Content uploaded by Luis J. Ramirez-Nuñez
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Rev
Esp
Cir
Ortop
Traumatol.
2020;64(3):151---159
www.elsevier.es/rot
Revista
Española
de
Cirugía
Ortopédica
y
Traumatología
ORIGINAL
Osteotomía
periacetabular
en
el
tratamiento
de
displasia
de
cadera
mediante
técnica
mini-invasiva.
Nuestros
resultados
a
medio
plazo
en
131
casos
L.
Ramírez-Nú˜
neza,∗,
J.
Payo-Ollerob,
M.
Comasa,
C.
Cárdenasa,
V.
Bellottia,
E.
Astaritaa,
G.
Chacón-Cascioay
M.
Ribasa
aInstituto
Catalán
de
Traumatología
y
Medicina
Deportiva
(ICATME),
Hospital
Universitario
Quirón
Dexeus,
Barcelona,
Espa˜
na
bDepartamento
Cirugía
Ortopédica
y
Traumatología,
Clínica
Universidad
de
Navarra,
Pamplona,
Espa˜
na
Recibido
el
12
de
agosto
de
2019;
aceptado
el
18
de
enero
de
2020
Disponible
en
Internet
el
17
de
marzo
de
2020
PALABRAS
CLAVE
Osteotomía
periacetabular;
Displasia
residual
de
cadera;
Cadera;
Cirugía
de
preservación
de
cadera;
Cirugía
mínimamente
invasiva
Resumen
Antecedentes
y
objetivo:
La
osteotomía
periacetabular
(OPA)
es
una
técnica
utilizada
para
el
tratamiento
de
la
displasia
residual,
incluso
en
caderas
inestables
con
cobertura
acetabular
limitada.
El
objetivo
de
este
estudio
es
analizar
los
resultados
funcionales,
radiológicos
y
las
complicaciones
en
pacientes
tratados
mediante
OPA
mini-invasiva.
Materiales
y
métodos:
Estudio
retrospectivo
que
analiza
131
casos
intervenidos
con
OPA
en
nuestro
centro.
Se
determinó
de
forma
prequirúrgica
y
al
final
del
seguimiento
el
grado
de
degeneración
articular
con
la
escala
de
Tönnis,
el
ángulo
de
Wiberg,
el
índice
acetabular,
el
ángulo
de
cobertura
anterior,
el
espacio
articular,
las
posibles
complicaciones
y
el
resultado
funcional
mediante
la
escala
Non-Arthritic
Hip
Score.
Resultados:
La
edad
media
de
32,3
±
9,5
(DE)
a˜
nos,
102
(77,9%)
fueron
mujeres
y
29
(22,1%)
fueron
hombres.
El
seguimiento
fue
de
7,7
±
2,8
(DE)
a˜
nos.
Se
obtuvo
una
mejora
en
los
paráme-
tros
radiológicos
entre
el
momento
prequirúrgico
y
al
final
del
seguimiento,
ángulo
de
Wiberg
de
+18,5◦(18,3◦versus
36,8◦,
IC
95%:
17,3
a
19,7),
ángulo
de
cobertura
anterior
de
+13,5◦
(26,2◦versus
39,7◦,
IC
95%:
11,6
a
15,4)
y
el
índice
acetabular
de
---11,1◦(19,5◦versus
8,4◦;
IC
95%:
---12,1
a
---10,1).
Además,
los
resultados
funcionales
con
la
escala
Non-Arthritic
Hip
Score
mejoraron
en
+31,3
puntos
(60,7
prequirúrgico
versus
92
último
seguimiento
posquirúr-
gico;
IC
95%:
28,7
a
33,8).
La
complicación
más
frecuente
fue
la
disestesia
transitoria
del
nervio
fémoro-cutáneo
lateral
en
10
casos
(7%).
Conclusión:
La
osteotomía
periacetabular
mediante
el
abordaje
mini-invasivo
es
una
técnica
reproducible,
permite
restaurar
la
cobertura
acetabular
y
proporciona
una
mejora
en
las
escalas
funcionales
según
confirma
nuestra
serie.
©
2020
SECOT.
Publicado
por
Elsevier
Espa˜
na,
S.L.U.
Todos
los
derechos
reservados.
∗Autor
para
correspondencia.
Correo
electrónico:
luis.ramirez@icatme.com
(L.
Ramírez-Nú˜
nez).
https://doi.org/10.1016/j.recot.2020.01.003
1888-4415/©
2020
SECOT.
Publicado
por
Elsevier
Espa˜
na,
S.L.U.
Todos
los
derechos
reservados.
152
L.
Ramírez-Nú˜
nez
et
al.
KEYWORDS
Periacetabular
osteotomy;
Residual
hip
dysplasia;
Hip;
Hip
preservation
surgery;
Mini-invasive
surgery
Periacetabular
osteotomy
for
hip
dysplasia
treatment
through
a
mini-invasive
technique.
Our
results
at
mid-term
in
131
cases
Abstract
Background
and
objective:
Periacetabular
osteotomy
(PAO)
is
an
accepted
and
worldwide
tech-
nique
recognized
for
residual
dysplasia
treatment
and
even
in
unstable
hips
with
limited
acetabular
coverage.
The
aim
of
this
study
is
to
analyse
the
functional,
radiological
and
compli-
cation
results
in
patients
treated
with
mini-invasive
PAO.
Material
and
methods:
We
performed
a
retrospective
study
in
which
we
analysed
131
cases
undergoing
mini-invasive
PAO
at
our
centre.
The
degree
of
joint
degeneration
was
evaluated
with
Tönnis
scale,
Wiberg
angle,
acetabular
index
(AI),
anterior
coverage
angle
(AC),
joint
space,
complications
and
functional
outcome
with
the
Non-Arthritic
Hip
Score
(NAHS)
were
analysed
preoperatively
and
at
the
end
of
follow-up.
Results:
The
average
age
was
32.3
±
9.5
(SD)
years,
102
(77.9%)
were
female
and
29
(22.1%)
were
male.
7.7
±
2.8
(SD)
years
follow
up.
The
radiological
parameters
improved
between
the
pre-surgical
phase
and
the
end
of
follow-up,
Wiberg
angle
+18.5◦(18.3◦versus
36.8◦,
95%
CI
17.3
to
19.7),
AC
angle
+13.5◦(26.2◦versus
39.7◦,
95%CI
11.6
to
15.4)
and
the
AI
-11.1◦(19.5◦
versus
8.4◦;
95%CI
-12.1
to
-10,1).
In
addition,
the
functional
results,
with
the
NAHS
scale,
improved
+31.3
points
(60.7
pre-surgical
versus
92
at
the
end
of
follow-up,
95%
CI
28.7
to
33.8).
The
most
common
complication
was
transient
lateral
femoral
cutaneous
nerve
hypoaesthesia
in
10
cases
(7%).
Conclusion:
The
mini-invasive
PAO
approach
is
a
reproducible
technique,
it
allows
restoration
of
acetabular
coverage
and
provides
an
improvement
in
functional
scales
as
confirmed
by
our
series.
©
2020
SECOT.
Published
by
Elsevier
Espa˜
na,
S.L.U.
All
rights
reserved.
Introducción
La
displasia
residual
y
del
desarrollo
de
la
cadera,
cono-
cida
en
la
literatura
anglosajona
como
developmental
dysplasia
of
the
hip
(DDH),
consiste
en
una
serie
de
anormalidades
anatómicas,
de
las
que
resulta,
como
la
más
destacable,
una
cobertura
acetabular
insuficiente,
condicionando
una
distribución
anómala
de
las
cargas.
En
consecuencia,
se
produce
un
aumento
de
presión
de
contacto
al
nivel
del
cartílago
articular
e
inesta-
bilidad
articular,
predisponiendo
al
da˜
no
del
complejo
condrolabral,
estructuras
periarticulares
y
a
una
eventual
coxartrosis1 --- 3 .
El
objetivo
de
la
cirugía
de
preservación
de
cadera
consiste
en
corregir
fundamentalmente
las
anormalidades
anatómicas
y
los
da˜
nos
condrolabrales
que
llevan
a
la
dege-
neración
articular
temprana,
con
la
intención
de
prevenir
o
retrasar
la
aparición
de
una
artrosis
secundaria4.
Por
tanto,
en
ausencia
de
degeneración
del
cartílago
articular,
los
pacientes
jóvenes
(15-40
a˜
nos),
activos
y
con
estos
cam-
bios
anatómicos
sintomáticos
son
candidatos
al
tratamiento
quirúrgico5.
La
osteotomía
periacetabular
(OPA),
osteotomía
de
Ganz
o
también
conocida
como
osteotomía
Bernesa,
ha
ganado
en
las
últimas
décadas
una
progresiva
aceptación,
con-
virtiéndose
actualmente
en
el
gold-standard
en
pacientes
esqueléticamente
maduros4,6,7.
La
OPA
consiste
en
una
osteotomía
alrededor
del
ace-
tábulo,
de
corte
poligonal,
que
permite
su
reorientación,
pudiéndose
de
esta
manera
obtener:
-
Distribución
equilibrada
de
las
cargas
sobre
la
cabeza
femoral.
-
Mejor
cobertura
acetabular
en
todos
los
planos.
-
Mantenimiento
del
contacto
del
cartílago
hialino
acetabu-
lar
con
el
femoral.
Ganz
et
al.6describieron
esta
técnica
en
1988
a
través
de
un
abordaje
de
Smith-Petersen
modificado
con
desin-
serción/reinserción
de
los
músculos
de
la
espina
ilíaca
anterosuperior
y
el
recto
anterior,
proporcionando
así
una
correcta
exposición
del
acetábulo.
En
2008
la
escuela
de
Aarhus
(Prof.
Søballe;
Troelsen
et
al.7)
describió
una
modificación
mini-invasiva
de
la
téc-
nica
clásica
de
OPA,
basada
principalmente
en
un
cambio
del
abordaje
quirúrgico.
Este
abordaje
consiste
en
un
abor-
daje
inguinal
trans-sartorial,
y
presenta
varios
beneficios
respecto
a
la
técnica
clásica6,
entre
los
cuales
destaca
una
manifiesta
disminución
del
tiempo
quirúrgico,
directamente
en
relación
con
la
curva
de
aprendizaje,
pero
con
menor
pérdida
sanguínea
y
con
disminución
de
los
requerimientos
transfusionales,
menor
dolor
postoperatorio,
rápida
recu-
peración
funcional
y
beneficios
estéticos,
debido
a
que
la
incisión
se
realiza
en
la
misma
dirección
que
las
líneas
de
Langer.
Además
de
los
beneficios
inherentes
a
los
distintos
tipos
de
abordaje8,9,
resalta
la
relevancia
de
los
resulta-
dos
clínico-funcionales
de
estos
pacientes.
El
seguimiento
clínico
a
corto-medio
plazo
muestra
un
alivio
sintomático
y
una
mejoría
funcional
en
un
40-97%
de
los
pacientes10,11.
Además,
se
ha
descrito
hasta
un
71%
de
reincorporación
a
Nuestra
experiencia
en
osteotomía
periacetabular
mini-invasiva
153
actividades
deportivas,
similar
o
incluso
de
mayor
intensi-
dad
después
de
la
OPA12---14.
En
este
grupo
de
pacientes
cabe
destacar
una
mejoría
clínica
en
relación
con
el
dolor
y
sin
comprometer
el
reinicio
de
actividades
deportivas
a
niveles
previos
preoperatorios12.
Los
objetivos
del
estudio
son:
1.
Descripción
de
nuestra
serie
inicial
de
pacientes
tratados
de
DDH
mediante
OPA
mini-invasiva.
2.
Descripción
de
los
resultados
funcionales
de
nuestros
pacientes.
3.
Enumerar
los
consejos
técnicos
del
procedimiento,
basándonos
en
nuestra
experiencia.
4.
Descripción
de
las
complicaciones,
con
la
curva
de
apren-
dizaje
realizada,
relacionadas
con
este
procedimiento.
Material
y
métodos
Realizamos
un
estudio
retrospectivo
de
los
pacientes
inter-
venidos
en
nuestro
centro
mediante
OPA
con
abordaje
mini-invasivo,
descrito
por
Troelsen
et
al.7,
en
un
periodo
de
9
a˜
nos
que
va
desde
2007
hasta
diciembre
de
2016.
Se
incluyeron
en
el
estudio
aquellos
pacientes
que
tuvieran
dolor
de
características
mecánicas
de
cadera
persistente,
displasia
de
cadera,
interlínea
articular
con-
gruente,
espacio
articular
mayor
de
3
mm,
flexión
de
cadera
mayor
de
110◦y
rotación
interna
de
la
cadera
menor
de
15◦.
De
un
total
de
145
OPA
con
abordaje
mini-invasivo
reali-
zadas
en
el
periodo
se˜
nalado,
3
fueron
excluidas
por
no
estar
los
parámetros
radiológicos
integrados
en
nuestro
sistema
radiológico
digital,
4
por
faltar
tanto
parámetros
radioló-
gicos
digitales
como
funcionales
y
7
por
no
disponer
de
su
completo
seguimiento.
En
consecuencia,
se
incluyeron
131
casos
realizados
en
118
pacientes
(13
bilateral).
Se
determinaron
como
variables
los
parámetros
demográ-
ficos
(edad,
sexo),
lado
de
la
intervención,
los
parámetros
radiológicos
(ángulo
de
Wiberg
o
ángulo
borde-centro-
lateral15,
ángulo
de
cobertura
lateral16,
índice
acetabular
o
ángulo
de
Tönnis17 e
interlínea
articular
de
la
articula-
ción
coxa-femoral)
en
el
momento
prequirúrgico
y
al
final
del
seguimiento.
Además,
se
midieron
las
complicaciones
(disestesias
transitorias
del
nervio
fémoro-cutáneo
lateral,
paresia
del
nervio
ciático,
conversión
a
prótesis
total
de
cadera,
choque
femoroacetabular)
durante
el
seguimiento
y
los
resultados
funcionales
mediante
la
escala
Non
Arthritic
Hip
Score
(NAHS)18 en
el
momento
prequirúrgico
y
al
final
del
seguimiento.
Técnica
quirúrgica
El
paciente
es
colocado
en
decúbito
supino
sobre
una
mesa
radiotransparente.
Se
administra
la
profilaxis
antibiótica
(cefazolina
2
g)
y
ácido
tranexámico
(1
g)
antes
de
la
inter-
vención.
La
anestesia,
general,
debe
hacerse
con
bajas
dosis
de
relajante
muscular
(tabla
1).
En
nuestro
centro
esta
intervención
se
realiza
siempre
con
un
equipo
de
rayos
X
(OEC
Fluorostar
7900
series,
GE
OEC
Medical
Systems
Inc,
Wendelstein,
Alemania),
monitori-
zación
neurofisiológica
intraoperatoria,
un
cirujano
vascular
y
un
sistema
de
autotransfusión
continua
(Continuous
Auto-
Transfusion
System
C.A.T.S®plus,
Fresenius
Kabi
AG,
Bad
Homburg,
Alemania)
(tabla
1).
El
equipo
de
rayos
X
se
coloca
por
debajo
de
la
mesa
quirúrgica,
y
antes
de
finalizar
la
colocación
del
paciente
debemos
de
asegurarnos
de
que
se
pueden
realizar
las
proyecciones
anteroposterior
(AP)
y
falso
perfil
de
Lequesne
(tabla
1).
La
monitorización
neurofisio-
lógica
intraoperatoria
se
realiza
por
un
neurofisiólogo
que
recoge
la
actividad
motora
y
sensitiva
de
los
grupos
muscula-
res
abductores,
recto
anterior,
vasto
medial,
isquiotibiales,
gastrocnemio,
peroneo
largo,
tibial
posterior
y
aductor
del
primer
dedo
del
pie.
Esto
nos
permite
monitorizar
las
se˜
nales
motoras
y
sensitivas
del
nervio
femoral,
ciático
y
obturador,
mientras
se
realizan
las
osteotomías
(tabla
1).
La
presencia
de
un
cirujano
vascular
es
debido
a
que
existe
un
riesgo
de
lesión
de
la
corona
mortis
que
se
trata
de
una
anastomosis
retropúbica
entre
la
arteria
ilíaca
externa
(o
vasos
epigás-
trico
profundos)
y
la
arteria
obturatriz.
Esta
arteria
suele
estar
localizada
1
cm
medial
del
corte
del
pubis
(tabla
1).
A
continuación,
se
colocan
los
campos
quirúrgicos,
se
rea-
liza
el
abordaje
inguinal
trans-sartorial
descrito
por
Söballe
(Troelsen
et
al.7),
con
especial
hincapié
en
la
identificación
y
liberación
subfascial
del
nervio
femorocutáneo
lateral,
con
la
finalidad
de
proporcionarle
la
máxima
capacidad
de
des-
plazamiento,
y
se
realizan
las
osteotomías
en
el
siguiente
orden:
1.
Primera
osteotomía
(fig.
1).
Osteotomía,
con
escoplo,
de
la
rama
iliopubiana
a
1
cm
medial
al
acetábulo.
Se
realiza
flexionando
la
cadera
de
80◦a
90◦y
una
ligera
rotación
interna
para
relajar
el
psoas
ilíaco
y
el
nervio
femoral.
La
osteotomía
debe
ser
precisa,
a
no
más
de
1
cm
del
ángulo
superolateral
del
foramen
obturador,
y
es
controlada
con
rayos
X
mediante
las
proyecciones
AP
y
neutra
y
oblicuas
inlet
y
outlet.
2.
Segunda
osteotomía
(fig.
2).
Osteotomía,
con
escoplo,
de
la
fosa
infra-acetabular
bajo
control
fluoroscópico
con
las
proyecciones
AP
y
Lequesne.
En
primer
lugar
se
realiza
disección
roma
con
tijeras
largas
de
Metzenbaum
para
crear
un
orificio
por
donde
se
pueda
introducir
sobre
el
borde
exterior
del
agujero
obturatriz
el
osteotomo
de
Ganz
o
Matta.
La
osteotomía
no
debe
sobrepasar
la
cortical
posterior
del
isquion.
Importante
mantenerse
aproximadamente
1
cm
antes
de
la
cortical
posterior
del
isquion
para
no
crear
una
discontinuidad
pélvica.
3.
Tercera
osteotomía
(fig.
3).
Con
el
escoplo
angulado
de
Ganz
de
doble
punta
y
2,5
cm
de
ancho
se
realiza
un
corte
que
conecta
un
punto
situado
a
media
distancia
entre
la
línea
articular
acetabular
y
la
espina
ciática.
Este
corte
se
realiza
en
proyección
alar
de
Lequesne
(nos
dará
la
longitud)
y
anteroposterior
(nos
dará
la
anchura)
y
con
la
cadera
en
flexión
de
80-90◦con
discreta
rotación
externa
para
relajar
el
nervio
ciático,
debido
a
su
cercanía.
4.
Cuarta
osteotomía
(fig.
4).
Único
corte
que
se
realiza
con
sierra
oscilante
y
visualización
directa.
La
osteoto-
mía
discurre
desde
el
ala
ilíaca,
debajo
de
la
espina
ilíaca
anterosuperior
(3,5
cm
supracetabular),
hasta
1
cm
del
borde
pélvico
(tabla
1).
Se
controla
con
fluoroscopia
en
proyección
de
pelvis
AP.
5.
Quinta
osteotomía
(fig.
5).
Llamada
«osteotomía
de
unión».
Va
desde
1
cm
del
ala
pélvica
a
unirse
con
la
parte
más
alta
de
la
tercera
osteotomía.
Esta
osteoto-
mía,
a
diferencia
de
todos
los
autores,
la
realizamos
con
2
osteotomos
de
Lambotte,
y
bajo
control
fluoroscópico
154
L.
Ramírez-Nú˜
nez
et
al.
Tabla
1
Consejos
y
trucos
para
la
realización
de
la
osteotomía
periacetabular
mini-invasiva
Pre-operatorio
Planificación
pre-operatoria
de
los
cortes
periacetabulares
y
de
la
orientación
acetabular
esperada.
Radiológicos
El
equipo
de
rayos
X
debe
poder
movilizarse
de
una
proyección
AP
a
un
falso
perfil
de
Lequesne.
De
lo
contrario,
no
seremos
precisos
en
la
realización
de
cada
uno
de
los
cortes
que
componen
la
OPA
El
falso
perfil
de
Lequesne
requiere
una
inclinación
de
30◦a
40◦,
permitiendo
una
mejor
exposición
de
la
columna
posterior
La
modificación
de
la
altura
de
la
mesa
quirúrgica
permite
aumentar
la
visión
frontal
con
el
equipo
de
rayos
X,
para
permitir
el
centrado
de
la
sínfisis
púbica,
intentando
que
sea
lo
más
parecida
a
la
radiografía
de
la
pelvis
ortoestática
Neurológicos
Colaboración
de
un
neurofisiólogo
para
monitorizar
las
respuestas
motoras
y
sensitivas
del
nervio
femoral,
ciático
y
obturador
Vasculares
Colaboración
de
un
cirujano
vascular
por
riesgo
de
lesión
de
la
corona
mortis
que
suele
estar
localizada
a
1
cm
medial
del
corte
del
pubis
Utilizar
un
sistema
de
autotransfusión
continua
para
minimizar
la
pérdida
de
sangre
durante
el
procedimiento
Quirúrgicos
Posicionar
al
paciente
en
decúbito
supino
en
mesa
radiotransparente
Anestesia
general
con
baja
dosis
de
relajante
muscular
para
no
interferir
en
las
mediciones
neurofisiológicas.
No
se
recomienda
anestesia
epidural,
ya
que
podría
enmascarar
una
complicación
vascular
y
neurológica
Los
osteotomos
deben
estar
siempre
lo
suficientemente
afilados
Seguir
el
orden
estricto
de
las
osteotomías
No
traccionar
demasiado
el
músculo
iliopsoas,
ya
que
puede
da˜
nar
el
nervio
femorocutáneo
lateral
y
el
nervio
femoral
Durante
el
2.◦,
3.er y
5.◦corte
la
cadera
debe
descansar
con
una
ligera
rotación
externa
de
20.◦a
30.◦y
90.◦de
flexión
de
rodilla
para
desplazar
lateralmente
y
mantener
el
nervio
ciático
y
las
arterias
glúteas
relajadas
En
el
4.◦corte
puede
ser
útil
delimitar
la
osteotomía
introduciendo
una
aguja
de
Kirschner
al
lado
de
la
corteza
del
ilion
lateral,
y
utilizar
un
retractor
romo
retrovertido
radiolúcido
para
proteger
los
vasos
glúteos
superiores
No
coloque
el
retractor
romo
retrovertido
demasiado
alto
para
no
da˜
nar
el
plexo
lumbar
La
reorientación
acetabular
se
debe
realizar
con
la
cadera
en
flexión.
Si
se
realiza
en
extensión
la
cápsula
y
los
ligamentos
iliofemorales
se
tensan
y
pueden
llevar
a
la
retroversión
del
fragmento
Para
la
reorientación
acetabular
la
pinza
de
Hernández-Ros
o
un
tornillo
de
Schanz
bicortical
roscado
de
8
mm,
utilizado
en
forma
de
joystick,
puede
servir
de
ayuda.
Se
debe
colocar
en
la
parte
más
superomedial
del
fragmento
para
no
forzarlo;
de
lo
contrario,
tiene
riesgo
de
una
rotura
inesperada
Dolor
postoperatorio
Utilizar
un
catéter
local
intralesional
durante
las
primeras
24-48
horas
para
infiltrar
cada
8
horas
un
bolo
de
20
cc
que
contiene
10
cc
de
ropivacaina
al
0,7%,
9
cc
de
suero
fisiológico
y
1
cc
de
ketorolaco
(30
mg)
Figura
1
Primera
osteotomía;
osteotomía
púbica
inmediatamente
después
de
la
lágrima.
Supervisado
por
radiografías
de
pelvis
antero-posterior.
con
proyección
de
Lequesne
y
AP.
En
este
momento
el
acetábulo
se
separa
del
resto
de
la
pelvis.
6.
Reorientación
del
acetábulo.
Este
es
el
paso
de
mayor
complejidad
(tabla
1).
A
veces,
el
anestesista
debe
inducir
relajación
muscular
adicional
(especialmente
en
pacientes
muy
musculados)
para
poder
reorientar
el
ace-
tábulo.
El
objetivo
es
obtener
una
ligera
medialización
del
fragmento
acetabular
y
una
cubierta
lateral
y
ante-
versión
fisiológica
según
lo
planificado.
Para
ello:
-
El
centro
de
la
cabeza
femoral
debe
estar
localizado
a
4
o
5
mm
del
borde
posterior
acetabular.
-
El
borde
anterior
acetabular
no
debe
cruzar
el
borde
pos-
terior
y
debe
ser
proyectado
aproximadamente
a
1/3
de
la
pared
posterior.
Nuestra
experiencia
en
osteotomía
periacetabular
mini-invasiva
155
Figura
2
Segunda
osteotomía;
fosa
infracetabular,
1
cm
ventral
a
la
corteza
de
isquion
posterior.
Supervisado
por
radiografías
antero-posterior
y
Lequesne.
Figura
3
Tercera
osteotomía;
columna
posterior
inferior,
se
dirige
a
un
punto
de
2
cm
ventral
a
la
espina
ciática
a
través
de
una
línea
media
imaginaria
entre
la
articulación
coxofemoral
y
la
corteza
isquiática
posterior.
Supervisado
por
la
proyección
de
Lequesne
y
pelvis
AP.
Figura
4
Cuarta
osteotomía,
ala
ilíaca
inmediatamente
debajo
de
la
espina
iliaca
antero-superior
hacia
1
cm
del
borde
pélvico.
Supervisado
por
la
proyección
de
pelvis
AP.
Figura
5
Quinta
osteotomía
u
«osteotomía
de
conexión»;
une
mediante
una
línea
recta
la
tercera
y
cuarta
osteotomía.
-
La
espina
ciática
no
debería
ser
visible
en
la
proyección
AP
estricta
(lo
que
significaría
retroversión)
y
la
segunda
osteotomía
(infra-acetabular-isquion)
debe
haber
expe-
rimentado
una
angulación
que
se
corresponde
con
la
obtenida
en
la
cobertura
de
la
cabeza
femoral.
7.
Fijación
del
acetábulo
(fig.
6).
Utilizamos
2
o
3
torni-
llos
bicorticales
de
4,5
mm
(Matta
Pelvic
System,
Stryker
Trauma
AG,
Selzach,
Suiza)
con
una
longitud
que
varía
de
60
a
140
mm,
comenzando
desde
lateral
a
medial
en
V
invertida.
Durante
la
fijación
realizamos
proyecciones
156
L.
Ramírez-Nú˜
nez
et
al.
Figura
6
Fijación
de
fragmentos
con
2
o
3
tornillos
autoterrajantes
corticales
de
acero
inoxidable
de
4,5
mm
de
diámetro
y
una
longitud
de
60
a
140
mm,
en
la
disposición
de
«V
invertida».
AP
y
Lequesne
para
garantizar
que
no
invadimos
la
arti-
culación
coxa-femoral.
El
cierre
se
realiza
por
planos
(con
atención
de
no
atrapar
al
nervio
femorocutáneo
lateral),
no
usamos
drenaje,
y
para
la
piel
utilizamos
sutura
continua
absorbible
intradérmica.
Seguimiento
postoperatorio
y
protocolo
de
rehabilitación
Para
el
dolor
postoperatorio
utilizamos
un
catéter
local
intralesional
durante
las
primeras
24-48
horas
para
infiltrar
cada
8
horas
un
bolo
de
20cc
que
contiene
10cc
de
Ropiva-
caina
al
0,7%,
9
cc
de
suero
fisiológico
y
1
cc
de
ketorolaco
(30
mg)
(tabla
1).
Se
puede
usar
rescate
analgésico
adicio-
nal,
si
se
requiere,
o
incluso
se
puede
aplicar
un
sistema
de
bomba
de
analgesia
controlada
por
el
paciente.
La
duración
de
la
estancia
hospitalaria
es,
por
lo
general,
de
6
a
8
días.
Con
el
paciente
hemodinámicamente
esta-
ble
(no
se
espera
una
pérdida
de
hemoglobina
por
debajo
de
3
g/l)
por
lo
general
se
inicia
la
rehabilitación
en
el
primer
día
posquirúrgico.
En
las
primeras
6
semanas
se
rea-
lizan
movimientos
pendulares
pasivos
y
cinesiterapia
suave
gradual
sin
sobrepasar
los
90◦flexión,
40◦abducción,
60◦
rotación
externa,
20◦aducción
y
20◦rotación
interna
(un
exceso
de
rotación
interna
forzaría
sobremanera
la
fijación
acetabular).
Además,
se
realizan
ejercicios
isométricos
cua-
dricipitales,
glúteo
mayor
y
glúteo
medio.
La
deambulación
es
con
carga
parcial
a
partir
de
las
48
horas
con
ayuda
de
2
bastones
ingleses.
Según
la
evolución
radiológica,
en
la
séptima
semana
se
retira
el
apoyo
externo
del
lado
de
la
intervención
y
en
la
novena
semana
comienza
la
deambu-
lación
sin
apoyo
externo
y
potenciación
de
la
musculatura
pelvitrocantérica.
A
partir
de
la
undécima
semana
se
reali-
zan
los
ejercicios
de
propicepción.
Las
revisiones
se
realizan
a
las
3,
6
y
12
semanas
posqui-
rúrgicas,
donde
se
realiza
una
exploración
física
y
control
radiológico
mediante
las
proyecciones
anteroposterior
y
falso
perfil
de
Lequesne.
Análisis
estadístico
El
análisis
estadístico
se
realizó
con
la
versión
12.0
de
Stata
para
Macintosh
(Data
Analysis
and
Statistical
Soft-
ware,
Texas,
EE.
UU.).
Se
realizó
un
estudio
descriptivo
de
las
variables,
expresándolas
en
media
y
desviación
estándar
(DE).
Además,
se
utilizó
la
prueba
de
Shapiro-Wilk
para
con-
firmar
la
distribución
normal
de
las
variables.
Cuando
no
se
pudo
confirmar
la
distribución
normal
o
no
se
cumplieron
los
requisitos
para
realizar
la
prueba
de
la
«t»
de
Student
para
datos
emparejados,
se
utilizó
una
prueba
no
paramétrica,
la
prueba
de
Wilcoxon.
Se
aceptó
como
criterio
de
significa-
ción
estadística
un
nivel
de
probabilidad
de
0,05
para
todas
las
pruebas
estadísticas
y
los
intervalos
de
confianza
se
cal-
cularon,
cuando
fue
posible,
con
un
nivel
de
confianza
del
95%.
Resultados
La
edad
media
de
los
pacientes
fue
de
32,3
±
9,5
(DE)
a˜
nos,
102
(77,9%)
fueron
mujeres
y
29
(22,1%)
fueron
hombres.
El
53,4%
(70)
de
las
OPA
se
realizaron
en
el
lado
derecho
y
el
46,5%
(61)
en
el
lado
izquierdo.
La
media
de
seguimiento
fue
de
7,7
±
2,8
(DE)
a˜
nos
de
seguimiento.
En
cuanto
a
los
resultados
radiológicos
(tabla
2)
el
ángulo
de
Wiberg
pasó
de
18,3◦±
7,6
(DE)
a
36,8◦±
7,83
(DE).
El
cambio
fue
estadísticamente
significativo
con
una
ganan-
cia
de
cobertura
de
+18,5◦(IC
95%:
17,26
a
19,74;
«t»
de
Student
para
muestras
emparejadas,
p
=
0,000).
El
ángulo
de
cobertura
anterior
incrementó
de
26,2◦±
9,71
(DE)
a
39,7◦±
9
(DE)
al
final
del
seguimiento.
Por
tanto,
se
obtuvo
una
ganancia
de
+13,5◦(IC
95%:
11,6
a
15,42;
«t»
Student
para
muestras
emparejadas,
p
=
0,000).
El
índice
acetabu-
lar
mejoró,
pasando
de
19,5◦±
6,4
(DE)
a
8,4◦±
3,6
(DE)
al
final
del
seguimiento.
Esta
reducción
también
fue
estadísti-
camente
significativa
(---11,1◦;
IC
95%:
---12,13
a
---10,12;
«t»
de
Student
para
muestras
emparejadas,
p
=
0,000).
En
cuanto
a
los
resultados
funcionales
el
NAHS
experi-
mentó
una
mejoría
de
60,7
±
10,42
(DE)
puntos
a
92
±
11,3
(DE),
siendo
el
incremento
de
+31,3
puntos
(IC
95%:
28,7
a
33,8,
p
=
0,000).
En
la
tabla
2
se
recoge
el
ángulo
cérvico-diafisario
femoral,
el
espacio
articular
y
el
grado
de
degeneración
articular
según
la
escala
de
Tönnis17.
Tuvimos
complicaciones
en
20
casos
(15,26%)
de
los
131
incluidos
en
el
estudio,
que
diferenciamos
en
menores
(que
no
requirieron
segunda
cirugía)
y
mayores
(requirie-
ron
segunda
cirugía).
Complicaciones
menores
(12,21%):
la
complicación
más
frecuente
fue
la
disestesia
transitoria
del
nervio
femorocutáneo
lateral
(FCL),
que
ocurrió
en
10
casos
(58%
global
de
todas
las
complicaciones).
Además,
tuvimos
un
caso
con
algodistrofia
simpaticorrefleja,
un
caso
de
coxa
saltans,
un
caso
de
seudoartrosis
asintomática
de
la
rama
Nuestra
experiencia
en
osteotomía
periacetabular
mini-invasiva
157
Tabla
2
Resultados
radiológicos
Prequirúrgico
Último
seguimientoaDiferencia
IC
95%
Ángulo
Wibergb,
grados
18,1
36,8
+18,7
17,42
a
19,97
Ángulo
de
Tönnisc,
grados
26,3
39,8
+13,5
11,43
a
15,61
Incidencia
acetabular,
grados
19,4
8,2
---11,2
---12,3
a
---10,1
Espacio
articular
coxofemoral,
mm
5,3
4,6
---0,7
---0,86
a
---0,43
Non-Arthritic
Hip
Score,
puntos
60,6
90,7
+30,1
26,83
a
33,29
Escala
de
Tönnis17 posquirúrgico
Escala
de
Tönnis17 prequirúrgico 0
1
2
3
0
37
31
3
0
1
0
33
4
0
2
0
0
2
3
3
0
0
0
0
IC:
intervalo
de
confianza.
aEl
seguimiento
fue
de
7,7
±
2,8
(DE)
a˜
nos.
bÁngulo
centro-borde
lateral
o
ángulo
de
cobertura
acetabular
lateral.
cÁngulo
de
cobertura
acetabular
anterior.
iliopúbica,
un
caso
de
infección
cutánea
superficial
que
se
resolvió
con
antibioticoterapia,
un
caso
de
paresia
transi-
toria
de
la
rama
externa
del
nervio
ciático
que
se
resolvió
con
tratamiento
médico
y
rehabilitador
en
menos
de
un
a˜
no,
un
caso
de
retraso
de
consolidación
de
la
columna
posterior
y
un
caso
de
tendinitis
del
glúteo
medio.
Complicaciones
mayores
(2,29%):
ninguna
de
ellas
neurovascular.
En
un
caso
se
tuvo
que
recurrir
a
la
conversión
en
artroplastia
total
de
cadera
a
vástago
corto
con
par
cerámica/cerámica,
y
en
2
casos
con
ángulo
alfa
femoral
de
más
de
55◦a
la
osteoplastia
fémoro-acetabular
mini
open.
Estas
últimas
complicaciones
hoy
día
las
evitamos
directamente
combi-
nando
la
OPA
con
la
osteoplastia
femoral
artroscópica.
En
cuanto
al
grado
de
progresión
según
la
escala
de
Tön-
nis
observamos
que
un
37,6%
de
los
pacientes
con
Tönnis
0
pasó
a
Tönnis
1,
y
que
el
9,8%
de
los
pacientes
con
Tönnis
1
pasó
a
Tönnis
2
(tabla
2).
Discusión
Este
estudio
retrospectivo
evalúa
los
resultados
funcionales
y
la
capacidad
de
orientación
acetabular
mediante
la
OPA
mini-invasiva,
obteniendo
que
los
pacientes
tratados
con
esta
técnica
consiguen
una
correcta
cobertura
acetabular
con
escasas
complicaciones
y
con
una
mejora
importante
en
los
resultados
funcionales.
En
el
ámbito
nacional
existen
pocos
estudios
que
valoren
los
resultados
tras
una
OPA19,20,
y
de
estos
solo
el
estudio
de
Díaz
et
al.19 realiza
la
OPA
según
la
técnica
descrita
por
Ganz
et
al.6,
utilizando
el
abordaje
Smith-Petersen
modificado
y
no
el
abordaje
mini-invasivo
descrito
por
Troelsen
et
al.7.
Nuestra
experiencia
se
remonta
a
2002,
cuando
comenzamos
(al
igual
que
Díaz
et
al.19)
a
realizar
la
OPA
mediante
abor-
daje
Smith-Petersen.
En
2007
aprendimos
con
el
profesor
Søballe
el
abordaje
mini-invasivo7,
y
debido
a
sus
ventajas
(misma
capacidad
de
orientación
acetabular,
disminución
del
tiempo
quirúrgico,
pérdida
sanguínea
muy
moderada
[en
nuestro
caso
no
más
de
500
cc
que
se
retransfunde
una
vez
filtrada]),
menor
dolor
postoperatorio,
menor
manipulación
de
partes
blandas
y
menor
proporción
de
complicaciones)
realizamos
desde
entonces
este
tipo
de
abordaje.
Nuestros
resultados,
con
el
abordaje
mini-invasivo,
son
similares
y
comparables
con
los
reportados
en
la
literatura7,21,22,
y
con
aquellos
que
con
una
curva
de
experiencia
establecida
utilizan
el
abordaje
Smith-Petersen
modificado4,7,10,22,23.
Obtuvimos,
al
final
del
seguimiento,
un
ángulo
de
Wiberg
de
36,8◦y
un
índice
acetabular
de
8,4◦
(tabla
2).
Troelsen
et
al.23 realizaron
un
estudio
que
ana-
lizó
263
OPA
(165
mediante
el
abordaje
mini-invasivo
y
98
mediante
el
abordaje
ilioinguinal)
y
observaron
una
correc-
ción
similar
con
ambos
abordajes,
pero
que
con
el
abordaje
mini-invasivo
se
obtenían
más
ventajas
que
con
el
abordaje
ilioinguinal24.
No
podemos
comparar
nuestros
resultados
con
los
resultados
de
OPA
mediante
el
abordaje
ilioinguinal4,11,19,
porque
no
es
el
mismo
abordaje,
y
además
utilizan
escalas
funcionales
diferentes
a
la
que
nosotros
hemos
empleado.
A
pesar
de
ello,
considerando
que
nuestro
trabajo
no
es
comparativo,
basándonos
en
la
literatura
podríamos
valo-
rar
las
ventajas
del
abordaje
mini-invasivo
en
relación
con
otros
abordajes,
las
cuales
consisten,
según
Troelsen
et
al.7,
en
un
menor
da˜
no
a
nivel
muscular
con
una
afectación
selectiva
del
sartorio,
menor
tiempo
quirúrgico
debido
a
menor
tiempo
de
abordaje
y
cierre.
Al
realizar
el
abordaje
mini-invasivo
trans-sartorial
los
músculos
sartorio
e
iliopsoas
protegen
los
vasos
y
nervios
femorales
de
lesiones
indirec-
tas,
motivo
por
el
que
la
prevalencia
reportada
de
lesiones
neurovasculares
moderadas
y
severas
es
nula
(0%),
en
com-
paración
con
el
abordaje
iliofemoral,
donde
la
prevalencia
de
lesiones
neurovasculares
moderadas
y
severas
es
de
un
2-3%7.
En
relación
con
la
pérdida
sanguínea
se
reporta
en
la
literatura
con
el
abordaje
ilioinguinal
una
pérdida
aproxi-
mada
de
0,7-2
l6,23,
utilizando
el
abordaje
de
Smith-Petersen
modificado,
según
los
resultados
reportados
por
Trousdale
y
Cabanela25,
la
pérdida
media
fue
de
350
ml,
y
utilizando
el
abordaje
mini-invasivo
trans-sartorial
la
pérdida
media
fue
de
250
ml
aproximadamente23.
En
cuanto
al
requeri-
miento
transfusional
Troelsen
et
al.7, utilizando
el
abordaje
mini-invasivo,
describen
que
fue
necesario
aproximada-
mente
en
un
3%
de
los
procedimientos,
mientras
que
Bryan
et
al.26,
utilizando
el
abordaje
Smith-Petersen
modificado,
158
L.
Ramírez-Nú˜
nez
et
al.
describen
un
porcentaje
de
transfusiones
de
aproximada-
mente
el
21%.
Sin
embargo,
observamos
que,
independientemente
del
abordaje
utilizado,
la
OPA
mejora
el
estado
funcional
del
paciente.
Alcobía
Díaz
et
al.19 obtuvieron
en
la
escala
Merle-D’Aubigne-Postel
14,3
puntos
sobre
los
18
posibles,
correspondiendo
a
un
buen
resultado.
Steppacher
et
al.4
observaron
que
tras
20
a˜
nos
de
seguimiento
los
pacien-
tes
tenían
una
puntuación
de
15,8
±
2,1
puntos
sobre
los
18
posibles
en
la
escala
Merle-D’Aubigne-Postel.
Peters
et
al.27 obtuvieron
con
la
escala
Harris
Hip
Score
una
mejora
de
54
(rango,
20-81)
puntos
preoperatorio
a
87
(rango,
49-
100)
puntos
al
final
del
seguimiento.
Nosotros,
con
la
escala
NAHS,
obtuvimos
un
aumento
en
la
puntuación
al
pasar
de
60,7
puntos
preoperatorio
a
92
puntos
al
final
del
segui-
miento
(tabla
2).
La
progresión
de
la
coxartrosis
puede
ocurrir
entre
el
5%
al
33%5,28.
En
nuestros
resultados
observamos
que
un
37,6%
de
los
pacientes
con
Tönnis
0
pasó
a
Tönnis
1
y
que
un
9,8%
de
los
pacientes
con
Tönnis
1
pasó
a
Tönnis
2
(tabla
2).
Alcobía
Díaz
et
al.19 observaron
que
el
aumento
de
al
menos
un
grado
en
la
escala
Tönnis
ocurre
en
un
20%
de
los
pacientes
a
los
5
a˜
nos
de
seguimiento,
y
del
54%
a
los
10
a˜
nos.
Matta
et
al.29
demostraron
una
progresión
de
la
coxartrosis
en
un
21%
en
los
pacientes
con
Tönnis
1,
en
un
35%
con
Tönnis
2
y
en
un
83%
para
Tönnis
3.
La
aparición
de
complicaciones
está
relacionada
con
la
curva
de
aprendizaje
del
cirujano
ortopédico30.
En
gene-
ral
la
OPA
es
una
intervención
que
tiene
alto
riesgo
de
desarrollar
algún
tipo
de
complicación.
La
tasa
de
compli-
caciones
y
su
severidad,
tales
como
lesiones
neurológicas
o
vasculares,
suceden
a
unas
tasas
muy
bajas
en
manos
de
cirujanos
expertos
según
Zaltz
et
al.
y
el
grupo
ANCHOR30;
existe
un
5,9%
de
que
surjan
complicaciones
que
impliquen
nueva
intervención
quirúrgica30.
El
grupo
ANCHOR
clasifica
las
complicaciones
en
5
grados:
grado
i
aquellas
que
no
requieren
tratamiento
y
no
altera
el
curso
postoperatorio,
grado
ii
son
aquellas
que
alteran
el
curso
postoperatorio
normal,
requiriendo
tratamiento
far-
macológico
o
controles
más
frecuentes,
grado
iii
aquellas
que
requieren
intervención
quirúrgica
y
reingreso
no
planificado,
grado
iv
son
aquellas
que
amenazan
la
vida
si
no
son
tratadas
o
con
potencial
para
una
discapacidad
permanente
y
grado
v
aquellas
que
ocasionan
la
muerte30.
Wells
et
al.31 realizó
un
estudio
que
incluía
a
154
OPA
con
el
método
descrito
por
Ganz6con
un
seguimiento
mínimo
de
4
a˜
nos.
Observó
que
en
66
de
las
154
OPA
(42,8%)
desarrolla-
ron
alguna
complicación,
siendo
la
más
frecuente
aquellas
que
no
requirieron
tratamiento
postoperatorio
(48,31%),
como
pueden
ser
la
presencia
de
una
osificación
heterotó-
pica
asintomática,
no-unión
asintomática
o
disestesia
del
nervio
FCL.
Troelsen
et
al.23,
al
comparar
el
abordaje
mini-
invasivo
con
el
abordaje
ilioinguinal
observaron
que
en
el
grupo
ilioinguinal
hubo
3/98
casos
de
trombosis
arterial,
mientras
que
en
el
grupo
mini-invasivo
no
hubo
complica-
ciones
neurovasculares
o
complicaciones
moderadas/graves
derivadas
de
la
técnica.
Nosotros
tuvimos
complicaciones
en
20/131
casos
(15%).
La
complicación
más
frecuente
(7,63%)
fue
la
disestesia
temporal
del
nervio
FCL,
complicación
de
grado
i
según
ANCHOR30,
que
en
todos
los
pacientes
se
resolvió
satisfac-
toriamente
durante
el
seguimiento.
El
5%
de
las
complicaciones
fueron
de
grado
ii.
Un
caso
con
algodistrofia
simpaticorrefleja,
un
caso
de
coxa
saltans,
un
caso
de
seudoartrosis
de
la
rama
púbica
asintomático,
un
caso
de
infección
cutánea
superficial,
un
caso
de
paresia
transitoria
del
nervio
ciático,
un
caso
de
retraso
de
consoli-
dación
y
un
caso
de
tendinitis
de
glúteo
medio.
Solamente
3/131
casos
(2,29%)
tuvieron
complicacio-
nes
de
grado
iii
según
los
criterios
ANCHOR,
que
requirió
tratamiento
quirúrgico
postoperatorio
(una
conversión
a
prótesis
total
de
cadera
y
2
osteoplastias
por
choque
femo-
roacetabular
por
técnica
mini-invasiva).
Como
tratamiento
coadyuvante,
cuando
se
presenta
un
conflicto
femoroa-
cetabular
tras
una
OPA,
el
tratamiento
quirúrgico
ofrece
resultados
satisfactorios32---34.
No
tuvimos
complicaciones
que
pudiesen
ser
clasificados
como
grado
iv
y
v.
La
supervivencia
en
cohortes
a
largo
plazo
ha
sido
repor-
tada.
Steppacher
et
al.
describen
una
supervivencia
del
60%
en
su
serie
a
20
a˜
nos
de
seguimiento4.
De
igual
manera,
según
reportaron
Ziran
et
al.35 el
60%
de
los
pacientes
inter-
venidos
con
OPA
mantienen
su
cadera
nativa
tras
20
a˜
nos
de
seguimiento.
Aunque
la
conversión
de
una
OPA
a
una
artro-
plastia
total
de
cadera
(ATC)
puede
considerarse
como
un
fracaso
terapéutico,
no
debe
verse
así,
sino
como
un
com-
plemento
a
la
ATC.
Baqué
et
al.36 concluyeron
que
la
OPA
previa
a
una
ATC
optimiza
la
recuperación
del
paciente
y
aporta
una
mayor
estabilidad
a
la
cadera.
Reconocemos
ciertas
limitaciones
de
nuestro
estudio.
Primero,
se
trata
de
un
estudio
retrospectivo,
por
lo
que
presenta
condicionantes
inherentes
a
este
tipo
de
estudios.
Segundo,
no
se
realizó
un
estudio
comparativo
con
otras
técnicas
de
OPA,
enfocándonos
únicamente
en
la
técnica
uti-
lizada
en
nuestro
centro.
Tercero,
no
analizamos
si
la
edad
ha
influido
en
la
evolución
de
los
cambios
degenerativos
según
la
escala
Tönnis17.
En
resumen,
de
acuerdo
con
nuestros
resultados,
hemos
llevado
a
cabo
la
descripción
de
nuestra
serie
de
pacientes
tratados
de
DDH
mediante
OPA
mini-invasiva,
sus
resul-
tados
funcionales,
la
descripción
de
los
pasos
técnicos
del
procedimiento
basándonos
en
nuestra
experiencia
y
la
descripción
de
las
complicaciones
relacionadas
con
dicho
procedimiento.
Conclusión
La
osteotomía
periacetabular
mediante
el
abordaje
mini-
invasivo
es
una
técnica
reproducible,
permite
restaurar
la
cobertura
acetabular
y
proporciona
una
mejora
en
las
esca-
las
funcionales,
según
confirma
nuestra
serie.
Es
un
procedimiento
seguro
con
baja
tasa
de
complicacio-
nes
que
entendemos,
y
así
también
lo
refleja
la
literatura,
en
manos
de
cirujanos
expertos.
Nuestros
datos
sugieren
que
la
mayoría
de
estas
complicaciones
no
se
asocian
a
la
necesidad
de
nuevos
procedimientos
quirúrgicos.
Creemos
firmemente
en
la
necesidad
de
expandir
nues-
tros
conocimientos
técnicos
a
un
mayor
número
de
cirujanos
de
cadera
interesados
en
el
tratamiento
mini-invasivo
de
la
displasia
residual
juvenil
y
del
adulto
joven.
Nivel
de
evidencia
Nivel
de
evidencia
iii.
Nuestra
experiencia
en
osteotomía
periacetabular
mini-invasiva
159
Conflicto
de
intereses
Los
autores
declaran
no
tener
ningún
conflicto
de
intereses.
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