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MUJERES AFECTADAS POR EL NEMAGÓN: LA ORGANIZACIÓN PARA REGISTRAR EL SUFRIMIENTO AMBIENTAL

Authors:

Abstract

En este artículo se analiza el proceso de organización de mujeres trabajadoras bananeras afectadas por el agroquímico conocido como nemagón. En los años 90, estas mujeres se organizaron con la finalidad de registrar los padecimientos en sus cuerpos producto de la exposición a los agroquímicos. Para ello, se consulta la literatura en el tema y se analizan fuentes del año 1996 del archivo de la organización Servicio Paz y Justicia (Serpaj).
Rev. Ciencias Sociales 157: 115-128 / 2017 (III)
ISSN: 0482-5276
MUJERES AFECTADAS POR EL NEMAGÓN:
LA ORGANIZACIÓN PARA REGISTRAR EL SUFRIMIENTO
AMBIENTAL1
WOMEN AFFECTED BY NEMAGÓN:
ORGANIZATION TO REGISTER ENVIRONMENTAL SUFFERING
Sindy Mora Solano*
RESUMEN
En este artículo se analiza el proceso de organización de mujeres trabajadoras bananeras
afectadas por el agroquímico conocido como nemagón (dcbp). En los años 90, estas mujeres
se organizaron con la finalidad de registrar los padecimientos en sus cuerpos producto de
la exposición a los agroquímicos. Para ello, se consulta la literatura en el tema y se analizan
fuentes del año 1996 del archivo de la organización Servicio Paz y Justicia (Serpaj).
PALABRAS CLAVE: MOVIMIENTOS SOCIALES * TRABAJADOR AS * PLANTACIÓN *
AGROQUÍMICOS * SALUD
ABSTRACT
This article analyzes the process of organizing female banana workers affected by the
pesticide known as Nemagón (dcbp). In the 1990s, these women organized themselves with
the purpose of recording the suffering in their bodies as consequence of the exposure to
pesticides. For this, are analyzed the literature on the subject and sources of 1996 from the
archive of the organization Paz y Justicia (Serpaj).
KEYWORDS: SOCIAL MOVEMENT * WOMEN WORKERS * PLANTATION * PESTICIDES * HEALTH
* Instituto de Investigaciones Sociales de la Universidad de Costa Rica.
sindymora@gmail.com
1 Agradezco la colaboración brindada por Ana Lucía Castro y Gustavo Cabrera del Servicio Paz y Justicia-Costa Rica
(Serpaj) para la elaboración de este artículo; así como, el trabajo realizado por Valeria Vargas y Shirly Chocrón.
De la misma manera, agradezco los comentarios del Dr. Mauricio Menjívar Ochoa a la ponencia presentada en el
Instituto de Investigaciones Sociales (iiS) de la Universidad de Costa Rica.
116 Sindy Mora Solano
Rev. Ciencias Sociales Universidad de Costa Ric a, 157: 115-128 / 2017 (III). (ISSN: 0482-5276)
INTRODUCCIÓN
Este artículo forma parte de los resultados
del proyecto de investigación “Envenenando la
salud, potenciando la participación política: las
mujeres afectadas por el nemagón en la Región
Caribe de Costa Rica, entre 1990-2010”, inscrito
en el Instituto de Investigaciones Sociales (iiS) de
la Universidad de Costa Rica.
A partir del trabajo de investigación pre-
viamente realizado, en el que se ha indagado en
torno a las principales características del movi-
miento de la población de trabajadoras banane-
ras (Mora, 2013, 2016a y 2016b), en este artículo
se estudia uno de los esfuerzos organizativos de
mujeres afectadas por el DiBromoCloroPropano
(dbcp), más conocido con el nombre comercial
de nemagón. Esta iniciativa surgió en los años
90, en una de las coyunturas más álgidas de
este movimiento, con el apoyo de la organiza-
ción no gubernamental Servicio Paz y Justicia
Costa Rica (Ser paj). A partir de la articulación
con Ser paj, las mujeres juntaron esfuerzos para
darle cabida a la reflexión en torno a su dolor.
El dolor es analizado a partir de las discusiones
referidas al sufrimiento ambiental, concepto
elaborado por el sociólogo Javier Auyero y la
antropóloga Débora Swistun (2008). El sufri-
miento ambiental:
es (junto con una indagación sobre los
“datos duros” de la contaminación) un
examen de las experiencias y los sentidos
atribuidos a este sufrimiento. Una etno-
grafía del sufrimiento ambiental es un
análisis de las voces de quienes padecen,
pero es también un estudio de las narrati-
vas que circulan alrededor de las vidas de
quienes lo padecen, esto es, de todos los
intentos de darle sentido a ese sufrimien-
to, de todas las apropiaciones y recono-
cimientos que son, como lo implica el
análisis, actos profundamente políticos
(Auyero y Swistun, 2008, p.218).
Como se observa, el sufrimiento am-
biental es un concepto que invita a la escu-
cha y al reconocimiento de aquellas voces que
experimentan un dolor, sin que necesariamen-
te este se encuentre reconocido en los planos
jurídicos, médicos, organizativos o sociales vin-
culados a la construcción de las memorias re-
lacionadas a este (Kleinman y Kleinman, 1997).
En este sentido, Veena Das (2008) ha señalado
la necesidad de investigar cómo se recuperan y
se posicionan en la memoria, las experiencias
traumáticas de dolor, tanto individuales, locales
y nacionales. Haciendo referencia a las experien-
cias traumáticas vinculadas a la violencia sexual
vivida por las mujeres, esta autora señala:
Nunca estamos seguros de si la distan-
cia de estas imágenes es una ilusión ópti-
ca, pues siempre existe la tentación, como
sucede en la narrativa de familia y en las
narrativas nacionalistas, de expulsar estas
imágenes de la ribera de la experiencia
cotidiana hacia un horizonte distante e
invisible. Sin embargo, debemos preguntar
qué efectos tuvo esta brutalización para las
experiencias de la identidad personal, la
comunidad y la nación (2008, p. 345).
Tomando en cuenta estos referentes,
este artículo se compone de tres apartados. En
el primero, se describe la metodología utilizada
y se caracterizan las fuentes por analizar. En
el segundo, se realiza una contextualización
de la situación de las mujeres y su exposición
a los agroquímicos. En el último, se analiza
la experiencia de las mujeres afectadas por el
nemagón, en su esfuerzo por registrar su sufri-
miento ambiental.
METODOLOGÍA
El 9 de junio de 1996, un grupo de mu-
jeres que se autodenominaron afectadas por
el nemagón participaron en una reunión en la
que registraron sus padecimientos, producto
de la exposición a este agroquímico. En esta
reunión, convocada por Se r pa j, se produjeron
una serie de documentos en los que se exponen
las experiencias de estas mujeres. Los registros
de la afectación en la salud de las participantes
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de esta actividad han sido conservados en el
archivo del Serpaj 2.
Los documentos disponibles son 53
textos, en papeles de colores de una textura
muy suave, algunos casi transparentes y escri-
tos a mano, en donde se indica el nombre de la
trabajadora bananera, el número de cédula, en
algunas ocasiones la fecha de nacimiento y por
ende, la edad (la que, por lo general, aparece
ilustrada mediante una resta), la dirección de la
casa de habitación, el número de hijos vivos, el
número de hijos muertos, el número de abor-
tos y los padecimientos. En algunos casos, ha
sido posible detectar que otra persona escribió
el texto, por la caligrafía y el tiempo verbal
utilizado, lo que lleva a plantear la hipótesis
sobre el analfabetismo o baja escolaridad de
las mujeres que participaron en la actividad.
Sin embargo, es importante señalar que estos
casos son los menores, dado que la mayor parte
de los documentos se encuentran escritos en
primera persona singular. Muchos de los textos
fueron escritos con lápiz, lo que ha dificultado
que se preserven los rasgos de las escrituras en
óptimas condiciones; algunos se encuentran es-
critos con lapicero. Todos los documentos están
firmados por las mujeres participantes.
Con el fin de reproducir y escuchar lo
que estas mujeres plantearon sobre sus cuerpos
y su sufrimiento, se ha procedido a transcri-
bir cada uno de estos materiales, omitiendo el
nombre de la persona que escribe, el nombre de
las hijas y los hijos, el número de cédula y la di-
rección de sus casas. De estos 53 documentos,
51 han sido transcritos, dado que, por la cali-
grafía, no fue posible transcribir dos de estos.
La existencia de este material viene a
confirmar la tesis de que las mujeres fueron
organizadoras y partícipes de una serie de ini-
ciativas en su proceso de afectación por los
agroquímicos, a pesar de que estas actividades
no necesariamente, se hicieron de conocimiento
2 A partir de la indagación realizada, se puede
señalar que estos documentos no han sido analiza-
dos previamente. A pesar de que existe un informe
producto de una pasantía realizada por un estu-
diante de la Universidad Nacional (una), en donde
se estudia la labor de Ser paj (Cárdenas, s.f), dicho
informe no hace referencia a este material.
público o fueron opacadas por un movimiento
que, tradicionalmente, se consideró como un
movimiento de trabajadores (Mora, 2016b).
Valga señalar que una de las hipótesis en
torno al momento en el que surge el movimiento
de afectados por el nemagón, a principios de
los años 90, se relaciona con la dificultad que
pudieron tener los protagonistas de este pro-
ceso, es decir, los hombres, para hablar de lo
que estaba sucediendo en sus cuerpos (Mora,
2016b). Lo anterior, a pesar de que los pri-
meros casos de afectación se dieron a finales
de los años 70 (Giralt, 1996). La existencia de
estos documentos escritos permite posicionar
el lugar de la palabra en la discusión colectiva
sobre las distintas expresiones de un sufri-
miento, socialmente compartido, aunque no
necesariamente reconocido, que en este caso
es el de las mujeres.
Para este trabajo se realizaron dos en-
trevistas con personas involucradas a esta ini-
ciativa. Una realizada con el coordinador de
Serpa j y otra con una extrabajadora bananera,
quien ahora tiene 75 años de edad y que estuvo
presente en la reunión del 9 de junio de 1996.
La dificultad para encontrar mujeres que par-
ticiparon en esta iniciativa se relaciona no solo
con el distanciamiento que ellas han vivido con
esta forma organizativa, sino con la edad que
actualmente tienen (algunas mujeres de las
que se tiene registro fallecieron).
LO QUE SE SABE SOBRE LA EXPOSICIÓN DE LAS
MUJERES A LOS AGROQUÍMICOS
La experiencia de afectación por el uso
de los agroquímicos no es exclusiva de las mu-
jeres expuestas al dbcp. En la actualidad existe
un amplio conocimiento en torno a los efectos
de los agroquímicos, tanto en el ambiente como
en los distintos grupos sociales expuestos a
estas sustancias, lo cual no niega la necesidad
de una mayor investigación.
En términos generales, distintos estu-
dios han demostrado que cuando las mujeres
se encuentran incorporadas a las dinámicas
laborales, ya sean formales o informales, se
observa una limitada regulación de la distribu-
ción, el transporte, el almacenamiento y el uso
de agroquímicos; una falta de entrenamiento
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o capacitación en cuanto a su uso, una limitada
capacidad de instrucción e incluso, de lectura,
lo que conlleva a una reducida posibilidad de
dar seguimiento a las instrucciones en las eti-
quetas de las sustancias que se van a utilizar;
un uso inadecuado del equipo de protección o
la inexistencia de este, carencia de lugares apro-
piados para el aseo personal después de realizar
las labores correspondientes o el lavado de la
ropa, aunado a la ausencia de centros médicos
cercanos que permitan atender las necesidades
de la población (Dinham, 2003).
Los estudios de caso específicos mues-
tran la profundización de los rasgos señalados.
En el estudio realizado por Nivia (2000)3, en el
municipio de Palmira, en Colombia, se eviden-
cia el uso excesivo de agroquímicos en las plan-
taciones, al que se unen las aplicaciones aéreas
de estas sustancias. Aunque los hombres se
encuentran mayoritariamente expuestos a los
agroquímicos, los menores de edad y las muje-
res también lo están, a pesar de no encontrarse
vinculados directamente a las labores de riego,
tal y como lo muestran los estudios médicos.
Si bien, se necesita mayor indagación, a partir
de la muestra del estudio, la autora señala que
la exposición a estas sustancias por parte de las
mujeres en edad reproductiva que desempeñan
estas labores, puede ser un factor asociado a las
altas tasas de aborto, malformaciones congéni-
tas y niños nacidos muertos.
En el caso de la floricultura en Ecuador,
la expansión de este monocultivo en los años
90 transformó las relaciones sociales, incorpo-
rando mano de obra entre los 15 y los 35 años,
fundamentalmente mujeres, con empleos mal
remunerados, con largas jornadas laborales y
con una alta exposición a los agroquímicos (Ko-
rovkin, 2004)4. A pesar de disponer de equipo
que protege de la exposición a estas sustancias,
este no es de la mejor calidad, ya que se rompe
3 En esta investigación, se realizaron observaciones
de campo, encuestas y entrevistas con personas de
la comunidad; adicionalmente, se realizaron estu-
dios médicos con la población de estudio.
4 Para esta investigación, la autora realizó trabajo de
campo con trabajadores y trabajadoras floriculto-
ras, trabajadoras migrantes y amas de casa de una
zona florícola de la Sierra ecuatoriana.
al utilizarse e incluso, en algunas ocasiones
las trabajadoras prefieren no usarlo, debido a
que se convierte en un obstáculo para realizar
rápidamente las labores asignadas. La inves-
tigación muestra cómo la preocupación por la
exposición a los agroquímicos es mayor entre
la población de la zona florícola de la Sierra,
que la que tienen las personas que trabajan con
estas sustancias.
En el estudio de Reeves, Murphy y Calvo
(2003)5, realizado con trabajadoras vinculadas
a la Organización en California de Líderes
Campesinas y la United Farmworkers of Ame-
rica (u fw), en California, Estados Unidos, se
muestran las dificultades a las que se enfren-
tan las mujeres que aplican agroquímicos.
Al ser la mayor parte de estas trabajadoras
migrantes mexicanas (91%), con un limitado
manejo del inglés (83% no maneja el idioma),
uno de los principales problemas es el gran
nivel de subregistro de las intoxicaciones su-
fridas en el proceso de aplicación. Entre las
razones por las que las mujeres no reportaron
su afectación (23%), se destaca el miedo a per-
der el trabajo, los altos costos de los servicios
médicos, las dificultades para transportarse
a los centros de salud y el desconocimiento de
los síntomas de la intoxicación, que pueden ser
confundidos con otras enfermedades, como in-
toxicaciones por la ingesta de alimentos. Entre
los principales síntomas reportados están sar-
pullidos, alergias, dolores de cabeza, mareos
y vómitos. El estudio muestra que muchas de
las intoxicaciones quedan sin atender o son
atendidas mediante remedios caseros.
El trabajo publicado por la Asociación
de Servicios de Promoción Laboral (aSe pro la)
(2003)6 recoge las experiencias de las mujeres
bananeras centroamericanas, quienes relatan
las condiciones laborales y organizativas en las
5 En este estudio, las autoras aplicaron un ins-
trumento de encuesta diseñado conjuntamen-
te por Pesticide Action Network North America
(pann a), la Organización en California de Líderes
Campesinas y la United Farmworkers of America
(ufw). El instrumento fue contestado por 47 traba-
jadoras, en su mayoría, migrantes mexicanas.
6 aSeprol a recopiló historias de vida de mujeres tra-
bajadoras bananeras de Centroamérica.
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Mujeres afectadas por el nemagón: la organización para registrar el sufrimiento ambiental
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que se encuentran. Si bien no es un trabajo
que analice de manera específica la exposición
de las mujeres a los agroquímicos, en este
se pueden retomar los padecimientos de las
mujeres debido a su exposición a estas sustan-
cias, entre las que se encuentran: “afecciones
respiratorias, enfermedades de la piel, hongos
en pies y manos, pérdida de la voz, alteración en
venas, dolores de vientre y dolores en los hue-
sos” (2003, p. 104).
En el texto de Frank (2006) se exponen
las condiciones laborales y las formas orga-
nizativas de las mujeres bananeras en A-
rica Latina, brindando especial atención a las
mujeres de Centroamérica. En el estudio se
mencionan procesos de afectación en la salud,
entre los que se encuentran:
(…) heridas por movimientos repetitivos,
y enfermedades en la piel causadas por la
exposición a los químicos y el agua […]
lesiones en la espalda, artritis prematura
y caídas en los centros de trabajo. Las
mujeres reportaron, además, altas tasas
de abortos y tipos de cáncer poco comu-
nes entre las trabajadoras, la mayoría sin
contratos colectivos y con poco o ningún
acceso a atención médica (p. 47).
En el caso de las comunidades indígenas
y quilombolas brasileñas del Estado de Espírito
Santo afectadas por la expansión del eucalipto a
partir de los años 60 (Barcellos y Batista,
2007)7, las autoras muestran cómo el despojo
de sus tierras trajo consigo cambios en las for-
mas productivas, lo que extinguió actividades
como la siembra, la caza y la pesca, aumentan-
do la exposición de la población a los agroquí-
micos y por ende, los padecimientos como las
alergias y afecciones en la piel.
El estudio realizado por Camarena y otras
(2013)8 muestra cómo las mujeres indígenas que
7 Las autoras realizaron entrevistas a mujeres indí-
genas y quilombolas del Estado de Espírito Santo,
Brasil.
8 Las autoras realizaron observaciones partici-
pantes, entrevistas grupales y talleres con muje-
res indígenas que trabajan en Ensenada, Baja
California.
laboran en Ensenada, Baja California, México,
trabajan jornadas extenuantes de hasta 14 horas
y deben llevar sus propios implementos de segu-
ridad, como guantes o pañoletas para protegerse
de los “líquidos”, nombre con el que llaman a los
agroquímicos. Adicionalmente, deben comer en
los lugares de trabajo, lo que expone sus alimen-
tos a la contaminación. Entre los efectos en la
salud que reporta la investigación se encuentran
irritaciones, manchas y ronchas en la piel, así
como, dolores de cabeza, náuseas y vómitos.
Por su parte, González (2014) analiza el
proceso de producción de flores en la Sabana
de Colombia. La autora muestra cómo las
trabajadoras han sido expuestas a 127 tipos de
pesticidas, muchos de los cuales se encuen-
tran prohibidos en países como Estados Uni-
dos, principal destinatario de las flores.
Finalmente, el estudio realizado por Van
Wendel y otros (2014)9 analiza para el caso de
Costa Rica, las altas concentraciones de etilen-
tiourea (etu) que tienen en su orina las mujeres
embarazadas que viven cerca de las plantacio-
nes de banano en Matina, en la provincia de
Limón. El etu es utilizado para combatir la siga-
toga negra y se riega vía aérea, lo que explica las
altas concentraciones de esta sustancia, incluso,
en la población que no se encuentra vinculada de
manera remunerada a las bananeras.
Valga subrayar que un aspecto aportado
por varias de las investigaciones reseñadas es
la necesidad de realizar estudios médicos que
permita conocer, a profundidad, la situación de
salud en la que se encuentran las comunidades
y las mujeres (Nivia, 2000; Korovkin, 2003).
Como señalan distintos estudios, las mujeres
se encuentran en una situación de mayor vul-
nerabilidad, dado que cuentan con limitadas
condiciones de organización o afiliación a las
organizaciones existentes, como los sindicatos
(aSe prol a, 2003; Korovkin, 2003; Frank, 2006;
Valdés, 2015).
9 Para esta investigación se realizaron análisis de
muestra de orina de 445 mujeres. Si bien, un
grupo de estas mujeres se desempeñaba como
trabajadoras bananeras, la mayor parte de estas
vivía cerca de los bananales, pero no se encontraba
incorporada remuneradamente a las bananeras.
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Aunque algunas mujeres han guardado
silencio, otras se han organizado para luchar
contra la exposición a los agroquímicos. En
Brasil, por ejemplo, destacan las experiencias
protagonizadas por mujeres vinculadas a la
lucha contra los sembradíos de eucalipto, en
alianza con organizaciones feministas (Sili-
prandi, 2011)10; así como es significativa la
experiencia de agrupaciones de mujeres en Co-
lombia, que se han dedicado a la producción
para el autoconsumo y la venta local (Zuluaga y
Arango, 2013)11.
Estas iniciativas, a menudo concebidas
“pequeñas” en el marco de las transformacio-
nes necesarias para enfrentar problemáticas
sociales como el uso y exposición a los agroquí-
micos, permiten plantear la pregunta en torno
a los mecanismos con los que, en ocasiones, se
evalúa la participación política de las mujeres:
a pesar de la relevancia de estas aso-
ciaciones, la sociedad en general no
las concibe como un actor político
protagónico, debido a que siempre se
las asocia con su papel doméstico y de
auxiliadoras en distintos tipos de crisis,
es decir, cuando reproducen los roles
propios” de su género: madres, espo-
sas, enfermeras, trabajadoras sociales,
etc. (Zuluaga y Arango, 2013, p. 171;
cursivas en el original).
En este sentido, a pesar de que el esfuer-
zo organizativo que se presenta seguidamente
es una iniciativa pequeña, leída en el contexto
del surgimiento del movimiento de trabaja-
dores bananeros afectados por el nemagón
adquiere un carácter especial, ya que permite
escuchar y hacer visible el posicionamiento
10 Para esta investigación, la autora registra las
principales marchas y reivindicaciones de las
mujeres de Espírito Santo, Brasil, conocidas
como las Marchas das Margaridas, en honor a
Margarida Maria Alves, lideresa sindical rural
asesinada en 1983.
11 Las autoras realizaron entrevistas y talleres con
mujeres de la Asociación de Mujeres Organizadas
de Yolombó (amoy).
político de las mujeres en la búsqueda de su
reconocimiento (Auyero, 2004).
ESFUERZOS ORGANIZATIVOS PARA REGISTRAR
EL SUFRIMIENTO AMBIENTAL
EL SURGIMIENTO DE LA INICIATIVA ORGANIZATIVA
La investigación realizada previamente
ha mostrado cómo el movimiento de la po-
blación trabajadora bananera afectada por el
nemagón estableció una jerarquía de deman-
das, en la que la indemnización económica por
la esterilidad masculina articuló las distintas
acciones realizadas (Mora, 2016b). Mediante
este proceso se dejaron de lado otras reivindi-
caciones, como los servicios de salud especiales
para los afectados directos e indirectos, fueran
estas esposas, hijos e hijas de esta población;
estudios para conocer con certeza los eventua-
les problemas de salud que podía desarrollar la
población afectada o pensiones especiales para
este tipo de trabajadores. De igual forma, este
proceso posibilitó el surgimiento y desarrollo
de una serie de actores, como bufetes de abo-
gados y “gavilanes”, que se dieron a la tarea de
cobrar dinero para “llevar los casos”12 en contra
de las empresas extranjeras y ante el Instituto
Nacional de Seguros (inS), en muchas ocasiones
lucrando con el dolor de la población afectada
por los agroquímicos (Mora, 2016b).
Es por ello que en los años 90, cuan-
do se empieza a hablar de las posibilidades de
indemnizar a esta población, antes de que se
aprobara la legislación con la que se indemni-
zaría a través del in S en el año 2001, las mujeres
que se encontraban en ese proceso se vieron
excluidas de la posibilidad de acceder a una
indemnización por parte de empresas trans-
nacionales, ya que se decía que únicamente
los hombres habían sido afectados por dicha
sustancia (Comunicación personal, coordinador
12 “Llevar el caso” es la expresión utilizada para
hacer referencia al proceso mediante el cual los
abogados o los llamados “gavilanes” se encargan
del proceso jurídico de las personas afectadas por
el nemagón, con la finalidad de conseguir una
indemnización.
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Serpaj, 25/05/2016). Es en este contexto que Serpaj
se propuso organizar una serie de sesiones para
hablar con las mujeres y empezar a registrar los
padecimientos de quienes estaban afectadas por
el d bcp, estrategia que brindó un espacio para
que estas pudieran conversar de lo que les esta-
ba sucediendo.
Si bien no existen registros de otras
iniciativas similares en el archivo de Se rp a j,
el coordinador de esta organización señalaba
cómo dichas actividades se realizaron durante
año y medio, con la finalidad de levantar un
registro de las mujeres que se encontraban
afectadas por el agroquímico, como lo muestra
la siguiente transcripción:
— (…) y decidimos ir los sábados y los
domingos durante ese año, año y medio
incluso, a los lugares, a las comuni-
dades, verdad, en Cariari, allá en Los
Patios de San Cristóbal, en Guácimo,
Siquirres, ir a hacer asambleas a las
comunidades porque mucha gente no
estaba informada y segundo porque era
importante llegar donde estaba la gente
afectada porque es un daño, una enfer-
medad, una enfermedad que queda y
que la persona por vergüenza, porque
no tiene ánimo, porque no tiene fondos,
gente muy pobre que estaba muy enfer-
ma, que no podía salir, era más fácil lle-
garle, adonde estaban desde la perspec-
tiva de los derechos humanos. Entonces
fuimos ahí y encontramos muchas
mujeres que nos decían que tenían
hemorragias vaginales permanentes,
abortos consecutivos, los niños nacían
con deformaciones congénitas, los lacri-
males permanentemente sueltos, o sea,
siempre llorando, exemas en la piel, sus
hijos también cuando crecían, crecían
con escamas en la piel, con sarpullidos,
surpuraciones en el oído o en el ojo, qué
se yo, no sé si usted tendrá un atestado
de eso. Igual en el Se rpa j hay entrevis-
tas a mujeres (Comunciación personal,
coordinador Ser paj, 25/05/2016).
En el marco de esta iniciativa y en se-
siones posteriores, se hicieron talleres de au-
toestima y se realizaron sesiones en las que
las mujeres recibieron servicios de salud de
acupuntura. Si bien las mujeres se siguieron
reuniendo, el acompañamiento y el encuen-
tro colectivo fue uno de los principales resul-
tados de esta iniciativa. Los documentos en
los que se basa este artículo son una expre-
sión de este proceso.
¿QUÉ DICEN LAS MUJERES AFECTADAS POR EL
NEMAGÓN?
Los documentos que se encuentran en
el archivo de Serpa j dan cuenta de un intento de
sistematización de las expresiones corporales
del sufrimiento ambiental. Como se puede
ver en la imagen 1, en la reunión realizada
el 9 de junio de 1996, las mujeres buscaron
darle lugar al dolor, identificando una serie
de padecimientos que ellas vincularon a su
exposición al agroquímico. En esta imagen
se puede observar un levantamiento hecho
a mano de la información proveniente de los
cuerpos de las mujeres que participaron en
la actividad. Con este mecanismo, se conta-
bilizaron los números totales de mujeres que
desarrollaron abortos, problemas vaginales,
problemas en los ojos, los huesos, alergias,
hongos, migrañas y que tuvieron hijos e hijas
con problemas de salud.
En la entrevista realizada con una ex-
trabajadora bananera que fue parte de esta
iniciativa, señaló que las convocatorias para
participar en estas reuniones eran abiertas y
se realizaron a través de Radio Guápiles. Los
encuentros se llevaron a cabo en La Emilia,
tradicional salón que se ubica en el mismo
distrito (Comunicación personal, extrabaja-
dora bananera, 20/07/2016). Si bien, esta or-
ganización tenía como finalidad emprender los
procesos judiciales en contra de las empresas
transnacionales, estos no pudieron llevarse a
cabo, dado que las empresas bananeras dejaron
claro que las indemnizaciones se iban a realizar
únicamente con los hombres que hubiesen es-
tado expuestos al nemagón y que demostraran
su esterilidad.
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IMAGEN 1
RECUENTO MANUAL DE PADECIMIENTOS DE 53 MUJERES AFECTADAS POR EL NEMAGÓN
Fuente: Serpaj, 1996.
A partir del material analizado, se plan-
tea una discusión sobre los principales temas
que se presentan en los documentos prove-
nientes del archivo de Ser pa j, escritos por las
trabajadoras bananeras. Entre estos se tratarán
los siguientes: 1. Mujeres afectadas directa e
indirectamente. 2. Los abortos como principal
consecuencia de la exposición al nemagón y
3. El nemagón como explicación de todos los
padecimientos. Valga señalar que los relatos
han sido numerados de acuerdo al orden en que
aparecen en el expediente consultado de S erpaj,
numeración que se conserva en este artículo.
MUJERES AFECTADAS DIRECTA E
INDIRECTAMENTE
En los documentos revisados es posible
identificar a las mujeres que se vieron afectadas
de manera directa por el agroquímico de aque-
llas que fueron afectadas indirectamente, dado
que tuvieron contratos laborales limitados en
el tiempo y posteriormente, se dedicaron a las
labores del hogar en sus casas, manteniéndose
en contacto con esta sustancia.
Un ejemplo del primer caso aparece en
el relato 2, en donde la mujer narra las conse-
cuencias de su exposición a los agroquímicos
después de trabajar en la empresa Ticaban.
Como se puede observar, la mujer señala que
tuvo 8 hijos y 3 abortos, así como indica los
problemas que desarrollaron tanto ella como su
compañero para vivir su sexualidad.
Relato 2. Mujer nacida el 28 de marzo de
1943
Hijos 8 vivos 3 ovortos.
Yo la afectada pongo en comunicación
[…no se entiende la letra…] de que
padezco de dolores de cabeza dolor de
hueso los dedos perjudicados que nunca
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Mujeres afectadas por el nemagón: la organización para registrar el sufrimiento ambiental
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tuve cura salí con la vista corta y tengo
ocho operaciones a consecuencia del tra-
yecto del trabajo y diario me mantengo
como un desconsuelo en el cuerpo. Y
también creo como el sexo tengo como
4 años que tengo el compañero pero los
estamos iguales porque el también está
en lo mismo y por eso no puede estar en
la esterilización porque no puede hacer el
examen.
Yo trabaje en Tica Ban quince años fui
liquidadada en el año 1985 (Serpaj, 1996).
En este relato, la mujer hace referencia a
la imposibilidad de su compañero de tener una
erección, con el fin de obtener una muestra de
semen para realizarse el examen que solicita el
inS y que permite determinar si es afectado por
el nemagón. La esterilidad es señalada como
una de las consecuencias directas de la expo-
sición al agroquímico, como también se puede
observar en el relato 39, en el que la mujer
identifica como consecuencia directa la esterili-
dad suya y la de su esposo. Adicionalmente, ella
señala otros problemas de salud.
Relato 39. Documento sin fecha de naci-
miento
Empezé a trabajar en el 69 en Valle de la
Estrella con Standard Fruit.
70 trabajana en Bandeco – Finca San
Peter hasta el 72.
todo tipo de trabajo (selectar, pacas,
sellar…) Nemagon y otros (uno que olía
muy feo)
Despues del 72 me operarón y me dijeron
despues que estaba estéril.
Mi esposo también está estéril.
dolor de cabeza, cintura, espalda, huesos,
presión alta
Pbma asma (Serpaj, 1996).
Ahora bien, una muestra del segundo
caso, es decir, de personas afectadas indirectas,
se presenta en el relato 3. La entrevistada se-
ñala que ella estuvo vinculada a las bananeras
desde el 68 al 69. Posteriormente, se dedicó a
las labores domésticas, entre las que se encon-
traba lavar la ropa de su esposo. Si bien, ella
trabajó un año en la bananera, al salir de traba-
jar remuneradamente, continuó expuesta a los
agroquímicos por las labores domésticas.
Relato 3. Mujer nacida el 23 de diciembre
de 1953
Mi enfermedad son: dolor de cuerpo,
cabeza y padesco de la garganta, la pre-
sión, nervios, mareos, la vista tuve un
aborto
Yo lavava la ropa a mi esposo cuando iva
a regar los quimicos del banano
Yo tambien trabaje 68 y Sali 69
Tengo 3 hijos […nombres de los hijos…]
Mi hijo mayor tubo problemas en el
aprendizaje nacio ante de tiempo le dio
patites a mi y a el. Él tiene un poquito de
retardo (Serpaj, 1996).
A pesar de la distinción señalada, es cen-
tral indicar que en el caso de los documentos
analizados, la mayor parte de las mujeres son
afectadas directas, justamente, por su vincula-
ción como trabajadoras de las bananeras.
LOS ABORTOS COMO PRINCIPAL CONSECUENCIA
DE LA EXPOSICIÓN AL NEMAGÓN
Una de las secuelas más comunes nom-
bradas en los documentos analizados son los
abortos. De 53 relatos estudiados, 18 mujeres
señalaron haber tenido abortos; algunas de
estas mujeres tuvieron un único aborto, mien-
tras que otras tuvieron un número mayor de
pérdidas. Por ejemplo, en el relato 5, la mujer
que cuenta su historia señala haber vivido 11
abortos. Ella indica que solo pudo tener un hijo,
que nació antes de haber ingresado como traba-
jadora bananera. Seguidamente, se reproduce
este relato.
Relato 5. Documento sin fecha de naci-
miento
Trabaje en la vananera y fuí afectada por
el nemagón y este me cauzo mi este-
rilidad yo antes de aber trabajado con
la vananera abía tenido un Hijo luego
que trabaje en la vananera solo quedava
embarazada y abortaba de allí en adelante
nunca pude tener o pegar un embarazo.
124 Sindy Mora Solano
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llegaba a 4 y asta 6 meces y luego me
agarraban picazones vaginales ronchas
y dolores de estomago agudos y me aga-
rraba descompociciones y frio el cuerpo
y comenzaba a botar agua y sangrados y
acudia al medico y susedia lo de ciempre
perdida de embarazo me asian legrado
y fin y asi susesivamente y nunca pude
tener otro Hijo, tuve 11 abortos o emba-
razos. 8 legrados.
Padesco dolores de vientre agudo picaso-
nes dolorozas, descomposiciones, corta
de vista desde entonces. aveces me pongo
en una tembladera cuando me viene la
regla (Serpaj, 1996).
En el relato 40, la mujer que escri-
be señala haber tenido 5 abortos, una hija
muerta al nacer y 2 hijas vivas. Al igual que
en los relatos anteriores, se indican otros
padecimientos desarrollados en el cuerpo de
esta mujer.
Relato 40. Documento sin fecha de naci-
miento
Empeza a trabajar en el 79 hasra el
85-Standart Fruit Company.
en la planta = deflorar. Sello… todo tipo
y en el campo a quitar hierba…
Nemagon y otros
- dolor de huesos (manos y pies incha-
dos…)
- dolores de garganta (dicen los doctores
que es una alergia permanente).
- dolores de cabeza permanentes.
He tenido 5 abortos (no mayor de 3
meses) y 1 niña murió 8 horas despues
de nacer
2 hijas
[Nombre de la hija] (24) = dolores de
cabeza, garganta, huesos.
La menor de 21 anos tiene menos proble-
mas.
Mi hermano era embolsador de la Standart
y murió de cáncer en la garganta.
Tengo otro hermano (apuntado en el
Comité) es estéril (Serpaj, 1996).
En algunos casos, la historia de los abor-
tos se establece con más claridad en la memoria
que se construye y se presenta en las palabras
recuperadas en los documentos, como se puede
observar en el relato 15. En este escrito, la
mujer va narrando el historial de sus partos,
en donde tenía hijos vivos o abortos, lo que
también se encuentra presente en el relato 5,
reproducido anteriormente.
Relato 15. Mujer nacida el 28 de octubre
de 1956.
Llo […nombre de la mujer] edad 43
años en el año 69 travaje en santa clara
en aquel tiempo se llamava fica vieja
entre sellando despues empacando y ful-
migando la fulmigasion se asia para vol-
sas de rasimos de banano asta el 71 fue
el año que salí asta entonces mí primer
ijo lo tuve en el 72 afectado con asma
segundo una niña muerta tersero un
avorto cuarto una niña viva pero con
asma quinto otra niña con aficsia pero el
doctor dijo asma y quinto niño con asma
los padesimientos míos son mas el asma
lla que cuando estaba envarasada me
afectava mas y otros males pero no toma-
va importancia (Ser paj, 1996).
En un último relato, que se presenta se-
guidamente, la mujer señala haber tenido dos
pérdidas.
Relato 12. Documento sin fecha de naci-
miento
Trabaje en finca Carolina le ayudava a
enjugar la ropa y abriendo bolsa y enlle-
nando manos.
Padecimientos dolor de cabeza de la sangre
dolor de riñones preción alta mareos niños
vivos 7 y de los 7 tengo una niña embalidad
y despues de ella tuve 1 avorto y ace como 4
años tuve otro pero ese se me murio en el
vientre a los 7 meses de envaraso lo tuve en
el espital del carrderón (Serpaj, 1996).
Estos documentos son sumamente impor-
tantes para el proceso de reconstrucción de la
memoria de estas mujeres, a través del registro
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de sus abortos. Los documentos no permiten
dar cuenta de las formas en las que estas mu-
jeres elaboraron sus pérdidas, dado que no era
la finalidad de los encuentros, pero abren la
posibilidad de posicionar el dolor y el sufrimien-
to al que se vieron enfrentadas, en un espacio
colectivo de intercambios. Es muy probable que
estas mujeres vivieran estas experiencias solas,
sin ningún tipo de acompañamiento y mucho
menos, sin tener la posibilidad y la apertura
de las organizaciones sindicales para plantear
estas situaciones en forma de reivindicaciones
políticas frente a las compañías bananeras.
Lamentablemente, a partir de los documentos
estudiados, no es posible conocer si estas mu-
jeres se encontraban vinculadas a este tipo de
organizaciones, dado que esta no se consignó.
Ahora bien, en la entrevista realizada, la
mujer entrevistada señaló que ella no se vin-
culó a organizaciones de este tipo, dado que,
“los que más peleaban eran los hombres” (Co-
municación personal, extrabajadora bananera,
20/07/2016). En esta entrevista, la mujer indicó
que muchos de estos abortos no eran atendi-
dos en los hospitales públicos, debido a que si
las mujeres no se encontraban muy afectadas
por la pérdida sufrida, ellas no asistían a los
hospitales o eran atendidas en sus casas por
“señoras” que se encargaban de estas labores.
Adicionalmente, tal y como se menciona en
la literatura consultada, no todas las mujeres
tenían acceso al seguro social, como se observa
en la siguiente transcripción:
Seguro iban al seguro, si se veían mal,
porque si no, no, pasaba, porque yo fui
una, yo tuve un aborto como a los, de tra-
bajar en la finca, como a los cinco o seis
años. Diay, como era pequeñito, no esta-
ba, la señora que me atendió en la casa,
ya está, en la casa, te curaste, te pusieron
pastillas que daban antes las señoras, por-
que yo, en el hospital el único que fui a
tener es el varón, el papá de ese chiquito
[…13…], porque yo en ese tiempo, antes
no tenía seguro, ni tampoco trabajaba en
13 Hace referencia a un nieto que está cerca en el
momento en el que se realiza la entrevista.
las bananeras, ni habían aquí, las bana-
neras vinieron aquí en el sesenta y nueve
y el último que tuve yo, que fue el varón
fue en el setenta y cuatro, ya trabajaba
en las bananeras que fue el que apareció
enfermo. Y ese sí, como tenía seguro
e incapacidad entonces sí fui al segu-
ro. Todos fueron en la casa. Esa pérdida
que tuve, que comenzó, diay seguro no
estoy embarazada y comenzó a venirme
la regla, a venirme la regla y venirme,
cuando fueron a traer una señora de esas
para que le adivinaran a uno. Y dice,
“pero ya, ya, ya está buena, ya lo botó
(Comunicación personal, extrabajadora
bananera, 20/07/2016).
A partir de esta reproducción, se puede
plantear la hipótesis de que muchos de los
abortos que se pudieron haber presentado en
la zona, vinculados a la exposición a este agro-
químico, no quedaron registrados en los datos
recopilados por los centros de salud, debido a
lo frecuente que pudo haber sido la atención de
estas pérdidas en las casas de las trabajadoras
bananeras. Sin embargo, esta es una explicación
tentativa que necesita de mayor investigación.
EL NEMAGÓN COMO EXPLICACIÓN DE TODOS
LOS PADECIMIENTOS
Ahora bien, es importante señalar que
hay una serie de relatos que apuntan a padeci-
mientos que no necesariamente se encuentran
relacionados con la afectación por el nemagón,
pero que, en el marco de las explicaciones que
las mujeres brindan, este aparece como el
elemento que permite entender el origen de
dichos padecimientos. El relato 1 ejemplifica
lo argumentado.
Relato 1. Documento sin fecha de naci-
miento
travaje en la finca el Prado en el año
1971 por espacio de 1 año tambien tra-
vaje en la finca estación experimental los
Diamantes
Mis enfermedades son dolor de cabeza
mareo falta de visión dolor de todos los
huesos
126 Sindy Mora Solano
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Soi operada de una mano por los mismos
dolores
Soi operada de la visicula
Tengo un riñon duro y el otro con un
criste se me izo una gastritis crónica
Me sale de los ojos una cosa gomosa pero
cristalina y me arde
En esta finca travaje 9 años ½
cuando travaje en los Diamantes estuve
en barasada y mi hijo nacio con proble-
mas es sordo y mudo y no soporta los
olores a químicos el nacio en 1974 se
llama […nombre del hijo…] Tengo una
hija de 29 años no travajo pero me iva
dejar el almuerzo al travajo ella era muy
saludable ace unos años atrás se a estado
poniendo muy flaquita y sus hijas pade-
cen mucho de asma (Serpaj, 1996).
Otro relato que puede ser leído a partir
de esta línea de interpretación es el que se pre-
senta seguidamente.
Relato 27. Documento sin fecha de naci-
miento
Trabaje en finca carolina en el 69 o 70 al
80. Yo trabajaba en la planta de selector,
demanaba, fumigaba.
Tengo 2 hijos, uno de 8 años me padece
de tiroide y asma y la otra de 6 años,
nacio prematura con mucho problema
de nutrición, crecimiento, e tenido 2
abortos y Actualmente no puedo tener
un bebe saludable padesco de asma, fui
operada de glándulas de eso mismo, reu-
matismo, mis hijos tambien padecen de
problemas en la piel, padesco de la vista,
mareos (Ser paj, 1996).
En ambos casos, los padecimientos son
explicados por la exposición al agroquímico, a
pesar de que las problemáticas de salud tras-
cienden los efectos que dicha sustancia pudiera
tener. Si bien, puede existir un vínculo directo
entre una lógica productiva que produce desi-
gualdad y efectos en los cuerpos, esto no sig-
nifica que el nemagón fuese el causante de
problemas como gastristis o desnutrición, los
que probablemente tienen una relación directa
con problemas de acceso a una alimentación
saludable, más que con el agroquímico. Lo
mismo se puede decir de los relatos en los que
las mujeres señalan tener un desgaste en la co-
lumna, lo que pudo ser ocasionado por las labo-
res características de su puesto de trabajo y no
necesariamente por la exposición al nemagón.
En este sentido, el nemagón se ha
convertido en una especie de explicación, so-
cialmente legitimada y justificada en el marco
de las movilizaciones realizadas por este tipo de
actores, para exponer denuncias en torno a
las expresiones de la desigualdad en el cuerpo,
que no necesariamente tienen vínculo con las
consecuencias concretas de un determinado
agroquímico; aunque en términos generales,
efectivamente, pueden tener relación con la
lógica de los monocultivos y las consecuen-
cias sociales. Lo argumentado no niega la
importancia que tiene este registro en la re-
construcción social del dolor y del sufrimiento
ambiental (Auyero y Swistun, 2008; Kleinman
y Kleinman,1997), justamente, porque las ex-
plicaciones construidas trascienden los efectos
del agroquímico.
ALGUNAS IDEAS PARA CONCLUIR
Las investigaciones sobre la exposición
a los agroquímicos muestran cómo a pesar de
que el riego de los agroquímicos ha sido un tra-
bajo tradicionalmente asociado a los hombres,
las mujeres han realizado este tipo de labores y
se han encontrado expuestas a estas sustancias,
lo cual las ha llevado a desarrollar una serie
de malestares físicos y enfermedades. En este
contexto, los problemas enfrentados por las
mujeres se relacionan con los altos niveles de
analfabetismo que dificultan leer la informa-
ción de las sustancias que utilizan, etiquetas e
instrucciones que se encuentran en un idioma
distinto al suyo, además de acceso limitado a
equipos o implementos de seguridad. Cuando
las mujeres se ven afectadas de manera directa,
en muchas ocasiones no atienden su salud dado
que, en caso de que la intoxicación sea leve, no
reconocen los síntomas o los confunden con
otras enfermedades; al no tener acceso a seguro
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social o centros médicos cercanos, atienden sus
malestares con remedios caseros.
La experiencia que se recupera en este
artículo da cuenta de algunos puntos de en-
cuentro en relación con lo planteado en la li-
teratura consultada. La experiencia propiciada
por Serpa j posibilitó un registro de la afectación
de las mujeres vinculadas a la actividad banane-
ra, en donde distintos malestares físicos, entre
los que destacan los abortos, fueron señalados
como las principales consecuencias de su traba-
jo. Este registro resulta de suma importancia a
fin de posicionar el rol de las mujeres en la pro-
ducción bananera, con las consecuencias que
este trabajo tuvo en sus cuerpos y en los cuer-
pos de sus hijas e hijos. Sin embargo, es nece-
sario llevar a cabo un estudio a profundidad en
torno las consecuencias de estas enfermedades
y pérdidas en su salud mental, así como, las
estrategias subjetivas y sociales para hacerle
frente al sufrimiento ambiental, aspectos no
abordados en este texto.
Uno de los puntos de encuentro entre los
estudios de caso y la experiencia estudiada se
relaciona con el acceso a los servicios de salud
de las mujeres dedicadas a las labores agríco-
las, así como, la atención de las enfermedades
en estos espacios. Es probable que las mujeres
guardaran silencio en relación con sus padeci-
mientos y enfermedades, y los atendidos en hos-
pitales públicos fueron casos extremos. En la
atención de los abortos, por ejemplo, “las seño-
ras” dedicadas a estas labores, probablemente
parteras, jugaron una labor importante en este
proceso, por lo que el subregistro de este tipo
de expresiones puede ser muy alto.
Ahora bien, lo que estaba ocurriendo en
los cuerpos de las mujeres pudo haber sido un
elemento aglutinador sumamente valioso para
la organización y articulación de demandas a
nivel de organizaciones sindicales, sin embar-
go, esto no fue lo que sucedió. A manera de
hipótesis se puede plantear que esta proble-
mática surgió, no solo en un contexto de de-
bilitamiento del sindicalismo bananero (Mora,
2016b), si no en el marco de una organización
política controlada por hombres, profunda-
mente machista (aSep rola , 2003; Frank, 2006),
incapaz de registrar el dolor y el sufrimiento
de estas mujeres. De esta forma, el silencio, el
debilitamiento sindical y el machismo orga-
nizativo pudieron ser parte de una mezcla que
impidió que el sufrimiento de las mujeres se
convirtiera en una demanda fuerte dentro de las
organizaciones sindicales.
En este contexto, en los encuentros pro-
piciados por Ser paj, las mujeres encontraron y
construyeron un espacio para darle lugar al
dolor compartido con otras mujeres, aunque no
necesariamente fuera un dolor hecho público.
Esta explicación vendría a reafirmar la idea de
que en el movimiento de trabajadores banane-
ros afectados por el nemagón, las demandas
masculinas se impusieron en la jerarquía de
reivindicaciones, desconociendo el sufrimiento
de sus compañeras trabajadoras.
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Fecha de ingreso: 12/12/2016
Fechas de aprobación: 15/03/2017
... Although the number is contested, approximately 75,000 men are estimated to have been injured (Rogers 2004). In Central America, besides infertility in men and women workers, their families and dwellers living near banana plantations have linked the chemical to spontaneous abortions; newborns with malformations; skin and chronical diseases; breast, brain, and uterus cancer; dizziness; and vision problems (Thrupp 1988;Mora 2017). Although Californian men won judgment against Dow Chemical for male infertility, thousands of banana workers in the Global South still have not been compensated, and after 30 years of struggle, people are still demanding justice. ...
Chapter
Over the last decades, “imperialism” and “environment” have become closely linked concepts (Arnold 2015). A consensus has emerged that histories of imperialism and globalization are crucial to understand current environmental issues – and that indeed there is a symbiotic relation between imperialism and global environmental changes (DeLoughrey et al. 2015; Foster and Clark 2004). This chapter presents an integrated, multidimensional approach to analyze how ecoimperial relations manifest themselves in reality and are discussed in the literature. We argue for integrating the multiple dimensions of these relations in both their historical and current manifestations. We elaborate five (distinct yet interrelated) dimensions of these relations. For each, we define key issues and identify links to other related concepts. We then provide illustrations from case studies around the world, using the Environmental Justice Atlas (EJAtlas), a worldwide database of environmental justice struggles and we deep into US geopolitical influence and forms if neocolonialism and imperialism in Central America and Puerto Rico. We conclude with a call for more engagement with configurations of the multiple dimensions of eco-imperial relations and for doing so in comparative perspectives which can underscore similarities and differences over time (from the formal colonial period to current times) and across space.
Article
Victims of pesticides are often disregarded when demanding reparations and political action because of the ‘undone science.’ Studies have examined how people organise to rectify the ‘undone science’, but less is known about how the ‘undone science’ permeates local organisations to direct their strategies in acknowledging some, but not others, as victims of pesticide contamination. Using the case of plantation workers’ struggle to demand redress for ailments caused by the pesticide Dibromochloropropane (DBCP) in Nicaragua, I analyse how what counts as ‘evidence’ shapes the struggle and how, in the process, women’s lived experience of harm is not prioritised.
Article
Full-text available
Little is known about how bystanders perceive risks from pesticide use in areas with frequent aerial spraying of pesticides. This research aims to better understand how bystanders (school workers) from three counties of the Limón province in Costa Rica, who did not have a contractual relationship with agricultural production, perceive risks of pesticides in the areas where they work and live. A face-to-face survey was carried out among 475 school workers, of whom 455 completed all 33 questions on pesticide risk perception. An exploratory factor analysis characterized underlying perceptions of pesticide exposure. Nine factors explained 40% of total variance and concerned severity and magnitude of perceived risk, manageability, benefits and support of pesticide use, amongst others. We subsequently analyzed what variables explained the five factors with satisfactory internal consistency, using separate multivariable linear regression models. Older school workers, (male) elementary teachers, and women school workers (particularly from schools situated near agricultural fields with aerial spraying of pesticides), felt greater severity and/or magnitude of risk from pesticide use. This study shows that bystanders are concerned about health risks from pesticide use. Their risk perceptions are not only shaped by gender and age like previously reported in the literature, but also by job title and geographical context. Understanding of what hazards people care about and how they deal with them is essential for successful risk management, bystanders should therefore be considered as a relevant actor in debates around pesticide issues and for informing the development of regulations and risk reduction strategies.
Article
Full-text available
En este artículo se analiza la relación existente entre desigualdad, sufrimiento y movimientos sociales. Para analizar dicha relación, se exponen los hallazgos de algunas investigaciones que se han realizado en este tema. Posteriormente, se analiza el trabajo realizado en el Instituto de Investigaciones Sociales (IIS) de la Universidad de Costa Rica (UCR), con el fin de aportar al estudio de los movimientos sociales.
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Background: Mancozeb and its main metabolite ethylene thiourea (ETU) may alter thyroid function; thyroid hormones are essential for fetal brain development. In Costa Rica, mancozeb is aerially sprayed at large-scale banana plantations on a weekly basis. Objectives: Our goals were to evaluate urinary ETU concentrations in pregnant women living near large-scale banana plantations, compare their estimated daily intake (EDI) with established reference doses (RfDs), and identify factors that predict their urinary ETU concentrations. Methods: We enrolled 451 pregnant women from Matina County, Costa Rica, which has large-scale banana production. We visited 445 women up to three times during pregnancy to obtain urine samples (n = 872) and information on factors that possibly influence exposure. We determined urinary ETU concentrations using liquid chromatography mass spectrometry. Results: Pregnant women's median urinary ETU concentrations were more than five times higher than those reported for other general populations. Seventy-two percent of the women had EDIs above the RfD. Women who lived closest (1st quartile, < 48 m) to banana plantations on average had a 45% (95% CI: 23, 72%) higher urinary ETU compared with women who lived farthest away (4th quartile, ≥ 565 m). Compared with the other women, ETU was also higher in women who washed agricultural work clothes on the day before sampling (11%; 95% CI: 4.9, 17%), women who worked in agriculture during pregnancy (19%; 95% CI: 9.3, 29%), and immigrant women (6.2%; 95% CI: 1.0, 13%). Conclusions: The pregnant women's urinary ETU concentrations are of concern, and the principal source of exposure is likely to be aerial spraying of mancozeb. The factors predicting ETU provide insight into possibilities for exposure reduction.
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Este trabajo analiza la organización de las mujeres rurales en Brasil durante los últimos treinta años. A través de grupos organizados, las campañas, experiencias comerciales y productivas, se han movilizado en torno a varios movimientos, con el fin de hacer visible el punto de vista de las mujeres sobre el desarrollo rural, especialmente sobre la soberanía alimentaria y los temas de seguridad. El estudio muestra cómo �a través de sus prácticas sociales y en disputa con otros grupos políticos� estas mujeres han obtenido la legitimidad de sus demandas relacionadas con el desarrollo sostenible y, en consecuencia, se han constituido como nuevos actores políticos. Estas mujeres, a pesar de sus diferencias, han construido sus identidades comunes, como campesinas y activistas de los movimientos de mujeres, como resultado de su participación en las acciones políticas que ponen en cuestión las desigualdades de género en el campo, así como el modelo productivo no sostenible. El documento también aborda temas como los movimientos que están involucrados recientemente, el proceso de diálogo iniciado con el gobierno federal con el fin de construir políticas públicas de género para las mujeres rurales, y las cuestiones que están en la agenda para reforzar las alianzas con otros movimientos (como los consumidores) con el fin de obtener el reconocimiento de su proyecto de modelo de agricultura y de consumo sostenible.
Vidas Beligerantes. Dos mujeres argentinas, dos protestas y la búsqueda de reconocimiento
  • J Auyero
Auyero, J. (2004). Vidas Beligerantes. Dos mujeres argentinas, dos protestas y la búsqueda de reconocimiento. Argentina: Editorial de la Universidad Nacional de Quilmes.
Inflamable. Estudio del sufrimiento ambiental
  • J Auyero
  • D Swistun
Auyero, J. y Swistun, D. (2008). Inflamable. Estudio del sufrimiento ambiental. Argentina: Paidós Editorial.
Mulheres e eucalipto. Histórias de vida e resistência. Impacto da monocultura de eucalipto sobre mulheres indígenas e quilombolas no Espírito Santo
  • G Barcellos
  • S Batista
Barcellos, G.; Batista, S. (2007). Mulheres e eucalipto. Histórias de vida e resistência. Impacto da monocultura de eucalipto sobre mulheres indígenas e quilombolas no Espírito Santo. Uruguay: Movimento Mundial pelas Florestas Tropicais.
Informe de Organización y perspectivas de los casos y consecuencias en las personas afectadas por el Nematicida dbcp (Fumazone/Nemagon)
  • R Cárdenas
Cárdenas, R. (s.f.). Informe de Organización y perspectivas de los casos y consecuencias en las personas afectadas por el Nematicida dbcp (Fumazone/Nemagon), aplicado por las compañías bananeras