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Redes de cooperación empresarial
internacionales en el sector
ambiental y cooperación triangular
International Business Cooperation Network
and the Environmental Enterprises and Triangular
Cooperation
Redes de cooperação empresarial
internacionais no setor ambiental e cooperação
triangular
Tania Elena González Alvarado*
María Antonieta Martín Granados**
Fecha de recibido: 3 de enero de 2017
Fecha de aprobado: 4 de agosto de 2017
Doi: http://dx.doi.org/10.12804/revistas.urosario.edu.co/empresa/a.5307
Para citar: González Alvarado, T. E., &, Martín Granados, V. M. A. (2018). Redes de cooperación empresarial
internacionales en el sector ambiental y cooperación triangular. Universidad & Empresa, 20(35), 51-77. Doi:
http://dx.doi.org/10.12804/revistas.urosario.edu.co/empresa/a.5307
RESUMEN
El objetivo de este artículo es analizar el comportamiento de las empresas del sector am-
biental en la red de cooperación empresarial internacional. A n de alcanzarlo se analiza-
ron 130 empresas del sector ambiental de diferentes países que participaron en encuentros
* Doctorado en Economía Internacional y Desarrollo de la Universidad Complutense de Madrid.
Profesora-Investigadora Titular tiempo completo en la Universidad de Guadalajara, México, De-
partamento Mercadotecnia y Negocios Internacionales. Correo electrónico: taniaelena_2003@
yahoo.es
** Doctorado en Ciencias de la Administración de la Universidad Nacional Autónoma de México.
MBA por la Universidad de Tulane (Estados Unidos). Correo electrónico: mmartin@correo.fca.
unam.mx
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empresariales Al-Invest. El principal resultado es que al vincularse las empresas entre
diferentes regiones buscan, principalmente, acuerdos de representación (32,58 %) y
búsqueda de empresas productoras (31,82 %). En igualdad de importancia (25 %) se
identicaron tres nes adicionales: transferencia de conocimiento, ofertas de productos y
comercialización. La conclusión es que los vínculos entre las empresas estudiadas reejan
la cooperación Norte-Sur-Sur, viéndose esta última facilitada por la cooperación triangular.
Palabras clave: PYME, cooperación para el desarrollo internacional, vínculo multiempresa.
ABSTRACT
The aim of this paper is to analyze the environmental enterprises behavior in the interna-
tional business cooperation network. 130 environmental companies that had participated
in business meetings Al-Invest from different countries were analyzed. The main nding
was that the environmental enterprise seeks for representation agreements (32.58 %) and
production companies (31.82 %). Besides, other ndings were that knowledge transfer,
product offerings and marketing achieve the same percentage (25 %). The established
conclusion was that cooperation between the environmental companies reect the North-
South-South cooperation, with the latter facilitated by triangular cooperation.
Keywords: SMEs, international cooperation and development, multi-enterprise tie.
RESUMO
O objetivo deste artigo é analisar o comportamento das empresas do setor ambiental a
rede de cooperação empresarial internacional. Com o m de alcançá-lo se analisaram
130 empresas do setor ambiental de diferentes países que participaram em encontros
empresariais Al-Invest. O principal resultado é que ao vincular-se as empresas entre
diferentes regiões procuram, principalmente, acordos de representação (32.58%) e busca
de empresas produtoras (31.82%). Em igualdade de importância (25%) se identicaram
três ns adicionais: Transferência de conhecimento, Ofertas de produtos e Comerciali-
zação. A conclusão é que os vínculos entre as empresas estudadas reetem a cooperação
Norte-Sul-Sul, resultando esta última facilitada pela cooperação triangular.
Palavras-chave: MPE, cooperação para o desenvolvimento, vínculo multiempresa.
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INTRODUCCIÓN
La teoría económica se ha concen-
trado en el impacto ambiental de
cara a la construcción de indicado-
res e instrumentos para disminuir el
efecto negativo de las actividades de
transformación y extracción (Can-
ter, et al.,1998; Leonard, et al.,1987;
Porter, et al., 1991; Martínez, et al.,
1995; Castro, 2002; Falconí & Bur-
bano, 2004; Achkar, 2005; Aguile-
ra, et al. 1995; Buenaventura, et al.,
2006). Sin embargo, existe un gran
vacío en términos de estudios sobre
las empresas que operan en el sector
ambiental. Cuando se aborda el fe-
nómeno desde la perspectiva empre-
sarial, este primero queda encajona-
do en la Responsabilidad Social y en
iniciativas para la reconversión de la
empresa con menor impacto negati-
vo al ambiente (Aray, et al., 2002;
Panwar & Hansen, 2008; Sandrea &
Boscán, 2010; Vargas, et al., 2011;
Bercovich & Chidiak, 1994).
Difícilmente se acota el objeto de es-
tudio hacia las empresas dedicadas a
ofrecer servicios o bienes ambienta-
les (Villareal, 2006). De hecho, al-
gunos trabajos se reeren a servicios
ambientales como la valoración y la
comercialización de servicios de la
naturaleza que antes se hallaban ex-
cluidos de un intercambio o posible
mercadeo (Pascual & Corbera, 2011;
Penna & Cristeche, 2008; Fonseca,
2006; Campos, et al., 2006; Torres-
Carral, 2006; Lomas, et al., 2005;
Castiblanco, 2003; Campos-Arce,
et al., 2001), mientras que en el pre-
sente escrito se entiende por servicio
ambiental a la consultoría, asesoría
y ayuda técnica que una empresa
puede ofrecer en el mercado en
materia ambiental.
Se espera que las empresas que
ofrecen productos y servicios para
la mejora en el ambiente contribu-
yan al desarrollo sostenible. Han
pasado casi diez años en que Scha-
per (2007) planteara la importancia
del sector ambiental para América
Latina. Después de una década este
sector continúa diluyendo sus acti-
vidades entre los otros sectores eco-
nómicos. Aún no se cuenta con una
base de datos integrada que permita
dar cuenta de los avances empresa-
riales dentro del sector, ya que las
bases de datos que se han conforma-
do se enfocan directamente en mo-
nitorear los cambios en el ambiente
y las modicaciones a la existencia
de los recursos naturales.
Por tanto, abordar a las empresas de
dicho sector conlleva a la formación
de bases propias, con la limitante
principal de que no existe un puente
claro entre estas bases con el compor-
tamiento de la inversión extranjera
directa, las importaciones y exporta-
ciones, y la contribución del sector al
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Producto Interno Bruto. Tampoco a
la generación de puestos de empleos
con las ventajas competitivas alcan-
zadas por estas empresas. También
es un reto para agendas posteriores
de investigación generar bases opor-
tunas, congruentes e integradas para
el análisis de la competitividad del
sector ambiental.
1. REVISIÓN DE LA LITERATURA
1.1. Limitaciones para
medir la competitividad del
sector ambiental a través de
indicadores económicos
Según Schaper (2007), América
Latina y el Caribe es un mercado
en expansión para la industria de
los bienes y servicios ambientales,
principalmente por sus carencias en
materia de infraestructura ambien-
tal, asociadas al crecimiento demo-
gráco y la alta densidad urbana que
caracterizan la región. De acuerdo
con este autor, es un mercado que
comienza a responder a los nuevos
marcos regulatorios y a una mayor
preferencia social a favor de la pro-
tección ambiental; este hecho ha
sido más pronunciado en los países
con una especialización exportado-
ra centrada en industrias ambien-
talmente sensibles, que enfrentan
crecientes exigencias ambientales
en los mercados internacionales
(Schaper, 2007).
Por ser un mercado emergente y de
rápida expansión ha sido propicio
para la Inversión Extranjera Directa,
y en especial para la inversión eu-
ropea, que ha enfatizado su apuesta
por el sector energético latinoameri-
cano. Dicho sector es clave para las
actividades económicas globales y
está íntimamente relacionado con el
ambiental; sin embargo, el análisis
del sector ambiental tras la apertura
comercial de la región latinoameri-
cana resulta complicado porque este
sector no ha sido denido de forma
homogénea, es decir, no existen in-
dicadores consistentes y claros a tra-
vés del tiempo que puedan reejar
las actividades de las empresas y el
comportamiento de la inversión ex-
tranjera directa en este rubro, lo que
obliga a generar bases de datos pro-
pias para cada proyecto de estudio.
Esta situación ya ha sido puesta a
debate por otros investigadores, que
se incluyen en el presente trabajo.
Uno de esos trabajos corresponde
a Barton (1998) que denomina al
sector como “ecoindustria”, hacien-
do con ello alusión a los problemas
ecológicos que han instado al surgi-
miento de actividades económicas
proambientales.
Barton (1998) plantea que la eco-
industria y las tecnologías menos
contaminantes deberían entenderse
como industrias y no como con-
juntos de productos y servicios de
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valor ecológico incuestionable. Asi-
mismo, analiza la medida en que
estas industrias revelan lagunas de
información y tecnología en materia
de gestión ambiental. Estas lagunas
podrían ser útiles para ayudar los
gestores ambientales de Latinoamé-
rica, pero también podrían generar
una condición de dependencia en
esta materia (Barton, 1998).
La crítica expuesta por Barton
(1998) es importante, debido a que
un planteamiento alterno para las ac-
tividades económicas podría reducir
la forma tradicional de contamina-
ción, pero podría generar nuevas for-
mas de contaminación. Estas nuevas
formas, no necesariamente serían
menores pero sí diferentes. De ahí la
importancia que toman las empresas
dedicadas a medir el daño ambiental.
Existe la posibilidad de que se con-
tamine más, pero que sólo a largo
plazo se desarrollen medios para
detectar el impacto ambiental nega-
tivo; tal vez en el momento de sur-
gir la innovación no existan dichos
medios, por no contar con mayor
evidencia sobre el impacto negativo
porque la prioridad es la alternancia.
Dicha situación se abre a una reali-
dad, toda vez que los esfuerzos en
i+D en el sector están encaminados
a la sustitución y a la construcción
de alternativas enfocadas en el pro-
ceso de transformación económica
y no directamente encaminadas en
la comprensión del ambiente y su
conservación.
El surgimiento de las ecoindustrias,
particularmente de las dedicadas a la
producción de bienes y servicios des-
tinados a reducir la contaminación
(principalmente tecnologías de
última etapa) fue un fenómeno uni-
versal en los ochenta del siglo
pasado. Esto fue una respuesta a
regulaciones más estrictas. Los Es-
tados Unidos, Japón y Alemania fue-
ron los pioneros en el desarrollo de
la ecoindustria, pero, según Barton
(1998), es relevante el papel de la
eco-industria en el desarrollo indus-
trial latinoamericano del siglo XXI,
tanto en términos del suministro de
bienes y servicios como del mejora-
miento de la calidad ambiental de la
región (Barton, 1998).
La Organización para la Coopera-
ción y el Desarrollo Económicos
(OCDE, 1999) dene a la industria
de bienes y servicios ambientales
como aquella que produce bienes
y servicios para medir, prevenir, li-
mitar, minimizar o corregir el daño
ambiental al agua, aire y suelo, así
como los problemas relacionados
a residuos, ruidos y ecosistemas.
Esto incluye tecnologías más lim-
pias y productos y servicios que
reducen el riesgo ambiental y mi-
nimizan la contaminación y el uso
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de los recursos. Esta denición es
más amplia que la de Barton (1998)
e incluye a las empresas u organi-
zaciones que desarrollan y aplican
herramientas que permiten medir el
daño ambiental.
De acuerdo con la Agencia Alemana
para la Cooperación Técnica (Ger-
man Agency for Technical Coopera-
tion, 2005), al analizar las empresas
ambientales de Colombia, Chile y
México, se observa que, en general,
no operan bajo la denición otor-
gada por la OCDE (1999), pues las
empresas tienden a autoclasicarse
dentro o fuera de este mercado. Los
bienes y servicios ambientales no se
encuentran claramente especicados
en los registros de importaciones y
exportaciones de los países, debido
a que no existen códigos armoniza-
dos para una amplia gama de bienes
y servicios ambientales. De hecho,
existen diferentes clasicaciones en
el mundo desarrollado que se en-
cuentran en proceso de unicación,
lo que diculta cualquier análisis y
crea controversias. (German Agency
for Technical Cooperation, 2005)
El estudio de la German Agency
for Technical Cooperation (2005)
se enmarca en la línea de identica-
ción de oportunidades en el sector
ambiental de América Latina y el
Caribe. El objetivo de estudio fue
contribuir al desarrollo de un sector
económico que pueda asegurar los
benecios de las oportunidades de
un mercado de bienes y servicios
ambientales en expansión, y sa-
tisfacer una demanda creciente en
el sector de protección ambiental,
particularmente a través de alianzas
o joint ventures.
En dicho estudio (German Agency
for Technical Cooperation, 2005) se
analizaron las experiencias de cola-
boración o alianzas entre empresas
de menor tamaño en el nivel inter-
nacional, particularmente relevantes
y exitosas. También se realizó una
identicación de industrias provee-
doras de bienes y servicios ambien-
tales internacionales más idóneas
para formar alianzas (partnerships o
joint ventures) con pequeñas y me-
dianas empresas latinoamericanas.
Las alianzas público-privadas que la
Agencia Alemana para la Coopera-
ción Técnica analizó fueron Progra-
ma Alianzas de Negocio UNIDO,
ECOPROFIT, Alianzas Ambientales
Chile-Suecia, Programa PPP de GTZ,
Proyecto de Transferencia de Tec-
nología Quebec-Chile y más de 190
alianzas privadas-privadas entre em-
presas de México, Chile y Colombia.
El estudio identicó que los esque-
mas de alianzas público-privadas más
exitosos, de acuerdo con el logro de
objetivos, cumplimiento de produc-
tos comprometidos y cumplimien-
to de metas, a través de indicadores
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cualitativos y/o cuantitativos fueron
el Programa Alianzas de Negocio
UNIDO y ECOPROFIT. En gene-
ral, esta agencia observó falta de
objetivos claros y de una evaluación
de resultados económicos, tanto en
el nivel de las empresas como del
país y la organización promotora
de la alianza. La consideración de
las alianzas como un proceso en el
tiempo, en el que interactúan dife-
rentes actores que obtienen logros
y aprenden de fracasos se pierde,
es decir, el proceso de aprendizaje,
construcción de redes y generación
del conocimiento no es adecuada-
mente valorado ni retenido por las
organizaciones (German Agency for
Technical Cooperation, 2005).
Los resultados alcanzados muestran
que el sector ambiental ha surgido de
una necesidad multilateral; debido a
su carácter prescriptivo, las acciones
han sido desarticuladas y con menor
impacto al esperado. Mientras que
los agentes económicos involucra-
dos en el nivel empresa no consideren
con el mismo nivel de importancia
que los gobiernos las medidas toma-
das en pro del ambiente, difícilmente
las actividades económicas alcanza-
rán su propia sustentabilidad. Ape-
nas se desmantele algún programa
o se elimine determinado estímulo
scal, estas actividades desaparece-
rán con mayor velocidad con la que
fueron creadas.
El surgimiento del sector ambiental
ha sido de “arriba hacia abajo”, lo
que tiene como consecuencia la dis-
crepancia, la cual se traduce en una
barrera para el estudio del sector
ambiental; esto último se observa
en las leyes ambientales, que suelen
ser diferentes en cada región de La-
tinoamérica. Todos los países de la
región tienen políticas ambientales,
pero no suelen coordinarse con las
medidas de promoción de la in-
versión (CEPAL, 2015). Aun así,
casi dos tercios de los organismos de
promoción de la inversión arman
que tienen en cuenta el impacto
ambiental de la Inversión Extran-
jera Directa y, a pesar de su limi-
tado margen de maniobra, muchos
cuentan con programas para atraer
inversión extranjera directa según
criterios ecológicos, con un fuerte
énfasis en las energías renovables
(CEPAL, 2015).
La Comisión para América Latina
y el Caribe (CEPAL, 2015) sugie-
re a los gobiernos que garanticen la
consistencia entre las políticas de
promoción de la IED y otras políticas
con efectos sobre el medioambien-
te, como la energética, transporte,
industria y desarrollo urbano. La
CEPAL (2016) insta a la construc-
ción de un espacio integrado y con
reglas comunes para promover los
encadenamientos productivos, au-
mentar la resiliencia del comercio
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intrarregional y favorecer la diver-
sicación productiva y exportadora.
Lo anterior indica oportunidades
de negocio internacionales para las
empresas de menor tamaño, parti-
cularmente para aquellas que ope-
ran en regiones de renta baja, en las
que la pobreza y la exclusión son la
regla. Esto último abre la oportuni-
dad de crear empresas en el sector
ambiental con un elevado impacto
en el desarrollo económico local,
que además estén colaborando con
más de un Objetivo del Desarrollo
Sostenible, debido a que se encuen-
tran en un sector clave para alcan-
zar dichos objetivos. También exige
estudiar el comportamiento de las
empresas ya existentes en el sector
y buscar mecanismos que permi-
tan a las empresas consolidarse en
él bajo estrategias de “abajo hacia
arriba” con mayor impacto local y
sustentabilidad para los negocios
y no solo para el medio ambiente.
Finalmente, los programas multi-
laterales y públicos están abriendo
mercado, lo que genera y con ello
nuevas oportunidades para las em-
presas, especialmente para las de
menor tamaño.
1.2. Oportunidades para las
empresas de menor tamaño
Entre las acciones que favorecen a
las empresas del sector ambiental,
se encuentran las registradas por el
Banco Mundial (2014) en el con-
texto del programa de desarrollo
limpio; este se enfoca en ayudar a
los países a encontrar sendas de de-
sarrollo que admitan un bajo nivel
de emisiones, a través de:
• El fomento de un intercambio
Sur-Sur sobre las mejores prác-
ticas para la gestión de la conta-
minación.
• La ampliación del uso de coci-
nas más limpias que contribuyan
a disminuir la polución en los
espacios cerrados.
• El apoyo a los países en los
asuntos relativos a la limpieza
de los ríos y la contaminación
histórica.
• El mejoramiento de la eciencia
energética, fomentando el uso
de energías renovables, encon-
trando soluciones agrícolas a fa-
vor de la adaptación al cambio
climático y construyendo ciuda-
des más limpias y con niveles
más bajos de carbono.
Analizar la forma en que este tipo
de acciones deriva en oportunidades
para los negocios en el sector am-
biental exige perlar, agrupar y clasi-
car a las empresas implicadas. Buil,
Fraj y Matute (2005) identicaron
estudios que agrupan a las empresas
en términos ambientales: los facto-
res de presión medioambiental so-
bre el comportamiento empresarial
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(Del Brío & Junquera, 2001; Ba-
nerjee, 2002); la preocupación y
actitud medioambiental (Fundación
Entorno, 2003); la percepción so-
bre los efectos de los Sistemas de
Gestión Medioambiental en su po-
sición competitiva (Giménez, et al.,
2002), y la valoración que realizan
sobre las ventajas e inconvenientes
por la implantación de estrategias
medioambientales (Ruzo, et al.,
2005). Tanto el enfoque de Buil,
Fraj y Matute (2005) como el de los
demás autores se reere a empresas
que no operan directamente en el
sector ambiental, pero que en cier-
to grado se preocupan por aspectos
ambientales. En este sentido, las
empresas de menor tamaño difícil-
mente implementan sistemas para la
protección del medioambiente (Or-
tiz et al. 2013); a no ser que operen
directamente en el sector ofreciendo
consultoría o productos vinculados
a la protección ambiental.
Esto último indica que en las gran-
des empresas es viable encontrar un
área sobre impacto ambiental que
sea adicional para las actividades
estratégicas de la empresa, mien-
tras que en las empresas de menor
tamaño esto difícilmente ocurrirá.
Es posible que en el caso de la co-
mercialización y consultoría se en-
cuentre un esquema contrario, sea
un mayor número de empresas de
menor tamaño dedicadas a la oferta
tanto de consultoría como de pro-
ductos que disminuyan el impacto
negativo en el ambiente. Por otra
parte, debido a la naturaleza de la
problemática, la mayor inversión
en Investigación y Desarrollo en
materia ambiental está representa-
da por organismos multilaterales y
agencias de gobierno, antes que por
las propias empresas.
A través de diversos estudios, se ha
demostrado que los sectores quí-
mico y manufacturero presentan
una mayor orientación a la estra-
tegia medioambiental, puesto que
tienen que hacer frente a una alta
regulación sobre esta materia. En
cambio, los servicios son los que
menor orientación presentan por-
que la legislación medioambiental
que soportan es mucho más exible
(Banerjee, 2002; Buil et al. 2005);
además, los grupos empresariales
pueden llegar a agruparse para pre-
sionar a los gobiernos de forma que
disminuyan las presiones ambienta-
les (Camacho, 2016).
Debido a la diversidad de contextos
que conducen a que las empresas
operen en el sector ambiental, así
como a la ausencia de bases de da-
tos que permitan identicarlas para
su estudio, en el caso del presente
proyecto se toma como empresas
del sector ambiental a aquellas que
al postularse para los apoyos del
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programa europeo Al-Invest decla-
raron operar en este sector; en otras
palabras, son empresas que declara-
ron ofrecer productos y servicios en
el mercado para reducir el impacto
ambiental. El presente proyecto de
investigación pretende analizar los
nes por los que estas empresas
establecen vínculos con agentes
económicos de otras regiones, in-
sertándose de esta forma en redes de
cooperación empresarial internacio-
nales que facilitan la entrada a mer-
cados extranjeros.
1.3. Red de cooperación
empresarial internacional
Los vínculos y tramos construidos
por las empresas (Lafer, 1973; Ab-
denur & De Souza, 2013; Bueno &
Saraví, 1997; Tabares, et al., 2014;
Yoguel & Bercovich, 1994; Gon-
zález, 2007) en la búsqueda de una
mayor competitividad a través de la
expansión del mercado y la reduc-
ción de costos (Liendo & Martínez,
2001; Donovan, et al., 2004; Tka-
chuk, 2004; Kulfas, 2009; Velásquez,
2004 ) han generado redes de coope-
ración empresariales internacionales
con la posibilidad de conectarse o
establecer relaciones con otras redes.
Esto ocurre cuando los elementos de
una de ellas establecen relaciones
con los elementos de otra, con lo que
se crean entre ellas redes cada vez
más grandes y complejas que permi-
tirán, mientras mantengan la misma
lógica para el establecimiento de los
vínculos, que los elementos se co-
necten sin importar la región a la que
pertenezcan (González, 2003).
Las barreras culturales, geográcas
y legales pasan a ser casi nulas al
interactuar los agentes de diferen-
tes regiones bajo el mecanismo de
cooperación (Asia, Europa, Europa
del Este o América Latina). Esto no
signica que dichas barreras desa-
parezcan; más bien, implica que los
agentes que han decidido cooperar
se esfuerzan por salvarlas en un
intento por vincularse y alcanzar
sinergias que se traduzcan en nue-
vos recursos, mejores capacidades
y, nalmente, en ventajas competi-
tivas en constante transformación
(gura 1). El tamaño y forma de la
red es difícil de identicar, aunque
los estudios de Axelrod (1984) per-
miten proponer una topología; sin
embargo, esta topología se basa en
principios lógicos y la teoría de jue-
gos, considerándose que la realidad
es más compleja (González, 2006).
Tómese en cuenta que se está ana-
lizando una red que opera inter-
nacionalmente, e incluso en algunos
casos, como el automotriz, opera
globalmente; lo anterior vuelve
complejo su modelado, tanto por su
dinámica como por su extensión,
ya que mientras unos vínculos se
crean otros se rompen.
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La lógica de este sistema de coope-
ración en red se caracteriza por los
siguientes puntos: 1) el mecanismo
de cooperación es el factor vincu-
lante; 2) los agentes han aprendido
a ver el fracaso y el oportunismo
como parte del aprendizaje; 3) los
involucrados están convencidos
de que cooperando obtendrán ma-
yores benecios que compitiendo;
4) cuentan con un proceso de ne-
gociación permanente; 5) conside-
ran a la contraparte como un medio
para el alcance de sus objetivos y la
generación de sinergias.
Dentro de esta red, las principales
actividades que la fundamentan no
se localizan en los encuentros em-
presariales ni en los organismos pú-
blicos, más bien, son las tecnologías
de información y comunicación las
que han permitido actividades cla-
ve para su sostenimiento. Tal es el
caso de las videoconferencias que
permiten un sistema de comunica-
ción permanente entre las empresas
vinculantes; dicho sistema de comu-
nicación a través de la tecnología
permite a los colaboradores con-
tinuar negociando, transformando
así las circunstancias que favorecen
el oportunismo en momentos para
nuevas negociaciones que fortale-
cen los vínculos y permiten alcanzar
nuevas sinergias. La negociación se
extiende más allá de un paternariado
o encuentro empresarial, siendo un
elemento fundamental para la exis-
tencia del vínculo y sus resultados
(gura 1).
Otra gran ventaja que ofrecen estas
tecnologías es la oportunidad de
administrar en forma conjunta los
recursos, su aplicación y los resul-
tados a través de sistemas informáti-
cos y la minería de datos (gura 1).
Lamentablemente, cuando se abor-
da la tecnología en los vínculos de
cooperación internacionales, se sue-
le encajonar el fenómeno en el uso
de las redes sociales y las páginas
web, cuando estos dos elementos se
quedan limitados para los vínculos
de cooperación, dado que van más
encaminados a mantener y hacer
crecer la demanda antes que a con-
solidar los vínculos entre los empre-
sarios de diferentes regiones.
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Una de las razones por las cuales
existe esta limitación se debe al ca-
rácter abierto de estas dos últimas
herramientas, que han sido diseña-
das para la exposición pública y,
por tanto, para la construcción de
una imagen ante el mercado. Por su-
puesto que pueden inuir de forma
indirecta en la construcción de los
vínculos, nadie estaría interesado en
vincularse a una empresa con mala
reputación, pero no son clave para
la profundización de la relación en
la que la conanza va acompañada
de la condencialidad y en la que
los conictos se analizan y resuelven
a puertas cerradas, como sí sucede
con las tecnologías cerradas.
Las tecnologías de información y
comunicación han dispuesto la in-
fraestructura necesaria que abre la
posibilidad de que estas redes se
sostengan por sí mismas (Cervilla
& Lorenzo,1999; Hernández, 2001;
Tsuji, et al., 2005; Alderete, 2007;
Fernández & Narváez, 2011). Por
otra parte, programas de apoyo
internacionales, como Al-Invest,
el libre cambio y las cadenas glo-
bales de valor, fueron factores que
desencadenaron estos entramados
internacionales protagonizados por
empresas de menor tamaño (Lien-
do & Martínez, 2001; García &
Moreno, 2007; Perego & Marteau,
2007; Luna, 2009; Capó-Vicedo, et
al., 2009; Ferraro & Stumpo, 2010;
Pla-Barber & Escribá, 2010; Mon-
cayo, 2010; Fernández & Revilla,
2010; Albizu, et al., 2011; Fernán-
dez-Jardón, 2012).
Figura 1. Generación de ventaja competitiva dentro del vínculo empresarial bajo el
mecanismo de cooperación
Fuente: elaboración propia.
63
Tania Elena González Alvarado, María Antonieta Martín Granados
Universidad & Empresa, Bogotá (Colombia) 20(35): 51-77, julio-diciembre 2018
Figura 2. Entorno de cooperación internacional favorable para los vínculos entre
empresas
2. METODOLOGÍA
En cuanto a la base de datos sobre
el sector ambiental, se inició con las
empresas que participaron en una o
más ferias empresariales internacio-
nales. Estos eventos fueron orga-
nizados por el Eurocentro Nan en
el periodo 2002-2009 (16 encuen-
tros con un total de 2724 empresas
participantes). Se eliminaron a las
empresas que habían desaparecido
y se trabajó sólo con aquellas que
cubrían los siguientes requisitos:
contar con una página web, mante-
ner vínculos con empresas de otras
regiones y estár incluidas en dife-
rentes directorios. Se trabajó con los
directorios de los eventos organiza-
dos por el Eurocentro Nan a partir
del 2002, porque se requería mayor
Las empresas que operan en el sector
ambiental, sin importar su tamaño,
han encontrado atractiva la interna-
cionalización a través de las redes de
cooperación empresarial internacio-
nales en el marco de la Cooperación
para el Desarrollo (Figura 2). Esto
les permite incursionar en nuevas
regiones con ocinas de representa-
ción, obtener alianzas público- pri-
vadas a través de una empresa ya
establecida en el país destino y edu-
car al mercado potencial en el uso
de los bienes y servicios que ofrece,
todo ello con menor riesgo que ac-
tuando de forma independiente. Esto
conduce a cuestionarse ¿qué tan an-
tiguas son estas empresas?, ¿cuál es
el país de origen?, ¿cuál es el país
destino?, ¿qué buscan en un vínculo
de cooperación internacional?
Fuente: elaboración propia.
64
Redes de cooperación empresarial internacionales en el sector ambiental
Universidad & Empresa, Bogotá (Colombia) 20(35): 51-77, julio-diciembre 2018
distancia entre la situación actual de
las empresas y los encuentros, a n
de poder analizar en retrospectiva el
comportamiento de los vínculos en-
tre empresas y otros agentes locales.
De esta forma, se obtuvo un grupo
de estudio conformado por 130 em-
presas del sector ambiental (tabla 1).
Los resultados se alcanzaron con
base en la información proporciona-
da por el Eurocentro, las búsquedas
de información a través de la web;
entrevistas, visitas de campo y llama-
das telefónicas.
Tabla 1. Participación de las empresas
del sector ambiental por país en que se
encuentran establecidas
Países Cantidad Porcentaje
Alemania 9 6,9 %
Argentina 3 2,3 %
Brasil 1 0,8 %
Chile 3 2,3 %
Colombia 5 3,8 %
Costa Rica 1 0,8 %
España 10 7,7 %
Francia 5 3,8 %
Honduras 1 0,8 %
Italia 5 3,8 %
México 86 66,2 %
Países Bajos 1 0,8 %
Total 130
Fuente: elaboración propia con base en los resulta-
dos alcanzados en el proyecto Generación de valor
y cooperación internacional en las empresas de
menor tamaño de Iberoamérica UDG-CA-484.
Flyvbjerg (2006) señala que, cuando
el objetivo es lograr la mayor canti-
dad posible de información sobre un
determinado problema o fenómeno,
un caso representativo o una muestra
aleatoria puede no ser la estrategia
más apropiada. Ello se debe a que
el típico caso o el caso medio suele
no proporcionar la mejor ni la ma-
yor información. Los casos atípicos
o extremos suelen revelar más infor-
mación porque activan más actores
y más mecanismos básicos en la si-
tuación que se estudia. Además, des-
de una perspectiva orientada tanto
a la comprensión como a la acción,
suele ser más importante claricar
las causas profundas de un deter-
minado problema y sus consecuen-
cias que describir los síntomas del
problema y la frecuencia con la que
estos ocurren. Las muestras aleato-
rias que acentúan la representativi-
dad raramente podrán producir este
tipo de conocimiento, ya que es más
apropiado seleccionar algunos casos
por su validez (Flyvbjerg, 2006); por
esta razón, es que dentro del proyecto
se profundiza en el estudio de caso,
aunque esto conduce a obtener re-
sultados con mayor lentitud y costo.
3. RESULTADOS DE
INVESTIGACIÓN Y DISCUSIÓN
De acuerdo con el origen de la em-
presa, el país con mayor representa-
ción en los encuentros fue México
65
Tania Elena González Alvarado, María Antonieta Martín Granados
Universidad & Empresa, Bogotá (Colombia) 20(35): 51-77, julio-diciembre 2018
(66,2 %). Una conclusión apresura-
da sería que México, en comparación
con otras regiones, se ha enfocado
más en el sector ambiental; sin em-
bargo, un análisis más detallado a
través de las visitas de campo a las
empresas y la presencia como ob-
servadores en algunos encuentros
empresariales, ayudan a considerar
la posibilidad de que estas empresas
creadas en México corresponden a
capitales extranjeros. En su mayo-
ría, son empresas mexicanas muy
pequeñas que forman parte de un
corporativo multinacional, cuyo ori-
gen está en un país de renta alta. Por
tanto, para un mejor análisis es con-
veniente quitar este grupo de empre-
sas mexicanas y continuar el análisis
sobre los otros porcentajes. Bajo
esta segunda óptica, se identica
que España (10 empresas) y Alema-
nia (9 empresas) son los países con
mayor participación en el sector.
La cercanía económica e histórica
con América Latina, y particular-
mente con México, permite explicar
la existencia de empresas españolas
en todos los sectores propuestos en
el marco de Al-Invest. En el caso
de la participación de Alemania,
y los demás países tanto europeos
como latinoamericanos, es posible
incluir para el análisis a la coopera-
ción triangular. Esta consideración
es por tratarse del sector ambiental
como eje de estudio en el marco de
Al-Invest, siendo este último un pro-
grama derivado de la cooperación
para el desarrollo que ofrece la Unión
Europea hacia América Latina.
En los últimos años, la cooperación
triangular se ha convertido en un no-
vedoso planteamiento que se esta-
blece entre actores de tres países: un
oferente de cooperación o socio do-
nante, un país de renta media (PRM)
que actuará igualmente como socio
oferente de cooperación, y un so-
cio receptor de un país de menor ni-
vel de desarrollo relativo. (Gómez,
Ayllón & Albarrán, 2011).
Un estudio de la Organización para
la Cooperación y el Desarrollo Eco-
nómicos identicó que al menos
dieciséis países (Canadá, Francia,
Dinamarca, Bélgica, España, Italia,
Noruega, Suecia, Estados Unidos y
Gran Bretaña, entre otros) estaban
activos, participaban en acciones de
cooperación triangular y su apoyo
no se concentraba en regiones espe-
cícas. (Gómez, Ayllón & Albarrán,
2011). Este tipo de cooperación
ha sido propicia para el sector am-
biental en el marco de los Objeti-
vos del Desarrollo Sostenible, y ha
sido aprovechada por Alemania en
América Latina.
El Ministerio Federal de Coope-
ración Económica y Desarrollo de
Alemania (BMZ, por sus siglas en
66
Redes de cooperación empresarial internacionales en el sector ambiental
Universidad & Empresa, Bogotá (Colombia) 20(35): 51-77, julio-diciembre 2018
alemán) se ha jado como objetivo
aprovechar en mayor medida las
múltiples opciones de aplicación
de la cooperación triangular para el
desarrollo. Entre los socios más im-
portantes se encuentran Brasil, Mé-
xico y Chile. En cuanto a México,
las actividades se concentran en la
transferencia de experiencias de la
cooperación bilateral mexicano-ale-
mana para el desarrollo. La idea es
contribuir, por un lado, al desarrollo
de otros países, y por otro, apoyar
el rol de México como donante en
América Latina y el aprovechamien-
to de capacidades existentes, por
ejemplo, con Bolivia en el área de
gestión de aguas residuales (BMZ,
2013). Este ejemplo muestra la rela-
ción Alemania-México-Bolivia, en
el que se involucran a empresas del
sector ambiental para la gestión de
aguas residuales.
Esto último permitiría justicar que
el 86 % de las empresas de la base
de datos están establecidas en Mé-
xico, a pesar de que no es un país
líder en el sector ambiental; en este
orden de ideas, el país puede ser una
plataforma de la inversión de terce-
ros países que pretenden operar en
el sector ambiental latinoamericano,
no necesariamente limitándose al
mercado mexicano, sino expandién-
dose sobre el continente.
Con base en la antigüedad de las
empresas, se identican ocho casos
con casi un siglo de existencia. Estas
empresas no operan desde su origen
en el sector ambiental, sin embargo,
sí lo hacen en sectores que requieren
de una mayor adaptación de la em-
presa hacia un mejor manejo (explo-
tación, producción y distribución)
de fuentes de energía y de contami-
nantes (limpio, re-uso y re-ciclo).
Esto también está en congruencia
con la cooperación triangular. Tal
como se muestra en la la tabla 2, la
mayor parte de las empresas del gru-
po de estudio se crean en paralelo a
los Objetivos del Milenio y son tan
jóvenes como el sector ambiental.
Estas empresas estarían incluidas
en las dos primeras columnas de la
tabla 2.
Tabla 2. Antigüedad de la empresa del sector ambiental por país
Países Años Total
0-22 23-42 43-62 63-82 83-102 ND
Alemania 5 3 0 0 0 1 9
Argentina 2 0 0 1 0 0 3
Continúa
67
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Universidad & Empresa, Bogotá (Colombia) 20(35): 51-77, julio-diciembre 2018
De acuerdo con lo que buscan las
empresas del sector al vincularse
internacionalmente bajo el meca-
nismo de cooperación, la tabla 3
muestra la nalidad de la promoción
de estas empresas en los encuentros
Al-Invest. Nuevamente, se encuen-
tra coincidencia de estos nes con la
cooperación triangular. Particular-
mente, con los objetivos de la coo-
peración triangular alemana para el
desarrollo: 1) mayor ecacia de las
medidas de política de desarrollo en
los países beneciarios, gracias al
uso complementario y la acumula-
ción de conocimientos, experiencias
y recursos nancieros provenientes
de los países emergentes y de Ale-
mania; 2) generación de alianzas
para el desarrollo en el nivel mun-
dial, dirigidas a lograr un desarrollo
sostenible; 3) concepción conjunta
de metas globales de desarrollo y fo-
mento del intercambio de lecciones
aprendidas y experiencias sobre los
mecanismos de acción y los princi-
pios de la cooperación; 4) reproduc-
ción y divulgación de experiencias
conjuntas de la cooperación bilate-
ral para el desarrollo con socios glo-
bales en otros países en desarrollo;
5) fomento de la cooperación Sur-
Sur, desarrollo regional, diálogo e in-
terconexión en redes (BMZ, 2013).
Países Años Total
0-22 23-42 43-62 63-82 83-102 ND
Brasil 0 0 0 0 1 0 1
Chile 2 0 1 0 0 0 3
Colombia 0 0 1 0 4 0 5
Costa Rica 0 1 0 0 0 0 1
España 5 3 2 0 0 0 10
Francia 0 1 0 3 0 1 5
Honduras 0 0 0 0 0 1 1
Italia 0 3 1 0 1 0 5
México 40 20 2 2 1 21 86
Países Bajos 0 0 0 0 1 0 1
Total 54 31 7 6 8 24 130
Fuente: elaboración propia con base en los resultados alcanzados en el proyecto Generación de valor y
cooperación internacional en las empresas de menor tamaño de Iberoamérica UDG-CA-484.
68
Redes de cooperación empresarial internacionales en el sector ambiental
Universidad & Empresa, Bogotá (Colombia) 20(35): 51-77, julio-diciembre 2018
En los resultados de la presente in-
vestigación se identican los dos
nes más importantes al vincularse:
acuerdos de representación (32,58
%
)
y búsqueda de empresas productoras
(31,82 %). En igualdad de importan-
cia (25 %) se identicaron tres nes:
transferencia de conocimiento, ofer-
tas de productos y comercialización.
Los acuerdos de representación, la
búsqueda de empresas productoras
y la trasferencia de conocimiento
orientan las actividades del sector am-
biental dentro de la red internacional
creada por Al-Invest hacia el uso
complementario y la acumulación
de conocimientos, experiencias y
recursos nancieros entre los países
participantes, el intercambio de ex-
periencias y lecciones aprendidas de
los mecanismos de acción, los prin-
cipios de cooperación, y la reproduc-
ción y divulgación de experiencias
conjuntas e interconexión en redes.
Tabla 3. Tipo de vinculación promovida por la empresa durante el encuentro
Finalidad Frecuencia Porcentaje
Equipamiento 6 4,55
Proyectos llave en mano 14 10,61
Acuerdos de representación 43 32,58
Ofertas de productos 33 25
Búsqueda de empresas productoras 42 31,82
Distribución 24 18,18
Importación 3 2,27
Comercialización 33 25
Concesiones 2 1,52
Inversionistas 5 3,79
Coinversión 4 3,03
Socios 10 7,58
Alianzas 6 4,55
Franquicias 4 3,03
Subcontratación 6 4,55
Joint Venture 2 1,52
Transferencia del conocimiento 33 25
Fuente: elaboración propia con base en los resultados alcanzados en el proyecto Generación de valor y
cooperación internacional en las empresas de menor tamaño de Iberoamérica, UDG-CA-484.
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Tania Elena González Alvarado, María Antonieta Martín Granados
Universidad & Empresa, Bogotá (Colombia) 20(35): 51-77, julio-diciembre 2018
Es posible que la experiencia de
las empresas en el sector sea la que
inuya al momento de considerar
tanto los acuerdos de representa-
ción como las empresas producto-
ras; sin embargo, los acuerdos de
representación se reconocen más
por el mecanismo de competencia
que por el de cooperación. La re-
presentación está encaminada a que
el socio sea un instrumento para
llegar al mercado meta, aunque es
una estrategia para iniciar activi-
dades de colaboración, que poste-
riormente abrirán paso a relaciones
más complejas y permanentes.
De forma complementaria, se en-
trevistaron a 34 informantes clave
de empresas mexicanas del sector
ambiental participantes en Al-In-
vest (tabla 4). Se considera impor-
tante el análisis sobre México por
ser una región estratégica para la
cooperación triangular, y en todo
caso, para las empresas europeas
del sector ambiental que incursio-
nan en América Latina. Lamenta-
blemente, no todas las empresas es-
tuvieron dispuestas a colaborar con
el presente proyecto, de ahí que
las entrevistas alcanzadas sean un
esfuerzo exhaustivo en el que los
límites en información dependen
mucho del nivel de apertura y co-
laboración de los empresarios, así
como de los recursos para la reali-
zación de visitas de campo.
Tabla 4. Aspectos de interés con base en 34 empresas mexicanas del sector ambien-
tal participantes en Al-Invest
Aspectos de interés
Porcentaje de
empresas (con base en
34 entrevistas)
Número de
empresas
Han enfrentado situaciones calicadas como fracaso
dentro de un vínculo empresarial. 44 % 15
Han aumentado su rentabilidad a través del vínculo
de cooperación internacional. 79 % 27
Han establecido vínculos con empresas alemanas. 14,7 % 5
Han establecido vínculos con empresas
estadounidenses. 20,58 % 7
Han establecido vínculos con empresas europeas
(incluidas las alemanas). 29.4 % 10
Fuente: elaboración propia con base en los resultados alcanzados en los proyectos Generación de valor y
cooperación internacional en las empresas de menor tamaño de Iberoamérica, UDG-CA-484.
70
Redes de cooperación empresarial internacionales en el sector ambiental
Universidad & Empresa, Bogotá (Colombia) 20(35): 51-77, julio-diciembre 2018
Las empresas mexicanas del sector
ambiental han encontrado que los
vínculos con empresas de otras regio-
nes aumenta su rentabilidad. Algu-
nas de ellas han enfrentado fracasos
derivados de los vínculos emresa-
riales; sin embrago, y a la manera
de Axelrod (1984), continúan coo-
perando con agentes económicos
de otras regiones, en especial de la
Unión Europea, y más especí-
camente con Alemania, y Estados
Unidos (tabla 4). A continuación se
presentan brevemente algunos de
los casos analizados. Los dos pri-
meros se han beneciado de más de
un evento Al-Invest organizado por
el Eurocentro Nan, mientras que el
tercer y último caso sólo asistieron
una vez, pero han manetnido vín-
culos débiles con otras empresas,
que les han permitido continuar sus
actividades económicas. Los nom-
bres de las empresas se conservan
en anónimo, conforme a la con-
dencialidad solicitada por la Unión
Europea a sus bases de datos. Tam-
bién se ha eliminado aquellos datos
que permitan identicar fácilmente
a las empresas como son nombres de
contactos, las direcciones, nombres
de empresas asociadas o marcas de
productos. Sólo se consideran los
hechos que permiten enriquecer el
análisis de los resultados.
3.1. Empresa “Gestión de aguas
residuales”
Esta empresa cuenta con ochenta y
ocho empleados y se ubica en Ciudad
de México. Tiene dieciocho años de
existencia y mantiene vínculos con
empresas de Holanda, Alemania,
Estados Unidos, Canadá y Brasil.
Se especializa en el diseño y cons-
trucción de plantas de tratamiento
de agua residual, reutilización del
agua y agua potable. Cuentan con
tecnología de punta, bajos costos,
alta eciencia y calidad. Entre sus
clientes se encuentran gobiernos, pa-
peleras, cerveceras, productoras de
lácteos, embotelladoras, textileras,
farmacéuticas, procesadoras de pollo,
sanitarias, mineras y destileras, entre
otros. Algunos de sus clientes son
empresas que operan globalmente.
3.2. Empresa “Consultora en
manejo del agua”
Esta empresa cuenta con menos de
cien empleados, veinte años de ex-
periencia y tiene ocinas en tres ciu-
dades de Mèxico. Ofrece soluciones
especícas en el manejo y ahorro de
agua, y en energía industrial. A prin-
cipios de este siglo intentó vincular-
se a una empresa brasileña, pero esto
se tradujo en un fracaso. De acuerdo
71
Tania Elena González Alvarado, María Antonieta Martín Granados
Universidad & Empresa, Bogotá (Colombia) 20(35): 51-77, julio-diciembre 2018
a la entrevista, hubo conicto de
intereses, mala comunicación y la
empresa brasileña comercializaba
con la tecnología de otros. En 2008,
el empresario expresó que, a pesar
de los resultados, estaba dispuesto
a buscar nuevos colaboradores en
el extranjero. A partir de 2011 se
unió a un vínculo multiempresa
(González, 2008) conformado por
Ecuador, Panamá, Colombia, Chile
y China. El vínculo multiempresa
que han construido mantiene, a su
vez, vínculos con empresas euro-
peas, asiáticas y norteamericanas.
A través de los vínculos obtienen
nuevos medios para el tratamiento
del agua, anticipan las necesidades
del mercado, amplían su know-how
y logran integrar y desarrollar tec-
nologías más ecientes.
3.3. Empresa “Manejo de residuos”
Se considera una organización com-
prometida con las empresas que se
preocupan por mejorar y controlar
sus procesos y disponer de manera
adecuada los residuos industriales
y biológicos infecciosos. Mantiene
vínculos débiles (Granovetter, 1973)
con empresas de Alemania, España
y Canadá. Tiene dieciocho años de
antigüedad. Está conformada por
treinta empleados. La mayor parte de
sus actividades se realizan mediante
la subcontratación y se consideran
intermediarios. La principal razón
es nanciera, el sector ambiental
requiere de grandes inversiones, lo
que conduce a que las empresas me-
xicanas se vinculen con empresas
extranjeras capaces de hacer frente a
los costos implicados en cada opera-
ción y que cuenten con investigación
y desarrollo, así como tecnología de
punta para el diagnóstico y monito-
reo sobre la gestión de residuos. Los
servicios que ofrece son: trámites
ambientales; recolección, almace-
namiento, manejo de residuos; venta
de contenedores, limpieza de fosas e
impacto ambiental.
Las tres empresas presentadas en
este espacio a discusión se consi-
deran casos típicos porque en sus
origenes son empresas ciento por
ciento mexicanas, que han sabido
adaptarse al sector ambiental y ven-
cer las barreras tecnológicas y lega-
les por medio de los vínculos con
empresas de otras regiones.
CONCLUSIONES
El sector ambiental facilita la exis-
tencia de empresas de menor tama-
ño en el marco de la cooperación
triangular y a través de las redes
de cooperación empresarial inter-
nacionales. Este sector fomenta la
cooperación Norte-Sur-Sur en el
marco de la cooperación triangular
para el desarrollo. El impacto en el
desarrollo local por las empresas
72
Redes de cooperación empresarial internacionales en el sector ambiental
Universidad & Empresa, Bogotá (Colombia) 20(35): 51-77, julio-diciembre 2018
involucradas no está orientado ha-
cia la creación de nuevos puestos
de empleo, sino que se orienta hacia
el uso de energías alternativas y el
manejo de contaminantes. En otras
palabras, busca la transformación
de las actividades económicas. El
presente estudio muestra un número
reducido de empresas participantes,
sin embargo, es posible que el mon-
to de las inversiones y de los inter-
cambios hacia dentro de la red sean
considerables, dada la naturaleza
del sector estudiado. Finalmente, es
un sector atractivo para estudiar con
mayor profundidad la transferencia
de conocimiento Norte-Sur-Sur.
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