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Ataques del ciempiés gigante Scolopendra sumichrasti Saussure, 1860 (Scolopendromorpha: Scolopendridae) sobre el murciélago Natalus mexicanus Miller, 1902 (Chiroptera: Natalidae) en Chiapas, México

Authors:

Abstract

Se reporta el ataque en varias ocasiones de un ciempiés gigante (Scolopendra sumichrasti) sobre un murciélago (Natalus mexicanus) en la cueva de “Los Laguitos”, Chiapas, México. Este hallazgo representa a la cuarta especie de ciempiés gigante que ataca murciélagos. En Chiapas, los ataques del ciempiés ocurrieron cerca de la entrada de la cueva, durante la salida nocturna de los murciélagos, mientras que en los reportes anteriores se menciona que los ataques fueron en sus sitios de percha.
e ISSN 2448-8445
(2019) Volumen 35, 15
elocation-id: e3502069
https://doi.org/10.21829/azm.2019.3502069
CC-BY-NC-SA
Reconocimiento noComercial-Compartirigual
1
Nota científica
(Short communication)
ATAQUES DEL CIEMPIÉS GIGANTE SCOLOPENDRA SUMICHRASTI SAUSSURE, 1860
(SCOLOPENDROMORPHA: SCOLOPENDRIDAE) SOBRE EL MURCIÉLAGO NATALUS
MEXICANUS MILLER, 1902 (CHIROPTERA: NATALIDAE) EN CHIAPAS, MÉXICO
ATTACKS OF GIANT CENTIPED SCOLOPENDRA SUMICHRASTI SAUSSURE, 1860
(SCOLOPENDROMORPHA: SCOLOPENDRIDAE) OVER BAT NATALUS MEXICANUS
MILLER, 1902 (CHIROPTERA: NATALIDAE) IN CHIAPAS, MEXICO
MATÍAS MARTÍNEZ CORONEL*1, FABIO GERMÁN CUPUL MAGAÑA2, LUIS FRANCISCO NIETO
TOSCANO1
1Departamento de Biología, UAM-Iztapalapa. Av. San Rafael Atlixco 186, Col. Vicentina. Iztapalapa. Ciudad de México. CP
09340. <marti17@hotmail.com>; <luisnietotoscano913@gmail.com>
2Centro Universitario de la Costa, Universidad de Guadalajara, Av. Universidad 203, Delegación Ixtapa, C.P. 48280, Puerto
Vallarta, Jalisco, México. <fabiocupul@gmail.com>
*Autor de correspondencia: <marti17@hotmail.com>
Recibido: 28/08/2018; aceptado: 15/01/2019; publicado en línea: 10/07/2019
Editor responsable: Carlos Fragoso
Martínez-Coronel, M., Cupul-Magaña, F. G., Nieto-Toscano, L. F. (2019) Ataques del ciempiés gigante
Scolopendra sumichrasti Saussure, 1860 (Scolopendromorpha: Scolopendridae) sobre el
murciélago Natalus mexicanus Miller, 1902 (Chiroptera: Natalidae) en Chiapas, México. Acta
Zoológica Mexicana (nueva serie), 35, 15. https://doi.org/10.21829/azm.2019.3502069
RESUMEN. Se reporta el ataque en varias ocasiones de un ciempiés gigante (Scolopendra sumichrasti)
sobre un murciélago (Natalus mexicanus) en la cueva de “Los Laguitos”, Chiapas, México. Este hallazgo
representa a la cuarta especie de ciempiés gigante que ataca murciélagos. En Chiapas, los ataques del
ciempiés ocurrieron cerca de la entrada de la cueva, durante la salida nocturna de los murciélagos, mientras
que en los reportes anteriores se menciona que los ataques fueron en sus sitios de percha.
Martínez-Coronel, M., Cupul-Magaña, F. G. y Nieto-Toscano, L. F. (2019) Attacks of giant centiped
Scolopendra sumichrasti Saussure, 1860 (Scolopendromorpha: Scolopendridae) over bat Natalus
mexicanus Miller, 1902 (Chiroptera: Natalidae) in Chiapas, Mexico. Acta Zoológica Mexicana
(nueva serie), 35, 15. https://doi.org/10.21829/azm.2019.3502069
ABSTRACT. We report a several cases of bat attack (Natalus mexicanus) by a giant centipede
(Scolopendra sumichrasti). The event took place in the cave of "Los Laguitos", Chiapas State, Mexico. This
finding represents the fourth giant centipede species know to attack on bats. In Chiapas, centipede attacks
on bats occurred at dusk close the exit of cave, during the emergence flight from diurnal roosts, while in
previous records it is reported that the attacks were at the perch sites.
Los ciempiés (Clase Chilopoda) pertenecen a un grupo de depredadores terrestres voraces y oportunistas,
con un aparato diseñado para inyectar veneno a sus presas, principalmente otros artrópodos, aunque también
Martínez-Coronel et al.: Ataques de Scolopendra sumichrasti sobre Natalus
mexicanus en Chiapas
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incluyen anfibios, reptiles y mamíferos (Lewis, 1981). Entre los representantes del orden
Scolopendromorpha se incluye a los ciempiés que alcanzan las mayores tallas y quienes tienen la capacidad
de matar a pequeños mamíferos de 45 gramos en tan solo 30 segundos (Undheim & King, 2011; Luo et al.,
2018). Dentro del género Scolopendra se encuentran los representantes de mayor talla de ciempiés,
especialmente en los trópicos, de los cuales en México se han registrado tres especies: Scolopendra heros
Girard, 1853, Scolopendra robusta Kraepelin, 1903 y Scolopendra sumichrasti Saussure, 1860 (Attems,
1930; Guizze et al., 2016; Cupul-Magaña et al., 2018). En los últimos años se han reportado cuatro ataques
de ciempiés gigantes a murciélagos en Venezuela (Molinari et al., 2005), Brasil (Srbek-Araujo et al., 2012)
y Estados Unidos de América (Lindley et al., 2017). Para México, en donde también habitan ciempiés
gigantes, no se tenía ningún reporte de depredación de murciélagos hasta el momento. Así, el objetivo de
este trabajo es documentar las tres primeras observaciones para el país del ataque de ciempiés gigantes a
murciélagos en una cueva del estado de Chiapas.
Las tres observaciones fueron eventos fortuitos y ocurrieron en la cueva de “Los Laguitos”, que se
localiza al noroeste de Tuxtla Gutiérrez, Chiapas. La cueva es una formación horizontal con una sola entrada
que se abre sobre la ladera este de la loma el “Tarai”. En los primeros 18 metros existe una antesala con
paredes ligeramente inclinadas, con altura promedio de 6 metros y anchura de 3 metros (Martínez-Coronel
et al., 2010). En la cueva habitan nueve especies de murciélagos y se ha documentado que son depredados
por una gran variedad de vertebrados (Martínez-Coronel et al., 2009), pero se desconocía de la presencia de
los ciempiés gigantes y su depredación sobre los murciélagos.
El primer evento se registró el 22 de junio de 2012 a las 19:45 horas. En una pared de la cueva, a 2
metros de la entrada y a 4 metros de altura, se observó a un ciempiés gigante envolviendo a un murciélago
Natalus mexicanus Miller, 1902. Tan pronto fueron descubiertos e iluminados, el ciempiés liberó al
murciélago y buscó refugio entre las grietas de la pared, de donde no se volvió a observar esa noche ni en
las dos noches sucesivas. El murciélago liberado permaneció unos segundos colgado del techo de la cueva
y luego emprendió el vuelo.
El segundo evento ocurrió el 30 de agosto de 2014 a las 20:14 horas. Nuevamente se observó un
ciempiés gigante con un murciélago de la misma especie, ambos estaban en posición similar al de la primera
observación, solo que esta vez colgaban del techo de la cueva, a 8 metros del piso y a 10 metros de la
entrada. Al igual que en el caso anterior, tan pronto fueron alumbrados el ciempiés liberó al murciélago y
se retrajo entre las grietas del techo y no se volvió a observar. El murciélago permaneció colgado y después
de aproximadamente 3 minutos se alejó volando.
El tercer evento se registró el 21 de noviembre de 2017 a las 19:20 horas. Sobre la pared de la cueva
a 4 metros de altura y a 5 metros de la entrada, se observó un ciempiés gigante arrollado sobre la misma
especie de murciélago documentada en los otros dos casos. Al iluminarlos, el ciempiés liberó al murciélago,
pero en esta ocasión el artrópodo fue recolectado manualmente con ayuda de un guante de carnaza. El
murciélago se encontraba muerto, pero no se tomaron registros morfológicos ni se revisó para observar
marcas de depredación.
En los dos primeros eventos el murciélago se alejó volando momentos después de ser liberado por
el ciempiés; por lo que se supone que el ataque apenas había iniciado sin ocurrir la mordedura e inoculación
del veneno, ya que su efecto sobre la presa es muy rápido (Luo et al., 2018).
El ciempiés recolectado corresponde a la especie S. sumichrasti, registrada previamente para el
estado de Chiapas (Cupul-Magaña et al., 2018) y se depositó en la Colección Entomológica del Centro de
Estudios en Zoología (CZUG) del Centro Universitario de Ciencias Biológicas y Agropecuarias de la
Universidad de Guadalajara en Zapopan, Jalisco, con el número de catálogo CHI-CZUG00031. La longitud
del ejemplar fue de 189.25 mm y 16.86 mm de ancho en el décimo terguito. Entre las características
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diagnósticas para su identificación, se observaron un par de suturas paramedianas longitudinales divergentes
en la placa cefálica, sin proceso triangular en el segundo artejo de la segunda maxila de los pedipalpos y
entre 23 a 26 segmentos en las antenas (Fig. 1) (Kraepelin, 1903; Attems, 1930; Cupul-Magaña et al., 2018).
Por otra parte, es posible que esta especie de ciempiés, por sus dimensiones y comportamiento al ser
iluminada, sea la misma que no se logró identificar en los primeros dos eventos de depredación.
Figura 1. Scolopendra sumichrasti. A) Vista dorsal de la placa cefálica con suturas paramedianas longitudinales
divergentes señaladas por flecha. B) Vista ventral de la cabeza con detalle del segundo artejo de la segunda maxila
de los pedipalpos donde el proceso triangular está ausente. C) Vista dorsal del ejemplar completo.
Los ataques de S. sumichrasti sobre N. mexicanus ocurrieron al anochecer, cuando los murciélagos
estaban activos y salían de la cueva. No fueron sorprendidos en su refugio diurno como se ha registrado en
la mayoría de los reportes previos (Molinari et al., 2005; Srbek-Araujo et al., 2012; Noronha et al., 2015;
Lindley et al., 2017).
Los ataques exclusivos de S. sumichrasti sobre N. mexicanus, posiblemente responda a los hábitos
del murciélago de realizar los recorridos de vuelo de emergencia próximo a las paredes altas y techo de la
cueva. Hemos observado que, durante el trayecto del sitio de refugio diurno a la salida de la cueva, algunos
ejemplares llegan a perchar momentáneamente (Fig. 2). Así, es posible que, durante esta parada, los
murciélagos pueden ser atacados por un ciempiés gigante. También es probable que el murciélago, al volar
a escasa distancia de las paredes y por considerarse como una especie de vuelo lento (Akins et al., 2007),
sea atrapado durante el vuelo. Por el contrario, las otras especies de murciélagos que viven en “Los
Laguitos”, usan el espacio medio del túnel de la cueva durante su vuelo de emergencia, ya que son animales
de vuelo más rápido (Morrison, 1980; Horner et al., 1998; Hopkins et al., 2003).
Martínez-Coronel et al.: Ataques de Scolopendra sumichrasti sobre Natalus
mexicanus en Chiapas
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Algunos de los registros previos publicados de depredación de ciempiés gigantes sobre murciélagos,
se documentaron con fotografías y notas de observación a poca distancia y, en algunos casos, por lapsos de
hasta 30 minutos (Molinari et al., 2005). Sin embargo, los ciempiés de la cueva de “Los Laguitos” siempre
huyeron cuando fueron descubiertos e iluminados. En Texas, Lindley et al. (2017) reportaron que S. heros
liberó a su presa, Eptesicus fuscus (Palisot de Beauvois, 1796), ante la presencia humana y, aunque el
murciélago fue mordido en el cuello, se observó arrastrarse media hora después del ataque. Finalmente, las
observaciones realizadas en este trabajo, evidencian que S. sumichrasti es la cuarta especie de ciempiés del
género Scolopendra que ataca murciélagos (Lindley et al., 2017).
Figura 2. Flujo de salida de los murciélagos Natalus mexicanus en el techo de la cueva de “Los Laguitos”, Chiapas.
Los números indican los sitios de observación de los ataques primero (1) y tercero (3) del ciempiés gigante
(Scolopendra sumichrasti) sobre el murciélago.
AGRADECIMIENTOS. A Marta I. Verona Trejo por su apoyo en el trabajo de campo en Chiapas durante los
años 2012-2015.
LITERATURA CITADA
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Acta Zoológica Mexicana (nueva serie)
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https://digitalcommons.unl.edu/cgi/viewcontent.cgi?article=2076&context=insectamundi
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https://doi.org/10.1016/j.toxicon.2011.01.004
... Todos son estrictamente depredadores, cazando y alimentándose de otros artrópodos y de otros invertebrados como anélidos oligoquetos. Los grandes escolopendromorfos tropicales pueden llegar a atacar y alimentarse de pequeños reptiles, anfibios y hasta de murciélagos (Molinary et al., 2005;Martínez-Coronel et al., 2009, 2019Srbek-Araujo et al., 2012;Noronha et al., 2015;Guizze et al., 2016;Lindley et al., 2017). Es notable la capacidad de los escutigeromorfos para cazar moscas, gracias a la gran rapidez de sus movimientos. ...
Chapter
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Los quilópodos son miriápodos de 4-300 mm de longitud, caracterizados por tener los apéndices del primer segmento corporal transformados en órganos prehensoriales (forcípu-las) con glándulas venenosas. Los ciempiés son artrópodos carnívoros criptozoicos que juegan un papel importante como depredadores en el suelo. Los escolopendromorfos más grandes son de importancia médica porque su morde-dura venenosa puede causar daños a la salud humana. Solo se han reportado 69 taxones (de nivel específico y subespe-cífico) de Argentina, de los cuales 62 son indígenas y siete son exóticos, pertenecientes a los órdenes Geophilomorpha (32), Lithobiomorpha (12), Scolopendromorpha (21) y Scu-tigeromorpha (4). Los escolopendromorfos, seguidos de los geofilomorfos, son los quilópodos argentinos más conocidos en términos de componentes y distribución geográfica. Los litobiomorfos y escutigeromorfos están poco estudiados, como ocurre en otras áreas de la región Neotropical. El nú-mero real de taxones vivos en Argentina podría ser mayor del que se conoce actualmente. Abstract Chilopoda are 4-300 mm length myriapods, characterized by having the appendages of the first body segment transformed in prehensorial organs (forcipulae) with poison glands. Centipedes are cryptozoic, carnivorous arthropods that play an important role as predators in the soil. The larger scolopendromorphs are of medical importance because their poisonous bite can cause injuries to human health. Only 69 taxa (of specific and subspecific level) have been reported from Argentina, of which 62 are indigenous and seven are exotic, belonging to the orders Geophilo-morpha (32), Lithobiomorpha (12), Scolopendromorpha (21) and Scutigeromorpha (4). Scolopendromorphs, followed by geophilomorphs, are the best known Argentine chilopods in terms of components and their geographic distribution. Lithobiomorphs and scutigeromorphs are poorly studied, as occurs in other areas of the Neotropi-cal region. The actual number of living taxa in Argentina could be higher than what is currently known.
... Todos son estrictamente depredadores, cazando y alimentándose de otros artrópodos y de otros invertebrados como anélidos oligoquetos. Los grandes escolopendromorfos tropicales pueden llegar a atacar y alimentarse de pequeños reptiles, anfibios y hasta de murciélagos (Molinary et al., 2005;Martínez-Coronel et al., 2009, 2019Srbek-Araujo et al., 2012;Noronha et al., 2015;Guizze et al., 2016;Lindley et al., 2017). Es notable la capacidad de los escutigeromorfos para cazar moscas, gracias a la gran rapidez de sus movimientos. ...
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Resumen: Los quilópodos son miriápodos de 4-300 mm de longitud, caracterizados por tener los apéndices del primer segmento corporal transformados en órganos prehensoriales (forcípu-las) con glándulas venenosas. Los ciempiés son artrópodos carnívoros criptozoicos que juegan un papel importante como depredadores en el suelo. Los escolopendromorfos más grandes son de importancia médica porque su morde-dura venenosa puede causar daños a la salud humana. Solo se han reportado 69 taxones (de nivel específico y subespe-cífico) de Argentina, de los cuales 62 son indígenas y siete son exóticos, pertenecientes a los órdenes Geophilomorpha (32), Lithobiomorpha (12), Scolopendromorpha (21) y Scu-tigeromorpha (4). Los escolopendromorfos, seguidos de los geofilomorfos, son los quilópodos argentinos más conocidos en términos de componentes y distribución geográfica. Los litobiomorfos y escutigeromorfos están poco estudiados, como ocurre en otras áreas de la región Neotropical. El número real de taxones vivos en Argentina podría ser mayor del que se conoce actualmente. Abstract: Chilopoda are 4-300 mm length myriapods, characterized by having the appendages of the first body segment transformed in prehensorial organs (forcipulae) with poison glands. Centipedes are cryptozoic, carnivorous arthropods that play an important role as predators in the soil. The larger scolopendromorphs are of medical importance because their poisonous bite can cause injuries to human health. Only 69 taxa (of specific and subspecific level) have been reported from Argentina, of which 62 are indigenous and seven are exotic, belonging to the orders Geophilo-morpha (32), Lithobiomorpha (12), Scolopendromorpha (21) and Scutigeromorpha (4). Scolopendromorphs, followed by geophilomorphs, are the best known Argentine chilopods in terms of components and their geographic distribution. Lithobiomorphs and scutigeromorphs are poorly studied, as occurs in other areas of the Neotropi-cal region. The actual number of living taxa in Argentina could be higher than what is currently known.
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ResumenEn esta nota se reporta la observación de un murciélago Balantiopteryx plicata, atrapado en una red de la araña Nephila sp. en una selva baja caducifolia en Pinotepa Nacional, Oaxaca. La hora y condiciones en que el murciélago fue encontrado indican que el ejemplar no fue atacado por la araña y posiblemente moriría de inanición, deshidratación e insolación si no hubiese sido liberado. Esta observación es el primer registro en México de un murciélago atrapado en una telaraña.Palabras clave: Balantiopteryx plicata, depredación, Emballonuridae, Nephila sp., Pinotepa Nacional, Oaxaca, red de seda de araña.AbstractWe report the observation of a bat (Balantiopteryx plicata) trapped in a spider web (Nephila sp.), which was found alongside a temporary stream in a low tropical deciduous forest, in Pinotepa Nacional, Oaxaca. The bat was found in good condition, which indicates that the specimen was not attacked by the spider and it had no signs of dehydration and insolation, when it was released. This observation is the first record of a bat trapped in a spider web in Mexico.Key words: Balantiopteryx plicata, Emballonuridae, Nephila sp., Pinotepa Nacional-Oaxaca, predation, spider silk.
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El ciempiés escolopéndrido Scolopendra sumichrasti Saussure es registrado por primera vez para siete localidades de los estados mexicanos de Chiapas (Cerro Bola), Hidalgo (Huehuetla y San Bartolo Tutotepec), Quintana Roo (Kohunlich), San Luis Potosí (Cueva del Nacimiento del Río Coy), Tamaulipas (Ciudad Victoria) y Yucatán (cenote Bal-mil). Esta especie fue previamente registrada para los estados de Veracruz (localidad tipo) y San Luis Potosí en México (Cueva de Los Sabinos), así como en Belice, Guatemala y Panamá en Centroamérica. Los ciempiés examinados en este trabajo se obtuvieron de dos colecciones: Colección de Myriapoda del Centro de Investigaciones Biológicas de la Universidad Autónoma del Estado de Hidalgo en Mineral de la Reforma, Hidalgo (MyUAEH), y la Colección Nacional de Ácaros del Instituto de Biología de la Universidad Nacional Autónoma de México en la Ciudad de México (CNAC).
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Centipedes can subdue giant prey by using venom, which is metabolically expensive to synthesize and thus used frugally through efficiently disrupting essential physiological systems. Here, we show that a centipede (Scolopendra subspinipes mutilans, ∼3 g) can subdue a mouse (∼45 g) within 30 seconds. We found that this observation is largely due to a peptide toxin in the venom, SsTx, and further established that SsTx blocks KCNQ potassium channels to exert the lethal toxicity. We also demonstrated that a KCNQ opener, retigabine, neutralizes the toxicity of a centipede's venom. The study indicates that centipedes' venom has evolved to simultaneously disrupt cardiovascular, respiratory, muscular, and nervous systems by targeting the broadly distributed KCNQ channels, thus providing a therapeutic strategy for centipede envenomation.
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With an incident in Palo Duro Canyon, Texas, USA, Scolopendra heros Girard (Chilopoda: Scolopendromorpha: Scolopendridae) becomes the third centipede species known to prey on bats; S. gigantea Linnaeus and S. viridicornis Newport have been so documented in Venezuela and Brazil, respectively. The Texas predation was interrupted by the predator/prey pair’s falling around 15–20 m from the canyon wall and, perhaps also, by human presence where they landed. The centipede uncoiled and retreated to shelter under a nearby rock and, after initial immobilization, so did the bat.
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Studies related to centipede feeding and predatory behavior are rare in the literature, and are limited to obser- vations made during fieldwork. Furthermore, they lack descriptions of prey capture. We conducted a laboratory experiment using South American specimens of Scolopendra viridicornis Newport, 1844 (n = 5), Otostigmus tibialis Brölemann, 1902 (n = 5), and Cryptops iheringi Brölemann, 1902 (n = 5), as well as 13 different kinds of prey, to map and describe their predatory behavior. The analysis of video images (65 hours of recordings) resulted in 15 behavioral categories that describe foraging, prey capture, feeding, and cleaning habits. Almost all observations (95%) concluded with the centipede killing the prey. Although we witnessed that a stimulus triggered the movement of the centipede toward the prey in all observation events (suggesting a sit-and-wait strategy), our experiments also showed that these arthropods actively forage to seek food. Field observations during the experiment allowed us to document that scolopendromorphs feed on plants when animal prey items are not available. Moreover, we observed that the size and aggressiveness of the prey determined the centipede capture process. Our results revealed that two behavioral categories were performed only by S. viridicornis, and thus might be genus or species-specific. These are: raising the first third of the body while the rest of the body remains adjacent to the substrate; and restraining the prey along the ventral region of the first third of the body with the aid of locomotory legs. We also observed some peculiar behaviors performed only by O. tibialis. Our results confirm that S. viridicornis, O. tibialis and C. iheringi hold prey between their ultimate pair of legs.
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We report the first known cases of predation by centipedes, Scolopendra gigantea (Chilopoda, Scolopendromorpha, Scolopendridae), on three species of bats (Mammalia, Chiroptera), Mormoops megalophylla and Pteronotus davyi (Mormoopidae), and Leptonycteris curasoae (Phyllostomidae). Our observations were made in Cueva del Guano, a limestone cave in Paraguaná Peninsula, Venezuela, that harbors important colonies of five bat species. These observations show that, nocturnally and diurnally, centipedes can perform two actions that most other bat predators cannot. First, they climb cave ceilings to catch and eat flying or perching bats. Second, they subdue bats substantially heavier than themselves. Such capabilities may allow large centipedes to prey on bats in what otherwise would be safe roosts.
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Centopeias são predadores carnívoros oportunistas e grandes espécies podem se alimentar de uma grande variedade de vertebrados, inclusive de morcegos. O objetivo desse trabalho é reportar o terceiro registro de predação de morcego por centopeia, e o primeiro para a região Amazônica, abrangendo aspectos do forrageamento, captura e manipulação da presa. O registro foi realizado de forma fortuita, no Parque Estadual do Cristalino, região de Floresta Amazônica, no estado de Mato Grosso, Brasil. O ataque ocorreu em uma estrutura de madeira a cerca de três metros de altura e foi observado por 20 minutos. Durante a observação, a centopeia picou várias vezes o pescoço e região abdominal do morcego, agarrando a presa com seus 15 pares de pernas anteriores e se pendurando ao teto com as pernas posteriores. Esse tipo de observação sugere que vertebrados podem ser importantes presas para invertebrados, como centopeias gigantes, tanto por sua composição nutricional quanto pela quantidade de energia disponível em uma única presa.
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This is a comprehensive account of centipede biology providing a critical review of the work covering anatomy, behaviour, reproduction and life history, predators and parasites, physiology, ecology and taxonomy. It is an important source-book of particular value to scientists working directly with this group and to soil ecologists and those more generally interested in arthropods, arthropod affinities and their evolution. This is a book from an internationally respected scientist and includes many first-hand accounts of his own work both on temperate and tropical species.
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Flight speeds were measured for three species of tropical forest bats as they flew to the forest edge from day roosting sites in clearings. Forearm length and wing aspect ratio index were significantly correlated with maximal speeds, but wing tip index was the best predictor of typical (modal) speeds. Although capable of 12 m/sec, most greater spear-nosed bats (Phyllostomus hastatus) flew at 8 m/sec, the speed at which the metabolic cost of transport is reported to be minimal for this species. Jamaican fruit bats (Artibeus jamaicensis) carrying young one-third the mother's weight flew 20% slower than unencumbered females. Probably one reason female bats leave their young behind while foraging is to avoid this additional cost of transport.
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Resumen: La cueva de "Los Laguitos", localizada cerca de Tuxtla Gutierrez,Chiapas, es por sus condiciones ambientales esta clasificada como una cueva de calor y es habitada por nueve especies de murciélagos, que mantienen una población de más de 100 000 individuos en cualquier época del año. La cueva fue visitada 225 veces durante 14 años, tiempo durante el cual registramos la presencia de seis vertebrados silvestres y uno doméstico, considerados depredadores de murciélagos. Los depredadores que fueron observados siempre fueronTrimorphodon biscutatus y Glaucidium brasilianum, seguidos de Didelphis marsupialis, Felis catus, Boa constrictor, Urocyon cinereoargenteus y Geococcyx velox. De las nueves especies de murciélagos que habitan la cueva, solamente Mormoops megallophylla, Pteronotus davyi, P. parnellii, Artibeus jamaicensis, Leptonycteris yerbabuenae y Natalus mexicanus fueron depredadas, mientras que Balantiopteryx plicata, P. personatus y Glossophaga soricina no lo fueron. De los siete depredadores registrados en la cueva, el gato doméstico puede ser el más dañino para esta comunidad. Abstract: "Los Laguitos" is a hot cave located near of Tuxtla Gutiérrez, Chiapas. The cave is used as refugee by nine species of bats, with a population greater than 100 000 individuals at any time of year. Seven vertebrate predators that feed on bats were registered in the cave in 225 visits along 14 years. The lyre snake, Trimorphodon biscutatus, and the ferruginous pygmy-owl, Glaucidium brasilianum, were encountered all times. The common opossum, Didelphis marsupialis was the next most observed species followed by, the domestic cat (Felis catus), the boa constrictor (Boa constrictor), gray fox (Urocyon cinereoargenteus) and lesser roadrunner (Geococcyx velox). Mormoops megallophylla, Pteronotus davyi, P. parnellii, Artibeus jamaicensis, Leptonycteris yerbabuenae and Natalus mexicanus were the bat species captured by these predators, while Balantiopteryx plicata, P. personatus and Glossophaga soricina don't were detected in the carcasses. From the seven vertebrate predators registered in the cave, we consider the domestic cat as the more dangerous for this community to .