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EmásF, Revista Digital de Educación Física. Año 9, Num. 54 (septiembre-octubre de 2018)
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¿INFLUYE LA PRÁCTICA DEL SENDERISMO EN LA CONDICIÓN FÍSICA
DE PERSONAS MAYORES?
Pedro Jesús Ruiz Montero
Profesor Ayudante Doctor (Departamento de Educación Física y Deportiva.
Universidad de Granada, España)
Email: pedrorumo@ugr.es
Juan Carlos Escaravajal Rodríguez
Doctorando (Facultad de Ciencias del Deporte. Universidad de Murcia, España)
Email: jcescaravajalrodriguez@gmail.com
Antonio Baena Extremera
Profesor Titular (Área de Expresión Corporal. Universidad de Granada, España)
Email: abaenaextrem@ugr.es
RESUMEN
El envejecimiento es un proceso natural e inevitable con cambios
degenerativos en la mayoría de las funciones físicas, fisiológicas, psicológicas y
sociales. El presente trabajo estudia la relación establecida entre aspectos de la
práctica de ejercicio físico moderado/intenso tales como la frecuencia semanal y
tiempo dedicado, con la capacidad física de las participantes. La muestra se
compone de 43 mujeres mayores de 60 años (66.4+5.3), que forman parte de un
programa de condición física. La frecuencia de las rutas de senderismo es de una
vez a la semana y 50 minutos de duración. La frecuencia semanal de práctica física
extra y el tiempo empleado para cada ocasión, además de la duración de las
clases de condición física e intensidad percibida fueron evaluadas. Los resultados
muestran una relación significativa entre los días a la semana que las participantes
practican ejercicio físico moderado/intenso a través de rutas de senderismo y la
flexibilidad del tren inferior (back scratch test) (p>0.05); tiempo dedicado a las
sesiones de capacidad física con la flexibilidad del tren inferior (back scratch test) y
agilidad/equilibrio dinámico (8-ft up and go test) (ambos, p<0.05). Las personas más
activas físicamente, y que practican ejercicio físico asiduamente, presentan
mejores capacidades físicas.
PALABRAS CLAVE: Mayores; ejercicio físico; condición física; naturaleza, senderismo.
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1. INTRODUCCIÓN.
El ejercicio y las actividades físicas en el medio natural han experimentado
un auge considerable en la última década hasta el día de hoy. Especialmente a
partir de la década de los noventa, aumentando el grado en el que las instituciones
y administraciones públicas se involucraban, potenciándose un desarrollo
alternativo del empleo en zonas rurales (Tejada y Sáez, 2009). A esto último, hay que
sumarle diferentes funciones físicas y psicosociales de la práctica física en entornos
naturales que pueden experimentar mejoras, especialmente en personas inmersas
en las imposiciones actuales de la sociedad actual (Ruiz-Montero, Baena-Extremera
y Ayala, 2014). Además, la importancia de ejercicio físico llevado a cabo en el
medio natural a través de diferentes manifestaciones como la orientación, rutas de
senderismo y alpinismo, vías ferratas, BTT, etc. está generando una gran cantidad de
estudios y trabajos publicados desde una vertiente deportiva, didáctica, de ocio-
recreación o gestión entre otros (Baena-Extremera y Rebollo, 2009).
La práctica de actividades físicas en la naturaleza y algunas tendencias
actuales como puede ser el turismo activo, pueden ayudar a que las personas
tengan alternativas motivadoras para mejorar la propia condición física mediante
actividades esporádicas o rutinarias en la naturaleza (Jiménez, Núñez y Coto, 2013).
Además, hay un carácter lúdico y recreativo entre otras, donde el individuo se
desarrolla de forma global e integral. Sin olvidar, que se produce una creación de
un “conciencia ecológica” debido al hándicap que el entorno natural tiene en la
intervención pedagógica en personas de cualquier edad (Granero-Gallegos y
Baena-Extremera, 2007). Además, los beneficios y repercusión de actividades y
ejercicio físico llevado en la naturaleza van a ser considerables si se efectúan de
forma adecuada (Granero-Gallegos, 2007) y prevenir posibles patologías y
problemas de salud futuros. La adquisición y mantenimiento de un estilo de vida
saludable debe imperar a lo largo de toda la vida, pudiendo reducir riesgos tales
como lesiones, enfermedades crónicas e inflamatorias, cardiovasculares o
neurológicas durante la etapa senil. Por consiguiente, una vida activa y saludable
influirá positivamente en una mejora de la calidad de vida y mayor longevidad
(Akesson, Weismayer, Newby y Wolf, 2007).
En cuanto al papel de las personas mayores en la actualidad, decir que a
nivel mundial, es el segmento poblacional que más crecimiento está
experimentando desde hace décadas (Jenkins, 2005). Pero aún, habría que
destacar más el crecimiento femenino de la población española respecto al
masculino, según datos del Instituto Nacional de Estadística (INE, 2008),
vaticinándose un crecimiento considerable debido a los adecuados hábitos de vida
saludables que se van adoptando paulatinamente y la mejora de la calidad de vida
entre la población mayor española (Ramos y Pinto, 2005). Según Castillo-Garzón,
Ruiz, Ortega y Gutiérrez (2006), la práctica de actividad física se puede considerar
un factor esencial en la consecución de un envejecimiento saludable. Diversos
estudios han evidenciado como la influencia de actividad física ejerce un efecto
positivo sobre la salud de las personas (ACSM, et al., 2009; Hayes et al., 2013) y
especialmente, en población mayor sin importar las características de esta (Ruiz-
Montero, Castillo-Rodríguez, Mikalacki y Delgado-Fernández, 2015). En el caso de la
realización de rutas en la naturaleza, se cumplen todas las recomendaciones de
práctica física regular según the American College of Sport Medicine (ACSM) y the
World Health Organization (WHO) (ACSM et al., 2009; ACSM, 2013; WHO, 2010)
respecto a la consecución de beneficios en la salud en personas mayores debido a
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la frecuencia semanal de práctica física (mínimo dos veces de trabajo aeróbico y
de fuerza, siendo idóneo cinco veces por semana), así como la intensidad de la
actividad realizada (moderada-intensa).
Teniendo en cuenta todo lo anterior, el objetivo del presente trabajo ha sido
el de estudiar la relación que se pueda establecer entre diferentes aspectos de la
práctica de ejercicio físico moderado/intenso, como son la frecuencia semanal y
tiempo dedicado a cada práctica, con la condición física de mujeres mayores de
60 años que pertenecen a un programa de Condición Física institucionalizado y
realizan senderismo.
2. MÉTODO
2.1. PARTICIPANTES
Se evaluaron a 43 mujeres con edades comprendidas entre 60 y 77 años
(66.34+4.26). Todas ellas voluntariamente formaron parte del programa de actividad
físico deportiva para mayores de la Diputación Provincial de Málaga, dirigida a este
sector poblacional en diferentes municipios ubicados en la provincia de Málaga.
Los tres municipios de donde se han obtenido la muestra, están ubicados
geográficamente en la Sierra de las Nieves (al noroeste de la provincia de Málaga).
2.2. INSTRUMENTOS
El instrumento utilizado para determinar la información acerca de las
características del ejercicio físico fue un cuestionario sociodemográfico, con
preguntas de tipo categorizadas y con diferentes opciones a elegir una a
excepción de dos, que eran abiertas. Los ítems abordaban la frecuencia semanal e
intensidad de la práctica de actividad física por cuenta ajena, tiempo que llevan las
participantes inscritas en el programa de condición física al que pertenecen y
duración de cada sesión del mismo.
La valoración de la capacidad física funcional con personas mayores se ha
llevado a cabo mediante la utilización del Senior Fitness Test (SFT) (Rikli y Jones,
1999). Los principales aspectos a la hora de confeccionar estas pruebas fueron la
facilidad ejecución y realización en cualquier lugar, siempre con el debido rigor
científico en función de su fiabilidad y validez (Rikli y Jones, 2001). Las diferentes
pruebas evalúan la fuerza del tren superior (30´´arm curl test) e inferior (30´´ chair
stand test), flexibilidad del tren superior (back scratch test) e inferior (chair-sit-and-
reach test), la capacidad aeróbica (6 minute-walking test) y la agilidad-equilibrio (8
feet up & go).
2.3. PROCEDIMIENTOS
Se contactó directamente con las participantes del estudio, todas ellas
integrantes del programa de condición física de mayores que la Diputación de
Málaga desarrolla en municipios de la provincia de Málaga. Este programa
desarrolla dos sesiones de ejercicio físico semanales, de las que una de ellas es
llevada a cabo en la naturaleza mediante senderismo en rutas correctamente
señaladas y la otra sesión, es dedicada al trabajo de diferentes capacidades físicas
como fuerza, flexibilidad o agilidad. La estrategia utilizada a la hora de someter los
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cuestionarios fue mediante contacto directo con las participantes, aclarando
posibles dudas y explicando con claridad cada uno de los ítems y preguntas. Todas
las participantes del estudio fueron informadas de la confidencialidad de las
informaciones y prueba de ello es la hoja de consentimiento firmada de manera
voluntaria.
Las pruebas de capacidad física se llevaron a cabo dos días después de la
última sesión semanal, de manera individual a excepción de “andar 6 minutos”
donde se llevaba a cabo por parejas. Posteriormente, se cumplimentarían los
cuestionarios mediante el formato entrevista focalizada (contacto personal). Las
participantes eran informadas al comenzar a utilizar cada instrumento, solventando
posibles dudas y recordando normas de seguridad y prevención de riesgos. Todo el
procedimiento llevado a cabo fue de manera individual y sin ningún límite de
tiempo para completar las entrevistas y cuestionarios socio-demográficos y clínicos.
Los criterios de selección fueron: a) ser mayores de 60 años, b) no padecer
patologías físicas y psicológicas graves que pudiesen afectar negativamente en la
salud propia. Además, no podían comer o fumar como mínimo 45 minutos antes de
la realización de las pruebas.
2.4. ANÁLISIS ESTADÍSTICO
Se ha utilizado la prueba de Kolmogórov-Smirnov para determinar la
normalidad de los datos, resultando las variables de condición física como
paramétricas y las variables sociodemográficas no paramétricas. El análisis de los
mismos se ha tratado mediante SPSS versión 17 para WINDOWS, programa que se ha
seleccionado por su orientación en el campo sociológico (Scientific Packet Social
Statistic). Se ha calculado la media, desviación típica, valores mínimos y máximos
de los diferentes tests de condición física que pertenecen a la batería SFT y la edad.
Los diferentes ítems del cuestionario sociodemográfico que hacen alusión a la
práctica de actividad física ligera o moderada por cuenta ajena (frecuencia y
tiempo de ejecución), tiempo que llevan las participantes inscritas en el programa y
duración de cada sesión, han sido calculados mediante N y porcentaje. Finalmente,
se realizó una prueba T de Kendall para determinar la correlación entre las escalas
que componen las variables sociodemográficas con los diferentes test de condición
física (p<0.05).
3. RESULTADOS
En relación a la variable sociodemográfica, respecto a la primera pregunta
sobre cuántos días a la semana realizan actividad física ligera tal como pasear por
los parajes naturales próximos al municipio o dentro del mismo, sobresalen las
participantes que practican 2, 3 y 4 días con un 23.3% y el 20.9% todos los días.
Respecto a la pregunta anterior (ítem 1.A.) subyace otra, abordando el tiempo de
práctica física ligera cada día que lo hacen. El 4.7% de las participantes practica
entre 15 minutos y 30 minutos diarios, un 2.3% practica 40 minutos, un 11.6% practica
45 minutos, un 46.5% practica 60 minutos, un 16.3% practica 75 minutos, un 11.6%
practica 90 minutos y finalmente, un 16.3% de las participantes practica 75 minutos
cada día que realiza actividad física.
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1.A. Días de practica AF ligera en una semana típica.
1.B. Tiempo de práctica AF ligera al día.
2.A. Días que practica AF moderada e intensa en una
semana típica.
2.B. Tiempo de práctica AF moderada-intensa al día.
Respuestas n (%)
1.A. Días de practica AF ligera en una semana típica.
2 días 10 (23.3%)
3 días 10 (23.3%)
4 días 10 (23.3%)
5 días 1 (2.3%)
6 días 3 (7%)
7 días 9 (20.9%)
1.B Tiempo de práctica AF ligera al día.
15 mnt 2 (4.7%)
30 mnt 2 (4.7%)
40 mnt 1 (2.3%)
45 mnt 5 (11.6%)
60 mnt 20 (46.5%)
75 mnt 7 (16.3%)
90 mnt 5 (11.6%)
180 mnt 1 (2.3%)
2.A. Días que practica AF moderada e intensa en una
semana típica.
Ningún día 13 (30.2%)
1 día 5 (11.6%)
2 días 19 (44.2%)
3 días 4 (9.3%)
4 días 2 (4.7%)
2.B Tiempo de práctica AF moderada-intensa al día.
Nada 13 (30.2%)
3 mnt 1 (2.3%)
5 mnt 1 (2.3%)
15 mnt 1 (2.3%)
20 mnt 3 (7%)
30 mnt 3 (7%)
50 mnt 1 (2.3%)
60 mnt 14 (32.6%)
75 mnt 3 (7%)
90 mnt 3 (7%)
Figura 1. Variable sociodemográfica relacionada con los días de práctica de AF ligera y
moderada/intensa en una semana típica.
Leyenda: AF= actividad física; mnt: minutos; n= muestra.
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Muy similar es el ítem 2.A. y 2.B, solo que esta vez se pregunta sobre días a la
semana que se practica actividad física moderada e intensa, considerándose como
tal subir cuestas, caminos empedrados y no preparados para el senderismo,
escalones, colinas... El 30.2% de las participantes no práctica actividad física intensa
ningún día y el 44.2% practica 2 días, como aspectos más destacados. El tiempo
empleado para ello oscila desde los que no realizan nada con 30.2%, hasta los 60
mnts con 32.6% de las participantes.
Sin embargo y refiriéndonos a las sesiones del programa de condición física,
el ítem 3 proporciona información sobre el tiempo de practica física en cada sesión,
pudiendo ser entre 45 minutos y 1 hora con el 41.9% de las participantes y entre 1
hora y 1.15 minutos con un 58.1% de las participantes. Según el nivel de cada
sesión, según el ítem 4, un 2.3% de las participantes las considera Muy ligeras,
Ligeras un 16.3% y Moderadas el 81.4% del total de las participantes.
3. Duración aproximada de las sesiones de condición
física.
4. Nivel de intensidad considerada en las sesiones de
condición física.
Respuestas n (%)
3. Duración aproximada de las sesiones de condición
física.
Entre 45 mnt y 1 hora 18 (41.9%)
Entre 1 hora y 1.15 mnt 25 (58.1%)
4. Nivel de intensidad considerada en las sesiones de
condición física.
Muy ligeras 1 (2.3%)
Ligeras 7 (16.3%)
Moderadas 35 (81.4%)
Figura 2. Variable sociodemográfica relacionada con la
duración y nivel de condición física de cada sesión.
Leyenda: AF= actividad física; mnt= minutos; n= muestra
En relación a la variable de capacidad física (SFT), la tabla 1 refleja la batería
de ejercicios que conforma la evaluación de la capacidad funcional. El SFT.1 es la
prueba en la que se cuenta las veces que se levanta y se siente una persona en una
silla, siendo la media baja. Sin embargo, la fuerza del tren superior, mediante la
flexión de brazos con una pesa de 2.27 kg, presenta valores acordes a la media de
edad de las participantes. La prueba de flexión de tronco hacia delante también
presenta valores medios. Por el contrario, la flexión de tren superior mediante el
alcance de las manos por la espala presenta valores bajos. La capacidad aeróbica
también es baja debido a que los metros recorridos durante seis minutos no
corresponden a la distancia media para mujeres comprendidas entre los 65-59 años
(500-635 metros). La última variable de esta batería es el SFT.6, conocido como la
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prueba de levantarse, rodear un cono y volverse a sentar, obteniéndose una media
adecuada a la media de edad de las participantes.
Tabla 1.
Características físicas de la muestra estudiada (n=43).
SFT (unidad de medida) Min-max Media (DT)
Fuerza Tren Inferior
30´´ Chair stand (nº repeticiones)
9-17 14.8 (1.9)
Fuerza Tren superior
30´´Arm curl (nº repeticiones)
6/16 10.7 (2.2)
Flexibilidad Tren Superior
Back scratch (cm)
-28/8 -6.7 (9.3)
Flexibilidad Tren inferior
Chair-sit-and-reach (cm)
-22/24 -0.4 (8.3)
Agilidad y equilibrio
"8 feet up & go" (segundos) 4-10.7 6.1 (1.2)
Capacidad cardiorespiratoria
6 minute-walking test (metros) 228.5-685.5 476.4 (86.2)
Leyenda: SFT= senior fitness test; Min= mínimo; Max= máximo; DT= desviación típica;
nº= número; cm= centímetros.
La tabla 2 muestra la correlación establecida entre las pruebas del SFT y los
ítems del cuestionario sociodemográfico. El ítem 3 (duración de las clases) muestra
una relación significativa con la flexibilidad del tren inferior (chair sit and reach test),
flexibilidad del tren superior (back scratch test) y agilidad/equilibrio dinámico (8-ft
up and go test) (todos, p<0.01). La flexibilidad del tren superior (back scratch test)
con los días a la semana de práctica física moderada/intensa y el tiempo de
práctica de estas (ambas, p<0.5) y la agilidad/equilibrio dinámico con el tiempo de
práctica de actividad física moderada/intensa (p<0.5).
Tabla 2.
Correlaciones entre la medición del SFT y determinadas variables sociodemográficas.
SFT
Características
sociodemográficas
30´´
Chair
stand
30´´Arm
curl
Chair-sit-
and-reach
Back
scratch
6 minute-
walking
test
"8 feet up
& go"
1.A. Días de práctica de
AF ligera a la semana
.01
-.11
.18
.14
-.09
-.01
1.B. Tiempo de práctica
AF ligera al día
.09
.15
.11
.09
.05
-.15
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2.A. Días de práctica de
AF moderada/ intensa a
la semana
.21
.08
.25*
.09
-.13
-.21
2.B. Tiempo de práctica
AF moderada/ intensa al
día
.21
.04
.26*
.15
-.05
.-25*
3. Duración de las
sesiones
-.37**
-.38**
-.21
-.08
.10
.48**
4. Nivel de intensidad 0.11 -.02 -.09 -.12 -.05 .01
Leyenda: SFT= senior fitness test; AF= actividad física. ** p<.01; *p<.05
4. DISCUSIÓN
El presente estudio ha tratado de abordar la relación establecida entre
diferentes aspectos de la práctica de ejercicio físico moderado/intenso, como son
la frecuencia semanal y tiempo dedicado a cada práctica, con la capacidad física
de mujeres mayores de 60 años que pertenecen a un programa de Condición Física
institucionalizado.
La frecuencia de días de práctica física moderada/intensa a la semana,
mediante senderismo en el medio natural, puede conllevar a una mejora de la
flexibilidad del tren interior. Según un estudio realizado con personas mayores,
practicantes de ejercicio físico encaminado a la mejora del equilibrio, resistencia
muscular y flexibilidad en un programa con una frecuencia de dos días por semana,
mostró que el entrenamiento mediante un programa específico de estas cualidades
físicas repercute en la mejora de la fuerza muscular (Ourania, Yvoni, Cristos y
Ionannis, 2003). Las participantes realizaron actividad física de manera altruista y sin
control en su tiempo libre, pero complementando las sesiones de condición física a
las que si asisten regularmente cada semana. Lo mismo ocurre con otro estudio
llevado a cabo por Brown et al. (2000), donde se aplicó un programa focalizado en
la mejora de la flexibilidad, fuerza y equilibrio y donde se alcanzaron mejoras en la
flexibilidad en población mayor. Otra posible causa de esta asociación es que las
personas mayores que practican más ejercicio físico a intensidades elevadas y a
través de rutas de senderismo en el medio natural, propician una mayor utilización
de los componentes de las capacidades físicas (Tumiati et al., 2008) y por
consiguiente, hay un mayor movimiento de las extremidades superiores ya sea en el
braceo durante los desplazamientos o caminatas, movimientos analíticos en
ejercicios o incluso en las tareas cotidianas y del hogar (Ruiz-Montero et al., 2015).
Respecto al tiempo empleado en cada práctica de actividades físicas de
intensidad moderada-alta en un día normal, el ejercicio con una intensidad
elevada es un buen indicador de la salud y riesgos del sujeto. Dicha afirmación se
sustenta del estudio realizado por Vogel, Brechat y Lonsdorfer (2009), donde se
explicita que una prueba de ejercicio máximo es un control esencial para conocer
la salud y la seguridad de las personas respecto a problemas futuros. Es
comúnmente conocido que durante el proceso de envejecimiento, la capacidad
física experimenta una reducción drástica (Milanovic, Pantelic, Trajkovic, Sporis,
Kostic y James, 2013; Tuna, Edeer, Malkoc y Aksakoglu, 2009) y la práctica física de
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actividad moderada/intensa al menos 20 minutos durante tres días a la semana
ayuda a mantener diferentes capacidades físicas en población mayor (Nelson et
al., 2008).
Cabe destacar que las participantes del presente estudio consideran el
tiempo de práctica física moderada-intensa algo importante, siendo el valor más
alto de tiempo utilizado los 60 minutos de práctica (32.6% del total de participantes).
Martínez del Castillo et al. (2009) destacan el promedio semanal de horas de
práctica física en mujeres mayores españolas con una media de 2.53 horas
semanales. Las participantes las superarían tanto en tiempo de práctica física ligera
como en la frecuencia y tiempo de actividades físicas a una intensidad moderada-
intensa. Esto conlleva a que la práctica física a altas intensidades en el medio
natural y a través de entrenamientos específicos (Binder et al., 2002) como pueden
ser rutas de senderismo, propicie mejoras en la capacidad física (Takata et al.,
2002) y en el desarrollo psicológico de las participantes (Landi et al., 2007). Por
consiguiente, las participantes podrían desear la práctica de actividad física
frecuente de alta intensidad.
Hasta el momento se ha discutido la práctica física de las participantes
durante su tiempo libre. Sin embargo, en cuanto a la duración de las sesiones que
forman parte del programa de condición física, y la intensidad de las mismas,
existen diversos estudios donde las sesiones de media-larga duración producen
efectos beneficiosos en la salud de manera significativa (Ballard, McFarland,
Wallace, Holiday y Roberson; Stewart et al., 2005). El mayor porcentaje de
participantes que realiza práctica física controlada suele estar en sesiones de 75
minutos. Según Del Aguila, Claffey y Kirwan (1999), las duraciones de las sesiones no
deben superar los 60 minutos en cuanto a personas mayores se refiere, ya que los
beneficios de la práctica física se pueden convertir en perjuicios en forma de
lesiones musculares. Además, Valbuena (2007) indica que la duración de la sesión
debe oscilar entre los 30 minutos y una hora, en función de las características del
contenido trabajado. Incluso la ACSM y AHA (Nelson et al., 2008) establecen una
tabla con recomendaciones, entre las que se encuentra la duración de las sesiones
según capacidad física y no se suelen superar los 50 minutos para el sector de
población mayor.
5. CONCLUSIÓN
Los resultados del presente trabajo presentan una mejora en determinadas
capacidades físicas de las participantes debido a un programa de condición física,
con gran énfasis en la marcha mediante rutas planificadas en la naturaleza, pero
también a la práctica de ejercicio físico durante el tiempo libre. Las personas más
activas físicamente, y que a la vez practican ejercicio físico de manera asidua y
específica, presentan una mejora de las capacidades físicas que aquellas que son
más sedentarias. Por lo tanto, la práctica de ejercicio físico mediante actividades de
desplazamientos y rutas de senderismo en la naturaleza, a intensidades medias y
altas, produce mayor desarrollo de capacidades físicas a la vez que son preferidas
por las participantes durante el tiempo libre. Diversas limitaciones deben de ser
citadas en el presente estudio. Primeramente, la selección de la muestra no es
aleatoria ni representativa. Solo mujeres componen la muestra estudiada. Además,
podría ser interesante añadir otras variables sociodemográficas como el nivel de
estudios, estatus económico, familiares al cargo, etc.
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6. REFERENCIAS
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Fecha de recepción: 25/12/2017
Fecha de aceptación: 22/4/2018