Conference PaperPDF Available

Aplicación de la termografía infrarroja para la prevención, seguimiento de lesiones y apoyo al diagnóstico en el deporte y la salud

Authors:

Abstract and Figures

Las lesiones constituyen un problema creciente que afecta tanto a los deportistas como a la población en general. Su incidencia repercute a la salud, el rendimiento y la economía de los sujetos e instituciones para los que trabajan o compiten. La Termografía Infrarroja (TI) es una tecnología que permite medir la temperatura de la piel de los seres humanos de una manera rápida, no invasiva y objetiva, representándola con una imagen en colores que contiene datos térmicos. A pesar de los factores que influyen dicha medición, se ha demostrado que siempre que se utilice con un protocolo, una metodología de búsqueda de asimetrías térmicas y unas herramientas adecuadas (como un software automático o la combinación con otras tecnologías) la TI puede ser útil para la prevención de lesiones, el apoyo al diagnóstico y el seguimiento de las mismas durante su recuperación tanto en el sector del deporte como en el de la salud. Asimismo, se ha demostrado como la TI puede ayudar a optimizar los procesos de diagnóstico y recuperación, y consecuentemente generar un ahorro de tiempo y dinero. No obstante, hoy en día quedan aún muchas incógnitas por desvelar sobre el comportamiento térmico humano, lo cuál supone un gran reto y a su vez cierta barrera que genera en algunos casos cierto escepticismo sobre dicha tecnología, aunque esté demostrado que con los resultados y certezas actuales ya tenemos grandes beneficios y aplicaciones al alcance de nuestra mano.
Content may be subject to copyright.
15º Congreso Internacional de Ciencias del Deporte y la Salud
Pontevedra, 8-9 de noviembre 2019
www.congresodeporte.com www.sportis.es
ISBN 978-84-948288-6-7 C 1896-2019
Página140
Aplicación de la termografía infrarroja para la prevención, seguimiento de lesiones
y apoyo al diagnóstico en el deporte y la salud
Application of Infrared Thermography for injury prevention, injury monitoring and
diagnosis support in sport and health sector
Ismael Fernández-Cuevas
Medizinische Hochschule Hannover (MHH) y ThermoHuman
ismael.fernandez@upm.es
Resumen
Las lesiones constituyen un problema creciente que afecta tanto a los deportistas como a
la población en general. Su incidencia repercute a la salud, el rendimiento y la economía
de los sujetos e instituciones para los que trabajan o compiten. La Termografía
Infrarroja (TI) es una tecnología que permite medir la temperatura de la piel de los seres
humanos de una manera rápida, no invasiva y objetiva, representándola con una imagen
en colores que contiene datos térmicos. A pesar de los factores que influyen dicha
medición, se ha demostrado que siempre que se utilice con un protocolo, una
metodología de búsqueda de asimetrías térmicas y unas herramientas adecuadas (como
un software automático o la combinación con otras tecnologías) la TI puede ser útil para
la prevención de lesiones, el apoyo al diagnóstico y el seguimiento de las mismas
durante su recuperación tanto en el sector del deporte como en el de la salud. Asimismo,
se ha demostrado como la TI puede ayudar a optimizar los procesos de diagnóstico y
recuperación, y consecuentemente generar un ahorro de tiempo y dinero. No obstante,
hoy en día quedan aún muchas incógnitas por desvelar sobre el comportamiento térmico
humano, lo cuál supone un gran reto y a su vez cierta barrera que genera en algunos
casos cierto escepticismo sobre dicha tecnología, aunque esté demostrado que con los
resultados y certezas actuales ya tenemos grandes beneficios y aplicaciones al alcance
de nuestra mano.
Palabras clave
Termografía Infrarroja; Prevención de lesiones; Seguimiento; Diagnóstico; Temperatura
de la piel; Deporte
1. Introducción
A pesar de los avances tecnológicos y de conocimiento, hoy en día persiste el problema
de las lesiones de una manera especialmente significativa. No nos referimos
exclusivamente al ámbito del deporte de alto rendimiento, donde disciplinas como el
fútbol registran incluso un incremento del número de lesiones (como el caso de la
Premier League, donde la temporada 2018-2019 se registró un aumento de más del 15%
15º Congreso Internacional de Ciencias del Deporte y la Salud
Pontevedra, 8-9 de noviembre 2019
www.congresodeporte.com www.sportis.es
ISBN 978-84-948288-6-7 C 1896-2019
Página141
de lesiones con respecto a la temporada anterior ("Football Injury Index. English
Premier League 2018-19 Review," 2019)) sino el deporte amateur y lo que trasciende a
la práctica deportiva, como son las lesiones laborales o dolencias derivadas de hábitos
de vida. Sin ir más lejos, el dolor de espalda supone en España la segunda dolencia
crónica más importante afectando al 17,3% de la población según Informe Anual del
Sistema Nacional de Salud (2019).
Nos encontramos ante un problema que afecta a la sociedad en general y más en
concreto a los deportistas. Sus consecuencias inciden de una manera obvia sobre la
salud, pero también sobre el rendimiento del deportista o del equipo o institución para el
que compiten, y lo que a veces pasa desapercibido: el impacto económico, tanto para el
propio deportista, la institución que representa y la competición en la que participa. Esta
problemática está cuantificada, y he aquí algunos datos que lo demuestran: Ekstrand y
colaboradores (2009) indicaban que las lesiones en el fútbol tienen una duración media
de 37 días, que el coste medio de una lesión está estimado en 500.000€ (Jan Ekstrand,
2013), que los equipos de la Premier League tuvieron que pagar 221 millones de GBP
en concepto de lesión la temporada 2018-2019 ("Football Injury Index. English Premier
League 2018-19 Review," 2019) y que en la NBA, cada vez que la estrella de un equipo
está lessionado la asistencia al estadio baja entre un 7% y un 25% (Kaplan et al., 2019).
Frente a dicha problemática, las ciencias del deporte han avanzando con conocimientos
más precisos sobre la fisiología y el rendimiento (Ganse, Ganse, Dahl, & Degens,
2018), y en consecuencia se han desarrollado y aplican métodos de entrenamiento más
específicos e individualizados. En los últimos 10 años se han descubierto y utilizado
numerosos parámetros y herramientas encaminadas a cuantificar la carga de
entrenamiento, tanto interna como externa. Se ha demostrado que una misma carga
externa puede generar diferentes valores de carga interna según el individuo (Jaspers,
Brink, Probst, Frencken, & Helsen, 2017), y curiosamente se ha confirmado la
existencia de una clara relación entre mayores cargas de entrenamiento e incrementos en
la probabilidad de sufrir una lesión en deportes de equipo (Gabbett, 2010; Malone et al.,
2017).
15º Congreso Internacional de Ciencias del Deporte y la Salud
Pontevedra, 8-9 de noviembre 2019
www.congresodeporte.com www.sportis.es
ISBN 978-84-948288-6-7 C 1896-2019
Página142
Existen muchas alternativas para medir la carga externa, aunque destaca el creciente uso
del GPS. Para la carga interna también encontramos diferentes opciones (sobre todo la
frecuencia cardiaca, el consumo máximo de oxígeno o la percepción subjetiva del
esfuerzo), pero la mayoría son invasivas, subjetivas y con falta de una evidencia
científica sólida que las respalde (Halson, 2014). En los últimos años está creciendo el
interés científico y profesional por la termografía infrarroja (TI), una técnica que
permite medir la temperatura de la piel de manera rápida, no invasiva y objetiva (Ring
& Ammer, 2000) y consecuentemente cuantificar la fisiología y metabolismo. La TI se
está utilizando en el ámbito de la salud y el deporte, entre otras cosas, para prevenir y
seguir lesiones e incluso apoyar al proceso de diagnóstico de las mismas (Priego
Quesada, 2017). Algunos trabajos hablan de resultados de hasta un 90% de reducción de
lesiones en equipos de fútbol (Gómez Carmona, 2012). Precisamente a continuación
describiremos en profundidad las virtudes y limitaciones de esta técnica y cómo debe
utilizarse para alcanzar resultados en dichas aplicaciones.
2. Epidemiología
La epidemiología es la disciplina que se encarga de describir la distribución, frecuencia
y factores determinantes de las lesiones y enfermedades existentes en diferentes tipos de
poblaciones (Rothman, Greenland, & Lash, 2008). Gracias a la epidemiología es mas
fácil clasificar y entender las lesiones y, consecuentemente, conocerlas detalladamente
para así poder evitarlas (en la medida de lo posible). Con este apartado, pretendemos
introducir brevemente la problemática que suponen (tal y como se ha comentado en la
introducción) y sobremanera puntualizar un aspecto clave: no todas las lesiones son
evitables.
Soligard y colaboradores (2017) publicaron recientemente un trabajo sobre las lesiones
registradas durante los Juegos Olímpicos de Rio de Janeiro en 2016. En la siguiente
imagen podemos observar tanto la incidencia por disciplina como el tiempo de baja que
supusieron (figura 1). De las 39 disciplinas analizadas, encontramos deportes tan
conocidos como el boxeo, el taekwondo, el waterpolo, el rugby, el fútbol o el
balonmano entre los 10 más lesivos. Hay cuatro aspectos importantes en este tipo de
estudios, a saber: la definición, la severidad, el mecanismo y el tipo de lesión. En primer
15º Congreso Internacional de Ciencias del Deporte y la Salud
Pontevedra, 8-9 de noviembre 2019
www.congresodeporte.com www.sportis.es
ISBN 978-84-948288-6-7 C 1896-2019
Página143
lugar, es clave determinar lo que entendemos por lesión. Existen muchas definiciones,
pero nos decantamos por la de Ekstrand, Hägglund y Waldén (2011), que definieron el
término lesión como un hecho que ocurre durante una sesión de entrenamiento o
competición y que imposibilita al atleta finalizar la sesión de entrenamiento o el partido.
En segundo lugar se halla la duración de la lesión, factor que nos permite entender la
severidad de la misma. En este trabajo se establece una clasificación que divide aquellas
lesiones que duraron un día o más, y aquellas que supusieron más de 7 días de baja. En
tercer lugar, está el mecanismo de lesión, información clave dado que determina si la
lesión ha sido por contacto o sin contacto (en este caso en concreto se divide por
contacto con otro atleta, con contacto traumático o por sobrecarga) y por ende, si podría
haber sido prevenida. Por último está la localización y tipo de lesión, que nos habla
sobre las lesiones y localizaciones más afectadas y que variaran significativamente entre
disciplinas. Toda esta información ha de conocerse para entender si la disciplina que
abordamos es más o menos lesiva, qué características tienen las lesiones más comunes y
sobre todo que capacidad de mejora tendremos si nuestro objetivo es el de prevenir las
lesiones, dado que aquellas lesiones por contacto serán mucho más difíciles de prevenir
que las que se producen por sobrecarga o sobreuso.
15º Congreso Internacional de Ciencias del Deporte y la Salud
Pontevedra, 8-9 de noviembre 2019
www.congresodeporte.com www.sportis.es
ISBN 978-84-948288-6-7 C 1896-2019
Página144
Figura 1. Descripción de la incidencia de lesiones de cada disciplina durante los
Juegos Olímpicos de Río de Janeiro (2016). (Fuente: obtenido de Soligard et al. 2017)
3. Termografía Infrarroja
La Termografía Infrarroja (TI) es una tecnología no invasiva, rápida y objetiva que
permite cuantificar en tiempo real la energía que irradia cualquier objeto (Ring &
Ammer, 2000). En el caso de los seres humanos, la TI nos permite medir la radiación
que emite la piel, y mediante la aplicación de la fórmula de Stefan-Boltzmann, obtener
un dato objetivo y sin contacto sobre la temperatura de la piel (Arnaiz-Lastras,
Fernández-Cuevas, López-Díaz, Gómez-Carmona, & Sillero-Quintana, 2014). Por lo
tanto, la TI nos proporciona información sobre el estado fisiológico y metabólico de las
estructuras y tejidos más cercanos a la piel.
a. Historia
La TI no es nueva en absoluto. Su descubrimiento se remonta al comienzo del siglo
XIX con la investigación del astrónomo Sir Frederick William Herschel, siendo su hijo,
15º Congreso Internacional de Ciencias del Deporte y la Salud
Pontevedra, 8-9 de noviembre 2019
www.congresodeporte.com www.sportis.es
ISBN 978-84-948288-6-7 C 1896-2019
Página145
John Herschel, quien obtendría el primer termograma de la historia en 1840 (Ring,
2000). Los primeros dispositivos son desarrollados al inicio del siglo XX y son
predominantemente utilizados en el sector militar (Ring, 2014). La utilización de esta
tecnología con objetivos clínicos no se produce hasta los años 60, aunque la mayoría de
las investigaciones y su uso estaba encaminado a establecer la capacidad diagnóstica de
la TI frente a diferentes patologías y enfermedades. En relación con el deporte de alto
rendimiento, los primeros trabajos se realizaron en la década de los 70 en Alemania y en
los 80 en Inglaterra (Sillero et al., 2015). Sin embargo, en aquel momento la tecnología
no estaba tan desarrollada como actualmente, requiriendo varios minutos para la
obtención de un termograma y dando como resultado imágenes con poca definición y
sin posibilidad de cuantificarlas.. En la década de los 90, la utilización de esta
tecnología disminuyó por la falta de protocolos metodológicos estandarizados que
asegurasen su fiabilidad y reproducibilidad, por la baja calidad de los sistemas de
imagen y cámaras de la época, y por su uso abusivo como herramienta de diagnóstico
del cáncer de mama (Head & Elliott, 2002; Moskowitz, Milbrath, Gartside, Zermeno, &
Mandel, 1976; Williams, Phillips, Jones, Beaman, & Fleming, 1990). Estos factores
provocaron que se desacreditase esta tecnología como herramienta de diagnóstico por su
falta de especificidad en comparación con otras técnicas más fiables y precisas, como la
resonancia magnética (MRI). Sin embargo, hoy en día tenemos una nueva generación de
cámaras de alta resolución que permiten mediciones más precisas y fiables, protocolos y
guías de uso contrastadas y acceso más fácil a datos objetivos a través de programas
informáticos que convierten la TI en una potente herramienta de monitorización
(Hildebrandt, Raschner, & Ammer, 2010).
b. Conceptos básicos
La TI basa su fundamentación fisiológica en la termorregulación, proceso controlado
por el sistema nervioso central desde el hipotálamo y con una estrecha relación con el
sistema inmune y el metabolismo (Fernandes, Hernandez, Albuquerque, & Mady, 2018;
Lahiri, Bagavathiappan, Jayakumar, & Philip, 2012). Asimismo, el ejercicio supone un
desajuste significativo de dichos sistemas, favoreciendo procesos inflamatorios como
consecuencia de un incremento del flujo sanguíneo hacia las zonas activas y un
incremento de la actividad metabólica (Arnaiz-Lastras et al., 2014). Este mecanismo
15º Congreso Internacional de Ciencias del Deporte y la Salud
Pontevedra, 8-9 de noviembre 2019
www.congresodeporte.com www.sportis.es
ISBN 978-84-948288-6-7 C 1896-2019
Página146
permite una reparación y adaptación de los tejidos post-ejercicio, provocando a su vez
un aumento de la temperatura superficial de la zona. Se ha demostrado que la actividad
muscular induce procesos de transferencia de calor entre los músculos y tejidos
superficiales adyacentes en un intento de mantener la homeostasis térmica del
organismo, obteniendo como resultado un aumento de la temperatura de la piel (Abate
et al., 2010).
Estas modificaciones de la temperatura de la piel fruto del proceso de termorregulación
pueden dar como resultado una reacción hipertérmica en el caso de existir procesos
inflamatorios, así como una reacción hipotérmica cuando existen situaciones de
compresión que dificulta el riego sanguíneo o procesos degenerativos (Sampedro,
Piñonosa Cano, & Fernández-Cuevas, 2012). Es importante aclarar que la TI no muestra
anormalidades anatómicas, sino que revela cambios fisiológicos que pueden ayudarnos
a detectar posibles daños en los tejidos (Côrte et al., 2019). Y por esa misma razón, es
importante entender que tan importante puede ser una zona hipertérmica como una
hipotérmica, y que dicha información objetiva obtenida con rapidez y fiabilidad puede
permitir al profesional tomar decisiones clave para adaptar la carga de entrenamiento,
ajustar el diagnóstico o enfocar el tratamiento de recuperación.
c. Factores de influencia y protocolos
La principal limitación que tiene la aplicación de la termografía en humanos es la gran
cantidad de factores que inciden tanto en la temperatura de la piel como en el entorno en
el que se toma y las técnicas con las que analizamos los resultados termográficos
(Fernández-Cuevas et al., 2015).
Según el principio de homeostasis, nuestra fisiología hace que tengamos un equilibrio
térmico entre las diferentes regiones de nuestro cuerpo (Johnson & Kellogg, 2010). Por
esa curiosa razón, y dado que la mayoría de los factores descritos en la clasificación
propuesta por Fernández-Cuevas y colaboradores (2015) tienen una afectación bilateral,
la búsqueda de asimetrías térmicas es la mejor opción para determinar la normalidad de
una imagen térmica (Fernández-Cuevas, Arnáiz Lastras, Escamilla Galindo, & Gómez
Carmona, 2017). En ese sentido, se ha determinado que una asimetría entre regiones de
15º Congreso Internacional de Ciencias del Deporte y la Salud
Pontevedra, 8-9 de noviembre 2019
www.congresodeporte.com www.sportis.es
ISBN 978-84-948288-6-7 C 1896-2019
Página147
interés (ROI) contralaterales superior a 0,3ºC debe ser considera anormal (Arnaiz-
Lastras et al., 2014).
Existen diferentes protocolos que describen la mejor manera de tomar las imágenes en
humanos (Ring & Ammer, 2000), siendo precisamente el publicado recientemente por
Gomes Moreira y colaboradores (2017) el que más consenso y detalle tiene sobre los
tiempos de aclimatación, preguntas y otros factores a tener en cuenta a la hora de tomar
una imagen termográfica. Asimismo, se ha demostrado que el procesamiento
automático de las imágenes favorece la fiabilidad y reproducibilidad de los datos, y por
consiguiente, la objetividad y solidez de los resultados (Fernández-Cuevas, Marins,
Arnáiz Lastras, Gómez Carmona, & Sillero Quintana, 2016).
d. Cuestiones clave
Como se ha mencionado anteriormente, la interpretación de la termografía se hace
compleja por la falta de resultados científicos sobre las características térmicas de las
diferentes patologías y lesiones. Gracias a trabajos como el de Sillero-Quintana y
colaboradores (2015), hoy en día se sabe que la mayoría de las lesiones cursan con
hipertermia en los primeros días con una media de asimetría térmica de 0,5ºC a favor
de la región lesionada-. Sin embargo, también se describe como aquellas dolencias de
origen vascular o nervioso pueden cursar con hipotermia.
En ese sentido y gracias en gran medida a resultados como ese y a la propia experiencia,
se ha podido desarrollar un pequeño esquema que permite interpretar más fácilmente las
asimetrías térmicas de un termograma, tanto desde el punto de vista de la lesión como
del dolor, siempre y cuando se sigan correctamente los protocolos de implementación
(figura 2)
15º Congreso Internacional de Ciencias del Deporte y la Salud
Pontevedra, 8-9 de noviembre 2019
www.congresodeporte.com www.sportis.es
ISBN 978-84-948288-6-7 C 1896-2019
Página148
Figura 2. Esquema de interpretación de asimetrías térmicas en función del dolor
y/o lesión (elaboración propia)
Otra cuestión clave a la hora de utilizar la TI es entender que el termograma es una
imagen que tiene dos capas: la una es visible y nos permite visualizar en diferentes
colores la temperatura del objeto medido; y la segunda consiste en una capa de datos
radiométricos que permite cuantificar los datos de temperatura por cada pixel. Esta
característica intrínseca de la termografía da lugar a las dos principales metodologías de
uso de esta herramienta: el método cualitativo y el cuantitativo.
Ambos métodos son perfectamente válidos y complementarios. El método cualitativo
nos permite analizar de manera rápida e intuitiva los colores para detectar en un vistazo
anormalidades en el termograma, aunque es subjetiva y depende de la distribución del
rango de colores que es modificable-y de la experiencia del observador (Zaproudina,
Varmavuo, Airaksinen, & Narhi, 2008). Es el método cuantitativo, esa enorme cantidad
de datos térmicos por píxeles, la que permite diferenciar a la TI frente a otras técnicas
de imagen, dado que nos permite cuantificar de manera objetiva los datos obtenidos, y
de manera complementaria objetivar y confirmar las alarmas detectadas a través del
método cualitativo, y en algunos casos poner el foco en alarmas que el observador no
fue capaz de detectar solo mirando la imagen.
No obstante, es cierto que el método cuantitativo precisa de un procesamiento de la
imagen. La mayoría de las cámaras tienen un software que permite analizar
manualmente las imágenes, aunque se ha demostrado que no con mucha fiabilidad
(Fernández-Cuevas et al., 2016). Existen software en el mercado que permiten analizar
las imágenes térmicas de seres humanos automáticamente, ganando en tiempo y
fiabilidad, así como facilitando una visualización e interpretación de los mismos más
eficiente (figura 3).
15º Congreso Internacional de Ciencias del Deporte y la Salud
Pontevedra, 8-9 de noviembre 2019
www.congresodeporte.com www.sportis.es
ISBN 978-84-948288-6-7 C 1896-2019
Página149
Figura 3. Representación de la evolución temporal de asimetrías térmicas de un sujeto
mediante análisis cuantitativo de imágenes térmicas (ThermoHuman, España)
e. Principales aplicaciones
De todas las aplicaciones actuales de la TI, destacamos tres que pivotan sobre la
existencia de una lesión: si analizamos a sujetos sin lesión, el objetivo es la prevención
de lesiones; si lamentablemente existe una lesión, la TI puede ayudar en el proceso
diagnóstico; y finalmente tras el mismo, la TI va a ser especialmente interesante para el
seguimiento y recuperación de dicha lesión.
i. Prevención de lesiones
Cada vez son más los trabajos enfocados a está aplicación. Gomez-Carmona (2012) fue
uno de los pioneros demostrando la validez de la TI como método de prevención de
15º Congreso Internacional de Ciencias del Deporte y la Salud
Pontevedra, 8-9 de noviembre 2019
www.congresodeporte.com www.sportis.es
ISBN 978-84-948288-6-7 C 1896-2019
Página150
lesiones, detección de desequilibrios musculares y cuantificación de la respuesta térmica
a la carga de entrenamiento. Se utilizó una comparativa entre dos pretemporadas en un
equipo de fútbol profesional en España, la única diferencia fue la utilización de la TI en
la segunda pretemporada, reduciéndose la incidencia de lesiones musculares en un 70%
y llegando a disminuir en un 90% los días de baja por lesión. Recientemente, Côrte y
colaboradores (2019) realizaron un estudio similar en Brasil comparando dos
temporadas completas, y describiendo una reducción del 64% de las lesiones
musculares.
En ambos trabajos, la TI constituye una herramienta clave para la prevención, sin
olvidar que son los profesionales los que consiguen dicho objetivo, no la TI por si sola.
Para ello, resulta clave una evaluación periódica de los sujetos, siguiendo un protocolo
(normalmente previo al entrenamiento y/o tratamiento) y estipulando un plan de
intervención en el caso de encontrar alarmas, ya sea para reducir la carga o establecer un
tratamiento individualizado. Respecto a este protocolo de actuación, Côrte y
colaboradores (2019) establecen las siguientes pautas:
Asimetrías térmicas de 0.5ºC 1.0ºC: se tomarán medidas preventivas, aunque
el atleta no manifieste síntomas de lesión, sobre todo si estos valores se han visto
incrementados desde mediciones anteriores.
Asimetrías de 1.0ºC 1.5ºC: se interpreta como alto riesgo de lesión y se reduce
la carga por completo, sobre todo si los valores sobrepasar los 1.5ºC.
Por su parte, Gómez Carmona (2012) estableció la siguiente escala de atención a las
asimetrías térmicas en futbolistas profesionales:
< 0,4ºC = Normal.
0,5º - 0,7ºC = Seguimiento.
0,8º - 1ºC = Prevención.
1,1º - 1,5ºC = Alarma.
> 1,6ºC = Gravedad.
Asimismo, es clave entender que no todas las asimetrías significan lesión, ni todas las
lesiones cursan con una asimetría térmica. Por ello es fundamental integrar la TI como
15º Congreso Internacional de Ciencias del Deporte y la Salud
Pontevedra, 8-9 de noviembre 2019
www.congresodeporte.com www.sportis.es
ISBN 978-84-948288-6-7 C 1896-2019
Página151
una herramienta más, que destaca por su rapidez, no invasividad y objetividad, y que
multiplica su potencial cuando se correlaciona con otras tecnologías dentro de
protocolos como los que se han descrito (Fernández-Cuevas et al., 2017). En esa línea y
tal y como menciona Ekstrand y colaboradores (2018) la comunicación y cooperación
entre los diferentes departamentos y profesionales es un factor imprescindible para la
obtención de dichos resultados.
Quepa resaltar que en estudios como el de Côrte y colaboradores (2019) también se
estimó el ahorro económico que la aplicación de la TI supuso al equipo de fútbol
durante dicha temporada, una cifra cercana a los 300.000€ solo teniendo en cuenta los
salarios de los jugadores.
ii. Ayuda al diagnóstico
La gran diferencia entre la aplicación de la TI en medicina y la que se hace en el deporte
y la salud es el objetivo diagnóstico. La reputación de la TI se ha visto claramente
dañada por su utilización como herramienta única para el diagnóstico de patologías,
especialmente el cáncer de mama (Moskowitz et al., 1976; Williams et al., 1990). Si
bien es cierto que se ha demostrado la eficacia de la TI para el diagnóstico de alguna
patologías reumáticas, diabéticas e incluso hepáticas (Lahiri et al., 2012), en la mayoría
de los casos se aconseja complementar el examen térmico con otro tipo de pruebas con
resultados diagnósticos más específicos y sensibles.
Sin embargo, es cierto que la TI destaca por ser mucho más rápida y económica que
otras pruebas de imagen como la resonancia magnética o los rayos x, y sobremanera
permite cuantificar y objetivar los resultados (Arnaiz-Lastras et al., 2014). Es por ello
que entendemos que esa rapidez y economía puede ser clave para determinar la
naturaleza de una lesión o patología antes de evaluarla con pruebas más costosas, lentas
e invasivas.
En ese sentido, el estudio de Sillero y colaboradores (2015) es especialmente
interesante, dado que analizó la utilidad de la TI en un entorno hospitalario para
demostrar su utilidad como herramienta de soporte al diagnóstico en una sala de
15º Congreso Internacional de Ciencias del Deporte y la Salud
Pontevedra, 8-9 de noviembre 2019
www.congresodeporte.com www.sportis.es
ISBN 978-84-948288-6-7 C 1896-2019
Página152
urgencias. En dicho trabajo se describe los perfiles térmicos según localización,
estructura dañada y patología, llegando a la conclusión que la mayoría de las lesiones
cursan con hipertermia media de asimetría de 0,5ºC más en la región lesionada frente a
la contralateral-, pero que existen algunas relacionadas con el sistema nervioso y
vascular que generan precisamente lo contrario: una hipotermia. Ese matiz es clave para
determinar qué prueba es necesaria para confirmar un diagnóstico y, por consiguiente,
concluye que permite ahorrar tiempo y dinero, así como la invasividad de ciertas
pruebas al paciente (Sillero-Quintana et al., 2015).
Valga como ejemplo la descripción de una fractura ósea, que de media cursa con una
asimetría de 0,9ºC (Sillero-Quintana et al., 2015). En este caso, si el facultativo duda
tras la exploración de la existencia de una fractura, y el resultado de la TI es un valor
similar al 1ºC de asimetría, se debe proceder a hacer unos rayos X para confirmar. Pero
si por el contrario, existen dudas sobre el diagnóstico de fractura y apenas se encuentra
asimetría, en ese caso podría evitarse la prueba de rayos X y utilizar una prueba
alternativa menos costosa e invasiva.
iii. Seguimiento de lesiones
Finalmente, ante la existencia de una lesión, la TI nos permite visualizar y cuantificar
las asimetrías que genera una lesión durante el periodo de recuperación, de tal manera
que podremos seguir de cerca la evolución de la zona afectada hasta regresar a valores
de normalidad, y también controlar las posibles compensaciones que dicha lesión
produce en el resto del cuerpo, información que es clave para la readaptación y
reducción de la posibilidad de recidiva o recaída.
En ese sentido, hay trabajos como el realizado por Piñonosa Cano (2016) en el que se
analiza la utilidad de la TI en el seguimiento de una lesión como es la rotura del
ligamento cruzado anterior (LCA) de la rodilla y su operación. Este trabajo es
especialmente interesante dado que se describe cómo las temperaturas y asimetrías
térmicas evolucionan a lo largo del periodo de rehabilitación y 18 meses después,
volviendo a índices de normalidad previas a la lesión. Estos resultados hablan sobre su
utilidad para determinar la correcta evolución de la zona lesionada durante la
15º Congreso Internacional de Ciencias del Deporte y la Salud
Pontevedra, 8-9 de noviembre 2019
www.congresodeporte.com www.sportis.es
ISBN 978-84-948288-6-7 C 1896-2019
Página153
rehabilitación, así como cuantificar desequilibrios y riesgos de lesiones que se producen
en otras regiones del cuerpo durante la recuperación (figura 4). Esta información es
clave tanto desde el punto de vista clínico como de readaptación y vuelta a la
competición en el entorno deportivo (Fernández-Cuevas et al., 2017).
Figura 4. Representación de la evolución temporal de asimetrías e imágenes
térmicas de un sujeto antes, durante y después de una lesión y operación de lesionado
de LCA en la rodilla derecha (elaboración propia con avatares del software
ThermoHuman)
4. Conclusiones
Las lesiones constituyen un problema creciente que afecta tanto a los deportistas como a
la población en general, afectando a la salud, el rendimiento y la economía de los
sujetos, instituciones y entidades. La termografía infrarroja (TI) es una tecnología que
permite medir la temperatura de la piel en humanos de una manera rápida, no invasiva y
objetiva. A pesar de los factores que influyen dicha medición, se ha demostrado que
siempre que se utilice con un protocolo, una metodología y unas herramientas
adecuadas, la TI puede ser útil para la prevención de lesiones, el apoyo al diagnóstico y
15º Congreso Internacional de Ciencias del Deporte y la Salud
Pontevedra, 8-9 de noviembre 2019
www.congresodeporte.com www.sportis.es
ISBN 978-84-948288-6-7 C 1896-2019
Página154
el seguimiento de las mismas durante su recuperación tanto en el sector del deporte
como de la salud. Dichos beneficios, pueden acentuarse cuando la TI se combina con
otras tecnologías, permitiendo optimizar los procesos de diagnóstico y recuperación, y
consecuentemente generando un ahorro de tiempo y dinero. No obstante, siguen siendo
muchas las dudas que se plantean sobre el comportamiento térmico en humanos,
cuestión que supone a la par un reto y un obstáculo, ya que para algunos la TI sigue
estando rodeada de escepticismo y mala reputación y para otros muchos es obvio que
los resultados actuales ya son lo suficientemente sólidos como para sacar beneficio de
esta tecnología, independientemente de avances que mejoren y amplíen aún más sus
aplicaciones y resultados.
5. Bibliografía
Abate, M., Carlo, L. D., Romualdo, S. D., Ionta, S., Ferretti, A., Romani, G. L., &
Merla, A. (2010). Postural adjustment in experimental leg length difference
evaluated by means of thermal infrared imaging. Physiol Meas, 31(1), 35-43.
doi: S0967-3334(10)16596-4 [pii]
10.1088/0967-3334/31/1/003
Arnaiz-Lastras, J., Fernández-Cuevas, I., López-Díaz, C., Gómez-Carmona, P. M., &
Sillero-Quintana, M. (2014). Aplicación práctica de la Termografía Infrarroja en
el fútbol profesional. Revista de Preparación Física en el Fútbol(13), 6-15.
Côrte, A. C., Pedrinelli, A., Marttos, A., Souza, I. F. G., Grava, J., & José Hernandez,
A. (2019). Infrared thermography study as a complementary method of
screening and prevention of muscle injuries: pilot study. BMJ Open Sport &
Exercise Medicine, 5(1), e000431. doi: 10.1136/bmjsem-2018-000431
Ekstrand, J. (2013). Keeping your top players on the pitch: the key to football medicine
at a professional level. British Journal of Sports Medicine, 47(12), 723-724. doi:
10.1136/bjsports-2013-092771
Ekstrand, J., Hagglund, M., & Walden, M. (2009). Injury incidence and injury patterns
in professional football - the UEFA injury study. Br J Sports Med. doi:
bjsm.2009.060582 [pii]
10.1136/bjsm.2009.060582
15º Congreso Internacional de Ciencias del Deporte y la Salud
Pontevedra, 8-9 de noviembre 2019
www.congresodeporte.com www.sportis.es
ISBN 978-84-948288-6-7 C 1896-2019
Página155
Ekstrand, J., Hägglund, M., & Waldén, M. (2011). Epidemiology of Muscle Injuries in
Professional Football (Soccer). The American Journal of Sports Medicine, 39(6),
1226-1232. doi: 10.1177/0363546510395879
Ekstrand, J., Lundqvist, D., Davison, M., D’Hooghe, M., & Pensgaard, A. M. (2018).
Communication quality between the medical team and the head coach/manager
is associated with injury burden and player availability in elite football clubs.
British Journal of Sports Medicine, bjsports-2018-099411. doi:
10.1136/bjsports-2018-099411
Fernandes, T. L., Hernandez, A. J., Albuquerque, C., & Mady, C. E. K. (2018). Clinical
application of thermography for energy balance in athletes state of the art and
new paradigms. Revista Brasileira de Medicina do Esporte, 24, 483-485.
Fernández-Cuevas, I., Arnáiz Lastras, J., Escamilla Galindo, V., & Gómez Carmona, P.
(2017). Infrared Thermography for the Detection of Injury in Sports Medicine.
In J. I. Priego Quesada (Ed.), Application of Infrared Thermography in Sports
Science (pp. 81-109). Cham, Switzerland: Springer International Publishing.
Fernández-Cuevas, I., Bouzas Marins, J. C., Arnáiz Lastras, J., Gómez Carmona, P. M.,
Piñonosa Cano, S., García-Concepción, M. Á., & Sillero-Quintana, M. (2015).
Classification of factors influencing the use of infrared thermography in
humans: A review. Infrared Physics & Technology, 71(0), 28-55. doi:
http://dx.doi.org/10.1016/j.infrared.2015.02.007
Fernández-Cuevas, I., Marins, J. C., Arnáiz Lastras, J., Gómez Carmona, P., & Sillero
Quintana, M. (2016). Validity, Reliability, and Reproducibility of Skin
Temperature in Healthy Subjects Using Infrared Thermography. In P. Humbert,
H. Maibach, F. Fanian & P. Agache (Eds.), Agache’s Measuring the Skin (pp.
1311-1318). Cham: Springer International Publishing.
. Football Injury Index. English Premier League 2018-19 Review. (2019) (pp. 26).
United Kingdom: Marsh JLT Specialty.
Gabbett, T. J. (2010). The development and application of an injury prediction model
for noncontact, soft-tissue injuries in elite collision sport athletes. J Strength
Cond Res, 24(10), 2593-2603. doi: 10.1519/JSC.0b013e3181f19da4
Ganse, B., Ganse, U., Dahl, J., & Degens, H. (2018). Linear Decrease in Athletic
Performance During the Human Life Span. Frontiers in physiology, 9, 1100-
1100. doi: 10.3389/fphys.2018.01100
15º Congreso Internacional de Ciencias del Deporte y la Salud
Pontevedra, 8-9 de noviembre 2019
www.congresodeporte.com www.sportis.es
ISBN 978-84-948288-6-7 C 1896-2019
Página156
Gomes Moreira, D., Costello, J. T., Brito, C. J., Adamczyk, J. G., Ammer, K., Bach, A.
J. E., . . . Sillero-Quintana, M. (2017). Thermographic imaging in sports and
exercise medicine: A Delphi study and consensus statement on the measurement
of human skin temperature. Journal of Thermal Biology, 69, 155-162. doi:
https://doi.org/10.1016/j.jtherbio.2017.07.006
Gómez Carmona, P. M. (2012). Influencia de la información termográfica infrarroja en
el protocolo de prevención de lesiones de un equipo de fútbol profesional
español. (PhD), Universidad Politécnica de Madrid, Madrid.
Halson, S. L. (2014). Monitoring Training Load to Understand Fatigue in Athletes.
Sports Med, 44(2), 139-147. doi: 10.1007/s40279-014-0253-z
Head, J. F., & Elliott, R. L. (2002). Infrared imaging: making progress in fulfilling its
medical promise. Engineering in Medicine and Biology Magazine, IEEE, 21(6),
80-85. doi: 10.1109/memb.2002.1175142
Hildebrandt, C., Raschner, C., & Ammer, K. (2010). An overview of recent application
of medical infrared thermography in sports medicine in Austria. Sensors, 10(5),
4700-4715.
. Informe Anual del Sistema Nacional de Salud 2017. Resumen ejecutivo. (2019). NIPO
en línea: 731-19-046-0 Ministerio de Sanidad, Consumo y Bienestar Social.
Jaspers, A., Brink, M. S., Probst, S. G., Frencken, W. G., & Helsen, W. F. (2017).
Relationships Between Training Load Indicators and Training Outcomes in
Professional Soccer. Sports Med, 47(3), 533-544. doi: 10.1007/s40279-016-
0591-0
Johnson, J. M., & Kellogg, D. L., Jr. (2010). Local thermal control of the human
cutaneous circulation. J Appl Physiol, 109(4), 1229-1238. doi:
10.1152/japplphysiol.00407.2010
Kaplan, S., Ramamoorthy, V., Gupte, C., Sagar, A., Premkumar, D., Wilbur, J., &
Zilberman, D. (2019). The Economic Impact of NBA Superstars: Evidence from
Missed Games using Ticket Microdata from a Secondary Marketplace: Working
Paper.
Lahiri, B. B., Bagavathiappan, S., Jayakumar, T., & Philip, J. (2012). Medical
Applications of Infrared Thermography: A Review. Infrared Physics &
Technology, 55(4), 221-235. doi: 10.1016/j.infrared.2012.03.007
15º Congreso Internacional de Ciencias del Deporte y la Salud
Pontevedra, 8-9 de noviembre 2019
www.congresodeporte.com www.sportis.es
ISBN 978-84-948288-6-7 C 1896-2019
Página157
Malone, S., Owen, A., Newton, M., Mendes, B., Collins, K. D., & Gabbett, T. J. (2017).
The acute:chonic workload ratio in relation to injury risk in professional soccer.
Journal of Science and Medicine in Sport, 20(6), 561-565. doi:
10.1016/j.jsams.2016.10.014
Moskowitz, M., Milbrath, J., Gartside, P., Zermeno, A., & Mandel, D. (1976). Lack of
Efficacy of Thermography as a Screening Tool for Minimal and Stage I Breast
Cancer. New England Journal of Medicine, 295(5), 249-252. doi:
10.1056/NEJM197607292950504
Piñonosa Cano, S. (2016). Use of infrared thermography as a tool to monitor skin
temperature along the recovery process of an anterior cruciate ligament
surgery. (PhD), Universidad Politécnica de Madrid, Spain.
Priego Quesada, J. I. (2017). Application of infrared thermography in sports science:
Springer.
Ring, E. F. J. (2000). The discovery of infrared radiation in 1800. The Imaging Science
Journal, 48, 1-8.
Ring, E. F. J. (2014). Pioneering progress in infrared imaging in medicine. Quantitative
InfraRed Thermography Journal, 1-9. doi: 10.1080/17686733.2014.892667
Ring, E. F. J., & Ammer, K. (2000). The Technique of Infra red Imaging in Medicine.
Thermology International, 10(1), 7-14.
Rothman, K. J., Greenland, S., & Lash, T. L. (2008). Modern epidemiology (Vol. 3):
Wolters Kluwer Health/Lippincott Williams & Wilkins Philadelphia.
Sampedro, J., Piñonosa Cano, S., & Fernández-Cuevas, I. (2012). Thermography as a
new assessment tool in basketball. Pilot study carried out with a professional
player in the ACB. Cuadernos de Psicología del Deporte, 12, 51-56.
Sillero-Quintana, M., Fernández-Jaén, T., Fernández-Cuevas, I., Gómez-Carmona, P.
M., Arnaiz-Lastras, J., Pérez, M.-D., & Guillén, P. (2015). Infrared
Thermography as a Support Tool for Screening and Early Diagnosis in
Emergencies. Journal of Medical Imaging and Health Informatics, 5(6), 1223-
1228. doi: 10.1166/jmihi.2015.1511
Soligard, T., Steffen, K., Palmer, D., Alonso, J. M., Bahr, R., Lopes, A. D., . . .
Engebretsen, L. (2017). Sports injury and illness incidence in the Rio de Janeiro
2016 Olympic Summer Games: A prospective study of 11274 athletes from 207
15º Congreso Internacional de Ciencias del Deporte y la Salud
Pontevedra, 8-9 de noviembre 2019
www.congresodeporte.com www.sportis.es
ISBN 978-84-948288-6-7 C 1896-2019
Página158
countries. British Journal of Sports Medicine, 51(17), 1265. doi:
10.1136/bjsports-2017-097956
Williams, K. L., Phillips, B. H., Jones, P. A., Beaman, S. A., & Fleming, P. J. (1990).
Thermography in screening for breast cancer. J Epidemiol Community Health,
44(2), 112-113.
Zaproudina, N., Varmavuo, V., Airaksinen, O., & Narhi, M. (2008). Reproducibility of
infrared thermography measurements in healthy individuals. Physiol Meas,
29(4), 515-524. doi: S0967-3334(08)74211-4 [pii]
10.1088/0967-3334/29/4/007
... This procedure measures infrared radiation emitted by the skin, converting it into temperature (Oliveira et al 2018, Hillen et al 2020. It has been considered a painless, safe, and non invasive method (Neves et al 2015, Fernández-Cuevas 2019, Vardasca et al 2019, Hillen et al 2020. It is assumed that skin temperature may increase after an exercise session and may remain elevated up to 96 h post-exercise, which has been related to the inflammatory process initiated after resistance exercise to repair skeletal muscle damage (da Silva et al 2018, Uchôa et al 2018, Owens et al 2019. ...
... However, this elevation in skin temperature may depend of several factors, such as exercise intensity and duration (Hillen et al 2020, Vieira et al 2020. When resistance exercise causes muscle damage, an increase in blood flow and migration of leukocyte subpopulation of cells to the damaged area occurs, resulting in an inflammatory response (Uchôa et al 2018, Fernández-Cuevas 2019, Owens et al 2019. This response seems to be responsible for the increase in heat production and consequent rise in skin temperature. ...
Article
The measurement of skin temperature using infrared thermography has gained a lot of attention in sport and science since it might be related to the recovery process following high intensity, potentially damaging exercise. This study investigated the time course of the skin temperature response and the muscle recovery status following a resistance training session involving leg press exercise. Fourteen young male college students (19.9 ± 1.7 years, 176 ± 6 cm, 66.1 ± 7.6 kg, 21.1 ± 1.8 kg.m-2) performed one session involving 10 sets, of 10 repetition maximum each (RM), of unilateral leg press 45° exercise, performed to momentary muscle failure, with 2 min rest between sets. Perceived recovery, mean and maximum thigh skin temperatures, thigh muscle thickness, maximal isometric strength, muscle soreness, and horizontal jump performance were measured pre, 24, 48, and 72 h following exercise. The exercise protocol resulted in significant reduction in isometric strength, horizontal jump performance, and perceived recovery (p< 0.05). There was also a significant (p<0.05) increase in muscle thickness and muscle soreness. With exception of jump performance, that recovered at 48 (p> 0.05), recovery parameters did not recover up to 72 h post-exercise (p> 0.05). Surprisingly, skin temperatures were not altered throughout the entire 72-h post-exercise period (p> 0.05). No significant positive correlation was found between skin temperatures and muscle thickness. Additionally, only one out of 16 correlation coefficients showed significant (r= -0.56, p= 0.036) inverse association between skin temperature and isometric strength. In conclusion, thigh skin temperature remains unaffected up to 72 h following a leg press exercise, and the time course response of thigh skin temperature was not associated with recovery status.
Article
Full-text available
Objective To evaluate thermography application as a complementary method in preventing muscle injury in professional soccer players. Methods A longitudinal prospective study with 28 professional soccer players that composed a first division of Brazilian’s soccer team between 2015 and 2016. In both seasons (2015 and 2016), muscle injuries were documented and classified in grade of severity, by ultrasound. During the following season (2016), infrared medical thermography was applied twice a week (48 hours after game) and if a difference of temperature was detected higher than 0.4°C, a prevention protocol was initiated. Muscle injuries in 2016 were documented. Results In 2015, the total number of muscle injuries was 11. In 2016, the total number of muscle injuries was 4 (p=0.04). It represents an incidence/player of 78% in 2015 and 28% in 2016, corresponding to a decrease of 64% in 2016. Seven players played in the first team in both seasons. Among these seven players, muscle injuries were reduced from 8 (in 2015) to 3 (in 2016)—a decrease of 63% in the season we used thermographic monitoring (p=0.06). Conclusion The pilot data provide a promising catalyst for a rigorous RCT that could examine whether thermography can contribute to a muscle injury prevention programme.
Article
Full-text available
This article aims to describe the evolution of techniques that have enabled the proper application of the Laws of Thermodynamics for physical activity and athletes. The objective is to propose performance indicators to help add information to the current indices used in medicine and sports, such as the lactate threshold and maximum oxygen consumption. A number of analyses of the results obtained by the group were carried out for this purpose. Moreover, a discussion regarding which techniques would provide a better response to the measurements was analyzed. Some examples are the substitution of the treadmill running test with the stationary bicycle (known performed work), and a literature search in order to measure internal temperature more accurately. Level of Evidence V; Expert opinion.
Article
Full-text available
Master athletes maintain high physical activity levels and have better health than age-matched non-athletes. World records show accelerated declines after age 70 in swimming, long-distance running and sprint performance. However, less is known about age-related performance declines in the general master athlete population and whether decline rates differ between disciplines and genders. We interrogated a dataset including all track and field athletes of North Rhine from 2001 to 2014 to assess age-related changes in performance. 27,088 results of athletes between 11 and 89 years of age in 12 disciplines were analyzed by regression statistics. The analyses showed an accelerated decline beyond the age of 70 in sprint, middle- and long-distance running, while in throwing and jumping disciplines the performance continued a linear decline. Patterns of decline differed between men and women. The steepest declines were observed in javelin throw and 400 m (women), and in pole vault and 800 m (men). In conclusion, performance declines in aging depend more on the specific profile of requirements than previously assumed.
Article
Full-text available
Objectives We investigated medical staff interpretations and descriptions of internal communication quality in elite football teams to determine whether internal communication was correlated with injuries and/or player availability at training and matches. Methods Medical staff from 36 elite football clubs across 17 European countries produced 77 reports at four postseason meetings to provide their perceptions of internal communications in their teams. They also recorded data on individual players’ exposure to football and time-loss injuries. Results The injury burden and incidence of severe injuries were significantly higher in teams with low quality of communication between the head coach/manager and the medical team (scores of 1–2 on a 5-point Likert scale) compared with teams with moderate or high-quality scores (scores of 3–5; p=0.008 for both). Teams with low scores had 4%–5% lower training attendance (76% vs 83%, p=0.001) and less availability at matches (82% vs 88%, p=0.004) compared with teams with moderate or high communication quality scores. Conclusions The quality of internal communication within a team was correlated with injury rates, training attendance and match availability.
Article
Full-text available
Objective To describe the pattern of injuries and illnesses sustained during the Games of the XXXI Olympiad, hosted by Rio de Janeiro from 5 to 21 August 2016. Methods We recorded the daily incidence of athlete injuries and illnesses (1) through the reporting of all National Olympic Committee (NOC) medical teams and (2) in the polyclinic and medical venues by the Rio 2016 medical staff. Results In total, 11 274 athletes (5089 women, 45%; 6185 men, 55%) from 207 NOCs participated in the study. NOC and Rio 2016 medical staff reported 1101 injuries and 651 illnesses, equalling 9.8 injuries and 5.4 illnesses per 100 athletes over the 17-day period. Altogether, 8% of the athletes incurred at least one injury and 5% at least one illness. The injury incidence was highest in BMX cycling (38% of the athletes injured), boxing (30%), mountain bike cycling (24%), taekwondo (24%), water polo (19%) and rugby (19%), and lowest in canoe slalom, rowing, shooting, archery, swimming, golf and table tennis (0%–3%). Of the 1101 injuries recorded, 40% and 20% were estimated to lead to ≥1 and >7 days of absence from sport, respectively. Women suffered 40% more illnesses than men. Illness was generally less common than injury, with the highest incidence recorded in diving (12%), open-water marathon (12%), sailing (12%), canoe slalom (11%), equestrian (11%) and synchronised swimming (10%). Illnesses were also less severe; 18% were expected to result in time loss. Of the illnesses, 47% affected the respiratory system and 21% the gastrointestinal system. The anticipated problem of infections in the Rio Olympic Games did not materialise, as the proportion of athletes with infectious diseases mirrored that of recent Olympic Games (3%). Conclusion Overall, 8% of the athletes incurred at least one injury during the Olympic Games, and 5% an illness, which is slightly lower than in the Olympic Summer Games of 2008 and 2012.
Chapter
Full-text available
Infrared thermography (IRT) is a rapid and noninvasive technology to assess skin temperature (Tsk). The technical improvement and new applications of IRT on humans should be accompanied by results about the reproducibility of IRT measurements in different population groups. In addition, there is a remarkable necessity of a larger supply on software to analyze IRT images of human beings. In the last years, some studies have further investigated the reproducibility of Tsk in patients with different pathologies and also in healthy subjects with different characteristics (young, overweight, active, etc.). Reliability has been also studied between observers and software specialized on the analysis of IRT images of human beings. Despite differences in their methodology among studies, most of them have shown good reproducibility results. However, it has also been proven that the reproducibility of the Tsk measurements slightly decreased with some factors, as the regions of interest (ROI) analyzed and the time between measurements. Regarding reliability results, specific software solutions have been shown as the best option to analyze IRT images.
Article
Full-text available
Objectives: To examine the association between combined sRPE measures and injury risk in elite professional soccer. Design: Observational Cohort Study Methods: Forty-eight professional soccer players (mean ± SD age of 25.3 ± 3.1 yr) from two elite European teams were involved within a one season study. Players completed a test of intermittent-aerobic capacity (Yo-YoIR1) to assess player’s injury risk in relation to intermittent aerobic capacity. Weekly workload measures and time loss injuries were recorded during the entire period. Rolling weekly sums and week-to-week changes in workload were measured, allowing for the calculation of the acute:chronic workload ratio, which was calculated by dividing the acute (1-weekly) and chronic (4-weekly) workloads. All derived workload measures were modelled against injury data using logistic regression. Odds ratios(OR) were reported against a reference group Results: Players who exerted pre-season 1-weekly loads of ≥1500 to ≤ 2120 AU were at significantly higher risk of injury compared to the reference group of ≤1500 AU (OR = 1.95, p = 0.006). Players with increased intermittent-aerobic capacity were better able to tolerate increased 1-weekly absolute changes in training load than players with lower fitness levels (OR = 4.52, p = 0.011). Players who exerted in-season acute:chronic workload ratios of >1.00 to <1.25 (OR = 0.68, p = 0.006) were at significantly lower risk of injury compared to the reference group (≤ 0.85). Conclusions: These findings demonstrate that an acute:chronic workload of between 1.00 and 1.25 is protective for professional soccer players. A higher intermittent-aerobic capacityappears to offer greater injury protection when players are exposed to rapid changes inworkload in elite soccer players. Moderate workloads, coupled with moderate-low to moderate-high acute:chronic workload ratios, appear to be protective for professional soccer players
Article
Full-text available
Background: In professional senior soccer, training load monitoring is used to ensure an optimal workload to maximize physical fitness and prevent injury or illness. However, to date, different training load indicators are used without a clear link to training outcomes. Objective: The aim of this systematic review was to identify the state of knowledge with respect to the relationship between training load indicators and training outcomes in terms of physical fitness, injury, and illness. Methods: A systematic search was conducted in four electronic databases (CINAHL, PubMed, SPORTDiscus, and Web of Science). Training load was defined as the amount of stress over a minimum of two training sessions or matches, quantified in either external (e.g., duration, distance covered) or internal load (e.g., heart rate [HR]), to obtain a training outcome over time. Results: A total of 6492 records were retrieved, of which 3304 were duplicates. After screening the titles, abstracts and full texts, we identified 12 full-text articles that matched our inclusion criteria. One of these articles was identified through additional sources. All of these articles used correlations to examine the relationship between load indicators and training outcomes. For pre-season, training time spent at high intensity (i.e., >90 % of maximal HR) was linked to positive changes in aerobic fitness. Exposure time in terms of accumulated training, match or combined training, and match time showed both positive and negative relationships with changes in fitness over a season. Muscular perceived exertion may indicate negative changes in physical fitness. Additionally, it appeared that training at high intensity may involve a higher injury risk. Detailed external load indicators, using electronic performance and tracking systems, are relatively unexamined. In addition, most research focused on the relationship between training load indicators and changes in physical fitness, but less on injury and illness. Conclusion: HR indicators showed relationships with positive changes in physical fitness during pre-season. In addition, exposure time appeared to be related to positive and negative changes in physical fitness. Despite the availability of more detailed training load indicators nowadays, the evidence about the usefulness in relation to training outcomes is rare. Future research should implement continuous monitoring of training load, combined with the individual characteristics, to further examine their relationship with physical fitness, injury, and illness.
Book
This book addresses the application of infrared thermography in sports, examining the main benefits of this non-invasive, non-radiating and low-cost technique. Aspects covered include the detection of injuries in sports medicine, the assessment of sports performance due to the existing link between physical fitness and thermoregulation and the analysis of heat transfer for sports garments and sports equipment. Although infrared thermography is broadly considered to be a fast and easy-to-use tool, the ability to deliver accurate and repeatable measurements is an important consideration. Furthermore, it is important to be familiar with the latest sports studies published on this technique to understand its potential and limitations. Accordingly, this book establishes a vital link between laboratory tests and the sports field.
Article
The importance of using infrared thermography (IRT) to assess skin temperature (tsk) is increasing in clinical settings. Recently, its use has been increasing in sports and exercise medicine; however, no consensus guideline exists to address the methods for collecting data in such situations. The aim of this study was to develop a checklist for the collection of tsk using IRT in sports and exercise medicine. We carried out a Delphi study to set a checklist based on consensus agreement from leading experts in the field. Panelists (n = 24) representing the areas of sport science (n=8; 33%), physiology (n=7; 29%), physiotherapy (n=3; 13%) and medicine (n=6; 25%), from 13 different countries completed the Delphi process. An initial list of 16 points was proposed which was rated and commented on by panelists in three rounds of anonymous surveys following a standard Delphi procedure. The panel reached consensus on 15 items which encompassed the participants’ demographic information, camera/room or environment setup and recording/analysis of tsk using IRT. The results of the Delphi produced the checklist entitled “Thermographic Imaging in Sports and Exercise Medicine (TISEM)” which is a proposal to standardize the collection and analysis of tsk data using IRT. It is intended that the TISEM can also be applied to evaluate bias in thermographic studies and to guide practitioners in the use of this technique.