ArticlePDF Available

La apoteosis de Farinelli en España: el mito de la superestrella a través de la prensa británica del siglo XVIII

Authors:

Abstract

En este artículo presentamos más de trescientas noticias de prensa dedicadas a Farinelli en más de sesenta periódicos británicos y americanos, todos ellos publicados entre 1732 y finales del siglo XVIII, que nos servirán para comprender la apoteosis de Farinelli y su consolidación como la primera superestrella internacional de la historia. Para ello nos centraremos en las noticias dedicadas a su estancia en España, esencialmente marcadas por los conflictos diplomáticos entre Madrid y Londres, como la Guerra del Asiento y la caída del marqués de la Ensenada. El paso de Farinelli por Inglaterra fue esencial para iniciar este fenómeno, pero su apoteosis no se comprende sin el famoso «mito de entrada» en torno a Felipe V y los festejos de Fernando VI dirigidos por el cantante. Así lo reflejan también las primeras obras teatrales inglesas en las que aparece Farinelli en escena, no por casualidad inspiradas en su estancia en Madrid, como ocurrirá después con la historiografía inglesa, acogida a su vez por la prensa y por nuevas obras de teatro, en un proceso mitopoyético que no ha cesado hasta nuestros días.
UC Riverside
Diagonal: An Ibero-American Music Review
Title
La apoteosis de Farinelli en España: el mito de la superestrella a través de la prensa
británica del siglo XVIII
Permalink
https://escholarship.org/uc/item/0dx37481
Journal
Diagonal: An Ibero-American Music Review, 4(2)
Author
Martín Sáez, Daniel
Publication Date
2019
DOI
10.5070/D84247241
Copyright Information
Copyright 2019 by the author(s).This work is made available under the terms of a Creative
Commons Attribution License, available at https://creativecommons.org/licenses/by/4.0/
Peer reviewed
eScholarship.org Powered by the California Digital Library
University of California
La apoteosis de Farinelli en España:
El mito de la superestrella a través de la prensa británica del siglo XVIII
DANIEL MARTÍN SÁEZ
Universidad Autónoma de Madrid
Resumen
En este artículo presentamos más de trescientas noticias de prensa dedicadas a Farinelli en más de
sesenta periódicos británicos y americanos, todos ellos publicados entre 1732 y finales del siglo XVIII,
que nos servirán para comprender la apoteosis de Farinelli y su consolidación como la primera
superestrella internacional de la historia. Para ello nos centraremos en las noticias dedicadas a su
estancia en España, esencialmente marcadas por los conflictos diplomáticos entre Madrid y Londres,
como la Guerra del Asiento y la caída del marqués de la Ensenada. El paso de Farinelli por Inglaterra fue
esencial para iniciar este fenómeno, pero su apoteosis no se comprende sin el famoso «mito de entrada»
en torno a Felipe V y los festejos de Fernando VI dirigidos por el cantante. Así lo reflejan también las
primeras obras teatrales inglesas en las que aparece Farinelli en escena, no por casualidad inspiradas en
su estancia en Madrid, como ocurrirá después con la historiografía inglesa, acogida a su vez por la prensa
y por nuevas obras de teatro, en un proceso mitopoyético que no ha cesado hasta nuestros días.
Palabras clave: Farinelli, España, prensa, Gran Bretaña, siglo XVIII
Abstract
In this article we present more than three hundred press reports dedicated to Farinelli in more than sixty
British and American newspapers, all published between 1732 and the end of the 18th century. They will
help us to understand Farinelli’s apotheosis and his consolidation as the first international superstar in
history. To this end, we will focus on the news dedicated to his stay in Spain, essentially marked by the
diplomatic conflicts between Madrid and London, such as the Guerra del Asiento and the fall of the
Marquis de la Ensenada. Farinelli’s stay in England was essential to initiate this phenomenon, but its
apotheosis cannot be understood without the famous «myth of entrance» around Philip V and the
celebrations of Ferdinand VI led by the singer. This is also reflected in the first English plays in which
Farinelli appears on stage, not by chance inspired by his stay in Madrid, as it will happen later with English
historiography, which in turn was influenced by the press and by new plays, in a mythological process
that we can follow until today.
Keywords: Farinelli, Spain, Press, Great Britain, 18th Century
Farinelli en Inglaterra: retratos, relojes y caballos de carreras
El 15 de junio de 1732, dos años antes de que Carlo Broschi Farinelli tomara su primer barco con
rumbo a Inglaterra, la prensa británica se hacía eco de su viaje a la corte imperial de Viena,
refiriéndose al «eunuco» como «Farinello de Nápoles».1 Su fama era tal que incluso Händel había
1 London Evening Post, 10 de junio de 1732; noticia repetida en Caledonian Mercury, 15 de junio de 1732, nº 1902,
p. 9722.
49
intentado contratar al castrato, sin lograr siquiera entrevistarse con él.2 Otros ilustres ingleses,
siguiendo la convención del Grand Tour, viajaban de teatro en teatro persiguiendo al cantante en sus
periplos por Italia, como Thomas Osborne, IV duque de Leeds, que llegaría a mantener con el
cantante una relación de amistad.3 Todo ello contribuyó a que, en 1734, la recién creada Ópera de la
Nobleza, precisamente para competir con la compañía de Händel, convenciera a Farinelli para
trabajar en Londres, donde debutaría el 29 de octubre.
Los periódicos británicos se llenaron entonces de noticias, que empezaron a publicarse a
principios de mes. El 10 de octubre, el London Evening Post presenta a Farinelli como «la primera voz
del mundo», un tópico repetido entre los viajeros ingleses desde hacía unos años,4 y recogía su
primera actuación privada ante los reyes.5 Las noticias crecen exponencialmente al año siguiente,
muchas de ellas anunciando el estreno de Artaxerxes el 15 de marzo. Los periódicos también recogen
el sueldo de Farinelli, los regalos y donaciones hechas por diversos nobles, las ganancias del estreno,
el éxito del concierto benéfico y la asistencia de importantes personalidades, al tiempo que anuncian
ediciones musicales de las arias cantadas por el castrato y el famoso retrato encargado a Jacopo
Amiconi, que llega a atraer casi tanta atención como su retratado. Según una noticia del Daily
Advertiser, «hay un gran concurso de personas de distinción cada día para verlo en su casa en la calle
Great Marlborough; el cuadro tiene 15 pies por 10 y vale 150 libras».6 Un mes después, el London
Evening Post anuncia la venta de una miniatura basada en dicho retrato «de tamaño apropiado para
un reloj».7 El nombre de Farinelli se convirtió en un sinónimo de éxito. Por otras noticias sabemos que
un jugador de apuestas hípicas decidió llamar a su caballo «Farinello»,8 el cual llegaría a competir
2 Donald Burrows: Handel, Oxford University Press, Oxford, 2012, p. 166. Thomas McGeary: «Farinelli’s Progress
to Albion: The Recruitment and Reception of Opera’s ‘Blazing Star’», British Journal for Eigteenth Century
Studies, nº 28 (2005), pp. 339-60, cita el caso de Owen Swiney, que había intentado contratarlo ya en 1726, al
que siguió John Jacob Heidegger en 1728 y Händel en 1729.
3 Thomas McGeary: «Farinelli and the Duke of Leeds: ‘Tanto mio amico e patrone particolare’», Early Music, vol.
30, nº 2 (2002), pp. 202-13. Cf. Ib.
4 Thomas McGeary: «Farinelli’s Progress to Albion…», cita los casos de Colonel Burges, Charles Wyndham y
Earl Cowper (p. 342).
5 «By all Judges to be the first Voice in the World», London Evening Post, nº 1076, 10 de octubre de 1734.
6 «Signior Amiconi, the famous Italian Painter, having lately finish’d a fine Picture of Signior Farinello at whole
length, there is a great Concourse of Persons of Distinction every Day to see it, at his House in Great
Marlborough-street. The picture is 15 Foot by 10, and is valued at 150 l.», Daily Advertiser, nº 1382, 3 de julio de
1735.
7 «A Print of the celebrated Signor Farinelli in Miniature, of a proper Size for a Watch, engraven from an original
Painting», London Evening Post, nº 1207, 12 de agosto de 1735.
8 7 Read’s Weekly Journal or British Gazetteer, nº 531, 7 de junio de 1735; Read’s Weekly Journal or British
Gazetteer, nº 532, 14 de junio de 1735; Craftsman, nº 467, 14 de junio de 1735; London Evening Post, nº 1222, 16 de
septiembre de 1735; Read’s Weekly Journal or British Gazetteer, nº 685, 22 de octubre de 1737.
50
contra otro llamado «Cuzzoni»,9 en referencia a la cantante Francesca Cuzzoni, que también había
recibido una gran atención por parte de la prensa en los años veinte.10
Algunos estudiosos han acudido a este momento histórico para datar la apoteosis de Farinelli
como cantante y el nacimiento de la primera superestrella internacional.11 El modelo empresarial de
los teatros londinenses, junto a la proliferación de los periódicos en Gran Bretaña, fueron sin duda
dos factores esenciales que contribuyeron a ello. La extraordinaria situación de competencia entre
los teatros de ópera, divididos en torno a dos figuras tan simbólicas como Händel y Senesino,
favoreció la puesta en marcha de todo tipo de iniciativas propagandísticas que, en el caso de Farinelli,
supusieron una eclosión de noticias hasta entonces insólita. Pero no hemos de olvidar que la situación
de los teatros era, en gran medida, insostenible, y que los resultados de esta campaña no duraron
más de una temporada. El número de noticias desciende notablemente en 1736, y al año siguiente,
cuando Farinelli decide trasladarse a España, el teatro tiene una importante deuda con el cantante,
que la compañía se negará a pagarle.12 Si Farinelli es la primera superestrella de la historia, lo acaecido
entre 1734 y 1736 es insuficiente para explicar por qué.13
Como vamos a ver, la apoteosis de Farinelli requiere tener en cuenta su trayectoria en Madrid,
donde trabajó durante más de dos décadas al servicio de Felipe V y Fernando VI, los dos primeros
reyes de la dinastía borbónica en España, alcanzando un poder y una fama sin parangón en la historia.
El reinado de ambos, marcado por la geopolítica francesa que cristaliza en la Guerra de Sucesión y
por la necesidad de legitimidad política interna y externa, fue determinante para extender su imagen
como un nuevo Orfeo, y sobre todo como un nuevo David, capaz de curar con su canto a quienes
como los reyespresumen de su cercanía con la divinidad, como ocurrió con el famoso mito sobre
Felipe V. Como hemos argumentado en otro lugar, la consolidación de este mito coincide con el
nacimiento de la historiografía musical durante el siglo XVIII, ocupando desde entonces decenas de
obras teatrales, óperas, zarzuelas, películas y musicales, así como las obras de los más reputados
historiadores y musicólogos.14
9 London Evening Post, nº 1584, 7 de enero de 1738.
10 El Stamford Mercury, vol. XXIII, nº 25, 11 de junio de 1724, p. 302, por ejemplo, publicó una completa oda a la
cantante, donde se la comparaba con una sirena. Su llegada se anticipaba también en el Caledonian Mercury,
nº 706, 8 de octubre de 1724, p. 4215, entre otros lugares.
11 E. g., Thomas McGeary: «Farinelli’s Progress to Albion…», p. 347. Cf. Martha Feldman: «Tracking the
Castrato», en Helen M. Greenwald (ed.): The Oxford Handbook of Opera, Oxford University Press, New York,
2014, p. 399.
12 Judith Milhous & Robert D. Hume: «Construing and Misconstruing Farinelli in London», Journal for
Eighteenth-Century Studies, nº 28 (2005), pp. 361-385.
13 Thomas McGeary: «Farinelli and the English: “One God” or the Devil?», Revue LISA/LISA e-journal, 2, 3:
http://lisa.revues.org/886. (Última consulta: 12-12-2019.)
14 Daniel Martín Sáez: «La leyenda de Farinelli en España: historiografía, mitología y política», Revista de
Musicología, vol. XLI, nº 1 (2018), pp. 41-77.
51
En este artículo veremos cómo se vivió este proceso desde la propia Gran Bretaña, un país
enfrentado a España durante todo el siglo XVIII, para lo cual tendremos en cuenta centenares de
noticias publicadas en decenas de periódicos ingleses, escoceses, irlandeses, americanos y hasta
hindúes, la mayoría de ellos impresos en vida de Farinelli. Con ello no sólo esperamos contribuir a los
estudios farinellianos, a la comprensión sobre la prensa inglesa del siglo XVIII y los conflictos
geopolíticos entre España e Inglaterra, sino también a la historia de nuestra propia ideología en torno
a la música y las artes, que son indesligables de lo acaecido hace casi trescientos años, cuando no
sólo nació esa idea de la superestrella internacional, sino también las ideas modernas de obra y genio
artístico, junto a las disciplinas de la estética y la historiografía musical. Que hasta ahora no se haya
considerado la importancia de España en este proceso quizá sirva también para reflexionar sobre
otro tipo de prejuicios.
La cobertura de la prensa en torno a Farinelli: características generales
Los periódicos que consideramos aquí fueron publicados entre 1732 y finales del siglo XVIII, la
mayoría de ellos coincidiendo con la estancia de Farinelli en España, entre 1737 y 1759. En total, hemos
recogido más de trescientas noticias en más de sesenta periódicos distintos, publicados en una
veintena de ciudades diversas. La mayoría de las noticias se publicaron en las grandes capitales
británicas de Londres, Edimburgo y Dublín, seguidas por ciudades inglesas como Derby, Suffolk y
Northumberland, entre otras. La variedad geográfica va desde Virginia, Carolina del Sur y Pensilvania
(Estados Unidos) hasta West Bengal (India). Sobre todas ellas destaca la ciudad de Londres, donde
se publicaron más de la mitad de dichos periódicos, comprendiendo aproximadamente dos tercios
de las noticias aquí recogidas. El tercio restante indica la necesidad de estudiar este fenómeno sin
limitarse a los periódicos londinenses, como se ha hecho hasta ahora.
El periódico londinense más importante es el London Evening Post, seguido del Daily
Advertiser, el General Advertiser, el Read’s Weekly Journal, el Public Advertiser, el Daily Post, el
Common Sense y el Craftsman, en todos los cuales se publicó al menos una decena de noticias. En
estos ocho periódicos se publicaron casi la mitad de las noticias aquí recogidas, en muchos casos
repetidas en otros periódicos, como era habitual en este periodo. A estos siguen, entre los ingleses,
el Derby Mercury (Dervy), la Ipswich Gazette (Suffolk) y el Newcastle Courant (Northumberland). Fuera
de Inglaterra, sólo el Caledonian Mercury, la Virginia Gazette y el Dublin Newsletter tienen una
importancia similar, pero no hemos de minusvalorar el número total de noticias publicadas en otros
países, que ocupan aproximadamente una sexta parte de las recogidas aquí (véase la Tabla 1 en
Anexo).
Una constante en estos periódicos, al menos durante la vida de Farinelli, es su actualidad. La
mayoría de ellos se refieren a hechos acaecidos en un pasado reciente. A partir de 1737, cuando
Farinelli abandona Inglaterra, esto supone la publicación de rumores y noticias falsas esparcidas
desde lugares remotos como España, Francia e Italia. Dado que estas noticias se publicaban de forma
anónima, desconocemos casi siempre quiénes fueron sus periodistas e informadores, aunque
podemos identificar a algunos de ellos de manera genérica entre los cortesanos, diplomáticos y
artistas que conocieron a Farinelli, como veremos puntualmente.
Esto hace que encontremos casi siempre noticias nuevas en cada periódico, aunque hemos de
tener en cuenta que, a veces, las noticias incluyen anuncios repetidos. Un caso extremo es la
52
quincena de noticias recogidas en el General Advertiser durante el año 1745, donde se anuncia el libro
La interpretación del sueño de las mujeres, que reproducía un catálogo de sueños femeninos. Según
esta noticia, el sueño número 34 era casarse con Farinelli y el libro incluía un grabado del cantante
donde se podían ver las «marcas de la castración».15 Esto nos sirve para ejemplificar otra característica
recurrente en estos periódicos: el sensacionalismo.16 En todo caso, aún contando los anuncios
repetidos y las noticias publicadas en diversos periódicos, la mayoría de las noticias son nuevas,
aunque a menudo se basen en la misma información.
Otro hecho importante sobre el que merece la pena reflexionar es la cantidad de noticias por
año. Tenemos noticias durante toda la vida de Farinelli, desde los años 30 hasta los años 80, lo que
nos permite asistir a un proceso de seguimiento mediático insólito hasta entonces. Las noticias
referidas a su paso por Inglaterra, entre 1734 y 1737, son muy numerosas, pero no llegan a sumar un
tercio del total, a las que además hemos de restar una veintena de noticias publicadas en 1736, en las
que se recoge el viaje de Farinelli a París. Esta es una peculiaridad muy importante de la prensa
inglesa, no considerada hasta ahora en los estudios farinellianos, que se han ceñido a las noticias
sobre los teatros de Londres. Los periódicos ingleses están especialmente interesados por la
geopolítica, lo que explica que en el citado año haya más noticias sobre Farinelli en Francia que en la
propia Inglaterra. Lo mismo ocurre con la noticia con la que hemos abierto el artículo, publicada en
1732, donde se recoge el viaje de Farinelli a la corte de Viena. Se trata de un fenómeno que podemos
observar antes, durante y después del paso del cantante por Londres.
Entre 1737 y 1760, este hecho es evidente. Casi todas las noticias recogidas se refieren a la
estancia de Farinelli en España. Ciertamente, no se pierde de vista su etapa londinense, aunque sólo
sea para criticar a los propios ingleses por haberse dejado seducir por el cantante, pero incluso en
este caso suele hacerse para criticar a la propia España, a la que se acusa de haber caído en el mismo
fanatismo musical. Que este paso por España influyó de un modo decisivo a los periódicos ingleses
puede constatarse a partir de 1759, cuando Farinelli abandona Madrid para establecerse en Bolonia.
A partir de entonces, las noticias acerca de España disminuyen notablemente, pero siguen siendo
muy numerosas, incluso después de la muerte del castrato en 1782.
En definitiva, a partir de estas noticias podemos seguir toda la trayectoria del cantante en
Inglaterra, España e Italia (véase la Tabla 2 en Anexo), pero aquí nos centraremos en las decenas de
noticias referidas a España, que no han sido consideradas hasta ahora y que nos servirán para
comprender el modo en que tuvo lugar la apoteosis de Farinelli, un hecho incomprensible sin su
estancia en Madrid.
15 «If a Single WOMAN Dreams the 18th DREAM, it Tells when She’ll be Married. If the 19th, She may Make her
Fortune. -The 35th, Tells what Children, She’ll have. -But, If She Dreams the 34th DREAM, / She may as well Wed
FARINELLI, All One. / With a Curius Print of FARINELLI, Finely Engraved. / Plainly Shewing, to Open, and Clear
View, the Apparently / Visible MARKS of His CASTRATION.». Véanse las noticias de este periódico en la Tabla 2
del Anexo.
16 Sobre los anuncios en la prensa inglesa y sobre este en particular véase Francis Doherty: A Study in
Eighteenth-Century Advertising Methods. The Anodyne Necklace, The Edwin Mellen Press, Lewiston, 1992, pp.
69-77.
53
Farinelli y los embajadores españoles Montijo y Geraldino
El primer hecho interesante que podemos constatar en estas noticias es la conexión entre
Farinelli y el entonces embajador de España en Londres, Cristóbal Gregorio Portocarrero y Funes de
Villalpando, V conde de Montijo. El día 16 de enero de 1735, el London Evening Post relata cómo el día
anterior el conde «abrió su asamblea en Powis-House por primera vez», donde disponía de «varias
habitaciones para cartas y una para un excelente concierto, donde cantó el famoso Farinelli»,17 noticia
que repiten la Ipswich Gazette y el Dublin Evening Post.18
El 22 de febrero del mismo año, el conde Montijo pudo escuchar de nuevo a Farinelli en el
concierto realizado en honor de la princesa de Brasil y el nacimiento de la princesa de Beira. Según el
London Evening Post, el castrato cantó entonces un Te Deum junto a otras voces italianas,
convidándose a comer al embajador español, los ministros de Francia, Cerdeña, Parma, la Toscana,
Venecia y Génova, entre otros invitados, como el ministro Robert Walpole, el duque de Newcastle y
el príncipe Cantemir.19
Una tercera mención la encontramos el día 15 de marzo de 1735, fecha del concierto benéfico
de Artaxerxes, donde el conde español fue el mayor de los donantes extranjeros, contribuyendo con
100 guineas, sólo superado por las 200 guineas del príncipe de Gales, a los que siguieron con 50
guineas el embajador del emperador, el duque de Leeds, la condesa de Portmore, Lord Burlington y
el duque de Richmond, poniendo otros nobles entre veinte y cincuenta guineas. En total, el periódico
calcula que Farinelli recibió 2000 libras.20
De todo lo anterior se desprende una importante conexión entre Farinelli y el embajador
español, que merece ser tenida en cuenta para comprender su llegada a Madrid en 1737. En ese
17 «Last Wednesday Night his Excellency the Spanish Embassador, Count Montijo, open’d his Assembly at
Powis-House, for the first Time; the great Apartment up one Pair of Stairs, was finely illuminated; there were
several Rooms for Cards; one for a fine Concert, where the famous Farinelli sung; another for a magnificent
Supper, to which twenty of the first Quality only were invited», London Evening Post, nº 1118, 16 de enero de
1735.
18 Ipswich Gazette, vol. 15, nº 754, 18 de enero d 1735, p. 2; Dublin Evening Post, nº 58, 25 de enero de 1735.
19 «Yesterday M. del Campos, Resident from the King of Portugal, gave a magnificent Entertainment on
account of the safe Delivery of the Princess of Brazil, and the Birth of the Princess of Beyira: In the Morning Te
Deum was sung in the Chapel by Signor Farinelli and some other best Italian Voices: There were at Dinner, the
Spanish Embassador, Ministers of France, Sardinia, Parma, Tuscany, Venice, and Genoa, the two Counts Kinski,
Prince Cantimir, his Grace the Duke of Newcastle, Duke of Devonshire, Duke of Grafton, Lord Hervey, Sir
Robert Walpole, and Horatio Walpole, Esq.», London Evening Post, nº 1132, 22 de febrero.
20 «His Royal Highness the Prince of Wales has been pleas’d to give him 200 Guineas, the Spanish Ambassador
100, the Emperor’s Ambassador 50, his Grace the Duke of Leeds 50, the Countess of Portmore 50, Lord
Burlington 50, his Grace the Duke of Richmond 50, the Hon. Col. Paget 30, Lady Rich 20, and most of the other
Nobility 50, 30 or 20 Guineas each; so that ‘tis believ’d his Benefit will be worth to him upwards of 2000 l.»,
Read’s Weekly Journal or British Gazetteer, nº 519, 15 de marzo de 1735. La misma noticia aparece en el Derby
Mercury, nº 52, 20 de marzo de 1735.
54
momento, el conde ya había sido sustituido en su cargo por Tomás Geraldino, que formó parte de las
gestiones para llevar a Farinelli a España. Pero, como ha hecho notar Thomas McGeary, entre la
correspondencia hay una carta del príncipe Cantemir a la marquesa de Monconseil, escrita el 23 de
mayo de ese año, que invita a considerar el papel de Montijo, al asegurar que Farinelli «ha sido
invitado por cartas de algunos embajadores para ir a Madrid sin decir que lo hace por orden de la
corte».21
Farinelli en España y la Guerra del Asiento
Como muestra esta carta, la visita de Farinelli a España formó parte de un lento proceso,
acometido con cautela por parte de la corte española. Gracias a Benjamin Keene, sabemos que Isabel
de Farnesio estaba gestionando la visita de Farinelli desde al menos el mes de febrero,22 pero la
prensa no empieza a mostrar su inquietud hasta varios meses después, durante el segundo viaje de
Farinelli a París. El 14 de julio, el Stamford Mercury asegura que «el señor Farinelli, el famoso cantante
italiano, que ha pasado en París un tiempo considerable, visitará España, siendo su designio continuar
allí hasta finales de año, y entonces volver a Inglaterra»,23 información que recogen otros
periódicos.24 Farinelli empieza entonces a recibir críticas muy severas. Los periódicos muestran cierto
recelo por que el cantante se esté promocionando en otros países, y se le reprocha que vaya de corte
en corte pese a gozar de elevadas ganancias en Inglaterra, aunque aún se cree que volverá para la
temporada de 1738. Al menos cuatro periódicos distintos, enterados de su viaje a Madrid, insisten en
que los ingleses deberían deshacerse de este tipo de artistas.25
21 «Il y a été invité par des lettres de quelques ambassadeurs et il a order d’aller à Madrid et de ne point dire
qu’il va par ordre de la Cour». Cit. en Thomas McGeary: «Farinelli in Madrid: Opera, Politics, and the War of
Jenkins’ Ear», The Musical Quarterly, vol. 82, nº 2 (1998), p. 415.
22 Véase Daniel Martín Sáez: «La leyenda de Farinelli en España…», p. 48.
23 «Signior Farinelli, the famous Italian Singer, who has been at Paris a considerable time, is setting out for
Spain, where his Design is to continue till the Close of the Year, and then return to England», Stamford Mercury,
14 de julio de 1737, nº 264.
24 Grub-street Journal, nº 390, 16 de junio.
25 «Another Letter from Paris says, that the famous and most illustrious Italian Songster, Farinello, who glean’d
some Thousands of Louis d’Ors from the Folly of the French about a Year ago, after the Golden Harvest he had
made among the English, return’d to that City the 9th Instant, N. S. where he intends to tarry [sic] a few Days
for picking up some more loose Corns, especially if the French Queen happen’d to be brought to Bed of a Duke
of Anjou. When he has got as much as he can expect there, our Correspondent says he intends to go and see
what Crop he can find at Madrid, where he designs to fix his Abode until the Winter Season and the Heaviness
of our Purses invite him back again to London. But if our Brains were not as heavy as our Purses, such
shameless Fellows would have no Business amog us. Farinello, what with his Salary, his Benefit-Night, and the
Presents made him by some of the wise People of this Nation, gets at least 5000 l. a Year in England; and yet
he is not asham’d to run about like a Stroller from Kingdom to Kingdom, as if we did not give him sufficient
Encouragement, which we hope the Noble Lords of the Hay Market will look upon as a great Affront done to
them and their Country, and consequently send all the Italian Strollers a packing out of the Nation», London
Evening Post, 5 de julio, nº 1504; Daily Post, 7 de julio, nº 5560; Grub-street Journal, 14 de julio, nº 394; Newcastle
Courant, 16 de julio, nº 638.
55
Cuando Farinelli es contratado a finales de agosto de 1737, los periódicos ingleses no tardan
en lanzar una dura ofensiva. Sólo entre septiembre y diciembre hemos recogido cuatro decenas de
noticias criticando a España y al propio cantante por haber roto su contrato con la Ópera de la
Nobleza. A esto sigue otra veintena de noticias entre 1738 y 1739, todas ellas marcadas por la Guerra
del Asiento. Todas estas noticias refuerzan la tesis de McGeary, según la cual Farinelli fue convertido
en un casus belli por parte de la prensa británica, que aprovechó su fama para simbolizar el trato que
España daba a sus barcos mercantes en el Atlántico, con la intención explícita de provocar la guerra
presionando al ministro Walpole.26 No por casualidad, las noticias disminuyen drásticamente después
de 1739, cuando la guerra contra España ya ha comenzado.
La libertad de prensa contra el gobierno: patria/dinastía, razón/locura
Más allá de la comparación puntual entre Farinelli y los barcos mercantes, ya tratada por otros
estudiosos, nos interesa la forma en que los periódicos aprovechan la situación para criticar y
ridiculizar el poder adquirido por Farinelli en la corte de España, que interpretan como un símbolo de
corrupción y frivolidad. Como veremos, esto les sirve también para atacar al propio gobierno
británico, a quien acusan de haberse preocupado más por los espectáculos que por la patria.
Hemos de tener en cuenta que los periódicos británicos ejercen por primera vez en la historia
un papel de verdadera oposición al gobierno.27 Sólo entonces surge la idea de la libertad de prensa,
defendida por filósofos de la talla de John Locke y David Hume, y la idea de «opinión pública»,
esencialmente vinculada a la prensa. Esta situación sorprende generalmente a los extranjeros, como
afirma el propio Hume en 1741:
Nada suele sorprender más a un extranjero que la extremada libertad de la que gozamos en este país
para comunicar al público lo que nos plazca y para censurar abiertamente todas las medidas adoptadas
por el rey o sus ministros.28
Podemos encontrar ejemplos de ello en la propia correspondencia de Farinelli con Sicinio
Pepoli. El 30 de noviembre de 1734, nada más llegar a Inglaterra, le cuenta que «nunca en mi vida me
he visto así de eminente»,29 y el 8 de mayo de 1735 escribe que en Inglaterra «se dicen más rumores
26 Thomas McGeary: «Farinelli in Madrid…», pp. 383-421.
27 Para una introducción general a la prensa del siglo XVIII desde una perspectiva política véase Bob Harris:
Politics and the Rise of the Press. Britain and France, 1620-1800, Routledge, Londres, 1996. El caso del London
Evening Post es paradigmático. Dos estudios esenciales son Geoffrey A. Cranfield: «The ‘London Evening Post’,
1727-1744: A Study in the Development of the Political Press», The Historical Journal, vol. 6, nº 1 (1963), pp. 20-
37 y Bob Harris: «The London Evening Post and Mid-Eighteenth-Century British Politics», The English Historical
Review, vol. 110, nº 439 (1995), pp. 1132-1156.
28 David Hume: «De la libertad de prensa» [1741], Ensayos morales, políticos y literarios, ed. de Eugene F. Miller,
trad. de Carlos Martín Ramírez, Trotta, Madrid, 2011, p. 48.
29 «Mai in tempo di vita mia mi sono veduto così eminente» (Carlo Broschi Farinelli: La solitudine amica. Lettere
al conte Sicinio Pepoli, ed. de Carlo Vitali, Sellerio, Palermo, 2000, p. 132).
56
que en cualquier otro lugar; la libertad del país lo permite, aunque a veces hace daño».30
Los periódicos suelen acudir a dicotomías donde se enfrenta respectivamente al pueblo y a
los gobernantes, como la patria y la dinastía, el comercio y la corrupción, la libertad económica y los
impuestos, la propiedad y el Estado, a las que se suma la dicotomía entre la libertad de prensa y la
censura. En este contexto, el caso de Farinelli sirve para simbolizar a esos gobernantes, generalmente
obedientes a una dinastía, que se entregan a la corrupción y derrochan el dinero en espectáculos
ajenos a los intereses de la población. Este rasgo puede observarse incluso antes de la guerra contra
España. Cuando Farinelli se encuentra en Francia, algunos periódicos ya critican la importancia que
se otorga al cantante acudiendo a la dicotomía entre razón y locura, como ocurre en esta noticia del
London Evening Post:
Cartas privadas desde París mencionan que la Nobleza Francesa se encuentra en el mayor éxtasis con el
celebrado Señor Farinello, y que se le han ofrecido cincuenta Luises de Oro por cantar una sola Canción
en el Oratorio, realizada una Noche la Semana pasada en el Palacio Real de las Tullerías, pero él se negó.
De acuerdo con esto los franceses están tan locos como los ingleses.31
Es este enfoque general el que explica la forma en que se entenderá la vida de Farinelli durante
su residencia en España, intensificado por la Guerra del Asiento y otros conflictos anglo-españoles.
Entre las noticias satíricas, hay una que ha pasado inadvertida y que tendrá después un largo
recorrido, donde se conecta por primera vez en una publicación impresa la locura de Felipe V y la
contratación de Farinelli. La publican al menos tres periódicos distintos en agosto de 1738:
Hay ciertos avisos desde Madrid de que el rey de España ha recaído en su anterior Melancolía, de la cual
ni los Esfuerzos de la denodada Reina, ni la Música de Farinelli, pueden sacarle. Se dice que la Reina,
atribuyendo la Causa de la Indisposición de su Católica Majestad a las vigorosas Resoluciones del
Parlamento Británico, y a la Llegada del escuadrón del almirante Haddock a las costas de España, critica
violentamente a ambos.
La noticia culmina con un añadido en cursivas: «Este párrafo inventado debe hacer reír a
nuestros lectores»,32 pero encaja perfectamente con las apreciaciones que Benjamin Keene, el
embajador inglés en Madrid, estaba haciendo por entonces en torno a Farinelli y su relación con
30 «Qui si dicono più ciarle che in altro luogo, la libertà del paese lo porta; ma qualche volta colpisce» (Ib., p.
134).
31 «Private Letters from Paris mention, that the French Nobility are in the greatest Raptures with the celebrated
Signor Farinello, and that he was offer’d fifty Louis d'Ors to sing a single Song in the Oratorio, which was
perform’d one Night last Week in the Royal Palace of the Thuilleries, but he refus’d it. -By this Account the
French are as mad as the English», London Evening Post, nº 1364, 12 de agosto de 1736.
32 «There are certain Advices from Madrid, that the King of Spain is relaps’d into his former Melancholy, out of
which neither the Efforts of the willing Queen, nor the Musick of Farinelli, can recover him. It’s said, that the
Queen attributing the Cause of his Catholick Majesty’s Indisposition to the vigorous Resolutions of the British
Parliament, and the Arrival of Admiral Haddock’s Squadron on the Coasts of Spain, rails violently at both, and
is angry at her own Credulity, having been inform’d that Great Britain was more polite than to rudely do herself
Justice. This cook’d-up Paragraph must make our Readers laugh», London Evening Post, 15 de agosto de 1738;
también se publicó en el Read’s Weekly Journal or British Gazetteer, 19 de agosto, nº 728 y en el Derby Mercury,
24 de agosto, vol. VII, nº 23.
57
Felipe V, lo que explica en buena medida el trasfondo político del «mito de entrada» que se
encargarán de extender después personajes como Charles Burney.33
Este tipo de noticias satíricas se mezclan durante el reinado de Felipe V con rumores y noticias
falsas. Las más evidentes son aquellas que anuncian la muerte de Farinelli. El 15 de diciembre de 1737,
el London Evening Post anuncia que Farinelli ha muerto, bromeando con la idea de que los españoles
podrán invertir ese dinero en pagar a los ingleses.34 Poco después, el Dublin Newsletter, el Dervy
Mercury y el Newcastle Courant, aseguran que está peligrosamente enfermo,35 y el London Evening
Post concreta que ha muerto en El Escorial,36 noticia que repite el Dervy Mercury, el Common Sense y
el Craftsman a principios de enero de 1738.37 La noticia sólo es desmentida el 14 de enero por el
London Evening Post.38
El propio Farinelli es consciente de estos rumores, como demuestran al menos dos cartas
escritas a Sicinio Pepoli. El 16 de febrero de 1738, el castrato atribuye el rumor a los cantantes Cuzzoni
y Senesino, que habrían difundido la habladuría de que había sido envenenado por los Grandes de
España, envidiosos del poder de Farinelli. Esto lo repite el 23 de agosto de 1738, pidiendo a Pepoli que
alimente la envidia de los cantantes italianos contándoles que el príncipe le ha regalado una espada
repleta de brillantes. Tampoco podemos descartar que los rumores tuvieran su origen en la propia
España, como veremos en otros casos. Farinelli asegura en esta carta que la maledicencia de sus
colegas canoros «no se alejaría de la verdad si no hubiese tenido la prudencia debida».39
Pero la noticia más singular se publica en febrero de 1740, cuando los periódicos aseguran que
Farinelli ha sido ejecutado por la corte española por asesinar a uno de sus siervos:
Por cartas privadas desde España a varios Mercantes dan Aviso que el famoso Señor Farinelli ha sido
ejecutado allí por asesinar a uno de sus siervos, y que sus Estúpidos Peniques, que ascienden a una gran
Suma de Dinero, han sido sometidos a una Ordenanza de la Corte, que supuestamente sería apropiada
para erigir una majestuosa Columna, como un memorable monumento a la Locura Inglesa.40
33 Véase Daniel Martín Sáez: «La leyenda de Farinelli en España…», pp. 54 y ss.
34 London Evening Post, nº 1574, 15 de diciembre de 1737.
35 Dublin Newsletter, nº CII, 20 de diciembre; Derby Mercury, vol. VI, nº 4022 de diciembre; Newcastle Courant, nº
661, 24 de diciembre.
36 London Evening Post, 31 de diciembre de 1737, nº 1581.
37 Derby Mercury, vol. VI, nº 42, 5 de enero; Common Sense, nº 49, 7 de enero; Craftsman, nº 600, 7 de enero.
38 London Evening Post, nº 1587, 14 de enero de 1738.
39 Carlo Broschi Farinelli: La solitudine amica, p. 143 y p. 151.
40 «Private Letters from Spain to several Merchants bring Advice, that the famous Signor Farinelli has been
executed there for the Murder of one of his Servants; and that his Fools Pence, amounting to a large Sum of
Money, had been seized by an Ordinance of Court, which, ‘twas supposed would be appropriated towards
erecting a stately Column, as a lasting Monument of English Folly», Dublin Newsletter, 17 de febrero de 1740,
58
Los periódicos ingleses siguen publicando críticas contra Farinelli, casi siempre dirigidas contra
España, pero también contra el gobierno británico. En 1737, por ejemplo, el London Evening Post se
lamenta de que España trate mejor a los cantantes que a los matemáticos,41 un reproche idéntico al
que hace al año siguiente el Daily Post respecto a los propios ingleses,42 y no muy lejano del que
encontramos en The Curiosity: Or Gentleman and Lady’s Library, anunciado numerosas veces en la
prensa, que contenía «Algunas memorias de la historia secreta del Señor Farinelli».43 En esta última
obra se lamenta que los artistas ingleses se encuentren en la miseria, mientras los italianos reciben
grandes sumas de dinero en Londres.44
El melancólico Felipe V y su privado Farinelli: la prensa sube a escena
En los años cuarenta se publican algunas obras de teatro destinadas a criticar a España,
protagonizadas por el propio Farinelli y los reyes de España, que responden claramente a estas
imágenes de la prensa británica. Es el caso de Una escena político-burlesca y comi-fars-operática entre
el rey y la reina de España, un marinero inglés y Farinelli (1741),45 anunciada en varios periódicos,46 y La
reina de España o Farinelli en Madrid. Esta última aparece anunciada en la prensa como una «ópera
burlesca» a principios de 1744, donde Daniel Sullivan interpretaba a Farinelli, apareciendo en escena
el rey y la reina de España, un marqués francés y un español. A juzgar por las noticias, la obra estuvo
representándose al menos hasta principios de 1745, pero no hemos encontrado ningún ejemplar.47
nº 432; Derby Mercury, 19 de febrero de 1740, Vol. IX, nº 49. También aparece en la Ipswich Gazette, 21 de febrero
de 1741, nº 106.
41 London Evening Post, 12 de noviembre de 1737, nº 1560.
42 Daily Post, 16 de febrero de 1738, nº 5752.
43 «Some Memoirs of the Secret History of Sig. Farinelli», Derby Mercury, 15 de marzo de 1738, vol. VII, nº 52. La
noticia también aparece en Ipswich Gazette, 26 de enero, nº 50; Ipswich Gazette, 9 de febrero de 1740, nº 52;
Dublin Newsletter, 17 de febrero de 1740, nº 432; Derby Mercury, 19 de febrero de 1740, Vol. IX, nº 49; Daily
Advertiser, 19 de febrero de 1740, nº 2830; Ipswich Gazette, 1 de marzo de 1740, nº 55.
44 Véase The Curiosity: Or Gentleman and Lady’s Library, James Hodges, London, 1739, pp. 138-45.
45 A Comi-Farci-Operatical Humorous and Political Burlesque Scene Between the King and Queen of Spain, an
English Sailor, and Farinelli, on the present posture of affairs [in America], James Hoey, Dublín, 1741.
46 «There is now in Rehearsal and will be presented on Thursday next, at the Theatre Royal in Aungier-street,
a Comi-Farci-Humorous-Operatical-Political Burlesque Scene on the present Posture of Affairs, between an
English Sailor, the King and Queen of Spain, and Farinelli. The Part of the English Sailor by Mr. Barrington, King
of Spain by Mr. Layfield, Queen of Spain by the Author, and Farinelli by Mrs. Reynolds», Doublin Journal, nº
1547, 7 de abril de 1741. Noticias similares en Dublin Newsletter: nº 452, 28 de abril; nº 453, 2 de mayo de 1741; nº
455, 9 de mayo de 1741.
47 «The Queen of Spain, or Farinelli at Madrid», todas ellas en Daily Advertiser: 14 de enero de 1744, nº 4054; 23
de enero de 1744, nº 4061; 9 de abril de 1744, nº 4127; 14 de abril de 1744, nº 4132; 9 de febrero de 1745, nº 4390;
11 de febrero de 1745, nº 439.
59
Los pocos autores que la nombran la atribuyen a John F. Lampe y James Ayres, identificándola con la
citada escena político-burlesca de 1741,48 pero hay varios motivos para mantener que se trata de obras
distintas.
Sin ir más lejos, el marinero inglés del título no aparece en ninguna de las noticias de prensa
de 1744, donde se indican siempre los personajes citados. Tampoco parece que la escena político-
burlesca tuviera vigencia en 1744. La obra empieza con la aparición del rey español, entregado a la
melancolía (como subraya literalmente una didascalia) por la victoria de Vernon en Portobello en
1739, haciéndose referencia a los ataques a Cartagena de Indias. La reina trata de consolarle
recordándole que tiene a Farinelli, que vale más que Portobello, Perú, México y Chagres juntos. Al
final de la obra, aparecen varios personajes cómicos, que van informando al rey de los resultados de
la guerra, trasladando la imagen de una corte gobernada por bufones y personajes de baja extracción
social. Todo esto perdió vigencia en 1741, cuando Inglaterra fue derrotada por España en el Sitio de
Cartagena de Indias, defendido por Blas de Lezo. El propio Farinelli mostró su alegría por este hecho
en su correspondencia con Pepoli, definiéndola como «una victoria completa sobre el Rost Bif» y
anunciando las fiestas que se harán en honor del capitán general que ha defendido la plaza,
incluyendo el canto de un Te Deum. El cantante culmina su carta asegurando que «si se confirma tal
noticia será necesario decir que Dios Padre ha trabajado para esta corona».49
El derroche de Fernando VI y la caída de Ensenada
Las siguientes menciones de la prensa inglesa a la trayectoria de Farinelli en España aparecen
en 1754, año de la caída del marqués de la Ensenada, cuya relación de amistad con el cantante era
ampliamente conocida en todas las cortes europeas. Así lo pudo constatar el embajador inglés,
Benjamin Keene, cuando el embajador de Austria intentó convencer a Farinelli de la posición anti-
inglesa mantenida por el marqués, contraria a la posición de neutralidad buscada por Fernando VI.
Así se lo cuenta el 17 de mayo de 1754 al duque de Newcastle:
El conde de Migazzi [embajador de Austria] hizo las mayores y más fuertes representaciones a Farinelli,
mostrándole la injuria que había hecho a la princesa, a la que estaba tan obligado, su aversión por su
bien y el de su prima la reina emperadora [María Teresa I de Austria], si defendía a un ministro tan
claramente inclinado y ligado a Francia como Ensenada. Parece que Farinelli cedió un poco al principio,
pero habiendo tenido tiempo de ver a Ensenada, e informándole de lo que Migazzi había dicho,
[Ensenada] convenció al pobre músico de su error: nada puede quitarle de la cabeza que Ensenada, por
visiones privadas, alimenta a los franceses con meras apariencias, y de que es en el fondo su enemigo.
Se teme que Ensenada se apoye en el poderoso amigo que hasta ahora le ha apoyado con su majestad
católica [la reina].50
48 Véase John C. Greene: Theatre in Dublin, 1745-1820. A Calendar of Performances, vol. 6, Lehigh University
Press, Bethlehem, 2011, p. 4561.
49 «Le cose dell’Indie sono riuscite a favore di questa Corona, avendo avuto una vittoria completa sopra il Rost
Bif. Qui si aspettano con impazienza le notizie di quel Capitan Generale che ha difeso la piazza, per cantar il Te
Deum […]; se si conferma tale notizia bisogna dire che Domine Iddio per queta Corona fa anche da facchino»,
Carlo Broschi Farinelli: La solitudine amica, 8 de agosto de 1741, pp. 177-8.
50 «Count Migazzi made the strongest and most able representations to Farinelli, shewing [sic] him the injury
he did to the princess, to whom he was so much obliged; his aversion to her good, and that of her cousin the
60
Tras la caída de Ensenada, son muchos los que desean la caída del propio Farinelli, incluido el
embajador inglés, que el 25 de septiembre imagina en estos términos la expulsión del padre Rávago,
conocido ensenadista: «dado que ahora estoy desocupado e inactivo, con gusto llevaría en mis
hombros al confesor a Granada para que sermonee a Ensenada, y después regresaría para hacer lo
mismo con el músico para que le cantara».51 Los periódicos ingleses incluso parecen confundir sus
deseos con la realidad. El 24 de octubre de 1754, el London Evening Post transmite la noticia de que
Farinelli está pensando en dimitir,52 concretando en noviembre que se trasladará a Italia,53 y en
diciembre que lo hará a Roma.54 En esas mismas fechas, el Oxford Journal asegura que se marcha a
Portugal,55 algo que repite el Public Advertiser al año siguiente.56 La rumorología está muy viva en el
mundo cortesano, como prueba la publicación de noticias similares en Francia,57 aunque una noticia
del Daily Advertiser sugiere que el rumor pudo empezar en Italia.58
empress queen, if he supported a minister so evidently inclined and engaged to France as Ensenada. Farinelli
seemed to yield a little at first; but having had time to see Ensenada, and acquainted him with what Migazzi
had said, he persuaded the poor musician of his error: nothing can take it out of his head, that Ensenada for
private views feeds the french with appearances only, and that he is at heart their enemy. It is feared, that
Ensenada will support himself by the powerful friend who has hitherto supported him with her catholic
majesty». Cit. en COXE, William. Memoirs of the Kings of Spain. Vol. III. London: Longman et al, 1813, p. 149.
51 «Lazy and unactive as I am, I would willingly carry the Confessor on my shoulders to Granada to preach to
Ensenada, and come back for the musician to sing to him», Benjamin Keene: The Private Correspondence, ed.
by Richard Lodge, Cambridge University Press, Cambridge, 1933, p. 384.
52 London Evening Post, nº 4206, 24 de octubre de 1754.
53 London Evening Post, nº 4210, 2 de noviembre de 1754.
54 London Evening Post, nº 4233, 26 de diciembre de 1754.
55 Oxford Journal, nº 80, 9 de noviembre de 1754.
56 Public Advertiser, nº 6451, 21 de junio de 1755.
57 E. g., Le Courrier, nº LXXXVI, du Vendredi 25 Octobre 1754: «Les Lettres d’Espagne portent que l’exil du
Marquis de la Ensenada a fait cesser ces magnifiques spectacles & ces fètes galantes qui faisoient également
l’admiration de la Cour & de tous les étrangers. Il n’y en a point eû le jour de l’anniversaire de la naissance du
Roi. Le Chevalier Farinelli, qui avoit la direction de tout, & dont le génie pour les décorations est si connu,
demanda quelque tems auparavant s’il n’étoit pas convenable de travailler aux préparatifs d’un nouvel Opera,
& on lui répondit que S. M. n’avoit rien décidé à cet égard. On a sçu depuis que sur les représentations qu’on
a fait au Roi qu’il se dépensoit chaque année des sommes immenses pour ces sortes des Spectacles, S. M. s’est
déterminée à les supprimer. On fait compte que chaque Opera que l’on représentoit coûtoit jusqu’a 200 mille
piastres. Celui de Didon abandonnée, qu’on a tant admiré, a coûté plus de 300 mille piastres. Mais si d’un côté
ces réprésentations occasionoient de si grands fraix, le Marquis de la Ensenada qui ne croyoit devoir rien
épagner pour les plaisirs de L. M. Cath. étoit persuadé que ce genre de dépense étoit en même tems profitable
à quantité de personnes qu’on y employoit, ce qui faisoit circuler l’argent dans le public» (p. 345).
58 «A very remarkable Letter is handed about at Milan, written from Madrid, concerning the Chevalier Farinelli;
and, if the Contents of it are true, it is thought that celebrated Musician most soon leave the Court of Spain»,
Daily Advertiser, nº 7395, 18 de octubre de 1754.
61
En la propia España surgen libelos contra Ensenada que tienen su reflejo en la prensa inglesa.
El más importante es el titulado «Relacion. Y ultima desgracia de la monarquia de España baxo él
Govierno de Don Zenòn Somodevilla», del que se conservan al menos tres copias manuscritas
distintas en la Biblioteca Nacional de España. Según este libelo, Ensenada habría logrado su cargo de
ministro, precisamente, por medio de Farinelli, quien a su vez habría recibido, a través del marqués,
una suma de dinero correspondiente a los bienes perdidos en Inglaterra. El libelo asegura que Farinelli
«conseguía la gracia de los reyes a través de sus operarios festejos», que le permitían disponer de
dinero a su antojo, mientras la reina «vivía engañada». Además del cargo de ministro, el cantante
habría influido en los reyes para otorgar a Ensenada el Toisón de Oro, a lo que el marqués habría
respondido solicitando la Orden de Calatrava para Farinelli.59
En sintonía con estas noticias, los periódicos ingleses insisten en el derroche causado por
Farinelli para la producción de óperas. Aunque se trata de una crítica similar a la que hemos visto
aplicada a los teatros ingleses y a Felipe V, ésta adquiere ahora un sentido distinto, ligado a la nueva
posición de Farinelli en la corte de Fernando VI como organizador de festejos. Un ejemplo evidente
de ello es la noticia que aparece a finales de año en varios periódicos, según la cual el derroche del
cantante habría motivado las críticas del pueblo español:
Las últimas cartas desde Madrid aseguran que el Pueblo en general empieza a tomarse grandes
Libertades discutiendo los Asuntos Públicos, y más especialmente censurando el exorbitante y casi
increíble Gasto de las Óperas bajo la Dirección del famoso Farinelli, que rara vez han costado menos, y a
menudo más, que cien mil libras esterlinas al año. Dicen que tal Prodigalidad es altamente imprudente
en cualquier momento, pero en una Coyuntura en la que el pueblo estaba hambriento, era además
escandalosa y cruel. Dicen que estas frívolas Diversiones eran desconocidas e inauditas en las cuatro
grandes Monarquías, mientras que retenían Parte de ese Vigor que derivaban de sus Constituciones
originales, y que tan pronto como fueron conocidas y prevalecieron, esos Imperios se desmoronaron y
decayeron.60
Podemos encontrar noticias de este tipo hasta finales del reinado de Fernando VI. En 1758, por
ejemplo, el London Weekly Chronicle or Universal Journal, asegura que «los cantantes son la mercancía
más preciada que importamos de Italia: pero el gran favor que se le otorga a Farinelli en España, es
59 Biblioteca Nacional Mss/5709, Mss/1962 y Mss/11038. De estos tres manuscritos, solamente el tercero ha sido
citado en referencia a Farinelli, careciendo de título.
60 «The last Letters from Madrid intimate, that the People in general begin to take great Liberties in discoursing
of Publick Affairs, and more especially in censuring the exorbitant and almost incredible Expence of the Operas
under the Direction of the famous Farinelli, which have seldom cost less, and often more, than One Hundred
Thousand Pounds Sterling a Year. They say, that such a Prodigality at any Time was highly imprudent; but at a
Juncture when the People were starving, was equally scandalous and cruel. They say, that these frivolous
Amusements were unknown and unheard of in the four great Monarchies, while they retained any Part of that
Vigour which they derived from their original Constitutions, and that as soon as they were known and
prevailed, those Empires crumbled and decayed», White Hall Evening Post or London Intelligencer, nº 1314, 17 de
octubre de 1754; Pennsylvania Gazette, nº 1357, 26 de diciembre de 1754; Virginia Gazette, nº 218, 14 de marzo
de 1755.
62
una prueba de que no somos los únicos tontos de Europa».61 Farinelli conocía este tipo de críticas,
pues se defendió de ellas en su famosa Descripción, que de hecho afirma haber escrito para responder
a rumores como estos:
Me hà parecido justo, y del intento exponer lo que se hà practicado (con la Real aprobacion) à fin de que
sirva de methodo, y regla, para que en la parte que corresponda à cada uno se halle instruido mui por
menor, y se eviten las contextaciones que por mala inteligencia han solido subcitarse.62
Farinelli insiste en estas críticas más adelante, al tratar los asuntos relativos a la iluminación:
«han boziferado que el gasto ascendia a cinco, o seis mil pesos cada noche, y con no poco retintin me
hàn dado a entender, que era ya con excesso esta diversion». Para «hacer conocer lo erroneo del
pensamiento», el cantante detalla los gastos en iluminación, demostrando con datos precisos que
«se engañaron en mucho los tales vigilantes examinadores de la Real Hazienda». Farinelli culmina
este asunto con cierta displicencia:
Es disculpable el concepto de aquellos publicos zeladores, pues la ninguna practica en estos asumptos,
ò el cortissimo animo en sus generosidades, ò lo que es mas una perniciosa indiscreta malicia les hacia
ascender a lo que no es, no hà sido, ni puede ser, por cuya razon se hacen dignos de compasion.63
La llegada de Carlos III, el destierro de Farinelli y la mitología post-mortem
La prensa inglesa también servirá para construir una imagen sobre Carlos III a través de
Farinelli. El sensacionalismo de los periódicos se puede observar ya con el fallecimiento de Bárbara
de Braganza en 1758, cuando se presta una especial atención al hecho de que Farinelli, amigo de la
reina desde su juventud, reciba en herencia sus libros e instrumentos musicales.64 Cuando Fernando
VI fallece en 1759, el primer interés de la prensa será recoger la nueva situación del cantante, que
debe abandonar España ante la llegada del nuevo rey. Los periódicos se apresuran a publicar que
Carlos III mantendrá su sueldo a Farinelli de forma vitalicia,65 subrayando la diferencia de gustos entre
el melómano Fernando VI y un Carlos III entregado a la caza:
61 «Singers are the dearest commodity we import from Italy: but the great countenance that is given to Farinelli
in Spain, is a proof that we are not the only fools in Europe», London Weekly Chronicle or Universal Journal, nº
29, 14 de octubre de 1758.
62 Carlo Broschi Farinelli: Fiestas reales, ed. facsímil del Consorcio para la Organización de Madrid como Capital
Europea de la Cultura, Turner, Madrid, 1992, p. 54.
63 Broschi Farinelli. Fiestas reales, pp. 79-80.
64 Lloyds Evening Post and British Chronicle, 4 de octubre, p. 333; London Evening Post, nº 4824, 5 de octubre;
Public Advertiser, nº 7461, 6 de octubre; Ipswich Gazette, nº 1030, 7 de octubre; Oxford Journal, nº 284, 7 de
octubre; Sussex Advertiser, nº 641, 9 de octubre; Pue’s Occurrences, nº 82, 10 de octubre; Caledonian Mercury,
nº 5740, 10 de octubre.
65 E. g., Universal Chronicle and Weekly Gazette, 3 de noviembre de 1759, p. 358; Edinburgh Chronicle, Vol. II, nº
76, 7-10 de noviembre de 1759.
63
El nuevo rey de España está tan ocupado con los asuntos públicos que ha dejado de lado la que era su
distracción favorita en Nápoles, la caza. Sin embargo, ha ordenado que se ponga en orden el parque,
tan descuidado por sus predecesores. Cada soberano tiene su gusto particular. A Fernando VI le gustaba
la música y los espectáculos teatrales. Carlos III se encuentra poco inclinado a estas diversiones. Ha
retirado todas las pensiones que antes se concedían a los músicos, excepto la del célebre Farinelli, que
la va a disfrutar de por vida, aunque deberá retirarse de España.66
De aquí surgirá después la famosa anécdota contada por Joseph Baretti, según la cual Carlos
III le habría expulsado afirmando que «los capones sólo son buenos sobre la mesa»,67 recogida por
varios periódicos en los años 70.68
Con ello quedaban esbozadas las líneas maestras para comprender la vida de Farinelli en
España, desde su conflicto con los teatros ingleses en 1737 hasta su traslado a Italia en 1759, pasando
por la locura de Felipe V y los festejos de Fernando VI, todo ello publicado en vida de Farinelli. Durante
los años 70 y 80, los primeros historiadores de la música y biógrafos del músico se encargarán de dar
forma a un relato unitario a partir de estos y otros mimbres, ya influidos por los tópicos tratados en
la prensa inglesa. Un ejemplo evidente es la historia de John Hawkins (1776), cuando afirma que «el
Rey de España se encontraba bajo un trastorno melancólico, para el cual no se pudo sugerir más alivio
que la música», hasta que Isabel de Farnesio «mandó ir a por Farinelli»,69 como se recoge también en
la Westminster Magazine de ese mismo año, donde se afirma que la llegada de Farinelli a Inglaterra
«fue anunciada al público en los periódicos como un evento digno de notoriedad».70 Tras la famosa
66 «The new King of Spain is so much taken up with the public business that he has laid aside, what was his
favourite diversion at Naples, hunting. He has, however, ordered the park, which was much neglected by his
predecessors, to be put into order. Every sovereign has his particular taste. Ferdinand VI was fond of music
and theatrical entertainments. Charles III discovers little inclination to these amusements. He has withdrawn
all the pensions formerly granted to the musicians, excepting that of the celebrated Farinelli, who is to enjoy
his during his life, even though he should retire out of Spain», White Hall Evening Post or London Intelligencer,
nº 2170, 12 de febrero de 1760; Public Advertiser, nº 7872, 14 de febrero; Read’s Weekly Journal or British
Gazetteer, nº 5079, 16 de febrero; Sussex Advertiser, nº 712, 18 de febrero; Edinburgh Chronicle, vol. II, nº 120, 18
de febrero; Leeds Intelligencer, vol. VI, nº 304, 19 de febrero; Edinburgh Chronicle, vol. II, nº 120, 20 de febrero;
Aberdeen Press and Journal, nº 633, 26 de febrero de 1760.
67 Este mito está también recogido en Daniel Martín Sáez: «La leyenda de Farinelli en España…», p. 69.
68 Gazetter and New Daily Advertiser, nº 12916, 24 de julio de 1770; Morning Chronicle and London Advertiser, nº
1829, 3 de abril de 1775.
69 «the King of Spain laboured under a melancholy disorder, for which no relief could be suggested but music;
his Queen contrived to entertain him with frequent concerts: to make these as delightful to him as possible,
she sent for Farinelli» (John Hawkins: A General History of the Science and Practice of Music, vol. 5, T. Payne &
Son, Londres, 1776, p. 327.
70 «His arrival in this country was in the news-papers, announced to the public as an event worthy of notoriety»,
Westminster Magazine, agosto de 1777, p. 396.
64
historia de Laborde (1780)71 y la biografía de Giovenale Sacchi (1782),72 el «mito de entrada» sobre
Felipe V llega a la obra de Burney (1789), que lo traduce literalmente de Laborde tras haberse
publicado en otras obras en inglés.73 Sabemos, de hecho, que Burney utilizaba la prensa para escribir
su historia de la música, como es evidente en muchos pasajes, algunos de ellos referidos
explícitamente a Farinelli,74 lo que facilitó sin duda que la influencia fuera recíproca. A partir de los
años 90, aparecen numerosas noticias de prensa repitiendo los tópicos relatados por Charles Burney,
a veces reproduciendo el texto del historiador de forma literal, como ocurre en numerosas ocasiones
con el «mito de entrada».75
Pero la conexión entre Farinelli y la prensa inglesa no acaba aquí, pues la prensa inglesa
continuó publicando noticias de evidente contenido político sobre el cantante, adaptándose a la
nueva situación diplomática con España, incluso cuando Farinelli ya había fallecido. La noticia más
interesante a este respecto se publicó en 1790, en el contexto del Tercer Pacto de Familia entre
España y Francia. Al menos dos periódicos ingleses se acuerdan entonces del castrato y del contexto
vivido en los años cincuenta:
Sir Benjamin Keene era entonces nuestro Ministro allí, y aunque quizá fue uno de los hombres más
capaces jamás comisionado por este país, y además ayudado por los buenos deseos y habilidades de Mr.
Wall, el Ministro Español, sus iniciativas eran frustradas por un miserable como Farinelli, el cantante
italiano, que teniendo la gracia de la Reina, hizo que todos sus consejos fracasaran y, en última instancia,
provocó el Pacto Familiar, así como una guerra en la que fueron tan notablemente infructuosos.76
Este proceso podría seguirse fácilmente hasta el presente. Como ha destacado Ann Dessler,
Charles Burney es el historiador más influyente de los dos últimos siglos en los estudios
farinellianos,77 pero lo mismo podemos afirmar sobre la prensa, que aún hoy sigue repitiendo sin
cesar los tópicos cristalizados durante el siglo XVIII.
71 Jean Benjamin de Laborde: Essai sur la Musique Ancienne et Moderne, Ph.-D. Pierres, París, 1780, vol. 3, p. 312.
72 Giovenale Sacchi: Vita del cavaliere don Carlo Broschi, Coleti, Vinegia, 1784, pp. 17-8.
73 E. g., A New and General Biographical Dictionary, vol. V, W. Strahan et al., London, 1784, pp. 263-5.
74 E. g., Charles Burney: A General History of Music, vol. IV, London, 1789, p. 384.
75 Aquí podemos destacar, sobre todo, la noticia publicada en el periódico The Times, nº 1690, 2 de octubre de
1790. Una noticia similar aparece en New-York Weekly Magazine, vol. I, nº 8, 19 de agosto de 1795, p. 61 y en
Bath Chronicle, vol. LIII, nº 2716, 28 de enero de 1796. Sobre la influencia genérica de Burney, véanse los diez
números del The Tomahawk! or, Censor General en 1795-6 (véanse las tablas 1 y 2 del Anexo).
76 «Sir Benjamin Keen [sic] was then our Minister there, and though he was one of the ablest men, perharps,
ever commissioned by this country, and further aided by the good wishes and abilities of Mr. Wall, the Spanish
Minister, yet were both their endeavours frustrated by such a wretch as Farinelli, the Italian singer, who being
in the good graces of the Queen, rendered all their councils abortive, and ultimately brought on the Family
Compact, as well as a war in which they were so remarkably unsuccessfull», Oxford Journal, nº 1939, 26 de junio
de 1790; The Doublin Journal, nº 7741, 26 de junio de 1790.
77 Anne Desler: «‘The little that I have done is already gone and forgotten’: Farinelli and Burney Write Music
History», Cambridge Opera Journal, 27, 3 (2015), pp. 215-238.
65
Conclusión: música, prensa, mitología y política
La prensa constituye una fuente indispensable para conocer la figura de Farinelli, no sólo
durante su paso por los teatros de Londres, sino también y sobre todo durante su estancia en España.
Aunque la apoteosis del cantante tuvo su primer episodio en Londres, su consolidación como la
primera superestrella internacional de la historia supuso un proceso lento y complejo, en el que
ciertas imágenes se extendieron a través de noticias, obras de teatro e historias de la música en las
que su estancia en España y su cercanía con los reyes jugó un papel crucial. La consolidación de la
libertad de prensa y la opinión pública, junto a la competencia de los teatros londinenses y el
nacimiento de la historiografía musical, fue esencial en este proceso, pero también hemos de
considerar la posición política ocupada por el cantante en la corte española, desde su relación con
Felipe V e Isabel de Farnesio hasta su cargo como organizador de festejos durante el reinado de
Fernando VI y Bárbara de Braganza, todo ello atravesado por la Guerra del Asiento, la caída de
Ensenada y la diplomacia entre España e Inglaterra, desde los primeros contactos de Farinelli con el
conde Montijo hasta las cartas de Keene, que alimentaron todo tipo de rumores y noticias falsas,
tanto en Inglaterra como en España.
Todo ello nos sitúa no sólo ante un cantante, sino también ante un mito sobre el que se
vuelcan todo tipo de intereses políticos e ideológicos. A ello contribuye que su apoteosis se diera
durante la propia vida del cantante, como prueban los centenares de noticias aquí recogidas, y que,
desde entonces, todos los relatos que hemos recibido sobre su figura estén marcados de un modo u
otro por esa mitología. ¿Sabemos realmente quién fue Farinelli? ¿Podemos distinguir hoy entre el
cantante y el sujeto de ficción creado por la prensa, el teatro, la historiografía y la diplomacia? ¿Podían
acaso hacerlo sus contemporáneos? Y, al mismo tiempo, ¿no es eso precisamente una superestrella?
¿No nos interesa, en buena medida, por eso?
Tampoco es casualidad que la primera superestrella esté vinculada a la música, alrededor de
la cual han surgido tantas ideas vinculadas a la metafísica, la cosmología, la antropología, la teología,
la política. En concreto, los mitos musicales de la tradición grecolatina y judeocristiana, desde Orfeo
hasta el rey David, desde la armonía de las esferas hasta el canto de los ángeles, pasando por las
sirenas y las musas, han estado siempre vinculados a poderes teológico-políticos que se han
manifestado a través del canto. Y, una vez más, ¿qué sabemos sobre el canto de Farinelli? ¿Acaso
pudo escuchar algún periodista la voz del castrato después de 1737? ¿La escuchó siquiera Burney, que
la consideraba la mejor voz de la historia? La superestrella musical hunde sus raíces en esa mitología
órfico-davídica que no necesita ser escuchada. Al asistir al nacimiento de la primera superestrella con
la periodicidad de la prensa diaria, estas noticias nos ayudan a entender el modo en que se fraguan
los mitos, que no sólo provienen de las profundas verdades del poeta, sino también de los conflictos
políticos, los rumores, las noticias falsas, el interés comercial y la diplomacia. Los periódicos nos
ayudan a entender la complejidad de un proceso como este, donde se dio la enorme coincidencia de
factores tan diversos como la cristalización de la prensa moderna, una competencia insólita entre dos
teatros de ópera, el conflicto entre dos países centrales para la geopolítica europea, la singular
posición de Farinelli en la corte de España y las primeras obras de historiografía musical.
66
67
68
69
70
71
72
73
74
75
Martín Sáez, Daniel. “La apoteosis de Farinelli en España: el mito de la superestrella a través de
la prensa británica del siglo XVIII.” Diagonal: An Ibero-American Music Review 4, no. 2 (2019): 48
75.
ResearchGate has not been able to resolve any citations for this publication.
También aparece en la Ipswich Gazette, 21 de febrero de 1741
  • Derby Mercury
Derby Mercury, 19 de febrero de 1740, Vol. IX, nº 49. También aparece en la Ipswich Gazette, 21 de febrero de 1741, nº 106.
IX, nº 49; Daily Advertiser, 19 de febrero de 1740, nº 2830; Ipswich Gazette, 1 de marzo de 1740
  • Derby Mercury
Derby Mercury, 19 de febrero de 1740, Vol. IX, nº 49; Daily Advertiser, 19 de febrero de 1740, nº 2830; Ipswich Gazette, 1 de marzo de 1740, nº 55.
Humorous and Political Burlesque Scene Between the King and Queen of Spain, an English Sailor, and Farinelli, on the present posture of affairs
  • Comi-Farci-Operatical
A Comi-Farci-Operatical Humorous and Political Burlesque Scene Between the King and Queen of Spain, an English Sailor, and Farinelli, on the present posture of affairs [in America], James Hoey, Dublín, 1741.
Fiestas reales, ed. facsímil del Consorcio para la Organización de Madrid como Capital Europea de la Cultura
  • Carlo Broschi
Carlo Broschi Farinelli: Fiestas reales, ed. facsímil del Consorcio para la Organización de Madrid como Capital Europea de la Cultura, Turner, Madrid, 1992, p. 54.
Vita del cavaliere don Carlo Broschi, Coleti, Vinegia, 1784
  • Giovenale Sacchi
Giovenale Sacchi: Vita del cavaliere don Carlo Broschi, Coleti, Vinegia, 1784, pp. 17-8.
LIII, nº 2716, 28 de enero de 1796. Sobre la influencia genérica de Burney, véanse los diez números del The Tomahawk! or, Censor General en
  • Sobre Aquí Podemos Destacar
  • Todo
Aquí podemos destacar, sobre todo, la noticia publicada en el periódico The Times, nº 1690, 2 de octubre de 1790. Una noticia similar aparece en New-York Weekly Magazine, vol. I, nº 8, 19 de agosto de 1795, p. 61 y en Bath Chronicle, vol. LIII, nº 2716, 28 de enero de 1796. Sobre la influencia genérica de Burney, véanse los diez números del The Tomahawk! or, Censor General en 1795-6 (véanse las tablas 1 y 2 del Anexo).
Anne Desler: «'The little that I have done is already gone and forgotten': Farinelli and Burney Write Music History
Anne Desler: «'The little that I have done is already gone and forgotten': Farinelli and Burney Write Music History», Cambridge Opera Journal, 27, 3 (2015), pp. 215-238.