El clima que se tiene en el planeta tierra es el óptimo para el desarrollo de cualquier tipo de vida, y es producto de la interacción entre la atmósfera, océanos, capas de hielo, continentes, seres vivos, y el sol como fuente principal de energía. De manera natural, en la atmósfera se encuentra una capa de Gases de Efecto Invernadero (GEI) formada por vapor de agua, dióxido de carbono, ozono y metano principalmente, permiten la entrada de la radiación solar para que se caliente la superficie terrestre, creando un efecto invernadero y manteniendo la temperatura promedio en 14.6ºC, sin esta capa de gases, la tierra sería en promedio 30ºC más fría. El clima lo conforma la temperatura, lluvia, humedad y el viento de cada región, y su variación depende de la latitud geográfica, altitud, distancia del mar, el relieve, la dirección del viento y las corrientes marinas.
Es llamado cambio climático a la variación del clima de manera natural y que persiste por largos periodos de tiempo. En la historia del planeta ha ocurrido en diversas ocasiones cambios en el clima, debido a variaciones en la órbita terrestre, cambiando la cantidad de energía solar que recibe la tierra ocurriendo cada miles y millones de años. Pero en la actualidad, el cambio climático es debido a las actividades humanas y en periodos de tiempo cortos.
Las diversas actividades que se realizan para cubrir las necesidades humanas de energía y alimentación principalmente han modificado la composición atmosférica, aumentando la cantidad de GEI alterando el clima. El cambio climático ha generado el aumento de la temperatura global en la atmósfera y océanos, causando temperaturas extremas, derretimiento de los glaciares, cambios en las temporadas de lluvia, sequías extremas, inundaciones, aumento del nivel del mar, cambio en la distribución de especies, desacoplamiento de procesos biológicos, acidificación de los océanos, intensidad y frecuencia de tormentas y huracanes. En México, la temperatura promedio ha aumentado 0.85ºC en el último siglo, las lluvias en ocasiones se adelantan y otras se atrasan, afectando principalmente a la agricultura de temporal, ocurren eventos extremos como lluvias torrenciales y sequias, en la Península de Yucatán los eventos fríos se han incrementado, ha cambiado el patrón de floración de algunas plantas, o de la reproducción y nacimiento de algunos animales, los huracanes han incrementado en intensidad, el número de días fríos está descendiendo y el de noches
cálidas aumentando, al igual que el nivel del mar, afectando la llanura costera tamaulipeca, las llanuras y pantanos tabasqueños, así como también la costa de la Península de Yucatán, además los glaciares de montaña se están derritiendo.
En el 2015 el mundo se comprometió mediante el Acuerdo de París, a limitar el aumento de la temperatura global del planeta en menos de 2ºC durante este siglo, e incluso un grupo de países entre ellos México, propuso limitarla a 1.5ºC. Para lograr este objetivo global, cada país estableció sus metas al año 2030 de acuerdo a sus posibilidades para disminuir en un 22% las emisiones GEI y en 51% las de carbono negro, conservar, restaurar y manejar sustentablemente los ecosistemas, lograr una tasa cero de deforestación, generar alertas tempranas de prevención ante eventos climáticos extremos, reducir la vulnerabilidad de la población, los ecosistemas y la infraestructura ante el cambio climático.
Hoy en día, México cuenta con la Ley General de Cambio Climático en el que se definen los instrumentos políticos, modalidades de planeación y arreglos institucionales. También se cuenta con el establecimiento del Sistema Nacional de Cambio Climático y el Instituto Nacional de Ecología y Cambio Climático (INECC), que genera e integra conocimiento técnico y científico para la toma de decisiones para la mitigación y adaptación al fenómeno, también se cuenta con la Estrategia Nacional de Cambio Climático y con los programas transversales de Cambio Climático para los tres órdenes de gobierno. El cambio climático no es exclusivamente un problema ambiental, es un tema que afecta el bienestar social, económico y la seguridad, por lo que todos somos parte de él. La participación de la ciencia y la tecnología es importante en la generación de conocimiento y nuevos productos que favorezcan el bienestar de la población en el país y en la comunidad internacional, encaminando esfuerzos a la lucha frente al cambio climático en la reducción de emisiones, disminuir la vulnerabilidad de la población y los ecosistemas, contribuyendo al desarrollo sustentable. La generación nacional de GEI está distribuida en ocho sectores, siendo el transporte el principal generador con una contribución del 26.2%, seguido de la generación de energía eléctrica con un 19%, la industria un 17.3%, refinación del petróleo 12.1%, la agricultura con un 12%, uso del suelo 4.9%, los residuos 4.6% y lo residencial con un 3.9%. Por lo anterior, la investigación de mecanismos, equipos y tecnologías que tienen por objeto evitar, reducir o controlar emisiones, así como promover prácticas de eficiencia energética se presentan en esta obra.
Éste libro es producto de un trabajo multidisciplinario entre investigadoras e investigadores inmersos en diversas líneas de estudio sobre el cambio climático: energía eólica, transporte, salud, agricultura, calidad del aire, reciclaje de residuos, etc. No se pueden ignorar las evidencias científicas que demuestran la alteración del ambiente, el cambio climático es una verdad y su discusión es irrefutable.
Dra. Catalina González Nava
Profesora Investigadora
Universidad Politécnica de Guanajuato