Aunque si el estudio de la gravedad cuántica, cuyas bases fueron publicadas en la Parte 1, está basado en el desarrollo de una hipótesis teórica efectuada por León Rosenfeld, los resultados obtenidos lograron explicar con bastante precisión estructuras del Cosmos hasta ahora ignoradas. En esta segunda parte, para encontrar una explicación completa de la discretización encontrada en el Cosmos por
... [Show full abstract] los físicos Angelo Agnese y Roberto Festa de la Universidad de Génova, Italia, se aplican al campo gravitatorio newtoniano los principios que caracterizan la cuantización de los campos electromagnéticos, algo ya propuesto por los físicos Hans-Jürgen Treder y Matvey P. Bronstein, entre otros. En este nuevo estudio se utiliza la nueva constante GSp encontrada en la Parte 1, para determinar la energía del campo gravitatorio y se utilizan las conclusiones obtenidas por Niels Bohr y León Rosenfeld acerca de la indeterminación de las componentes de un campo clásico para demostrar que, en ciertas condiciones cósmicas, las componentes del campo gravitatorio newtoniano de los sistemas auto-gravitantes, podría tener una fluctuación cuántica. Esto daría características semi-clásicas al campo gravitatorio, según la definición de Lev D. Landau y Vladimir B. Berestetskij. La fluctuación cuántica, presente en el volumen del astro, estaría compuesta de osciladores de dimensión inferior al radio del mismo. Estos osciladores serían los que transmitirían el impulso cuantizado según uno de los Nuevos Principios de Incertidumbre de Hans-Jürgen Treder, produciendo la discretización encontrada en las órbitas del Cosmos. El modelo resultante de este desarrollo es verificado en 45 astros del Sistema Solar como si de un laboratorio terrestre se tratase, aprovechando la precisión y confiabilidad con que se conocen los parámetros orbitales. El resultado es, cuanto menos, sorprendente. Cuantización de las órbitas de los sistemas auto-gravitantes 2 Contenido