Content uploaded by Pierre Morlon
Author content
All content in this area was uploaded by Pierre Morlon on Nov 19, 2015
Content may be subject to copyright.
CHAKIT-LA
ESTRATEGIA
DE
BARBECHO
E
INTENSIFICACION
DE
LA AGRICULTURA
ANDINA
JEAN BOURLIAUD, DOMINIQUE HERVE,
PIERRE MORLON, RAYMOND REAU
ORSTOM
Instituto Francés de Investigación Científica
para el Desarrollo en-Cooperación
PISA
Proyecto Inves tigaaón de Sis temas Agropecuarios Andinos
LIMA
-
ism
O
PISA
(Convenio
INA-CIID)
O
ORSTOM
Este libro es publicado con
los
auspicios económicos del Instituto Fran-
c6s
de Investigaci6n Cientffica para el Desarrollo en Cooperación
(ORS-
TOM) y el Proyecto Investigacibn de Sistemas Agropecuarios Andinos
(PISA, Convenio INIA-CIID) en abril de
1988.
Traducción del franc6s: Ana Marfa Fries
Revisi6n: Dominique Hervé (ORSTOM)
Foto
de carátula: Pierre Morlon. Ladera barbechada -en camellones,
Servicios editoriales: Adolfo Arteta
Usicayos, Puno
(3,800
msnm.)
INDICE
PRESENTACION
LOS AUTORES.
GLO SARI0
INTRODUCCION
1.
Historia
y
descripción de la herramienta
l.1
Una herramienta polivalente
1.2
El manejo de la herramienta
II. La chakitaklla, herramienta de labranza del terreno
en descanso con pastoreo
2.1
Tesis: La función de la chakitaklla en la
agricultura andina
2.2
Las otras herramientas de trabajo del suelo
usadas en
los
Andes
2.3
Importancia del descanso pastoreado en
los
sistemas de producción andinos
2.4
Caracteristicas de las diferentes modalidades
de barbecho con chakitaklla
III. Modalidades de barbecho
y
es'trategias
de producción en la agricultura andina.
Caso de Pullpuri, comunidad en los Andes
del Sur del PerÚ
3.1
3.2
-
La variabilidad climática
-
Gestión del espacio comunal
y
barbechos
Diversidad del medio
y
riesgos climfiticos'
Limitación de los riesgos climáticos:
-
-
Pronóstico climático
-
La reducción de los riesgos afectando
el estado del suelo
Dispersión espacial de la producción
Los
períodos de siembra de papa
3.3
7
9
11
13
17
18
23
27
27
30
33
34
43
43
46
46
47
49
51
51
-
-
Comparación de las modalidades de barbecho
Observación de Alicatas, durante la cosecha
de papa, en parcelas barbechadas según cada
una de las tres modalidades
Resultados
y
preguntas de agronomia
Disponibilidades de trabajo
y
modalidades
de barbecho
Resultados de la producción
y
productividad
del trabajo. La lógica de la producción andina
-
3.4
3.5
IV. Las transformaciones de la agricultura andina no
hacen desaparecer el
uso
de la chakitaklla
4.1
La evolución de las formas de organización
del trabajo para el barbecho
4.2
La
falta
de alternativas técnicas a la chakitaklla
en el barbecho del descanso
4.3
Consecuencia de los procesos de intensificación
en el barbecho
4.4
Trabajo del suelo en agricultura andina
y
evaluación
de las tierras cultivables
4.5
Innovaciones tecnológicas
CONCLUSIONES
NOTAS
BIBLIOGRAFIA SELECCIONADA
LISTA DE FIGURAS
Y
CUADROS
51
57
65
66
70
73
73
'75
77
84
86
93
96
99
103
PRESENTACION
on
este texto, participamos en el’debate sobre el trabajo ma-
C
nual del suelo
y
la modernización .de
la
agricultura andina.
Resulta de una síntesis de las experiencias de trabajo y de ìnvesti-
Ración de varios afios aue tuvieron
los
autores en
los
Andes Centro
i
Sur peruanos y
Nor
Oeste bolivianos, completada
por
una amplia
bibliografía.
Pari llegar a esta versión en castellano tuvimos que revisar y
enriquecer un primer artículo publicado en Francia en 1986 por
la “Casa de
las
Ciencias Humanas’*
(MSH)
y el Centro Nacional de
Investigación Cientifica (CNRS): “Chuquitaclla, stratégies de
la-
bour et intensification en agriculture andine’: en la revista
Tech-
niques
et.
Culture
cuyo número
7
estuvo dedicado a las sociedades
rurales de
montaña
tropical (%e
los
Andes al Agir”).
El
acercamiento pluridisciplinario al tema resultó provecho-
so:
a
partir del estudio de la herramienta, se’entendió su función
en las operaciones de cultivo y se explicó cómo estas operaciones
estaban decidiaas por el agricultor en función de sus recursos y de
una evaluación de
los
riesgos. Apareció que el
tema
aparente y
estrictamente técnico
o
tecnológico
no
se podía tratar, descono-
ciendo la dinámica de
los
sistemas agrarios.
Con este enfoque, completamos diversos aportes reciente-
mente publicados (1987) sobre las técnicas de trabajo del suelo y
la
clzakitaklEa
en particular. Pensamos además que existe una co-
yuntura favorable para hacer el balance
de
las investigaciones sobre
el tema y redefinir las orientaciones de las investigaciones futuras.
Agradecemos al Doctor Mario
%.
Tapia por
su
interés en pu-
blicar este
texto,
a su esposa
Ana
María Fries
por
la traducción
en
castellano del artículo francés y
a
su secretaria Carmen Luz Ta-
naka por la paciencia
con
la
cual
ha
mecanografiado
las
versiones
sucesivas del texto.
Dominique Hervé, agrónomo del ORSTOM y co-autor del
presente trabajo se encargó de todas las tareas relacionadas
con
su
edición
en
el Perú.
7
LOS
AUTORES
.
Jean BOURLIAUD
Economista
INRASR, Instituto Nacional de Investigación Agronómica,
departamento de economía y sociología rural.
Dirección profesional:
INRASR
-
6
passage tenaille,
Paris
75014-FRANCIA
Dominique HERVE
Doctor Ingeniero Agrónomo
ORSTOM, Instituto Francés de Investigación Científica para
el Desarrollo en Cooperación.
Dirección profesional:
Misión ORSTOM
-
Apartado postal
18-1209,
Lima
18
La Mariscala 115, Lima
33
-
PERU
Pierre MORLON
Ingeniero Agrónomo
INRASAD, Instituto Nacional de Investigación Agronómica,
departamento de Investigación sobre los Sistemas Agrarios y
el Desarrollo.
Dirección profesional:
INRA SAD,
26
Bd. du Docteur Petitjean
21100
Dijon, FRANCIA
Raymond REAU
Ingeniero Agrónomo
Practicante financiado por la DGRST en el proyecto de desa-
rrollo PRODACH del CICDA, (Centro Internacional de Coo-
peración para el Desarrollo Agrícola).
‘9
GLOSARIO
Césped
Comunero
Ch’ampa
Chakitaklla
Arado Es un arado tradicional, de palo, de tipo den-
tal en la zona que estudiamos. Con tracción
bovina, lo llamaremos arado de yunta
y
con
tracción equina arado de tiro.
Resultado de la labranza, volteo del terreno.
Explicamos en el texto que utilizamos la pa-
labra barbecho con un sentido distinto del
sentido común de tierra en descanso.
Barbecho sectorial Preferimos el término: sistema de descanso
con pastoreo de larga duración.
Camellón
(wachu
en quechua).
Utilizamos el mismo término para el modela-
je del suelo resultante del barbecho
o
del
aporque, en el cultivo de papa
y
para las
in-
fraestructuras más amplias observadas en el
altiplano y llamadas
waru waru
en Puno.
Pasto denso cubriendo el suelo. Incluye los
tallos, hojas y raíces de los pastos.
Jefe de familia que tiene acceso a recursos en
el territorio de la comunidad
y
que, por
ser
empadronado, tiene derecho
a
voto en la
asamblea comunal.
Tepe, melga
o
terrón de tierra cubierto de
césped.
Hemos asumido la ortografia quechua (Léxi-
co
agropecuario quechua, Margot Beyers-
dorff,
1984)
del término definido en esta
fuente como: “arado de pie
o
tirapie que se
usa para voltear
o
remover el terreno”.
En la versión francesa, usamos*el hispanismo
“chaquitaclla”. Hemos encontrado también
la ortografía “chakitaclla”.
Barbecho
11
Desterronamiento
Estribo
Kikuyo
Layme
Mancera
Parcela rotativa
Perfil cultural
Rastrojo
Reja
Timón
Acción de romper
y
desmenuzar
las
champas
volteadas por el barbecho.
Pisadera, soporte para el pie.
Es
una pieza de
la chakitaklla, llamada takillpu en quechua.
Nombre común de una gramínea considera-
da como forraje
o
maleza, según
los
casos:
Pennisetum clandestinum.
Se
le
llama también, en el campo, chonquin.
Porción del territorio de la comunidad mane-
jado en el sistema de barbecho sectorial.
Agarradera, pieza de la chakitaklla amarrada
al mango que se agarra con la mano (uysu en
quechua)..El mismo término se emplea para
designar la estera del arado.
Parcela cultivada individualmente, sin reglas
colectivas.
Este término ha sido empleado en la versión
en castellano del ”Profil cultural” de
HENIN
para designa una alicata
o
corte de suelo que
permite observar
los
distintos horizontes.
Designa a la vez el tiempo en el cual entra a
pastar el ganado en
las
parcelas recién cose-
chadas y los residuos de cultivos.
Pieza trabajadora, que penetra el suelo, de
una chakitaklla
o
un arado de palo.
Es
en ge-
neral metálica. Utilizaremos la misma termi-
nología cuando es de piedra
o
madera. En
quechua, se llama Qorana.
Cuerpo, eje principal de la chakitaklla (wiri
en quechua).
12
INTRODUCCION
.
Los
campesinos del PerÚ
y
Bolivia no disponen más que de
herramientas rudimentarias para. cultivar: observación varias veces
hecha desde la conquista hasta
hoy
que expresó también
A.
LE-
ROI
GOURHAN,
uno de los que han fundado como ciencia el
estudio de las herramientas
y
técnicas en las sociedades preindus-
triales:
“Hecho singular, el PerÚ incaico no ha sobrepasado el palo
de excavar aunque modificado pos los peruanos teniendo una
reja de algunos cenbimetros de ancho
y
una barra lateral para
poner el pie, es sorprendente comparar
los
resultados obte-
nidos por este pueblo, que tenia una economia agrícola con
el carácter irrisorio de esta herramienta”’.
Los
campesinos utilizan para el trabajo del suelo una herra:
mienta agrícola manual, la
chakitaklla
o
más sencillamente la
1
taklla
(instrumento de labranza en quechua).
Su
origen es proba-
’blemente contemporáneo del Imperio Inca
(GADE
y
RIOS,
1972)
y
se sigue usando ampliamente en los medios naturales muy diver-
sos
que componen los Andes: palles profundos
y
secos, laderas de
pendientes pronunciadas
y
planicies a gran, altitud.
La
chakitaklla
marca comúnmente la distancia
y
la diferencia
fundamental entre la agricultura “tradicional”, de la
cual
se ha
vuelto el símbolo
y
la agricultura “moderna” caracterizada por el
empleo de medios de tracción
más
potentes, la energía animal,
y
sobre todo la motorizacidn que permite un aumento enorme de la
productividad del trabajo. De esta consideración, proviene el es-
quema clásico de la modernización que consiste
en
difundir tractQ-
res
y
equipos sin otra preocupación.
I3
,,
En la reflexión que sigue, consideramos al centro de cualquier
modernización de la agricultura, el crecimiento de la productividad
del trabajo, empezando por la del trabajo del suelo. Implica estu-
diar los dos términos del crecimiento: el estado final con los me-
dios de tracción y equipos nuevos pero sin dejar el estado inicial
caracterizado por las herramientas manuales.
Nuestro propósito consiste en analizar lbs problemas de tra-
bajo del suelo encontrados con el uso de la
chakitaklla
y que a
menudo son mal resueltos por las otras herramientas
y
maquina-
rias. Su presencia no es específica de las zonas de agricultura tra-
dicional, que serían los Últimos reductos de un campesinado man-
tenido al margen de la sociedad moderna. La introducción de he-
rramientas agrícolas después de la conquista española y m& re-
cientemente la difusión de nuevas técnicas y la integración crecien-
te
al
mercado, no han traídb como consecuencia la desaparición
de la
chakitaklla,
a pesar del considerable trabajo que &ta exige.
La
chakitaklla
coexiste con el pico, la barreta, el arado de palo y
hasta el arado de vertedera jalado por un tractor. ¿Cuáles son las
razones?
En una aproximación histórica
y
geográfica,
D.
W.
GADE
y
R.
RIOS
llegaron a la conclusión siguiente: “Su persistente presen-
cia demuestra que las innovaciones más avanzadas no necesaria-
mente desplazan formas primitivas que bajo algunas condiciones
pueden ser más eficientes”
(1972:
3).
Nos
proponemos profundizar esta constatación y proyectarla
a los contextos económico
y
agronómico para explicar la adapta-
ción y la persistencia de esta herramienta de labranza del suelo en
la agricultura andina.
La comparación de las herramientas agrícolas de acuerdo a
su productividad de trabajo
se
revela insuficiente para explicar el
empleo actual de la
chakitaklla.
Planteamos la hipótesis que tampoco son suficientes las razo-
nes evidentes del bajo costo de 1a.herramienta y de la tradición.
Estudiamos por eso el uso de la
chahitaklla
dentro de los
sistemas de producción andinos, analizando las lógicas a Ids cuales
responden las diferentes estrategias de trabajo del suelo y’sus con-
secuencias sobre la producción.
Este análisis no debe conducir a hacer de la
chahitakllu
la
herramienta por excelencia de la agricultura andina, lo que Ilegan’a
a sobrevalorar la agricultura tradicional
y
considerar además que
14
no se transforma. Al contrario, tratamos primero de comprender
mejor cuales son los problemas de trabajo del suelo en los medios
diversos de la sierra
y
cuáles
son
las respuestas de los campesinos.
Este conocimiento de la probleiqática del trabajo del suelo
-analizada independientemente de la potencia de
10s
equipos en
un primer tiempo -permite definir el estado del suelo
al
cual debe-
rían llegar las operaciones técnicas a ejecutar, con el uso de nue-
vas herramientas.
Se trata de abrir la cuestión de la investigación técnica sobre
las herramientas
y
de la oferta tecnológica adaptada a un período
de transformaciones de la agricultura de sierra, Insistimos en que
esta vuelta por el estudio de la herramienta manual en los sistemas
agrarios andinos, no es
un
regreso al pasado pero es una etapa ne-
cesaria para definir las formas de modernización, de las cuales de-
pende inevitablemente la evolución de la agricultura de sierra, en
una economia abierta.
15
I
HISTORIA
Y
DESCRIPCION’ DE LA HERRAMIENTA
Originada probablemente en una simple estaca (RIVERO,
1983), la
tukllu
aparece representada en la cerámica
chime
de la
costa Norte del PerÚ hacia
1300
(DONKIN, 1970) como una
herramienta sin estribo utilizada en la siembra
y
la cosecha (HOR-
KHEIMER, 1973).
“Una comprensión precisa de la evolución de la
tukZZu
a par-
tir de una estaca
“
excavadora
’
dependerá de las pruebas
ar-
queológicas futuras. Sin embargo, es probable que los agri-
cultores de la costa peruana hayan contribuido, mucho antes
de los Incas, a la concepción de la
tukllu
(...).
La distribución
histórica
y
la diversidad de formas señalan a la sierra Sur del
PerÚ como el probable lugar de origen; con la expansión del
Imperio Inca se la llevó hasta el Ecuador en el Norte
y
Boli-
via en el Sur” (GADE
y
RIOS, 1972:
3)
(fig.
1).
La
chukitukllu
nació de la adición de un soporte para el pie
o
estribo
(tukillpu
en quechua) al timón
(wiri
o
tuklla
en quechua)
(fig. 2). El estribo
y
la mancera transversal
(uysu
en quechua),
sólidamente amarrados con cintas de cuero aumentaron la capaci-
dad de penetración de la herramienta, lo que permitiÓ voltear los
suelos duros
y
compactos de los pastizales.
Otro invento tecnológico que aumenta la solidez
de
la
chaki-
tuklZu
fue el refuerzo del timón de madera con una pieza que cum-
ple el rol de resorte.
La eficacia de la reja, inicialmente hecha de piedra
y
luego
de madera endurecida
al
fuego fue mejorada gracias a la metalur-
gia inca: de cobre (GARCILASO, 1945)
o
aleación (RIVERO,
1983). A partir del fin del siglo XIX, se utilizaron láminas de fie-
17
rro importadas de Inglaterra, para la reja (PIEL, 1975; RIVERO,
1983).
A
partir del desarrollo de las carreteras, desde el principio del
siglo
XX,
los campesinos recuperaron los muelles de suspensión
rotos de los camiones.
1.1
UNA HERRAMIENTA POLIVALENTE
I
Estas capacidades de penetración
y
levantamiento hacen de la
chakitaklla
una herramienta .agrícola polivalente, utilizada para dos
grandes clases de funciones: la remoción de tierra
y
las operaciones
agrícolas de trabajo del suelo.
Veamos primero la función de remoción de tierra.
Las grandes infraestructuras agrícolas construidas por las civi-
lizaciones precolombinas, como los camellones
(waru waru
en Pu-
no)z en las mesetas altas
y
los
andenes irrigados en las laderas, exi-
gieron ‘movimientos de tierra muy importantes para los cuales la
chakitaklla,
complementada con el transporte de las champas a
lomo de hombre
o
de llama, fue probablemente la herramienta
más eficaz3
.
La construccidn de pircas .de tierra para cercar
las
parcelas
o
las canchas.-para animales, exige igualmente una remoción y un
transporte de tierra: 200-300 champas son suficientes para levan-
tar 20
a’
30 metros de pirca en una jornada (GADE
y
RIOS, 1972).
Actualmente, herramientas distintas como la pala, el pico
y
la
barreta, todas de origen industrial, se emplean también en ciertos
trabajos: la construcción y el mantenimiento de carreteras, la exca-
vación de hoyos para la instalación de postes, la excavación
y
re-
facciBn de canales de riego
o
de drenaje.
Como herramienta agrícola, la
chakitaklla
habría sido
un
fac-
tor
importante para la
extensión
de las tierras cultivadas: “Tanto
el altiplano, comp las vertientes que dominan
los
valles andinos
irrigados, deben haber sido los primeros en ser cutivados cuando
apareció la
takZlu,
contribuyendo
al
aumento de la producción ali-
menticia en el Imperio Inca” (GADE y RIOS, 1972).
Todas las operaciones necesarias para el cultivo de la papa se
pueden realizar con la
chakituklla:
barbecho, preparación del câ-.
mellÓn(wachu), siembra, aporque
y
cosecha. La herramienta sirve
igualmente para sembrar en hoyos el maíz
y
el tarwi (Lupinus.
mutabilis
A.)
(fig.
3
y
foto
1):
Desde la introducción de nuevas especies por los españoles,
18
4
A: Regiones de altura
B:
Zona de origen probable
C:
D:
E:
Región donde
su
presencia es más importante
Orientación de la difusión en la época prehispánica
Altiplano a más de
3800
msnm.
Figura
1:
Geograffa de la chakitaklla en América
del
Sur (mapa es-
tablecida por
D.W.
GADE
1972,
p.
4)
19
Timón
(wiri)
reja
(q’orana)
pisadera
(takillpu)
I
O
10cm.
Escala aproximada:
I
I
Figura
2:
Chakitaklla
con
reja de madera (Rivero,V.)
20
TPAVA
XO
I
M
I
'TRAVAXO
Figura 3: La chakitaklla en el tiempo de los Incas: barbecho, siem-
'
bra, cosecha de papas
y
siembra de maíz (Guaman Poma
de Ayala 1936, pp. 250,1147,1129,1162)
22
sirve para preparar el terreno lpara la siembra al voleo de los cerea-
les (trigo, cebada, avena) así como para sembrar y aporcar las
habas.
La
chakitakZZa
es una herramienta sencilla, fabricada por cada
agricultor con materiales locales: palos de madera dura y cintas de
cuero. Sólo se compra la reja metálica de origen industrial.
Su
re-
ducido peso (2 a
8
kgs.) la hace cómodamente transportable y su
bajo costo accesible a todos. Esta fabricación individual explica en
parte la gran diversidad de sus formas adaptadas
a
las característi-
cas del medio (suelo y pendiente). Algunos campesinos poseen
dos
chakitakllas:
una ligera con reja angosta y corta para la siem-
bra, el aporque y la cosecha, y otra pesada con reja larga y resis-
tente para los
bar bec ho^.^
Las
chakitukZZus
conforman una familia de herramientas. La
diversidad de formas concierne a cada una de las piezas: el timón
puede ser recto
y
largo, sin curvatura,
o
bien curvo de
90
grados
en cayado (fig.
4).
La posición de la mancera sobre el palo, su
distancia en relación al estribo
y
la altura del estribo varían tam-
bién. Estas diferencias se pueden interpretar como una adapta-
ción de la herramienta a las características de pendientes domi-
nantes en determinada regidn (GADE y RIOS, 1972; GALINDEZ,
1980;
RIVERO,
1983).
Las características de la reja son igualmente muy variadas.
Su forma estaría ligada a la resistencia que ofrece cada suelo a la
penetración: una reja angosta
y
puntiaguda penetra más fácil-
mente inclusive en suelo pedregoso que una reja con extremidad
ancha. El largo depende de su función, independientemente de
su desgaste;. corta y enmangada, siive sólo como pieza trabaja-
dora; si es larga y aplicada contra el mango, cumple además
un rol desresorte
o
de refuerzo del eje. En algunos casos,
la
reja
metálica misma es el eje,
al
cual están amarrados la mancera y el
estribo.
La gran diversidad de formas
y
la evolución de los materia-
les utilizados demuestran que dicha herramien~a calificada de
“tradicional” ha sido objeto de una adaptación t6cnica constante
por los campesinos andinos.
1.2
EL MANEJO
DE
LA HERRAMIENTA
En su manejo, comparable al de una laya, se añade al peso
del operario el impulso transmitido por el estribo y la
(o
las)
23
t4
P
Figura
4:
Chakitaklla en varias formas en la región de
Cusco
(Colec-
ción
de
herramientas de RIVERO V., Cusco)
-
Dibujo
M.F.
Réau
O
10cm.
Escala aproximada:
-
mancera(s) para hacer penetrar la reja en el suelo.
O
sea se trata
de una herramienta a percusión arrojada. Luego, por efecto de
palanca, el operario aisla y levanta un terrón
(eh’umpa
en quechua)
y lo voltea hacia’ adelante. Esta manera de voltear no modifica la
estructura de las champas, que se mantienen cohesionadas por el
tapiz radicular5 facilitando así su transporte
(foto
2).
Hijo de un conquistador y de una princesa Inca, GARCILA-
SO
de la VEGA
(1945,
Tomo
II:
6)
hizo en su crónica de la con-
~
quista una descripción precisa de los gestos de los labradores con
chakitukllu
tal como los había observado alrededor de
1550:
“Traen por arado un-palo de una braza en largo, es llano por
delante y rollizo por detrás; tiene cuatro dedos de ancho,
hacen una punta para que entre en la tierra; a media vara de
la punta, hacen un estribo de dos palos atados fuertemente
al palo principal, donde el indio pone el pie de salto y con
la fuerza hinca el arado hasta el estribo. Andan en cuadrillas
de
7
en
7
y de
8
en
8,
más
o
menos como es la-parentela
o
camarada, y apalancando todos juntos a una levantan gran-
dísimos céspedes increi’bles a quien no los ha visto; y es
admiración ver que con tan flacos instrumentos hagan obra
tan grande y lo hacen con grandísima facilidad sin perder el
compás del canto. Las mujeres andan contrapuestas a los
varones, para ayudar con las manos a levantar los &pedes
y volcar las raíces de las yerbas hacia arriba, para que se
sequen y mueran
y
haya menos que escardar. Ayudan tam-
bién a cantar a sus maridos, particularmente con el retrué-
cano
huuy
11
i”.
25
Foto
2
Barbecho en camellones
(4,000
msnm.),
Cala Cala,
Puno, P. Morlon.
II
LA CHAKITAKLLA, HERRAMIENTA DE LABRANZA
DEL TERRENO EN DESCANSO CON PASTOREO
GADE
y
RIOS vinculan la persistencia de la
chakitaklla
a
su
uso en la labranza de terrenos en descanso, función ya subrayada
en las primeras descripcïones de la agricultura andina después de
la conquista. Siguiendo sus pasos, proponemos una tesis de con-
junto sobre el papel de la
chakitaklla
en los sistemas de produc-
ción andinos. Precisamos esta observación con el trabajo de
BOURLIAUD
y
REAU sobre las estrategias del trabajo del suelo
en Chumbivilcas‘
,
una de las provincias altas del Cuzco. Con otros
trabajos
y
observaciones dispersas, ampliamos esta problemática
al conjunto del área de utilización de la
chakitakZZa
en los Andes
Centrales (centro
y
Sur del PerÚ, Noroeste de Bolivia).
Para precisar la validez de esta tesis en los diversos contextos
locales andinos, se necesitan trabajos complementarios para los
cuales planteamos nuevas preguntas de investigación relacionadas
con la historia
de
esta herramienta (formas, uso, difusión), con las
transformaciones agrarias, la agronomía y las prácticas agrícolas,
la economía del trabajo
y
la investigación técnica. Presentamos ini-
cialmente esta tesis, antes de desarrollar en seguida los elementos
que han conducido a
su
formación y los análisis que se pueden
deducir de ella.
2.1
TESIS. LA FUNCION DE
LA
CHAKITAKLLA
EN LA AGRICULTURA ANDINA: BARBECHAR
EL
DESCANSO
CON PASTOREO PARA SEMBRAR
PAPA
En primer lugar, queremos aclarar
la
terminología que vamos
a emplear. En los siglos
XVI
y XVII, “barbechar” quería decir
arar
la tierra, en *cualquier parte de España
o
América. Es en este senti-
do
como lo utiliza GARCILASO sin ninguna ambigüedad. Luego
27
el significado evolucionó en España y en otros países latinoameri-
canos hasta llegar al sentido actual: por “barbecho” se entiende
en castellano tierra en descanso. Pero los campesinos de los Andes,
siguen denominando “barbecho” la labranza de la tierra después
del descanso. En quechGa se dice
chaqmay
y la misma tierra en
descanso,
samasqa.
Utilizaremos en este texto el término “descanso
o
descanso
con pastoreo”, según el significado que queramos recalcar, defini-
do por SEBILLOTTE
(1985)
para designar el estado de la parcela
no trabajada por un largo periodo (más de dos
años),
que va de
la
cosecha del Último cultivo de la rotación hasta la labor de volteado
de la cobertura vegetal natural, que denominaremos “barbecho”.
La
chakitaklla
aparece como una solución técnica al barbecho
de tierras en descanso, particularmente en las vertientes y planicies
situadas por encima de los 3,000 msnm. (foto 3). En estos siste-
mas agropastoriles, se cultiva en secano papa, primer cultivo de
una rotación de
2
a
4
años
a base de tub6rculos
y
cereales, luego
de un descanso largo. Su duración varía generalmente de algunos
años
a
15
Gosiaumenta con la altitud
y
disminuye de acuerdo a
la presión sobre la tierra. El pasto natural, crecido durante este
lapso en el terreno no trabajado, constituye el principal recurso
forrajero del ganado.
La papa encabeza siempre la rotación, después del descanso
con pastoreo. En la agricultura andina de altura, la papa representa
la fuente cal6rica de base de la alimentación campesina
y
es uno de
los principales productos comercializados en
los
mercados urba-
nos. El uso de la
chakitaklla
está por lo tanto estrechamente liga-
do
al
cultivo de la papa después del descanso, lo que exige un
bar-
becho profundo con volteado por las dos razones siguientes:
-
Para destruir la vegetación espontánea, crecida durante el
descanso, volteando los terrones.
cimiento de los tub6rculos.
-
.
Para form? camellones necesarios a la tuberizacibn y al cre-
Vamos a mostrar que, salvo algunas circunstancias, la
chaki-
taklla
es la herramienta mejor adaptada a este barbecho en compa-
ración a otras herramientas utilizadas en los Andes: barreta, pico,
arado de palo con bueyes, arado de vertedera
o
discos con tractor.
28
Foto
3
Terrenos sobrepastoreados, recientemente barbechados, zona de barbecho sectorial
(3,000
msnm.),
Apurímac. P.*Morlon.
h>
\o
2.2
LAS OTRAS HERRAMIENTAS DE TRABAJO DEL
SUELO USADAS EN LOS ANDES
Comparando la rapidez de trabajo con las herramientas, se
puede establecer la siguiente jerarquía según la energia aplicada:
energía manual con barreta, pico
o
chakitaklla;
energía animal con
el arado de palo
o
de vertedera; energia mecánica con el arado de
vertedera
y
los
discos. De lo cual se podría deducir que se sigue
empleando la
chakitahlla
sólo por la debilidad de los recursos eco-
nómicos de
los
campesinos.
En realidad, se observa que en algunas circunstancias, &tos
prefieren trabajar con barreta
o
con pico, y siguen empleando la
chakitaklla
para el barbecho del descanso pastoreado aún si dis-
ponen de un arado
o
incluso si alquilan los servicios de un tractor
para trabajar algunas parcelas.
¿Cuáles son los factores de orden técnico
y
agronómico que
explican esta persistencia?. ¿En qué circunstancias prefieren las
otras herramientas y en estos casos c6mo las emplean?. En el tra-
bajo de barbecho después del descanso pastoreado, el manejo de
la
chakitahlla
permite efectuar cuatro funciones con precisión
(cita de
GARCILAZO,
p.
25)
:
-
Corte, del césped que generalmente se ha vuelto muy re-
sistente por la fuerte densidad de los sistemas radiculares que
se han desarrollado durante el descanso con pastoreo.
Penetración en profundidad
(15-25
cm.) en terrenos a me-
nudo compactados por el pisoteo de los animales.
Separación de champas, de dimensiones y formas controla-
das por el efecto de la palanca.
Volteado de estas champas, que seguidamente se pueden co-
locar a mano según la disposición deseada (foto
2).
La resistencia del suelo a la penetración profunda de la
cha-
kitaklla
depende de su humedad, textura y pedregosidad. El cli-
ma define un lapso durante el cual la humedad del suelo permite
la utilizaciijn de esta herramienta.' En los Andes, este lapso con
humedad favorable se extiende'desde las primeras lluvias en octu-
bre
o
noviembre hasta abril
o
mayo (fig.
5).
Sin embargo, estos
limites varían según la orientación de las vertientes, la altitud
y
la
variabilidad interanual del inicio de la época de lluvias. Igualmente
es posible en condiciones muy húmedas en las cuales la utilización
de
un
tractor encontraria probleqas, con un trabajo desfavorable
del disco.
-
-
-
30
Fuera de este período, las tierras se encuentran demasiado se-
cas para ser penetradas por la chakitaklla. En ciertas regione;, las
lluvias esparcidas, tardías y aleatorias obligan a barbechar en seco.
En estos casos, los campesinos utilizan la barreta
o
el pico, a pe-
sar del trabajo agotador que exigen.
Según observaciones del INIPA en
1985,
en Huarochiri
(vertiente occidental de los Andes) se voltean en grupos de tres ba-
rretas unos- bloques de tierra llenos de rizomas de
30
a
40
kilos,
en los meses de julio-agosto. Serán desmenuzados antes de la siem-
bra en setiembre-octubre, En la comunidad vecina de Laraos (par-
te alta del valle de Cañete) donde las primeras lluvias llegan recién
en diciembre, se rompen los alfalfares primero con barreta en
agosto-setiembre. En esta época no se dispone de suficiente agua
para humedecer el suelo en profundidad por medio de irrigación,
lo que no hace posible la utilización de la chakitaklla. Sin embar-
go,
la ruptura previa con barreta
qo
excluye el volteado posterior
con chakitaklla
.
1.
Las condiciones de uso del arad$ de palo son más restringi-
dos. El arado de palo fue introducido> por los españoles en la
época de la conquista para cultivar el trigo, la cebada y la avena.
A
diferencia de la chakitaklla no voltea totalmente la tierra ni des-
monta los arbustos que han podido crecer durante el descanso.
Sólo abre en el suelo un triángulo de
15
cm. de profundidad co-
mo máximo. Además, los toros' locales que ld'jalan, no son lo su-
ficientemente fuertes como para romper un césped con un tapiz
radicular denso. El arado de palo no ha sido modificado como por
ejemplo en Galicia, región húmeda de España donde existió un
ti-
po de arado con alas para trabajar más profundo y en camellones
(HAUDRICOURT A.G.,
1986).
Por estas razones los campesinos no barbechan sus tierras en
descanso con el arado para
el
primer ciclo de cultivo,
salvo
cuando
la vegetación del descanso es muy rala (tiempo del decanso corto,
erosión y sobrepastoreo). El arado conviene muy bien en los si-
guientes ciclos de cultivo para mullir
la
tierra y prepararla para
sembrar:,maiz, trigo
o
cebada en parcelas cultivadas cada
aiio.
El trabajo con arado es mucho más rápido que con lachaki-
taklla:
dos personas que manejan una yunta de bueyes trabajan el
doble de superficie de la que harían con dos chakitakllas durante
el mismo tiempo. Pero es imposible usarlo en pendientes demasia-
do fuertes
o
con parcelas de extensión muy reducida
o
rocosas,
no limitantes para el trabajo manual con chakitaklla.
31
CUADRO No.
1
DE
USO
OBSERVADAS EN LOS ANDES CENTRALES
LAS
HERRAMIENTAS
DE
BARBECHO
Y
sus
CONDICIONES
Herramientas Rangos de Funciones de la herramienta
Usos
polivalentes pendientes en los sistemas de cultivo-
Chakitaklla
,
Siembra de los tubércu-
los, siembra de cereales,
aporques, cosecha de
tubérculos..
.
Remoción de tierra
y
trabajos en canales de
riego
.Barreta
Remoción de tierra,
saca de rocas
y
pie-
dras
Arado con tracción
animal
Preparación del suelo
Arado. de vertedera con
tractor
<
45"
-
Barbecho del descanso
pas-
toreado para sembrar pa-
pas bajo lluvias en ,altura.
-
Trabajo del suelo en terra-
zas
y
después de un primer
cultivo sobre el descanso
pastoreado.
<
45"
-
Destrucción de los alfalfa-
res en condiciones secas.
-
Desmonte de arbustos.
<
30"
-
Barbecho de siembra en
parcelas cultivadas cada
año
sin descanso.
-
Barbecho, después del pri-
mer año de papas del ciclo
de cultivo que sigue el des-
canso pastoreado.
-
Barbecho completo del
descanso pastoreado cuan-
do el césped es poco denso.
-
Barbecho .completo del
descanso pastoreado
y
de
parcelas cultivadas sin des-
canso.
<
10"
32
Cabe recalcar que estas situaciones son las de una porción impor-
tante de los terrenos cultivados de la sierra andina. Para dar idea
.del factor limitante “pendiente” (cuadro No.
l),
el tractor que se
puede encontrar actualmente en los Andes trabaja con dificulta-
des mis allá de
8-11
grados de inclinación, el par de toros con ara-
do de
palo,
hasta
15
grados; el caballo
o
mula con arado metá-
lico hasta
25
grados; mientras que el hombre puede cultivar con
la
chakitaklla
hasta más de
45
grados.
La comparación de las herramientas agrícolas demuestra
que excepto el arado de vertedera jalado por un tractor poco di-
fundido en los Andes Centrales, no hay herramienta más eficien-
te que la
chakituklla
para barbechar la tierra en descanso.
2.3
IMPORTANCIA DEL BARBECHO DE DESCANSO
PASTOREADO
EN
LOS SISTEMAS DE
PRODUCCION
El
uso
de la
chakitaklla
está ligado a la persistencia del des-
canso de la tierra en los sistemas agropastoriles andinos. Ante la
ausencia del empleo de abonos químicos
y
de importantes trans-
ferencias de fertilidad, dos
o
cuatro ciclos de cultivos, sucesivos en-
cabezados por Ia papa bastan para agotar el suelo. La reconstitu-
ción de la fertilidad en los sistemas de cultivo proviene del descan-
so.
La apertura de nuevas parcelas define la superficie cultivada en
papas para el
año
y
consecuentemente la de tubérculos, cereales
o
leguminosas de los
años
siguientes.
Es
así como la producción de
estos alimentos de base depende de la superficie de tierra en des-
canso que es barbechada cada
año
por los campesinos.
Sin embargo, la productividad de la
chakitaklla
es baja: se
requieren de
60-120
días/hombre para voltear completamente una
hectárea. La superficie barbechada
y
la producción van.en funcicin
de las disponibilidades de trabajo familiares y comunitarias. Aun-
que la relación entre esos elementos no es simple.
El inicio de la época de lluvias representa la principal época
de trabajo del
año
con el período de cosechas. Los campesinos de-
ben esperar las primeras lluvias para iniciar el trabajo del suelo
y
las siembras; pero no pueden sembrar despues de una cierta fecha
con el fin que los cultivos lleguen a la madurez antes que se pre-
senten las heladas (fig.
5).
Entonces disponen de un número de
dias Útiles limitado para la implantación de los cultivos en compa-
ración
al
número de dias requeridos. Ese tiempo sería insuficiente
si tuvieran que hacer todos los barbechos, trabajos del suelo
y
33
siembras en este corto período de cerca de dos meses.
Por
lo tanto,
el factor más limitante de los sistemas de producción es la no dis-
ponibilidad de mano de obra familiar en las épocas de mayor tra-
bajo. Una estrategia para limitar este “cuello de botella” consiste
en anticipar el trabajo, barbechando las parcelas al final de la Qpo-
ca de lluvias pre~edente,~
o
postergarlo hasta después de la siem-
bra.
Los
campesinos andinos utilizan respuestas
técnicas
basadas
en la anticipación
o
la postergación de la fecha del barbecho
y
la
minimización del trabajo del suelo.
Estas respuestas a la falta global de mano de obra y la falta
de tiempo disponible para el barbecho
al
inicio de la temporada de
lluvias, se traducen en tres modalidades de barbecho especificas de
la papa, probadas desde hace siglos y adaptadas a la diversidad de
las parcelas:
-
el barbecho completo, que consiste en voltear toda la parcela
-
el barbecho en camellones, antes de la siembra,
-
el barbecho en camellones después de la siembra.
En estos dos Últimos
casos
se voltea sólo una parte de la su-
perficie y el barbecho sirve
al
mismo tiempo a formar los camello-
nes.
2.4
CARACTERISTICAS DE LAS DIFERENTES
MODALIbADES DE BARBECHO CON LA
CHAKITAKLLA
(fig.
5)
El barbecho completo
Se voltea enteramente la superficie de la parcela, generalmen-
te
al final de la temporada de lluvias (fotos
4
y
6).
Un grupo compuesto por dos
o
tres hombres, manejando ca-
da uno una
chakitaklZa,
corta una champa de
40
a
70
cm. de lar-
go,
30
a
40
em; de ancho y
20
a 30 cm. de alto en un mismo mo-
vimiento de las
chakitakllas
y
la voltea en seguida de
90
a
180”
;
champa por champa se barbecha así toda la superficie. Durante la
temporada seca
se
desmenuza la parte superior de las champas por
medio de percusión con un mazo.
Los
residuos vegetales no des-
compuestos se recogen y se queman en el campo.
Sin
embargo, en las pendientes muy fuertes (más de
45
gra-
dos)
el barbecho completo no se observa, ya que la tierra mullida
34
Perlodo lfmite para
Perfodo donde la humedad permite el barbecho del descanso Pastoreado.
Pastos
--
..
..
..
BARBECHO COMPLETO
..
..
pqp%M
.
..
..
..
BARBECHO EN CAMELLONES
DE
PRESIEMBRA
.
.
Pastos
’.
m
,
---__--
.___
--
___.
--
-----___-
_.__
*-.
I
..
..
--
-.
.. .. . ..
.
.’
~ ..
SIEMBRA DIRECTA SEGUIDA DE UN BARBECHO EN CAMELLONES
$oto
4
Estado superficial del suelo: terrones volteados con
un
barbecho
completo.
D.
Heme'.
36
37
de los terrones sería fácilmente arrastrada,por la pendiente de la
ladera bajo el peso del agua que se acumula.
Además, el volteado completo de una parcela representa un
trabajo pesado. Un grupo de dos
chakitakllas
no voltea más que
unos
150
a
250
m2 por día de trabajo
y
el desterroneo posterior
es también muy pesado
(100
a
240
m2 por día).
El
barbecho en camellón antes de
la
siembra
Otra modalidad de barbecho al final de la época de lluvia es el
barbecho en camellones antes de la siembra (fotos
2
y
5).
Sola-
mente un tercio de la superficie se voltea en franjas de terreno de
30
a
46
cm. de ancho, orientadas según la mayor pendiente y dis-
tanciadas entre si por aproximadamente un metro.
Dos
hombres
cortan con
chakitaklla
unas champas de pastizal que una tercera
persona voltea en
180
grados y deposita alternativamente a la de-
recha
o
la izquierda sobre las franjas de terreno sin barbechar.
Los
labradores andan hacia atrsis, subiendo de abajo hacia arriba de la
parcela.
Al comienzo de la siguiente época de lluvias se desmenuza el
lomo de los camellones por percusión para sembrar tubérculos.
Es-
to no afecta totalmente la estructura de los terrones que
se
puede
todavía identificar en el momento de la cosecha. En el momento
-
de la floración, se desmenuza la tierra del fondo del surco con
chakitaklla
y
se deposita encima del camellón.
Es
la primera cus-
pa. Se hará la segunda cuando los tubérculos estén creciendo.
El barbecho en camellón es más rápido que el barbecho com-
pleto: un grupo de tres personas barbecha una parcela de
500
a
1000
m2 en un día de trabajo.
Con una misma operación,. se voltea parte del terreno, se
entierra el césped y se fabrica los camellones, limitando de esta
forma el desterroneo
y
el número de aporques ulteriores.
En las parcelas con pocos ciclos de cultivo, otra estrategia
consiste en postergar el barbecho para después de la siembra, efec-
tuándolo durante la época de lluvias.
El
barbecho en camellón
después
de la siembra
Comienza por una siembra directa en el terreno en descan-
so
pastoreado (fig.
5).
Cada tubérculo se coloca en el fondo de
38
Foto
6
Cofradfa
en
trabajo de barbecho completo, Yauyos, Lima.
D.
Herve:
un hueco, bajo una champa de tierra desprendida por un corte
con
chakitaklla.
El barbecho y la confección del camellón se
efectúan más tarde, en el momento en que aparece la planta
en la superficie del suelo. Le seguirá un solo aporque.
Modalidades de barbecho observadas en todos
los
Andes Centrales
Las tres modalidades de barbecho de la tierra en descanso,
no son propias solamente de la región del CUSCO, donde fueron ob-
servadas, sino del conjunto de sistemas agro-pastoriles cuya altitud
supera los 3,00O-.msnm. en los Andes Centrales, como lo ilustran
las descripciones actuales de las modalidades análogas de barbe-
cho en el altiplano peruano (LESCANO, 1979), en la sierra central
(HORTON y TARDIEU 1978), en los valles de la vertiente orien-
tal de los Andes (GRESLOU, 1980; JULIAN, 1983; HERVE,
1984) y en sur andino (TAPIA et. al., 1985, 1986).'O
Las características del medio físico
y
del clima varían mucho
en los Andes, en función de los pisos ecológicos y de una zona a
otra. Se puede limitar las alternativas de trabajo del suelo a una
sola modalidad. Es el caso del barbecho en camellones despues
de la siembra en las zonas muy lluviosas donde los suelos están a
menudo saturados de agua en el momento de la siembra. Encon-
tramos esta modalidad en zonas muy diversas:
-
-
En el límite de la Puna, hacia los
4200
msnm. en la sierra
andina,
En Ceja de Selva alta (vertiente oriental de los Andes), donde
llueve anualmente entre
1,000
y
1,500 mm., sobre todo en
suelos arcillosos
o
pantanosos.
.En
la isla de Chiloe (Chile), cuyo clima es aún más lluvioso
(más de
2000
mm. por
año),
que serfa uno de los centros de
origen de la papa, se efectúa el barbecho en camellones des-
pués
de la siembra en una pradera muy densa.
Por
el contrario, el. barbecho completo es la Única modalidad
adecuada en zonas más secas
(300
a
850
mm anuales), como la
vertiente occidental de los Andes, donde ha crecido durante el
descanso una vegetación semiarbustiva
que
es necesario arrancar
y
quemar
o
para roturaqlos viejos alfalfares, invadidos de
kikuyo
(Pennisetum clandestinvm).
40
-
Estas modalidades corresponden a una lógica de produccih
de papa cultivada después de un descanso largo, común a otras
economias campesinas de sierra
o
de zonas lluviosas
frias,
donde
la vegetación crecida en el descanso es un césped denso pastado
por el ganado.
’
Las encontramos también en Europa del Norte
y
en las mon-
tañas escocesas como en Irlanda. Con
los
“cas dhireach”, tipo de
arado de pie, se practicaba desde los siglos
XV
y
XVI
un barbe-
cho en camellones de las praderas pastadas por ovinos para sem-
brar avena
y
luego desde el siglo
XVII,
la papa
(FENTON,
1977).
Pero las limitaciones del medio físico no son los Únicos facto-
res que condicionan la modalidad de barbecho escogida por el agri-
cultor. Las disponibilidades de mano de obra, relacionadas con la
organización social de la producción, también son determinantes.
Trataremos sucesivamente estos dos
grupos
de factores, en el ca-
pítulo siguiente.
41
Figura
6:
Parcelas de la explotación de Fabian ELME y
zopas
de producción agropastoriles de la comunidad de PULLPURI
(Chumbivilcas,
Cusco)
---
--------
------___--
.
N.B.
La
*‘masa”
corresponde a la superficie diaria barbechada
por
un
grupo de dos
o
Ires
chakitakllas. La “yunta” corresponde a la
su-
perficie diaria trabajada con arado.
.
LEYENDA
----
e
Pastizdes
Misacancha: S&tor& de “layme” (barbecho sectorial)
Condepata: Zona de parcelas llamadas “rotativas”
&
Uscamarca: “Maizal”
Parcelas trabajadas
por
Fabian ELME:
o
Parcela de una “masa”
O
Parcela de
2
“masas”
0
Parcela de
3
“masas”
Parcela de
5
“masas”
Pacela de
1
“yunta”
casa de Fabian ELME
I
1
UBlCAClON
Ir1
MODALIDADES DE BARBECHO
Y
ESTRATEGIAS DE
PRODUCCION EN LA AGRICULTURA ANDINA
DE ALTURAS: El
uso
de la chakitaklla
en la comunidad de Pullpuri
(Andes del
Sur
Peruano)
La elección por el campesinado de una modalidad de barbe-
cho en una parcela dada, es una decisión primordial de la cual de-
penderán las operaciones de trabajo del suelo que siguen en el iti-
nerario técnicoll del cultivo: desterroneo, fabricación de came-
llones, aporques. El conjunto de las elecciones del barbecho por
el campesino en
sus
parcelas es la expresión de una estrategia
de producción al nivel familiar y comunal.
El campesinado andino decide
su
modalidad de barbecho en
función de múltiples factores:
-
Las reglas de gestión comunal del territorio.
-
Las características del medio fisico de
su
parcela (suelo, pen-
diente, orientación).
-
Las previsiones climáticas que delimitan
los
riesgos posibles
(sequía, exceso de agua, heladas, erosión,
...)
y
los rendimien-
tos esperados.
Las disposiciones de medios de producción de la familia y tie-
rras en usufructo; mano de obra, ingresos financieros, acceso
a nuevas técnicas (fertilizantes químicos, variedades mejora-
das).
Ilustraremos estos factores, analizando las estrategias de pro-
ducción
y
de barbecho en la comunidad de Pullpuri, situada en
una de las provincias altas de la región del CUSCO, donde domina la
ganadería extensiva.
3.1
GESTION DEL ESPACIO COMUNAL
/
-
Y.BARBECHOS
(fig.
6
y
7)
En esta provincia, la mayor parte de
los
campesinos perte-
necen a comunidades. Hay que ser miembro de una comunidad
43
2
Figura
7:
Esquema de
las
modalidades de barbecho de acuerdo
a
loslsectores
de
cultivos
observadas en
PULLPURI
(Cusco)
en
1985
1%
370
110
130
hs
barbechos
del desc
pastoreado
a
la chakita
para tener acceso al conjunto de los recursos del territorio contro-
lado por aquella (tierras cultivadas, agua, pastos, bosques...).
To-
dos los comuneros se reunen regularmente en una asamblea comu-
nal, donde se articulan eventualmente de manera conflictiva,
las decisiones e intereses familiares
y
las reglas del manejo colecti-
vo. La asamblea controla en particular la utilización del espacio co-
munal entre agricultura
y
ganaderfa; fija los sectores de barbecho
sectorial
y
las reglas de acceso de los rebaños (bovinos, ovinos,
equinos) a los diferentes recursos forrajeros: pastizales “de puna,
parcelas en descanso
y
parcelas recién cosechadas (residuos de cul-
tivos). La ganadería es una actividad esencial de esta economía
agro-pastoril como fuente de ingresos monetarios
y
como forma de
capital. Provee también de guano
y
combustible.
La comunidad de Pullpuri dispone de importantes recursos
agrícolas
y
cuenta con más de
300
familias. Su dominio se extien-
de sin.interrupción desde los
3,250
msnm., piso de cultivo del
maíz, sobre las riberas del rio Santo Tomb, hasta mis de
4,500
msnm. en la puna. Cada campesino explota
sus
propias parcelas,
que a menudo son varias decenas, repartidas en diferentes sectores
de los cuales un cierto número est6 sometido a decisiones colecti-
vas sobre la rotación de cultivos.
Para la labranza de las parcelas de cultivos anuales, dos herra-
mientas son utilizadas: el arado
y
la
chakitakZZa,
cada una teniendo
una función especifica -la
chakitalzZZa
es empleada para la rotura-
ción del descanso pastoreado.
Entre los
3,250
y
4,600
msnm., Pullpuri comprende cuatro
zonas de producción agro-pastoril12 que se distinguen por su ma-
nejo (fig.
6
y
7).
1.
El
maizal
es una zona
de
terrazas irrigadas, anchas donde
se practica el monocultivo del maíz en parcelas individuales, por
debajo de los
3600
msnm. Estas parcelas se barbechan de prefe-
rencia con arado.
Los suelos aluvionales del fondo del valle no ofrecen mucha
resistencia a los toros de pequeño tamaño que jalan el arado
y
que-
dan pocos residuos de cultivo para enterrar, después de recoger las,
hojas de maíz
y
pastear los animales.
2.
Las llamadas parcelas
rotativas
donde la naturaleza
y
la
duracidn de las rotaciones corresponden a decisiones individuales.
En la práctica, la duración de cultivo es superior a tres
años
y
el
descanso pastoreado es corto (menos de cinco
años)
o
ausente, gra-
cias
al
aporte de fertilizantes orgánicos
o
minerales. El barbecho
se efectúa solamente con
chakitaklla,
reservando el arado a la im-
45
plantación de
los
cultivos siguientes. Pero los suelos pesados, los
terrenos con mucha pendiente
y
la ausencia de irrigaci6n de es-
tas zonas limitan la utilización del arado.
3.
Los
Zaymes.13
La mayor parte del territorio comunal
est6 constituido por los
Zaymes,
sectores de rotación colectiva.
Actualmente, Pullpuri cuenta con
17
Zaymes
que representan los
dos tercios de la superficie cultivada, entre los
3600
msnm. y los
4200
msnm, que es el límite superior de los cultivos. Antes de
cada campaña agrícola, la comunidad decide qué sectores serán
cultivados, es decir barbechados con
chakitaklla
para sembrarlos
con papa, primer cultivo de la rotaci6n. Le siguen uno a dos
años
de cultivo, de papa
o
tubérculos andinos,
y
luego de cebada
o
tri-
go,
sembrados con la
chakitaklla
o
con el arado. Cada uno de estos
sectores est5 dividido en parcelas individuales, pero la comunidad
fija la fecha de inicio del barbecho
y
de la siembra, asi como la
fecha de finalización de las' cosechas para que los sectores sean
abiertos al rastrojo.
4.
Los
pastos naturales de altura estan a disposición de to-
dos los campesinos de la comunidad que tienen animales, sea cual
fuere la cantidad.
l4
3.2
DIVERSIDAD DEL MEDIO
Y
RIESGOS CLIMATICOS
Cultivando parcelas en las diversas zonas de producción, los
campesinos siguen una lógica de utilización del espacio que
J.
V.
Murra
(1975)
ha denominado el control vertical de un m6xim.o de
pisos ecológicos, cuando describía el modelo de organización
so-
cial
y
técnico de los intercambios
y
de la producción, en las anti-
guas
sociedades andinas.
Al mismo tiempo que valorizan
la
diversidad ecológica del
medio, utilizando
la
variación del clima según la altitud, los campe-
sinos dispersan
los
riesgos de produccih (MORLON,
1.981).
De
hecho, afrontan importantes riesgos climáticos debidos
a
la
fuerte
irregularidad del clima durante
la
campaña agrkola
y
su variabi-
lidad interanual.
La variabilidad climática
La altitud crea fuertes gradientes de temperatura
y,
en parte,
de humedad. En la parte occidental de
los
Andes, la temperatura
media anual es de 13"a 3000 msnm.
y
baja de 0.55 a 0.65"por cien
metros de elevación. A 1500 m. de altura, el fondo de los valles
46
esta seco. A 3000 msnm., las lluvias alcanzan cerca de 300 a
400
mm. por
año.
Aumenta con la altitud a razón de
10
mm. por
100 m. para alcanzar
700
a
1000
mm. a
4500
msnm. (DOLLFUS,
1986).
Entre 3500 y 3900 msnm. en particular, donde son cultiva-
dos un máximo de especies y variedades de tubérculos y cereales,
y donde se encuentra la mayor parte de las tierras cultivadas, la
producción agrícola puede ser comprometida a cualquier momen-
to
del ciclo de cultivo por los riesgos climáticos:
-
El riesgo de heladas
La llegada de las heladas, fines de mayo
o
en junio, fija el fin
de la campaña agrícola y por consiguiente la duración maxima
del ciclo de cultivo
a
partir de las primeras lluvias. Se puede defi-
nir
la fecha limite de sembrío para que los granos sean llenados
-antes de las heladas, claro que también puede ocurrir heladas
precoces al final
o
durante el ciclo de cultivo.
-
El
exceso de agua y la sequía
La llegada de las primeras lluvias fija el inicio- del trabajo del
suelo y de siembra,
o
sea el número máximo de días disponibles
hasta la fecha Última para sembrar, Pero, en un lugar dado, la fe-
cha de estas primeras lluvias es muy irregular; la cantidad
y
repar-
tición de las lluvias tambih varía mucho dentro de un mismo
año
y
entre
años.
Los datos meteorológicos de la ciudad de Sicuani
(3700 msnm.), situada en el departamento de Cusco en condicio-
nes próximas de Pullpuri, muestran que la pluviometría anual
varía entre
1
y
8
en un período de
20
años.
-
La granizada
Incluso si este fenómeno esta a menudo muy localizado, el
riesgo de dañar totalmente
los
cultivos está siempre presente.
Limitación de los riesgos climáticos
Dispersión espacial de la producción
Frente
a
las fuertes fluctuaciones intra e inter anuales del cli-
ma, el campesino. no se puede prevenir de la perdida parcial
o
total
de una cosecha en una parcela. Si todos sus cultivos eran concen-
trados en una sola zona de producción homogénea, el campesino
podría esperar una excelente cosecha en buen
año,
pero tomaría
el riesgo de perder todo un
año
desfavorable.
Más
bien que de buscar una producción máxima pero con
47
muchos riesgos, la estrategia de las familias es de obtener una pro-
ducción total mínima asegurada en cualquier circunstancia sea cual
fuere el clima del
año,
por la dispersión espacial de las parcelas:
-
Parcelas en situaciones topográficas y de exposición muy va-
riadas para dividir los riesgos debidos a la granizada
o
la hela-
da.
Los
fondos de valles, las zonas llanas donde el aire frio se
acumula y se estanca son más expuestas a las heladas que las
hoyadas abrigadas en
las
colinas
o
las pendientes en las ver-
tientes donde el aire frío es drenado.
En parcelas repartidas según el gradiente altitudinal para va-
riar las fechas de siembra y la duración del ciclo (temperatu-
ra).
Parcelas que tienen en cada zona de producción caracterís-
ticas muy variadas de suelos, permeabilidad, pedregosidad.
Así, en un
año
calificado de normal por los campesinos, la va-
riabilidad de los rendimientos es fuerte de una parcela a otra,
sin que sea posible preveer las que tendrán una buena
o
mala cose-
cha, lo que depende del clima del
año.
Es
eso que expresa un campesino de una comunidad vecina
de Pullpuri cuando habla de la cosecha de cebada en 1984:
“La cosecha ha sido d6bil este año porque la lluvia ha agua-
chinado la cebada. Pero es sobre todo en las pampas que la
lluvia ha aguachinado la cebada; ha dado muy poco. En la-
deras, la producción fue
más
o
menos regular”.
Si al contr-Fio, las lluvias hubieran sido escasas, los resultados
habrían sido inversos. Entonces no existe terreno bueno ni malo
en
relacibn a las fluctuaciones del clima, en particular de las llu-
vias.
-
Los
“malos
años”
son según los campesinos
los
años donde
han perdido la cosecha en todas sus parcelas, cualquier sea
su
localización.
Es
el caso de los
años
de lluvias excesivas
o
de
gran sequía como en 1982-1983 en que la producción de
papas ha sido casi nula.
La dispersión por los campesinos de Pullpuri de la secuencia
climática de estos Últimos
años
ilustra el efecto de estas fluctua-
ciones climáticas.
:
“(
...)
El
año
que fue bueno es el
año
1980-81. Pero en el
año
1981-82 hubo un fracaso total
(...).
No
se ha podido.devolver los
préstamos del Banco Agrario poque nb nos resultÓ bien la co-
-
-
-
48
\
secha. Todo comienza a llover hasta aguachinar las cementeras.
Después ha seguido la granizada
y
despues al Último la helada. Por
esto fue el fracaso total.
-
-
En 1982-83 fue la sequía grande
En 1983-84, el
año
fue más
o
menos porque en el mes de
abril en los primeros días del mes, comenzó la helada
y
todas
las cementeras fueron heladas.
-
Este
año
1984-85
está regular”.
La dispersión de las parcelas es entonces característica del
funcionamiento de los sistemas de producción
y
un factor de di-
ferenciación social entre campesinos, lo que
se
traduce ed las es-
trategias de acceso a la tierra de los campesinos
y
las comunidades.
Las comunidades también buscan un máximo de pisos eco-
lógicos. En la provincia de Chumbivilcas, han mostrado recién su
determinación de ampliar su control a’ tierras otorgadas por la
Reforma Agraria en los
años 70.
Algunas han podido recuperar las
tierras ricas de fondo de valle
y
las extensiones de pastizales de
puna. Las comunidades mejor dotadas cubren cuatro pisos ecoló-
gicos, entre
2500
msnm.
y
más
de 4000 msnm.
Cada miembro de la comunidad trata de tener acceso a to-
das las zonas de cultivo
y
explotar las parcelas dadas en usufructo
por la asamblea. Este acceso es mucho más difícil para los nuevos
integrantes de la comunidad: los antiguos colonos de las haciendas
y los forasteros, quienes son a menudo limitados a pocas parcelas
en un solo sector.
Finalmente, los miembros mis ricos de la comunidad son
los que tienen acceso a todos los sectores cultivados: terrazas irri-
gadas en maiz, parcelas de barbecho sectorial, parcelas de manejo
individual,
y
al
mismo tiempo, a varias parcelas en cada sector.
.
En %estimen, los campesinos de
los
Andes Centrales usan la
variabilidad del medio en el espacio para limitar los riesgos debidos
a la variabilidad del clima en el tiempo
y
en el espacio.
Pronóstico climático
Pero los campesinos no se limitan a repartir los riesgos climá-
ticos con la dispersión espacial de sus parcelas. Buscan también
limitarlos tratando de adaptarse a la evolución del clima. La pre-
visidn climática toma bastante importancia para:
-
La eleccih de nuevas parcelas cultivadas después del descan-
so
pastoreado.
49
-
-
Las fechas de ejecución de los trabajos del suelo, labranza
y
siembra principalmente,
y
la elección de variedades.
La elección de modalidades de barbecho y de las técnicas de
trabajo del suelo, a lo largo del ciclo de producción, segh los
riesgos que se prevé y la producción esperada de las parce-
las.
El primer pronóstico sobre el clima del conjunto de la cam-
paña que sigue est6,formulado durante la estación seca que prece-
de el inicio de la estación de lluvias. Los vientos
y
nubes, los as-
tros, el comportamiento de los animales y la fenología de
las
plan-
tas son tantos indicadores que el agricultor interpreta para elaborar
un pronóstico sobre el clima del
año
siguiente (L.
B.
PEÑA, 1975).
¿Qué pensar de estos pronósticos?
A
la luz de los conocimientos actuales de la ciencia meteoro-
lógica, este primer diagnóstico sobre el conjunto dè la campaña
corresponde a creencias y puede ser no más que una conjetura, di-
fícil de corroborar por correlaciones comprobadas. En cambio,
los eventos meteorológicos que ocurren
al
inicio de la estación de
lluvias dan mejores elementos de juicio para la elección de los
te-
rrenos, el trabajo del suelo, las fechas de siembra.
En función del clima al inicio de la temporada de lluvias, son
los campesinos ricos, con
más
parcelas que las que pueden cultivar
quienes pueden elegir las que serán cultivadas:
“En un año.agrícola, de lluvia moderada
(afio
normal)
...”
manifiestan los campesinos, “la producción de la papa es buena;
hay que sembrar, hasta en las laderas más empinadas, en los te-
rrenos arenosos. Cuando el pronóstico es
año
de mucha lluvia, se
pierde la cosecha en terrenos húmedos,