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Lipoma duodenal

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  • Hospital Carlos Andrade Marin Quito, Ecuador

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Resumen Se presenta el caso de una paciente de 65 años de edad, atendida en consulta externa del Hospital Carlos Andrade Marín por dolor abdominal epigástrico de diez años de evolución, acompañado de tos, distención abdominal y sensación de llenura precoz. Un mes antes del ingreso manifiesta vómitos a repetición y pérdida de peso. Se diagnostica mediante endoscopía digestiva y tomografía axial computarizada un lipoma duodenal que ameritó tratamiento quirúrgico para enuclear el lipoma mediante laparotomía. Los lipomas duodenales son raros, la mayoría son asintomáticos y se descubren accidentalmente durante una endoscopia o cirugía. Palabras clave: lipoma duodenal, lipoma gastrointestinal, obstrucción intestinal, endoscopia. Introducción Los lipomas son tumores benignos de lento crecimiento, generalmente localizados en el tejido subcutáneo de extremidades proximales y tronco. Los lipomas ubicados a nivel gastrointestinal son infrecuentes y si se encuentran, su situación más común es colon (1). Se forman de tejido mesen-quimal y poseen una variedad de presentaciones clínicas estrechamente relacionada al tamaño del tumor (2). Los lipomas del duodeno son excepcionales, existiendo 230 casos reportados en la litera-tura (3) y su hallazgo es incidental en necropsias con una relación de 1:6000 (4). Los lipomas gastrointestinales son tumoraciones sésiles y de implantación submucosa; pueden pedicularse como resultado de la fuerza peristáltica, elongando la mucosa peritumoral. La compre-sión que genera el tumor durante su crecimiento y la tracción que ejercen las ondas peristálticas pueden ulcerar la mucosa con la consiguiente hemorragia enteral (5). La mayoría de lipomas duodenales son asintomáticos y se diagnostican accidentalmente durante una endoscopia o cirugía; la aparición de los síntomas depende, en gran medida, del tamaño y localiza-ción de la lesión (2). Gracias a los avances en la endoscopia y modernas técnicas de imagen (tomo-grafía y resonancia magnética), se diagnostican y tratan más casos en la actualidad (6). Se reporta lipoma localizado de la segunda porción del duodeno extirpado exitosamente por laparo-tomía. __________________________________________________________________________________ 1. Postgradista R5
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Revista CIEZT
Volumen 17 Número 1
Revista CIEZT 2017; 17(1):147-150
Recepción: 2016-10-01. Aceptado: 2016-12-01
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Caso clínico
Lipoma duodenal
Andrés Moreno Roca1, Iván Cevallos Miranda2, Carlos Rosero Reyes3, Ruth Jimbo Sotomayor4
Resumen
Se presenta el caso de una paciente de 65 años de edad, atendida en consulta externa del Hospital
Carlos Andrade Marín por dolor abdominal epigástrico de diez años de evolución, acompañado de
tos, distención abdominal y sensación de llenura precoz. Un mes antes del ingreso manifiesta vómitos
a repetición y pérdida de peso.
Se diagnostica mediante endoscopía digestiva y tomografía axial computarizada un lipoma duodenal
que ameritó tratamiento quirúrgico para enuclear el lipoma mediante laparotomía. Los lipomas
duodenales son raros, la mayoría son asintomáticos y se descubren accidentalmente durante una
endoscopia o cirugía.
Palabras clave: lipoma duodenal, lipoma gastrointestinal, obstrucción intestinal, endoscopia.
Introducción
Los lipomas son tumores benignos de lento crecimiento, generalmente localizados en el tejido
subcutáneo de extremidades proximales y tronco. Los lipomas ubicados a nivel gastrointestinal son
infrecuentes y si se encuentran, su situación más común es colon (1). Se forman de tejido mesen-
quimal y poseen una variedad de presentaciones clínicas estrechamente relacionada al tamaño del
tumor (2). Los lipomas del duodeno son excepcionales, existiendo 230 casos reportados en la litera-
tura (3) y su hallazgo es incidental en necropsias con una relación de 1:6000 (4).
Los lipomas gastrointestinales son tumoraciones sésiles y de implantación submucosa; pueden
pedicularse como resultado de la fuerza peristáltica, elongando la mucosa peritumoral. La compre-
sión que genera el tumor durante su crecimiento y la tracción que ejercen las ondas peristálticas
pueden ulcerar la mucosa con la consiguiente hemorragia enteral (5).
La mayoría de lipomas duodenales son asintomáticos y se diagnostican accidentalmente durante una
endoscopia o cirugía; la aparición de los síntomas depende, en gran medida, del tamaño y localiza-
ción de la lesión (2). Gracias a los avances en la endoscopia y modernas técnicas de imagen (tomo-
grafía y resonancia magnética), se diagnostican y tratan más casos en la actualidad (6).
Se reporta lipoma localizado de la segunda porción del duodeno extirpado exitosamente por laparo-
tomía.
__________________________________________________________________________________
1. Postgradista R5 de Cirugía General, Hospital Carlos Andrade Marín, Universidad San Francisco de
Quito.
2. Médico Cirujano. Jefe Servicio de Cirugía General, Hospital Carlos Andrade Marín.
3. Médico Cirujano de Emergencias, Servicio de Cirugía General, Hospital Carlos Andrade Marín.
Docente Carrera de Medicina, Facultad de Ciencias Médicas, Universidad Central del Ecuador.
4. Médico de Familia. Pontificia Universidad Católica del Ecuador.
Correspondencia: Andrés Moreno. Correo electrónico: a_morenor@yahoo.es
Lipoma duodenal
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Presentación del caso
Mujer de 65 años con antecedente de asma de 10 años de evolución bajo tratamiento e histerectom-
ía hace 30 años. Consulta por dolor abdominal de diez años de evolución, postprandial, localizado en
epigastrio e irradiado a hipocondrio derecho, de intensidad moderada a severa, acompañado de
distención abdominal, regurgitación, pirosis y tos. No refiere hematemesis o melena. Fue evaluada
en consulta externa del Servicio de Cirugía General del Hospital Carlos Andrade Marín por exacerba-
ción de la sintomatología, pérdida de peso y sensación de llenura precoz. Se solicitó una endoscopía
digestiva alta (ver figura 1), la cual evidenció una lesión elongada de 6 cm de diámetro, recubierta
por mucosa normal que se extiende a lo largo de la segunda porción del duodeno, ocupando la luz en
un 70%. Posterior a la endoscopía, se realizó una tomografía axial computarizada (figura 2) que
muestra una imagen de aspecto polipoideo localizada en la segunda porción del duodeno, la cual
podría corresponder a un pólipo versus leiomioma. Para determinar una posible relación del lipoma
con la vía biliar y/o el conducto pancreático principal se requirió una colangiorresonancia (figura 3).
Figura 1. Lipoma a nivel del segundo segmento del duodeno, evidenciado por endoscopia.
Figura 2. Tomografía axial computarizada: imagen de aspecto polipoideo localizada en la segunda
porción del duodeno.
Se efectuó una laparotomía para extracción de la masa; el procedimiento inició con la maniobra de
Kocher para movilización y exposición completa del duodeno, luego se identificaron la vía biliar y
conducto cístico realizándose una colecistectomía. Se pasó una sonda a través del conducto cístico y
por este hacia la a biliar hasta alcanzar la papila. Posteriormente se seccionó transversalmente el
plano seromuscular del duodeno con una disección submucosa del lipoma, preservándose la mucosa
del duodeno indemne. Finalizó el procedimiento con la síntesis del plano seromuscular del duodeno
y se colocó un drenaje aspirativo semicerrado en el espacio de Morrison. El principal hallazgo quirúr-
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gico (figura 4a y 4b) fue la presencia de un lipoma duodenal intramural de 4 cm x 3 cm x 2 cm locali-
zado en la segunda porción del duodeno sin compromiso de la papila. El informe histopatológico
confirmo el diagnóstico de lipoma duodenal.
Figura 3. Colangiorresonancia: lesión tumo-
ral que no compromete a la a biliar y/o
conducto pancreático principal.
Figura. 4a y 4b. Hallazgos quirúrgicos. Presencia de lipoma localizado en la segunda porción
del duodeno.
Se reinició la vía oral luego de 48 horas del acto quirúrgico, el alta ocurrió a las 72 horas y el drenaje
se retiró a los 8 días en consulta externa. En su control endoscópico a los 6 meses se evidenció paso
adecuado del endoscopio y resolución de la sintomatología.
Discusión
Los lipomas gastrointestinales son tumores raros; el 4% de estos lipomas se localizan a nivel del
duodeno. La mayoría son asintomáticos y su hallazgo es causal durante una endoscopia o en inter-
venciones quirúrgicas. El estudio de Mayo y colaboradores (7) incluyó 4.000 casos de tumores benig-
nos del tracto gastrointestinal y de éstos, 164 (4%) fueron lipomas. El sitio de implantación del tumor
más usual fue colon (64%), seguido por intestino delgado (26%), duodeno (4%), estómago (3%) y
esófago (2%). Habitualmente son asintomáticos y la aparición de síntomas se relaciona al tamaño; el
75% de tumores con un tamaño superior a 4 cm son sintomáticos (8). Cuando los síntomas son
patentes, la presentación clínica más usual es la sensación de plenitud epigástrica que aumenta
gradualmente y conduce a obstrucción, ulceración y hemorragia (9).
El diagnóstico por imagen se basa en el estudio de tránsito gastroduodenal y la endoscopia; eviden-
cian lesiones tumorales polipoideas, de implantación sésil o pediculadas (5). La tomografía axial
computarizada afina el diagnóstico fiable, identificando al lipoma duodenal como una lesión intralu-
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minal, de contorno suave y de baja densidad (10). El análisis de 1200 duodenoscopias, determinó que
apenas 2 pacientes presentaron un lipoma duodenal (11).
El tratamiento de los lipomas duodenales sintomáticos es la resección quirúrgica. La extirpación
endoscópica es posible, aun con lesiones de gran tamaño; ante lesiones sésiles de amplia base de
implantación, localización difícil o cuando existen dudas diagnósticas, se recomienda la extirpación a
través de duodenotomía o resección segmentaria (12). La resección endoscópica puede aplicarse con
éxito incluso en lipomas mayores a 4 cm (13); si el tamaño del lipoma es mayor a 4 cm, existe menor
riesgo de perforación con la técnica de "endoloop" que proporciona seguridad de la base del lipoma
(14). La malignización de lipomas gastrointestinales no se ha reportado (15).
Conflicto de intereses: ninguno.
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Article
Full-text available
A 52-year-old female was referred because of melaena. After initi-tal work-up, including gastroduodenoscopy, endosonography and CT scan, a duodenotomy was performed. Definite diagnosis was a duodenal lipoma based on histological findings. Lipomas of the gastrointestinal tract are rare. Only 4% occur in the duodenum. The peak incidence is around the 5th and 7th decade of life, with a slight female preponderance. Gastrointestinal lipomas are usually asymptomatic, but can present with mild to severe gastrointestinal bleeding, intussusceptions, abdominal pain, constipation and diar-rhea. Clinical, endoscopical, surgical, and radiological features are described in this case of duodenal lipoma.
Article
Full-text available
The duodenum is a rare site for gastrointestinal lipoma with less than 230 cases reported in the literature. Although, peptic ulcer disease remains the most common benign cause of gastric outlet obstruction (GOO), duodenal lipomas remain a rare, but possible cause of GOO and could pose a diagnostic challenge, especially in countries where access to endoscopy and modern imaging techniques poses a challenge. The authors present a case of GOO in a 40-year-old male, secondary to a duodenal lipoma. It was successfully treated by a transduodenal resection through a midline laparotomy. The histology report confirmed it was a submucosal lipoma.
Article
Full-text available
Lipoma of the duodenum is a rare tumor, with fewer than 230 cases reported to date. A majority of these tumors were managed by endoscopic and open surgical intervention, with published data on one case that was managed by total laparoscopy. We report a case of a 43-year-old woman with signs and symptoms of gastric outlet obstruction who was diagnosed as having a large duodenal li-poma that was managed successfully with laparoscopic excision. © 2013 by JSLS, Journal of the Society of Laparoendoscopic Surgeons.
Article
A case of duodenal lipoma causing massive hemorrhage is described. Literature on the subject is reviewed.
Article
Gastrointestinal (GI) lipomas are rare, benign, slowly growing, submucosal tumors, which can either be incidentally found as silent tumors of the GI tract or be the cause for GI bleeding, anemia, intussusception, and bowel obstruction. Endoscopic removal is a valid alternative to surgical resection of these tumors. In the recent past, many submucosal lipomas were for the most part resected surgically due to the risk of perforation using endoscopy. There are newer techniques available to allow safe endoscopic removal of these lesions. We present 3 successful techniques tailored to the location of the lipoma and size. In our unit, 3 symptomatic GI lipomas were referred to us for surgical resection, 2 originating from the duodenum and 1 from the cecum were diagnosed and resected under endoscopic ultrasound and endoscopy. We performed 3 different techniques to remove these lipomas. One of the lipomas in the duodenum was in the duodenal bulb. It was mobile and 3 cm in size. We attempted to remove this broad-based lipoma by snare and cut technique after its borders were elevated with injection of saline and epinephrine. The second duodenal lipoma was 1.5 cm. This pedunculated lipoma was located in the second portion, on the pancreatic side of the duodenum proximal to ampulla. This lipoma was lifted up with a snare and its base was cauterized resulting in successful removal. The third GI lipoma was 3.5 cm in size pedunculated and located in the cecum. The base of this pedunculated lipoma was ligated with poly loop device and endoclip resulting in ischemia and spontaneous separation of the lipoma from the colonic wall. All cases were revisited with follow-up endoscopy. All 3 methods, when used selectively, were found to be very safe and effective. All 3 lesions were successfully removed and histopathologically confirmed to be lipomas. After endoscopic removal, no complications were observed. Carefully selected GI lipomas, which in the past have required surgical resection due to high risk for perforation can be endoscopically removed with great success.
Article
Two patients with a duodenal lipoma had severe gastrointestinal bleeding. Duodenal lipoma is relatively rare and an even rarer source of severe gastrointestinal bleeding. Endoscopy and routine radiological examination of the gastrointestinal tract may suggest the diagnosis, but computed tomography allows a definitive preoperative diagnosis. Surgery is indicated in order to avoid complications.
Article
Submucosal lipoma of the upper gastrointestinal tract is a rare benign tumor. However, it may present as both a diagnostic problem and as a life threatening lesion due to exsanguinating hemorrhage. The authors report four patients with significant upper gastrointestinal bleeding due to ulcerating lipomas. In two patients the lesions were gastric and in two patients the lesions were duodenal in origin. In no instance could the diagnosis of lipoma be accurately established short of operative intervention because of unusual morphologic features. Surgical extirpation was necessary to stop the bleeding and establish the histologic diagnosis of the tumor.
Article
Seven cases of lipoma of the intestine demonstrated by computed tomography (CT) are reported. There were three men and four women who ranged in age from 47 to 78 years. The lipomas were in the small intestine in four patients, and in the colon in three. CT documented the characteristic low attenuation (fat density) of these masses in all patients. It is concluded that intestinal lipomas are important indications for CT evaluations.