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Abstract

En este Informe Técnico presentamos un acercamiento a la indagación colaborativa en el contexto del trabajo en red entre establecimientos educacionales, desde una perspectiva teórico-práctica. Primero se revisan fundamentos, principios y valores de la indagación colaborativa y luego se presentan sus principales fases. A continuación, se realiza una breve revisión de dos experiencias para ejemplificar el uso y resultados de esta metodología. Finalmente, se discuten las posibilidades y limitaciones de utilizar la indagación colaborativa para generar aprendizajes en red en el sistema educativo chileno
Mauricio Pino, Álvaro González y Luis Ahumada
LÍDERES EDUCATIVOS
Indagación colaborativa: Elementos teóricos y prácticos para su
uso en redes educativas
Informe Técnico N°4 - 2018
Indagación colaborativa: Elementos teóricos y prácticos para su uso
en redes educativas
Mauricio Pino, Álvaro González y Luis Ahumada.
Informe técnico No. 4
Noviembre 2018.
Para citar este documento:
Pino, M., González, A. y Ahumada, L. (2018). Indagación colaborativa:
Elementos teóricos y prácticos para su uso en redes educativas. Informe
Técnico Nº 4. LIDERES EDUCATIVOS, Centro de Liderazgo para la Mejora
Escolar: Valparaíso, Chile.
Diseño gráco editorial:
Matias Mancilla
ÍNDICE
Introducción
Fundamentos, principios y valores de la indagación colaborativa
Principios y valores de la indagación colaborativa
El ciclo de la indagación colaborativa
Identicación de desafíos comunes
Indagación y acción
Monitoreo y reexión
Dos experiencias de indagación colaborativa en red
Programa de mejoramiento escolar colectivo en red (SIPP) – Escocia
PRETeC: Profesores reexionando por una educación transformadora en ciencias – Chile
Conclusiones: Posibilidades y desafíos para utilizar la indagación colaborativa en redes
escolares chilenas
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LIDERES EDUCATIVOS - INFORME TÉCNICO
Distintas experiencias de trabajo en red alrededor del mundo ofrecen evidencia del
potencial de la indagación colaborativa para el mejoramiento escolar (Katz y Earl, 2010;
Leithwood y Azah, 2016; Muijs, West, y Ainscow, 2010; Rincón-Gallardo y Fullan, 2016).
La indagación colaborativa es especialmente útil para reducir la competencia entre
establecimientos escolares (Ainscow, 2016), impulsar el desarrollo de capacidades
profesionales de los equipos directivos y facilitar la reexión de los docentes1 sobre
sus prácticas pedagógicas, redundando en el mejoramiento de los aprendizajes de sus
estudiantes (Chapman, 2015; Chapman et al. 2016).
Con el propósito de promover un mejoramiento sistémico, en base a la colaboración y
el aprendizaje en red (González, Pino-Yancovic y Ahumada-Figueroa, 2017), es relevante
desarrollar un análisis de las posibilidades y limitaciones de utilizar esta propuesta
metodológica en el sistema educacional chileno, que se ha caracterizado por un
énfasis en la rendición de cuentas en base a evaluaciones externas y por promover la
competencia entre establecimientos educacionales (Bellei y González, 2007; Bellei y
Vanni, 2015; Caviedes, 2011; Torche, 2005; Valenzuela, Bellei y De los Ríos, 2013).
En este Informe Técnico presentamos un acercamiento a la indagación colaborativa
en el contexto del trabajo en red entre establecimientos educacionales, desde una
perspectiva teórico-práctica. Primero se revisan fundamentos, principios y valores de
la indagación colaborativa y luego se presentan sus principales fases. A continuación,
se realiza una breve revisión de dos experiencias para ejemplicar el uso y resultados
de esta metodología. Finalmente, se discuten las posibilidades y limitaciones de utilizar
la indagación colaborativa para generar aprendizajes en red en el sistema educativo
chileno2.
1 En el presente documento se utilizan de manera inclusiva los términos “los profesores”, “los estudiantes” y “los directivos”
para referirse a hombres y mujeres. Esta opción se basa en la convención idiomática de nuestra lengua y tiene por objetivo evitar las
fórmulas “os/as”, “los/las” y otras similares, debido a que implican una saturación gráca que puede dicultar la comprensión de la
lectura.
2 La indagación colaborativa es una metodología de trabajo, pero también puede ser y es utilizada al interior de
establecimientos escolares, no solo en red. No obstante, el foco de este documento es analizar elementos teóricos y prácticos para su
utilización en redes educativas.
1Introducción
4LIDERES EDUCATIVOS - INFORME TÉCNICO
Las políticas educativas que se han implementado en Chile en las últimas décadas, reejan
una tensión e incoherencia. Esta resulta desaante para los actores escolares, puesto
que superponen simultáneamente mecanismos complejos de presión y apoyo (Aziz dos
Santos, 2018). Por un lado, existe un sistema de nanciamiento estructural vía voucher
que opera bajo la competencia por matrícula entre establecimientos escolares, además
de un conjunto de mecanismos de rendición de cuentas a nivel individual, relacionados
al SIMCE, con altas consecuencias para los establecimientos (Falabella, 2016; Flóres,
2013; Parcerisa y Fallabella, 2017; Pino, 2014). Por otro lado, se ha elaborado una Ley de
Inclusión, que busca disminuir la segregación escolar. Asimismo, se ha implementado la
estrategia de Redes de Mejoramiento Escolar (RME), que tienen por propósito promover
la colaboración bajo una lógica de mejoramiento sistémico (Ahumada et al. 2017;
González, Pino y Ahumada, 2017; Zoro, Berkowitz y Uribe, 2017). Recientemente, se está
implementando el Nuevo Sistema de Educación Pública (Ley Nº 21.040), que supone un
cambio estructural del sistema educacional chileno con la conformación de los Servicios
Locales de Educación Pública (SLEP). El principio de funcionamiento de estos también se
fundamenta en la colaboración y el trabajo en red (Ley Nº 21.040, Art. 5. Letra e).
Estas lógicas generan contradicciones en los actores educativos, produciendo fricciones,
en vez de guiar su trabajo (Aziz dos Santos, 2018). Por ello, es relevante explicitar los
fundamentos, valores y principios de la indagación colaborativa, para hacer evidente
cómo esta metodología se distancia de una lógica de presión y puede ser un apoyo para
los establecimientos escolares. De hecho, la indagación colaborativa, en la práctica, suele
ser confundida con la evaluación del desempeño; para dar mayor claridad a la idea de
indagación, es relevante distinguir esta metodología de estrategias que se enfocan en
evaluar el desempeño de estudiantes, profesores y establecimientos escolares (Ainscow,
Dyson, Goldrick y West, 2016; DeLuca et al. 2015).
La evaluación, en esencia, es emitir un juicio respecto a una práctica, estrategia o
resultado. Evaluar implica valorar. Esta valoración puede ser realizada con diferentes
propósitos y metodologías (Greene, 2005; 2006; Segone, 2011; Tarsilla, 2010). En base a
lo anterior, la evaluación del desempeño suele ser un sistema formal que permite medir
el cumplimiento de funciones, responsabilidades y determinar la efectividad en el logro
de metas (Mizala y Romaguera, 2002). Por ejemplo, en el caso de los docentes, suele
involucrar evaluar el saber (conocimientos), el hacer (conductas) y los resultados de este
proceso en los aprendizajes de sus estudiantes (Tejedor, 2012).
La indagación colaborativa, a diferencia de la evaluación, es una modalidad de
investigación colectiva y participativa, focalizada en las prácticas profesionales de
docentes y directivos, cuyo propósito es comprender y mejorar los procesos de enseñanza
y aprendizaje (Ainscow et al. 2016; Carpenter, 2017; Chapman et al. 2016; Emihovich y
Battaglia, 2000). Si bien la evaluación y la indagación colaborativa pueden tener como
n la mejora escolar, en el caso de la indagación colaborativa no se busca evaluar, ni
menos emitir un juicio respecto al desempeño. De hecho, juicios evaluativos entorpecen
los procesos de indagación, dado que suelen paralizar los procesos de reexión y
aprendizaje profundo.
La indagación colaborativa se realiza mediante un proceso cíclico, donde se identican
desafíos compartidos, se realizan acciones como la indagación en conjunto y se reexiona
sobre los resultados de estas acciones (DeLuca et al. 2015; Nelson et al. 2010). Para realizar
una adecuada indagación, se debe tener la apertura necesaria para aprender con otros.
A continuación, se discuten un conjunto de principios y valores que dan sentido a esta
metodología y permiten que sea realizada adecuadamente.
2Fundamentos, principios y valores
de la indagación colaborativa
5
LIDERES EDUCATIVOS - INFORME TÉCNICO
Principios y valores de la indagación colaborativa
Al igual que la investigación acción, la indagación colaborativa es un proceso cíclico y en
constante desarrollo. Privilegia la construcción de conocimientos situados y conducidos
por parte de los propios agentes educativos. Se valora la intuición y juicios de los docentes
y directivos para producir información a n de reexionar sobre la misma (Noke, 1995).
Es muy relevante que las preguntas que movilizan la indagación colaborativa sean
generadas por los propios participantes, de modo de garantizar que sean sus intereses
los que primen en este proceso de investigación (Anderson y Herr, 2007). Por ello, esta
metodología exige que quienes asumen roles de acompañamiento y apoyo valoren el
conocimiento de los profesores y directivos, para que este proceso permita el desarrollo
de sus aprendizajes profesionales (Ainscow et al. 2016).
La indagación colaborativa supone que el conocimiento generado sobre las prácticas
educativas es siempre parcial, y aun cuando resulte temporalmente acertado, será
incompleto y sujeto a revisión. En este sentido, un valor clave de esta metodología
es considerar la práctica de los profesores y directivos como un asunto público que
se puede mejorar (Ainscow et al. 2016). Ello implica que no existe una “receta” para
enfrentar los desafíos que deben encarar los establecimientos educativos, sino que son
los propios docentes y directivos, en conjunto con investigadores y facilitadores, quienes
encuentran las respuestas para las problemáticas que se proponen resolver.
Para realizar un ciclo de indagación colaborativa se requieren dos condiciones
elementales: (i) un compromiso a trabajar en conjunto entre diferentes personas y (ii)
un involucramiento de estas personas con el propósito por el cual están colaborando.
Ambas condiciones apuntan a que la indagación colaborativa debe ser entendida como
un proceso gradual, que se desarrolla cotidianamente en el acto de trabajar en conjunto.
Al respecto, Chapman y colegas (2016) plantean una serie de principios que se deben
considerar para realizar una indagación colaborativa exitosa:
Asumir riesgos: Quienes se embarcan en esta metodología están dispuestos a realizar acciones que no
tienen un resultado exitoso garantizado. La idea es aprender del error y del éxito. Atreverse a innovar con
nuevas estrategias y valorar la revisión de nuestras prácticas por otros.
Utilizar datos para informar y comprender la práctica: Se valoran los datos y su sistematización
como una fuente importante de información para el análisis y reexión. Esto supone que estos datos se
pueden producir de manera colectiva y que existe interés en invertir tiempo para recolectarlos y analizarlos.
Construir relaciones positivas: La indagación colaborativa se realiza a través de un conjunto de pasos y
estrategias, pero es fundamentalmente un proceso social, que depende de las relaciones que existen entre
los participantes. La conanza, el respeto por el otro y la escucha activa, son muy relevantes para que este
proceso sea exitoso. Por ello, la indagación colaborativa requiere de una dedicación especial de tiempo.
Oportunidades de liderazgo profesional para sus participantes: El propósito de la indagación debe
involucrar a sus participantes. Se debe visualizar especialmente, cómo este proceso será útil para el proceso
de enseñanza aprendizaje y para el propio desarrollo profesional de los involucrados. Por ello, es relevante
que sea liderado por diferentes personas. La indagación colaborativa supone desarrollar un liderazgo
distribuido donde se lleva a cabo un trabajo conjunto.
Considerando estos principios y valores, a continuación, se describe una propuesta para
desplegar un ciclo de indagación colaborativa.
2.1
6LIDERES EDUCATIVOS - INFORME TÉCNICO
Hay diferentes propuestas para desarrollar un proceso de indagación colaborativa.
DeLuca y colegas (2015), a partir de un meta-análisis de más de 60 publicaciones
sobre esta metodología, concluyen que existe un acuerdo en la comunidad académica
respecto a que éste es un proceso cíclico y que se fundamenta en una perspectiva socio-
construccionista sobre el aprendizaje. Es decir, quienes estudian y proponen desarrollar
ciclos de indagación colaborativa, consideran que los aprendizajes y el conocimiento
se construyen de manera colectiva en base a la experiencia. Además, identican tres
características centrales redundantes en la literatura:
El movimiento entre cada una de estas fases permite generar procesos continuos de
innovación y mejoramiento de las prácticas profesionales. A continuación, se presenta
una imagen para representar las fases. Para facilitar la implementación de este ciclo, se
identican diferentes etapas al interior de cada una de ellas y luego se describe en qué
consisten.
3El ciclo de la indagación
colaborativa
Figura 1: Fases del ciclo de indagación colaborativa elaborado por el equipo Comunidades
Aprendizaje en Red (CAR), de CIAE-LIDERES EDUCATIVOS (adaptado de DeLuca et al. 2015).
Identificación
áreas de mejora
Proyección
Conocimiento
compartido
Análisis
Identificación de
evidencia o
acción
Producción de
información o
acción
Recolección
de evidencia
adicional
Identificación
desafíos
comunes
Construcción
pregunta de
indagación
M
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1 2 3
Identicación de
desafíos comunes Indagación y
acción Monitoreo y
reexión
7
LIDERES EDUCATIVOS - INFORME TÉCNICO
CONSTRUCCIÓN DE
PREGUNTAS DE INDAGACIÓN
IDENTIFICACIÓN DE
DESAFÍOS COMUNES
IDENTIFICACIÓN DE
ÁREAS DE MEJORA
Identificación de desafíos comunes
IDENTIFICACIÓN DE ÁREAS DE MEJORA:
La primera fase del ciclo involucra generar un diálogo entre los participantes, donde
se explicitan valores y creencias sobre un área de mejora. Lo anterior, para realizar
una indagación vinculada a las metas de aprendizaje, prácticas instruccionales y
los aprendizajes de todos los estudiantes. Es esencial que el foco de indagación sea
compartido y relevante para todos los participantes. Holmlund y colegas (2010)
argumentan que la disposición de los profesores y directivos a involucrarse en
conversaciones es crucial para desarrollar un ciclo de indagación colaborativa. Por ello,
docentes y directivos deben ser “sujetos activos de la indagación y no ser “objetos de
la indagación.
Los desafíos comunes deben tener presente el núcleo pedagógico (Elmore, 2010), es decir
la relación entre: a) Los conocimientos que deben aprender los estudiantes (currículum);
b) Las capacidades y prácticas pedagógicas de los docentes para la enseñanza; y c) El
interés de los estudiantes por aprender un contenido. Al centro de este núcleo están
las actividades de aprendizaje (tareas) que articulan tanto a los conocimientos, como a
docentes y estudiantes.
Para facilitar y focalizar este trabajo, recomendamos utilizar las Áreas de Procesos de
los Planes de Mejoramiento Escolar (MINEDUC, 2017), que se relacionan al núcleo
pedagógico (Gestión Pedagógica y Liderazgo Escolar) y seleccionar una dimensión
donde docentes y directivos puedan generar una indagación para la acción, como:
Gestión curricular; Enseñanza y Aprendizaje en el Aula; Apoyo al desarrollo de los
estudiantes; Liderazgo del director; Planicación y gestión de resultados.
Tras haber seleccionado algunas de estas áreas y dimensiones, se puede realizar una
reexión y negociación entre los participantes de una red, en torno a qué razones podrían
existir para generar una indagación en alguna de estas áreas. En esta fase se explicitan
los valores y las creencias sobre las áreas y dimensiones prioritarias. También se pueden
seleccionar diferentes dimensiones y luego negociar cuál es la más importante para
comenzar a realizar el trabajo en conjunto. En este momento es muy relevante que los
involucrados puedan vincular los desafíos que enfrentan en sus establecimientos con
una dimensión común, para centrar su trabajo en una problemática compartida.
IDENTIFICACIÓN DE DESAFÍOS COMUNES:
Para identicar desafíos comunes, Holmlund y colegas (2010) distinguen cómo las
conversaciones deben comenzar como un diálogo, para luego transformarse en una
discusión (que involucra negociar y desaar nuestras creencias).
Un diálogo ocurre cuando las personas tratan de entender los signicados e ideas de
los demás sobre alguna situación en particular. Este es un proceso activo, en donde se
espera que se hagan preguntas para comprender la perspectiva de los otros y se eviten
los juicios. La discusión se puede generar después del diálogo, donde los participantes
se comprometen con una idea, toman una posición sobre un tema y con ello tratan de
inuenciar a otros para que consideren que su planteamiento es relevante a la hora de
indagar.
Cuando el grupo que va a realizar este ciclo de indagación es nuevo, se recomienda
que participen facilitadores externos que puedan guiar la conversación. Las discusiones
3.1
8LIDERES EDUCATIVOS - INFORME TÉCNICO
pueden generar conictos, por lo que es importante tomar estos desacuerdos como
un desafío intelectual, no como un problema personal, de modo de poder negociar y
encontrar puntos en común.
Una red escolar se sostiene por propósitos claros y compartidos, por ello es clave que
quienes participan de una indagación colaborativa se comprometan con los desafíos
identicados, de manera que se involucren activamente en el trabajo en red. Este trabajo
inicial toma tiempo y energía, pero la evidencia indica que permite que la indagación
resulte valiosa y útil para sus participantes (Ainscow, 2018; Chapman et al. 2016).
Este proceso también se inicia a partir de inquietudes de los participantes, que
luego se van articulando en una dimensión de mejora. Es decir, se sugiere comenzar
comentando cuáles son los desafíos que los participantes ya están enfrentando en sus
establecimientos, generar un diálogo y discusión sobre estos desafíos, luego identicar
alguna dimensión que aúne a los participantes en torno al núcleo pedagógico y con ello
acordar el área donde se realizará el trabajo. Lo esencial de este proceso es centralizar
la diversidad de intereses en una dimensión bastante concreta, explicitando un desafío
común que haga evidente que como red se va a realizar un trabajo colectivo donde se
conectan distintos intereses.
CONSTRUCCIÓN DE PREGUNTAS DE INDAGACIÓN:
Esta es la etapa de mayor desafío intelectual. Incluso para investigadores experimentados
es difícil crear buenas preguntas de indagación. Por ello, para evitar que este proceso
sea demasiado tedioso, se recomienda ir iterando entre los participantes distintas
preguntas, a modo de lluvia de ideas. Esto permitirá ir avanzando en el objetivo de
perlar mejor qué es lo que se desea saber sobre el desafío que se ha identicado. Una
primera sugerencia durante esta etapa es evitar realizar preguntas que “solucionen” el
desafío. La pregunta de indagación debe generar una activación para indagar, bajo el
supuesto de que no tenemos la respuesta a la pregunta de indagación. Esta etapa es
fundamental, pues el objetivo del proceso es comprender un fenómeno educativo para
hacer acciones que permitan mejorar.
Una recomendación para crear una buena pregunta de indagación es “hacer preguntas
a nuestra pregunta de indagación”, es decir, chequear que cumple con algunos
parámetros de calidad mínimos que podrán después orientar nuestra labor conjunta.
Por ejemplo: ¿Responde a un desafío común como red? ¿Alude a una problemática
concreta en nuestras escuelas? ¿Tiene un propósito denido? ¿Considera elementos que
pueden ser descritos y/o observados? ¿Está centrada en la mejora de nuestras prácticas?
¿Es factible de responder en un semestre o año escolar ( o bien durante el período que
dure la indagación)?
A continuación, se presenta una tabla sencilla que puede facilitar la sistematización
de este trabajo. Se presentan dos las, bajo el supuesto que una red puede comenzar
identicando dos áreas con diferentes desafíos y preguntas de indagación. Sin
embargo, consideramos importante que luego seleccionen una sola de las preguntas
de indagación, de modo que puedan focalizar sus recursos y energía en responder esta
pregunta.
Área/Dimensión del PME Desafíos Comunes Preguntas de Indagación
Tabla 1: Área y dimensión PME, Desafíos comunes y Preguntas de indagación.
1
2
9
LIDERES EDUCATIVOS - INFORME TÉCNICO
RECOLECCIÓN DE
EVIDENCIA ADICIONAL
PRODUCCIÓN DE
INFORMACIÓN O ACCIÓN
IDENTIFICACIÓN DE
EVIDENCIA O ACCIÓN
INDAGACIÓN Y ACCIÓN
IDENTIFICACIÓN DE EVIDENCIA O ACCIÓN:
La segunda fase del ciclo puede tomar dos formas distintas: una indagación para
producir datos o una acción para probar estrategias o metodologías que afectan el
núcleo pedagógico. Estos dos procesos distintos son parte de una misma fase, dado
que DeLuca y colegas (2015) argumentan que producir datos es ya una forma de acción.
El ciclo supone una indagación previa a una acción, pero no siempre es así. En muchas
ocasiones, los establecimientos ya se encuentran implementando estrategias sobre las
cuales desean indagar. En otros casos, se decide probar una nueva estrategia, que no se
ha implementado antes, y luego indagar sobre su implementación. Por ello, este ciclo no
es prescriptivo en cual de los dos procesos debe ir primero. No obstante, el proceso de
trabajo debería conducir a realizar nuevas prácticas, y con ello a innovar en torno a las
acciones tradicionales de la institución educativa.
Es importante que la identicación de la evidencia o identicación de la acción sea el
resultado de una reexión colectiva en red y luego sea validada en cada establecimiento.
En la red se puede analizar uno o varios desafíos, incluso con el apoyo de pares externos,
pero es en el propio centro escolar, con los docentes, donde este análisis cobra sentido
y relevancia.
El valor de la producción de datos está en su posterior análisis. Si este no se realiza, todo
el tiempo dedicado para obtener datos se puede desperdiciar. A veces, en las escuelas y
liceos se aplican muchos instrumentos, o se cuenta con varios datos, pero no existe un
tiempo o pausa para analizarlos. La indagación colaborativa exige planicar y contar con
este tiempo analítico.
Una vez que se ha identicado la pregunta de indagación, el siguiente paso es reexionar
en torno a qué evidencia o acción que se esté realizando es la más relevante para indagar
y ayudar a responder la pregunta de indagación que se ha generado.
Si la pregunta de indagación busca conocer cómo incorporar planicaciones de clases
en base a habilidades, la evidencia que podemos recolectar para abordar esta pregunta
puede ser variada. Por ejemplo:
Se pueden analizar las planicaciones que actualmente realizan los docentes y detectar cómo estas
se vinculan a contenidos o habilidades. Esta metodología sería un análisis de documentos.
Se pueden realizar entrevistas a un grupo de docentes y consultar cómo comprenden las habilidades
y cómo las incorporan a sus planicaciones. Esta metodología sería una producción de datos en base
a una entrevista semi-estructurada.
Se puede observar una jornada de trabajo de profesores donde se estén realizando planicaciones
entre pares, y con ello detectar si las habilidades son parte de la conversación para realizar las
planicaciones de clases. Esta metodología sería una observación.
Algunas de estas metodologías son más apropiadas para una pregunta de indagación
que otras. En ocasiones, la evidencia que queremos producir puede ser muy valiosa,
pero muy difícil de recolectar, por ello debemos conformarnos con aquella que haga
que el ciclo de indagación sea un proceso factible de realizar y no una carga excesiva y
poco práctica. Este mismo proceso aplica para la acción; no cualquier acción nos permite
3.2
A
B
C
10 LIDERES EDUCATIVOS - INFORME TÉCNICO
avanzar para responder nuestra pregunta de indagación. La pertinencia y factibilidad de
la acción son dos aspectos a considerar.
PRODUCCIÓN DE INFORMACIÓN:
Como señala Zoro (2017; 2018) la producción y análisis de datos es un proceso sistemático,
metódico y continuo que posibilita que la información que se produzca se transforme
en un conocimiento contextualizado para tomar decisiones. Se debe realizar de manera
intencionada para abordar algún desafío compartido sobre el núcleo pedagógico, por
ello exige invertir tiempo. Zoro (2018) distingue entre datos, información, conocimientos
y saber contextualizado. Esta distinción es relevante, pues reeja la complejidad y el
tiempo que requieren la producción y análisis de datos. Para esta fase, interesa explicitar
lo que es la producción de datos y la información. Más adelante, en la fase de análisis, se
abordan los conocimientos y el saber contextualizado.
Según Zoro (2018), los datos son representaciones simbólicas de cantidades, medibles
y observables. Pueden ser números, palabras, códigos o incluso letras. Por ejemplo,
la cantidad de estudiantes que asisten a una sala, constituye por si sólo un dato.
La información supone un dato que ha sido procesado, organizado en relación a un
contexto especíco. Siguiendo el ejemplo anterior, cuando se determina cuántos de
los estudiantes tienen una inasistencia superior al 50%, este dato constituye a una
información que ya ha sido procesada.
DeLuca y colegas (2015) agregan que la producción de datos y generación de
información es una acción de indagación importante, donde docentes y directivos
revisan sus propias prácticas. Incluso esta acción de indagación puede provocar
reacciones signicativas al interior de una organización. Por ejemplo, cuando un
directivo pregunta a sus profesores si ellos se sienten valorados en su institución, esta
pregunta no sólo genera un dato, también moviliza a la organización. Por ello, producir
datos es una acción estratégica de los líderes escolares, que puede activar el inicio de
cambios y mejoras en sus instituciones.
En el caso de las redes escolares, esta fase conlleva que las instituciones que participan
produzcan datos e información relevante para su trabajo colectivo como red. Por
ejemplo, si la red tiene el interés de indagar sobre la retroalimentación profesor-
estudiante en sus centros educativos, se pueden identicar y traer a la red fotocopias
de los mejores cuadernos de los estudiantes pertenecientes a un mismo nivel, pero en
diferentes establecimientos. En base a estas evidencias, es posible identicar la cantidad
de retroalimentaciones que buscan generar reexiones en los estudiantes. Al comparar
los profesores cómo se está dando este proceso en los distintos establecimientos, se
pueden facilitar conversaciones sobre las expectativas que tienen los docentes de
sus alumnos, así como también sobre el uso de la retroalimentación para generar
aprendizajes en el aula (Godfrey, 2016; 2017).
ACCIÓN:
Para DeLuca y colegas (2015), estas son las acciones que realizan principalmente
profesores sobre los procesos de enseñanza y aprendizaje. Innovar en este sentido no
es necesariamente realizar una actividad revolucionaria en el aula, más bien apunta a
probar estrategias que antes no se han realizado y analizar la forma en que se llevan
a cabo. Que los profesores puedan experimentar con nuevas metodologías, que esta
sea una práctica pública y que sus resultados sean objeto de escrutinio, supone que
los equipos directivos que trabajan con los docentes generan las condiciones para
que esto suceda. En pocas palabras, se valora y no se penaliza el error, y se realiza un
proceso de indagación colaborativa con el propósito de comprender y mejorar los
procesos de enseñanza y aprendizaje, no para juzgar la calidad de los docentes en lograr
determinados resultados.
11
LIDERES EDUCATIVOS - INFORME TÉCNICO
En el caso de las redes escolares, probar y utilizar nuevas metodologías depende
fundamentalmente de los tipos de colaboración que se puedan generar entre los agentes
de una red. En un estudio realizado en 2017 sobre la implementación de la política de
las Redes de Mejoramiento Escolar en Chile, se identicaron tres tipos de procesos en
las redes estudiadas: informativos, colaborativos y cooperativos (Ahumada et al. 2017).
En las redes donde predominan procesos colaborativos y cooperativos, las posibilidades
para probar nuevas metodologías se hacen más evidentes en comparación con las redes
donde predominan procesos informativos.
Particularmente, en las redes con predominio de procesos colaborativos, el foco está en
compartir prácticas que han resultado exitosas en algún establecimiento y, en ocasiones,
también compartir aprendizajes asociados a la instauración de dichas prácticas. La
colaboración está centrada en la adecuación de las prácticas a la realidad de cada
establecimiento y la reexión en torno a los factores contextuales que posibilitan el
éxito o el fracaso de dichas prácticas.
El probar prácticas depende fundamentalmente de cómo los lideres escolares toman
estos conocimientos y los aplican a sus propias escuelas, lo que se puede denominar
como articuladores o brokers del conocimiento. Habitualmente, la movilización
del conocimiento se ha estudiado entre comunidades profesionales distintas,
como la relación entre las universidades, organismos del Ministerio de Educación
y establecimientos escolares (Cain, Wieser, y Livingston, 2016), pero también se ha
estudiado entre instituciones que pertenecen a una misma comunidad, como las redes
escolares (Nordholm, 2016).
Por otro lado, las redes donde predominan procesos cooperativos, no solo centran sus
acciones en conocer las prácticas que realizan otros actores o establecimientos. Lo que
hacen también es generar acciones conjuntas que antes no habían sido desarrolladas.
En algunos casos, el probar nuevas metodologías depende de que estas redes obtengan
recursos tales como apoyo pedagógico, recursos materiales o personal especializado,
y luego los apliquen de manera conjunta o independiente en cada uno de sus
establecimientos (Ahumada et al. 2017). Justamente, la innovación en red depende
fundamentalmente de un trabajo en conjunto, donde se realizan acciones que luego
son reexionadas en espacios comunes.
La relevancia para el ciclo de la indagación colaborativa está en que este iterar constante
de prácticas debe luego pasar por un proceso de análisis, que se describe en la fase
siguiente: Monitoreo y reexión. El mensaje es evitar que la instancia de trabajo en red
sea solamente un espacio para compartir aquello que se realiza de manera exitosa o
que no ha tenido resultados favorables. Sobre todo, interesa que sea una instancia para
analizar en conjunto las razones de ese éxito o fracaso y, a partir de ello, generar un
nuevo conocimiento que permita mejorar el trabajo que se está llevando a cabo.
RECOLECCIÓN DE EVIDENCIA ADICIONAL:
Esta es una etapa sencilla, pero no por ello menos importante. Una vez que la producción
de información haya culminado o que las acciones hayan sido evidenciadas, hay que
generar un momento para identicar si hay evidencia importante que no haya sido
considerada previamente, y se deba incorporar antes de pasar a la etapa siguiente.
En el fondo, se busca evitar pasar a una fase de monitoreo y reexión con evidencia
insuciente, pues ello en vez de enriquecer una conversación grupal, puede desviar la
atención del grupo a problemáticas menos relevantes. Por ello, en este documento se
le da un espacio especíco a esta etapa, como parte de la segunda fase. Simplemente,
consiste en realizar las siguientes preguntas: ¿Se cuenta con toda la evidencia suciente?
¿Hay datos irrelevantes? ¿Existe algún dato importante que no estemos considerando?
12 LIDERES EDUCATIVOS - INFORME TÉCNICO
PROYECCIÓNCONOCIMIENTO COMPARTIDO
MONITOREO Y REFLEXIÓN
ANÁLISIS:
La tercera fase consiste en el monitoreo y reexión en base a un análisis compartido de
la producción de información o la acción realizada. El análisis puede ser sobre el proceso
de ejecutar alguna acción, o sobre los efectos y resultados de las acciones que se han
realizado. En este sentido, DeLuca y colegas (2015) destacan en su meta-análisis que ésta
no debe pensarse como la fase nal de un ciclo de indagación. De hecho, bajo la lógica
de un ciclo (no lineal) de indagación, perfectamente un equipo de profesionales puede
comenzar analizando las prácticas que ya han realizado en su establecimiento, y luego
en función de aquello, comenzar a identicar un desafío que movilice otras acciones.
Este análisis también puede ser inmediatamente posterior a la realización de alguna
o varias acciones, como un momento para detenerse a reexionar sobre las razones
que explican sus resultados. Chapman y colegas (2016) destacan esta exibilidad que
pueden tener un ciclo de indagación colaborativa. Por ello, este no debe confundirse con
una planicación estratégica, tal como actualmente operan los Planes de Mejoramiento
Escolar, con metas anuales y a cuatro años (MINEDUC, 2017). Un ciclo de indagación
colaborativa perfectamente puede durar algunos meses.
CONOCIMIENTO COMPARTIDO:
El conocimiento es información, la cual es interpretada utilizando las creencias y
saberes colectivos, donde se pueden identicar algunos patrones especícos para
responder preguntas. Si ya tenemos la información de estudiantes que tienen una
inasistencia superior al 50%, el desafío es si podemos identicar algún patrón en
común entre estos estudiantes. No sólo cuántos son, sino qué características tienen
estos estudiantes, si participan en la clase, si sufren acoso en el aula, cuál es su género,
su estrato socioeconómico, su lugar de residencia o rendimiento en la clase. Todas
estas características contextuales pueden ser patrones que posibiliten generar un
conocimiento especíco sobre estos estudiantes (Zoro, 2018).
En esta etapa del ciclo de indagación colaborativa en red, lo que interesa es generar
conocimientos compartidos entre profesionales de establecimientos educativos distintos
que comparten una misma pregunta de indagación. Para ello es relevante conducir la
conversación, de modo que facilite tanto el análisis colectivo de la información como la
producción de un conocimiento compartido.
Para guiar este trabajo, a continuación en la Tabla 2, se presenta una rúbrica de amigos
críticos, que tiene el propósito de generar conocimientos compartidos en base a un
análisis de la producción de información en redes educativas.
En esta rúbrica se proponen tres roles: presentadores, analistas y moderador. Los
presentadores dan cuenta de cómo han llevado a cabo el proceso de producción de
información en sus establecimientos o desarrollo de acciones. Los analistas actúan como
amigos críticos, realizando una escucha activa de las presentaciones y retroalimentando
el trabajo de quien presenta. Quien modera se preocupará de controlar los tiempos y
de tomar nota de las reexiones colectivas del grupo, para sistematizar el trabajo. Cabe
destacar que es muy recomendable que los roles asignados en el trabajo en red vayan
rotando.
3.3
ANÁLISIS
13
LIDERES EDUCATIVOS - INFORME TÉCNICO
En la Tabla 2 se presentan, además, tres momentos: Descripción y análisis;
Conocimientos compartidos; Aprendizajes. Se sugieren también los tiempos para
realizar esta actividad en red.
MOMENTO 1(Descripción producción de información)
1. Presentador(a): Describe los datos y la información producida. Se preocupa de detallar el contexto de su
establecimiento (ejemplo: matrícula, dotación, niveles de enseñanza). Cuando es una indagación o acción que se ha
realizado entre establecimientos, explicita los datos de el o los establecimientos donde se realizó. Además, da cuenta
del contexto de la indagación: qué se hizo, cómo y por qué (15 minutos).
2. Analistas: Escuchan de manera activa y focalizada. Mientras se realiza la presentación, los analistas toman nota
prestando atención a las siguientes preguntas: ¿Existe alguna información de contexto que aún no he escuchado,
que me permita entender de mejor manera la indagación o acción? ¿Faltan datos en esta indagación? ¿Falta alguna
evidencia? ¿Cómo se vincula esta indagación a mis propias inquietudes sobre el tema que se está abordando? Los
analistas no realizan preguntas durante la presentación, sólo toman nota.
MOMENTO 2 (Análisis)
3. Retroalimentación: Usando sus notas, los analistas retroalimentan la presentación. Al menos se deben
considerar tres tipos de retroalimentaciones: positivas (resaltar aquello que valoran de lo que se ha escuchado),
comprensivas (preguntas que buscan entender mejor lo que se ha escuchado), desaantes (preguntas que buscan dar
cuenta de los puntos ciegos o debilidades sobre lo que se ha escuchado). Durante este momento, el presentador debe
guardar silencio y tomar nota de todas las retroalimentaciones. El moderador toma nota de las retroalimentaciones
que se realizan (15 minutos).
4. Re-contextualización: El presentador responde a las preguntas realizadas por los analistas (5 minutos).
MOMENTO 3 (Conocimientos compartidos)
5. Reexión: Luego de que se haya realizado la re-contextualización, los analistas toman como base sus propias
inquietudes vinculadas a la pregunta de indagación inicial y comentan si durante el proceso han visualizado y
comprendido nuevas opciones de profundización. Algunas preguntas guías pueden ser: ¿Necesitamos más datos
para responder la pregunta de indagación? ¿Cuáles y cómo obtenerlos? ¿En qué me aportó la discusión en red a mi
proceso de indagación? ¿Por qué? (15 minutos).
6. Aprendizajes: El grupo conversa para denir cuáles son los principales aprendizajes sobre la recolección de datos,
su análisis y la propuesta de intervención que se ha realizado (15 minutos).
7. Sistematización: El moderador toma nota de estas reexiones y las consigna como grupales, pues son producto
del trabajo que todos han realizado en conjunto. A continuación, comenta al grupo la sistematización que ha
realizado para que este trabajo quede como un recurso de la red (15 minutos).
Estos tres momentos pueden ser repetidos por el resto de las escuelas que participan
del trabajo de indagación colaborativa en red.
PROYECCIÓN:
La última de las etapas dentro de esta fase es la proyección. La duración de un ciclo
de indagación depende del tiempo que abarque dar respuesta a las preguntas de
indagación. Algunas preguntas pueden ser abordadas en meses, otras requieren más
tiempo. Pero el ciclo no está limitado a resultados especícos en los aprendizajes de
los estudiantes, o a la duración de un año escolar. Por ello, su extensión depende
de los desafíos que se plantea un grupo de profesionales en relación al núcleo
pedagógico. Sí es relevante que, cada vez que se naliza un ciclo de indagación, se
proyecten futuras indagaciones o acciones a realizar, para que este sea un proceso
continuo de mejora e innovación.
Para generar innovaciones sustanciales en redes escolares, donde los profesionales
desarrollen lazos de conanza y colaboren para provocar mejoras en sus
establecimientos, algunos autores son enfáticos en recomendar que la realización
continua de estos ciclos tengan al menos una duración de tres años (Chapman et al.
2014; 2016; Chapman y Hadeld, 2010; Chapman y Muijs, 2013).
14 LIDERES EDUCATIVOS - INFORME TÉCNICO
Para visualizar cómo estos ciclos de indagación colaborativa han sido desarrollados
en diferentes contextos, a continuación se presentan dos experiencias en las cuales se
ha utilizado esta metodología, en Escocia y Chile. Destacamos aquellas que implican
un proceso de trabajo en red entre diferentes establecimientos o profesionales que
pertenecen a diferentes instituciones educativas. Estas experiencias ilustran el uso de
la indagación colaborativa para impulsar iniciativas que apunten al mejoramiento
educativo en un sentido amplio y desde una perspectiva sistémica.
Programa de mejoramiento escolar colectivo en red (SIPP) –
Escocia
Chapman y colegas (Chapman et al. 2014; Chapman et al. 2015) reportan la experiencia del
Programa de Mejoramiento Escolar Colectivo en Red (School Improvement Partnership
Programme, SIPP), iniciado en 2013 por el Departamento de Educación del gobierno
escocés (Education Scotland) con apoyo del Robert Owen Centre de la Universidad de
Glasgow (Chapman et al. 2014). Este programa se implementó con 50 establecimientos
en 14 distritos, conformando ocho redes de distintos tamaños: tres redes compuestas
por 10 a 15 establecimientos y cinco redes compuestas por dos a tres establecimientos
(Chapman et al. 2016). A pesar de sus diferentes conguraciones, todas las redes
apuntaban a mejorar la calidad y equidad educativa, articulándose con proyectos que las
instituciones educativas ya se encontraban implementando.
El programa se basa en la indagación colaborativa en red (Chapman et al. 2015). La
indagación se realizó sobre acciones y estrategias diversas que los establecimientos
se encontraban implementando, tales como estudio de clases, investigación-acción
colaborativa sobre prácticas docentes y rondas instruccionales, que han demostrado
facilitar procesos efectivos para apoyar el cambio y la mejora1 (Chapman et al. 2016). El uso
de la indagación colaborativa proporciona un marco general que asegura la coherencia
en las acciones de las distintas redes, al tiempo que conserva la exibilidad necesaria
para el desarrollo de ajustes locales, que responden especícamente al contexto.
El trabajo de estas redes se organizó en tres fases que, dada la naturaleza del enfoque
basado en indagación colaborativa, se superponían entre sí a través de la revisión y
claricación constante de ideas y decisiones. El apoyo a las redes en las tres fases del
proceso de indagación colaborativa fue proporcionado a través de visitas regulares
a escuelas, seminarios universitarios, llamadas telefónicas y correos electrónicos de
profesionales de la Universidad de Glasgow, el Departamento de Educación escocés y
personal de las autoridades locales (Chapman et al. 2016).
1 El estudio de clases consiste en la preparación y planeación colectiva de una clase por parte de un grupo de docentes,
la que luego es desarrollada por alguno de ellos y observada por otros; lo observado es retroalimentado luego de ejecutada la clase,
para ayudar a revisar la planicación y realiza ajustes en una siguiente ejecución. La investigación-acción colaborativa es un proceso de
indagación conjunta que se sustenta en la co-construcción de conocimiento entre un grupo de profesionales, con el n de solucionar
un problema que afecta las prácticas educativas que se realizan en el establecimiento escolar. Las rondas instruccionales son parte
de una estrategia de aprendizaje profesional, basado en la idea de rondas médicas, donde un grupo de profesores o líderes visitan y
observan salas de clases con foco en el trabajo que realizan los estudiantes con el n de generar una reexión colectiva sobre el proceso
de aprendizaje. Información más detallada sobre estas y otras estrategias las puede encontrar en: Montecinos, C. y Trujillo, D. (2018).
Liderazgo escolar en los distintos niveles del sistema: Notas técnicas para orientar sus acciones (Vol 2). Valparaíso, Chile: LIDERES
EDUCATIVOS, Centro de Liderazgo para la Mejora Escolar. Ponticia Universidad Católica de Valparaíso, Chile.
4Dos experiencias de indagación
colaborativa en red
4.1
15
LIDERES EDUCATIVOS - INFORME TÉCNICO
La primera de estas fases consistió en identicar desafíos comunes, y su objetivo
fue preparar el terreno, a través de un análisis del contexto, acordando un foco o
propósito común. La evidencia recogida por Chapman y su equipo (2015) indica que
la mayoría de las redes necesitaron un tiempo para desarrollar y acordar sus proyectos,
y establecer líneas de comunicación para facilitar su organización. La negociación
entre las distintas partes involucradas –escuelas, organizaciones, departamento de
educación y autoridades locales– a través de instancias de diálogo, resultó en varias
iteraciones para la denición de preguntas que orientaran la indagación acerca de
cómo combatir la desigualdad educativa. Algunos de los focos abordados en las ocho
redes fueron: habilidades de lectura y escritura en educación básica; enseñanza de las
matemáticas (estudio de clase); involucramiento de los padres y retroalimentación a
estudiantes de educación media; y apoyo para la alfabetización de las familias de los
estudiantes.
La segunda fase consistió en generar un proceso de indagación y acción.
Aprovechando la experticia disponible en el entorno de cada red y recogiendo datos
adicionales, este proceso se enfocó en explorar la evidencia, a n de que esta cobrara
sentido y pudiera responder a las preguntas de indagación. Con el respaldo de la
orientación conceptual y metodológica del equipo de la Universidad de Glasgow, las
redes establecieron grupos de trabajo con responsabilidades para abordar aspectos
especícos de sus proyectos, revisando la literatura especializada, desarrollando
pequeños ciclos de investigación-acción, evaluando la evidencia encontrada y
compartiendo las lecciones aprendidas con el resto de la red (Chapman et al. 2014).
Esta exploración de la evidencia llevó a que una mayoría de los participantes de las
redes indicaran un aumento en su conocimiento, habilidades y conanza con respecto
al uso de enfoques de indagación colaborativa en red para abordar problemas de
desigualdad educativa (Chapman et al. 2016).
Finalmente, la tercera fase consistió en el monitoreo y la reexión, donde también
se tomaron decisiones sobre acciones a implementar, y sobre cómo desarrollar
una estrategia de cambio y monitorear los resultados. En esta etapa, el desarrollo
de planes y acciones de las redes se produjo más rápidamente cuando las redes
establecieron pequeños equipos. Estos estaban conformados por personal clave y
cumplían un rol organizativo y de coordinación. Las redes comenzaron a adaptar a sus
contextos las orientaciones sobre los tipos de organización y colaboración ecaces
que proporcionaron al principio el equipo de la Universidad y el Departamento de
Educación. De este modo, los equipos de las redes encontraron nuevas formas de
trabajar e investigar en colaboración, demostrando creatividad y liderazgo (Chapman
et al. 2015).
En una de las redes, enfocada en la participación de los padres, profesionales
especialistas en desarrollo comunitario pudieron desarrollar su trabajo con las familias
para abordar el problema de la asistencia y mejorar el aprendizaje de los estudiantes.
Esto promovió vínculos más estrechos entre el hogar y la escuela, y potenció
la participación de los padres en el aprendizaje de sus hijos, evidenciando una
diferencia positiva en la alfabetización de los estudiantes. Como resultado, Chapman
y sus colegas (2015) reportan un importante aumento en el uso de investigación
sistemática y recopilación de evidencia por parte de los profesionales de las redes
para informar sus prácticas y monitorear sus proyectos. Asimismo, dan cuenta del uso
sistemático de las prácticas de autoevaluación de los docentes.
La evidencia sobre el impacto del programa (Chapman et al. 2015) muestra que
se logró generar y desarrollar prácticas innovadoras para fomentar la indagación
colaborativa entre establecimientos en red. Estos resultados se asocian al tipo de
problemas sobre los cuales trabajaron las redes utilizando la indagación colaborativa.
Los directivos reportaron haber desarrollado sus capacidades de liderazgo, mientras
que los profesores indicaron que este programa facilitó el compartir ideas y planes de
16 LIDERES EDUCATIVOS - INFORME TÉCNICO
trabajo. A su vez, se reportó un aumento de prácticas de evaluación reexiva sobre
el trabajo de docentes y directivos, y del uso de datos para monitorear el avance de
los estudiantes. Finalmente, los profesores relataron que este proyecto les permitió
comprender mejor la diversidad de desafíos y problemáticas que enfrentan las
familias, empatizando con ellas para mejorar el aprendizaje de los estudiantes en vez
de responsabilizarlas por el fracaso escolar.
Si bien los resultados positivos fueron observados en todas las redes escolares,
fueron mucho más signicativos y claros en las redes pequeñas, o donde ya existían
proyectos que convocaban el interés de sus integrantes. Contar con ciertos niveles de
conocimiento entre los participantes permitió fortalecer y desarrollar la reciprocidad
y horizontalidad de sus vínculos para generar proyectos de indagación colaborativa
(Chapman et al. 2016). El éxito de este programa ha derivado en que el Robert Owen
Center replique este proyecto en otras regiones y comunas de Escocia, incluyendo
además un rol cada vez más activo de las comunidades, las familias y otros servicios
sociales, junto a las redes escolares (Chapman, 2018; Chapman y Lowden, 2018). En
Chile, el equipo del proyecto Comunidades Aprendizaje en Red (CAR), desarrollado
bajo el alero institucional de Centro de Investigación Avanzada en Educación (CIAE)
de la Universidad de Chile, y LIDERES EDUCATIVOS, se encuentra realizando un trabajo
de adaptación de dicho modelo a la realidad nacional.
PRETec: Profesores reflexionando por una educación
transformadora en ciencias – Chile
González-Weil y sus colegas (2013) reportan la experiencia de más de una veintena
de profesores de ciencias de enseñanza media, junto al equipo de investigación
del Laboratorio de Didáctica de la Biología de la Ponticia Universidad Católica
de Valparaíso (PUCV). Este grupo se reúne desde el año 2009, con el objetivo de
reexionar en la búsqueda de la transformación de la práctica pedagógica en la
enseñanza de las ciencias. El mismo propósito tienen respecto a las prácticas de
docentes universitarios, en el contexto de la formación inicial de profesores de
ciencias. Para este grupo, denominado PRETeC (Profesores reexionando por una
educación transformadora en ciencias), el desafío es proporcionar a sus estudiantes
una alfabetización cientíca que contribuya a su formación como ciudadanos capaces
de tomar decisiones argumentadas en contextos sociocientícos” (Montecinos y
Cortez, 2015 p.56). En la experiencia de PRETeC, la reexión, el trabajo colaborativo y
la investigación sobre las prácticas constituyen pilares fundamentales del aprendizaje
profesional de sus participantes (González-Weil et al. 2014).
La primera fase del trabajo consistió en identicar desafíos comunes donde se
construyeron signicados colectivos para trabajar la enseñanza de las ciencias
(González-Weil et al. 2013). Esta construcción se desarrolla sobre la base de algunos
principios de aprendizaje profesional: la reexión, el trabajo colaborativo y la
investigación de sus propias prácticas. Así, la pregunta inicial de PRETeC apuntaba a
indagar cómo responder a las necesidades de los estudiantes y de la comunidad local
a través de la educación en ciencias. A partir de la discusión sobre esta pregunta, y
las evidencias recogidas en sus contextos de trabajo, el grupo estableció como meta
común el desafío de encontrar el modo de llevar la creatividad” a la sala de clases,
dado que este es un elemento poco trabajado en la enseñanza de las ciencias.
A partir de esta denición de una meta común, los profesores comenzaron
una segunda fase de indagación y acción, donde se exploraron experiencias y
alternativas para introducir la creatividad en procesos de enseñanza y aprendizaje de
las ciencias. Para abordar este tema, el grupo recurrió a distintas fuentes de evidencia,
como cuestionarios, entrevistas, lmaciones, entre otros (Montecinos y Cortez, 2015).
Paralelamente, el grupo comenzó a indagar la evidencia acerca de cómo vincular
4.2
17
LIDERES EDUCATIVOS - INFORME TÉCNICO
la educación en ciencias con el contexto y las necesidades de la comunidad local a
través de la exploración del uso de cuestiones socio-cientícas. En este punto, los
profesores comenzaron a reconocer en la evidencia revisada que la educación en
ciencias, además del desarrollo de habilidades y conocimientos, puede ser una vía
para transformar las comunidades de los estudiantes (González-Weil et al. 2014).
Retomando esta visión transformadora de la educación en ciencias, en una tercera
fase de monitoreo y reexión, se analizaron las propias prácticas a partir de las
particularidades de la educación cientíca y las necesidades de sus comunidades, a
n de tomar acciones para su mejora (González-Weil et al. 2014). Algunos proyectos
desarrollados tenían que ver con: desarrollar actividades por el “Día del Agua” para
abordar problemas en la región como escasez y deserticación; la enseñanza de la
ecología en educación básica a partir de la observación de un humedal cercano a la
escuela; y la planicación junto a profesores de arte, lenguaje e historia para crear
un diario mural comunitario, donde los estudiantes averiguaran aspectos históricos y
cientícos relacionados con el uso y extracción del aluminio.
El trabajo de PRETeC ha generado impacto en ámbitos relacionados con el aprendizaje
y desarrollo profesional de los participantes. Por ejemplo, a partir del trabajo de
indagación colaborativa, los profesores desarrollaron mayor autoecacia al reconocer
que tienen la capacidad de incidir en la mejora de la enseñanza ciencias (González-Weil
et al. 2013; Montecinos y Cortez, 2015). De la experiencia de PRETeC se desprenden
cinco principios de desarrollo profesional que abarcan el ámbito personal, social y
profesional de profesores de ciencia: 1) construir una visión común acerca del para
qué enseñar ciencias; 2) indagar las propias prácticas a partir de las particularidades
de la educación cientíca y tomar acciones para su mejora; 3) reexionar de manera
individual y colectiva sobre el ejercicio de su práctica en un ambiente de respeto,
conanza y apoyo mutuo; 4) valorar la autoridad de la experiencia como fuente
de aprendizaje profesional; y 5) promover y valorar la participación de profesores
provenientes de una diversidad de contextos y niveles en los que se ejerce la docencia
(González-Weil et al. 2014).
18 LIDERES EDUCATIVOS - INFORME TÉCNICO
Los ciclos de indagación colaborativa permiten mejorar las prácticas docentes y la
innovación en los procesos de enseñanza y aprendizaje. Además, existe bastante
evidencia que indica que la indagación colaborativa logra mejorar la equidad general
de los sistemas de enseñanza, generando prácticas educativas más inclusivas. Hay
bastante evidencia también, de que los ciclos de indagación colaborativa desarrollan las
capacidades de los directivos escolares y profesores, lo cual tiene luego consecuencias
directas en los aprendizajes de los estudiantes al interior del aula.
La indagación colaborativa requiere que directivos y profesores tengan tiempo para
producir y analizar datos. La carga administrativa puede ser un gran obstáculo para
desarrollar estos procesos. Si bien el foco de la indagación es producir datos, la cantidad
de datos depende de la pregunta de indagación que se desea responder. Lo ideal es que
la producción de datos no inhiba la acción, que es la esencia del ciclo. Pero al mismo
tiempo, esta acción no puede ser guiada por la intuición y creencias personales de
quienes se involucran en este proceso.
Existen algunos desafíos centrales, que la literatura y revisión de experiencias señalan
que debemos considerar:
La centralización: Si la denición de metas y metodologías para alcanzarlas no da autonomía a los
establecimientos, ni los apoya para que puedan encontrar soluciones propias a sus problemas, será
muy difícil que se puedan identicar desafíos que les sean relevantes para iniciar un ciclo de indagación
colaborativa.
La rendición de cuentas externas: En base a mediciones estandarizadas con altas consecuencias, la
rendición de cuentas tiende a limitar las posibilidades de análisis y reexión, relevantes para comprender y
mejorar las prácticas profesionales de los profesores.
El énfasis en políticas que promueven la competencia: Si se potencian por sobre aquellas que
facilitan la colaboración, pueden generar ambientes de desconanza, que no permiten el desarrollo de
proyectos colectivos en base al aprendizaje colaborativo y en red.
Para abordar estos desafíos, también se pueden seguir algunas recomendaciones, que
pueden facilitar el éxito en la ejecución de proyectos de indagación colaborativa.
Aprovechar el conocimiento externo: Se recomienda que estos procesos sean guiados por expertos en
la metodología y que se hagan partícipes del proceso de indagación. Ello implica que los facilitadores sean
sensibles al grupo de profesionales con que están trabajando y tengan un interés legítimo en responder en
conjunto las preguntas de indagación que se han construido como grupo. Lo ideal es que los profesionales
expertos estén al servicio de las preguntas de indagación que se han construido en conjunto con los equipos
directivos y profesores.
Aprovechar el conocimiento y capacidades que ya se cuentan en el sistema: Los procesos de
indagación colaborativa suelen ser mucho más exitosos cuando estos se llevan a cabo con grupos de
5Conclusiones:
Posibilidades y desafíos para utilizar la
indagación colaborativa en redes escolares
chilenas
19
LIDERES EDUCATIVOS - INFORME TÉCNICO
profesionales que ya tienen una trayectoria de trabajo en conjunto en sus establecimientos, donde
existe un conocimiento entre los participantes y no debe dedicarse mucho tiempo a generar vínculos
entre personas que no se reconocen como pares. Es muy importante contar con protocolos que
faciliten y guíen las conversaciones grupales, sobre todo al principio, cuando esta metodología se está
implementando. En este documento se facilitan algunas herramientas que pueden ser un apoyo para
este tipo de trabajo.
Articulación con autoridades locales: El mejoramiento es sistémico, ello requiere un esfuerzo por
alinear a las autoridades en los propósitos que guían un ciclo de indagación colaborativo. Para que
estos ciclos no sean experiencias aisladas y se aproveche la dedicación al realizar este trabajo, es muy
importante contar con el apoyo y articulación de las autoridades locales.
Capacidades de investigación-acción: La indagación colaborativa requiere que los equipos
directivos y profesores desarrollen sus capacidades de investigación-acción. Por ello, un ciclo de
indagación colaborativa requiere formar o reforzar a los equipos directivos y profesores en sus
habilidades para realizar indagaciones que guíe su acción. Esta formación se puede realizar durante la
ejecución de los ciclos de indagación, pero no debe obviarse, dado que es clave para dar sustentabilidad
en el tiempo a la estrategia de indagación colaborativa en red.
En el fondo, de acuerdo a esta metodología, para mejorar e innovar en los procesos de
enseñanza-aprendizaje, se debe promover un diálogo que movilice las convicciones
de las personas. Estos diálogos se deben traducir en acciones concretas, que vayan
desde las redes escolares a las aulas y viceversa, para que luego estas sean la base de
procesos reexivos con un sentido pedagógico, con foco en los procesos de enseñanza
y aprendizaje. En este camino se transita desde un mejoramiento individual a un
mejoramiento sistémico.
20 LIDERES EDUCATIVOS - INFORME TÉCNICO
Agradecimientos:
Agradecemos al equipo del proyecto Comunidades Aprendizaje en Red
(CAR) CIAE-LIDERES EDUCATIVOS, quienes han aportado con parte de las
ideas y materiales del presente trabajo. Este proyecto ha recibido fondos
de nanciamiento tanto de LIDERES EDUCATIVOS como del proyecto
PIA-CONICYT Fondo Basal para el Centro de Investigación Avanzada en
Educación CIAE, proyecto FB0003. En especial, agradecemos los aportes
de Carmen Montecinos, Juan Pablo Valenzuela, Patricio Felmer, Javiera
Guzmán, Nicole Bustos, Dangelo Luna, Natalia Torres, Eugenio Chandía
y Rafael Arancibia.
21
LIDERES EDUCATIVOS - INFORME TÉCNICO
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el-proceso-de-transicion-a-los-servici/
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LIDERES EDUCATIVOS - INFORME TÉCNICO
... En este programa participaron directivos y docentes de escuelas de 11 países: México, República Dominicana, Costa Rica, Guatemala, Honduras, El Salvador, Colombia, Perú, Argentina, Ecuador y Paraguay. Estos profesionales aprendieron e implementaron una metodología de investigación acción que permite a las comunidades educativas producir conocimientos situados sobre desafíos comunes que enfrentan en su práctica educativa cotidiana, a partir de los cuales pueden accionar colaborativamente para enfrentarlos (Ainscow et al., 2016;Pino-Yancovic y Ahumada, 2022;Pino et al., 2018). ...
... La ICR se define como una metodología que promueve la investigación colectiva y que logra movilizar el capital profesional de los participantes, así como la agencia colectiva (Bustos et al., 2023a) y, con ello, se propone mejorar la práctica educativa en sus escuelas (Ainscow et al., 2016;Pino-Yancovic y Ahumada, 2022;Pino et al., 2018). Consiste en un proceso cíclico que comienza cuando los participantes conforman equipos de indagación para diseñar e implementar un proyecto en torno a un desafío común, que luego indagan y/o abordan en conjunto; y finaliza con una evaluación de los resultados de estas acciones y proyecciones para iniciar un nuevo ciclo (DeLuca et al., 2015; Pino-Yancovic y Ahumada, 2022; Pino et al., 2018). ...
... La ICR se define como una metodología que promueve la investigación colectiva y que logra movilizar el capital profesional de los participantes, así como la agencia colectiva (Bustos et al., 2023a) y, con ello, se propone mejorar la práctica educativa en sus escuelas (Ainscow et al., 2016;Pino-Yancovic y Ahumada, 2022;Pino et al., 2018). Consiste en un proceso cíclico que comienza cuando los participantes conforman equipos de indagación para diseñar e implementar un proyecto en torno a un desafío común, que luego indagan y/o abordan en conjunto; y finaliza con una evaluación de los resultados de estas acciones y proyecciones para iniciar un nuevo ciclo (DeLuca et al., 2015; Pino-Yancovic y Ahumada, 2022; Pino et al., 2018). Este ciclo se compone de tres fases: 1) desafíos comunes; 2) indagación y acción; y 3) monitoreo y reflexión. ...
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Existe vasta evidencia sobre el aporte de las redes educativas al mejoramiento sistémico, no obstante, la evidencia sobre redes virtuales y entre diferentes países es acotada. Este artículo presenta la experiencia de una red de escuelas latinoamericanas y caribeñas que trabajaron a distancia mediante la metodología de Indagación Colaborativa en Red. Se identificaron aportes y desafíos de la implementación mediante un análisis de contenido de los productos generados por sus participantes, la sistematización de la implementación y la evaluación del programa. Esta metodología promueve condiciones estructurales para la generación de nuevos conocimientos, habilidades y prácticas a través de la confianza, colaboración y liderazgo en red entre actores de instituciones y culturas diversas, generando un impacto en su capital profesional y la mejora de las prácticas educativas. No obstante, existen factores contextuales que dificultan una red con estas características, tales como la conectividad, carga laboral y diferencias horarias entre países.
... Para fortalecer el liderazgo distribuido en las 20 escuelas y liceos que formaron parte de este proyecto, se utilizó como metodología de trabajo en cada establecimiento y durante la tres fases del modelo propuesto por Harris (2014), la indagación colaborativa. La indagación colaborativa, es una modalidad de investigación colectiva y participativa, focalizada en las prácticas profesionales de docentes y directivos, cuyo propósito es comprender y mejorar los procesos de enseñanza y aprendizaje (Ainscow et al. 2016;Carpenter, 2017;Chapman et al. 2016;Emihovich y Battaglia, 2000;Pino, González y Ahumada, 2018). ...
... La indagación colaborativa se realiza mediante un proceso cíclico, donde se identifican desafíos compartidos, se realizan acciones como la indagación en conjunto y se reflexiona sobre los resultados de estas acciones (DeLuca et al. 2015;Pino et al. 2018). Para realizar una adecuada indagación, se debe tener la apertura necesaria para aprender con otros (Pino et al. 2018). ...
... La indagación colaborativa se realiza mediante un proceso cíclico, donde se identifican desafíos compartidos, se realizan acciones como la indagación en conjunto y se reflexiona sobre los resultados de estas acciones (DeLuca et al. 2015;Pino et al. 2018). Para realizar una adecuada indagación, se debe tener la apertura necesaria para aprender con otros (Pino et al. 2018). ...
... La IC es una metodología de desarrollo profesional docente que se fundamenta en una concepción socio construccionista del aprendizaje docente (DeLuca et al., 2015). Es una modalidad de investigación colectiva y participativa que promueve la reflexión de los profesores sobre sus prácticas pedagógicas con consecuencias para el mejoramiento de los procesos de enseñanza, los aprendizajes de los estudiantes y la mejora escolar (Pino et al., 2018). En algunas expresiones de la IC, los profesores, de forma individual y colectiva, preparan clases, evalúan y reflexionan sobre sus prácticas de enseñanza; de esta manera obtienen retroalimentación para mejorarlas (Madrid y Chapman, 2021). ...
... Instalar la idea de una metodología colaborativa donde no se busca evaluar ni emitir un juicio respecto al desempeño docente, resulta un desafío fundamental en el proceso indagatorio. Tal como lo señalan Pino et al. (2018), los juicios evaluativos entorpecen los procesos de indagación, dado que suelen paralizar los procesos de reflexión y aprendizaje profundo. Para Chapman et al. (2016) construir relaciones positivas entre los participantes constituye un factor facilitador de la IC. ...
... La indagación colaborativa como metodología de vinculación entre la universidad y la escuela se caracteriza como un tercer espacio, colectivo y participativo, donde profesores, directivos, académicos y autoridades locales llevan a cabo un proceso indagatorio reflexivo sobre problemas de la práctica; este proceso, a su vez, trae consecuencias para la mejora de la enseñanza, el aprendizaje y la escuela (Tenorio et al., 2020;Passy et al. 2018;Pino et al., 2018). Según Madrid y Chapman (2021), en este tercer espacio, el desdibujamiento de fronteras y el aprendizaje mutuo promueve el movimiento del conocimiento desde la teoría, la investigación y la práctica, junto con la creación de nuevos conocimientos, a través del trabajo colaborativo y la indagación. ...
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Se presenta una experiencia de vinculación universidad-escuela en una comunidad compuesta por maestras de educación infantil y profesoras universitarias que desarrollan un ciclo de indagación colaborativa orientado hacia la mejora de las prácticas docentes. Las sesiones fueron grabadas y analizadas cualitativamente y muestran cómo la comunidad transita por las fases de: 1) identificación de metas comunes; 2) indagación y acción; y 3) análisis y reflexión conjunta orientada hacia la mejora. Como oportunidades de esta estrategia emergen el desarrollo de un diálogo colegiado, relaciones de confianza profesional, reflexión sobre la práctica y valoración de las distintas experticias; y como desafíos, la asignación de tiempo y el asegurar el apoyo a mediano y largo plazo desde ambas instituciones. Para futuras iniciativas se sugiere acordar las condiciones de participación de los actores y el soporte institucional requerido, para que maestros y académicos puedan involucrarse activamente en el proceso indagatorio.
... Collaborative inquiry is structured as a cyclical procedure that encompasses the identification of common challenges, the implementation of collective inquiry actions, and the subsequent reflection on the outcomes as proposed for by DeLuca, Shulha, Luhanga, Shulha, Christou and Klinger (2015). According to Pino, González and Ahumada (2018), in order for this methodology to be effective, it is crucial to possess a willingness to engage in collaborative learning that is guided by principles and values that guarantee its appropriate execution. ...
... These components have proven fundamental in our research, highlighting the need for a holistic and multifaceted understanding of digital literacy. DeLuca et al. (2015) and Pino, González and Ahumada (2018) highlighted the importance of collaborative inquiry in forming digital citizenship. Our findings support this view, indicating that the ability to collaborate and communicate effectively on digital platforms is increasingly valued. ...
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The main objective of this study is to examine the correlation between digital skills and their correlation with digital citizenship among students enrolled at a university in Peru. The research was carried out using a sample of 906 participants, encompassing individuals of various genders, with ages spanning from 17 to 54 years. The methodology of choice aligns with a non-experimental, cross-sectional, descriptive-explanatory design. The findings of this study indicate that the development of participation skills, whether in traditional face-to-face settings or in online digital platforms, significantly influences the formation of digital citizenship. The aforementioned observation holds considerable ramifications for the field of digital skills education, underscoring the imperative to prioritize and actively advocate for the development of participation skills in the context of the digital age. The importance of digital skills in our contemporary society is widely acknowledged. However, the connection between digital skills and digital citizenship is intricate and complex.
... En tal sentido, distintos autores manifiestan que una forma de implicar a los líderes pedagógicos en la transformación de sus prácticas es a través del cuestionamiento de los quehaceres que desarrollan cotidianamente, la toma de conciencia de los saberes docentes, la autorreflexión para analizar profundamente las acciones, actitudes y el enfoque que prima en su liderazgo pedagógico y sin duda de la puesta en práctica de los aprendizajes resignificados (DeLuca et al., 2015;Mintrop y Madero, 2022;Pino et al., 2018;Rincón-Gallardo, 2019). En otras palabras, tensionar constantemente las prácticas para la toma conciencia, requiere de espacios de aprendizaje profesional que permitan indagar colaborativamente en la identificación de problemas de prácticas de liderazgo pedagógico con el fin de profundizar en soluciones auténticas que promuevan el repensar la mejora escolar desde adentro hacia afuera. ...
... El estudio es un caso que se suscribe a una modalidad de investigación cualitativa, enmarcada en el contexto de la experiencia desarrollada por directivos escolares y líder intermedio en las transformaciones que han realizado de sus prácticas de liderazgo pedagógico (Mintrop y Madero, 2022;Pino et al., 2018). Para alcanzar este propósito se utilizaron los principios manifestados por DeLuca et al. (2015) quienes sostienen que para mejorar las prácticas se deben identificar de manera conjunta los desafíos comunes, indagar en la acción y reflexionar de manera constante. ...
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El objetivo del artículo consiste en exponer y contextualizar la experiencia desarrollada por la persona líder intermedia en la transformación de las prácticas de liderazgo pedagógico del personal directivo escolar en la región de La Araucanía, Chile. Este trabajo se suscribe a un estudio de caso que utiliza una metodología cualitativa de carácter descriptiva. En total participaron 6 profesionales: 3 personas directoras escolares y 3 jefas de la Unidad Técnico Pedagógica. El desarrollo de este estudio se dividió en tres fases: 1) cuestionamiento para la discusión de los nudos críticos, 2) acompañamiento de la ruta de aprendizaje para transformar las prácticas de liderazgo pedagógico, y 3) reflexión crítica y desafíos profesionales. Los resultados señalan que la persona líder intermedia influenció de manera positiva en los modos de liderar el desarrollo profesional docente y aprendizaje del alumnado, especialmente cuando se impulsa de forma colaborativa espacios sistemáticos de cuestionamiento, de reflexión y de mejoramiento in situ sobre la propia práctica de liderazgo pedagógico. A modo de conclusión, desarrollar prácticas de liderazgo intermedio desde un aprender en conjunto y tomando decisiones compartidas desde problemas reales de liderazgo pedagógico, favorece la influencia en las transformaciones de las prácticas de liderazgo pedagógico.
... La metodología de indagación colaborativa puede permitir realizar esta tarea, manteniendo la necesidad de sostener un proceso de forma contextualizada. Esta estrategia puede vislumbrarse al mismo tiempo como un proceso de desarrollo de capacidades y de producción de evidencia, porque pone en el centro el proceso reflexivo de las personas participantes, en base a la mirada colectiva de un conjunto de datos, existentes o producidos específicamente, relacionados con un problema relevante para la institución educativa (Pino et al., 2018). ...
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El desarrollo profesional de líderes educativos es fundamental para poder concretar el aporte de estos a la mejora educativa. Para ello, debe realizarse de forma contextualizada y en vinculación estrecha con las características del escenario donde se ejerce el liderazgo. Estos requerimientos han dado relevancia al análisis de problemas de práctica como fuente de reflexión orientada al desarrollo profesional. En este artículo se presentan los resultados de un estudio longitudinal orientado a reconocer los problemas de práctica definidos por ocho directores chilenos de escuelas vulnerables durante tres años. Los resultados permitieron identificar tipos de problemas priorizados y caracterizarlos en función de su nivel de refinamiento, vínculo con el proceso de enseñanza y aprendizaje y agencia en función de su resolución. A partir de los hallazgos obtenidos se proponen metodologías que pueden servir para potenciar el trabajo con problemas de práctica para el desarrollo profesional.
... A nivel global se sabe que cuando el foco del mejoramiento educativo se sitúa a nivel del sistema, y no en sus unidades individuales, es posible desarrollar reformas y políticas educativas que promuevan tanto calidad como equidad (Pino et al., 2018). ...
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El presente estudio centró su atención en el tipo de liderazgo que se ejerce dentro de un proyecto de Liceo Bicentenario, reconocido por especialistas educativos como uno de los 100 liceos públicos con mejores desempeños académicos a nivel nacional. Bajo un enfoque cualitativo-interpretativo, con un diseño de estudio de caso, se aplicaron entrevistas en profundidad al profesorado y miembros del equipo directivo que, junto a la revisión documental interna del centro, nos entregaron los siguientes resultados. Las diversas prácticas asociadas a procesos de excelencia pedagógicos que logra el profesorado con sus estudiantes responden a una cultura de mejora constante, influenciada por un estilo de liderazgo pedagógico y distribuido que impulsa todo el equipo directivo. Destaca que este tipo de cultura ha generado un clima de confianza y un trabajo de autoeficacia colectiva que es reconocido como sello identitario por toda la comunidad educativa y que hace que el profesorado se sienta orgulloso de pertenecer a la institución. Esta situación contribuye a un constante desarrollo profesional que permite aumentar sus dominios disciplinares y pedagógicos. Se destacan también las mentorías voluntarias entre pares y una eficiente gestión curricular de líderes intermedios. Finalmente, podemos mencionar que este proyecto de liceo bicentenario es reconocido por sus actores con la característica de inclusivo y no selectivo, apartándose de la idea original que se tiene de este tipo de proyectos educativos.
... Fases del ciclo de Indagación Colaborativa en Red(Pino-Yancovic et al., 2018) ...
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La Guía práctica para implementar la Indagación Colaborativa en Red: aprendizajes de una red de escuelas de Latinoamérica y El Caribe es una breve guía que explica el paso a paso de la metodología de Indagación Colaborativa en Red, a partir de la experiencia de una red virtual de escuelas.
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INTRODUCCIÓN. La investigación educativa evidencia que la democratización de los contextos educativos y la inclusión de todo el alumnado se relacionan con la mejora de las escuelas y dicha mejora con las voces del alumnado. El principal objetivo de este artículo es comprender y analizar de qué forma las voces del alumnado como agentes activos pueden contribuir al desarrollo de escuelas más democráticas e inclusivas. MÉTODO. Se presentan dos estudios de caso, uno de educación primaria y el otro de educación secundaria obligatoria. En ambos casos se ha desarrollado un enfoque metodológico colaborativo con el fin de promover contextos de reflexión y cambio con los distintos agentes educativos implicados, principalmente, el alumnado y el profesorado. Los datos se recogieron con diferentes instrumentos: observaciones, entrevistas semiestructuradas y focus groups. Se realizó un análisis cualitativo inductivo con ATLAS.ti. DISCUSIÓN. Los resultados muestran que la participación genuina del alumnado exige el replanteamiento de las relaciones desiguales de poder entre alumnado y profesorado. Asimismo, las metodologías participativas como el aprendizaje cooperativo son necesarias para avanzar hacia una educación más democrática e inclusiva, aunque no suficientes sin el reconocimiento de la pluralidad de voces del alumnado.
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Resumen El Liderazgo Distribuido (LD) favorece las capacidades de colaboración y desarrollo profesional para la mejora. Fue implementado un programa de desarrollo de prácticas de liderazgo en veinte centros escolares chilenos. Se indagó sobre la percepción de frecuencia de los cambios a través de aplicación pre y post de un cuestionario multifactorial de LD. Los resultados destacan que tres de cada cuatro centros perciben cambios en sus prácticas de liderazgo. Las escuelas primarias presentan mayor frecuencia de cambios en relación a las instituciones secundarias. Concluyéndose que factores organizativos internos y externos favorecen la implementación de LD, pues existe una alta convicción que desarrollar liderazgos compartidos favorece los resultados de aprendizaje en estudiantes.
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This paper reports on a preliminary Australian adoption and adaptation, in the North Coast region of New South Wales, Australia, of the Townsend and Adams' model of leadership growth for school improvement in Alberta. The Australian adaptation of this Alberta model has been named the North Coast Initiative for School Improvement (NCISI). The participants comprise nine university academics and almost one hundred regional school leaders. Leadership is developed through continuing and regular collaborative-inquiry and generative-dialogue meetings between the academics and school leaders. The aim is to improve school leadership with the primary purpose of improving student outcomes. Provisional evaluation records significant positive changes in school leadership across the region. Convergence and divergence of the Australian and Canadian models are explored. The Australian adaptation requires some modification to suit local education processes and context. In particular, there has been the development of some divergence in approaches, especially in working in individual schools or clusters of schools. While the program has only been running for a comparatively short time, and therefore formal program evaluation is only commencing, preliminary evidence suggests significant traction and success in the Australian context. The paper concludes with some tentative implications for the future development of this model in the Australian context: how can the model be conceptualised and delivered to a wider audience in the years ahead.
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Chile is a particularly interesting case to study the introduction of accountability policies. During the 2000s decade, Chile intensified these measures to try to address the failures of a highly deregulated school market system. This article examines the adoption process of accountability policies and the consolidation of the Evaluative State through the construction of the National System of Quality Assurance of Education during the period 2006-2011. Theoretically, the article is based on the “politics and semiotics of policy adoption” approach. Methodologically, it examines documents associated with the policy (official speeches, laws, parliamentary discussions, reports, governmental documents), and draws on 27 semi-structured interviews with those involved in the production of the policy (policy-makers, Ministry officials, parliamentarians, advisers and technicians). The article examines the development of the policy process, the factors that opened a “window of opportunity” to consolidate the accountability model, the discursive disputes that emerged during the deliberation process, and the emergence of accountability policies as a policy approach that seduced both the right and the center-left.
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Purpose The purpose of this paper is to explore educator collaborative inquiry in the shared workspace in professional learning communities (PLCs). Specifically, this investigation was part of an ongoing investigation of well-established PLC collaborative interactions and self-directed learning of educators as part of the shared workspace as a component of school improvement. Design/methodology/approach A qualitative design was used for this investigation. Participants were purposefully selected to provide qualitative data on existent, well-established PLCs and their practice as educators in the shared workspace. Qualitative data were collected about participant perception. Data were collected from each participant by conducting semi-structured interviews, observations, and the collection of document and artifacts. Findings Findings from this ongoing investigation point to positive collaborative physical interactions and intellectual discourse that lead to educator learning through the collaborative inquiry process. Originality/value Theories on PLCs and educator job-embedded professional learning are unique in this paper. The concepts of PLCs and the collaborative inquiry process have been well developed but not in the context of the shared workspace. Recent literature on effective collaborative inquiry educators undergo in PLCs as a continuing professional development model provides a foundation for the work done in this ongoing case study. Sustained collaboration and continued professional development of teaching innovations as a product of the collaborative inquiry process in the shared workspace are underdeveloped as yet but further developed in this paper.
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En este artículo, con el afán de contribuir a una reflexión sobre alternativas para un sistema de evaluación en Chile, presento un breve recorrido en el campo teórico práctico de la evaluación (géneros teóricos de evaluación), considerando los valores e ideales de sociedad que promueven estas perspectivas teórico-prácticas. Luego sitúo al Simce en el género de evaluaciones estandarizadas del desempeño (performance) para la rendición de cuentas, destacando algunos elementos críticos de este género de evaluación. Finalmente, destaco la importancia de un debate público e informado en el campo de la evaluación y discuto algunos géneros alternativos para orientar un sistema de evaluación más participativo y democrático en Chile.
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In recent years, networking and collaboration have become increasingly popular in education. However, there is at present a lack of attention to the theoretical basis of networking which could illuminate when and when not to network, and under what conditions networks are likely to be successful. In the paper we will attempt to sketch the theoretical background to networking drawing on work in sociology, psychology and business studies and looking at four main theoretical frameworks: constructivism, social capital theory, Durkheimian network theory and the concept of new social movements. We will also explore differences between networks on a number of factors such as goals, activities, density, spread and power relations.
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This article reports findings from a case study carried out in a Swedish municipality focusing on a school-to-school collaboration established to support implementation of a nation-wide curriculum. The aim was to study how ideas for improvements in this temporary organisation were transferred to the local schools. The findings presented are derived from audio-recordings ( n =13) and semi-structured interviews ( n =21). Community of practice theory and the concepts of boundary objects and brokering guided the analysis work. The results revealed that, generally, transfer was restricted to boundary objects with a closed character, meaning these objects should be distributed to and unpacked in the local schools without further dialogues and modifications. In addition, non-formal brokers had less capacity to extend and lead improvement processes in local schools. This approach also reduced the possibilities for principals and teachers in the local schools to benefit from more advanced learning discussions and understandings developed in the temporary organisation. The article shows that designers of improvement work must consider boundary objects with a more open-ended character, permitting an innovative interpretation and learning process. Finally, in this process the findings also reveal the importance of formal brokers underpinning a transfer process in which both participation and reification are considered. Keywords: community of practice, design, curriculum implementation, educational change, temporary organisation (Published: 5 December 2016) Citation: Education Inquiry (EDUI) 2016, 7, 28013, http://dx.doi.org/10.3402/edui.v7.28013
Article
Purpose – The purpose of this paper is to inquire about the characteristics of effective school leadership networks and the contribution of such networks to the development of individual leaders’ professional capacities. Design/methodology/approach – The study used path-analytic techniques with survey data provided by 450 school and district leaders in Ontario to test a path model of effective network characteristics. Variables in the model included network leadership, structure, health, connectivity, outcomes and unintended challenges. Findings – Results confirmed that the model was a very good fit with the data, and as a whole, explained 51 percent of the variation in network outcomes. Network leadership had the largest total effect on network outcomes (R2=0.56), followed closely by the effects of network health (R2=0.49) and network connectivity (R2=0.46). Research limitations/implications – The study was limited to leadership networks intentionally organized within districts, not networks organized by school leaders themselves or networks arising spontaneously by their members. Results cannot be generalized to other types of networks. Practical implications – In addition to a focus on single unit leadership development in districts, systematic initiatives should be designed to help prepare network leaders to foster the forms of collaboration that are so central to professional capacity development. Originality/value – Results of the study offer explicit guidance to network leaders about how to improve the contribution of network participation to their colleagues’ capacities; it is one of a very small number studies in educational contexts to provide such guidance.
Article
Purpose – The purpose of this paper is twofold, first, it is to reflect on the development of professional capital in a three-year collaborative school improvement initiative that used collaborative inquiry within, between and beyond schools in an attempt to close the gap in outcomes for students from less well-off backgrounds and their wealthier counter parts. Second, this paper will reflect more broadly on the initiative as a whole. Design/methodology/approach – This research and development initiative involved the research team working in a nested setting as second-order action researchers, consultants and critical friends with a range of actors across the system. The findings are based on mixed methods data collected from eight case study school partnerships. The partnerships involved over 50 schools across 14 school districts in Scotland. Social network analysis was also used in one of the school districts to map and quantify professional relationships across schools. Findings – Over time, relationships within the partnerships developed and deepened. This occurred within individual schools, across schools within the partnerships and beyond the school partnerships. At the same time as these networks expanded, participants reported increases in human, social and decisional capital, not only among teachers, but also among other stakeholders. In addition, through their collaborative inquiries schools reported increased evidence of impact on positive outcomes for disadvantaged students. Originality/value – The professional capital of individuals and organisations across and beyond schools is demonstrated as an important consideration in the pursuit of both quality and equity in education.