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El Bisfenol-A (BPA) es un compuesto químico sintético de amplio uso en la producción de plásticos de policarbonato y resinas epóxicas. Debido al incremento en su uso, el BPA se ha convertido en uno de los químicos con mayor volumen de producción anual en el mundo. La presencia de BPA en un amplio rango de productos conduce a su continua descarga al medio ambiente. Esta es una de las principales razones por las que el BPA a pesar de su corta vida (2.5 a 5 días) se ha convertido en un compuesto omnipresente en la atmósfera, suelo, agua superficial y sedimentos. Estudios realizados hasta el momento, han confirmado su potencial como disruptor endocrino, neuro-toxicidad, teratogenecidad, mutagenicidad, y potencial oxidativo, pero muchos de estos resultados son inconsistentes. Consecuentemente, abordar investigaciones para determinar su dinámica y destino final con el fin de evaluar el riesgo global sobre el medio ambiente y los seres vivos es prioritario. Palabras clave: Bisfenol-A, Evaluación de riesgo, contaminación por plásticos.
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Revista ITTPA VOL. 1 No. 1 (2019)
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Bisphenol-A: A contaminant present in plastic containers
Bisfenol-A: Un contaminante presente en los envases plásticos
Rodrigo Andrés Sarria-Villa1; José Antonio Gallo-Corredor2; Edier Humberto Pérez3
ABSTRACT
Bisphenol-A (BPA) is a synthetic chemical compound widely used in the production of polycarbonate plastics and epoxy resins.
Due to the increase in its use, BPA has become one of the largest chemical producers of annual production in the world. The presence of
BPA in a wide range of products leads to its continuous discharge into the environment. This is one of the main reasons why BPA in spite
of its short life (2.5 to 5 days) has become a ubiquitous compound in the atmosphere, soil, surface water and sediments. Studies to date have
confirmed their potential as an endocrine disruptor, neurotoxicity, teratogenicity, mutagenicity, and oxidative potential, but many of these
results are inconsistent. Consequently, addressing research to determine its dynamics and final destination in order to assess the global risk
on the environment and living beings is a priority.
Keywords: Bisphenol-A, risk assessment, pollution by plastics.
Received: 14-11-2018
Accepted: 15-01-2019
RESUMEN
El Bisfenol-A (BPA) es un compuesto químico sintético de amplio uso en la producción de plásticos de policarbonato y resinas
epóxicas. Debido al incremento en su uso, el BPA se ha convertido en uno de los químicos con mayor volumen de producción anual en el
mundo. La presencia de BPA en un amplio rango de productos conduce a su continua descarga al medio ambiente. Esta es una de las
principales razones por las que el BPA a pesar de su corta vida (2.5 a 5 días) se ha convertido en un compuesto omnipresente en la atmósfera,
suelo, agua superficial y sedimentos. Estudios realizados hasta el momento, han confirmado su potencial como disruptor endocrino, neuro-
toxicidad, teratogenecidad, mutagenicidad, y potencial oxidativo, pero muchos de estos resultados son inconsistentes. Consecuentemente,
abordar investigaciones para determinar su dinámica y destino final con el fin de evaluar el riesgo global sobre el medio ambiente y los seres
vivos es prioritario.
Palabras clave: Bisfenol-A, Evaluación de riesgo, contaminación por plásticos.
Introducción
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13
El Bisfenol-A (BPA) es uno de los xenoestrógenos sintéticos de
mayor importancia y consumo en el mundo, con una producción anual
de 3.8 millones de toneladas, el cual es conocido como un disruptor en-
docrino extremadamente tóxico para los organismos vivos. Este se em-
plea como componente de muchos productos de uso diario en nuestros
hogares, tales como plásticos hechos a base de policarbonatos, resinas
epóxicas y retardantes de llama, como también, en protectores solares,
esmaltes de uñas, lociones para el cuerpo, jabones, shampoos, acondi-
cionadores, cremas de afeitar y lociones faciales.
Varias décadas atrás, el BPA fue sintetizado como un compuesto
estrogénico (Dodds y Lawson, 1936). Hoy en día, muchos recipientes
metálicos empleados para almacenar alimentos, contienen internamente
BPA para evitar su corrosión. De esta manera, el BPA puede transferirse
a los alimentos presentes en enlatados, tales como el pescado, vegetales
y alimentos para niños en temprana edad. La migración del BPA desde
botellas plásticas, como las botellas para bebe y botellas plásticas reuti-
lizables, ha sido identificada (Nam et al., 2010).
12
Qco, Universidad del Cauca, Colombia. Ph.D, Universidad del Valle, Colombia. Afilia-
ción: Docente, Universidad del Cauca, Colombia. E-mail:rodrigosv@unicauca.edu.co
13
Lic, UTPC, Colombia. M.Sc, Universidad del Valle, Colombia. Afiliación: Docente, Uni-
versidad del Cauca, Colombia. E-mail:jagallo@unicauca.edu.co
3 Qco, Universidad del Valle, Colombia. Ph.D, Universidad del Valle, Colombia. Afiliación:
Docente, Universidad del Cauca, Colombia. E-mail:rodrigosv@unicauca.edu.co
Como resultado, el BPA es un compuesto ubicuo en nuestro me-
dio ambiente, encontrándose en agua, suelo, peces, animales silvestres,
como también en tejidos humanos (sangre, cordón umbilical, leche y
grasa) (Ching-Chang et al., 2015). En medios acuáticos, el BPA ha sido
detectado en aguas superficiales, aguas subterráneas, aguas residuales,
aguas de escorrentía y lixiviados de rellenos sanitarios (Vermeissen et
al., 2017). La exposición del ser humano a BPA es altamente probable
debido a su presencia en muchos productos domésticos. Se tiene cono-
cido el daño causado por el BPA a animales expuestos en laboratorio,
como también especies que habitan el medio natural, aunque el efecto
negativo sobre los humanos, todavía es un tema controversial (Baluka et
al., 2016).
Recientemente, tanto la FDA (La Administración de Alimentos
y Medicamentos) de Estados Unidos y la EFSA de Europa (La Autoridad
para la seguridad de los alimentos Europeos), han considerado al BPA
como una sustancia segura para el contacto con los alimentos. Sin em-
bargo, algunos científicos dudan acerca de los resultados científicos ob-
tenidos por la FDA y la EFSA, en lo relacionado a protocolos y al uso
de técnicas poco sensibles para la detección de efectos letales causados
por esta sustancia. Aunque la EFSA se ha pronunciado sobre el BPA que
Como citar: Sarria, A., Gallo, J., Perez, E. (2019). Bisphenol-A: A contam-
inant present in plastic containers. Revista ITTPA, 01(01), 35-41.
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no presenta riesgo, la legislación sanitaria Colombiana vigente lo consi-
dera una sustancia prohibida, según numeral 5 del artículo 12 de la reso-
lución 4143 del 7 de diciembre de 2012, expedida por el ministerio de
salud y protección social (INVIMA, 2015). El BPA es extremadamente
tóxico para organismos acuáticos en el rango entre 1000 y 10000 ug/L
para aguas naturales y especies marinas. Se ha probado la actividad es-
trogénica del BPA aún a concentraciones por debajo de 1 µg/m3.
Rykowska y Wasiak (2006) sugieren una dosis de referencia (RfD) para
una exposición oral de 10 µg/kg/día, mientras que la US EPA estima una
dosis de 50 µg de BPA/kg de peso del cuerpo/día (USEPA-IRIS, 2014).
Estudios realizados en diferentes países han demostrado la pre-
sencia de BPA en orina en más del 90% de la población de estudio, su-
giriendo una amplia exposición al BPA (Wang et al., 2015a). El BPA es
capaz de enlazarse a varios tipos de receptores, incluyendo receptores
andrógenos y estrógenos que están asociados con hormonas del sistema
endocrino y otros sistemas del organismo, esta actividad causa efectos
tóxicos multidireccionales en animales y posiblemente en humanos. Se
ha estado probando la función disruptora del BPA de varias hormonas
incluyendo las hormonas sexuales, insulina y tiroxina y causa de efectos
hepatotóxicos, inmunotóxicos, mutagénico y cancerígenos (Michalo-
wics, 2014).
Comparado con otros contaminantes persistentes, el BPA se de-
grada fácilmente, destacando su aparición por plásticos que contienen
BPA, y que presentan alta persistencia. Debido a que la estructura quí-
mica del BPA se parece a la hormona natural estradiol (La primera hor-
mona sexual femenina), el BPA es considerado una hormona sintética
que puede generar respuesta estrogénica en células y, por lo tanto, es
considerado un disruptor endocrino. Los compuestos disruptores endo-
crinos pueden ser clasificados como compuestos naturales (estrógenos
de plantas, genisteina y coumestrol), farmacéuticos (dietilstilbestrol y
etinil estradiol), contaminantes ambientales (DDT, Bifenilos policlora-
dos, dioxinas y PAHs) e importantes sustancias químicas de la industria
(alquilfenoles y Bisfenol A) (Bhatnagar y Anastopoulos, 2017). Sin em-
bargo, investigaciones muestran que el BPA puede alterar la actividad
de las células y acciones como el metabolismo de la tiroides y rutas de
la hormona andrógena. Ésta publicación discute la presencia, uso, y po-
tenciales efectos peligrosos del BPA y sugiere vías para reducir la expo-
sición de los humanos y el medio ambiente al BPA (Rodriguez-Jorquera,
et al., 2015). ¿Qué es el Bisfenol-A (BPA)?
El bisfenol es uno de los compuestos químicos de mayor produc-
ción en el mundo. Debido a la demanda actual del consumo de plástico,
su producción se ha incrementado notablemente. La demanda global de
bisfenol ha incremntado en 2003 de 3.2 millones de toneladas a 3.9 mi-
llones de toneladas en 2006 y 5.5 millones de toneladas en 2011 (Flint
et al., 2012; Huang et al., 2012). Solamente en los Estados Unidos, 1.2
millones de toneladas fueron producidos en 2007 (US EPA 2010). El
bisfenol es un compuesto orgánico sintético constituido por átomos de
carbono, hidrógeno y oxígeno. Su estructura química se presenta en la
figura 1.
Figura 1. Estructura química del Bisfenol-A (4,4´-(propano-2,2-diil)difenol)
Principales fuentes de Bisfenol-A
La contaminación por BPA ocurre a niveles de ng y µg/L (Sal-
gueiro-Gonzáles et al., 2017) durante el proceso de colección, preserva-
ción, manejo y cuantificación. El BPA está relacionado con el medio
ambiente por diferentes formas: a) Descomposición de muchos produc-
tos domésticos que contienen BPA como recipientes de alimentos enla-
tados, recipientes para bebidas, cremas de uso doméstico, etc b) Dispo-
sición de aguas residuales industriales desde las instalaciones de produc-
ción industrial, c) Por la quema de plásticos (Michałowicz, 2014).
La descarga de BPA puede ocurrir durante la manufactura quí-
mica, transporte, y procesamiento de plásticos (Clark y Smith 2011). Es-
tudios han mostrado contaminación del aire con BPA cerca de las plantas
de manufactura debido a la quema de plásticos (Bienkowski, 2014). El
BPA es lanzado a la atmósfera con una estimación anual de cientos de
toneladas alrededor del mundo (Vanderberg et al., 2009). Fu et al. (2010)
reportó la medición de los niveles de BPA en aerosoles emitidos a la
atmósfera desde regiones urbanas, rurales, marinas y polares y sugiere
que la quema abierta de plásticos de residuos domésticos es una fuente
significante de BPA a la atmósfera (Liu et al., 2017). Otra fuente de BPA
transportado en el aire es el polvo que se limpia en el interior de los
hogares. En algunas áreas, el polvo contenido en los hogares puede con-
tener concentraciones importantes de BPA, aunque esta contribución es
menor al 1% (Loganathan y Kannan 2011). El BPA migra al medio am-
biente principalmente a través de procesos de manufactura de plásticos,
remoción incompleta, tratamiento de aguas residuales, lixiviados de ver-
tederos de basuras, y por lixiviados de descargas de materiales fabrica-
dos a base de BPA (hidrólisis de policarbonatos, papel reciclado).
Consecuentemente, el BPA ha sido detectado en varias matrices
ambientales (tales como suelos, sedimentos, aguas subterráneas, aguas
superficiales, aire) y alimentos, y como resultado, el BPA puede afectar
a la población a través de los alimentos y agua potable de consumo (Yan
et al., 2017). Es por esto, que es necesario remover el BPA de las aguas
residuales, antes de que este llegue a las aguas superficiales naturales.
Existen diferentes métodos para remover el BPA de las aguas residuales,
tales como adsorción, nanofiltración, osmosis inversa, procesos avanza-
dos de oxidación, ozono y bioreactores de membrana (Bhatnagar y Anas-
topoulos 2017). Cerca del 95% del BPA producido, es usado para hacer
plásticos de policarbonato (cerca del 70%) y resinas epóxicas (cerca del
30%). Los plásticos de policarbonato son frecuentemente usados en em-
paques para almacenar alimentos, botellas de agua reusables y biberones
para bebe. En la figura 2 se presentan algunas de las principales fuentes
de BPA. Las resinas epóxicas son empleadas para cubrir el interior de
recipientes para alimentos, latas de bebidas y recipientes plásticos para
agua pura. El BPA también se encuentra en muchos productos de uso
diario como CDs, DVDs, equipos electrónicos, gafas de sol, papel tér-
mico y en dispositivos médicos (sellantes dentales) (Huang et al., 2012).
Figura 2. Principales fuentes de BPA. Fuente: Safer/Chemicals.org
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Debido a lo anterior, el BPA se encuentra ubicuamente alrededor
de todo el mundo (Sarria-Villa y Gallo-Corredor 2016). Debido al am-
plio uso del BPA en muchos productos comerciales e industriales, este
ha sido frecuentemente detectado en diferentes matrices ambientales;
matrices ambientales tales como suelo y agua (Arnold et al., 2013;
Clarke y Smith 2011; Li et al., 2010; Santhi et al., 2012). La Agencia
Europea de seguridad alimentaria realizó una evaluación de la exposi-
ción dietética al BPA, donde los valores medios de concentración en ali-
mentos no envasados y envasados fueron de 18.68 µg/Kg y 1.5 µg/Kg
de BPA respectivamente. Las categorías de alimentos que mostraron las
concentraciones más relevantes de BPA fueron cereales, legumbres, car-
nes, pescados, condimentos, comida preparada, snacks y helados. Estas
7 categorías mostraron concentraciones superiores a 30 µg/kg de BPA.
Los alimentos no envasados con las concentraciones más altas de BPA
fueron la carnes y el pescado con 9.4 µg/Kg y 7.4 µg/Kg de BPA res-
pectivamente (Juan García et al., 2015).
¿Como el BPA afecta al medio ambiente y la salud humana ?
Debido a que el bisfenol se degrada en el medio ambiente de
forma relativamente fácil, este no se presenta en altas concentraciones
en los cuerpos de agua tales como corrientes y ríos, a pesar de la masiva
producción de este compuesto. Así, la exposición a largo plazo (toxici-
dad crónica) no es tan importante como la exposición en corto tiempo
(toxicidad aguda). Sin embargo, exposiciones a corto plazo al BPA pue-
den causar efectos adversos a concentraciones muy bajas, debido a esto,
es difícil calcular la dosis del nivel del efecto adverso no observable
(NOAEL) del BPA. En 1980, la EPA estableció una dosis de referencia
de 50 µg/Kg peso del cuerpo/día para ratas que puede causar efectos ad-
versos; sin embargo, evidencias recientes de varios estudios sugieren que
el BPA es un fuerte disruptor endocrino y puede causar daño a niveles
más bajos que la dosis de referencia (Pupo et al., 2014). La Unión Euro-
pea ha establecido una concentración predicha de no efecto de 1.5 µg/L
en agua para organismos acuáticos (Eureopan Commission, 1998), lo
cual significa que el BPA puede causar daño si las concentraciones ex-
ceden este valor (Wong, et al., 2017). En animales de laboratorio, el
efecto por dosis bajas de BPA ha sido observado. La observación es im-
portante porque las dosis marcadas como dosis bajas, presentan la con-
centración en rangos de BPA encontrada en la mayoría de muestras de
sangre humana estudiada y donde se han encontrado concentraciones de
BPA debido a la regular exposición ambiental. (Dosis bajas corresponde
a concentraciones por debajo de la dosis usada en el laboratorio en estu-
dios de toxicología animal para evaluación de riesgo).
Los efectos del BPA tanto en animales terrestres como acuáticos
han sido determinados en animales expuestos a dosis más bajas que la
dosis de referencia de la EPA de 50 µg/kg peso de cuerpo/día. Hay cerca
de 150 estudios que muestran efectos de bajas dosis en animales (Van-
denberg et al., 2007). Los efectos en animales adultos en laboratorio ex-
puestos a BPA incluyen efectos en neurocomportamiento (Saili et al,.
2012) y efectos reproductivos (Fernandez et al., 2009; Newbold et al.,
2007; Li et al., 2010), tales como anormalidades en la función del órgano
reproductivo (ciclo menstrual irregular, quistes múltiples en ovarios),
disfunción en la placenta, incremento en la incidencia de aborto espon-
táneo y mortalidad neonatal, pubertad precoz, disfunción eréctil, decre-
cimiento de la libido, y dificultades de la eyaculación. Investigadores
determinaron que una dosis de 25 µg/kg peso del cuerpo/día produce
efectos adversos en fetos de ratones (Vanderberg et al., 2007). Específi-
camente, la exposición prenatal y/o neonatal a bajas dosis de BPA con-
duce a cambios organizacionales en la próstata, corazón, testículos, glán-
dulas mamarias, tamaño del cuerpo, química y estructura del cerebro y
comportamiento de los animales en el laboratorio (vom Saal et al., 2007).
En adición a estos efectos, el BPA puede ser cancerígeno (Keri
et al., 2007), o puede incrementar a la susceptibilidad al cáncer en ani-
males, particularmente daños en el corazón y la próstata (Prins et al.,
2008). Finalmente, el BPA puede alterar el programa epigenético (regu-
lación de las proteínas y la expresión de los genes), lo cual puede produ-
cir efectos después y durante la vida de los individuos expuestos, des-
pués de un tiempo que la exposición ha finalizado (Bromer et al., 2010).
En la fauna expuesta a BPA, una respuesta estrogénica similar y consis-
tente a aquella observada con animales en el laboratorio ha sido repor-
tada. Estas respuestas incluyen espermatogénesis reducida (decreci-
miento de la producción de células reproductivas masculinas), vitelogé-
nesis (producción de proteína para producir huevos) en machos, y alte-
ración del metabolismo de esteroides (hormona sexual) (Flint et al.,
2012).
El BPA presenta una estructura química similar a la del diethy-
lstilbestrol (DES), un potente receptor estrogénico agonista, es decir que
por su estructura, puede unirse a un receptor celular y provocar una ac-
ción determinada en la célula similar a la de una sustancia fisiológica.
De esta manera el BPA puede tener una asociación nuclear alfa y beta,
como también una asociación con la membrana GPR30, aunque con baja
afinidad. En la figura 3 se presenta un mecanismo del posible efecto a
nivel celular por parte del BPA. La ubicuidad del BPA, acompañado con
el incremento en la prevalencia de cáncer relacionado con disruptores
endocrinos, ha conducido numerosos estudios para evaluar el rol del
BPA en carcinogénesis (Seachrist et al., 2016).
Figura 3. Efecto in-vitro del BPA a través de un enlace nuclear de receptor estrogénico
(ER) o través de la membrana de iniciación no genómica GPR30. M: Metilación.
Fuente: Seachrist et al., 2016
La exposición temprana al omnipresente BPA, combinada con
la compleja exposición de adulto, la farmacodinámica del BPA y el corto
tiempo de estudios epidemiológicos dificulta concluir sobre el riesgo de
cáncer por BPA (Seachrist et al., 2016). El BPA es empleado en muchos
productos que usamos cada día (Ao et al., 2017). Hay muchos productos
incluyendo botellas plásticas reutilizables, contenedores para alimentos,
platos, globos, vasos, utensilios para horno microondas, contenedores
para almacenamiento, botellas de agua, dispositivos médicos, juguetes,
materiales dentales, y papel térmico (Geens et al., 2012). Como resul-
tado, más del 80% de la población general ha absorbido BPA. El BPA
está en nuestra sangre, líquido amniótico, placenta, sangre de cordón
umbilical, leche materna, y orina. Investigadores han declarado que vir-
tualmente, cada humano que vive en el mundo desarrollado, tiene una
cantidad medible de BPA en su sangre y/o orina (Kasper-Sonnenberg et
al., 2012; vom Saal et al., 2007). Por el momento, un estudio llevado a
cabo por el Centro para el control del daño, concerniente a la prevalencia
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de la exposición de BPA en Estados Unidos durante 2003-2004, identi-
ficó que el 92.6% de los 2500 participantes tuvo niveles detectables de
BPA en orina (Calafat et al., 2008).
Los niveles de exposición tienden a ser más altas en niños y ado-
lescentes que en adultos (Rubin, 2011). El BPA en condiciones normales
se metaboliza en el hígado y se elimina por la orina. Estudios revelan
que la excreción urinaria de BPA puede ser utilizada como biomarcador
para enfermedades renales, pues la excreción urinaria de BPA disminuye
con el deterioro de la función renal y estas asociaciones difieren según
la edad y el sexo. Estudios publicados sobre BPA y pacientes con enfer-
medad renal crónica (ERC) observan que hay un aumento de BPA en
sangre. Pacientes con una disminución de la función renal presentan un
aumento de BPA en suero y en pacientes en hemodiálisis los niveles fue-
ron todavía más altos. El paciente en diálisis es un paciente con especial
riesgo en la toxicidad debida al BPA, pues tiene completamente abolida
la eliminación renal. Adicionalmente, en los pacientes en hemodiálisis
se añade que el BPA hace parte del componente plástico de algunos dia-
lizadores y líneas de uso común, tanto en forma de policarbonato en las
carcasas, como en múltiples membranas de diálisis, como es el caso de
la polisulfona (PS) o el Polyester-Polymer alloy (PEPA). En estos diali-
zadores el polímero se halla en constante contacto con la sangre, lo que
daría lugar a liberación del mismo hacia el torrente circulatorio (Bosch-
Panadero et al., 2017). Entre los indicios que apuntan a un posible papel
causal en la enfermedad renal, está el hecho de que en adultos sanos, los
niveles de BPA urinario > 1.4 mg/L se asocian con un 23% más de riesgo
de oligoalbuminaria que en adultos y niños con niveles ˂ 0.5 mg/L. Asi-
mismo, se ha relacionado con la existencia de albuminaria de bajo grado
en adultos chinos. Entre los posibles mecanismos de nefrotoxicidad me-
diados por BPA, se han propuesto el aumento del estrés oxidativo, la
inflamación y la inducción a la hipertensión arterial (Mas et al., 2017).
Aunque los niveles de BPA pueden ser detectados en humanos,
aún existe controversia en la literatura científica con respecto a las con-
centraciones de BPA capaces de causar efectos perjudiciales en humanos
(Beronius et al., 2010; Vandenberg et al., 2009). Debido a que el BPA
es rápidamente metabolizado y eficientemente excretado por el cuerpo,
siendo la biocumulación en el cuerpo humano despreciable (Völkel et
al., 2002). Sin embargo, la exposición a BPA ha sido relacionada con
diferentes efectos en humanos, incluyendo el desarrollo anormal de la
uretra en machos, temprana maduración sexual en hembras, problemas
de neurocomportamiento tales como desordenes de hiperactividad en dé-
ficit de atención y autismo, obesidad y diabetes tipo 2, decrecimiento en
cantidad de esperma, cánceres mediados hormonalmente, tales como
cáncer de pulmón y de próstata (vom Saal et al., 2007). En humanos, la
sensibilidad a disruptores endocrinos varía extensivamente con las eta-
pas de la vida (Desde infantes hasta adultos). Algunos más sensibles,
tales como las etapas del desarrollo embrionario han sido identificados.
El riesgo a los efectos a BPA puede variar de un individuo a otro
y en diferentes etapas de la vida. Por otro lado, la FDA de Estados Uni-
dos ha establecido que el BPA es seguro como sustancia de contacto con
los alimentos (FDA, 2014). Así, a pesar de la evidencia del efecto del
BPA sobre los animales en el laboratorio, el hecho que los humanos me-
tabolicen rápidamente el BPA y que sean menos sensibles a los efectos
del BPA (comparado con roedores) ha conducido a dudas acerca del po-
tencial efecto perjudicial sobre los humanos. Existen varias publicacio-
nes científicas que muestran la ausencia de efectos sobre ratas y ratones
expuestos oralmente a BPA (Ryan et al., 2009; Ema et al., 2001;
Howdesshell et al., 2008). Porqué algunos investigadores demostraron
que el BPA es capaz de ejercer efectos a concentraciones importantes
ambientalmente y otros no ? Un ejemplo particular de la controversia
aparece en el artículo publicado por Ryan et al. (2009). En este artículo
se emplea una raza de ratas (Sprague Dawley) que son consideradas in-
sensibles a los estrógenos; la ausencia de efectos encontrados en este
estudio pueden haber sido producidos por esta insensibilidad y por lo
tanto, los resultados pueden no ser necesariamente un indicador del bajo
impacto del BPA. También, los roedores son menos eficientes metabo-
lizando el BPA, lo cual también puede explicar estas diferencias. La
FDA continúa estudiando el BPA.
Formas de análisis del BPA
El análisis químico es esencial para la evaluación de la exposi-
ción de la fauna silvestre y los humanos al BPA. El análisis de BPA
depende en gran medida de las propiedades físicas y químicas de la ma-
triz, donde generalmente este tipo de compuestos se encuentran como
trazas, lo cual hace que se requieran métodos analíticos sensibles y se-
lectivos para su cuantificación.
Las etapas comunes en el tratamiento de una muestra reportada
con presencia de BPA incluyen un pretratamiento de la muestra, extrac-
ción de los analitos presentes en la matriz, limpieza de los extractos para
remover las interferencias, y concentrar para alcanzar la sensibilidad
deseada. La separación y cuantificación de los analitos se realiza princi-
palmente por LC-MS/MS o GC-MS, en el último caso previa derivatiza-
ción. El empleo de LC-Fluorescencia se ha llevado a cabo para la deter-
minación de BPA en algunas aplicaciones. La contaminación de fondo
por BPA ocurre a los niveles de ng y ug/L durante el proceso de toma de
muestras, preservación, manejo y/o cuantificación (Sosvorova et al.,
2017).
El BPA está presente inherentemente de forma ubicua en el la-
boratorio debido al amplio uso de plásticos de policarbonato y resinas
epóxicas presentes en los materiales y equipos de laboratorio. El patrón
al azar de esta contaminación que dificulta la identificación de fuentes
específicas, frecuentemente compromete la exactitud de la identificación
de BPA. Como regla general, el contacto de la muestra con material sus-
ceptible de lixiviar BPA debe ser evitado. Por otro lado, la contamina-
ción debe ser controlada o eliminada usando procedimientos de labora-
torio adecuados y áreas de trabajo diseñadas de forma especial. Blancos
de procedimientos deben emplearse por cada grupo de muestras para
cuantificar la contaminación de fondo. La fuentes específicas de conta-
minación por BPA incluyen equipos de laboratorio, guantes, tubos de
centrífuga, cartuchos de SPE, solventes, reactivos, agua ultra pura, tube-
ría y conexiones en instrumentos.
Lo anterior sugiere tomar las medidas de limpieza necesarias. La
técnica más empleada para la extracción de BPA es por medio de sol-
ventes, usualmente acetonitrilo. Otras estrategias reportadas incluyen la
aplicación de QuECHERS, extracción asistida por microondas (MAE),
extracción líquida presurizada (PAE) y microextracción dispersiva lí-
quido-líquido (DLLME). La técnica de LC-MS/MS es la más empleada
para el análisis de mezclas de BPA (Cheng et al., 2017), debido a la ra-
pidez en el análisis y a que no es necesario realizar una derivatización.
Normalmente se emplean columnas de C18 e interfaces de ionización a
presión atmosférica (API) y analizadores de triple cuadrupolo operando
en monitoreo de reacción múltiple (MRM). Entre las interfaces API, la
ionización electrospray (ESI) es usualmente la preferida debido a que
proporciona mejor sensibilidad para BPA y mezclas que la APCI (Ioni-
zación química a presión atmosférica) (Lee et al., 2017). Sin embargo,
empleando APCI, se han obtenido exitosos resultados en la determina-
ción de BPA en muestras biológicas y lodos. Para el análisis de BPA por
LC-MS/MS usando ESI, se emplea el modo negativo y fase móvil de
metanol-agua (Heffernan et al., 2016).
Los límites de cuantificación para el método de determinación
de BPA y derivados en alimentos enlatados están normalmente en el
rango de 0.01 a 10 ng/g, los cuales son suficientemente sensibles para el
estudio de su presencia en este tipo de fuentes de exposición. En el caso
de muestras ambientales, bajos límites de cuantificación han sido obte-
nidos para el análisis de polvo (0.07 2 ng/g), sedimentos (0.06 2.83
ng/g) o lodos (0.014 103 ng/g). Sin embargo, los métodos más sensi-
bles están relacionados con la determinación de BPA y derivados en
aguas (2 x 10-5 ng/mL en agua potable y 1 x 10-4 ng/mL en agua de rio).
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LC-MS/MS es la técnica más empleada para el análisis de muestras bio-
lógicas con límites de cuantificación en el rango de 0.01 1 ng/mL. El
análisis de BPA por GC-MS involucrando derivatización por acetilación
o sililación y su respectiva ionización por impacto electrónico (EI) y la
separación iónica en un analizador de simple cuadrupolo para el moni-
toreo en modo de un ion simple (SIM) ha sido el método más popular
debido a su alta capacidad y sensibilidad. La acetilación con anhídrido
acético ha sido el procedimiento más frecuente para obtener BPA deri-
vados para GC-MS. Los reactivos de sililación mas empleados para el
análisis de BPA han sido el N,O-bis(trimetilsilil)trifluoroacetamida
(BSTFA), el N,N-metil(trimetilsilil)trifluoroacetamida (MSTFA) y el
BSTFA conteniendo trimetilclorosilano (TMCS) (Caballero-Casero et
al., 2016).
¿Como se puede minimizar la exposición a BPA?
La principal ruta de exposición al BPA es la ingesta oral de ali-
mentos y agua. Adicionalmente, otra fuente potencial de BPA incluye
rellenos dentales y sellantes y la exposición vía aire en los interiores (Lo-
ganathan y Kannan, 2011). Debido a que el BPA ha sido encontrado en
leche de pecho en el 90% de las mujeres investigadas, la leche de pecho
ha sido un indicador de la ruta de exposición en neonatos (Ye et al.,
2006).
Los siguientes pasos pueden ayudar a reducir y evitar la exposi-
ción a BPA:
1. Eliminar o reducir la comida enlatada. Existen algunas marcas
de alimentos que usan BPA y otras no.
2. Comer alimentos frescos y escoger alimentos que no vengan
en contacto con empaques plásticos.
3. Leer el número de plásticos en los recipientes para alimentos.
El fondo del recipiente lleva un código de reciclaje. Evitar el
número 7 que corresponde a mezcla de diferentes plásticos, el
cual es muy probable que contenga BPA. Ver tabla 1.
4. No usar contenedores plásticos para calentar alimentos en el
microondas. Usar contenedores de vidrio o cerámicos en el
microondas.
5. No usar cafeteras plásticas. Usar cafeteras de vidrio o de acero
inoxidable.
6. Escoger contenedores de vidrio sobre contenedores plásticos
al comprar bebidas.
7. Usar biberones de vidrio para alimentar bebes debido a que los
biberones libres de BPA aun contienen BPA (Yang et al.,
2011).
8. Evitar plásticos de policarbonato. Artículos plásticos tales
como platos plásticos para niños, cubiertos y botellas pueden
tener grandes cantidades de BPA para exponer a los niños.
9. Evitar juguetes plásticos (o juguetes plásticos libres de BPA),
especialmente para niños menores de 2 años.
10. Si es una mujer que está alimentando a su bebe con leche ma-
terna, tomar todas las medidas necesarias para evitar la expo-
sición a BPA y evitar la transferencia de BPA al bebe a través
de la leche de pecho.
Tabla 1. Símbolos de tipos de plásticos (Fuente: http://naturalsociety.com/recycling-
symbols-numbers-plastic-bottles-meaning/
Símbolos
Nombre
Estructura
Química
Uso común
Polietilen
tereftalato
Envases de
Soda, agua,
latas de cer-
veza, conte-
nedores de
ensalada.
Polietileno
de alta
densidad
Contenedo-
res de leche,
limpiadores
de hogar,
contendores
Nombre
Estructura
Química
Uso común
de jugos,
contenedo-
res de yo-
gurt.
Vinilo
Contenedo-
res de Sham-
poo, conte-
nedores de
aceite de co-
cina, equipo
médico, tu-
bería plás-
tica.
Polietileno
de baja
densidad
Tarros de
compresas,
bolsas de
mercado, al-
fombras, ali-
mentos con-
gelados, en-
volturas de
alimentos.
Polipropi-
leno
Contenedo-
res de yo-
gurt, caja de
CD, Tubos
de centrí-
fuga, conte-
nedores de
medicinas.
Poliesti-
reno
Contenedo-
res de hue-
vos, vasos y
platos
desechables,
Icopor.
Miscelá-
neo
Gafas de sol,
estuches de
celular y
computador,
materiales a
prueba de
balas. Poli-
carbonato.
Conclusiones
El BPA es un químico ubicuo presente en muchos plásticos y
contenedores de alimentos. El comportamiento del BPA es similar al de
un estrógeno y combinado con sus efectos a bajos niveles, hacen de este
un compuesto potencialmente peligroso para la exposición de la pobla-
ción y el medio ambiente. Varios efectos peligrosos incluyen desde dis-
capacidad reproductiva a condiciones de neurocomportamiento y cáncer,
los cuales han sido identificados en animales silvestres y de laboratorio.
El efecto del BPA en humanos aún no está bien entendido y este aspecto
es controversial. Es necesaria más investigación para comprender el
efecto de esta molécula en humanos. Es necesario reducir el uso de reci-
pientes y contenedores plásticos para alimentos y evitar la exposición de
los niños a BPA. Se debe lograr un correcto uso y disposición de los
plásticos para reducir las fuentes de BPA al medio ambiente.
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on-line columnswitching-high performance liquid chromatography isotope dilution
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... Por otro lado, con el paso del tiempo, el BPA puede lixiviarse a los alimentos o las bebidas de los envases fabricados con esta sustancia; fenómeno que es acelerado por la temperatura (28 y 34°C) y cambios de pH (Sarria-Villa et al., 2019). Por tanto, bajo estas condiciones, la ingestión es la principal vía de exposición al BPA en humanos. ...
... En aras de proteger la salud, organizaciones internacionales como la Unión Europea (UE), a través de los Reglamentos 2011/10 y 2018/213, han prohibido el uso de BPA en la fabricación de biberones y establecieron el límite de migración del BPA a las superficies o al interior de los alimentos procedente de barnices o revestimientos aplicados a materiales u objetos en 0,05 mg de BPA por kg de alimento. La Ingesta Diaria Tolerable Temporal (TDI-t) para BPA en la UE es de 4 µg/kg de peso/día (Reglamento 213/2018, Unión Europea), mientras que en Estados Unidos la EPA (Environmental Protection Agency) ha fijado la dosis de referencia (RfD) de BPA en 50 µg/Kg de peso/día (Sarria-Villa et al., 2019). En Colombia, el Ministerio de Salud, a través de la Resolución 4143 de 2012, ha prohibido el uso de BPA en productos que tengan relación con el consumo humano y ha establecido como límite de migración 50 mg/ Kg de alimento o estimulante, siendo esta cantidad 1000 veces mayor a la establecida por la UE; suponiendo así un riesgo más alto de exposición a BPA a través de la ingesta de alimentos o bebidas envasadas en recipientes fabricados con dicha sustancia. ...
Article
Full-text available
Contextualización: El Bisfenol A (BPA por su nombre en inglés, Bisphenol A) es una sustancia química utilizada en la fabricación de recipientes de plástico de policarbonato, recubrimiento de latas de metal, empaques de productos cosméticos y de cuidado personal, utensilios de cocina, juguetes, papel térmico para recibos, equipos deportivos y dispositivos médicos y dentales, que posee la facilidad de lixiviarse con el paso del tiempo y las altas temperaturas. En la actualidad, el BPA se ha categorizado como disruptor endocrino, debido a su capacidad de alterar la homeostasis del sistema endocrino tanto de humanos como animales. Vacío de investigación: El uso de plásticos se ha convertido en una problemática mundial, debido al impacto generado en los diferentes compartimientos ambientales, así como la salud de los animales y el hombre. En este sentido, se hace necesario la recopilación de información que evidencie el panorama general de los efectos asociados a sustancias presentes en los plásticos, tales como el BPA. Propósito del estudio: Revisar los efectos de disrupción endocrina inducidos por la exposición a BPA en humanos y animales. Metodología: Revisión sistemática de acuerdo con la guía PRISMA. Para ello se realizaron búsquedas en las bases de datos Scielo, ScienceDirect, MedLine (PubMed,OVID) entre el periodo de 2017 hasta 2021. Como palabras claves se emplearon los siguientes términos: Bisphenol, endocrine disrupter, animals y humans. Se incluyeron todos los artículos que evidenciaran el efecto disruptor endocrino del BPA en humanos y animales. Resultados: Para esta revisión se incluyeron 35 estudios, de los cuales 17 se realizaron en humanos y 18 en animales; los estudios seleccionados evidenciaron que la exposición a BPA puede tener efectos sobre la reproducción, aumento de peso (obesógeno), diabetes, neurotoxicidad, estrés oxidativo y función tiroidea. Conclusión: El BPA puede filtrarse de plásticos y productos y ser ingerido o absorbido por vía transdérmica en los seres vivos, así como lixiviarse al ambiente; allí puede alcanzar aguas residuales, suelo y cuerpos de agua (superficiales y subterráneos). Por tanto, esta sustancia es considerada como ubicua en el medio ambiente e inevitable para los humanos y animales, en los cuales ha mostrado inducir efectos de disrupción endocrina equiparables.
Article
Steel components are typically treated with anti-corrosion coatings like epoxy or polyurethane resins to protect the integrity and functioning of steel. Such resins may contain substances, such as bisphenol A (BPA), that have caused concern in a human and environmental toxicological context. We investigated the release of toxicity from four anti-corrosion coatings used in hydraulic and civil engineering. Resins were applied onto glass plates and leachate samples produced by horizontally shaking the plates in water for 7 days. Two experiments were conducted, one with a 1 day and one with a 7 day curing period. Using a suite of bioassays, we tested samples for: agonistic and antagonistic effects on various mammalian nuclear receptors; inhibition of photosynthesis and growth in algae; inhibition of bacterial bioluminescence; and inhibition of water flea reproduction. Concentrations of BPA, bisphenol F and various BPA transformation products were determined by chemical analysis (LC-MS/MS). Bioassay results were evaluated using a scheme developed by DIBt (Centre of Competence for Construction, Berlin, Germany). Three products induced responses in one or more of the measured endpoints and toxicity profiles varied markedly in intensity across products. One product released high amounts of BPA which was associated with effects on nuclear receptor transactivation, requiring a more than 700-fold dilution for effect induction to fall below 20%. The same product was also the most toxic to water flea reproduction, requiring ca. 70-fold dilution for effects to fall below 20%. Another product was highly toxic in terms of bacterial bioluminescence, particularly after a shorter curing time, requiring a ca. 1300-fold dilution for effects to fall below 20%. The third product required a 22-fold dilution for inhibition of water flea reproduction to drop below 20%. Results show that anti-corrosion coatings based on epoxy resins can be a source of toxicity to the aquatic environment. The fact that some products are more toxic than others highlights opportunities for the development of low risk formulations and products with better environmental performance. Finally, the DIBt scheme provides a useful starting point to develop further ecotoxicity guidelines for testing and data evaluation of leachates from construction materials.
Article
Indoor dust is a very significant medium to understand human exposure of emerging contaminants. A novel and robust analytical method to measure the amounts of six personal care products (PCPs) (triclosan, bisphenol-A and four commonly used organic ultraviolet (UV) filters) simultaneously in indoor dust is developed in this paper. Target analytes were extracted using accelerated solvent extraction. After sample cleanup by solid-phase extraction (SPE), the extracts were derivatized and analyzed using gas chromatography-tandem mass spectrometry. The method detection limits achieves 0.16–0.62 pg g⁻¹ (except for 4-methylbenzylidene camphor with 3800 pg g⁻¹). The method was successfully applied to the analysis of 110 indoor dust samples from Shanghai, China. Results showed that the PCPs were found in most of the samples analyzed. The concentrations of the most analytes are relatively lower than those reported in USA, Japan, and European countries. The median concentration of octocrylene (OC) (1170.4 ng g⁻¹) was found to be nearly 5–10 times higher than those of other analytes. The significantly higher concentration of ∑PCPs was observed in indoor dusts from residences than from offices (P < 0.05). The human exposure was analyzed by calculate the estimated daily intakes (EDI) of PCPs through dust ingestion for various age groups. The EDI of the target analytes for infants ranged from 0.85 to 6.18 ng kg⁻¹ -bw day⁻¹ and 0.07–0.49 ng kg⁻¹ -bw day⁻¹ for adults, respectively. This is the first study to report the doses of human exposure to UV filters in China.
Article
Compared to Bisphenol A (BPA), current knowledge on the spatial distribution, potential sources and environmental risk assessment of other bisphenol analogues (BPs) remains limited. The occurrence, distribution and sources of seven BPs were investigated in the surface water and sediment from Taihu Lake and Luoma Lake, which are the Chinese shallow freshwater lakes. Because there are many industries and living areas around Taihu Lake, the total concentrations of ∑BPs were much higher than that in Luoma Lake, which is away from the industry-intensive areas. For the two lakes, BPA was still the dominant BPs in both surface water and sediment, followed by BPF and BPS. The spatial distribution and principal component analysis showed that BPs in Luoma Lake was relatively homogeneous and the potential sources were relatively simple than that in Taihu Lake. The spatial distribution of BPs in sediment of Taihu Lake indicated that ∑BPs positively correlated with the TOC content. For both Taihu Lake and Luoma Lake, the risk assessment at the sampling sites showed that no high risk in surface water and sediment (RQt < 1.0, and EEQt < 1.0 ng E2/L).
Article
Our previous study in 2011 reported the detection of BPA and PFAAs in 20 species of marine and freshwater fishes. With an emerging evidence to suggest the metabolic-disrupting effects of BPA/PFAAs in animals, the present study was aimed to provide a time-trend analysis to determine the current concentrations of PFAAs and BPA in 20 commercially available Hong Kong species of fishes. Since the manufacture and use of BPA is being prohibited in most nations, the introduction of BPA alternatives has recently been incorporated in the markets. Therefore, the concentrations of BPB, BPF and BPS were determined. In the present study, all freshwater and seawater fish samples showed quantified concentrations [> Limit of Quantification (LOQ < 0.5 ng/g)] of BPA. BPF was detected in some marine (yellow seafin, bigeye, goldspotted rabbitfish, snubnose pompano, tongue sole, Bleeker's grouper and orange-spotted grouper) and freshwater fishes (mud carp, crucian carp, tilapia, catfish, mandarin fish, grass carp, grey mullet and spotted snakehead). Two of the compounds, BPS and BPB could only be identified in the marine fishes (snubnose pompano, yellow seafin). In PFAA analysis, PFOA, PFDA, PFOS, PFUdA and PFDoA were found in most of the marine and freshwater fishes. PFOS and PFOA were shown to be the two predominant PFAAs in fishes. On the basis of the measured concentrations of bisphenols, BPs (BPA, BPB, BPF, BPS) and PFAAs, the average daily intake for BPs (20.5–31.5 ng/kg b.w./day) and PFAAs (1.17–1.83 ng/kg b.w./day) were calculated and found to be lower than values of tolerable daily intake (TDI) established in Europe. However, as compared with our previous study in 2011, the present study revealed an approximate 10-fold increase in the concentrations of BPA in the fish samples. Although the hazard ratio of consuming fishes for BPA and PFAA exposure is expected to remain low, possible additive metabolic-disrupting effect of BPA and its analogues as well PFAAs should be taken into consideration for human health risk assessment.
Article
Since the production and use of BPA were regulated in China around 2008, several bisphenol analogues were widely used to substitute BPA in the manufacture of polycarbonates, epoxy resins, and plastics. However, there is limited understanding of the spatial distribution, potential sources and risk assessment for those bisphenol analogues. In this study, seven bisphenol analogues were investigated in water and sediment samples from Taihu Lake, China. Compared to the same lake in 2013 (range: 5.4–87 ng/L for waters and 0.37–8.3 ng/g dw for sediments), the samples from Taihu Lake contained comparatively higher BPs (2.0 × 10²–9.5 × 10² ng/L and 23–4.3 × 10² ng/g dw) in 2016, indicating that the BPs levels in Taihu Lake have aggravated recently. In waters, BPAF has become the predominant congener in Taihu Lake, suggesting that BPAF was the most widely used substitute of BPA, recently. In sediments, BPA was the most abundant compound. Moderate or strong correlations between some individual BPs indicated that those BPs may have the common sources and/or similar environmental behavior. The strongly positive correlation between ∑ BPs and TOC content indicated that TOC content was one of the major factors controlled the distribution of ∑ BPs in the sediment. The risk assessment at the sampling sites showed no high eco-toxicity or estrogenic risk in Taihu Lake.
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Bisphenol A (BPA), an endocrine disrupter, is widely used to make chemicals for polycarbonate, plastics, beverage containers, epoxy resins, and cash register receipts. BPA is one of the known xenoestrogens, which have weak estrogenic activity and cause obesity, diabetes, breast cancer, and reproductive disorders. Even though the concentration level of metabolomes in hair is usually lower than that in urine and blood, there are several reasons why we chose to use hair samples. First, the sampling procedure of hairs is simple. Second, it is also easy to preserve the sample for long term and track the drug-exposure record of a given sample. Third, deformation and contamination of samples rarely occur. In this study, an improved analytical method to determine the levels of BPA and estrogens in hair samples was developed by liquid chromatography-electrospray tandem mass spectrometry (LC-ESI/MS/MS). Hair samples were extracted by an Oasis HLB extraction cartridge after incubation with 1 N HCl and derivatized with dansyl chloride to increase sensitivity. BPA and estrogens (estrone, 17β-estradiol, and estriol) were separated using Shiseido CAPCELL PAK C18 column (2.0 × 100 mm, 3 μm) and a mobile phase consisting of 10 mM ammonium acetate in water and acetonitrile with a gradient program at a flow rate of 0.3 mL/min and were monitored with electrospray tandem mass spectrometry (ESI-MS/MS). The linearity of this method was over 0.995. The limits of detection (LOD) at a signal-to-noise (S/N) ratio of 3 were 0.25–6.0 ng/g. The alteration of estrogens levels induced by BPA may play important role to understanding probable endocrine disruptive exposure, and the described methods could be used to evaluate and monitor exposure of endocrine disruptor.
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In the last decade, the impact of alkylphenols and bisphenol A in the aquatic environment has been widely evaluated because of their high use in industrial and household applications as well as their toxicological effects. These compounds are well-known endocrine disrupting compounds (EDCs) which can affect the hormonal system of humans and wildlife, even at low concentrations. Due to the fact that these pollutants enter into the environment through waters, and it is the most affected compartment, analytical methods which allow the determination of these compounds in aqueous samples at low levels are mandatory. In this review, an overview of the most significant advances in the analytical methodologies for the determination of alkylphenols and bisphenol A in waters is considered (from 2002 to the present). Sample handling and instrumental detection strategies are critically discussed, including analytical parameters related to quality assurance and quality control (QA/QC). Special attention is paid to miniaturized sample preparation methodologies and approaches proposed to reduce time- and reagents consumption according to Green Chemistry principles, which have increased in the last five years. Finally, relevant applications of these methods to the analysis of water samples are examined, being wastewater and surface water the most investigated
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A simple and universal analytical method based on ultra-high performance liquid chromatography-tandem mass spectrometry (UHPLC-MS/MS) for high throughput screening of 21 bisphenols, bisphenols digycidyl ethers and their derivatives in dairy products was developed. Response Surface Methodology (RSM) was used to optimize sample preparation conditions based on a quick, easy, cheap, effective, rugged and safe (QuEChERS) method. The analytes were extracted by using 15 mL acetonitrile with 1% acetic acid, and the extracts were further purified by using 190 mg of C18 and 390 mg of PSA. The extracts were analyzed by UHPLC-MS/MS with electrospray ionization (ESI) source. Linearity was assessed by using matrix-matched standard calibration and good correlation coefficients (r² > 0.99) were obtained. The limits of quantitation (LOQs) for the analytes ranged from 0.02 to 5 μg kg⁻¹. The extraction recoveries were in a range of 88.2%–108.2%. Good method reproducibility in terms of intra- and inter-day precision was observed, yielding relative standard deviations (RSDs) less than 8.9% and 9.9%, respectively. The validation method results revealed that the proposed method was sensitive and reliable. Finally, this method was successfully applied to dairy product analysis.
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Endocrine-disrupting compounds (EDCs) are an important class of emerging contaminants that have been detected (and are still being detected) in aquatic environments such as surface waters, groundwater, wastewater, runoff, and landfill leachates. Bisphenol A (BPA) is a known endocrine disruptor that is acutely toxic to the living organisms. BPA has been widely used in the manufacture of sunscreen lotions, nail polish, body wash/lotions, bar soaps, shampoo, conditioners, shaving creams, and face lotions/cleanser, besides its other industrial applications. In the present review, an overview of the recent research studies dealing with the BPA removal from water by adsorption method is presented. We have reviewed various conventional and non-conventional adsorbents which have been used for BPA removal from water. It is evident from the literature reviewed that modified adsorbents and composite materials have shown promising results for BPA removal from water. Literature has been extensively discussed in terms of adsorption capacities, fitted isotherm and kinetic models and thermodynamic aspects.
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Modern lifestyles and changes in the socio-economic characteristics of households have stimulated current developments in food technology, processing and packaging. Chemicals such as bisphenol A (BPA) are known to migrate from food packaging into the food, resulting in human exposure to these chemicals. Similarly, BPA can migrate from baby feeding bottles into milk. BPA has been associated with adverse effects attributed to its estrogenic properties in various animal models. This review analyzed peer-reviewed publications in the English literature on human BPA exposure and regulations in developing countries compared to developed countries. BPA has been reduced or eliminated from food packaging and contact materials such as baby bottles in developed countries either voluntarily or by legislation. The meager data from developing countries shows that human BPA exposure in developing countries is similar to that in developed countries. With minor exceptions, BPA restriction, voluntary or legal, is virtually absent in developing countries of Africa, SE Asia, and South and Central America.