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Consideraciones para identificar barreras y potencialidades culturales para el control y prevención del sobrepeso/obesidad en mujeres de bajos recursos

Authors:

Abstract

Este documento se basa en los resultados obtenidos del proyecto “Diseño de una propuesta metodológica para identificar barreras y potencialidades culturales, enfocada al control y prevención de la epidemia sobrepeso/obesidad en población femenina de bajos recursos en Chile” (SA10I20003) financiado por el Fondo Nacional de Investigación y Desarrollo en Salud FONIS. Estudio realizado entre diciembre de 2010 y agosto de 2012 por un equipo compuesto por profesionales de la Universidad de Chile, pertenecientes a la Facultad de Ciencias Sociales y al Instituto de Nutrición y Tecnología de los Alimentos (INTA). Dicho proyecto tuvo por objetivo indagar en el modo en que los factores culturales inciden en la mantención y aumento del sobrepeso y obesidad en mujeres chilenas adultas de nivel socioeconómico bajo, determinando las barreras y potencialidades para el cambio en las conductas asociadas al fenómeno.
Consideraciones para
identificar barreras
y potencialidades culturales
para el control y prevención
del sobrepeso y obesidad en
mujeres de bajos recursos
Autor/as
Carolina Franch Maggiolo
Paula Hernández Hirsch
Gerardo Weisstaub Nuta
Catalina Ivanovic Willumsen
2012
Consideraciones para
identicar barreras y
potencialidades culturales
para el control y prevención
del sobrepeso y obesidad en
mujeres de bajos recursos
Permitida la reproducción total o parcial de esta publicación, así como la traducción a cualquier
idioma, siempre que se cite la fuente y que no se las utilice con nes lucrativos.
CRÉDITOS
Autor/as:
Carolina Franch Maggiolo (Antropóloga Social, Magíster en Género y Cultura,
docente e investigadora CIEG, Universidad de Chile.)
Paula Hernández Hirsch (Antropóloga Social, Magíster© en Género y Cultura,
docente e investigadora CIEG, Universidad de Chile.)
Gerardo Weisstaub Nuta (Médico Pediatra, M.Sc. en Nutrición Humana, do-
cente e investigador INTA)
Catalina Ivanovic Willumsen (Antropóloga Social, Magíster en Género y
Cultura, Universidad de Chile. Doctora © en Sociología, Universidad Alberto
Hurtado)
Edición y Coordinación General:
Carolina Franch M. y Paula Hernández H.
Asesoras:
Isabel Pemjean C. y Susana Cortés M.
Diseño y diagramación:
Claudia Guarda A.
Financiamiento:
Fondo Nacional de Desarrollo e Investigación en Salud (FONIS), Chile.
Impreso en Julio de 2012 por MAVAL S.A.
“La cultura ha sido un concepto insucientemente tratado en la in-
vestigación nutricional; sólo en años recientes la antropología se está
aplicando a la investigación cientíca nutricional, especialmente en
países desarrollados. Esto reeja un reconocimiento de que el estado
nutricional no puede ser evaluado y comprendido completamente
separado del contexto sociocultural (...) los problemas nutricionales
no pueden ser entendidos de manera uniforme en todas las socie-
dades y culturas del mundo” (Busdiecker, 2000:6,7)
z
AGRADECIMIENTOS:
Como equipo quisiéramos agradecer a las personas y entidades que,
creyendo en que los factores socioculturales son relevantes para el
desarrollo de intervenciones nutricionales exitosas, apoyaron nues-
tro trabajo, de diversas maneras.
Primeramente al Fondo Nacional de Investigación y Desarrollo en
Salud (FONIS), por su conanza y nanciamiento, que hicieron vi-
able este proyecto. Así también, a la Facultad de Ciencias Sociales, al
Instituto de Nutrición y Tecnología de los Alimentos (INTA) y a la Uni-
versidad de Chile, casa de estudios que alberga a ambas entidades.
Del mismo modo, reconocemos el aporte realizado a nuestra inves-
tigación, por diversos/as especialistas en la situación del sobrepe-
so-obesidad, que nos ayudaron a orientar nuestras preguntas y
precisar nuestras propuestas, especialmente a Nelly Bustos, Marcia
Erazo, Sonia Olivares, María Luisa Garmendia, Daniela González,
Juan Ilabaca, Ángela Martínez, Mario Martínez, Lorena Rodríguez,
Marcela Romo y Tito Pizarro. Asimismo agradecemos a los respons-
ables de los proyectos FONDECYT 1100206 y 1090252, Juliana Kaín
y Ricardo Uauy, en los cuales participaban algunas de las mujeres de
nuestro estudio.
Correspondemos también la valiosa labor realizada por nuestras
colegas Isabel Pemjean y Susana Cortés, quienes acompañaron
todo el proceso de investigación, así como a las ayudantes de cam-
po Magdalena Rivera, Francisca Gálvez, Camila Belliard y Javiera
Fernández, junto con el apoyo fundamental en el área administra-
tiva de Viviana Poblete y de Miriam Soto en las transcripciones. Sin los
aportes de estas mujeres no hubiese sido posible el logro de nuestros
objetivos.
Finalmente, un especial reconocimiento a la conanza y el tiempo
que nos brindaron las mujeres que voluntariamente participaron en
el estudio, quienes fueron entrevistadas y acompañadas en su vida
cotidiana por nuestro equipo, gracias a su generosidad contamos
hoy con una mejor comprensión de las dinámicas culturales que in-
tervienen en el sobrepeso y obesidad, lo que permitió la elaboración
de este documento.
PRESENTACIÓN
Este documento se basa en los resultados obtenidos del proyecto “Diseño de una propuesta
metodológica para identicar barreras y potencialidades culturales, enfocada al control y pre-
vención de la epidemia sobrepeso/obesidad en población femenina de bajos recursos en Chile”
(SA10I20003) nanciado por el Fondo Nacional de Investigación y Desarrollo en Salud FONIS.
Estudio realizado entre diciembre de 2010 y agosto de 2012 por un equipo compuesto por pro-
fesionales de la Universidad de Chile, pertenecientes al Centro Interdisciplinario de Estudios de
Género (CIEG) y al Instituto de Nutrición y Tecnología de los Alimentos (INTA). Dicho proyecto
tuvo por objetivo indagar en el modo en que los factores culturales inciden en la mantención
y aumento del sobrepeso y obesidad en mujeres chilenas adultas de nivel socioeconómico
bajo, determinando las barreras y potencialidades para el cambio en las conductas asociadas al
fenómeno.
Para acceder a la información requerida se recurrió a la metodología cualitativa. A través de ella
es posible conocer el conjunto de valores, normatividades y patrones culturales asociados a los
hábitos alimenticios, los cuales orientan decisiones que muchas veces contradicen los parámetros
promovidos como positivos y correctos.
Desde el modelo de trabajo propuesto por la Teoría Fundamentada, sobre la que se sostiene el
estudio, es posible alcanzar generalizaciones empíricas, a partir de las categorías establecidas
por los propios sujetos, lo que a su vez posibilita especicar un concepto, vericar una teoría, o
contribuir al desarrollo de una nueva (Barney y Strauss, 1999, y Kathy Charmaz, 2011).
Técnicamente, nuestro estudio combinó la realización de entrevistas con la participación en
la vida cotidiana de los sujetos, por medio de la observación etnográca. Ambas técnicas son
complementarias, la primera se focaliza en el discurso y la segunda en captar las prácticas en los
contextos en que se desarrollan (Guber, 2011).
Los datos se obtuvieron en base a entrevistas a 30 mujeres, en una primera etapa, de las cuales se
seleccionaron 10 para la realización de observaciones etnográcas. El diseño muestral responde
a una selección estratégica o intencional que procura “incluir a todos los componentes que re-
produzcan mediante su discurso relaciones relevantes” (Dávila, 1993:77), maximizando las posi-
bles diferencias entre los casos a estudiar, de modo tal que los sujetos seleccionados representan
la diversidad interna del segmento. Los criterios de selección fueron los siguientes: mujeres de
edades diversas entre los 20 y 50 años, con y sin sobrepeso-obesidad, con y sin hijos, con y sin
trabajo remunerado, con y sin pareja.
La sistematización se llevó a cabo a través de un proceso de codicación con el software de
análisis cualitativo Atlas.ti, diseñado especícamente como apoyo al método propuesto por la
Teoría Fundamentada.
Finalmente, las principales conclusiones de la investigación han sido condensadas en este docu-
mento, con el n de otorgar lineamientos prácticos, claros y sencillos, para la elaboración de
políticas públicas orientadas a la intervención en nutrición con pertinencia cultural y de género.
Carolina Franch Maggiolo - Paula Hernández Hirsch
Gerardo Weisstaub Nuta - Catalina Ivanovic Willumsen
7
¿QUÉ ENCONTRARÁ EN ESTE MATERIAL?
Este material contiene información clara y precisa sobre los principales factores cul-
turales que operan como barreras y/o potencialidades para el control del sobrepeso u
obesidad que afecta a las mujeres de escasos recursos en Chile.
Propone orientaciones para generar estrategias de intervención nutricional con perti-
nencia cultural y de género, que buscan mejorar la adherencia y minimizar las resisten-
cias por parte de dicha población.
¿A QUIÉNES ESTÁ DIRIGIDO?
Se dirige tanto a quienes proponen y diseñan políticas públicas como al personal de
instituciones públicas y privadas u organizaciones no gubernamentales (ONG) que tra-
bajen directamente con mujeres de escasos recursos.
¿QUÉ TEMAS TRATARÁ?
• El sobrepeso-obesidad en Chile.
• Comprender el sobrepeso-obesidad desde la noción de cultura alimentaria.
• Niveles en que opera la cultura alimentaria: micro y macro estructura.
• Diagnóstico con pertinencia cultural para la intervención nutricional.
• Género y nivel socioeconómico: variables centrales para una intervención con
pertinencia cultural.
• ¿Cómo acceder a la cultura alimentaria de un grupo o persona?
• Caracterización de la cultura alimentaria en mujeres de nivel socioeconómico
bajo: un diagnóstico con pertinencia cultural.
• Principales barreras y potencialidades para el control del sobrepeso-obesidad
en base a un diagnóstico con pertinencia cultural.
• Cómo transformar el diagnóstico en una intervención con pertinencia cultural:
claves del éxito.
• Recomendaciones dirigidas al personal de salud para intervenir con
pertinencia cultural en mujeres chilenas de nivel socioeconómico bajo.
• Reexiones nales.
Un enfoque que pretenda revertir los índices de sobrepeso y obesidad en mujeres
de escasos recursos debe impactar conjuntamente en las condiciones de pobreza
y subordinación de género que subyacen a este fenómeno.
Asumir que esta patología posee causas multifactoriales, obliga a que su preven-
ción y tratamiento no se reduzca únicamente al ámbito de la salud, sino que se
aborde integralmente conjugando el trabajo de diversos sectores, como desar-
rollo social, educación, vivienda, obras públicas, entre otros.
8
A partir del año 1998, el sobrepeso y obesidad han
sido considerados como una epidemia que ame-
naza directamente la salud y el bienestar de
la población mundial, particularmente la de
aquellos países denominados “en vías de
desarrollo” entre los que se cuenta Chile
(OMS, 2004). Su presencia se asocia a un
aumento de los índices de mortalidad y
constituye un importante factor de riesgo
para el desarrollo de otras enfermedades.
La Encuesta Nacional de Salud 2010, rea-
lizada por el Ministerio de Salud (MINSAL)
evidencia que el 64,5% de los/as chilenos/as
de 15 y más años tiene exceso de peso,
superando lo expuesto en 2003 por este mismo
instrumento. Estas cifras conrman que las estrategias
que hasta la fecha han sido implementadas, como “EGO” y “Elige Vivir Sano” no han dado
los resultados esperados. Por el contrario, el número de personas afectadas por la enfer-
medad aumenta.
La obesidad mostró una notoria prevalencia en la población femenina constituyendo
un 30,7%, en comparación con un 19,2% en el caso de los hombres. Esta distribución
desigual se profundiza al cruzar la variable de género con la de pobreza, expresada
por medio del nivel educacional en relación al porcentaje de mujeres obesas (MINSAL,
2010):
• Nivel educacional alto: 19,0%
• Nivel educacional medio: 30,1%
• Nivel educacional bajo: 46,7%
En este contexto es fundamental el rol de las políticas públicas para abordar esta problemática,
siendo evidente la necesidad de introducir criterios de equidad que permitan equiparar las
oportunidades tanto entre mujeres y hombres, como entre los distintos estratos socioeconómi-
cos, con el n de controlar la obesidad y procurar mejorías en la salud y calidad de vida de las
personas.
Los enfoques más recientes dan cuenta de que la obesidad tiene una etiología multifactorial,
donde se entremezclan elementos genéticos y metabólicos, la inactividad física y los hábitos
alimentarios. No obstante, no se ha llegado a comprender la complejidad social que se encuen-
tra a la base de este fenómeno, por lo que es necesario incorporar propuestas que se acerquen
a la realidad combinando los conocimientos biomédicos con una perspectiva cultural.
EL SOBREPESO-OBESIDAD EN CHILE
9
COMPRENDER EL SOBREPESO-OBESIDAD DESDE
LA NOCIÓN DE CULTURA ALIMENTARIA
Si bien los programas que se han implementado hasta
hoy en el país buscan promover cambios en las con-
ductas alimentarias, éstos se han centrado única-
mente en los hábitos individuales de ingesta
y actividad física, invisibilizando una serie de
prácticas, creencias, actitudes y signicados
que se encuentran ligados a la alimentación
en tanto actividad humana determinada por
su contexto sociocultural.
Desde esta perspectiva, la obesidad puede
entenderse como “un atributo físico, percibi-
do, interpretado e inuenciado por el sistema
social. Valores socioculturales relacionados a la
obesidad pueden, por consiguiente, variar de una
sociedad a otra, en los diferentes contextos históricos”
(Alves, 2005:1793). Así también, al interior de una misma
sociedad, distintos segmentos, en función de su género, edad, nivel socioeconómico,
educación, etc., pueden presentar distintas valoraciones para la apariencia y acciones
de cuidado de nuestros cuerpos, pudiendo, en algunos casos, potenciar el desarrollo de
diversas patologías alimentarias.
La alimentación como necesariamente inuida por la cultura, es lo que entendemos
como cultura alimentaria”.
¿Qué se come?, ¿Cómo se come?, ¿Dónde se come? ¿Con quién se come? y ¿Qué se
siente al comer? son algunas de las preguntas que es necesario plantearse para iden-
ticar una o varias de las características de la cultura alimentaria de un grupo determi-
nado.
La cultura alimentaria es el vínculo entre las prácticas y decisiones alimentarias
a nivel individual y familiar, con los recursos económicos, conocimientos, valores,
oferta y distribución de los alimentos a nivel cultural y social. Es decir, el modo
en que comemos se ve afectado por las preferencias y aversiones en torno a la
adquisición, repartición, preparación y consumo que provienen tanto del ámbito
privado como del escenario global.
10
NIVELES EN QUE OPERA LA CULTURA
ALIMENTARIA: MICRO Y MACRO ESTRUCTURA
El modo en que una persona o grupo se alimenta se ve condicionado por elementos de
su entorno más cercano, así como por aquellos más generales que los engloban. Dichos
elementos pueden ser organizados en torno a dos categorías analíticas que nos serán
útiles para comprender las causas y el contexto en que se enmarcan estas prácticas:
• Nivel Macroestructural:
Se basa en el abordaje de perspectivas económicas, políticas y sociales, que explican
de manera integral los cambios en los estilos de vida, en especíco de dieta y actividad
física, por parte de las distintas sociedades. Entre los factores a considerar, se encuen-
tran los análisis macrosociales que abordan las variaciones económicas y sus efectos
sobre los precios de los alimentos y por ende, sobre la elección alimenticia de las perso-
nas. A esto se suman los mensajes y ofertas contenidas en los medios de comunicación
y su gran inuencia sobre los conocimientos y decisiones al respecto; los procesos de
urbanización e industrialización que han vivido o viven gran cantidad de ciudades, es-
pecialmente en los países en vías de desarrollo que generan importantes cambios en
la organización de la vida cotidiana de las personas; por último las políticas públicas y
sus lineamientos con respecto al acceso de la población a la salud, educación, bienes
y servicios.
Nivel Microestructural:
Su énfasis se coloca en los factores personales o familiares que explican el origen, sos-
tenimiento o desajuste del balance energético positivo prolongado de los individuos.
Se reere a aspectos psicológicos o de la personalidad, tales como autoestima, percep-
ción corporal, autoecacia; pero también a los aspectos culturales como los hábitos
alimenticios familiares, conocimientos heredados y adquiridos sobre las propiedades
de los alimentos y las elecciones alimenticias desde el punto de vista personal, familiar
y comunitario. Dentro de estos elementos deben considerarse los recursos económicos,
condiciones laborales, el tiempo y espacio del que se dispone para la preparación y
consumo de alimentos o la realización de actividad física, sus capitales sociales (como
redes, formas de conocimiento, educación, etc.), sus rutinas y las relaciones que esta-
blecen con la alimentación.
11
Ambas categorías o niveles, si bien han sido descritos por separado para facilitar el análi-
sis de las situaciones en que se enmarca la cultura alimentaria, deben comprenderse
como interconectados y mutuamente inuyentes. Tal como se expresa en el siguiente
esquema:
12
DIAGNÓSTICO CON PERTINENCIA CULTURAL PARA
LA INTERVENCIÓN NUTRICIONAL
Para elaborar estrategias de intervención nutricional es fundamental, en primera instan-
cia, caracterizar a la población objetivo. Para ello la técnica más comúnmente utilizada es
el Diagnóstico alimentario nutricional, enfocado en identicar la situación alimentaria,
determinando el estado nutricional y el consumo de alimentos cuyos cambios represen-
tan un objetivo para la intervención. El estado nutricional se evalúa con instrumentos y
criterios de comparación internacionales, como por ejemplo, el Índice de Masa Corporal
(IMC), que clasica el estado nutricional según sexo y edad.
Este tipo de diagnóstico es de gran utilidad cuando se desconoce la situación nutricio-
nal en que se encuentra determinada población. Sin embargo, carece de herramientas
que permitan decidir cómo enfrentar los pasos posteriores de la intervención, es decir,
responder a la pregunta ¿Por qué las personas comen lo que comen?
Comprender las razones que subyacen a las decisiones y prácticas alimentarias nos otor-
ga la posibilidad de proponer cambios acorde al contexto y a la realidad de las personas,
generando, por tanto, menores reticencias. El Diagnóstico con pertinencia cultural se
presenta como un instrumento adecuado a estos nes.
El Diagnóstico con pertinencia cultural enfatiza y valora las costumbres, herencia,
visión de mundo, formas de vida propias de la comunidad, como aquellas asociadas
a las prácticas culturales relacionadas al consumo alimentario, buscando respetar su
valor sociocultural, es decir, los modos en que los alimentos son deseados y/o apre-
ciados, adquiridos, cocinados, servidos, consumidos y desechados. De esta manera, las
acciones que se proponen poseen una mirada comprensiva que asegura acciones no
disruptivas.
13
GÉNERO Y NIVEL SOCIOECONÓMICO: VARIABLES
CENTRALES PARA UNA INTERVENCIÓN CON PERTI-
NENCIA CULTURAL
El sobrepeso y obesidad en Chile predomina de manera incuestionable en una po-
blación especíca: las mujeres pobres; las variables de género y el nivel socioeconómico
se transforman en categorías básicas a considerar para la realización de intervenciones
con pertinencia cultural. En resumidas cuentas, las prácticas alimentarias se asientan en
estructuras sociales determinadas que tienen incidencia en la vida de las personas.
La perspectiva de género nos permite, justamente, comprender por qué este fenómeno
afecta de manera diferenciada a hombres y mujeres, identicando sus características
desiguales, así como las causas de que algunas personas tengan mayor o menor pre-
disposición a experimentarlo. Estas diferencias se sustentan en un sistema de género
que opone tajantemente los roles femenino y masculino, segregando espacios, saberes,
ocios, ocupaciones y valoraciones, adjudicándoles prestigio y estatus desiguales.
En este contexto, lo masculino se anca en el ámbito público, caracterizado por la pro-
ducción, el trabajo, la política, la libertad y el tiempo para sí; mientras que lo femenino
se ancla en lo privado donde se desarrolla la reproducción, lo doméstico, siendo un es-
pacio más restringido en que el tiempo se dedica a otros/as, se goza de menor libertad,
autonomía y movilidad, contando con un acceso limitado al ámbito laboral y a la inde-
pendencia económica.
Un análisis desde la perspectiva de género hace visible las desigualdades en cuanto
a la distribución de recursos, entendidos no sólo desde el punto de vista económico,
sino también político, cultural, social, etc., tanto en el ámbito público como privado. Lo
anterior explica en parte la profunda complejidad del proceso en que las mujeres se
constituyen como sujetos más vulnerables a la condición de pobreza.
El género es un sistema de ordenamiento social que se establece a partir de la
diferencia biológica entre hombres y mujeres, dando cuenta de las valoraciones,
roles y posiciones asociadas a lo masculino y femenino, en una cultura determi-
nada.
Hay quienes han descrito que en el mundo nos enfrentamos a un proceso de femi-
nización de la pobreza, podemos postular asimismo, que hoy en día está en pro-
ceso una feminización de la obesidad.
14
Bajo este ángulo, el concepto de pobreza sobrepasa la denición clásica de carencia
material, para construir una noción multifactorial que conjuga las posibilidades y op-
ciones que se tienen para acceder a una vida de calidad, larga y saludable, incorporando
dimensiones subjetivas que van más allá de la subsistencia material (CEPAL, 2000).
Por tanto, una intervención nutricional que pretenda impactar y revertir los índices de
sobrepeso y obesidad constatados, demanda un enfoque con pertinencia cultural que
se plantee incidir en los ordenamientos de género y pobreza vigentes en nuestro país.
No basta con modicar conductas alimentarias
con el n de lograr índices de masa corporal
más aceptables para la población, sino
que debemos apuntar a transforma-
ciones que promuevan oportuni-
dades para acceder al desarrollo
humano, con criterios de equi-
dad, respeto y tolerancia.
“La pobreza signica que se deniegan las oportunidades y las opciones más fun-
damentales del desarrollo humano: vivir una vida larga, sana y creativa y disfru-
tar de un nivel decente de vida, libertad, dignidad, respeto por sí mismo y de los
demás” (PNUD, 1997:17).
15
¿CÓMO ACCEDER A LA CULTURA ALIMENTARIA DE
UN GRUPO O PERSONA?
La siguiente matriz consta de dos ejes, uno vertical y otro horizontal. El cruce entre am-
bos da como resultado preguntas orientadoras para realizar un diagnóstico con perti-
nencia cultural. Con ellas se pueden determinar los ámbitos prioritarios en los que se
quiere indagar o temas que no han sido sucientemente relevados. Su objetivo es abrir
interrogantes e indicar caminos a seguir, por lo que no debe utilizarse como un modelo
rígido, sino como un esquema exible que permite cruzar diversas variables.
16
CARACTERIZACIÓN DE LA CULTURA ALIMENTARIA
EN MUJERES DE NIVEL SOCIOECONÓMICO BAJO:
UN DIAGNÓSTICO CON PERTINENCIA CULTURAL
En base a la investigación que sustenta este documento y aplicando las herramientas
y conceptos descritos anteriormente, se presenta un modelo que sintetiza los princi-
pales hallazgos referidos a los factores culturales que intervienen en la prevalencia del
sobrepeso-obesidad en mujeres de escasos recursos, asentadas en zonas urbanas del
país.
17
Tabla: factores relevantes que caracterizan la cultura alimentaria de mujeres chilenas
de nivel socioeconómico bajo.
18
19
20
21
PRINCIPALES BARRERAS Y POTENCIALIDADES PARA
EL CONTROL DEL SOBREPESO-OBESIDAD EN BASE
A UN DIAGNÓSTICO CON PERTINENCIA CULTURAL
Al interior de la cultura alimentaria, existen factores que actúan como barreras para la
instauración de prácticas y discursos favorables al desarrollo o mantenimiento de un
estado nutricional óptimo, así como otros elementos que operan como potenciadores
del autocuidado en esta materia. La relevancia de esta distinción analítica es que ayuda
a identicar aquellas causas culturales que acrecientan la prevalencia del sobrepeso-
obesidad (las barreras) y a denir cursos positivos de acción para hacerles frente (las
potencialidades), las que pueden ser abordadas a partir desde múltiples ángulos, una
estrategia es actuar sobre las barreras o potencialidades o sobre los factores que las
vuelven observables (sus indicadores) o en función de niveles de acción macro o mi-
croestructurales.
22
Tabla: Barreras para el control del sobrepeso-obesidad en mujeres de escasos recursos
23
24
Tabla: Potencialidades para el control del sobrepeso-obesidad en mujeres de escasos recursos
25
CÓMO TRANSFORMAR EL DIAGNÓSTICO EN UNA
INTERVENCIÓN CON PERTINENCIA CULTURAL:
CLAVES DEL ÉXITO
En base al diagnóstico de las barreras y potencialidades para el control de la malnu-
trición por exceso que se ha presentado, se proponen a continuación algunas recomen-
daciones a tener en cuenta a la hora de diseñar intervenciones exitosas que incorporen
un enfoque con pertinencia cultural, asumiendo que ésta es una de las claves que ase-
gurará el éxito.
Para el diseño de una intervención se requiere, en primera instancia, determinar con
precisión el objetivo que se quiere lograr, éste puede enfocarse a un ámbito muy con-
creto, como por ejemplo: Fomentar que las mujeres de determinado barrio accedan a es-
pacios públicos para la realización de actividad física, apuntando especícamente a su-
perar la barrera que dice relación con la masculinización de plazas y áreas deportivas. O
bien, dirigirse a generar cambios en un espectro más amplio, abarcando un indicador
o una combinación de indicadores que subsumen varias barreras y/o potencialidades,
como podría ser: Transformar la signicación cultural de los alimentos saludables que no
se consumen por asociarse a la condición de pobreza y de aquellos altamente valorados,
pero que son perjudiciales si se consumen en exceso. Asimismo otros objetivos pueden
postularse a partir de una preocupación por el nivel micro o macrosocial, como: Normar
los niveles máximos de grasa, azúcar y sodio que pueden contener los alimentos envasados,
éstos, si bien pueden ser más extensivos, no necesariamente apuntan a la corrección de
hábitos.
De este modo, al tener plena conciencia respecto a aquello que se quiere lograr, así
como el aspecto en que se quiere impactar, será más sencillo idear las fórmulas de abor-
daje idóneas, avanzando con mayor seguridad hacia una intervención satisfactoria.
Se debe tener en cuenta también, que las metas que se plantee la intervención deben
ser coherentes con los recursos con que se cuenta, tanto económicos, como de tiempo y
disposición de personal e infraestructura adecuados. En este marco, es más conveniente
formular un objeto restringido, pero cuyo logro esté asegurado, en lugar de plantear un
gran propósito que no podrá llevarse a cabo. Un pequeño cambio puede ser el inicio
de un círculo virtuoso que de pie para el mejoramiento paulatino de la calidad de vida,
lo que a su vez puede servir como fundamento para conseguir mayores recursos para
nanciar nuevos proyectos.
En concordancia con lo anterior, es necesario jerarquizar los puntos que se estiman más
relevantes del diagnóstico, evaluando los costos y benecios que traerá modicar una
situación determinada. Escoger dos o tres variables, además otorga la posibilidad de
generar cruces y diálogos entre ellas, atendiendo al carácter complejo de los problemas
sociales y propiciando un abordaje integral y de mayor profundidad.
26
RECOMENDACIONES DIRIGIDAS AL PERSONAL DE
SALUD PARA INTERVENIR CON PERTINENCIA CUL-
TURAL EN MUJERES CHILENAS DE NIVEL SOCIO-
ECONÓMICO BAJO
Las recomendaciones que se exponen en este apartado, han sido elaboradas especíca-
mente para el personal de salud que trabaja en contacto con mujeres de este segmento
que sufren de sobrepeso-obesidad, atendiendo a los criterios de jerarquización de las
variables que en conjunto pueden generar un mayor impacto positivo en el objetivo de
superar algunas barreras que impiden que ellas transformen sus estilos de vida hacia
modelos más saludables.
A continuación se describen tres indicadores de los que se desprenden barreras concre-
tas referidas tanto a la situación individual de las mujeres, a las limitaciones en la orga-
nización y la relación que establecen con las instituciones y profesionales de la salud. La
combinación de estas tres variables genera un núcleo complejo de obstáculos, que sin
embargo es posible sortear si se enfrentan desde la perspectiva integral y comprensiva
de la pertinencia cultural.
• Autoestima y capacidad de incorporar cambios en los hábitos
El cuerpo de la mujer pobre no tiene valor cultural asignado, excepto como sostén de la
nueva vida durante la gestación. Esta desvalorización implica que la preocupación por
el cuerpo se manieste sólo cuando se ha llegado a los extremos de deterioro y dolor.
Ello explicaría la mayor tolerancia a los estados de sobrepeso y la atención tardía de la
obesidad. El valor otorgado al cuerpo femenino nace de una dicotomía respecto a la
imagen corporal entre la mujer que “se cuida” y la mujer “dejada” (Aguirre, 2000). Así, las
mujeres pobres “dejadas” se perciben como sin energías, cansadas y estropeadas, todo
lo cual obedece a un mal estado de salud general y posiblemente a cuadros depresi-
vos.
En relación al sobrepeso y obesidad femeninos, el concepto de autoecacia resulta
relevante, en cuanto es necesario que las personas tomen la decisión de introducir
modicaciones en sus estilos de vida –dieta y actividad física-. Es de suponer que una
mujer con el perl de “mujer dejada” tenga una autoecacia baja.
La autoecacia es “la conanza que tiene la persona en sus capacidades para
lograr cursos de acción necesarios para alcanzar los resultados necesarios. La
autoecacia inuiría en la determinación de metas que las personas se ponen
para sí mismas y las conductas que realizan para llevar a cabo dichas elecciones
o metas” (Campos y Pérez, 2007:214).
27
En este sentido, la intervención nutricional en
poblaciones que presentan baja autoeca-
cia, la que se vincula estrechamente con baja
autoestima, demanda como primera medida
enfocarse en mejorar la valoración de sí, an-
tes de comenzar un programa que establezca
tareas concretas para bajar de peso.
En denitiva, la autoestima y la autoecacia son
conceptos fundamentales para lograr la introducción
de cambios en los estilos de vida. Mientras los modelos
promovidos se perciban como imposibles de alcanzar, sólo causarán frustración,
haciendo muy difícil que las mujeres acepten ser parte de estrategias de prevención y
control de sobrepeso- obesidad. No obstante, se debe tener en cuenta que los aspec-
tos psicológicos no son los únicos determinantes, sino que se enmarcan en un ámbito
mayor, como se verá en seguida.
• Planicación
A causa de la inestabilidad económica que predomina en este contexto, con períodos
de trabajo y períodos de cesantía, las necesidades y decisiones de las personas se clasi-
can según se encuentren en tiempos de “vacas gordas” o de “vacas acas”, es decir, de
abundancia o de escasez, los que se suceden en ciclos uctuantes. Los presupuestos
familiares varían de manera importante durante un mismo año, de un mes a otro o
incluso cada semana, lo que tiene un impacto directo en la disponibilidad de alimentos
al interior del hogar. Esta situación oscilante genera una vulnerabilidad compleja, pues
las mujeres y sus fa milias no sólo deben lidiar con la limitación de la falta de recursos,
sino con la imposibili dad de planicar sus gastos con una perspectiva de mediano y
largo plazo.
Como consecuencia, tenemos que la organización del presupuesto familiar es práctica-
mente diaria, lo que se traduce en una dicultosa previsión y planicación, que en tér-
minos alimentarios se maniesta en la inexistencia de un menú semanal que garantice
la variedad de los alimentos, y que por otra parte, cuando los recursos están disponibles
se consuman todos de una sola vez, debido a la incertidumbre respecto al momento
en que se accederá nuevamente a ellos. En resumidas cuentas, no existe la capacidad
de evaluar cómo y cuánto se ha consumido hasta determinado momento y qué y cuán-
to se requerirá para el período siguiente. A esto se podría denominar “estructura de la
desestructura” donde los individuos van planicando lo mínimo desde la inmediatez,
extendiéndose desde el ámbito económico hacia otras esferas de la vida, como la orga-
nización del tiempo o la distribución de alimentos.
28
• Relación de las mujeres con el discurso de la salud y el conocimiento
nutricional.
Todas las mujeres estudiadas manejan un discurso ocial sobre cómo deberían ali-
mentarse para mantener un buen balance nutricional: consumiendo frutas y verduras,
productos lácteos, legumbres de vez en cuando y ejercitándose regularmente. Se de-
muestra que no asistimos a un problema de difusión, ni de comprensión del mensaje.
De hecho, muchas de estas mujeres han sido parte de algún programa nutricional, sin
embargo estas experiencias han contribuido a crear reticencias al discurso salubrista,
debido a que se sienten juzgadas en lugar de acogidas, exigiéndoseles conductas que
les parecen imposibles de cumplir.
Causa de lo anterior es el hecho de que el discurso nutricional se entrega en un lenguaje
prohibitivo que indica un límite claro entre aquellos alimentos que se pueden comer
y los que no, demonizando ciertas comidas de uso cotidiano, como el pan y las fritu-
ras, productos que aparecen como irremplazables, llevándolas a alejarse rápidamente
del mensaje. De este modo, las personas resignican el discurso nutricional como una
norma que constriñe, que se encuentra diseñada para otros/as por lo que no pueden
incorporarlo en sus propias prácticas, por lo que nalmente se desecha en bloque.
El discurso nutricional reelaborado por las mujeres se puede estructurar en base a
dos grandes categorías dicotómicas: existen los alimentos permitidos-saludables y los
prohibidos-no saludables. El problema que esta visión genera a la hora de ponerla en
práctica es que el primer grupo se visualiza como altamente restringido, reduciéndose
básicamente a frutas y verduras, en contados casos se menciona el pescado, las legum-
bres y las carnes magras, así como los lácteos especialmente para los/as niños/as. El
segundo grupo, en tanto, se comprende como amplio y abundante, por lo que la dieta
no saludable incluiría una lista interminable de alimentos que son justamente los más
comúnmente consumidos y apetecidos.
De esta manera, en el imaginario la dieta saludable se construye como un modelo rígido,
que anula cierto tipo de comidas. En la medida en que a los/as sujetos les parece im-
posible dejar denitivamente de comer grasas, frituras, masas, carbohidratos, azúcares,
simplemente rechazan la norma y se estructuran en torno a un tipo de consumo de
“excepción”, pues permanentemente se está comiendo lo que es tabú.
Asimismo, es común que se confunda lo saludable con un plan individual, de corto plazo
y cuyo objetivo único es bajar de peso y no como un estilo de vida que involucra a todo
el grupo y apunta al bienestar. La incorporación de los alimentos saludables es poco
atractiva, pues se entiende como el consumo aislado de vegetales crudos, lo que poten-
cia que sean considerados como alimentos electivos y no como parte prioritaria de las
comidas.
29
De la combinación entre baja autoecacia y un discurso nutricional que se percibe como
restrictivo, se obtiene que las indicaciones en lugar de ser acogidas son rechazadas y no
se traducen en prácticas concretas. Si a ello sumamos la limitada capacidad de plani-
cación, tenemos que las mujeres cuentan con muy pocos recursos para transformar sus
pautas de alimentación.
Finalmente, estas tres variables que parecieran constituir un núcleo de obstáculos in-
franqueables, se vuelven accesibles al identicarlas y entenderlas tanto en su dinámica
interna como en su interacción. A partir de este ejercicio reexivo, las metas que se plan-
teen serán viables y tendrán la capacidad de generar impacto, sin necesidad de invertir
grandes recursos, sino haciendo uso de los que ya existen, pero reorientados a acciones
culturalmente pertinentes, que por lo tanto, hagan sentido en la población.
En sintonía con este desafío, se presentan en la siguiente tabla, recomendaciones espe-
cícas para el personal de salud que trabaja para controlar el sobrepeso-obesidad en
mujeres de nivel socioeconómico bajo.
30
Tabla: Recomendaciones para el personal de salud.
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REFLEXIONES FINALES
El espíritu de este documento ha sido tender un puente de diálogo entre las disciplinas
de la salud y las ciencias sociales, en un esfuerzo común por lograr una comprensión
más acabada de la epidemia de sobrepeso y obesidad que aqueja a nuestro país, enten-
diendo que ésta responde a causas múltiples, que combinan factores biológicos, psi-
cológicos y socioculturales.
En este sentido, relevamos la experiencia del trabajo interdisciplinario, que exige salir
de los respectivos reductos teóricos y metodológicos para buscar nuevos lenguajes y
enfoques comunes, lo que sin duda plantea un gran desafío, pero al mismo tiempo en-
riquece el entendimiento de los fenómenos estudiados.
Este modo de proceder implica un quiebre, no sólo con la manera de comprender y
ejercer la investigación, sino también con la posición que le otorgamos a la ciencia den-
tro del panorama social, cuestionando su estatus de verdad absoluta para compartir ra-
zonamientos múltiples provenientes de diferentes actores, orientados a la co-construc-
ción de conocimientos nuevos desde la humildad y el respeto mutuo.
La incursión iniciada, que por cierto no se agota, abre nuevas interrogantes que mere-
cerán futuros estudios. No obstante, esperamos haber conseguido dar luces sobre el
valor y relevancia de observar un problema que se maniesta de manera individual,
pero cuyas causas son en gran medida globales.
Entender el sobrepeso-obesidad como una epidemia que se origina en las transforma-
ciones macro y microestructurales de los últimos cuarenta años, exige la búsqueda de
explicaciones que vayan más allá del desbalance energético, para incorporar conceptos
que normalmente se han mantenido ajenos a las ciencias de la salud, pero que han sido
centrales para esta propuesta, como pobreza, género y pertinencia cultural.
Por último, conamos en que la apuesta expresada en las páginas anteriores, repercuta
y tenga una buena acogida, para ampliar los caminos que nos lleven a todos y todas a
alcanzar una vida plena y de calidad.
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BIBLIOGRAFÍA CITADA
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PNUD20199720Cap2001.pdf
Consideraciones para
identicar barreras
y potencialidades culturales
para el control y prevención
del sobrepeso y obesidad en
mujeres de bajos recursos
Autor/as
Carolina Franch Maggiolo
Paula Hernández Hirsch
Gerardo Weisstaub Nuta
Catalina Ivanovic Willumsen
... La recolección de datos se estructuró en base a la "matriz para acceder a la cultura alimentaria de un grupo o persona", instrumento metodológico validado como resultado de un proyecto anterior (Franch et al., 2012), añadiendo para los propósitos de esta investigación la categoría de "transmisiones" como una nueva columna que permitió orientar las indagaciones. ...
... Matriz modificada. Fuente original: "Matriz para acceder a la cultura alimentaria de un grupo o persona" (Franch, et al., 2012 La entrevista en profundidad fue la puerta de entrada para acceder a las significaciones y discursos sobre alimentación de las mujeres entrevistadas. Esta técnica se caracteriza por ser abierta, flexible y reflexiva, posibilitando un diálogo entre investigadora y entrevistada, siendo coherente con la lógica participativa. ...
... que las personas comen, evitando la lista binaria de productos segmentados en saludables y no saludables. Explorar las condiciones de vida y las dinámicas familiares relacionadas a la alimentación, permitirá identificar cuáles son las barreras de alimentación que tiene una persona o grupo en particular, así como aquellos factores que podrían potenciar el cambio hacia una alimentación más saludable.En este sentido la "Matriz para acceder a la cultura alimentaria de un grupo o persona"(Franch, et al., 2012), ampliada en la Tabla N°1 de este documento, se propone, justamente, como un instrumento que permite instalar nuevas preguntas, que entreguen información contextual, más allá del listado de alimentos que una persona consume regularmente. ...
Technical Report
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El presente documento da cuenta de manera esquematizada de los principales resultados obtenidos del proyecto de investigación “Transmisión de dinámicas alimentarias en el entorno doméstico: Estudio cualitativo en familias con niños/as de 6 meses a 5 años de edad en la comuna de San Joaquín”; financiado por el Fondo Nacional de Investigación en Salud (FONIS) en su XVI onvocatoria 2019. El estudio se llevó a cabo por un equipo multidisciplinario de investigadoras de la Universidad de Chile en colaboración con la Corporación Municipal de Desarrollo Social, Salud y Educación de la Comuna de San Joaquín, entre diciembre de 2019 y julio de 2022. El mayor interés del estudio fue aportar a la comprensión de las desigualdades que provocan que el sobrepeso/obesidad no afecte a todas las personas por igual. Son especialmente las mujeres con menor nivel educacional, niños y niñas, quienes registran los índices más altos y que continúan aumentando aceleradamente, en particular, entre los sectores de menores ingresos, convirtiéndose en un grupo de alta vulnerabilidad para esta condición (Depto. Nutrición, 2017; JUNAEB,2018). La infancia es una etapa crítica para cualquier intervención orientada a revertir el problema (Burrows, 2000). Actualmente existe consenso internacional respecto a que la modificación de la conducta alimentaria requiere considerar la influencia de los determinantes sociales y los ambientes alimentarios, admitiendo que las decisiones de consumo no dependen únicamente de los individuos, sino que están fuertemente influenciadas por el contexto social en que se desenvuelven (FAO, 2016; Glanz et al., 2005). En sintonía con esta evidencia, la investigación asumió que para lograr impactar positivamente en dietas más saludables se requiere relevar, conocer y comprender los entornos alimentarios de las personas y cómo éstas los habitan (Anderson et al., 2014).
... Actualmente, en el contexto del COVID-19, se ha descrito cómo las gotitas expulsadas, ya sea a través del estornudo, la tos o al hablar, se pueden mantener suspendidas en el ambiente por varias horas (dependiendo de su tamaño), aumentando la probabilidad de contacto con personas que se encuentran en los mismos microambientes, lo que sería un mecanismo plausible de difusión y contagio de la enfermedad; incluso a distancias mayores a los dos metros de distanciamiento social [25][26] . También se ha reportado que estas partículas virales se pueden difundir a través de los sistemas de aire acondicionado y/o ventilación en estudios realizados en restaurantes y en hospitales [27][28] . ...
... Respecto al testeo, existieron largas controversias debido, por ejemplo, a la falta de informa-ción en términos de la cantidad de exámenes que se encontraban disponibles, cuántos se realizaban diariamente, y los tiempos de espera para recibir los resultados 26 . El número de casos estuvo creciendo durante abril a un ritmo lento pero constante, sin embargo, no estaba claro en ese entonces si esto se debía a un control efectivo del contagio o a una limitada capacidad de testeo. ...
... Las consecuencias esperadas de estos cambios se relacionan con la selección y compra de alimentos más baratos y probablemente de peor calidad nutricional (con mayor densidad energética, de azucares, sodio y grasas saturadas), produciendo mayor propensión a la ganancia de peso. Estos alimentos de menor precio permiten una compra más abundante, logrando que la familia quede satisfecha por más tiempo.En este ambiente se observa además, un aumento de la carga de trabajo para las mujeres, que estando en casa con toda la familia, deben cumplir labores de cocina, aseo, limpieza, cuidados de niños/as y adultos mayores, y horarios laborales presenciales o a distancia, postergando sus necesidades personales, entre las que destaca su alimentación; lo que ha sido descrito previamente en condiciones de vulnerabilidad y pobreza25,26 .El cierre de lugares de trabajo, universidades e institutos, escuelas, jardines infantiles, y otros organizaciones públicas y privadas, ha provocado la suspensión del ambiente alimentario organizacional24 . Muchas personas que recibían alimentación en sus lugares de trabajo o estudios, ya no lo están recibiendo de la misma manera que lo hacían habitualmente. ...
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VIRUS Y SOCIEDAD: HACER DE LA TRAGEDIA SOCIAL UNA OPORTUNIDAD DE CAMBIOS. ENSAYOS SOBRE LA PANDEMIA POR COVID-19.
... Es la población femenina de menor nivel socioeconómico, la que representa las mayores tasas de obesidad (Franch et al., 2012;Araya et al., 2014;Mujica-Coopman et al., 2020). Asimismo, la obesidad también es más frecuente entre mujeres jóvenes indígenas que no indígenas y la baja estatura es más frecuente entre las mujeres jóvenes con bajo nivel educativo; entre los hombres estudiados, el exceso de peso no difiere significativamente según el Nivel socioeconómico o etnia, excepto por una menor prevalencia de sobrepeso entre los hombres jóvenes, con bajo nivel educativo (Mujica-Coopman et al., 2020). ...
Chapter
El presente capítulo tiene por objetivo profundizar en el cambio secular y analizar el contexto histórico en que vivieron las mujeres y hombres que hoy conforman la "Colección Osteológica Subactual de Santiago" (COSS). Se trata de individuos, pertenecientes a sectores populares, que crecieron durante la primera mitad del siglo XX y fueron sepultados en el Cementerio General de Santiago entre las décadas de 1950-1970. Específicamente, se presentan los resultados de la tesis realizada por Abarca-Labra (2011), en relación al cambio secular en una muestra bioantropológica proveniente de la COSS; dichos resultados son interpretados desde una perspectiva histórica, por Claudia Deichler, historiadora, especialista en Historia de la Alimentación en Chile durante el s.XX. Se sostiene que desde el estudio de colecciones bioantropológicas documentadas es posible acceder a fenómenos biológicos y su correlato histórico. Esto sucede con el estudio del cambio secular positivo en poblaciones históricas; el cambio secular corresponde al aumento de los indicadores antropométricos-talla y peso-de la población, asociado mejoras en condiciones nutricionales y calidad de la alimentación. De este modo, el correlato documental del cambio secular, permitiría entender cómo determinados procesos históricos inciden en los cuerpos de los individuos. Su relevancia radica en constituir una oportunidad única para comprender, desde una perspectiva multidisciplinaria, el complejo proceso histórico que significó el cambio secular en las condiciones de vida de los sectores más vulnerables de la población chilena, durante el periodo de grandes cambios que fue el s. XX.
... Este fue un estudio cualitativo basado en la propuesta metodológica para investigar los entornos alimentarios domésticos validada en una investigación anterior (16). Se realizaron entrevistas en profundidad, observación etnográfica y toma de fotografías de las conductas alimentarias y de los espacios y tiempos de comidas para comprender las maneras en que el ciclo alimentario se lleva a cabo en los entornos domésticos. ...
Article
Introduction: this project studied the roles played in the food cycle within the domestic environment, revisiting the concept of the food gatekeeper. Methods: information was obtained from 10 ethnographies and 24 in-depth interviews with people responsible for food tasks in low-income households in Santiago, Chile, during the pandemic. A thematic analysis was conducted from the framework of food environments and gender. Results: the results showed that the time allocated to the food cycle is highly unequal between genders and women are held responsible for the nutritional well-being of families. This role entails putting the feeding of others before their own. Conclusions: in conclusion, the need to consider the distribution of roles in nutritional health interventions is emphasized, avoiding reproducing risky practices for health and quality of life of food gatekeepers, by overexerting them under the justification of effectiveness in the transmission of healthy habits to families.
... No solo manejábamos teóricamente dichos instrumentales cualitativos, sino que hace más de 10 años, los veníamos aplicando de manera sostenida en las exploraciones relacionadas con la salud pública, la promoción de la salud y particularmente con una comprensión holística sobre obesidad, cuerpo, mujeres y pobreza (Franch, et al, 2013;Hernández y Franch, 2019). ...
Article
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The health emergency decreed worldwide by COVID-19 had and continues to have consequences in all aspects of life. This includes the political, economic, educational and occupational health spheres, as well as domestic organizations, social interactions and interpersonal relationships. In this extensive context of reconfiguration of everyday activities, the ways of doing research have also been altered. The purpose of this article is to present a critical analysis, based on the experience associated with the methodological challenges of an interdisciplinary research team to face the need to continue an ethnographic study initiated before the pandemic and financed with public health funds, in a context of exceptionality and confinement in Chile. Therefore, we indicate the different reflexive phases that we sustained as a collective cultivating a critical epistemological proposal, and that allowed us to establish a trajectory, which we decided to detail and describe, to make transparent the actions and transformations carried out and that are vital to account for the logics of the social sciences in function of the macro-structural barriers that can interfere in the processes of our academic work. Likewise, it can be an input for other research teams, contributing to the visualization of a pedagogy based on overcoming obstacles/barriers and continuing with our profession (in spite of everything): that is, researching.
... La cultura doméstica se entiende como el conjunto de prácticas alimentarias individuales y familiares, a partir tanto de los recursos, saberes y valores, como de la disponibilidad y acceso a los alimentos (Franch et al., 2013). Esta cultura al interior de los hogares determinaría el consumo, los patrones alimentarios, las preferencias y aversiones y la forma de adquisición, repartición, y preparación de alimentos, las que provienen tanto del ámbito privado como del escenario global (Bates et al., 2018;Horning et al., 2017;Martin-Biggers et al., 2014;Skelton et al., 2012). ...
Technical Report
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El objetivo de este policy brief es relevar la importancia del ambiente alimentario doméstico en las políticas y programas para combatir la obesidad. Se plantean una serie de recomendaciones tanto para la educación alimentario-nutricional poblacional y familiar (guías alimentarias), como al sistema de salud en términos del manejo y prevención de la obesidad en atención primaria, y a los programas de atención de personas con malnutrición por exceso. Así también, se plantean recomendaciones en políticas públicas de orden más estructural, como leyes que permitan la mejora del ambiente alimentario de abastecimiento y el ejercicio efectivo del derecho a la alimentación.
... Las maneras de consumo de las mujeres se ejecutan generalmente de pie, mirando la televisión y/o realizando otras actividades como ordenar la mesa, las mochilas de los niños y niñas, revisando las tareas, preguntando lo que falta en casa, doblando ropa y un largo listado de actividades domésticas, evitando que otras personas se encarguen de estas tareas y puedan dedicarse de manera exclusiva a comer. El que las mujeres opten a que todo el núcleo familiar a su cargo coma mientras ellas realizan otras labores, implica que su consumo, generalmente, sea a solas, mientras o en la amalgama de ambas situaciones (Franch et al., 2013). El conflicto que emerge de este tipo de disposición alimentaria es que, .167. ...
Chapter
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Se presenta evidencia respecto a la influencia de la familia en la alimentación, así como el rol que se le ha asignado socialmente a la mujer al interior de la misma.
... Las maneras de consumo de las mujeres se ejecutan generalmente de pie, mirando la televisión y/o realizando otras actividades como ordenar la mesa, las mochilas de los niños y niñas, revisando las tareas, preguntando lo que falta en casa, doblando ropa y un largo listado de actividades domésticas, evitando que otras personas se encarguen de estas tareas y puedan dedicarse de manera exclusiva a comer. El que las mujeres opten a que todo el núcleo familiar a su cargo coma mientras ellas realizan otras labores, implica que su consumo, generalmente, sea a solas, mientras o en la amalgama de ambas situaciones (Franch et al., 2013). El conflicto que emerge de este tipo de disposición alimentaria es que, .167. ...
Thesis
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La investigación trata sobre la relación entre mujeres mapuche y las plantas, donde además de realizar un rescate de prácticas, saberes y usos en la actualidad, se profundiza en torno a factores que vulneran y/o potencian la emergencia, desarrollo y trascender del conocimiento etnobotánico. Fundamental ha sido indagar en la trayectoria de los sujetos que manifiestan este conocimiento y de los lugares donde se insertan, comprendiendo de este modo el dinamismo de la relación entre el ser humano y su medioambiente. Sin duda muchas prácticas hortícolas y saberes relacionados a los bosques nativos se han visto amenazados por sinfín de transformaciones territoriales, siendo una de las más preocupantes en Galvarino la situación de degradación ambiental provocada por la sobreexplotación de monocultivos agrícolas y forestales que afectan la calidad de vida de los habitantes rurales. Pese a ello, ha sido posible identificar ciertos sujetos donde aún pervive una memoria histórica en torno a valores, usos y significados en torno a las plantas, manifestada no sólo en la nostalgia del pasado, sino también en el día a día como acto de resistencia frente al devenir de una sociedad que invisibiliza ciertos elementos de la naturaleza que tienen –o han tenido- un importante rol en sus vidas. La intención de este trabajo ha sido identificar en qué medida ciertos factores socioculturales, como ser mujer y ser mapuche, influyen en la relación que se construye con el medioambiente, distinguiendo los principales lugares y ámbitos de la vida cotidiana donde se reproduce, transforma y retroalimenta el conocimiento etnobotánico, dando cuenta de su vigencia a nuevos contextos y necesidades.
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El sobrepeso y la obesidad es un problema relevante para las mujeres de NSE bajo chilenas. El estudio evalúa la relación entre autoeficacia para bajar de peso y conflicto decisional, ambas variables relevantes en el cambio de conductas y estilos de vida en salud. En una muestra de 101 mujeres de nivel socioeconómico bajo asistentes a centros de atención primaria de Santiago, que presentaban sobrepeso u obesidad, se midió el nivel de autoeficacia con una escala diseñada para ello y conflicto ante la decisión de bajar de peso. Los resultados indican que la mayoría de las mujeres presentaron baja autoeficacia (63,4%) y alto conflicto decisional (77,2%). Al considerar las variables sociodemográficas, sólo se presentaron diferencias según escolaridad, siendo mayor la autoeficacia en mujeres con escolaridad superior a octavo básico. Se comprobó una asociación inversa entre conflicto decisional y autoeficacia, tanto a nivel general como al considerar las subhabilidades de la autoeficacia
Um estudo com mulheres da Favela da Rocinha
  • Rosana Alves
• Alves, Rosana. (2005). Obesidade e pobreza: o aparente paradoxo. Um estudo com mulheres da Favela da Rocinha, Rio de Janeiro, Brasil. Cad. Saúde Pública, 21(6), 1792-1800.
Aspectos socioantropológicos de la obesidad en la pobreza. La obesidad en la pobreza. Un nuevo reto para la salud pública
  • Patricia Aguirre
• Aguirre, Patricia. (2000). Aspectos socioantropológicos de la obesidad en la pobreza. La obesidad en la pobreza. Un nuevo reto para la salud pública. Washington D.C: OPS.
Cambios en los hábitos alimenticios durante la infancia: una visión an tropológica
  • S Busdiecker
  • Et
  • Al
• Busdiecker, S. Et. Al (2000). Cambios en los hábitos alimenticios durante la infancia: una visión an tropológica. Revista Chilena de Pediatría 71(1) 5-11.