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El acompañamiento espiritual en clínica: Propuesta de la SECPAL

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Abstract

Movidos por la necesidad de entender y atender las necesidades y recursos espirituales de los pacientes en cuidados paliativos, desde la SECPAL, el Grupo de Espiritualidad (GES) ha elaborado una propuesta de modelo de espiritualidad, desde una perspectiva profesional, humanista y tras confesional. En ella se define espiritualidad como un universal humano, fuente de trascendencia y sanación. Se propone un itinerario por el que transcurre la persona en el proceso de morir y se proponen herramientas de evaluación y acompañamiento espiritual. Finalmente se incide en la espiritualidad del profesional como un imperativo ético para quien quiera acercarse a acompañar. Palabras clave: Espiritualidad, Cuidados paliativos, Compasión, Presencia, Hospitalidad, Proceso de morir. Moved by the need to understand and attend to the spiritual needs and resources of patients in palliative care, the Spirituality Group (GES) of the SECPAL has developed a proposal for a model of spirituality, from a professional, humanistic and trans denominational perspective. Spirituality has been defined as a human universal, source of transcendence and healing. It proposes an itinerary through which the person goes through the process of dying and tools of evaluation and spiritual care. Finally, it focuses on the spirituality of the professional as an ethical imperative for those who want to approach to the spiritual care.
06/El acompañamiento
espiritual en la clínica.
Propuesta de la SECPAL
Movidos por la necesidad de entender y atender las necesidades y recursos espirituales de los pacientes en
cuidados paliativos, desde la SECPAL, el Grupo de Espiritualidad (GES) ha elaborado una propuesta de modelo
de espiritualidad, desde una perspectiva profesional, humanista y tras confesional. En ella se define espiritualidad
como un universal humano, fuente de trascendencia y sanación. Se propone un itinerario por el que transcurre la
persona en el proceso de morir y se proponen herramientas de evaluación y acompañamiento espiritual. Finalmente
se incide en la espiritualidad del profesional como un imperativo ético para quien quiera acercarse a acompañar.
Palabras clave: Espiritualidad, Cuidados paliativos, Compasión, Presencia, Hospitalidad, Proceso de morir.
Moved by the need to understand and attend to the spiritual needs and resources of patients in palliative care,
the Spirituality Group (GES) of the SECPAL has developed a proposal for a model of spirituality, from a professional,
humanistic and trans denominational perspective. Spirituality has been defined as a human universal, source of
transcendence and healing. It proposes an itinerary through which the person goes through the process of dying
and tools of evaluation and spiritual care. Finally, it focuses on the spirituality of the professional as an ethical
imperative for those who want to approach to the spiritual care.
Key words: Spirituality, Palliative care, Compassion, Presence, Hospitality, Dying process, End of life care.
Enric Benito Oliver,
Doctor en Medicina.
Consultor senior en Cuidados Paliativos.
Mónica Dones Sánchez,
Enfermera. Unidad de Cuidados Paliativos.
Fundación Instituto San José. Madrid.
El acompañamiento
espiritual en la clínica.
Propuesta de la SECPAL
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tes grados de desarrollo moral. La conciencia
espiritual indica la apertura de cada uno a la
propia esencia en un momento dado.
Existe un itinerario personal para descubrir la
propia espiritualidad. El ser humano evoluciona
constantemente, en nuestra biografía hay
periodos fructíferos en el despertar espiritual,
experiencias cumbre, frecuentemente asociados
a situaciones de crisis, en los que la propia
cosmovisión se desmorona y la persona, en
medio del dolor de la pérdida, puede revisar
y reconstruir a un nivel superior la percepción
que tenía de la realidad y de sí mismo.
2/
Espiritualidad en clínica:
el sufrimiento y la sanación.
Todos vivimos momentos de crisis/oportunidad:
La enfermedad, el sufrimiento y la proximidad
de la muerte son ocasiones especiales para
la emergencia espiritual, en ellas se abre la
oportunidad de encuentro con lo que nos
trasciende y nos permite experimentar lo que
somos en nuestra profundidad.
Según la conferencia de expertos de Ginebra
de 2013:
“La espiritualidad es un aspecto
dinámico e intrínseco de la humanidad
a través del cual las personas buscan
un significado, un propósito y una
transcendencia últimas y experimentan
una relación consigo mismos, con
la familia, con los demás, con la
comunidad, la sociedad, la naturaleza,
con lo significativo y con lo sagrado.
la conciencia que nos ilumina. Es la fuente
de vida que nos constituye y que más allá de
lo físico, emocional y social, que también
incluye y trasciende, es la fuente de la que
surge el dinamismo que impulsa nuestro anhelo
inagotable de plenitud.
El desarrollo espiritual es una capacidad
evolutiva innata en el ser humano, es un impulso
hacia la totalidad, hacia el descubrimiento del
verdadero potencial de uno mismo. Y se puede
definir sencillamente como: “Humanidad en
plenitud”. Es un universal humano, del que
surge la necesidad de búsqueda de sentido, de
pertenencia a un todo mayor que uno mismo,
a una conciencia superior que nos contiene y
sostiene.
Es el dinamismo que impulsa nuestro anhelo
inagotable de plenitud y felicidad, caracteriza
la condición humana expresándose en la red de
relaciones que cada persona establece. Pertenece
y se experimenta a un nivel transracional, trans-
personal y trans confesional.
Se descubre y se vive más allá de lo cognitivo, de
lo individual y de lo creencial, trascendiéndolo
e integrándolo.
Las tradiciones de sabiduría y religiones han
reconocido esta dimensión humana: el reino de
los cielos en nuestro interior del evangelio, el
Cristo que vive en mí de S. Pablo, la conciencia
sustrato del budismo, el secreto del islam, la
apertura original del taoísmo, la kundalini del
yoga tántrico, el Atman en el hinduismo, el
pedestal interior de Marco Aurelio, el Daimon
de Sócrates etc.
Las tradiciones de sabiduría y religiones, elabo-
rando marcos conceptuales, ritos y preceptos,
indican el camino hacia la experiencia espiritual,
aunque ninguna puede apropiarse exclusiva-
mente de esta realidad que inspira y trasciende
toda creencia.
Las personas gozamos de distintos grados de
madurez espiritual, al igual alcanzamos diferen-
La espiritualidad se expresa a
través de las creencias, los valores,
las tradiciones y las prácticas”.
3/
La persona como tesoro
en vasija de barro.
La fragilidad y la dignidad.
Las crisis existenciales, la enfermedad grave y
el sufrimiento pueden llevarnos a un infierno
personal y también ser una oportunidad de
descubrimiento de nuestra profundidad.
De trascendencia.
Podamos las plantas, para que crezcan con más
fuerza. A veces la Vida nos poda a nosotros
y además del dolor de la pérdida, tenemos la
oportunidad de aprender, madurar y crecer a
través de ella, pero para ello a la pérdida hay
que darle un sentido, o trascenderla.
Trascender es atravesar y ascender. El dolor del
duelo es un caballo que debemos montar, re-
primirlo o esconderlo no evitará que deje de
rechinar en la sombra. Al montarlo te lleva-
rá galopando por frías noches de tormenta,
atravesando oscuros y solitarios páramos, para
amanecer en un paisaje distinto, más luminoso
y claro del que saliste.
Como recuerda San Pablo:
“Dios ..hizo brillar su luz en nuestro
corazón para que conociéramos la
gloria de Dios. Pero tenemos este
tesoro en vasijas de barro para que
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La Sociedad Española de Cuidados Paliati-
vos (SECPAL) cuenta desde el año 2004 con
el Grupo de trabajo de Espiritualidad (GES).
Desde una composición multiprofesional, y
una perspectiva integral, humanista, y transcon-
fesional ha buscado:
“Promover entre pacientes, familiares
y profesionales la oportunidad
de transformar el proceso de morir
en una experiencia compartida
de crecimiento personal y de toma
de conciencia de nuestros recursos
y necesidades espirituales”.
Aquí presentamos los fundamentos del modelo
GES construido desde la experiencia clínica,
el estudio de la bibliografía, las tradiciones de
sabiduría, y desde la deliberación.
1/
Espiritualidad,
¿de qué hablamos?
De nuestra naturaleza esencial. Lo que nos
conforma, lo intangible que yace en nuestra
profundidad y que conocemos parcialmente,
El acompañamiento
espiritual en la clínica.
Propuesta de la SECPAL
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se vea que tan sublime poder viene
de Dios y no de nosotros”.
Nuestra fragilidad y vulnerabilidad son puestas
a prueba en las crisis y nos podemos romper,
sabiendo que por las grietas del barro, emerge la
luz del tesoro que nos conforma interiormente.
4/
El itinerario:
del caos a la trascendencia.
En las experiencias límite, al disolver la
percepción limitada de los sentidos, podemos
entrar en estados modificados de conciencia en
los que comprobamos una realidad superior.
Esta experiencia límite descrita por los místicos,
transforma la vida personal y permite descubrir
que estamos atravesados de infinito. Hay más de
lo que vemos, sentimos, pensamos o creemos.
La vida tiene muchas capas de profundidad y
crecemos en la medida que avanzamos hacia esa
profundidad.
Según Casell: “los cuerpos duelen, las personas
sufren”. El sufrimiento o el dolor del alma es
nuestra resistencia a una realidad que no se
Una etapa de caos, que engloba las fases de
Kübler Ross de lucha, negación, depresión,
negociación, caracterizadas por el miedo a
perder lo que consideramos nuestra integridad
(el ego). Posteriormente, se llega a una fase de
rendición, entrega, aceptación, coloquialmente
“tirar la toalla”.
Finalmente, la persona entra en un estado
modificado de conciencia, un espacio de paz,
serenidad, gozo, bienestar, que observamos en
las fases finales de algunos enfermos.
Sanacion
Es la recuperación de la integridad tras la
fractura de la crisis, a un nivel superior de
conciencia del que se partía.
El proceso de sanación significa entrar en
contacto con la propia naturaleza esencial y
abrirse, trascendiendo la amenaza, a una nueva
conciencia ampliada.
Es un proceso relacional que implica movi-
miento desde la dolorosa fragmentación hacia
la experiencia de integridad y plenitud.
Puede ser facilitada por las intervenciones del
acompañante, pero depende de un potencial in-
nato e interior del enfermo.
comporta como esperábamos, pero cuando la
realidad y nuestra forma de pensar o sentir no
coinciden, es absurdo culpar a la realidad de
equivocarse y sufrir porque ésta no se comporta
como esperábamos.
La persona con enfermedad terminal, suele intuir
la proximidad de la muerte, y el sufrimiento es la
amenaza que se cierne sobre todo lo conseguido
y que ahora parece deshacerse. Para muchas
personas, especialmente si no se han preparado
para ello, esta etapa puede ser vivida como un
asalto a la propia construcción vital -todo aquello
con lo que nos hemos identificado- y que ahora,
se intuye que acabará por desmoronarse.
El proceso tiene un final inesperado: tras la
aceptación, atravesando y ascendiendo por en-
cima de la perspectiva previa, la consciencia ac-
cede a otro nivel en el que se atisba una nueva
visión en el proceso de sanación.
Kathleen Singh, describió como muchos
pacientes, en el último tramo de su vida, tu-
vieran o no deseo consciente de trascendencia,
parecían entrar en un nivel transformado de con-
ciencia que llamó: “experiencia de la cercanía
de la muerte”, que entre otros, incluyen senti-
mientos de conexión y paz.
Singh propone que la proximidad de la
muerte ofrece una oportunidad de crecimiento
espiritual y propone un modelo para explicar
la adaptación psico-emocional al proceso y los
pasos que se dan en esta etapa son:
5/
Un mapa de nuestra
interioridad, los recursos
y necesidades en tres
palabras: intra, inter,
y transpersonales.
Reed en 1992 definió espiritualidad como
“la búsqueda de significado a través
de un sentido de relación con las
dimensiones que trascienden al
ser de tal manera que empodere
y no devalúe al individuo.
Esta relación puede ser experimentada
intrapersonalmente (búsqueda
de coherencia y de sentido),
interpersonalmente (armonía) y
transpersonalmente: referida al sentido
de relación con lo desconocido, Dios, o
un poder más grande que uno mismo”.
Partiendo del reconocimiento de la naturaleza
espiritual y a la persona como ser en relación, el
GES construyó y validó un cuestionario basado
en los recursos y necesidades en estos tres niveles
(intrapersonal, interpersonal y transpersonal)
para explorar la biografía de cada paciente, e
identificar necesidades a evaluar y atender y los
recursos disponibles para ello.
El cuestionario GES es una guía para la
evaluación de las tres dimensiones esenciales:
los aspectos más significativos de nuestras
relaciones con uno mismo (necesidad de sentido
y coherencia), con otros (armonía en nuestras
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Figura 1.
Esquema del itinerario e intervención.
CHAOS
SUFRIMIENTO
INTERVENCION COMPASIVA
(Acompañamiento)
SURRENDER
ACEPTACION
TRANSCENDENCE
SANACIÓN
El desarrollo espiritual es una capacidad evolutiva
innata en el ser humano, es un impulso hacia la totalidad,
hacia el descubrimiento del verdadero potencial de uno mismo
El acompañamiento
espiritual en la clínica.
Propuesta de la SECPAL
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relaciones y necesidad de sentirnos amados y
amar) y con lo trascendente (necesidad de tener
esperanza y dejar un legado).
Las preguntas buscan explorar y atender aspec-
tos de las relaciones intra, inter y transpersona-
les que son recursos o necesidades a validar o
acompañar respectivamente.
La herramienta de acompañamiento no es un
cuestionario, sino el profesional que encarnan-
do la sabiduría y la compasión, se acerca con
humildad, respeto y simetría moral, para acom-
pañar el viaje del que se está despidiendo.
6/
Herramientas de
acompañamiento.
Hospitalidad, presencia
y compasión.
Hospitalidad: nuestra capacidad de acoger en
nuestra casa al extraño que acude necesitado,
sabiendo que nuestra salvación acude en forma
de peregrino cansado.
En palabras de Jesús Etayo:
Acoger incondicionalmente a las personas,
respetando su dignidad y cuidando y
promoviendo integralmente su vida
Presencia, nuestra capacidad de estar absolu-
tamente para el otro sin juicio ni critica.
Compasión, es la empatía en acción, emplear
La decisión de hacernos sanitarios suele ser la
respuesta a una llamada interior, una intuición
que nos impulsa ayudar a los que sufren y esto
significa tener un corazón compasivo.
Los que trabajamos en el entorno del sufrimien-
to lo hacemos intuitivamente, sin formación es-
pecífica, y arriesgándonos al contagio emocio-
nal, a la fatiga por compasión o al burn out.
Recientemente hemos comenzado a entender la
relación significativa y positiva entre el grado de
autoconciencia, el autocuidado, la satisfacción
de la compasión y la capacidad de afrontamiento
ante la muerte.
Nuestra autoconciencia, la que desarrolla-
mos en la meditación u oración contempla-
tiva, se relaciona negativamente con la fa-
tiga de compasión y el riesgo de burn out.
Sabemos que la atención plena, y nuestra capaci-
dad de ser compasivos pueden cultivarse.
Esto abre el camino a cultivar la espiritualidad
del profesional y conseguir profesionales más
hospitalarios, ecuánimes y compasivos, que pue-
dan desarrollar de forma gozosa su trabajo.
nuestro conocimiento y nuestro actuar (las
manos movidas por el corazón) para aliviar el
sufrimiento del otro, ayudándole a resolver o
trascender lo que no puede ser resuelto.
El acompañamiento procura generar el entorno
de acogida de conexión con la profundidad del
que sufre para que pueda desde allí surgir por
encima de la tormenta que se da en la superficie
de su vivir y atravesándola resurgir a un nivel de
conciencia mayor.
Este alumbramiento de uno mismo, en medio
del dolor del parto, es más fácil hacerlo
acompañado de quien entiende y acompaña,
facilita la aceptación de la realidad para poder
trascenderla.
A través de la intervención compasiva, el que
sufre y el que le acompaña acaban en un espacio
distinto caracterizado por el crecimiento y la
visión más madura de la realidad.
7/
La espiritualidad
del cuidador.
Nadie puede acompañar a otro más allá de
donde uno mismo ha llegado, para el acompa-
ñamiento espiritual necesitamos consistencia
interna, humildad, confianza y el coraje que
surgen de una mente serena, sabia y compasiva.
Estas cualidades pueden y deben cultivarse.
Esto implica ir perdiendo nuestros miedos,
nuestras sombras, elaborar cuestiones pendien-
tes y apegos que pueden interferir la relación
terapéutica.
Y desarrollar nuestra capacidad para ser compa-
sivos y ecuánimes en el entorno del sufrimiento.
LH n.318
Bibliografia
Benito, E., Barbero, J.,
y Dones, M. (2014).
Espiritualidad en Clínica.
Una Propuesta de Evaluación y acompañamiento
Espiritual en Cuidados Paliativos.
Madrid: Sociedad Española
de Cuidados Paliativos.
Recuperado de www.secpal.com//Documentos/
Blog/Monografia%20secpal.pdf
Benito, E., Oliver, A., Galiana, L., Barreto,
P., Pascual, A, y Gomis, C. et al. (2014).
Development and validation of a new tool
for the assessment and espiritual care of
palliative care patients.
Journal Pain Symptom Manage, 47,
1008-18. doi: 10.1016/j.jpainsym-
man.2013.06.018
Sansó N, Galiana L, Oliver A, Pascual A,
Sinclair S, Benito E.(2015)
Palliative care professionals’ inner life:
exploring the relationships among awareness,
self-care and compassion satisfaction and
fatigue, burn out, and coping with death,
Journal Pain Symptom Manage, 50, 200-7.
doi: 10.1016/j.jpainsymman.2015.02.013
Tabla resumen modelo GES
1. La Espiritualidad es “Nuestra naturaleza
esencial de donde surge un anhelo
inagotable de plenitud. El dinamismo que
nos impulsa a la búsqueda de: sentido,
conexión y trascendencia. Es un universal
humano vivido y/o expresado,
o no, a través de la religión”.
2. La Espiritualidad se expresa a través
de la red de relaciones que la persona
establece en los niveles: intra-, inter-,
y transpersonal.
3. Con nosotros mismos (intrapersonal)
necesitamos coherencia y sentido.
Con los demás (interpersonal) necesitamos
paz y reconciliación (armonía, no conflicto).
Con “Lo demás” (transpersonal) podemos
tener esperanza- confianza y/o legado.
El acompañamiento
espiritual en la clínica.
Propuesta de la SECPAL
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4. Todos tenemos diferentes grados de
conciencia espiritual y también diferente
grado de recursos y necesidades
espirituales.
5. Estos dependen del grado de plenitud
de las relaciones que hemos establecido
con los niveles intra, inter y transpersonal.
6. “La espiritualidad puede ser un recurso
poderoso para trascender el sufrimiento
que acompaña la pérdida, y para
promover la aceptación de la realidad en
el proceso de morir”
7. En este contexto, el cuidado espiritual
es un acercamiento profesional y
ético a esta oportunidad que se
ofrece para la sanación.
8. El itinerario de la crisis existencial y
del proceso de morir, se resume en
tres pasos: caos (sufrimiento), aceptación
y trascendencia.
9. El acompañamiento espiritual del proceso
busca facilitar la entrega, la aceptación
disolver el sufrimiento, la resistencia
y el miedo y promover la sanación.
10. La sanación es la recuperación de la
integridad a un nivel de coherencia
y de conciencia superiores.
11. Las herramientas de acompañamiento
son: La Hospitalidad, Presencia y
Compasión.
12. Estas herramientas están encarnadas
en el profesional de aquí que:
13. El que acompaña solo puede hacerlo
si ha cultivado en sí mismo su propia
interioridad, de modo que pueda acoger
el sufrimiento, reconocer la profundidad
espiritual del que sufre y ser un referente
para que este encuentre en sí mismo los
recursos para reconstruirse.
14. Desde esta perspectiva el cultivo de
la espiritualidad del cuidador es un
imperativo ético.
15. El sufrimiento puede verse como una
amenaza de pérdida de integridad,
coherencia y conciencia de pertenencia,
pero también como una llamada a la
plenitud. Asumiendo la muerte no sólo
como un hecho biológico, social y
espiritual, sino como una oportunidad
para abrirnos a nuestra naturaleza
espiritual y sanar.
... La espiritualidad hace referencia a una dimensión universal del ser humano que se asocia a cualidades y valores que fomentan la paz y el amor 7 ; a una aspiración profunda e íntima que se materializa en la auto-trascendencia, en la interconexión especial y única que se establece con el universo, con las cosas, con las demás personas y con uno mismo; y en el intento por comprender el sentido y el propósito en la vida 8,9 . Tiene como característica esencial su componente subjetivo y experiencial, por lo que se enriquece desde la individualidad y se manifiesta a lo largo de toda la vida en cada una de las acciones 10 , aunque suele hacerse más evidente en momentos de gran felicidad o sufrimiento, como suele ser la proximidad de la muerte o la fase avanzada/terminal de una enfermedad 9 . ...
... La espiritualidad hace referencia a una dimensión universal del ser humano que se asocia a cualidades y valores que fomentan la paz y el amor 7 ; a una aspiración profunda e íntima que se materializa en la auto-trascendencia, en la interconexión especial y única que se establece con el universo, con las cosas, con las demás personas y con uno mismo; y en el intento por comprender el sentido y el propósito en la vida 8,9 . Tiene como característica esencial su componente subjetivo y experiencial, por lo que se enriquece desde la individualidad y se manifiesta a lo largo de toda la vida en cada una de las acciones 10 , aunque suele hacerse más evidente en momentos de gran felicidad o sufrimiento, como suele ser la proximidad de la muerte o la fase avanzada/terminal de una enfermedad 9 . ...
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Introducción: El origen o el agravamiento del sufrimiento pueden tener determinantes de naturaleza espiritual; sin embargo, son reducidas las investigaciones en esta temática en pacientes con enfermedad renal crónica en hemodiálisis.Objetivos: Determinar si existe relación entre la presencia de sufrimiento y necesidades espirituales en pacientes en hemodiálisis.Material y Método: Estudio observacional descriptivo de corte transversal, que integró tareas de correlación en una muestra de 47 pacientes adultos que se hemodializan en el hospital Salvador Allende en La Habana. Los instrumentos empleados fueron la entrevista, el Instrumento para la Detección del Sufrimiento de Bayés y colaboradores y el Cuestionario de Conexión Espiritual de Wheeler y Hyland.Resultados: Se halló asociación significativa entre el malestar y el sexo masculino (p=0,04), la tenencia de hijos (p=0,01), la necesidad de “ser reconocido como persona” (p=0,01) y “volver a leer su vida” (p=0,01), mientras que el bienestar se asoció a la preparación para la hemodiálisis (p=0,01) y a la necesidad de “amar y ser amado” (p=0,00); también se encontró entre el nivel medio general de conexión espiritual y las necesidades: “volver a leer su vida” (p=0,03) y “continuidad, de un más allá” (p=0,02).Conclusiones: El sufrimiento se asoció al sexo, la tenencia de hijos y a determinadas necesidades espirituales. Las necesidades espirituales más reportadas fueron: “amar y ser amado”, “volver a leer su vida” y “expresar sentimientos y vivencias religiosas”
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Introducción: El ser humano necesita ser cuidado integralmente, lo que incluye el acompañamiento de su dimensión espiritual, especialmente en situación de especial vulnerabilidad. Metodología: Análisis de fundamento bioético para el acompañamiento espiritual y realización de una encuesta sobre la capellanía del Hospital Ifema-COVID 19, de Madrid. Marco teórico: La dignidad intrínseca del ser humano, única e irrenunciable, es el fundamento de la necesidad de acompañar su dimensión espiritual; esto se hace más necesario en la enfermedad, e indispensable en una situación de alta vulnerabilidad como es una pandemia. Las necesidades espirituales durante la misma constituyeron un desafío al que se respondió con creatividad, especialmente relevante resultó la puesta en marcha del SAER en el Hospital Ifema-COVID 19. Encuesta: La encuesta realizada pone de manifiesto cómo el acompañamiento espiritual contribuyó a mejorar el bienestar integral del paciente ingresado y la importancia de la incorporación del servicio en el funcionamiento del centro. Conclusiones: El acompañamiento espiritual forma parte de los cuidados que se han de ofrecer al paciente hospitalizado, ya que es una de las dimensiones fundamentales del ser humano. Para ello, es preciso disponer de un servicio especializado, constituido por un equipo debidamente formado e integrado en el centro hospitalario.
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