiendo con la Eurozona, un camino que tanto desde lo
técnico como desde lo político puede resultar demasiado espinoso.
En ambos casos se puso de maniesto rápidamente que es más sencillo
retomar un proceso de crecimiento que articular una verdadera política de
desarrollo, para la cual es preciso un diagnóstico adecuado de las falencias
internas, un proceso de planicación explícito y una sustentabilidad política
de las nuevas condiciones.
bIblIografía
Alexandre, F. y Bação, P. (2014), “A história de uma economia desequilibrada”,
en F. Alexandre, F. Bação, P. Lains, M. Martins, M. Portela y M. Simões,
(orgs.), A economia portuguesa na União Europeia: 1986-2010, Coimbra,
Actual Editora.
Álvarez, I., Luengo, F. y Uxó, J. (2013), Fracturas y crisis en Europa, Buenos
Aires, Eudeba.
Azpiazu, D. y Schorr, M. (2010), Hecho en Argentina. Industria y economía
(1976-2005), Buenos Aires, Siglo XXI Editores.
Bazza, A., Lauxmann, C. y Fernández, V. (2018), “Variedades del capitalis-
mo en América Latina: el caso argentino”, en V. Fernández y M. Ebenau
177
Neoliberalismo, inserción internacional y financiarización
(eds.), Variedades de capitalismo entre centro y periferia, Buenos Aires, Miño
y Dávila.
Beaud, M. (1987), Le system national/mondial hiérarchisé. Une nouvelle lecture
du capitalisme mondial, París, La Decouverte.
Becker, J. y Jäger, J. (2012), “Integration in crisis: a regulationist perspective
on the interaction of european varieties of capitalism”, Competition and
Change, vol. 16, núm. 3, julio,  <https://doi.org/10.1179/102452941
2Z.00000000012>
Block, F. (1977), e origins of international economic disorder, Berkeley, .
Bohoslawsky, J. y Raer, K. (eds.) (2017), Sovereign debt crises: what have we
learned?, Cambridge, .
Bortz, P. y Kaltenbrunner, A. (2019), “La dimensión internacional de la -
nanciarización en economías subdesarrolladas”, en P. Chena y P. Biscay
(eds.), El imperio de las nanzas. Deuda y desigualdad, Buenos Aires, Miño
y Dávila.
Brenta, N. (2019), Historia de la deuda externa argentina, Buenos Aires,
Capital Intelectual.
Coimbra, P. (2017), “Desvalotização interna e desequilíbrios macroeconómi-
cos na zona euro”, en Economía com todos, Lisboa, Relógio d’agua.
European Commission (2011), “e Economic Adjustment Programme for
Portugal”, European Economy, Ocassional Papers No. 79, Bruselas.
Gambarotto, F. y Solari, S. (2015), “e peripheralization of southern euro-
pean capitalism within the ”, Review of International Political Economy,
vol. 22, núm. 4, agosto,  <https://doi.org/10.1080/09692290.2014.9
55518>
García Ruiz, J. (1992), “Sector nanciero y apertura económica: una pers-
pectiva comparada entre la Argentina y España”, en Ciclos en la Historia,
la Economía y la Sociedad, vol. 2, núm. 3, julio-diciembre, Buenos Aires,
.
Huschmid, J. (2008), “Nicht die Krise, der Finanzkapitalismus ist das Pro-
blem”, en M. Candeias y R. Rilling (eds.), Neues vom Finanzkapitalismus
und seinem Staat, Berlin, Dietz.
Lapavitsas, C. (2013), Proting without producing, Londres, Verso.
Léonard, Y. (2016), Histoire du Portugal contemporain, París, Chandeigne.
Louçã, F. y Ferreira do Amaral, J. (2014), A solução. Novo Escudo. O que fazer
no dia seguinte á saída de Portugal do Euro, Alfragide, Lua de papel.
178
Andrés Musacchio
Marcó del Pont, M. y Todesca, C. (2019), “Límites al desarrollo nacional en
un contexto global de nanciarización“, en P. Chena y P. Biscay (eds.),
El imperio de las nanzas. Deuda y desigualdad, Buenos Aires, Miño
y Dávila.
McKinnon, R. y Mathieson, D. (1981), How to manage a repressed economy?,
Princeton, Princeton University.
Mistral, J. (1986), “Régime international et trajectoires nationales”, en R.
Boyer (ed.), Capitalismes n de siècle, París, Presses Universitaires de
France.
Musacchio, A. (2019a), “Die Formen des Neoliberalismus und die Entwic-
klungsproblematik”, Zeitschrift Marxistische Erneuerung, núm. 118, junio,
Francfort, Forum Marxistische Erneuerung e.V.
______ (2019b), “Formas del neoliberalismo y relaciones internacionales”,
Ciclos en la Historia, la Economía y la Sociedad, núm. 53, segundo semestre,
Buenos Aires, . Disponible en <http://ojs.econ.uba.ar/index.php/re-
vistaCICLOS/article/view/1612/2284>
______ (2018), “El desarrollo en tiempos de neoliberalismo”, en Coyuntura y
Desarrollo, núm. 385, diciembre, Buenos Aires, .
______ (2013), “El ajuste: origen de la crisis europea”, Problemas del Desarrollo.
Revista Latinoamericana de Economía, vol. 44, núm. 173, México, -
, abril-junio.
______ (2012), “Umstrukturierung der Verschuldung und Wachstumsbe-
dingungen: Griechenland und Argentinien im Vergleich”, en PROKLA,
núm. 168, julio, Münster, Westfälisches Dampfboot.
Rapoport, M., Madrid, E., Musacchio, A. y Vicente, R. (2000), Historia eco-
nómica, política y social de Argentina, Buenos Aires, Macchi.
Reis, J. (2018), A economia portuguesa. Formas de economia política numa peri-
feria persistente (1960-2017), Coimbra, Almedina.
______ (2009), Ensaios de Economia Impura, Coimbra, Almedina.
Rodrigues, J., Santos, A. y Teles, N. (2016), A nanceirização do capitalismo
em Portugal, Lisboa, Actual.
Rodrigues, M. y Adao e Silva, P. (org.) (2015), Governar com a Troika: políticas
públicas em tempo de austeridade, Coimbra, Almedina.
Van der Pijl, K. (2014), e discipline of western supremacy. Modes of foreign
relations and political economy, vol. III, Londres, Pluto.
______ (2006), Global rivalries from the cold war to Iraq, Londres, Pluto.
Wolf, M. (2015), e shifts and the shocks, Londres, Penguin.
... La participación del capital extranjero así como sus condiciones de operación en el plano local, al igual que la incorporación a cadenas productivas transnacionales, también son un elemento a ponderar, tanto porque implican tener en cuenta la relación con esos capitales -y de múltiples actores-a la hora de la toma de decisiones, como por las lógicas de intermediación que se generan en el ámbito productivo (Musacchio, 2020). ...
... Por otra parte, es el aspecto donde existe una total imbricación entre política interna y externa, ya que todas las medidas están estrechamente vinculadas con actores del sistema internacional, sean unidades nacionales, organismos, empresas. Entre los trabajos que han desarrollado más claramente la relación entre los proyectos económicos y la política internacional se destacan los de Rapoport (2020), los de Moniz Bandeira (2006) (2013), Cervo (2003), Vidigal (2009), Musacchio (2020 (2016), Brenta (2019) Laufer (2008). ...
Article
Full-text available
Este artículo formaliza un esquema de dimensiones de análisis para la interpretación de la política exterioren un país periférico. Retoma tradiciones de las Relaciones Internacionales (RI) para poner en discusiónalgunas de ellas, y para rescatar la importancia de los estudios críticos e históricos como fuente de lareflexión conceptual. Analiza, en especial, los denominados condicionantes domésticos de la políticaexterior, los desagrega, para luego reivindicar la importancia de una historia total y de una interpretación más compleja de las fronteras entre “lo interno” y “lo externo”. El esquema analítico se relaciona con los siguientes objetivos: en primer lugar, recorrer brevemente las escuelas de pensamiento que han abordado la problemática de los condicionantes internos de la política exterior. Luego, desagregar las dimensiones de análisis para interpretar esos condicionantes, pero a la luz de una clara teoría del estado, de una corriente crítica y de un enfoque histórico de las relaciones internacionales. En tercer término, es intención de este estudio complejizar la distinción entre factores internos y externos, teniendo en cuenta distintos niveles de análisis donde ambos se encuentran profundamente relacionados.
... Del conjunto de transformaciones disparadas por el nuevo modelo emergente se fue desplegando una nueva trama de relaciones internacionales crecientemente asimétrica e inestable, visible a partir de la sucesión interminable de crisis puntuales y del sistema, que hemos analizado recientemente en diversos trabajos (Musacchio, 2019;2019b;2020b) y esquematizado con el rótulo de "formas del neoliberalismo". El modelo neoliberal se despliega y profundiza por medio de diversas formas nacionales específicas que reproducen y amplían la brecha existente entre desarrollo y subdesarrollo, a partir del cruce de dos problemáticas complementarias. ...
... Como indicábamos en la primera parte, una característica central del subdesarrollo es la fuga de capitales por diversas vías. Esta problemática afecta a los cuatro países del Mercosur, pero también al sur y al este de Europa (Musacchio, 2020b), motivo por el cuál algunos economistas insisten en la necesidad, para los países del sur europeo, de recuperar su soberanía monetaria y su control sobre los flujos de capitales (Louza y Ferreira do Amaral, 2014). El acuerdo prevé dos conjuntos de excepciones a la autorización general a transferir libremente recursos en moneda convertible: restricciones vinculadas a crisis excepcionales y a transacciones ilegales provenientes de lavado de dinero o evasión fiscal. ...
Chapter
Full-text available
En este trabajo procuraremos desgranar algunos elementos que caracterizan específicamente la relación desarrollo-subdesarrollo en tiempos de neoliberalismo, para desprender de ellos instrumentos y caminos que resul- tan imprescindibles para relanzar un proceso sostenido de desarrollo de las fuerzas productivas en países como los del Mercosur —pero también para los del sur y el este de Europa—. Confrontaremos, finalmente, esa perspectiva con algunos aspectos controvertidos del acuerdo y su incidencia sobre el diseño de una política de desarrollo.
... Otra característica de los países subdesarrollados es la baja capacidad de autonomía interna para tomar decisiones, para retener los excedentes generados y para modelar la estructura productiva (Musacchio, 2020b). El fenómeno se complejiza hoy por el despliegue de una economía virtual que deslocaliza aún más las decisiones y dificulta su control. ...
Article
Full-text available
La crisis contemporánea prefigura la transición hacia un modelo nuevo, disparando las discusiones sobre alternativas de organización social y relanzando la discusión del concepto de “democracia económica”. ¿Qué se entiende por esto último y cómo se inserta en la matriz de la economía política? Siendo un concepto poco discutido, tiene aristas definidas, que enfatizan la capacidad de incidir en las decisiones del proceso económico en los tres niveles económicos: el nivel micro, el mesoeconómico y el macropolítico. La democracia económica potencia debates sobre la propiedad del producto y los medios de producción, las formas de la circulación y el rol del mercado como asignador de recursos, confrontando la planificación central. En este artículo exploraremos el concepto de democracia económica y confrontaremos su poder explicativo con la realidad argentina.
... Otra característica de los países subdesarrollados es la baja capacidad de autonomía interna para tomar decisiones, para retener los excedentes generados y para modelar la estructura productiva (Musacchio, 2020b). El fenómeno se complejiza en el mundo actual por el despliegue de una economía virtual que deslocaliza aún más las decisiones y dificulta su control democrático. ...
Conference Paper
Full-text available
Para muchos analistas, la crisis social, económica y ecológica actual es el inicio de la transición hacia un modelo nuevo, que dispara la discusión sobre formas nuevas de organización social y vuelve a colocar en la discusión el concepto de democracia económica. Por lo pronto, resulta necesario precisar el concepto y su inserción en la matriz de la economía política. Aunque poco discutido, tiene aristas bien definidas, en las que se enfatiza la capacidad de los actores involucrados para incidir en las decisiones del proceso económico. Especialmente relevante en el contexto es el juego de los tres niveles económicos: el nivel micro (con los debates en torno a las decisiones dentro de la empresa y el derecho de cogestión obrera), el nivel mesoeconómico (como se reasigna el excedente entre ramas, quien lo decide y cómo se planifica) y el macroeconómico (cooptación del Estado por parte de un grupo o clase o democracia política sustentada en la democracia económica). La democracia económica reintroduce las discusiones sobre la propiedad del producto y de los medios de producción o sobre las formas de la circulación y el rol y las características del mercado como asignador "democrático" de los recursos en contraposición con la planificación central. En el presente artículo exploraremos los análisis en torno al concepto de democracia económica y confrontaremos su poder explicativo frente a contextos muy diferentes a los que sirven de puntos de partida teóricos. Tamizados por las estructuras económicas y sociales de países de bajo desarrollo relativo de las fuerzas productivas, los ejes estructurantes de la discusión se corren de una forma evidente.
Article
Full-text available
Este artículo analiza el nuevo acuerdo entre el Fondo Monetario Internacional (FMI) y Argentina firmado en el año 2018. Considerando la experiencia previa con el Fondo, contesto qué hay de nuevo en este periodo de endeudamiento. Desde la perspectiva neogramsciana, argumento que el FMI ha aplicado la estrategia de transformismo al incorporar un novedoso “pilar social” destinado a los pobres y las mujeres. Basado en el uso de fuentes primarias y secundarias, sostengo que la consideración de la pobreza fue un intento del Fondo por auto legitimar su regreso y desarticular el posible avance contrahegemónico, ya que buscó incorporar a aquellos que obstaculizaron la implementación de la agenda neoliberal hacia fines de los 90. A su vez, demuestro que la perspectiva de género carece de contenido y condicionalidades, por lo que opera como una estrategia discursiva para legitimar el Acuerdo al tomar un tema relevante en la agenda local. En cualquier caso, el pilar social no ha sido suficiente para consolidar una nueva hegemonía neoliberal.
Preprint
Full-text available
RESUMEN El neoliberalismo se encuentra probablemente en su fase de crisis terminal. Sin embargo, aún continúa jugando un papel central en la estructuración de las relaciones internacionales y, con el intento de algunos países como Argentina y Brasil de volver decididamente a los parámetros especificados por el modelo, ha cobrado nueva relevancia. Para distinguir la manera en que el neoliberalismo estructura la matriz de vínculos económicos internacionales, debe profundizarse en las diferentes formas que adopta en diversos países. El objetivo central de este trabajo es, precisamente abordar los lineamientos más generales de la caracterización de sus dos formas principales, que denominamos neomercantilismo y neoliberalismo financiarizado. A partir de allí, se analizan las características del vínculo que se establece entre países que adoptan las diferentes variantes, concluyendo que ambas formas se entrelazan en un vínculo internacional profundamente asimétrico y desequilibrado. Se trata de una profundización del vínculo entre desarrollo y subdesarrollo, que tiene un papel fundamental para una creciente polarización internacional, pero también al interior de los estados nacionales. Finalmente, se abordan algunos aspectos novedosos que introducen una crisis que anticipa el derrumbe del modelo neoliberal. Palabras clave: neoliberalismo, relaciones internacionales, neomercantilismo, financiarización. ABSTRACT Neoliberalism is probably at the face of a terminal crisis. However, it still continues to play a central role in structuring international relations and has also gained new
Article
Full-text available
El neoliberalismo se encuentra probablemente en su fase de crisis terminal. Sin embargo, aún continúa jugando un papel central en la estructuración de las relaciones internacionales y, con el intento de algunos países como Argentina y Brasil de volver decididamente a los parámetros especificados por el modelo, ha cobrado nueva relevancia. Para distinguir la manera en que el neoliberalismo estructura la matriz de vínculos económicos internacionales, debe profundizarse en las diferentes formas que adopta en diversos países. El objetivo central de este trabajo es, precisamente abordar los lineamientos más generales de la caracterización de sus dos formas principales, que denominamos neomercantilismo y neoliberalismo financiarizado. A partir de allí, se analizan las características del vínculo que se establece entre países que adoptan las diferentes variantes, concluyendo que ambas formas se entrelazan en un vínculo internacional profundamente asimétrico y desequilibrado. Se trata de una profundización del vínculo entre desarrollo y subdesarrollo, que tiene un papel fundamental para una creciente polarización internacional, pero también al interior de los estados nacionales. Finalmente, se abordan algunos aspectos novedosos que introducen una crisis que anticipa el derrumbe del modelo neoliberal.
Article
Full-text available
After the crisis of 2001/2002 Argentina was confronted with similar problems as Greece is nowadays. Argentina, however, recovered quickly. The article discusses which chances Greece has to follow a similar path of development and which are the obstacles for such a path.
Article
Full-text available
El neoliberalismo se encuentra probablemente en su fase de crisis terminal. Sin embargo, aún continúa jugando un papel central en la estructuración de las relaciones internacionales y, con el intento de algunos países como Argentina y Brasil de volver decididamente a los parámetros especificados por el modelo, ha cobrado nueva relevancia. Para distinguir la manera en que el neoliberalismo estructura la matriz de vínculos económicos internacionales, debe profundizarse en las diferentes formas que adopta en diversos países. El objetivo central de este trabajo es, precisamente abordar los lineamientos más generales de la caracterización de sus dos formas principales, que denominamos neomercantilismo y neoliberalismo financiarizado. A partir de allí, se analizan las características del vínculo que se establece entre países que adoptan las diferentes variantes, concluyendo que ambas formas se entrelazan en un vínculo internacional profundamente asimétrico y desequilibrado. Se trata de una profundización del vínculo entre desarrollo y subdesarrollo, que tiene un papel fundamental para una creciente polarización internacional, pero también al interior de los estados nacionales. Finalmente, se abordan algunos aspectos novedosos que introducen una crisis que anticipa el derrumbe del modelo neoliberal.
Article
Full-text available
Cambridge Core - International Trade Law - Sovereign Debt Crises - edited by Juan Pablo Bohoslavsky
Article
Full-text available
The goal of this work is to analyze the impact on the European Union of institutional transformations to the adjustment policies of the nation states since the 1980s in the face of external shocks or internal problems. The loss of instruments of economic policy focused adjustments on the labor market and social security, driving regressive income distribution, the partial dismantling of the welfare state and precarious employment. These tendencies were reinforced with the need to retain or attract investment in a context of strong economic competition due to location, which fostered capital “friendly” policies at the expense of labor standards and income distribution. These issues have largely contributed to the combination of debt and stagnation, which are at the root of the current crisis.
Chapter
Chile from 1974 to the present is one of the few recent examples of a sustained economic liberalisation; fiscal, exchange-rate and monetary policies were manipulated more or less correctly (with the possible exception of wage indexing) to secure free trade, an unrestricted domestic capital market, rapid real growth and a stable currency.
Article
The whole pattern of European integration is in crisis and important institutional transformations can be observed. It is argued that traditional comparative approaches, such as the Varieties of Capitalism literature, fall short in providing an adequate analytical framework to deal with the European crisis. We propose applying a theoretical framework which allows us to focus on the specific and asymmetric linkages between national economies in combination with a systematic analysis of institutions at different spatial levels. This is provided by a modified and expanded regulation approach. We provide an empirical overview of the different regimes of accumulation and their interaction, and our analysis of the asymmetric interaction helps us to explain the crisis and its dynamics. In addition, we analyse the reactions to the crisis and the consequences in terms of institutional transformations at different spatial levels. Finally, conclusions regarding the dynamics of future political-economic developments in Europe are drawn.
Article
The paper discusses the problem of the Southern European (SE) capitalism and its difficult path into the EMU (European Monetary Union), looking at the remote causes of the crisis that hit these economies. For this reason, we consider European countries as a set of asymmetrically integrated variety of capitalism. The institutional configuration chosen by Europe to aggregate the many varieties of capitalism not only reduced the political autonomy of the single states, but effectively hindered the specific coordination mechanism of Southern European (SE) capitalism which was importantly based on state intervention as a structural element and on inflationary policies. Despite the deep market-oriented reforms this change caused both structural and macroeconomic unbalances. The aim of the paper is to integrate some principles of the variety of capitalism and the dynamics of institutional change with some insights inspired by the work of Arrighi to supply a synthetic and ‘alternative’ perspective on the difficult role that Southern countries are experiencing in Europe.