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Educación en ciencias de la salud y en educación médica

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ActA Med coloMb Vol. 43 Nº 2 ~ 2018 61
EDITORIAL Educación en ciencias de la salud y en educación médica
ActA MédicA coloMbiAnA Vol. 43 n°2 ~ Abril-Junio 2018
EditoriAl
Desde el siglo XX el modelo o enfoque pedagógico de formación tradicional ha sido
transmisionista, con un profesor como el que sabe y un alumno como receptor pasivo,
bajo la visión de una ciencia positiva, que concibe el conocimiento como algo culminado
(1). El enfoque exneriano (1910) que reconoce el ciclo básico seguido por el clínico ha
sido la base de la formación de médico desde comienzos del siglo XX, ha tenido cambios
que se relacionan con los procesos de enseñanza/aprendizaje/evaluación, la relación
docente-discente, el trabajo en equipo interdisciplinario; el repensar aspectos como: si
la fragmentación del conocimiento y del paciente “enfermo” responde a la necesidad
del ser humano, analizar una medicina paliativa frente a una medicina preventiva que
razona y trabaja sobre problemas básicos de salud pública, el afrontar la formación de
profesionales por problemas a solucionar, con la participación de diversos profesionales
(2, 3). Por otra parte, la formación del profesional en salud está aún enmarcada con el
paciente hospitalizado, cuando, por el contrario, lo deseado es la atención del paciente
ambulatorio, incluso se percibe un menosprecio del especialista/docente en pensar y
dedicar su desempeño en este escenario, en el cual es muy importante la educación al
paciente y su familia, más allá de la terapia farmacológica (4, 5).
En el modelo pedagógico tradicional, clásico, enciclopedista, la teoría precede a la
acción, se realza la acumulación de datos y temas con un aprendizaje memorístico o
repetitivo (6); además, la evaluación se centra en comprobar la memorización de datos
y contenidos, se olvida el desarrollo de habilidades procedimentales, la formación en
valores expresadas en actitudes, la relevancia de un pensamiento crítico y argumentativo;
el trabajo del profesor está siempre preestablecido, él es quien traza unos objetivos del
aprendizaje teórico, pero, se dejan ocultos diversos aspectos como la ética, el profesio-
nalismo, la gestión administrativa, la comunicación, entre otros (7, 8). En este modelo se
considera al profesor como un transmisor de conocimiento y el estudiante es un receptor
pasivo que memoriza para pasar un examen, una rotación o para “darle gusto al profesor”.
Al respecto, el desarrollo de asignaturas y rotaciones desmembradas con teoría
desarticulada del contexto, favorece un desarrollo incompleto del profesional desde el
pregrado e incluso en el posgrado, más aún cuando lo que están aprendiendo es a aplicar
guías clínicas sin juicio clínico, a manera de “receta”; pero, lo que realmente se requiere
es una práctica integradora apoyada por verdaderos maestros, que dediquen tiempo a sus
pacientes y al equipo en formación, para armonizar las ciencias básicas con las ciencias
clínicas acorde al contexto local, nacional, socioeconómico y cultural de cada paciente.
En contraste, con esta realidad, se propone una renovación curricular deshospitalizada
para dar énfasis a la educación y promoción de la salud (9). Entonces, urge pensar de forma
clara y responsable si el deber ser es continuar desarrollando currículos “hospitalizados”
o si es urgente deshospitalizar la formación del profesional en salud, tal como quedó
propuesto por Velásquez et al., desde el año 2008, como resultado de la investigación
sobre el perl de formación del internista en Colombia (10).
Por todo lo anterior, en este ensayo postulo, nuevamente, un cambio de la educa-
ción en ciencias de la salud hacia un modelo socio-constructivista centrado no solo en
Educación en ciencias de la salud y en
educación médica
Education in health sciences and medical
education
AnálidA ElizAbEth PinillA • bogotá, d.C. (ColombiA)
Dra. Análida Elizabeth Pinilla Roa: Internista.
Formación en Nutrición y Diabetes. PhD. en
Educación. MSc en Educación con Énfasis en
Docencia Universitaria. Especialista en Eva-
luación para la Educación Superior. Coordina-
dora Grupo de Apoyo Pedagógico y Formación
Docente. Profesora Asociada. Departamento
de Medicina Interna. Facultad de Medicina.
Universidad Nacional de Colombia.
E-mail: aepinillar@unal.edu.co
Recibido: 14/VI/2018 Aceptado: 15/VI/2018
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A. E. Pinilla
problemas sino en el paciente y el estudiante; en sintonía
con la propuesta de la Organización Mundial de la Salud
(OMS), desde los años ochenta, sobre un nuevo enfoque
para la formación de profesionales de la salud centrada en
el proceso de formación del estudiante con un aprendizaje
profundo y signicativo versus supercial y memorístico,
para trabajar en el proceso de aprendizaje sobre los proble-
mas prioritarios (11, 12), para avanzar de los objetivos al
desarrollo de competencias profesionales integradoras de
conocimientos, habilidades y actitudes.
Según Marton y Saljö (1976) el aprendizaje puede ser
supercial o profundo; el resultado nal del proceso de
aprendizaje depende de las diferencias cualitativas del
cómo se aprende. Cuando el estudiante hace un aprendizaje
supercial se focaliza en el texto y tiene una concepción
reproductiva de aprendizaje. En contraste, en el aprendizaje
profundo el estudiante se enfoca a aprender el contenido con
signicado, para comprender lo que un autor quiere decir,
por ejemplo: un problema a investigar, razona sobre las ra-
zones y los enlaces de un concepto con otro. El aprendizaje
supercial es mecánico o repetitivo de cierta información
que se reproduce para el profesor o para el examen. En
contraste, el aprendizaje signicativo y profundo ocurre
cuando el estudiante se interesa y lo relaciona con su saber
previo, encuentra el por qué y el para qué lo debe aprender
y, por tanto, liga la teoría con la práctica (13, 14). Por tanto,
un profesor de cualquier nivel de formación, debe virar de
pretender “enseñar” un cúmulo de contenidos a memorizar,
a comprender que lo más importante para un estudiante o
un médico-residente es organizar el método para aprender a
aprender, a desaprender para reaprender, para saber buscar
y analizar la información, para desarrollar la capacidad de
reexión y pensamiento crítico (5).
Queda claro que un profesor en su desempeño permite
visualizar sus concepciones acerca de la enseñanza, el
aprendizaje, la ciencia, la investigación y la evaluación.
A su vez, un estudiante puede seguir “estudiando” para
satisfacer al docente o para pasar el examen más que para
su desarrollo profesional autónomo (11,15). Por todo lo
anterior, se invita a profesionales, docentes y estudiantes
a reexionar acerca de sus nociones e imaginarios que se
expresan durante el desarrollo de actividades, asignaturas y
multitud de escenarios en la Universidad que se organizan
en el concepto de modelo pedagógico.
Aspectos relevantes de la educación para
el desempeño del médico clínico y demás
profesionales que brindan servicio al
paciente y su familia
Para lograr un estilo renovado de aprendizaje ligado al
desarrollo de competencias profesionales, es primordial que
entes gubernamentales desde el Ministerio de Salud y Pro-
tección Social, el Ministerio de Educación y directivos de
universidades desarrollen programas de formación de pro-
fesionales en ciencias de la salud que apoyen la formación
en educación y pedagogía de los profesores/tutores tanto
en pregrado como en posgrado, es decir, de áreas básicas
y clínicas. Todos han de comprender su responsabilidad
social, ética y losóca –deontológica o la razón de ser- de
todo profesional que se desempeñe con pacientes y fami-
lias, desde: bacteriología, biología, enfermería, ingeniería
biomédica, sioterapia, fonoaudiología, medicina, nutrición
y dietética, odontología, optometría, podología, química
farmacéutica, terapia ocupacional, trabajo social, entre
otros. Se busca forjar la renovación del modelo pedagógico
tradicional exneriano a un modelo pedagógico socio-
constructivista que integre los profesionales de diversas
áreas para solucionar problemas de salud, para propender
por un aprendizaje signicativo y profundo de discentes y
docentes, con apoyo de la Tecnología de la Información y
Comunicación (TIC), pero, realzando el papel de maestro
facilitador como tutor que motiva y apoya al futuro profe-
sional (5, 16).
Es hora ya, de atender el signicado profundo del educar,
aprender, enseñar, evaluar; en otras palabras, de generar es-
pacios de formación, reexión y re-signicación de la labor
de un profesional de ciencias de la salud y, en particular, de
un médico en general y de un especialista. El desempeño
de estos profesionales se desenvuelve en el marco de un
conjunto de relaciones e interacciones –paciente/profesional
de salud, profesional/profesional, discente/docente-facili-
tador, profesional de salud/profesional-administrativo. Por
tanto, es necesario recapacitar acerca de cuál es la razón
esencial de estar conglomerados en una Universidad y en
instituciones prestadoras de servicios de salud, en diferentes
niveles de atención. Aquí, en este entramado de estructuras
organizacionales, es dónde es aplicable la teoría de mode-
los o enfoques pedagógicos para transformar la educación
superior con estrategias como el Aprendizaje Basado en
Problemas (ABP) que se apoya en el aprendizaje signi-
cativo y profundo (17).
El aprendizaje signicativo que reconoce las concep-
ciones previas de los estudiantes ha sido implementado
en algunos programas y por algunos docentes en Colom-
bia, más aún, ha sido fuente de investigación educativa,
por ejemplo, en la Universidad Industrial de Santander,
mediante la metodología de investigación acción, imple-
mentaron estrategias para una propuesta de evaluación por
competencias, que apoyara el aprendizaje signicativo de
estudiantes de pregrado y posgrado; buscaron determinar
las competencias clínicas y sus indicadores y, a su vez,
pensaron en estrategias didácticas que permitieran la cons-
trucción de signicados conceptuales, procedimentales y
actitudinales, así como, evaluar los niveles alcanzados de
estas competencias clínicas (18).
En Colombia, mediante los convenios de docencia-
servicio (19), se puede desplegar la complejidad de un
modelo pedagógico apoyado en el ABP con un aprendizaje
signicativo según la visión y formación de los actores
principales del sistema de salud, a saber: administrativos,
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especialistas/formadores/tutores, estudiantes de pregrado
y posgrado; de todos los anteriores, es crucial el docente/
especialista/facilitador quien posee experiencia, valores,
creencias culturales, competencias profesionales de su
profesión de base y, ojalá, pedagógicas sumadas a sus pro-
pios intereses, entre otras características; de igual forma, el
estudiante posee características paralelas, pero, sumadas al
conocimiento previo y a su estilo de aprendizaje, así como,
un desarrollo de habilidades sociales y de comunicación.
Estos se encuentran en un contexto educacional, explícito
o no, de la losofía institucional que, a su vez, está en
conexión con una red interinstitucional concatenada a las
exigencias del paciente y su familia, la sociedad y al de-
bate público. Todo este entramado organizacional real está
puesto al cuidado y servicio de personas que pasan al rol de
pacientes con una multitud de signicados y sentimientos
encontrados, que cuando se “enferman” dejan de ser una
persona autónoma, independiente, saludable y funcional
para sí misma, su familia y el núcleo socio-laboral al que
pertenece (17, 20).
Hago un llamado esperanzador pero enfático al país para
dedicar todo el esfuerzo para reconstruir los planes educati-
vos institucionales, denominados PEI que denen la misión
de una universidad para “formar profesionales competentes
y socialmente responsables” (PEI, Universidad Nacional de
Colombia p. 12) (21); estos planes educativos perlan un
modelo pedagógico y precisan los planes curriculares para
la formación de profesionales de la salud desde el pregrado
hasta el posgrado. Todo profesional, pero, en especial, el
que se desempeña en ciencias de la salud tiene que tener la
oportunidad de una formación integral para el desarrollo de
sus competencias profesionales, de diverso orden, especí-
cas o propias de su profesión y las comunes o transversales
que son esenciales para la acción profesional en el área de
la salud, cuyo objeto de estudio es la salud humana (22);
así, el egresado podrá llegar a ser idóneo, día a día, durante
su práctica profesional. Entonces, este profesional más que
tratar pacientes terminales, con múltiple complicaciones y
comorbilidades, ha de virar hacia la promoción de la salud
y control de las patologías declaradas, siempre respetando
la individualidad del paciente con sus creencias, pensamien-
tos, cultura, religión, particularidad de género, situación
socio-económica y laboral (1, 23).
Educación, profesionalismo y
comunicación con otros
Es claro que la formación de profesionales está en manos
de la Universidad, la cual no solo es sobre lo “tecnológico-
cientíco”; la sociedad encomienda a la educación univer-
sitaria forjar para que los egresados sean personas activas,
creativas, comprometidas con un servicio al otro, más allá
de sus propios benecios (4, 24); en el caso de ciencias de la
salud se incluyen diversos profesionales que van desde los
encargados de lo administrativo hasta los que directamente
atienden al paciente y su familia.
Existen variados acercamientos al concepto de profesio-
nalismo que se escapan al alcance de este editorial, a manera
de ejemplo, el profesionalismo médico debe ser entendido
como el conjunto de valores, actitudes y comportamientos
al servicio del paciente y de la sociedad antes que a un
benecio propio, implica ser un buen profesional, en su
práctica cotidiana por encima de sus propios intereses (25)
En el área de las ciencias de la salud el objeto de estudio,
precisamente son las personas, como pacientes/sujeto mas no
objeto, por tanto, el profesional debe desarrollar un conjunto
de actitudes, habilidades y conocimientos que constituyen
las competencias profesionales; este concepto de idoneidad
o competencia profesional orquesta un perl del profesional
que presta el cuidado, el servicio y la seguridad del paciente
y su familia (26, 27). En otras palabras, para un desempeño
idóneo, el profesional no solo necesita apropiar las guías
clínicas y el conocimiento -médico, cientíco y tecnológico
(imaginología, pruebas de laboratorio para diagnóstico)-.
Así, para que un profesional atienda a un paciente ha de
tener un desarrollo integral con formación en valores; este
desempeño es en diversos escenarios: ambulatorios –co-
munidad, consulta externa, domicilio- e intrahospitalarios
–pisos, cuidado intermedio, unidad de cuidado intensivo-;
por consiguiente, tanto el profesor como el futuro egresado,
en primer lugar, han de ser personas dignas, ciudadanos
autónomos, íntegros, empáticos, compasivos y responsa-
bles. Casasbuenas (2013) propone que ya es hora, de crear
en los currículos un espacio para aprender y desarrollar
competencias de profesionalismo, es inadecuado seguir en
lo tradicional, dónde el currículo oculto es el único medio,
por el cual, los futuros profesionales en salud apropian de
forma consciente y, quizás, la mayoría de veces de forma
inocente e inconsciente, el modelo de profesores autoritarios,
maltratadores, dogmáticos y, a su vez, ajenos al sufrimiento
y dolor del otro -estudiante, paciente, familia- (4, 28).
Un profesional clínico como líder del equipo que trabaja
en torno al paciente, tendrá la idoneidad para escuchar,
analizar, tener juicio clínico y, luego, comunicarse con el
enfermo, su familia, los profesionales en formación y los
demás profesionales; es tiempo, de exclamar que no solo
un profesional brilla por un discurso teórico, su faceta de
docente/investigador o sus publicaciones; es perentorio
que todo profesional reexione de forma serena y profunda
sobre su desempeño profesional sistémico, analice por qué
y para qué ejecuta una acción; hemos de pasar a una nueva
era, o tal vez, regresar a mediados del siglo XX, antes de
las reformas en salud, cuándo el profesional, en particular,
un médico tenía formación humanística y ética, por lo que
estaba convencido del compromiso con cada paciente, cuan-
do lo importante era servir y ayudar al otro, comprender su
dolor e incertidumbre; aquella época, en la cual el paciente
era una persona real, no un cliente ni un usuario como se
denomina por la Ley 100 de 1993 (29). A una persona en
su papel de paciente se le trata, no se le “maneja” como
se menciona ahora, día a día, como lo enseñan profesores
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A. E. Pinilla
empíricos, como parte del currículo oculto al estudiante.
Ahora, con la Ley Estatutaria en Salud (30) se recupera la
identidad del paciente quien siempre ha sido un sujeto y
no un objeto de trabajo o investigación, ni un libro para
el aprendizaje o la egolatría de cada quien; esta visión del
paciente quedó plasmada en la investigación publicada por
Pinilla (2015), se invita al lector a profundizar sobre esta
renovación curricular para la formación del internista en
Colombia (20, 31) y, luego, en la propuesta para los pro-
gramas de medicina interna del país, la cual es extensiva a
los demás profesiones de ciencias de la salud (27).
Entonces, las competencias de profesionalismo, -que
incluyen las virtudes y la conciencia moral-, sumadas a las
de comunicación, gestión, en educación y pedagogía tienen
que ir de la mano con las de investigación. En consecuencia,
se invita a todos los lectores a reexionar y autoevaluarse
sobre su acción cotidiana como ciudadanos y profesionales,
sobre cómo están desempeñándose como profesionales en
ciencias de la salud. Sí, el modelo pedagógico es mejorable,
emprendamos el viaje con diversas acciones como revisar
textos, formatos, programas de historias clínicas con el
ánimo de ajustar el lenguaje como se le denomina a un pa-
ciente; es decir, cambiar verbos como “manejar” por tratar
al paciente, palabras como “usuario o cliente” por la real
paciente, trabajo en equipo “multidisciplinario” por equipo
interdisciplinario (21, 29). Es un deber epistemológico
ligar y homogeneizar el lenguaje cotidiano o popular con
el lenguaje académico y, por supuesto, con el lenguaje cien-
tíco (32). Los profesionales de ciencias de la salud y las
instituciones que determinan su formación –universidades,
hospitales, instituciones prestadoras de servicios-, de una
vez por todas, tienen que reconocer al enfermo como per-
sona y no como un objeto a utilizar y del cual beneciarse
para sacar su usufructo académico o económico.
Seguridad al paciente
Para seguir describiendo un modelo pedagógico reno-
vado en salud, es prioritario plasmar ideas esenciales de
la corriente de seguridad al paciente, como tema de salud
pública, reconocida y estructurada por el Ministerio de
Salud y Protección Social de Colombia (33).
La seguridad clínica hace referencia al “conjunto de
elementos estructurales, procesos, instrumentos y meto-
dologías basadas en evidencias cientícamente probadas
que propenden por minimizar el riesgo de sufrir un evento
adverso en el proceso de atención en salud o de mitigar sus
consecuencias” (Artículo 3. Decreto 1011 del 2006) (34);
en Colombia, se requiere estandarizar procesos, protocolos
para evitar y prevenir los errores. Entre la magnitud de
estrategias se ha propuesto educar al paciente y su familia,
permitirle hablar y preguntar más, hacerlo partícipe en los
procesos de diagnóstico, decisiones terapéuticas farmaco-
lógicas y quirúrgicas, en otras palabras darle autonomía y
empoderamiento para sus acciones de mejoramiento de su
calidad de vida en general y la relacionada con la salud (35).
Educación en ciencias de la salud hacia
la prevención y promoción de un estilo de
vida saludable
La atención al paciente debe contemplar una mirada más
amplia, para virar desde una medicina paliativa del paciente
terminal o para la prevención secundaria y terciaria hacia la
promoción de la salud siempre buscando la calidad de vida
del paciente con su familia (6, 23). El equipo ha de procurar
el bienestar del paciente, optimizar su calidad de vida, en
general, y la relacionada con la salud (36). Es comprender
que la acción del profesional, en particular, la del espe-
cialista troncal (familiarista, internista, geriatra, pediatra)
no está restringida al tratamiento del enfermo para que él
maneje su problema de salud, sino a un enfoque holístico
hacia la prevención primaria y la promoción de la salud (4).
Finalmente, como crítica a la subespecialización médica
y al desarrollo de la tecnología y los procedimientos se ha
llegado al peligro de olvidarse del paciente y centrarse en la
enfermedad; en el mismo sentido, cada vez más se enseñan
y recitan escalas “scores” enunciados en siglas confusas o
con epónimos, que algunas veces bloquean la oportunidad
de análisis, discusión para el desarrollo del juicio clínico
como resultado de aprender a razonar al pensar, analizar,
sintetizar, inferir y abducir para llegar a una presunción o
hipótesis diagnóstica acorde a la historia clínica de cada
paciente (37). Para comprender mejor lo anterior, Casas-
buenas (2013) dice que se forman técnicos de la medicina
dedicados a ver la enfermedad mas no piensan más allá
de esta, se olvidan de la persona enferma que la padece
(4); son “profesionales” deformados como consecuencia
de una formación fragmentada, reduccionista, deshuma-
nizada, individualista y, además, altamente competitiva
para aplastar o ganarle al otro. En general, se perdió parte
del arte de la medicina, la ética y estética del acto médico,
se está haciendo cada vez más un acto técnico, donde el
médico se dedica al computador, a lo que dice un aparato o
al resultado de un examen olvidando lo que quiere expresar
y lo que quiere un paciente.
A manera de conclusiones
Se han expuesto algunos aspectos de un modelo peda-
gógico renovado de formación de profesionales en ciencias
de la salud cuyo eje central es la humanización al servicio
y atención a cada paciente y su familia, con el horizonte de
buscar el mejoramiento de la calidad de vida relacionada
con la salud de este como persona inmersa en una familia
y una comunidad.
En resumen, un profesional de las ciencias de la salud
llega a tener competencias profesionales como una serie de
capacidades, que inicia a desarrollarlas en una Universidad
con autonomía, el apoyo de maestros/facilitadores en un
ambiente favorable ofertado por un currículo, en el marco
de un modelo pedagógico, fortalecido por un aprendizaje
signicativo, profundo y continuo y, luego, continúa avan-
zando, de forma dinámica, durante toda su vida profesional
ActA Med coloMb Vol. 43 Nº 2 ~ 2018 65
EDITORIAL Educación en ciencias de la salud y en educación médica
(24); asimismo, es claro que un profesional idóneo se adapta
a diversos contextos para su desempeño como: persona,
ciudadano, académico, profesional, cientíco; pero, siempre
en interacción social para resolver situaciones-problema
de diferente grado de complejidad; es evidente que este
profesional competente para cada situación-problema crea
soluciones inéditas, oportunas, particulares y pertinentes
(38) en red interdisciplinaria de profesionales centrados en
servir al paciente y su familia.
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Nacional de Colombia; 2015. p. 223-38.
... Los actuales modelos de educación superior integran procesos formativos relacionados no solo a la enseñanza, sino también a la investigación, innovación y creación de conocimiento (3,7). El avance en investigaciones ha determinado que las herramientas metódicas del enfoque constructivista poseen una gran eficacia en aquellos procesos, por cuanto busca, a través de la experiencia y la participación activa, que el conocimiento sea dominado y no solo transferido (8,9); es aquí donde aparece el estudio de casos, una de las herramientas educativas que ofrece el constructivismo. ...
... La técnica educativa estudiada engloba los resultados de instrumentos o técnicas de recolección de datos, tales como la observación y entrevista, en su mayoría realizadas a profundidad, además de registros médicos, extractos de escritos o diarios personales (14,9). El enfoque de esta técnica proporciona un marco privilegiado para el abordaje de múltiples y complejas realidades que componen la atención en salud (15,16). ...
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Introducción: Los actuales modelos de educación superior integran procesos formativos relacionados con: enseñanza, investigación, innovación y creación de conocimiento que determina herramientas metódicas del enfoque constructivista su eficacia, busca, en la experiencia y participación activa, que el conocimiento sea dominado y no solo transferido, siendo el estudio de casos, una ellas. Objetivo: Caracterizar las técnicas educativas empleadas en la carrera de Enfermería de la Universidad Técnica de Machala, destacando el rol que cumple el estudio de casos en el proceso formativo. Métodos: El enfoque cuantitativo de diseño no experimental, descriptivo-exploratorio, de corte transversal. Recolección de datos fue por un cuestionario ad-hoc con una entrevista grupal. La selección de la muestra se realizó por muestreo no probabilístico por conveniencia, de estudiantes de cuarto, quinto, sexto y séptimo semestre de enfermería; con 210 participantes. Los datos fueron analizados a través del proceso estadístico descriptivo. Resultados: El estudio de casos es la técnica educativa empleada por los docentes en el 20%, siendo conocida por el 99% de los educandos, el 46,2% señaló tener dificultades para dominarla. Autores contemporáneos reafirman la eficacia del estudio de casos en el desarrollo y formación profesional, pues, conlleva al aprendizaje significativo, aporta al desarrollo reflexivo, analítico y crítico; y fortalece las competencias y habilidades profesionales positivas. Conclusiones: Motivación del desarrollo de nuevas estrategias pedagógicas que permitan al educando dominar al estudio de casos, una técnica educativa fundamental en la formación profesional en enfermería. Palabras clave: investigación en educación de enfermería, estudio de casos, estudiantes de enfermería. ABSTRACT Background. The current models of higher education integrate formative processes related to: teaching, research, innovation and creation of knowledge that determine methodical tools of the constructivist approach its effectiveness, seeks, in the experience and active participation, that knowledge is mastered and not only transferred, being the case study, one of them. Objective. To characterize the educational techniques used in the Nursing career of the Technical University of Machala, highlighting the role of the case study in that formative process. Methods. The quantitative approach of non-experimental, descriptive-exploratory, cross-sectional design. Data collection was by an ad-hoc questionnaire with a group interview. The sample was selected by non-probabilistic convenience sampling of fourth, fifth, sixth and seventh semester nursing students; with 210 participants. The data were analyzed through the descriptive statistical process. Results. The case study is the educational technique used by teachers in 20%, being known by 99% of the students, 46.2% indicated having difficulties in mastering it. Contemporary authors reaffirm the effectiveness of the case study in professional development and training, since it leads to meaningful learning, contributes to reflective, analytical and critical development, and strengthens positive professional skills and abilities. Conclusions. Motivation for the development of new pedagogical strategies that allow the learner to master the case study, a fundamental educational technique in professional nursing education. Keywords: nursing education research, case reports, students, nursing.
... Es una labor ardua y a la vez compleja que requiere conocimientos de las realidades sociales, tanto en los aspectos políticos como administrativos y normativos de las instituciones y del país; además, ser conocedores de los modelos pedagógicos y los métodos de enseñanzaaprendizaje que están en evolución. 2,3 Algunas de las capacidades que deben desarrollar los docentes para lograr un buen proceso de formación en cualquier escenario, están relacionados con el uso de estrategias metodológicas que faciliten el aprendizaje, lo puedan monitorear, retroalimentar y adaptar a los ritmos y necesidades de los estudiantes. 4 Para esto es importante que tenga una formación en pedagogía 5 , lo cual facilita en los futuros profesionales el desarrollo de habilidades para el trabajo como la comunicación, colaboración, actuación en equipo y resolución de conflictos 6-8 , brindándoles oportunidades para desenvolverse en cualquier escenario. ...
... Es así como se propone deba funcionar la práctica docente en un HU; si el docente logra desarrollar todas las capacidades, se va a ver reflejado en la forma como sus estudiantes van a asumir su práctica profesional y sus acciones en la sociedad; además es necesario tener en cuenta que cada día con la globalización, las nuevas tecnologías y el acceso diario al nuevo conocimiento el mundo va a en una constante evolución en la cual el docente en todos sus ámbitos tiene un rol protagónico de irse adaptando y mejorando su práctica. 3,23,25 En conclusión para responder a la pregunta que motivó el desarrollo de este trabajo, la respuesta es que todos los profesionales pueden ser docentes en un HU, pero con condicionantes guiadas por el desarrollo de ciertas capacidades mediante la formación pedagógica. Debe guiarse por la pasión de querer ser docente, que no es tarea sencilla pero si gratificante. ...
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Introducción: los docentes de las ciencias de la salud deben desarrollar ciertas capacidades para formar a los profesionales del área en los entornos hospitalarios, para ello deben conocer las dinámicas y comportamientos de los relevos generacionales, así como los avances tecnológicos derivados de la globalización y la importancia de incluirlos como herramientas pedagógicas. Objetivo: responder la pregunta ¿Cómo se puede ser docente en un hospital universitario? Discusión y conclusiones: se construyeron unas propuestas sobre las capacidades que el docente debe desarrollar, como investigar, tener en cuenta un modelo pedagógico, un pensamiento crítico y la capacidad de innovar, para permitir su funcionalidad y poder cumplir su misión en la formación de los futuros profesionales de la salud. Palabras clave: desarrollo de capacidades, pensamiento crítico, educación superior, investigación, transdisciplinariedad.
... Desde esta postura, el estudio de las competencias de profesiones de la salud para la atención y comprensión de las adversidades en salud, a las cuales se enfrentan los colectivos humanos ha permitido distinguir que estas capacidades se desarrollan a lo largo de la formación académica en las universidades, al igual que en escenarios de prácticas (Pinilla, 2018). Por este motivo, en la región de las Américas se busca reorientar la formación de los profesionales de la salud a los requerimientos que las comunidades necesitan, así como lograr el perfeccionamiento de competencias para enfrentar con eficiencia los nuevos escenarios de atención a la salud de las diversas colectividades humanas (Artaza, et al., 2020). ...
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El capítulo da cuenta de los tipos de violencias estructurales que inciden en los juegos de un grupo de niñxs de la Ciudad de Mexico, identificando elementos discursivos/significativos primordiales, sesgos o sentidos de género y la incidencia de ello en sus formaciones subjetivas.
... Desde esta postura, el estudio de las competencias de profesiones de la salud para la atención y comprensión de las adversidades en salud, a las cuales se enfrentan los colectivos humanos ha permitido distinguir que estas capacidades se desarrollan a lo largo de la formación académica en las universidades, al igual que en escenarios de prácticas (Pinilla, 2018). Por este motivo, en la región de las Américas se busca reorientar la formación de los profesionales de la salud a los requerimientos que las comunidades necesitan, así como lograr el perfeccionamiento de competencias para enfrentar con eficiencia los nuevos escenarios de atención a la salud de las diversas colectividades humanas (Artaza, et al., 2020). ...
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El género como categoría de análisis, no sólo permitió nuevas formas de entender y de explicar al mundo de las relaciones humanas, sino que también ha tenido implicaciones teóricas y prácticas en varias esferas de la sociedad, una de ellas es la educación. El presente libro surge del registro escrito de una serie de propuestas y explicaciones con perspectiva de género así como algunas de sus implicaciones en el ámbito educativo. El libro aborda la resistencia a la perspectiva de género en el sistema educativo mexicano, destacando estereotipos y desigualdades de género en la elección de carrera y en la inserción laboral. Se enfoca en la necesidad de intervención en actos de violencia de género y hostigamiento sexual, proponiendo la implementación de protocolos y talleres de sensibilización. Además, sugiere una transformación de los espacios escolares hacia una postura inclusiva y diversa, atendiendo a la diversidad de identidades y expresiones de género. Por ello, dicha transformación implica, entre lo antes ya mencionado, una trabajo interdisciplinario de intervención, de agentes educativos y propuestas de atención a la diversidad sexogénerica, a la salud sexual y reproductiva. Por último, el espacio escolar también puede ser visto como un agente para generar nuevas masculinidades, no hegemónicas.
... Se visualizan cambios, al identificar rasgos que motivan la transformación de prácticas cuya obsolescencia marca un camino que se muestra decadente, si se compara con los resultados de las tendencias actuales de la educación, que expresa como principio rector la educación en el trabajo, donde la teoría y la práctica constituyen pares inseparables para la formación en competencias. En este sentido, Pinilla AE, desde el 2018, (14) postula un cambio de la educación en ciencias de la salud hacia un modelo socio-constructivista centrado no solo en problemas sino en el paciente y el estudiante; en sintonía con la propuesta de la Organización Mundial de la Salud (OMS) desde los años ochenta. Demanda un nuevo enfoque para la formación de profesionales de la salud centrada en el proceso de formación del estudiante con un aprendizaje profundo y significativo para trabajar en el proceso de aprendizaje sobre los problemas prioritarios para avanzar de los objetivos al desarrollo de competencias profesionales integradoras de conocimientos, habilidades y actitudes. ...
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Introducción: Las instituciones de Educación Superior, buscan el logro de la calidad institucional e influir en la satisfacción estudiantil. Este es un rasgo que merece un análisis que lo acerque a las particularidades de la formación de estudiantes de salud. Pues, aunque es un tema frecuente en discusión las exigencias universitarias aumentan.Objetivo: Analizar las concepciones teóricas actuales sobre la satisfacción estudiantil y calidad institucional en la Educación Superior en Salud.Método: Revisión integrativa para un análisis crítico y reflexivo de contenidos de documentos publicados entre el 2017-2023 con una metodología y referencial teórico. Se utilizaron palabras clave identificadas en DeCS y MeHS y operadores booleanos: “política de educación superior AND “educación en salud” AND “universidades” AND “educación médica” AND “estudiantes del área de la salud”, AND “acreditación”. La estrategia de búsqueda fue realizada en las bases de datos Índex, SciELO, Redalyc, Dialnet. Se utilizó el diagrama de flujo (PRISMA) para la formulación de la estrategia de búsqueda, se identificaron y revisaron 102 artículos, de los que fueron útiles 11 de la evolución de la categoría. Se consideraron como criterios de inclusión: estudios originales o de revisión, disponibles a texto completo, que declararan la metodología aplicada, publicado en los idiomas inglés y español. Conclusiones: Las concepciones sobre la satisfacción estudiantil y calidad institucional en la Educación Superior en Salud, revelan el punto de partida para investigaciones. Muestran la complejidad de las categorías, que impide profundizar en cada uno independiente, y relaciones proporcionales. Se ofrece definiciones operacionales que encierran las relaciones.
... Estos hallazgos se correlacionan con lo presentado por Pinilla (8) quien enfatiza el impacto positivo de la formación y el aprendizaje significativo en la práctica docente y la experiencia de aprendizaje de los estudiantes. Tanto los docentes participantes en programas de formación como los educadores que aplican métodos pedagógicos efectivos pueden propiciar cambios notables en sus roles académicos e investigativos (8). Además, estos programas también enfatizan la importancia de las emociones positivas en el aprendizaje significativo, promoviendo una experiencia educativa más efectiva (9). ...
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Este artículo aborda la relevancia del aprendizaje significativo en la educación, destacando la perspectiva teórica de Ausubel (1978) que surge en los años setenta. A pesar de no ser una corriente reciente, la implementación de este enfoque no es habitual, y los docentes universitarios continúan utilizando métodos mecánicos y repetitivos que relegan al estudiante a un papel pasivo. Todo ello a pesar de que en el ámbito de las ciencias de la salud se enfatiza la necesidad de cambiar paradigmas en la enseñanza y aprendizaje, y reconocer que los nuevos aprendizajes se generan en contextos significativos y se conectan con los saberes previos de los estudiantes. Motivados por esta premisa, el equipo de autores realizó una investigación para indagar sobre el concepto y la aplicabilidad que un grupo de estudiantes de máster en Educación Médica otorgan al aprendizaje significativo. La metodología empleada incluyó una encuesta con preguntas abiertas para comprender el alcance y la aplicabilidad de este concepto en la práctica clínica docente, mediante un enfoque de investigación cualitativa, utilizando una encuesta de preguntas abiertas sobre la escasa implementación del aprendizaje significativo, los antecedentes sobre la prevalencia de métodos transmisionistas así como la percepción y aplicación de este enfoque. Los resultados destacan la resistencia a la implementación del aprendizaje significativo, evidenciando la prevalencia de métodos tradicionales. Se presentan cifras cuantitativas que respaldan estas observaciones, subrayando la necesidad de un cambio en las prácticas docentes. Este estudio propone soluciones para fomentar el aprendizaje significativo en la educación médica y destaca las implicaciones y aplicaciones de los resultados en la práctica clínica docente.
... En el campo de la educación superior latinoamericana y colombiana, el área de la enseñanza en ciencias de la salud ha despertado un interés reciente por el profesor como profesional (Pinilla, 2015). Ahora se reconoce la importancia de investigar la identidad de los docentes para orientar y promover su formación y profesionalización (Pinilla, 2018;Jara & Mayor, 2019). ...
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El concepto de profesor universitario en el área de la salud constituye un campo de indagación poco explorado, lo que dificulta la orientación y formación docente.Esta investigación buscó identificar los factores generadores que construyen la identidad de 29 profesores en cuatro programas de una facultad del área de la salud.El estudio se desarrolló bajo una metodología cualitativa, con enfoque hermenéutico y análisis desde la teoría fundamentada. Se encontró que la identidad es construida desde la oportunidad de ser docentes, facilitando la experiencia, apoyando la vocación y la transformación del sujeto, quien configura como factor generador la motivación por dicho rol.
... Estas se reflejan, por ejemplo, en el individualismo competitivo y la desconexión entre colegas, entre otros aspectos, que tienen la posibilidad de limitar la creación de relaciones de confianza y hacen parte de dinámicas relacionales (aceptadas culturalmente), entre estudiantes, profesionales e instituciones. (8) Además, están incluidas en el currículo oculto de los programas de medicina, (5) que para Pinilla, (9) reflejan el modelo pedagógico tradicional y abre la necesidad de generar cambios de este hacia perspectivas como el socioconstructivismo, que incluyan no solo al paciente sino al estudiante y al docente en el proceso de formación. ...
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Introducción: La formación médica es un contexto con altos niveles de exigencia, que puede convertirse en fuente de estrés e influir en las relaciones interpersonales y el logro de metas. Objetivo: Comprender cómo se construyen en el diálogo dinámicas de afrontamiento ante las exigencias de un trabajo de investigación de estudiantes de medicina, que permitan desarrollar aprendizajes acerca del trabajo en equipo con eficiencia y productividad. Métodos: Estudio de caso con abordaje cualitativo. Resultados: Las dinámicas de relación se configuraron desde la imposibilidad para trabajar de manera colaborativa, y en relatos que explicaban la conducta de los otros como la causa de la falta de evolución y eficiencia del proyecto. Crear tramas conversacionales generativas que posibiliten emerger recursos, permite reconocer lo problemático como oportunidades para coevolucionar. Las subjetividades pueden ser reconocidas y reconfiguradas en el diálogo que crea nuevas opciones para el logro de metas comunes. Conclusiones: Las asesorías en grupos de estudiantes con desacuerdos que no posibilitan coevolucionar, pueden realizarse mediante diálogos generativos que permitan reflexiones y aprendizajes de posturas personales y dinámicas relacionales, para construir colaborativamente nuevas opciones, donde fortalezas, recursos internos y externos emerjan para el cumplimiento de metas.
... Casa-buenas (2013) dice que se forman técnicos de la medicina dedicados a ver la enfermedad mas no piensan más allá de esta, se olvidan de la persona enferma que la padece; son "profesionales" deformados como consecuencia de una formación fragmentada, reduccionista, deshumanizada, individualista y, además, altamente competitiva para aplastar o ganarle al otro. En general, se perdió parte del arte de la medicina, la ética y estética del acto médico, se está haciendo cada vez más un acto técnico, donde el médico se dedica al computador, a lo que dice un aparato o al resultado de un examen olvidando lo que quiere expresar y lo que quiere un paciente (Pinilla, 2018). ...
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La educación superior en el área de las ciencias de la salud constituye una serie de procesos dinámicos los cuales deben adaptarse a la realidad de los educandos y los requerimientos de la sociedad. La utilización de estrategias de enseñanza que busquen la reflexión y el análisis para la práctica clínica, las simulaciones y la conexión de la formación básica con la clínica dará un aprendizaje significativo. La metodología empleada es la de revisión y análisis sistemático de artículos científicos y aportes de experiencias propias del autor como alumno y docente, con el objetivo de brindar consideraciones para el quehacer educativo con vistas a la formación de profesionales con conocimientos, destrezas y actitudes que respondan a las necesidades de nuestro tiempo.
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Este libro explora la evolución de la fisioterapia en México, abordando su desarrollo histórico, marco legal y formación académica. Examina las competencias profesionales, los retos en la práctica clínica y las normativas que regulan la disciplina.
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Existen diversos sentidos del término competencia. Es natural en toda lengua reconocer la significación de los términos según el lugar que ocupan en los discursos. Sobre el término competencia es necesario inferir su sentido según sea el enfoque de quien lo propone. El lenguaje nunca es neutral, ni tampoco los términos tienen un único sentido. Es su uso lo que determina el sentido. En las dos últimas décadas el término competencia se ha convertido en una palabra-saco y, en consecuencia, se ha tenido la pretensión de acuñar un único sentido del término. Aquí se intenta exponer algunos de los sentidos que se desprenden del uso del término “competencia” invitando a considerar la diferencia entre competencias académicas y competencias profesionales cuando se trata de orientar los procesos de evaluación de la educación.
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The article reviews the importance of the concept of health-related quality of life (HRQL) as outcome in health evaluation. Traditional measures of morbidity, mortality and life expectancy are no longer sufficient to determine differences. The need of taking into consideration patients’ perceptions, preferences and motivations in decision-making and health evaluation is emphasized Conceptual issues on the HRQL construct are reviewed, its strengths and limitations. Historical development of the concept coming from three basic traditions: psychological ( study of happiness), sociological (social indicators) and medical sciences (health status profiles) is revised.
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Introducción: la formación de profesionales en salud tiene fundamento pedagógico y epistemológico para dar servicio al paciente y la comunidad. Objetivos: presentar un análisis de las relaciones entre las competencias profesionales por desarrollar y la formación de profesionales en el área de la salud. Exponer el concepto de modelos pedagógicos, los lineamientos de la formación profesional, particularmente en especialidades médicas, mediante la relación docencia-servicio y el aprendizaje basado en problemas. Métodos: investigación documental, búsqueda de literatura científica publicada en español e inglés, en las bases de datos como Medline, Redalyc, SciELO, Google, Universidad Nacional de Colombia, centros de referencia y libros mediante las palabras clave. Resultados: se conceptualiza la formación por competencias de profesionales en las ciencias de la salud, se detallan las competencias de profesionales genéricas o transversales y específicas; los alcances y las limitaciones actuales de la formación y se exponen cuatro experiencias de formación basada en competencias. Conclusiones: la formación de profesionales en ciencias de la salud debe conducir a la graduación de profesionales autónomos y críticos con profesionalismo que en su práctica demuestren competencias profesionales transversales y específicas; éstas se evalúan permanentemente en la relación con cada paciente; para alcanzar lo anterior es indispensable la formación pedagógica de docentes y la concienciación de directivos y entes gubernamentales. Los currículos tienen un componente nuclear y otro flexible que permiten el desarrollo de las potencialidades de cada estudiante por medio del método del aprendizaje basado en problemas con casos clínicos en la relación docencia-servicio y en equipo interdisciplinario
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Cardiovascular disease is the leading cause of death worldwide, with an especially devastating impact in low-to-medium income countries. Cardiovascular disease has been elevated to this position by a combination of factors that include urbanization and its attendant effects, such as obesity, a sedentary lifestyle, changes in dietary habits, and smoking. Given the enormous extent of the problem and the complexity of its causes, which include cultural, social, political, and health care factors, an equally sophisticated and comprehensive strategy is required to combat cardiovascular disease on a global scale. Because exposure to cardiovascular risk factors occurs from early ages, this strategy must be expanded and adjusted throughout the life of an individual. Thus, our efforts should be concentrated not only on cardiovascular disease treatment and prevention, but also on health promotion and primordial prevention. In this review, we present different strategies yielding encouraging results at the population level, from childhood until old age, that aim to protect against the challenges facing the scientific community when combating cardiovascular disease. Full English text available from: www.revespcardiol.org/en