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1
OBSERVATORIO DEL TERCER SECTOR AMBIENTAL
ENTIDADES SIN ÁNIMO DE LUCRO Y
ECONOMÍA SOCIAL Y SOLIDARIA. FORMAS
DE TRABAJO PARA LA CONSERVACIÓN
DE LA NATURALEZA Y LA GESTIÓN DE LOS
RECURSOS NATURALES
Con el apoyo de: Promueve:
OBSERVATORIO
DEL TERCER SECTOR
AMBIENTAL
Cuaderno de Campo Nº17.
Autores:
Carolina Yacamán. Ambientóloga y Doctora en Geograa.
Profesora en la universidad Carlos III y miembro de la cooperava Heliconia.s.coop.mad
Antonio Ruiz Salgado. Abogado y consultor jurídico ambiental. Doctor en Derecho administravo.
Alberto Navarro Gómez. Ambientólogo - Consultor en conservación de la naturaleza y desarrollo rural.
Cita recomendada: Yacamán, C; Ruiz, A y Navarro A. (2018) Entidades sin ánimo de lucro y economía social y
solidaria. Formas de trabajo para la conservación de la naturaleza y la gestión de los recursos naturales, Asociación
de Fundaciones para la Conservación de la Naturaleza y Fundación Biodiversidad - Ministerio de Agricultura
y Pesca, Alimentación y Medio Ambiente.
Las opiniones y documentación aportadas en esta publicación son de exclusiva responsabilidad del autor o autores
de los mismos, y no reejan necesariamente los puntos de vista de las endades que apoyan económicamente el proyecto.
Cuaderno de Campo Nº17. Abril 2018.
www.afundacionesnaturaleza.org - info@afundacionesnaturaleza.org - 902 34 02 02
@AFNaturaleza - facebook.com/Asociacion.Fundaciones.Conservacion.Naturaleza
ENTIDADES SIN ÁNIMO DE LUCRO Y
ECONOMÍA SOCIAL Y SOLIDARIA. FORMAS
DE TRABAJO PARA LA CONSERVACIÓN
DE LA NATURALEZA Y LA GESTIÓN DE LOS
RECURSOS NATURALES
Somos miembros de la AFN las siguientes fundaciones:
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Reconocimiento-NoComercial 4.0 Internacional
OBSERVATORIO DEL TERCER SECTOR AMBIENTAL 3
4
12
23
6
17
30
Índice
1. Impacto del modelo productivo
en los límites planetarios
2. La intervención de las
organizaciones no lucrativas
en el mercado.
3. La economía social y solidaria.
Principios para otra economía
enraizada en el territorio.
4. Experiencias de la economía
social y solidaria para avanzar
hacia un modelo de desarrollo
local sostenible y comunitario
5. Claves desde la economía
social y solidaria para que las
organizaciones conservacionistas
mejoren su resiliencia en un
contexto de crisis
Conclusiones
4OBSERVATORIO DEL TERCER SECTOR AMBIENTAL
1. Impacto del modelo productivo
en los límites planetarios
Alberto Navarro Gómez
Los límites al crecimiento fueron por vez primera planteados a principios de los 70
del Siglo XX a través de un profundo trabajo desarrollado por un equipo del Instituto
Tecnológico de Massachusetts especializado en dinámica de sistemas liderado por
Dennis Meadows y bajo auspicios del Club de Roma1. En él se mostraba con detalle que
de seguir en la estela de aquel tiempo la humanidad se encontraría a lo largo del S. XXI en
una situación crítica para su mantenimiento debido a su crecimiento y extralimitación en
el uso de los recursos. Desde aquel primer trabajo se han realizado diferentes revisiones
que han mostrado cómo sus conclusiones iniciales siguen vigentes cuarenta y cinco años
después2. En base a aquel planteamiento inicial, hace ya casi una década, se presentó el
concepto de los límites planetarios3. Entendiéndose estos como una aproximación a la
sostenibilidad global, con sus límites establecidos más allá de los cuales la humanidad no
puede funcionar sin ponerse en riesgo a sí misma4.
Aunque todos somos más o menos conscientes del impacto que el modelo actual de
producción y consumo tiene sobre los recursos naturales, la magnitud del mismo se nos
escapa, no sólo por la dicultad de su medición sino por la falta de acceso a información
apropiada sobre ello. Por eso es importante conocer con mayor detalle las implicaciones
que tienen para la salud y el bienestar de las personas nuestras decisiones de compra,
pero también es importante conocer las implicaciones sobre la base que sustenta la
sociedad. Esta base es, sin duda alguna, los recursos naturales, y, en último término, es
la biodiversidad la que ostenta un papel destacado en ella. Aunque poco se reconoce, la
biodiversidad inuye en el bienestar humano5, incluyendo el acceso al agua y materiales
básicos para una vida satisfactoria, la seguridad frente al cambio ambiental -por ejemplo
mediante razas autóctonas de ganado y variedades locales de cultivo-, o a través de sus
efectos sobre los procesos básicos de los ecosistemas de los que toda la vida depende6. La
biodiversidad es el servicio de los ecosistemas7 último, a la vez que la base de su generación.
1Meadows, D. L., y col. (1972). Los límites del crecimiento. Fondo de Cultura Económica, México.
2Meadows, D. H., y col. (1992). Más allá de los límites del crecimiento. Círculo de Lectores, Barcelona.
Meadows, D. H., y col. (2006). Los límites del crecimiento 30 años después. Galaxia Gutenberg, Barcelona.
3Rockström, J., et al. (2009). Planetary boundaries: Exploring the safe operating space for humanity. Ecology and Society 14(2): 32.
4Steen, W., et al. (2015). Planetary boundaries: Guiding human development on a changing planet. Science 347, 1259855.
5Díaz, S. et al. (2006). Biodiversity loss threatens human well-being. PLOS Biology 8(4):1300-1305. Cardinale, B. J., et al. (2012). Biodiversity
loss and its impact on humanity. Nature (486)59-67.
6Navarro, A. y Ruiz, A. (2016). Importancia social del medio ambiente y la biodiversidad. Asociación de Fundaciones para la Conservación
de la Naturaleza y Fundación Biodiversidad – Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente. Burgos, 28 pág.
7Los servicios de los ecosistemas son aquellos servicios y bienes que los ecosistemas proveen a la sociedad para el bienestar
y la salud de las personas.
5
OBSERVATORIO DEL TERCER SECTOR AMBIENTAL
Las amenazas a la biodiversidad a partir de la pérdida y degradación de hábitats, la
deforestación y defaunación, la sobrepesca, la caza excesiva y el cambio climático, con
frecuencia surgen de la incursión en ecosistemas poco o nada alterados para la búsqueda
y extracción de recursos. Uno de los principales impulsores de estas amenazas es la
producción de bienes para la exportación. Se ha sugerido que al menos un tercio de las
amenazas a la biodiversidad en todo el mundo se encuentra vinculado a la producción
para el comercio internacional8. Conocer las características de las fuerzas que operan en
los mercados así como sus consecuencias es clave para poner remedio y gestionar mejor
la problemática asociada con el consumo.
El comercio internacional tiene consecuencias inesperadas debido a sus teleconexiones.
Por ejemplo, ahora sabemos que el consumo de los Estados Unidos de América tiene
un impacto muy importante sobre la biodiversidad en el sur de España y Portugal9. En
este sentido, el consumo de la Unión Europea conlleva amenazas hacia puntos calientes
de biodiversidad como Marruecos, la costa del cuerno de África, Etiopía, Madagascar,
Zimbabue o los lagos Victoria o Malawi. Estas conexiones a distancia también son
consecuencia de políticas de gran impacto como la Política Agrícola Común, de la que se
sabe que tiene impactos negativos hasta países bien distantes como es Uganda, no sólo
en Europa10.
Hoy sabemos que aproximadamente dos tercios de la pérdida de biodiversidad global
se debe directa o indirectamente a los cambios de usos del suelo, mayormente para la
producción de alimentos y biocombustibles, y a la expansión de las infraestructuras. De
entre las diferentes categorías de consumo que más afectan a la pérdida de biodiversidad
se encuentra, con diferencia, la producción de alimentos. Muy por delante de la producción
de otros bienes y servicios o del transporte11. Es por ello, que, aunque debemos atajar
la reducción del impacto negativo del consumo desde todos los frentes, mediante el
cambio en la producción y consumo de alimentos se consigue una mayor reducción de
nuestra huella ecológica. La biodiversidad forma parte de esos límites planetarios que se
sugieren como fronteras dentro de las cuales debemos internarnos, y hacer que nuestro
desarrollo humano se mantenga en el tiempo y no se confunda con crecimiento, pues
estos no son sinónimos.
8Lenzen, M. et al. (2012). International trade drives biodiversity threats in developing nations. Nature, 486:109-112.
9Moran, D. and Kanemoto, K. (2017). Identifying species threat hotspots from global supply chains. Nature Ecology and
Evolution, 1:23.
10Boysen, O., et al. (2016). Impact of EU agricultural policy on developing countries: A Uganda case study. e Journal of
International Trade & Economic Development, 25:377-402.
11Wilting, H. C., et al. Quantifying biodiversity losses due to human consumption: A global-scale footprint analysis.
Environmental Science and Technology, 51:3298-3306.
6OBSERVATORIO DEL TERCER SECTOR AMBIENTAL
Por todo ello, es muy importante saber cómo podemos reducir o, mejor aún, revertir estos
problemas desde nuestros actos diarios, especialmente desde el consumo, eligiendo
sistemas de producción de bienes y servicios que fomenten un modelo económico
alternativo basado en formas de producción más sostenibles, social, ambiental y
económicamente, y que considere los límites de los recursos naturales. Es en este marco
en el que se desarrolla la presente guía, cuyo objetivo es dar a conocer algunas propuestas
innovadoras que están surgiendo desde la economía social y solidaria para hacer frente
a los retos de degradación de los ecosistemas, la pérdida de soberanía alimentaria y la
devastación de los bienes comunes. En el primer capítulo, se profundizará en el marco
de la economía social y solidaria, y la relación de las entidades sin ánimo de lucro con
el mercado y cómo estas iniciativas intervienen en la conservación de la naturaleza. En
el segundo capítulo, tras una denición de la economía social, de dene el concepto de
economía social y solidaria. Se describen los principios y valores, y se explican los aspectos
que denen las entidades que lo componen, y se analizan los aspectos coincidentes y las
principales diferencias entre los dos marcos conceptuales. En el tercer capítulo, se ilustran
los modelos y las experiencias de modelos de producción y consumo alternativos desde
los paradigmas de la economía social y solidaria y la soberanía alimentaria. Por último,
nalizamos planteando una serie de propuestas para la intervención de las entidades sin
ánimo de lucro en la conservación de la naturaleza desde la economía social y solidaria, y se
plantean las ventajas y algunas claves empresariales que les pueden fortalecer en un contexto
de crisis económica.
2. La intervención de las organizaciones no
lucrativas en el mercado
Antonio Ruiz Salgado
Con la denominación de Tercer Sector se engloba un conjunto heterogéneo de
organizaciones privadas sin ánimo de lucro, autónomas o independientes con participación
voluntaria, que tienen en común el formar parte de la sociedad civil, organizándose en
torno al principio de la ausencia de ánimo de lucro y a la defensa de valores comunes.
Los diferentes papeles y funciones que juegan las organizaciones del Tercer Sector en la
sociedad son muy diversos, pero todos tienen en común el que consolidan las relaciones
sociales, conforman la conanza entre la ciudadanía, fortalecen el capital social y aportan
un equilibrio al sector público y al mercado12.
Ante necesidades y carencias percibidas, la sociedad cívica se ha organizado para
afrontarlas promoviendo cambios que reporten una mejora social o abordando problemas
no tratados. Este es también el caso de las externalidades negativas de los sistemas de
producción y consumo mencionados en el apartado anterior.
De entre las sociedades cívicas, destacan las “organizaciones no lucrativas” caracterizadas
por su n constitutivo orientado a la sociedad y el criterio de no reparto de benecio y
reinversión en el n social. De una forma más concreta, en relación a las organizaciones sin
ánimo de lucro, se han denido unos criterios de identicación que permiten una denición
operativa adoptada por el estudio liderado por el equipo dirigido por Salomón y Anheier13:
7
OBSERVATORIO DEL TERCER SECTOR AMBIENTAL
• Estar organizadas formalmente, que implica contar con una
estructuración interna, una realidad institucionalizada y unos
objetivos claricados. Este criterio excluye las manifestaciones
informales de solidaridad y ayuda.
• Ser privadas, es decir, separadas formalmente del gobierno, sin
formar parte del sector público y sin encontrarse controlado por
éste.
• Ausencia de ánimo de lucro. Su nalidad principal no es generar
benecios, ni sus actividades deben estar guiadas por nalidades
comerciales. Los benecios, caso de que existan, deben ser
reinvertidos en la propia organización y, por tanto, no se deben
repartir entre los propietarios, administradores o directivos.
• Gozar de capacidad de autocontrol institucional de sus actividades,
es decir, que cuenten con propios instrumentos para garantizar su
autogobierno y un grado signicativo de autonomía.
• Contar con algún grado de participación voluntaria, lo que quiere
decir, por una parte, que la participación o no de sus miembros ha de
depender de la libre voluntad de los mismos y no de imposiciones
externas, y, por otra, que hay un grado signicativo de participación
de voluntarios (esto es, de personas que aportan tiempo no
remunerado) en sus actividades. Adicionalmente, se incluyen en la
denición aquellas instituciones sin ánimo de lucro que son el fruto
de la decisión voluntaria de adscribir un determinado patrimonio al
cumplimiento de nes de interés general.
Asociaciones y fundaciones son dos formas jurídicas muy presentes en el ámbito de la
defensa ambiental pertenecientes a este enfoque de las “entidades (u organizaciones) no
lucrativas” o “entidades sin ánimo de lucro”.
12Ruiz A., Arias, F. Navarro, A. (2016a) El Tercer Sector Ambiental: Un enfoque desde las entidades ambientales no lucrativas,
Cuaderno de Campo Nº1. Asociación de Fundaciones para la Conservación de la Naturaleza y Fundación Biodiversidad –
Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente. Pág. 9.
13Salamon , Let al. (2001) La sociedad civil global: Las dimensiones del sector no lucrativo. Fundación BBVA, Madrid.
14Ley Orgánica 1/2002, de 22 de marzo, reguladora del Derecho de Asociación
15Ley 50/2002, de 26 de diciembre, de fundaciones.
16Art. 2 y 3 L. Fund.
17Ruiz A., Arias, F. Navarro, A. (2016b) Retos del Tercer Sector Ambiental: Notas para el debate, Asociación de Fundaciones
de Naturaleza, Cuaderno de Campo Nº2. Asociación de Fundaciones para la Conservación de la Naturaleza y Fundación
Biodiversidad – Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente.
8OBSERVATORIO DEL TERCER SECTOR AMBIENTAL
La Constitución Española deende el derecho a participar en los asuntos públicos. Entre
otras formas de intervención, esta participación puede llevarse a cabo a través del derecho
de asociación (art. 22 CE) o a través del derecho de fundación (art. 34 CE), entre otras formas
de organización. Las asociaciones puede constituirse para conseguir unas nalidades de
interés particular o general (art. 5.1 Ley de Asociaciones)14, especialmente en este último
caso las asociaciones de utilidad pública que, en todo caso, su constitución promueve
el interés general. En cuanto a las fundaciones, la necesidad de que la persecución del
interés general es identitario de estas organizaciones en base a la Ley de fundaciones15. Su
artículo 2 dene como fundaciones aquellas organizaciones constituidas sin n de lucro
que, por voluntad de sus creadores, tienen afectado de modo duradero su patrimonio a
la realización de nes de interés general16.
Las entidades del TS en su conjunto, especialmente las no lucrativas, se enfrentan a una
serie de retos que hacen peligrar su propia integridad y su supervivencia. El cambio de
paradigma social, las disyuntivas económicas, las nuevas empresas privadas de servicios
sociales, así como la propia dinámica interna de las organizaciones que componen el
TS, crean un caldo de cultivo que genera nuevas líneas de cambio en su funcionamiento
interno y en su relación con el entorno17.
La búsqueda de una nanciación estable de organizaciones y actuaciones y profundizar en
la capacidad transformadora del Tercer Sector Ambiental, manteniendo la profesionalidad y
ecacia de las organizaciones son los grandes desafíos a los que se enfrente al organizaciones
ambientales. En muchos casos, ha generado la necesidad de llevar a cabo actividades
económicas para nanciar las actividades y nes sociales y el interés en equilibrar la función
de gestión y reivindicación18.
Para poder construir un mapa de situación, siguiendo a Pearce, puede ser útil para
las diferentes formas de actuación social dividir la economía en tres sistemas. Según
este autor (en Pérez et al. 200919 y Zurbano et al. 201220), el «primer sistema» (sector
privado) se caracteriza por una lógica de acumulación capitalista guiada por el principio
de maximización del benecio para los accionistas y/o propietarios, mientras que el
«segundo sistema» (sector público) se caracteriza por la planicación y redistribución de
recursos de las instituciones democráticamente elegidas. El tercer sistema guiado por la
lógica de la mutualidad y la autoayuda engloba desde la economía doméstica y familiar,
pasando por la economía más informal del vecindario, hasta las organizaciones más
estructuradas del asociacionismo y voluntariado, y economía social. Estos sistemas están
representados grácamente en el gráco 1, en donde los diferentes agentes de cada
sistema se muestran en círculos concéntricos, en función de la escala territorial, desde el
barrio hasta la esfera internacional.
9
OBSERVATORIO DEL TERCER SECTOR AMBIENTAL
Otro criterio especialmente relevante para comprender mejor la lógica de intervención
de todas las organizaciones que analizamos es tomar en consideración la forma de
nanciación y el retorno de sus actividades. Teniendo en cuenta el tipo de retorno social o
nanciero se pueden construir una variable continua con unas categorías-tipo (gráco 2)
en el que las organizaciones sin ánimo de lucro basadas plenamente en el retorno social
podrían localizarse en un extremo y aquellas empresas orientadas exclusivamente al lucro
y al retorno económico en el otro21. En medio de ambas categorías se posicionan las
organizaciones de propósito social, en las cuales se ubican las asociaciones o fundaciones
que lleven a cabo actividades económicas, empresas de economía social y solidaria y
empresas que reinvierten sus ganancias en nes sociales. Estas organizaciones combinan
en mayor medida el retorno social y el económico (entidades no lucrativas con ingresos
por prestación de servicios o venta de productos, empresas sociales y empresas con
fuerte énfasis en la responsabilidad social).
18Ruiz A., Arias, F. Navarro, A. (2016c) Propuestas de futuro para el Tercer Sector Ambiental, Asociación de Fundaciones de
Naturaleza, Cuaderno de Campo Nº16. Asociación de Fundaciones para la Conservación de la Naturaleza y Fundación Biodiversidad
– Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente.
19Pérez de Mendiguren, J. C., Etxezarreta, E., & Guridi, L. (2009). economía social, Empresa Social y Economía Solidaria: diferentes
conceptos para un mismo debate. Papeles de Economía Solidaria, 1, 1-41.
20Zurbano, M., Henry, G., & Urzelai, A. (2012). El cuarto sector en Euskadi. Bizkaia: Agencia Vasca de la Innovación (España), 105.
Gráco 1. Los tres sistemas económicos.
Fuente: Pearce, 2003 en Pérez et al. 2009
PYMES y
microempresas Autoridad
local
Familia
nuclear
Gobierno
nacional
y regional
Organizaciones
voluntarias
ONG
Sindicatos
Organizaciones voluntarias
y ONG con actividades
comerciales
ONG
internacionales
Formal
Bancos
de tiempo
Monedas
locales
Informal
Diáspora
Unión
Europea
Naciones
Unidas
Tercer sector
Ayuda mutua / Objetivo social
Gran
empresa
Empresas
multinacionales
Mutuas
Negocios
sociales
Empresas
comunitarias
Empresas
Comercio Justo
ORGANIZACIONES VOLUNTARIAS
Orientado al mercado
Transables
GLOBAL
NACIONAL/
REGIONAL
LOCAL
BARRIO
ECONOMÍA
SUMERGIDA
10 OBSERVATORIO DEL TERCER SECTOR AMBIENTAL
La fusión en algunas entidades de formas organizativas que combinan la lógica de las
organizaciones sin ánimo de lucro con la lógica de las empresas tradicionales, genera
formas híbridas de difícil clasicación con las categorías tradicionales. “Emprendimiento
social”23, “empresas sociales”24, “organizaciones del cuarto sector”25 u “organizaciones
híbridas”26 son diferentes denominaciones para organizaciones que tienen como
propósito generar valor social y valor económico y combinan la lógica social de las
organizaciones sin ánimo de lucro con la lógica mercantil de las empresas tradicionales
para poder alcanzar un impacto social sostenible.
Como se ha expuesto, las “entidades sin ánimo de lucro” tienen como rasgo diferenciador
la no distribución de benecios pero puede nanciarse exclusivamente a través de
lantropía o considerar que para llevar a cabo su n social puede desarrollar algún tipo
de actividad económica compatibilizándola o no con fuentes de ingreso lantrópicas.
En este contexto, asociaciones con nalidad de interés general y fundaciones que sí
intervengan en el mercado comparten con las “empresas sociales” el retorno social de su
actuación aunque lleven a cabo actuaciones en el mercado. La forma jurídica, el n social
y la forma de actuar en el desarrollo de su actividad serán tres aspectos fundamentales
que denirán la cultura organizativa y la ética de la organización (gráco 3).
Gráco 2 - Espectro de emprendimientos sociales
Fuente: traducción propia de European Venture Philanthropy Association, 201322
Entida des s in áni mo de lucro
(Charities)Empresas sociales generadoras de ingresos
Empr esas
gui adas
socialmente
Empr esas tradici onales
Empresa de
me rcad o
“mainstream
”
Compañía
con RSE
Emp resa que
as igna
porcentaje a
la filantropía
di s tribució n
de
ben eficios
impulsado
so cialmente
Supe rávit
lucrativo
rei n ve rtido
Equi libro
ingre sos de
come rci aliza
ció n
Ingresos de
comercializaci
ón
potencialment
e s os ten ibles
del 75%
Subvenciones
e ingresos de
actividades
económicas
Sólo
subvenciones
No ac t iv idades
económicas.
Organi zaciones con propósito social
El objetivo principal es crear
valor social
El objetivo principal es crear
valor financiero
Sólo impacto Im pa c to pri me ro Primero financia ción
Combinación de valor social y financiero
In ve rs i ón s oc ialConcesión
subvenciones/donaciones
Filantropía de riesgo
21Brozek, K. (2009) Exploring the Continuum of Social and Financial Returns: When Does a Nonprot Become a Social Enterprise?”. San
Francisco, CA: Federal Reserve Bank of San Francisco, Community Development Investment Review, vol. 5, no. 2, (August).; Marwell N.,
McInerney P-B. 2005. Nonprot and Voluntary Sector Quarterly, 34(1), March 2005, pp.7-28.
11
OBSERVATORIO DEL TERCER SECTOR AMBIENTAL
En la actuación económica de las organizaciones sin ánimo de lucro, los principios de la
economía social y solidaria pueden ofrecer un marco de valores que permitan incrementar
los esfuerzos en cambiar modelos económicos perniciosos, a la vez que dota a las
organizaciones de un marco de valores que permita orientar estratégicamente su labor.
La economía social y solidaria, hace referencia a una forma de actuación en el que las
organizaciones, teniendo en cuenta lo expuesto en el apartado anterior, intervienen
con una lógica que pone el centro de atención en la dimensión democrática de las
organizaciones y en la producción para el mercado de bienes sociales. Por otro lado, el
enfoque de las organizaciones o entidades sin ánimo de lucro plantea identicar caracteriza
a estas organizaciones a partir de la importancia del principio de no distribución de
benecios y de la nanciación basada fundamentalmente en aportaciones voluntarias27
Estos diferentes enfoque permiten la convergencia de organizaciones que trabajan desde
estas perspectivas de acción (Gráco 4).
•Ingre sos económicos de
intervenc ión en e l mercado.
•Relac iones basadas en el
traba jo y no en el capital.
•Orienta ción a un fin social.
•Retor no social de l as
activida des.
Organizaci ones sin
ánimo de lucro
Organi zacione s de la
Economía Solidaria
Organi zaciones
de la Economía
Social
Gráfico 4. Convergencia entre las organizaciones sin ánimo de lucro
y las empresas de la economía social y solidaria. Fuente: elaboración propia
Gráco 3 – Aspectos fundamentales de la actuación de las organizaciones no lucrativas
Fuente: elaboración propia
Forma jurí dica
(Regulac ión legal de la organización)
Aso ciaci ón
Fundación
…
Finalidad última de la
actividad.
(Fin social )
Conservación de la naturaleza
Lucha contra la exclusión social
…
Lógica de int ervención.
(Forma de actuar)
Valo res,
Forma de tomar decisiones
Relaciones con trabajadores
…
Lógica de int ervención.
(Forma de actuar)
Valo res,
Forma de tomar decisiones
Relación con trabajadores
Sostenibilidad ambiental de la actuación
…
Finalidad última de la
actividad.
(Fin social )
Conservación de la naturaleza
Lucha contra la exclusión social
…
Forma jurídica
(Regulación legal de la organización)
Asociaci ón
Fundación
…
12 OBSERVATORIO DEL TERCER SECTOR AMBIENTAL
3. La economía social y solidaria. Principios para
otra economía enraizada en el territorio
Carolina Yacamán Ochoa
En el actual contexto de crisis estructural de la economía capitalista, marcada por la
imposibilidad de alcanzar los objetivos que armaba perseguir28, emerge la economía
social y Solidaria como un enfoque alternativo, que coloca a las personas en el centro de
la economía, con responsabilidad social y enraizada en los territorios. Por el contrario, el
funcionamiento de la economía capitalista es tal, que “cuanto más extiende sus tentáculos
en cualquier parte del planeta, más aumenta la desigualdad social, la destrucción de la
naturaleza, la alienación en el trabajo y la mercantilización de la vida”.29
La economía social y solidaria está cada vez más presente en la agenda política, fruto del
incremento de iniciativas y prácticas económicas que se están dando en diferentes puntos
del planeta, como es el caso de España. La gran diversidad de agentes, organizaciones y
redes que la componen, junto con la gran heterogeneidad de ámbitos en los que opera30,
la conguran como un paradigma económico poscapitalista, con una alta capacidad
de innovación social y capaz de dar respuesta a los problemas que genera la economía
capitalista. Sin embargo, a pesar de que la economía social y solidaria se extiende cada vez
más en todo el territorio europeo y latinoamericano, sigue habiendo una cierta confusión
acerca de su entramado conceptual. Por ello, el objetivo principal de este capítulo, es
claricar su denición y describir las principales entidades que la componen, para así
conseguir trazar un mapa general de su compleja dimensión política, social y económica.
Los orígenes de la economía social en Europa se encuentran en las grandes corrientes
ideológicas del siglo XIX, tanto en la social-cristiana como en la tradición socialista y
anarquista de autoorganización de la clase obrera31. Pero no es hasta la década de los
70 del siglo XX, cuando vuelve a resurgir en Europa. Los cambios que tuvieron lugar
en el escenario económico internacional produjeron, entre otras cosas, una pérdida de
capacidad de los Estados nacionales como dinamizadores de la economía y con capacidad
de regulación y de generación de empleo32. En este contexto, aparecieron nuevas formas
organizativas que buscaban mejorar la falta de empleo, la precariedad de las rentas y su
distribución entre los y las trabajadoras. Particularmente en Francia, la creación del Comité
National de Liason des Activités Mutualistes Coopératives et Associatives (CNLAMCA)33,
formularon la Charte de l´economie sociale (1980), que denió a la economía social como
el conjunto de “ entidades no pertenecientes al sector público que, con funcionamiento
y gestión democráticos e igualdad de derechos y deberes de los socios, practican un
régimen especial de propiedad y distribución de las ganancias, empleando los excedentes
del ejercicio para el crecimiento de la entidad y mejora de los servicios a la comunidad”.34
Tras las primeras deniciones establecidas en Europa, el marco conceptual de la economía
social se fue institucionalizando y regulando. En el año 2000, el Comité Económico y
Social Europeo (CESE)35 denió la economía social como aquellas entidades no públicas
“que tienen por objetivo trabajar para sus miembros y usuarios y para la sociedad a
n de satisfacer necesidades precisas de interés público” (3.8.1), así como ofrecer al
“ciudadano la posibilidad de organizar sus pautas de producción y consumo mediante
formas independientes y democráticas de cooperación” (2.2) que no están siendo
satisfechas ni por el mercado ni por el Estado, o que no están siendo satisfechas de forma
13
OBSERVATORIO DEL TERCER SECTOR AMBIENTAL
suciente (desempleo, exclusión social, precariedad, insostenibilidad de la producción
y el consumo, etc.). En el año 2011, España aprobó su primera Ley de economía social
(Ley 5/2011, de 29 de marzo) agrupando a las diferentes familias jurídicas que comparten
elementos comunes en los principios y valores de su objeto social. Dicha Ley dene a
la economía social como “el conjunto de las actividades económicas y empresariales,
que en el ámbito privado llevan a cabo aquellas entidades que, de conformidad con los
principios orientadores de la Ley, persiguen bien el interés colectivo de sus integrantes,
bien el interés general económico o social, o ambos”.
Las empresas que componen la economía social contribuyen a democratizar la economía,
al orientar su actividad al servicio del bien común, y a desarrollar actividades que redundan
en el bienestar de la comunidad. Esto supone un planteamiento renovador y estratégico
sobre la manera de entender la economía tanto en el funcionamiento y la gestión interna
de las empresas, como hacia fuera, en su dimensión de sujeto político en los distintos
ámbitos de la sociedad. Al mismo tiempo, desde su dimensión económica, reivindica un
modelo de desarrollo local integrado, que promueve la generación de empleo estable
y de calidad. Tal y como asegura Laville (2009)36, la economía social pone la atención
en resolver los problemas de redistribución social; consagrados a actividades y agentes
que no se rigen por las reglas del mercado y la empresa capitalista. Esto quiere decir,
que la economía social está orientada a crear riqueza colectiva, y una mayor equidad
en la forma en que se distribuyen las rentas, por lo que no se limita exclusivamente
a los procesos económicos desde lógicas alternativas, sino que más bien cuestiona el
modelo vigente y genera alternativas sobre otros modelos de sociedad regidos bajo
lógicas solidarias, constituyendo así un instrumento de transformación. En este sentido,
el Dictamen Europeo de las Regiones destaca que “la economía social proporciona un
valor añadido al proceso de desarrollo local y al progreso social; permite la constitución
de un capital social a nivel local mediante el establecimiento de relaciones de conanza y
de espíritu comunitario, al compromiso cívico y la participación en la sociedad, así como
al fomento de una mayor cohesión social”37.
22Hehenberger, L. y Harling, A-M.2013. European Venture Philanthropy and Social Investment 2011/2012. e EVPA
Survey. European Venture Philanthropy Association.
23Moreira P. y Urriolagoitia, L. Revista Española del Tercer Sector nº17, enero-abril 2011 Madrid.
24Borzaga, C., & Defourny, J. (Eds.). (2004). e emergence of social enterprise (Vol. 4). Psychology Press; Alter, Kim (2007),
Social Enterprise Typology, Virtue Ventures LLC; Defourny, J.; Nyssens, M. 2012. El enfoque EMES de la empresa social
desde una perspectiva comparada CIRIEC-España, Revista de Economía Pública, Social y Cooperativa, núm. 75, agosto,
2012, pp. 6-34.
25Sabeti, H. (2009). e emerging fourth sector. Executive Summary. Washington: Aspen Institute; Zurbano, M. G Henry G.
y Urzelai A. (2012) El Cuarto Sector en Euskadi, Innobasque.
26Boyd et al (2009), Hybrid Organizations: New Business Models for Environmental Leadership, Greenleaf Publishing;
Battilana, J., Lee, M., Walker, J. and Dorsey, C. (2012), “In search of the hybrid ideal”, Stanford Social Innovation Review,
summer issue, pp. 50-55.; Haigh, N., Walker, J., Bacq, S. and Kickul, J. (2015), “Hybrid organizations: origins, strategies,
impacts, and implications”, California Management Review, Vol. 57 No. 3, pp. 5-12.
14 OBSERVATORIO DEL TERCER SECTOR AMBIENTAL
3.1. Economía social y Solidaria
El término de economía solidaria tiene su origen en las últimas décadas del siglo XX,
dentro de un proceso de replanteamiento de los enfoques de la economía social y la
incorporación de prácticas y teorias economicas no capitalistas. Su diferencia radica en
que tiene un enfoque más crítico con el sistema económico capitalista al poner el énfasis
en la necesidad de proteger el medio ambiente y la vida de las personas como referencia
prioritaria por encima de otros intereses. Por lo tanto, recoge nuevos valores y articula
propuestas para otra economía en la que el mercado tiene un papel instrumental. En
el centro de su discurso, propone incorporar a “la gestión de la actividad económica,
los valores universales que deben regir a la sociedad y las relaciones entre toda la
ciudadanía: equidad, justicia, fraternidad económica, solidaridad social y democracia
directa”. En este sentido, la economía solidaria está demostrando tener más dinamismo
a la hora de incorporar nuevos debates y paradigmas que amplían sus intereses como
disciplina económica y como catalizador del cambio social: las monedas locales, el
trueque, el comercio justo, la articulación de los mercados sociales, y las nanzas éticas y
responsables son algunos ejemplos. Incorpora conceptos de la economía ecológica como
la internalización de los costes ambientales o sociales que por lo general la empresa
capitalista externaliza. Integra los aportes de la economía feminista, sobre cómo alcanzar
la igualdad entre todas las personas como principal eje de su actuación, y cómo lograr
el bienestar colectivo basado en la igualdad de derechos, en la corresponsabilidad y
reciprocidad a todas las personas. Así mismo, persigue construir modelos de producción,
distribución y consumo al servicio de todas las personas, como es el caso de los Mercados
Sociales. Desde esta perspectiva, la Economía Solidaria es un enfoque que se compone
de una doble dimensión política y socio-económica42.
Entre las diferencias más importantes entre las dos corrientes, está en primer lugar,
la voluntad de transformación orgánica, como diferencia estructural de la economía
solidaria con respecto a la economía social, ya que pone su énfasis en el objeto social,
en los principios éticos y solidarios, en la capacidad de organización de la sociedad civil
y no tanto en el sujeto jurídico ni en el modelo empresarial (carácter privado, adhesión
voluntaria, distribución de benecios no asociada a la aportación del capital, una persona
un voto, etc.). En segundo lugar, podríamos hablar que la economía social tiene un
reconocimiento legal e institucional explícito en diferentes países lo que permite que su
delimitación sea clara en cuanto a lo que debe ser reconocido como tal, mientras que la
economía solidaria, tiene un reconocimiento más de corte ideológico y asociativo, por
lo que incorpora prácticas económicas y enfoques teóricos más diversos. En denitiva,
podríamos decir que la economía solidaria es el rearme ideológico necesario que
puede posibilitar resolver la contradicción que tiene la economía social en su dicultad
de continuar siendo un modelo alternativo que no llega a incidir directamente en la
transformación social . Es por ello, que algunos autores argumentan la necesidad de
complementariedad de estos dos enfoques. Paralelamente otros argumentan que la
Economía Solidaria es parte integrante del paraguas de economía social, y por ello la
necesidad de utilizar el término de economía social y solidaria”44.
15
OBSERVATORIO DEL TERCER SECTOR AMBIENTAL
3.2. Quiénes integran la economía social y solidaria
La economía social y solidaria tiene presencia en multitud de sectores económicos y
sociales45, y está conformada tanto por experiencias concretas como por empresas y
organizaciones de muy diversas dimensiones. En la actualidad constituye un sector
económico en alza que se ha consolidado en los últimos años como un instrumento clave
de dinamización económica y creación de empleo de calidad y con estabilidad, combinado
a su vez los valores de solidaridad, responsabilidad y cohesión social46. Se nutre de una
gran diversidad de prácticas que pueden tener lugar en diferentes escalas, aunque la
mayoría de ellas tienen sus raíces en la escala local, y cuyo potencial se basa en el tejido
asociativo como elemento fundamental de articulación de los procesos económicos.
Por esta razón, las empresas de la economía social y solidaria no se deslocalizan en
momentos de crisis o ante la baja rentabilidad, puesto que están estrechamente ligadas
con el territorio y con la población local47.
En el contexto español, los criterios que se utilizan para acotar las entidades que pueden
estar incluidas dentro del sector de la economía social, según se establece en la Ley
5/2011 en su art. 4, son los siguientes:
a) que ejerzan una actividad económica y empresarial,
b) que estén organizadas de manera que sus reglas responden a la
primacía de las personas y al n social sobre el capital,
c) que la aplicación de los resultados obtenidos de la actividad
económica estén destinados al n social objeto de la entidad,
d) que tengan voluntad de favorecer la solidaridad interna,
e) que sean organizaciones independientes respecto a los poderes
públicos.
Gráco 5. Diferentes formas jurídicas de entidades que conforman la economía social y solidaria.
Fuente: A. Gallero, 2017, modicado.
Mutualidades: entidades que ejercen una actividad
aseguradora de carácter voluntario, complementarias de la
Seguridad Social
Sociedades Laborales: empresas en las que la
propiedad mayoritaria corresponde a las personas trabajadoras, y
en las que ninguna persona lsocia trabajadora puede tener más
de 1/3 del capital social.
Iniciativas ciudadanas: entidades
que responden a diversas formas jurídicas -en
algunos casos carecen incluso de ella- como los
grupos de consumo comunitario, los mercados de
intercambio, bancos del tiempo, etc.
Economía Social
y Solidaria
Empresas de inserción: empre-
sas que combinan la lógica de rentabilidad
empresarial con objetivos de inserción laboral de
personas en situación grave de riesgo de exclu-
sión social.
Cooperativas: empresas de propiedad
conjunta que pretenden satisfacer necesidades
sociales y económicas del grupo que las conforma
atendiendo a los principales valores democráti-
cos. Pueden ser de distintos tipos: trabajo, de
seneñanza, de servicios, de iniciativa social, de
vivienda, de transporte, etc.
Cofradías de pescadores: corporaciones de
derecho público, sin ánimo de lucro, representativas de intereses
económicos de armadores de buques de pesca y de trabajado-
res/as del sector extractivo.
16 OBSERVATORIO DEL TERCER SECTOR AMBIENTAL
De forma complementaria, la economía solidaria amplía el abanico de las entidades
asociativas, empresariales, económicas y nancieras del núcleo duro de la economía
social48, aunque no siempre resulta clara la frontera que delimita este sector como tal.
A medida que la dimensión política y la socio-económica se han ido fortaleciendo en
el contexto internacional y español, se han ido perlando los principios que denen las
entidades o las experiencias que pertenecen a este sector, aunque se debe señalar que
el debate continúa estando abierto. La Red Intercontinental para la Promoción de la
economía social y Solidaria (RIPESS), por ejemplo, destaca que las organizaciones de
economía social y solidaria no se deben de reducir a las organizaciones y empresas sino
también a los movimientos ciudadanos orientados a la democratización y transformación
de la economía49. La Red de Economía Alternativa y Solidaria (REAS) red de redes, tiene una
visión más concreta y especíca en seis los criterios mínimos para que las organizaciones
y experiencias sean reconocidas como tal, y que se resumen en50 :
a. El principio de la igualdad debe prevalecer como enfoque del trabajo y
en todas las actuaciones desarrolladas por la empresa o la organización.
b. Debe de crear empleo estable y debe asegurar una gestión interna
democrática, y basada en un funcionamiento transparente (en la
información) y participativo (abierto a todas las personas socias y
trabajadoras la consulta y la toma de decisiones).
c. Debe integrar la sostenibilidad ambiental en todas las acciones de la
actividad productiva y económica.
d. Debe prevalecer una lógica de cooperación y una cultura cooperativa
del trabajo tanto hacia dentro de las propias entidades, así como hacia
fuera con otras organizaciones y redes.
e. Sin carácter lucrativo, lo que signica que las iniciativas tienen como n
principal la promoción humana y social. Los benecios derivados de
la actividad económica revertirán en la mejora o ampliación del objeto
social de los proyectos así como al apoyo de otras iniciativas solidarias
de interés general.
f. Debe de tener un objeto social el compromiso con el entorno orientado
a conseguir un desarrollo local sostenible y comunitario del territorio.
27Ruiz A., Arias, F. Navarro, A. (2016c) Propuestas de futuro... op. cit.
28Estamos ante un sinfín de desajustes que conlleva el actual dominio neoliberal, como la creciente polarización social, el
sobreendeudamiento de familias y empresas, la destrucción de los ecosistemas, etc que dista mucho de la garantía universal
de protección social para todas las personas. Ver Polanyi, K.2016. La gran transformación. Crítica del liberalismo económico.
17
OBSERVATORIO DEL TERCER SECTOR AMBIENTAL
4. Experiencias de la economía social y solidaria para avanzar
hacia un modelo de desarrollo local sostenible y comunitario
Carolina Yacamán Ochoa
La economía social y solidaria, tiene un gran potencial para dinamizar el desarrollo
económico de las áreas rurales, los espacios naturales y periurbanos, así como para
contribuir a generar ciudades más resilientes, mediante la generación de empleo, la
movilización de recursos endógenos, la gestión colectiva de los bienes naturales y la
reinversión de los excedentes localmente y en benecio de la comunidad. En un contexto
creciente de problemas de inseguridad alimentaria, de cambio climático, de desigualdad
y polarización social, la está generando soluciones innovadoras relacionadas con los
alimentos, los servicios de los ecosistemas, las nanzas y la energía. Gracias al enfoque
holístico de la economía social y solidaria, las organizaciones, empresas y redes, pueden
lograr profundas transformaciones, al combinar al mismo tiempo, objetivos económicos,
sociales, ambientales y emancipadores51.
En las últimas décadas, estamos asistiendo a una expansión signicativa de actividades
económicas relacionadas con la economía social y solidaria52 en España, con un marcado
carácter transformador por valores profundamente sociales y ambientales que promueve.
Esto incluye las cooperativas y grupos de consumo agroecológico, las entidades de
comercio justo, las cooperativas de producción y consumo de energía limpia, proyectos
de ecoturismo, entre otras muchas. El crecimiento exponencial de estas experiencias,
se debe en buena medida, a la concienciación de la población por apoyar alternativas
económicas que respondan a los grandes retos globales del cambio climático, la crisis
alimentaria, y el aumento de las desigualdades. En segundo lugar, por el papel que están
jugando las diferentes redes de la economía social y solidaria que han ido aumentando
su nivel de articulación y visibilización, expandiendo el conocimiento en la sociedad de
buenas prácticas económicas y de los valores y principios sobre los que se sustenta la
economía social y solidaria. Y, por último, porque cada vez más Administraciones Públicas
y responsables políticos están empezando a incluir a la economía social y solidaria dentro
de sus políticas económicas, desarrollando programas de apoyo y fomento para la
creación de emprendimientos económicos y empresariales en clave de sustentabilidad.
A pesar de la gran diversidad existente entre las entidades y experiencias de la economía
social y solidaria, en este cuarto capítulo nos centraremos en aquellas iniciativas
económicas colectivas que trabajan para garantizar la sostenibilidad, y el bienestar de la
población en su conjunto, como son: la producción de alimentos, la generación de energías
limpias, la conservación y mejora de los servicios de los ecosistemas, la protección de la
biodiversidad y la puesta en valor de patrimonio ambiental, agrario y cultural. Junto a
los principios de la economía social y solidaria, los enfoques de la economía ecológica y
circular, de la soberanía alimentaria y de la agroecología, enriquecen los fundamentos y
orientaciones de buena parte de las experiencias que se citan a lo largo de este trabajo.
Estas nuevas formas colectivas de producción y reproducción, y de gestión responsable de
los bienes naturales, tienen muchas de las claves para generar un desarrollo económico
alternativo, al evitar “la tradicional disociación entre los planteamientos económicos y
ecológicos, y por el contrario utilizando un enfoque ecointegrador”53.
18 OBSERVATORIO DEL TERCER SECTOR AMBIENTAL
Iniciativas de economía social y solidaria relacionadas
con la gestión de los recursos naturales
Alimentación
En primer lugar, destacamos algunas de las iniciativas económicas que trabajan en red
para generar un modelo alimentario alternativo más sostenible y territorializado, que
contribuye a mejorar el control local y social de los sistemas alimentarios. La gestión
cooperativa y participativa permite hacer frente a las deciencias, tanto las del Mercado
como las del Estado.
• Los Mercados Sociales
Una de las iniciativas que más incidencia está teniendo en el Estado español por su
capacidad de catalizar nuevas sinergias entre los diferentes agentes de la cadena
agroalimentaria y porque está logrando construir un modelo de producción y consumo
alternativo, son sin duda los Mercados Sociales, promovidos en diferentes territorios
por la Red de Economía Alternativa y Solidaria (REAS). Los Mercados Sociales, son
una red de producción, distribución y consumo de bienes y servicios, constituida por
empresas y entidades de la economía social y Solidaria junto con consumidores. Uno
de los aspectos más innovadores que incorpora, es la herramienta de auditoría social,
que sirve como instrumento de transparencia y auto diagnóstico sobre el cumplimiento
por parte de las empresas de los principios laborales, sociales y ambientales asociados
a la economía social y solidaria54. Este sistema de auditoría, ofrece información que
resulta muy útil para que las personas puedan decidir en base a criterios especícos el
consumo de determinados bienes y servicios producidos por las empresas. Aunque los
Mercados Sociales no son exclusivos para empresas del sector agro-ambiental, sí tienen
una presencia destacada en relación al resto de actividades empresariales. Algunas de las
empresas más representativas son las tiendas y distribuidoras de productos ecológicos y
de comercio justo, productores agrícolas ecológicos y de cercanía, queserías, elaboradores
de cerveza artesanal ecológica, empresas de la restauración, obradores artesanales, etc.
29García, J., Vía, J. y Xirinacs, M. (2006). La dimensión cooperativa: economía solidaria y transformación social. Icaria
Editorial, p. 13.
30En algunos países, la economía social es un importante proveedor de servicios en las áreas de sanidad, vivienda social,
asistencia ,medio ambiente, uso eciente de los recursos energéticos, educación formación, y de nanciación (CESE, 2000).
31Pérez de Mendiguren, J.C, Etxezarreta, E. y Guridi, L. (2009). economía social, Empresa Social y Economía Solidaria:
diferentes conceptos para un mismo debate. Papeles de Economía Solidaria, p.7
32Pérez de Mendiguren, J.C, Etxezarreta, E. y Guridi, L. (2009). op. cit., p.7.
33Guridi, L. y Jubeto, Y. (2014). Fundamentos conceptuales y principios de la economía social y solidaria, 2014. Diálogos sobre
economía social y solidaria en Ecuador. Encuentros y desencuentros con las propuestas para otra economía. Bilbao:Hegoa.
p. 17-57.
34Monzón, J. L. (2006): “economía social y conceptos anes: fronteras borrosas y ambigüedades conceptuales del tercer
sector”, CIRIEC-España, revista de economía pública, social y cooperativa, nº 56, p. 9-24.
19
OBSERVATORIO DEL TERCER SECTOR AMBIENTAL
• Mercado de la Custodia Agraria
Dentro del movimiento de la Custodia del Territorio, principalmente liderado por
organizaciones sin ánimo de lucro, en el cual participan algunas cooperativas, asociaciones
y fundaciones de la Economía Solidaria, se están articulando acuerdos de colaboración
voluntaria, en el ámbito privado con propietarios de parcelas para favorecer la conservación
de la naturaleza mediante actuaciones especícas. En concreto, la Custodia Agraria, es
la herramienta que disponen las empresas, en acuerdo con las explotaciones agrarias
para promover un cambio en la orientación del modelo productivo industrializado y
deslocalizado, con el objetivo de avanzar hacia una producción compatible con los recursos
naturales, culturales y paisajísticos de los sistemas agrarios. En otras palabras, se busca
fortalecer la viabilidad de actividades empresariales locales y que generan riqueza para
los territorios donde desarrollan sus actividades, sin que por ello suponga el agotamiento
de los recursos naturales. De este modo, las explotaciones agrarias se benecian de
los acuerdos, al obtener un valor añadido determinado sobre sus productos, gracias
al asesoramiento y acompañamiento técnico por parte de las entidades de custodia
sobre manejos agroecológicos, sobre medidas que ayudan a conservar los hábitats de
determinadas especies, o acciones concretas para conservar y favorecer la biodiversidad
agraria. Para el movimiento de la Custodia Agraria, el fortalecimiento de las economías
locales, la puesta en valor de la cultura tradicional, la gestión sostenible de los paisajes
de la agricultura, y la democratización de los procesos que atañen a la alimentación,
constituyen un imperativo y por ello a través del Mercado de la Custodia se promueve la
venta de los productos de rmas con acuerdos de custodia, a través de circuitos cortos
de comercialización (mercados campesinos, grupos de consumo, venta directa, etc.)55.
Algunos de los productos del Mercado de la Custodia más característicos son el aceite de
olivos milenarios, los vinos de producción ecológica, los quesos artesanales y el cultivo
manual del arroz, entre otros.
• Supermercados cooperativos
Los supermercados cooperativos, son interesantes iniciativas de consumo crítico, porque a
diferencia de la gran distribución -supermercados e hipermercados-, se basan en modelos
horizontales de control colectivo, y gestionados bajo los valores y la lógica de la economía
social y solidaria. Este modelo de abastecimiento colectivo, permite mejorar el acceso a
consumidores urbanos en términos más favorables respecto a la calidad y precio de los
productos. Su principal estrategia es mejorar el acceso a los alimentos sanos, naturales,
ecológicos, de temporada y de comercio justo de sus asociados a un precio justo. Desde
el ámbito del consumo, se sustenta en la lógica de fomentar un consumo de cercanía,
para reducir de esta manera la huella ecológica que se produce mediante el consumo de
alimentos que recorren grandes distancias desde sus lugares de producción. Desde un
punto de vista más estratégico, en lo que concierne a la economía, el medio ambiente y
la identidad cultural de los territorios, este tipo de supermercados priorizan los alimentos
que provienen de pequeñas explotaciones agrarias, con producciones artesanales o
ecológicas, que utilizan variedades locales y conservan prácticas tradicionales, lo que
tiene un impacto directo en la jación de la población rural y en mejorar la viabilidad
de los productores de pequeña escala. La justicia, es uno de los principales valores
35Dictamen del Comité Económico y Social sobre «economía social y mercado único» (2000/C 117/11).
36Laville, J. L. (2009). La economía solidaria en perspectiva. Crisis capitalista y economía solidaria. Una economía que emerge
como alternativa real, Jean-Louis Laville y Jordi García Jané. Icaria Editorial. Barcelona. p. 63-128.
37Dictamen del Comité de las Regiones sobre el tema “Asociación entre las autoridades locales y regionales y las organizaciones
socioeconómicas: contribución al empleo, al desarrollo local y a la cohesión social”. (2002/C 192/13. Diario Ocial de las
Comunidades Europeas, 12.8.2002).
20 OBSERVATORIO DEL TERCER SECTOR AMBIENTAL
asociados a este modelo cooperativo de consumo, tanto respecto al precio que pagan
los consumidores como al precio justo que se le paga a los productores. En esto tiene
mucho que ver que prevalece la compra directa de productos, principalmente frescos, a
los productores locales, reduciendo al mínimo el número de intermediarios.
En denitiva estos espacios sirven para democratizar el acceso al alimento, mejorar la
transparencia y el acceso a la información sobre quiénes y cómo se producen los alimentos
que se consumen y fomentar la sensibilización sobre el consumo crítico, además de ser
un punto de conexión entre productores de cercanía y consumidores urbanos. Los
supermercados cooperativos son modelos incipientes en España, aunque ya cuentan con
experiencias consolidadas como Landare en Iruña56 con más de 3.100 familias asociadas o
Bio Alai en Vitoria con 1.400 socios. Estas iniciativas y muchas otras que empiezan a surgir
en España, tienen en común el control del acceso a la alimentación saludable, es decir del
fortalecimiento de la soberanía alimentaria. A través de este tipo de experiencias, que
incorporan los valores de la economía social y solidaria en iniciativas relacionadas con la
alimentación, además se recuperan los vínculos campo-ciudad y se apoya la producción
local y sostenible, generando benecios tanto para los pequeños productores como para
los consumidores urbanos.
Desarrollo local sostenible
En la economía social y solidaria existe un sector creciente de entidades que trabajan en la
conservación y gestión sostenible de los recursos naturales desde lo privado. Así mismo
muchas de estas empresas también desarrollan un importante papel en la concienciación y
sensibilización medioambiental. Algunas de las empresas de la economía social y solidaria
más destacables son cooperativas, asociaciones, fundaciones y ONGs de restauración
ambiental, reforestación y conservación ambiental. Se diferencian principalmente del
sector mercantil privado por el claro enfoque del objeto social, su ausencia de interés
lucrativo en su actividad económica, y su implicación activa en redes territoriales por la
defensa del territorio y del bien común, como el movimiento de la Custodia del Territorio.
En España existe un amplio repertorio de empresas y organizaciones de economía social
y solidaria ancladas en sus territorios que trabajan por el desarrollo económico local,
integral y sostenible, a través de la puesta en valor del patrimonio territorial57. Resultan
particularmente importantes, las iniciativas desarrolladas en el medio rural, donde los
recursos naturales, los paisajes, y la agricultura son movilizados para fortalecer la economía
local. No se trata de la mercantilización del patrimonio territorial y paisajístico por agentes
externos e individuales, sino de un modo nuevo de entender el patrimonio, orientado a la
activación y empoderamiento de los agentes locales en torno a un pacto por una nueva
cultura del territorio58. Desde esta perspectiva, destacan las entidades de la economía
social y solidaria proveedoras de servicios de turismo responsable, de alojamiento rural
o los centros de agroturismo, que integran en el centro de sus estrategias la gestión
38Gallero, A. (2017). Guía didáctica de economía social y Solidaria. Mares Madrid.
39La Carta de Principios de la Economía Solidaria de la Red de Economía Alternativa y Solidaria. (2011). REAS. (http://www.
economiasolidaria.org/les/CARTA_ECONOMIA_SOLIDARIA_REAS.pdf).
40Guridi, L. y Jubeto, Y. (2014). Fundamentos conceptuales y principios de la economía social y solidaria, 2014. Diálogos sobre
economía social y solidaria en Ecuador. Encuentros y desencuentros con las propuestas para otra economía. Bilbao:Hegoa.
p. 17-57.
41Jubeto, Y. y Larrañaga, S (2014). La economía será solidaria si es feminista. Aportaciones de la Economía Feminista a
la construcción de una Economía Solidaria. Jubeto R. et al., Sostenibilidad de la vida. Aportaciones desde la Economía
Solidaria, Feminista y Ecológica, REAS, Bilbao. p. 13-26.
42Pérez de Mendiguren, J.C, Etxezarreta, E. y Guridi, L. (2009). op. cit., p.7.
21
OBSERVATORIO DEL TERCER SECTOR AMBIENTAL
sostenible de los bienes naturales creando valor en las comunidades donde desarrollan
su actividad. O las consultoras de desarrollo local de economía social y solidaria, que
ponen en marcha proyectos desde la concertación entre diversos agentes, implicando a
los poderes públicos y los agentes locales para revitalizar el tejido económico y mejorar
las oportunidades de empleo, para mejorar los canales de participación para que los
pequeños productores tengan inuencia en los procesos de formulación de políticas, o
mejorando la formación de los agentes locales para aumentar su poder de negociación.
También destacan algunos Centros de Desarrollo Rural, que promueven un desarrollo
integral y sostenible en coordinación con otros agentes sociales del territorio para generar
mejores condiciones de vida de la población rural y de su medio, y ofrecer los servicios de
proximidad que no son cubiertos por el sector público (como puede ser la redistribución
y compra de alimentos para personas con especial necesidad, la asistencia sanitaria, la
preparación de comidas a personas mayores, talleres orientados al empoderamiento de
mujeres, al seguimiento y orientación laboral y la formación de cooperativas). En este
campo, no sólo se incluyen las empresas o las organizaciones empresariales sino también
las iniciativas comunitarias de co-construcción de políticas públicas con los gobiernos
locales, orientadas a la protección y gestión colectiva de los valores identitarios del
territorio al servicios del bien de la comunidad. Es el caso de los bancos de tierras y
semillas de gestión colectiva, y la gestión comunitaria de los bienes comunales, o redes
de solidaridad con arraigo en el territorio que gestionan infraestructuras colectivas como
cocinas, obradores o mataderos. En este sentido, las diversas iniciativas comunitarias de
economía social y solidaria, tienen una importante capacidad para resolver las necesidades
de la comunidad. Además, dichas iniciativas favorecen que las personas puedan dinamizar
la economía de sus territorios y participar en la construcción de políticas públicas al
fomentar la toma de decisiones democráticamente sobre cuestiones que les afectan
como comunidad. En denitiva, proporciona soluciones concretas a los retos que surgen
para dinamizar sus economías locales a partir de criterios sociales y ecológicos.
Finanzas éticas
Además de fortalecer el desarrollo local, y la soberanía alimentaria de los territorios,
para la economía social y solidaria es necesario dotarse de instrumentos nancieros que
favorezcan el desarrollo de proyectos de transformación social. La nalidad de las nanzas
éticas es promover el ahorro y la inversión hacia nalidades con mayor carácter social, el
ahorro popular, y sobre todo, facilitar la nanciación de iniciativas que se fundamenten
en los principios de la economía social y solidaria, que como hemos visto incorpora
criterios de sostenibilidad social y ambiental, el no lucro, la distribución equitativa de
la riqueza generada y la gestión democrática59. La nanciación convencional prima el
benecio económico individual sobre el benecio social y ambiental, por lo que muchas
pequeñas empresas de la economía social y solidaria no encuentran nanciación en las
entidades nancieras convencionales para desarrollar sus proyectos económicos por su
situación, por la naturaleza o dimensión de sus proyectos (actividades alternativas, no
encaminadas al benecio únicamente económico, escaso capital social) y porque carecen
en algunos casos de avales convencionales o sucientes recursos iniciales60. Esto supone
una limitación, en primer lugar, por la desigualdad que pueden tener las entidades
de economía social y solidaria en relación con las empresas que no están exentas del
lucro y que poseen un gran capital y, en segundo lugar, porque reduce la capacidad de
expansión y la incidencia de la economía social y solidaria. Por el contrario, al igual que
otras cooperativas, las cooperativas de servicios nancieras, son entidades centradas en
las personas, y cuya propiedad está en mano de las personas a las que sirven61. En España,
22 OBSERVATORIO DEL TERCER SECTOR AMBIENTAL
a través de la Red de Redes de Economía Alternativa y Solidaria (REAS) se ha conformado
una red sectorial denominada “Mesa de Finanzas Éticas”, donde participan agentes del
sector asegurador y nanciero para visibilizar las aportaciones que, en conjunto, realizan
en apoyo al desarrollo de la economía social y solidaria. Está compuesta por entidades
de ámbito estatal entre las que se encuentra CAES (proyecto de intercooperación para
el desarrollo del seguro ético y solidario), Coop 57 (cooperativa de servicios nancieros
éticos y solidarios), Fiare Banca Ética (Banca ética para la inversión y el ahorro responsable)
y las asociaciones Oikocredit (cooperativa de nanza éticas).
Energía limpia
En la lucha contra el cambio climático y para apoyar el tránsito hacia otra economía más
respetuosa con el ambiente, merece una mención especial el incremento de iniciativas
económicas que bajo el prisma de la economía social y solidaria trabajan por un nuevo
modelo energético alternativo a los combustibles fósiles. Sus actividades están orientadas
principalmente a la mejora y la eciencia energética y a la generación y comercialización
43Etxezarreta, E. y Morandeira, J. (2012). Consideraciones conceptuales sobre la economía social a la luz de la Ley5/2011.
Revista vasca de economía social- REVES, 8, p. 7-36.
44CIRIEC-CENTRO Internacional de Investigación e Información sobre Economía Pública, Social y Cooperativa; García, J.,
Vía, J. y Xirinacs, M. La dimensión cooperativa, 2006. ; Etxezarreta, E. y Morandeira, J. Consideraciones conceptuales sobre la
economía social a la luz de la Ley 5/2011, 2012.
45Está presente en diversos sectores económicos como: salud; servicios sociales; servicios de apoyo a las personas mayores;
educación; arte y cultura; comunicación y TIC; turismo, ocio, hostelería y restauración; ciclos alimentarios; mercados
municipales; pequeño comercio; nanzas; fabricación y transformación; recuperación y reciclaje; vivienda, construcción
y rehabilitación; energías renovables; seguridad ciudadana; movilidad y servicios de gestión de aparcamiento; sectores o
actividades económicas ligadas a la generación de empleo y a la inclusión social de personas o colectivos vulnerables. Fuente:
Diagnóstico de la economía social y Solidaria de la Ciudad de Madrid.
46Por ejemplo, sólo en la Comunidad de Madrid, hay 7.345 entidades, empresas e iniciativas ciudadanas y en Estado Español
las cooperativas y sociedades laborales dan empleo directo a casi 335.000
personas según el Informe Diagnóstico de la economía social y Solidaria de la Ciudad de Madrid, p. 23 (2017). En España,
representa un 16% (2.350.000 puestos de trabajo) del empleo total y más de 110.000 millones de euros de facturación (en torno
al 10% del PIB). Fuente: Pérez de Mendiguren, J.C, Etxezarreta, E. y Guridi, L. (2009). op. cit.
47Guridi, L. et al. (2011). Experiencias de economía social y Solidaria: compartiendo estrategias y aprendizajes. Papeles de
Economía Solidaria.
23
OBSERVATORIO DEL TERCER SECTOR AMBIENTAL
de energía eléctrica a partir de fuentes renovables. Existe un amplio abanico de casos
que van desde iniciativas comunitarias de ahorro energético hasta las grandes entidades
como Rescoop.eu, federación Europea con más de 20 cooperativas de energía renovable.
En el contexto español cabe destacar cooperativas de producción y consumo de energía
verde como Som Energía (con más de 30.000 socios)que a través de la participación
de sus socios están desarrollando proyectos de producción de energía limpia. Estas
iniciativas trabajan de manera proactiva para concienciar en la transición energética hacia
modelos de consumo más racionales y ecientes.
5. Claves desde la economía social y solidaria para
que las organizaciones conservacionistas mejoren
su resiliencia en un contexto de crisis
Carolina Yacamán
INTRODUCCIÓN
La consideración hegemónica de la conservación - y por lo tanto, su marco conceptual
y práctico-, ha sido cambiante a lo largo de los años. Los primeros instrumentos legales
y prácticas fueron ante todo de protección, y las actuaciones estaban tradicionalmente
orientadas a la defensa de especies en peligro de extinción, a prevenir el deterioro
ambiental y a mejorar el estado de conservación de los hábitats y ecosistemas de
alto valor ecológico. Con el paso del tiempo, el concepto original de conservación, se
ha ido ampliando hacia un enfoque más ecosocial, que contempla tanto los aspectos
ecológicos como los culturales, dotando de una mayor atención a las relaciones que
se establecen entre el ser humano y el medio ambiente que le rodea. También se ha
ido ampliando su tratamiento para incorporar los servicios de los ecosistemas, lo que
le otorga a los ecosistemas una consideración de sistema necesario para mantener el
bienestar humano. Los rasgos dominantes de tal evolución son la incorporación de la
perspectiva multifuncional de los espacios naturales y rurales, y la introducción de un
enfoque proactivo al otorgarle un papel más importante a los actores sociales en la
toma de decisiones a través de mecanismos de gobernanza y participación ciudadana.
Este renovado tratamiento del concepto supone complementar el conocimiento experto,
con los procesos económicos y sociales que tienen lugar en los espacios naturales y
agrarios, incorporando las manifestaciones heredadas de los paisajes y las dinámicas de
las poblaciones locales en relación con la gestión sostenible de los recursos naturales, así
como integrando las preferencias de presente y de futuro expresadas por las poblaciones
51ONU. ( 2004). La economía social y Solidaria y el Reto del Desarrollo Sostenible. Grupo de trabajo interinstitucional. p.12
52La economía social tiene desde hace muchos años un impacto considerable en la actividad económica de España, que según
datos del sector llega a alcanzar el 10% del PIB y el 12,5% del empleo. Ver http://www.eldiario.es/alternativaseconomicas/
Economia-Barcelona_6_607949228.html
24 OBSERVATORIO DEL TERCER SECTOR AMBIENTAL
locales para gestionar de forma democrática y sostenible los bienes comunes. Desde esta
perspectiva, son diversos los estudios que señalan que la mejora en los mecanismos de
participación inciden en la mejora de la conservación a largo plazo62. En denitiva, este
renovado enfoque integra nuevos valores, normas y expectativas asociadas al concepto
de conservación como son la participación, el bienestar individual y de la comunidad, y
el desarrollo local sostenible.
Sin embargo, el alcance de la conservación de la biodiversidad está atravesando un
momento crítico debido a las limitaciones establecidas por los marcos institucionales
-nancieros y legales- que condicionan muchas de las acciones de conservación desde
el ámbito privado. También como resultado de los escasos recursos –humanos y
nancieros- destinados a la conservación que afectan directamente las actuaciones
que realizan muchas Organizaciones No Gubernamentales, Fundaciones y Asociaciones
conservacionistas. Por ello, la capacidad de adaptación que tengan las organizaciones
conservacionistas a las cambiantes condiciones políticas y económicas será fundamental
para hacer frente a los cambios globales y locales que puedan tener lugar.
En general, existe un escaso reconocimiento al trabajo y al impacto sobre la conservación
que realizan las organizaciones de la sociedad civil. Este hecho ensombrece el importante
papel que están realizando en esta materia, a pesar de que las actuaciones de conservación
lideradas por las Administraciones Públicas presentan son insucientes debido a que
los recursos económicos y humanos con los que cuenta son limitados63. Por ejemplo,
sabemos que en España más del 70% de la supercie se encuentra en manos privadas,
y una importante extensión de supercie con importantes valores ambientales no está
integrada bajo ninguna gura de protección.
Por ello, resulta interesante, identicar algunas de las claves que pueden fortalecer
sus estructuras económicas para que puedan continuar desarrollando de manera
efectiva la salvaguarda la biodiversidad en consonancia con un modelo económico más
ecointegrador. Por lo tanto, son dos los desafíos más importantes a los que se enfrentan
las organizaciones conservacionistas y que merecen una especial atención: el cambio
organizacional, y el económico-nanciero. En este sentido, los principios y el marco
político formulado por la economía social y Solidaria aportan claves interesantes para
fortalecer estos dos aspectos en las organizaciones conservacionistas.
Algunos autores consideran que el cambio de la estructura organizacional debería ser
un prerrequisito para cualquier planteamiento que busque aumentar el impacto sobre
las actuaciones de conservación64. En consonancia con esta idea, vemos que el modelo
económico adoptado por algunas organizaciones conservacionistas están empezando
a incorporar con mayor importancia un enfoque empresarial en su actividad, frente al
53Naredo, J.M. 2012. Economía y sostenibilidad: la economía ecológica en perspectiva, Polis [En
línea]. URL : http://polis.revues.org/7917
54Hay un total de 19 indicadores comunes del balance social, en el que se evalúan cuestiones como diferencia salarial en la empresa,
el porcentaje de mujeres en puestos de toma de decisión, las emisiones de CO2 emitidas por persona trabajadora o el porcentaje del
gasto que se dedica a iniciativas para la construcción de bienes comunes. Ver https://www.economiasolidaria.org/
25
OBSERVATORIO DEL TERCER SECTOR AMBIENTAL
pasado cuando sólo se ponía el foco de atención de manera casi exclusiva sobre las
diferentes actuaciones que desarrollan y sobre su impacto en términos de conservación
obviando aspectos relacionados con la estructura económica. A partir de esta idea, la
revisión de modelo económico y de gestión en las organizaciones conservacionistas, es
fundamental para asegurar su futuro y por ende asegurar su potencial de incidir en la
conservación en términos globales.
En este capítulo, se analizarán las claves que pueden fortalecer la dimensión organizacional
y económica-nanciera de las entidades conservacionistas desde el paradigma de la
economía social y Solidaria. En primer lugar, hay que claricar que existen diferentes
modelos económicos entre estas organizaciones, sin que por ello sea incompatible
encontrar estrategias y claves que puedan ser de interés para la gran mayoría en el sentido
que tengan herramientas para poder reaccionar de manera más ecaz ante cambios
coyunturales políticos y económicos. En segundo lugar, es importante analizar cómo
pueden reestructurarse mejor a nivel interno y externo, para mantener la coherencia
entre la nalidad conservacionista y el complemento con otras actividades o servicios
que le aporten viabilidad al proyecto empresarial.
Entidades Conservacionistas
Las organizaciones conservacionistas varían en tamaño, en el tipo de actividades, en la
escala territorial de actuación (local-regional- estatal, internacional) y en las fuentes de
nanciación (públicas y/o privadas, externas y/o internas). Su objeto social está ligado a
defensa, sensibilización y gestión sostenible de los valores naturales y de los servicios de
los ecosistemas, pero también hacen lobby y colaboran en el desarrollo y evaluación de
políticas públicas. La identidad común del sector de la conservación está relacionada con
la defensa de los bienes comunes y con la ausencia de benecios . Según lo anterior,
podemos denir a las organizaciones conservacionistas, como aquellas entidades
sin ánimo de lucro, cuya nalidad social es la conservación de la naturaleza desde el
ámbito privado, y cuya forma jurídica predominante son las asociaciones y fundaciones,
y que desarrollan actividades voluntarias de interés público para resolver problemas
ambientales especícos.
En general, la mayor fragilidad que tienen las organizaciones conservacionistas, es que
han mostrado tener cierta dicultad para que su estructura económica y organizativa no
vean afectada su capacidad de acción ante las uctuaciones de momentos políticos y
económicos inciertos65. En este sentido, las organizaciones conservacionistas deberían
de evaluar de la misma manera estratégica, la estructura organizacional y empresarial
como lo hacen con las estrategias de conservación66. Por ejemplo, mejorando la toma
de decisiones de sus trabajadores y trabajadoras y de los agentes locales donde actúan,
diversicando las fuentes de nanciación, tejiendo redes de cooperación con otras
redes sectoriales, o realizando investigaciones y aprendizajes con otros agentes no
estrictamente conservacionistas, etc.
Las fuentes principales de nanciación del mundo conservacionista (principalmente de
asociaciones y fundaciones) provienen mayoritariamente de la nanciación pública67 y
de los fondos internacionales para poder desarrollar sus actuaciones. “El alto grado de
dependencia económica del sector público que se agrava con la escasa diversicación
de fuentes de ingreso”68, les convierte en organizaciones frágiles en contextos de
crisis económicas o en momentos de escaso compromiso político para fomentar la
26 OBSERVATORIO DEL TERCER SECTOR AMBIENTAL
conservación. En general, los fondos públicos para la conservación son reducidos, lo que
puede desencadenar la competencia frente a la cooperación entre las organizaciones,
y la amenaza no sólo de ver limitados el desarrollo de actividades sino también de la
propia supervivencia de las organizaciones en el mediano y largo plazos debido a la falta
de ingresos constantes69.
Aportes de la economía social y solidaria para un modelo de organización más
coherente con la sostenibilidad del planeta.
Las organizaciones conservacionistas son un actor político de gran importancia
para transitar hacia un mundo social y ecológico más equilibrado y sostenible. Al no
conformarse con el rol de espectador en cuanto a la defensa del patrimonio natural,
juegan un importante papel para inuir en los procesos y derechos que afectan un
gran número de cuestiones ambientales. Sin embargo, muchas de ellas trabajan, desde
estructuras económicas capitalistas trabajando de forma parcelaria la sostenibilidad, al no
estar cuestionando las reglas del sistema hegemónico caracterizado por su ambición de
crecimiento permanente, la verticalidad en la toma de decisiones y por el sobreconsumo
de los recursos que genera evidentes huellas de deterioro en el territorio, y que incrementa
la polarización social.
55Yacamán Ochoa, C. (2015). El Mercado de la Custodia: compatibilizar la actividad agraria con la conservación de los valores
endógenos de los sistemas agrarios. En Gómez, J.I., Yacamán, C. y Navarro, A. (2015). El Mercado de la Custodia Agraria.
Una propuesta para la certicación de los acuerdos de custodia del territorio. Eds. Fundación Biodiversidad (Ministerio de
Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente) y Heliconia s.coop. mad. Madrid. p. 14- 27.
56Para conocer más, véase: La experiencia de la asociación Landare. Revista Soberanía Alimentaria, nº 25.
57Para ejemplos concretos véase la Guía de Experiencias de economía social y Solidaria Norte-Sur editada por Emaús
Fundación Social. http://pdf2.hegoa.efaber.net/entry/content/1039/Experiencias_economia_social_castellano.pdf
58Mata Olmo, R., y Yacamán Ochoa, C. 2016. Patrimonialización local de paisaje agrario periurbano. La experiencia del
Parque Agrario de Fuenlabrada (Comunidad de Madrid). En Ruiz, A., Serrano, M. y Plaza, J. (Eds.). Treinta años de Política
Agraria Común en España. Agricultura y multifuncionalidad en el contexto de nueva ruralidad . Ciudad Real: Asociación de
Geógrafos Españoles. p. 799-814.
59Gassiot, R. (2013). Las Finanzas éticas como instrumento al servicios de la economía solidaria. La experiencia de Coop 57.
Cuadernos de Trabajo Social. vol. 26-1, p. 75-84.
60Mateo, J. Presentación de las Finanzas Éticas. Online. https://www.economiasolidaria.org/nanzas_eticas
61Birchall, J. (2013). Resilience in a downturn: e power of nancial cooperatives. Geneva: International Labour Oce.
62Véase Balloett, N., y Martin, A. (2007). Governance Trends in Protected Areas: Experiences from the P
arks in Peril Program in Latin America and the Caribbean. Parks in Peril Innovations in Conservation Series. e Nature
Conservancy. Arlington, Virginia, USA y EUROPARC-España (2015). Sociedad y áreas protegidas. Programa estratégico
2014-2020 impulsado por EUROPARC-España. Documento de trabajo.
63Barreira, A. (coord.), et al. (2010). Estudio jurídico sobre la custodia del territorio. Plataforma de Custodia del Territorio de
la Fundación Biodiversidad. Recuperado de http://custodiaterritorio.es/sites/default/les/archivos/estudiocustodiaterritorio_
nal.pdf
64Armsworth, P. R., Larson, E. R., Jackson, S. T., Sax, D. F., Simonin, P., Blossey, B., Green, N., Klein, M. L., Lester, L., Ricketts,
T. H., Runge, M. C. and Shaw, M. R. (2015), Are conservation organizations congured for eective adaptation to global
change?. Front Ecol Environ, 13: 163–169.
65Clements, H. et al. (2016). Money and motives: an organizational perspective on private land conservation. Biological
Conservation 197, p. 108–115
66Armsworth, P. R., et al. (2015). op cit. .
67El estudio sobre el presente y futuro del Tercer Sector social en un entorno de crisis, de ESADE-PwC de 2012, señala una alta
dependencia de la nanciación pública, llegando al 70 % de los fondos de nanciación que obtienen las entidades.
68Ruiz, A. et al. (2016a) El Tercer Sector Ambiental…. op. cit. .
69Martínez, N., & Chávez Ramírez, R. (2014). Nuevos agentes en la gestión ambiental: El caso de las organizaciones de la
sociedad civil en Ensenada. Estudios fronterizos, 15(29), p. 85-123.
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OBSERVATORIO DEL TERCER SECTOR AMBIENTAL
70Naredo, J.M. (2009). Luces en el Laberinto: autobiografía intelectual y alternativas a la crisis. Madrid, Libros la Catarata.
71Pérez de Mendiguren, J.C, Etxezarreta, E. y Guridi, L. (2009). economía social, Empresa Social y Economía Solidaria:
diferentes conceptos para un mismo debate. Papeles de Economía Solidaria.
72Herrero, Y. (2012). Perspectivas ecofeministas para la construcción de una economía compatible con una vida buena.
Sostenibilidad de la vida. Aportaciones desde la Economía Solidaria, Feminista y Ecológica, p. 55-68.
73Naredo, J.M. (2009). op. cit p. 106
74Armsworth, P. R., et al. op cit..
75Ferrer, T. (2014). Las cooperativas crecen en empleo durante la crisis y los puestos de trabajo que crean son más estables.
https://www.eldiario.es/diario-cooperativismo/cooperativas-crisis-puestos-trabajo-estables_6_259734041.html
76VV.AA., (2013). Impacto de la depresión económica en el Tercer Sector de Acción Social. Fundación Luis Vives. Revista
Española del Tercer Sector, n. 23.
77Espluga, J. y Subirats, J. (2008). Participación ciudadana en las políticas de agua en España. En L. H. M. del Moral (Ed.),
Panel cientíco-técnico de seguimiento de la política de aguas. Sevilla: Universidad de Sevilla, Fundación Nueva Cultura
del Agua. P.3
78Guridi, L. et al., 2011 Experiencias de economía social y solidaria: compartiendo estrategias y aprendizajes. Papeles de
Economía Solidaria. p. 8.
El sector de la Conservación y el de la economía social y solidaria, aunque comparten
principios comunes, no son totalmente coincidentes. En cuanto a las similitudes, tanto el
enfoque de la conservación como el de la economía social y solidaria comparten la no
lucratividad, el compromiso por el desarrollo local y comunitario del territorio y el principio
de la sostenibilidad ambiental, sin embargo se diferencian en otros aspectos relacionados
sobre la manera de enfocar y concebir el trabajo, es decir su función humana, política y
económica. La diferencia principal, entre el enfoque de la economía social y solidaria y
el sector de la Conservación se concreta en el principio de la horizontalidad y el control
democrático de la gestión de la empresa por sus miembros, es decir en asegurar la
participación de todos los miembros de la misma en la toma de decisiones y en el acceso
de la información, y aplicando el principio “una persona, un voto”, independientemente
del capital aportado por los socios. Otra rasgo distintivo entre el enfoque de la economía
social y solidaria y el del sector de la Conservación, consiste en que las entidades de la
economía social y solidaria se crean para satisfacer las necesidades laborales de sus socios
a través de la estructura empresarial, al mismo tiempo que desarrolla el objeto de utilidad
social. Sin embargo, las organizaciones conservacionistas pueden estar sólo constituidas
para la defensa de la biodiversidad, mejora y conservación del medio ambiente sin
establecer principios sobre las dimensiones económicas del trabajo. En algunos casos se
prima la supervivencia de la organización y sus actividades conservacionistas por encima
28 OBSERVATORIO DEL TERCER SECTOR AMBIENTAL
de la dimensión social del trabajo. Por último podemos destacar que muchas de las
entidades conservacionistas que dependen exclusivamente de los fondos públicos ven
limitada su independencia respecto a los poderes públicos, y en muchos casos desarrollan
la actividad conservacionista sin cuestionar la dimensión política del trabajo y sobre la
necesidad de buscar modelos económicos alternativos al sistema capitalista. Esto no
quiere decir, que no puedan recibir nanciación pública pues muchas entidades de la
economía social y solidaria lo hacen, sino que debe prevalecer la autonomía y capacidad
de control sobre la orientación de sus actividades frente a los poderes públicos.
En este sentido, si se busca conseguir relaciones económicas más justas y sostenibles es
necesario fomentar un modelo de empresa coherente y democrática. Cabe señalar que,
mientras no se cuestionen “las reglas del juego económico globalmente imperantes que
se muestran en franca contradicción con aquellas que caracterizan el comportamiento
de la biosfera y sus ecosistemas”70, no se están resolviendo el problema de fondo que
genera la destrucción ambiental y la polarización social. Por ello, frente a la lógica del
capital, de la mercantilización creciente de las esferas públicas y privadas, y de la búsqueda
del máximo benecio, la economía social y Solidaria persigue construir relaciones de
producción, distribución, consumo y nanciación basadas en la justicia, cooperación, la
reciprocidad, y la ayuda mutua, otorgando a los mercados un papel instrumental siempre
al servicios del bien común y de la reproducción de vida en el planeta71. Desde esta
perspectiva, a través de la producción de bienes que satisfacen las necesidades de todas
las personas, y fortaleciendo la democracia y horizontalidad en la gestión empresarial, no
sólo se crea valor económico allí donde es posible reducir la degradación de la materia/
energía, sino que se constituye una vía potente para el desarrollo de una economía justa,
reequilibrando el proceso de concentración de la riqueza72.
Para que se produzca un cambio de paradigma económico, es necesario que la mayoría de
las empresas e iniciativas ciudadanas entre las que se encuentra el sector de la conservación
se replanteen el modelo de gestión de su actividad económica, y funcionen en base a los
principios fundamentados por la economía social y Solidaria: defensa de la equidad y la
justicia, la solidaridad y cooperación, control democrático de sus miembros. Por lo tanto,
se trata de adaptar las estructuras empresariales hacia una lógica ecointregradora de su
actividad, frente a una visión parcelaria, para mantener un equilibrio coherente entre el
bienestar, la conservación, el desarrollo integral, colectivo e individual de las personas y
la redistribución equitativa de los benecios en proyectos de transformación ecosocial.
No resulta coherente poner parches a la problemática ambiental, sin cuestionar las reglas
del juego de la ideología económica dominante, pues se continuarán deteriorando el
medio ambiente y el uso irresponsable de los mismos, con el consiguiente deterioro del
conjunto de los recursos planetarios. “La pretensión de avanzar hacia un mundo social
y ecológico más equilibrado y estable sin cuestionar las actuales tendencias expansivas
de los activos nancieros, los agregados monetarios, y la mercantilización de la vida en
general es algo tan ingenuo y desinformado que raya la estupidez”73. Es por ello, que el
sector de la conservación debe de aunar sus esfuerzos junto con las entidades e iniciativas
de la economía social y Solidaria para replantear el actual sistema económico también
desde la práctica organizativa y empresarial. Pues no se puede continuar con el objetivo
de hacer frente a los problemas de deterioro ecológico cuando se están banalizando los
costes ambientales y sociales derivados del modelo económico capitalista. La apuesta
debe ser la construcción de un modelo económico más solidario y equitativo, tanto a
nivel interno como externo de todas las entidades en general que tienen como objeto
social el bien común y la defensa de los recursos de la naturaleza.
29
OBSERVATORIO DEL TERCER SECTOR AMBIENTAL
Claves para mejorar la resiliencia desde el paradigma de la economía social y solidaria
Las entidades de conservación necesitan fortalecer las alianzas con una mayor pluralidad
de actores y articular relaciones en red que les permitan compartir recursos y esfuerzos
para fortalecer su impacto social y ambiental. Son cuestiones fundamentales para tener una
incidencia más global, y para estar mejor preparadas ante cambios políticos o económicos
inciertos, lo que exige una mayor cultura de cooperación con otras organizaciones del
tejido social y económico transformador.
Desde la perspectiva económica, como se ha comentado anteriormente, puesto que
muchas organizaciones conservacionistas no cuentan con recursos económicos propios,
y dado que la nanciación pública no parece que se vaya a incrementar, se debería
adoptar una visión más estratégica para asegurar la sostenibilidad económica. Es
decir, fortaleciendo la rentabilidad integral teniendo en cuenta no sólo los resultados
ambientales, sino también los sociales y económicos. La colaboración en proyectos
con otras organizaciones no estrictamente conservacionistas que también desarrollan
prácticas transformadoras puede ayudar a compartir recursos y reducir costes, lo que
también puede mejorar el alcance geográco de la conservación y mejorar el alcance
social de las actuaciones. Por ejemplo, aumentar el tamaño mediante cooperativas de
segundo grado o de uniones temporales, aunque no siempre resulte fácil, puede ser una
buena opción de trabajo en red. Otra cuestión que resulta fundamental es que puedan
generar nuevas estrategias orientadas a diversicar las fuentes de ingresos mediante el
desarrollo de servicios relacionados con su objeto social.
La participación, el empoderamiento de los agentes locales, la cooperación, la solidaridad,
y la justicia social son sin duda una de las principales fortalezas que identica a la
economía social y solidaria. Por ello, es un paradigma que trae consigo nuevas lógicas
económicas capaces de activar procesos que generen dinámicas territoriales alternativas
a partir de estrategias de cooperación y de innovación social, cuyos efectos se multiplican
gracias a su losofía de trabajo en red y que seguramente constituirá en un futuro la
alternativa a la crisis económica y ecológica del presente.
Desde la perspectiva laboral, es necesario revisar las condiciones de trabajo y el principio
de transparencia y participación democrática en la gestión de la empresa, con el n de
garantizar la resiliencia de la empresa ante malas situaciones económicas. La implicación
laboral de las personas trabajadoras, hace que las entidades reaccionen mejor frente a la
crisis económica, porque tienen mayor capacidad para encontrar soluciones comunes, y
tienen también mayor exibilidad cuando las cosas van mal75.
A la suma del descenso de las ayudas públicas y los retrasos a la hora de cobrar los pagos
pendientes de las administraciones públicas, se diculta la viabilidad de las entidades76.
En este sentido, la utilización de la nanciación ética en los ujos económicos de la
entidad es una apuesta necesaria. En este sentido, la banca ética debería ser considerada
como un aliado fundamental para el sector de la conservación. Consideraciones de este
tipo, donde las organizaciones conservacionistas participen de redes sectoriales en torno
a las nanzas solidarias, les puede permitir mejorar su capacidad de adaptación ante
cambios económicos uctuantes.
30 OBSERVATORIO DEL TERCER SECTOR AMBIENTAL
Desde la perspectiva de la gobernanza y la incidencia social, las organizaciones
conservacionistas también necesitan fortalecer la participación y el desarrollo de planes
y programas de conservación y gestión de los recursos naturales desde un enfoque
bottom-up. Esto se puede desarrollar, al incrementar la participación de los agentes
locales mejorando el reconocimiento y la legitimidad de su trabajo. Incorporar procesos
de participación ciudadana en la toma de decisiones permite desarrollar mejores
políticas y más legitimadas en medio de un marco de complejidad e incertidumbre77.
La participación en otras redes sectoriales y con otros actores sociales, económicos y
culturales es fundamental, para mejorar la incidencia y el alcance de sus actuaciones. En
denitiva, se trata de explorar nuevos procesos colaborativos para mejorar la capacidad
de respuesta y de resiliencia de estas organizaciones cuyo papel es fundamental para
transitar hacia un modelo de economía sostenible.
Conclusiones
La lógica del funcionamiento del sistema capitalista se basa en el consumo exacerbado,
la sobreacumulación y el agotamiento de los recursos naturales y territoriales, lo que
está generando graves problemas energéticos, ecológicos y de seguridad y calidad
alimentaria. Esto supone múltiples transformaciones a nivel social y ambiental, con
impactos que van desde la escala global a la local. Por el contrario, podemos observar
que la economía social y solidaria busca incidir en la democratización y ecologización
del sistema económico al centrar su atención en la dimensión local y en la gestión
responsable del territorio, y muchas de sus prácticas de trabajo cooperativo buscan
mejorar la redistribución de la riqueza y satisfacer el bien común. Este enfoque permite
generar alternativas económicas orientadas a dar respuesta a las necesidades reales
de las personas y las comunidades, garantizando el acceso a los recursos a través de
la territorialización y relocalización de la producción en relación con el consumo. Su
enfoque holístico en cuanto a objetivos, multidimensional en cuanto a sus prácticas
y transdisciplinaria con respecto a sus agentes, está contribuyendo a un cambio de
paradigma alternativo al modelo de desarrollo económico imperante.
Las entidades de la economía social y solidaria, prestan una especial atención a la dimensión
ambiental y social del trabajo, y en su mayoría combinan sus actividades económicas con
acciones de índole educativa, ambiental y cultural, revalorizando el sentido comunitario
del trabajo y el compromiso con la comunidad en la cual producen y trabajan78.
En este sentido, se observa que es un marco político a la vez que un marco de acción que
incide en el cambio de los patrones del modelo económico en cuanto a la producción
y consumo, en la redistribución de los excedentes y en la manera en la que se formulan
y se implementan las políticas. La participación directa, el empoderamiento de los
agentes locales, la cooperación, la solidaridad, y la justicia social son sin duda una de
las principales fortalezas que identica a la economía social y solidaria. Por ello, es un
paradigma que trae consigo nuevas lógicas económicas capaces de activar procesos que
permite generar dinámicas territoriales alternativas a partir de estrategias de cooperación
y de innovación social, cuyos efectos se multiplican gracias a su losofía de trabajo en red
y que seguramente constituirá en un futuro la alternativa a la crisis económica y ecológica
del presente.
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OBSERVATORIO DEL TERCER SECTOR AMBIENTAL
Notas de campo
Este documento está abierto a debate continuo. Escribe aquí tus notas y envianoslas a info@afundacionesnaturaleza.org
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- Papel reciclado
- Este documento se puede descargar gratuitamente de la web y se debe reenviar y reproducir total
o parcialmente citando a los autores, AFN incluída.
- Fotografías por orden de aparición: Foto portada: V Feria de Economía Solidaria de Madrid. Fuente:
Mercado Social de Madrid., pág. 3 - FIRE, pág. 5 - FUNDEM, pág. 6 - FUNDEM, pág. 19 - FUNDACIÓN TORMES,
pág. 23 - HELICONIA COOP. MAD, AFN.
CUADERNOS ANTERIORES
Puedes descargarte todos los cuadernos de campo en: www.afundacionesnaturaleza.org/descargas
Nº1.- El Tercer Sector Ambiental. Un enfoque desde las entidades ambientales no lucrativas. Mayo 2016
Nº2.- Retos del Tercer Sector Ambiental. Notas para el debate. Junio 2016
Nº3.- Importancia Social del Medioambiente y la Biodiversidad. Julio 2016
Nº4.- Compensaciones ambientales y Tercer Sector. Septiembre 2016
Nº5.- Modicaciones de la Ley del Patrimonio Natural y de la Biodiversidad. Septiembre 2016
Nº6.- Conservación privada y custodia del territorio. La implicación de la sociedad civil en la conservación
de la naturaleza. Septiembre 2016
Nº7.- Transparencia y Tercer Sector Ambiental: Las obligaciones de difusión de la Ley 19/2013,
de 9 de diciembre aplicables a las entidades sin ánimo de lucro. Octubre 2016
Nº8.- Participación pública ambiental: La participación de la ciudadanía y organizaciones
del Tercer Sector Ambiental en las políticas públicas. Octubre 2016
Nº9.- Órganos de Participación del Tercer Sector Ambiental en el ámbito estatal. Octubre 2016
Nº10.- Los Conictos Socio-Ambientales: Aproximación a una gestión positiva. Noviembre 2016
Nº11.- Agricultura, Desarrollo Rural y Medio Ambiente. Noviembre 2016
Nº12.- Ecoturismo: Un producto para la conservación de la Biodiversidad. Noviembre 2016
Nº13.- La indisociable relación entre Medio Ambiente y Turismo. Noviembre 2016
Nº14.- Recomendaciones jurídicas sobre la custodia del territorio y las fundaciones dedicadas
a la conservación de la naturaleza. Noviembre 2016
Nº15.- Reexiones y opiniones sobre cuestiones ambientales de interés. Diciembre 2016
Nº16.- Propuestas de futuro para el Tercer Sector Ambiental. Diciembre 2016
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34 OBSERVATORIO DEL TERCER SECTOR AMBIENTAL
Con el apoyo de: Promueve:
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Cuaderno de Campo Nº17.
ENTIDADES SIN ÁNIMO DE LUCRO Y
ECONOMÍA SOCIAL Y SOLIDARIA. FORMAS
DE TRABAJO PARA LA CONSERVACIÓN
DE LA NATURALEZA Y LA GESTIÓN DE LOS
RECURSOS NATURALES