Content uploaded by Alberto Garzón
Author content
All content in this area was uploaded by Alberto Garzón on Aug 18, 2019
Content may be subject to copyright.
10
desde abajo
Año 2013 · Nº02
11
desde abajo
El capitalismo español está enfrentando una se-
vera crisis que revela que los fundamentos de su
crecimiento reciente eran extraordinariamente
frágiles. Utilizando un marco teórico de inspira-
ción neomarxista y kaleckiana analizamos los
desequilibrios comerciales y nancieros de la
economía española en su inserción en la econo-
mía europea y la economía mundial. Asimismo
valoramos el papel de la desigualdad y el endeu-
damiento en este proceso.
10
desde abajo
Año 2013 · Nº02
El capitalismo español
en el siglo XXI
¿Qué lugar en la economía mundial?
Alberto Garzón Espinosa
1. INTRODUCCIÓN
“El capital es la sangre que uye a través del cuerpo po-
lítico de todas aquellas sociedades que nosotros llama-
mos capitalistas, extendiéndose, algunas veces como
un goteo y otras veces como un torrente, en cada reco-
veco y rendija del mundo inhabitado. Es gracias a este
ujo que nosotros, quienes vivimos bajo el capitalismo,
adquirimos el pan diario así como nuestras casas, co-
ches, móviles, camisetas, zapatos y todos los bienes que
necesitamos en nuestra vida diaria. A través de este u-
jo la riqueza es creada desde los muchos servicios para la
manutención, el entretenimiento, la educación, y otros
que obtenemos. Estableciendo impuestos a este ujo
los estados aumentan su poder, su poderío militar y su
capacidad para asegurar un estándar de vida adecuado
a los ciudadanos. Con la interrupción, el estancamiento
o, incluso peor, la suspensión del ujo nos encontramos
con una crisis del capitalismo en la cual la vida no puede
continuar más tiempo en la forma en la que estábamos
acostumbrados” David Harvey (The Enigma of Capital).
El yugo del capital
El capitalismo español en el siglo XXI
01
“El yugo del capital”
El capitalismo español en el siglo XXI
¿Qué l ugar e n la e conomí a mund ial?
Finanzas, información y democracia
Una crítica económico-política de la mediación espectacular de la crisis
El silencio de las sirenas en el corazón de las tinieblas
Sobre la lógica de las reformas
Síntesis de una lucha inacabada
Evolución del feminismo y las políticas de igualdad en Andalucía y el Estado
La sanidad pública y la crisis
12
desde abajo
Año 2013 · Nº02
13
desde abajo
1.- El neoliberalismo, amén de ser
una ideología, “representa una
revuelta contra el rumbo del capi-
talismo en el siglo XX y muy espe-
cialmente contra el que adopta en
su segunda mitad, bajo el modelo
de desarrollo fordista” (Tablas,
2007b: 202). Se trata, además, de
un “proyecto político para restaurar
las condiciones para la acumulación
capitalista y el poder de las élites
económicas”, sin que ello signi-
que necesariamente perseguir la
reducción del peso y el papel del
Estado (Harvey, 2009: 19).
España está en crisis porque se ha interrumpido el ujo
del capital, de forma que no se crea más empleo y cada
vez es más difícil acceder a los bienes y servicios a los
que estábamos acostumbrados hasta ahora. El ciclo
del capital, ese ujo de sangre que circula a través de
nuestras economías, se ha roto por diferentes partes y
los gobiernos no logran encontrar la forma de taponar
las heridas para poder reactivarlo.
Sin embargo hasta ahora ese ciclo del capital, ese
ujo de sangre, había uido correctamente en Espa-
ña. Nuestro país crecía económicamente, se creaba
empleo y como consecuencia de todo ello se incre-
mentaba el bienestar material de la sociedad (infraes-
tructuras, servicios públicos, etc.). La sociedad estaba
subsumida en una dinámica de estabilidad que prome-
tía durar por siempre. La interrupción del crecimiento
económico, y en la profundidad en la que ha sucedido y
está sucediendo, ha roto las promesas de futuro tanto
económicas como sociales, provocando cambios en la
vida de los ciudadanos y en sus esquemas mentales.
Wallerstein apuntaba que “una crisis implica una si-
tuación en la cual un sistema histórico, debido a su
desarrollo interno, ha acentuado sus contradicciones
hasta el punto en que no puede continuar mantenien-
do la misma estructura básica”. En efecto, ese ciclo
del capital operaba sobre unos determinados funda-
mentos que están rotos o que ya no existen, de modo
que la reactivación del ciclo requiere su sustitución por
otros diferentes. Estamos inmersos en esa encrucijada:
¿cómo pod emos saber cuál es la es tructu ra bá sica que
necesita la economía de España para poder volver a
crear empleo y mejorar las condiciones de vida de los
ciudadanos?
El capitalismo tiene una lógica y una dinámica espe-
cíca de funcionamiento, pero no se cristaliza de una
forma perfecta en cada economía nacional. Diversos
factores económicos, históricos, culturales y sociales
dotan de rasgos propios a las economías nacionales,
las cuales a pesar de ser economías capitalistas tienen
sus propias singularidades. Asimismo, su dinámica in-
terna viene marcada por el modo de participación en el
sistema capitalista mundial.
Dicho de otra forma, todas las economías capitalistas
obedecen al mencionado ciclo del capital y la lógica
de funcionamiento que conlleva -necesitan tener cre-
cimiento económico y por lo tanto encontrar espacios
de rentabilidad-, pero las piezas del sistema pueden
articularse de forma diferente para conseguirlo. Esta es
la razón por la que en el conjunto de las economías ca-
pitalistas percibimos distintas estructuras económicas,
cuyos fundamentos debemos estudiar para averiguar
qué se encuentra detrás del crecimiento económico de
cada economía en particular.
Partimos de un punto básico: el principal elemento
de una economía capitalista es la ganancia, sin la cual
el sistema no puede seguir reproduciéndose. Y en el
análisis de la ganancia cobra una importancia clave la
relación que existe entre el capital y el trabajo, relación
que se cristaliza en una determinada distribución de
la renta. No en vano los economistas clásicos siempre
tuvieron muy presente el papel de la distribución, cen-
trando sus esfuerzos académicos en entender las con-
secuencias de su modicación (Herrera, 2011).
A partir de una determinada relación capital-trabajo
(de una determinada distribución de la renta) podemos
decir que hay dos regímenes de crecimiento económi-
co: aquellos basados en el crecimiento de la participa-
ción de los benecios en la renta y aquellos que se ba-
san en el crecimiento de la participación de los salarios
en la renta, ambos satisfaciendo la necesidad de que
exista una ganancia suciente. Como veremos más
tarde, y a partir de nuestro marco teórico, convenimos
en llamar a estos regímenes de crecimiento económi-
co wage-led y prot-led respectivamente.
Las políticas económicas neoliberales
1 han deteriora-
do el peso de la participación salarial en prácticamente
todo el mundo desarrollado, y han obligado a imponer
modelos de crecimiento que necesariamente debían
articularse a partir de un bajo peso salarial y en conse-
cuencia con menor demanda basada en los salarios.
Para garantizar el crecimiento económico algunos paí-
ses han superado dicho estancamiento de la demanda
a través de un incremento de las exportaciones netas
y por lo tanto con un superávit en la cuenta corriente,
mientras que otros países han compensado con con-
sumo nanciado por el crédito y con un consecuente
décit comercial en la cuenta corriente.
Como veremos más adelante, lo que encontramos en
El yugo del capital
El capitalismo español en el siglo XXI
01
14
desde abajo
Año 2013 · Nº02
15
desde abajo
2.- Se trata, grosso modo, de una
mayor orientación empresarial
hacia el benecio derivado de un
incremento en el valor de las accio-
nes y de un menor peso de las es-
trategias de crecimiento de medio
y largo plazo.
Las polí-
ticas de
desregulación
de las finanzas
internaciona-
les han faci-
litado el flujo
del crédito a lo
largo del todo el
mundo”
Europa son modelos de crecimiento simbióticos entre
los países del centro y los países de la periferia de Euro-
pa. Mientras los países del centro de Europa han basa-
do su crecimiento en la exportación de bienes y servi-
cios, gracias a ganancias de competitividad logradas a
través de la contención de costes salariales y mejoras
en la productividad, los países de la periferia han basa-
do su crecimiento en la demanda interna y el endeuda-
miento privado. Más adelante tendremos oportunidad
de analizar las diferencias entre ambos modelos de
crecimiento, que denimos como export-led y debt-led
respectivamente.
Como hemos apuntado, las lógicas de estos modelos
de crecimiento hunden sus raíces en los procesos de
política económica dominantes a partir de los años 80
en todo el mundo. Las políticas de desregulación de
las nanzas internacionales han facilitado el ujo de
crédito a lo largo de todo el mundo, mientras que las
reformas laborales y los procesos de globalización co-
mercial han deteriorado la negociación sindical y han
producido una caída en el peso de los salarios que se ha
traducido en una caída de la demanda interna.
Per o el ne oli be ral is mo h a t eni do otr os efe ct os p ar ale -
los, como el desencadenamiento de una serie de pro-
cesos que han sido denidos por diversos autores como
nanciarización. Aunque no hay acuerdo a la hora de
denir lo que es la nanciarización, Epstein (2004:3) ha
proporcionado una denición amplia según la cual la
“nanciarización es el incremento del rol de los motivos
nancieros, los mercados nancieros, los actores nan-
cieros y las instituciones nancieras en las operaciones
de las economías nacionales e internacionales”. Tablas
(2007: 282) también propone una denición genérica
parecida, según la cual la nanciarización es la situación
“que se deriva de la conuencia de cambios que inducen
un aumento en la cuantía, complejidad, centralidad y au-
tonomía de las nanzas”.
En efecto, algunos autores como Stockhammer (2008)
y Hein y van Treeck (2007) han reconocido que la no-
ción de nanciarización cubre un amplio rango de fe-
nómenos, tales como la desregulación nanciera y la
proliferación de nuevos instrumentos nancieros, el
cambio en la naturaleza de los sistemas nancieros, la
emergencia de los inversores institucionales, la liberali-
zación de los ujos de capital internacionales y el incre-
mento de la inestabilidad en los mercados de tipo de
cambio, el incremento de la importancia de la nancia-
ción basada en los mercados en relación a la basada en
los bancos, el incremento de la actividad no crediticia
de los bancos comerciales o el creciente poder de los
accionistas en relación a los directivos y trabajadores,
entre otros.
De forma más especíca, Hein (2011) señala siete
hechos estilizados que se dan conjuntamente en las
economías nanciarizadas. En primer lugar, el fenó-
meno del “shareholder value”2 y la extensión de una
lógica cortoplacista en la gestión de las empresas. En
segundo lugar, el incremento de la cantidad de pagos
a dividendos. En tercer lugar, el incremento de los tipos
de interés y la carga nanciera. En cuarto lugar, el in-
cremento de los salarios más altos, especialmente los
directivos. En quinto lugar, el incremento del peso del
sector nanciero y de los motivos nancieros. En sexto
lugar, la proliferación de fusiones y adquisiciones. En
séptimo lugar, la liberalización de las nanzas y el co-
mercio mundial.
Tod o s e st o s f e nó m en os h an co n g u ra d o e l c a pi t al i s-
mo moderno en el que se insertan las economías na-
cionales, y que han facilitado los procesos de endeu-
damiento que están relacionados con los modelos de
crecimiento modernos.
El presente trabajo está estructurado como sigue. En el
epígrafe número 2 explicamos nuestro marco teórico,
de inspiración neomarxista y kaleckiana. En el epígra-
fe 3 evaluamos el crecimiento económico reciente de
España y su rol en la economía europea, haciendo hin-
capié en las variables vinculadas a la competitividad.
Finalmente en el epígrafe 4 estudiamos el papel que ha
tenido el endeudamiento en el modelo de crecimiento
económico español.
2. UN MARCO TEÓRICO HETERODOXO DE
INSPIRACIÓN KALECKIANA Y NEOMARXISTA
Siendo el capitalismo un sistema económico con enor-
mes contradicciones en su dinámica interna, parece
complicado no estar de acuerdo con Shaikh (1978)
cuando arma que “la pregunta verdaderamente difícil
de contestar respecto a esta sociedad [capitalista] no
es por qué llega a desintegrarse, sino por qué continúa
01
El yugo del capital
El capitalismo español en el siglo XXI
16
desde abajo
Año 2013 · Nº02
17
desde abajo
operando”. El propio Shaikh establece que la literatu-
ra económica puede dividirse en tres líneas básicas de
análisis en función de cómo se explica esta reproduc-
ción del sistema y sus crisis. La primera de ellas son las
teorías que entienden que el capitalismo es capaz de
reproducirse a sí mismo automáticamente, bien sea de
una forma fácil y eciente (teoría neoclásica) o bien de
una forma errática y derrochadora (teoría keynesiana).
La segunda de ellas son las teorías que parten de que el
sistema económico es incapaz de reproducirse sin acu-
dir a elementos externos al sistema, tales como el gasto
militar, el imperialismo o la nanciarización. La tercera
línea son las teorías que consideran que el capitalismo
tiene límites inherentes que acaban alcanzándose, bien
a partir de una tendencia decreciente de la tasa de ga-
nancia o bien a partir del estrangulamiento de los bene-
cios por el alza de los salarios.
En otro documento (Mateo y Garzón, 2012) hemos
hecho un repaso de la creciente literatura reciente en
el ámbito de la heterodoxia, mientras que ahora pre-
tendemos justicar la adopción de un marco teórico
concreto para entender la actual crisis económica en
España y Europa. De forma más especíca creemos
que a partir de los trabajos de inspiración kaleckiana y
neomarxistas podemos dotarnos del mejor instrumen-
to de análisis para entender la crisis actual.
· El modelo de Bhaduri-Marglin y los regímenes de
crecimiento económico
Dentro de la literatura económica siempre ha habido
conicto a la hora de averiguar los efectos que tiene
sobre el crecimiento económico un cambio en la dis-
tribución funcional del ingreso3 . Así, mientras los eco-
nomistas clásicos como Ricardo o Marx consideraban
que un crecimiento en la participación de los bene-
cios estimula la acumulación y el crecimiento econó-
mico, otros autores clásicos como Malthus, Sismondi
y posteriormente Steindl, Keynes, Kalecki y Sweezy
consideraban que una disminución de la participación
salarial reduce la demanda agregada y afecta negati-
vamente a la tasa de crecimiento económico. En un
intento de compaginar ambas ideas y hacer depender
los efectos de la conguración del contexto institucio-
nal, los economistas Bhaduri y Marglin desarrollaron
un modelo económico que aceptaba ambas tesis.
Uno de los primeros economistas en desarrollar la
idea del estancamiento producido por una caída
de la participación salarial fue Joseph Steindl, quien
creía que el capitalismo desarrollado tenía una fuer-
te tendencia hacia la concentración. Ello llevaba a la
conguración de empresas oligopolísticas que al no
enfrentar competencia se permitían incrementar los
márgenes de benecio, todo lo cual reducía la parti-
cipación salarial en la renta. Ese hecho llevaba a un
estancamiento del consumo que desincentivaba a su
vez la inversión futura. El sistema enfrentaba así una
crisis, cristalizada en estancamiento económico, si no
se lograba estimular la demanda de forma “articial”.
Pos ter ior men te el ec on omi sta Ka lec ki, d e f orm a-
ción marxista y muy inuenciado por R. Luxemburgo
(King, 2002), desarrolló una teoría del ciclo econó-
mico en la que la inversión jugaba un papel central
pero también en un “mundo” distinto al ideado por
los neoclásicos. En este “mundo”, entre otras cosas,
tampoco hay competencia perfecta sino oligopolios
y, po r lo tant o, lo s pre cios no de pend en d e las leye s de
la oferta y la demanda sino que su determinación se
realiza a través de procedimientos de tipo cost-plus,
es decir, estableciendo un margen sobre el coste uni-
tario del producto. A partir de este supuesto queda
anulada la ley de la tendencia decreciente de la tasa
de ganancia, pivote central del marxismo determinis-
ta (Sweezy, 1981). Además, para Kalecki tanto a corto
como a largo plazo la capacidad productiva utilizada
es distinta a la capacidad productiva instalada. Ello
signica que cuando cae la demanda las empresas no
ajustan por la vía de los precios sino por la vía de la ca-
pacidad instalada. Ambos supuestos son cruciales en
el modelo básico kaleckiano.
De forma similar, los autores neomarxistas como
Sweezy, Magdo y Foster entienden que el incre-
mento de la concentración de las grandes empresas,
ahora operando como monopolios u oligopolios, ha
permitido altos excedentes empresariales y ha depri-
mido la participación salarial. Se produce entonces
la paradoja de la acumulación, es decir, el hecho de
que los benecios crecen a costa de un incremento
sobre la explotación de los trabajadores (cristalizado
en menor participación salarial) que a su vez limita la
expansión misma del capital. Todo ello conlleva un
estancamiento en el crecimiento económico que es
3.-El producto interior bruto puede
descomponerse en dos compo-
nentes: salarios y benecios em-
presariales. A esa relación que exis-
te entre los salarios y los benecios
empresariales se la denomina
distribución funcional del ingreso.
Ha habi-
do con-
flicto a la hora
de averiguar
los efectos que
tiene sobre el
crecimiento
económico un
cambio en la
distribución
funcional de
los ingresos”
01
El yugo del capital
El capitalismo español en el siglo XXI
18
desde abajo
Año 2013 · Nº02
19
desde abajo
País 1991-2008 1991-2009 1991-2010
Unión Europea (15 países) -6,11% Rumanía -5,00%
Zona Euro (12 países) -6,45% Finlandia -17,08%
Bélgica -3,23% Suecia -4,07%
Dinamarca 3,47% Reino Unido -6,97%
Alemania -7,2 3% Islandia -2,33%
Irlanda -6,80% Norue ga -15,02 %
Grecia -5,39% Suiza -1,05%
España -8,25% Estados Unidos -4,04%
Francia -3,23% Japón -6,84%
Italia -8,09% Canadá -10,92 %
Luxemburgo -7,41% Corea del Su r -6,55%
Países Bajos -4,57% Australia -7,6 7%
Austria -12, 89% Nuev a Zel anda -4,78%
Portug al 3,79%
Fuente: AMECO (2012)
Tabla 1. Variación participación salarial en PIB al coste de los
factores, 1991-2008 Las re-
formas
de las últimas
décadas pro-
piciadas por el
neoliberalismo
han tenido
como efecto
fundamental
un reducción
de la participa-
ción salarial”
superado desde los años setenta a través de la rein-
versión de esos excedentes en el ámbito nanciero
para generar una demanda articial que les permita
seguir obteniendo benecios. Ese proceso es el que
para los autores neomarxistas recibe el nombre de
nanciarización.
Sin embargo, la realidad económica ha revelado que el
estancamiento no es un resultado necesario. Algunas
economías pueden escapar de la dependencia de los
salarios a partir del recurso al crédito, como postulan
los autores neomarxistas, y del fomento de las expor-
taciones, como postulan también los autores poskey-
nesianos. En ambos casos es posible mantener niveles
decentes de crecimiento económico que son compati-
bles con descensos en la participación salarial.
El modelo de Bhaduri y Marglin (1990) asume esa rea-
lidad y partiendo de los supuestos kaleckianos deter-
mina que hay dos regímenes generales de crecimien-
to (wage-led y prot-led). En un modelo wage-led los
salarios dirigen el crecimiento económico y la subida
de la participación salarial genera mejores resulta-
dos en términos de crecimiento que una reducción
en la misma. La subida de dicha participación puede
generar efectos positivos también en los benecios
empresariales, a través del incremento de las ventas.
Sin embargo, y como recuerdan los autores clásicos,
también existe un límite en el cual excesivos niveles
salariales suprimen la capacidad para invertir y hacen
entrar en crisis al sistema a través de un estrangula-
miento de los benecios. En un modelo prot-led,
por el contrario, los benecios dirigen el crecimiento
económico y un incremento de la participación de los
salarios deprime la capacidad de inversión y por lo
tanto provoca una caída del crecimiento económico.
No obstante, toda economía cerrada es por denición
un modelo wage-led, por lo que el conjunto de la eco-
nomía mundial también lo es.
· La participación salarial en la renta: hechos es-
tilizados
Las reformas 4 de las últimas décadas propiciadas por
el neoliberalismo han tenido como efecto fundamen-
tal una reducción de la participación salarial en prácti-
camente todo el mundo, como puede observarse en
la tabla 1.
Esa situación, al producirse de forma global, debería
haber conducido a una crisis de rentabilidad al debili-
tar la capacidad de consumo de los salarios y un exce-
so de participación de los benecios respecto a dicha
capacidad. Sin embargo, los datos también revelan
que paralelamente todos los países han disfrutado de
tasas de crecimiento ligeramente altas.
De acuerdo con la exposición anterior, las economías
han podido escapar de la crisis a través de la instau-
ración de diferentes modelos de crecimiento eco-
nómico que operaban de forma simbiótica. Por una
parte algunos países aprovecharon la menor partici-
pación salarial y otras circunstancias5 para lograr los
benecios por la vía de las exportaciones (modelo
export-led) mientras que por otra parte otros países
recurrieron al crédito para compensar la caída salarial
y mantener una economía dirigida por la demanda
interna (modelo debt-led). Ambos modelos quedan
descritos con claridad en las cuentas corrientes de los
diferentes países.
4.-Dichas reformas pueden
agruparse en los nueves bloques
siguientes (Kotz, 2008): 1) desre-
gulación del comercio y de las -
nanzas, tanto en su nivel nacional
como internacional; 2) privatiza-
ción de muchos servicios ofreci-
dos por el Estado hasta entonces;
3) cese de la regulación activa del
Estado en el plano macroeco-
nómico; 4) fuerte reducción del
gasto social estatal; 5) reducción
de impuestos a negocios y rique-
za individual; 6) ataque de las
grandes empresas y Estados a
los sindicatos; 7) desplazamiento
desde el dominio de los empleos
jos hacia los empleos tempora-
les; 8) competencia desenfrenada
y despiadada reemplazando al
comportamiento “co-respective”
practicado hasta entonces; 9)
introducción de principios de
mercado dentro de las grandes
empresas, en particular en lo
referente a la contratación de di-
rectivos..
5.- La depreciación de la moneda
con respecto a los países compe-
tidores, los diferenciales de ina-
ción, los tipos de interés, los proce-
sos de deslocalización…
01
El yugo del capital
El capitalismo español en el siglo XXI
20
desde abajo
Año 2013 · Nº02
21
desde abajo
El resultado es un modelo de crecimiento de la econo-
mía mundial construido sobre importantes e insosteni-
bles desequilibrios globales. Los países con un modelo
de crecimiento export-led acumulan flujos de capital que
prestan a los países que tienen un modelo de crecimien-
to debt-led, de modo que el sistema en su conjunto se
sostiene sobre esas relaciones. En el conjunto de la zona
euro se da la circunstancia de que existe equilibrio co-
mercial, lo que permite ver una réplica a pequeña escala
de lo que sucede en la economía mundial.
Por e l mo de lo d e cr eci mi en to q ue m ant ie nen , St oc-
khammer (2012) identifica como debt-led a países como
Estados Unidos, Reino Unido, Grecia, Irlanda, Portugal y
España, mientras que identifica como export-led a Ale-
mania, Austria, Japón y China. Por otra parte, Hein (2011)
identifica como debt-led a Grecia, Irlanda, España, Esta-
dos Unidos y Reino Unido, y como export-led a Austria,
Bélgica, Alemania, Países Bajos, Suecia, Japón y China.
Para este último autor quedan fuera de esa clasificación,
por tener un modelo de crecimiento insuficientemente
claro, Francia, Italia y Portugal.
Regímenes
económicos
Wageled
Profitled
Modelosde
crecimiento
Debtled
Exportled
¿Crisis?
Financiarizacióny
Neoliberalismo
Superávitscuentacorriente
Déficitscuentacorriente
Esquema 1. Regímenes económicos y modelos de crecimiento en una
economía nanciarizada
Gráco 1. Balanza de pagos, España (1990-2011)
Modelo de
crecimiento
económico
Elementos básicos 1991-2009 1991-2010
Export-led Débil demanda interna; bajos
costes laborales unitarios; baja in-
flación; depreciación de la moneda.
Rumanía -5,00%
Debt-led Elevados costes laborales unitarios;
inflación y apreciación de la mone-
da; pérdida de competitividad.
Finlandia -17,08%
Tabla 2. Elementos básicos para explicar el signo de la cuenta
corriente en la balanza de pagos
Así, España sería un país de tipo debt-led, además con
un perl mucho más claro que el resto de países de la
Unión Europea. Un estudio de la composición de la ba-
lanza de pagos permite comprobar cómo el modelo de
crecimiento español ha dependido de la entrada per-
manente de capital extranjero (contabilizado como su-
perávit en la cuenta nanciera) para nanciar el exceso
de importaciones sobre exportaciones.
3. EL CRECIMIENTO ECONÓMICO DE ES-
PAÑA Y LA INSERCIÓN EXTERIOR
La balanza de pagos de la economía española ha re-
ejado recientemente fuertes distorsiones derivadas
de su modelo de crecimiento. Así, la cuenta corriente
ha sido crecientemente decitaria desde nales de los
años noventa, especialmente empujada por la balanza
de bienes y algo menos por la balanza de rentas (EU-
ROSTAT, 2012). De forma paralela la cuenta nanciera
ha sido crecientemente superavitaria, explicando así
cómo ha nanciado la economía española su elevado
décit externo.
Hacia 1997 la balanza por cuenta corriente estaba
relativamente equilibrada, con una contribución
negativa de la balanza comercial y de la balanza de
rentas que era compensada por la contribución posi-
tiva de la balanza de servicios y de las transferencias
corrientes. Sin embargo, la balanza comercial (o de
bienes) se va haciendo más decitaria a medida que
transcurren los años, sin que la contribución ligera-
mente cada vez más positiva de los servicios pueda
contrarrestar esa tendencia.
01
El yugo del capital
El capitalismo español en el siglo XXI
22
desde abajo
Año 2013 · Nº02
23
desde abajo
Estos
desequili-
brios crecientes
se han logrado
compensar
gracias a una
incesante fi-
nanciación que
ha sido genera-
dora de deuda”
Como se puede comprobar en el gráco anterior, el cre-
ciente décit externo se explica fundamentalmente por
la evolución de la balanza comercial. No obstante, Es-
paña ha conseguido fortalecer en este tiempo la mayo-
ría de los productos que más contribuían positivamente
a la cuenta comercial hasta la última década, y que son
los productos agrícolas (vegetales, frutas y aceite). Sin
embargo, se produce un cambio de signo en el sector
automovilístico y un empeoramiento del saldo negati-
vo de otros productos como los vehículos de cilindrada
media, los combustibles, la industria farmacéutica, la
maquinaria y la aeronáutica (Gracia, 2011). Esto signi-
ca, como recuerda el Consejo Económico y Social de
España, que “las exportaciones se orientan en mayor
medida hacia productos de contenido tecnológico bajo y
medio” (CES, 2011).
Por el c ont ra rio , un a s itu ac ión inv er sa e n té rm ino s co -
merciales ocurre con Alemania. Este país ha mostrado
una cuenta corriente crecientemente superavitaria, lo
que se explica por una especialización inicial en segmen-
tos productivos de mayor gama y contenido tecnológi-
co y por el abaratamiento relativo de las importaciones
gracias a procesos continuados de deslocalizaciones de
industrias de bienes intermedios6 (Vlachou, 2012). A di-
ferencia del caso español, Alemania registra superávit
de forma permanente en el conjunto de productos de
alta tecnología, siendo la industria del automóvil, el sec-
tor de calderería, la industria farmacéutica, la aeronáu-
tica y las telecomunicaciones los productos que más
contribuyen a la generación de superávit (Gracia, 2011).
Efectivamente, Luengo y Álvarez (2012) insisten en que
Alemania y los países nórdicos “colocan en el mercado
de la UE productos sofisticados y que han conquistado
posiciones de liderazgo en los segmentos de media y alta
gama” mientras que países de la periferia como España,
Grecia o Portugal tienen estructuras comerciales “domi-
nadas por bienes de medio y bajo calado tecnológico, que
acreditan niveles de sofisticación discretos y que están pre-
sentes en los tramos inferiores de gama”.
Estos desequilibrios crecientes se han logrado com-
pensar gracias a una incesante nanciación que, como
veremos más adelante y ya adelantamos en la exposi-
ción del marco teórico, ha sido generadora de deuda.
Por lo tanto parece tener bastante sentido explicar la
evolución de las cuentas corrientes de los países del
centro y periferia (simplicados en los casos extremos
de Alemania y España) a partir de la conguración de
su modelo productivo y de la dinámica de especializa-
ción (Recio, 2010). Sin embargo, la visión convencional
deja en un lugar secundario este hecho y se centra en el
análisis de indicadores agregados para medir la com-
petitividad.
No obstante, antes de avanzar hacia esos ámbitos con-
viene examinar los mecanismos de nanciación de la
economía española. Como advertimos, el décit por
cuenta corriente de la economía española ha tenido
que ser nanciado, lo que ha de suponer una cuenta
nanciera superavitaria. Lo más notable es que esa
llegada de nanciación es, en última instancia, un en-
deudamiento de la economía que supone una carga a
medio y largo plazo.
Gráco 2.Balanza por cuenta corriente. España (1993-2012)
Saldos en millones de euros. (Fuente EUROSTAT 2012)
Gráco 3. Balanza de pagos, Alemania (1990-2011)
Fuente: EUROSTAT (2012)
6.- En el caso alemán es notable
el hecho de que las importaciones
más importantes son produc-
tos como las partes de aviones
y helicópteros, los pistones de
vehículos y productos farmacéu-
ticos al por mayor que luego se
empaquetan para su exportación
(Gra cia , 20 11) .
01
El yugo del capital
El capitalismo español en el siglo XXI
24
desde abajo
Año 2013 · Nº02
25
desde abajo
· La nanciación de la economía española
El tipo de nanciación que recibe una economía puede
ser tanto generadora de deuda como no generadora
de deuda. En sentido amplio podemos decir que se
pueden recibir tres tipos de nanciación diferente. La
primera son las inversiones extranjeras directas, que
son las compras de empresas españolas por parte de
empresas extranjeras o la creación de nuevas empre-
sas en España por parte de extranjeros. Este primer
tipo de nanciación no genera deuda. La segunda for-
ma de nanciación es vía emisión de títulos nancieros
(como bonos). Son títulos que las empresas emiten en
el mercado nanciero para recibir dinero con el que lle-
var a cabo sus actividades. Estos títulos generan deuda
porque incluyen compromisos de pago (al cabo de un
determinado número de años la empresa tiene que de-
volver el precio nominal del título más unos intereses).
Y la tercera forma de nanciación son los préstamos,
que también son generadores de deuda.
Para España, y como podemos comprobar en el si-
guiente gráco, han sido las inversiones en cartera
(títulos nancieros emitidos) los que han nanciado
de forma prácticamente exclusiva la actividad eco-
nómica. Las inversiones directas han tenido signo
negativo porque España es inversor neto de IED. Y los
préstamos están recobrando ahora un papel clave con
motivo de la menor importancia de las inversiones en
cartera. Esto probablemente signica que es más ba-
rato para las empresas pedir prestado fuera que pa-
gar la rentabilidad de unos bonos en los que en estos
tiempos pocos confían.
En cualquier caso todo esto reeja que España ha -
nanciado su crecimiento de importaciones por la vía de
los préstamos y la emisión de títulos nancieros. Ello ha
supuesto la entrada de dinero en nuestro país, pero a la
vez generando una deuda creciente que se ha manifes-
tado muy complicada de pagar una vez el modelo de
crecimiento se ha interrumpido.
· La competitividad de la economía española
Volviendo al análisis de la cuenta corriente encontramos
que para la mayoría de los autores la analizada dinámica
de la balanza de pagos es indicadora de los problemas
de competitividad de la economía española, si bien son
fenómenos económicos que se repiten en otros países
periféricos como Grecia o Portugal.
La visión de la competitividad dominante asume que la
mejor forma de ampliar cuota de mercado es por la vía
del precio7 , de modo que el objetivo de toda economía
sería lograr vender productos más baratos que el resto
de competidores internacionales. Si la estrategia es ade-
cuada y el modelo de crecimiento económico resulta
consistente, entonces la cantidad de exportaciones lo-
grará superar al total de importaciones.
De forma convencional se asume que la competitividad
vía precios está determinada por la evolución tanto de
los salarios como de la productividad, cuya relación se
suele analizar a partir del indicador de costes laborales
unitarios nominales (CLUn). En el siguiente gráfico po-
demos ver cómo han evolucionado recientemente estos
costes laborales unitarios en algunos de los países de la
zona euro. Se puede observar cómo el crecimiento de los
mismos en Alemania ha sido realmente moderado en
comparación con el resto de países de la zona euro. Esto
puede explicarse a partir de la evolución salarial (meno-
res salarios en Alemania) o de la productividad (mayor
productividad en Alemania), o bien una combinación de
ambas.
200,000
150,000
100,000
50,000
Inversión extranjera directa
Otras inversiones
Inversión en cartera
-100,000
-50,000
0
Gráco 4. Composición de la cuenta nanciera. España (1993-2011)
Fuente: EUROSTAT (2012) Gráco 5. Variación costes laborales unitarios , 2002-2010.
Valore s nomi nales. Fue nte: AM ECO(201 2)
Portugal
Austria
Italia
Francia
España
Grecia
Irlanda
Alemania
Zona Euro 15
0.00% 5.00%1 0.00% 15.00% 20.00% 25.00%
15.87%
20.70%
23.12%
21.55%
16.32%
22.58%
11.16%
17.01%
3.11%
7.- Si al hablar de competitividad
hablamos de la capacidad de ga-
nar nuevos mercados, en realidad
hay otros factores distintos del
abaratamiento de costes salaria-
les que hay que tener en cuenta,
tales como mercados de poca
competencia, los incrementos de
productividad, las economías de
escala y, aunque en el euro no es
posible, las devaluaciones.
01
El yugo del capital
El capitalismo español en el siglo XXI
26
desde abajo
Año 2013 · Nº02
27
desde abajo
Dado que los costes laborales unitarios nominales son
la relación entre los salarios y la productividad, con-
viene desglosar ambas variables. Y de acuerdo con los
datos, lo que encontramos es que Alemania ha estado
manteniendo una política muy agresiva de control de
los salarios. Esa política ha disparado una carrera hacia
la baja en los salarios que países como España o Grecia
no han podido, sabido o querido seguir.
En consecuencia, tanto la productividad como el
modelo productivo son los que deben explicar las
diferencias de competitividad vía precio. Y, como
podemos comprobar a continuación, la productivi-
dad de Alemania es muy superior a la de España o
Grecia, lo que sin duda tiene que ver con el modelo
productivo de ambos países.
Esto nos sitúa en un plano de análisis nuevo y muy dis-
tinto al convencional, pues sugiere que la menor com-
petitividad vía precio es debida al diseño productivo y
el nivel de productividad laboral y no tanto los salarios y
su crecimiento en el tiempo. Pero aún podemos avan-
zar preguntándonos si, efectivamente, el indicador de
costes laborales unitarios nominales es el más ade-
cuado para medir la competitividad. Pues los CLUn no
tienen en cuenta más que el componente salarial del
precio, dejando a un lado los márgenes de benecio.
Por es a r azó n a lg uno s a ut ore s h an pl ant ead o ser ias cr í-
ticas a este indicador a la vez que recomiendan otros
alternativos (Kumar y Felipe, 2011). Estos economistas
explican que aunque los costes laborales unitarios tie-
nen sentido en términos físicos (sillas producidas por
trabajador, por ejemplo) cuando se produce una agre-
gación para una economía nacional no queda más re-
medio que valorarlo todo en términos monetarios. Esa
valoración monetaria agregada incluye un sesgo que
provoca que, en realidad, lo que se está midiendo es la
participación de salarios y benecios en la renta multi -
plicada por un deactor de precios.
Sin embargo, aunque los salarios en España y en Grecia
hayan crecido más rápido siguen siendo menores que
en Alemania, como puede observarse en la siguiente
tabla. Ello signica que si la productividad laboral y el
modelo productivo hubieran sido los mismos en las
tres economías8 , los países periféricos deberían haber
sido los vencedores en la batalla competitiva vía precio.
País 2001 2002 2003 2004 2005
Alemania 1,66% 1,31% 1,40% 0,35% -0,08%
Grecia 3,70% 11,44% 6,28% 4,17% 5,21%
España 3,50% 3,38% 3,44% 2,90% 3,51%
Zona Euro 2,63% 2,63% 2,57% 2,15% 2,06%
País 2006 2007 2008 2009
Alemania 1,02% 0,78% 2,12% 0,01%
Grecia 1,41% 5,04% 6,10% 3,96%
España 3,86% 4,68% 6,07% 4,31%
Zona Euro 2,43% 2,47% 3,31% 1,70%
Tabl a 3 . Cre cim ient o a nua l de la co mpen sac ión sal ari al ( 200 1-20 09)
Gráco 6. Ganancias medias anuales brutas en industria y servicios
(euros, 2009)
Gráco 7. PIB por hora trabajada, en euros.
(Fuente: AMECO 2012)
8.- En denitiva, si tuvieran la
misma tecnología y exportaran el
mismo tipo de producto.
Aunque
los sala-
rios en España
y en Grecia
hayan crecido
más rápido
siguen siendo
menores que
en Alemania”
01
El yugo del capital
El capitalismo español en el siglo XXI
28
desde abajo
Año 2013 · Nº02
29
desde abajo
Dicho lo cual podemos concluir que es la relación en-
tre la participación salarial en la renta y el deactor de
los precios lo que determina la evolución de los costes
laborales unitarios nominales (Rein, 2011). Y, como po-
demos observar a continuación, los costes laborales
unitarios reales han caído en España.
Si los CLUr han caído en España a la vez que han su-
bido los CLUn debemos explicar dicho fenómeno por
el comportamiento del deactor del precio. Como
aseguran Kumar y Felipe (2011), “el incremento en los
costes laborales unitarios (en todos los países) fue debido
a un incremento en el deactor del precio usado para cal-
cular la productividad laboral”.
Dado que los costes laborales unitarios reales (CLUr)
son la participación salarial en la renta y de esa forma
la inversa del mark-up agregado (del margen de bene-
cio), lo que estamos diciendo es que el crecimiento
del deactor del precio tiene que ver con la subida de
precios impuesta por las empresas con objeto de man-
tener o aumentar sus márgenes de benecio.
Kumar y Felipe (2011) sugieren dos posibilidades para
Portugal
Austria
Paises Bajos
Italia
Francia
España
Grecia
Alemania
-6.00% -4.00% -2.00%0 0.00%2 .00% 4.00% 6.00%
-4,08%
-2,83%
1,13%
4,23%
0,23%
-2,18%
-1,25%
-3.69%
Gráco 8: Variación costes laborales unitarios reales (2002-2010)
(Fuente: AMECO 2012)
Gráco 9: Cuota de mercado de exportaciones mercancías
Fuente: Organización Mundial del Comercio
explicar este fenómeno. La primera, que los sectores
menos expuestos a la presión de la competencia exte-
rior hayan incrementado sus márgenes de benecios y
además hayan ganado peso en la economía. La segun-
da, que estas empresas no expuestas a la competencia
hayan subido los márgenes más que la bajada que han
tenido que hacer las empresas sí expuestas a la com-
petencia.
En todo caso, y aunque es necesaria más investigación,
podemos concluir algunas cuestiones. En primer lugar,
que el indicador de costes laborales unitarios nomina-
les no tiene sentido económico y no mide adecuada-
mente la competitividad vía precio. En segundo lugar,
que los problemas de competitividad de las economías
de la periferia no tienen que ver con su peso salarial sino
con el diseño del modelo productivo. Como aseguran
Storm y Naastepad (2011) “el problema real de España,
Grecia, Italia y Portugal es la falta de competitividad más
allá de los precios”.
Yendo un poco más allá podríamos poner a prueba la
tesis convencional según la cual los costes laborales
unitarios nominales muestran una pérdida de compe-
titividad. En un contexto de globalización económica
en el que China ha emergido como un extraordinario
competidor, debería haber supuesto una reducción
sistemática de las cuotas de mercado de los productos
españoles. Sin embargo, los datos aportados por la Or-
ganización Mundial del Comercio muestran que Espa-
ña es uno de los países que menos cuota de mercado
ha perdido en las dos últimas décadas.
01
El yugo del capital
El capitalismo español en el siglo XXI
30
desde abajo
Año 2013 · Nº02
31
desde abajo
Un aho-
rro que
caía continua-
mente y una in-
versión que cre-
cía dando lugar
así al creciente
déficit privado
en la economía
española”
Mientras es evidente que la irrupción de China en el
tablero global ha ido en detrimento de países como
Alemania, Francia y Reino Unido, no puede decirse lo
mismo de España.
Bajando un poco más a lo concreto podemos observar
cómo, de hecho, la cuota de mercado de España es la
que menos decrece en casi todas las partidas de bienes
entre los países seleccionados, habiendo incluso casos
(como en las prendas de vestir) donde se ha ganado
cuota de mercado.
4. UNA ECONOMÍA DIRIGIDA POR EL EN-
DEUDAMIENTO
Todo décit externo tiene que ser igual a la suma de los
décits privados y décits públicos, es decir que (X-M) =
(S-I) + (T-G). Si el ahorro priva do (S) es me nor que la in-
versión (I) tenemos décit privado, y si la recaudación de
impuestos (T) es menor que el gasto del gobierno (G) te-
nemos décit público. Así que un décit comercial, que
sucede cuando las importaciones (M) son mayores que
las exportaciones (X), puede darse paralelamente a tres
motivos: un incremento de la inversión, una reducción
del ahorro privado o un incremento del décit scal.
En España tenemos que recordar que el Tratado de
Maastricht ha limitado las posibilidades de expansión
del décit scal (se exigía un décit máximo del 3%),
por lo que para explicar el asombroso crecimiento de
la cuenta corriente tenemos que recurrir al ahorro pri-
vado o a la inversión. Y esas variables se han compor-
tado de manera inversa, con un ahorro que caía con-
tinuamente y una inversión que crecía dando lugar así
al creciente décit privado de la economía española.
Tras la crisis el décit público se ha incrementado,
pero la caída de la inversión y el incremento del aho-
rro han compensado y han llevado a una reducción en
el saldo de la cuenta corriente.
Esta conguración del modelo de crecimiento ha lleva-
do, como indicábamos anteriormente, a que la deuda
privada se disparara para poder mantener al sistema
funcionando en los años anteriores a la crisis. Esa deuda
correspondía en su mayor parte a las empresas priva-
das y, en menor medida, a los hogares. En ningún caso,
como hemos señalado también, se debía al endeuda-
miento público.
Estos datos señalan que en España se da la llamada Pa-
radoja de Kaldor, la cual mostraría que crecientes cos-
tes laborales unitarios nominales son compatibles con
mantenimiento o crecimiento de la cuota de mercado.
Gráco 10: Variación cuota de mercado de exportaciones de
mercancías (2007-2010)
Fuente: Organización Mundial del Comercio
Gráco 10: Variación cuota de mercado de exportaciones de
mercancías (2007-2010)
Fuente: S.G. Ceccheti, M.S. Mohanty y F. Zampolli (2011):
“The real eects of debt”, BIS Working Papers
01
El yugo del capital
El capitalismo español en el siglo XXI
32
desde abajo
Año 2013 · Nº02
33
desde abajo
La deuda es una hoja de doble lo, pues a la vez
que permite propulsar la actividad económica en
un comienzo, puede también estancarla por el vo-
lumen y carga nanciera que genera. Y esto ocurre
tanto en la deuda de las empresas como en la deu-
da de los hogares.
· El papel de la desigualdad
En todo caso, ¿a qué se debe ese extraordinario creci-
miento del endeudamiento privado? Para muchos au-
tores la desigualdad juega un papel fundamental en la
explicación del tipo de modelo de crecimiento econó-
mico. Hasta el punto de que hay una parte importante
de la literatura económica que vincula la desigualdad
con el endeudamiento.
Stockhammer (2012), por ejemplo, identica que la
desigualdad estimula el endeudamiento para compen-
sar los menores salarios y las menores prestaciones so-
ciales en los países con modelos de crecimiento de tipo
debt-led. En opinión parecida, Palley (2010) considera
que la deuda ha proporcionado a los hogares un medio
para mantener el consumo a pesar del estancamiento
de los salarios y la extensión de la desigualdad, mien-
tras que el boom nanciero ha proporcionado los ‘cola-
terales’ necesarios para apoyar esa creación de deuda.
En todo caso, esta dinámica es insostenible y el sistema
tiende al colapso. No obstante, estos procesos han lle-
vado a una extensión de la vida del modelo neoliberal,
y han provocado, debido al fuerte endeudamiento y
apalancamiento, que la crisis sea más dura. La razón
estaba en que en cada ciclo de negocios ha tenido un
nivel cada vez más alto la ratio deuda/ingreso:
“Cuando los ricos les prestan una gran proporción de su ingre-
so a los pobres y a la clase media -como parece haber sucedido
durante la larga gestación de ambas crisis [Gran Depresión de
1929 y Gran Recesión de 2007]- y cuando la desigualdad del
ingreso registra un aumento prolongado, las razones deuda/
ingreso suben lo suciente a lo largo de algunas décadas como
para generar un riesgo de crisis grave” (Kumhof y Rancière,
2010).
Para los economistas de la escuela de las estructuras
sociales de acumulación9, el análisis es también el mis-
mo. Según ellos (Kotz, 2008b) en el período neoliberal
la demanda crecía inadecuadamente debido a los bajos
salarios y por lo tanto era imposible que la acumulación
y el consumo capitalista mantuvieran ritmos sucien-
tes para mantener la expansión. La única posibilidad
residía en que algún grupo social gastara más de lo que
ingresaba, es decir, que se diera un incremento del en-
deudamiento. Para poder endeudarse, sin embargo,
era necesaria la existencia de garantías o ‘colaterales’
que dieran respaldo a los nuevos préstamos. Las bur-
bujas de activos (nancieros e inmobiliarios) habrían
cumplido ese papel a pesar de la vulnerabilidad cre-
ciente que conllevaba ese proceso.
Para los autores neomarxistas también hay una expli-
cación similar, pues la combinación de caída de los sala-
rios y crecimiento del consumo fue posible únicamente
gracias a una expansión masiva del endeudamiento de
los hogares y a la creación de una enorme burbuja in-
mobiliaria, tanto en Estados Unidos como en modelos
similares como el español.
Dado que ya hemos observado que el crecimiento del
endeudamiento privado ha sido intenso en la época re-
ciente, corresponde ahora averiguar si efectivamente
la desigualdad ha sido creciente en España y si tiene
alguna relación con el mencionado nivel de deuda.
En el siguiente gráco podemos comprobar que la
capacidad adquisitiva de los trabajadores españoles
ha sido decreciente, puesto que los salarios reales han
decrecido anualmente desde nales de la década de
los noventa. Los salarios nominales, sin embargo, han
crecido pero cada vez a ritmos más lentos 10.
9.- Una de las principales apor-
taciones de los teóricos de la
llamada “Escuela Política Radi-
cal”, surgida en los años sesenta
en Estados Unidos de la mano
de autores como D. Gordon, M.
Reich, T. Weisskopf, R. Edwards
y S. Bowles, fue la noción de ‘Es-
tructura Social de Acumulación”.
Con ella se pretendía describir los
requisitos institucionales que sa-
tisfacen en cada momento histó-
rico el proceso de acumulación de
capital, punto central del análisis
radical (Barceló, 1998).
10.- El crecimiento que se observa
en los salarios reales en tiempos
de crisis es realmente un efecto
estadístico derivado de la expul-
sión del mercado de trabajo de
un gran número de empleados,
precisamente aquellos con meno-
res salarios. Ese hecho determina
que el salario medio haya crecido
en tiempos de crisis y destrucción
de empleo.
Debtledgrowth
Exportledgrowth
Salidascapital
Desigualdad
Desregulación
Burbuja
inmobiliariay
financiera
Endeudamiento
Capitalfinanciero
Capitalproductivo
Trabajadores
Neoliberalismo
Economíadirigidaporelendeudamiento
Esquema 2. Economía dirigida por el endeudamiento
01
El yugo del capital
El capitalismo español en el siglo XXI
34
desde abajo
Año 2013 · Nº02
35
desde abajo
35
desde abajo
15.00%
20.00%
10.00%
5.00%
0.00%
-5.00%
1980
1982
1984
1986
1988
1990
1992
1994
1996
1998
2000
2002
2004
2006
2008
2010
Salarios Nominales Salarios Reales
Por otra parte, ya pudimos observar cómo ha sido la
evolución de la p articipación salarial en la renta en Es-
paña, que prácticamente en los últimos veinte años
ha descendido un 8’25%. Como hemos mencionado,
dicho indicador representa la desigualdad creciente
entre salarios y benecios empresariales, pero incluye
el efecto estadístico de una probable mayor heteroge-
neidad salarial. Es decir, si como está acreditado para
otros países (Duménil y Lévy, 2010) se ha producido
un crecimiento importante en los salarios de las frac-
ciones superiores de empleados, ese hecho estaría
minimizando el verdadero impacto de la desigualdad
en nuestro país.
Observando la participación de los estratos de renta
más altos, comprobamos que han visto también un
incremento en la participación de la renta. Si bien no
es tan brusco como en otros países, sí sugiere que la
desigualdad salarial es también creciente. Pero hay un
elemento aún más importante en nuestra opinión, y es
el hecho de que son determinados sectores de la po-
blación los que más favorecidos salen de procesos de
especulación nanciera e inmobiliaria.
En el siguiente gráco podemos observar cómo según
se asciende por estratos de renta, mayor porcentaje de
ingresos signican las ganancias de capital (en contra-
posición con los ingresos salariales), hasta el punto de
que en los años previos a la crisis el 0’1% más rico de la
sociedad tenía un 70% de sus ingresos derivados de las
ganancias de capital. Teniendo presente que ese por-
centaje disminuye absolutamente en los estratos más
bajos de la población, y que por lo tanto eso signica
que viven fundamentalmente de sus ingresos salaria-
les, tenemos que la desigualdad personal en España ha
sido creciente por la propia participación en la burbuja
nanciera e inmobiliaria.
Gráco 11: Crecimiento salario por empleado, España (1980-2011)
Fuente: AMECO (2012)
Gráco 12: Participación en el ingreso, España (1980-2010)
Fuente: The World Incomes Database (2012)
Gráco 12: Porcentaje ingresos por ganancias de capital.
España (1981-2010)
Fuente: The World Top Incomes Database (2012)
2
2,5
3
1,5
1
0,5
0
1980
1982
1984
1986
1988
1990
1992
1994
1996
1998
2000
2002
2004
2006
Top 0,001% Top 0,1%
40
50
60
70
80
30
20
10
0
1981
1983
1985
1987
1989
1991
1993
1995
1997
1999
2001
2003
2005
2007
Top 10% Top 5 % Top 1 % Top 0, 1 %
Además, los datos revelan que los hogares más ricos
disponen no sólo de más activos nancieros -según
el Fondo Monetario Internacional el 70% del volumen
de los activos nancieros en España está en manos
del 10% más rico de los españoles (FMI, 2012)-, sino
que además disponen de los activos nancieros más
La des-
gualdad
personal en
España ha sido
creciente por
la propia parti-
cipación en la
burbuja finan-
ciera e inmobi-
liaria”
i-
01
El yugo del capital
El capitalismo español en el siglo XXI
36
desde abajo
Año 2013 · Nº02
37
desde abajo
rentables. Así, sólo un 5’6% de los españoles tiene
suscrito un fondo de inversión, pero ese porcentaje
disminuye al 2’1% cuando hablamos del 20% más po-
bre de los hogares y asciende a un 18’4% cuando ha-
blamos del 10% más rico de los hogares. De la misma
forma, sólo un 3’6% de los hogares más pobres tiene
acciones o participaciones frente a un 37’2% en los ho-
gares más ricos. Igualmente, un 7’4% de los hogares
más pobre tiene un plan de pensiones o seguro de
vida frente a un 54’2% de los hogares más ricos (Ban-
co de España, 2011).
Dicho lo cual, nos interesa ahora saber qué ocurre
con las deudas de los hogares y cómo se distribuyen
por estratos de renta. Ello ayudaría a vislumbrar si
efectivamente hay una relación entre la desigualdad
creciente (en términos funcionales y personales) y el
incremento del endeudamiento.
Lo primero que observamos es que el 40% del volu-
men de deuda está en manos del 10% más rico de la
población según datos del Fondo Monetario Interna-
cional (FMI, 2012). De hecho, el 64’7% de los hogares
más ricos tiene algún tipo de deuda, frente al 16’5%
de los hogares más pobres (ver cuadro siguiente). Sin
embargo, algunos de estos datos podrían ser confu-
sos porque son sobre cantidades totales (los ricos sue-
len endeudarse por cantidades mucho mayores) y no
tienen presente la relación con los ingresos.
Si atendemos a dicha relación encontramos que el
ratio de deudas sobre renta y riqueza es decreciente,
lo que quiere decir que efectivamente los más pobres
son los más endeudados sobre su capacidad de ingre-
so. De hecho, los hogares más pobres tienen un ratio
del 147’7% de deudas sobre la renta, mientras que los
más ricos tienen un 62%. De la misma forma, los más
pobres dedican un 39’2% de su renta al pago de inte-
reses de la deuda mientras que el porcentaje es del
10% en el caso de los más ricos. Además, aunque no
sea objeto de estudio en este documento, las deudas
recaen más sobre los más jóvenes tanto en cantidad
absoluta como en relación con los ingresos.
Así pues, tenemos datos aparentemente contra-
dictorios. Por una parte, son pocos los hogares más
pobres que han recurrido a las deudas, frente a una
cantidad mucho mayor de hogares más ricos que
han suscrito un préstamo. Pero, por otra parte, den-
tro del conjunto de hogares endeudados son los más
pobres los que más lo están respecto a sus rentas y
riquezas.
Para intentar arrojar algo más de luz conviene exa-
minar la nalidad de endeudamiento familiar. Según
el Banco de España el 90’2% de las deudas se desti-
naron a la adquisición de una vivienda u otra propie-
dad inmobiliaria, frente a un 9’8% que se destinó al
consumo de vehículos y otros bienes. La distribución
entre estratos de renta es muy similar.
De estos datos podemos deducir que el endeuda-
Hogares Algún tipo
de deuda
Ratio de pagos
por deudas
sobre renta
(mediana)
Ratio de
deudas
sobre renta
(mediana)
Ratio de
deudas sobre
riqueza bruta
(mediana)
Todos los
hogares*
50,1 19 104,7 19,2
Percen til d e rent a
Menor de 20 16,5 39,2 147,7 25,5
20-40 42,3 26,4 137 23,9
40-60 63,6 24 148 24,5
60-80 61,2 17 95,8 19,1
80-90 68,5 14,4 84,6 15,7
90-100 64,7 10 62 12,8
Edad del cabeza de familia
Menor de 35
años
68,6 25,6 217,4 52
35-44 72,3 21,5 142,7 24,6
45-54 60 17,9 89,9 13,5
55-64 48,5 12,1 41 5,7
65-74 22,9 15,9 55,3 8,1
Más de 75 9,9 12,5 18,5 6,2
* En el caso de las tres últimas columnas se reere a hogares con algún tipo de deuda
Fuente: Banco de España (2012)
Tabl a 3
01
El yugo del capital
El capitalismo español en el siglo XXI
38
desde abajo
Año 2013 · Nº02
39
desde abajo
miento se ha producido en un entorno de burbuja
inmobiliaria que ha elevado por mucho los precios
de las viviendas, obligando a muchas familias a en-
deudarse para poder adquirirlas. No hay que olvidar
de que nuestro país se caracteriza por un sistema in-
mobiliario basado en la propiedad, y donde el 82’7%
de los hogares es propietario de una vivienda prin-
cipal y el 36’1% dispone de alguna otra propiedad
inmobiliaria (siendo este porcentaje del 20% en el
caso de los más pobres y del 62% en el de los más
ricos). Lógicamente aquellas familias con menores
ingresos han quedado más atrapadas en la relación
deuda/ingreso.
Es una situación similar a la que se ha dado en el caso
de las empresas no nancieras, donde más de la mi-
tad del crecimiento del endeudamiento ha estado
vinculado al sector de la construcción y la actividad
inmobiliaria (FMI, 2012).
· Conclusiones
En consecuencia, y a partir de los datos aportados,
no podemos concluir que el crecimiento del endeu-
damiento haya tenido una relación directa y positi-
va con la desigualdad. No parece claro, en deniti-
va, que los más pobres hayan compensado de una
forma generalizada su pérdida de poder adquisitivo
con más deudas. Sin embargo, sí podemos armar
que hay una relación directa entre el modelo de cre-
cimiento basado en la burbuja inmobiliaria y el cre-
ciente endeudamiento.
Así pues, nuestra tesis es que las familias han dis-
frutado de un efecto riqueza al afectar la burbuja
inmobiliaria a casi todas las familias a través de una
revalorización de sus activos inmobiliarios. Ello ha
generado una falsa ilusión de enriquecimiento al
mismo tiempo que en términos objetivos la des-
igualdad funcional y personal seguía creciendo. No
obstante, esta revalorización de los activos ha sido
la garante de que se pudiera mantener el endeuda-
miento creciente de los agentes económicos, lo que
era necesario para permitir que durante estas déca-
das se mantuviera el crecimiento económico. Una
vez el modelo de crecimiento económico se desplo-
ma, sólo queda el reguero de deudas privadas y una
situación agravada de desigualdad funcional.
BIBLIOGRAFÍA
Banco de España (2011): Encuesta sobre las familias
Bhaduri, Amir y Marglin, Stephen (1990): “Unem-
ployment and the real wage: the economic basis for
contesting political ideologies”, en Cambridge Jour-
nal of Economics, nº 14, vol. 4, pp. 375-393.
Duménil, G. y Lévy, D. (2010): The crisis of neolibera-
lism. Harvard University Press, New York.
Hein, E. (2011): “Distribution, ‘nancialisation’ and
the nancial and economic crisis - implications for
post-crisis economics policies”.
Hein, E., Tricker, A., and van Treeck, T. (2011) : “The
European Financial and Economic Crisis: Alternative
Solutions from a (Post-)Keynesian Perspective”, IMK
Worki ng Pape r n. 9 /2011. King, (2002).
Kotz, D. (2008): “The Financial and Economic Crisis
of 2008: A Systemic Crisis of Neoliberal Capitalism”.
Worki ng pape r: http://people.umass.edu/dmkotz/
Fin_Cr_and_NL_08_12.pdf.
J. Felipe y Kumar, U. (2011): “Unit labor cost in
the eurozone: the competitiveness debate again”.
Worki ng pa per: http://www.levyinstitute.org/pubs/
wp_651.pdf.
Kummhof, M. y Ranciere, R. (2011): “La deuda apa-
lanca la desigualdad”.
Luengo, F. y Álvarez, N. (2011): “Desde los desequi-
librios comerciales a la crisis económica en la Unión
Europea”.
Mateo y Garzón (2012): “¿Po s ib i li d ad o n ec e si d ad d e
la crisis? La economía heterodoxa y la gran recesión
(2007-2009)”, de próxima publicación.
Palley, T. (2011): “Aspectos económicos de la recu-
peración basada en los salarios: análisis y recomen-
daciones de políticas”.
Recio, A. (2010): “Capitalismo español: la inevitable
crisis de un modelo insostenible”.
Solo que-
da el re-
guero de deu-
das privadas y
una situación
agravada de
desigualdad
funcional”
01
El yugo del capital
El capitalismo español en el siglo XXI
40
desde abajo
Año 2013 · Nº02
41
desde abajo
Rein (2011): “La izquierda, la crisis de deuda sobe-
rana y el euro” en Revista Sin Permiso: http://www.
sinpermiso.info/articulos/cheros/reinauno.pdf
Shaikh (1978): Valo r, Acumul ación y Crisi s. Fondo de
Cultura Económica, México D.F.
Stockhammer (2008): “Crecimiento basado en los
salarios: introducción”.
Stockhammer (2011): “Rising inequality as a root
cause of the present crisis”.
Storm, S. y Naastepad, C.W.M. (2011): “Los efec-
tos del crecimiento basado en los salarios sobre la
productividad y las inversiones”.
Sweezy (1981): “Fo ur l ec tur es on Mar xi sm”. Monthly
Review Press, London.
Tab l a s ( 20 0 7 ) : Economía Política Mundial. Ar iel , Mad ri d.
Vlachou, A. (2012): “The Greek economy in tur-
moil”. Rethinking Marxism, vol. 24, nº2, pp. 171-200.
01
Finanzas, información
y democracia
Una crítica económico-política de la
mediación espectacular de la crisis
Francisco Sierra Caballero1
Departamento de Periodismo I.
Facultad de Comunicación
UNIVERSIDAD DE SEVILLA.
Avda. Américo Vespucio, s/n, Isla
de la Cartuja 41092 Sevilla.·
E-mail: fsierra@us.es
www.compoliticas.org
INTRODUCCIÓN
El cálculo, la conanza, la gestión del riesgo y la diná-
mica de reproducción y ampliación de los mercados
están mediatizados, en el capitalismo nanciero, por
el acceso y disponibilidad de información. No hay ac-
tividad económica en la globalización capitalista que
no esté determinada por el poder de la mediación.
Pues, en esencia, la principal cualidad de lo infor-
mativo es su carácter duciario. Implícitamente, se
sostiene en un contrato comunicacional. Se funda
en la creencia y el reconocimiento de la veracidad de
lo representado. Informar, a priori, es representar lo
real verídico. Lo que signica dar cuenta en el men-
saje de un contenido lógico de representación de lo
fáctico en tanto que noticia de lo eventual (media
events), lo contingente y/o la ruptura del acontecer.
El problema que se plantea cuando pensamos la me-
diación y su inuencia en lo que hace décadas Eliseo
Veró n d eno minó , c omo pa rte fun dame nta l d e l a s e-
miosis social, la producción ideológica de la realidad
es que la información es una mercancía doblemente
determinada, material e ideológicamente. Toda me-
diación informativa plantea, de hecho, un problema
subyacente de valorización de capitales que ha de
ser tomada en cuenta para comprender las contra-
1.-Es Profesor Titular de Teoría de
la Comunicación de la Universi-
dad de Sevilla. Director del Grupo
Interdisciplinario de Estudios en
Comunicación, Política y Cambio
Social (www.compoliticas.org) y
Editor de la Revista de Estudios
para el Desarrollo Social de la
Comunicación (REDES.COM) del
Departamento de Periodismo I.
Fundador y responsable de Rela-
ciones Internacionales de la Aso-
ciación Española de Investigación
de la Comunicación (AEIC), en la
actualidad, desempeña el cargo
de Secretario Internacional de la
Unión Latina de Economía Políti-
ca de la Información, la Comuni-
cación y la Cultura ( www.ulepicc.
net ) y funge en calidad de Vice-
presidente de la Confederación
Iberoamericana de Asociaciones
Cientícas en Comunicación
(www.conbercom. org ).
El yugo del capital
Finan zas, in form aci ón y de moc rac ia