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ARBOR Ciencia, Pensamiento y Cultura
Vol. 194-789, julio-sepembre 2018, a467 | ISSN-L: 0210-1963
hps://doi.org/10.3989/arbor.2018.789n3009
ADVANCED THERAPIES FOR
RARE DISEASES
TERAPIAS AVANZADAS EN
ENFERMEDADES RARAS
Crisna Fillat
Instut d’Invesgacions Biomèdiques August Pi i Sunyer
(IDIBAPS) / Centro de Invesgación Biomédica en Red de
Enfermedades Raras (CIBERER)
ORCID iD: hps://orcid.org/0000-0002-0801-3338
cllat@clinic.cat
Marcela del Río
Universidad Carlos III de Madrid / Centro de Invesgaciones
Energécas, Medioambientales y Tecnológicas (CIEMAT) /
Centro de Invesgación Biomédica en Red de Enfermedades
Raras (CIBERER) / Instuto de Invesgación Sanitaria de la Funda-
ción Jiménez Díaz (IIS-FJD)
ORCID iD: hps://orcid.org/0000-0003-2910-7189
mrnechae@ing.uc3m.es
Lucía Marnez-Santamaría
Universidad Carlos III de Madrid / Centro de Invesgaciones
Energécas, Medioambientales y Tecnológicas (CIEMAT) / Cen-
tro de Invesgación Biomédica en Red de Enfermedades Raras
(CIBERER) / Instuto de Invesgación Sanitaria de la Fundación
Jiménez Díaz (IIS-FJD)
ORCID iD: hps://orcid.org/0000-0002-9637-2364
lmsantam@ing.uc3m.es
Juan A. Bueren
Centro de Invesgaciones Energécas, Medioambientales y
Tecnológicas (CIEMAT) / Centro de Invesgación Biomédica en
Red de Enfermedades Raras (CIBERER) / Instuto de Invesga-
ción Sanitaria de la Fundación Jiménez Díaz (IIS-FJD)
ORCID iD: hps://orcid.org/0000-0002-3228-7013
juan.bueren@ciemat.es
RESUMEN: Las terapias avanzadas comprenden un grupo de me-
dicamentos biológicos basados en la terapia génica, la terapia celu-
lar y la ingeniería de tejidos. En este arculo se presentan algunos
conceptos básicos, se describen las estrategias más prometedoras
y se detallan los resultados de diferentes ensayos clínicos para un
grupo signicavo de enfermedades, especialmente las enferme-
dades hereditarias monogénicas. Se hace un mayor hincapié en la
terapia génica ex vivo en enfermedades del sistema hematopoyé-
co, al ser el grupo de enfermedades pioneras que además han
orientado la invesgación en el campo. Destacamos también al-
gunos ejemplos de éxito de terapia génica in vivo y señalamos la
contribución de la terapia celular y de la ingeniería de tejidos al
grupo de enfermedades raras de la piel. Pretendemos con ello dar
una visión de la situación de las terapias avanzadas en enfermeda-
des raras y señalamos algunas de las vías de futuro orientadas al
desarrollo de tratamientos más ecaces y seguros.
PALABRAS CLAVE: Terapia génica; terapia celular; ingeniería de
tejidos; enfermedades raras.
ABSTRACT: Advanced therapies are a group of medicines for
human use based on gene therapy, somac cell therapy or
ssue-engineering. In this paper we present some general basic
concepts, describe the most promising strategies and summarize
the results of a variety of clinical trials for a signicant group of
monogenic inherited diseases. Major emphasis is placed on ex
vivo gene therapy approaches for diseases of the hematopoiec
system, since these corresponded to pioneering treatments
that have guided research in this eld. We also highlight some
examples of successful in vivo gene therapy and point out the
contribuon of somac cell therapy and ssue engineering to the
group of rare skin diseases. We aim to provide an overview of the
state of the art of advanced therapies in rare diseases and highlight
some of the cung-edge technologies under development that
can provide more eecve and safer treatments in the future.
KEYWORDS: Gene therapy; cell therapy; ssue engineering;
rare diseases.
Cómo citar este arculo/Citaon: Fillat, C., Río, M. del,
Marnez-Santarmaría, L. y Bueren, J. A. (2018). Terapias
avanzadas en enfermedades raras. Arbor, 194 (789): a467.
hps://doi.org/10.3989/arbor.2018.789n3009
Copyright: © 2018 CSIC. Este es un arculo de acceso abierto
distribuido bajo los términos de la licencia de uso y distribución
Creave Commons Reconocimiento 4.0 Internacional (CC BY 4.0).
Recibido: 30 abril 2015. Aceptado: 13 mayo 2016.
MEDICINA, CIENCIA Y REALIDAD DE LAS ENFERMEDADES RARAS / MEDICINE, SCIENCE AND REALITY OF RARE DISEASES
ARBOR Vol. 194-789, julio-sepembre 2018, a467. ISSN-L: 0210-1963 hps://doi.org/10.3989/arbor.2018.789n3009
Terapias avanzadas en enfermedades raras
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INTRODUCCIÓN
Las terapias avanzadas constuyen un grupo de
medicamentos de uso humano basados en la terapia
génica, la terapia celular o la ingeniería de tejidos. Se
trata de estrategias terapéucas nuevas que abren es-
peranzas para un gran número de enfermedades raras
(ER) que carecen de tratamientos ecaces.
Los medicamentos de terapia avanzada en ER se
encuentran en un alto porcentaje de casos en fase
de invesgación básica y de desarrollo preclínico. En
gran medida esto es así puesto que el desarrollo de
los mismos va asociado a los avances en los conoci-
mientos de las bases moleculares y siopatológicas
de la enfermedad. La mayor atención que este grupo
de enfermedades, tan heterogéneas y tan poco pre-
valentes, ha recibido por parte de las instuciones sa-
nitarias en el mundo occidental ha representado un
impulso tanto en la invesgación básica como en el
desarrollo de nuevas terapias, y en especial en tera-
pias avanzadas. Así, para enfermedades de las que se
dispone de un buen conocimiento sobre su biología
encontramos ensayos clínicos en diferentes fases de
desarrollo y empiezan a surgir los primeros medica-
mentos comercializados, de acuerdo con la legislación
existente para medicamentos de terapias avanzadas.
Esta es sin duda un área de presente y futuro y cu-
yos avances pueden dar respuesta al tratamiento de
muchas enfermedades, hoy huérfanas de curación.
Este trabajo pretende presentar al lector una visión
sobre el estado actual de las terapias avanzadas en
enfermedades raras cubriendo aspectos básicos de
concepto, diseño y desarrollo, así como presentar al-
gunos ejemplos que de forma exitosa han realizado el
largo trayecto que va desde la invesgación básica a la
prácca clínica.
TERAPIA GÉNICA
Conceptos. La terapia génica consiste en un con-
junto de estrategias terapéucas que ulizan un me-
dicamento biológico cuyo principio acvo son ácidos
nucleicos capaces de modular la expresión de genes
endógenos o expresar nuevos genes para prevenir,
detener o reverr un proceso patológico. Además
del principio acvo el medicamento de terapia gé-
nica requiere de un vehículo o vector que facilite
el acceso del principio acvo al interior de la célula
diana. Mayoritariamente la terapia génica para en-
fermedades raras se ha desarrollado alrededor de
enfermedades monogénicas recesivas; sin embargo,
las posibilidades de una aplicación para enfermeda-
des más complejas está siendo evaluada en estudios
preclínicos (Fillat y Altafaj, 2012).
La terapia génica, en función de la enfermedad
que se vaya a tratar, se desarrolla tomando como
base tres principios:
1) Adición génica. Es la estrategia más comúnmente
ulizada e implica la adición de una secuencia re-
combinante de DNA para que exprese un producto
génico que está ausente o no es funcional en el pa-
ciente. Es una estrategia común para el desarrollo
de terapias para enfermedades hereditarias cuyo
defecto genéco da lugar a una pérdida de fun-
ción. La adición génica puede darse de manera que
el nuevo gen se mantenga de forma episomal en
el núcleo de la célula, o bien se integre en el geno-
ma de la célula huésped. Esta integración podrá ser
esencialmente aleatoria, o bien podrá tener lugar
en una región deseada del genoma, en regiones
que no intereran con la expresión de genes rele-
vantes para la célula, a las que se denomina como
zonas seguras del genoma.
2) Supresión génica. En este caso se trata de corregir
condiciones patológicas en las que o bien se produ-
ce una proteína anómala, o se produce una sobre-
expresión patológica de la misma. Estas aproxima-
ciones también se vislumbran para la regulación de
ARNs no codicantes, especialmente los miARNs.
Así se diseñan secuencias de reconocimiento de
miARNs especícos, para que actúen como compe-
dores de los transcritos naturales sobre los que
actúan, ejercitando un papel de esponja, o de se-
cuestro de los miARNs.
3) Reparación o edición génica. Esta estrategia se po-
dría considerar la aproximación ideal. El objevo
es sustuir únicamente los cambios nucleodicos
existentes que han dado lugar a un gen disfuncio-
nal. Los sistemas desarrollados son similares a los
que se ulizan para la inserción de genes en sios
seguros del genoma. Esencialmente consisten en
inducir un punto de rotura en una región concreta
del ADN, a la vez que se introduce en la célula una
región con la secuencia nucleodica correcta y dos
brazos de homología en cada extremo para facilitar
que tenga lugar un proceso de recombinación ho-
móloga entre el ADN huésped y el fragmento intro-
ducido. Con ello se consigue reparar la región que
alberga las mutaciones patogénicas.
Vectores virales: Vectores integravos. Disnguire-
mos dos pos de vectores, los vectores γ-retrovirales
y los lenvirales. Ambos comparten algunas caracterís-
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cas, como que se trata de virus ARN cuyo genoma es
fácilmente modicable, y que permiten la expresión en
trans de gran parte de sus proteínas para la formación
de las parculas virales. Se denominan integravos ya
que el genoma viral se inserta en el ADN cromosómico
de la célula infectada y permanece a lo largo de las di-
ferentes divisiones celulares. Estas propiedades los han
hecho especialmente atracvos para las estrategias de
terapia génica basadas en la manipulación ex vivo de
las células. Los vectores γ-retrovirales, y principalmente
los derivados del virus de la leucemia murina, fueron
los pioneros en entrar en ensayos clínicos de terapia
génica. Estos vectores, una vez han infectado la célula,
no son capaces de entrar en el núcleo a no ser que la
célula se encuentre en división; momento en que la en-
voltura nuclear se desintegra y el genoma liberado por
el vector viral puede tener acceso a los cromosomas
celulares y proceder a la integración. La integración de
estos vectores ene lugar principalmente en regiones
ricas en genes, y parcularmente cerca del inicio de la
transcripción. Sin embargo, los vectores lenvirales -los
más ulizados derivados del virus VIH- sí son capaces
de transportar el genoma al núcleo celular, lo que favo-
rece la transducción de células quiescentes, por lo que
este proceso es independiente de la división celular.
Como ocurre con los vectores γ-retrovirales, la inte-
gración de los vectores lenvirales en el genoma de la
célula huésped también transcurre en regiones ricas en
genes. No obstante, en este caso no existe preferencia
por la integración alrededor del inicio de transcripción
(Schröder et al., 2002). Esto ha hecho que sean consi-
derados vectores más seguros y de mayor aplicabilidad.
En estos vectores se realizó también la inacvación de
los promotores y secuencias potenciadoras de la expre-
sión, lo que supuso un paso adicional de seguridad. De
manera análoga, en los vectores γ-retrovirales también
se ha realizado tal inacvación, por lo que en ambos
casos se pueden ulizar secuencias reguladoras de la
expresión génica más débiles o con acvidad especíca
de linaje celular.
Vectores no integravos. Destacamos principalmen-
te los vectores derivados de virus adenoasociados
(AAV). Se trata de virus ADN, de genoma pequeño y
que necesitan de un virus helper, para completar su
ciclo de vida. El genoma del AAV puede remplazarse
por el gen terapéuco práccamente en su totalidad,
a excepción de las secuencias ITR. Ello permite un
margen de clonaje relavamente pequeño, alrededor
de las 5kb. Esto es considerado una limitación ya que
en ocasiones las secuencias que se quieren introducir
exceden este tamaño. Por otro lado, los AAV son vec-
tores altamente atracvos ya que pueden transducir
células post-mitócas, manenen el genoma de for-
ma episomal en el núcleo celular y hay una variedad
signicava de seropos diferentes de AAV con tro-
pismos de tejido especíco. Son vectores de especial
interés en estrategias de terapia génica in vivo, en
marcha en varios ensayos clínicos. Una de sus princi-
pales limitaciones radica en la respuesta inmune que
frecuentemente despiertan estos vectores, lo que en
algunos casos limita la ecacia del vector.
Estrategias de terapia génica: Ex vivo. La terapia gé-
nica ex vivo se basa en la colecta de las células que
se quieren modicar del paciente, seguida por la
transducción in vitro de estas células con los vecto-
res portadores del gen terapéuco y la posterior re-
infusión de las células corregidas al paciente (gura
1). El paradigma de esta estrategia lo constuye la te-
rapia génica ex vivo de células hematopoyécas, que
se describe en detalle más adelante. Esta estrategia
se uliza en la mayor parte de los casos con vecto-
res integravos que permitan el mantenimiento del
gen terapéuco a largo plazo, tales como los vectores
γ-retrovirales o lenvirales.
In vivo. La terapia génica in vivo consiste en la admi-
nistración del vector terapéuco directamente al pa-
ciente. La administración puede ser sistémica por vía
endovenosa, o local por inyección directa al órgano o
tejido de interés (gura 1). Para el tratamiento in vivo
de enfermedades raras los principales vectores uli-
zados son los vectores AAV, cuyos logros se describen
más adelante.
TERAPIA GÉNICA EX VIVO DE ENFERMEDADES
RARAS: EL SISTEMA HEMATOPOYÉTICO
El protocolo básico seguido en los ensayos clínicos
de terapia génica de enfermedades monogénicas del
sistema hematopoyéco es el que se muestra en la -
gura 1. En la inmensa mayoría de estos protocolos, las
células diana se obenen a parr de la médula ósea o
de aféresis de sangre periférica tras un tratamiento que
moviliza las células madre hematopoyécas (CMH) de
la médula ósea. En un paso posterior, las CMHs se puri-
can mediante sistemas inmunomagnécos basados en
la expresión del marcador CD34, expresado en estas cé-
lulas. Una vez enriquecida la población de CMHs, estas
se acvan proliferavamente mediante culvo in vitro
durante 24 o 28 horas, seguido de uno o varios ciclos
de transducción con los vectores γ-retrovirales o len-
virales portadores de los genes terapéucos durante un
máximo de 2 o 3 días adicionales. Por úlmo, las células
CD34+ somedas al proceso de corrección genéca se
infunden en el paciente por vía endovenosa.
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En las patologías en las que las células corregidas
desarrollan fuerte ventaja proliferava respecto a las
células no corregidas, como es el caso de la inmuno-
deciencia X1-SCID, las células se pueden infundir sin
necesidad de pre-acondicionar a los pacientes con
quimioterapia. Por el contrario, si las células corregi-
das no desarrollan una ventaja proliferava, el pacien-
te recibe un acondicionamiento quimioterápico para
facilitar el injerto de las células transducidas.
Imunodeciencia severa combinada por décit de
ADA. Entre los síndromes hematopoyécos que pri-
mero se consideraron para su tratamiento génico des-
taca la inmunodeciencia severa combinada asociada
a mutaciones en el gen Adenosina Deaminasa (ADA-
SCID). La ausencia de ADA implica la acumulación
del sustrato desoxiadenosina trifosfato en la célula,
lo cual resulta parcularmente tóxico en los linfoci-
tos T. Esta inmunodeciencia fue una de las primeras
patologías que se trataron mediante terapia génica
con vectores γ-retrovirales, primero en los Naonal
Instutes of Health (NIH) de Estados Unidos (Blaese
et al., 1995; Kohn et al., 1998), y luego en el Hospital
San Raaelle de Milán (Aiu et al., 2002; Bordignon et
al., 1993). Las alternavas que se consideraron para el
tratamiento genéco de esta enfermedad tenían por
objeto la transferencia del gen ADA en los linfocitos
T de los pacientes o en las CMHs. Tras la infusión de
las células corregidas en los pacientes, se observó la
presencia de bajas proporciones de células corregidas
en sangre y modestas evidencias de benecio clínico.
Los mejores resultados se obtuvieron posteriormen-
te por parte del equipo del Dr. A. Aiu en Milán, quien
introdujo modicaciones sustanciales en los ensayos
clínicos anteriores. Como paso previo a la infusión de
las células CD34+ transducidas, este invesgador re-
ró la administración de la proteína ADA recombinante
a los pacientes. Con ello se pretendía forzar la ventaja
proliferava de las células corregidas frente a las no
corregidas. Por otra parte, para facilitar el injerto de
las células infundidas, los pacientes se acondiciona-
ron con un tratamiento submieloablavo de busulfán
(Aiu et al., 2002; Aiu y Roncarolo, 2009).
Desde el punto de vista clínico, este protocolo mos-
tró benecios terapéucos incuesonables en los diez
pacientes a quienes se les aplicó en el primer ensayo
clínico. A los diez años de tratamiento, ocho de los
pacientes mantenían la función de los linfocitos T sin
tratamiento con la proteína ADA recombinante. Es de
destacar que en este protocolo todos los pacientes
tratados estaban vivos, y ninguno de los pacientes
manifestó efectos adversos severos como consecuen-
Figura 1. Modalidades de terapia génica: ex vivo / in vivo. Ex vivo: esquema del protocolo de modicación de cé-
lulas hematopoyécas mediante vectores gamma-retrovirales / lenvirales. In vivo: esquema de inyección directa
de vectores adenoasociados a músculo esqueléco
Fuente: Elaboración propia.
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Crisna Fillat, Marcela del Río, Lucía Marnez-Santamaría y Juan A. Bueren
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cia de fenómenos de mutagénesis insercional. A día
de hoy se han tratado más de 40 pacientes con este
protocolo, siendo la supervivencia del 100% y la e-
cacia terapéuca del 75%. Este protocolo constuye
uno de los ejemplos más representavos de la ecacia
y seguridad asociada a procedimientos de terapia gé-
nica ex vivo. En virtud de los resultados obtenidos, el
medicamento consistente en células CD34+ transduci-
das con el vector γ-retroviral ulizado en este ensayo
recibió en 2016 la autorización de la Agencia Europea
del Medicamento para ser registrado como medica-
mento de uso clínico en Europa, bajo la denominación
de Strimvelis (Aiu, Roncarolo y Naldini, 2017).
Inmunodeciencia severa combinada X1-SCID. La
inmunodeciencia X1-SCID representa aproximada-
mente la mitad de todas las inmunodeciencias seve-
ras combinadas y está asociada a un defecto en la ca-
dena gc, una proteína que forma parte de numerosos
receptores de interleuquinas.
La terapia génica de estos pacientes se inició en el
Hospital Necker de París, por parte de los Drs. Fischer y
Cavazzana, mediante la transferencia del gen terapéu-
co a células CD34+, ulizando vectores γ-retrovirales. En
este caso, la infusión se realizó sobre pacientes que no
habían recibido acondicionamiento alguno. En los dos
primeros pacientes que se trataron se consiguió restau-
rar tanto el número como la función de las células B, T
y NK (Cavazzana-Calvo et al., 2000). Estos resultados se
conrmaron en cinco nuevos pacientes tratados en el
mismo centro (Hacein-Bey-Abina et al., 2002) y en otros
cuatro pacientes tratados por B. Gaspar y A. Thrasher en
Londres (Gaspar et al., 2004). A parr del segundo año
de tratamiento, no obstante, seis de los veinte pacientes
X1-SCID que fueron infundidos con células transducidas
con los vectores γ-retrovirales desarrollaron leucemias
linfocícas, si bien cinco de ellos respondieron sasfac-
toriamente al tratamiento antumoral.
La inmunodeciencia X1-SCID y los avances en la se-
guridad de la terapia génica. En los pacientes X1-SCID
que desarrollaron leucemia linfocíca se observó que
una gran proporción de las inserciones del vector tera-
péuco tuvieron lugar en regiones próximas o dentro
de genes de las células diana. De hecho, se observó
que con alta frecuencia la inserción del vector tera-
péuco ocurría junto al oncogén LMO2, implicado en
leucemias linfocícas (Hacein-Bey-Abina et al., 2003).
Con objeto de minimizar el riesgo de transacvar on-
cogenes por la inserción de vectores terapéucos,
se desarrollaron nuevos vectores γ-retrovirales en
los cuales las regiones LTR se habían inacvado a se-
mejanza de los realizados en los vectores lenvirales
autoinacvados. Con este vector ninguno de los más
de diez pacientes tratados ha desarrollado reacciones
adversas asociadas a la inserción del vector (Hecein-
Bey-Abina et al., 2014).
Granulomatosis crónica. La granulomatosis crónica
constuye otra inmunodeciencia que ha sido tratada
mediante terapia génica. Esta enfermedad se caracte-
riza por una respuesta inecaz de las células fagocí-
cas para generar anión superóxido, lo que se manies-
ta mediante un síndrome recurrente de infecciones y
formación de granulomas.
Los estudios clínicos realizados por el Dr. Manuel
Grez en Frankfurt sobre pacientes con mutaciones en
el gen pg91 phox y basados en la infusión de células
CD34+ transducidas con vectores γ-retrovirales en dos
pacientes adultos que recibieron acondicionamiento
mieloablavo también mostraron mejorías clínicas,
pues los pacientes tratados en estos estudios genera-
ron células fagocícas con acvidad NADPH funcional
(O et al., 2006). A pesar de ello, y tal como ocurrió
en el caso de la inmunodeciencia X1-SCID, también
se observaron fenómenos de oncogénesis insercional
que promovieron una reconstución oligoclonal de
los pacientes a parr de los clones en los que se había
producido la transacvación de oncogenes tales como
MDS-EVI1 (Stein et al., 2010). Como consecuencia de
ello, estos ensayos clínicos se detuvieron hasta el desa-
rrollo de nuevos vectores. Recientemente se ha puesto
en marcha un ensayo clínico en donde el gen GP91 está
insertado en un vector lenviral autoinacvado, que
está demostrando evidencias de injerto estable con
células que han recuperado la función fagocíca, con
clara mejoría clínica y ausencia de genotoxicidad.
β-Talasemia. En el año 2010 la Dra. Marina Cavaz-
zana publicó los resultados del primer paciente con
b-talasemia que fue tratado con células CD34+ que
se transdujeron con un vector lenviral que confería
expresión especíca del gen de la globina-b en células
de la serie eritroide. Tras un acondicionamiento mie-
loablavo, los pacientes se infundieron con las células
transducidas. Progresivamente a lo largo del empo
se observó el incremento de la población de células
eritroides portadoras del gen terapéuco (Cavazzana-
Calvo et al., 2010).
Durante un empo, se observó la predominancia de
células que provenían de un clon celular en donde el
vector lenviral se había integrado en un microARN
(Let-7), produciendo su inacvación y con ello la so-
bre-expresión de uno de sus genes diana (HMGA2),
implicado en crecimiento celular. Afortunadamente,
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tras un periodo de predominancia clonal benigna, la
hematopoyesis del paciente retornó a un patrón poli-
clonal, disminuyendo los riesgos de progresión malig-
na. Nuevos pacientes han sido tratados con este po
de vectores tanto en Europa como en Estados Unidos,
sin que por el momento se hayan indicado efectos
adversos severos. Más recientemente la Dra. Giuliana
Ferrari, del Hospital San Raaele, también ha demos-
trado benecio clínico en tres de los cuatro pacientes
tratados con un nuevo vector lenviral.
Síndrome de Wisko-Aldrich. Se trata de un síndro-
me asociado a inmunodeciencia y trombocitopenia.
En el año 2010 el equipo del Dr. C. Klein publicó los
resultados de los dos primeros pacientes tratados con
un vector γ-retroviral portador del gen de Wisko-
Aldrich. Estos pacientes mostraron una mejoría clínica
evidente, resolviéndose los problemas hemorrágicos,
eccema, autoinmunidad y predisposición a infeccio-
nes severas (Boztug et al., 2010). El benecio terapéu-
co observado en este ensayo se conrmó en un estu-
dio posterior (Braun et al., 2014). No obstante, como
ocurrió en el tratamiento de pacientes X1-SCID con
vectores γ-retrovirales, progresivamente se observó
la aparición de leucemias mieloides y linfoides en sie-
te de los diez pacientes tratados como consecuencia
de fenómenos de genotoxicidad.
En virtud de estos fenómenos de oncogénesis inser-
cional, el Dr. A. Aiu inició un ensayo clínico con vecto-
res lenvirales en pacientes con Wisko-Aldrich. En la
actualidad se han publicado los resultados obtenidos
en tres pacientes, en los que además de demostrar la
recuperación en el recuento de plaquetas y el rescate
de la inmunodeciencia, también se demuestra que
el patrón de reconstución hematopoyéca de los
pacientes fue policlonal, sin que por el momento se
hayan generado efectos adversos en ninguno de los
pacientes tratados (Aiu et al., 2013).
Adrenoleucodistroa y leucodistroa metacromá-
ca. La transducción de células madre hematopoyécas
se ha ulizado no solo para la corrección de enferme-
dades de este sistema, sino también para el tratamien-
to de otras patologías, tales como diferentes leucodis-
troas. En estos casos, el objevo clínico perseguido es
el de hacer llegar la proteína decitaria en el paciente a
los tejidos crícos, tal como es el sistema nervioso, en
estas patologías. Puesto que estas dos leucodistroas
se habían tratado anteriormente mediante trasplante
alogénico de CMHs, se pensó que la infusión de CMH
autólogas que sobre-expresaran la proteína decitaria
en el paciente podría también restaurar o al menos de-
tener la progresión de la enfermedad.
La X-adrenoleucodistroa cursa con una desmielini-
zación severa en el cerebro que se produce como con-
secuencia de la deciencia en la proteína ALD en los
oligodendrocitos y microglía. En el ensayo clínico reali-
zado por la Dra. N. Carer las células CMHs se transdu-
jeron con vectores lenvirales portadores del gen de la
ALD y posteriormente se reinfundieron en los pacientes
tras un acondicionamiento mieloablavo para facilitar
la reconstución a parr de las CMHs transducidas. Los
resultados que se presentaron en dos pacientes de-
mostraron por primera vez que era posible detener el
proceso de desmielinización en estos pacientes, de ma-
nera análoga a como se había mostrado en pacientes
somedos a trasplante alogénico de CMHs, pero sin las
complicaciones clínicas asociadas a un trasplante alo-
génico (Carer et al., 2009).
Posteriormente, los Drs. A. Bi y L. Naldini también
obtuvieron resultados posivos en un ensayo en tres pa-
cientes asintomácos con leucodstroa metacromáca,
originada por una deciencia en el gen de la arilsulfatasa
A (ARSA). Como en el caso de la ALD, en los tres pacien-
tes tratados en este ensayo se observó un detenimiento
en el progreso de la enfermedad, sin que se manifesta-
ran efectos adversos colaterales (Bi et al., 2013).
Próximos ensayos clínicos de enfermedades mono-
génicas del sistema hematopoyéco. La seguridad y
ecacia clínica observada en los ensayos clínicos de
terapia génica ha promovido el desarrollo de nuevos
vectores que permitan la puesta en marcha de nuevos
ensayos clínicos para el tratamiento génico de otros
síndromes que afectan a células del sistema hema-
topoyéco. Así, la Unidad 710 del CIBERER (CIEMAT/
IIS Fundación Jiménez Díaz) ha desarrollado nuevos
vectores lenvirales para el tratamiento de tres gra-
ves patologías que cursan con anemia aplásica (ane-
mia de Fanconi), anemia macrocíca (deciencia en
piruvato quinasa) e inmunodeciencia (deciencia
de adhesión leucocitaria de po I). La anemia de Fan-
coni (AF) se caracteriza principalmente por fallo de
médula ósea y predisposición a cáncer. Los ensayos
clínicos realizados en Cincinna por el equipo del
Dr. D. Williams con vectores γ-retrovirales no gene-
raron benecios terapéucos en los pacientes (Kelly
et al., 2007). En virtud de ello, nuestro equipo de in-
vesgación ha venido trabajando en el desarrollo de
nuevos vectores lenvirales, más ecaces y seguros,
que abren nuevas expectavas para el tratamiento de
pacientes con anemia de Fanconi del subpo A, que
afecta al 80% de los pacientes españoles con AF (Adair
et al., 2016; Gonzalez-Murillo et al., 2010; Tolar et al.,
2012). En virtud de los estudios preclínicos realizados,
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Crisna Fillat, Marcela del Río, Lucía Marnez-Santamaría y Juan A. Bueren
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la Comisión Europea y la Food and Drug Administra-
on (FDA) americana designaron el vector desarrolla-
do por nuestro equipo como un nuevo medicamento
huérfano para el tratamiento de pacientes con ane-
mia de Fanconi. Asimismo, la Agencia Española del
Medicamento aprobó en 2013 el protocolo de terapia
génica en España, el cual ha recibido nanciación del
Ministerio de Sanidad y de la Comisión Europea para
su puesta en marcha en España y en otros países eu-
ropeos. Resultados muy recientes han mostrado que
la transducción de CMHs de pacientes AF con nuestro
vector lenviral son capaces de reconstuir el sistema
hematopoyéco de ratones inmunodecientes (Río
et al., 2017), lo que abre nuevas esperanzas a que la
terapia génica sea un tratamiento ecaz y poco tóxico
para pacientes con anemia de Fanconi.
En el caso de la anemia producida por décit en
piruvato quinasa eritrocitaria, los estudios preclíni-
cos ya realizados con este vector muestran no solo su
ecacia terapéuca sino también su seguridad (Gar-
cía-Gómez et al., 2016; Meza et al., 2009), por lo que
conamos en dar comienzo a los estudios clínicos en
los próximos años. En esta línea de trabajo, la Agen-
cia Europea del Medicamento y la FDA han designado
también al vector lenviral desarrollado por esa Uni-
dad CIBERER como medicamento huérfano.
Una tercera enfermedad en la que venimos traba-
jando en esta Unidad CIBERER es la inmunodeciencia
conocida como deciencia de adhesión leucocitaria de
po I (LAD-1). Como en los casos anteriores los estudios
preclínicos realizados con el vector lenviral construi-
do por nuestro laboratorio han mostrado evidencias
de ecacia terapéuca (León-Rico et al., 2016), lo que
ha facilitado también la designación de medicamento
huérfano por las agencias europea y americana. Con-
amos en que el uso de este vector lenviral portador
del gen CD18, deciente en los pacientes con LAD-1,
nos permita próximamente iniciar el tratamiento de
pacientes con esta grave inmunodeciencia.
TERAPIA GÉNICA IN VIVO DE ENFERMEDADES RARAS:
TEJIDOS DIANA
La rena. Probablemente los ensayos clínicos de-
sarrollados hasta ahora para enfermedades de dege-
neración de la rena se pueden considerar uno de los
mayores logros de terapia génica in vivo con vectores
adenoasociados. La amaurosis congénita de Leber
(ACL) fue la primera enfermedad de este grupo que
entró en protocolos de terapia génica. Se trata de una
enfermedad genéca para la que se han descrito hasta
14 genes cuyas mutaciones dan lugar a diferentes sub-
pos de la enfermedad. Para el subpo que cursa con
mutaciones en el gen RPE65 (renal pigment epithe-
lium-specic 65 KDa protein) tres grupos, uno en Rei-
no Unido y dos en Estados Unidos, iniciaron ensayos
de terapia génica en 2007 (Bainbridge et al., 2008;
Hauswirth et al., 2008; Maguire et al., 2008). Estos
estudios demostraron la seguridad del tratamiento,
con una respuesta inmune frente al virus o al transgén
mínima, probablemente por ser el ojo un lugar inmu-
noprivilegiado. Se han publicado respuestas parciales
en algunas de las funciones estudiadas y las mejoras
se han mantenido a lo largo de varios años. La read-
ministración en el segundo ojo de un mismo paciente
no ha dado lugar a ningún efecto adverso y en cambio
sí ha permido mejorar la visión (Bene et al., 2012).
La agencia americana FDA ha aprobado la terapia gé-
nica para ACL, que sería el primer tratamiento de tera-
pia génica para una enfermedad genéca hereditaria
aprobado en Estados Unidos.
El grupo de enfermedades con alteraciones en la
visión es muy amplio y se están iniciando ensayos clí-
nicos en nuevas enfermedades, como la degeneración
macular asociada a la edad (NCT01024998), el síndro-
me de Usher po B (NCT01505062) o la enfermedad
de Stargardt (NCT01367444), esta úlma mediante el
uso de vectores lenvirales.
El hígado. Entre las enfermedades raras cuyo órga-
no diana para la expresión del transgén es el hígado,
destacamos dos. En primer lugar, la hemolia B, una
enfermedad causada por mutaciones en el factor IX de
la coagulación de la sangre, para la que se realizaron
ensayos clínicos tras la administración endovenosa de
un vector adenoasociado seropo 2 que expresaba el
factor IX. En uno de los sujetos tratados se observaron
signos de ecacia con una dosis de factor circulante
entre el 10 y el 12 por ciento de un individuo normal.
Sin embargo, el factor persisó únicamente a lo largo
de diez semanas como consecuencia de la destrucción
de las células hepácas transducidas por linfocitos T
acvados frente a pépdos de la cápside del AAV. Es-
tos datos, que no se habían visto antes en modelos
animales, demuestran las diferencias existentes entre
especies con relación a la presentación angénica y re-
acvidad de las células T (Mingozzi y High, 2011). Pos-
teriormente, con virus AAV seropo 8 más opmizados
se desarrollaron nuevos ensayos clínicos para hemolia
B. Se ulizaron dosis bajas del vector y aun así pudieron
observarse valores de entre el 3 y el 11 por ciento del
factor IX circulante, y los pequeños efectos adversos
observados pudieron ser controlados mediante trata-
miento puntual de glucocorcodes.
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Terapias avanzadas en enfermedades raras
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Otra de las enfermedades para las que el hígado
es el órgano diana es la porria aguda intermitente,
cuyas alteraciones son debidas a mutaciones en el
gen de la porfobilinógeno deaminasa. Liderado por
un grupo español del Centro de Invesgación Médi-
ca Aplicada (CIMA) de Navarra, se ha llevado a cabo
un ensayo clínico fase 1 con un vector AAV, seropo
5 que expresa de forma hepatoespecíca la porfobi-
linógeno deaminasa (NCT02082860), mostrando se-
guridad del tratamiento, si bien a las dosis ulizadas
no se observó una corrección del defecto metabólico.
El músculo esqueléco. Este tejido, en parte como
consecuencia de su facilidad de acceso, es altamen-
te atracvo para la aplicación de terapias, no solo
de enfermedades musculares sino también de en-
fermedades cuya proteína sea secretada fácilmente.
Destacamos el tratamiento de la deciencia familiar
de lipoproteinlipasa, un trastorno genéco debido a
mutaciones en el gen de la lipoproteinlipasa que con-
lleva defectos en la degradación de la grasa con ni-
veles altos de triglicéridos y pancreas recurrentes.
El tratamiento intramuscular con AAV seropo 1 que
expresa el gen de la lipoprotein lipasa consigue redu-
cir el número de episodios de pancreas. El produc-
to AAV2/1-LPL, conocido con el nombre de Glybera,
fue aprobado para su comercialización por parte de la
Comisión Europea en noviembre de 2012, convirén-
dose así en el primer medicamento de terapia génica
en el mercado.
Próximos ensayos clínicos de enfermedades mono-
génicas mediante estrategias in vivo. Entre las enfer-
medades para las que se prevé el inicio de ensayos
clínicos, destacamos la mucopolisacaridosis po III A
o síndrome de Sanlippo A. Es una enfermedad meta-
bólica debida a mutaciones en el gen de la sulfamida-
sa que cursa con importante alteraciones somácas
y neurológicas. A raíz de los estudios preclínicos del
grupo de la Dra. Bosch en el CBATEG Universidad Au-
tónoma de Barcelona (Haurigot et al., 2013), la Comi-
sión Europea ha designado el vector adenoasociado
que conene el gen de la sulfamidasa humana como
medicamento huérfano. En colaboración con Labora-
torios Esteve el proyecto de Sanlippo A ha entrado
en fase clínica recientemente.
Como resultado del trabajo liderado por grupos es-
pañoles, también han recibido la designación de me-
dicamentos huérfanos los vectores adenoasociados
que conenen el gen de la mina fosoforilasa para el
tratamiento de la enfermedad de MNGIE, tomando
como base los estudios preclínicos de los Dres. Mar-
y Barquinero (Torres-Torronteras et al., 2014) y el
vector adenoasociado portador del gen de la alanina
glioxilato aminotransferasa para el tratamiento de la
hyperoxaluria primaria po 1, liderado por el Dr. Sali-
do (Salido et al., 2011).
INGENIERÍA DE TEJIDOS
Dentro del ámbito de la medicina regenerava, la in-
geniería de tejidos (IT) es un campo emergente y muy
dinámico de carácter muldisciplinar que combina la
invesgación básica y la clínica con el objevo de de-
sarrollar sustutos biológicos para reemplazar in vivo
tejidos y órganos dañados a causa de enfermedades,
lesiones y anomalías congénitas, además de esmular
la capacidad regenerava intrínseca del organismo.
Los tres elementos clave de la IT son las células,
la matriz o andamiaje empleado y los morfógenos
o factores de crecimiento (Atala, 2007), que han de
combinarse adecuadamente para reproducir una es-
tructura tridimensional que sea morfológica y funcio-
nalmente similar al tejido u órgano que desee reem-
plazar y en la cual sea posible el mantenimiento y la
diferenciación de los diversos pos celulares hacia el
fenopo correcto. La dicultad de recrear andamia-
jes tridimensionales complejos capaces de albergar
disntos pos celulares ha llevado al desarrollo de
técnicas de re-celularización de “esqueletos” de ór-
ganos previamente descelularizados como es el caso
de la tráquea o de órganos complejos como el cora-
zón y el hígado (Song y O, 2011). Otros abordajes
novedosos que están permiendo el desarrollo de
estructuras tridimensionales complejas son las técni-
cas de bioprinng, que se basan en las tecnologías
de impresión en 3D, haciendo posible la generación
de estructuras sulares tridimensionales y dando lu-
gar a mini-órganos completos (Bajaj, Schweller, Kha-
demhosseini, West y Bashir, 2014).
La piel como sistema modelo. La piel, el órgano
externo que nos protege del medio ambiente, está
formada por dos comparmentos, la epidermis y la
dermis. La epidermis es un epitelio estracado y
queranizado, dotado de una gran capacidad regene-
rava esencial en el que el principal po celular es el
queranocito. Por debajo se encuentra la dermis, un
tejido conecvo especializado, poblado fundamental-
mente por broblastos, células de origen mesenqui-
mal productoras de matriz extracelular. La regenera-
ción connua de la epidermis ene lugar a expensas
de la proliferación de una subpoblación del estrato
basal, las células madre de la epidermis (CMEs). La
comprensión de la biología fundamental de las CMEs
y de los mecanismos que rigen su mulpotencialidad
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Crisna Fillat, Marcela del Río, Lucía Marnez-Santamaría y Juan A. Bueren
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es clave para el éxito de estrategias terapéucas basa-
das en IT, terapia génica o terapia celular en el campo
de la medicina regenerava cutánea.
La IT cutánea surgió movada principalmente por
la necesidad críca de dar cobertura permanente a
grandes quemados, y posteriormente se ha emplea-
do también en el tratamiento de úlceras crónicas. La
posibilidad de fabricar in vitro grandes candades de
epitelio culvado a parr de una pequeña muestra
de piel del paciente revolucionó la terapéuca de los
grandes quemados. Si bien la piel fue el primer órgano
producido mediante técnicas de IT, el campo de la IT
cutánea ha evolucionado verginosamente en las úl-
mas décadas, permiendo importantes avances en el
campo de la regeneración cutánea. En sus inicios, se
emplearon culvos 2D (una monocapa de querano-
citos) y posteriormente se han ido desarrollando nue-
vos sistemas de culvo celular organopicos basados
en el uso de biomateriales que tratan de mimezar
la dermis humana. Como resultado, una amplia va-
riedad de sustutos cutáneos bioingenierizados, más
o menos complejos, se encuentran actualmente dis-
ponibles en el mercado (Ehrenreich y Ruszczak, 2006)
y han sido empleados con éxito en la clínica para la
regeneración sular permanente en disntas patolo-
gías (Wong, McGrath y Navsaria, 2007). El equivalente
cutáneo ideal debería ser fácil de manipular, resisten-
te y barato, además de ser capaz de recrear la siolo-
gía de la piel y no inducir rechazo inmunológico en el
receptor. Las matrices dérmicas de dichos sustutos
pueden estar compuestas de varios materiales, como
colágeno de origen humano o bovino, proteoglicanos,
ácido hialurónico o polímeros sintécos, entre otros.
Sin embargo, se ha comprobado que los queranoci-
tos crecidos sobre este po de matrices pierden capa-
cidad de expansión. En los úlmos años se ha conse-
guido opmizar este sistema mediante el desarrollo
de una piel bioingenierizada compuesta por quera-
nocitos humanos que proliferan sobre una matriz de
brina en la que se encuentran embebidos broblas-
tos dérmicos humanos vivos. Este sustuto cutáneo
presenta numerosas ventajas frente a los implantes
de láminas epiteliales entre las que destacan la gran
capacidad de expansión del componente epitelial in
vitro y la preservación funcional de las CMEs. Esto es
probablemente debido a que la brina, componente
fundamental de la matriz provisional durante el pro-
ceso siológico de cicatrización, actúa como un fuer-
te inductor de la re-epitelización y la reorganización
del tejido conecvo, eventos fundamentales para la
regeneración cutánea. La brina no solo constuye
un reservorio de diferentes factores sino que además
preserva la potencialidad y funcionalidad de las CMEs,
ya que favorece la adhesión de células indiferencia-
das. Por todo ello, su uso está muy extendido para la
regeneración de piel en casos de pérdidas masivas
de tejido cutáneo (Llames et al., 2004; Llames et al.,
2006) y en otros tejidos como el cardíaco, óseo o car-
laginoso, entre otros.
En ensayos preclínicos, la piel bioingenierizada
puede ser trasplantada a ratones inmunodecientes
de manera que la piel humana regenerada reene
las principales caracteríscas clínicas e histológicas
de la piel humana madura (tanto en el nivel dérmi-
co como en el epidérmico) y persiste durante toda la
vida del animal. Cuando las células provienen de piel
de pacientes, es posible recapitular el fenopo de la
enfermedad en la piel regenerada en el ratón. Dicho
modelo es lo que se conoce como modelo de ratón
humanizado en piel (Río et al., 2002) y ha permido
estudiar la siopatología de diversas patologías cutá-
neas prevalentes y raras, así como ayudar al diseño y
evaluación de estrategias de intervención terapéuca
en el campo de la dermatología (Escámez et al., 2011).
Las invesgaciones en el campo de la IT se unen a los
incesantes avances en el desarrollo de nuevas tecnolo-
gías como el bioprinng y el conocimiento de las poten-
ciales propiedades regeneravas de las células madre
(embrionarias y adultas). De hecho, la generación de
sustutos bioingenierizados a parr de células pluri-
potentes inducidas son también ya una realidad en el
campo de IT cutánea (Guo et al., 2013; Lee et al, 2014).
TERAPIAS AVANZADAS PARA ENFERMEDADES RARAS
DE LA PIEL
Las enfermedades hereditarias raras de piel, tam-
bién conocidas como genodermatosis, representan
una parte relevante de la patología dermatológica y
constuyen cerca del 8% del conjunto de enferme-
dades raras. Actualmente, las bases genécas de al-
rededor de 400 genodermatosis, en su mayoría mo-
nogénicas, han sido dilucidadas, lo cual permite una
clasicación precisa, su diagnósco molecular y, en
buena medida, la comprensión del mecanismo pato-
génico. Sin embargo, en la inmensa mayoría de los ca-
sos no existe tratamiento curavo sino fundamental-
mente paliavo, y a menudo las consecuencias de las
genodermatosis son devastadoras y esgmazantes
para el paciente.
La epidermolisis bullosa (EB) es la primera familia de
genodermatosis cuyo tratamiento ha sido abordado
por terapia génica ex vivo. El tratamiento en 2006 de
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Terapias avanzadas en enfermedades raras
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un paciente con CMEs autólogas modicadas gené-
camente evidenció el potencial terapéuco de esta
estrategia. El conocimiento acumulado desde enton-
ces ha sido clave en el diseño de tratamientos para
otras enfermedades monogénicas de la piel.
La EB es un grupo de enfermedades raras que se ca-
racteriza por la presencia de erosiones y ampollas en
la piel y mucosas, debidas a mutaciones en genes que
codican varias proteínas estructurales responsables
de mantener la adhesión dermo-epidérmica.
Epidermolisis bullosa juntural (EBJ). La EBJ se debe a
mutaciones en los genes que codican para las cade-
nas α3, β3, y γ2 de la laminina 332, la integrina α6β4
o el colágeno XVII. La EBJ fue la primera genoderma-
tosis que se abordó con terapia génica en un estudio
llevado a cabo en Italia por el grupo liderado por los
Dres. Michele de Luca y Fulvio Mavilio. Esta pionera
aproximación terapéuca consisó en el trasplante
de láminas de queranocitos modicados genéca-
mente con vectores retrovirales convencionales para
producir la cadena β3 de la laminina 332 (Mavilio et
al., 2006). Este protocolo mostró benecios terapéu-
cos indiscubles. Es de destacar que, a los doce años
del tratamiento, el paciente connúa expresando la
proteína terapéuca y la piel regenerada sigue mos-
trando una buena resistencia mecánica (Carulli, Con-
n, Rosa, Pellegrini y Luca, 2013; Rosa et al., 2013).
Ulizando el mismo protocolo, una nueva paciente
fue trasplantada en Salzburgo en julio de 2014 por
el grupo del Dr. Bauer en colaboración con el Dr. de
Luca, mostrando una regeneración estable de la úlce-
ra tratada tres meses y medio después del trasplante
(Bauer et al., 2017).
Epidermolisis bullosa distróca (EBD). La EBD está
causada por mutaciones en el gen COL7A1 que codi-
ca el colágeno po VII (C7). El C7, principal compo-
nente de las brillas de anclaje, desempeña un papel
críco en la adhesión dermo-epidérmica y por tanto
en el mantenimiento de la integridad cutánea. Los en-
foques terapéucos para EBD se centran en la restau-
ración de la expresión o la reposición del C7 mediante
abordajes de terapia génica ex vivo, terapia celular e
ingeniería sular (gura 2). Si bien los queranocitos
son la fuente natural y mayoritaria de C7, los bro-
blastos dérmicos, aunque en menor grado, son igual-
mente capaces de secretar esta proteína. Por tanto, se
está valorando la oportunidad de ulizar estrategias
de terapia celular basadas en la administración local
de broblastos alogénicos (células con mejor toleran-
cia inmunológica que los queranocitos) (Petrof, Mar-
nez-Queipo, Mellerio, Kemp y McGrath, 2013; Venu-
gopal et al., 2013). Cabe destacar el ensayo realizado
en Londres por la empresa Intercytex (Eudract 2010-
023121-38) que, si bien obtuvo resultados modestos
en los once pacientes tratados, demostró la posibili-
dad de emplear células de origen mesenquimal como
fuente alternava de C7, así como la ausencia de re-
chazo clínico (Petrof et al., 2013).
En la actualidad se están llevando a cabo varios ensayos
clínicos de terapia génica ex vivo para EBD. En uno de ellos
parcipa la Unidad 714 del CIBERER (UC3M-CIEMAT/IIS
Fundación Jiménez Díaz) y está enmarcado en el proyecto
europeo Genegra. La estrategia se basa en evidencias
preclínicas obtenidas diez años antes por la U714 en co-
laboración con el grupo del Dr. Meneguzzi en un modelo
humanizado de EBD (Gache et al., 2004). Dicha aproxima-
ción consiste en el trasplante de CMEs modicadas gené-
camente asociadas a una matriz dérmica que conene
broblastos. Este equivalente dermo-epidérmico, genera-
do por ingeniería de tejidos, ha obtenido la designación
de medicamento huérfano (EU/3/09/630) y será emplea-
do en el ensayo europeo liderado por el Dr. Hovnanian
(NCG01874769; Hovnanian, Bodemer y McGrath, 2014).
El otro ensayo, liderado por el Dr. Lane, se está llevando en
la Universidad de Stanford (NCT01263379) y se basa fun-
damentalmente en el mismo concepto. Ambos estudios
están acvos y reclutando pacientes. El grupo americano
ha publicado resultados preliminares prometedores en
un primer grupo de cuatro pacientes tratados (Siprash-
vili et al., 2016) y está reclutando nuevos pacientes para
comenzar un ensayo clínico en fase II. Más recientemen-
te y tras el éxito preclínico del transplante de piel bioin-
genierizada portadora de broblastos transducidos con
un vector lenviral auto-inacvador (Georgiadis et al.,
2016), se ha lanzado el primer ensayo clínico basado en
la administración intradérmica de broblastos autólogos
modicados genécamente para el tratamiento de EBD
recesiva (NCT02493816). En la actualidad está en marcha
un ensayo clínico en fase I/II de terapia génica ex vivo con
broblastos (NCT02810951) en pacientes adultos y en
niños con EBD recesiva. Por otro lado, en el año 2010, y
para sorpresa de parte de la comunidad cienca, se pu-
blicaron los resultados de un estudio clínico para EBD que
ulizó trasplante de medula ósea de hermanos histocom-
pables. El estudio demostró una marcada mejoría clínica
en seis de los siete pacientes enrolados (NCT00478244;
Wagner et al., 2010). Concretamente, se observó de-
pósito de C7 en la unión dermo-epidérmica, así como
persistencia de las células del donante en la piel de los
pacientes. Cabe destacar que, al tratarse de un aborda-
je sistémico, presentaba la ventaja añadida de mejorar
también la fragilidad de epitelios internos. Sin embargo,
el acondicionamiento de los pacientes, así como la inci-
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dencia de enfermedad injerto contra huésped, asociados
al trasplante de médula ósea, cuesonaron su empleo en
EBD. De hecho, en un estudio posterior en veinte pacien-
tes, cinco pacientes fallecieron a causa de complicacio-
nes asociadas al tratamiento (Tolar y Wagner, 2013). No
obstante, estos ensayos fueron un acontecimiento en la
historia del tratamiento de la EBD y han abierto nuevas
e interesantes líneas de invesgación en el campo. Así,
experimentos preclínicos recientes han demostrado que
la población celular de la médula ósea con capacidad re-
generava en EBD es consistente con CMMs (Tamai et
al., 2011). Estos estudios, así como los resultados bene-
ciosos obtenidos en dos pacientes en los que además
se observó una ausencia de efectos adversos relevantes
(Conget et al., 2010), han dado lugar a la puesta en mar-
cha de tres ensayos clínicos. Uno de ellos se está realizan-
do en Japón y consiste en la administración intradérmica
de CMMs derivadas de médula ósea (UMIN000006723).
En cuanto a los otros dos ensayos clínicos, basados en la
administración sistémica de CMMs, se han realizado en
el Reino Unido (SRCTN46615946) y en Egipto. En ambos
casos se ha comprobado una mejoría en la resistencia
cutánea en los pacientes tratados (El-Darou et al., 2016;
Petrof et al., 2015). En la actualidad se encuentran abier-
tos dos nuevos ensayos clínicos que ulizarán CMMs, uno
de ellos en población adulta en Londres (NCT02323789) y
otro en pacientes pediátricos en España (código EudraCT:
2017-000606-37), en el cual parcipa la Unidad 714 del
CIBERER (UC3MCIEMAT/IIS Fundación Jiménez Díaz).
Síndrome de Netherton (SN). El SN está causado por
mutaciones en el gen SPINK5 que codica la proteína LE-
KTI, clave en el mantenimiento siológico de la función
barrera de la piel. La falta de LEKTI da lugar a infecciones
recurrentes, deshidratación, así como complicaciones ta-
les como bronconeumonía y sepsis. Estos pacientes pre-
sentan mal pronósco con una alta tasa de mortalidad
(10% durante el primer año de vida). Los doctores Li y Qa-
sim están en la fase inicial de un ensayo clínico de terapia
génica ex vivo en el hospital Great Ormond Street de Lon-
dres (NCT01545323). Este ensayo se basa en resultados
preclínicos obtenidos en colaboración con la U714, en los
que se demostró que la transferencia del gen terapéu-
co a las CMEs mediante vectores lenvirales era capaz de
restablecer un estrato córneo funcional (Di et al., 2011).
Figura 2. Terapias avanzadas para la epidermolisis bullosa distróca (EBD). Esquema de las diferentes estrategias
terapéucas en desarrollo
Fuente: Elaboración propia.
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Terapias avanzadas en enfermedades raras
12
a467
Paquioniquia congénita (PC). A diferencia de las ge-
nodermatosis comentadas anteriormente, que enen
una herencia autosómica recesiva, la PC es un desor-
den de la queranización que presenta una herencia
autosómica dominante. La enfermedad se caracteriza
por la aparición de queratodermia palmoplantar su-
mamente dolorosa e incapacitante para los pacientes.
La PC está causada por mutaciones en los genes que
codican para las keranas K6, K16 y K17. El grupo
del Dr. Kaspar en EEUU diseñó un siARN (small in-
terfering ARN/ARN de interferencia) capaz de anular
especícamente la función del gen mutado (terapia
génica de supresión) sin alterar el producto del ale-
lo normal. Este equipo demostró además la viabili-
dad de la estrategia en estudios in vitro (Hickerson et
al., 2008). En 2008 se llevó a cabo un ensayo clínico
empleando siARN como tratamiento in vivo de la PC
(NCT00716014), siendo el primer protocolo que u-
lizó esta tecnología en humanos. Este ensayo de fase
Ib se realizó en una única paciente y demostró, por
un lado, una clara mejoría clínica pero, por otro, la
necesidad de mejorar el sistema de administración y
su ecacia (Leachman et al., 2010). Un nuevo ensayo
clínico se está preparando en la actualidad en el que
parciparán el Dr. Milstone (Universidad de Yale) y el
Dr. Irvine (Our Lady’s Hospital, Dublín), entre otros.
RETOS Y OPORTUNIDADES
Las terapias avanzadas para el tratamiento de las ER
se encuentran en un momento de expansión. En el caso
concreto de la terapia génica han sido necesarios más
de 20 años entre el primer ensayo clínico y el primer
medicamento comercializado; sin embargo, en pocos
años probablemente tengamos una imagen bien disn-
ta. El número de medicamentos huérfanos basados en
terapias avanzadas y el número de ensayos clínicos en
desarrollo avanza signicavamente cada año.
Por otro lado, es importante señalar las oportuni-
dades que las nuevas tecnologías están aportando al
campo. En este sendo destacamos los avances en
la denominada cirugía o edición genéca que empe-
zaron con la aplicación de las nucleasas de dedos de
zinc (ZFN), las secuencias TALEN, y que actualmen-
te se sirven de la revolución que está suponiendo
el sistema CRISPR/Cas9 para la edición del genoma
(Lombardo y Naldini, 2014). La combinación de esta
tecnología con el empleo de células madre pluripo-
tentes inducidas diferenciadas a la esrpe celular de-
seada abre un gran campo de futuro, todavía hoy en
fase experimental.
En definitiva, pues, estamos ante un escenario
en que las aproximaciones más clásicas en terapias
avanzadas están implantándose en ensayos clíni-
cos, a la vez que irrumpen con fuerza nuevas tec-
nologías que previsiblemente irán a mejorar la se-
guridad y eficacia de estas terapias. Paralelamente
el impulso que las nuevas metodologías en secuen-
ciación del exoma y genoma están aportando a la
identificación de las causas genéticas de enferme-
dades raras amplía el espectro de enfermedades
cuya opción terapéutica contemple tratamientos
de terapias avanzadas.
AGRADECIMIENTOS
Los laboratorios de los autores están nanciados
por: Laboratorio IDIBAPS/CIBERER, Ministerio de Eco-
nomía y Compevidad (BIO2014-57716-C2-2-R),
Instuto de Salud Carlos III (IIS10/00014), Generalitat
de Catalunya (SGR14/248), Fondaon Jerome Lejeu-
ne (FJL14). El trabajo realizado por el grupo del CIE-
MAT/CIBERER/IIS Fundación Jiménez Díaz (UAM) está
nanciado por la Comisión Europea (FP7 HEALTH-
F5-2012-305421, EUROFANCOLEN), Ministerio de
Economía y Compevidad (SAF2012-39834), Fondo
de Invesgaciones Sanitarias, Instuto de Salud Carlos
III (RETICS RD12/0019/0023; PI08/0701), y Dirección
General de Invesgación de la Comunidad de Madrid
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