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Abstract

Investigaciones empíricas en diversos países muestran que una parte importante de la población se identifica subjetivamente con las clases medias. A partir de una clasificación de las personas en la sociedad elaborada por los propios individuos, analizamos de qué modo ellos se identifican con una posición social. Nuestro análisis se basa en una encuesta en que se solicitó a los participantes realizar un juego de clasificación de viñetas representativas de personas en la sociedad chilena. La encuesta fue aplicada en Chile en el año 2016 a una muestra de 2.000 individuos estadísticamente representativos de la población. Los resultados muestran los criterios que predominan al clasificar a las personas en la sociedad y qué influye en la definición de su posición social por parte de los individuos, quienes se autoidentifican mayoritariamente con una categoría baja en la sociedad.
Artigo original
RBCS Vol. 34 n° 99 /2019: e349918
Artigo recebido em 11/09/2017
Aprovado em 13/06/2018
ENCONTRAR LA POSICIÓN DE UNO MISMO
EN LA SOCIEDAD
Una encuesta basada en viñetas*
Oscar Mac-Clure (1)
https://orcid.org/0000-0003-3905-4121
Emmanuelle Barozet (2)
https://orcid.org/0000-0001-9297-3480
M. Constanza Ayala (3)
https://orcid.org/0000-0003-4478-1593
Cristóbal Moya (4)
https://orcid.org/0000-0002-7176-4775
Ana María Valenzuela (5)
https://orcid.org/0000-0003-0288-122X
(1) Centro de Estudios del Desarrollo Regional y Políticas Públicas (Ceder), Universidad de Los Lagos (ULagos), Los Lagos, Chile.
E-mail: oscar.macclure@gmail.com.
(2) Departamento de Sociología de la Universidad de Chile (UChile) y Centro de Estudios de Cohesión y Conicto (Coes), Santiago, Chile. E-mail:
ebarozet@gmail.com.
(3) Doctorado en Sociología de la Ponticia Universidad Católica de Chile (UC). Santiago, Chile. E-mail: m.constanzaa0@gmail.com.
(4) Doctorado en Sociología de la Ponticia Universidad Católica de Chile (UC), Santiago, Chile. E-mail: cristobalmoya@gmail.com.
(5) Departamento de Comunicación e Imagen, Universidad de Santiago de Chile (USACH), Santiago, Chile. E-mail:anavalenrabi@gmail.com.
DOI: 10.1590/349918/2019
* Este estudio contó con el apoyo de la Comisión Nacional
de Investigación Cientíca y Tecnológica de Chile, Co-
nicyt (proyecto Fondecyt 1150808). También fue apoya-
do por el Centro de Estudios de Conicto y Cohesión
Social, Coes (proyecto Conicyt-Fondap 15130009).Los
autores agradecen el valioso aporte de Jérôme Deauvieau
del Centro Maurice Halbwachs, Etienne Pénissat de la
Universidad de Lille y Cécile Brousse del Institut Natio-
nal de la Statistique et des Études Économiques.
Introducción
El objetivo de este trabajo consiste en conocer
la manera como los individuos se identican a sí
mismos en una determinada posición social, en-
marcada en sus propios criterios de clasicación
acerca del conjunto de los individuos en la socie-
dad. Indagamos cuáles son los criterios que ellos
utilizan para categorizar a los demás en la sociedad,
asumiendo que la evaluación realizada por las per-
sonas para posicionarse a sí mismas se basa en siste-
mas de clasicación.
El artículo se reere a cómo la gente representa
las desigualdades entre grupos sociales en la sociedad,
pregunta clásica en sociología desde el siglo XIX. Al
inicio del siglo XX, la noción de clase social asociada
a desigualdades socioeconómicas fue replanteada por
Weber ([1922]1964), quien distinguió el concepto
de status, referido a una percepción relativamente
consensual acerca de una jerarquía social, agregando
también que bajo ciertas condiciones la situación de
clase puede llegar a constituir un sentido comparti-
do, una “comunidad”.
Investigaciones empíricas recientes en numerosos
países han observado que la mayor parte de la pobla-
ción identica su status social subjetivo en las posicio-
nes intermedias, particularmente cuando debe respon-
der una pregunta habitual en las encuestas en la que
se le pide posicionarse en una escala estándar (Evans
2 REVISTA BRASILEIRA DE CIÊNCIAS SOCIAIS - VOL. 34 N° 99
y Kelley, 2004; Kelley y Kelley, 2009; Forsé y Parodi,
2011; Lindemann y Saar, 2014; Poppitz, 2016). No-
toriamente, esto también ocurre en América Latina,
una de las regiones con mayores desigualdades (Casti-
llo, Miranda y Madero, 2013; Lora y Fajardo, 2013;
PNUD, 2017). Además, en diversos países existe una
preferencia por una autoidenticación de clase media,
cuando en encuestas se solicita a los individuos elegir
la clase a la que pertenecen entre varias alternativas
(Valenzuela et al., 2008; Andersen y Curtis, 2012;
Haddon, 2015). La aparente incongruencia entre esto
y las marcadas desigualdades socioeconómicas en so-
ciedades como las de Latinoamérica ha sido destacada
como un tema relevante en estudios recientes (Costa,
2009; Castillo, Miranda y Madero, 2013). En par-
ticular, se ha señalado que, en el caso de Chile, este
sentimiento de pertenencia a las clases medias coexiste
con una percepción de inestabilidad de las posiciones
intermedias (Araujo y Martuccelli, 2011; 2014).
El contraste entre la condición objetiva de las per-
sonas en una estructura de clases sociales y la tenden-
cia a posicionarse subjetivamente en el centro de la es-
cala social conduce a preguntarse qué ocurre con ese
posicionamiento cuando los individuos piensan en la
jerarquía social de acuerdo con sus propios criterios.
A este respecto, para conocer mejor cómo los indivi-
duos denen su posición social y la de los demás, ne-
cesitamos ir más allá de supuestos subyacentes acerca
de cuáles son sus principales formas de categorizar o
construir “mapas mentales” sobre las diferencias socia-
les, qué posiciones sociales distinguen y qué criterios
utilizan diversos grupos socioeconómicos (Lamont y
Fournier, 1992; Lamont y Molnár, 2002), innovando
con respecto a los datos habitualmente obtenidos de
encuestas. Sabemos que la evaluación subjetiva
de las diferencias entre posiciones sociales, tanto de
clase como de status, tiene como referencia indica-
dores socioeconómicos como ocupación, ingreso y
educación; también pueden ser relevantes aspectos
como el origen étnico, el sexo o el lugar de residen-
cia. Los individuos combinan esos y otros aspectos
a través de un complejo proceso en el que aplican
criterios subjetivos, al evaluar su posición social y
la de los demás. En el marco de esta investigación,
armamos que la autoidenticación en términos de
posición social se asocia sobre todo al ingreso y la
educación de los individuos.
Para delimitar y analizar empíricamente la
compleja actividad evaluativa involucrada en cla-
sicarse a sí mismo y a los demás, en este estudio
utilizamos un método de simulación, consistente
en un juego de clasicación de viñetas que repre-
sentan a personas diversas de la sociedad, desarro-
llado por Boltanski y évenot (1983). Este juego
de clasicación ha sido adaptado por varios equipos
de investigación en diferentes países (Penissat et al.,
2016). Aplicamos este dispositivo en nuestra inves-
tigación a través de una encuesta a una muestra re-
presentativa de la población de Chile, atribuyendo
la autoidenticación de los encuestados mediante
un análisis cuantitativo de los resultados del juego
de clasicaciones basado en viñetas.
En una primera parte, exponemos los elemen-
tos teórico-conceptuales y empíricos en los cuales
se enmarca nuestro trabajo. En segundo lugar, pre-
sentamos el diseño del juego de clasicaciones y su
aplicación a través de una encuesta basada en viñe-
tas, describiendo los tipos de clasicación aplicados
por los encuestados. En tercer lugar, exponemos la
metodología de análisis de los datos utilizada para
describir sintéticamente las categorías socioeconó-
micas que distinguen los encuestados y con cuál
de ellas se autoidentica cada uno. Finalmente,
presentamos los resultados obtenidos acerca de
la pregunta central, referida a cómo los individuos
denen su propia posición social.
Marco general: lo subjetivo y lo objetivo
El estudio empírico de la representación sub-
jetiva de la propia posición en la sociedad ha teni-
do un importante desarrollo en los años recientes,
particularmente a través de encuestas aplicadas en
diversos países, lo que ha permitido comparacio-
nes internacionales. Al mismo tiempo, esto plantea
problemas teóricos y metodológicos que revisare-
mos para denir el enfoque de este trabajo.
El status social subjetivo ha sido estudia-
do empíricamente, asumiendo que la percep-
ción de los individuos acerca de su propio en-
torno se asocia a una imagen del conjunto de
la sociedad, que se suele sintetizar en varias en-
cuestas internacionales en una pregunta sim-
ENCONTRAR LA POSICIÓN DE UNO MISMO EN LA SOCIEDAD 3
ple y comparable en diversos países, referida
a que el encuestado se sitúe en una escala de
1 a 10 que representa a los grupos de la sociedad
desde arriba hacia abajo (Evans y Kelley, 2004).
Según esta metodología, la mayor parte de las per-
sonas tiende a verse a sí misma en el medio de
la jerarquía social, pero su percepción suele estar
asociada con diversas variables (Evans y Kelley,
2004; Kelley y Kelley, 2009; Lindemann y Saar,
2014; Poppitz, 2016). Entre esos factores se en-
cuentran la ocupación y el nivel educacional de
los encuestados a nivel individual, así como la des-
igualdad de los ingresos y el grado de desarrollo
de los países medido por su ingreso per cápita en
cuanto variables macro. En otras encuestas se apli-
ca una pregunta más dirigida, que presenta varias
alternativas de pertenencia a clases sociales, con
términos como “clase trabajadora” y “clase media”,
entre las cuales los individuos deben elegir a cuál
pertenecen, lo cual también ha generado resul-
tados que muestran una preeminencia de la ads-
cripción subjetiva a las clases medias (Andersen y
Curtis, 2012; Haddon, 2015).
En Chile y otros países de América Latina, tam-
bién se ha analizado la mayoritaria percepción de
pertenecer a las posiciones medias de la escala de sta-
tus social subjetivo (Lora y Fajardo, 2013; Castillo,
Miranda y Madero, 2013; PNUD, 2017) o en una
escala de clases sociales (Valenzuela et al., 2008). Los
datos más recientes sobre status social subjetivo en el
caso de Chile muestran que un 53% de la población
se percibe en las posiciones medias y esta cifra ha
aumentado en la última década, mientras al mismo
tiempo decrece la identicación con las posiciones
inferiores, lo que podría explicarse por la mejoría de
las condiciones socioeconómicas del país (PNUD,
2017). Sin embargo, la identicación con la clase
media sería menor al redenir las categorías de las es-
calas de clases sociales aplicadas a través de encuestas
(Elbert y Pérez, 2018) o al solicitar a los individuos
que nombren una clase social con la cual se identi-
can (Salata, 2015). Por otro lado, se ha mostrado
que no existe una correlación fuerte del status social
subjetivo con la distribución del ingreso por deciles
(Lora y Fajardo, 2013). Se ha observado también
que el estatus subjetivo de la familia de origen ejer-
ce una alta inuencia en el estatus subjetivo actual,
de modo que personas que declaran provenir de una
familia de origen de estatus alto en la escala tienden
también a posicionarse en un estatus subjetivo alto
(Castillo, Miranda y Madero, 2013).
De forma más general, la identicación de las
personas con las clases medias se relaciona con el
problema más amplio del vínculo entre la posición
social subjetiva y las condiciones de vida de las perso-
nas. Esto ha sido analizado con respecto de las clases
sociales, que se han asociado a indicadores socioe-
conómicos claves para la vida de las personas, como
el ingreso, la ocupación y la educación (Erikson
y Goldthorpe, 1993; Goldthorpe, 2002). El grado
de correspondencia de esos indicadores con las per-
cepciones subjetivas sobre la pertenencia a una cla-
se social también ha sido objeto de investigaciones
(Hout, 2008; Atkinson, 2010), pero consideramos
que ambos componentes de la comparación mere-
cen ser reexaminados.
Por un lado, las condiciones socioeconómicas
que denen las diferencias entre clases sociales han
sido objeto de constantes elaboraciones, entre las
cuales dos son particularmente relevantes en la so-
ciología actual. Bourdieu generó una renovación
teórica importante (1979, 2000), al denir las clases
sociales no sólo a partir del capital económico, sino
considerando un capital total que incluye también
el capital cultural y social.1 Empíricamente, la esca-
la de clases sociales EGP – por las iniciales de sus
autores (Erikson y Goldthorpe, 1993) – predomina
hoy internacionalmente en la investigación sobre
estraticación social, y utilizadatos sobre ocupación
de las clases sociales basada en grupos ocupacio-
nales. Se ha observado que esa estraticación tie-
ne un menor efecto en las percepciones sobre las
desigualdades sociales en América Latina que otras
condiciones socioeconómicas, como la educación y
la experiencia de movilidad social (Bucca, 2016). El
diverso enfoque de las perspectivas teórico-concep-
tuales, así como la competencia entre indicadores,
ilustra dicultades vinculadas a denir qué caracte-
rísticas socioeconómicas deben ser comparadas con
la posición social subjetiva.
Por otro lado, el estudio de la percepción de
la posición individual en la sociedad abarca múlti-
ples dimensiones. A ese respecto, Bourdieu (1979)
planteó un punto importante al observar que se es-
4 REVISTA BRASILEIRA DE CIÊNCIAS SOCIAIS - VOL. 34 N° 99
tablecen distinciones basadas en estilos de vida, que
reproducen diferencias de clase social. También se
ha puesto de relieve que la evaluación de la posi-
ción de uno mismo tiene como referencia princi-
pios morales o de justicia compartidos por grupos
sociales (Lamont y Fournier, 1992; Sayer, 2005),
que en el caso de los menos privilegiados – como
las mujeres trabajadoras – pueden incluso llevarles a
negar su pertenencia a una clase baja en la escala
social (Skeggs, 1997). En referencia al status ocu-
pacional, el prestigio de las ocupaciones (Treiman,
1977) no obedece siempre a un patrón común para
el conjunto de la sociedad, sino a criterios especí-
cos de evaluación del status ocupacional que son
aplicados por ciertos grupos de individuos; por
ejemplo quienes tienen un menor nivel educacional
valoran menos las ocupaciones que involucran un
alto nivel de calicación, en comparación con quie-
nes poseen una educación superior (Zhou, 2005;
Lynn y Ellerbach, 2017). Desde un enfoque que
asigna menor relevancia a las percepciones sobre las
posiciones individuales, se ha sostenido que en la
identicación del status son denitorias las relacio-
nes con las personas más cercanas que lo tratan a
uno como su igual social, en especial los contactos,
amistades y familiares (Chan y Goldthorpe, 2007;
Goldthorpe, 2008), y se observa, en el caso de Bra-
sil, que el status medido en base a esas relaciones es
superior a mayor nivel educacional e ingreso de los
individuos (Salata, 2016).
En nuestro trabajo asumimos el problema de la
comparación entre el componente objetivo y el sub-
jetivo de la posición social, partiendo de una socio-
logía pragmática (Boltanski y évenot, 1983; Bol-
tanski, 2009). Con respecto de ese aspecto subjetivo,
enfatizamos que al categorizar su posición y la de los
demás, los individuos combinan múltiples criterios
y además, perciben de diversas maneras las diferen-
cias entre grupos en la sociedad (Lorenzi-Cioldi y
Joye, 1988; Penissat et al., 2016), con respecto de
lo cual es juzgada la propia posición social. Este giro
inductivo busca ampliar nuestro conocimiento sobre
ese complejo proceso a través del cual los individuos
evalúan su posición social y la de los demás.
Como muchos de los estudios señalados ante-
riormente provienen de países del norte, las con-
diciones socioeconómicas a contrastar con la per-
cepción de la posición individual en la sociedad,
tales como los ingresos, la ocupación y la educa-
ción, requieren ser ajustadas a los rasgos prevale-
cientes en las sociedades latinoamericanas. En el
caso de Chile y América Latina en general, también
es relevante considerar otras desigualdades socia-
les, como las basadas en etnia, raza y color (Telles,
Flores y Urrea-Giraldo, 2015), así como la fuerte
segmentación social al interior de las metrópolis,
pero también entre estas y las ciudades de menor
tamaño y el resto del territorio (Sabatini, Rasse,
Mora y Brain, 2012; Mac-Clure, Barozet y Matu-
rana, 2014; Fuentes, Mac-Clure, Olivos y Moya,
2017). Además, considerando la mayoritaria y cre-
ciente identicación de las personas con un status
social subjetivo medio en la sociedad, es importan-
te incorporar la movilidad social en el análisis (Tor-
che, 2005, 2007; Ferreira et al., 2012; Espinoza y
Núñez, 2014).
Diseño del dispositivo y tipos de clasicación
El dispositivo: una encuesta basada en un juego de
clasicación de naipes
Los datos de este trabajo provienen de una en-
cuesta basada en un juego de clasicación de viñetas
o “naipes”, que permite estudiar cómo las personas
clasican subjetivamente a los individuos en la socie-
dad y cuál es la propia posición en esa clasicación.
Los juegos han sido utilizados en las ciencias sociales
con el n de estudiar cómo los individuos adoptan
decisiones frente a una representación simplicada
del mundo social. Con ello, las personas disponen de
información delimitada y reglas claramente denidas
que permiten controlar un conjunto de condiciones
relevantes para el objeto de estudio (Camerer, 2003).
A partir del conocimiento previamente adquirido en
un programa de investigación que utilizó juegos en
grupos focales (Mac-Clure y Barozet, 2016; Penissat
et al., 2016), diseñamos una encuesta, basada en vi-
ñetas con las que se aplicó el juego de clasicaciones.
La muestra fue estadísticamente representativa
de la población chilena de 25 o más años de edad,
que trabaja en forma remunerada o busca trabajo y que
ENCONTRAR LA POSICIÓN DE UNO MISMO EN LA SOCIEDAD 5
reside en Chile a nivel urbano – en ciudades de más
de 50 mil habitantes.2 Se utilizó un diseño muestral
estraticado por conglomerados en tres etapas. El
muestreo fue probabilístico en todas sus etapas, selec-
cionando aleatoriamente manzanas/entidades – uni-
dad de muestreo primaria –, luego hogares dentro de
las últimas – unidad de muestreo secundaria – y nal-
mente una persona del hogar – unidad de muestreo
terciaria – en cada hogar.
La muestra de la encuesta abarcó 2 mil indivi-
duos, con un error muestral máximo asociado de
2,3%, considerando varianza máxima, un nivel
de conanza del 95% y un efecto del diseño esti-
mado de 1,15 (de ); debido inconsistencias fueron
eliminados 25 casos.3 La encuesta fue aplicada cara
a cara en todo el país entre marzo y junio de 2016.
La estraticación de la muestra fue realizada
considerando cinco lugares de residencia, se dis-
tinguió en Santiago entre la zona de clase media
alta y el resto de la metrópoli, Concepción, Valpa-
raíso y ciudades intermedias. Esta diferenciación
socio-espacial permite establecer distinciones más
sustantivas que entre las regiones administrativas
del país(Mac-Clure, Barozet y Maturana, 2014;
Fuentes, Mac-Clure, Olivos y Moya, 2017). La
zona Santiago-Oriente cuenta con una amplia pre-
sencia de un estrato medio-alto, siendo especial-
mente numerosos los profesionales con educación
superior. Comparativamente, en el resto de la me-
trópolis residen personas que en general se caracte-
rizan por menores ingresos, más bajo nivel educa-
cional y ocupaciones como empleados de ocina,
vendedores y trabajadores manuales. Concepción
y Valparaíso corresponden a las dos grandes ciu-
dades que siguen en tamaño a Santiago, con una
población cercana a un millón de habitantes cada
una. Las ciudades intermedias pueden ser denidas
operacionalmente como ciudades de 50.000 o más
habitantes, excepto las grandes ciudades. En los es-
tratos de la muestra se seleccionaron aleatoriamente
los casos correspondientes a cada una de estas áreas
de residencia, permitiendo así distinguirlas en el
análisis posterior.
Para aplicar en la encuesta el juego de clasica-
ciones diseñado por Boltanski y évenot (1983)
utilizamos 33 viñetas – naipes – representativas de la
Figura 1
Ejemplos de Viñetas Utilizadas en la Encuesta
1
Fuente: Encuesta Clasicaciones, Chile, 2016.
6 REVISTA BRASILEIRA DE CIÊNCIAS SOCIAIS - VOL. 34 N° 99
Tabla 1
Descripción de las Viñetas según Atributos: Grupo Socio-Ocupacional, Ingreso y Educación
Ingreso (CH$)a Nivel educacional
Grupo socio-
ocupacional <300.001
300.001 a
500.000 >500.000 Total
Menos que
secundaria
Secundaria,
técnica
Universitaria
completa Total
Dueña de casa 3 3 2 1 3
Trabajador manual
no calicado 8 1 9 5 4 9
Independiente,
calicado 1 4 3 8 2 4 2 8
Rutina no
manual 2 4 6 2 4 6
Profesional de
menor nivel 1 3 4 2 2 4
Profesional alto,
ejecutivo 3 3 3 3
Total 15 9 9 33 11 15 7 33
(a) US$1 = CH$670 (2017).
Fuente: Elaboración de los autores a partir de la Encuesta Clasicaciones, Chile, 2016.
sociedad chilena. Cada viñeta describe a una perso-
na combinando varias características clave y cada en-
cuestado debe evaluar ese perl (Atzmüller y Steiner,
2010) en base a una serie de preguntas. Cada una de
ellas presenta el perl de una persona real a través de
atributos socioeconómicos: su empleo, nivel de edu-
cación, ingreso mensual, comuna y región de residen-
cia. Adicionalmente, una foto de la persona provee
información sobre el sexo, la edad, la apariencia físi-
ca y el origen étnico de la persona, características que
en Chile están directa o indirectamente asociadas a la
desigualdad social. El conjunto de las viñetas presenta
variantes de esos atributos de manera sistemática, de
acuerdo al sistema de estraticación social en Chile.
La presentación de los naipes a los entrevistados se
realizó a través del encuestador que facilitaba al en-
trevistado un mazo con los 33 naipes, sin un orden
sistemático de esas viñetas. A modo de ilustración, se
pueden observar dos de los 33 naipes utilizados en
la encuesta aplicada en el año 2016, presentados por
igual a todos los encuestados; los rostros se presentan
borrosos, por normas éticas (Figura 1).
Las viñetas utilizadas en el juego de clasicacio-
nes fueron denidas en dos etapas. Primeramente,
elaboramos una matriz que denió las viñetas para
el estudio, considerando variables de segmentación y
una proporcionalidad con el tamaño de la población
ocupada de 25 años o más situada en cada segmento.
Para esto, utilizamos información estadística provista
por la principal encuesta socioeconómica de hoga-
res en Chile (encuesta Casen). Las variables de seg-
mentación fueron la clase social de acuerdo a datos
de ocupación, aplicando la escala EGP (Erikson y
Goldthorpe, 1993), así como sexo, tramo de edad,
tipo de lugar de residencia – desde grandes ciudades
a áreas rurales – y origen étnico. De este modo, el set
de viñetas está inscrito en una denición socio-ocu-
pacional de clases sociales y tanto su composición
como sus atributos toman en consideración datos
socioeconómicos de la población.
Enseguida, manteniendo correspondencia con
la matriz basada en variables de segmentación,
contactamos a un conjunto de individuos. Quie-
nes consintieron a participar en el estudio fueron
incluidos en una viñeta con su información y una
foto, lo cual contribuye a la plausibilidad de las vi-
ñetas para los encuestados. Entre las viñetas elabo-
radas se seleccionaron 33, considerando adicional-
ENCONTRAR LA POSICIÓN DE UNO MISMO EN LA SOCIEDAD 7
mente una proporcionalidad con la composición
de los grupos socio-ocupacionales a nivel nacional
de acuerdo con elingreso personal mensual y el ni-
vel educacional, según se describe en la Tabla 1.
La instrucción para los encuestados fue la si-
guiente: “Entregaré a usted 33 naipes que corres-
ponden a personas reales en la sociedad chilena.
Teniendo en cuenta la información que aparece
en las cartas realizaremos un juego que consiste en
ordenar los naipes en grupos que a su juicio repre-
sentan mejor a la sociedad chilena. Puede hacer la
cantidad de grupos de naipes que desee, uno o más.
Los grupos pueden estar compuestos por una o más
tarjetas.” Además, se solicitó al encuestado dar un
nombre a cada grupo o pila de viñetas realizada. La
mediana del tiempo que los encuestados demora-
ron en hacer el ejercicio fue de 4 minutos y 39 se-
gundos, con variaciones según la cantidad de pilas
elaboradas (Figura 2).4
El grupo de encuestados más numeroso elabo-
ró dos pilas de naipes, seguido por quienes hicieron
tres y cuatro pilas, según se aprecia en la Figura 2. El
tiempo dedicado a la clasicación sobrepasó la me-
diana general a partir de quienes elaboraron cuatro
pilas, quienes tardaron 6 minutos y 40 segundos.
Tipos de clasicación subjetiva
La mayoría de los encuestados ordenó las viñe-
tas de acuerdo con criterios socioeconómicos refe-
ridos, principalmente, a grupo socio-ocupacional,
ingreso y nivel educacional, pero una cantidad me-
nos numerosa adoptó otras opciones.
Las decisiones que adoptaron en respuesta a
nuestra solicitud de clasicar las viñetas se sinteti-
zan en tres tipos de encuestados según se presenta
en la Tabla 2. En esta misma tabla se observa quié-
nes son los que preeren cada uno de estos tipos de
clasicación subjetiva de las viñetas, diferenciándo-
los según diversas características.
Los encuestados que preeren no clasicar son
los menos numerosos, abarcando a un 6,7%, mientras
la clasicación según sexo tiene un 13,6% de adheren-
tes y la clasicación socioeconómica es preferida por la
más alta proporción de habitantes, un 79,7%.
Considerando a todos los encuestados, un pri-
mer tipo corresponde a quienes decidieron agrupar
todas las viñetas en un solo grupo, sin clasicarlas
en pilas de naipes. El criterio subjetivo que aplicaron
para no establecer diferencias entre personas repre-
Figura 2
Tiempo de Clasicación de Viñetas por los Encuestados, según Cantidad de Pilas Elaboradas
Fuente: Elaboración de los autores a partir de la Encuesta Clasicaciones, Chile, 2016.
8 REVISTA BRASILEIRA DE CIÊNCIAS SOCIAIS - VOL. 34 N° 99
Tabla 2
Tipos de Clasicación Subjetiva según Características de los Encuestados
Tipo de clasicación subjetiva
Variable
(100%)
Categorías Sin
clasicación
Por sexo Socio-
económica
Total
Grupo socio-
ocupacional
Trabajador manual no calicado 15,2 20,5 23,7 22,6
Independiente, calicado 37,9 32,6 30,2 31,0
Rutina no manual 21,2 17,4 15,0 15,8
Profesional de menor nivel 12,9 15,9 14,0 14,2
Profesional alto, ejecutivo 12,9 13,6 17,2 16,4
Total 100 100 100 100
Ingreso (a) <CH$300.001 38,7 40,6 33,7 35,2
CH$300.001 - CH$500.000 26,4 22,8 25,0 24,7
>CH$500.000 34,9 36,5 41,3 40,1
Total 100 100 100 100
Nivel
educacional
Menos que secundaria 29,8 22,0 21,1 21,8
Secundaria, técnica 45,0 54,1 54,4 53,4
Universitaria completa 25,2 23,9 24,5 24,8
Total 100 100 100 100
Movilidad
interge-
neracional
Descendente 31,0 16,9 20,7 20,9
Sin movilidad 38,9 26,3 28,9 29,0
Ascendente 30,2 56,8 50,4 50,1
Total 100 100,0 100,0 100
Área de
residencia
Ciudad intermedia 26,5 45,3 35,4 36,2
Concepción 19,7 3,4 6,6 7,0
Valparaíso 11,4 3,4 4,9 5,1
Santiago: zona clase media alta 21,2 23,2 25,6 25,4
Santiago: resto zonas 21,2 24,7 27,4 26,2
Total 100 100 100 100
Sexo Hombre 56,8 48,7 57,3 56,0
Mujer 43,2 51,3 42,7 44,0
Total 100 100 100 100
Edad <= 45 años 61,4 46,5 57,7 56,1
>= 46 años 38,6 53,5 42,3 43,9
Total 100 100 100 100
Total (N ponderado = 1973) 6,7 13,6 79,7 100
(a) US$1 = CH$670 (2017).
Datos ponderados.
Fuente: Elaboración de los autores a partir de la Encuesta Clasicaciones, Chile, 2016.
ENCONTRAR LA POSICIÓN DE UNO MISMO EN LA SOCIEDAD 9
sentadas en las viñetas puede apreciarse a partir del
nombre que asignaron al conjunto de los naipes. La
más alta proporción corresponde a quienes enfatizan
en similitudes entre las personas – son “todos igua-
les”, “todos chilenos”, por ejemplo –, seguidos por
quienes expresan que las disimilaridades individuales
impiden agrupar las viñetas en subconjuntos.
El segundo tipo corresponde a los encuestados
que ordenan las viñetas principalmente según sexo,
entre quienes alcanza la mayor frecuencia la simple
dicotomía “hombres” y “mujeres”, sin que el nom-
bre de la pila aluda explícitamente a desigualdades
de género. En algunos pocos casos los encuestados
elaboran más de dos subconjuntos, por ejemplo,
agrupando un gran número de viñetas correspon-
dientes a mujeres, pero diferenciando en una ter-
cera pila a un pequeño número de mujeres dueñas
de casa, aunque estas últimas forman parte de la
clasicación de tipo principalmente dicotómico.
La clasicación de tipo socioeconómico – que
analizaremos en las siguientes partes del artículo –
es preferida por la más alta proporción de habitan-
tes, un 79,7%, con características que les diferen-
cian de quienes adhieren a los dos primeros tipos.
Los encuestados que elaboran una sola pila sin di-
ferenciar las viñetas en categorías, en comparación
con quienes las ordenan en una clasicación socioe-
conómica, tienen en mayor proporción un nivel
educacional bajo, perciben que han experimentado
movilidad intergeneracional descendente o perma-
necido sin movilidad y con especial frecuencia habi-
tan en Concepción, según se presenta en la Tabla 2.
En cuanto a los encuestados que preeren una cla-
sicación por sexo más que socioeconómica, de
modo destacado se caracterizan por residir en ciu-
dades intermedias, ser mayoritariamente mujeres y
tener más de 45 años. El grupo ocupacional y el in-
greso no inciden en forma visible en la preferencia
por esos dos tipos de clasicación.
De especial importancia para este artículo es la
nomenclatura atribuida por los encuestados al grupo
de viñetas con el cual se autoidentican, resaltando
que quienes nombran una clase social – como “cla-
se media”, “clase baja” o “clase alta” – son una baja
proporción sólo un 5%, mientras la mayoría de
los nombres alude a criterios como educación, ocu-
pación, ingresos, apariencia física, sexo o edad.5 Esta
nomenclatura conrma la relevancia de analizar la
autoidenticación de los individuos a través de un dis-
positivo basado en una clasicación social elaborada
subjetivamente, en lugar de una escala predenida.
Metodología de análisis de los datos
Clasicación subjetiva socioeconómica:
metodología para establecer la autoidenticación
con una categoría
A continuación, nos focalizaremos en la clasi-
cación de tipo socioeconómico, sin analizar con
mayor detalle a quienes prerieron no clasicar o a
quienes realizaron un ordenamiento por sexo, pues
estos dos tipos de clasicación son directamente
identicables a partir de la cantidad de pilas de nai-
pes elaboradas por los encuestados, los nombres de
las pilas y las viñetas que integran a cada una. En
cambio, es más complejo el análisis de la clasicación
de tipo socioeconómica, considerando los cientos de
categorizaciones elaboradas por los encuestados, con
diversos números de pilas y variadas viñetas en su
interior. Se requiere utilizar procedimientos estadísti-
cos para sintetizar las categorías que los encuestados
distinguen en su interior, para lo cual retomamos el
análisis desarrollado en el caso de Francia por Deau-
vieau et al. (2014). Enseguida, utilizamos esas cate-
gorías estadísticas para establecer con cuál de ellas se
autoidentica mayormente cada encuestado.
En nuestra metodología de análisis de los da-
tos, partimos del punto más elemental, las díadas de
naipes consideradas similares por los encuestados al
clasicarlas en una misma pila o grupo de viñetas.
Como punto de partida utilizamos una matriz que
establece todas las díadas de viñetas posibles en el
set de 33 naipes. Cada díada corresponde a un par
de naipes que un encuestadoclasica en una misma
pila. La matriz de estas díadas compone una matriz
de co-ocurrencias entre pares de naipes que luego se
transforma en medidas de disimilaridad. Esta ma-
triz de disimilaridades permite aplicar un análisis
estadístico de multidimensional scaling (MDS), un
modelo de cómo las personas elaboran juicios de
(dis)similaridad o preferencias (Borg, Groenen y
10 REVISTA BRASILEIRA DE CIÊNCIAS SOCIAIS - VOL. 34 N° 99
Mair, 2013). Partiendo de las co-ocurrencias entre
las díadas de los 33 naipes efectivamente elabora-
das por la totalidad de los encuestados que hicieron
una clasicación socioeconómica, el análisis repre-
senta a las viñetas como puntos en un espacio de
dos o más dimensiones. Mientras más cercanos se
encuentran dos puntos cada uno corresponde a
una viñeta diferente –, es mayor la correlación de
las variables que representan. Este procedimiento
permite sintetizar la matriz de disimilaridades y re-
ducirla a pocas dimensiones, facilitando el análisis y
la interpretación de las distancias entre puntos que
representan el espacio social.
Paralelamente, para distinguir con mayor pre-
cisión las categorías que sintetizan estadísticamente
las clasicaciones socioeconómicas elaboradas por
los encuestados, utilizamos dos análisis de conglo-
merados secuencialmente. Partimos de un análisis
de conglomerados jerárquicos aglomerativosy em-
pleamosla matriz de co-ocurrencias de todos los pa-
res de naipes posibles para evaluar la disimilaridad
de las clasicaciones de los encuestados. Luego, to-
mamos el centroide de cada conglomerado de este
análisis y lo utilizamos como punto de partida del
siguiente análisis de conglomerados. Este segundo
análisis de conglomerados es de partición, similar
a k-medias pero más estable, denominado partitio-
ning at medoids (PAM). Se trata de una reorganiza-
ción consistente en una segunda clasicación más
estable al considerar los centroides del primer aná-
lisis jerárquico de conglomerados. Con la evidencia
obtenida, consideramos una solución de tres con-
glomerados como la más apropiada.6
Tanto el análisis de conglomerados como el
multidimensional scaling (MDS) generaron resul-
tados muy similares. Los conglomerados permiten
integrar la ordenación de los naipes realizada por
los encuestados en categorías estadísticamente ela-
boradas en cuanto a las viñetas que forman parte
de cada una. El multidimensional scaling (MDS)
contribuye a apreciar tanto las diferencias entre esas
categorías como al interior de cada una de ellas. Los
resultados muestran un claro orden jerárquico en-
tre las tres categorías generadas: inferior, intermedia
y superior, según precisaremos más adelante.
Finalmente, estas categorías estadísticas son el
referente para responder a la pregunta central del
estudio acerca de la autoidenticación de los en-
cuestados con una posición social en la estructu-
ra de desigualdades que ellos mismos perciben en
la sociedad. Esta identicación es evidente entre
quienes no clasican a las personas en la sociedad
o sólo observan diferencias según sexo, pero es más
compleja entre quienes elaboran una clasicación
socio-económica. En cuanto a estos encuestados,
se elaboró una nueva variable: la categoría estadís-
tica con la cual se autoidentica el individuo. El
proceso para generar esta variable se inició con la
respuesta de cada encuestado a la pregunta: “Aho-
ra mirando nuevamente los grupos que armó, ¿en
cuál de los grupos se clasicaría usted?”. Se consi-
deraron enseguida las viñetas ordenadas por el en-
cuestado en ese grupo o pila, comparándolas con
las viñetas pertenecientes a las tres categorías esta-
dísticas elaboradas a través del análisis de conglo-
merados. Se buscó estimar la asociación del grupo
en que se clasica el encuestado con uno de esos
tres conglomerados, considerados como patrón co-
mún de comparación.
Para medir la relación entre ambos conjuntos
de viñetas, se calcularon múltiples índices estanda-
rizados de 0 a 1, en donde valores cercanos a 1 son
indicativos de una mayor auto-identicación con
un determinado conglomerado o categoría estadís-
tica, mientras valores cercanos a 0 indican una baja
asociación entre el grupo en que se autoclasicó el
encuestado y un conglomerado. Estos índices fue-
ron estimados por separado para cada uno de los
encuestados, considerando la pila de viñetas con la
cual se identicaron. Por ejemplo, en el caso de un
sujeto que se identicó con la primera pila de nai-
pes entre cuatro pilas que elaboró, se comparó si en
la primera tenía una mayor proporción de naipes
asociados al conglomerado inferior, intermedio o
superior. Los índices permiten traducir la posición
social subjetiva de cada encuestado en datos cuanti-
tativos estandarizados según la clasicación prome-
dio elaborada por el conjunto de los encuestados.
Para esta estandarización, conforme lo recomen-
dado para lograr comparabilidad entre los valores
(Márquez, 2006), se utilizó la siguiente fórmula:
Índice estandarizado = (Valor máximo-Valor mínimo)
(Valor observado-Valor mínimo)
ENCONTRAR LA POSICIÓN DE UNO MISMO EN LA SOCIEDAD 11
El valor observado equivale al número de
coincidencias entre el grupo de viñetas en el cual
se clasica el encuestado y el conjunto de las que
integran el conglomerado k – uno de los tres con-
glomerados. El valor mínimo considerado se esta-
blece como cero: ninguna viñeta compartida entre
el grupo elaborado por el encuestado y el conjunto
de viñetas del conglomerado k. El valor máximo
corresponde al total de viñetas que integran el con-
glomerado k. De este modo, el índice es simple-
mente la razón entre el valor observado y el valor
máximo. Así por ejemplo, un índice de 0,9 indica
que el grupo de viñetas –pila de naipes– elaborado
por el encuestado en el que se clasica a sí mismo
coincide en un 90% con el conjunto de las viñe-
tas del conglomerado k. De esta manera, se com-
paran los índices estimados para cada uno de los
encuestadoscon respecto de los tres conglomerados,
y esto permite reconocer la categoría estadística – el
conglomerado – con la cual ellos se autoidentican
preponderantemente.7
A partir de este procedimiento, se creó el ítem
autoidenticación con una categoría, permitiendo
establecer la percepción de la propia posición social
de quienes clasican según criterios socioeconómi-
cos, lo cual constituye el foco principal de este tra-
bajo. Así, para analizar la autoidenticación se dife-
renció a los encuestados según su posicionamiento
en una de las tres categorías – estadísticas: inferior,
intermedia o superior.
De esta manera, las tres categorías conglo-
merados sirven como patrón de referencia para
establecer con cuál de ellas es mayor el grado de
correspondencia de las viñetas que forman parte del
grupo – pila de naipes – en el cual se posiciona cada
encuestado. Las categorías constituyen una aproxi-
mación estadística – análoga a un promedio – al
modo como el conjunto de los encuestados ordena
a las personas de la sociedad representadas en las
viñetas. Así se evita partir de categorías denidas
a priori, que abarcan 5 a 10 categorías en escalas
como las antes reseñadas. Ese patrón común de
referencia nos permite establecer cómo tienden a
auto-posicionarse en uno de esos tres conjuntos
principales todos los encuestados analizados, dispo-
niendo de una medida estandarizada acerca de su
posición social subjetiva.
Variables y análisis de los datos
Al constituir el foco principal del análisis de
los datos, la autoidenticación es la variable de-
pendiente del estudio, establecida según la meto-
dología antes expuesta para la clasicación de tipo
socioeconómico. En adelante, utilizamos el térmi-
no autoidenticación especícamente en referencia
a esta variable, que constituye una aproximación
cuantitativa e indirecta a las viñetas con las cuales
se identica cada encuestado en correspondencia
con las categorías socioeconómicas diferenciadas
entre las viñetas por el conjunto de los encuestados,
en lugar de emplear respuestas a una pregunta di-
recta. Esta denicióncorresponde a una autoiden-
ticación atribuida en el sentido de que la pila de
viñetas elaborada por cada individuo en la cual se
posicionó, se vincula en nuestro análisis a una de
las categorías de la clasicación promedio del con-
junto de clasicaciones de viñetas elaboradas por
los encuestados.De acuerdo con esta denición
operacional, la identicación de cada persona con
un grupo de viñetas seleccionadas por ella mis-
ma es estandarizada, traducida o codicada según
las categorías – inferior, intermedia y superior
generadas a partir de la clasicación que resume las
clasicaciones producidas por los encuestados, lo
cual permite un análisis cuantitativo de esta autoi-
denticación atribuida.
Las variables independientes incluyen, en pri-
mer lugar, las principales variables e indicadores
socioeconómicos, referidos a grupo socio-ocupa-
cional, nivel de educación e ingresos de la pobla-
ción estudiada. En segundo lugar, se considera la
movilidad intergeneracional, según la percepción
de los individuos encuestados. Adicionalmente,
una variable referida al área de residencia se incluye
por su relevancia en las sociedades latinoamerica-
nas, según lo expuesto previamente. Finalmente, se
agregan variables sociodemográcas de control, es-
pecícamente sexo, grupos de edad y pertenencia a
pueblos indígenas. Varias pruebas mostraron que la
apariencia física y el origen étnico de las personas,
representados en la fotografía de cada viñeta, no
presentaron variaciones notorias, según característi-
cas de los encuestados a nivel agregado, por lo cual
se excluyeron del modelo. Se utilizó un modelo de
12 REVISTA BRASILEIRA DE CIÊNCIAS SOCIAIS - VOL. 34 N° 99
regresión logístico multinomial con el objetivo
de comparar las probabilidades de ocurrencia y no
ocurrencia en torno a la variable autoidenticación,
y se realizó la estimación de logits a partir de la ca-
tegoría intermedia como referencia, considerando
la centralidad del estrato medio en los estudios
antes expuestos. El modelo realiza las siguientes
comparaciones: log(p1/p2) y log(p3/p2) (Agresti,
2007), en donde p1 reere a la probabilidad asocia-
da a autoidenticarse con la categoría inferior, p2
categoría intermedia y p3 categoría superior.
Resultados
La diferenciación subjetiva entre categorías
socioeconómicas
De acuerdo con lo antes expuesto, un primer
paso consiste en establecer sintéticamente cómo los
encuestados diferencian las viñetas en categorías so-
cioeconómicas. La metodología denida, basada en
análisis de escalamiento multidimensional (MDS)
y de conglomerados, genera los resultados sobre las
distancias sociales y categorías estadísticas en la cla-
sicación subjetiva, que se presentan en la Figura 3.
Las dos dimensiones del análisis MDS expli-
can un 57% de la variación total – sumando los dos
ejes de la Figura 3 – y sintetizan adecuadamente la
agrupación realizada por los encuestados respecto
de las viñetas.8 Un examen de la distribución de las
viñetas en el eje horizontal el de mayor peso –,
muestra que el ordenamiento entre los extremos
reeja principalmente diferencias a partir de los
ingresos de las personas retratadas en las viñetas.
En cambio, el eje vertical reeja en mayor medida
una clasicación de los naipes a partir de los niveles
educacionales. Además, el grupo socio-ocupacional
interviene en el establecimiento de distinciones a lo
largo de ambas dimensiones.
Al complementar lo anterior con los resultados
del análisis de conglomerados, el análisis de los datos
obtenidos nos permite resumir las clasicaciones de
viñetas elaboradas por los encuestados en tres catego-
rías ordenadas y excluyentes: inferior, intermedio y
superior, marcadas con signos distintivos en la Figura
3. La distribución de las viñetas presenta similitudes
en el análisis MDS y el de conglomerados, según se
aprecia en la distribución de los puntos en la gura,
originados en el ordenamiento de naipes efectuado
por los encuestados. Se visualiza también que las di-
ferencias más marcadas son las que distinguen a las
viñetas de la categoría superior con respecto a las del
resto de la sociedad. Las diferencias entre estas últi-
mas viñetas son menos marcadas en el análisis MDS,
pero el análisis de conglomerados muestra una clara
diferenciación jerárquica de aquellas entre una cate-
goría inferior, una intermedia y la superior, según se
observa en la Tabla 3.
Las viñetas que integran cada una de las tres ca-
tegorías estadísticas son más numerosas en la catego-
ría inferior, es decir, los encuestados consideran que
quienes integran el estrato inferior son especialmente
numerosos. Las tres categorías estadísticas tienen cla-
ras diferencias, especialmente en cuanto a los ingresos
de las personas representadas en ellas: existen nítidos
escalones en una jerarquía basada en ingresos que de-
nen el orden de las categorías – inferior, intermedia y
superior. Complementariamente, las categorías se dis-
tinguen también según grupos socio-ocupacionales y
niveles educacionales de las viñetas, como ocurre más
marcadamente en la categoría superior.
Al abarcar en general las viñetas que componen
cada una de las tres categorías estadísticas, conforma-
das según esos conglomerados, nos preguntamos si
los límites entre una y otra son uidos o no, es decir,
cuál es el grado de homogeneidad intercategorías. A
partir de la metodología utilizada por Lynn y Eller-
bach (2017), denimos el grado de homogeneidad
en referencia a si hay un consenso de los encuestados
acerca de las categorías estadísticas que resumen las
clasicaciones elaboradas por el conjunto de ellos. La
homogeneidad intercategorías se reere al grado en
que los encuestados igualan las viñetas entre una y
otra de las categorías inferior, intermedia y superior.
Medimos la homogeneidad intercategoríasde acuer-
do al número de pares entre categorías estadísticas
elaborados por el encuestado – en sus pilas de nai-
pes –, dividido por el total de posibles pares entre las
categorías. Este indicador adopta valores de 0 a 1,
lo que permite interpretarlo en términos porcentua-
les, en donde valores cercanos a 1 son indicativos de
una mayor proporción de encuestados cuyas díadas
ENCONTRAR LA POSICIÓN DE UNO MISMO EN LA SOCIEDAD 13
efectivamente se emparejan entre las categorías esta-
dísticas en las cuales se clasicaron a las viñetas. Por
el contrario, valores cercanos a cero evidencian una
segregación consensual entre las categorías. La apli-
cación de esta medida muestra que la diferenciación
intercategorías es marcada, pues la homogeneidad
entre la categoría inferior y la intermedia es sólo un
38%, la intermedia con la superior un 36% y entre
la superior y la inferior un 33%. Uno de los casos
más atípicos, en cuanto a la diferenciación interca-
tegorías, corresponde a un auxiliar paramédico egre-
sado de un instituto técnico pero de ingresos bajos,
quien de acuerdo al análisis de conglomerados forma
parte de la categoría inferior; sin embargo, el análisis
MDS sitúa el punto correspondiente a esta viñeta en
un lugar más cercano a viñetas de similar ocupación
y nivel educacional, pero mayor ingreso que pertene-
cen a la categoría intermedia, como un maestro de
cocina con quien fue agrupado en una misma pila
por un 59% de los encuestados.
Considerando la heterogeneidad entre las tres
categorías estadísticas, que se caracterizan primor-
dialmente por un nítido escalonamiento de las vi-
ñetas según ingresos (Tabla 3), se podría conjeturar
que esa diferenciación intercategorías se maniesta
también intracategorías. Pero cuando son iguales los
tramos de ingresos que aparecen en naipes pertene-
cientes a una categoría estadística, los encuestados
no siempre los ordenan en una misma pila. Entre las
díadas con igual ingreso – dos viñetas representando
a individuos con un mismo ingreso – de cada cate-
goría – díadas intracategorías –, en promedio sólo
un 61%de los encuestados las ordenó en una misma
pila de naipes. Esto indica que además de las dife-
rencias de ingresos, los encuestados establecen nas
diferencias según atributos como nivel educacional
Figura 3
Clasicación Subjetiva Socioeconómica: Viñetas según Escalamiento Multidimensional (MDS) y
Categorías (Conglomerados).
Fuente: Elaboración de los autores a partir de la Encuesta Clasicaciones, Chile, 2016.
14 REVISTA BRASILEIRA DE CIÊNCIAS SOCIAIS - VOL. 34 N° 99
y grupo socio-ocupacional, al clasicar a las perso-
nas que forman parte de cada categoría estadística, lo
cual se reeja en el gráco MDS (Figura 3), donde
los puntos que representan a los naipes no se distri-
buyen escalonadamente según ingresos.
La autoidenticación con una categoría
socioeconómica subjetiva
Las tres categorías de viñetas sintetizan estadísti-
camente todas las clasicaciones de viñetas elabora-
das por los encuestados al interior de la clasicación
subjetiva socioeconómica. Este paso inicial permite
identicar a continuación con cuál de esas categorías
construidas – inferior, intermedia o superior – e au-
toidentican preponderantemente los encuestados,
según se distingue en la Tabla 4. Considerando al
conjunto de los encuestados que se autoidentican
con una categoría, presentamos los resultados de for-
ma segmentada a partir de sus características.
Sorprendentemente, la mayor parte de los en-
cuestados que prerieron una clasicación subjetiva
de tipo socioeconómico se autoidenticó con la ca-
tegoría inferior, en lugar de posicionarse preponde-
rantemente en la categoría intermedia, de acuerdo
a la Tabla 4. Este resultado puede parecer disonante
respecto de otros estudios, pero es necesario recalcar
que no se reere a la respuesta de los encuestados a
una pregunta directa sobre identicación con cate-
gorías denidas a priori, sino a la autoidenticación
entendida como una aproximación cuantitativa
e indirecta a como cada encuestado se posiciona a
sí mismo en relación a categorías diferenciadas
por el conjunto de los encuestados entre las viñe-
tas. Resulta interesante observar que en compara-
ción con el total de quienes elaboran una clasicación
Tabla 3
Clasicación Subjetiva Socioeconómica: Viñetas por Categoría, según Grupo Socio-ocupacional,
Ingresos y Educación
  Categoría
  Inferior Intermedia Superior Total
Grupo socio-
ocupacional
Dueña de casa 3 0 0 3
Trabajador manual no calicado 8 1 0 9
Independiente, calicado 1 4 3 8
Rutina no manual 2 4 0 6
Profesional de menor nivel 1 0 3 4
Profesional alto, ejecutivo 0 0 3 3
Total 15 9 9 33
Ingreso (a) <CH$300.001 15 0 0 15
CH$300.001 - CH$500.000 0 9 0 9
>CH$500.000 0 0 9 9
Total 15 9 9 33
Nivel
educacional
Menos que secundaria 6 4 1 11
Secundaria, técnica 9 5 1 15
Universitaria completa 0 0 7 7
Total 15 9 9 33
(a) US$1 = CH$670 (2017)
Fuente: Elaboración de los autores a partir de la Encuesta Clasicaciones, Chile, 2016.
ENCONTRAR LA POSICIÓN DE UNO MISMO EN LA SOCIEDAD 15
Tabla 4
Clasicación subjetiva Socioeconómica: Autoidenticación con una de las Categorías,
según Características de los Encuestados
  Auto-identicación con categoría
Variable Inferior Intermedia Superior Total
Grupo socio-
ocupacional
Trabajador manual no calicado 76% 21% 3% 100%
Independiente, calicado 67% 26% 6% 100%
Rutina no manual 75% 18% 7% 100%
Profesional de menor nivel 54% 23% 23% 100%
Profesional alto, ejecutivo 42% 32% 25% 100%
Ingreso (a) <CH$300.001 82% 17% 1% 100%
CH$300.001 - CH$500.000 74% 23% 3% 100%
>CH$500.000 44% 32% 24% 100%
Nivel
educacional
Menos que secundaria 77% 21% 1% 100%
Secundaria, técnica 70% 24% 6% 100%
Universitaria completa 40% 29% 31% 100%
Movilidad
inter-
generacional
Descendente 65% 23% 12% 100%
Sin movilidad 63% 27% 11% 100%
Ascendente 66% 24% 11% 100%
Área de
residencia
Ciudad intermedia 71% 21% 8% 100%
Concepción 82% 14% 4% 100%
Valparaíso 69% 28% 3% 100%
Santiago: zona clase media alta 47% 30% 23% 100%
Santiago: resto zonas 68% 26% 7% 100%
Sexo Hombre 62% 26% 13% 100%
Mujer 68% 23% 9% 100%
Edad <= 45 años 60% 27% 13% 100%
>= 46 años 71% 22% 8% 100%
Pertenencia
indígena
Pertenece 76% 21% 4% 100%
No pertenece 64% 24% 12% 100%
Total 68% 23% 9% 100%
(a) US$1 = CH$670 (2017). Datos ponderados.
Fuente: Elaboración de los autores a partir de la Encuesta Clasicaciones, Chile, 2016.
16 REVISTA BRASILEIRA DE CIÊNCIAS SOCIAIS - VOL. 34 N° 99
de tipo socioeconómico, la autoidenticación con
la categoría inferior se focaliza más marcadamente
entre quienes son trabajadores manuales no cali-
cados, tienen los ingresos más bajos, cuentan con
un bajo nivel de educación formal, residen en Con-
cepcióny declaran pertenecer a pueblos indígenas.
Entre los encuestados cuya autoidenticación
es con la categoría intermedia, destaca una relati-
vamente considerable proporción entre losprofesio-
nales de nivel alto y ejecutivos, así como entre las
personas cuyos ingresos se sitúan en el tramo más
elevado. Llama la atención la relativa inconsistencia
de esto último con la composición de las viñetas
de la categoría intermedia, anteriormente descrita,
cuyos ingresos corresponden al rango medio.
Finalmente, los encuestados que se autoidenti-
can con la categoría superior, son una marcada pro-
porción de los profesionales y ejecutivos, de los indi-
viduos con ingresos altos y de quienes cuentan con
educación universitaria. Destaca que una parte im-
portante de quienes habitan en la zona de residencia
de la clase media alta en Santiago – área Oriente –
se autoidentica con la categoría superior,lo cual re-
vela que el área de residencia agrega algo adicional y
distinto a las principales variables socioeconómicas.
Así, la cantidad y las características de los en-
cuestados, que se autoidentican con una u otra
categoría estadística, presentan rasgos notorios y
algunos sorprendentes como resultado del juego de
clasicaciones desarrollado.
Adicionalmente, una pregunta central plan-
teada al inicio de este trabajo se reere a por qué
los individuos preeren identicarse con un estra-
to medio. Para explicarlo, utilizamos una regresión
multinomial cuyo referente es una comparación
con la autoidenticación con la categoría interme-
dia, considerando las variables previamente deni-
das (Tabla 5). Así, esta comparación permite exa-
minar nuestros resultados de manera consistente
con la marcada identicación con el estrato medio
en estudios que revisamos previamente.
En ambas comparaciones de la regresión mul-
tinomial se observa que el área de residencia es una
variable con fuerte capacidad explicativa respecto de
las categorías de autoidenticación. Quienes habitan
en Concepción, en Santiago en un área de residen-
cia diferente a la zona de clase media alta de la me-
trópoli y en ciudades intermedias, poseen mayores
posibilidades de autoidenticarse con la categoría
inferior respecto a la intermedia, cuando se compara
con habitar en el área residencial más privilegiada de
Santiago. Los ingresos personales también presen-
tan efectos estadísticamente signicativos, en donde
quienes poseen los menores ingresos tienen una mu-
cho mayor chance de autoposicionarse en la catego-
ría inferior en comparación a la intermedia, respecto
a aquellos que tienen altos ingresos.
En cuanto a la comparación entre las categorías
de autoidenticación superior e intermedia, a los efec-
tos signicativos del área de residencia y los ingresos,
se suma el nivel educacional y el grupo socio-ocupa-
cional, por lo cual se observa una mayor diferencia-
ción entre los individuos que se autoidentican en
una u otra de estas dos categorías. Los encuestados
que poseen ingresos bajos o intermedios presentan
una menor chance de autoidenticarse con la catego-
ría superior respecto a quienes se autoposicionan en la
categoría intermedia, cuando se compara con quienes
tienen altos ingresos. El hecho de no tener educación
universitaria o de residir en Valparaíso también pre-
senta un efecto negativo, puesto que las personas con
dichas características tienen menores posibilidades de
autoidenticarse en la categoría superior frente a la in-
termedia. Resulta interesante que aquellos que residen
en ciudades intermedias poseen el doble de chances de
autoidenticarseen la categoría superior frente a la in-
termedia, considerando que la comparación se realiza
con la zona más elitizada de Chile – Santiago Oriente.
Las mayores posibilidades de autoidenticación con
las viñetas delacategoría superior podrían vincularse
a que en ciudades intermedias, individuos como los
profesionales tienen la experiencia personal de interac-
tuar con personas similares a las viñetas de esa cate-
goría más elevada, sin una percepción de deprivación
relativa (Walker y Smith, 2002) a nivel local.9 Por últi-
mo, los trabajadores independientes presentan mayo-
res posibilidades de autoidenticarse con la categoría
superior respecto a la intermedia, comparando con los
profesionales de alto nivel y ejecutivos.10
En síntesis, hay consistencias entre los resulta-
dos al utilizartanto técnicas descriptivas como infe-
renciales, y se observa una fuerte segmentación de
los encuestados a partir de sus características socioe-
conómicas, principalmente el ingreso, la educación
ENCONTRAR LA POSICIÓN DE UNO MISMO EN LA SOCIEDAD 17
Tabla 5
Clasicación Subjetiva Socioeconómica: Regresión Multinomial para la Autoidenticación con la Categoría
Inferior o Superior en Comparación con Categoría Intermedia, según Características de los Encuestados
  Autoidenticación con
categoría inferior (*)
Autoidenticación con
categoría superior (*)
  B SE OR B SE OR
Grupo socio-
ocupacional
(ref. = Profesional
alto, ejecutivo)
Trabajador manual no calicado 0.532 (0.355) 1,70 0.216 (0.696) 1,24
Independiente, calicado -0.026 (0.323) 0,97 0.946* (0.479) 2,58
Rutina no manual 0.457 (0.335) 1,58 0.333 (0.549) 1,40
Profesional de menor nivel 0.324 (0.306) 1,38 0.688 (0.383) 1,99
Ingreso (ref. =
>CH$500.000) (a)
<CH$300.001 0.823*** (0.244) 2,28 -1.619* (0.679) 0,20
CH$300.001 - CH$500.000 0.395 (0.224) 1,48 -1.043* (0.438) 0,35
Nivel educacional
(ref.= Universitaria
completa)
Menos que secundaria -0.150 (0.365) 0,86 -2.936*** (0.891) 0,05
Secundaria, técnica 0.262 (0.290) 1,30 -1.310** (0.438) 0,27
Movilidad inter-
generac.
(ref. = ascendente)
Descendente 0.231 (0.212) 1,26 0.367 (0.346) 1,44
Sin movilidad -0.111 (0.185) 0,90 -0.509 (0.330) 0,60
Área de residencia
(ref.= Santiago: zona
clase media alta)
Ciudad intermedia 0.629* (0.291) 1,87 0.875* (0.436) 2,40
Concepción 1.135*** (0.310) 3,11 0.770 (0.499) 2,16
Valparaíso 0.238 (0.269) 1,27 -1.063* (0.529) 0,35
Santiago: resto zonas 0.625* (0.294) 1,87 0.658 (0.455) 1,93
Sexo (ref. = hombre) Mujer -0.144 (0.170) 0,87 -0.366 (0.286) 0,69
Edad (ref. = <45
años)
>= 46 años 0.183 (0.165) 1,20 -0.135 (0.295) 0,87
Pertenencia indígena
(ref. = No pertenece)
Pertenece 0.170 (0.393) 1,19 -0.967 -1094 0,38
Constante -0.151 (0.247) -0.174 (0.333)
N=1,530. Error estándar en paréntesis. χ2(34)=255.0031, p<0.001. Nagelkerke’s R2=0.250. Log-likelihood: -724.0965.
*p<0.05, **p<0.01, ***p<0.001.
(*) Referencia: categoría intermedia.
(a) US$1 = CH$670 (2017).
Fuente: Elaboración de los autores a partir de la Encuesta Clasicaciones, Chile, 2016.
18 REVISTA BRASILEIRA DE CIÊNCIAS SOCIAIS - VOL. 34 N° 99
y el área de residencia – en mayor medida que la
ocupación y variables socio-demográcas –, que
están asociadas con su autoidenticación respecto a
las tres categorías de viñetas.11
Discusión y conclusiones
Un resultado destacado de nuestro estudio
consiste en que una gran proporción de la pobla-
ción tiende a autoidenticarse con la categoría in-
ferior de la clasicación promedio de la población,
integrada principalmente por personas de ingreso
bajo, sin educación universitaria y que habitan en
áreas distintas a la zona de residencia de la clase me-
dia alta. Esto diere de lo que se observa habitual-
mente en los estudios referidos a diversos países,
incluido Chile, donde se registra una fuerte pre-
ferencia por una identicación con la clase media,
mediante estudios de status social subjetivo basados
en encuestas que aplican una escala estándar (Evans
y Kelley, 2004; Kelley y Kelley, 2009; Forsé y Paro-
di, 2011; Castillo, Miranda y Madero, 2013; Lora
y Fajardo, 2013; Lindemann y Saar, 2014; Poppitz,
2016) o que solicitan a los individuos elegir la clase
social a la que pertenecen entre varias alternativas
que se nombran al encuestado (Valenzuela, 2008;
Andersen y Curtis, 2012; Haddon, 2015). Esto in-
dica que la metodología de recolección de los datos
inuye decisivamente en los resultados obtenidos.
Por lo tanto, la validez de nuestros propios resulta-
dos se sitúa en el marco del juego de clasicaciones
aplicado a través de la encuesta y en nuestra deni-
ción empírica de la autoidenticación, lo que apor-
ta nuevas aproximaciones sobre el posicionamiento
subjetivo de los individuos.
Lo señalado delimita la discusión acerca de por
qué nuestros resultados muestran una mayoritaria
identicación con la categoría inferior, en mayor
medida que con la categoría intermedia. Esto es con-
sistente con lo estudiado desde la psicología social,
observándose que quienes ocupan posiciones sociales
superiores tienden a percibirse a sí mismos y a ser
percibidos por otros enfatizando en su singularidad,
en contraste con quienes se encuentran en posicio-
nes más bajas en la jerarquía social, quienes se perci-
ben y son percibidos de modo más homogéneo, des-
estimando su variabilidad (Lorenzi-Cioldi, 1998). A
este respecto, Bourdieu (1979) aseveró que quienes
ocupan posiciones superiores propugnan que su po-
sición se asocia a méritos y características – incluyen-
do sus gustos – que les distinguen como personas
más que como un grupo homogéneo. En cambio,
quienes integran grupos socioeconómicos más bajos
se denen a sí mismos en torno a rasgos abstractos –
como principios morales que les distinguen de
quienes ocupan posiciones superiores (Lamont y
Fournier, 1992) y que amplican sus similitudes. La
asignación de rasgos homogéneos a la categoría infe-
rior en mayor medida que a la categoría intermedia –
lo que reexaminaremos enseguida – y la superior,
contribuiría a entender el tamaño del grupo que se
identica con esa categoría más baja.
La percepción de características compartidas
homogéneamente con la categoría inferior en lugar
de la intermedia puede explicarse al retomar la dis-
cusión acerca de si existe un vínculo entre aspectos
subjetivos y objetivos de la estraticación social;
es decir, si acaso hay congruencia con indicadores
socioeconómicos claves (Hout, 2008). Como he-
mos visto en los resultados de la encuesta, quienes
se autoidentican con la categoría inferior tienen
en general menores ingresos, menor educación y
residen en áreas menos privilegiadas. Sin embargo,
una proporción importante de quienes se identi-
can con una categoría inferior se caracteriza por
niveles de indicadores socioeconómicos, como los
ingresos, que corresponden en realidad a un estrato
medio o incluso superior de acuerdo a la denición
“promedio” de los propios encuestados – según las
características de las viñetas en cada categoría.
Esa aparente incongruencia con algunos in-
dicadores de su situación socioeconómica puede
explicarse por lo siguiente: posicionarse en la ca-
tegoría inferior tiene que ver con el ingreso perso-
nal declarado pero, también, con otras condiciones
consideradas denitorias, particularmente el área de
residencia y el nivel educacional – según nuestros
resultados –, que, siguiendo a Bourdieu (1979), en
alguna medida podrían ser considerados como in-
dicios de capital social y de capital cultural. Habitar
en un área de residencia diferente a la zona de clase
media alta de Santiago, como en otras metrópolis
latinoamericanas fuertemente segregadas, restringe
ENCONTRAR LA POSICIÓN DE UNO MISMO EN LA SOCIEDAD 19
las redes de contactos sociales que contribuyen a
mantener o mejorar la condición social (Fuentes,
Mac-Clure, Olivos y Moya, 2017). En cuanto al
capital cultural, las oportunidades son decrecien-
tes si se posee un nivel educacional menor que el
universitario. Así, examinando nuestros resultados
a partir de Bourdieu, una composición del capital
más amplia que la posesión de capital económico –
el ingreso monetario –, aparece como limitante de
las condiciones y posibilidades de vida, lo cual in-
terpretamos que acerca la percepción sobre la posi-
ción de uno mismo a la categoría inferior. La auto-
identicación constituye una evaluación subjetiva
en la cual los individuos asignan peso a esas diversas
dimensiones, de acuerdo a esta interpretación.
La autoidenticación con la categoría superior
sigue una pauta particular: quienes se autoposicio-
nan enesa categoría son los más congruentes con
el conjunto de sus características socioeconómicas.
Casi en su totalidad tienen ingresos de un rango alto,
cuentan con educación universitaria y habitan en la
zona de residencia de la clase media alta en Santiago
o en otras áreas especícas fuera de esa metrópoli,
todo lo cual explica su posicionamiento subjetivo y
les diferencia de quienes se autoidentican con una
categoría intermedia. Además de su mayor nivel de
ingreso, son personas que se caracterizan por su nivel
educacional superior en comparación con quienes
se autoidentican con la categoría inferior o la in-
termedia, entre quienes la meritocracia educacional
no constituye un criterio claramente distintivo de su
posicionamiento. Junto a esto, su área de residencia
establece una distinción simbólica y facilita víncu-
los sociales, que les diferencia con respecto del lugar
donde habitan las personas que se autoidentican
con las otras categorías.
En el otro extremo, los encuestados que expre-
san mayor inconsistencia con relación a sus carac-
terísticas socioeconómicas son los que hicieron una
sola pila de viñetas. Conforman el grupo relativa-
mente pequeño que se percibe a sí mismo como
parte de un único conjunto de personas en la so-
ciedad y niega la existencia de categorías socioeco-
nómicas, a pesar de estar integrado por personas de
estatus socioeconómico bajo y sin movilidad social.
Esto es consistente con los análisis que destacan que
las desigualdades persistentes en la sociedad (Tilly,
1999) son negadas o no se perciben conexiones que
den lugar a entenderlas como un fenómeno colec-
tivo, por parte de las personas que están más ex-
cluidas socialmente. Elaborando a partir de Skeggs
(1997), ese posicionamiento subjetivo se puede en-
tender como una búsqueda de desidenticación y
disimulación en una sociedad donde la pertenencia
a un estrato bajo es subvaluada y porque esas perso-
nas carecen de marcos conceptuales que les permi-
tan conectar y colectivizar sus experiencias.
En el marco del análisis de la evidencia aporta-
da en esta investigación, se concluye que la mayor
parte de la población clasica a las personas en la
sociedad de acuerdo a criterios socioeconómicos
basados en ingresos, educación, área de residencia
y ocupación. Los individuos encuentran su posi-
ción social primordialmente al interior de esa cla-
sicación socioeconómica y no hay evidencia de
identidades rivales en un segmento amplio de la
población, aunque la tendencia a posicionarse en
la clasicación dicotómica hombres-mujeres podría
considerarse una potente alternativa.
En la denición de la propia posición social in-
uyen en general características socioeconómicas de
los individuos, pero sin una perfecta congruencia
entre el posicionamiento subjetivo e indicadores ob-
jetivos.Más allá de esa constatación, lo clave es cómo
estas ambivalencias son explicables (Devine y Sava-
ge, 2004), lo que constituye un aporte importante
de este trabajo. El ingreso personal es relevante en la
autoidenticación, a lo que se agrega la educación
y destaca también la disponibilidad de capital social
asociado al área de residencia. Las carencias en re-
lación a esos aspectos explican la mayoritaria autoi-
denticación con la categoría inferior en la sociedad,
más que con la categoría intermedia. La desigual dis-
tribución de esas condiciones explica también la ma-
yor distancia social que separa a quienes se autoiden-
tican con la categoría superior en comparación con
el resto de la sociedad. Sin embargo, el signicado, el
sentido y la importancia atribuida por las personas
a esas diferencias, así como el modo de nombrarlas,
permanece como una interrogante que sería de inte-
rés abordar en otros estudios.
20 REVISTA BRASILEIRA DE CIÊNCIAS SOCIAIS - VOL. 34 N° 99
Notas
1 Bourdieu (2000) también se reere a un capital sim-
bólico. Uno de los principales – y discutidos – inten-
tos de aplicar empíricamente el enfoque bourdesiano
sobre las clases sociales se ha realizado en Gran Breta-
ña (Savage et al., 2013).
2 El universo de la muestra representa un 77% de la
población de 25 años o más en el país. Los resultados
de la encuesta variarían en caso de incluir al resto de
esos habitantes o a personas en rangos de menor edad.
3 Los datos fueron ponderados en función de las si-
guientes variables de interés: comuna, sexo, edad y
condición de actividad.
4 La medición del tiempo fue hecha mediante un tablet
con el cual se aplicó cada encuesta.
5 En relación con la tesis de que las clasicaciones ela-
boradas por las personas están moralmente carga-
das (Lamont y Fournier, 1992; Sayer, 2005; Skeggs,
1997), esto se encuentra presente en alguna medida
entre los encuestados, pero el nombre que asignan a
la pila de naipes con la cual se autoidentican sólo
conlleva una connotación de valor positivo o negativo
en un tercio de los casos.
6 El análisis MDS generó una fuerte diferenciación en-
tre dos conjuntos de puntos, uno de los cuales abarcó
un gran número de viñetas, cuyo tamaño y dispersión
hacía recomendable establecer un número de conglo-
merados superior a dos. Con este criterio, se realizó
tanto un análisis de ancho de silueta promedio como
de suma de los cuadrados total, y se observó en ambos
que una solución de tres conglomerados resultaba más
apropiada que una de más conglomerados.
7 Solamente dos sujetos tuvieron el mismo puntaje en
más de una categoría estadística, los cuales fueron ex-
cluidos del análisis para no sesgar las interpretaciones.
8 En términos de la calidad del ajuste de la solución con
dos dimensiones, la matriz de distancias que se extrae
de este MDS comparte un 88% de la varianza con la
matriz de disimilaridades original de los naipes.
9 Adicionalmente, en las ciudades intermedias hay una
percepción de que la élite económica reside en barrios
exclusivos de Santiago-Oriente (Mac-Clure, Barozet y
Moya, 2015), lo que es ajeno al estrato superior local.
10 Al apreciar este resultado es necesario considerar la
heterogeneidad de los encuestados pertenecientes a
ese grupo ocupacional, que incluye trabajadores por
cuenta propia, trabajadores manuales calicados, pe-
queños empresarios y agricultores.
11 Para claricar estos resultados, complementariamente
se presentan las probabilidades predichas según el mo-
delo de regresión multinomial (ver Anexos).
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ENCONTRAR LA POSICIÓN DE UNO MISMO EN LA SOCIEDAD 23
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24 REVISTA BRASILEIRA DE CIÊNCIAS SOCIAIS - VOL. 34 N° 99
Tabla A1
Clasicación Subjetiva Socioeconómica: Viñetas por Categoría, según Grupo Socio-Ocupacional,
Ingresos, Educación, Sexo y Edad
Auto-identicación con categoría
Variable Categorías Inferior Intermedio Superior
Grupo socio-
ocupacional Dueña de casa 13, 38, 55
Trabajador manual no
calicado
26, 39, 41, 46, 56,
60, 68, 72
10
Independiente, calicado,
peq. agricultor
2 20, 27, 47, 49 9
Rutina no manual 1, 11 24, 35, 59, 62
Profesional de menor nivel 6 4, 48, 58
Profesional alto, ejecutivo,
empresario
5, 34, 50, 54, 74
Ingreso
<CH$300.001 1, 2, 6, 11, 13, 26,
38, 39, 41, 46, 55,
56, 60, 68, 72
 
CH$300.001 - CH$500.000 10, 20, 24, 27, 35,
47, 49, 59, 62
>CH$500.000 4, 5, 9, 34, 48, 50,
54, 58, 74
Nivel educacional
Menos que secundaria 13, 38, 39, 46, 56,
60
10, 27, 35, 59 9
Secundaria, técnica 1, 2, 6, 11, 26, 41,
55, 68, 72
20, 24, 47, 49, 62 4
Universitaria completa 5, 34, 48, 50, 54,
58, 74
Sexo
Hombre 1, 6, 26, 41, 46 10, 20, 27, 35, 47,
49
4, 5, 9, 34, 48, 50, 74
Mujer 2, 11, 13, 38, 39,
55, 56, 60, 68, 72
24, 59, 62 54, 58
Edad
<=45 años 1, 2, 6, 11, 26, 39,
46, 68, 72
20, 24, 49, 59, 62 4, 34
>= 46 años 13, 38, 41, 55,
56, 60
10, 27, 35, 47 5, 9, 48, 50, 54,
58, 74
Total 15 9 9
Fuente: Elaboración de los autores a partir de la Encuesta Clasicaciones, Chile, 2016.
ANEXOS
ENCONTRAR LA POSICIÓN DE UNO MISMO EN LA SOCIEDAD 25
Tabla A2
Clasicación Socioeconómica: Características Descriptivas de la Población
  Auto-identicación con categoría
Variable Inferior Intermedia Superior Total
Grupo socio-ocupacional Trabajador manual no calicado 28,3 20,4 6,5 23,9
Independiente, calicado 31,6 32,6 17,2 30,2
Rutina no manual 17,3 11,1 9,5 14,9
Profesional de menor nivel 11,6 13,0 28,4 13,8
Profesional alto, ejecutivo 11,3 22,8 38,5 17,2
Total 100 100 100 100
Ingreso <CH$300.001 42,8 23,6 1,7 33,7
CH$300.001 - CH$500.000 29,0 23,3 6,8 25,2
>CH$500.000 28,2 53,1 91,5 41,1
Total 100 100 100 100
Nivel educacional Menos que secundaria 25,6 18,7 2,3 21,3
Secundaria, técnica 59,2 52,4 29,2 54,2
Universitaria completa 15,2 28,9 68,4 24,5
Total 100 100 100 100
Movilidad inter-
generacional
Descendente 20,5 19,4 23,1 20,5
Sin movilidad 28,0 32,0 27,8 29
Ascendente 51,5 48,7 49,1 50,5
Total 100 100 100 100
Área de residencia Ciudad intermedia 38,9 30,4 26,9 35,5
Concepción 8,5 3,7 2,3 6,7
Valparaíso 5,2 5,6 1,2 4,9
Santiago: zona clase media alta 18,4 31 53,2 25,3
Santiago: resto zonas 29,0 29,4 16,4 27,7
Total 100 100 100 100
Sexo Hombre 54,9 59,9 66,3 57,4
Mujer 45,1 40,1 33,7 42,6
Total 100 100 100 100
Edad <= 45 años 53,7 62,4 69,8 57,6
>= 46 años 46,3 37,6 30,2 42,4
Total 100 100 100 100
Pertenencia indígena Pertenece 6,1 4,4 1,8 5,2
No pertenece 93,9 95,6 98,2 94,8
Total 100 100 100 100
Total (N muestra = 1546) 64,5 24,5 11,1 100
Nota: Datos ponderados.
Fuente: Elaboración de los autores a partir de la Encuesta Clasicaciones, Chile, 2016.
26 REVISTA BRASILEIRA DE CIÊNCIAS SOCIAIS - VOL. 34 N° 99
Figura A1
Probabilidades Predichas sobre la Autoidenticación con una de las Categorías a partir del
Modelo de Regresión Multinomial
Nota: Sujeto de referencia: Mujer, >=46 años, profesional de menor nivel, ingresos entre CH$300.000 y $500.000, con
estudios secundarios completos o educación técnica, sin movilidad intergeneracional y sin pertenencia a pueblos indígenas.
Las probabilidades fueron comparadas según el área de residencia, en donde CI: Ciudad intermedia, C: Concepción, V:
Valparaíso, SRZ: Santiago resto zonas, SO: Santiago oriente.
Fuente: Elaboración de los autores a partir de la Encuesta Clasicaciones, Chile, 2016.
RESUMOS / ABSTRACTS / RESUMÉS 27
Creative Commons License is is an Open Access article distributed under the terms of the Creative Commons Attribution License,
which permits unrestricted use, distribution, and reproduction in any medium, provided the original work is properly cited.
ENCONTRAR A POSIÇÃO DE
SI MESMO NA SOCIEDADE:
UMA PESQUISA BASEADA EM
VINHETAS
Oscar Mac-Clure, Emmanuelle Barozet,
M. Constanza Ayala, Cristóbal Moya e
Ana María Valenzuela
Palavras-chave: Estraticação; Desigual-
dade social; Classe social; Subjetividade;
Chile; América Latina.
Pesquisas empíricas em vários países
mostram que uma parte importante da
população é subjetivamente identicada
com as classes médias. Partindo de uma
classificação das pessoas na sociedade
desenvolvida pelos próprios indivídu-
os, analisamos como eles se identicam
com uma posição social. Nossa análise
é baseada em uma pesquisa em que os
participantes foram solicitados a reali-
zar um jogo de classicação de vinhetas
representativas de pessoas na sociedade
chilena. A pesquisa foi aplicada no Chi-
le no ano de 2016 para uma amostra de
2.000 indivíduos estatisticamente repre-
sentativos da população. Os resultados
mostram os critérios que predominam na
classicação das pessoas na sociedade e o
que inuencia a denição de sua posição
social pelos indivíduos, que se identi-
cam principalmente com uma categoria
baixa na sociedade.
FINDING ONE’S POSITION IN
SOCIETY: A VIGNETTEBASED
SURVEY
Oscar Mac-Clure, Emmanuelle Barozet,
M. Constanza Ayala, Cristóbal Moya
and Ana María Valenzuela
Keywords: Stratication; Social inequal-
ity; Social class; Subjectivity; Chile; Latin
America.
Empirical research in various countries
shows that a signicant part of the popu-
lation is subjectively identied with the
middle classes. Starting from a classica-
tion of people in society developed by
individuals themselves, we analyze how
they identify with a social position. Our
analysis is based on a survey in which the
participants were asked to perform a clas-
sication game of vignettes representative
of people in Chilean society. e survey
was applied in Chile in the year 2016 to
a sample of 2,000 individuals statistically
representative of the population. e re-
sults show the criteria that predominate
when classifying people in society and
what inuences the denition of their
social position by individuals, who self-
identify mainly with a lower category.
TROUVER SA POSITION AU SEIN
DE LA SOCIÉTÉ: UNE ENQUÊTE
FONDÉE SUR UN JEU DE CARTES
Oscar Mac-Clure, Emmanuelle Barozet,
M. Constanza Ayala, Cristóbal Moya et
Ana María Valenzuela
Mots-clés: Stratication; Inégalités so-
ciales; Classe sociale; Subjectivité; Chili;
Amérique Latine.
Dans divers pays, la recherche empirique
montre qu’une partie signicative de la
population s’identie du point de vue
subjectif avec les classes moyennes. A
partir d’une classication des individus
dans la société élaborée par des enquêtés
eux-mêmes, nous analysons comment
ces derniers s’identient avec une posi-
tion sociale particulière. Notre analyse
est fondée sur une enquête au cours de
laquelle les participants ont été invités à
eectuer un jeu de classication de cartes
ou vignettes représentatives des individus
au sein de la société chilienne. Cette en-
quête a été appliquée au Chili en 2016
à un échantillon de 2000 individus sta-
tistiquement représentatifs de la popu-
lation. Les résultats mettent en lumière
les critères qu’utilisent les individus lors
de la classication et qui déterminent la
dénition de leur propre position sociale,
s’identiant le plus souvent avec une ca-
tégorie inférieure au sein de la société.
28 REVISTA BRASILEIRA DE CIÊNCIAS SOCIAIS - VOL. 33 N° 99
Creative Commons License is is an Open Access article distributed under the terms of the Creative Commons Attribution License,
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ENCONTRAR LA POSICIÓN DE
UNO MISMO EN LA SOCIEDAD:
UNA ENCUESTA BASADA EN
VIÑETAS
Oscar Mac-Clure, Emmanuelle Barozet,
M. Constanza Ayala, Cristóbal Moya y
Ana María Valenzuela
Palabras claves: Estraticación; Desi-
gualdad social; Clase social; Subjetividad;
Chile; América Latina
Investigaciones empíricas en diversos pa-
íses muestran que una parte importante
de la población se identica subjetiva-
mente con las clases medias. A partir de
una clasicación de las personas en la
sociedad elaborada por los propios in-
dividuos, analizamos de qué modo ellos
se identican con una posición social.
Nuestro análisis se basa en una encuesta
en que se solicitó a los participantes rea-
lizar un juego de clasicación de viñetas
representativas de personas en la sociedad
chilena. La encuesta fue aplicada en Chi-
le en el año 2016 a una muestra de 2.000
individuos estadísticamente representati-
vos de la población. Los resultados mues-
tran los criterios que predominan al cla-
sicar a las personas en la sociedad y qué
inuye en la denición de su posición so-
cial por parte de los individuos, quienes
se autoidentican mayoritariamente con
una categoría baja en la sociedad.
... This has influenced the study of social inequalities as a structural and objective phenomenon, although the present article focuses on achieving a better understanding of the subjective appreciation of social differences by individuals themselves. A series of studies have shown that people in the region tend to identify as middle-class (Castillo, Miranda and Madero-Cabib, 2013;Lora and Fajardo, 2011;Neri, 2008), although other research has tempered this assessment (Elbert and Pérez, 2018;Mac-Clure, Barozet et al., 2019;Salata, 2015). The discussion regarding subjective belonging to social classes posits fundamental questions that have not been sufficiently examined. ...
... Even without the assumption of a shared representation of a hierarchical scale, studies of various countries, including Chile, clearly describe hierarchical structures reported by people when requested to propose their own classification of positions in society (Penissat et al., 2016). However, individuals define these ordinary representations according to various hierarchical patterns that have not yet been analyzed in sufficient depth (Mac-Clure, Barozet et al., 2019). In light of these assertions, we will assess whether people perceive themselves to be within a collective hierarchy or a more horizontal and individualized frame. ...
Article
Full-text available
In order to understand the way in which people self-identify in society and as a contribution to debates about class identity in Latin America, in this article the authors assess how individuals categorize themselves and others socially, and discuss whether a significant portion of the population classifies itself as middle class. They address the question of whether or not individuals’ representation of their social position is linked to social class, examining whether that position incorporates a socio-economic dimension, a hierarchical dimension, or even an element of moral value. The authors focus on how individuals name their own social position by means of a vignette-based survey applied in 2016 to a randomized sample of 2000 people in Chile. The results show that the theoretical notion of class is still of relevance to subjective positioning criteria, and that such criteria are specific to individuals who self-identify with lower or higher social positions.
... La posición social, como subcategoría sociológica, es determinada en un modo de producción por las formas distintas de renta, una de ellas son los niveles de ingreso que ostente el personal docente de una IES a nivel salarial, ello reflejará sus condiciones materiales de vida y a su vez la posición que ocupe dentro de la estructura social. Destaca en su análisis Mac-Clure et al. (2019) que como factores que generan movilidad social son múltiples, así por ejemplo destaca los niveles de formación y capacitación que la persona ostente, en ese sentido, la educación es factor clave para la persona y para la sociedad. Ahora, el estatus social del personal docente de IES dependerá de la estructura social dentro del contexto situacional, como en ella la actividad docente sea reconocida, es decir, el grado de importancia que tenga la educación en ese contexto, así, la posición social es estereotipada por la necesidad que tenga la sociedad en los procesos de formación y capacitación. ...
Article
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Objetivo. El objetivo es desarrollar un modelo que permita una mejor comprensión de la motivación del personal docente en instituciones de educación superior (IES) desde la complejidad. Metodología. Es una investigación de tipo correlacional-descriptiva, con un método de investigación mixta, con una categoría dependiente motivación, ligada a un sistema categorial que fue extraído desde la revisión bibliográfica y depurado posteriormente por dos rondas de personas expertas mediante la técnica Delphi, quienes indicaron 6 categorías que influyen en la motivación docente: intrínsecos; extrínsecos; transformar conocimiento, generar investigación; calidad en la educación; formación permanente; docencia como generadora de estatus social. Posteriormente se construyen 40 subcategorías referenciadas que dan cuenta de cada categoría y, para mayor exactitud, se utilizó el método Lasso para reducir las subcategorías, las cuales quedaron en 27, esto garantizó la elaboración de preguntas en una encuesta de 122 registros de docentes, tipo escala likert. Resultados. La interdisciplinariedad del pensamiento complejo precisa un sin número de elementos sobre la motivación del personal docente de instituciones de educación superior que incluye aspectos de la actividad profesional, integralidad, eficacia, conocimiento, resolución de problemas, liderazgo, interacciones, aprendizaje autónomo, metodologías, asuntos institucionales, relaciones de poder y posición social. Discusión y conclusión. Es necesario partir desde una mirada holística que integre la motivación docente en diferentes aspectos: práctica docente, comportamiento del estudiantado, aspectos organizacionales, interactividad de la comunidad académica, reconocimiento, contextos históricos y situacionales. Es necesario, también, lograr integrar estos elementos que contribuyen a obtener procesos formativos de calidad.
... La posición social, como subcategoría sociológica, es determinada en un modo de producción por las formas distintas de renta, una de ellas son los niveles de ingreso que ostente el personal docente de una IES a nivel salarial, ello reflejará sus condiciones materiales de vida y a su vez la posición que ocupe dentro de la estructura social. Destaca en su análisis Mac-Clure et al. (2019) que como factores que generan movilidad social son múltiples, así por ejemplo destaca los niveles de formación y capacitación que la persona ostente, en ese sentido, la educación es factor clave para la persona y para la sociedad. Ahora, el estatus social del personal docente de IES dependerá de la estructura social dentro del contexto situacional, como en ella la actividad docente sea reconocida, es decir, el grado de importancia que tenga la educación en ese contexto, así, la posición social es estereotipada por la necesidad que tenga la sociedad en los procesos de formación y capacitación. ...
Article
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Objective. This study aims to develop a model that provides a better understanding of the motivation of teaching staff in higher education institutions (HEI) from a complexity perspective. Methodology. It is a correlational-descriptive type of research, with a mixed research method and a motivation-dependent category. The research is linked to a categorical system extracted from the literature review and subsequently refined by two rounds of experts using the Delphi technique. They indicated the following 6 categories that influence teaching motivation: intrinsic, extrinsic, transform knowledge, generate research, quality in education, permanent education, and teaching as a generator of social status. Subsequently, 40 referenced subcategories were constructed that account for each category. For greater accuracy, the Lasso method was used to narrow down the subcategories to 27; this ensured the formulation of questions in a survey with 122 records of teachers, based on the Likert scale type. Results. The interdisciplinarity of complex thinking requires several factors in motivating higher education faculty. These include professional activity, comprehensiveness, effectiveness, knowledge, problem-solving, leadership, interactions, autonomous learning, methodologies, institutional issues, power relations, and social position. Discussion and conclusion. It is crucial to start from a holistic view that integrates teaching motivation in different aspects such as teaching practice, student behavior, organizational aspects, interactivity of the academic community, recognition, and historical and situational contexts. Equally crucial is achieving the integration of these elements that contribute to fostering quality training processes.
Article
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El objetivo de este artículo es comprender cómo definen los individuos su posición social durante la crisis sociopolítica abierta por el estallido social del 2019 en Chile. Se utiliza una encuesta basada en viñetas en una muestra estadísticamente representativa en Santiago y Puerto Montt. Los resultados muestran que las dos formas principales de nombrar la posición social subjetiva, según clase social u otros atributos, abarcan a una similar cantidad de individuos. Los encuestados que apelan a clase social se autoclasifican preferentemente en la clase media baja, mientras quienes hacen referencia a otros atributos tienden a posicionarse subjetivamente en la clase baja. También se estima en qué medida el tipo de posición subjetiva depende de las condiciones socioeconómicas de los respondentes.
Article
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This article presents the results of an empirical investigation on a denomination used in Chile to name the members of the upper class: the cuicos. Using a qualitative methodology based on 64 interviews and 6 discussion groups conducted with men and women belonging to different social classes and of different ages in Santiago city, we analyzed the meanings associated with this word and, therefore, the perceptions and representations of the upper class in Chile. The analysis shows that the word has different meanings, associated with a sense of class belonging, on the one hand, and an attitude of alleged superiority, on the other. Through its use, individuals manifest negative representations of the upper class, drawing social and cultural boundaries, but also racial and above all, moral bounds ones with respect to their members.
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La relación subjetiva de la población chilena con el modelo económico neoliberal ha sido ampliamente discutida. El concepto de legitimidad fue la herramienta tradicional para comprender estas relaciones, con la idea que ningún sistema no legitimado puede subsistir. En años recientes, discusiones sobre un self neoliberal han argumentado que la legitimidad no es muy relevante. Usando el caso de Chile, argumentaremos que la legitimidad es relevante para comprender procesos de reproducción social en el neoliberalismo, pero que la forma bajo la cual opera la legitimidad no es la tradicional. Analizando diversas formas de relación subjetiva con el neoliberalismo, se puede mostrar que, si bien el modelo no se legitimó, las consecuencias de dicha falta no hicieron peligrar la reproducción del modelo neoliberal: éste fue capaz de usar el descontento para generar reproducción. El refugio en la vida personal creó el consumidor y el trabajador que el modelo buscaba. Se concluye con una observación sobre la posible continuidad de estos mecanismos tras la olas de protestas iniciadas el 2019 en Chile.
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The uprising served as an emotional detonator that triggered spiralling distrust of power, of the economic elite, and of the ideological notion of meritocracy. But it also brought a sense of hope in the potential for collective solutions.
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The relationship of Chilean population with the neoliberal economic model has been part of academic and public discussion. In these debates, there have been several false equivalencies (resignation with acceptation) and superficial readings (what exactly means that people are discontent with the model?) The idea of a neoliberal subjectivity that it does not depend on legitimacy has grown in importance in recent years, but at the same time we should take on account that simply living under neoliberalism, to know how to act in it, do not constitute in itself a neoliberal subjectivity. To understand subjectivity under neoliberalism we need a more complex view. We propose in this paper that empirically the relationship with the neoliberal model has at least four layers in Chie: The first on the evaluation of the economic situation, the second about the 'naturalization' of the model (the world works that way), the third about self-image and the fourth about moral evaluation. We argue that neoliberalism has been embraced more on cognitive than in moral levels: Neoliberalism was more effective in deleting the credibility of alternatives that in to generate an embrace of the model itself. The neoliberal model was able to create its reproduction through discontent: The refuge in personal life (to tend the garden as in Voltaire's Candide) did create consumer and work behaviours that the model wanted. The current crisis shows the limits of that adaptation; but this subjective relationship with neoliberalism in contexts when it was not accepted neither generated a pure neoliberal subjectivity shows that to underestimate its ability to reproduce itself could be a mistake.
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La relación de la población chilena al modelo económico neoliberal ha sido parte relevante de la discusión académica y pública en los últimos decenios. Una parte importante del debate se ha basado en confusiones (aceptación con resignación) o con lecturas apresuradas de los hechos (¿qué implica que las personas sientan malestar con respecto al modelo?). La propuesta de la ponencia es que la relación con el neoliberalismo tiene cuatro niveles: Uno sobre la evaluación de la situación, otro sobre la 'naturalización' del modelo, otro en la visión de sí mismo y un cuarto nivel en la evaluación moral. El argumento de esta artículo es que el neoliberalismo alcanzó una aceptación cognitiva más fuerte que los niveles más morales: Si se quiere, el neoliberalismo ha sido eficaz en destruir alternativas más que en la aceptación del propio modelo. Esta situación estabilizó durante un tiempo el modelo más que por posibles efectos de des-politización sino más bien por el camino que ha seguido el rechazo al modelo. La reducción a la vida individual y personal (a cultivar el jardín en la formulación del Cándido de Voltaire) generó conductas en el consumo y en la producción que son precisamente las que el modelo requiere. El neoliberalismo, así, se nutrió de su crítica; pero al mismo tiempo no hay que confundir ello con una aceptación de esa vida. La actual crisis muestra los límites de esa adaptación, sin embargo, la relación subjetiva con el neoliberalismo en contextos donde no era aceptado muestra que subestimar su capacidad de sustentación sería un error.
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Resumen El propósito del presente artículo es delimitar y caracterizar la estructura urbana de Santiago de Chile a partir de la relación entre los lugares de residencia y de trabajo de sus habitantes, que conforman zonas de mercado laboral local. Se exponen los criterios y procedimientos metodológicos empleados, de acuerdo con los cuales se establecen estas zonas y se las describe sobre la base de esta delimitación funcional, a fin de determinar en qué medida condicionan las desigualdades sociales en la ciudad. Se analizan en términos espaciales la desigualdad de ingresos, el acceso a la educación y la composición de las clases sociales. Palabras clave Ciudades, mercado de trabajo, empleo, domicilio y residencia, clases sociales, igualdad, ingresos, educación, indicadores socioeconómicos, Chile Clasificación JEL J60, D63, Z13 Autores
Article
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Uma das características mais importantes das análises de Max Weber a respeito das desigualdades é a conhecida separação entre classe econômica e status social como duas dimensões distintas da estratificação. O presente trabalho tem como objetivo, então, verificar se no Brasil atualmente poderíamos identificar uma hierarquia de status bem definida, e quais seriam suas características. Para tanto, serão utilizados os dados da Pesquisa Nacional por Amostra de Domicílios (2013), através dos quais – utilizando a técnica de multidimensional scaling –, trabalharemos as informações cruzadas referentes às categorias ocupacionais de chefes de domicílio e seus cônjuges. Como resultado da análise, teremos uma escala de proximidades e distâncias sociais, que será apresentada, analisada e, também, discutida a sua validade enquanto indicadora de status.
Article
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This article puts the sociology of quantification invented and promoted by Alain Desrosières into perspective regarding a fruitful but rarely addressed approach in this research stream: the relationships that are built between official (or scholar) classifications and ordinary categorizations of the social space. In order to achieve this, the article first sheds light on the history of an innovative study designed by Luc Boltanski and Laurent Thévenot, a study which aimed to put ordinary people in the position to produce their own classification of the social space on the basis of a "card game." In a second step, we aim to compare and analyze the later uses of this study in France and abroad (Germany, Chile and Switzerland). Beyond differences due to each study's design and theoretical background, every study's collected ranking clearly depicts hierarchical social structures, even though those rankings show some variations which rely on the kind of information indicated on each card games, national contexts and respondents' dispositions.
Article
Class identity is a key mechanism in the explanation of class-based collective action. For decades, this was particularly relevant in Latin America, where objective class inequality was persistent and there was a long history of collective action, originating in the workplace and expressed through unions and labor parties. Despite persistent inequalities in the region, since the 1990s scholars increasingly claimed that the relation between objective class position and subjective class identification weakened significantly, and that class dynamics centered on work were no longer central to explain group formation and collective action among the popular sectors. While in countries like Argentina scholars have explained these processes by focusing on the effects of the de-industrialization of the economy and the informalization of the job market, in Chile analysts have done so by emphasizing the growth of the service sector and the emergence of a middle-class society where ‘old-fashioned’ working-class identities have become irrelevant. This article questions these arguments based on a comparative analysis of the relationship between objective class position and subjective class identification in Argentina and Chile in 2009. The results show that class still matters. In both countries, people with a working-class position or a working-class trajectory are significantly more likely to uphold working-class identity than individuals with a privileged class position or trajectory. Surprisingly, the authors’ analysis also demonstrates that the overall rates of working-class identification are higher in Chile than in Argentina. The authors explain these unexpected results by looking at contemporary class-related phenomena (e.g. higher inequality and economic concentration in Chile) and longer-term class dynamics (particularly differences stemming from the ‘radical’ party–union configuration in Chile and the state-corporatist incorporation of labor in Argentina).
Article
The differentiation of occupations is of central concern to stratification scholars studying class and mobility, yet little is known about how individuals actually see the occupational landscape. Sociologists have long collected data on individual perceptions of where occupations stand relative to one another, but these data are rarely used to study the logics that individuals employ when categorizing occupations. Using the 1989 GSS occupational prestige module, we investigate how cognitive maps of the occupational hierarchy vary in terms of content and structure. The results show that maps are more homogeneous among individuals with more versus less education. This increased consensus arises, in part, because better educated respondents are more likely to set aside training-intensive occupations as a relatively elite set of occupations at the top of the hierarchy. In contrast, less educated respondents generate more gradational classification systems that are significantly less sensitive to training intensiveness as a basis for categorical distinction. This study contributes to our empirical knowledge of valuation and raises new questions about how individuals organize and navigate social structures.
Article
Popular beliefs about the causes of inequality are often thought to reflect the actual processes behind social stratification. We use the case of Latin America to challenge this assumption. In these rigid and unequal societies, people are more likely to believe that wealth and poverty depend on individual merits or faults rather than structural constraints. Drawing on data from the 2007 Social Cohesion Survey, we use multinomial logistic regression and counterfactual simulation to investigate the factors that drive popular beliefs about wealth and poverty at the individual level, as well its distribution across countries. Our findings provide partial support to theories maintaining that being in an advantaged social position leads to favoring individualistic beliefs. We, however, report a novel effect of social class. More importantly, we show that unobserved country-level factors are the most powerful predictors and the only source of cross-country variation in the distribution of beliefs about the origins of inequality, thus ruling out a compositional explanation for cross-country heterogeneity.
Article
Although many studies have examined the ability of socio-occupational classification to objectify social class divisions, there are very few that study their correspondence with the everyday categorisations used by French people in their thinking about society. Based on a "card game" inspired by the survey by Luc Boltanski and Laurent Thevenot in the early 1980s, this article describes everyday class rankings in order to assess their degree of convergence with official classifications, and particularly with socio-economic classification. Conducted with a sample of 547 persons, our survey shows the presence of shared rationales and typical variations within what are assumed to be the highly differentiated rankings used by people. In fact the majority of these categorizations rely on occupational criteria that are ordered according to a hierarchical logic (by distinguishing between employed and self-employed, and then according to an internal classification amongst the employed), or in terms of occupation (by trade and occupational sector), and they confirm a form of internalization of official divisions within the social world.