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‘Puentes de praxis’ entre investigación, formación, extensión e incidencia en políticas: Estudio de caso de la Red de Tecnologías para la Inclusión Social Argentina (2011-2019)

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1
CITA SUGERIDA:
Juarez, P., Thomas, H., Becerra, L., Carenzo, S., Trentini, F., Bidinost, A.,
Diéguez, R., Davenport, O., Arrieta, P., Salazar, A. y Medina, N. (2019 - en
prensa): Puentes de praxis’ entre investigación, formación, extensión e
incidencia en políticas: Estudio de caso de la Red de Tecnologías para la
Inclusión Social Argentina (2011-2019), en Rodolfo Pastore (Org.) Programa
CREES-ICOTEA, Ed. Universidad Nacional de Quilmes, Bernal.
DOI: 10.13140
Puentes de praxis entre investigación,
formación, extensión e incidencia en políticas:
Estudio de caso de la Red de Tecnologías para
la Inclusión Social Argentina (2011-2019)
Paula Juarez
1
, Hernán Thomas
2
, Lucas Becerra, Sebastían Carenzo,
Florencia Trentini, Agustín Bidinost, Ricardo Diéguez, Oliver
Davenport, Pablo Arrieta, Adriana Salazar y Natalia Medina
Unidad de Gestión de la RedTISA - Investigadores y extensionistas del
Instituto de Estudios sobre la Ciencia y Tecnología de la Universidad
Nacional de Quilmes
1
Investigadora, docente y extensionista de la Universidad Nacional de Quilmes. Coordinadora
Ejecutiva de la RedTISA - Correo de contacto: pjuarez@redtisa.org / paula.juarez@unq.edu.ar
2
Director del Instituto de Estudios sobre la Ciencia y la Tecnología de la Universidad Nacional de
Quilmes. Coordinador Ejecutivo de la RedTISA. Docente Regular Titular UNQ. Investigador Principal
de CONICET. Coordinador Ejecutivo de la RedTISA.
2
INTRODUCCIÓN
En las últimas décadas en Argentina, distintas organizaciones públicas y
privadas han desarrollado teorías y prácticas abordando la relación
tecnología-desarrollo en términos de desafío tecno-cognitivo y de incidencia
en políticas públicas de inclusión social y sustentabilidad ambiental.
El concepto de Tecnologías para la Inclusión Social
3
(TIS) es el ‘paraguas
conceptual’ que permite aglutinar a diversas nociones teóricas y/o prácticas
para pensar estrategias de desarrollo socio-económico y democratización
política nacional y regional como un elemento clave (Juarez y Avellaneda,
2011).
Con el objetivo de potenciar la praxis de innovación y tecnologías orientadas
al desarrollo inclusivo sustentable, en el año 2011, fue creada la Red de
Tecnologías para la Inclusión Social Argentina (RedTISA). Esta red
colaborativa -desde sus inicios- es impulsada por el Área de Estudios
Sociales de la Tecnología y la Innovación del Instituto de Estudios sobre la
Ciencia y la Tecnología de la Universidad Nacional de Quilmes, el Programa
de Extensión CREES-ICOTEA, el Programa Consejo de la Demanda de
Actores Locales del Ministerio de Ciencia, Tecnología e Innovación
Productiva, la Fundación Plurales y un conjunto de redes de cooperativas de
trabajo, organizaciones sociales, cátedras universitarias e institutos de
CONICET. Su primer financiamiento fue otorgado por el Ministerio de
Ciencia, Tecnología e Innovación Productiva en el año 2011, y desde ese
año hasta la fecha, la RedTISA se integ como un proyecto de extensión
universitaria al interior del Programa de Extensión CREES-ICOTEA de la
Universidad Nacional de Quilmes.
Desde la creación de la RedTISA hasta la actualidad, se generaron
numerosos puentes que articulan y coordinan en la praxis -investigación,
intervención, formación e incidencia pública- en términos de desarrollo local
y regional. En algunos casos focalizando en temáticas clave como agua y
3
También denominadas como tecnologías para el desarrollo inclusivo sustentable (TEDIS).
3
saneamiento, reciclaje inclusivo, mejoramiento habitacional, educación rural,
entre otros temas. Esas experiencias fueron generadas para nutrir la praxis
del diseño, producción, implementación y evaluación de TIS en términos
sistémicos, sustentables, y plausibles de escalar y reaplicar en los territorios.
En este trabajo se describen y explican tanto la propuesta teórica como
política (de praxis) de la RedTISA. En el marco de este libro que busca
divulgar las experiencias de extensión universitaria generadas desde el
Programa CREES-ICOTEA (UNQ), este capítulo presenta algunos aspectos
centrales del escenario argentino sobre el campo de las TIS, elementos de la
trayectoria colaborativa de la Red de Tecnologías para la Inclusión Social
destacando el desarrollo teórico, las experiencias de intervención territorial y
la propuesta política que se ha desarrollado desde el año 2011 y a la
actualidad (2019).
Esta es una red transversal en su eje temático a otros colectivos y de praxis
(investigación, intervención, formación e incidencia en políticas públicas) con
orientación política hacia el desarrollo inclusivo sustentable y la
construcción de una nueva ciudadanía, una ciudadanía socio-técnica.
Finalmente, este capítulo busca aportar desde un proceso colaborativo e
interinstitucional -la RedTISA- nuevas preguntas y senderos futuros en el
campo de la relación Tecnología-Desarrollo.
1. Construcción teórico y político del campo de Tecnologías para la
Inclusión Social en Argentina
La innovación y el desarrollo tecnológico son clave a la hora de plantear
procesos de desarrollo inclusivo sustentable. A nivel mundial, diferentes
autores, instituciones y movimientos sociales han impulsado perspectivas
teóricas y prácticas para abordar el rol de las tecnologías en la resolución de
los problemas de exclusión social, desigualdad, contaminación ambiental y
otras cuestiones.
4
Desde el año 2008, el Área de Estudios Sociales sobre la Tecnología y la
Innovación del Instituto de Estudios sobre la Ciencia y la Tecnología
(Universidad Nacional de Quilmes) viene desarrollando un programa de
investigación denominado como Tecnología para el Desarrollo Inclusivo
Sustentable y Políticas Públicas en América latina”. Este programa se aboca a
generar nuevos aprendizajes e insumos de política sobre el “paraguas
conceptualde Tecnologías para la Inclusión Social” [TIS o Tecnologías para
el Desarrollo Inclusivo Sustentable], es decir:
formas de diseñar, desarrollar, implementar y/o evaluar
tecnologías (de productos, proceso u organización) orientadas a
generar dinámicas sociales y económicas de inclusión social y
desarrollo sustentable” (Thomas, 2008; 2012).
Esta noción amplia posibilitó analizar y aprender sobre diversas visiones
teóricas, estrategias, políticas, y experiencias territoriales que trabajan la
relación tecnología-pobreza o tecnología-desarrollo en Argentina y la región, y
al mismo tiempo, permitió comprender las diferencias existentes entre las
diversas estrategias y tácticas para afrontar dinámicas amplias de desarrollo
(Thomas et allí, 2015).
Bajo el paraguas de las TIS se podría decir -en términos analíticos- que se
extiende una larga tradición de pensamiento nacional (particularmente
denominado como ‘tecnologías apropiadas’), regional (con denominaciones
como ‘tecnologías sociales’) y global (con diversas acepciones como grassroot
innovation, base de la pirámide, innovación social, entre otras) sobre cómo
innovar y desarrollar tecnología para resolver problemas sociales y/o
ambientales. A pesar de la vasta cantidad de teorizaciones e iniciativas de
intervención, persisten los debates, las controversias y los problemas
estructurales de desarrollo tanto a nivel nacional como global. Algo estamos
haciendo mal.
En el siguiente apartado, a los fines de explicar los elementos históricos y
socio-políticos que permitieron la creación y el crecimiento de la Red de
5
Tecnologías para la Inclusión Social, señalaremos cómo se viene trabajando
sobre las TIS en Argentina.
a. A nivel de organismos públicos
En las décadas del ‘60 y ‘70, hubo una gran cantidad de debates sobre cómo
pensar el desarrollo tecnológico desde los países periféricos. En ese sentido,
autores del denominado Pensamiento Latinoamericano de Ciencia,
Tecnología y Sociedad [PLACTS] como Jorge Sábato, Oscar Varsasky y
Rolando García señalaron la necesidad de pensar la tecnología desde las
necesidades locales, entendiéndolas como ejes de la política pública para el
crecimiento socio-económico del país (Thomas, 1999).
El debate teórico de PLACTS introdujo nuevas visiones y prácticas como el
concepto de ‘tecnologías apropiadas’, esa fue la primera noción teórico-
práctica para abordar la relación tecnología y pobreza en Argentina y la
región. Entre sus precedentes prácticos estuvo el Núcleo de Tecnologías
Apropiadas en la década del 70 focalizado en los problemas del desarrollo
rural. La concepción de tecnologías apropiadas refería al desarrollo e
implementación de tecnologías simples, baratas y bajas en conocimiento.
Esa primera noción permeó las políticas públicas. En los años ‘80 y 90, de
la mano del Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA), a través
del Programa Minifundios y el Programa Nacional PROHUERTA, se acentúo
la necesidad de trabajar tecnologías ‘diferentes’ para grupos sociales
vulnerables en las zonas rurales. El INTA acuñó la tradicional concepción de
“tecnologías apropiadas” para generar soluciones tecnológicas fáciles de
producir por los usuarios (bajo en conocimiento científico y tecnológico),
baratas (para que sean fáciles de reponer y reparar) y de baja escala
(principalmente de escala familiar). Esas políticas no pusieron en debate qué
significaba brindar tecnologías con esas características (básicas, baratas y
puntuales) a grupos vulnerables como campesinos, comunidades originarias
y pequeños productores (Juarez y Serafím, 2010; Juarez, 2016).
6
En el mismo sentido, en los años 90, el Programa PROINDER del Ministerio
de Agricultura, Ganadería y Pesca de la Nación realizó un relevamiento de
las tecnologías apropiadas disponibles en el país para pequeños
productores y técnicos agrícolas. En general, se sistematizaron artefactos y
procesos con alguna función técnica singular (por ejemplo, bombas
manuales de agua, calefones solares, etc.).
La perspectiva de ‘tecnologías apropiadas’ fue extendiéndose a otras
instituciones y políticas siempre como estrategias marginales de I&D y
orientadas a grupos vulnerables o pobres.
Luego de la crisis del año 2001, diversas instituciones públicas de ciencia y
tecnología se focalizaron en el diseño de políticas públicas tecnológicas para
resolver problemas sociales y/o ambientales. Nuevamente aparecieron
nociones como tecnologías apropiadas” (INTA, creada en 2005), y otras
como “tecnologías de apropiación colectiva” (INTI, creada en 2007),
“tecnologías para la inclusión social” (PROCODAS-MINCYT, creada en 2011),
“tecnologías sustentables” (INTI, creada en 2015) e innovación social
(MINAGRI, creada en 2017). Y en este nuevo escenario, la relación tecnología-
pobreza o desarrollo, pasó a ser parte de las controversias y debates sobre
política pública, innovación, desarrollo y ciudadanía.
Los problemas de pobreza rural fueron un escenario problemático que
permitió replantear el concepto de ‘tecnologías apropiadas’. En este sentido,
desde el año 2005 a la actualidad (2018), se creó y desarrolló el caso más
emblemático de una política pública de tecnologías orientadas a generar
dinámicas de inclusión social y desarrollo sustentable que es el Centro de
Investigación y Desarrollo para la Pequeña Agricultura Familiar (CIPAF) del
INTA y sus institutos regionales (IPAF Pampeano, IPAF NEA, IPAF NOA, IPAF
Cuyo e IPAF Patagonia). Estos institutos tuvieron como objetivo diseñar y
producir tecnologías apropiadas’, investigar e implementar proyectos
tecnológicos en diferentes áreas temáticas: agroecología, acceso a agua,
energías renovables, educación rural, entre otros (INTA, 2005; Juarez et allí,
2014).
7
A trece años de la creación del CIPAF y los IPAF no se ha podido construir -
al menos de forma conceptual y práctica- un ‘sistema agropecuario inclusivo
sustentable’ para Argentina, aunque algunos grupos de investigadores y
técnicos han avanzado en delinear algunas ideas bajo una perspectiva
agroecológica. En otro nivel, han logrado ampliar la noción de tecnologías,
para no sólo referirse a aspectos artefactuales -aún predominantes entre sus
resultados-, sino también pensar las tecnologías como procesos,
organización política y normativa. Esto les ha permitido ampliar el tipo de
intervenciones y políticas propuestas (Juarez, 2018).
En paralelo, hubo otras iniciativas de divulgación, formación de técnicos, y
comercialización de TIS. Entre los años 2008 y 2015, surgieron algunas
experiencias de redes técnicas apoyadas desde el Programa PROINDER del
Ministerio de Agricultura como la Red de Tecnologías para la Agricultura
Familiar (RedTAF) que fue un instrumento de divulgación y comunicación
virtual entre técnicos agropecuarios orientados a la producción a pequeña
escala. Y del lado de la producción y comercialización de tecnologías para la
agricultura familiar se impulsó la Cámara de Fabricantes de Maquinaria
para la Agricultura Familiar (CAMAF). Estas iniciativas fueron
principalmente de socialización de diseños técnicos y artefactos tecnológicos
orientados a un sector específico como la Agricultura Familiar. Estos
colectivos podría afirmarse que no de-construyeron las nociones de
tecnología como ‘caja negra’, y las limitaciones teóricas - visión lineal y
determinista- operaron para que finalmente no lograran generar una visión
sistémica, por el contrario, terminaron por desaparecer porque los actores
no encontraron respuesta a sus problemas tecnológicos y de desarrollo local
(Juarez et allí, 2014).
Por otro lado, y en paralelo, en el año 2008, con la creación del Ministerio de
Ciencia, Tecnología e Innovación Productiva, se puso en marcha el Programa
Consejo de la Demanda de Actores Locales (PROCODAS) orientado a trabajar
sobre innovación, tecnologías y la resolución de cuestiones sociales y
ciudadanas. Este organismo público, a partir de su vinculación con el Área
de Estudios Sociales sobre la Tecnología y la Innovación (AESTI-UNQ),
8
adoptó el término ‘Tecnologías para la Inclusión Social’ para referirse al
objeto de sus iniciativas de ciencia y tecnología para el desarrollo inclusivo
sustentable.
Asimismo, el PROCODAS y AESTI-UNQ desarrollaron conjuntamente
diferentes eventos y espacios de debate entre organismos públicos y
organismos no gubernamentales para posición la temática de Tecnologías
para la Inclusión Social como política pública. Por ejemplo, las Jornadas
Internacionales de Estudios sobre Ciencia, Tecnología y Sociedad, la Feria de
Tecnologías Sostenibles, las charlas TEDIS en Tecnopolis, entre otros.
En el marco de construir y consolidar una política específica, el PROCODAS,
desde el año 2011, impulsa una Convocatoria de Proyectos Tecnologías para
la Inclusión Social orientada a resolver problemas sociales y/o ambientales,
coordinando capacidades y recursos de instituciones de I&D o universidades
con organizaciones de base y movimientos sociales. Proyectos tecnológicos
asociativos desde su concepción. Una de las primeras iniciativas financiadas
fue la creación y puesta en marcha de la RedTISA en 2011 y desde entonces
miembros de la red conforman los jurados de esta convocatoria (Thomas,
Becerra y Juarez, 2019). Asimismo, la Convocatoria ha ido cambiando con el
tiempo para mejorar la asistencia a los proyectos y asegurar el carácter
sistémico, asociativo e inclusivo sustentable.
A pesar de que el Ministerio de Ciencia, Tecnología e Innovación Productiva
de la Nación recientemente fue degradado a Secretaría (2018), el PROCODAS
ha consolidado su trabajo con la Convocatoria de Tecnologías para la
Inclusión Social en cuatro áreas prioritarias (economía social, hábitat,
agricultura familiar y discapacidad) y su presupuesto ha ido aumentado año
a año. Entre 2011 y 2018 se han financiado casi 300 iniciativas en todo el
país (PROCODAS, 2015; 2018). Actualmente, los proyectos disponen de
financiamientos entre los $350.000 y $500.000 pesos argentinos.
Imagen 1 - Convocatoria a Proyectos de Tecnologías para la Inclusión Social
9
Fuente: Portal web del Ministerio de Educación, Ciencia y Tecnología (consultado 2019).
Asimismo, en el año 2017, el Ministerio de la Producción de la Nación y la
Fundación INVAP, impulsaron la convocatoria de Emprende ConCiencia. En
este caso, miembros de la RedTISA participaron de las discusiones sobre el
diseño de esta convocatoria. Emprende ConCiencia está dirigida a la
formación de tecnólogos (o emprendedores tecnológicos) que ya disponen de
un prototipo y/o idea de desarrollo tecnológico orientada a la inclusión social
y/o la sustentabilidad ambiental, y que pueden tener potencial de
innovación (inclusión en el mercado). En este caso, la iniciativa está
orientada a generar empresas de triple impacto (valor económico; mirada
social e impacto ambiental).
Actualmente el término Tecnologías para la Inclusión Social (o tecnologías
sociales o tecnologías para el desarrollo u otros conceptos asociados) está
popularizado entre organismos públicos y existen políticas públicas que han
logrado estabilizarse en el tiempo, aunque las controversias y los debates
teóricos y prácticos aún se encuentran en debate, desarrollo y testeo.
b. A nivel de redes colaborativas, movimientos y organizaciones sociales
En los movimientos sociales, redes y organizaciones de base existen algunas
experiencias que se abocan a debatir y repensar el diseño, el desarrollo, la
10
producción y el escalamiento de tecnologías para el desarrollo inclusivo
sustentable en términos generales (sin eje en una temática), o bien, en
función de alguna temática (agroecología, agua y saneamiento, etc.). A
continuación destacaremos algunas de estas iniciativas.
Entre los años 2009 y 2015, el Movimiento Agua y Juventud -una red
nacional e internacional de organizaciones sociales orientadas a la
participación de los jóvenes en la agenda de acceso a agua segura- desarrolló
la Feria de Tecnologías Sostenibles (FETECSO). El objetivo principal fue
generar espacios de debate y socialización de experiencias de tecnologías
orientadas al desarrollo social y la protección ambiental. Esta feria se realizó
cada año en diferentes ciudades/provincias (Buenos Aires, Corrientes,
Córdoba, Entre Ríos, Ciudad de Buenos Aires, Buenos Aires). El evento
consistía en espacios de conferencias, paneles, espacios de talleres
audiovisuales y de arte orientados a debatir sobre las capacidades y la
producción tecnológica existente. Desde el año 2011, esta feria estuvo co-
organizadas por la Red de Tecnologías para Inclusión Social (Juarez, 2013).
Más de 120 stands y 40 expositores participaron de estos encuentros.
Imágenes N°1 - Feria de Tecnologías Sostenibles
11
Nota: FeTecSo 2013 realizada en el Museo de Ciencias Naturales en la Ciudad de Córdoba. Y
publicación de sistematización de la experiencia de la Feria de Tecnologías Sostenibles.
El Movimiento Campesino de Santiago del Estero (La Vía Campesina) viene
impulsando la Escuela Agroecológica y la Universidad Campesina- Sistemas
Rurales Indocampesinos (UNICAM-SURI) donde plantean debatir y
transformar el sistema agropecuario y agroalimentario argentino
concentrado y exportador, y contraponen nuevas prácticas y tecnologías
vinculadas la propuesta agroecológica. La ‘agroecología’ es vista por el
MOCASE-LVC como una estrategia sistémica socio-técnica para generar
inclusión campesina, soberanía alimentaria y sustentabilidad de los
territorios. El MOCASE es tal vez el único movimiento social en Argentina
que plantea transformar ‘el sistema social y tecnológico’ de producción y
comercialización de alimentos, integrando el derecho a la tierra y al agua de
sus habitantes. Sus aportes al campo de las TIS han sido analizados por el
equipo de investigación de AESTI-UNQ, se han realizado investigaciones
sobre la estrategia global del Movimiento de La Vía Campesina (y del
MOCASE en Argentina) en términos de innovación social transformadora y
sistémica asociada a la perspectiva agroecológica (véase Juarez et allí, 2018;
Juarez et allí, 2016).
Por otro lado, a partir del año 2015, vinculada a una moda internacional,
comenzaron a generarse otro tipo de espacio de co-diseño y co-creación de
tecnologías como los FabLab (laboratorios de fabricación digital),
12
makerspaces (laboratorios de impresión 3D u otros) y hackerspaces
(laboratorios de experimentación). Estos talleres o laboratorios de
comunidad abierta (generalmente de ingenieros o técnicos) están orientados
a la experimentación ingenieril de diseño y aprendizaje colectivo y
colaborativo. En general, proponen soluciones tecnológicas a problemas
sociales específicos no situados, por ejemplo, el desarrollo de Apps, o el
diseño de prótesis, u otros. Estas iniciativas fueron acotadas y concentradas
en las ciudades de Buenos Aires, La Plata, Córdoba y Mar del Plata. Y están
circunscriptas a ciertos nichos de tecnólogos y desarrolladores de software.
Por otro lado, la Plataforma de Innovación con Sentido de la Fundación
Avina, desde el año 2016, impulsa proyectos comunitarios que plantean
soluciones tecnológicas y sociales a los problemas de desarrollo local y
regional. El concepto de “innovación con sentido” es ambiguo y poco claro,
pero remite a cualquier experiencia que logra constituirse como un “éxito” en
términos sociales, comunicacionales y de escalabilidad. La Plataforma
funciona como un buscador y financiador de iniciativas ‘escalables’.
Actualmente, algunas organizaciones gremiales y sindicales también están
problematizando el rol de la innovación y el cambio tecnológico en los
espacios laborales. La Universidad Metropolitana por la Educación y el
Trabajo, a través del Centro CITRA, está buscando construir estos debates a
nivel local. A junio 2019, no es algo amplio y generalizado aún.
A parte de estos casos, el relevamiento realizado por el proyecto de
investigación “Tecnologías para el Desarrollo Inclusivo Sustentable y
Políticas Públicas en América latina” del AESTI-UNQ, es posible contar con
una base de más de 300 organizaciones que trabajan nociones diversas de
TIS y que están vinculadas a procesos de desarrollo local y regional.
c. A nivel de universidades e institutos de I&D
Particularmente, las universidades e institutos nacionales de ciencia y
tecnología como el INTA, INTI y CONICET poseen iniciativas orientadas a
resolver problemas sociales y/o ambientales -de alimentación, salud,
13
educación- y/o ambientales - energías renovables, gestión ambiental, etc.-.
Sin embargo, luego de la crisis del año 2001, comenzó a expresarse
explícitamente que buena parte de las capacidades de I+D disponibles
estaban (y continúan estando) orientadas hacia las empresas, y en menor
medida a brindar soluciones a los problemas de desarrollo local y nacional.
Así, en las últimas décadas hubo iniciativas de I&D -tecnologías conocimiento
intensivas- que se orientaron como política institucional a resolver
problemas socio-ambientales locales. Por ejemplo, el caso del proyecto
biotecnológico Super Sopa para comedores escolares impulsado por la
Universidad Nacional de Quilmes y municipios de provincia de Buenos Aires;
el proyecto del Probiótico Yogurito para comedores escolares en la provincia
de Tucumán impulsado por el Instituto CERELA-CONICET junto a
organismos públicos provinciales y naciones y a cooperativas lácteas locales
(Juarez y Montaña, 2011); el proyecto multiactoral de diseño y producción
de viviendas en Paranacito (Entre Ríos) impulsado por el Instituto CEVE-
CONICET junto a la municipalidad, la escuela técnica y actores locales
(Fenoglio et al, 2011); el Laboratorio de Tecnologías para la Inclusión Social
“Rie Pibito” de la Universidad Nacional de Rosario de análisis de calidad de
agua y de monitoreo de salud de Villa Banana, con entre tantas iniciativas.
Estas experiencias vinculan -en diferentes niveles y con distintas
estrategias- investigación, formación, intervención territorial e incidencia en
políticas públicas. La mayoría de ellas intentaron crecer en escala, pero
generalmente quedaron circunscriptas al ámbito local o la alianza particular
que construyeron localmente. Los aprendizajes y lecciones aprendizajes de
este tipo de iniciativas superan las usuales experiencias de soluciones
puntuales, y son plausibles de escalar y re-aplicar en un escenario de
coordinación y articulación interinstitucional más amplio.
Vale advertir que el enorme espectro de iniciativas universitarias
(principalmente de extensión y ‘transferencia tecnológica’) suelen buscar
resolver algún déficit o problema puntual de exclusión social. En general
responden a modelos de ‘buen cientista o tecnologo’ que poco tiene que ver
14
con trabajar efectivamente con las comunidades locales para lograr construir
respuestas estructurales. En este sentido, aún existen numerosos desafíos
tecno-cognitivos en el campo de las instituciones públicas de I+D para
movilizarse hacia la resolución sistémica de problemas de desarrollo.
En Argentina, en los tres niveles organizacionales - (a) organismos públicos,
(b) redes colaborativas, movimientos y organizaciones sociales, y (c)
universidades e instituciones de I+D- hubo aprendizajes, visiones y
estrategias tecnológicas y de innovación para el desarrollo inclusivo
sustentable. La Red de Tecnologías para la Inclusión Social nuclea en buena
medida a organizaciones de este amplio espectro como ‘socias’ tanto en
investigaciones, formación, intervenciones territoriales, como en el diseño y
(re) diseño de políticas públicas. En función de las diversas agendas políticas
y de I&D, la RedTISA se orientó a crear nuevos conceptos y prácticas para de
forma transversal y sistémica lograr dinámicas de desarrollo inclusivo y
sustentable.
A continuación, brevemente desarrollaremos la propuesta conceptual que
propende la Red de Tecnologías para la Inclusión Social, denominada como
<<Sistemas Tecnológicos Sociales>>, propuesta que surge de aprendizajes
locales y globales sobre TIS.
2. La propuesta teórica de la RedTISA: Sistemas Tecnológicos Sociales
En ese entramado de iniciativas públicas y privadas que se dieron en las
últimas dos décadas, desde el año 2008, el Instituto de Estudios sobre la
Ciencia y la Tecnología (IESCT-UNQ) viene impulsando un programa de
I+D+i que inicialmente se llamó “Tecnologías para la Inclusión Social y
15
Políticas Públicas en América latina”
4
financiado por IDRC primeramente, y
posteriormente se continuó trabajando la línea con numerosos proyectos de
investigación (PNUD, Pérez Guerrero, TRANSIT-UE), extensión universitaria
(UNQ y SPU-MINEdu) e intervención territorial e incidencia política
(PROCODAS y FONARSEC-MINCYT).
Desde el plano teórico, particularmente en Argentina, es posible diferenciar
concepciones, conocimientos y prácticas para referirse al diseño e
implementación de tecnologías orientadas al desarrollo inclusivo, tales como
“tecnologías apropiadas”, “tecnologías sustentables”, “social innovación”,
“Base de la pirámide”, “innovación inclusiva”, “innovación social
transformadora”, entre otras acepciones. Cada una de ellas presenta
diversos problemas cognitivos (determinismo, neutralidad valorativa, modelo
lineal de innovación) y grados de inclusión [participación] de los usuarios.
Una larga lista de fracasos y efectos no deseados muestran la necesidad de
reflexionar, repensar y aprender-haciendo para mejorar los abordajes y las
estrategias (veáse Thomas, Juarez y Picabea, 2015).
Cuadro N°1 - Tecnologías para la Inclusión Social: paraguas de
concepciones teóricas
Tecnologías para la Inclusión Social
Tecnologías
Intermedias
Social
Innovation
Base
Pirámide
Grassroot
innovation
Innovación
Inclusiva
Sistemas
Tecnológicos
Sociales
Presentan distintos problemas, grados y formas de paternalismo,
soluciones puntuales, determinismo tecnológico, ofertismo, voluntarismo,
no uso intensivo de conocimiento científico y tecnológico, no
aprovechamiento de economías de escala, ignorancia de relaciones de
mercado, uso intensivo de mano de obra, entre otras.
Soluciones
sistémicas, puente
entre saberes,
democratización de
la toma de
decisiones.
Menor inclusión social
Dinámicas
amplias de
desarrollo
inclusivo
4
Entre los años 2008 y 2012 este programa de investigación se desarrolló conjuntamente con la
Universidad Estadual de Campinas (Brasil) y otros centros de investigación de Ecuador, Uruguay,
Chile, México y Cuba.
16
sustentable
Fuente: A partir de Thomas, 2009; Juarez y Avellaneda, 2011.
De la perspectiva de ‘tecnologías apropiadas’ a los ‘Sistemas Tecnológicos
Sociales’ existen distintos grados y formas de generar procesos de inclusión
social (véase cuadro N°1 como síntesis). Sin profundizar sobre los problemas
cognitivos en las que incurren las diferentes acepciones teóricas ‘menos
inclusivas’, se señalan algunos de los más frecuentes.
Habitualmente, estas concepciones propugnan propuestas tecnológicas
exogeneradas de las comunidades o grupos de usuarios. ¿Qué significa esto?
Se consulta a la comunidad de alguna forma sobre sus problemas y las
soluciones posibles, pero suelen ser los expertos los que finalmente definen
el problema social o tecnológico, y la solución (generalmente) tecnológica. La
producción de prototipos, las pruebas de campo, la producción de la(s)
tecnología(s) y la <<transferencia tecnológica>> a las comunidades (si es que
llegan a esta instancia de aplicación en territorio) son procesos de toma de
decisiones ajenos a los ciudadanos. Las comunidades o los ciudadanos no
son parte realmente del diseño, implementación y evaluación de las
tecnologías e innovaciones para resolver sus problemas sociales y/o
ambientales. Y por lo tanto, muchas veces las iniciativas TIS fracasan o
generan exclusión por otros medios.
Por otro lado, el problema cognitivo del <<determinismo tecnológico>> hace
suponer que el desarrollo social será el resultado del círculo virtuoso de la
investigación (académica o tecnológica). Es decir, se sobrevaloran los
artefactos tecnológicos y conocimientos científicos por encima de los saberes
ancestrales y/o comunitarios, y sólo se tiene en cuenta el funcionamiento
técnico de los artefactos, pero no se profundiza sobre el funcionamiento
social, político, económico y cultural. Este problema cognitivo construye la
ficción de una realidad compartimentada, y por lo tanto, genera soluciones
que no son integrales y sistémicas.
17
Aquellas TIS ‘menos inclusivas’ impulsan modelos de oferta de tecnologías
(catálogos, parques temáticos, Apps, entre otros formatos). Es decir,
sostienen que existen tecnologías estandarizadas y universales para resolver
problemáticas -aparentemente- similares y que funcionan para cualquier
escenario. Sin embargo, las ofertas tecnológicas no responden a las
necesidades locales situadas, y raramente, generan inclusión social
pensando en estándares medios y altos de calidad de vida. Muchas veces,
solo mejoran las condiciones temporalmente y suelen ser soluciones
paliativas (Thomas, 2008; Juarez, 2010; Thomas et allí, 2015).
En este sentido, ¿cómo proponer otra forma superadora de pensar la
transformación socio-técnica para el desarrollo inclusivo sustentable? En
principio, aprendiendo de los procesos de innovación y cambio tecnológico
locales, y en segunda instancia, proponiendo un nuevo abordaje teórico que
guie las prácticas superando los usuales problemas cognitivos
(determinismos, neutralidad valorativa, visión transferencista) que presentan
muchas de las concepciones de Tecnologías para la Inclusión Social, para
ello se propone la concepción de Sistemas Tecnológicos Sociales (STS)
(Thomas, 2012, Thomas et allí, 2015).
Los STS son entendidas como formas de diseñar, producir, implementar y
evaluar tecnologías (artefactuales, de proceso y/u organizacionales)
orientadas a generar dinámicas sistémicas de desarrollo. ¿Qué desarrollo? El
objetivo normativo de los STS es el ‘desarrollo inclusivo sustentable’, un
concepto compuesto (Juarez et allí, 2018). Desde la perspectiva de Sistemas
Tecnológicos Sociales se define por desarrollo inclusivo a un proceso que
contempla seis elementos: 1) igualar derechos, 2) dignificar las condiciones
de existencia humana, 3) generar nuevos espacios de libertad y justicia, 4)
mejorar la calidad de vida, 5) distribuir equitativamente los beneficios, y 6)
desde una perspectiva relativista, responder a las necesidades y demandas
de los grupos participantes. Asimismo, a partir de la definición de Naciones
Unidas, se concibe la ‘sustentabilidad’, como la satisfacción de las
necesidades de la generación presente sin comprometer la capacidad de las
generaciones futuras para satisfacer sus propias necesidades (ONU, 1987).
18
Las políticas e iniciativas para el “desarrollo inclusivo sustentable” son tales
cuando se cumplen o se orientan a cumplir con todos los ítems de la
definición. De otra forma, no responde a la concepción de STS.
Para llevar a cabo este objetivo, se propuso apoyar y trabajar conjuntamente
con organismos gubernamentales, instituciones de I&D, universidades y
organizaciones no gubernamentales en procesos de praxis que integren
nuevos conocimientos, nuevas prácticas nuevas tecnologías, y nuevas
políticas para generar otra forma sistémica y estructural - de diseñar,
desarrollar, implementar y evaluar tecnología orientadas al Desarrollo
Inclusivo Sustentable.
3. La propuesta político-estratégica de la RedTISA
La conformación, el fortalecimiento y el crecimiento de la Red de Tecnologías
para la Inclusión Social Argentina constituyó un aspecto estratégico de la
condición de viabilidad de la articulación e intercambio entre instituciones y
experiencias para construir los “cómo” basados en la noción de Sistemas
Tecnológicos Sociales, a partir de (de)construir prácticas, analizar
experiencias (exitosas y fracasos), (re) diseñar tecnologías, aprender y
generar procesos de formación ciudadana, de tecnólogos y hacedores de
política. Hacer en ‘praxis’ representa articular investigación, formación,
intervención e incidencia en políticas públicas para construir nuevos
procesos de desarrollo (véase Gráfico 1).
19
Gráfico N°1 - Esquema de sinergias de praxis de la RedTISA
Fuente: Elaboración propia a partir de Thomas, 2012 y Juarez et allí, 2016.
En su estrategia organizacional, la RedTISA se orienta a producir sinergias
de aprendizajes, capacidades y recursos de forma transversal entre
colectivos e instituciones (públicos o privados) que participan de estrategias
de Sistemas Tecnológicos Sociales (véase gráfico 2). Para cada estrategia
STS, existen diferentes alianzas de actores, instituciones y comunidades que
interactúan con la coordinación de la RedTISA, y con alguno de sus
organismos - caso de la Usina y de la Incubadora ITEDIS-.
La Usina de I+D para la Inclusión Social es una metodología de grupo
de expertos y no-expertos formado ad-hoc por miembros de la red para
brindar asesoramiento a proyectos o iniciativas en curso sobre
problemas específicos que enfrenta la estrategia STS. Es una forma de
que actores externos al proceso puedan brindar otras opciones de
acción o tecnologías alternativas a las propuestas.
20
La Incubadora de Tecnologías para el Desarrollo Inclusivo Sustentable
es otra modalidad de la RedTISA que está orientada a escalar y
reaplicar iniciativas STS que han sido exitosas. En este caso, con
participación de las alianzas que desarrollaron las primeras
iniciativas, se propone trabajar con otros colectivos interesados, o
bien, se busca generar propuestas de política pública. La ITEDIS
funciona como unidad de formación y asistencia técnica basado en
aprendizajes previos de la red.
En el esquema RedTISA, la coordinación, sus unidades de gestión y su
Consejo Asesor (actualmente AESTI-UNQ, PROCODAS, Programa CREES-
ICOTEA, Fundación Plurales, Programa SEDCERO, INTA, PUIS, Cooperativa
Reciclando Sueños) son catalizadores de procesos socio-técnicos orientados
al desarrollo, y busca reforzar las trayectorias sobre la base de aprendizajes-
en-el-hacer (by doing) y por interacción (by interaction) con las comunidades.
La RedTISA visibiliza iniciativas TIS en curso y promueve el desarrollo de
nuevas tecnologías y nuevos grupos. Al mismo tiempo busca ampliar el
espacio político de las redes, movimientos y organizaciones sociales
vinculados a estas experiencias de diseño y gestión de tecnologías orientadas
al desarrollo inclusivo sustentable (Juarez y Avellaneda, 2011).
21
Gráfico 2 - Organización en redes colaborativas interconectadas
Fuente: Elaboración propia a partir de Juarez et al, 2011, Thomas et allí, 2018.
La transversalidad del rol de la tecnología en las dinámicas de desarrollo
requiere que la RedTISA busque articular con distintos tipos las redes y
organizaciones temáticas para plantear procesos de formación e incidencia
política con la noción de STS como horizonte político.
En términos de formación, la REDTISA generó cursos de extensión
universitaria temáticos (“Tecnologías para la Inclusión Social”; “Innovación y
Economía Circular”, “Agua para el Desarrollo”, entre otros), impulsa cursos
de grado y posgrado en diversas instituciones sobre TIS y dispone de un
diploma de posgrado sobre Diseño Estratégico de Tecnologías para el
Desarrollo Inclusivo Sustentable en la Universidad Nacional de Quilmes
desde el año 2016.
22
4. Algunas estrategias STS en curso o finalizadas (período 2011-2019)
Hasta el momento, la RedTISA priorizó coordinar acciones con aquellas redes
de la Economía Social y Solidaria como CREES-ICOTEA, RILESS, entre
otras- por su anclaje en los territorios y por compartir una génesis política
ligada al objetivo de generar “inclusión social” en sentido amplio. Los
emprendimientos sociales son los primeros en formar tecnólogos sociales
para pensar en las maneras de mejorar los procesos productivos y de
comercialización de productos y servicios.
Estos espacios ya están sumergidos en la práctica de trabajar aspectos
tecnológicos, pero generalmente lo hacen como una ‘caja negra’, por lo cual
la RedTISA propuso -desde una perspectiva socio-técnica- profundizar sobre
el rol de la tecnología (entendida como producto, proceso u organización) en
los procesos de co-diseño, producción y comercialización de productos de la
ESS a diversas escalas.
En este sentido, por ejemplo, la RedTISA ha desarrollado iniciativas de
Economía Social como los Centro de Acopio Comunitario en el conourbano
bonaerense, tendiente a la organización de los ciudadanos de barrios
populares para la compra colectiva y la distribución coordinada para bajar
los precios de los productos de consumo masivo frente a un escenario de
crisis económica (Arrieta et allí, 2018). Otro ejemplo es en formación para el
sector de la ESS, desde el IESCT-UNQ y la RedTISA se diseño y desarrolló
una materia de gestión socio-técnica para la Tecnicatura de Economía
Social de la Universidad Nacional de Quilmes.
A su vez, algunos docentes universitarios de Economía Social han realizado
el Diploma de Posgrado de Diseño Estratégico de Tecnologías para el
Desarrollo Inclusivo Sustentable. En diversas ocasiones, la RedTISA ha
brindado asesoramiento a sectores de la ESS para el diseño e
implementación de sus iniciativas (ejemplo, plataforma de comercialización
Chasqui, asistencia a cooperativas de azucareros de Tucumán, etc.).
23
En términos de intervención e incidencia en políticas públicas, la REDTISA
impulsa y apoya una serie de proyectos de STS en los territorios sobre
diferentes temas clave y transversales para el desarrollo del país y la región,
por ejemplo, sobre el acceso a servicios de agua y saneamiento; las
modalidades de co-manejo de bosques; la gestión de residuos, mejoramiento
habitacional, entre otras cuestiones.
Un ejemplo emblemático es el trabajo en agua y saneamiento. La RedTISA ha
participado -desde la firma del contrato en el año 2012- en el (re) diseño,
puesta en marcha e implementación del proyecto público Derecho de Acceso
a Bienes: Agua para el Desarrollo (DAPED), liderado por el consorcio INTA-
UNQ, con participación de municipios, asociaciones de productores, cuerpos
docentes, INTI, Ingenierías Sin Fronteras, Fundación ESSEN, entre otras.
Esta iniciativa fue solicitada y co-financiada por el Ministerio de Ciencia,
Tecnología e Innovación Productiva de la Nación. Este proyecto se orientó a
diseñar Sistemas Tecnológicos Sociales para el Desarrollo Rural Inclusivo en
zonas rurales aisladas y dispersas focalizando en el acceso a bienes y
servicios como agua y saneamiento. A nivel territorial, se desarrolló en
localizaciones de la provincia del Chaco. En este caso, desde la RedTISA, se
trabajó el co-diseño de nuevas tecnologías de agua y saneamiento. Y los co-
financió por medio de proyectos PRODOCAS, proyectos de SPU, ITEDIS-
PUIS, y extensión universitaria UNQ (Juarez et allí, 2016, Juarez, 2018).
24
Imagen N°2 - Iniciativa de Desarrollo Rural Inclusivo Sustentable -
Proyecto DAPED
Fuente: Fotos del Proyecto Derecho de Acceso a Bienes: Agua para el Desarrollo
(DAPED, 2014-2018).
Asimismo, los aprendizajes del DAPED son insumo para el Programa
SEDCERO (la RedTISA participa de su coordinación en Argentina), una
iniciativa colaborativa público-privada orientada a garantizar el derecho
humano al agua y saneamiento, así como la gestión hídrica y de bosques en
la región del Gran Chaco Americano -Argentina, Bolivia y Paraguay- (Juarez,
2018). Esta iniciativa inició en septiembre de 2013 y tanto RedTISA como
varios de sus miembros fueron impulsores. El Programa SEDCERO
25
propugna la generación de Sistemas Tecnológicos Sociales focalizados en
Agua y Saneamiento.
Actualmente la RedTISA colabora con SEDCERO en la investigación y
desarrollo de intervenciones sobre Agua y Economía Circular en zonas
periurbanas de Buenos Aires buscando articular la producción de nuevos
materiales de construcción generadas por cooperativas de recicladores con el
diseño e implementación de sistemas de agua y saneamiento en villas y
asentamientos.
Al mismo tiempo, también se ha diseñado un curso de formación de manera
colaborativa denominado Agua para el Desarrollo: Planificación, Tecnologías
y Adaptación al Cambio Climático entre la Universidad Nacional de Quilmes
y el Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria en el marco del Programa
SEDCERO para la formación de cuadros políticos en planificación
estratégica de Sistemas Tecnológicos Sociales focalizando en este tema. Los
socios del Programa SEDCERO deben enviar al menos a uno de sus
miembros a este ciclo de formación.
Por otro lado, desde SEDCERO, el IESCT-UNQ y la RedTISA participaron en
el proyecto de investigación Gestión del Conocimiento sobre Agua en
Argentina (GECOA), una iniciativa a nivel nacional con participación de
múltiples actores sociales y políticos del sector de agua y saneamiento. Sus
insumos cognitivos fueron disponibilizados en la Plataforma del Agua
5
, una
herramienta virtual de gestión del conocimiento sobre estas temáticas
(Juarez et allí, 2016). Esta plataforma se lanzó en Presidencia de la Nación
en abril 2018, negociando con sectores del gobierno nacional sobre la
necesidad de construir estadísticas sobre agua y saneamiento, priorizando
zonas rurales y provincias con problemas en el acceso a estos servicios.
A su vez, en paralelo, desde el Programa SEDCERO y miembros de RedTISA,
en junio 2019, se comenzó el proyecto EUROCLIMA+ “Gobernanza Ambiental
Participativa: integrando los retos del Cambio Climático en el Gran Chaco
5
Véase www.plataformadelagua.org.ar
26
Americano”, cuyo objetivo es -entre otros- articular la provisión de servicios
como agua y saneamiento con la gestión de recursos hídricos y de bosques.
En este caso, el proyecto se realizará en Argentina y Paraguay con nuevos
socios, los municipios cercanos a reservas forestales y parques nacionales.
Al mismo tiempo, en Argentina, la red con el Grupo Carrillo del Instituto
Patria, comenzó el co-diseño de un proyecto de ley para crear una Agencia
Nacional de Agua y Saneamiento Rural. Esta iniciativa implica priorizar
estos servicios esenciales en la agenda de política a nivel nacional, y al
mismo tiempo, representa la posibilidad de que los aprendizajes del proyecto
DAPED, la Plataforma del Agua y el Programa SEDCERO sean insumos de
una nueva política pública para más de 5 millones de personas (Grupo
Carrillo, 2019).
En estos casos se observa que las estrategias STS siempre buscan que:
1. La participación de organismos estatales, las comunidades locales y
organizaciones sociales o públicas vinculadas;
2. Las estrategias locales están vinculadas a otras estrategias meso y
macro;
3. La formación de los diferentes participantes en la perspectiva STS;
4. Los insumos de cada proceso socio-técnico sean utilizados en nuevas
estrategias;
5. Y se plantean ciclos largos de trabajo enlazando diferentes estrategias
e iniciativas.
Existen otros ejemplos en otros temas, como la asistencia técnica y
financiera a redes de emprendimientos y cooperativas de cartoneros y
recicladores urbanos. En este sentido, existen varias innovaciones
organizacionales y tecnológicas que han sido co-diseñadas por, con y para
este sector.
27
En este caso, la RedTISA busca romper con la visión de que la innovación
está radicada en ciertos “expertos” o tecnologospara poner en valor todos
los conocimientos, desarrollos tecnológicos y de servicios que se generan
desde el cooperativismo del reciclaje (Carenzo, 2016). Asimismo, se busca
contribuir con nuevos modelos organizacionales que permitan a los
cooperativistas escalar y reaplicar sus iniciativas, y particularmente, incidir
en las políticas de reciclaje con los recicladores como agentes clave.
Por otro lado, también se trabaja en investigación e incidencia en políticas
públicas sobre el manejo de parques nacionales con comunidades
originarias y autoridades (Trentini, 2016) y en Gobernanza Ambiental
Participativa para poner en valor los ecosistemas del país a partir del trabajo
con municipios y organizaciones locales (GAP Climático, 2019).
5. Investigación, desarrollo tecnológico y formación en redes
colaborativas
Otro target de la RedTISA han sido las redes públicas de producción de I&D
(universidades e instituciones de ciencia y tecnología) que requieren trabajar
fuertemente sobre el rol y la participación de la ciudadana en el diseño y
producción de conocimiento científico y tecnológico orientado a procesos de
desarrollo social y productivo. En este sentido, hubo una fuerte apuesta de
la red colaborativa a construir proyectos de formación STS, de investigación,
de investigación e intervención y de incidencia con el Instituto Nacional de
Tecnología Agropecuaria, el Instituto Nacional de Tecnología Industrial y con
diferentes institutos como el CEVE-CONICET, UNR, UNL y otros.
En el mismo sentido, se construyeron proyectos de investigación en red
para analizar procesos globales de innovación (TRANSIT Transformative
Social Innovation project), proyectos de investigación energías renovables
(Belmonte et al, 2018), proyectos sobre los servicios de agua y saneamiento
(Juarez et allí, 2016), proyectos de investigación sobre agroecología con
movimientos sociales (Batista, 2017), entre otros.
28
De estos procesos surgieron múltiples publicaciones, materiales didácticos,
folletos, cuadernillos, materiales audiovisuales, entre otros (imagen 3).
Imagen N°3 - Publicaciones sobre Tecnologías para el Desarrollo
Inclusivo Sustentable
Fuente: Elaboración propia.
Entre los resultados de investigaciones construidos para incidir en políticas
públicas, se destaca la iniciativa global del Manifesto for Transformative
Social Innovation (2017) (Disponible en: https://tsimanifesto.org/) y el
Nuevo Manifesto Sussex (2011).
En términos de formación, desde el IESCT-UNQ junto a la RedTISA, se
impulsa desde el año 2016, el Diploma de Posgrado en ‘Diseño Estratégico
de Tecnologías para el Desarrollo Inclusivo Sustentable’. Este espacio de
formación es tanto para hacedores de política estatal, como investigadores,
tecnólogos y ciudadanos interesados en la temática.
29
Imagen N°4 - Formación de cuadros de funcionarios y técnicos
Nota: Foto de estudiantes de la cohorte 2017 del Diploma de Posgrado Diseño Estratégico de
Tecnologías para el Desarrollo Inclusivo Sustentable.
Fuente: AESTI-UNQ, 2017
Desde la visión política de la RedTISA, todas las personas podemos y
debemos ser protagonistas de la transformación socio-técnica inclusiva
sustentable, por eso se han impulsado múltiples espacios de trabajo
colaborativo sobre TIS abiertos a la comunidad. Por ejemplo, las incubadoras
(la ITEDIS de co-diseño y reaplicación de STS, y la ITS de desarrollo de
software y apps), la Usina de I+D (orientada a mejorar procesos e
intervenciones), stands y charlas debate en TECNOPOLIS, las ferias de
Fetecso y de ESS, talleres de co-diseño (‘Desafíos de la Praxis’), etc.
Desde la red, la asociación y la activa participación de investigadores,
tecnólogos e implementadores de TIS (de instituciones de I+D, ONG,
Universidades, empresas, etc.), tanto en la investigación como en las
diferentes instancias de formación de recursos humanos, intervención e
incidencia en políticas públicas constituyen operaciones estratégicas para la
gestación de nuevas tecnologías adecuadas a la generación de dinámicas de
inclusión social (Thomas, 2009).
30
Consideraciones finales
En términos teóricos y político-estratégicos, la RedTISA ha ido construyendo,
generando y viabilizando en praxis [articulando investigación, intervención,
formación e incidencia política] tanto la apertura del proceso decisorio
tecnológico como nuevas formas de cooperación entre actores,
organizaciones y redes diversos, nuevas iniciativas de intervención e
incidencia en políticas públicas, y ha ido consolidando las estrategias
actualmente en curso.
En este camino siempre busca subrayar la necesidad de profundizar el
entendimiento sobre el papel de la innovación y la tecnología sobre las
dinámicas de inclusión/exclusión social...esencialmente para (re)pensar y
ampliar la participación en la elaboración de las políticas públicas de
Desarrollo a partir de la democratización de la formulación de la agenda
política y de una nueva relación entre Estado y Ciudadanía.
Esta red colaborativa y colectiva continuará trabajando sobre sus objetivos
principales:
la construcción teórica y metodológica en mejora continua de una nueva
perspectiva para planificar SISTEMAS TECNOLÓGICOS SOCIALES,
una noción superadora de las visiones disciplinares, puntuales y
acotadas sobre las relaciones problema-solución, y orientada a
construir sistemas amplios de elementos heterogéneos orientados al
desarrollo inclusivo y sustentable;
la generación de estrategias, instrumentos y mecanismos para co-
diseñar, producir, implementar y gestionar tecnologías para el
desarrollo inclusivo adecuadas localmente y con potencial de
escalamiento
6
; y
6
Por ejemplo, la Incubadora de Tecnologías para el Desarrollo Inclusivo Sustentable (ITEDIS), la
Usina de Investigación y Desarrollo para la Inclusión Social (UIDIS), los proyectos territoriales como
“Derecho de Acceso a Bienes: Agua para el Desarrollo”, el Programa SEDCERO, y otros.
31
replantear los roles del investigador, el docente y el extensionista en las
universidades y las instituciones públicas y privadas para abrirlas a la
praxis y la formación de sujetos híbridos. Sujetos con capacidad
crítica, de aprendizaje colaborativo y práctico. Un verdadero desafío
científico-tecnológico.
Hoy -¡por suerte!- existen cursos de formación y capacitación que abordan
el diseño y gestión de Sistemas Tecnológicos Sociales; hay estudios de caso y
múltiples publicaciones sobre el diseño, producción, implementación y
evaluación de TIS (en diferentes temáticas y territorios); se han generado
numerosos eventos y espacios de debate para abrir la ‘caja negra’ de las
tecnologías, y es posible encontrar políticas públicas y de organizaciones no
gubernamentales abocadas a esta temática con plena conciencia de lo que
significa. En estos sentidos, la RedTISA aporta su ‘granito de arena’ al
buscar instalar y ampliar los debates TIS, e insta a generar una nueva
concepción de ciudadanía, capaz de pensar e intervenir en las definiciones
de los problemas y las soluciones sociales y tecnológicas.
Estas nuevas nociones de tecnología (inclusiva y sustentable),
necesariamente requieren e implican otro sistema socio-económico y
político...es así que la RedTISA coordina, interactúa y trabaja con la noción y
los actores de la Economía Social y Solidaria, así como con otros actores
muy diferentes. Repensar la base material en todas sus formas productos,
procesos y organizacional- es vital para construir nuevos futuros posibles,
FUTURO DE DESARROLLO INCLUSIVOS SUSTENTABLES.
32
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co-manejo del Parque Nacional Nahuel Huapi. Revista de Estudios Sociales,
Enero.
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Chapter
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The main goal of this chapter is to present the lessons generated when us “researchers” (of the STS field) experienced the two-fold nature of concrete action, in which the research agenda is directed towards the policy agenda. Particularly, we want to stress how, in a co-construction dynamics, the problem agenda, knowledge generation, the researcher’s concerns and activities, and also the very notion of what a researcher is, changed. Using a reflexive methodology, we analyze three concurrent dynamics which were covered by the research team: 1) The modification of the research agenda; 2) the introduction of the capability of designing public policies; and 3) the broadening of the team’s capabilities as direct implementers of public policies. In this sense, the analysis focuses on the design and implementation of project “DAPED” (Right to Access to Goods: Water for Development). This project has two interrelated goals: i) to generate actual dynamics of local development in very poor rural regions of the Argentine north (starting with the generations of solutions for water access); and ii) to work as a “lab,” valuable for the design of new public policies and public instruments for the national ministries of science and technology and social development. In this case, researchers are directly responsible for executing the local development project, and also, the actual link between knowledge generated in the field, and the possibility of changing public policies. In some way, the STS researcher is now both a policy maker and a practitioner. The paper closes with a series of reflections on the generation of new conceptual developments, the processes of reflexivity and hybridization of researchers, the modification of research agendas, and the necessary expansion of networking.
Chapter
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En este capítulo se analizan, desde una perspectiva crítica, los problemas conceptuales y de política que se producen al trabajar la relación tecnología-pobreza o desarrollo de forma puntual y monocausal —usuales a la hora de proveer bienes y servicios públicos—, coartando las dinámicas de desarrollo. Ante esto, se contrapone un nuevo abordaje teórico en construcción —denominado Sistemas Tecnológicos Sociales (STS)— orientado a superar los problemas cognitivos y a propender el diseño y la implementación de tecnologías que apuntan a dinamizar procesos amplios de inclusión social y desarrollo sustentable (Thomas, 2008, 2012). Posteriormente, se analiza el proyecto público, colaborativo y colectivo denominado Derecho de Acceso a Bienes: Agua para el Desarrollo (DAPED). Este proyecto fue concebido con el objetivo de co-diseñar (de forma teórica y práctica) nuevas estrategias de innovación y desarrollo tecnológico basadas en la noción de Sistemas Tecnológicos Sociales para generar procesos de aprendizaje interinstitucionales y dinámicas de desarrollo local, e impulsar la formación de funcionarios y técnicos estatales como “agentes de desarrollo”. Finalmente, a partir del aporte teórico presentado y del estudio de caso, se plantean insumos y aprendizajes para continuar mejorando —desde la producción de conocimiento socialmente útil y orientado a la práctica— la praxis de los agentes públicos, las estrategias y las políticas públicas para el desarrollo inclusivo sustentable.
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En este trabajo nos proponemos analizar desde un punto de vista teórico y práctico una estrategia alternativa para el diseño de políticas de desarrollo territorial basada en la construcción de sistemas de intercambio inclusivos. Dos preguntas organizan el análisis: ¿Cómo se generan dinámicas de producción de excedentes en territorios cuya población tiene ingresos medios/medios bajos? y ¿Qué tipos de organizaciones y procesos (entendidos como sistemas tecnológicos) son necesarios para generar excedentes disponibles para el desarrollo y que esos excedentes sean de uso colectivo? Para atender estas preguntas, el documento comienza con una primera instancia que contiene una serie de categorías y conceptualizaciones que luego serán contrapuestas a una serie de resultados empíricos obtenidos de la implementación de un proyecto universitario de investigación-intervención orientado a la generación de sistemas de intercambio mercantiles monetarios para el desarrollo inclusivo de los territorios.
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[[Este trabajo fue presentado en las III Jornadas de Extensión Universitaria en el año 2014. Y fue publicado en 2018.]] En junio del año 2011 se constituyó la “Red de Tecnologías para la Inclusión Social” (REDTISA) como proyecto de extensión universitaria del Instituto de Estudios sobre la Ciencia y Tecnología (IESCT) de la Universidad Nacional de Quilmes. El objetivo de REDTISA desde su origen fue organizar, articular e integrar intervención, investigación, docencia y producción de insumos y recomendaciones de política pública para contribuir al desarrollo inclusivo y sustentable del país mediante el diseño e implementación de Tecnologías para la Inclusión Social (TIS). Este artículo describe la trayectoria y los aprendizajes que tuvieron el IESCT-UNQ y las organizaciones que integran la REDTISA para lograr constituirse como espacios de debate y reflexión para diversos actores sociales (organismos públicos, ONG, cooperativas, etc.), consolidar equipos de investigación y de acción, y poder intervenir en la producción de herramientas teórico-prácticas para la política y gestión de TIS.
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El libro pretende dar cuenta de la complejidad que atraviesan los procesos de energías renovables en el país, destacando la singularidad de cada experiencia y los múltiples conocimientos que aportan. El territorio se manifiesta como el escenario donde ocurren los procesos, es una intrínseca interrelación entre la naturaleza, la tecnología y la sociedad. Los proyectos de energías renovables se insertan en esta realidad diversa y aportan a la construcción de un hábitat más sustentable social y ambientalmente. Las percepciones de los actores sociales contribuyen a esta mirada anclada territorialmente y se traducen en propuestas, políticas y acciones para mejorar las intervenciones.
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Este capítulo aborda algunos nudos críticos de las políticas públicas para la soberanía alimentaria vinculadas a la producción y utilización de conocimiento científico y tecnológico en la Argentina. El trabajo se desarrolla en dos niveles de análisis complementarios. En el primer nivel, se relevó, mapeo y analizó el conjunto de políticas públicas que presentaron interacción con el sector científico y tecnológico o bien, utilización y aplicación de “tecnologías apropiadas”, “tecnologías de apropiación colectiva” u otras concepciones orientadas a mejorar los procesos productivos y la alimentación de grupos sociales vulnerables (empresas recuperadas, cooperativas, agricultores familiares, huerteros, etc.). El análisis se concentra en tres cuestiones: a) cómo los organismos públicos generan soluciones tecnológicas; b) cómo construyen capacidades institucionales (problemas y ventajas); y c) cómo viabilizan la sustentabilidad de estas alternativas. El resultado de este análisis es un mapa de políticas y organismos públicos que permite visualizar las capacidades cognitivas y las estrategias de intervención estatales, así como también sus problemas y limitaciones. En el segundo nivel, se realiza el análisis socio-técnico de un caso, el Programa Nacional PROHUERTA. Este programa es la principal política alimentaria basada en el uso de tecnologías “apropiadas” que ha tenido el Estado argentino en los últimos veinte años y es considerado un “éxito” por las diferentes gestiones gubernamentales, e inclusive a nivel internacional. El estudio de sus instrumentos de gestión permite observar cómo opera en la política la relación tecnología-inclusión social (formas de concebir la tecnología, la toma de decisiones, el rol asignado a los usuarios, etc.) y sus implicancias en las dinámicas socio-económicas de desarrollo local. Finalmente, el capítulo concluye con reflexiones y recomendaciones de política pública para los tomadores de decisión y policy makers. Estas recomendaciones tienen el objetivo de aportar elementos para la mejora del diseño de estrategias de resolución de problemáticas alimentarias con base en Tecnologías para la Inclusión Social.
Article
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This article has sought to present an ethnographic analysis of the processes of constructing cultural difference in the co-management of Nahuel Huapi National Park (Patagonia, Argentina). It focuses on the articulation of identity, culture and territory, understanding co-management to be a global-local conservationist arena in which multiple interests that reshape identities and environmental policies come into dispute. The study concludes that communities are not approached as historical products in this process, but rather as totalizing and homogeneous entities that must comply with predetermined attributes in order to be legitimized and incorporated into the co-management process. In contrast to this tendency, it shows how different “ways of being a community” require a degree of institutional plasticity that cannot be guaranteed with such rigid models of co-management.
Resumen En este trabajo presentamos resultados de un análisis etnográfico realizado con habitantes del mayor relleno sanitario actualmente activo en el Gran Buenos Aires. Estas personas que se abastecían ingresando al basural, son quienes actualmente gestionan una de las “plantas de clasificación y separación” habilitadas dentro del relleno. El análisis sostiene la necesidad de recuperar los sentidos que estas personas conjugan para definir sus prácticas laborales, suspendiendo nociones preconstruídas como trabajo “informal” o “precario”. En particular destaca un sentido emergente por el cual estas labores de recuperación y clasificación de residuos adquieren la forma de un nuevo “oficio”. Nuestros datos señalan la necesidad de repensar en las etiquetas que circulan en el mundo del trabajo y que inciden en la configuración de políticas y programas. [Argentina, conflicto, política, trabajo]