Content uploaded by Freddy ANTONIO González Ynfante
Author content
All content in this area was uploaded by Freddy ANTONIO González Ynfante on Jun 18, 2017
Content may be subject to copyright.
o
Revista IN CRESCENDO - Educación y Humanidades, Vol. 01 N 02, 2014, pp. 147 - 156
Recibido: 15 de agosto del 2014, Aprobado: 9 de diciembre del 2014
EL TEXTO BÍBLICO: DESDE UNA DIMENSIÓN DE LA
PEDAGOGÍA DEL HUMOR
THE BIBLICAL TEXT: FROM A DIMENSION OF THE PEDAGOGY
OF THE HUMOR
1
Freddy Antonio González Ynfante
RESUMEN
Mucho se ha especulado sobre si Jesús sonrió o se rió en su estadía en la tierra. Se tiende a
elucubrar de que La Biblia es un libro demasiado solemne y aburrido. El presente ensayo activa la
hermenéutica con detenimiento a ciertos pasajes bíblicos desde la dimensión de una pedagogía
del humor; se interpretan ciertas situaciones que el autor considera humorísticas-reflexivas (con
tono satírico, irónico) desde el libro de Génesis en el Antiguo Testamento, hasta el Nuevo
Testamento, en donde, de seguro Jesús y sus apóstoles pasaron momentos agradables con buen
sentido del humor. Esto no significa que el humor sea la única forma de acercarse a los textos
bíblicos, sino que este estudio privilegia una dimensión que ha estado generalmente ausente en la
consideración de algunos estudiosos de la teología y de su praxis pedagógica, y que sin duda,
algunos recursos humorísticos o anécdotas se encuentran presentes.
Palabras clave: Humor, hermenéutica, pasajes bíblicos, pedagogía, risa.
ABSTRACT
Much has been speculated that Jesus smiled or laughed in his time on earth. It tends to speculate
that the Bible is a book too solemn and boring. This essay active hermeneutics closely at certain
biblical passages from the size of a pedagogy of humor; certain situations that the author
considers humorous-reflective (with satirical, ironic) from the book of Genesis in the Old
Testament to the New Testament, where, surely Jesus and his apostles are interpreted pleasant
moments spent with good sense of humor . This does not mean that humor is the only way to
approach biblical texts, but this study favors a dimension that has been largely absent in the
consideration of some scholars of theology and pedagogical praxis, and no doubt some resources
or humorous anecdotes are present.
Keywords: Humor, hermeneutics, biblical passages, pedagogy, laughter.
EL TEXTO BÍBLICO: DESDE UNA DIMENSIÓN DE LA
PEDAGOGÍA DEL HUMOR
THE BIBLICAL TEXT: FROM A DIMENSION OF THE PEDAGOGY
OF THE HUMOR
1
Freddy Antonio González Ynfante
RESUMEN
Mucho se ha especulado sobre si Jesús sonrió o se rió en su estadía en la tierra. Se tiende a
elucubrar de que La Biblia es un libro demasiado solemne y aburrido. El presente ensayo activa la
hermenéutica con detenimiento a ciertos pasajes bíblicos desde la dimensión de una pedagogía
del humor; se interpretan ciertas situaciones que el autor considera humorísticas-reflexivas (con
tono satírico, irónico) desde el libro de Génesis en el Antiguo Testamento, hasta el Nuevo
Testamento, en donde, de seguro Jesús y sus apóstoles pasaron momentos agradables con buen
sentido del humor. Esto no significa que el humor sea la única forma de acercarse a los textos
bíblicos, sino que este estudio privilegia una dimensión que ha estado generalmente ausente en la
consideración de algunos estudiosos de la teología y de su praxis pedagógica, y que sin duda,
algunos recursos humorísticos o anécdotas se encuentran presentes.
Palabras clave: Humor, hermenéutica, pasajes bíblicos, pedagogía, risa.
ABSTRACT
Much has been speculated that Jesus smiled or laughed in his time on earth. It tends to speculate
that the Bible is a book too solemn and boring. This essay active hermeneutics closely at certain
biblical passages from the size of a pedagogy of humor; certain situations that the author
considers humorous-reflective (with satirical, ironic) from the book of Genesis in the Old
Testament to the New Testament, where, surely Jesus and his apostles are interpreted pleasant
moments spent with good sense of humor . This does not mean that humor is the only way to
approach biblical texts, but this study favors a dimension that has been largely absent in the
consideration of some scholars of theology and pedagogical praxis, and no doubt some resources
or humorous anecdotes are present.
Keywords: Humor, hermeneutics, biblical passages, pedagogy, laughter.
1 Las citas bíblicas son tomadas de La Biblia de Jerusalén.
2 Profesor Universidad Campesina de Venezuela “Argimiro Gabaldón (UCVAG). Doctorante en Educación
(UPEL-IPM). Autor del Libro: Pedagogía del Humor: ¡Permitido Reír, estamos en clases…!. Artículos:
“Escuelas con Humor” (Revista Iberoamericana de Educación- OEI). ¿El sentido del humor, tiene sentido
en el aula? (Revista EDUCARE). Las viñetas humorísticas como estrategia didáctica en una clase de
agricultura (Revista AULARIA).
147
o
Revista IN CRESCENDO - Educación y Humanidades Vol. 01 N 02, 2014
F. González Y.:”El texto Bíblico: Desde una dimensión de la pedagogía del humor”
“Entonces se llenó de risas nuestra boca,
Nuestros labios de gritos de alegría,
(…) Y estamos alegres”.
Salmo (126: 2-3)
Las grandes culturas de nuestra civilización,
en su gran mayoría, son producto de las
fusiones del pensamiento judeocristiano con
el pensamiento griego y romano. Por lo que
es relevante, para comprender el significado
que en la actualidad tienen para el mundo
ciertos dogmas, teorías y paradigmas, reali-
zar un estudio genealógico que permita
rastrear los orígenes de su uso y en particular
ciertas etimologías, que puedan arrojar ele-
mentos importantes que aporten claridad
sobre el constructo humor.
Es de considerar, que desde aquella visión del
“giro filosófico-ontológico” que proponen
Heidegger y Gadamer sobre la Hermenéutica,
en donde se plantea que los seres humanos
estamos condenados a interpretar y que somos
seres lingüísticos. Surge de ahí, la máxima
nietzscheana sobre que no existen hechos, sólo
interpretaciones, y toda interpretación inter-
preta otra interpretación. Y tomando en cuenta
que la verdad hermenéutica no es una verdad
absoluta y univoca: el texto siempre está
abierto a nuevas interpretaciones; el autor de
este ensayo busca rastrear (revisión docu-
mental) el empleo del lenguaje que permitió
que ciertas conceptualizaciones respecto del
humor y la risa se perpetuaran hasta nuestros
días con el legado cultural, religioso y moral
que la Biblia dejó a Occidente interpretada por
los apóstoles bajo la inspiración divina.
Se tiende a elucubrar de que La Biblia es un
libro demasiado solemne, aburrido y que
prohíbe la risa. De acuerdo a la interpreta-
ción hermenéutica realizada se puede
demostrar lo contrario. En esto me apoyo en
el libro de Eclesiastés (3:4) en donde se
plantea que todo tiene su tiempo: “Su tiempo
el llorar y su tiempo el reír (…)”.
Ahora, si se estudia con detenimiento ciertos
pasajes bíblicos se descubrirá algunas si-
tuaciones humorísticas sucedidas a algunos
actores que se mencionan desde el libro de
Génesis en el Antiguo Testamento hasta el
Nuevo Testamento, en donde, de seguro
Jesús y sus apóstoles pasaron momentos
agradables con buen sentido del humor. El
presente artículo busca mostrar la presencia
del humor (reflexivo, satírico, irónico, entre
otros recursos literarios) en diferentes
pasajes bíblicos, esto no significa que el
humor esté presente en todos ellos, o que sea
la única forma de acercarse a cada uno de los
textos de la biblia, en el sentido de que no
haya otras formas de lecturas.
EL HUMOR: RECURSO LITERARIO
QUE EXPRESA LA GRACIA EN LA
BIBLIA
“Quien hace reír a sus semejantes, merece el
paraíso”
Mahoma
Dentro del escenario de los estudios bíblicos
y su praxis pedagógica, el tema del humor va
creciendo en el número de investigadores y
especialistas, que concuerdan en que este
tema ha sido subestimado e ignorado por la
mala concepción que históricamente sobre
este género se ha tenido, considerándolo
como poco serio (las reglas antiguas monás-
ticas prohibían la risa); por lo que ha surgido
la preocupación en su investigación y la pu-
blicación de libros, capítulos de libros y
artículos sobre este género. En cuanto a
textos se pueden citar a: Arens, El humor de
Jesús y la alegría de los discípulos; Acosta,
El humor en el Antiguo Testamento, Jonsson,
Humour and Irony in the New Testament;
Radday y Brenner, On Humour and the
Comic in the Hebrew Bible; Kuschel,
Lachen: Gottes und der Menschen Kunst.
Antes de entrar en los relatos, hay que hacer
una consideración literaria operativa para los
efectos de este artículo sobre el tema del
humor y la risa. Cuando se dice que el humor
es algo muy serio, no es una broma ni un mal
chiste, ya que el mismo, en sus complejidades
y fugas transita por un itinerario de rupturas
con el mundo de la razón absoluta, de sus
certezas; es una diáspora que desterritorializa
el mundo de lo dado, de lo sagrado, arrinco-
148 o
Revista IN CRESCENDO - Educación y Humanidades, Vol. 01 N 02, 2014
nándolo en fronteras difusas.
Actualmente es necesario construir un
discurso en defensa del buen humor, pues ha
tenido mucha mala fama desde tiempos
históricos; en la actualidad, muchos charla-
tanes que se hacen llamar humoristas o
cómicos han vilipendiado este término,
llevándolo a la más extrema vulgaridad. El
humor y la risa se han convertido en un gran
negocio llevado a las más bajas pasiones.
De ahí la importancia de hallar los valores
propios del constructo humor que se han
venido tergiversando, evitando que se con-
vierta en un mero sinónimo de gracioso o
divertido, y así rescatar, a través de una especie
de arqueología epistémica su particularidad
estética y ética. Lo que destaca esencialmente
en el constructo humor, parte de un tipo de
seriedad vital, pero no esa seriedad docta que
alza su reclamo y castigo contra todo aquello
que se relaciona con la risa. Es, como nos dice
acertadamente Schopenhauer en uno de sus
aforismos:“la seriedad oculta dentro de la
broma” (citado en conferencia de Sádaba,
2011). Una seriedad hermanada con la ex-
presión incisiva de un chiste, una seriedad que
encuentra en la risa un factor disolutivo y
mordaz que se hace increíblemente eficaz en el
momento de la crítica filosófica.
Ahora, ¿Cómo aprisionar aquello que se
fuga a las ficciones de la cárcel del lenguaje?
Aquello “que es de naturaleza tan compleja
y volátil que resulta imposible atraparlo en
los estrechos límites de unas pocas palabras”
(Martín, 1996, p. 23). Ante tal interrogante
convoco a algunos estudiosos del tema.
Decía Groucho Marx (citado en González,
2013, p. 182) “que el humor es una palabra que
usaba constantemente y estaba loco por ella, y
remataba diciendo irónicamente, algún día
averiguaré su significado”. Groucho con sus
ironías (como tal Jesucristo con sus parábolas)
me da unas claves que traduzco y reflexiono
diciendo que, intentar definir el humor, ya es
cómico en sí mismo, es creer que existe en el
lenguaje la posibilidad de la definición precisa.
Parafraseando a Brooks White, la idea no es
diseccionar el término humor, ya que corre-
ríamos el riesgo de espantar las mentes lec-
toras al sacarle sus entrañas. Por eso, intentar
explicar un chiste puede causar destrozos, ya
que el humor –advierte Hernández Montoya
(2000)-, pone sus bombas donde menos uno se
lo espera, es un terrorismo benigno, sentencia
este humorista convocado.
La Real Academia Española (2001) corriendo
el riesgo de espantar a sus lectores, concep-
tualiza el término humor como “jovialidad y
agudeza”, en su acepción de carácter, y como
“genio, índole y disposición” en su acepción
de estado afectivo; mientras que define humo-
rismo como “el modo de presentar enjuiciar o
comentar la realidad, resaltando el lado
cómico, risueño o ridículo de las cosas”.
Podría entonces, considerarse el “sentido del
humor” como el de Groucho o el de los
Robertos (Hernández y Malaver) por citar al-
gunos, como la capacidad de producir humo-
rismo, mediante la jovialidad y agudeza, así
como la capacidad humana para percibir algo
como cómico o gracioso en uno mismo y en
los demás.
El termino humor también ha sido objeto de
confusión semántica con el término “cómico”.
Para Fernández (1945, p. 10), “el humor es
sencillamente una posición ante la vida"; y no,
"como vienen sosteniendo los filósofos, una
variedad de lo cómico, sino un fenómeno esté-
tico más complejo, un proceso anímico refle-
xivo, en el que entra como materia prima e
inmediata el sentimiento de lo cómico en
cualquiera de sus múltiples formas" (Casares,
1945, p. 46). Para Vigara (2013), lo cómico que
puede ser: personas, cosas, hechos, dichos,
entre otros, muestra capacidad de divertir o de
excitar la risa, incluso sin intención de hacerlo.
Para ilustrarlo, la prenombrada autora cita un
ejemplo propuesto por dos grandes maestros
del humor gráfico español: Mingote y Forges
quienes de manera literal expresan:
“Uno va por la calle, se cae: eso es lo cómi-
co.
F. González Y.:”El texto Bíblico: Desde una dimensión de la pedagogía del humor”
149
o
Revista IN CRESCENDO - Educación y Humanidades Vol. 01 N 02, 2014
F. González Y.:”El texto Bíblico: Desde una dimensión de la pedagogía del humor”
150 o
Revista IN CRESCENDO - Educación y Humanidades, Vol. 01 N 02, 2014
Lo humorístico es lo que dice después el
tío…” (Vigara, 2013, p. 8-9).
El anterior sentido literal o patente le pode-
mos dar un sentido latente o denso a través
de varias posturas epistemológicas:
En “La gaya ciencia” Nietzsche (1984, p.
32) afirma que: "La existencia no ha llegado
todavía a tener conciencia de la comedia
que ella misma es". Y en el pasaje final del
Banquete (Platón, 1982, p. 284) Sócrates
dice a Agatón y Aristófanes que "era cosa del
mismo hombre saber componer comedia y
tragedia, y que quien con arte es autor de
tragedias es también autor de comedias".
Wylie Sypher (2004, p. 4), en su texto Los
significados de la comedia, citando a
Kierkegaard señala que “lo cómico está
presente en cada una de las etapas de la vida,
porque doquiera que hay vida, hay contra-
dicción, y doquiera hay contradicción, lo
cómico está presente”. Es decir, que “en el
fondo de todo proceso humorístico está lo
cómico como sustrato” (Casares, 1961, p. 31).
En cuanto a la risa, esta aparece en situaciones
y circunstancias tan variadas, diferentes y
heterogéneas, que resulta difícil encontrar para
ella un denominador común. Efectivamente,
ella puede ser sumisa, forzada, cómplice,
rebelde, incrédula, escéptica, complaciente,
liberadora, provocativa, indulgente, aliviada,
incriminatoria, auténtica, falsa, entre otras
formas. Una manera para avanzar hacia la
comprensión de la risa consiste en preguntarse
por su causa, función y efecto.
Hay que señalar la permanente desconfianza
que ha despertado la risa en todo sistema de
poder. Acá cabe destacar lo que plantea Fietz
(1995), el hecho de que acaso siempre nos
reímos desde o contra el poder establecido:
en el primer aspecto, como expresión de
autoridad, en el segundo aspecto, como
manifestación de independencia, y no cabe
duda que desde esta última manifestación
surge la risa rebelde y liberadora, mientras
que desde los imperativos del poder emanan
la risa tanto indulgente, burlona, incrimi-
natoria, y ante ellos, la risa sumisa, forzada,
cómplice. Pero, valiéndonos de los térmi-
nos de Guillaume (Baudrillard y Guillaume,
2000, p. 15s), siempre queda un residuo, de
tal manera que la ingobernable explosividad
de la risa, aunque sometida, marginada o ex-
pulsada, puede estallar en cualquier momen-
to, retornar y reinstalarse en los espacios que
le han sido prohibidos.
Para Bergson, “la risa debe ser algo así co-
mo una especie de gesto social. (Bergson,
1943, p. 23). Considera este autor que el ser
humano es un animal que ríe y que hacer reír,
dándole a la risa ese carácter social, ya que
una persona solo ríe verdaderamente con
otros; necesita de un eco; es la distancia más
corta entre dos personas. Como ya vimos,
hay teorías que explican que reímos desde
un sentimiento de superioridad, hay también
quienes asumen que la risa surge como
conciencia de libertad. Hay eso sí, un
carácter cognoscitivo de lo cómico, y éste
colabora, sin duda alguna, en la com-
prensión del mundo y de lo que se considera
como verdad. Decía Claude Roy, que la
verdad es demasiado cruel para decirla sin
hacer reír. Borges lo traduce en que el
humor es una súbita generosidad en la
conversación.
De manera, que para ser generosos y no
crueles en la conversación para decir la
verdad (escrita en la biblia) en clave de hu-
mor, se requiere que estudiosos de la teo-
logía, predicadores y pedagogos evangeli-
zadores puedan percibir en los libros bíbli-
cos la estética, el arte y el humor en todas sus
figuras literarias sin sentir que están perdien-
do reverencia hacia el creador.
¿QUIENES SE HAN REÍDO DE LA
GRACIA DE DIOS?
“(…) Dios me ha dado de que reír,
todo el que lo oiga reirá conmigo”.
Génesis (21:6)
¿Se imagina usted a Dios sonriendo? Invito a
imaginar la complacida sonrisa de Dios al
F. González Y.:”El texto Bíblico: Desde una dimensión de la pedagogía del humor”
151
o
Revista IN CRESCENDO - Educación y Humanidades Vol. 01 N 02, 2014
terminar su obra terrenal, como se explica en el
libro de Génesis (1:31): “Vio Dios cuanto
había hecho, y todo estaba muy bien (…)”.
Imagino la sonrisa de un padre que festeja en el
jardín de infancia la creatividad e ingenio al
escuchar a su hijo Adán dándole nombre a
cada animal. Asimismo, imagino su sonrisa,
cuando creó a Eva, mujer para Adán, de
manera que este no estuviese solo en el Huerto
del Edén. Y por supuesto, es de imaginar la
sonrisa de sorpresa de Adán al ver a Eva y
alegrarse de tenerla como mujer.
Más adelante, el pasaje bíblico que narra el
nacimiento de Isaac es muy elocuente,
recordémoslo: “(…) Abrahán y Sara eran
viejos, entrados en años; y a Sara se le había
retirado la regla de las mujeres” (Génesis,
18:11). Acontece que en un encuentro con
Dios, éste le dice a Abrahán en Génesis
(17:16): “Yo la bendeciré, y de ella también te
daré un hijo, la bendeciré, y se convertirá en
naciones (…)”.
La reacción de Abrahán se denota de la
siguiente manera en el génesis:
Abrahán cayó rostro en tierra y se echó a
reír, diciendo para sí: "¿A un hombre de
cien años va a nacerle un hijo?, ¿y Sara, a
sus noventa años, va a dar a luz?" “Dijo
Abraham a Dios: Si al menos Ismael
viviera en tu presencia”. “Respondió
Dios: "Sí, pero Sara tu mujer te dará a luz
un hijo, y le pondrás por nombre Isaac. Yo
estableceré mi alianza con él, una alianza
eterna, de ser el Dios suyo y el de su
posteridad.” (Génesis, 17: 17-19).
Líneas arriba, traduce en tres elementos que
muestran el carácter escéptico de la risa de
Abraham:
1. La acción de postrarse sobre su rostro, reír
y pensar. El postrarse es signo de humildad
y de reverencia. Pero, en este versículo tal
acción pudiera tener otra interpretación,
pues pareciera que Abraham utiliza el
inclinarse no tanto para rendir homenaje,
sino, como oportunidad de esconder su
risa y murmuración ante Dios.
2. Presenta como objeción la edad avanzada
de Sara y la propia.
3. Al anuncio de Dios, Abraham responde
como si no lo hubiera escuchado o no
tomara en serio lo que le dijo, pues le pide
por Ismael; de Isaac no dice ni una palabra.
Es Dios quien lo escucha y le dice que sí,
que bendecirá a Ismael, pero insiste, y
repite el anuncio del versículo 17, agre-
gando ahora el nombre que le ha de poner:
Isaac–Itzjak, en hebreo significa “risa”.
Con respecto a Sara, es elocuente su ac-
tuación: “Sara lo estaba oyendo a la puerta
de la tienda, a sus espaldas” (Génesis,
18:10). “Así que Sara rió para sus adentros y
pensó: "Ahora que estoy pasada, ¿sentiré el
placer, y además con mi marido ya viejo?".
“Dijo Yahvé a Abrahán: "¿Por qué se ha reí-
do Sara, pensando: "¡Seguro que voy a parir
ahora de vieja!” “¿Hay algo difícil para
Yahvé? En el plazo fijado volveré, al
término de un embarazo, y Sara tendrá un
hijo”. “Sara negó: "No me he reído", (y es
que tuvo miedo). Pero aquél dijo: "No digas
eso, que sí te has reído.” (Génesis, 18: 12-
15).
Con respecto a la risa de Sara, es un meca-
nismo que reivindica el derecho humano a la
duda por encima del criterio de obediencia.
Y es que la risa de Sara rompe con la solem-
nidad y el orden de lo patriarcal humano y
sagrado e inaugura la rebeldía de la sub-
versión. Sara se atreve a reírse de la promesa
celestial que le anuncia que va a ser madre,
aunque después le da miedo. Fue un momen-
to de tensión entre la risa de la rebeldía y el
llamado al orden.
Ahora, es extraño que el mismo término por
el cual Sara fue reprendida se haya conver-
tido en el nombre de su descendiente. Se
puede diferenciar grosso modo, coinci-
diendo con algunos autores que la risa de
Sara surge como risa de duda, incrédula,
perpleja de no poder creer aquello que
escuchaba del propio Dios, mientras que la
risa de Abraham es de felicidad, alegría al
saber la noticia, lo cual va acompañado de un
acto de reverencia hacia Dios: postrarse.
F. González Y.:”El texto Bíblico: Desde una dimensión de la pedagogía del humor”
152 o
Revista IN CRESCENDO - Educación y Humanidades, Vol. 01 N 02, 2014
Pero, el hecho de que la misma palabra sirve
para dos distintos eventos, significa que la
vida de Isaac estuvo ligada de alguna mane-
ra a la risa.
Este pasaje pudiera interpretarse como una
especie de advertencia celestial, consistente
en que los padres al llamar a su hijo Isaac
recordasen por una parte la incredulidad, y
por otra el poder de Dios.
Y como para Dios no hay nada imposible de
acuerdo al Libro de la Biblia, sigamos
sonriendo con el anécdota del “asna que
habló a Balaam” citada en el libro de
Números (22: 21- 30). Invito al lector a leer
el capítulo y los versículos citados, acá por
razones didácticas cito Números (22: 28):
“Entonces Yahvé abrió la boca de la burra,
que dijo a Balaán: "¿Qué te he hecho yo para
que me pegues con ésta ya tres veces?”.
Dejo a la imaginación del lector la cara de
sorpresa de Balaam viendo que su burra le
habló. Y más todavía, si éste llegase a contar
a alguno de sus compañeros o familiares lo
ocurrido, a lo mejor lo tildan de loco.
Otro suceso con pinceladas de humor es
narrado en el libro de Daniel, cito:
De repente aparecieron unos dedos de
mano humana que se pusieron a escribir
frente al candelabro, en la cal del muro
del palacio real, y el rey vio el trozo de
mano que escribía. Entonces el rey pali-
deció, se le turbó la mente, se le aflojaron
las articulaciones de las caderas y le
entrechocaron las rodillas. (5: 5-6)
Por supuesto, ¡quien no se asusta viendo tan
semejante acto! No todos los días se ve una
mano sola escribiendo. Me imagino las dos
rodillas del rey temblando y pegando una de
la otra. Dice más adelante el texto, que el rey
y sus acompañantes estaban embriagados, y
del susto se les pasó la rasca.
Cierro este apartado, resaltando el papel que
Dios le da a la alegría como buena medicina:
“Corazón contento mejora la salud, espíritu
abatido seca los huesos. (Proverbios 17:22).
Así que mantengamos espíritu y corazón
contentos.
EL HUMOR EN JESÚS EN EL NUEVO
TESTAMENTO: UNA MANERA DE
DECIR LA VERDAD DESPOJÁN-
DOLA DE SUS APARIENCIAS
“(…) os anuncio una gran alegría (…)”
Lucas (2:10)
El humor como una dicha que ha embargado
al mundo (Kierkergaard, dixit) crea una
distancia que permite ver las cosas desde un
ángulo distinto del habitual y cuestiona la
interpretación dominante de la realidad.
Para quien posee sentido del humor, lo
absoluto e incuestionablemente establecido
se sale de sus cabales y comienza a exponer
criterios desde otros ángulos y lenguajes
totalmente diferentes y complejos. Jesús
desde su complejidad ontológica se situaba
en ángulos desde donde las cosas cambiaban
de dimensiones, por eso hablaba en pará-
bolas para provocar la reflexión y dilemas
morales, de ahí las siguientes frases: dejad
que los muertos entierren a sus muertos,
camellos que intentan pasar por el ojo de
una aguja, de vigas que se alojan en la niña
de los ojos, de la fe como un grano de
mostaza, de cómo las piedras hablaran si
callarán; si no hacéis como niños no
entrarán al reino de los cielos; el que esté
libre de pecados que lance la primera
piedra, cuando des limosna, que tu mano
derecha no sepa lo que hace la izquierda,
(como si las manos supieran lo que hacen).
Todas estas sentencias entre otras, tienen
una sazón humorística.
El humor es capaz de llevarnos de la mano
al encuentro de la dimensión teológica de
nuestra existencia. Participa de esa
actividad de la fe, capaz de aventurarse en lo
desconocido, encajando la dureza y la
opacidad de la realidad sin perder la ternura
como la que a continuación se expone en la
siguiente escena:
Jesús contemplaba sentado un día como el
pueblo ofrendaba en el arca del templo, y
como muchos ricos ofrendaban en cantidades;
y vio que una pobre viuda echaba dos
moneditas y llamando a sus discípulos les dijo:
F. González Y.:”El texto Bíblico: Desde una dimensión de la pedagogía del humor”
153
o
Revista IN CRESCENDO - Educación y Humanidades Vol. 01 N 02, 2014
“Os digo de verdad que esta viuda pobre ha
echado más que todos los que echan en el arca
del Tesoro” (Marcos, 12:43). Vaya manera
satírica de desnudar la realidad, una realidad
despojada de sus apariencias por el hijo de
Dios y mostrada a sus discípulos para el
discernimiento.
La actitud de la viuda había desencadenado
una reflexión paradójica en el hijo de Dios
que la observaba; la generosa, la espléndida,
la digna de admiración era la viuda y sus dos
monedas que merecían a sus parecer el valor
de una fortuna; las ofrendas de los ricos no
valían gran cosa, solo habían entregado las
migajas sobrantes de su banquete.
Cuando afirmaba por ejemplo: " En verdad
os digo que los publicanos y las prostitutas
llegan antes que vosotros al Reino de Dios"
(Mateo, 21:31), estaba satirizando, ponien-
do patas arriba convicciones incues-
tionables sobre la dignidad de las personas,
hacía estremecer los cimientos de una
sociedad vetusta.
En otro contexto, citaré algunas situaciones
divertidas de la Biblia como ejemplos, en
donde los discípulos escogidos para escribir
estos relatos fueron testigos de los acon-
tecimientos, relatos que pasan por el sello
personal de su propia escritura, lo que im-
plica su gracia para contar las cosas que
interpretaban. Todo ello, obvio, inspirado
por el Espíritu Santo, veamos:
El evangelista San Juan cuenta el anécdota
de la curación de un ciego de nacimiento por
parte de Jesús. El hijo de Dios dispuso
curarlo un día sábado, día de reposo, lo cual
trajo discordia entre los fariseos. Dice la
biblia que: “(…),Dicho esto, escupió en
tierra, hizo barro con la saliva, y untó con el
barro los ojos del ciego” (Juan 9:6), “Y le
dijo: "Vete, lávate en la piscina de Siloé"
(que quiere decir Enviado). Él fue, se lavó y
volvió ya viendo” (Juan 9:7).
Así que, una vez curado, los fariseos llama-
ron al hombre para interrogarlo: Le dijeron
entonces: "¿Cómo, pues, se te han abierto
los ojos?" (Juan, 9: 10), “Los fariseos a su
vez le preguntaron cómo había recobrado la
vista. Él les dijo: Me puso barro sobre los
ojos, me lavé y veo". (Juan, 9: 15). ¡Así de
simple! Imagínense a los fariseos viéndose
las caras unos a otros, pensando que el
hombre les estaba jugando una broma.
Pero, los fariseos que eran muy testarudos
seguían con la duda del milagro. “No
creyeron los judíos que aquel hombre hu-
biera sido ciego, hasta que llamaron a los
padres del que había recobrado la vista”
(Juan, 9: 18). Y les preguntaron: "¿Es éste
vuestro hijo, el que decís que nació ciego?
¿Cómo, pues, ve ahora?" (Juan, 9:19).
Vean cómo responden los padres: “Nosotros
sabemos que este es nuestro hijo y que nació
ciego. Pero, cómo ve ahora, no lo sabemos;
ni quién le ha abierto los ojos, eso nosotros
no lo sabemos. Preguntadle; edad tiene;
puede hablar de sí mismo.” (Juan, 9: 20-21).
Es como decir, para esto nos llamaron, tan
ocupados que estábamos, el es mayor de
edad ¡pregúntenle a él!
Los tercos fariseos estaban tan indignados
que querían comprometer a Jesús como
fuera posible, por el delito de hacer
escándalo y curar en el día de reposo. Así
que, llamaron por segunda vez al hombre
que había sido ciego y le dijeron: “Da gloria
a Dios. Nosotros sabemos que ese hombre es
un pecador”. (Juan, 9:24). Impaciente ya de
tanta preguntadera sobre lo mismo, res-
ponde el que era ciego: “Si es un pecador, no
lo sé. Sólo sé una cosa: que era ciego y ahora
veo” (Juan, 9:25). ¡Tajante respuesta!
Nuevamente los testarudos “le dijeron en-
tonces: ¿Qué hizo contigo? ¿Cómo te abrió
los ojos?” (Juan, 9: 26). Imagínense al pobre
hombre diciendo: “vuelve el perro arre-
pentido”. Esta vez les contestó obstinado:
“Os lo he dicho ya, y no me habéis escu-
chado. ¿Por qué queréis oírlo otra vez? ¿Es
qué queréis también vosotros haceros
discípulos suyos?” (Juan, 9: 27). Vaya
broma. Los fariseos al oír esa respuesta, que
definitivamente les sonó a burla, estallaron
en cólera y lo llenaron de injurias y le dije-
ron: “Tú eres discípulo de ese hombre;
F. González Y.:”El texto Bíblico: Desde una dimensión de la pedagogía del humor”
154 o
Revista IN CRESCENDO - Educación y Humanidades, Vol. 01 N 02, 2014
nosotros somos discípulos de Moisés”.
(Juan, 9:28). A lo mejor pensaría el hombre:
¡Ay sí me van a meter miedo con Moisés,
miren como tiemblo!
Y los fariseos siguieron: “Nosotros sabemos
que a Moisés le habló Dios; pero ése no
sabemos de dónde es.” (Juan, 9:29). Y el ex
ciego se armó de valor y les soltó una frase
irónica a los sacerdotes sabelotodo: “Eso es
lo extraño: que vosotros no sepáis de dónde
es y que me haya abierto a mí los ojos”. “(…)
Jamás se ha oído decir que alguien haya
abierto los ojos de un ciego de nacimiento”
(Juan, 9: 30 y 32). Vaya inspiración divina
cargada de humorismo e ironía.
Otra descripción anecdótica es la de San
Pablo, se describe como una persona con un
discurso largo que la gente se dormía
escuchándolo. Veamos la siguiente escena
en Hechos (20:7), en donde reunidos los
discípulos “(…) Pablo, que debía marchar al
día siguiente, disertaba ante ellos y alargó la
charla hasta la media noche.”. “Un joven,
llamado Eutico, estaba sentado en el borde
de la ventana; un profundo sueño le iba
dominando a medida que Pablo alargaba su
discurso. Vencido por el sueño se cayó del
piso tercero abajo. Lo levantaron ya muer-
to”. (Hechos, 20:9). Continúa la narración
en el libro de Hechos, que Pablo tuvo que
bajar corriendo, por supuesto asustado,
sudando frío, y la expresión cuando les gritó
a todos: “No os inquietéis, pues su alma está
en él” (Hechos, 20:10). Imagínense luego la
broma que le gastarían los discípulos a
Pablo. Debió de ser el chiste más cómico del
momento.
En otro pasaje, del joven rico en Mateo (19:
16-22) es bastante elocuente, cuando
pregunta a Jesús ¿Qué bien haré para tener la
vida eterna? A lo mejor esperaba otra
respuesta, menos esa de: “(…) Si quieres ser
perfecto, anda, vende lo que tienes y dáselo a
los pobres, y tendrás un tesoro en los cielos;
luego sígueme”. “Al oír estas palabras, el
joven se marchó entristecido, porque tenía
muchos bienes” (Mateo, 19: 21-22). Este
pasaje tiene muchas interpretaciones, ima-
gínense al joven pensando y diciendo luego
con mentalidad capitalista del siglo actual:
después que he heredado y acumulado tanta
fortuna la voy a regalar, ¡y a los pobres!.
La siguiente escena, “Jesús anda sobre el
mar”, narrada por Mateo (14: 22 al 31), está
cargada de asombros y miedos con trazos de
comicidad. Después de unas jornadas bastante
intensas, Jesús ordena a los discípulos a entrar
en la barca e ir delante, y él se queda
despidiendo la multitud que le seguía, y luego
se fue al monte a orar. Ya la barca estaba en
medio del mar, azotada por las olas. Luego en
mitad de la noche Jesús empieza a caminar
sobre las aguas hacia el barco. “Los discípulos,
viéndole caminar sobre el mar, se turbaron y
decían: Es un fantasma, y de miedo se pusie-
ron a gritar.” (Mateo, 14:26). Imagínense
lectores esa escena cómica con esos gritos en
medio del mar.
Jesús viéndolos asustados los tranquiliza:
“¡Ánimo!, soy yo; no temáis!". Entonces le
respondió Pedro, y dijo: “Señor, si eres tú,
mándame ir hacia ti sobre las aguas” (vaya
que Pedro siempre andaba de salido)
“¡Ven!”, le dijo. Bajó Pedro de la barca y se
puso a caminar sobre las aguas, yendo hacia
Jesús. (Mateo, 27 al 29). Pero, viendo la
violencia del viento, le entró miedo y, como
comenzara a hundirse, gritó: “¡Señor,
sálvame!”. Al punto Jesús, tendiendo la ma-
no, le agarró y le dice: “Hombre de poca fe,
¿por qué dudaste?”.
El ser humano siempre se ríe solo de las
cosas que le pasa, ¿Se reiría a solas Jesús de
las cosas de sus discípulos?
Ahora, ¿Quién no se asusta viendo a alguien
caminar sobre el mar en la oscuridad? ¿No
sería que Jesús quería hacerles pasar una
buena broma? Imagínense a Jesús diciendo
¡Dios dame paciencia con este Pedro!
Varias veces Jesús le respondió a sus dis-
cípulos de esta manera (ver: Mateo 17:17;
Marcos 9:19), como se refiere en Lucas
(9:41): “¿Hasta cuándo estaré con vosotros y
habré de soportaros?”. Así estaría de can-
sado el maestro de ver y escuchar tantas
F. González Y.:”El texto Bíblico: Desde una dimensión de la pedagogía del humor”
155
o
Revista IN CRESCENDO - Educación y Humanidades Vol. 01 N 02, 2014
cosas, como hoy estamos cansados de oír
discursos de doble moral sobre la paz,
guerras, hambre y violencia.
CONCLUSIÓN
“…es hora de concluir; estaba por olvidar
que Dios ríe cuando me ve pensar”.
Milan Kundera
Concluir algo es muy difícil cuando lo que se
quiere es abrir caminos para investigar la
existencia. Parafraseando a Kundera, por
ahora ha llegado el momento de concluir, ya
me olvidaba que Dios ríe cuando me ve
pensar, o como decía el salmista: “El que
habita en el cielo se ríe” (Salmos 2: 4).
Se reiría Dios a lo mejor de un pensar como
el de Pedro (Mateo, 14:30) cuando pensó
que se iba a hundir caminando sobre las
aguas, y por supuesto se estaba hundiendo
por la duda y su falta de fe. O el pensar de los
que querían apedrear a la adultera cuando
Jesús les dijo: El que esté libre de pecado que
lance la primera piedra. Vaya lección,
conmoción, se verían las caras unos con
otros, se quedarían esperando a ver quién era
el osado libre de pecado en lanzar la piedra,
¿Esconderían las manos? Lo anterior debió
de ser el chiste con descripción de escenas
que contaría la adultera para toda su vida.
Dios y su hijo Jesús no eran humorista, sola-
mente tenían sentido del humor para llevar
las buenas nuevas, para anunciar alegría,
pero también para desgarrar y develar la
verdad, la realidad que se vivía en esa época.
Jesús utilizó sus parábolas como especie de
metáforas para discernir de manera ocu-
rrente, con mucho sentido del humor y con
una sagaz ironía y elementos satíricos.
Por lo tanto, enseñar la biblia debe partir de
una pedagogía que narre los hechos con
pinceladas de humor, y no lo dice el autor de
este artículo únicamente, también Pablo
inspirado por Dios lo declara: “Que vuestra
conversación sea siempre amena, sazonada
con sal, sabiendo responder a cada cual
como conviene.” (Colosenses, 4:6).
De tal manera que la enseñanza bíblica no
debe ser aburrida: “¡Sí, grandes cosas ha
hecho por nosotros Yahvé, y estamos ale-
gres!” (Salmo, 126: 3). De ahí que, debemos
estar alegres y enseñar divirtiendo
REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS
Baudrillard, J. y Guillaume, M. (2000).
Figuras de la alteridad. México: Taurus, La
huella del otro.
Bergson, H. (1943). La risa. Buenos Aires:
Editorial Losada, S. A. Casares, 1945
Fernández, W. (1945, 14 mayo). El humor en
la literatura española, discurso de recepción
en la Real Academia, Imprenta Sáez, Madrid.
Fietz, L. (1995). Möglichkeiten und Grenzen
einer Semiotik des Lachens. En: VV.AA.
Semiotik, Rhetorik und Soziologie des
Lachens. En: Fietz, Lothar / Fichte, Joerg O.
Ludwig, Hans-Werner (Eds.). Semiotik,
Rhetorik und Soziologie des Lachens.
Vergleichende Studien zum Funktionswandel
des Lachens vom Mittelalter zur Gegenwart.
Tübingen: Max Niemeyer Verlag.
González, F. (2013). El Sentido del Humor ¿Es
incompatible con la Dirección Escolar?
Didasc@lia. 4 (1). 181-188.
Hernández, R. (2000). ¿Para qué Reír?
Consultado en: (Fecha de acceso: 13 de
octubre de 2014).http://analitica.com/bibliote-
ca/para-que-reir/
Martín, R. (1996). El Humor en la poesía
española de vanguardia. Madrid: Gredos
Nietzsche, F. (1984). La gaya ciencia.
Madrid: Sarpe.
Platón (1982). Diálogos, Apología de Sócrates.
Madrid. Ed. De F. Lissi y J. Calonge, E. Lledó
y C. García Gual.
Real Academia Española. (2001). Diccionario
a
de la lengua española (22. ed.). Madrid,
F. González Y.:”El texto Bíblico: Desde una dimensión de la pedagogía del humor”
156 o
Revista IN CRESCENDO - Educación y Humanidades, Vol. 01 N 02, 2014
España: Autor.
Sádaba, J. (2011, 11 de noviembre) Morfología
del humor. Conferencia inaugural para
Jornadas de estudios y análisis del Humor,
desde la Antropología, la Psicología, y
Cotidianidad Universidad de Sevilla, en:
(Fecha de acceso: 13 de octubre de 2014)
http://www.youtube.com/watch?v=hNFobHn
xtMA
Sypher, W. (2004). Los significados de la
comedia. Traducido por Luis Vaisman para uso
interno del Seminario de Grado Lo cómico y la
comedia, Santiago, Universidad de Chile,
Facultad de Filosofía y Humanidades,
Departamento de Literatura.
Vigara, A. (1998). El chiste y la comunicación
lúdica: lenguaje y praxis. [Versión electrónica].
Especulo. (Fecha de acceso: 13 de octubre de
2014).
www.ucm.es/info/especulo/numero10/chiste.h
tml.