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Conocimiento y uso de tecnologías digitales en psicoterapia entre los psicólogos de Buenos Aires
PERSPECTIVAS EN PSICOLOGÍA - Vol. 15 - Nº 1 - Junio 2017 - (pp. 65-74)
Conocimiento y uso de tecnologías digitales en psicoterapia entre los psicólogos de Buenos Aires
Maria Jose Distefano 1
Guido Cataldo
María Celina Mongelo
Belén Mesurado
María Cristina Lamas
Resumen
En el campo de la salud mental a nivel mundial se tiende a la integración de recursos digitales como complemento de la
asistencia profesional para optimizar los tratamientos, responder a la demanda creciente y bajar los costos en los servi-
cios de salud. Entre los profesionales argentinos poco se conocen estas posibilidades y su uso es limitado. El propósito
de esta investigación fue explorar el conocimiento e implementación de estos dispositivos entre los psicólogos del área
metropolitana. Se confeccionó una encuesta ad-hoc que permaneció online durante cinco meses. La muestra nal fue n=
94. El análisis descriptivo de los datos reejó que el 78,7 % tiene conocimiento de los recursos tecnológicos con nes
comunicacionales y que el 26,6 % los conoce como complementarios a intervenciones clínicas, aunque es casi nulo su uso.
Se concluye la necesidad de mayor difusión en la región de estos nuevos recursos para una práctica psicoterapéutica
actualizada.
Palabras clave: Psicoterapia - Intervenciones Online - Realidad Virtual - Biofeedback, -Juegos Serios.
Knowledge and use of digital devices among psychologists in Buenos Aires
Abstract
In the mental health eld worldwide there is a tendency to the digital devices integration as a kind of complement to
the professional care so as to optimize treatment, answer the growing demand and lower the health services expen-
diture. These possibilities are not well-known among Argentinian psychologists so their application is limited. Thus,
this research aimed at exploring the professionals’ knowledge and use of these devices in the metropolitan area. An
ad-hoc survey was conducted and kept for ve months online. The nal survey was n=94. The descriptive data-analysis
showed that the 78,7 % had some knowledge of the technological devices regarding communication issues, and 26,6
% knew them as a complement to clinical interventions, though they hardly used them. It is concluded that a broader
spread of these resources towards an updated psychotherapeutic practice is needed.
Keywords: Psychotherapy - Online Interventions - Virtual Reality – Biofeedback - Serious Games.
Introducción
La vida actual está atravesada por las tecnologías
de la información y de la comunicación (TICs) dando
lugar a nuevas formas de comunicación e interacción
social. La población en general y las generaciones jóvenes
en particular las emplean para interactuar, entretenerse,
trabajar, estudiar o buscar información. Este cambio
también impacta en las disciplinas cientícas. En el área
1 Ponticia Universidad Católica Argentina, Argentina. E-mail: mjdistefano@uca.edu.ar
de las ciencias de la salud, y en la salud mental, la tendencia
a nivel mundial se orienta hacia la incorporación de la
tecnología en la práctica profesional (Kazdin & Blaze,
2011; Norcross, Pfund & Prochaska, 2013).
En el campo de la Psicología, la digitalización de
test y autoinformes, para tareas de evaluación son de larga
data (Miró, 2007) y los estudios han marcado su abilidad y
validez. Los desarrollos abarcan actualmente aplicaciones
complementarias al proceso psicoterapéutico, que facilita
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el trabajo de los profesionales y una mayor integración de
los pacientes (Botella, Quero, Serrano, Baños & García
Palacios, 2009).
La integración de la tecnología a la psicoterapia
se hace de modos diferentes: a) la utilización de los
recursos tecnológicos (RT) cotidianos, como es el caso
de los teléfonos celulares, computadoras, o videojuegos;
b) intervenciones o recursos digitalizados especícos,
conocidos como psicoterapia asistida por computadora
(PAC). Los primeros introducen la tecnología a través
de los dispositivos con los que cuenta el paciente, y
con el empleo que usualmente se le da a los mismos.
Mientras que los segundos se reeren a los sistemas
electrónicos que contribuyen al desarrollo del
proceso terapéutico mediante aplicaciones de realidad
virtual, biofeedback, seriousgames o intervenciones on-line
autoadministrables (Cotton, 2012; Distéfano, Mongelo,
O’ Conor& Lamas, 2015).
El uso de los RT cotidianos, sobre todo entre los
niños y adolescentes, contribuyen al fortalecimiento de
la alianza terapéutica y mantienen la motivación para el
tratamiento (Mandil, Bunge, Gomar, Borgialli & Labourt,
2009). De hecho, el crecimiento e implementación de
estos dispositivos dentro del ámbito terapéutico se debe
en parte, a la familiarización de este grupo etario con la
tecnología (Bornas, Rodrigo, Barceló & Toledo, 2002).
Dentro de la PAC, se han incrementado
las aplicaciones de realidad virtual que consisten
en la utilización de un ambiente virtual creado por
computadora en el cual el usuario puede alcanzar un grado
de inmersión y realismo mayor del que lograría por medio
de la imaginación, colaborando así con el tratamiento
terapéutico (De Carvalho, Freire & Nardi, 2008).
Esta simulación no constituye en sí misma un método
terapéutico sino una herramienta complementaria al
proceso terapéutico (Gómez Pérezmitre, Hernández,
Platas Acevedo, Hernández, Cruz & Hernández
Alcántara, 2013) que, entre otras cosas, debilita la evitación
cognitiva de un estímulo temido. Por ello se la emplea en
individuos con fobias especícas y trastornos de ansiedad
quienes, mediante el aprendizaje del autocontrol y de la
regulación emocional, alcanzan una mejoría sintomática
en un ambiente controlado por un profesional (López
Soler, Castro, Alcántara & Botella, 2011).
Los dispositivos de biofeedback ofrecen
una retroalimentación sobre el estado actual de la
activación siológica de un sujeto (Da Silva Lantyer,
Da Barros Viana & Da Costa Padovani, 2013). Al
permitir el reconocimiento de las señales siológicas,
tales como ritmo cardíaco y respiratorio o respuesta
electrodermal en tiempo real, el sujeto aprende a
controlarlas voluntariamente. De modo que, si se
desregula, el entrenamiento le permite recuperar
parámetros siológicos normales (Nieto & Vega, 2017)
contribuyendo al fortalecimiento de su autonomía
(Pérez Lazo de la Vega & González Pérez, 2008).
Los juegos serios (seriousgames) son aplicaciones
lúdicas con nes y reglas concretas, propias del
proceso terapéutico y con un propósito especíco
de entrenamiento en destrezas motoras, funciones
cognitivas, o habilidades socioemocionales (Bruno &
Grifths, 2014).
Las intervenciones online autoadministrables,
son recursos online disponibles a toda hora, con
diferente nivel de complejidad. Tienen propósitos
diversos, como la promoción de la salud, prevención
o abordaje de ciertas patologías en estadios leves o
iniciales. Su particularidad es la interacción del paciente
con el sistema informático y la capacidad de éste
de tomar decisiones y dar respuesta en función de la
información recibida (Marks, Cavanagh & Gega, 2007a).
Si bien estas herramientas no son efectivas por
sí solas pues no desplazan ni reemplazan al terapeuta
(Soto Pérez, Franco, Monardes & Jiménez Gómez,
2010), su capacidad de almacenamiento, conservación,
clasicación y transmisión de información facilitan el
proceso terapéutico (Luque, 2009). La terapia cognitivo
conductual (TCC) por ser estructurada y basarse en
intervenciones comportamentales se adapta mejor a
un formato computacional (TCCc), mostrando una
efectividad análoga al tratamiento cognitivo conductual
tradicional (Medeiro, Ramírez, Martínez & Rojas, 2012).
Tanto la TCC como laTCCc logran la modicación de los
comportamientos desadaptados del paciente, la mejoría
sintomática y su mantenimiento en el tiempo (Pinto
Gomide, Fernández Martins & Mota Ronzani, 2013).
Se observan mejoras en trastornos emocionales como
ansiedad, depresión, trastorno de pánico, agorafobia
o trastorno de estrés postraumático. Por ello la TCCc
integra, hace un tiempo, la iniciativa de mejoramiento
del acceso a las Terapias Psicológicas en el Reino Unido
(Stallard, Richardson & Velleman, 2010).
El empleo de la tecnología en los tratamientos
psicoterapéuticos parece prometedor por la
accesibilidad y disponibilidad para cualquier individuo
con impedimentos físicos o residente en un lugar
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distante de centro de atención, o por los menores costos
que los tratamientos psicoterapéuticos tradicionales
(Castro, Larraín, Fritsch & Rojas, 2012; Crisóstomo
Albuquerque & Scalabrin, 2007; Medeiro et al., 2012).
Sin embargo, los psicoterapeutas consideran positiva
su utilización en programas de prevención y en el
tratamiento de problemas leves o moderados, pero
se muestran cautelosos por la falta de una relación
terapéutica y apoyo profesional; por la necesidad de
recibir capacitación apropiada; y porque se requiere
investigación adicional que demuestre su efectividad
(Luque, 2009; Medeiro et al., 2012; Soto Pérez et al.,
2010; Stallard et al., 2010).
Hasta hace una década se habían identicado 97
sistemas de psicoterapia asistida por computadora (PAC),
probados por 175 estudios, de los cuales 103 fueron
estudios controlados aleatorizados (Marks, Cavanagh &
Gega, 2007b). Los estudios continúan en aumento y se
ha demostrado que las actitudes y percepciones de los
profesionales hacia el uso de los RT o las PAC pueden
ser un elemento importante para determinar su uso y la
posibilidad de integración tecnológica (Du, Quayle &
Macleod, 2013; Richard & Gloster, 2006).
Whiteld y Williams (2004) realizaron una
encuesta para investigar el uso de TCCc entre 500
psicoterapeutas cognitivos conductuales del Reino
Unido. Sólo el 2,4% de los encuestados había empleado
dispositivos tecnológicos de autoayuda con sus pacientes,
y sólo el 1% lo hacía como una alternativa al contacto
terapeuta-paciente. Si bien más del 90% de los terapeutas
encuestados no descartaba el uso de estos programas
en el futuro, la mayoría consideraba que los utilizaría de
modo complementario y no como una alternativa a la
terapia cara a cara. La mayoría no conocía la evidencia de
la ecacia de estos dispositivos, mientras que una minoría
armaba que estos recursos serían menos ecaces que
la terapia cara a cara y que la satisfacción del paciente
también sería menor. También subrayaban la necesidad
de contar con mayor información sobre estos dispositivos
y de entrenamiento para manejarlos adecuadamente
(Whiteld & Williams, 2004). Esta necesidad también
ha sido destacada por estudios posteriores (Fleming &
Merry, 2013; MacLeod, Martínez & Williams, 2009).
El estudio realizado por MacLeod, Martínez
y Williams, (2009) llegó a resultados similares a los de
Whiteld y Williams (2004). Los terapeutas de TCC
en el Reino Unido tenían una actitud favorable sobre
la TCCc con sus pacientes, principalmente como un
complemento terapéutico, pero su empleo era muy
bajo. El 70% de los terapeutas encuestados identicó
cinco factores predictores de resultado exitoso de
estos dispositivos entre los pacientes: aumento de
motivación, adherencia, credibilidad, autoecacia y un
menor grado de desesperanza. Un porcentaje similar
indicó preocupaciones acerca de la TCCc, tales como,
falta de conocimiento tecnológico, poca disponibilidad
de software, ausencia de una relación terapéutica y poca
motivación del paciente (MacLeod et al., 2009).
La investigación de Stallard, Richardson y
Velleman (2010) se focalizó en las actitudes de los
psicoterapeutas hacia la TCCc para niños y adolescentes.
El cuestionario elaborado por los autores, abordó las
cuestiones mencionadas en investigaciones precedentes
en adultos, acerca de la facilidad y/o dicultad de
uso y de nivel de accesibilidad. Se incluyeron 11
preguntas, 2 de composición abierta y 9 de elección
ja, permitiendo respuestas de carácter cualitativo
y cuantitativo. Las preguntas abordaban los usos
potenciales del TCCc en la práctica clínica, formas
de empleo, resultados terapéuticos percibidos, y los
problemas o preocupaciones por atender (Stallard et al.,
2010). La muestra sobre la que se trabajó fue pequeña:
n=43. El 59% (n = 24) de los encuestados calicaron a
la TCCc como capaz de ayudar bastante o mucho como
programa de prevención; y el 56% (n = 23) como una
intervención para problemas leves o moderados, pero
no en trastornos más graves. El 29% de los encuestados
(n = 12) utilizaría la TCCc, con niños y adolescentes
si estuviera disponible, mientras que el 50%(n=21)
“posiblemente” lo haría, y el 9,5% (n = 4) no estaba
seguro de emplearla. Sin embargo, la efectividad de la
TCCc fue considerada menor comparada con la TCC
cara a cara. Los mayores benecios percibidos fueron:
el aprovechamiento en el hogar, reducción del estigma y
acceso temprano al tratamiento. Las desventajas giraban
en torno a las dudas sobre la detección de los factores
de riesgos y la falta de la relación terapéutica que provea
el apoyo necesario para el cambio.
La primera recolección formal de datos respecto
de las actitudes de los terapeutas argentinos en relación
a esta tendencia fue realizada en 2009 entre psicólogos
de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires y conurbano
bonaerense. Los resultados guardaban relación con los
estudios antes mencionados. Un alto porcentaje de los
profesionales consultados, admitían la utilidad de los
recursos tecnológicos en el desarrollo de la alianza y la
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optimización de las técnicas pero reconocían, al mismo
tiempo, tener poco conocimiento acerca de los mismos
y el porcentaje de su empleo era prácticamente nulo
(Bunge, López, Mandil, Gomar & Borgialli, 2009).
Por ser los psicoterapeutas quienes deciden
en los servicios de salud sobre las características de
la atención que reciben los pacientes, sus actitudes y
percepciones hacia los RT y las PAC, es un factor al que
no se ha prestado suciente atención en la literatura. La
falta de aceptación entre los profesionales, en muchos
casos por desconocimiento de su potencial, puede
incidir en la incorporación o no de estos programas
en la prestación de servicios, inuyendo también
en la captación y en los niveles de adherencia de los
pacientes a estas intervenciones (Du et al., 2013). Esta
actitud podría vincularse con el énfasis de los aspectos
negativos de las nuevas tecnologías en la salud mental
y en el comportamiento individual y grupal (Villani,
Cipresso, Gaggioli & Riva, 2016).Por el contrario, los
profesionales con actitudes positivas sobre estas nuevas
prestaciones podrían inuir en la aceptación de los
pacientes hacia estas intervenciones (Du et al., 2013).
Entre los psicólogos argentinos se reconocen los
prejuicios y/o desconocimientos para emplearlos en su
práctica profesional cotidiana (Bunge et al., 2009).
A las dicultades prácticas para emplear
los recursos tecnológicos, por los prejuicios y/o
desconocimiento, se suma la necesidad de un mayor
número de investigaciones para ampliar su validación,
aunque ya existe suciente evidencia empírica que
informa buenos resultados (Botella et al., 2007; Cotton,
2012; Soto Pérez et al., 2010).
Por el tiempo transcurrido desde la investigación
de Bunge et al. (2009) y la proliferación de los RT y las
PAC, se consideró oportuno explorar el conocimiento y
el uso de los recursos tecnológicos entre los psicólogos
del área metropolitana que actualmente ejercen la
profesión. Los objetivos especícos del presente
trabajo fueron: 1) Evaluar el conocimiento que tienen
los psicólogos argentinos de la Ciudad Autónoma de
Buenos Aires (CABA) y Gran Buenos Aires (GBA)
sobre los nuevos Recursos Tecnológicos disponibles
para aplicar en su práctica cotidiana; 2) Identicar el
uso de los distintos recursos entre los profesionales
encuestados; 3) Vericar si la edad del psicoterapeuta
está asociada con el conocimiento y uso que tienen;
4) Relacionar el marco teórico de su práctica clínica
con el conocimiento y uso de PAC y RT; 5) Analizar
si existe relación entre la población que atienden los
profesionales con el conocimiento y uso que tienen de
estos nuevos recursos.
Método
Muestra
La muestra de 94 psicólogos, con domicilio
profesional en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires o
Gran Buenos Aires, estuvo compuesta por 73 mujeres y 21
varones. El 23,4% tenían entre 20 y 29 años; un poco menos
del 32% se encontraba entre los 30 y 39 años; mientras que
el 21,3% se ubicaba entre los 40 y 49 años; en tanto el 16%
ocupaba el rango entre 50 y 60 años; encontrándose sólo
un 7,4% por encima de los 60 años. (Tabla 1).
Entre los profesionales encuestados, el 60,6%
(57) rerió atender niños y/o adolescentes, en tanto que
el 39,4% (37), adultos y/o adultos mayores.
En cuanto a los marcos teóricos de referencia,
el 33% (31 participantes) se ha identicado con el
grupo Psicodinámico (en el que se consideraba el
Psicoanálisis y otros modelos psicodinámicos); el
22,3% (21 participantes) pertenece al grupo Cognitivo-
Comportamental (en el que se incluía Cognitivo y
Cognitivo-Comportamental); el 25,5% (24) ha indicado
como su marco teórico de referencia el Modelo
Integrativo; en tanto que el 8,5% (8 participantes)
pertenece al Modelo Sistémico y un 10,6% (10) ha sido
identicado en el grupo otros (en el que se incluyen los
humanistas, existenciales y otros). (Tabla 1).
Tabla 1. Descripción de la muestra.
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Instrumento
Se elaboró una encuesta ad-hoc que estuvo
disponible en una plataforma on-line, durante cinco
meses. Se tomó como base la encuesta desarrollada por
Bunge et al (2009) sobre las actitudes de los terapeutas
argentinos hacia la incorporación de nuevas tecnologías
en psicoterapia. También se consultó la encuesta de
Stallard, Richardson y Velleman (2010) acerca del punto
de vista de los terapeutas sobre el uso de la TCCc con
niños y adolescentes, que fue solicitada a los autores.
La encuesta se estructuró en cinco módulos, con
un total de 40 ítems a responder. Los primeros módulos
estaban conformados por los datos demográcos (edad
y sexo) y los datos profesionales (ejercicio actual de la
profesión, población que atiende y marco teórico). Los
siguientes tres módulos, con opciones de respuesta sí/
no, abarcaban el conocimiento general de los recursos
tecnológicos aplicables en la práctica profesional como
medios de comunicación, evaluación o complemento;
el conocimiento y uso de RT especícamente como
complemento (smartphones, tablets, powercards digitales,
grabaciones, lmaciones o búsquedas en la web); y
el conocimiento y uso de la Psicoterapia Asistida por
Computadoras (realidad virtual, realidad aumentada,
dispositivos de biofeedback, programas online, aplicaciones
móviles, juegos serios/videojuegos).
Procedimiento
Se convocó a los participantes de manera online
por correo electrónico y redes sociales a lo largo de
cinco meses mediante un link con acceso anónimo. Por
ser online, el consentimiento informado se incorporó
como la primera parte de lo que se debía completar.
Una vez recabados los datos, los mismos fueron
procesados y analizados utilizando el paquete estadístico
SPSS. Se realizó un análisis descriptivo de los mismos
para dar respuesta a cada uno de los objetivos. Para el
análisis de relación entre variables se procedió a utilizar
chi cuadrado.
Resultados
Conocimiento general de los RT aplicables en la práctica
profesional.
Del total de los psicólogos que dicen conocer
los recursos tecnológicos aplicados a la salud mental,
un 78,7% los conoce como medio de comunicación,
siendo menor la cantidad que los conoce como medio
de evaluación (42,6%) y sólo el 26,6% reere conocerlos
como complemento dentro del proceso terapéutico
(que no sea para comunicación o evaluación).
Conocimiento y Uso de los Recursos Tecnológicos como
Complemento.
Como se ha expresado anteriormente, sólo 25
de los psicólogos encuestados (26.6% de la muestra
total) conocen los RT como complemento.
No se ha encontrado relación signicativa entre
el conocimiento o no de los RT como complemento y las
otras variables estudiadas: edad del profesional[Chi(4)=
5.8, p=.22]; población que atienden [Chi(1)=.16, p=.69];
y marco teórico [Chi (4)= 10.75, p=.30].
Entre los distintos recursos explorados, se
encontró que alrededor del 60% de los profesionales que
conocen los RT como complemento, utiliza las PC y los
smartphones como recursos dentro del espacio terapéutico,
ya sea para búsqueda de información, psicoeducación,
utilización de videos, fotos y lmaciones, para tareas
inter-sesión y recordatorios, entre otros. Las tablets se
utilizan en menor medida, pero para los mismos nes.
Conocimiento y Uso de la Psicoterapia Asistida por
Computadoras.
En cuanto al conocimiento de los distintos
recursos implementados en la Psicoterapia Asistida por
Computadoras, un 40% del total de los psicólogos que
conocen los RT como complemento, maniesta conocer
el uso de intervenciones online autoadministrables como
por ejemplo, Beatingthe Blues, Sonreír es Divertido,
Háblame, Sin Miedo y aplicaciones de realidad virtual
como Psious, Virtual Body, Virtual Fligth, Virtual Open
Out, y otras para el abordaje de paranoia, habilidades
sociales, e imagen corporal.
El mayor conocimiento (68% de la muestra que
conoce RT) se centró en las aplicaciones para smartphones
y tablets; y entre las mencionadas se encontraron:
Empaticus, Popchilla y BuhoBoo.
Un 36% rerió conocer los juegos serios
mencionando a Personal Investigator, The Journeyto
Wild Divine, Earthquake in Zipland, y Salud - Plant
It Commander. Un 32% ha manifestado conocer los
dispositivos de Biofeedback identicando Neurobit, em
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Wave, e Sense como los conocidos.
Por último, sólo un 24% rerió conocer la
realidad aumentada para el abordaje de fobias especícas
de animales pequeños sin especicar ninguno en
particular.
En cuanto a la relación entre la edad de los
profesionales y el conocimiento de la PAC, se encontró
que existe relación signicativa entre la edad de los
profesionales y el conocimiento que tienen de la realidad
virtual aplicada a la psicoterapia [Chi(3)=9,47, p< .05]. El
40% rerió conocerla siendo la población de profesionales
que más lo conocen los que se encuentran en el rango de
entre 30 y 39 años (20%). No obstante, resulta menos
del 50% de esa población quienes lo conocen. Por su
parte, la realidad aumentada es el recurso que se conoce
más homogéneamente, aunque es mayor la población
que la desconoce. Del resto de los recursos, como las
intervenciones online, las aplicaciones móviles, los juegos
serios, y el biofeedback, se observa que son más conocidas
también entre los profesionales de 30 y 39 años de edad.
Por último, cabe señalar que los terapeutas jóvenes han
revelado conocer más las aplicaciones móviles que el
resto de los recursos (Tabla 2).
Tabla 2. Conocimiento de la Psicoterapia Asistida por Computadora según edad del profesional y
población que atiende
* Signicativo al p < .01 (para población)
** Signicativo al p < .05 (para edad y población)
*** Signicativo al p < .05 (para población)
En la relación de conocimiento de la PAC según
marco teórico no se encontró relación signicativa para
ninguno de los dispositivos.
Se observó relación signicativa entre la
población que atienden los profesionales y RV
[Chi(1)=4,167, p< .05], RA [Chi(1)=7,677, p< .01],
y programas online [Chi(1)=4,167, p< .05]; siendo
los terapeutas de adultos y adultos mayores quienes
rerieron conocerlos más (Tabla 2).
Como se ha descripto, se observó conocimiento
de los distintos recursos utilizados en la psicoterapia
asistida por computadoras. Respecto de su uso, sólo se
registró la implementación de aplicaciones para móviles
y tablets como por ejemplo, Empaticus, Popchilla y
BuhoBoo, y en muy bajo porcentaje, 6,4% del total de
la muestra.
Discusión
El 78,7% de la muestra rerió conocer los RT
como medio de comunicación; 42,6% como medio
de evaluación; y sólo el 26,6% como complemento, lo
que concuerda con la expectativa de encontrar mayor
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conocimiento de los RT como medios de comunicación
y evaluación que como complemento terapéutico. Estos
resultados pondrían en evidencia una posible dicultad
de los psicólogos argentinos para incorporar nuevas
tendencias ya sea porque rechazan intuitivamente lo
desconocido, o porque no hay suciente difusión y/o
capacitación en el tema.
La asociación esperada entre el conocimiento y
uso de los RT como complemento según la edad del
profesional (esperándose que fuera mayor en los más
jóvenes) no ha sido signicativa. El grado homogéneo
de novedad que se ha reejado, posiblemente responda
a la poca difusión y conocimiento que se tiene de este
nuevo campo en la región y, que estas tecnologías
son algo nuevo que impacta parejamente en todas
las edades. Una posible causa de esto también podría
hallarse en los planes de estudios puesto que quizás, los
más jóvenes no han incorporado durante su formación
universitaria estos nuevos procedimientos porque no
están considerados en los contenidos curriculares; y
tampoco existen aún formaciones de post-grados en
esta dirección. Recientemente se enseña esta práctica en
la formación profesional de los psicólogos en una o dos
universidades locales.
También sería necesario explorar si la diferencia
en el uso según la edad responde a cuestiones subjetivas,
aspectos generacionales, o cuestiones objetivas como
disponibilidad, o manejo del recurso en sí mismo.
La relación signicativa entre la edad de los
profesionales y el conocimiento de la realidad virtual
aplicada a la psicoterapia es notable. Si se apartaran ambos
extremos (20-29 y >=60), se conrma que, a menor
edad, mayor conocimiento sobre la realidad virtual.
El hecho de que el 28% de los encuestados que tienen
entre 20 y 29 años no la conozca da lugar al planteo de
una nueva hipótesis: que los profesionales nóveles aún
están en período de formación y por ello desconocen los
recursos complementarios a la psicoterapia existentes. Sin
embargo, estos terapeutas jóvenes han revelado conocer
más las Apps Móviles que el resto de los recursos.
Posiblemente esto responda a que los smartphones son
accesibles por la mayoría y a que estas aplicaciones
también están al alcance de todos y que encontrarlas es
más fácil aún sin intención de hacerlo.
Se esperaba cierta relación en cuanto al
conocimiento y uso de RT de acuerdo al marco teórico
de referencia, con especial conocimiento por parte de los
terapeutas cognitivos. Por el contrario, la relación entre
ambas variables no ha sido signicativa, aunque se revela
mayor conocimiento por parte de los terapeutas cognitivos
e integrativos. Vuelve a surgir la pregunta acerca de la
necesidad de la difusión para dar a conocer y entrenar en
el uso de estos recursos. Respecto al conocimiento de la
Psicoterapia Asistida por computadoras, fue inesperado
encontrar que los terapeutas cognitivo comportamentales
desconocen estos recursos en una proporción de 4,5 a
1. Siendo los terapeutas integrativos quienes más lo
conocen en una proporción 2 a 1, posiblemente por ser
más abiertos y exibles.
La expectativa de encontrar diferencias
signicativas en el conocimiento y uso de los RT entre
los profesionales según la población con la que trabaja,
esperándose que sea mayor en quienes atienden niños y
adolescentes, tampoco se comprobó. Por el contrario, si
bien se observa una diferencia signicativa, ésta es a favor
de quienes atienden adultos y adultos mayores y sólo se
dio para el conocimiento de los dispositivos de Realidad
Virtual, la Realidad Aumentada y las Intervenciones
online. El hecho de que sean los terapeutas de adultos y
adultos mayores los que más los conocen coincide con
el hecho de que su marco teórico de referencia es en
mayor proporción integrativo, en consonancia con la
exibilidad que caracteriza a este modelo.
Por último, si bien se observa cierto conocimiento
de los distintos recursos de PAC, en cuanto al uso,
sólo se registró la implementación de aplicaciones
para móviles y tablets. Es posible que la masividad,
accesibilidad y la ubicuidad de estos dispositivos
haya ayudado a la difusión e implementación de estas
aplicaciones. Pero los terapeutas argentinos no trabajan
con dispositivos menos masivos y más costosos como
los de realidad virtual. Queda entonces el interrogante,
si es posible abrirse a nuevos dispositivos si no se tiene la
disponibilidad y accesibilidad económica de los mismos.
Este novedoso campo presenta diversos desafíos.
El hecho de que los profesionales nóveles desconozcan
los recursos mencionados da lugar a preguntarse si se
puede usar la tecnología sin experiencia profesional. La
respuesta es no, se necesita formación y entrenamiento
en procesos tradicionales para luego atreverse a utilizar
los recursos innovadores y complementarios. Cabe aquí
hacerse preguntas en dos direcciones: a) ¿qué brinda
la experiencia personal profesional tradicional que
habilitaría o facilitaría la incorporación de la tecnología
en la práctica clínica? b) ¿cómo enseñar el justo valor de
estos recursos en los espacios de la formación académica
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de grado, y posteriormente durante su especialización
profesional?
Lo expuesto reeja la necesidad de informar
mejor sobre: los recursos tecnológicos existentes que
muestren sus ventajas para optimizar los abordajes
en salud mental; la necesidad de estudios locales
sistematizados en el campo que adapten y validen
aplicaciones desarrolladas en otros países y/o de
desarrollar nuevos en función de la población argentina;
y la necesidad de diseñar, y llevar a cabo programas de
entrenamiento profesional para la implementación de
estos nuevos dispositivos.
Conclusión
Si bien el tamaño de la muestra resultó suciente
para este estudio exploratorio, será necesario contar
a futuro con una muestra mayor y más representativa
del total de profesionales de la salud mental como
psiquiatras, terapistas, y acompañantes terapéuticos.
También sería necesario repetir la encuesta
alcanzando profesionales de otras regiones, más allá
de CABA y Gran Buenos Aires. Estos resultados son
un primer paso, sobre todo considerando que el 70%
de psicólogos se distribuye entre CABA y Provincia de
Buenos Aires.
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