Content uploaded by Noelia Ávila Delgado
Author content
All content in this area was uploaded by Noelia Ávila Delgado on Jul 24, 2017
Content may be subject to copyright.
1
Revista Digital Estudiantil de Ciencias Sociales IISUABJO Enero - Julio 2015
Revista Digital Estu-
diantil de Ciencias So-
ciales
Miradas Críti-
cas
IISUABJO-COMECSO
Año I N°0 | Publicación semestral
Enero-Julio 2015
Directorio
Director del IISUABJO
Dr. Eduardo C. Bautista Martínez
Consejo Editorial
Dra. L. Charlynne Curiel Covarrubias
Mtro. Manuel Garza Zepeda
Directora de la Revista
Dra. Ana Margarita Alvarado Juárez
Contacto
Av. Universidad S/N. Colonia Cinco
Señores, Oaxaca, México.
Teléfono: 01 (951) 57 25 871 / 72
Correo electrónico:
comecso_sur_sureste@iisuabjo.edu.mx
dirección@iisuabjo.edu.mx
Facebook/ COMECSO_Coordinación
Regional Sur Sureste
www.iisuabjo.edu.mx
www.comecso.com
Revista semestral publicada por el Instituto de
Investigaciones Sociológicas de la UABJO.
47
Revista Digital Estudiantil de Ciencias Sociales IISUABJO Enero - Julio 2015
4. Espacio público y protesta
magisterial. La disputa por el centro
histórico de la ciudad de México
Noelia Ávila Delgado33
Resumen: El objetivo de este
trabajo es realizar un acercamiento
a los eventos ocurridos durante
la jornada de protesta que
la Coordinadora Nacional de
Trabajadores de la Educación
(CNTE) llevó a cabo en la ciudad
de México el año 2013. La idea
central se orienta a demostrar
que el centro histórico fue un
espacio estratégico desde el cual
la CNTE pudo dar salida a su
amplio repertorio de acciones de
protesta, por lo que éste puede ser
comprendido como un espacio de
disputa, es decir, como un espacio
de constante interacción y lucha
entre prácticas de apropiación,
dominación y resistencia.
Palabras clave: espacio público,
protesta social, centro histórico
Introducción
A partir del mes de febrero de 2013,
la Coordinadora Nacional de Trabajadores
de la Educación (CNTE), organización
magisterial que aglutina a las distintas
secciones disidentes del Sindicato Nacional
de Trabajadores de la Educación (SNTE),
decidió trasladar su más reciente Jornada de
lucha a la ciudad de México, ello en el marco
de la aprobación de las Leyes Secundarias
a la Reforma Educativa propuesta por el
Ejecutivo Federal en el mes de diciembre de
2012.34
La magnitud de las acciones de
protesta llevadas a cabo por la CNTE
LPSDFWy VLJQL¿FDWLYDPHQWH D OD FLXGDG
capital y a buena parte de sus habitantes,
particularmente por el número de maestros
que se trasladaron de diversas entidades
GHOSDtVFRQHO¿QGHSUHVLRQDUDOJRELHUQR
federal en la derogación de la mencionada
reforma.35 Hacia la tercera semana de
agosto algunos cálculos publicados por
diversos diarios de circulación nacional
anunciaban que a ese momento se habían
trasladado a la ciudad de México alrededor
de 19 mil docentes (otros hablaban de 12 mil)
principalmente de los estados de Oaxaca,
Michoacán, Tabasco, Chiapas y Veracruz,
esto luego de que el 19 de ese mismo
PHVIXHUDGHFUHWDGRHO³SDURLQGH¿QLGRGH
labores en defensa de la educación pública”
y la consecuente instalación del “plantón
masivo nacional” en el Zócalo de la ciudad
de México.36
33 Estudiante del séptimo trimestre del Doctorado en Ciencias Sociales, Universidad Autónoma
Metropolitana-Xochimilco, adscrita al Área de “Sociedad y Territorio”. Correo electrónico: noeliatito12@gmail.com
34 No es intención de esta propuesta realizar un análisis sobre la Reforma Educativa y todas
las implicaciones que ésta supone para el gremio docente, lo anterior rebasa por mucho los objetivos
propuestos. Varios trabajos rigurosos y con un enfoque crítico se han publicado al respecto, a continuación
remito a varios de ellos para los interesados en el tema. Aboites (2013); Aboites y González (2014); Silas-
Casillas (2014); sugiero particularmente la consulta de la Revista El Cotidiano no. 179 publicada en 2013,
dedicada expresamente al tema de la Reforma Educativa.
35 Sobre el asunto es importante anotar que no es la primera vez que el movimiento magisterial y la
CNTE trasladan sus jornadas de lucha a la ciudad de México. Existen antecedentes importantes. En 1980,
1989, 2007 y 2008.
36 http://www.jornada.unam.mx/2013/08/26/politica/007n1pol
48
Revista Digital Estudiantil de Ciencias Sociales IISUABJO Enero - Julio 2015
Una semana después, es decir, a
principios de septiembre, la propia CNTE
informaba que más de 30 mil maestros se
encontraban ya en la capital del país para
continuar con las movilizaciones y reforzar
HOSODQWyQGHPDQHUDLQGH¿QLGD/DVFLIUDV
anteriores revelan el poder de convocatoria
de la CNTE que al día de hoy cuenta
R¿FLDOPHQWH FRQ DOUHGHGRU GH PLO
D¿OLDGRV/DVVHFFLRQHVTXHPiVGRFHQWHV
aportaron a la jornada de lucha de 2013
fueron Chiapas, Michoacán y Oaxaca, ésta
última con más de 20 mil docentes, de su
base de 70 mil.
Por otro lado, si analizamos los inicios
GHOD&17(D¿QDOHVGHODGpFDGDGH37
(así como su evolución en el tiempo), es
posible observar que su repertorio de acciones
de protesta no ha variado, en todo caso se ha
YHQLGR GLYHUVL¿FDQGR /RV SDURV GH ODERUHV
las marchas masivas o “megamarchas” como
ellos las llaman, los bloqueos de carreteras
y avenidas y, por supuesto, los “plantones”,
siguen siendo la columna vertebral de sus
distintas jornadas de lucha y movilización.
En los últimos años, estas acciones se
han combinado con otras tales como: la
WRPD GH HGL¿FLRV S~EOLFRV \ FDVHWDV GH
peaje y, más recientemente, el bloqueo a
centros comerciales, bancos y medios de
comunicación, además del acordonamiento
recurrente al Aeropuerto; particularmente en el
caso de la sección XXII del estado de Oaxaca.
En las movilizaciones del año 2013, todo este
repertorio fue trasladado por la CNTE a la
ciudad de México.
Un esfuerzo de reconstrucción mínima
de los acontecimientos sucedidos durante los
meses de agosto y septiembre nos permite
observar no sólo la evolución y desenlace
GHOFRQÀLFWRVLQRWDPELpQQRVD\XGDDXELFDU
ciertos eventos que resultan sumamente
VLJQL¿FDWLYRVGHVGHODSHUVSHFWLYDGHOHQIRTXH
socio-espacial Así, en un primer momento, los
miles de maestros y maestras llegados de
varios estados del país tuvieron la capacidad
de acordonar y paralizar las cámaras alta y
baja del Congreso (Diputados y Senadores),
obligando a los legisladores a trasladarse a
una sede alterna; el centro Banamex. También
fueron capaces de bloquear en tres ocasiones
los accesos al Aeropuerto Internacional de
la Ciudad de México, y cerrar día tras días
y por horas las principales avenidas de la
ciudad capital. De igual modo realizaron
manifestaciones frente a las instalaciones
de Televisa y Televisión Azteca para exigir
su derecho de réplica; además cerraron
varias tiendas departamentales, bloquearon
los accesos a la Bolsa de Valores y a varias
embajadas.
En una segunda etapa, luego de la
aprobación de la Ley General del Servicio
Profesional Docente, a partir del 1 de
septiembre las protestas de la CNTE se
LQWHQVL¿FDURQ6HUHJLVWUDURQQXHYDVPDUFKDV
(la más importante hacia la residencia
presidencial de “Los Pinos”), bloqueos
de avenidas y vialidades principales,
(incluyendo insurgentes y periférico) así
FRPRWRPDVGHFDVHWDVGHFREUR\R¿FLQDV
de gobierno; en algunos casos con duros
37 En la segunda mitad de la década de 1970 surgieron diversos movimientos magisteriales en estados
FRPR*XHUUHUR&KLDSDV0LFKRDFiQ2D[DFD0RUHORV(VWDGRGH0p[LFRpVWRVFRQÀX\HURQHQOD3ULPHUD
Asamblea Nacional de Trabajadores de la Educación y Organizaciones Democráticas del SNTE, realizada
en la capital chiapaneca los días 17 y 18 de diciembre de 1979. Esta asamblea es considerada como el
momento fundacional de la CNTE.
49
Revista Digital Estudiantil de Ciencias Sociales IISUABJO Enero - Julio 2015
enfrentamientos con la policía. Para ese
momento los paros magisteriales habían
alcanzado a 22 estados del país. Mientras
tanto los maestros anunciaban que
mantendrían su plantón en el Zócalo de la
ciudad de México hasta que el gobierno
atendiera sus demandas y abrogara por
completo la Reforma Educativa.
Finalmente, en este escenario de
intensas movilizaciones, el 13 de septiembre
es implementado el “operativo de desalojo”
que de acuerdo con las autoridades locales
y federales tenía como objetivo permitir la
FHOHEUDFLyQGHODV¿HVWDVSDWULDV/XHJRGH
este evento, sin duda de signo represivo
y autoritario, el plantón fue trasladado al
Monumento a la Revolución, hasta que el 6
de octubre, tras 49 días de paro, la CNTE
decidió reanudar clases, aunque mantuvo
contingentes de distintos estados en la
ciudad de México.
En un informe presentado justo
una semana antes del desalojo (y cuya
LQWHQFLyQ SDUHFtD MXVWL¿FDUOR R SRU OR
menos lo anunciaba), el Secretario de
Seguridad Pública del DF, Jesús Rodríguez
Almeida, señalaba que: “Desde el 19 de
agosto la Coordinadora ha efectuado 38
concentraciones, 18 mítines, 40 bloqueos,
29 marchas, una caravana, dos plantones,
cinco bloqueos de acceso de inmuebles y
una asamblea informativa, en las cuales
se han concentrado un total de 396 mil
personas”. Asimismo, señalaba respecto a
la celebración del “Grito de Independencia”:
“no se tienen aún previstos escenarios
posibles, pero siempre se usará la fuerza
pública como último recurso”. (El Universal,
06/09/2013)
Por su cuenta, en el mismo tono de
desaprobación de las acciones de protesta
del magisterio, el presidente de la Cámara de
Comercio, Servicios y Turismo de la ciudad
de México (CANACO), Ricardo Navarro
Benítez, señalaba que “sólo en el corredor
Centro Histórico-Reforma se registra una
afectación económica de 171 millones 813
mil pesos”. (El Economista, 29/08/2013) En
un informe presentado la última semana de
DJRVWR PiV HVSHFt¿FDPHQWH HO GtD OD
CANACO daba a conocer que el plantón
del Zócalo había causado un impacto
negativo y una afectación económica en
los negocios relacionados con el turismo
por más de 34 millones 375 mil pesos; en
tanto que en el corredor Centro Histórico-
Reforma se percibía un impacto directo en
7, 368 empleos relacionados con las 1, 700
empresas que operan en la zona, en la cual
se encuentran los hoteles que representan
la mayor actividad turística de la ciudad. (El
Economista, 29/08/2013)
Más allá de la polémica que causa
el tema de las afectaciones económicas
de las acciones de protesta de la CNTE,
es innegable que a través de ellas el
movimiento magisterial pudo dar muestra de
una gran capacidad de organización interna
y del control efectivo que mantiene sobre
las bases magisteriales, materializado en
términos prácticos en una habilidad notable
para agruparse y apropiarse en tiempos
mínimos (y por lo menos transitoriamente)
de algunos de los espacios más importantes
y estratégicos de la ciudad. Uno de esos
espacios es justamente el Zócalo capitalino,
cuya apropiación permitió la instalación del
“plantón masivo”, el cual funcionó como
50
Revista Digital Estudiantil de Ciencias Sociales IISUABJO Enero - Julio 2015
epicentro desde donde miles de maestros
mantuvieron el control no sólo de la principal
plaza pública de la ciudad, sino de buena
parte del corredor Centro Histórico-Reforma.
La decisión de instalar su “plantón
masivo” en el Zócalo de la ciudad, el cual
por el número de maestros desde la tercera
semana de agosto tuvo que extenderse a
varias calles aledañas, sin duda convirtió
a este espacio en el punto neurálgico de
la lucha magisterial, no obstante, al mismo
tiempo lo hizo aparecer como un espacio de
disputa frente a los actores gubernamentales
(tanto locales como federales), que durante
26 días (del 19 de agosto al 13 de septiembre)
perdieron por completo su control, logrando
recuperarlo hasta el “operativo de desalojo”
implementado para la realización del “Grito
de Independencia”.
De aquí en adelante y como un primer
ejercicio de acercamiento a las jornadas de
protesta que recién pude ilustrar en trazos
gruesos, me ocuparé de realizar una breve
descripción y explicación tanto del plantón
masivo del Zócalo como de su respectivo
desalojo; ello por cuanto he considerado
que ambos eventos resultan particularmente
VLJQL¿FDWLYRVGHVGHODSHUVSHFWLYDGHOHQIRTXH
socio-espacial. Dando prioridad a dicho
enfoque, a nivel teórico-analítico se parte
GH XQD SUHPLVD EiVLFD eVWD VH UH¿HUH D OD
necesidad de destacar que los fenómenos
UHODFLRQDGRVFRQODSURWHVWDVRFLDOPDQL¿HVWDQ
una relación inescindible con el espacio
público. Esta situación me obliga a presentar
de manera introductoria algunas cuestiones
importantes sobre dicho concepto, con miras a
explicar la forma en que aquí es comprendido.
A partir de esta premisa básica se intenta dar
respuesta a diversas interrogantes: ¿Qué
importancia tiene el espacio público para el
movimiento magisterial de la CNTE a la hora
de plantear sus reivindicaciones? ¿Cuáles
fueron las principales formas de apropiación
del espacio público llevadas a cabo por la
CNTE durante las jornadas de protesta de
2013? ¿Qué estrategias de intervención
utilizan los gobiernos en sus distintos órdenes
ORFDO \ IHGHUDO FRQ HO ¿Q GH FRQWHQHU ODV
protestas del magisterio en espacios públicos
primordiales tales como los centros históricos?
El hilo de la argumentación se
orienta a demostrar que el centro histórico
(y particularmente el Zócalo) fue un espacio
estratégico y fundamental, desde el cual la
CNTE pudo dar salida a su amplio repertorio
de acciones de protesta. A partir de estas
ideas éste puede ser comprendido como
un espacio de disputa, es decir, como un
espacio de constante interacción y lucha
entre prácticas de apropiación, dominación
y resistencia. El reconocimiento del centro
histórico de la ciudad de México como un
espacio de disputa, nos indica la importancia
de prestar atención a la dimensión espacial
TXHVXE\DFHDHVWHWLSRGHFRQÀLFWRV
Breves notas sobre el concepto de
espacio público
Para comenzar es necesario señalar
TXH GH¿QLU HO HVSDFLR S~EOLFR HV XQD
tarea especialmente compleja. Este es un
concepto impreciso, confuso y vago, razón
por la que hoy día se encuentra inmerso en
un intenso debate que intenta ir más allá de
las imprecisiones y el caos que normalmente
lo acompaña.
Por cuestiones de espacio no me es
51
Revista Digital Estudiantil de Ciencias Sociales IISUABJO Enero - Julio 2015
posible detenerme aquí a profundizar estos
debates, no obstante, resulta cardinal por
lo menos señalar el hecho de que estas
múltiples concepciones comparten en el
fondo una raíz común, en tanto se sustentan
en un par de discursos dominantes que
de manera generalizada recuperan los
VLJQL¿FDGRV FOiVLFRV DFHUFD GH OR S~EOLFR
heredados de la Filosofía y la Teoría Política.
Desde este ámbito y a partir de la segunda
mitad del siglo XX, destaca en primer
WpUPLQRODSHUVSHFWLYD¿ORVy¿FDGH+DQQDK
Arendt (1958), mientras que la segunda
FRUUHVSRQGH DO WDPELpQ ¿OyVRIR DOHPiQ
Jürgen Habermas (1962).
Ambas visiones fundamentan
los actuales debates sobre el espacio
público desde una consciencia política
asociada fuertemente a los discursos de
la democracia liberal, en la cual desde mi
opinión, éste aparece como una categoría
retórica, es decir, como un espacio “abierto”,
de accesibilidad universal, ideal para el
despliegue de las libertades ciudadanas.
Considero que esta retórica actualmente
dominante (tanto en el ámbito académico
como en el de las políticas urbanas), en los
hechos reales y concretos está muy lejos de
cumplirse. En el escenario contemporáneo
de América Latina caracterizado por la
imposición del patrón de acumulación
capitalista neoliberal sus condiciones de
posibilidad han quedado canceladas.
En este escenario resulta pertinente
preguntarnos ¿de qué espacio público
podemos hablar en América Latina?, ¿es
posible seguir recurriendo por inercia a las
concepciones que hoy dominan los análisis?
/D UHVSXHVWD HV GH¿QLWLYDPHQWH QR (Q
contrapartida pienso urgente y necesario
someterlas a juicio crítico y a la evidencia
empírica que en muchos casos contradice
las idealizaciones de las teorías dominantes
de Arendt y Habermas.
En este sentido me permito aclarar
que la concepción de espacio público que
DTXt SURSRQJR GL¿HUH VLJQL¿FDWLYDPHQWH
de ambas propuestas teóricas. Hasta el
momento es en el ámbito de la tradición
marxista, particularmente en la teoría de
la producción social del espacio propuesta
SRUHO¿OyVRIRIUDQFpV+HQUL/HIHEYUH
1974); así como en la perspectiva relacional
de la teoría sobre las Geometrías del poder
desarrollada por la geógrafa Doreen Massey
(1985, 2005) que he encontrado algunas
posibilidades de superación de las actuales
concepciones dominantes.
Sobre el tema debe destacarse que
Lefebvre fue particularmente crítico de
ODV GH¿QLFLRQHV HVHQFLDOLVWDV TXH DVRFLDQ
al espacio público con la construcción
de ciudadanía y con el lugar donde
idealmente acontece la democracia. Desde
su perspectiva autores como Arendt o
Habermas, en realidad estarían partiendo
de un “falso histórico” al imaginar una ciudad
compuesta no ya de ciudadanos, sino de
ciudadanos libres, liberados de la división
del trabajo, de las clases sociales y de la
lucha de clases, asociados libremente para
la gestión de una comunidad.
$VtORV¿OyVRIRVTXHKDQSUR\HFWDGR
estas visiones componen el modelo de la
ciudad ideal y se representan la libertad en
el siglo XX según la libertad de la ciudad
griega, no obstante, ésta es retocada por
52
Revista Digital Estudiantil de Ciencias Sociales IISUABJO Enero - Julio 2015
una ideología que a primera vista parece
trascender el tiempo histórico. “Piensan por
tanto la ciudad moderna según el modelo
GH OD FLXGDG DQWLJXD LGHQWL¿FDGD D OD
ciudad ideal y racional a la vez. El ágora,
lugar y símbolo de una democracia limitada
a los ciudadanos, que excluía a mujeres,
esclavos y extranjeros, pero que a pesar de
HVRVLUYHGHVXVWHQWRDXQDFLHUWD¿ORVRItD
de la ciudad que ha logrado instituirse como
símbolo de la sociedad urbana en general”.
(Lefebvre, 1968: 121)
De acuerdo a Lefebvre esta es
una extrapolación típicamente ideológica.
&RQWUDULDPHQWH SODQWHD TXH ORV FRQÀLFWRV
entre clases y las contradicciones múltiples
de la sociedad se plasman en la estructura y
forma urbana. Se elabora así una estrategia
de clase que apunta a la remodelación y
dominio de la ciudad, prescindiendo de su
UHDOLGDG\YLGDSURSLDVLHPSUHHQEHQH¿FLR
de la reproducción del capital. “Así se
hace patente que hoy en día el espacio es
político e ideológico. Es una representación
literalmente plagada de ideologías”.
(Lefebvre, 1972: 47)
Por otra parte, pero en el ámbito de
la geografía política, Doreen Massey (1985)
destaca igualmente ese carácter político del
espacio. Para la autora el espacio urbano
forma parte de las estrategias políticas
de los grupos movilizados y sus luchas,
pues las confrontaciones no se desarrollan
VREUH OD ³FDEH]D GH XQ DO¿OHU´ HQ XQ
PXQGR ³DHVSDFLDO´ R JHRJUi¿FDPHQWH
indiferenciado; dichas estrategias están
inscritas en el espacio. (Massey, 1985: 11)
Opino que el reconocimiento de ese
carácter político del espacio destacado tanto
por Massey como por Lefebvre, permite ir
más allá de las concepciones tradicionales
DOLQWHJUDUODLGHDGH FRQÀLFWR\ GLVSXWDDOD
comprensión del espacio público. En estos
términos (aunque más para Lefebvre que para
0DVVH\ HO HVSDFLR S~EOLFR VHUtD FRQÀLFWR
antes que consenso, ya que la vida urbana
supone encuentros y confrontaciones de
diferencias, lo que implica el enfrentamiento
ideológico y político sobre las maneras de
vivir que coexisten en la ciudad. Desde esta
perspectiva el espacio público adquiere
un sentido profundo que trasciende por
PXFKR ODV GH¿QLFLRQHV GRPLQDQWHV KR\
día, ya que supone ante todo la posibilidad
de apropiaciones y usos múltiples, que si
efectivamente incluyen el encuentro y el
reforzamiento de los lazos de solidaridad y
convivencia (vivir, jugar, conversar, caminar,
etc.), al mismo tiempo suponen disputas y
confrontaciones, así como distintas prácticas
de dominación y control.
Lo anterior, revela que históricamente
la construcción de espacios públicos por
parte de las clases hegemónicas no siempre
ha estado relacionada con el fomento de
la sociabilidad y el encuentro social, sino
más bien con la necesidad de contar con
un espacio en el cual pudieran expresar el
poder que detentan. Considero que esta
conceptualización de espacio público se
acerca más a las realidades -cada vez
menos democráticas y más autoritarias- que
vivimos en países como el nuestro.
53
Revista Digital Estudiantil de Ciencias Sociales IISUABJO Enero - Julio 2015
La disputa por el centro histórico
de la ciudad de México
El interés de este apartado es realizar
una breve descripción y explicación tanto
del plantón masivo del Zócalo, como de su
respectivo desalojo.38
Instalación del “plantón masivo nacional”
en el zócalo de la ciudad de México
En el marco del estallamiento del
SDUR LQGH¿QLGR GH ODERUHV HO OXQHV
de agosto dio inicio la jornada de lucha
nacional por la abrogación de los artículos
3º y 73º constitucionales y contra la
Reforma Educativa. Ese día fue instalado
formalmente el plantón masivo en el Zócalo
de la ciudad de México. De acuerdo con
las dirigencias seccionales de Oaxaca y
Michoacán, en esta jornada se trasladaron
por lo menos 15 mil docentes y se anunciaba
que para el martes 20 de agosto llegarían
RWURVPLOFRQHO¿QGHFRQFHQWUDUVHGH
PDQHUDLQGH¿QLGDHQHO'LVWULWR)HGHUDO/D
intención del arribo masivo de los docentes
a la ciudad de México era justamente la de
UHIRU]DUHOSODQWyQ\SUHVLRQDU OR VX¿FLHQWH
para evitar el inicio del período extraordinario
de sesiones del Congreso de la Unión que
tendría lugar del 21 al 23 de agosto, y en el
cual se votarían las Leyes Secundarias de la
Reforma Educativa.
El martes 20 de agosto tal como
anunciaron los dirigentes de Oaxaca y
Michoacán, el plantón del Zócalo se extendió
ante la llegada de aproximadamente 6,000
maestros de la Sección XXII de Oaxaca
y otros 3, 000 de Guerrero, Michoacán
y Chiapas; esta situación causó que el
plantón se ampliara a las calles aledañas al
Zócalo. Los campamentos de los docentes
que arribaron este día fueron instalados
en dos puntos medulares, uno frente a las
R¿FLQDVGHOD6XSUHPD&RUWHGH-XVWLFLDGH
la Nación (SCJN), ubicada sobre avenida
Pino Suárez, y otro en el Circuito Plaza de
la Constitución, justo frente a la sede del
Gobierno del Distrito Federal.
Desde las primeras horas, miles de
maestros arribaron a la Plaza de la Constitución
para instalar sus casas de campaña y sumarse
a las jornadas de protesta. De acuerdo a la
Secretaría de Trasporte y Vialidad del D.F.,
con estas acciones el plantón de la CNTE se
extendió al circuito vial adyacente a la plancha
del Zócalo, además de que también fueron
ocupadas las calles 5 de mayo desde Isabel
la Católica hasta el Zócalo, Avenida 20 de
Noviembre, desde Venustiano Carranza hasta
el Zócalo y Avenida José María Pino Suárez,
desde Venustiano Carranza hasta el Zócalo.
De igual modo, sobre la plancha del Zócalo, los
maestros ocuparon las carpas que el gobierno
FDSLWDOLQR LQVWDOy D ¿QDOHV GH MXOLR SDUD ORV
eventos del “Guardián Urbano” y las salas
de cine 3D, las cuales no alcanzaron a ser
desmontadas. Al terminar el día, el plantón de
la CNTE ocupaba prácticamente la totalidad
de la Plaza de la Constitución.
Respecto a la importancia estratégica
que el “plantón” tenía para la CNTE
al momento me es posible aventurar
algunas conclusiones. Sin duda el alto
valor simbólico del Zócalo es parte de las
posibles respuestas. Cómo anota Lorena
/DUHFRQVWUXFFLyQGHDPERVHYHQWRVKDVLGRHODERUDGDDSDUWLUGHXQVHJXLPLHQWRKHPHURJUi¿FR
de los siguientes diarios de circulación nacional: La Jornada, El Universal, Excélsior, Reforma y Milenio.
54
Revista Digital Estudiantil de Ciencias Sociales IISUABJO Enero - Julio 2015
Umaña (2014), en nuestro país las formas de
simbolizar al Zócalo tienen raíces históricas
que han hecho posible la construcción de
VLJQL¿FDGRVFRPSDUWLGRV\WDQIDPLOLDUHVTXH
parecería siempre han existido. Uno de esos
VLJQL¿FDGRVHVHOGHVHUHOOXJDUSRUH[FHOHQFLD
GRQGHVHPDQL¿HVWDHOSRGHU³3RUHOORTXLHQ
logra conquistarlo logra de alguna manera
establecer un control, al menos en el nivel
simbólico”. (Umaña, 2014: 80).
No cabe duda que durante esta
primera etapa los maestros de la CNTE
capitalizaron a su favor el alto valor
simbólico de este espacio. De acuerdo con
Hugo Aboites (2014), para los maestros de
la CNTE establecer su campamento en “el
centro más importante de la ciudad y del
país tuvo un importante valor simbólico
de protesta frente a la nación y a sus
instituciones”. (Aboites, 2014: 787) Por otro
lado, en una dimensión más práctica pero, no
por ello menos importante, la importancia del
plantón radica en la posibilidad de dar salida
a las necesidades de reproducción social y
de la vida cotidiana de los maestros que se
ven obligados a abandonar temporalmente
sus lugares de origen. En este sentido, el
plantón cumple las funciones de la “casa”
o “vivienda” -cocina, comedor, recamara
e incluso baño- zonas que a través de un
WUDEDMR HWQRJUi¿FR IXH SRVLEOH UHFRQRFHU
con claridad en su interior, y que en la
mayoría de los casos son administradas de
manera colectiva.
Por último, es evidente que por sus
características inherentes el plantón también
cumple funciones importantes como un
espacio de reivindicación política. Ante todo,
para los maestros de la CNTE el plantón
fue el espacio de la “visibilidad”, es decir,
de la posibilidad de ser vistos y oídos por el
resto de la sociedad. También fue el espacio
donde pudieron organizarse y discutir, donde
tomaron acuerdos y planearon las estrategias
a seguir. Es por ello que durante la primera
etapa de movilizaciones, el plantón del Zócalo
fue el principal punto neurálgico y estratégico
de la lucha magisterial; el espacio primario
desde donde pudieron organizar sus distintas
acciones de protesta, situación que les permitió
ejercer una fuerte presión diaria frente a las
autoridades federales, por lo menos hasta el
13 de septiembre, día en que fue llevado a
cabo el “operativo de desalojo”.
“Operativo de desalojo” del plantón
GHO]yFDORFRQPRWLYRGHODV¿HVWDVSDWULDV
El día 13 de septiembre, luego de
varias horas de tensión entre el gobierno
federal y la CNTE, la Policía Federal a cargo
de la Comisión Nacional de Seguridad
(CNS), entró al Zócalo de la ciudad de México
para llevar a cabo el desalojo del plantón de
maestros que a aquélla fecha cumplía 26
días. El operativo policiaco estuvo a cargo
de Manuel Mondragón y Kalb, Comisionado
Nacional de Seguridad y, de acuerdo a
distintos medios, en él participaron 3, 600
elementos de esta corporación, además de
300 policías de la Secretaria de Seguridad
Pública del Distrito Federal.
En las primeras horas del jueves 12
de septiembre, el secretario de Gobernación
Miguel Ángel Osorio Chong había emplazado
a los maestros de la CNTE a abandonar el
Zócalo para permitir que se llevaran a cabo
las festividades del Grito de Independencia el
15 y 16 de septiembre. Las alternativas que
55
Revista Digital Estudiantil de Ciencias Sociales IISUABJO Enero - Julio 2015
ofrecía a la dirigencia política del magisterio
para trasladar de manera provisional el
plantón, eran la Plaza de la República
(Monumento a la Revolución) y la Plaza de
Santo Domingo.
Ante la inminente amenaza de
desalojo, durante las primeras horas
comenzó el éxodo de algunos contingentes,
particularmente de la Sección 9 del D.F y
la 18 de Michoacán. Otros más decidieron
reforzar el campamento y resistir hasta el
¿QDO/DPD\RUtDGHHOORVHUDQPDHVWURVGH
la Sección XXII de Oaxaca, la cual nutría
mayoritariamente al plantón. Los maestros
que decidieron marcharse comenzaron
a empacar sus pertenecías rumbo al
Monumento a la Revolución que sería la
nueva sede del plantón.
Por su cuenta, el grupo que decidió
quedarse y no ceder al desalojo comenzó
a organizarse para la resistencia, ello sin
impedir la salida de quien así lo deseara.
Este es el momento en el que empiezan
a levantarse las primeras barricadas en
las principales calles de acceso al Zócalo,
particularmente en 20 de noviembre y 5
de febrero. Pasadas las 3:00 de la tarde
la tensión iba en aumento cuando el cerco
instalado en el primer cuadro del Zócalo se
había cerrado por completo. Mientras tanto
los maestros que para ese momento ya se
encontraban acorralados, reforzaban sus
barricadas y prendían algunas hogueras a la
espera de que comenzara el operativo.
Cumplido el plazo comenzó la batalla.
A las 4:15 de la tarde se dio la orden y dio
inicio la operación de desalojo. A esa hora
quedaban pocos maestros en la Plaza y por
lo mismo la Policía Federal tardo apenas 10
minutos en tomar el control; había brotes
de resistencia pero eran mínimos, algunos
grupos aislados les lanzaban piedras y
botellas, y una que otra bomba molotov.
Las columnas de uniformados habían
entrado por la calles de 5 de Mayo, Tacuba
y Moneda, a un costado de la Catedral;
en ésta última los maestros montaron una
barricada con los sanitarios portátiles que
se encontraban al lado Palacio Nacional.
Mientras tanto, las tanquetas de agua
entraban veloces y apagaban las fogatas
arrasando con todo lo que encontraran a
su paso. La policía también lanzó gases
lacrimógenos por lo que los maestros se
vieron obligados a replegarse. El Secretario
General de la Sección XXII, Rubén Núñez,
había pedido garantías a la Policía Federal
para que pudieran salir de la plaza; una vez
supervisada la ruta, el mismo encabezaría
el repliegue de sus bases sobre la Avenida
20 de noviembre.
En el camino comenzaron los
enfrentamientos, uno de los más fuertes se
daría justo en la esquina de 20 de noviembre
y Venustiano Carranza donde estaba
instalada la barricada de los maestros con
una retroexcavadora que intentaba impedir
el paso de los cuerpos policiacos. A partir
de ese momento y, durante las siguientes
dos horas, se darían por lo menos 6
enfrentamientos más. De hecho, las batallas
más fuertes se librarían fuera del Zócalo, en
sus calles aledañas, particularmente en 20
de noviembre, así como en Independencia
y el Eje Central. En esta última avenida
cerca de la Alameda Central alrededor de
las 5:00 de la tarde, el contingente donde
56
Revista Digital Estudiantil de Ciencias Sociales IISUABJO Enero - Julio 2015
marchaban los dirigentes de la CNTE fue
encapsulado en menos de un minuto por la
Policía Federal.39
Mientras esto sucedía, en la plancha
del Zócalo elementos de la Policía Federal,
continuaban echando abajo las tiendas
de campaña, carpas metálicas, lonas de
plástico y demás materiales con los que
fueron instalados los distintos campamentos
que conformaban el plantón. Los policías
amontonaban cartones, vallas metálicas,
y todo tipo de objetos a la espera de que
fueran removidos por el personal de limpieza
del Gobierno del Distrito Federal que había
entrado al Zócalo a las 5:00 de la tarde.
A las 9:00 de la noche de ese
mismo día elementos del Ejército Mexicano
arribaron a la Plancha del Zócalo para
instalar las estructuras metálicas que serían
utilizadas en la Ceremonia del Grito de
,QGHSHQGHQFLD\HQHO'HV¿OH0LOLWDUGHO
de septiembre.
Conclusiones. Hacia nuevas rutas de
conceptualización del centro histórico
No cabe duda que en las últimas
décadas el movimiento magisterial agrupado
en la CNTE se ha convertido en una de las
referencias más nítidas de la protesta social
en México. Lo importante en este caso es
que a lo largo de sus 35 años de lucha, el
centro histórico de la ciudad de México (y
particularmente el Zócalo) ha sido uno de los
espacios privilegiados para dar salida a su
amplio repertorio de acciones de protesta.
El uso de este espacio para llevar a cabo su
“plantón masivo”, nos indica la importancia
de prestar atención a la dimensión espacial
TXH VXE\DFH D HVWH WLSR GH FRQÀLFWRV HV
decir, a las maneras en que el espacio
público es considerado como un elemento
estratégico por parte de la CNTE a la hora
de plantear sus reivindicaciones.
Es en este sentido que puede
D¿UPDUVHTXHHOHVSDFLRItVLFR\VLPEyOLFR
del centro histórico de la ciudad de México
tiene la capacidad de estructurar y dar
sentido a las acciones de protesta del
magisterio. Si consideramos los eventos
reseñados al inicio, las trayectorias o rutas
de las marchas, la selección de calles y
avenidas para realizar marchas y bloqueos;
la ubicación de “blancos” (sedes legislativas,
bancos, centros comerciales, televisoras,
HWFQRVFRQ¿UPDQTXHODIRUPDHVSDFLDOGH
la ciudad afecta las maneras en que dichas
acciones son llevadas a cabo por parte de
los maestros.
Siguiendo a Lefebvre, en el punto más
crítico de esta relación (espacio y protesta),
resulta que las acciones de protesta o
las distintas prácticas de apropiación del
magisterio no sólo tienen lugar en el espacio,
sino que a través de ellas el espacio del
centro histórico también es “producido”.
Bajo esta premisa las acciones de protesta
de la CNTE pueden ser comprendidas como
“prácticas espaciales” que implican ante todo
una práctica de apropiación, esencialmente
porque: “Todo espacio está ya en su lugar
8Q NHWWOLQJ R HQFDSVXODPLHQWR HV XQD WiFWLFD SROLFLDO XWLOL]DGD FRQWUD PDQLIHVWDQWHV SDFt¿FRV
consistente en cercarlos policialmente y moverlos en bloque. La gente queda atrapada e inmovilizada hasta
TXHODSROLFtDORVYDGHMDQGRVDOLUGHXQRHQXQRWUDVLGHQWL¿FDUORVRELHQpVWRVLQWHQWDQURPSHUHOFRUGyQ
dando así la imagen falsa de manifestantes violentos que intentan desbordar la línea policial. En ambos
FDVRVODSROLFtDOOHYDYHQWDMD\ODSURWHVWDSDFt¿FDHVQHXWUDOL]DGD
57
Revista Digital Estudiantil de Ciencias Sociales IISUABJO Enero - Julio 2015
antes de la aparición de los actores en
él; estos actores son sujetos colectivos
así como individuales considerando que
los individuos son siempre miembros de
grupos o clases que buscan apropiarse
del espacio en cuestión”. (Lefebvre, 1974:
56) Por lo anterior, las categorías de uso
y apropiación adquieren relevancia para el
análisis de este tipo de fenómenos, ya que
nos permiten comprender las formas en que
las acciones de protesta de la CNTE inciden
en la producción social del centro histórico,
dejando sobre él su “huella” social y material.
Por otro lado, el reconocimiento de
estas prácticas de apropiación supone que
KD\FRQÀLFWRV\GLVSXWDVSRUHOGRPLQLRGHO
espacio público, lo cual refuerza la idea de su
carácter eminentemente político. A partir de
dicho reconocimiento, sugiero entonces que
el centro histórico de la ciudad de México
puede ser comprendido como un espacio
de disputa, es decir, como un espacio de
constante interacción y lucha entre prácticas
de apropiación, dominación y resistencia.
Lo anterior, porque ahí tienen lugar
distintas prácticas espaciales hegemónicas,
como pueden ser los “operativos” y la
instalación de cercos, etc.; pero también
se desarrollan otras diferenciales que
constantemente cuestionan y desafían al
orden social que intenta dominarlo. Entre
dichas prácticas destacaría justamente las
acciones de protesta de la CNTE, que al
apropiarse de este espacio (por ejemplo, a
través del plantón), también lo dota de nuevos
VLJQL¿FDGRV \ IXQFLRQDOLGDGHV GLVWLQWDV GH
aquellas para las que fue concebido. Los
usos imprevistos de la protesta, muchas
veces opuestos a las representaciones
dominantes, generan nuevas posibilidades
de apropiación.
Finalmente, la potencialidad de hacer
visible el componente político del espacio
público permite el reconocimiento del centro
histórico como un espacio privilegiado en
el que se expresan las contradicciones y
tensiones que vive la ciudad. A partir de
estas ideas es posible dimensionar al centro
histórico de la ciudad de México más allá
de la perspectiva arquitectónica o histórico-
monumental, recuperando así su dimensión
política (pero también simbólica) en la que
destacan los usos o las prácticas espaciales
de la protesta.
Bibliografía
Arendt, Hannah (1958). The Human
Condition. Chicago: The University
of Chicago Press. Versión en
español: La condición humana.
Barcelona: Paidós, 1993.
Habermas, Jürgen (2006). Historia
y crítica de la opinión pública.
Barcelona, Gustavo Gili. Edición
original, Berlín, 1962.
Lefebvre, Henri (1968). El Derecho
a la Ciudad. España, Ediciones
Península.
_____________ (1972). Espacio y
Política; El Derecho a la Ciudad II.
España, Ediciones Península.
___________ (1974). La producción
del espacio. Versión original en
francés La production de l’espace.
París, Francia, Éditions Anthropos.
Massey, Doreen (1985). “New
58
Revista Digital Estudiantil de Ciencias Sociales IISUABJO Enero - Julio 2015
Directions in Space”, en Gregory,
John Derek, Social relations and
Spatial Structure, London, McMillan
BBBBBBBB ³/D ¿ORVRItD \ OD
política de la espacialidad: algunas
consideraciones”, en Arfush, Leonor
(compiladora). Pensar este tiempo.
Espacios, afectos, pertenencias,
Buenos Aires, Paidos
Consultas vía internet
Aboites, Hugo (2013). “Una
experiencia de evaluación desde
abajo en el estado de Guerrero:
contra la evaluación externa,
uniforme, autoritaria y centralizada,
una alternativa de los maestros”,
en: Homo erectus. Educación y
cultura política. México, noviembre-
diciembre, año 2 no. 4. págs. 2-15.
En línea: http://es.scribd.com/
doc/195040775/Homo-Erectus-4-
WEB. (Consultado 22/10/14)
Aboites, Hugo y Estrella González
(2014). “La insurgencia de los
maestros mexicanos en el 2013”, en:
$QXDULGHO&RQÀLFWHVRFLDOpágs.
768-813. En línea: http://revistes.
ub.edu/inde x . p h p /ACS/article/
viewFile/10360/13152 (Consultado
22/10/14)
Hernández Navarro, Luis (2013. “La
cal(am)idad educativa y la resistencia
magisterial”, en Revista El Cotidiano, no.
179, UAM-Azcapotzalco, págs. 5-25.
En línea: http://revistes.ub.edu/index.
php/ACS/article/viewFile/10360/13152
(Consultado 22/10/14)
Silas-Casillas, Juan (2014). “¿Qué ha
pasado con la educación en México
tras la reforma educativa de 2013?”,
en Análisis Plural, primer semestre
de 2014. Jalisco: ITESO. págs.
233-244. En línea: http://rei.iteso.
mx/handle/11117/1464?show=full
(Consultado 22/10/14)
Revista El Cotidiano, (2013). No. 179,
UAM-Azcapotzalco. En línea: http://
elcotidianoenlinea.com.mx/beta/
numeros.asp?edi=179 (Consultado
22/10/14)
Rizzo Pablo (2010). “El Espacio
Público de la ciudad de Mendoza
(Argentina), espacio de disputa y
expresión de ciudadanía”, en ACME:
AN International E-Journal for Critical
Geographies, Universidad Nacional
del Cuyo, pp. 164-190. En línea:
http://www.acme-journal.org/vol9/
Rizzo10.pdf (Consultado 22/10/14)
Umaña, Lorena (2014). “Las
representaciones sociales sobre el
Zócalo de la Ciudad de México como
espacio para la protesta. Estudio
HWQRJUi¿FR HQ HO FRQWH[WR HOHFWRUDO
de 2009”, en Revista Mexicana
de Opinión Pública, enero- junio
2014, pp. 73-95. UNAM. http://www.
revistas.unam.mx/index.php/rmop/rt/
printerFriendly/44799/0 (Consultado
22/10/14)