ArticlePDF Available

Mujeres Migrantes como “Transformadoras de Cultura”: un método experimental para la transferencia de la identidad cultural

Authors:

Abstract

El presente artículo es de naturaleza descriptiva y está basado en un trabajo experimental. El objetivo principal es proponer una herramienta metodológica alternativa, que comulgue los principios de la investigación cualitativa tradicional y estrategias de intervención socio-comunitaria a través de la metodología de la investigación-acción participativa (IAP), con la doble finalidad de explorar la identidad cultural de las personas inmigrantes y transformar diálogos intergeneracionales (en el seno de las familias migrantes) conflictivos en diálogos interculturales constructivos y positivos, basados en procesos de aprendizaje desde la aplicación del enfoque apreciativo. La dinámica descrita aquí es la “caja de vida”, una poderosa herramienta transformadora dentro de un proceso de IAP con mujeres inmigrantes de diferente origen en Euskadi. Las mujeres migrantes en la literatura se identifican como principales “portadoras” de valores humanos e identidad cultural. Se demuestra que también son “transformadoras” de cultura, al desarrollar un papel activo en el diálogo intergeneracional.
1
Mujeres Inmigrantes como “Transformadoras de Cultura”. Un Método
Experimental para la Transferencia Intergeneracional de la Identidad Cultural
Maria Luisa Di Martino, Universidad de Deusto
Ricardo J. Sánchez Cano, Universidad del País Vasco
Resumen
El presente artículo es de naturaleza descriptiva y está basado en un trabajo
experimental. El objetivo principal es proponer una herramienta metodológica
alternativa, que comulgue los principios de la investigación cualitativa tradicional y
estrategias de intervención socio-comunitaria a través de la metodología de la
investigación-acción participativa (IAP), con la doble finalidad de explorar la identidad
cultural de las personas inmigrantes y transformar diálogos intergeneracionales (en el
seno de las familias migrantes) conflictivos en diálogos interculturales constructivos y
positivos, basados en procesos de aprendizaje desde la aplicación del enfoque
apreciativo. La dinámica descrita aquí es la “caja de vida”, una poderosa herramienta
transformadora dentro de un proceso de IAP con mujeres inmigrantes de diferente
origen en Euskadi. Las mujeres migrantes en la literatura se identifican como
principales “portadoras” de valores humanos e identidad cultural. Se demuestra que
también son “transformadoras” de cultura, al desarrollar un papel activo en el diálogo
intergeneracional.
Palabras clave: Identidad cultural, diálogo intergeneracional, diálogo intercultural,
mujeres migrantes, familias migrantes, investigación apreciativa.
Abstract
This paper has a descriptive nature, based on an experimental work, and its main aim is
to propose an alternative methodological tool, which is able to gather the principles of
the traditional qualitative inquiry and socio-community intervention strategies. This
method is suitable for exploring both immigrants’ cultural identity and transforming
conflictive intergenerational dialogues (in the core of immigrants’ families) into
constructive and positive intercultural dialogues, based on a learning process through
the application of the appreciative approach. This paper describes the dynamic of the
“life box” as a powerful transforming tool in a participatory action-research process
carried out with immigrant women from different origin and located in the Basque
Country. In migration studies migrant women are identified as “bearers” of human
values and cultural identity. The main findings show that they also are “transformers” of
culture, having an active role in the intergenerational dialogue.
Keywords: Cultural identity, intergenerational dialogue, intercultural dialogue, migrant
women, migrant families, appreciative inquiry.
2
Introducción
La globalización ha propiciado una extensa cultura de migraciones internacionales, y en
esta movilidad tanto las fronteras políticas como las fronteras de la “identidad” de las
personas que transitan a lo largo del planeta se ensanchan, creando cada vez más
identidades híbridas (Suárez-Orozco, 2003; Boggio, 2016; Falicov, 2007; Castles, 2000;
Arango, 2004). Sin embargo, hablar de identidades no es un asunto fácil, ya que el
término en sí conlleva un abanico amplio de conceptos, teorías y significados, además
como un hilo interdisciplinario e interseccional en el ámbito de estudio de las
migraciones internacionales, ya que cruza las varias categorías de nacionalidad, etno-
culturalidad, clase, educación, profesión y género. En el caso de las personas migrantes,
por el hecho de que su identidad se define a priori a partir de “su condición de sujeto
fronterizo” entre dos mundos, entre dos sociedades, se hallan viviendo en una tensión
constante (Nash, 2005; Boggio, 2016; Vereda Muñoz 1999, 114). Según informes de la
Organización Mundial de las Migraciones (OIM), “el estrés por aculturación, que
genera una disminución de su estado de salud, sentimientos de marginalidad, aumento
de trastornos psicosomáticos, confusión de identidad y presencia de trastornos ansiosos
y depresivos” (Alarcón, 2016; Di Martino, 2016).
En este proceso, cabe destacar el hecho de que es difícil abordar la problemática de la
identidad individual en las migraciones, ya que intervienen diferentes estructuras en su
construcción o “(re)adaptación, considerando que la identidad tiene una estructura
multidimensional (donde el referente puede ser la nación, la religión, la lengua, la
raza…)” (Vereda Muñoz 1999, 114). Por tanto, el equilibrio entre las diferentes facetas
de la identidad se construye cotidianamente en función de los contextos de acción, de
las circunstancias, de las situaciones, de los talantes, de los interlocutores.
En general, se puede afirmar que las personas en situación de movilidad, durante su
proceso migratorio están ocupadas en la actividad de (re)negociación de una nueva
identidad que sintetice los elementos culturales de origen y destino (Suárez-Orozco
2003, 1), y que toca aspectos psíquicos y físicos de la identidad. En este sentido, la
literatura sobre el arraigo y la adaptación psico-social de las personas inmigrantes revela
que hay dos situaciones fundamentales que pueden darse en la trayectoria migratoria:
las personas migrantes, de hecho, pueden destacar la nueva identidad positiva o
negativamente, imponiendo un distanciamiento entre el yo individual y el yo social. En
estrategias positivas, se pueden hallar personas que remarcan elementos de la nueva
identidad que lo destacan del grupo. Las estrategias negativas se hacen evidentes
cuando hay personas inmigrantes que, por ejemplo, denigran los comportamientos y
valores de otros compatriotas (Díaz y Gonzáles 2011, 145) y reniegan de su identidad
cultural.
3
El proceso de transformación para alcanzar una identidad en equilibrio a lo largo de la
vida no es estable ni acabado, ya que depende de factores internos y externos que
mueven los cimientos de nuestras vidas en todo momento. En el proceso migratorio se
da de forma más evidente en el entrelazarse de dos mundos y culturas. Por ende, “la
identidad étnica es un dominio de identidad personal y de grupo que cambia a través del
contexto del continuo de vida” (Noriega, et al., 2009), de ella puede depender el éxito o
fracaso de la arraigo y de la experiencia migratoria. De hecho, estudios demuestran que
un sentido de la identidad ligada a un grupo etno-cultural claro y establecido lleva a
mejor identidad personal y al éxito, mientras que una identidad más débil en afiliación a
un grupo etno-cultural crea instabilidad, inseguridad, emociones y autoestima negativa
(Noriega, et al. 2009, 103; Suárez Orozco, 2003; Díaz y González, 2011). Dentro de la
experiencia migratoria se reactiva la renegociación de la identidad, porque el individuo
se encuentra en un nuevo contexto, un contexto que no ofrece las mismas condiciones
de seguridad social como en el país de origen, pues tiene que enfrentarse con nuevos
miedos y nuevos desafíos. La migración representa también desafíos socio-emocionales,
sobre todo para los recién llegados, y para los niños y niñas y adolescentes, por ejemplo,
en el entorno escolar (Suárez Orozco 2016, 12).
Por consiguiente, este proceso podrá afectar a la autoestima de la persona a causa de la
comparación social, que si es negativa creerá una “identidad social inadecuada” (Díaz y
González 2011, 138). Además de eso, el caso de las personas inmigrantes, el sentido de
pertenencia se encuentra en una oscilación constante entre dos grupos diferentes.
Pertenecer a dos mundos a la vez conlleva a una renegociación de la propia identidad
presente, pasada y futura en el tiempo actual, más allá de las fronteras culturales
(Boggio, 2016). ¿Cómo se resuelve este dilema en las familias migrantes y cómo se
trasmite de madres a hijas e hijos es la cuestión que se desarrolla en este artículo?
En el contexto migratorio la creación de una identidad cultural pasa por diferentes fases:
se toma conciencia del propio ser, entendido como “raza”, se explora hacia fuera, y
luego se interioriza como propia identidad étnica y cultural. Este proceso no hubiera
ocurrido en un contexto de continuidad cultural (Suárez-Orozco 2003, 3). La creación
de la identidad a partir de la etapa adolescente, en las segundas generaciones de
inmigrantes, sirve de referencia también para explicar el proceso de transformación por
el cual pasa el sujeto migrante adulto, en el caso de este método experimental, la
indagación se centra en las mujeres inmigrantes donde hay una componente más a
analizar que es la identidad cultural de origen en su pasaje a hijos e hijas en destino.
4
Por ende, se podría afirmar que, en la interrelación con individuos y sociedades de
origen y destino, un sujeto ha conseguido su identidad cuando reconoce un sentido de
pertenencia. Solo si se nutre un interés constante por el propio país de origen y un lazo
estable con las propias raíces, se puede seguir manteniendo un sentido de pertenencia a
la propia cultura de origen (Suárez-Orozco 2003, 3-5). Mientras que, en el país receptor,
se diferencia entre sistemas de grupos y subgrupos (Neuburger, 2003).
En particular, Neuburger diferencia entre las relaciones interpersonales y las relaciones
de “pertenencia”, y se enfoca en las interacciones como transformadoras de la identidad
personal, ya que el sujeto, en la interacción con otras identidades y culturas, las
interioriza y, por consiguiente, relaciones, entornos y contextos, que dan forma al
“sentido de pertenecía”, que inevitablemente le transforman, según el tipo de relación
que la persona instaura con otras personas (Neuburger 2003, 170). Esta teoría de la
interrelación se instaura dentro de las teorías eco-culturales de los sistemas de grupos
(Noriega, et al., 2009). Por tanto, “(…) el individuo tiene conciencia de la pertenencia a
un grupo determinado, así como el carácter positivo o negativo de dicha pertenencia en
comparación con otros grupos”. Cabe señalar que “la fuerza de la teoría eco-cultural y
socio-cultural vincula la investigación universal y específicamente comunitaria, pues se
enfoca sobre procesos institucionales individuales e interpersonales considerados
universales” (Cole 1996, citado en Noriega, et al. 2009, 104).
En cuanto a las ventajas y desventajas del proceso de adaptación o aculturación de las
identidades en tránsito, según Falicov (2002) se ha visto el nacer de identidades
transculturales, el desarrollar la habilidad de manejar diferentes códigos culturales al
mismo tiempo. Las personas más jóvenes tienen más ventajas, ya que las identidades
transculturales resultan ser más adaptativas en la era actual de la globalización y del
multiculturalismo, por consiguiente el modelo asimilacionista unilateral ya no es una
opción viable (Suárez-Orozco 2003, 16).
Ahondando un poco más en las estrategias para los procesos adaptativos, la situación
migratoria en si misma podría provocar un estado de oscilación constante de la
identidad “fronteriza”, como revelan los estudios empíricos de Nash, Tello y Benach
(2005) cuando hablan de los “intersticios” como lugares de tránsito para las identidades
migrantes en un proceso de re-negociación. Sin embargo, hay que considerar también el
hecho de que podrían no estar reconstruyéndose, o transformándose, dentro de un
proceso de desarrollo estable, sino más bien inestable: “Ni ciudadano, ni extranjero, ni
totalmente al lado de uno mismo, ni totalmente al lado del otro (…) el inmigrante se
sitúa en la frontera del ser y no/ser social” (Vereda Muñoz 1999, 115).
5
En este caso, justamente, las personas migrantes pueden experimentar “procesos
adaptativos” desde la negación, “que conllevan la ocultación de marcas identitarias,
hasta la modificación del vestuario, peinado o aspecto físico”. Este proceso de
modificación de la propia identidad, que intenta asimilar elementos del país de origen es
conocido como “identidad sustractiva”, o la que Goffman (1970) identificaba también
con el “encubrimiento” en las formas de autorrepresentación de la persona migrante
(Vereda Muñoz, 1999). En segundo lugar, la situación migratoria podría revelarse
positiva, ya que, en muchos casos, el marco dual (origen-destino) para las personas
migrantes de primera generación suele ser una ventaja, porque les proporciona una
comparación donde siempre hay una mejor situación que reside en la elección misma de
migrar. En cambio, en otros casos, es el optimismo que mueve los pasos de las personas
en su proyecto migratorio, porque “están suportadas por el deseo de sustentar a sus seres
queridos” en origen, que hace más liviano el esfuerzo (Suárez-Orozco 2003, 2-3).
Así que, no siempre la ruptura genera un “proceso traumático”, sino que a veces puede
ser vivida como una “liberación de normas sociales rígidas”, implantadas en las
sociedades de origen (Díaz y Gonzáles 2011, 145). Finalmente, el proceso de
adaptación a través de la ruptura con la sociedad de origen, a veces es un proceso
traumático, otras veces es liberatorio, porque hace que el individuo rompa con las
normas rígidas del país de origen con las cuales no se identifica (Díaz y González 2011,
145). Aunque, la ruptura, por otra parte, puede darse también por la separación que se
da entre el ser y el hacer, “entre los valores personales y la posibilidad de ponerlos en
práctica en la sociedad en la que se ubica el individuo” (Vereda Muñoz 1999, 115).
Como señala Carola Suárez-Orozco (2003) las personas migrantes extranjeras la
comparación entre dos mundos, dos situaciones o dos condiciones existenciales, de
todas maneras, proporciona la explicación correcta, reconstruida, rectificada, o la razón
misma de la proyección de haber cumplido con las aspiraciones pre-migratorias, no
obstante los momentos de desasosiego, depresión, o soledad vividos durante el proceso.
Ese marco dual de comparación, por tanto, también le da sentido a la experiencia
migratoria, aunque de forma retrospectiva, y le entrega coherencia interna a la identidad
en tránsito, permitiéndole afirmar que ha valido la pena, y que el proyecto migratorio no
ha sido un fracaso. En base a las anteriores reflexiones, se quiere describir en este
artículo una herramienta que podría propiciar un cambio positivo en la transferencia de
identidad cultural de madres a hijas e hijos, y otros miembros de la familia, en aquellos
caso donde sería necesaria una intervención para los procesos adaptativos de
inmigrantes de segunda generación, pero que pasa por un cambio actuado primero a
partir de los inmigrantes adultos.
6
Transferencia de Identidades Intergeneracionales en Familias Migrantes
“La palabra ‘Yo’ no indica un origen en acción, sino un logro relacional” (Gergen
2015, 207). Con esta frase Kenneth Gergen abre el debate sobre la existencia de
múltiples yoes, múltiples identidades, que se mueven en las aventuras de la vida diaria
de la co-creación relacional. Según el enfoque de construccionismo socio-relacional,
pues, este “yo” es el punto de partida para otras identidades, otras relaciones y acciones
de transformación cultural que tienen un potencial desarrollo en acción y agencia, y que
contribuyen a donar significado al análisis de las dinámicas de la identidad dentro de los
contextos diferentes de las familias migrantes.
Cada relación es una historia compartida y esta explicación de múltiples “yoes”
establece senderos para considerar diferentes trayectorias relacionales. Por tanto, el
enfoque de este trabajo parte de la argumentación que las mujeres inmigrantes no
solamente son “portadoras” de cultura (Okin, 1994), sino también son
“transformadoras” de cultura (Siim 2007, 4) dentro del contexto y ambiente intra-
familiar y extra-familiar, siendo así un elemento social y político proactivo.
Por otro lado, Contreras Soto (2007, 24) habla de “construcción simbólica dentro de
contextos estructurados”, por lo tanto, integra elementos esenciales del que llama “ego
migrante”, que se aborda aquí en términos de identidad subjetiva y colectiva dentro del
planteamiento de la estructura socio-cultural.
La construcción simbólica, de hecho, adquiere una importancia fundamental para la
elaboración de la identidad cultural de origen desde el campo de acción del país de
destino. En su primera tesis sobre la interacción simbólica, Blumer (1969) habla de las
relaciones interpersonales como una reacción de las personas en la relación con el
mundo externo, partiendo de los objetos externos y los significados con los cuales éstos
se asocian. En la segunda tesis, habla de la interacción es entre el ser humano y el
mundo externo como elemento que define el contexto de las cosas. La tercera tesis
implica la transformación del concepto del mundo a través de la traducción y el proceso
de evaluación, que el individuo usa cuando interactúa con el mundo externo (Mella,
1998).
Este mecanismo es la guía que se sigue en la dinámica preparada para explorar la
trasformación de la identidad cultural en las mujeres inmigrantes y para su
reelaboración dirigida a la transferencia intergeneracional de madres a hijas e hijos de
segunda generación. Desde el interaccionismo simbólico el “Yo”, o identidad, se
construye y desarrolla a través de la agencia de los individuos que interactúan en las
relaciones sociales.
7
Por un lado, el proceso de construcción de la identidad está desarrollado basándose en el
espacio y en el tiempo, en el contexto social en el que el “Yo” está involucrado, y
retorna al “Yo” a través de la auto-imagen, el auto-concepto, roles establecidos,
posiciones sociales y estructuras relacionales (Gergen, 2015).
Por otro lado, cabe mirar que hay detrás de los roles, para analizar el lenguaje
simbólico, contenidos, y códigos que están todavía ocultos y que están articulados
detrás de la vida diaria de sujetos en continuo cambio y evolución, que son los únicos
creadores de sus realidades, a través del que Blumer definía el “acto creativo” (Mella
1998, 6), que también se asimila al que Gergen define “fascination act” (2015).
En este sentido, la psicología social y las teorías sociales evitan el reduccionismo de la
psicología del sujeto como elemento monolítico y estático, para añadir valor a la
perspectiva de la construcción socio-relacional de la identidad, basada en las
interrelaciones socio-comunitarias y humanas. Por ende, su influencia va en doble
sentido: una vertiente está relacionada con el mundo externo o dimensión eco-cultural
(Gallimore, et al., 1993), donde la ecología, el medioambiente y la familia tienen fuerte
vínculos e influencian en el desarrollo de los niños y niñas en la sociedad.
En cambio, la otra vertiente está relacionada con el proceso contrario, de la dimensión
interior hacia la dimensión exterior. Ambas son válidas y se toman como referencias
conceptuales para la base de esta experimentación. De hecho, “Inspirado en el modelo
de Bronfenbrenner (1989), la teoría de sistemas y la ecología llegaron a desarrollar un
cuerpo teórico que asume a la cultura como un conjunto de sistemas concéntricos o
satelitales, conformando una gama de relaciones que son interdependientes entre si y
configuran un escenario de transiciones. Los sistemas relacionales como la familia,
escuela, trabajo, pareja, amigos se definen en términos de competencias que
incrementan en dificultad y definen las normas requeridas para incluirse en sistemas de
complejidad progresiva. La persona vive en su micro-sistema con vínculos a través de
los contextos o mesosistemas e interactúa con ecosistemas dístales y macrosistemas
vistos a través del tiempo histórico (crono-sistema). En este modelo la cultura es
definida como valores y costumbres sociales y subyace entre las propiedades dístales
del exosistema. Este modelo no ubica la cultura como una propiedad explicita de las
personas, ve a la cultura como algo que la gente construye de sus experiencias a través
de los contextos, como hacen sentido o conciencia de sus mundos” (Noriega, et al.
2009, 102).
8
El proceso de reconstrucción de la identidad y la re-negociación vivida por las personas
inmigrantes, en el caso de este experimento, por las mujeres inmigrantes en el País
Vasco, el país de destino tiene un impacto directo en sus vidas, como en las
experiencias de las familias, en los hijos y en las parejas. Este impacto, además, tiene
una alta resonancia en las familias de origen, por ejemplo, en el caso de las cadenas
transnacionales de cuidado (Russel, 2008) y en el caso de relaciones a larga distancia a
través de las nuevas tecnologías, en las cuales la distancia emocional es un elemento
estresor; o en situación de largo tiempo esperando la reunificación por ley.
La identidad del “nosotros” necesita de la construcción de un vínculo, además, el
vínculo ha de tener un valor específico y el lenguaje, la comunicación verbal, es el
vehículo principal de construcción de valores (Gergen 2015, 270). Sin embargo, el
lenguaje simbólico es mucho más poderoso, ya que crea fuertes vínculos
inconscientemente, por ende, es muy interesante observar, analizar y comprender junto
con las mujeres participantes lo que se ha dicho con el lenguaje (simbólico) contenido
dentro de las “cajas de vida”, y lo que se esconde más allá de él. Es importante, en este
sentido, crear el valor, que sería lo que Gergen llama proceso de “fascination” (Gergen
2015, 270; Gergen 1985, 5).
El proceso de “fascinación” conlleva un momento preciso y un significado específico
ligado al seno familiar y a las relaciones en las cuales los vínculos y las emociones están
atados entre los miembros. La “fascinación” es un momento mágico, un acto
comunicativo mágico, que permea los momentos y los hitos más importantes de las
vidas de las personas, como los rituales, pero raramente se traslada a acciones de la vida
cotidiana.
El construccionismo socio-relacional es la base teórica de esta idea, que invita a retar la
mente ontológica, el típico pensamiento clásico de la cultura occidental, e invita a tomar
en consideración los orígenes de las suposiciones como la bifurcación entre emociones
y racionalidad; entre motivaciones y memorias; relaciones e identidades (Gergen y
Davis 1985, 5). Sería interesante observar el hecho de que detrás de las narrativas, y de
las historias de vida de estas mujeres inmigrantes, hay otros significados, que se pueden
expresar en forma simbólica a través del lenguaje no verbal de una forma aún más rica e
intensa que el lenguaje hablado, las narrativas, porque es importante la construcción que
se esconde detrás del producto final. Por tanto, la alternativa metodológica empleada,
las “cajas de vida” como elemento capaz de producir aquella “fascinación” necesaria
para ir más allá de la construcción narrativa consciente y con carácter retroactivo a
menudo guiada por la persona entrevistada.
9
Se propone como una herramienta, entre otras, innovadora, eficaz y eficiente, en el
campo de la investigación participante desde un enfoque interdisciplinarios, en el cual
se emplean diferentes disciplinas, como la psicologías social, la antropología y la
sociología, no solamente con el fin último de crear nuevos conocimientos; sino también
como herramienta útil para recoger información en terreno, analizar vidas y formas de
transmisión intercultural e intergeneracional de identidad como instrumento de re-
construcción de vínculos emocionales dentro del seno de las familias migrantes.
A través del método de las “cajas de vida”, por ende, se pretende recoger la principal
parte emocional de las experiencias de vida de las mujeres inmigrantes, para dar una
prueba tangible de la idea de realidad que están viviendo y sintiendo. Además, para dar
una oportunidad de transformarla en algo que quieren, añadiendo valores y
agradeciendo por ella. Este sería el punto de partida de un trabajo personal de
construcción de un diálogo intercultural e intergeneracional a la vez dentro de sus
familias y con sus hijos e hijas. Este método puede crear una conexión directa entre
origen y destino, y dar sentido a acciones y reacciones, causas y efecto, en el proyecto y
la experiencia migratoria de estas familias.
Finalmente, permitiría crear solidaridad, comprensión mutua, un ambiente afectivo más
cercano entre los miembros de las familias migrantes, influenciando positivamente y de
manera apreciativa la vida de las segundas generaciones de migrantes y sus familias. La
adopción de un enfoque alternativo y socio-construccionista desde la indagación
apreciativa a través de la herramienta de las “cajas de vida” es una técnica que permite
capturar las experiencias de la vida diaria de las familias participantes y sus procesos
sociales, a través de la identificación tangible de elementos identitarios e hitos
personales y psicosociales dentro de un ambiente diferentes y dentro de un proceso de
adaptación y renegociación de identidades. El objetivo principal de este artículo es
mostrar la comprensión lograda a través de cómo las mujeres inmigrantes construyen el
mundo y cómo transfieren su legado identitario a las futuras generaciones.
Las mujeres como regentes de las estructuras familiares son los principales vectores de
transmisión de valores, identidades y culturas para sus hijas e hijos, de forma consciente
o inconsciente (Siim, 2007). Así que, ellas se consideran el vector principal del dialogo
intercultural e intergeneracional que se establece en los hogares. Las preguntas que se
plantean aquí son las siguientes: ¿Cuáles son los elementos que determinan la identidad
cultural desde su posición de inmigrantes? ¿Cuáles elementos simbólicos se mantienen
para representar la conexión con el país de origen? ¿Cuáles se descartan? Y, finalmente:
¿Cuáles se transforman y cómo para el proceso de adaptación en el medio del proyecto
migratorio?
10
Estas son algunas de las cuestiones que se quieren responder, para planear un futuro
modelo de intervención social efectivo basado en la co-creación del proceso de
adaptación como proceso intercultural, a través del diálogo intergeneracional en el seno
de las familias migrantes y dentro de las comunidades en el país de destino.
Otra cuestión importante es reconocer dónde se hallan aquellos “elementos
estabilizadores” (Gergen 2015, 208) que permiten la transferencia de la identidad
socio-cultural dentro de las familias migrantes, y que permiten la adaptación después de
haberse transformado en el país de destino en elemento de co-educación de los
miembros de las familias migrantes.
En realidad, los seres humanos actúan por imitación, para identificar y crear patrones
que son acciones básicas del proceso de socialización (Gergen 2015, 210). Muchos roles
se adoptan de acuerdo al contexto en el que el individuo se instala y desarrolla, y dichos
roles dependen, por ende, de las interrelaciones establecidas con el entorno.
En las familias migrantes los padres predisponen la identidad cultural de sus hijos e
hijas desde origen, al mismo tiempo que sus hijos e hijas se preparan para un futuro rico
de retos potenciales y oportunidades en el país de destino. Siguiendo este hilo
conceptual, este trabajo propone que la cuestión de las múltiples identidades es
fundamental para las familias migrantes como proceso de adaptación, ya que ellas están
libres de las cargas de la coherencia con roles heredados en origen; ya que el proceso
migratorio conlleva la hibridación entre culturas como proceso de aprendizaje sobre
lidiar con la parte emocional y racional de la experiencia migratoria.
Percepción de las personas migrantes acerca de la identidad en el País Vasco
Cabe evidenciar algunos datos recogidos de fuentes secundarias, para ver la cuál es la
percepción general de la población migrante en la Comunidad Autónoma de Euskadi
(CAE), donde se considera necesario cierto tipo de intervención.
“(…) un 8,7% de esta población desarrolla su vida en un marco de convivencia afectado
por problemas graves de separación familiar y un 8,8% experimenta en su entorno
problemas de soledad o tristeza. Un 11,9% ha conocido, por otra parte, problemas de
rechazo que han afectado a alguna persona de la unidad de convivencia, quedando éstos
asociados a la condición de extranjero, a la religión o a aspectos de tipo racial. El
cuatrienio 2010-2014 se caracteriza sin embargo por una sustancial reducción del
impacto de las problemáticas consideradas. La reducción es del 11,5 al 8,7% en lo que
se refiere a la incidencia de los problemas graves de separación familiar, del 18 al 8,8%
en lo relativo a los problemas de soledad y tristeza y del 28,6 al 11,9% en lo que
respecta a la percepción de problemas de rechazo por la condición personal (…)” (EPIE,
2015, 56).
11
“(…) A pesar de ello, esta percepción de rechazo aún supera niveles del 15%, con cifras
situadas entre el 16,5 y el 23,5%, entre la población procedente de Rumanía y otros
países orientales de la U.E., Colombia/Ecuador/Perú, Bolivia y Senegal. Este último
grupo, de origen africano, tiene los niveles máximos en las problemáticas analizadas,
siempre por encima del 15%, en lo relativo a los tres indicadores considerados
(separación familiar, soledad/tristeza y percepción de rechazo)” (EPIE 2015, 56).
En cuanto a la percepción de pertenencia/rechazo, según la Encuesta de Población
Inmigrante Extranjera (EPIE) en el País Vasco se refleja lo siguiente: en la
aproximación al grado de identificación con la CAE por parte de la población de origen
extranjero mayor de 16 años, un primer aspecto a destacar es que un 88,6% de esta
población tiene una valoración positiva de la población autóctona (87% en 2010) por
apenas un 0,4% de opiniones negativas (un 11% se posiciona como indiferente o no
contesta)” (EPIE, 2015).
“El sentimiento de integración en la CAE resulta más matizado entre la población
analizada. La proporción de personas que se sienten muy integradas en Euskadi no pasa
del 29,1%. Sin embargo, otro 51,5% señala sentirse bastante integrado en la comunidad.
Resulta con todo significativo comprobar que hasta un 80,6% de las personas con
origen extranjero mantienen una posición claramente orientada hacia la parte positiva de
los niveles de integración. Aunque esta cifra es similar al 80,8% de 2010, la parte que
refleja mucha integración aumenta del 23,5% al 29,1% entre 2010 y 2014. La población
que se siente poco o nada integrada en la CAE supone sin embargo un 19,4% del total,
en línea con el 19% de 2010. Los colectivos en los que mayor proporción adquieren las
posiciones de escasa integración corresponden a la población con origen en China
(50,6%) y, en niveles ya situados entre el 27,8 y 32,5%, a la procedente de Rumanía y
otros países orientales de la UE, Magreb, Resto de África y Resto del Mundo. El
indicador se sitúa en torno al 20% entre las personas procedentes de Bolivia y Senegal.
En relación a los grupos señalados, destaca el aumento superior a los 10 puntos en la
percepción de falta de integración en el grupo procedente de los países de la Unión
Europea Oriental y del Resto del Mundo. En sentido contrario, los mayores niveles de
percepción de mucha integración, con cifras cercanas o superiores al 50%, corresponden
a la población procedente de los países occidentales de la UE y de
Argentina/Chile/Uruguay. En línea con los datos mencionados con anterioridad, un 76%
de la población de origen extranjero mayor de 16 años muestra un importante nivel de
identificación con la CAE. En un 42,3% de los casos se refleja bastante identificación y
en un 33,7% mucha, por encima en este último caso del 30,7% de 2010. En contraste,
un 24% se posiciona como poco o nada identificada con la CAE (23,1% en 2010)”
(EPIE 2015, 134-135).
12
Finalmente, cabe destacar que los datos demuestran que la identidad étnica y nacional
adhiere a los orígenes, y sentirse orgullosa de su propia identidad es el sentimiento más
importante para las personas migrantes en el País Vasco. Por tanto, en este estudio se
quiere evidenciar la fuerte conexión con el origen para las personas inmigrantes, añadir
valor y transformar ese sentimiento de ser híbrido a través de la herramienta de la
indagación apreciativa, con el objetivo de proponer y promover una imagen y
sentimiento no-conflictivo, útil al legado intergeneracional que se pasa de padres a
hijos. Esta transferencia será analizada en las conclusiones, reflejando los resultados de
la sesión de investigación-acción participativa.
¿Por qué se necesita una metodología innovadora para la transformación social?
Este enfoque metodológico empieza desde el análisis de una combinación de elementos
de la vida diaria de las mujeres inmigrantes, protagonistas de este método aplicado
experimental de las “cajas de vida” como herramienta tangible de narrativas biográficas,
que mezclan elementos reales y simbólicos. Además, ellas están involucradas en las
actividades de la asociación local de mujeres inmigrantes de Basauri, “Echando
raíces”, participando activamente con sus hijas e hijos. Finalmente, ellas representan el
vínculo principal con el mundo externo, la vida asociativa, donde la investigación ha
tenido lugar. Esto significa que también son las principales protagonistas de los
procesos de integración psico-social y eco-cultural que involucran a las familias en el
pasaje de origen a destino, donde lo local no engloba a lo extranjero, sino que lo
extranjero se abre nuevos caminos a nivel local en las sociedades de acogida en
actuaciones performativas, en las cuales la conciencia mágica y el poder de
transformación es un valor perdido en la vida postmoderna de las sociedades y culturas
del mundo occidental.
“Según Gergen, la auto-observación es el factor clave en la construcción del auto-
concepto y en el desarrollo de la identidad: la gente puede transformarse en objetos para
nosotros y nosotros podemos vernos desarrollar roles diferentes, en los cuales estamos
involucrados y podemos darnos una idea de quiénes somos” (Renau Ruiz, et al. 2013,
163). Por tanto, a través de la herramienta de las “cajas de vida”, pretendemos
reconstruir la principal parte emocional en las experiencias de vida de las mujeres
inmigrantes, con el objetivo de dar una prueba tangible de las realidades que estas viven
y habita, de los sentimientos que florecen en su interior; finalmente, se quiere dar la
oportunidad de transformarlos en lo que ellas más desea, añadiendo valor y
agradeciendo por la herramienta que transforma problemas en soluciones. La idea es
que ellas sean independientes y puedan seguir trabajando con la herramienta en sus
hogares con sus hijos e hijas.
13
La estrategia metodológica es importante para este trabajo, ya que se basa en una
herramienta específica que conlleva la propuesta de un método alternativo con un
enfoque apreciativo. La metodología más pertinente es cualitativa y se desarrolla a
través de la investigación-acción participativa (AIP) desde el enfoque del socio-
construccionismo relacional. Además, cuenta con la aplicación del enfoque de la
indagación apreciativa para el análisis e interpretación de las narrativas de las mujeres
participantes. La indagación apreciativa consiste en la escucha activa de las narrativas
construidas por las participantes y la intervención por parte de un especialista que a
través de preguntas abiertas y construidas en positivo conjuntamente con las
participantes, intenta transformar problemas y sentimientos conflictivos en positivos. El
experto ayuda a traer a la luz valores, recuerdos, emociones e ideas nuevas para la
construcción de una narrativa centrada en la visión positiva de la experiencia migratoria,
de la conexión con las familias de origen y la renegociación de la identidad de las
mujeres en un sentido propositivo y favorable al nuevo entorno. Este enfoque usa
técnicas centradas en la persona, métodos creativas y constructivos que combinan a
menudo teoría y práctica, además de intervención en forma participativa entre el
moderador y el investigador con las participantes, no solamente en la parte relativa a la
recolección de información, sino también en el análisis y reelaboración de los resultados
como devolución a las participantes que encuentran un cambio positivo en su visión de
la experiencia migratoria.
En el caso de este trabajo se ha utilizado la herramienta de las “cajas de vida” porque,
para la reconstrucción de las identidades de las mujeres inmigrantes, se considera una
técnica poderosa para la re-construcción de las historias de vida basada en la
identificación de hitos personales y significativos dentro de sus biografías.
La técnica de las “cajas de vida” consiste en colectar objetos diferentes, fotografías,
cuentos, poemas, escritos, objetos de la vida diaria, conectados con recuerdos,
creencias, e hitos personales importantes desde el punto de vista de la identidad cultural
y de la pertenencia para las mujeres inmigrantes y sus familias.
Se ha explicado el ejercicio al grupo de mujeres que han adherido al trabajo de campo
de forma voluntaria, y se ha sugerido que se desarrollase a lo largo de un mes en sus
casas a diario; luego se ha compartido el material durante un grupo de discusión con
siete mujeres. Finalmente, con la ayuda de un supervisor y psicólogo se ha desarrollado
el trabajo de transformación de las experiencias dolorosas en experiencias positivas para
luego seguir con el trabajo en casa y con sus familias.
14
La herramienta de las “cajas de vida”
Según Marc Cadafalch (2008), la “caja de vida” es una técnica flexible; puede ser
adaptada a las exigencias de los participantes en el proceso. Se utiliza para la
construcción de historias de vida y la re-construcción de identidades biográficas
promueve un proceso de aprendizaje, partiendo de cada una de las personas
participantes, de forma individual. Son ellas las protagonistas del proceso en todo
momento, tienen que componer su propia “caja de vida” adaptándola a los hitos más
relevantes de su mundo y llenándola de elementos simbólicos. Tal y como fue explicado
a las mujeres inmigrantes participantes en el trabajo, una “caja de vida” ha de recolectar
lo siguiente:
a. El mundo de la persona: valores, aspectos emocionales y expectativas.
b. Competencias y capacidades personales: elementos cognitivos y psicomotores.
c. Participación y compromiso personal a lo largo de todo el proceso:
implicaciones, conocimiento de la práctica y de la metodología para saber cómo
usarla en el presente y en el futuro. Este aspecto es el más importante para
asegurar los mejores resultados de aprendizaje. Por tanta, se busca pleno acuerdo
de las participantes para ejecutar la dinámica.
d. El proceso debería ser llevado a cabo al menos durante hora y media una vez
por semana, con regularidad.
El proceso para la elaboración de la “caja de vida” es más importante que el resultado
final y de los objetos que las mujeres han reunido. La cosa más importante es
reflexionar sobre los sentimientos generados durante el proceso y el ejercicio. La
investigación-acción participativa (IAP) fue planeada y llevada a cabo durante tres fases
principales:
1. Un primer encuentro con las mujeres inmigrantes e informantes clave (seleccionadas
con anterioridad) en la sede asociativa de “Echando Raíces”, ubicada en Basauri
(País Vasco), donde aproximadamente el 4% de la población es de origen
inmigrante, que sería alrededor del 2% de la población total del País Vasco. La
mayoría de ellas pertenece a la asociación de mujeres inmigrantes “Mujeres en la
Diversidad” en cooperación con la asociación para el desarrollo de los derechos
humanos y de la igualdad de oportunidades, “Berdintzen”, también ubicadas en
Basauri. Durante esta fase se proporciona la idea y toda la información necesaria
para llevar a cabo el taller experimental.
2. Una segunda fase, comprende la recolección individual de las memorias, creencias,
objetos simbólicos, ligados a la idea y percepción de pertenencia a sus raíces e
identidad cultural, para transmitirlas luego como legado a sus hijas e hijos.
15
3. La tercera fase comprende la discusión de la construcción individual de las “cajas de
vida”, compartiendo el análisis con todas las participantes en el centro “Echando
Raíces”. Esta fase se ha planeado como grupo de discusión participativo con la
presencia y acompañamiento de un experto, el psicólogo Richard Sánchez Cano,
para crear las devoluciones a través de las cuales las mujeres co-crean o co-generan
aprendizaje positivo de sus experiencias vitales y migratorias. Además, las
participantes transforman, sobre la base del diálogo apreciativo (Gergen, et al.,
2004), el material conflictivo en material narrativo positivo, listo para ser trasladado
a las segundas generaciones.
Antes de iniciar con la dinámica narrativa acerca del proceso de construcción de las
cajas y selección del material simbólico, el moderador propone la técnica del “triple
silencio” (Cohn, 1999) como parte de la dinámica para armonizar a las participantes,
para establecer un equilibro entre su parte intelectual y emocional.
En el método del triple silencio el psicólogo empieza por pedir a las participantes de
cerrar sus ojos y tomar una posición confortable, con la invitación a relajarse. Después,
en el segundo silencio, se invita a las participantes a pensar en el espacio y el tiempo.
En el tercer silencio, se invita a las participantes a explorar el tema de las “cajas de
vida” y se pregunta: ¿Cómo pensáis la “identidad cultural” como tema de este grupo de
discusión? ¿Qué tipo de “fascinación”1 creéis que era la mejor experiencia? ¿Podría
estar ligada a alguna emoción o pensamiento concreto? ¿Cuáles?
Después de este último silencio y de poner en el centro las preguntas que se quiere
transformar, las participantes toman la palabra para contar la experiencia en la
elaboración de su “caja de vida”. La investigadora toma parte en el grupo de discusión
como observadora no participante, mientras que el experto es el investigador
participante.
La selección de las participantes se ha llevado a cabo en base a los requerimientos de la
Investigación Acción Participativa, a partir de una petición sobre cómo trabajar la
transmisión de la identidad cultural migrante a nivel intergeneracional desde la
Asociación “Mujeres en la Diversidad” perteneciente al centro intercultural “Echando
Raíces”.
Se seleccionaron las participantes en base a petición voluntaria de las mismas, se
convocaron y se explicó la dinámica y sus fines.

1 Se explica a las participantes lo que “fascinación” significa, en base a la argumentación de Gergen
(2015), como explicado en párrafos anteriores.
16
Además, estaban de acuerdo en experimentar una técnica innovadora para la trasmisión
de su legado cultural a sus hijas e hijos, y garantizar la creación de un mejor diálogo
intergeneracional, con el apoyo de un experto en sede, pero se les explicó que este
trabajo deberían luego continuarlo de forma independiente en sus hogares a lo largo del
tiempo. Los criterios del grupo de trabajo fueron los siguientes:
- Mujeres inmigrantes de diferentes orígenes, para asegurar la heterogeneidad en
el grupo y diferentes experiencia de vida y migratorias.
- Mujeres inmigrantes con familia, hijas e hijos (infancia y adolescencia) para
construir el diálogo intergeneracional intra y extra-familiar.
- Predisposición y apertura hacia la investigación apreciativa, transformación de
sus diálogos internos negativos en positivos.
Tabla n. 1 – Número de participantes según país de origen y años de residencia:
Nacionalidad Número de
Participantes Años de
residencia
Marruecos 2 5/10
Chile 1
3
Venezuela 1 13
Italia 1
9
*Spain 2 /
Tabla n. 1: Elaboración propia de los autores en base al trabajo de campo.
17
Experimento
Cabe destacar que la visualización de nuevas técnicas y metodologías es un desafío en
acto en el campo de la investigación académica interdisciplinaria y en la innovación
social en materia de migraciones y en relación a las familias migrantes. Por tanto, el
objetivo principal de este artículo es introducir el proceso de la investigación-acción
participativa para las mujeres migrantes y los resultados de la sesión experimental, en la
cual el método usado ha sido el de las “cajas de vida” como construcción de historias de
vida. Para ello se ha creado un grupo de discusión con siete mujeres de diferente
nacionalidad y recogidas en a la asociación intercultural “Echando Raíces” de Basauri
(País Vasco).
Este artículo tiene como objetivo el de proponer nuevas prácticas que puedan contribuir
a la investigación de problemáticas ligadas a los temas psicosociales y a la identidad
dentro del ámbito de las migraciones internacionales. Para ello, se considera importante
identificar el principal agente en este proceso de trasferencia (de identidad) a través de
la acción-comunicativa (Habermas, 1999) y simbólica (Blumer, 1969). Cómo afecta al
proceso de adaptación socio-cultural de la identidad de las mujeres inmigrantes y el
impacto sobre las futuras generaciones de las familias migrantes.
Este trabajo parte de la idea que las mujeres migrantes son las principales “portadoras”
(Okin, 1994) y “transformadoras” de valores y culturas étnicas y nacionales a nivel
intergeneracional (Siim, 2007). Así, los métodos de investigación tradicionales están
mezclados con metodologías emergentes y alternativas, capaces de sacar a la luz
matices novedosos, a través de esta exploratoria esta acción-investigación, en la cual la
“caja de vida” era el método usado para anclar elementos simbólicos a las cuestiones de
identidad, a través de una práctica de reconstrucción y transmisión de la identidad
cultural desde las madres a sus hijas e hijos.
La técnica de la “caja de vida” en la metodología de la investigación-acción
participativa, o incluso en grupos focales, puede tener un impacto social importante,
tanto a nivel micro (individual) como a nivel macro (social y colectivo), ya que el
impacto se determina a partir de la investigación sobre las personas involucradas, por un
lado; y, por el otro, es capaz de acercar la academia y la misma investigación a las
sociedades y a las culturas de origen y destino en la cultura global, haciendo que la
academia se instaure como un importante agente de cambio y transformación social.
Los efectos de este trabajo de transformación son positivos e interculturalmente válidos.
Sin embargo, se requiere puntualizar que en la mayoría de las veces las nuevas
metodologías en desafío mantienen coherencia con las estrategias de investigación
clásicas.
18
Por tanto, no se permite el pasaje necesario a una nueva consciencia metodológica
requerida en la acción-investigación participativa, que tiene el objetivo de cambiar los
diálogos intra-familiares y extra-familiares de las familias inmigrantes participantes en
su vida cotidiana, y no solamente la realidad social, sin tener en cuenta qué es lo que
realmente pasa con el nivel individual.
En extrema coherencia con esta estrategia metodológica, entonces, se plantes y usa para
el experimento, la indagación apreciativa, ya que responde a las exigencias de este
ejercicio relacional, ya que éste tiene el objetivo principal de cambiar unas prácticas
concretas de relación y transferencia de identidad cultural en familias de inmigrantes.
De hecho, el proceso de indagación apreciativa depende de las personas implicadas, de
compartir sus historias en grupo, sus ideas, creando visiones de futuro de forma
conjunta, partiendo de las preguntas iniciales del investigador (Gergen, et al. 2004, 4).
El enfoque apreciativo elegido para la transformación de los diálogo (Gergen, et al.,
2004), y para el mismo análisis de contenidos (llevado a cabo de forma participativa),
permite profundizar en las narrativas que las mujeres inmigrantes construyen de los
elementos seleccionados da una buena perspectiva de los productos, como parte de lo
dicho (a través de las narrativas construidas) y en las “cajas de vida”, como parte de lo
no dicho que se oculta detrás del simbolismo de los objetos dentro de la caja. Cabe
destacar los elementos esenciales en forma de valores y bagaje emocional, aprendizaje,
memorias, sentimientos positivos y negativos ligados a las diferentes experiencias
migratorias, tanto de las mujeres como de todos los miembros de la familia.
Este tipo de estrategias metodológicas, de hecho, tiene como objetivo el de obtener
beneficios reales en las migrantes y en las historias de vida de sus familias, según una
perspectiva histórico temporal. El espacio simbólico de co-creación de consciencia,
promovido durante este grupo de discusión en investigación-acción participativa, se
centra en el nivel educacional y en un entorno de aprendizaje informal, para promover
al mismo tiempo un nuevo horizonte de relaciones humanas e interculturales; ya que las
dinámicas de adaptación y socialización en estos ambientes asociativos se consideran
muy importantes para la integración psico-social.
“Cajas de vida” e historias de vida: análisis y discusión
En esta sección, se analizan los puntos más relevantes de cuatro narrativas de mujeres
inmigrantes de las siete participantes en la dinámica experimental. El análisis se ha
desarrollado en base al enfoque de la indagación apreciativa, la metodología que
permite intervención en la investigación-acción participante, a través del cual se puede
transformar el enfoque centrado en problemas en el enfoque apreciativo, resiliente y
centrado en la persona.
19
Este enfoque, de hecho, permite crear consciencia, liderazgo, transformación de
negativo a positivo de falsas imágenes, conceptos e ideas.
Además, aporta valores para la re-construcción del auto-imagen y auto-concepto de las
mismas mujeres dentro de la sociedad de destino, transformando la imagen de “víctima”
y la idea de “vulnerabilidad” (Gregorio Gil, 2012) creadas a menudos por las sociedades
de destino, y asumida como verdadera por las personas inmigrantes mismas, que acaba
afectando a su autoestima. Las participantes se encuentran en un espacio de aprendizaje,
donde aprenden, pues, a lidiar con el ambiente eco-cultural que se han encontrado, para
mejorar las dinámicas interculturales, a través del aprendizaje de una herramienta que
les haga capaces de enfrentarse a los retos de la convivencia en entornos multiétnicos.
Algunas cuestiones importantes para la interpretación simbólica, que desprenden de la
identidad en el diálogo intergeneracional son cuestiones ligadas a los colores como
pertenencia. De hecho, se ha encontrado una fuerte conexión entre el color con la
identificación de las raíces y de las identidades culturales de las mujeres inmigrantes.
Se ha visto que las mujeres inmigrantes experimentan aquellos “procesos adaptativos”
mencionados en la parte teórica que conlleva el proceso de ruptura con sus orígenes.
Puedes ser traumático o liberatorio, dependiendo de los casos. Pueden hacerlo desde la
negación, “que conllevan la ocultación de marcas identitarias, hasta la modificación del
vestuario, peinado o aspecto físico”, correspondiente a la “identidad sustractiva”,
caracterizada por el “encubrimiento” en las formas de autorrepresentación de sí mismas
(Goffman, 1970, citado en Vereda Muñoz, 1999) o desde la aceptación.
Trabajando con el significado simbólico de los colores como ruptura con los orígenes, o
como continuum, en el terreno de la identidad, es una manera muy simple de empezar a
construir puentes de comprensión en sentido de intercambio intergeneracional y de
diálogo intercultural. En el caso de Francisca, 40 años, venezolana se escucha:
“(…) Para mí los colores chillones de mi tierra son importantes, cuando llegué
al País Vasco tuve que cambiar todo mi vestuario, del color más fuerte y
chillón, pues, tuve que pasar a tonos negros, grises, marrones, que nunca he
usado en mi vida, pero es una cuestión de adaptación. Para pasar inobservada
entre la gente tuve que hacerlo (…)”.
El uso del color, en este caso, es una marca étnica y de identidad nacional entendida
como claro legado para pasar a sus hijas e hijos, como ella misma subraya:
“(…) Yo metería todo lo que quiero legar a mis hijos en una bolsa de color
súper vivo, porque cuando he venido a vivir aquí he perdido el uso del color.
Aquí hay colores de las estaciones, yo nunca he vivido colores oscuros como
negro, marrón, gris. En Venezuela nos vestimos llenos de colores. Este uso del
color (junto con las estaciones) para mí ha marcado mucho un antes y un
después.
20
Yo no podía usar los colores de mi cultura, la gente me miraba como una
“guacamaya”, iba por la calle y parecía un semáforo. Tuve que tirar toda mi
ropa y mis zapatos. Tuve que adaptarme. Rescataría todos los colores. Me he
hecho invisible, me he camuflado. Soy inmigrante, pero si me visto como una de
aquí paso inobservada”.
¿Qué representa para ella el color? Es un tipo de concepto extensor de la identidad,
marca la diferencia entre el antes y el después del proyecto migratorio, y lo no dicho del
legado simbólico es que ella querría dejar a sus hijos no se rindan en las adversidades de
la vida cotidiana en el país de acogida, que no se rindan en la decisión de la migración,
en enfrentarse a nuevos desafíos, sobre todo cuando el cambio parece dirigir nuestros
sueños hacia direcciones cuyas tonalidades son más bien “grises”.
Ella quiere decir, en realidad, que no deberían preocuparse por el gris y el negro de las
dificultades, porque siempre tendrán los colores, porque son la identidad fuerte que ella
les deja como legado. Los colores para ella son, de hecho, símbolo de valores claros:
“(…) la identificación de la esperanza, de las buenas decisiones, de crecer
incluyendo en las vidas de sus hijos necesarios elementos de resiliencia, para
caminar hacia adelante en el proceso migratorio, en la experiencia del duelo y
a veces de la depresión que este cambio conlleva”.
Los colores son lo opuesto al no-color. La vida pre-migratoria opuesta a la vida post-
migratoria, en la que ella siente que ha tenido que vestir colores diferentes, y “(…)
vestir como la gente de aquí para ser imperceptible (…)”. La actitud del no-color es
opuesta a sus raíces, sin embargo el mensaje final es el siguiente: “(…) no hay que
olvidar el color en nuestras vidas, aunque estemos viviendo una crisis (…)”.
Un dato interesante es que la madre venezolana declara estar incómoda con el concepto
de “caja”, como algo cuadrado y rígido que no es adapto para representar el círculo de
la vida sin fronteras y barreras mentales.
En el caso de Sofía, 38 años, española y migrante interna, otro objeto simbólico
relevante que se ha encontrado es una tira de perfume. Este objeto encierra la “esencia”,
la esencia de un momento concreto, de un recuerdo, pero también simboliza el concepto
de “esencia”. En las palabras de Sofía se lee lo siguiente:
“No es el perfume, es la representación de la ‘esencia’. Que siga siendo ella, en
lo bueno y en lo malo, pero su esencia esa alegría que tiene, que se quiera a sí
misma, que se respete, que sea alegre. No me gustaría que perdiera su alegría.
La gente me dice que no estoy educando a mi hija como los debería hacerlo,
como lo hacen en el País Vasco – comentario que denota el sentirse
“diferente”.
21
En realidad, a través de la transformación llevada a cabo, viene a explicar y expresar el
significado de la verdadera esencia de la persona, de la vida, de las relaciones y de las
cosas buenas. Este objeto simbólico, usado por Sofía, sirve para decirle a su hija con
carácter propositivo y positivo:
“(…) que mire la esencia de las cosas, que siempre sea ella misma en todas las
circunstancias de la vida, que sea una mujer auténtica y llena de alegría (…)”.
También trae las entradas de Disneyland París que representan para ellas dos el
merecido descanso después de una larga enfermedad, la esperanza y la unidad de la
familia en las dificultades de la vida.
“Las entradas a Disney, las guardamos porque nos conectan con un momento
de recuperación, con un momento de felicidad de toda la familia. Las uso de
marca página, es una vivencia real y tiene un sentimiento, el respiro, la
recuperación, el calor, la alegría de aquel momento. En la incertidumbre de la
vida, nos merecíamos ese momento”.
Latifa, 41 años, de Marruecos, habla del proceso de construcción de la caja junto con su
hija de tres años en casa. Ellas han construido una caja común, la usan para jugar y para
transformar juntas sus emociones y realidades en un juego de cuentacuentos. Esta caja
ha ayudado a Latifa a ser más fuerte, porque es la materialización de su fuerte conexión
con su hija, y representa la lucha simbólica cotidiana para construir una vida mejor en el
País Vasco, lejos de sus orígenes.
“He creado una cajita compartida. Tenemos muchas cosas mi hija y yo. En mi
caja intento meter siempre mejorar los valores de mi cultura, a veces veo a mi
hija y soy positiva. Esta es mi caja. Metemos todo porque echamos de menos
nuestras raíces, es muy difícil para nosotras aquí. Jugamos con esa caja mi hija
y yo”.
Maria, 35 años, de Italia, comenta que su caja es como una maleta porque representa su
viaje como inmigrante. En esta maleta pone tres objetos fundamentales que representan
sus orígenes, la conexión con su tierra, que le gustaría dejar como legado a sus hijos: la
máquina de café, porque alrededor de hacer el café hay todo un ritual en el sur de Italia,
asimismo hay un ritual para tomarlo con amigos, parientes, en familia. En este objeto
ella ha ancorado su identidad, mientras que en el plan simbólico se encierran en ese
objeto las voces de sus ancestros, historias contadas alrededor de una mesa, tomando
café. Otro objeto es un rosario que pertenecía a su abuela materna, y que representa las
voces femeninas de su familia, narrando cuentos de esperanza y de lucha para la
armonía interior en un mundo caótico y sin valores claros.
22
“(…) Yo no lo uso para rezar, pero es parte de mis ancestros y de una cultura
identitaria que me hace sentir cómo todavía pertenezco a mi lugar de origen
(…)”.
Le hace sentir una conexión simbólica con su tierra, que le entrega probablemente
aquella “seguridad ontológica” (Giddens, 1995) que le permite de sobreponerse a la
incertidumbre interior creada por la experiencia migratoria. Además, en este sentido,
representa la fe, la fe en el presente y en el futuro. Finalmente, trae también un par de
zapatillas Nike rojas de verano.
“(…) No las uso casi nunca, ya que el verano bilbaino es corto, no es como en
Italia” (las mujeres participantes se ríen).
Para llegar a este clima, en el proceso de IAP hubo que afrontar algunas dificultades.
Primero, crear una atmósfera de confianza es importante para el buen desarrollo de la
sesión. Segundo, las mujeres participantes deberían estar al corriente de las emociones
que se mueven durante el grupo de discusión, como un proceso natural de construcción
del diálogo intercultural e intergeneracional. Finalmente, es necesario asegurar al final
de la sesión que esta metodología se haya entendido perfectamente, para que pueda ser
utilizada de forma independiente por las madres con sus hijas e hijos para la
transformación de la identidad cultural.
En cuanto a la dimensión emocional, las narrativas de las participantes eran intensas,
repletas de elemento significativos, duelo migratorio, estrés, soledad …. Francisca, por
ejemplo, admite haber pasado por un síndrome de Ulyses y duelo migratorio, que la ha
afectada profundamente:
“(…) y todos los días me decía a mí misma, resiste, resiste, resiste, porque esto
es pasajero, solo es una etapa (…)”.
Por tanto, hubo momentos difíciles, en los cuales era importante parar el grupo de
discusión, y las narrativas personales, para lidiar con las energías y las emociones que
surgían repentinamente, ya que la memoria es una cuestión muy sensible en la tarea de
de-construcción y re-construcción de identidades. En realidad, este ejercicio ha llegado
al mundo emocional de las participantes, hubiera sido difícil lidiar con esto sin la
presencia de un experto que se predisponía a acompañar todo el proceso desde el
principio, hasta la transformación de la identidad cultural para transmitir a las nuevas
generaciones. Esta transmisión ha de producirse en el espacio íntimo del hogar, en
familia, donde se manejan códigos culturales compartidos.
23
La indicación para los elementos emocionales es que sean trabajados juntos para ser
transformados positivamente y de forma apreciativa. Por tanto, la fase final del ejercicio
se desarrolla en el seno familiar. Una parte interesante de este trabajo, de hecho, es
volver a preguntar a las participantes sobre cómo ha sido el proceso de transformación y
sus resultados, pero por acotamiento de tiempo no se podrá realizar esta reflexión en
este artículo.
Cabe destacar la importancia de trabajar con las memorias de las mujeres inmigrantes y
sus emociones, de hecho, en este contexto migratorio son un elemento clave para anclar
las identidades híbridas o fluctuantes entre dos mundos de las madres y de los hijos. Por
tanto, abriendo su propia “caja interior”, ellas están revisitando sus vidas y sus
decisiones con carácter retroactivo; ellas están revisando las relaciones y los sucesos
autobiográficos que las llevaron al País Vasco.
Abriendo la “caja” también están abriendo una variedad desproporcionada de
posibilidades para construir su propio proyecto migratorio desde el aquí y el ahora,
desde el presente que no controlan todavía, hacia un futuro que no visualizan de forma
completamente positiva. Sin embargo, abriendo su “caja”, ellas también abren su
mundo interno, el mundo de las emociones no expresadas, de las voces silenciadas, de
lo no dicho, las memorias y los pensamientos más ocultos detrás de sus narrativas
personales. Entonces, gracias a este ejercicio se puede confirmar que todo cobra sentido
y que ellas son capaces de anclar sus propias realidades, transformándose de
“portadoras” de cultura a “transformadoras” de identidad cultural. Esta es la razón por la
cual el primer trabajo ha de ser desarrollado con las madres inmigrantes.
Después de haber transformado positivamente emociones, sentimientos, conflictos
internos debidos al proceso migratorio, ellas están listas para transferir el aprendizaje y
el legado identitario a sus hijos y demás miembros de la familia en casa, de una forma
independiente, a través del trabajo simbólico de la “caja de vida”.
Alguna resistencia acerca de la “caja” como herramienta se ha relevado interesante, otra
vez para ir más allá de la caja mental que construimos en la vida cotidiana. Se confirma
en las narrativas de las mujeres participantes que la gente tiene una caja mental en sus
mentes y en sus almas. Maria:
(…) mucha gente vive como en cajas, donde guardan recuerdos y herencias
culturales, aprendizajes, tópicos, pero nunca salen de ellas, ni saben que son
tan rígidos (…)”. Francisca: “(…) ha sido un ejercicio bonito poder compartir
con mi familia cómo elaboramos nuestras propias cajas y meterlo todo en una
caja común más grande”.
24
El resultado más importante de la técnica de la “caja de vida” es la relevancia simbólica
que adquiere para niños y adolescentes de segunda generación, ya que es como un juego
con aprendizaje intercultural y rico del diálogo intergeneracional que se instala dentro
de la familia de origen.
La colección de objetos está relacionada directamente con su cultura de origen y con la
experiencia migratoria, como partes integrantes de la ser inmigrante, contiene valores de
dos mundos y dos culturas, expresiones de las voces interiores y del mundo externo.
La voz interna repite muchas voces al mismo tiempo, voces familiares, voces de origen
nacional, voces ancestrales, que pertenecen a aquella persona de forma única. Estos
elementos seleccionados por las mujeres participantes, en definitiva, condensan sus
narrativas y sus historias de vida. En la parte final de este proceso de IAP se propuso un
ejercicio para desarrollar en casa: construir una nueva “caja de vida” conjuntamente con
toda la familia, con el objetivo principal de promover la co-creación de diálogos
positivos y relaciones saludables dentro del seno familiar, a través del reconocimiento
de la cultura de origen, la aceptación del presente migratorio y la cultura de destino
como puerto de oportunidades para mayor desarrollo de todos los miembros de la
familia. No se puede hacer este ejercicio con hijas e hijos en una primera fase, porque
salen sentimientos muy fuertes, lágrimas, amarguras, nostalgia. El objetivo ha sido
transformar vivencias dolorosas a través de una mirada apreciativa, que tiene que ver
con la compasión, con la comprensión, el apego a nuestros orígenes e identidad.
Conclusiones
“Desde una visión más sociológica identidad se transforma en un constructo que parece
ser clave en el tipo de elección que lleva a cabo una persona. Adicionalmente la teoría
de las identidades múltiples, la interculturalidad, la diversidad y los procesos de
intercambio entre sistemas culturales constituyen los modelos más apropiados para
entender el fenómeno de la migración, educación y globalización” (Noriega, et al. 2009,
105).El grupo de discusión que se ha desarrollado se considera como un espacio
simbólico donde trabajar las identidades de forma individual y luego compartida, un
espacio y un tiempo creado para compartir vidas y experiencias migratorias a través del
diálogo intercultural. Se genera, finalmente, conocimiento y comprensión mutua, y al
mismo tiempo proporciona el aprendizaje necesario para llevar a cabo auto-análisis y
auto-conocimiento útiles para crear consciencia para la integración de patrones
horizontales de culturas diferentes, para su transformación en algo positivo y virtuoso.
25
Durante el grupo de discusión con las participantes, se ha promocionado la toma de
consciencia de la construcción de vínculos interpersonales basados en elementos
interculturales y la promoción del diálogo intergeneracional para su transferencia, a
través del proceso de “fascinación” (Gergen, 2015), llamando a la puerta de los
ancestros, de rituales familiares, de relaciones y vínculos sagrados dentro de las
familias, para la transferencia de su legado.
Se puede concluir que este método es más efectivo en situaciones de familias menos
favorecidas, donde hay conflictos intergeneracionales o interculturales que hunden sus
raíces en la experiencia migratoria; o cuando las conexiones construidas son débiles en
sus procesos de adaptación y re-negociación de identidades.
Se concluye que ha habido un impacto positivo primero en las vidas de las mujeres
inmigrantes, que han podido aprender a trabajar de forma independiente, a través de la
herramienta de la “caja de vida” aplicada a la transferencia de la identidad cultural
transformada de manera apreciativa con sus hijas e hijos y aprendiendo también a
manejar el diálogo intergeneracional. Ellas han podido trabajar con la supervisión de un
experto en sede sobre sentimientos de soledad, el duelo migratorio, por ejemplo, para
dirigir hacia la creación y co-creación de consciencia parte desde adentro hacia fuera,
desde la parte más interior de la persona migrante, pasando al aspecto intergeneracional
y, por consiguiente, los beneficios de esta técnica no solamente se dirigen a la esfera
privada intra-familiar, sino que el impacto positivo se ha hecho evidente para la
sociedad entera, ya que al mejorar el diálogo intergeneracional, también se mejora la
conexión con la cultura de origen y las propias raíces en madres e hijas hijos, lo que
hace mejorar la relación intercultural en la esfera pública, en las relaciones con la
sociedad de destino.
Se confirma lo planteado en el marco teórico, que en la interrelación con individuos y
sociedades de origen y destino madres e hijos han conseguido su identidad cuando ven
reconocido un sentido de pertenencia a la sociedad de origen y las motivaciones de la
migración que les han llevado a pertenecer a la sociedad de destino (Suárez-Orozco
2003, 3-5), que se encarna en los elementos simbólicos seleccionados para la
conformación de las “cajas de vida”. Las narrativas de las historias de vida de las
mujeres participantes, desarrolladas a través de la elaboración de las “cajas de vida”
como práctica imaginativa, en este contexto representa una fuerte conexión entre
individuos y sistema: la relación del “yo” migrante y todas sus facetas, las creencias del
individuo, las relaciones intra y extra-familiares, con el país de origen y con el país de
destino.
26
El punto de partida y la idea más fuerte es, entonces, la de la interdependencia entre el
“ser” y la sociedad, se explicita, de hecho, en las narrativas donde se refleja la
explicación de los acontecimientos sociales y relacionales dentro de las vidas de las
mujeres en objetos tangibles, como símbolos de experiencias e hitos personales
importantes, traumáticos o liberatorios, como se ha visto en el análisis de los casos, que
se corresponden a la transformación que se necesita para donar sentido a la experiencia
migratoria y serenidad a las mujeres y a sus hijas e hijos.
A través de esta propuesta metodológica, de hecho, ha sido posible visualizar aquellos
elementos ocultos, que disfrazados con objetos y recuerdos, sacan a la luz las
experiencias más relevantes en las vidas de las participantes y sus familias, de forma
consciente o inconsciente, según las necesidades personales de reelaboración.
Además, es interesante como surgen “huéspedes invisibles” (Gergen 2015) que las
mujeres querrían transmitir a las nuevas generaciones. Son los miembros de la familia
de origen, las voces familiares, ancestrales, que hablan de pura identidad cultural y
valores etno-nacionales, que a través de una danza silenciosa se entremezclan a las
voces presentes dentro del proceso migratorio. Por otro lado, se han identificado
barreras lingüísticas en relación con la parte emocional y las memorias de las madres
para retrasmitir a sus hijas e hijos.
Este problema ha encontrado fácil solución, gracias al trabajo sobre la parte simbólica
de las memorias en las “cajas de vida”. Desde la experimentación sale a la luz que “las
transiciones a través de los contextos son el área de trabajo en teoría de sistemas
ecológicos. Los niños y jóvenes se mueven más allá del entorno familiar hacia el
contexto de los padres y la comunidad y sus elecciones de vida e identidad pueden
diferir como una función de sus percepciones y oportunidades y riesgos” (Noriega, et al.
2009).
En cuanto a la seguridad ontológica (Giddens 1995), los resultados del experimento
sobre cómo niños y adultos crean significados en sus vidas, no están ligados al proceso
de adaptación e integración socio-cultural. De hecho, en el experimento realizado se ha
notado que no hay seguridad ontológica en la transmisión de valores socio-culturales y
principios éticos para las nuevas generaciones. En realidad, la seguridad ontológica se
encuentra en el anclaje de las identidades culturales a las raíces y se encuentran dentro
de cada mujer inmigrante y no fuera en la sociedad de destino. Se concluye que se
generan normas de actuación en el seno familiar y se construyen significados inter-
culturales que crean seguridad en los miembros de las familias, por consiguiente
generan “control y poder” para “expresar y defender su identidad” (Noriega, et al. 2009,
103).
27
Por ende, se sugiere profundizar con el trabajo sobre la parte más emocional del anclaje
con la propia identidad cultural para que sea posible llegar a una mayor seguridad
ontológica basada en la reelaboración de la experiencia migratoria de las familias
inmigrantes, para que no sea pasajera, sino duradera.
Finalmente, se ha visto cómo se da un proceso de construcción basado en un orden
simbólico de funciones desarrolladas y de pactos explícitos o tácitos, del que muchas
veces las personas no son conscientes (Elias, 1991). Se trata de crear coherencia, y esta
construcción dialógica, apreciativa, se refleja en la vida cotidiana y es capaz de crear las
bases para un diálogo intercultural saludable entre personas inmigrantes y población de
destino, partiendo del presupuesto que se haya fortalecido la población inmigrante a
través de la posibilidad de transformación de las propias identidades culturales de
manera también saludable, aplicando técnicas y herramientas innovadoras, centradas en
la persona.
Sin embargo, dichas herramientas han de ser diseñadas teniendo en cuenta la
heterogeneidad del colectivo inmigrante y las necesidades específicas de cada persona,
sea adulta, niña, niño o adolescente. Se ha demostrado que a través de la herramienta de
las “cajas de vida” se puede llegar a realizar un cambio positivo tanto en las diálogos
internos las participantes, en las narrativas co-generadas dentro del espacio de confianza
y transformación creado para el experimento. Además, se ha demostrado una
herramienta útil para el fortalecimiento de los diálogos con las nuevas generaciones de
inmigrantes y para la creación de vínculos intergeneracionales e interculturales, con la
cultura de origen y con la de destino.
Dichas mejora demuestran una tendencia hacia la mejora de las relaciones socio-
culturales y del diálogo intercultural sobre la base de una construcción del sentido de la
experiencia migratoria, de la cogeneración de la historia migratoria de la familia que ha
acudido al grupo experimental. Sin embargo, para testear la validez de este
experimento, se invita a futuras reproducciones, en diferentes contextos, para el
florecimiento de futuros hallazgos y mejoras de la metodología innovadora utilizada.
28
Bibliografía
Alarcón, Alex. 2016. La feminización de la migración. OIM Chile.
https://chile.iom.int/es/la-feminizaci%C3%B3n-de-la-migraci%C3%B3n-por-alex-
alarc%C3%B3n (23 de febrero de 2017).
Arango, Joaquín. 2004. La migración en España a comienzos del siglo XXI. Madrid,
Fundación Fernando Abril Martorell.
Blumer, Herbert. 1969. Symbolic Interaction: Perspective and Method. Englewood
Cliffs N.J: Prentice Hall.
Boggio, Karina. 2016. La hospitalidad en construcción: movilidad humana, relaciones
interétnicas y Derechos Humanos. Facultad de Psicología. Universidad de la
República, Montevideo.
Bolzman, Claudio, Rosita Fibbi y María Vian. 1999. Modos de inserción
socioprofesional, prácticas socioculturales y pertenencias identitarias. El ejemplo de
los jóvenes adultos de origen español e italiano en Suiza, Migraciones, (6): 61-84.
Bose, Pablo S. 2011. Mapping movements: interdisciplinary approaches to migrant
research”. En Handbook of Research Methods in Migration, compilado por Carlos
Vargas-Silva, 273-294.
Bourdieu, Pierre. 2000. Sobre el poder simbólico, Intelectuales, política y poder,
(traducción de Alicia Gutiérrez), Buenos Aires, UBA/ Eudeba, 65-73.
Cadafalch, Marc. 2008. La caja de la historia de vida. Educación Social.
http://www.eduso.net/res/?b=11&c=100&n=319 (02 de junio de 2017)
Castles, Stephen. 2000. Migración internacional a comienzos del siglo XXI: tendencias
y problemas mundiales, Revista Internacional de Ciencias Sociales, n. 165, pp.
17-32. http://unesdoc.unesco.org/images/0012/001238/123852s.pdf
(10 de febrero de 2017).
Contreras Soto, Ricardo. 2007. Las mujeres migrantes, población vulnerable por su
condición de género. Memoria de Mujeres afectadas por el fenómeno migratorio en
México. Una aproximación desde la perspectiva de género. Instituto Nacional de
las Mujeres. México.
Díaz, Francisco y José María, González. 2011. Identidad y migración: la formación de
nuevas identidades transculturales. En H. M. Cappello y M. Recio (Eds). La
Identidad Nacional. Sus Fuentes Plurales de Construcción. México: Plaza y Valdés
Editores, 137-164.
Di Martino, Maria Luisa. 2009. Transformación Intercultural de la filosofía: Entrevista a
Raúl Fornet-Betancourt. Topologik, Rivista di Studi Filosofici, Psicologici e
Pedagogici, n. 5, Universitá della Calabria. http://www.topologik.net/Fornet-
Betancourt_numero_5.htm (02 de junio de 2017)
29
Elias, Norbert. 1991. The Symbol Theory. London: Sage.
Encuesta de Población Inmigrante Extranjera (EPIE). 2015. Gobierno Vasco.
http://www.euskadi.eus/web01-
ejeduki/es/contenidos/documentacion/informe_epie_2014/es_epds2012/epds_2012.
html (02 de junio de 2017)
Falicov, Celia Jaes. 2002. The Family Migration Experience: Loss and Resilience.
Latinos: Remaking America. M. Paez.
Falicov, Celia Jaes. 2007. El trabajo con inmigrantes transnacionales: Expandiendo los
significados de la Familia, Comunidad y Cultura. Family Process, (46): 147-151.
Falicov, Celia Jaes. 2005. Emotional transnationalism and family identities. Family
Process, (44): 399-406.
Fornet Betancourt, Raúl. 2001. Transformación Intercultural de la filosofía, Bilbao,
Desclée de Browne.
Gergen, Kenneth y Kingsley Davis. 1985. The social construction of the Person. New
York, Springel-Verlago New York Inc.
Gergen, Mary, Kenneth Gergen y Frank Barrett. 2004. Appreciative Inquiry as
Dialogue: Generative and Transformative. En Constructive Discurse and Human
Organization, Advances in Appreciative Inquiry, (1): 3-27. Elsevier Ltd.
Gergen, Kenneth. 2015. El Ser Relacional. Más allá del Yo y de la Comunidad. Bilbao,
Biblioteca de Psicología, Desclée de Brouwer.
Giddens, Anthony. 1995. Modernidad e identidad del yo. El yo y la sociedad en la
época contemporánea. Ediciones Península. Barcelona.
Gil Araujo, Sandra y Claudia Pedone. 2014. Familias migrantes y Estados, Papeles del
CEIC, International Journal on Collective Identity Research, (2): 1-26.
Gómez, Ángel y Alejandra, Vázquez. 2015. Personal identity and social identity: two
different processes or a single one? Revista de Psicología Social / International,
Journal of Social Psychology, 30 (3): 468–480.
http://dx.doi.org/10.1080/02134748.2015.1065091
Greenwood, Davydd J. 2000. De la observación a la investigación-acción participativa:
una visión crítica de las prácticas antropológicas.
Gregorio Gil, Carmen. 2012. Tensiones conceptuales en la relación entre género y
migraciones. Reflexiones desde la etnografía y la crítica feminista, Papers, 97 (3):
569-590.
Habermas, Jürgen. 1999. Teoría de la acción comunicativa, vol. II, Madrid, Taurus.
30
Herrera, Gioconda. 2013. Lejos de tus pupilas. Familias transnacionales, cuidados y
desigualdad social en Ecuador. Quito, FLACSO-Ecuador y ONU Mujeres.
Hondgneu-Sotelo, Pierrette y Ernestine Ávila. 1997. I’m here, But I’m there: The
Meanings of Latina Trasnational Motherhood, Gender and Society, 2 (5): 548- 571.
Ikuspegi. 2014. Inmigración e impacto de la crisis. Anuario de la inmigración en el País
vasco 2013, Bilbao.
Ikuspegi. 2013. Mujer inmigrante en la CAPV. Panorámica, 47.
Levitt, Peggy y Nina Glick Shiller. 2004. Perspectivas internacionales sobre migración:
conceptualizar la simultaneidad, Migración y Desarrollo, (3): 60-91.
Mella, Orlando. 1998. Naturaleza y Orientaciones Teórico-Metodológicas de la
Investigación Cualitativa.
Morris, Michael, Kwok Leung, Daniel Ames y Brian Lickel. 1999.Views from inside
and outside: integrating emic and etic insights about culture and justice judgment,
Academy of Management Review, 24 (4): 781- 796.
Nash, Mary. 2005. Intersticios, zonas de contacto intercultural y la construcción de
nuevas identidades urbanas.
http://www.ub.edu/multigen/multigen/Migrainfoenviat2005%5B2%5D.pdf
(12 de mayo de 2017)
Nash, Mary. 2006. “Lo intercultural en acción: identidades y emancipaciones”. Revista
CIDOB D’Afers Internacionals. 73-74: 39-57.
Neuburger, Robert. 2003. Relations Interpersonnelles et relations d’appartenances. En:
Relations et appurtenances, 2 (24): 169-178.
Ngaujah, Dorris E. 2003. Eco-Cultural Paradigm. An Eco-cultural and Social Paradigm
for Understanding Human Development: A (West African) context. Biola
University.
Noriega, J. Ángel, Claudia Karina Rodríguez Carvajal y Sonia GRUBITS. 2009. La
psicología social y el concepto de cultura, Psicoogía & Sociedade, 21(1).
Florianópolis. http://www.scielo.br/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S0102-
71822009000100012 (30 de mayo de 2017).
Nussbaum, Martha. 2009. An introduction to the human development and capability
approach: Freedom and Agency. Human Development and Capabillity Association,
Deneulin with Lila Shahani Editors. London, Sterling.
Okin, Susan Moller. 1994. Gender Inequality and Cultural Differences, Political
Theory, 22 (1): 5-24.
31
Oso, Laura y Sònia Parella. 2012. Inmigración, género y mercado de trabajo: una
panorámica de la investigación sobre la inserción laboral de las mujeres
inmigrantes en España, Cuadernos de Relaciones Laborales, 30 (1): 11-44.
Parella, Sònia. 2012. Familia transnacional y redefinición de los roles de género. El caso
de la migración boliviana en España, Papers, 9 (3): 661-684.
Parella, Sònia y Sara Samper. 2007. Las estrategias de conciliación del ámbito laboral y
familiar de las mujeres de origen inmigrante. Barcelona, Instituto de la Mujer.
Parreñas, Rhacel Salazar. 2005. Children of Global Migration. Transnational families
and gendered woes. Stanford University Press.
Pérez Orozko, Amaia, Denise Paiewosky y Mar García Domínguez. 2008. Cruzando
fronteras: Migración y Desarrollo desde una perspectiva de género. Madrid, UN-
INSTRAW y Ministerio de Igualdad.
Pérez Orozko, Amaia, Denise Paiewosky y Mar García Domínguez. 2011. Cruzando
fronteras II: Migración y Desarrollo desde una perspectiva de género. Santo
Domingo, UN-INTRAW.
Russell, Arlie. 2008. Mercantilización de la vida íntima. Apuntes de casa al trabajo.
Madrid, Katz Editores.
Siim, Birte. 2007. Gender, Diversity and Trans-national Citizanship. Aalborg
University. Paper presented at Gender Excellence: GEXcel kick-off conference,
Linköbing, Sweden.
Solé, Carlota. 1999. La mujer inmigrante. Madrid, Instituto de la Mujer.
Suárez Orozco, Carola. 2003. Formulating Identity in a Globalized World. In:
Globalization: Culture & Education in the New Millennium Marcelo M. Suárez-
Orozco & Desiree Qin-Hilliard (Editors) University of California Press & Ross
Institute.
Suárez Orozco, Marcelo y Carola Suárez Orozco. 2016. Children of Immigration, The
story of the children of immigration is deeply intertwined with the future of our
nation. Phi Delta Kappan. Diciembre 2015/Enero 2016.
Suárez Orozco, Marcelo y Carolyn Sattin. 2007. Wanted: Global Citizens. Educational
Leadership, 64 (7):58-62. The Prepared Graduate.
Super, Charles, M. y Sara Harkness. 1997. The Cultural Structuring of Child
Development”. En Handbook of Cross-cultural Psychology. Berry, J. W., Dasen, P.
R. y Saraswathi, T. S. (Eds.), (2): 3-32.
Veredas Muñoz, Sonia. 1999. Procesos de Construcción de Identidad entre Población
Inmigrante, Papers, (57):113-129.
ResearchGate has not been able to resolve any citations for this publication.
Chapter
Full-text available
En este capítulo analizamos las relaciones entre identidad y migración. Para ello, empezaremos analizando muy brevemente el fenómeno migratorio, especialmente de personas procedentes de países latinoamericanos, en dos contextos muy diferentes: Estados Unidos y España. Posteriormente analizaremos los procesos de aculturación y construcción de nuevas identidades transnacionales, para finalmente poner el foco de atención en aquellas identidades creadas institucionalmente (lo hispano en Estados Unidos) analizando las consecuencias psicosociales que dichas prácticas gubernativas conlleva.
Article
Full-text available
Raúl Fornet-Betancourt's lessons about the intercultural philosophy show, at international level, a transformation of the traditional approach of philosophy to a more symmetric view of the world through the decentralization of philosophical thinking from the centre to the periphery, displacing the core idea of traditional thinking to Latin American and the rest of the world, in order to transform it from inside, in a global challange opening new ways of solidarity, plurality, democratic participation of cultures in the global context, due to the intercultural dialogue" as historical alternative.
Article
Full-text available
A partir de la revision de la literatura sobre genero y migraciones que toma el contexto del Estado espanol como «pais de inmigracion», se plantean, desde la critica feminista en antropologia social y desde la mirada etnografica, diferentes problematicas que nos han venido ocupando a las investigadoras: la maternidad transnacional, la organizacion de los cuidados a nivel mundial, la multiplicidad de discriminaciones que producen la categoria «mujer inmigrante no comunitaria», el cambio en las relaciones o sistemas de genero desencadenado por las migraciones y, por ultimo, los vinculos entre inmigracion, desigualdades de genero y diferencia cultural. Estas problematicas se presentan utilizando la categoria «tension conceptual» planteada por Maquieira (2008), que se basa en la propuesta de Del Valle (2005) de recuperar el potencial de la tension en la comprension del cambio social desde la perspectiva feminista en antropologia social.
Article
Full-text available
We analyze forms of synergy between emic and etic approaches to research on culture and cognition. Drawing on the justice judgment literature, we describe dynamics through which the two approaches stimulate each other's progress. Moreover, we delineate ways in which integrative emic/etic frameworks overcome limitations of narrower frameworks in modeling culture and cognition. Finally, we identify advantages of integrative frameworks in guiding responses to the diverse justice sensitivities in international organizations.
Article
Full-text available
The world needs young people who are culturally sophisticated and prepared to work in an international environment. During the last century, basic formal education has become an ideal the world over. According to the American Academy of Arts and Sciences, higher proportions of people than ever before are completing primary, secondary, or postsecondary education (Cohen, Bloom, & Malin, 2007). Schools across the world—whether in Africa, the Americas, Asia, Europe, or Oceania—tend to share some basic features: They are designed to prepare children and youth to become engaged citizens, ethical human beings, and productive workers who will contribute to the societies in which they live. But for the most part, schools today are out of sync with the realities of a global world. Psychologist Howard Gardner (2004) points out the new tension between the glacial pace of institutional change in schools and the forces of globalization. Because of globalization—the ongoing process of intensifying economic, social, and cultural exchanges across the planet—young people the world over need more innovative thinking skills, cultural awareness, higher-order cognitive skills, and sophisticated communication and collaboration skills than ever before.
Article
El articulo analiza las practicas y subjetividades de las familias bolivianas transnacionales en Espana. Se identifican los ajustes transnacionales en terminos de renegociacion de las responsabilidades de cuidado y de asignacion de recursos, asi como sus impactos en los roles de genero. A traves de un diseno metodologico cualitativo y bilocal, mediante el uso de la entrevista en profundidad a migrantes bolivianos y a los miembros adultos de la familia transnacional, el texto examina dos dimensiones: los cambios en las percepciones sobre los roles familiares de genero en relacion con el momento premigratorio y las transformaciones de las practicas relacionadas con la division sexual del trabajo.