ArticlePDF Available

Abstract

La función de autor caracteriza el modo de existencia (ser investigador), de circulación (ser autor para ser leído) y de funcionamiento de determinados discursos dentro de una sociedad (la científica).
Eduardo B. Arribalzaga
Página | 10
Arculo Original
La autoría de los trabajos científicos
puede plantear cuestiones éticas
Abusos por inclusión inadecuada o exclusión indebida
son incorrecciones frecuentes.
Son parte de esta inconducta, las figuras de autor
“invitado” o “fantasma”, “obligatorio por etiqueta o cortesía”.
El desconocimiento de las normas
que definen la condición de autor como tal
abona este territorio oscuro
que no todos desean iluminar.
La descripción explícita del rol de cada participante
en cualquier emprendimiento de investigación
puede constituir un avance al respecto.
INMANENCIA agradece la opinión del Dr. Arribalzaga
fundada en su dilatada experiencia
como editor jefe de una revista científica.
¿Quién es el autor
de un trabajo cientíco?
Cada uno de los nombres que aparece como autor
de un trabajo cienco debe considerarse como res-
ponsable del contenido. Existen requisitos ineludi-
bles a cumplir para juscar su autoría1 . Como bien
ha dicho Foucault, “la noción de autor constuye el
momento fuerte de individuación en la historia de
las ideas, de los conocimientos”2. La función autor
caracteriza el modo de existencia (ser invesgador),
de circulación (ser autor para ser leído) y de funcio-
namiento de determinados discursos dentro de una
sociedad (la cienca). Este es un principio éco ple-
namente aceptado por quienes han transformado
sus ideas mediante invesgaciones y se convireron
en autores con impacto en los editores de revistas
ciencas y las instuciones académicas como uni-
versidades o sociedades ciencas.
Los avasallantes, codianos y constantes progresos
ciencos-tecnológicos han hecho frecuentes los
trabajos rmados por numerosos parcipantes, a
veces de disciplinas diferentes, en oposición a los pu-
blicados en las primeras décadas del siglo XX, habi-
tualmente suscriptos por uno o dos autores. Muchos
borradores de manuscritos enviados a revistas cien-
cas son realizados por escritores médicos profe-
sionales, usualmente empleados en compañías far-
macéucas3. Por consiguiente, es necesario aclarar
quién realmente es el autor o autores de un arculo
que pretende ser publicado.
La autoría no es un acto de graciosa concesión, do-
nación, regalo o sumisión. Aceptar el crédito por algo
no hecho y usarlo en benecio propio genera faltas a
la éca. Nadie que se precie puede pretender gurar
en algo que no hizo. Sólo debe gurar quien trabaja,
invesga y/o estudia, nadie más 1. En pos de limitar
autorías injuscadas 3, editores y asociaciones edi-
toriales 4 consideran valioso detallar acorde con los
criterios de autoría de un arculo cienco propues-
tos por Goodman y detallados en la Tabla 1.
Inmanencia 2018;7(1):10-13
Profesor Titular de Cirugía (UBA)
Jefe del Departamento de Cirugía,
Hospital de Clínicas, CABA
“Cuando hay coautores,
los problemas de autoría pueden ir de lo trivial a lo catastróco
O`Connor, 1991
Página | 11
Tabla 1 - Criterios de autoría según Goodman5
El autor cienco es el que promueve, aumenta u
origina el conocimiento con un gran impacto por su
trabajo en disntos niveles: desde el editor de la re-
vista elegida para publicar, al lector (para convencer
y transferir el mensaje de su arculo) y a los posibles
miembros de jurados en concursos asistenciales o
académicos (para ser promovido).
Un autor se reconoce al contribuir sustancialmente
en:
a) la concepción y diseño del trabajo, el análisis
e interpretación de los datos.
b) la redacción del borrador y la versión nal
del contenido con actud críca.
c) la aprobación de la versión nal.
Por lo tanto, ser autor signica ser capaz de respon-
der en forma pública por la totalidad del contenido
de su arculo. Lo escrito representa el máximo fruto
de su ciencia y arte y es una buena oportunidad para
reejar su verdadera personalidad, honesdad y
profesionalidad. La autoría es el sustento del arculo
cienco y es una responsabilidad idencadora de
las personas que hacen públicas sus invesgaciones y
por ende un honor indelegable. No pueden ni deben
exisr autores “fantasmas” también llamados “fur-
gones de cola de tren”, porque se debe siempre reco-
nocer a todos los parcipantes en la invesgación y
en la elaboración del arculo cienco, lugar que no
corresponde de ninguna manera a quien no ha inter-
venido en tal labor. Si el autor es único, dicha tarea
es sencilla, pero si hay más de uno y no existe aclara-
ción detallada, los lectores pueden inferir (a veces en
forma errónea) que todos los rmantes (autores) son
corresponsables de la totalidad del contenido y esto,
no siempre es así.
Existen diferencias al denir si la invesgación es in-
dividual o grupal.
La invesgación grupal (más de 5 autores) obliga a
comparr responsabilidades, llevar a cabo una valio-
sa experiencia de trabajo en equipo, abordar temas
a mayor escala que no se hubieran podido realizar
en solitario, contar con una red de apoyo organizada
o formar parte sustanva del quehacer como en las
revisiones sistemácas mulinstucionales.
La invesgación individual exige y marca una respon-
sabilidad exclusiva y única y requiere enfocar el pro-
yecto de invesgación en un aspecto especíco, con
una modalidad general de pesquisa absolutamente
personalizada en el invesgador/autor y quien será
el único ejecutor el proceso de invesgación.
En consecuencia, para evitar estos problemas, antes
de diseñar un trabajo que posteriormente se que-
rrá publicar, se denirá con consenso, generosidad,
juscia y equidad quienes parciparán y dónde se
ubicarán nalmente sus nombres de acuerdo con la
tarea asignada y desempañada durante la invesga-
ción. Se ha de puntualizar que el primer autor es el
principal por ser el generador de la idea, aun cuando
su jerarquía asistencial o académica sea de un no-
vato o inexperto y quien ejerce la jefatura del grupo
aparece úlmo. También se debe designar de mutuo
acuerdo quién será el autor de referencia, respon-
sable de efectuar aclaraciones y de responder a las
solicitudes que pudiera efectuar el comité editorial
de una revista y las eventuales preguntas enviadas
por los lectores.
El mérito de la autoría cienca, como bien lo arma
Petroianu 4 debe ser restringido a los parcipantes
que tuvieron colaboración intelectual real en el tra-
bajo realizado, que contribuyeron en forma efecva
en la invesgación llevada a cabo. La posible publica-
ción de trabajos de invesgación completos en sios
WEB, es aceptada por los autores según lo demues-
tra una encuesta realizada recientemente por el Bri-
sh Medical Journal y consecuentemente determina
mayor rigurosidad en la enunciación de reales auto-
rías.
Autoría injuscada
Es la inconducta más común. Alcanza hasta un 70 %
de los manuscritos recibidos en editoriales de revis-
tas ciencas. Se debe principalmente a la ignoran-
cia del signicado de ser un autor cienco 1.
Los criterios de autoría del Comité Internacional de
Editores Médicos6 , conocido inicialmente como gru-
po de Vancouver y hoy reunidos en el Council of
Science Editors, demandan cumplimiento absoluto.
No debiera gurar como coautor quien sólo sacó
fotograas o pasó en limpio un borrador aunque
Página | 11
Contribución Cumplimiento
de criterio
Idea original del estudio SI
Diseño del estudio SI
Obtener el subsidio de investig-
ación
NO
Jefe de Departamento o Servicio NO
Enviar pacientes para el estudio NO
Examinar pacientes NO
Coleccionar muestras o espe-
címenes de laboratorio
NO
Supervisar la recolección de datos Posible
Proporcionar ayuda con los datos NO
Analizar datos Posible
Realizar análisis estadístico NO
Escribir borrador inicial SI
Escribir borrador nal SI
Brindar ayuda técnica durante la
presentación
NO
Página | 12
tampoco debiera hacerlo un Jefe o personalidad im-
portante en el grupo de trabajo que no sasciera la
totalidad de los criterios establecidos.
Si bien publicar puede ser fácil, más si se cuenta con
ideas, imaginación, creavidad y perseverancia, tam-
bién se ha visto que muy pocos se disgustan al ver
su nombre impreso como autor en un arculo que
no contó con su trabajo intelectual dando lugar a
aquello conocido como “Síndrome de Hollywood” 1
La compulsión por publicar y “gurar” como autor
3 supera a la necesidad de ser leído por lo que real-
mente se contribuye con la ciencia médica. En mu-
chas instuciones donde publicar es indispensable
para lograr promociones, subsidios o becas, muchos
invesgadores son incorporados como autores sin
haber efectuado ningún aporte signicavo. El con-
cepto de “publicar o perecer” ha favorecido a la “in-
ación de autores” 4 a la que contribuyeron muchos
centros académicos de presgio en el afán de ganar
o mantener presgio al abultar los índices de produc-
vidad individual e instucional. La Universidad de
Toronto idencó en forma apropiada el rol de cada
autor: autor primario, autor secundario, colabora-
dor, etc 4. En trabajos de revisión sistemáca envia-
dos a la Colaboración Cochrane, fundación que ayu-
da en tal labor un análisis de autoría efectuado sobre
913 autores mostró 141 (39 %) autores honorarios,
32 (9 %) autores fantasmas (con clara evidencia de
ser un miembro del equipo editorial de la Fundación
Cochrane el que lo escribió) y 9 (2 %) ajustados si-
multáneamente a ambas categorías fraudulentas:
honorarios y fantasmas. Así, 50 % de las revisiones
sistemácas enviadas a la Colaboración Cochrane y
publicadas, no tenían juscadas sus autorías 4.
Ser autor es “estar dispuesto a responder pública-
mente por la totalidad del contenido”, máxime si
se trata de algún Jefe de Sección o Departamento
asistencial. Goodman demostró que en 12 arculos
donde exisan 84 autores, 6 eran Jefes y habían sido
incluidos sin vericar los criterios de autoría. El pa-
pel de los cuerpos editoriales de las revistas como
así también de los árbitros y/o revisores deben ser
guías determinantes para detectar y evitar autorías
injuscadas, exigiendo la reccación en los casos
en que corresponda.
Posibles soluciones
La reiteración de juscación autoral debe separar
las emociones emergentes para lograr la objevidad
necesaria en todo juicio. No se deben sobrevalorar
los antecedentes de los autores. Es fácil soslayar la
falta éca si el autor cuenta con un relevante histo-
rial profesional y/o académico o simplemente, por
ser el” Jefe del grupo o Servicio rmante. El punto
principal para solucionar las faltas écas en las publi-
caciones ciencas es la educación de los involucra-
dos: autores, editores, lectores, jurados, etc. Deben
contar con pautas y normas claramente denidas y
aceptadas. Para evitar disputas acerca del crédito
académico por autoría, es necesario decidir quiénes
deben ser acreditados como tales y a quiénes se les
debe agradecimiento por colaborar al comenzar el
proyecto de invesgación. Existen asociaciones de
editores que promueven una mejoría en las formas
de evaluar protocolos y arculos ciencos 1 e inclu-
so la creación de la gura de un “defensor del lector”
(el ombudsperson) 4 para impedir inconductas é-
cas. Nunca es demasiada insistencia remarcar que la
real parcipación en la invesgación realizada hace
a quien escribe verdaderamente responsable de lo
armado.
Otra solución es solicitar a todos de los rmantes
(invesgadores/autores) el compromiso escrito de
hacerse responsables de la publicación de su arculo
y autorizar a la revista simultáneamente y en forma
expresa de aparecer como autor 3. Esto evita conic-
tos de intereses que pudieran surgir por dicha publi-
cación.
Una posibilidad para evitar autorías injuscadas es
considerar en concursos las mejores y más recientes
publicaciones (calidad más que candad) y no tener
en cuenta el resto. Si la producvidad de un autor
es extremadamente alta, su parcipación en cada
arculo seguramente ha sido baja. En Argenna no
existen presiones económicas como esmulo para
ser autor de numerosos arculos, pero sí las hay en
otros países como en Estados Unidos de América
con el único n de lograr los tan preciados, busca-
dos y solicitados “grants” (subsidios o becas). Esto
promueve como real necesidad “de supervivencia” el
gurar como autor cienco. Es preferible ser autor
de un reducido número de trabajos a gurar en mu-
chos donde no se actuó o se lo hizo en forma parcial
y circunstancial. Ser autor es una tarea muy gra-
cante pero ardua y con enorme responsabilidad.
Otra posible solución es reemplazar el concepto de
autoría por el de crédito 4. Establece que un autor es
quien parcipa en la totalidad del arculo y no si lo
hace parcialmente en las disntas etapas de su ela-
boración. Sólo si se cumple con la totalidad de los cri-
terios de autoría citados merece considerarse autor.
Los demás tendrán el crédito de ser invesgadores,
colaboradores o recopiladores de datos y gurarán
en el listado de agradecimientos que ha de gurar
previo a las citas bibliográcas. Actualmente ya co-
mienzan a “indizarse” publicaciones empleando este
método.
Todas estas medidas permirán evaluar a los verda-
deros autores ciencos, quienes seguirán pautas
similares a un Decálogo deontológico 3 (entre ellos
el consenmiento informado de los voluntarios en
las invesgaciones) y ser el reejo de una conducta
correcta. La pérdida del concepto de invesgador/
autor honrado, no se recupera jamás y menoscaba
Página | 12
Página | 13 Página | 13
seriamente el presgio de un hombre de ciencia
cuyo único n es buscar y conocer la verdad. Para
no caer en inconductas se tenderá a enseñar que la
éca también está presente en las invesgaciones y
su consecuencia, las publicaciones ciencas.
En resumen
Un trabajo cienco es una realización en la que to-
dos los autores son responsables públicamente de su
contenido. Su contenido jerarquiza una forma disn-
ta de propiedad intelectual7. El invesgador que sus-
cribe un trabajo cienco como autor, debería pen-
sar ese arculo con la perspecva de futuro lector. Lo
que el autor escribe debería tener importancia para
alguien y eso da sendo a su publicación ya que ge-
nera un nuevo conocimiento.
Es fundamental que la totalidad de los autores y
coautores reconozcan la responsabilidad individual
respecto de la integridad (en todas sus acepciones)
de un arculo cienco. Aunque esta falta éca, ca-
rezca (aún) de condena formal, señala a los involu-
crados como deshonestos entre colegas, alumnos y
eventualmente pacientes.
Las acciones deshonestas, tarde o temprano se des-
cubren. Si alguien conoce un hecho anormal, lo debe
denunciar apenas lo sepa y no debe esperar que ter-
ceros lo hagan. No se debería poder alegar ignoran-
cia de los criterios de autoría o pretender ajenidad
a tal inconducta después de un lapso temporal. Un
Comité Editorial considera que éste es un imperavo
éco y que al respecto debe llamar la atención de sus
lectores y prevenir futuras ocurrencias.
Sin conicto de interés.
BIBLIOGRAFÍA
1. Arribalzaga EB: Signicado de ser autor cientíco .Rev Argent Resid
Cirug, 2001;VI, 2:37- 40.
2. Foucault M. Qué es un autor? Dialéctica, 1984;IX(16):4-18.
3. Arribalzaga EB, Algieri RD, Aparicio MJ y coaut. Comunicación
básica en cirugía. Buenos Aires, Ed..Dunken 2016, pp. 113 113-117.
4. Arribalzaga EB, Algieri RD, Borracci RA, Jacovella PF. Evaluar y es-
cribir un artículo cientíco. Pautas y competencias autoevaluables.
Buenos Aires, Ed. Dunken, 2018, págs.19-27.
5. Goodman NW: Criteria for authorship. BMJ, 1994;309:1482.
6. International Committee of Medical Journal Editors: Uniform re-
quirements for manuscripts submitted to biomedical journals.
JAMA, 1997;277(11):927-34.
7. Bell J. Cómo hacer tu primer trabajo de investigación. Barcelona,
Editorial GEDISA, 2005, págs. 47-49 y 228.
ResearchGate has not been able to resolve any citations for this publication.
Book
Full-text available
Se propone en forma eficaz la capacidad de solucionar, con una metodología científica eficiente, los problemas cotidianos y la garantía de una expresión libre de condicionantes. Un aspecto esencial para comunicar los resultados de una investigación es, por consiguiente, definir el contexto en que se pueden presentar. El principal objetivo de este pequeño manual es señalar el papel esencial que la comunicación desempeña en la competencia médica profesional diaria, como así también en los procesos de enseñanza-aprendizaje en medicina porque es una exigencia preparar graduados perfectamente calificados en forma teórica como práctica para servir y cumplir con la Misión que la sociedad les asigna y espera.
Significado de ser autor científico
  • E B Arribalzaga
Arribalzaga EB: Significado de ser autor científico.Rev Argent Resid Cirug, 2001;VI, 2:37-40.
Qué es un autor? Dialéctica
  • M Foucault
Foucault M. Qué es un autor? Dialéctica, 1984;IX(16):4-18.
Comunicación básica en cirugía
  • E B Arribalzaga
  • R D Algieri
  • M J Aparicio
  • Coaut
Arribalzaga EB, Algieri RD, Aparicio MJ y coaut. Comunicación básica en cirugía. Buenos Aires, Ed..Dunken 2016, pp. 113 113-117.
International Committee of Medical Journal Editors: Uniform requirements for manuscripts submitted to biomedical journals
  • N W Goodman
Goodman NW: Criteria for authorship. BMJ, 1994;309:1482. 6. International Committee of Medical Journal Editors: Uniform requirements for manuscripts submitted to biomedical journals. JAMA, 1997;277(11):927-34.