El helado se puede describir como una preparación par-cialmente congelada, obtenida por la mezcla y congelación de ingredientes líquidos, constituidos fundamentalmente por leche, derivados lácteos, agua y otros componentes (1). Soukoulis, Rontogianni (2) mencionan que uno de los productos alimenticios catalogados como postre más importante a nivel mundial es el helado, debido a su alto consumo. Datos de la Asociación Internacional de Productos Lácteos indican que en Colombia, al igual que en la mayor parte de los países del mundo, el helado de vainilla es el que más se consume , a pesar del ingreso de nuevos conceptos que involucran recetas y sabores novedosos (3). La industria heladera en Colombia constituye un mercado con un importante valor económico que presenta incrementos anuales del 10% en promedio (3). El desarrollo de nuevas formulaciones de helado permi-te la inclusión de ingredientes funcionales, como la inulina, debido a las propiedades reológicas y nutricio-nales que aporta, con el fin de brindar nuevas opciones al consumidor. La inulina es un ingrediente prebiótico, se trata de un polisacárido soluble en agua que pertenece a un grupo de carbohidratos no digeribles llamados fructanos, el cual está ampliamente disponible en unas 36.000 especies de plantas, entre las que se encuentran la achicoria, cuya raíz es la fuente más rica de inulina. Por su funcionalidad tecnológica, la inulina se utiliza en diversos productos alimenticios, especialmente en derivados lácteos como los helados, en donde se la ha implementado como sustituto de azúcar y grasa, emulsificante, ingre-diente prebiótico y depresor del punto de congelación. En esta revisión se evidencia el alcance que tiene la inulina como ingrediente prebiótico y tecnológico en la creciente industria heladera. La inulina es un polisacárido que puede ayudar en las funciones metabólicas del ser humano. Es un compuesto de origen vegetal que se encuentra de manera natural en muchas especies alrededor del mundo y que en la actualidad se obtiene industrialmente mediante la extracción de la raíz de la achicoria. La inulina y sus derivados tienen un aporte calórico reducido (máximo de 1,5 kcal/g) (4). Wood (5) señala que la inulina es utilizada como ingrediente en la industria alimentaria por sus propiedades reológicas, las cuales permiten su uso como sustituto de grasas, azúcares, estabilizante y agente texturizador. La inulina y sus derivados ofrecen múltiples usos como ingredientes en la formulación de productos. Se utiliza para incrementar el contenido de fibra dietética en los alimentos. Normalmente, se utilizan intervalos de 3 a 6 g por porción de 100 g, en otros casos se usan cantidades superiores a 10 g (6). Las cantidades máximas y mínimas de inulina como fuente de fibra en los alimentos dependen directamente de la legislación en cada país. La norma colombiana especifica que los productos adicionados con fibra son aquellos en los que el contenido de fibra es igual o mayor de 2,5 g por porción con relación al contenido del alimento original o de su similar (7) .