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Transformaciones en los modos de enfermar y morir en la region agroindustrial de Argentina

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Abstract

Se trata de un documento técnico nacido desde el trabajo colectivo y la presencia en los territorios, que permitió evidenciar los impactos en la salud de los modelos de producción de eventos transgénicos asociados a agrotóxicos, impuestos en Argentina y el cono sur a partir de la década del '90 del siglo pasado. El documento originalmente fue elaborado para los Diputados Provinciales de Santa Fe, con motivo del tratamiento en esa cámara de un proyecto de ley para regular el uso de agrotóxicos en esa Provincia.
1
2
Verzeñassi, Damián
Transformaciones en los modos de enfermar y morir en la región agroindustrial
de Argentina / Damián Verzeñassi ; Alejandro Vallini
- 1a ed. - Rosario : Damián Verzeñassi, 2019.
ISBN 978-987-86-2452-5
1. Agroindustria. 2. Salud Ambiental. 3. Investigación. I. Vallini, Alejandro II.
Albea, Javier, fot. III. Título.
CDD 630
Diseño y maquetación: Gabriel Keppl
Fotografías de portada: Javier Albea
3
Índice
Prólogo...............................................................................................................4
Presentación......................................................................................................6
Transformaciones en los modos de enfermar y morir en
la región agroindustrial de Argentina.........................................................9
Introducción...................................................................................................10
Los perles epidemiológicos referidos por las comunidades
visitadas con los Campamentos Sanitarios..............................................12
¿Qué dice la Ciencia sin conictos de interés, respecto de la
peligrosidad o capacidad de daño que tienen los productos químicos
que se utilizan en el sistema productivo agroindustrial........................17
Cipermetrina................................................................................................22
Clorpirifos....................................................................................................22
Atrazina........................................................................................................23
Paraquat........................................................................................................24
Carbamatos..................................................................................................25
Imidacloprid................................................................................................26
2,4-D.............................................................................................................27
Triazoles........................................................................................................28
Metilparatión...............................................................................................28
Procloraz......................................................................................................29
Metamidofos................................................................................................30
Glifosato.......................................................................................................30
Respecto de distancias y derivas.................................................................35
Consideraciones nales................................................................................38
Bibliografía ....................................................................................................40
4
Prólogo
Conocí a Damián Verzeñassi,
y con él, el importantísimo
trabajo que hace el Instituto de
Salud Socioambiental (InSSA) de
la Facultad de Ciencias Médicas
de la UNR en octubre de 2016, en
La Haya, Holanda, cuando tuve la
honra de participar como una de
las 5 juezas y jueces del Tribunal
Internacional Monsanto.
Allí, enfáticamente y con el ca-
risma que lo caracteriza, Damián
describió lo que hace el InSSA, sus
exploraciones, indagaciones, tra-
bajos, recorridos, y lo que es más
importante, sus resultados y con-
clusiones.
Perpleja. Una se queda así luego de
advertir las enormes violaciones de
derechos humanos fundamentales
que implica el modelo agroindus-
trial de Argentina. Y eso plasma-
mos en nuestra opinión consultiva.
El trabajo de estos equipos son los
que cambian el mundo. Quienes
con mínimos fondos y movilizados
por un compromiso social y una
militancia capaz de trascender ge-
neraciones y fronteras, vuelcan su
tiempo, conocimiento y pasión en
defender los derechos de la huma-
nidad como tal.
El trabajo de estos equipos es el que
cuenta. Quienes a todo pulmón y
sin más convencimieno que evi-
tar el sufrimiento, vuelcan sus re-
sultados en papel, para que lo que
quieren invisibilizar no pueda ser
inadvertido.
5
El trabajo de estos equipos es el
necesario a tener en cuenta en la
elaboración de leyes y políticas pú-
blicas. El trabajo de quienes les im-
portan las personas y su calidad de
vida. El trabajo de quienes pelean
por un mundo mejor.
Bienvenido el aporte cientíco de
este trabajo, en mi nombre, el de
mi hija, y el de todos los seres (hu-
manos y no) que habitamos este
mundo.
Dra. Eleonora Lamm
Jueza del Tribunal Internacional Monsanto
Subdirectora de Derechos Humanos de la
Corte Suprema de Justicia de Mendoza
6
Presentación
El texto de que dio origen a este
documento, fue elaborado
originalmente para la Comisión
de Asuntos Constitucionales y
Legislación General de la Hono-
rable Cámara de Diputados de la
Provincia de Santa Fe, en el mar-
co del tratamiento de los proyectos
para la modicación de la Ley N°
11273 que regula el uso de sustan-
cias químicas para la producción
agroindustrial en esta Provincia,
en el mes de septiembre de 2019.
Como médicos entendemos que
para garantizar la salud de los se-
res humanos, es esencial trabajar
por el cuidado de la salud de los
territorios.
Como docentes de la Universidad
Pública asumimos el compromiso
de trabajar en la construcción de
herramientas técnicas y cientícas
que permitan a los Pueblos ejercer
su derecho a luchar por una vida
digna, fortaleciendo las diversida-
des, como condición esencial para
la libertad individual y colectiva.
Como miembros del InSSA enten-
demos que este documento debe-
ría servir no solo a quienes tienen
la responsabilidad de ejercer sus
funciones en los ámbitos legislati-
vo, ejecutivo, judicial y del cuida-
do de la salud, sino que también
debe constituirse directamente en
nutriente de las construcciones y
resistencias de los Pueblos que asu-
men la tarea de garantizar la conti-
nuidad de la trama de la Vida, des-
de una lógica ética de solidaridad
inter y transgeneracional.
7
Por esa razón es que denimos
avanzar en esta publicación, fruto
también de los aprendizajes gene-
rados a partir de recorrer los terri-
torios colectivamente junto a estu-
diantes, colegas y comunidades.
Los grandes avances de los Pue-
blos, siempre han sido, son y se-
guirán siendo colectivos. Nues-
tras construcciones y aprendizajes
también.
Sin dudas esto no es un “punto de
llegada. Por el contrario, se trata
de un documento en permanente
evolución, que deseamos siga en-
riqueciéndose con aportes de otros
saberes, de otras miradas, que tam-
poco serán denitivas, mas si nece-
sarias para seguir andando.
Queremos decir “Gracias” a quie-
nes han sido y a quienes son par-
te de nuestro colectivo, por hacer
nacer este nuevo inédito posible,
desde una Universidad Pública que
tiene el desafío de denir Ser junto
a su Pueblo superando los sectaris-
mos, para darle sentido a su Ser.
Alejandro Vallini
Damián Verzeñassi
Instituto de Salud Socioambiental
Facultad de Cs. Médicas UNR
Rosario, octubre de 2019
8
Transformaciones
en los modos de
enfermar y morir en la
región agroindustrial
de Argentina
10
Introducción
Como miembros del Institu-
to de Salud Socioambien-
tal (InSSA) de la Facultad de Cs.
Médicas de la UNR, somos parte
de un equipo de trabajo, integrado
por médicas y médicos, todos do-
centes de esa Facultad.
Porque entendemos que la Univer-
sidad Pública debe formar profe-
sionales sólidos desde lo cientíco,
con pensamiento crítico y con un
fuerte compromiso con su pueblo,
en diciembre de 2010, creamos y
pusimos en funcionamiento, en la
órbita de Práctica Final de la Ca-
rrera de Medicina, un dispositivo
de evaluación nal integradora lla-
mado “Campamento Sanitario”.
Desde entonces, en ese marco,
hemos realizado relevamientos
epidemiológicos en mas de 37 lo-
calidades de cuatro provincias de
Argentina (Santa Fe, Entre Ríos,
Buenos Aires y Córdoba), donde
viven más de 172 mil personas, de
las cuales hemos entrevistado en su
propio domicilio a más de 115 mil,
es decir, más de un 65% del total de
esas comunidades.
Este trabajo nos ha permitido vi-
venciar y registrar no solo los
problemas de salud percibidos y
referidos por las personas, sino in-
volucrarnos en la búsqueda de ele-
mentos que nos permitan entender
los procesos de determinación so-
cial de la salud de las comunidades
visitadas.
Compartir sus dolores, compren-
der sus representaciones sociales,
11
recuperar sus procesos históricos,
nos ha convocado a comprometer-
nos con la construcción de infor-
mación que, con rigor metodológi-
co y sustento cientíco, contribuya
a apoyar la toma de decisiones que
las autoridades asuman para prote-
ger la salud de esas comunidades.
En ese sentido, y en cumplimiento
de los incisos d, e y f del artículo 1
y de los incisos a, f y g del artícu-
lo 2 del Estatuto de la UNR, es que
elevamos a los miembros de la Cá-
mara de Diputados de la Provincia
de Santa Fe, por intermedio de la
Comisión de Asuntos Constitucio-
nales y Legislación General, el pre-
sente documento, con el objetivo
de poner en su conocimiento, no
solo el resultado de nuestro trabajo
en los territorios, sino también un
conjunto de informaciones cien-
tícas que permiten avanzar en la
comprensión de los datos por no-
sotros registrados, en un contexto
de los impactos del modelo de pro-
ducción sobre la salud de nuestros
pueblos.
Consideramos necesario aclarar
que el único nanciamiento que
recibimos es el salario de la Uni-
versidad Nacional de Rosario por
nuestra tarea docente, por lo que
nos declaramos libres de conic-
tos de interés para el desarrollo
del presente documento.
12
Los perfiles epidemiológicos referidos
por las comunidades visitadas con los
Campamentos Sanitarios
Entre las principales afecciones
referidas por los vecinos en-
trevistados en los Campamentos
Sanitarios, aparecen la Hiperten-
sión Arterial (identicada en las
estadísticas ociales como la enfer-
medad crónica mas frecuente en
Argentina), le sigue en prevalencia
el Hipotiroidismo, y luego recién
la Diabetes Tipo II (que en los
informes sanitarios ociales es la
segunda en prevalencia en el país).
Se presentan también alergias de
diversos tipos, patologías reuma-
tológicas. El incremento de abor-
tos espontáneos, malformaciones
congénitas, así como de las enfer-
medades oncológicas (cánceres
de distintos tipos, linfomas, leuce-
mias) y su diferencia con los datos
de los registros nacionales fue algo
que nos hizo pensar en la necesidad
de profundizar el análisis acerca de
los procesos de determinación de
la salud de estas comunidades.
A lo largo de los últimos años, he-
mos identicado un incremento
en la incidencia de enfermedades
alérgicas respiratorias y pulmo-
nares obstructivas (como asma
o EPOC), así como referencias de
personas de entre 50 y 59 años que
ya tienen diagnósticos de Alzhei-
mer o enfermedad de Parkinson,
enfermedades que generalmente
presentan sus síntomas a partir de
los 65 años.
El aumento de los casos de muje-
res que no pueden completar sus
embarazos a término, reriendo
abortos espontáneos incluso a re-
petición, despertó la inquietud de
nuestro equipo.
13
Un ejemplo de esto último pode-
mos verlo en los resultados de las
localidades de Acebal, Alcorta y
Chabás (Provincia de Santa Fe). En
la localidad de Acebal, en el quin-
quenio 1995-1999 cada 100 emba-
razos, 5,5 terminaron en aborto,
mientras que en el quinquenio en
el 2005-2009 la misma tasa fue de
5,7/100 y en el 2010-2014 fue de
7,7/100.
Por su parte, en Alcorta el creci-
miento de las tasas de aborto por
cada 100 embarazos (por quinque-
nio) es exponencial entre los quin-
quenios 1995-1999 (con 6/100),
2000-2004 (con 3.8/100), 2005-
2009 (con 7.5/100) y 2010-2014
(con 22.5/100).
Por otro lado, en Chabás se observa
también un crecimiento sostenido
de esta misma tasa: para los perío-
dos 1995-1999 con 5.8/100, 2000-
2004 con 6.6/100, 2005-2009 con
8.2/100 y 2010-2014 con 11.5/100.
Otro dato que llamó nuestra aten-
ción fue el incremento de las apa-
riciones de malformaciones con-
génitas.
Siempre tomando como ejemplo
las tres localidades mencionadas,
los crecimientos de las tasas de in-
cidencia de malformaciones con-
génitas cada mil nacidos vivos, se
comporta de la siguiente manera:
Asumiendo que no existen lógicas
de relación lineal de unicausalidad
en la construcción de los procesos
de salud de las personas, es impor-
tante en este punto referido a las
malformaciones que James Wil-
son, considerado el padre de la te-
ratología moderna, ha señalado ya
14
en 1973 seis principios que rigen la
inducción de un defecto del desa-
rrollo. Uno de ellos se reere a que
la susceptibilidad a la toxicidad
varía a medida que la gestación
avanza. Otro tiene relación con
las manifestaciones de la toxicidad
del desarrollo. “Generalmente, se
asume que sólo las malformaciones
congénitas, el retraso en el creci-
miento intrauterino y la muerte em-
brionaria o fetal son consecuencias
de la toxicidad del desarrollo. Sin
embargo, defectos funcionales pue-
den también ser el resultado de un
proceso teratogénico y en este res-
pecto existen evidencias de que los
pesticidas pueden estar induciendo
toxicidad neurológica (Guillete
EA, Meza MM, Aquilar MG, Soto
AD, Garcia IE 1998)( Tilson HA
1998), endocrina (Colborn T, Vom
Saal FS, Soto AM 1993) (Bigsby
R, 1999) e inmune (Holladay SD,
Smialowicz RJ. 2000) en niños ex-
puestos in utero a pesticidas.(Ca-
vieres, MF 2004).
Se encontró mayor frecuencia de
marcadores biológicos de daño
celular, en la población infantil po-
tencialmente expuesta a pesticidas
en el ambiente, al compararla con
una población similar no expuesta”.
(Benítez-Leite S M. M., 2010)
Estos “factores riesgos” se traducen
en la realidad en la modicación de
los perles y tasas de morbimorta-
lidad en los sujetos que habitan es-
tos territorios. Tan claros, son que
por ejemplo la Federación Inter-
nacional de Ginecología y Obste-
tricia en 2015, “sobre la base de un
acumulando de evidencias robustas
de los riesgos e impactos adversos
para la salud relacionados con los
productos químicos tóxicos ambien-
tales” realiza un llamamiento a la
acción oportuna para prevenir el
daño sobre impactos en salud re-
productiva de la exposición a tó-
xicos químicos ambientales. (Gian
Carlo Di Renzo, 2015).
Así lo demuestran trabajos cuyos
resultados “respaldan y amplían la
evidencia previa que indica que la
prevalencia y el riesgo de desarro-
llar aborto espontáneo y bajo peso
al nacer, así como malformacio-
nes genitourinarias congénitas
masculinas (en particular criptor-
quidia, hipospadias y micropene)
15
aumentan con la exposición am-
biental de las mujeres embarazadas
a los pesticidas” luego de estudiar
poblaciones españolas expuestas.
(García J, 2017). La magnitud del
corpus teórico que se encuentra
referenciado en la bibliografía, no
hace más que cumplir el presagio
que atormentaba al investigador
Andrés Carrasco, que el tiempo iba
a demostrar su verdad: el glifosato
es responsable de teratogenia en
vertebrados, al interferir en la re-
gulación del ácido retinoico y con
ello afectar la expresión de genes
Hox y Cox (A. Paganelli, 2010).
Respecto a la incidencia de Cáncer,
en la búsqueda de algún paráme-
tro para poder analizar si nuestros
hallazgos eran o no signicativos,
recurrimos a los datos ociales so-
bre Incidencia de ese grupo de pa-
tologías en Argentina (si bien estos
fueron construidos a partir de un
método diferente, nos permiten
tener una referencia). Según datos
ociales, encontramos que en el
año 2012, la tasa nacional anual de
incidencia de cáncer fue de 217 por
100 mil habitantes (con un rango
esperado entre 172.3-242.9/100 mil
habitantes) y, para el mismo año,
según las referencias de los vecinos
entrevistados, la tasa de inciden-
cia anual promedio de cáncer en
las localidades donde se realizó el
Campamento Sanitario (teniendo
en cuenta las localidades visitadas
desde el 2013) es de 397.4/100 mil
habitantes, es decir, 1.83 más que el
promedio nacional y 1.63 más alto
que el máximo esperado para nues-
tro país.
Dada la repetición de esos patrones
de instalación de estos problemas
de salud, cuyos movimientos esta-
dísticos son similares en la mayoría
de las localidades estudiadas, y en
virtud que los perles epidemio-
lógicos referidos construidos con
las comunidades no coinciden con
las estadísticas ociales a nivel na-
cional, nuestra preocupación era
identicar qué características te-
nían estas localidades en común
(además de los perles epidemio-
lógicos identicados).
Oír a las comunidades, ir al domici-
lio de quienes viven en las localida-
des que recorríamos, “nos permitió
recuperar sus percepciones respecto
16
a los problemas de salud colectivos
y las fuentes de contaminación per-
cibidas por ellas (el 75% de quienes
identicaban fuentes contaminan-
tes, se referían a elementos vincu-
lados al modelo agroindustrial de
OGM’s dependiente de venenos),
advertimos que más del 90% de las
personas entrevistadas vivían a me-
nos de 1000 metros de las zonas en
las que se produce en base al paque-
te tecnológico agroindustrial men-
cionado” (Verzeñassi, 2019).
Una explicación a la diferencia en
la información sanitaria ocial y
lo relevado en los Campamentos
Sanitarios puede estar relacionada
con que “el espectro de signos y sín-
tomas que pueden presentarse en los
seres humanos ante la exposición a
determinados compuestos químicos,
es muy variado y, en muchos casos,
inespecíco, razón por la cual es fre-
cuente que el personal de salud no
siempre indague acerca de los ante-
cedentes de intoxicación aguda (cu-
yos efectos se maniestan inmedia-
tamente, o en un corto plazo después
de la exposición) y mucho menos
crónica (es decir, aquella en la que
los efectos se expresan después de
meses o años de la exposición, aún
en dosis bajas). Esta situación gene-
ra un décit de registros que permi-
tan establecer relaciones de casuís-
tica que favorecerían los análisis de
daño a la salud de la exposición a
agrotóxicos. (Verzeñassi, 2014).
17
¿Qué dice la Ciencia sin conflictos de interés,
respecto de la peligrosidad o capacidad de
daño que tienen los productos químicos que se
utilizan en el sistema productivo agroindustrial?
Como Instituto de Salud So-
ciambiental, realizamos un
trabajo de búsqueda bibliográca
respecto a los productos químicos
identicados como de uso habitual
en esos territorios y hallamos infor-
mación cientíca publicada que ra-
ticaba lo que vecinas y vecinos de
muchas localidades del país venían
reclamando hace ya tiempo: desde
hace mas de 30 años, diversos equi-
pos de investigadores de Univer-
sidades de todo el planeta han ya
registrado evidencia del daño en la
salud que generan los agrotóxicos
que se aplican en nuestra región.
Equipos de Investigadores perte-
necientes a diversas Universidades
Públicas de nuestro País, que han
trabajado en la misma región (aun-
que en otras localidades) hallaron
daño genético en agricultores y
fumigadores (Simoniello y otros,
2008) y también en los niños de
localidades inmersas en los sitios
de producción agroindustrial (Ber-
nardi y otros, 2015). El daño que
ocurre a nivel del ADN de las cé-
lulas de las personas en contacto
directo o indirecto con agrotóxi-
cos puede provocar diferentes efec-
tos a largo plazo como tumores,
infertilidad, que afectan no sólo a
la generación actual sino a las fu-
turas. Si imaginamos que la perso-
na expuesta es una mujer gestante,
los afectados son 3, la madre ges-
tante, el feto y la descendencia de
este feto, ya que algunas células que
se afectan son las que después van a
dar lugar a otro feto (folículos pri-
mordiales).
En lo referido a las enfermedades
respiratorias, un equipo de investi-
18
gadores de diversas universidades
de nuestro país publicó en 2019 el
artículo “Intervención Ambiental
en Las Enfermedades Respirato-
rias” (Ardusso y otros 2019), en
el que se lee “Tanto la exposición
directa (fumigadores) como la in-
directa (no fumigadores, habitantes
cercanos a los cultivos), aumentan
el índice de daño genético respecto
de los no expuestos. En cuanto al
compromiso respiratorio, se ha ob-
servado una tasa más alta de cán-
cer de pulmón en áreas de actividad
agroindustrial. Los gases utilizados
como plaguicidas y los que se des-
prenden cuando estos se aplican
(como el sulfuro de hidrógeno, el
fosgeno y el bromuro de metilo),
irritan las vías aéreas y se asocian
con síntomas y crisis en personas
con asma y rinitis alérgica. Se ha
demostrado una más alta preva-
lencia de asma, más consistente en
niños que en adultos y también de
bronquitis aguda
Un trabajo nanciado por el Mi-
nisterio de Salud de la Nación, a
través de las Becas Carrillo-Oña-
tivia 2014, cuyo título es “Valo r a-
ción de la exposición a plaguici-
das en cultivos extensivos de la
argentina y su potencial impacto
sobre la salud, es claro al denir
que “El área pampeana agrupa los
Índice de Exposición Acumulada
a Plaguicidas mayores al prome-
dio nacional. Los mayores Índices
de Impacto Ambiental Total (IIAT)
fueron para 2,4-D y Clorpirifos en
igual zona. Altos IIAT de Ciperme-
trina y Clorpirifos se asocian con
más mortalidad de cáncer de mama
y los de Glifosato y Clorimuron con
la de cáncer total en varones. Sínto-
mas generales, cardiorrespiratorios,
dérmicos y daño genotóxico fueron
mayores en aplicadores, pero no se
asocian a los niveles de exposición.
Sus niños presentan síntomas irri-
tativos en un 30%, más de la mitad
está expuesto a aplicaciones, vive a
menos de 500m de depósitos y van a
escuelas a 500m de campos fumiga-
dos.” (Díaz y otros, 2014).
Y esto no era desconocido por las
autoridades sanitarias.
El Informe del Ministerio de Salud
de la Nación “Valoración de la ex-
posición a plaguicidas en la salud
pública” (Butinof y otros, 2017), es
19
evidencia de que el Estado Argenti-
no tiene conocimiento explícito del
daño en la salud que genera este
modelo de producción agroindus-
trial de OGMs y biocidas” (Verze-
ñassi, 2019).
Las sustancias químicas que se
utilizan en los modelos de pro-
ducción agroindustrial en nuestro
país, fundamentalmente en even-
tos transgénicos, poseen propie-
dades biocidas (Verzeñassi, 2014),
por lo que no puede descartarse
que sean asociadas con alteracio-
nes en el proceso vital de seres vi-
vos, más allá de su órgano blanco.
Los mecanismos por los cuales
estas sustancias ejercen sus accio-
nes tóxicas son variados e, inclu-
so, un mismo agrotóxico puede
tener más de una acción dañina.
Los efectos sobre la salud pueden
generarse por inhibición de en-
zimas, generación de radicales
libres, compitiendo a nivel en-
zimático con metales, y a nivel
de membranas y neurotransmi-
sores, lesionando el ADN, entre
otros (Burger, 2012).
Revisiones bibliográcas permiten
apreciar como las exposiciones a
distintos tipos de agroquímicos,
se relacionan con alteraciones en-
dócrinas a partir de acciones en la
esteroideogénesis, inhibiciones de
receptores androgénicos, interfe-
rencias con acumulación y libera-
ción de hormonas varias, así como
estimulación de receptores estrogé-
nicos (Ibíd.).
Tal como plantea la Organización
Mundial de la Salud (OMS, 2002)
El sistema endócrino del cuerpo
desempeña un papel esencial y omni-
presente tanto en el corto, como en el
largo plazo, en la regulación de pro-
cesos metabólicos. Procesos nutricio-
nales, conductuales y reproductivos
están intrínsecamente regulados por
el sistema endocrino, a saber: creci-
miento (crecimiento de hueso/remo-
delación), sistemas gastro-intestinal,
cardiovascular y la función renal, así
como las respuestas a todas las for-
mas de estrés. Trastornos de cual-
quiera de los sistemas endocrinos,
que implican ambas hormonas
(hiperactiva e hipoactiva) resultan
inevitablemente en la enfermedad,
cuyos efectos pueden extenderse a
20
muchos diferentes órganos y fun-
ciones y son a menudo debilitantes
o mortales. Visto desde esta pers-
pectiva general, la amenaza de los
productos químicos ambientales
con actividad endocrina (ya sea
agonista o antagonista) es poten-
cialmente grave.
En este documento la OMS explici-
ta que, niveles bajos de exposición,
son los que plantean las cuestiones
más importantes de salud pública,
ya que incluso pequeños cambios
implican resultados adversos para
la salud, como infertilidad o bajo
Coeciente Intelectual, lo cual po-
tencialmente podría tener un con-
siderable impacto en la salud en
general de grandes poblaciones.
La importancia y pertinencia de
sostener hipótesis de relaciones en-
tre exposiciones y daños en seres
humanos, a partir del cruce de da-
tos obtenidos por estudios de labo-
ratorio, epidemiológicos y en ani-
males, es puesta de maniesto por
la propia OMS (Ibíd. 51) cuando
expresa “Los problemas inherentes
al comparar problemas en huma-
nos, estudios de laboratorio y estu-
dios epidemiológicos, que se realiza-
ron en lugares y tiempos diferentes y
en diferentes condiciones, dicultan
nuestra capacidad para establecer
conclusiones rmes acerca de la
existencia de alguna tendencia glo-
bal de la enfermedad, y la falta de
datos de exposición adecuada di-
culta seriamente la exploración de
hipótesis sobre las posibles causas
de las tendencias identicadas. Del
mismo modo, la falta de datos de la
exposición durante períodos críti-
cos de desarrollo que inuencian
el funcionamiento más adelante
en la vida, hacen difícil establecer
asociaciones causales entre expo-
sición y efecto. Por lo tanto, este ca-
pítulo no sólo explora los datos de
salud disponibles sino que también
se basa en datos de estudios experi-
mentales en animales de laboratorio
donde apoyar o poner en duda la
plausibilidad biológica de un efecto
adverso sobre la salud humana de
los Disruptores Endócrinos.”
El trabajo de Demirci y otros
(2018) evalúa los efectos sinér-
gicos sobre ratas de la atrazina
con endosulfán, indoxacarb, y
thiamethoxam, en combinacio-
21
nes de dos compuestos. Este tra-
bajo explicita que los estudios de
toxicidad de los plaguicidas hacia
organismos no objetivo, se centran
en la concentración letal media y
respuesta bioquímica de la plaguici-
das individuales” pero no tienen en
cuenta los sinergismos. Por ello es
probaron y evaluaron los impactos
de esas combinaciones sobre “acti-
vidades de estrés oxidativo, la desin-
toxicación y biomarcadores de neu-
rotoxicidad. En comparación con
atrazina sola, detectamos mayor
glutatión-S-transferasa, catalasa y
superóxido dismutasa (biomarca-
dores de estrés oxidativo) cuando se
combinó la atrazina con endosulfán
o indoxacarb (…) Basado en estos
resultados, la mezcla de atrazina
y otros pesticidas puede provocar
efectos sinérgicos y puede ser evi-
dencia de aumento de la toxicidad
y estrés oxidativo”.
En un trabajo recientemente pu-
blicado por la red de Acción en
Plaguicidas y sus Alternativas para
América Latina (RAP-AL) en con-
junto con Ia Red Global IPEN, el
Ingeniero Agrónomo Javier Souza
Casadinho (2019), comparó los
listados de plaguicidas prohibi-
dos en otros países con la lista de
ingredientes activos autorizados
en Argentina por el SENASA, evi-
denciando que 107 productos se
hallan prohibidos o no autoriza-
dos en otros países, mientras aquí
se encuentran autorizados. De
esos, el 33% (36 sustancias) están
dentro del grupo de Plaguicidas
Altamente Peligrosos (PAP) de
la OMS y la Organización de las
Naciones Unidas para la Alimen-
tación y la Agricultura (FAO, por
su sigla en inglés) y si le sumamos
los declarados como Altamente Pe-
ligrosos por la organización PAN
Internacional, la cantidad aumen-
ta a 73 (es decir, el 68%).
Algunos de los PAP prohibidos
en otros países y autorizados en
Argentina, podemos encontrar
algunos conocidos como la ciper-
metrina, el clorpirifos, la atrazina,
el paraquat y algunos carbamatos
(como el Tiodicarb).
¿Qué dicen las publicaciones cien-
tícas respecto a estas sustancias
utilizadas en nuestro territorio?
22
Hagamos un recorrido por algunas
de ellas, empezando por las PAP
prohibidas en otros países:
CIPERMETRINA
El “Dossier de Agrotóxicos” ela-
borado por la Asociación Brasi-
leña de Salud Colectiva (ABRAS-
CO, 2016), a partir del aporte de
investigadores y catedráticos de di-
versas universidades de Brasil, ex-
plica que el potencial mutagénico
y genotóxico de la cipermetrina ha
sido demostrado “en diferentes es-
tudios tanto en ratones como en cé-
lulas humanas (Bhunya; Pati, 1988;
Sukla; Taneja, 2002; Chahuan;
Agarwal; Sundararaman, 1997;
Kocaman; Topaktas, 2009). La ci-
permetrina indujo el desarrollo de
tumores en ratones (Shukla; Yadav;
Arora, 2002) y, cuando son tratados
por vía oral, se identicaron altera-
ciones en los niveles de testostero-
na con la consiguiente disminución
del número de espermatozoides
(Wang et al., 2010), efectos perju-
diciales en los órganos reproduc-
tivos (Dahamna et al., 2010), in-
clusive en la vida intrauterina, tras
la exposición (Wang et al., 2011;
Elbetieha et al., 2001). Trastornos
neuroconductuales también fueron
registrados en diferentes estudios
(McDaniel; Moser, 1993; Smith;
Soderlund, 1998; Wolansky; Harri-
ll, 2008).
CLORPIRIFOS
Este es un producto Organofosora-
do (OPs). El mencionado Dossier
de ABRASCO recopila evidencia
sobre este compuesto. Al respec-
to, resulta signicativo rescatar el
siguiente fragmento: “los organo-
fosforados (OPs), grupo de agrotó-
xicos insecticidas, que producen un
sinnúmero de efectos nocivos para la
salud humana. El clorpirifos, alta-
mente tóxico (clase II), insecticida,
resultó ser neurotóxico según la in-
vestigación de Eaton y colaboradores
(2008), además de desregular el eje
hormonal de la tiroides en ratones
cuando la exposición se generaba
en la vida intrauterina (Haviland;
Butz; Porter, 2010; De Angelis et
al., 2009). También interrió con el
sistema reproductivo masculino de
ratones tratados por vía oral, indujo
alteraciones histopatológicas de tes-
tículos y llevó a la disminución del
23
conteo de espermatozoides y de la
fertilidad animal (Joshi; Mathur;
Gulati, 2007).
ATRAZINA
Prohibida en 37 países (entre ellos
los de la UE), la atrazina es el cuar-
to plaguicida más usado en Ar-
gentina y, junto al Paraquat, viene
incrementando sus volúmenes de
venta en los últimos años. Se apli-
ca en producciones extensivas de
maíz, soja, trigo, así como en sor-
go, hortalizas y maíz para consumo
en fresco (choclo) (Souza Casadin-
ho, 2019).
Este herbicida, ha sido calica-
do por la IARC en la categoría III
(sin evidencia de generar cáncer
en humanos, con evidencia de ge-
nerar cáncer en animales), ya que
trabajos cientícos asociaron la ex-
posición al desarrollo de cáncer de
mama en ratas.
Asimismo, existen diversos traba-
jos que han asociado la exposición
a atrazina con disrupciones endó-
crinas.
Un trabajo de Pérez y otros (2013)
evaluó el impacto de mezclas bi-
narias de los herbicidas atrazina
y terbutilazina, detectando que
producían una inhibición sinér-
gica de la actividad enzimática
cuando se encontraban mezclados
con clorpirifos. El equipo de in-
vestigadores dirigidos por Morales
Ovalles (2014), de la Universidad
de Los Andes, concluyó que “este
trabajo apoya los estudios previos
sobre la evaluación del riesgo de
mezclas, ya que la toxicidad puede
ser subestimada al mirar sólo las
sustancias tóxicas puras”.
Rajkovic y col (2010) han encon-
trado alteraciones especícas
en el parénquima de la tiroides
de ratas expuestas a Atrazina. En
otro trabajo Kornilovskaya y otros
(1996) ya habían advertido sobre
la relación entre exposición a atra-
zina y disminución de la función
de la glándula Tiroides en ratas,
algo que ya en 1979, equipos de
investigadores habían evidenciado
(Ghinea y otros, 1979).
Como expresamos mas arriba, el
trabajo de Demirci y otros (2018),
24
demostró que asociaciones de
atrazina con otros químicos (como
endosulfán, tiametosan e indoxa-
carb) puede provocar impactos
sinérgicos que se evidencien como
aumento de la toxicidad y estrés
oxidativo”, lo que signica un in-
cremento del riesgo de sufrir si-
tuaciones de inmunosupresión,
facilitadores del padecimiento de
infecciones virales y bacterianas.
Otro aporte signicativo en este
sentido, es el trabajo de Nicolau
y Soocoliuc (1980), quienes con-
cluyeron que la atrazina afecta
los ritmos circadianos y que esas
alteraciones indican cambios en
los sistemas de regulación de la
secreción endocrina en las dos
glándulas estudiadas” (tiroides y
suprarrenales).
En un dos bioensayos crónicos en
ratas hembra expuestas a atrazina
se observó el aumento de la in-
cidencia de tumores mamarios
(Stevens y otros, 1994; akur y
otros, 1998).
Consistente con un efecto sobre
la función del sistema nervioso
central, la exposición a la Atrazina
al destete altera el desarrollo de la
pubertad en ratas machos (Stoker
y otros, 1999c) y hembras (Laws y
otros, 2000b).
Se ha demostrado la acción neu-
roendócrina de la atrazina en ver-
tebrados, asociándola a cambios
en la liberación de feromonas, in-
terriendo de esta manera en los
ciclos reproductivos de especies
de peces (Moore y Waring, 1998).
La evidencia cientíca ha hecho
que la atrazina se encuentre dentro
del listado de COPS candidatos a
ser incluidos en el Convenio de
Estocolmo.
PAR AQUAT
El paraquat, entre otros daños a la
salud, también ha sido asociado al
riesgo de padecer enfermedades
respiratorias en trabajadores ru-
rales (Cha y otros, 2012).
En Estados Unidos, se evidencia-
ron incrementos de problemas res-
piratorios en personas expuestas a
derrames de agroquímicos, consi-
25
derados irritantes externos (Cone
y otros, 1994). Fue asociado al de-
sarrollo de brosis pulmonar agu-
da (Cartagena y otros, 2018) y de
edemas pulmonares, que no son
inmediatos, ya que pueden darse
días después de la exposición.
Según la Agencia de Protección
Ambiental de los EE.UU. (EPA,
por su sigla en inglés) “es de alta
toxicidad para los seres humanos.
Un pequeño sorbo puede ser fatal
y no hay antídoto… es corrosivo
para la piel y los ojos”.
También, se han detectado daños
renales, en hígado y esófago ante
el contacto con este producto.
CARBAMATOS
El uso de este tipo de insecticidas
se asoció con la prevalencia de
asma en un estudio realizado so-
bre 1939 agricultores varones. En
sus conclusiones, los autores plan-
tean que “Estos resultados plantean
la posibilidad de que la exposición
a la agricultura productos quími-
cos podrían estar relacionada con
disfunción del pulmón en agricul-
tores expuestos” (Senthilselvan y
otros, 1992).
La inmunosupresión y la exposi-
ción a pesticidas fue estudiada por
un equipo de investigadores lide-
rado por Manisha Pahwa (2012),
en hombres de seis provincias ca-
nadienses (513 casos contra 1506
controles), evaluando la potencial
modicación del efecto de asma,
alergias, o asma y alergias y ebre
del heno combinados sobre el ries-
go de Linfoma No Hodking ante el
uso de “(i) cualquier plaguicida; (ii)
cualquier insecticida organoclorado;
(iii) cualquier insecticida organo-
fosforado; (iv) cualquier herbicida
fenoxi; (v);asi como de pesticidas
individuales [1, 1’-(2,2,2-trichlo-
roethylidene) bis [4-clorobenceno];
1,1,1-trichloro-2,2-bis(4-chloro-
phenyl) etano (DDT), malatión
(4-chloro-2-methylphenoxy) ácido
acético (MCPA), mecoprop y (2,
4-dichlorophenoxy) ácido acético (2,
4-D); y (vi) del número de pesticidas
potencialmente cancerígenos, iden-
ticando que quienes ya padecían
problemas como asma y alergias, no
tenían diferencias signicativas con
quienes previamente eran sanos, en
26
el riesgo de padecer ese tipo de lin-
foma ante la exposición a esas sus-
tancias, lo que evidencia que el de-
sarrollo de Linfomas No Hodking
asociado a exposición a pesticidas,
es independiente de problemas in-
munológicos previos”.
Por otra parte, en Italia, se registra-
ron daños en el sistema inmuno-
lógico y respiratorio, evidenciado
en cuadros clínicos como urtica-
ria, angio-edema, de asma y ocu-
lo-rinitis, tanto de trabajadores
rurales, como de personas expues-
tas accidentalmente a cynoxamil,
mancozeb, tiofanato, paraquat,
y diquat, al punto que los investi-
gadores sugieren seguimiento de la
situación de salud incluso de quie-
nes están expuestos a dosis bajas de
esas sustancias (Assini, 1994)
IMIDACLOPRID
El Imidacloprid, ha sido asociado
a una inhibición de los receptores
nicotínicos de acetilcolina, en ma-
míferos, por lo que se vincula con
pérdida de fuerza a nivel muscu-
lar (Narahashi, 1996). Asimismo,
se la ha asociado con otras alte-
raciones del sistema nervioso, a
partir de su acción sobre recepto-
res nicotínicos (Yamamoto y otros,
1998; Matsuda y otros, 1998).
Una investigación sobre abejas de
la Escuela de Salud Pública de
la Universidad de Harvard (Lu,
Warchol y Callahan, 2014), permi-
tió armar a su autor principal, que
los neonicotinoides tienen una alta
probabilidad de que sean respon-
sables para la activación de CCD
(desorden de colapso de la colo-
nia) en colmenas que estaban sanas
antes de la llegada del invierno”.
La preocupación por esta situación
y su impacto en la salud humana
también se reeja en el estudio
Quantitative Analysis of Neoni-
cotinoid Insecticide Residues in
Foods: Implication for Dietary
Exposures” (Chen y otros, 2014),
realizado con muestras de Nueva
Zelanda y Massachusetts, que mi-
dió cuantitativamente neonicoti-
noides en varios alimentos que son
comunes para el consumo huma-
no. Los resultados mostraron que
todos los frutales y muestras vege-
tales (excepto nectarina y tomate) y
27
90% de las muestras de miel fueron
positivos para al menos un neonico-
tinoide; 72% de fruta, 45% de ver-
duras y 50% de las muestras de miel
contienen por lo menos dos neoni-
cotinoides diferentes en una mues-
tra … Estos resultados muestran la
prevalencia de neonicotinoides con
bajo nivel de residuos en frutas, ver-
duras y miel que están disponibles
en el mercado para el consumo hu-
mano y en el ambiente donde se de-
sarrollan las abejas forrajeras. A la
luz de nuevos informes de efectos to-
xicológicos en los mamíferos, los re-
sultados refuerzan la importancia
de la evaluación de ingesta dieté-
tica neonicotinoides y los posibles
efectos de salud humana.
2,4-D
En el año 2015, el 2,4-D, uno de los
componentes del “Agente Naran-
ja” utilizado durante la Guerra de
Vietnam por el ejército estadouni-
dense, fue clasicado por la IARC
como clase 2B, es decir, “posible-
mente cancerígeno en humanos” .
Se encuentra prohibido en tres paí-
ses y reúne características de PAP,
según PAN Internacional.
Entre otros daños, se ha demostra-
do que la exposición paterna a 2,4-
D aumenta el riesgo de aborto.
En el año 1997, un estudio en 1.898
parejas de campesinos de Ontario
(Canadá) que cursaron 3984 em-
barazos, indagó sobre la exposi-
ción del hombre a los plaguicidas
en una ventana de 3 meses antes
de la concepción. Se observó una
tasa mayor de aborto espontáneo
asociada con el uso de plaguici-
das no clasicados, carbaryl y
tiocarbamatos. Asimismo existía
una asociación entre el uso de
las triazinas, particularmente la
atrazina y el 2, 4-D, y un mayor
riesgo de parto prematuro.
En Brasil, un equipo de inves-
tigadores de la FIOCRUZ y del
Instituto Nacional del Cáncer,
realizó una revisión integrativa de
trabajos cientícos publicados, so-
bre asociación entre Linfoma No
Hodking y exposición ocupacional
y ambiental a agroquímicos, con-
cluyendo que “en el estudio, fue
posible evidenciar la existencia
de ingredientes activos de agro-
tóxicos (clasicados por la IARC
28
como potencialmente canceríge-
nos) 2,4-D, Diazinon, Glifosato y
Malation, con asociación positiva
en el desarrollo de Linfoma No
Hodking” (Indio do Brasil da Cos-
ta y otros, 2017).
TRIAZOLES
Los productos antifúngicos, de la
familia de los triazoles (al que per-
tenece el tetraconazol que reúne
características de PAP según PAN
Internacional), pueden inhibir la
producción de hormonas en ma-
míferos, por lo tanto, los efectos no
se limitan al sistema reproductivo e
incluyen el metabolismo esteroide
suprarrenal y hepático en mamífe-
ros (Schurmeyer y Nieschlag, 1984;
Williams y otros, 2000; Pepper y
otros, 1990).
Cuando se administran a mamífe-
ros adultos, antifúngicos de la fa-
milia de los triazoles, puede tener
efectos dramáticos sobre la fer-
tilidad aún después de una dosis
única (Bhasi y otros, 1986; Heck-
man y otros, 1992; Waller y otros,
1990).
METIL PARATION
El metil paratión es un insecticida,
clasicado como extremadamente
tóxico (clase I), que causa aberra-
ciones cromosómicas y fracturas
en el ADN en muestras biológicas
de seres humanos expuestos (Her-
bold, 1983; Sunil Kumar y otros,
1993; Rashid y Mumma, 1984).
También provoca aberraciones
cromosómicas e inducción de mi-
cronúcleos en roedores (Mathew y
otros, 1992; Vijayaragavan y Naga-
rajan, 1994; Grover y Mahli, 1985;
Narayana y otros, 2005). El metil
paratión es también un disruptor
endocrino, una vez que provoca
la hiperglicemia e hipoinsulinemia
en ratas (Lukaszewicz-Hussaun
y otros, 1985) y trastornos endó-
crinos de amplio espectro (Laville
y otros, 2006; Petit y otros, 1997).
En aves se observó una reducción
de los niveles de hormonas LH y
testosterona, merma del peso de
los testículos, del diámetro de los
túbulos seminíferos y del número
de espermatozoides normales, así
como alteraciones en las células
germinales (Maitra y Mitra, 2008).
En ratas, se advirtieron alteracio-
29
nes en la función reproductiva
de las hembras con cambios en
el ciclo estral (Budreau y Singh,
1973; Sortur y Kaliwal, 1999; Rao
y Kaliwal; 2002; Dhonduo y Kali-
wal, 1997; Asmathbanu y Kaliwal,
1997), en el conteo y la morfología
de los espermatozoides (Naraya-
na y otros, 2006, 2005; Mathew y
otros, 1992; Saxen y otros, 1980),
con subsiguientes repercusiones en
el sistema reproductivo de machos
(Maitra y Mitra, 2008) y hembras
(Rattner y otros, 1982).
Igualmente, el metil paratión causó
la disminución de la propagación
de linfocitos T (Park y Lee, 1978;
Lee y otros, 1979), la inhibición de
la quimiotaxis de los neutrólos
humanos (Lee y otros, 1979), la re-
ducción de Interleukina-2 (Lima
y Vega, 2005) y la disminución
en la producción de anticuerpos
(Institóris y otros, 1992; Critten-
den y otros, 1998).
Intoxicaciones agudas en seres
humanos se han observado en
distintos estudios internacionales
(Mccann y otros, 2002; Rubin y
otros, 2002a, 2002b; Hill Jr. Y otros,
2002; Wasley y otros, 2002; Rehner
y otros, 2000).
Efectos neurotóxicos en animales
de laboratorio corroboran los efec-
tos encontrados en seres humanos
(Sun y otros, 2003).
PROCLORAZ
El procloraz es un imidazolilcar-
boxamida clasicado como extre-
madamente tóxico (clase I).
Es un disruptor endócrino de di-
ferentes ejes, lo que reduce la pro-
ducción y la síntesis de hormonas
corticosteroides y sexuales mas-
culinas y femeninas, y deteriora
varias funciones siológicas funda-
mentales para la vida, como la fer-
tilidad masculina, el metabolismo
de los nutrientes y la regulación del
sistema inmune (Noriega y otros,
2005; Kjaerstad y otros, 2010; Hi-
gley y otros, 2010; Ohlsson y otros,
2009; Ohlsson y otros, 2010; Müller
y otros, 2009; Laier y otros, 2006;
Vinggaard y otros, 2005).
Otra secuela grave que ha sido des-
ripta fue la aparición de malforma-
30
ciones fetales en ratones (Noriega
y otros, 2005).
METAMIDOFOS
El metamidofos, insecticida clasi-
cado como extremadamente tó-
xico (Clase I), presenta un efecto
genotóxico (Naturforsch, 1987).
En roedores, la exposición a meta-
midofos por vía oral generó la dis-
minución de los niveles de T3, T4
y TSH (hormonas tiroideas) (Satar
y otros, 2005) y cambios ultra-es-
tructurales de la tiroides (Satar y
otros, 2008) actuando directamen-
te sobre el tejido tiroideo o en la re-
gulación del eje hipotálamo-pitui-
taria-tiroides (Satar y otros, 2008).
Este insecticida altera los niveles
de ACTH, corticosterona y aldos-
terona (Spassova y otros, 2000).
Estas investigaciones dan cuenta
de los graves efectos para los dis-
tintos ejes hormonales.
También presenta un marcado
efecto inmunosupresor. En este
sentido, disminuye la prolifera-
ción de los linfocitos T del timo
y la capacidad para formar anti-
cuerpos (Tiefenbach y Wichner,
1985; Tiefenbach y otros, 1990).
GLIFOSATO
Existen trabajos que asocian la ex-
posición crónica a agrotóxicos con
enfermedad de Parkinson por
diversos mecanismos (Corrigan
y otros, 2000). Los equipos de in-
vestigadores han ido más allá, vin-
culando directamente al glifosato
(en sus presentaciones comercia-
les) con esta enfermedad (Seidler
y otros, 1996; Wang y otros, 2012).
Estudios realizados por Univer-
sidades Chinas, demostraron la
asociación entre Parkinsonismo y
exposición aguda a glifosato rever-
sible al eliminar el foco en los ini-
cios (Qian y otros, 2018).
Se han reportado casos de ence-
falopatías postexposición aguda a
glifosato (Malhotra y otros, 2010).
Trabajos sobre peces expuestos a
diferentes formulaciones con gli-
fosato, demostraron que utilizan-
31
do dosis sub letales en “función del
análisis comparativo de los valores
de mortalidad obtenidos en el test
utilizado queda demostrado que los
excipientes juegan un rol fundamen-
tal en la toxicidad aguda. Las dosis
subletales también produjeron efec-
tos tóxicos principalmente a nivel
hematológico. Acusaron, además,
alteraciones bioquímicas las que
fueron más graves en las formula-
ciones asociadas a surfactantes que
en el formulado de principio activo
puro” (Álvarez y otros, 2012).
Resultados similares fueron halla-
dos en un estudio realizado con
células mononucleares de sangre
periférica humana. Puede leerse
en sus conslusiones: “Los resultados
de este estudio in vitro conrman el
efecto tóxico para las células huma-
nas observado para el glifosato y sus
preparaciones comerciales, y que es-
tas últimas son más citotóxicas que
el compuesto activo, lo que apoya la
idea de que los aditivos presentes
en las formulaciones comerciales
juegan un papel crucial en la to-
xicidad atribuida a los herbicidas
que contienen glifosato” (Martínez
y otros, 2007).
Investigadores del Centro Interna-
cional de Investigaciones en Ge-
nética (CRIIGEN) y de la Univer-
sidad de Caen, expusieron el error
de evaluar las toxicidades solo de
los principios activos, al demostrar
el incremento en el daño medido
en disrupciones endócrinas y la
toxicidad sobre células humanas
que generan los formulados de
glifosato más excipientes, en com-
paración con la acción del glifosa-
to puro (Defarge y otros, 2018).
Efectos cardiotóxicos también
fueron identicados en ratas y co-
nejos expuestos a Roundup, con
aumento del daño en ese prepara-
do comercial, respecto al glifosato
puro (Gress y otros, 2014).
Benachour y Séralini (2009), en
un trabajo realizado con niveles de
concentración muy por debajo de
las recomendadas para el uso en
agricultura y como valor máximo
de residuo en alimento (hasta 105
veces mas diluido), demostraron
que tanto el glifosato puro como el
Roundup, inducen muerte celular
por “inhibición de la actividad de
la deshidrogenasa succinato mito-
32
condrial y la necrosis, mediante
la liberación de adenilato quina-
sa citosólica que mide el daño a
la membrana. También, inducen
apoptosis a través de la activación
de la actividad enzimática de las
caspasas. Esto se conrma por la
fragmentación característica del
ADN, la contracción nuclear (pic-
nosis) y la fragmentación nuclear
(cariorrexis). Estos investigado-
res han concluido que “el umbral
real de toxicidad del Glifosato debe
tener en cuenta la presencia de
adyuvantes, pero también el me-
tabolismo del Glifosato y los efec-
tos amplicados en el tiempo o la
bioacumulación, así como que “los
adyuvantes en las formulaciones de
Roundup no son inertes. Además,
las mezclas patentadas disponibles
en el mercado podrían causar da-
ños a las células e incluso la muerte
en torno a niveles residuales, espe-
cialmente en alimentos y derivados
de cultivos tratados con formulacio-
nes de Roundup”.
En enero de 2014, la revista Bio-
med Research International pu-
blicó una investigación sobre gli-
fosato, isoproturon, uroxypyr,
primicarbe, imidacloprid, acéta-
miprid, tébuconazol, epóxicona-
zol y procloraz, en la que daban
cuenta de que, a concentracio-
nes hasta 600 veces menores que
las utilizadas en la producción
agroindustrial, estos productos
generaban daño celular, siendo
las células mas sensibles las pla-
centarias. Este trabajo también
advirtió sobre el incremento del
poder de daño que inducen las
combinaciones de los principios
activos con los coadyuvantes que
nalmente se comercializan (Mes-
nage y otros, 2014).
Estos aportes de la ciencia ad-
vierten sobre el error de denir
las toxicidades de una sustancia
química solo a partir del análisis
del principio activo, sin tener en
cuenta los formulados comercia-
les, que son los que en denitiva se
utilizan, dispersan en el ambiente
y nalmente impactan en los seres
humanos.
En una revisión bibliográca, San-
born y otros (2007) establecieron
como recomendación la reducción
de la exposición a todos los pesti-
33
cidas, en virtud de las asociaciones
entre éstos y linfomas No Hod-
gkins, leucemias, así como mal-
formaciones congénitas. Los de-
fectos especícos incluidos fueron
reducción de miembros, anoma-
lías urogenitales, defectos del SNC,
hendiduras oro faciales, defectos
cardíacos y oculares. La misma re-
visión, encontró que la genotoxi-
cidad (expresada en aberraciones
cromosómicas) duplicaba su fre-
cuencia en sujetos expuestos a pla-
guicidas.
Esto es coincidente con lo expresa-
do por ABRASCO (2016): “Sabe-
mos que la exposición a agrotóxicos
en bajas dosis induce la muerte ce-
lular, la citotoxicidad y la disminu-
ción de la viabilidad celular, efectos
que no son considerados”.
Tal como se expone en el informe
técnico elaborado por expertos de
la Universidad Nacional del Li-
toral (UNL)Si se tiene en cuenta
que el glifosato ha sido recientemen-
te clasicado como perturbador en-
docrino, la exposición a bajas dosis,
menores a las denidas como segu-
ras (2 mg/kg/día) podría tener efec-
tos adversos(…). El informe elabo-
rado en 2010 continúa: “En nuestro
país hay muy escasa información
registrada y de libre acceso tanto o-
cial como del sistema cientíco sobre
residuos de glifosato en alimentos y
agua de bebida”.
En el inicio del año 2015, a través
de la Monografía 112, la IARC
(Agencia Internacional de Investi-
gación sobre Cáncer, dependiente
de la OMS), reclasicó al glifosato
como clase IIA (Probable Cance-
rígeno en Humanos). A pesar de
la reclasicación que impulsó el
máximo organismo de Investiga-
ción en la materia al nivel mundial,
el órgano de control en Argenti-
na, el SENASA, aún no ha proce-
dido a adecuar el criterio de clasi-
cación local de ese químico.
Por otro lado, existen registros pu-
blicados de pancreatitis asociados
a exposición laboral a glifosato
(González y otros, 2014).
Como mencionamos previamente,
los altos Índices de Impacto Am-
biental Total (IIAT) de Glifosato
y Clorimuron se asocian a mayor
34
mortalidad de cáncer total en va-
rones (Díaz y otros, 2015).
El Grupo de Investigación Ge-
nética y Mutagénesis Ambiental
(GeMA) del Departamento de
Ciencias Naturales de la Univer-
sidad Nacional de Río Cuarto,
dirigido por la doctora Delia Aias-
sa, publicó sendos trabajos en los
que se evidencia el mayor daño
genético en niños expuestos a la
inhalación de agroquímicos por
vivir a menos de quinientos me-
tros de campos donde se utilizan
esas sustancias (Aiassa y otros,
2005; Mañas y otros, 2009; Gentile
y otros, 2012). En los resultados de
estos trabajos se arma que “se en-
contró diferencia signicativa entre
los expuestos a menos de quinien-
tos metros con respecto al grupo de
niños no expuestos. El 40% de los
individuos expuestos sufren algún
tipo de afección persistente, que
se podría asociar a la exposición
crónica a plaguicidas” (Bernardi y
otros, 2015).
Trabajos recientes han demostrado
que hembras mamíferos en gesta-
ción, expuestas a agrotóxicos a base
de glifosato, generan daño incluso
hasta tres generaciones posterio-
res. (Kubsad 2019).
Además, la Toxicidad Química
Inducida puede resultar en inmu-
nosupresión y potencial suscep-
tibilidad de enfermedad, que se
maniesta como un aumento de la
incidencia de enfermedades infec-
ciosas y enfermedades tumorales,
así como la exacerbación de las
enfermedades alérgicas y autoin-
munes (OMS, 2002). Esto puede
ocurrir cuando el sistema inmuno-
lógico es blanco de los químicos,
generando respuestas a la espe-
cicidad antigénica de la quími-
ca como mecanismo de respuesta
inmune especíca (hipersensibili-
dad) (Schuurman y otros, 1991).
35
Respecto de
distancias y derivas
La Deriva Ambiental constituye
uno de los núcleos de negación
y potencial fuente de exposición de
los sujetos que habitan los territo-
rios donde crece el agronegocio.
Si bien no constituye núcleo de
nuestra experticia, nos resulta con-
veniente realizar algunas conside-
raciones. La deriva de pesticidas
sigue siendo uno de los mayores
problemas en la agricultura moder-
na. El vasto incremento de trabajos
para lograr avances tecnológicos
que logre la eciencia de aspersio-
nes/pulverizaciones así lo demues-
tran. El objetivo de la tecnología de
aplicación de pesticidas es apuntar
a la cantidad correcta de ingredien-
te activo de la manera más eciente
y económica posible, mientras se
afecta el medio ambiente lo menos
posible. Así el avance tecnológico
como propuesta de solución se de-
dica desde la invención de asperso-
res de gotas de tamaño adecuado
hasta la generación de gotas elec-
tromagnetizadas. Estas investiga-
ciones demuestran por un lado el
reconocimiento de la imposibilidad
del modelo agroindustrial imple-
mentado en el efectivo control de
las derivas, convirtiendo hoy en un
mero recurso literario a las llama-
das “buenas prácticas agrícolas”.
Por otro lado y de fundamental im-
portancia, distrae la discusión de lo
más relevante del sentido común,
¿desde cuándo hemos naturalizado
como sociedad que el contacto con
venenos, directo, permanente, aún
a bajas dosis, debe ser aceptado?
¿Cómo es posible que aún acepte-
mos los preceptos de Paracelso: «la
dosis hace el veneno», y no incorpo-
ramos para el análisis el concepto
36
hormesis? (Calabresse EJ, 2003)
¿Desde qué momento hemos per-
dido del horizonte la noción de que
los venenos son venenos?¿Cómo
es posible que no choque de frente
con el sentido común que le sean
exigidas a las poblaciones “prue-
bas” de que los venenos a los cuales
son expuestos son los responsables
de sus padecimientos de Salud?
Entendiendo que el sentido común
sigue siendo el menos común de
los sentidos, continuaremos en el
intento de demostración de la exis-
tencia de todos y cada uno de los
principios negados por los impul-
sores del modelo Agroindustrial
dependiente de Venenos.
Es recomendable lectura del traba-
jo del Ingeniero Químico Marcos
Tomasoni “No hay fumigación
controlable. Generación de deri-
vas de plaguicidas” quien da en
el texto una amplia explicación de
derivas, con una nutrida bibliogra-
fía útil para consulta, y que entre
otros detalles técnicos as explicita,
citando a la Profesora Dra. (Msc.)
Ing. Agr. Susana Hang (Fac. de
Agronomía, UNC) en la revista del
Colegio de Ingenieros Agrónomos de
la provincia de Córdoba de octubre
de 2010, dice: “en el caso particular
de los herbicidas está demostrado
que la eciencia de uso es infe-
rior al 20%, vale decir que buena
parte del producto no cumple la
función especíca aun cuando la
aplicación se realice adecuada-
mente”. Luego en cuadro siguiente
en la publicación aclara que el resto
de ese 20%, puede volatilizar (entre
el 0-90%), ser absorbido por el sue-
lo (1-10%), lixiviar (1-5%), o ser
arrastrado por erosión (0-5%)”.
Asimismo, en dicho documento, se
establecen tres tipos de “deriva”:
1) Deriva primaria, aquella que se
produce al momento de la pulveri-
zación;
2) Deriva secundaria, la que se
genera en las horas siguientes a la
aplicación;
3) Deriva terciaria, la que puede
producirse semanas, meses o años
después de la aplicación.
“A partir del reconocimiento de las
3 derivas que hemos desarrollado, la
37
denición de una distancia mínima
de las pulverizaciones a los centros
poblados debe llevarnos a conside-
rar distancias superiores a los 4800
metros, que es la distancia máxima
que puede recorrer la gota más pe-
queña de una aplicación, en condi-
ciones climáticas óptimas.
Como bien menciona la Comisión
Cientíca Ecuatoriana (2007) “La
Empresa Brasileña de Investigación
Agropecuaria (EMBRAPA), ha de-
mostrado que existe normalmente
una “deriva técnica” y que los ac-
tuales equipos de aspersión, con
calibración, temperatura y vientos
ideales, distribuyen sus aspersiones
así: cerca de 32% son retenidas por
las plantas blanco; 49% van al suelo,
19% van por el aire a otras áreas ve-
cinas. Estudios realizados en Bra-
sil por métodos de pulverización
aérea y evaluando solo deriva pri-
maria, demostraron que “Los resul-
tados indicaron que la distancia de
deriva puede alcanzar más de 300
metros del sitio de aplicación, con
concentraciones variables según el
equipo utilizado. (Alfran Tellechea
Martini, 2016) pudiendo alcanzar
para vuelos de baja altura (4 metros
sobre la capa vegetal), 800 metros
de distancia. (Claro, 2000)
Estos movimientos de “deriva”,
puede ser uno de los mecanismos
que den explicación a los padeci-
mientos de salud sufridos por los
sujetos que habitan los territorios
relevados con los Campamentos
Sanitarios.
En “Malformaciones congénitas
asociadas a Agrotóxicos” publica-
do en el año 2007, se remarca “al
analizar la exposición de la madre
a plaguicidas como factor de riesgo
para malformaciones congénitas, vi-
vir cerca de campos fumigados, vivir
a menos de 1Km, almacenar plagui-
cidas en la casa o habitación, lavar
ropa contaminada y el anteceden-
te de contacto directo o accidental
mostró diferencias estadísticamente
signicativas entre los casos y con-
troles” (Benítez-Leite S, 2007)
38
Consideraciones Finales
Mientras los responsables de
tomar las decisiones, entre
ellos los profesionales de salud,
continúen eligiendo deliberada-
mente como fuente de información
la producida por agencia de regu-
lación aún cuando son de público
conocimiento el fraude de las cor-
poraciones en la presentación de
trabajos falsos para la aprobación
de productos (Vallianatos, 2018) y
peor aún los lazos de estas con las
agencias de (des)Control (Bonifay,
2017), motivo de vergüenza públi-
ca internacional para la comuni-
dad cientíca (Miguel, 2017) (e
Guardian, 2017), seguirán legiti-
mando un sistema de producción
tecno-cientíca que sólo sirve a
los intereses del poder económico,
alejado del Bien Común y la Salud
de los Pueblos.
Ya en 2016 la revista Journal Epi-
demiology Community Health
publicaba un análisis en el que con-
sideraba, entre otros puntos meto-
dológicos relacionados a la EFSA
sobre el RAR (Informe de Evalua-
ción de Renovación) que “…casi
no se asigna peso a los estudios de
la literatura publicada y existe una
conanza excesiva en los estudios
proporcionados por la industria que
no están disponibles públicamen-
te...” (Christopher J Portier, 2016)
(traducción nuestra).
Los juicios contra la Empresa Mon-
santo en Estados Unidos, (cuyos
primeros fallos ya han sido con-
trarios a esa multinacional), han
dejado en evidencia que la misma
empresa conocía, antes incluso de
sacar sus productos al mercado, el
39
daño que esa química generaba en
las personas.
Con los MonsantoPapers, se caye-
ron denitivamente los mitos que
sostenían que “los agrotóxicos no
hacen daño a la salud” y el mito de
“las dos bibliotecas.
Como trabajadores de la Salud,
como docentes universitarios,
como miembros del Instituto de
Salud Socioambiental de la Fa-
cultad de Cs. Médicas de la UNR,
conamos en que los datos apor-
tados en este documento, serán
analizados y tenidos en cuenta por
quienes tienen la enorme y honro-
sa tarea de velar por los intereses
sagrados de nuestro pueblo, legis-
lando en favor y defensa de la Salud
y la Vida de las y los santafesinos, y
de todos los pueblos a los que se les
ha impuesto la convivencia con un
modelo dependiente de venenos.
A la espera de haber aportado ele-
mentos que permitan a los seño-
res legisladores obrar de acuerdo
no solo a la bibliografía cientíca
aportada, sino en absoluto respeto
del Art. 41 de la Constitución Na-
cional, así como de la Ley Nacio-
nal N° 25675, conocida como Ley
General del Ambiente, quedamos
a plena disposición de la Comisión
de Asuntos Constitucionales y
Legislación General de la Hono-
rable Cámara de Diputados de
la Provincia de Santa Fe y de sus
miembros, a los efectos de acom-
pañarles a despejar las dudas que
puedan quedar.
Rosario, Septiembre 2019
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... La Organización Mundial de la Salud señala que por año se producen en el mundo tres millones de intoxicaciones severas con agroquímicos, lo cual ha sido asociado a abortos espontáneos, malformaciones congénitas, hipertensión arterial, diabetes tipo II, patologías reumatológicas, enfermedades alérgicas respiratorias y pulmonares obstructivas (asma o EPOC), Alzheimer, Parkinson y, pancreatitis (González et al., 2014;Díaz et al., 2015;Verzeñassi, 2018;Verzeñassi y Vallini, 2019). La exposición a distintos agroquímicos también causa irritaciones dérmicas y oculares, náuseas y mareos, edema pulmonar, descenso de la presión sanguínea, dolor abdominal, pérdida masiva de líquido gastrointestinal, vómitos, pérdida de conciencia y, destrucción de glóbulos rojos (Richard et al., 2005). ...
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l objetivo de este artículo es analizar desde una perspectiva etnográfica, los distintos sentidos que construyen memes relacionados con el agronegocio en Argentina en relación con la naturaleza y la biodiversidad. Los memes son piezas de comunicación gráfica que se masificaron con la cultura de internet y que la ciencia social ha definido como textos multimodales puestos en circulación para ser intercambiados y replicados en la expresión y discusión pública. Se generó un universo de 75 memes recolectados en redes sociales (Facebook y Twitter) entre junio del año 2021 y septiembre de 2022. En una primera instancia realizamos un análisis de su autoría (emisores anónimos y nominales), circulación y contenido, agrupándolos en dos categorías referidas a diferentes instancias del vínculo sociedad-naturalezas: a) la disputa entre agronegocio y agroecología, donde el agronegocio, liderado por investigación científica (p. e. Bioceres), representa su dominación y destrucción y b) biodiversidad y agronegocio, donde el Estado se muestra inerme frente a la destrucción de la biodiversidad, a la vez que legitima el modelo agroindustrial. Se concluye que los memes sobre agronegocio son, para algunos grupos sociales, una herramienta comunicativa que, usando el humor esa “forma amable de la desesperación” interpelan al lector-consumidor, buscando su identificación con el ideario de lucha contra el agronegocio, denunciando la destrucción de la biodiversidad en el proceso de acumulación por desposesión.
... A través de los datos obtenidos, fue posible evidenciar la alta prevalencia de hipotiroidismo, enfermedades respiratorias, alergias de diversos tipos, trastornos neurológicos y patologías reumatológicas. En esa construcción colectiva, se identificó también el incremento, a lo largo del tiempo, de los abortos espontáneos, las anomalías congénitas morfológicas, así como de las enfermedades oncológicas, y sus diferencias con los datos de los registros nacionales27 .Estos hallazgos se complementan con una creciente bibliografía científica, que da cuenta de las relaciones entre la exposición a los agrotóxicos utilizados en el modelo agroindustrial de OGMs, y problemas neurológicos, ...
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RESUMO Las formas de extractivismos se multiplican y diversifican, transformando de manera radical los territorios donde se instalan, como expresión del pensamiento de la modernidad insostenible y del pensamiento colonialista. Esto nos ha llevado a una crisis ambiental-civilizatoria con diversas expresiones en sus distintos campos. Dentro de los mismos, se encuentran las tensiones y desafíos al interior del campo del conocimiento científico académico. En el artículo se describen y analizan los aportes de la perspectiva de la Ecología Política Latinoamericana y la Salud Colectiva, a través de las categorías de Territorio, Salud Socioambiental, y Soberanía Alimentaria para la comprensión de los procesos salud-enfermedad-atención-cuidado en los contextos actuales.
... Systematically ignored by government officials, communities from Argentina's agricultural regions began protesting the use of pesticides in 2001, soon identifying themselves as Pueblos Fumigados (Sprayed Villages) (Arancibia and Motta 2019). Movement activists demanded restrictions on pesticide use, and often encouraged a transition to an agroecological agrarian model, on the basis of communities' claims that pesticide spraying was linked to the growing prevalence of developmental abnormalities, cancers, and other pathologies (Rossi 2021;Verzeñassi and Vallini 2019). To date, few government officials at the national or provincial levels have formally recognized or addressed the public health crisis or promoted epidemiological and environmental studies to analyze the specific impacts of exposure to pesticides in the country. ...
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From 2010 to 2019, Argentinian medical students and faculty at the Universidad Nacional de Rosario worked with allies from grassroots movements to routinize new epidemiological data collection practices designed to call medical students’ attention to the public health consequences of industrial agriculture’s indiscriminate use of pesticides. This paper charts the rise and fall of their collective efforts to institutionalize participatory knowledge and pedagogy that directly challenged the political legitimacy of industrial agriculture. We anchor our study in a trio of concepts—sociotechnical regime, niche, and network—using these tools to describe the dynamic interplay among dominant and subordinate knowledge systems. Our analysis reveals that radical participatory projects cannot be understood without reference to the historical and institutional contexts that structure opportunities and constraints within which participatory knowledge research is developed, implemented, and sustained.
... As for human health, their role as endocrine disrupting chemicals 23 and as substances that cause genetic material damage has been reported 24,25 . An increase in medical conditions such as hypertension and hypothyroidism, a higher impact on allergic, respiratory and obstructive lung diseases, Alzheimer and Parkinson diagnosis, rheumatic and skin diseases, neurological and neurocognitive disorders, together with an increase in miscarriages, congenital malformations and oncological diseases (cancer, lymphoma, leukemia) that exceed the national average by far [26][27][28] . ...
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Resumen El objetivo del artículo es contribuir a la comprensión y visibilización de los conflictos y controversias en torno al uso de agroquímicos en las provincias de Santa Fe, Santiago del Estero y Salta, Argentina. Se relevaron y sistematizaron fuentes de información secundaria, con el fin de llevar adelante un primer análisis contextual de los marcos regulatorios, las políticas públicas y la emergencia de procesos de construcción social de los riesgos ambientales y sanitarios. El análisis fue organizado en torno a tres dimensiones: normativa, político-institucional y territorial-sanitaria. En las tres jurisdicciones existen leyes específicas que regulan el uso de agroquímicos y cierta institucionalidad destinada a su implementación, control y monitoreo. No obstante, y en concordancia con lo ocurrido a nivel regional e internacional, el estudio relevó una multiplicidad de situaciones y/o eventos conflictivos que problematizan los impactos ambientales y sanitarios. La política relativa a la utilización de agroquímicos está fragmentada en múltiples regulaciones, instituciones y escalas de competencias, marco dentro del cual la política sanitaria y ambiental poseen un lugar rezagado. Más allá de ciertos avances, no hay reconocimiento oficial del daño a la salud y el ambiente generado por el uso de agroquímicos.
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En consonancia con las tendencias globales, la agricultura argentina se ha destacado en las últimas décadas por sus acelerados procesos de intensificación. Dicha situación se vincula especialmente con el llamado paquete tecnológico derivado de la Revolución Verde, ligado a propuestas tecnológicas, químicas y mecánicas, altamente dependientes de insumos como el petróleo. Como contrapartida, este enfoque implica un alto costo ambiental y social. Esta condición se verifica especialmente en la región pampeana argentina. En su interior, el partido de General Pueyrredon (PGP) es escenario de tensiones y controversias ligadas al uso de agroquímicos desde hace más de dos décadas. El presente estudio evalúa la vulnerabilidad socioambiental de la población expuesta a agroquímicos en el corredor costero y periurbano sur de Mar del Plata (PGP), Provincia de Buenos Aires, a fin de reflexionar sobre los posibles riesgos a la salud y su abordaje por parte de la gestión local. Para ello se construyó un índice de vulnerabilidad socioambiental (IVSA) que da cuenta de la capacidad de la población para prevenir, reducir o afrontar los riesgos asociados a tal exposición. Se analizaron la distribución espacial del IVSA y sus indicadores mediante un sistema de información geográfica y se identificaron las zonas más críticas. Los resultados revelan mejores condiciones del IVSA en zonas costeras próximas al ejido urbano, donde la infraestructura de servicios de saneamiento básico incide favorablemente. Este trabajo, junto con el monitoreo de las condiciones de salud, constituye un insumo para el diseño de políticas de planificación que contribuyan al desarrollo sostenible.
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The article is structured as follows. After this brief introduction, we present our analytical framework, providing a succinct discussion on marxian dependency and racial capitalism as key elements of our analysis. Then we engage in a critical dissection of the green developmentalist initiatives to tackle climate change from Argentina. Afterwards, we discuss the strengths and limitations of the Pact, and later on we present some of the main ideas being stressed by radical eco-social collectives and organisations in Argentina. We finish our work with some brief reflections.
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In recent years, discussions on the need for a transition to stop climate change have multiplied. In the global North, several alternatives have appeared, ranging from green capitalism proposals to several versions of Green New Deals. In Latin America, particularly in Argentina, several initiatives are being posed by governments, academics and social movements. In this article, we concentrate on critically discussing the main alternatives: the Green Developmentalist initiative of the Argentine government and the Social, Ecological, Economic and Intercultural Pact fostered by several academics and social movements across the region. We present our analytical framework, providing a succint discussion on marxian dependency and racial capitalism as key elements of our analysis. Then we engage in a critical disection of the green developmentalist initiatives to tackle climate change from Argentina. Afterwards, we discuss the strenghts and limitations of the Pact, and later on we present some of the main ideas being stressed by radical eco-social collectives and organizations in Argentina. We finish our work with some brief reflections.
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Este artículo explora las consecuencias del uso de agroquímicos en Salta y Santiago del Estero, provincias del norte argentino. Ofrece una caracterización y análisis del rol de las autoridades competentes y las normativas, así como un abordaje de la conflictividad en torno a las consecuencias de las fumigaciones, con énfasis en la contaminación del agua y sus efectos en la salud. A partir de fuentes secundarias y de entrevistas con diferentes actores, los hallazgos muestran que existen leyes específicas y cierta institucionalidad destinada a la conservación ambiental en general y de los recursos hídricos en particular, junto con normas que regulan el uso de agroquímicos. No obstante, existen conflictos que, con diverso grado de visibilidad, problematizan los efectos sanitarios y ambientales en las escalas locales. En consecuencia, la crítica situación sanitaria e hídrica regional se vuelve central, a través de renovados interrogantes que emergen desde una perspectiva de justicia ambiental.
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Pesticide impact on food, environment and human health in Argentina. Bibliographic review and overcoming proposals. Impacto de los plaguicidas en los alimentos, el ambiente y la salud en Argentina Revisión bibliográfica y propuestas superadoras. Keywords: Pesticides. Food safety. Environmental Pollution. Dietary Risk Assessment. Environmental Risk Assessment. Pesticide Toxicology. Carcinogenicity of pesticides. Pesticide residues. Health effects. Contamination on Natural Biota. Groundwater. Surface Water. Rainfall water. Soil. Biodiversity. Agribiodiversity. Agroecology. Protection zone. Buffer zone. Palabras clave: Plaguicidas. Seguridad Alimentaria. Contaminación Ambiental. Evaluación de Riesgo Dietario. Evaluación de Riesgo Ambiental. Toxicología. Carcinogenicidad. Residuos de plaguicidas. Efectos en Salud Humana. Efectos en: Biota Natural; Agua subterránea; Agua Superficial; Agua de Lluvia; Suelo. Biodiversidad. Agrobiodiversidad. Agroecología. Zona de resguardo. Zona buffer.
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Este artículo analiza algunas dinámicas de resistencia a la expansión de la llamada bioeconomía agraria en Argentina. La bioeconomía es un proyecto político global basado en la manipulación, explotación y apropiación tecnológica de la materia viviente. En Argentina, han surgido crecientes conflictos con respecto a la adopción del paquete biotecnológico compuesto por semillas genéticamente modificadas y agrotóxicos. A través de análisis de archivo, entrevistas en profundidad y observaciones analizo las acciones colectivas orientadas a cuestionar el discurso sobre la inocuidad de los agrotóxicos y cambiar las regulaciones para su comercialización y uso en Argentina entre 2001 y 2013. A lo largo del período no se lograron cambios en la política regulatoria nacional, sin embargo, hubo algunos avances en la resistencia: a. se formó un movimiento social y una red de investigadores, científicos y trabajadores de la salud que cuestionó el discurso de la inocuidad de los agrotóxicos y; b. en algunos casos, se lograron cambios en las políticas regulatorias locales. Estos resultados fueron producto de un conjunto complejo y poco convencional de formas de acción colectiva que incluyeron la movilización de distintos tipos de conocimiento. Planteo como hipótesis para futuras investigaciones que los cambios macro-estructurales en Argentina relativos al advenimiento de la bioeconomía agraria están dando lugar a la emergencia de nuevos “repertorios” de acción colectiva.
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Los plaguicidas configuran un aspecto central de las prácticas agrícolas. OBJETIVOS: Describir la distribución espacial de la exposición a plaguicidas en Argentina y su asociación con indicadores de carga de cáncer, construir índices de exposición global y validar índices de exposición individual con biomarcadores de efecto en sujetos laboralmente expuestos. MÉTODOS: Se construyeron dos índices globales (de exposición a plaguicidas [IEP] y de impacto ambiental total [IIAT]), se estudiaron sus distribuciones espaciales y mediante un estudio ecológico a nivel nacional se estimó la asociación con las tasas de mortalidad de cáncer total, mama y próstata, usando los departamentos como nivel de desagregación (n=564). Dos índices de exposición, construidos con información (individual) de agroaplicadores de Córdoba, se validaron mediante biomarcadores (actividad de butirilcolinesterasa y genotoxicidad). RESULTADOS: El área pampeana agrupa un IEP mayor al promedio nacional y los IIAT superiores, correspondientes al 2,4-D y clorpirifos. El aumento en ambos índices de exposición se asoció a incrementos en las tasas de mortalidad por cáncer a nivel departamental. El daño genotóxico en aplicadores no se asoció a los niveles de exposición; sí la disminución de la actividad de butirilcolinesterasa. CONCLUSIONES: Los instrumentos —índices— y resultados alcanzados brindan valiosos elementos para vigilar la exposición a plaguicidas en Argentina.
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Paraquat, a non-selective bipyridyl pesticide, is one of the leading causes of death from intoxication in many parts of Asia and America. It is the second most sold herbicide worldwide, being widely used in Chile. Its ingestion generates toxicity due to the release of superoxide radicals, mainly affecting kidneys, lungs and liver. There is no antidote available. We report a 31 years old male who ingested Paraquat for suicidal purposes. He developed an acute renal and hepatic failure and a rapidly progressive severe respiratory failure with images compatible with acute pulmonary fibrosis. No response to immunosuppressive treatment was observed. He died eight days after admission. The use of cyclophosphamide associated with glucocorticoids could lower risk of death the in these patients, although the pathophysiology of respiratory failure is still under study.
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The major pesticides of the world are glyphosate-based herbicides (GBH), and their toxicity is highly debated. To understand their mode of action, the comparative herbicidal and toxicological effects of glyphosate (G) alone and 14 of its formulations were studied in this work, as a model for pesticides. GBH are mixtures of water, with commonly 36–48% G claimed as the active principle. As with other pesticides, 10–20% of GBH consist of chemical formulants. We previously identified these by mass spectrometry and found them to be mainly families of petroleum-based oxidized molecules, such as POEA, and other contaminants. We exposed plants and human cells to the components of formulations, both mixed and separately, and measured toxicity and human cellular endocrine disruption below the direct toxicity experimentally measured threshold. G was only slightly toxic on plants at the recommended dilutions in agriculture, in contrast with the general belief. In the short term, the strong herbicidal and toxic properties of its formulations were exerted by the POEA formulant family alone. The toxic effects and endocrine disrupting properties of the formulations were mostly due to the formulants and not to G. In this work, we also identified by mass spectrometry the heavy metals arsenic, chromium, cobalt, lead and nickel, which are known to be toxic and endocrine disruptors, as contaminants in 22 pesticides, including 11 G-based ones. This could also explain some of the adverse effects of the pesticides. In in vivo chronic regulatory experiments that are used to establish the acceptable daily intakes of pesticides, G or other declared active ingredients in pesticides are assessed alone, without the formulants. Considering these new data, this assessment method appears insufficient to ensure safety. These results, taken together, shed a new light on the toxicity of these major herbicides and of pesticides in general.
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Introduction. In the past decades, several authors have investigated the genotoxicity caused by exposure to chemicals, but there are no reports on studies analyzing such effects on children in Argentina. The objective of this study was to establish the micronucleus frequency in exfoliated buccal mucosa cells in children from urban areas with environmental exposure (through inhalation) and to compare it with the micronucleus frequency in children from urban regions far from areas subjected to spraying. Population and Methods. Fifty children living in the town of Marcos Juarez (Cordoba) at different distances from pesticide spraying areas and twenty-five children from the city of Rio Cuarto (Cordoba), who are considered not exposed to pesticides, were studied; the micronucleus assay in buccal mucosa cells was used. Results. A significant difference was observed between exposed children living less than 500 m from areas subjected to spraying and those who were not exposed. Forty percent of exposed children suffer some type of persistent condition, which may be associated with chronic exposure to pesticides. Conclusions. Results indicate that genotoxicity is present in a group of children compared to the other one, and highlight the importance of the micronucleus assay in buccal mucosa cells for genetic biomonitoring and public health surveillance. This assay is capable of detecting a level of damage that can be reversible.
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Despite all advances obtained with the pesticide use worldwide and in Brazilian agriculture, there is still a lack of technologies for agricultural aircrafts. The objective of this study was to evaluate the drift produced by the use of conical nozzles and electrostatic system in aircraft application. The experimental design was completely randomized with a factorial arrangement and four replications. Treatments included two spraying equipment: electrostatic system with 5L ha-1 of spray volume and conical nozzle with 15 and 20L ha-1. In all treatments, azoxystrobin fungicide was used at a dose of 100g a.i. ha-1 and paraffinic mineral oil at a dose of 0.5% v.v. Volume median diameter (VMD) and droplet density were estimated using water sensitive paper. Evaluations of drift distance were performed with glass collectors distributed horizontally on the soil surface, 50m before the application band, at the application site and 12,5, 25, 50, 75, 100, 150, 200 and 300m after the application site, along the wind direction. Azoxystrobin concentration in glasses were quantified by UHPLC-MS/MS. Results indicated that the drift distance can reach more than 300 meters away from the application site, with variable concentrations according to the equipment used. Electrostatic system reduced drift when compared to hydraulic conical nozzles.
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There is growing evidence that environmental exposure to pesticides may increase the risk of developing reproductive and developmental disorders. This study determined the prevalence and risk of developing gestational disorders and male congenital genitourinary malformations in areas with distinct exposure to pesticides, many of them with potential endocrine disrupting properties. A population–based case–control study was carried out on pregnant women and male children living in ten health districts of Andalusia classified as areas of high and low environmental exposure to pesticides according to agronomic criteria. The study population included 45,050 cases and 950,620 controls matched for age and health district. Data were collected from computerized hospital records between 1998 and 2005. Prevalence rates and risk of miscarriage, low birth weight, hypospadias, cryptorchidism and micropenis were significantly greater in areas with higher use of pesticides in relation to those with lower use, thus supporting and extending previous information.
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The International Agency for Research on Cancer (IARC) published a monograph in 2015 concluding that glyphosate is “probably carcinogenic to humans” (Group 2A) based on limited evidence in humans and sufficient evidence in experimental animals. It was also concluded that there was strong evidence of genotoxicity and oxidative stress. Four Expert Panels have been convened for the purpose of conducting a detailed critique of the evidence in light of IARC’s assessment and to review all relevant information pertaining to glyphosate exposure, animal carcinogenicity, genotoxicity, and epidemiologic studies. Two of the Panels (animal bioassay and genetic toxicology) also provided a critique of the IARC position with respect to conclusions made in these areas. The incidences of neoplasms in the animal bioassays were found not to be associated with glyphosate exposure on the basis that they lacked statistical strength, were inconsistent across studies, lacked dose-response relationships, were not associated with preneoplasia, and/or were not plausible from a mechanistic perspective. The overall weight of evidence from the genetic toxicology data supports a conclusion that glyphosate (including GBFs and AMPA) does not pose a genotoxic hazard and therefore, should not be considered support for the classification of glyphosate as a genotoxic carcinogen. The assessment of the epidemiological data found that the data do not support a causal relationship between glyphosate exposure and non-Hodgkin’s lymphoma while the data were judged to be too sparse to assess a potential relationship between glyphosate exposure and multiple myeloma. As a result, following the review of the totality of the evidence, the Panels concluded that the data do not support IARC’s conclusion that glyphosate is a “probable human carcinogen” and, consistent with previous regulatory assessments, further concluded that glyphosate is unlikely to pose a carcinogenic risk to humans.