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Diversidad y ecología de macrohongos en la Reserva Llancahue: un sitio prioritario para la conservación

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Llancahue corresponde a un fragmento de bosque templado lluvioso, que se constituye en una verdadera reserva de la biodiversidad ubicada en la zona costera de la Región de Los Ríos. Con una superficie aproximada de 1.300 hectáreas, no sólo constituye la principal fuente de agua para la ciudad de Valdivia, sino que también presenta uno de los bosques más antiguos de la Provincia, por lo cual la Reserva Llancahue fue declarada recientemente como área protegida con fines de conservación y desarrollo sostenible. Debido a la escasa información existente sobre la diversidad de hongos presentes en la Reserva, se realizó muestreos estacionales durante el año 2016 e inicios del año 2017, con el fin de realizar un levantamiento de información sobre el componente hongos en este ecosistema boscoso. Los resultados obtenidos corresponden a un total de 38 especies de hongos de- terminadas de las cuales 23 son saprótrofas (50%), 11 ectomicorrícicas (28%) y 4 parásitas (13%), siendo otoño la época con mayor fructificación de hongos.
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Bol. Micol. 2019; 34(1):08-18 ECOLOGÍA
Diversidad y ecología de macrohongos en la Reserva Llancahue:
un sitio prioritario para la conservación
(Diversity and ecology of macrofungi in the Llancahue Reserve:
a critical place for conservation)
D. Barría-Díaz1*, V. Salazar-Vidal2 & E. Valenzuela3
1Instituto de Ciencias de la Educación, Facultad de Filosofía y Humanidades,
Universidad Austral de Chile. Independencia 631,
Valdivia, Región de los Ríos, Chile.
2Laboratorio de Química de Productos Naturales, Facultad de Ciencias
Naturales y Oceanográficas, Universidad de Concepción.
Víctor Lamas N° 1290, Concepción, Chile.
3Instituto de Bioquímica y Microbiología, Facultad de Ciencias.
Universidad Austral de Chile. Independencia 631,
Valdivia, Región de los Ríos, Chile.
*Autor para correspondencia: daniela.barria@uach.cl
RECIBIDO: 16 de Mayo de 2019
APROBADO: 31 de Mayo de 2019
DOI: 10.22370/bolmicol.2019.34.1.1741
LOS AUTORES DECLARAN NO TENER CONFLICTO DE INTERESES
Palabras claves: hongos comestibles; biodiversidad; conservación.
Key words: edible fungi; biodiversity; conservation.
RESUMEN
Llancahue corresponde a un fragmento de
bosque templado lluvioso, que se constituye en
una verdadera reserva de la biodiversidad ubicada
en la zona costera de la Región de Los Ríos. Con
una superficie aproximada de 1.300 hectáreas, no
sólo constituye la principal fuente de agua para la
ciudad de Valdivia, sino que también presenta uno
de los bosques más antiguos de la Provincia, por
lo cual la Reserva Llancahue fue declarada recien-
temente como área protegida con fines de conser-
vación y desarrollo sostenible. Debido a la escasa
información existente sobre la diversidad de hon-
gos presentes en la Reserva, se realizó muestreos
estacionales durante el año 2016 e inicios del año
2017, con el fin de realizar un levantamiento de
información sobre el componente hongos en este
ecosistema boscoso. Los resultados obtenidos co-
rresponden a un total de 38 especies de hongos de-
terminadas de las cuales 23 son saprótrofas (50%),
11 ectomicorrícicas (28%) y 4 parásitas (13%),
siendo otoño la época con mayor fructificación de
hongos.
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ABSTRACT
Llancahue corresponds to a fragment of
temperate rain forest, which constitutes a true re-
serve of biodiversity located in the coastal zone of
the Los Ríos Region. With an approximate area
of 1,300 hectares, it not only constitutes the main
source of water for the city of Valdivia, but also
presents one of the oldest forests of the Provin-
ce, for which the Llancahue Reserve was recently
declared as a protected area for conservation and
sustainable development. Due to the scarce exis-
ting information on the diversity of fungi present
in the Reserve, seasonal sampling was carried out
during 2016 and beginning of 2017, in order to
conduct a survey of the fungal component in this
forest ecosystem. The results obtained correspond
to a total of 38 species of fungi determined of
which 23 are saprotrophic (50%), 11 ectomyco-
rrhizic (28%) and 4 parasitic (13%), with autumn
being the season with the highest fruiting of fungi.
INTRODUCCION
Los hongos son un grupo de organismos
que han sido escasamente estudiados, se estima
que a nivel mundial existen entre 2.2 a 3.8 millo-
nes, con 120.000 especies aceptadas (Hawksworth
& Lücking, 2017). Los hongos juegan roles clave
en el ciclo de carbono y el reciclaje de nutrientes,
así como también, en los ecosistemas terrestres
donde se comportan como especies mutualistas
(micorrizas y líquenes), parásitas y saprótrofas
(McLaughlin & Spatafora, 2014). Cassman et al.,
(2016) sugieren que la biota fúngica desempeña
un papel fundamental en la rizósfera, donde inter-
viene en muchos procesos que influyen en el cre-
cimiento de las plantas y la salud del suelo.
En los últimos años se ha incrementado el
interés por estudiar los hongos presentes en nues-
tro país, donde se han registrado y descrito alrede-
dor de 3.000 especies (Mujica & Vergara, 1980;
Moser & Horak, 1975; Garrido, 1986; 1988); sin
embargo, la información disponible respecto a su
diversidad no está actualizada y es insuficiente
como para establecer un número exacto del total
de especies existentes en nuestro país. Recorde-
mos que el micelio de los hongos está presente en
los bosques durante todo el año; sin embargo, sus
cuerpos fructíferos se observan principalmente en
otoño e invierno, donde las condiciones ambien-
tales como la alta humedad, precipitaciones abun-
dantes y temperatura permiten su fructificación
(Talley et al., 2002). El clima de Llancahue está
clasificado como templado-lluvioso, presentando
una cantidad significativa de precipitaciones a lo
largo del año (Luebert & Pliscoff, 2018), teniendo
una temperatura promedio de 11.3°C y una media
de precipitaciones de 2.179 mm (Moorman et al.,
2013).
El conocimiento de las especies presentes
en una zona geográfica determinada es una priori-
dad para mantener actualizadas las bases de datos
sobre biodiversidad y atender la creciente deman-
da de información sobre los ecosistemas (Meyer et
al., 2015). Por otra parte, la utilización de recursos
bióticos hace necesario tener listas de las especies
registradas hasta la fecha, sus usos potenciales y
el grado de amenaza que representan (Botrill et
al., 2011; Maron et al., 2015). Recientemente, se
han realizado estudios sobre comunidades anima-
les y vegetales presentes en la Reserva Llancahue
que han aportado datos interesantes sobre la di-
versidad y la biogeografía de las especies (Donoso
et al., 2014), no obstante, aún no se conocen los
hongos presentes en esta zona geográfica y su re-
lación con la vegetación predominante. Además,
no existe información sobre la micosociología de
este bosque, ni sobre la recolección de hongos co-
mestibles por parte de las comunidades aledañas y
cómo esta actividad se ve afectada por los incen-
dios, tala de árboles, entre otros factores.
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MATERIALES Y MÉTODOS
Descripción del área de estudio y vegetación
predominante
La Reserva Llancahue se localiza entre los
39°51´31.8”S y 73°08´12.9”O a una altitud de 323
msnm, a 6 km al sureste de la ciudad de Valdivia
y ocupa una superficie aproximada de 1.300 ha ro-
deada de plantaciones forestales (Fig. 1), siendo
un área importante para la conservación, ya que
provee de agua potable a la ciudad de Valdivia y
los bosques que allí se desarrollan corresponden a
uno de los más antiguos de la Provincia de Valdi-
via (Moorman et al., 2013). Está conformada por
un bosque nativo adulto de tipo forestal siempre-
verde, donde las especies más representativas son
Nothofagus dombeyi Mirb. Oerst. y Drimys win-
teri (J.R. Forst y G. Forst). Además, la Reserva
Llancahue posee otros dos tipos de bosque adulto,
uno conformado por las especies Eucryphia cor-
difolia Cav., Laureliopsis philipiana (Looser) R.
Schodde) y Aextoxicom punctatum (Ruiz & Pav)
y otro compuesto por árboles renovales de N.
dombeyi (Donoso et al., 2014; Luebert & Pliscoff,
2018). Dentro de la cuenca de Llancahue hay un
fragmento nativo de bosque templado (cerca de
700 ha), que representa parte de un “hotspot” de
biodiversidad y un ecosistema amenazado recono-
cido internacionalmente (Myers et al., 2000; Mo-
orman et al., 2013). Estos bosques están formados
principalmente por Ulmo (Eucryphia cordifolia),
Tepa (Laureliopsis philippiana, Olivillo (Aextoxi-
con punctatum) y Canelo (Drimys winteri) y en
ocasiones, Coihue (Nothofagus dombeyi) en posi-
ciones emergentes.
Figura 1. Mapa de la Reserva Llancahue donde se observa la vegetación predominante.
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Recolección de material biológico
La recolección de los ejemplares conside-
rados en este estudio se realizó a través de mues-
treos estacionales durante el año 2016 e inicios
del año 2017 en la Reserva Llancahue, Región de
Los Ríos, donde se efectuó un levantamiento de
información sobre la diversidad de especies de
macrohongos presentes en este ecosistema bosco-
so. Para cada ejemplar recolectado en terreno se
registró: fecha, localidad, coordenadas, sustrato,
vegetación predominante y caracteres macros-
picos relevantes, tales como; aroma, textura del
píleo, consistencia del estípite, tamaño, forma,
color, presencia o ausencia de anillo, de volva,
etc. Adicionalmente, se tomaron fotografías in
situ de cada ejemplar con una EOS Rebel T6 EF
y se colocó cada muestra en una bolsa de papel o
papel alusa foil con su respectiva etiqueta. Se re-
colectaron ejemplares completos, evitando aque-
llos en proceso de descomposición o deteriorados
debido a las condiciones climáticas. Finalmente,
las muestras se trasladaron al Instituto de Bioquí-
mica y Microbiología de la Universidad Austral
de Chile para su posterior determinación micros-
cópica.
Procesamiento e identificación de las muestras
Las muestras fueron deshidratadas a no
más de 45°C utilizando un deshidratador de ali-
mentos marca Blanik para evitar su pudrición o
contaminación. Posteriormente, se realizó la de-
terminación microscópica que consiste en realizar
preparaciones de cortes transversales y longitudi-
nales de las diferentes partes del esporocarpo para
observar bajo el microscopio, utilizando distintos
reactivos (KOH, reactivo de Melzer, Floxina, Azul
de Cresilo, etc.) que resalten las estructuras que
caracterizan a las especies (tamaño, forma y co-
lor de las esporas, basidios, cistidios, setas e hifas,
presencia de fíbulas) según los protocolos presen-
tes en Singer (1986) y Wright & Albertó (2002).
RESULTADOS
Se realizó un muestreo en distintas épocas
del año 2016 y uno a principios del año 2017, sien-
do otoño la estación con mayor presencia y abun-
dancia de fructificaciones. El total de especies de
macrohongos determinadas corresponde a 38, de
las cuales 11 son ectomicorrícicas, 23 saprótrofas
y 4 parásitas. Asimismo, se destaca la presencia de
15 especies comestibles (Tabla 1).
Las especies ectomicorrícicas (11 espe-
cies) corresponden a un 28% total de las espe-
cies registradas para el ecosistema boscoso de la
Reserva Llancahue (Ver Fig. 2), las cuales están
representadas por los géneros: Cortinarius, Paxi-
llus, Boletus, Ramaria, Amanita y Russula; se
registró dos especies del género Cortinarius; sin
embargo, existe potencial de recolectar más es-
pecies de este género realizando muestreos más
frecuentes en la zona. La presencia de especies
de Cortinarius, indica que existe una estrecha re-
lación entre hongos de este género y especies de
Nothofagus, como lo menciona Moser & Horak
(1975) quienes advirtieron para Chile y Argenti-
na, la asociación obligatoria de las especies del
género Cortinarius a estos árboles. Además, de
acuerdo al estudio realizado por Valenzuela et al.,
(1998) en la Cordillera Pelada ubicada en la XIV
Región de Chile, el género Cortinarius presenta
una mayor cantidad de especies asociadas a No-
thofagus dombeyi y Nothofagus obliqua. Además,
considerando lo expuesto por Salazar & Palfner
(2015), se deduce que los bosques de Nothofa-
gus siempreverde suelen ser los hábitats preferi-
dos para las especies del género Cortinarius que
habitan en Chile, donde sus fructificaciones son
muy abundantes.
Otro género micorrícico que se registró fue
Amanita, destacando la abundancia de Amanita
aurantiovelata y Amanita rubescens. Para el caso
Amanita aurantiovelata, Valenzuela et al., (1998)
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Tabla 1. Diversidad, procedencia, rol ecológico y estación de recolección de las especies de macrohon-
gos recolectadas en la Reserva Llancahue durante el año 2016 y 2017. En amarillo se destaca la presencia
de los hongos silvestres comestibles presentes en la Reserva.
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Figura 2. Representación de los porcentajes de especies de macrohongos presentes en la Reserva Llan-
cahue de acuerdo a su rol ecológico.
señala que es una especie típica de los bosques de
Nothofagus de la XIV Región ubicada en la depre-
sión intermedia y con una distribución más restrin-
gida. En cambio, Amanita rubescens presenta una
distribución geográfica amplia, cosmopolita y des-
crita para la Región de Los Lagos y de Los Ríos,
la cual se asocia a los géneros Abies, Picea, Pinus
spp., Quercus y Fagus (Murakami, 1993; Neville
& Poumart, 2004, Niazi et al., 2009). En Chile, A.
rubescens ha sido descrita asociada mayormente a
especies exóticas como Pinus radiata y Quercus
robur (Valenzuela et al., 1996), así como a Notho-
fagus (Valenzuela et al., 1998). Esta diversidad de
hábitats que presenta esta especie puede estar rela-
cionada a una baja especificidad para formar aso-
ciaciones micorrícicas, lo que le otorga un amplio
rango para desplazar a algunas especies micorríci-
cas nativas como las del género Cortinarius en los
bosques andinos (Romano et. al, 2017).
Esta observación que se señala anterior-
mente, se relaciona con lo registrado en los mues-
treos en la Reserva Llancahue, ya que se observó
una gran abundancia de A. rubescens que se po-
dría deber a la presión de las grandes extensiones
de las plantaciones exóticas (Pinus radiata) en los
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sectores aledaños a la Reserva, lo que se condi-
ce por Romano et al., (2017), quienes señalan que
el crecimiento sostenido de la superficie utiliza-
da para plantaciones forestales, favorece que A.
rubescens pueda invadir los bosques de distintas
especies de Nothofagus, lo que sería el punto de
partida de la invasión de A. rubescens.
Por otra parte, respecto al porcentaje de las
especies saprótrofas que corresponde a un 59% de
las especies determinadas correspondiendo a un
total de 23 (Ver Fig. 2). Las especies registradas
fueron: Mycena, Marasmius, Hypholoma, Neocli-
tocybe. La abundancia de especies saprótrofas
asegura que en estos bosques existe una adecuada
degradación de la materia orgánica vegetal, for-
mación de humus y la recirculación de elementos
químicos como el N, P, S, entre otros, a los ciclos
biogeoquímicos correspondientes, como también,
a la gran cantidad de restos vegetales (ramas, gan-
chos de árboles y troncos) que se depositan en el
piso del bosque (Valenzuela et al., 1998).
Para el caso de especies parásitas no se
registró especial abundancia correspondiendo a
un 13% (Ver Fig. 2), lo que en suma, da cuenta
de que este ecosistema se encuentra en un buen
estado de sanidad forestal. Las especies parásitas
encontradas fueron: Cyttaria, Fistulina y Gano-
derma. Asimismo, destacar que durante el verano
de 2017 se registraron más lluvias que lo habitual
en la Región de Los Ríos, por lo que se encontró
algunos Myxomycetes, tales como: Stemonitis sp.,
Ceratiomyxa sp. y Fuligo septica. Estos organis-
mos suelen fructificar inmediatamente luego de
las lluvias, con una temperatura adecuada. Ade-
más, se registraron especies de hongos comesti-
bles altamente recolectados, tales como: Butyri-
boletus loyo, Boletus loyita, Cyttaria espinosae y
Ramaria flava, pero se desconoce si estas especies
son recolectadas en la zona. De ser así, habría que
promover técnicas de recolección sustentable para
que este recurso no se agote.
Finalmente, la estación con mayor registro
de especies resultó ser otoño, debido a la gran va-
riación interanual que presenta la fructificación de
los hongos, principalmente, por la influencia que
ejercen diversos factores meteorológicos y ecoló-
gicos, siendo de gran importancia el inicio de las
lluvias (Salazar, 2016).
En la Figura 3 se muestran las fotografías
de algunas de las especies encontradas en la Re-
serva Llancahue, las cuales se destacan por sus
distintas formas y colores.
CONCLUSIONES
El levantamiento de información respecto
a la diversidad de especias de hongos presentes en
los ecosistemas de Chile, cobra un valor sustancial
para la generación de conocimiento y el aporte a
nivel de política pública para la conservación de
nuestros ecosistemas boscosos. Actualmente, el
Ministerio de Medio Ambiente y colaboradores,
lleva a cabo una iniciativa que busca realizar un
catastro de especies de macrohongos y líquenes a
nivel nacional, por cual estos registros permitirán
tener información actualizada sobre las especies
de hongos y líquenes presentes en Chile.
Por otra parte, el conocer las especies de
hongos y sus relaciones ecosistémicas de un deter-
minado territorio, nos permite asociar este conoci-
miento a nuestro contexto local ya sea a través de
diversas prácticas como también incidir en el ám-
bito de la educación formal y no formal. De esta
manera, se vincula la naturaleza y sociedad fo-
mentando una perspectiva sistémica de relaciones.
Hoy en día, es prioritario educarnos respecto a las
especies que conforman nuestro patrimonio, de tal
manera que podamos valorar nuestros ecosiste-
mas y, asimismo, formar una ciudadanía crítica.
Por este motivo y debido a la escasa información
existente sobre la diversidad de hongos presentes
en la Reserva Llancahue, se realizó muestreos es-
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Figura 3. Algunas especies encontradas en la Reserva Llancahue. A) Marasmiellus alliiodorus, B) My-
cena cyanocephala, C) Hydropus dusenii, D) Fistulina antarctica, E) Austropaxillus sp., F) Cortinarius
magellanicus, G) Amanita diemii, H) Amanita aurantiovelata.
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tacionales durante el año 2016 e inicios del año
2017, que arrojaron como resultado un total de 38
especies de hongos determinadas, de las cuales 23
son saprófitas (50%), 11 ectomicorrícicas (28%)
y 4 parásitas (13%). Cabe señalar que se presentó
una mayor abundancia de especies en la estación
de otoño, lo cual coincide con la literatura cientí-
fica respecto al aumento de fructificaciones para
esta estación.
Las ectomicorrizas más representativas en
la Reserva Llancahue corresponden a los géneros
de Cortinarius, Paxillus, Boletus, Ramaria, Ama-
nita y Russula, característicos de los ecosistemas
boscosos de Nothofagus. Dentro de estas se des-
tacan dos especies endémicas del género Boletus,
que al ser comestibles son altamente recolectadas
para consumo o comercialización, por lo cual tie-
nen importancia social y económica. Asimismo,
se encontró una especie introducida invasora, A.
rubescens, que está adaptándose a bosques nati-
vos compitiendo con hongos chilenos micorrí-
cicos. Esto es preocupante para las especies de
hongos nativos que además de verse amenazados
por la fragmentación de sus hábitats, también se
encuentran en peligro de perder su nicho por la
invasión de especies asociadas a plantaciones fo-
restales.
Finalmente, se puede mencionar que la
Reserva Llancahue, además de proveer de agua a
la ciudad de Valdivia y de ser uno de los ecosis-
temas boscosos más antiguos de la Provincia de
Valdivia, guarda una información relevante res-
pecto a las diversas relaciones ecosistémicas que
se establecen en este territorio, como es el caso de
los hongos. De esta manera, es urgente y necesario
llevar a cabo investigaciones científicas en este si-
tio, no sólo para aportar a la generación de conoci-
miento taxonómico-ecológico, sino también para
potenciar esta Reserva realizando actividades en
torno a la educación formal y no formal.
AGRADECIMIENTOS
Se agradece el aporte realizado por el Dr.
Eduardo Valenzuela (Q.E.P.D), profesor titular del
Instituto de Bioquímica y Microbiología, Facultad
de Ciencias, Universidad Austral de Chile, quien
formó parte importante en la orientación de este ar-
tículo, brindando su ayuda en la determinación de
algunas especies. A MSc. María José Dibán de la
Universidad de Chile, por la elaboración del mapa
que incluye la ubicación geográfica y la vegetación
predominante presente en la Reserva Llancahue. A
la ONG Micófilos por la colaboración de sus pro-
fesionales en la revisión del artículo.
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Revista Chilena de Historia Natural. 71: 133 146.
Wright, J. & E. Albertó. 2002. Hongos: Guía de
la Región Pampeana. Edit. Colin Sharp. Buenos
Aires. Argentina. 279 pp.
... Exobasidium rhododendri (Fuckel) C.E. Cramer OTHER REFERENCES-Rajchenberg & Wright 1987, Rajchenberg 1989 Fibroporia vaillantii ( OTHER REFERENCES-Montagne 1850, Hemsley 1885, Spegazzini 1887a, Spegazzini 1887b, Hariot & al. 1889, Johow 1896, Spegazzini 1910, Mujica & al. 1980, González & Opazo 2002, Martínez & Valenzuela 2004, Acevedo & Naulin 2020 Fistulina antarctica Speg. OTHER REFERENCES-Spegazzini 1887b, Hariot & al. 1889, Spegazzini 1922, Singer 1969, Mujica & al. 1980, Rajchenberg & Wright 1987, Lazo 1996a, González & Opazo 2002, Valenzuela 2003, Bodensteiner & al. 2004, Rajchenberg 2006, Barría-Díaz & al. 2019, Acevedo & Naulin 2020, The New York Botanical Garden 2020, MyCoPortal 2020 Fistulina endoxantha Speg. OTHER REFERENCES-Spegazzini 1921, Singer 1969, Mujica & al. 1980, Barrera 1984, Rajchenberg & Wright 1987, Lazo 1996a, González & Opazo 2002, Rajchenberg 2006 Fomitiporella umbrinella (Bres.) ...
... OTHER REFERENCES-Mujica & al. 1980, Lazo 1996a, González & Opazo 2002, Martínez & Valenzuela 2004 OTHER REFERENCES-Espinosa 1921, Mujica & al. 1980, Rajchenberg 1987, Lazo 1996a, González & Opazo 2002, Martínez & Valenzuela 2004 Gotschlich 1913, Lloyd 1915, Espinosa 1917b, Espinosa 1921, Romell 1928, Espinosa 1943, Mujica & al. 1980, Ryvarden 1982, Rajchenberg 1995c, Lazo 1996a, González & Opazo 2002, Martínez & Valenzuela 2004, Rajchenberg 2006, Rajchenberg & al. 2015, Acevedo & Naulin 2020 Ganoderma australe (Fr.) Hariot & al. 1889, Johow 1896, Spegazzini 1910, Gotschlich 1913, Spegazzini 1917b, Spegazzini 1918, Espinosa 1921, Romell 1928, Lazo & al. 1977, Mujica & al. 1980, Lazo 1983, Martínez & al. 1991, Lazo 1996a, Gottlieb & al. 1998, Lazo 1998, Moncalvo 2000, González & Opazo 2002, Martínez & Valenzuela 2004, Rajchenberg 2006, Moncalvo & Buchanan 2008, Guillén & al. 2011, Lazo 2016, Barría-Díaz & al. 2019, Tchochet Tchoumi & al. 2019, Acevedo & Naulin 2020, The New York Botanical Garden 2020. ...
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We critically reviewed the aphyllophoroid fungal species recorded from Chile on the basis of literature reviews from 1828 to 2020. A total of 345 species names were distributed in the following categories: accepted taxa (236), uncertain taxa (83), taxa inferred by molecular analysis only (12), and excluded taxa (14). For each accepted species, information on the species name, its first record from Chile, the typification data, substrate, distribution, and remarks are presented. The distribution of accepted taxa shows a major recording from the Valdivian Forest province. We found that 61 (25.85%) of the accepted taxa were originally described from Chile. Nothofagus was the genus that hosted the highest number of fungal species.
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Fungal Diversity Revisited: 2.2 to 3.8 Million Species, Page 1 of 2 Abstract The question of how many species of Fungi there are has occasioned much speculation, with figures mostly posited from around half a million to 10 million, and in one extreme case even a sizable portion of the spectacular number of 1 trillion. Here we examine new evidence from various sources to derive an updated estimate of global fungal diversity. The rates and patterns in the description of new species from the 1750s show no sign of approaching an asymptote and even accelerated in the 2010s after the advent of molecular approaches to species delimitation. Species recognition studies of (semi-)cryptic species hidden in morpho-species complexes suggest a weighted average ratio of about an order of magnitude for the number of species recognized after and before such studies. New evidence also comes from extrapolations of plant:fungus ratios, with information now being generated from environmental sequence studies, including comparisons of molecular and fieldwork data from the same sites. We further draw attention to undescribed species awaiting discovery in biodiversity hot spots in the tropics, little-explored habitats (such as lichen-inhabiting fungi), and material in collections awaiting study. We conclude that the commonly cited estimate of 1.5 million species is conservative and that the actual range is properly estimated at 2.2 to 3.8 million. With 120,000 currently accepted species, it appears that at best just 8%, and in the worst case scenario just 3%, are named so far. Improved estimates hinge particularly on reliable statistical and phylogenetic approaches to analyze the rapidly increasing amount of environmental sequence data.
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Inocybe sindonia (Fr.) P. Karst. y Amanita rubescens Pers. son especies típicamente asociadas a bosques de Pseudotsuga menziesii (Mirb.) Franco y Pinus radiata D. Don respectivamente. Se reporta por primera vez su presencia en Argentina en bosques de Nothofagus de la Patagonia andina como resultado de la invasión de especies forestales introducidas como recurso maderero. I. sindonia fue colectado en bosques de N. dombeyi (Mirb.) Oerst. y A. rubescens en bosques de N. pumilio (Poepp. & Endl.) Krasser en áreas protegidas con invasión evidente de coníferas exóticas.
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Los bosques de Nothofagus de la zona mediterranea de Chile, que incluye la VII Region, estan constituidos por especies caducifolias y siempreverdes, las cuales se encuentran asociadas a diversos hongos ectomicorricicos dentro de los que destaca el hongo nativo Cortinarius austroturmalis Moser & Horak (Agaricales, Basidiomycota). Este hongo constituye un Producto Forestal No Maderero (PFNM) poco conocido, cuya productividad no ha sido determinada, lo que implica que la poblacion rural cercana a las Reservas Nacionales Altos de Lircay y Los Ruiles de la VII Region, no lo identifique como un hongo apto para el consumo humano y, por consiguiente, no lo coseche. El objetivo de esta investigacion fue conocer la productividad de basidiomas del hongo nativo Cortinarius austroturmalis asociado a especies de Nothofagus siempreverdes y caducifolias en las Reservas Nacionales Altos de Lircay y Los Ruiles de la VII Region. Las hipotesis propuestas fueron: 1) La productividad de basidiomas de Cortinarius austroturmalis en la Reserva Nacional Los Ruiles es mayor que en la Reserva Nacional Altos de Lircay, 2) La productividad de basidiomas de Cortinarius austroturmalis asociados a especies de Nothofagus siempreverdes es mayor que la productividad de este hongo asociado a especies de Nothofagus caducifolias en ambas reservas estudiadas.
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A lo largo de la historia numerosos investigadores han intentado estudiar la sociologia de los hongos, tambien llamada micosociologia que se refiere al estudio y la clasificacion de las comunidades fungicas, sus interrelaciones y su dependencia del medio. La mayoria de estos estudios han sido realizados en Europa, donde destacan los trabajos realizados por el micologo belga Darimont (1973), publicado luego de su muerte y la tesis doctoral del micologo espanol Garcia Bona (1977). Son pocos los estudios de caracter micosociologico que describen la interaccion de ciertos macromicetos con especies de Nothofagus de America del Sur. El numero de obras que hacen referencia de manera especifica al concepto de micosociologia es muy escaso e incluyen estudios de Godeas et al. (1993 a, b, c) en bosques de Nothofagus de Tierra del Fuego y otro estudio realizado en el sur de Chile por Valenzuela et al. (1998). En esta revision, se exponen los comienzos historicos de la micosociologia, su evolucion a lo largo de los anos y como su enfoque ayuda a comprender el funcionamiento de las comunidades fungicas, lo cual puede permitirnos explicar las diversas relaciones que existen en un bosque en un determinado momento. Se destaca la importancia que tiene para nuestro pais la realizacion de estudios micosociologicos, especialmente, en bosques nativos dominados por Nothofagus con el fin de ayudar a la conservacion de especies de macromicetos en peligro.
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Inorganic fertilization and mowing alter soil factors with subsequent effects–direct and indirect - on above- and below-ground communities. We explored direct and indirect effects of long-term fertilization (N, P, NPK, Liming) and twice yearly mowing on the plant, bacterial and fungal communities and soil factors. We analyzed co-variation using 16S and 18S rRNA genes surveys, and plant frequency and edaphic factors across treatments. The plant and fungal communities were distinct in the NPK and L treatments, while the bacterial communities and soil factors were distinct in the N and L treatments. Plant community diversity and evenness had low diversity in the NPK and high diversity in the liming treatment, while the diversity and evenness of the bacterial and fungal communities did not differ across treatments, except of higher diversity and evenness in the liming treatment for the bacteria. We found significant co-structures between communities based on plant and fungal comparisons but not between plant and bacterial nor bacterial and fungal comparisons. Our results suggested that the plant and fungal communities are more tightly linked than either community with the bacterial community in fertilized soils. We found co-varying plant, bacterial and fungal taxa in different treatments that may indicate ecological interactions.
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31 Agaricales s. l. collected in Campus Isla Teja of the Universidad Austral de Chile are recorded, drawing of their most important morphological characters are showed and some ecological aspects are mentioned.
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Gaps in digital accessible information (DAI) on species distributions hamper prospects of safeguarding biodiversity and ecosystem services, and addressing central ecological and evolutionary questions. Achieving international targets on biodiversity knowledge requires that information gaps be identified and actions prioritized. Integrating 157 million point records and distribution maps for 21,170 terrestrial vertebrate species, we find that outside a few well-sampled regions, DAI on point occurrences provides very limited and spatially biased inventories of species. Surprisingly, many large, emerging economies are even more under-represented in global DAI than species-rich, developing countries in the tropics. Multi-model inference reveals that completeness is mainly limited by distance to researchers, locally available research funding and participation in data-sharing networks, rather than transportation infrastructure, or size and funding of Western data contributors as often assumed. Our results highlight the urgent need for integrating non-Western data sources and intensifying cooperation to more effectively address societal biodiversity information needs.
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Governments should not meet existing conservation targets using the compensation that developers pay for damaging biodiversity, say Martine Maron and colleagues.
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Evaluation, the process of assessing the effectiveness of programs and activities, has gained increasing attention in the conservation sector as programs seek to account for investments, measure their impacts, and adapt interventions to improve future outcomes. We conducted a country-wide evaluation of terrestrial-based conservation programs in Samoa. Though rarely applied, the benefit of evaluating multiple projects at once is that it highlights factors which are persistent and influential across the entire conservation sector. We found mixed success in achieving goals among conservation programs; yet this result is surrounded by uncertainty because of the quality of existing evidence on project outcomes. We explore the role of different components of the conservation management system, i.e., context, planning, inputs, processes, and outputs, in facilitating and/or constraining collection of data on project outcomes, and thereby assessment of whether projects were successful. Our study identified a number of direct and indirect barriers that affected the capacity of projects to carry out informative evaluations and generate knowledge on conservation progress in Samoa. These attributes and mechanisms include: the availability and management of data, design and planning of projects, and systems for reporting among donors and proponents. To overcome these barriers to evaluation, we believe that a shift in institutional approaches to reporting outcomes is needed, from a reflective way of thinking to a more prospective outlook.