Nacido en 1931 y muerto en 2007, Richard Rorty se formó en las universidades de Chicago y de Yale y, aunque se adhirió inicialmente a la filosofía analítica, pronto se volvió un crítico severo de ella y en general de toda la filosofía esencialista centrada en las grandes preguntas. Conocido militante del pragmatismo iniciado por John Dewey, Rorty cuestionó siempre las verdades absolutas y los significados inamovibles y, en contraposición, sostuvo que las ideas deben ser valoradas por su utilidad para facilitar una mejor convivencia social y para que los hombres sean más felices. Nacido en una familia de izquierda, nunca renunció a determinadas reivindicaciones sociales, aunque cierta crítica lo acusa de haberse sometido en demasía a la sociedad del bienestar.