Resolver en un par de páginas la profunda cuestión del ser de Europa resulta un imposible que solo puede subsanarse gracias a las contribuciones que dan cuerpo a este trabajo en el que los autores ofrecen una visión de la Unión Europea a través de un caleidoscopio que permite bucear en la substancia del europeísmo.
A nosotros nos cumple abrir con todo respeto la puerta que conduce a las interpretaciones inteligentes que en este estudio se realizan sobre la civilización occidental, fundamento, en definitiva, de una Europa superviviente de tantos episodios críticos que solo han logrado fortificarla.
La reflexión sobre la idea de Europa como bandera moral generadora de va-lores y espejo de cultura es, sin duda, una cuestión de enorme calado que obliga a un ejercicio de intensa introspección sobre las permanentes señas de identidad que han sido el sustrato esencial del europeísmo cuya historia amasamos con elementos peculiares de tan fabulado y fabuloso pasado.