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El futuro urbano de la guerra irregular.

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  • GuerrasPosmodernas.com

Abstract

Las tendencias demográficas apuntan al crecimiento de la población urbana, que ya supera el 50% de la población mundial, durante las próximas décadas. Ese crecimiento de la población tendrá lugar principalmente en los países no desarrollados. Así que podemos anticipar que los fenómenos de violencia organizada, como la guerra irregular, tendrán cada vez más como escenario las ciudades.
14 / Revista Ejército Nº 924  abril 2018
EL FUTURO
URBANO DE
LA GUERRA
IRREGULAR
Las tendencias demográficas apuntan al crecimiento de la población urbana, que ya
supera el 50% de la población mundial, durante las próximas décadas.
Ese crecimiento de la población tendrá lugar principalmente en los países no desarro-
llados. Así que podemos anticipar que los fenómenos de violencia organizada, como la
guerra irregular, tendrán cada vez más como escenario las ciudades. Así ve este fenó-
meno el autor, a través de las líneas de este artículo.
Hablar de las ciudades, de los
entornos urbanos, como campo
de batalla del futuro es un ejerci-
cio de prospectiva que llega tarde.
Tras el fin de la Guerra Fría, los
primeros combates de importan-
cia que sostuvieron las Fuerzas
Armadas de Estados Unidos y de
Rusia tuvieron lugar en el corazón
de Mogadiscio en 1993 y en Grozni
en 1994, respectivamente. El actual
desafío de las insurgencias yihadis-
tas en el Sahel o en las montañas
de Afganistán hace que todavía
arrastremos la visión del guerrillero
en el entorno rural que se forjó en el
siglo  y continuó hasta la Gue-
rra Fría, desde los barbudos de la
Sierra Maestra del oriente cubano
a los campesinos del Vit Cng
con su «pijama» negro. La imagen
es tan poderosa que las lenguas
francesa e italiana tienen expresio-
nes equivalentes a la española de
«echarse al monte» para expresar
la idea de alzarse en armas con la
Jesús Manuel Pérez Triana
Licenciado en Sociología
Soldados de la 101 División Aerotransportada durante las operaciones
de busqueda de los hijos de Sadam Hussein.
Departamento de Defensa de los EE. UU.
Seguridad y Defensa / 15
metáfora de ocultarse en la vege-
tación.
En el siglo  estamos viviendo la
creciente urbanización de la pobla-
ción del planeta, lo que nos enfrenta-
rá con más frecuencia a fenómenos
de violencia organizada de grupos
revolucionarios, criminales y terro-
ristas, en conflicto con el Estado o
con grupo de Estados, en territorio
urbano, aprovechando la prolifera-
ción de objetivos y la densidad de in-
fraestructuras críticas de transporte
y comunicación. Y así, al igual que se
ha estudiado el concepto de «Es-
tados fallidos» ante la existencia de
áreas ingobernadas donde los Go-
biernos no son capaces de proveer
servicios, protección y seguridad a
sus ciudadanos, deberemos hacer
lo propio con las grandes ciudades
y esas periferias donde no llega la
acción del Estado.
PLANETA URBANO
Por primera vez en la historia, en
2008 la población urbana en la
Tierra llegó al 50% del total mundial.
En diez años esa proporción se ha
quedado pequeña. En efecto, la
urbanización de la población mun-
dial es un fenómeno relativamente
reciente en términos históricos. A
principios del siglo  la población
urbana sumaba tan solo el 15%
del total mundial y se encontraba
concentrada principalmente en
Europa Occidental y la costa este de
Estados Unidos. A partir de entonces
su crecimiento tuvo características
explosivas. Solo entre los años 1920
y 1960 la población urbana mundial
se multiplicó por diez, mientras que
entre 1950 y 2000 se multiplicó por
cuatro. Las perspectivas son que la
población urbana mundial seguirá
creciendo hasta alcanzar el 60% en
2030, mientras queda estancada en
las áreas rurales1.
Hay varias razones que explican el
crecimiento de la población urbana
en el ámbito mundial. Por un lado,
existe un mayor crecimiento natural
debido a la existencia en las ciuda-
des de los países menos desarrolla-
dos de mejores servicios sanitarios
y acceso al agua potable que en las
áreas rurales, junto con infraestruc-
turas de alcantarillado que mejoran
la salubridad de las zonas habitadas.
Por otro lado, existe una creciente
reclasificación de antiguas zonas
rurales en urbanas. En esos casos no
ha existido un movimiento de pobla-
ción. Son las ciudades las que se han
expandido hasta absorber la pobla-
ción de zonas rurales de su periferia.
Por último, la emigración desde el
campo a la ciudad se ha convertido
en una fuente importante de nuevos
habitantes para las zonas urbanas.
El fenómeno de la globalización se
asocia a una mayor intensidad de los
flujos de capital, mercancías, informa-
ción y personas entre países. En China
la movilidad interna desde las zonas
rurales a urbanas supera con creces la
salida de ciudadanos hacia el exterior.
El fenómeno se repite en grandes
áreas metropolitanas como la del
Gran Buenos Aires, que se nutre de in-
migrantes de Bolivia y Paraguay pero
también de ciudadanos argentinos de
las provincias del interior del país.
La llegada masiva de habitantes a las
ciudades tiene que ver también con
el cambio del perfil del emigrante
rural. Ya no se trata únicamente de
hombres jóvenes que dejan su fa-
milia atrás para trabajar en el sector
industrial y de la construcción. La
transformación económica y social
hacia una sociedad posindustrial ha
creado en las últimas décadas nue-
vos puestos de trabajo que absorben
mano de obra femenina, desde las
factorías textiles en Centroamérica al
sector servicios en la India.
Sin embargo, el proceso de urbaniza-
ción de la población del planeta no es
homogéneo. El 90% del crecimiento
de la población mundial se concentra
en Asia y África. Se estima que entre
2014 y 2050 más de la mitad de los
recién nacidos lo harán en menos de
una decena de países: China, India,
Indonesia, Pakistán, Bangladesh,
Nigeria, República Democrática del
Congo, Tanzania y Etiopía. El otro
fenómeno relevante es la concen-
tración de la población urbana en
grandes ciudades. A principios del
siglo  apenas 16 ciudades, todas
en el mundo industrializado, supe-
raban el millón de habitantes. Hoy
Miembro del Batalhão de Operações Policiais Especiais
vigila una favela en Río de Janeiro
16 /  Revista Ejército Nº 924 • abril 2018
son más de 400 ciudades las que
superan esa cantidad de habitantes.
Un 70% de ellas se encuentra en el
mundo no desarrollado. Además, ha
ido creciendo el número de «mega-
ciudades» (consideradas así las áreas
urbanas de más de 10 millones de
habitantes). Significativamente, las
mayores aglomeraciones urbanas del
planeta están fuera del mundo desa-
rrollado a excepción de Tokio, la más
grande del mundo, con 38 millones.
Le siguen Delhi, con 25 millones,
Shanghái, con 23 millones y Ciudad
de México, Mumbai y São Paulo, con
21 millones aproximadamente.
CIUDADES FERALES
(SALVAJES)
La convergencia de rápida urbani-
zación y concentración en grandes
ciudades de la población que emigra
a las áreas urbanas en los países
no desarrollados genera problemas
cuando las Administraciones públi-
cas no son capaces de proveer a la
población de los servicios básicos
(agua, luz y alcantarillado) o seguri-
dad, protección y orden. La pobla-
ción recién llegada sufre el problema
de tener que asentarse en zonas
de viviendas precarias y escasos
Centro de Entrenamiento de Guerra Urbana en Israel
La convergencia
de rápida
urbanización y
concentración en
grandes ciudades
de la población
que emigra a las
áreas urbanas
en los países no
desarrollados
genera problemas
cuando las
Administraciones
públicas no
son capaces
de proveer a la
población de los
servicios básicos
Seguridad y Defensa / 17
servicios públicos. Hablamos de
«ranchos» en Venezuela, «favelas»
en Brasil o «villas» en Argentina. Pero
también de «gecekondu» en Turquía,
«kampong» en Indonesia o «bidonvi-
lle» en el mundo francófono.
Richard J. Norton, profesor del
Naval War College, acuñó en 2004 el
concepto de «ciudades ferales» para
referirse a grandes ciudades, dentro
de Estados perfectamente funcio-
nales, donde las autoridades no
pueden hacer cumplir la ley2. Cuando
la Gendarmería Nacional argentina
recibió la misión de retomar el con-
trol del barrio de Fort Apache, un ba-
rrio de la periferia de Buenos Aires,
se encontró a la policía totalmente
superada por la situación y atrinche-
rada en una comisaría protegida con
una barricada de coches abando-
nados. Los gendarmes argentinos
se vieron patrullando calles de su
propio país con las mismas tácticas
que emplearon como cascos azules
en Haití3. En Brasil, la policía de Río
de Janeiro cambió de táctica frente
al narcotráfico en las favelas. En vez
de lanzar incursiones puntuales para
detener a los delincuentes se decidió
desplegar a la policía en las favelas
de forma permanente con comisa-
rías de barrio llamadas Unidades
Policiales de Pacificación y estable-
ciendo controles en las entradas de
los barrios4.
Allí donde no llega la acción del Es-
tado se crean las condiciones para
que aparezcan poderes paralelos en
forma de líderes y organizaciones
criminales que controlan el terri-
torio y, para ganarse el apoyo de la
población, financian los servicios
y la asistencia social que el Estado
no proporciona5. Pablo Escobar,
nuevamente de actualidad gracias
Convoy de tropas en una ciudad brasileña
Richard J. Norton,
profesor del Naval
War College,
acuñó en 2004
el concepto
de «ciudades
ferales» para
referirse
a grandes
ciudades, dentro
de Estados
perfectamente
funcionales,
donde las
autoridades no
pueden hacer
cumplir la ley
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al cine, pagó redes de alumbrado
público, instalaciones deportivas,
clubes deportivos en los barrios
populares del Medellín de los años
ochenta... Pagó incluso la cons-
trucción de viviendas sociales en un
barrio que lleva hoy su nombre. La
generosidad de los líderes crimina-
les no es desinteresada. Así, cuando
la policía jamaicana asaltó en mayo
de 2010 el barrio de Tivoli Gardens,
en Kingston, para detener a Chris-
topher «Dudus» Coke, líder de la
banda Shower Posse, se encontró
una enorme resistencia armada y la
escasa colaboración de la población.
La popularidad de Coke se debía a
que había mantenido bajo control la
delincuencia común y repartía ayu-
das a las familias necesitadas.
El desplazamiento del campo a
la ciudad no solo obedece a la
búsqueda voluntaria de mayores
perspectivas laborales. Hay lugares
del planeta donde el aumento de
la población urbana se debe a la
llegada de refugiados y desplaza-
dos por conflictos armados y crisis
medioambientales, como Colom-
bia, Siria, Irak y Afganistán. Entre
2006 y 2010 Siria sufrió cuatro
grandes sequías que aniquilaron
cosechas y rebaños. La población
rural se vio empujada a emigrar
a las ciudades, donde se unieron
al flujo de refugiados iraquíes. La
población urbana de Siria creció un
50% en ocho años y la población
en extrema pobreza pasó de 2 a 3
millones6. Los agravios de una po-
blación que percibía sus necesida-
des no atendidas por el Estado fue
el caldo de cultivo para el estallido
de las revueltas que dieron lugar a
la guerra civil en 2011.
Esas emigraciones forzadas por de-
sastres naturales o guerras tienen un
efecto traumático en el tejido social.
En las comunidades rurales, por lo
general, se mantienen estructuras
sociales y valores más tradiciona-
les, con la familia extensa, el clan
o la tribu constituyendo una densa
red de lealtades que, a cambio,
ofrece solidaridad, hospitalidad e
intermediación frente a los pode-
res públicos. Cuando la población
rural se ve forzada a emigrar a las
Reservistas franceses patrullando las calles de París
Sobrevolando las «favelas»
La concentración
de población,
infraestructuras,
edificios
públicos y sedes
empresariales
convierten las
ciudades en el
objetivo prioritario
del terrorismo
Seguridad y Defensa / 19
grandes ciudades pierde ese capital
social. El periodista Robert D. Kaplan
hablaba en su ensayo «The Coming
Anarchy», de 1994, de cómo en las
aglomeraciones urbanas de África
Occidental abundaban los jóvenes
desarraigados «como moléculas
perdidas en un fluido social muy
inestable»7. Los jóvenes pobres
llegados desde las áreas rurales del
país a los suburbios en países como
Mauritania y Pakistán, carentes de
referentes, se han convertido en car-
ne de cañón para milicias y grupos
yihadistas.
ATAQUES COMPLEJOS
La concentración de población,
infraestructuras, edificios públicos y
sedes empresariales convierten las
ciudades en el objetivo prioritario
del terrorismo. La densidad de redes
de telecomunicación y medios de
comunicación de masas aseguran un
impacto inmediato de las acciones
violentas que se desarrollan en una
ciudad, no solo por la inmediatez con
la que los medios de comunicación
pueden transmitir la noticia, sino por
la inevitable difusión de información
en redes sociales por parte de los
ciudadanos.
Precisamente, la densidad y efi-
cacia de las redes de telecomuni-
caciones permite la coordinación
de ataques complejos terroristas,
Reservistas franceses patrullando las calles de París
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como los sufridos por São Paulo
en 2006 y Mumbai en 2008. Por
otro lado, la densidad y compleji-
dad de los sistemas de transpor-
te, comunicaciones y energía en
las áreas urbanas propicia que
un ataque a unos pocos nodos
de la red genere un efecto en
cascada que paralice una ciudad,
por apagones o paralización del
transporte8.
El 12 de mayo de 2006 la ciudad
de São Paulo quedó colapsada
cuando decenas de autobuses de
transporte público fueron incen-
diados en las calles y paralizaron
el tráfico. Mientras tanto, tur-
bas asaltaron las comisarías de
policía, agentes de policía fueron
asesinados en sus hogares y
motines carcelarios con tomas de
rehenes tuvieron lugar en más de
veinte presidios del estado de São
Paulo. La ola de violencia, que pa-
ralizó la mega urbe brasileña y la
convirtió en una ciudad fantasma9,
fue obra del Primeiro Comando da
Capital (PCC), una organización
criminal nacida en las cárceles
con la excusa de luchar por los
derechos de los presos. El PCC
ya había protagonizado en febrero
de 2001 la mayor revuelta de presos
de la historia del país, cuando los
presos de 29 cárceles se amotina-
ron de forma coordinada gracias a
los teléfonos móviles introducidos
clandestinamente en prisión. La
acción del PCC del 12 de mayo
de 2006 tuvo como origen el traslado
de 7 dirigentes de la organización a
una prisión de máxima seguridad y,
evidentemente, fue coordinada por
los propios líderes del PCC desde la
cárcel usando los teléfonos móviles.
La ola de violencia cesó tras negociar
las autoridades con los líderes de la
organización.
El 26 de noviembre de 2008 des-
embarcó en Mumbai un comando
de 10 terroristas del grupo pakistaní
Lashkar-e-Taiba procedente de
Karachi. Se repartieron por parejas
por la ciudad guiándose con Google
Maps rumbo a sus objetivos, que
previamente había seleccionado
una célula de apoyo. Una pareja de
terroristas atacó un bar frecuentado
por extranjeros y otras dos dejaron
escondidos artefactos explosivos
con temporizador en taxis. Con los
servicios de seguridad y emergencia
Las recientes
experiencias en
lugares como
Gaza, Mosul
y Alepo han
marcado el camino
de los tiempos
por venir y se ha
visto la necesidad
de desarrollar
nuevos sistemas y
tecnologías para
el combate urbano
y operaciones
subterráneas
Entrenamiento en combate urbano dentro de un complejo de edificios
Seguridad y Defensa / 21
volcados en atender los primeros
ataques, dos terroristas atacaron la
histórica estación ferroviaria Bom-
bay Victoria (hoy terminal Chatrapati
Shivaji Maharaj). Mientras tanto,
el resto de terroristas se reagrupó
para atacar los hoteles Taj Mahal y
Oberoi Trident, además de la sede
local de la organización judía Cha-
bad-Lubavitch, en Nariman House.
En los hoteles, los terroristas se
dedicaron a separar y asesinar a los
occidentales mientras que en Nari-
man House torturaron, mutilaron y
asesinaron al matrimonio que dirigía
en Mumbai la sede local de la orga-
nización Chabad-Lubavitch, aparte
de asesinar a otras cuatro personas
judías. Los terroristas se atrinchera-
ron y resistieron hasta el asalto final
de las fuerzas de intervención es-
pecial de la Marina y la Guardia de
Seguridad Nacional. La crisis duró
un total de 60 horas10. Murieron 166
personas, incluyendo 16 policías y
dos miembros de las unidades de
intervención especial. Los heridos
fueron cerca de 300. Las víctimas
fueron de un total de 25 nacionali-
dades diferentes. Solo un terrorista
sobrevivió: Ajmal Kasab. Su historia
encaja en el perfil de los jóvenes
urbanos que describía Robert D.
Kaplan. Kasab, tras huir del hogar
paterno en su aldea natal en
Pakistán se dedicó a pequeños
robos en Rawalpindi hasta ser
captado por Lashkar-e-Taiba.
Las autoridades indias se vieron
sobrepasadas por el ataque.
La simultaneidad, dispersión
y contundencia de los ataques
saturó los servicios de seguridad
y emergencia, cuyos centros de
coordinación quedaron colapsa-
dos por llamadas de ciudadanos
presos del pánico alertando de
ataques terroristas inexistentes.
La disputa entre las autoridades
locales y nacionales para tomar
el mando retrasó la intervención
de las fuerzas especiales. Por
su parte, los terroristas se coor-
dinaron mediante teléfono por
satélite con una sala de control
en Pakistán que iba siguiendo los
acontecimientos por los medios
de comunicación y redes sociales,
alertándolos de los movimientos
de la policía. Además, emplearon
en sus teléfonos móviles servicios
de voz por protocolo de internet
(VoIP) como Skype para evadir la
monitorización de las llamadas.
Los perfiles de usuario empleados
habían sido creados especialmen-
te para la ocasión y recibido saldo
desde terceros países, incluyendo
España.
John Sullivan y Adam Elkus
llamaron asedio urbano11 a este
tipo de ataque complejo porque la
simultaneidad y contundencia de
acción de un grupo relativamente
pequeño de terroristas es capaz
de paralizar una gran ciudad.
El primer caso en Europa tuvo
lugar en París el 13 de noviembre
de 2015. Nueve terroristas vincu-
lados al Dáesh / Isis hicieron deto-
nar varios artefactos en diferentes
lugares de París, ametrallaron a
viandantes y terminaron atacando
al público de un concierto, lo que
paralizó la ciudad.
CONCLUSIONES
La triple convergencia de la
«creciente urbanización» de la
población mundial, la «concentra-
ción en grandes zonas urbanas» y
que las dos anteriores tendencias
Asedio urbano.
Ataque al metro de Bruselas
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tengan lugar principalmente en los
«países no desarrollados» plantea un
escenario que ya es presente en el
que los conflictos sociales que deri-
ven en violencia organizada tendrán
lugar cada vez más en áreas urbanas.
Por tanto, la experiencia acumula-
da en guerra irregular, operaciones
internacionales e intervención ante
emergencias y catástrofes tendrá
que ser adaptada. Las recientes
experiencias en lugares como Gaza,
Mosul y Alepo han marcado el cami-
no de los tiempos por venir y se ha
visto la necesidad de desarrollar nue-
vos sistemas y tecnologías para el
combate urbano y operaciones sub-
terráneas, como el uso de excava-
doras blindadas, robots con orugas
armados, redes de comunicación
que funcionen en áreas edificadas,
munición para apertura de puertas,
contramedidas que anulen los mini-
drones comerciales usados por las
insurgencias, etc. El entrenamiento
en combate urbano habrá de ser más
realista y emplear complejos de edi-
ficios que simulen al menos un barrio
o un pueblo. Además, la amenaza
terrorista en el mundo desarrollado,
con terroristas armados con fusiles
de asalto y explosivos, ha obligado a
las autoridades de algunos países a
desplegar a unidades de sus Fuerzas
Armadas en auxilio de la policía. La
ciudad es, definitivamente, el campo
de batalla del presente y del futuro.
NOTAS
1. El Departamento de Asuntos
Económicos y Sociales (DESA)
de Naciones Unidos publica
periódicamente el informe World
Urbanization Prospects con
datos estadísticos. También
puede encontrarse datos demo-
gráficos y análisis sociológicos
en el informe World Cities Report,
que publica periódicamente la
agencia UN-Habitat de Naciones
Unidas.
2. «Feral Cities». Naval War College
Review, otoño 2003, Vol. LVI, n.º 4,
págs. 97-196.
3. El reportero Hernán Zin lo contó
en una crónica digna de reportaje
de guerra en «Una temporada en
el bonaerense Fuerte Apache: los
gendarmes».
http://blogs.20minutos.es/
enguerra/2010/01/26/una-tem-
porada-el-bonaerense-fuer-
te-apache-gendarmes/
4. Véase otra crónica donde emplea
el lenguaje del reportaje de gue-
rra, Dentro de la Policía Pacifi-
cadora: un día con los jefes de la
guerra en las favelas de Río.
http://www.elconfidencial.com/
mundo/2014-08-28/dentro-de-la-
policia-pacificadora-un-dia-con-
los-jefes-de-la-guerra-en-las-fa-
velas-de-rio_180100/
5. Ioan Grillo habla de «señores
de la guerra criminales». Véa-
se Gangster Warlords: Drug
Dollars, Killing Fields, and the
New Politics of Latin America.
Bloomsbury Publishing.
Londres, 2016.
6. Hay varios estudios científicos
sobre el impacto de las sequías
en Siria en los problemas sociales
que desembocaron en la guerra
civil. Véase por ejemplo Climate
change and the Syrian uprising,
de Shahrzad Mohtadi, en http://
thebulletin.org/climate-chan-
ge-and-syrian-uprising
7. Disponible en Internet: https://
www.theatlantic.com/magazine/ar-
chive/1994/02/the-coming-anar-
chy/304670/ Aparece en la
recopilación del mismo título que
cuenta con traducción al español:
La anarquía que viene. Ediciones B,
Barcelona, 2000, págs. 17-74.
8. John Robb habla de «disrupción
de sistemas» en Brave New War:
The Next Stage of Terrorism And
The End of Globalization. John
Wiley & Sons, Hoboken, 2007.
Págs. 94-110.
9. Véase City of Fear, de William
Langewiesche.
http://www.vanityfair.com/
news/2007/04/langewies-
che200704
10. David Kilcullen, el experto en
contrainsurgencia, relata los
acontecimientos en su libro Out of
the mountains. The Coming Age
Of The Urban Guerrilla. Oxford
University Press, Oxford, 2013.
Págs. 52-66. Véase también el
documental Terror in Mumbai,
producido y dirigido en 2009 por
Dan Reed.
11. Véase Urban siege in south Asia.
https://www.opendemocracy.net/
opensecurity/john-p-sullivan-
adam-elkus/urban-siege-in-sou-
th-asia 
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  • Cities
«Feral Cities». Naval War College Review, otoño 2003, Vol. LVI, n.º 4, págs. 97-196.
Zin lo contó en una crónica digna de reportaje de guerra en «Una temporada en el bonaerense Fuerte Apache: los gendarmes
  • Hernán El Reportero
El reportero Hernán Zin lo contó en una crónica digna de reportaje de guerra en «Una temporada en el bonaerense Fuerte Apache: los gendarmes». http://blogs.20minutos.es/ enguerra/2010/01/26/una-temporada-el-bonaerense-fuerte-apache-gendarmes/
Aparece en la recopilación del mismo título que cuenta con traducción al español: La anarquía que viene
  • Internet Disponible En
Disponible en Internet: https:// www.theatlantic.com/magazine/archive/1994/02/the-coming-anarchy/304670/ Aparece en la recopilación del mismo título que cuenta con traducción al español: La anarquía que viene. Ediciones B, Barcelona, 2000, págs. 17-74.
relata los acontecimientos en su libro Out of the mountains. The Coming Age Of The Urban Guerrilla
  • David Kilcullen
  • Contrainsurgencia
David Kilcullen, el experto en contrainsurgencia, relata los acontecimientos en su libro Out of the mountains. The Coming Age Of The Urban Guerrilla. Oxford University Press, Oxford, 2013. Págs. 52-66. Véase también el documental Terror in Mumbai, producido y dirigido en 2009 por Dan Reed.