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Acción comunitaria frente al fenómeno del cambio
climático, en el páramo de la región del Guavio,
Cundinamarca, Colombia
Community action against the phenomenon
of climate change, in the páramo of the Guavio
region, Cundinamarca, Colombia
Acção comunitária contra o fenómeno das alterações
climáticas, no páramo da região Guavio,
Cundinamarca, Colômbia
Sonia Astrid Mendoza Velásquez1, Juan Guillermo Cano Muñoz2 & Fabián Rojas Sánchez3
1Zootecnista, Pedagogía para el Desarrollo del aprendizaje Autónomo, Magister en Sociología.
2Ingeniero de Agroecología, Magister en Desarrollo Sostenible y Medio Ambiente. 3Ingeniero en
Agroecología. Especialista en Planeación ambiental y gestión integral de los recursos naturales
1Escuela de ciencias Agrícolas Pecuarias y del Medio Ambiente –ECAPMA. Universidad Nacional Abier-
ta y a Distancia –UNAD. Bogotá. Colombia. 2 , 3Proyecto Agroecología. Parque Científico de Innovación
Social – UNIMINUTO. Corporación Universitaria Minuto de Dios – UNIMINUTO . Bogotá. Colombia..
1sonia.mendoza@unad.edu.co, 2jcano@uniminuto.edu, 3fabian.rojas@uniminuto.edu
Resumen
El municipio de Junín, Cundinamarca, Colombia,
hace parte de la zona de amortiguamiento del Par-
que Nacional Natural Chingaza y se caracteriza por
poseer una gran variedad de recursos naturales,
abundante agua y bosques naturales; sin embar-
go, presenta un alto grado de contaminación del
recurso hídrico y adicionalmente, se ha presentado
extinción de la fauna y la ora silvestre, destrucción
de los bosques por talas y quemas indiscrimina-
das. La presente investigación tiene el propósito de
documentar el proceso y analizar los resultados de
la aplicación de la Investigación Acción Participan-
te IAP como estrategia para la acción comunitaria
frente al fenómeno del cambio climático, con los
campesinos de los centros poblados de Chusca-
les y Claraval, del municipio de Junín. El IAP utilizo
la Evaluación de Sistemas de Manejo incorpo-
rando Indicadores de Sustentabilidad (MESMIS)
y la cartografía social para el diagnóstico. Se
realizaron sesiones de reexión y aprendizaje con
la comunidad a partir de los resultados. Se con-
cluye que el modelo de IAP permitió identicar los
problemas relacionados con la forma tradicional
de producir, reducir el uso de agrotóxicos en los
cultivos tradicionales, además, se promovió el uso
de la agroecología para la producción de alimen-
tos, la creación de huertas comunitarias, arreglos
silvopastoriles para la producción de forraje, pro-
ducción de ganadería lechera, y la siembra de
árboles para protección de fuentes de agua. Al
mismo tiempo, se impulsó la conformación de la
asociación de productores y comercializadores de
productos orgánicos con utilización de recursos
propios y apoyo gubernamental.
Palabras clave: acción comunitaria, Investigación
Acción Participante, mitigación de variabilidad
climática, producción agroecológica.
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Revista d e Investigación A graria y Am biental – Vol umen 6 Núme ro 1 – enero- junio de 2015 – ISSN 2145-6 097
Abstract
The municipality of Junín, Cundinamarca, Co-
lombia, is part of the buffer zone of the Natural
Chingaza National Park and is characterized by a
variety of natural resources, abundant water and
natural forests; however, it has a high degree of
pollution within water resources and additionally,
presented extinction of fauna and ora, destruc-
tion of forests by logging and indiscriminate bur-
ning. This research is intended to document the
process, and analyze the results of the applica-
tion of the participant action research (IAP) as a
strategy for community action against the pheno-
menon of climate change, with peasants from the
towns of Chuscales and Clairvaux, of the munici-
pality of Junín. IAP uses the evaluation of mana-
gement systems incorporating sustainability indi-
cators (MESMIS) and the social mapping for the
diagnosis. Learning and reection sessions were
conducted with the community as a result. It was
concluded that the IAP model allowed to identify
the problems associated with traditional ways of
production, reduced the use of agrochemicals in
traditional crops, in addition, the use of agroeco-
logy for food production, promoted the creation of
community gardens, arrangements silvopastoral
for the production of fodder, production of dairy
farming, and the planting of trees for protection of
water sources. At the same time, it promoted the
formation of the association of producers and tra-
ders of organic products trought of the use of this
own resources and of the government support.
Key-words: community action, participatory ac-
tion research, mitigation of climate variability,
agro-ecological production.
Resumo
A cidade de Junin, Cundinamarca, Colômbia, faz
parte da zona de amortecimento de Chingaza par-
que nacional natural é caracterizada por uma varie-
dade de recursos naturais, água abundante e o-
restas naturais; no entanto, apresenta um alto grau
de contaminação dos recursos hídricos e, além
disso, apresentou extinção da fauna e da ora sel-
vagens, a destruição de orestas por derrubadas
e queimadas indiscriminadas. Esta pesquisa tem
como objetivo documentar o processo e analisar
os resultados da implementação da pesquisa-ação
participativa IAP como uma estratégia de acção co-
munitária em relação ao fenómeno das alterações
climáticas, com os agricultores nas cidades de
Chuscales e Claraval no município Junin. O IAP, fez
uso de Sistemas de Gestão de Avaliação incorpo-
rando Indicadores de Sustentabilidade (MESMIS)
e mapeamento social para o diagnóstico. Sessões
de reexão e aprendizagem foram realizadas com a
comunidade. Com base nos resultados. Concluiu-
se que o modelo de IAP, identicou os problemas
associados com a forma tradicional de produção,
reduzir a utilização de pesticidas em culturas tra-
dicionais; promover o uso de agro-ecologia para a
produção alimentar, a criação de hortas comunitá-
rias, arranjos silvipastoris para fabricação de ração,
produção de pecuária leiteira, e plantio de árvores
para proteger as fontes de água. Ao mesmo tempo,
promoveu a formação da associação de produto-
res e comerciantes de produtos orgânicos usando
seus próprios recursos e apoio do governo.
Palavras-chave: ação comunitária, pesquisa-
ação participativa, mitigação da variabilidade cli-
mática, produção ecológica.
Introducción
El Parque Nacional Natural (PNN) Chingaza, ubi-
cado en la provincia del Guavio, Cundinamarca,
Colombia, tiene zonas de amortiguamiento de gran
importancia para la captación de agua y el desa-
rrollo de ciudades como Bogotá y los municipios
circunvecinos. El municipio de Junín hace parte
de dicha provincia y se caracteriza por poseer una
gran variedad de recursos naturales, abundante
agua y bosques naturales; sin embargo, presen-
ta un alto grado de contaminación del recurso
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Acción c omunitaria fre nte al fenóm eno del cam bio climático, e n el páramo de la regi ón del Guav io, Cundin amarca, C olombi a
hídrico por el inadecuado manejo de los residuos
sólidos, y líquidos, que en muchos casos son tóxi-
cos. Adicionalmente, se ha presentado una afec-
tación a las lagunas de la región, extinción de la
fauna y la ora silvestre, destrucción de los bos-
ques por las talas y las quemas indiscriminadas.
Por otra parte, la producción agrícola representa
el 70,5% de cultivos transitorios y el 16,6% culti-
vos permanentes, de los cuales 12,9% de cultivos
anuales son de arveja, papa, maíz, caña panelera
y mora. También, produce el 15.3 % de la leche
que se comercializa en el departamento de Cun-
dinamarca (CCB, 2008).
Los campesinos de los centros poblados de Chus-
cales y Claraval del municipio de Junín, no están
ajenos a los cambios climáticos que ha sufrido la
región en los últimos años. Por esta razón, un equi-
po de investigadores de la Corporación Universi-
taria Minuto de Dios – UNIMINUTO- y la Secreta-
ría de Ciencia Tecnología e Innovación (SCTeI) de
la Gobernación de Cundinamarca, actuaron como
agentes externos a la comunidad con el propósito
de obtener la información necesaria para diseñar
una propuesta de acción comunitaria que alien-
te la participación, la concientización y el empo-
deramiento de los campesinos en el abordaje de
las acciones que se requiere emprender frente a
la problemática ambiental, y especícamente en
el cambio climático, como una realidad que está
afectando y transformando profundamente los as-
pectos naturales y sociales del país y del planeta
en general.
Abordar la problemática de forma responsable im-
plica preguntarse:
• ¿Cuál es el aporte que desde la comunidad pu-
ede hacerse, para mitigar el cambio climático,
realidad que afecta la cotidianidad de las socie-
dades rurales y urbanas de la zona de amor-
tiguamiento del PNN Chingaza?
• ¿Cómo generar acciones de hecho que apun-
ten al mejoramiento de la comunidad rural que
vive en las zonas de reservorios de agua?
• ¿Cuál es la metodología apropiada para llegar
al interior de la comunidad y que ella misma ge-
nere ejercicios positivos en favor del cambio de
actitud y en la mejora de las prácticas de agri-
cultura y ganadería tradicionales?
Agroecología, como pretexto para la
comunicación y el entendimiento
La Investigación Acción Participativa (IAP) y el
Diagnóstico Rural Participativo (DRP) permiten la
comunicación entre los habitantes de la zona de
estudio, hacen un diálogo claro y abierto de los
problemas que diariamente ven en la región, sin
detenerse a hablar de ellos como diálogos impor-
tantes para la supervivencia y sobre las formas de
producir teniendo como prioridad los problemas
estructurales. Es así como la indagación saca a
ote los más íntimos temores sobre las formas de
actuar, la comunicación dirigida, permeada por la
investigación, da lugar a diálogos sobre temas de
la cotidianidad que no están explícitos en el que-
hacer cotidiano. Estos temas que en su mayoría
pueden estar identicados o no, pero que no son
tema de análisis crítico, y menos aún temas para
la acción. De esa forma los investigadores juegan
un papel importante en la escogencia del tema,
en la identicación sistemática de los problemas,
la localización en el terreno del problema y las ac-
ciones a emprender (Bordeau, 1998).
La crisis medioambiental y socioeconómica de la
agricultura convencional a escala mundial ha ori-
ginado el surgimiento de la agroecología como un
enfoque teórico y metodológico, utilizando varias
disciplinas cientícas que estudian la actividad
agraria desde una perspectiva ecológica y social
(Altieri, 1987; Altieri, 1995; Gliessman, 1997; Guz-
mán & Alonso, 2007). La agroecología se ha ma-
terializado a nivel mundial como una estrategia de
desarrollo rural sustentable con un fuerte compo-
nente endógeno, dando lugar a numerosas expe-
riencias de agricultura ecológicamente más sana,
socialmente justa, económicamente viable y cul-
turalmente aceptable. En Colombia, la evidencia
más consistente de esta estrategia es la agricultura
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y ganadería ecológica, la cual está articulada con
otras iniciativas locales, permitiendo a los producto-
res permanecer en la actividad agraria, a la par de
mejorar el estado de los recursos naturales (Alon-
so, 2004; Alonso, 2005). Características comunes
de una buena parte de estas experiencias son la
revalorización de los recursos locales tales como:
materia orgánica, conocimiento de los agricultores,
variedades de cultivo, semillas, razas ganaderas
criollas y paisaje, la articulación con otras activida-
des económicas como el ecoturismo, la educación
ambiental y el desarrollo de canales de comercia-
lización cortos que permiten a los productores la
captación de un mayor valor agregado.
De esta manera se evidencian dos (2) modelos de
agricultura: uno tradicional, derivado de la revolu-
ción verde de los años 60 (Altieri, 1995), altamen-
te dependiente de insumos agroquímicos, y otra
agroecológica o alternativa, donde se hace uso de
los recursos existentes y hay una alta rotación y
uso de la energía para la producción de alimentos.
Sin embargo, la transición del modelo “conven-
cional” al modelo “agroecológico” no es una ruta
cómoda. Los productores identican numerosas
dicultades que en mayor o menor grado les afec-
tan. Esta transición es un proceso complejo en el
que se articulan distintas escalas desde la nca,
el sistema local y los sistemas globales, y se ven
afectadas por factores sociales, económicos, tec-
nológicos, culturales y ecológicos.
Desde el punto de vista ecológico, la función del
grado de especialización e intensicación que
tengan en la nca requerirán mayores o menores
esfuerzos para eliminar los productos agroquími-
cos de síntesis, reordenar los ujos de nutrien-
tes y energía, reintroducir biodiversidad como:
cercas vivas, rotaciones, policultivos y sistemas
ganaderos sostenibles, para disminuir el peso
especíco de empresas individuales. El apoyo
gubernamental en lo que tiene que ver con si-
tuación nanciera de los predios, tiene gran im-
portancia en la posibilidad de acceder a créditos
con bajas tasas de interés, pero que estos, a su
vez, están re direccionados hacia la nanciación
de un modelo agroecológico convencional, con
alto grado de utilización de agroquímicos. Por
lo tanto, la existencia de estructuras de apoyo,
como servicios accesibles de asistencia técnica
y comercial, asociaciones de consumidores, or-
ganizaciones de agricultores y grupo social que
lo conforma, favorece activamente la transforma-
ción, siendo esta determinante para lograr cam-
bios en el manejo de la producción. Tecnológi-
camente, la capacidad de los agricultores para
generar tecnologías adaptadas a las condiciones
locales y de la producción ecológica, acelera o
retrasa la incorporación a la agroecología.
Existe obstáculos que dicultan la transición
agroecológica de los agricultores en Colombia y
esto depende de dos aspectos: el primero, que
no hay una investigación suciente y sistemática
desde las instituciones públicas o desde las ini-
ciativas privadas que inviertan en la trabajos para
mejorar la gestión social (Altieri, 1995), para que
éstas sean productivas y con rentabilidad econó-
mica, así como en los stocks de capital humano,
no están capacitados, ni hay una política rme de
educación rural para la producción de productos
ecológicamente limpios y de economía solidaria
en lo social y en lo colectivo. Y el segundo, tal vez
el más importante, tiene que ver con los espacios
participativos de construcción de desarrollo en-
dógeno, el cual en el ámbito de la agroecología
se conoce como Metodologías Participativas. No
se puede seguir haciendo replicación de mode-
los y características productivas sin realizar una
base de trabajo participativo en el cual, cada
campesino, cada productor, tenga un aporte a la
agricultura ecológica, presentado sus experien-
cias exitosas, pero sin que estas sean recetas de
aplicación universal.
Factores que limitan la transición hacia un ma-
nejo ecológico en la agricultura y la ganadería.
A continuación se describen las más importantes
barreras que dicultan que los procesos de transi-
ción agroecológica se logren:
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1) Barreras técnicas. Los bajos niveles de esco-
laridad de campesinos hacen que haya desco-
nocimiento de propuestas técnicas en la agri-
cultura y la ganadería ecológica; también hay
escasez de información y conocimientos sobre
experiencias para aplicar a la agroecológica
en condiciones especícas. La capacitación
gubernamental a cargo del SENA y las UMA-
TAS, se centra en los monocultivos y cultivos
de producción industrial, desconociendo la
producción de alimentos como eje fundamen-
tal del desarrollo de comunidad. El modelo
productivo de los pobladores, está basado en
el consumo de agro tóxicos para la producción
agrícola. Olvidando la experimentación en
la producción de alimentos con los modelos
agroecológicos y de auto sostenimiento.
2) Barreras sociales. La sociedad de los produc-
tores y las presiones del entorno social para
abortar el proceso de cambio. Falta de apoyo
desde estructuras organizativas propias de
los agricultores y ganaderos, organizaciones
de productores, y cooperativas. Los mayores
requerimientos en la agricultura ecológica es
la mano de obra, que a su vez puede actuar
como bondad del modelo. Esta circunstancia,
sin embargo, podría beneciar a la mal trecha
agricultura familiar.
3) Barreras de mercado y/o económica. Se
identican también, dicultades en la comer-
cialización en el mercado interno. La escasa
demanda del mercado interno de alimentos
ecológicos tiene mucho que ver con la dicul-
tad de acceso a estos productos, escasos pun-
tos de venta y con los precios especulativos
que muchas cadenas comerciales mantienen
para estos productos. Los precios que no co-
rresponden, ni con los costos de producción,
ni con los precios pagados a los agricultores.
4) Barreras legales. La desprotección del pro-
ductor ecológico en relación a la contami-
nación difusa, tanto de sustancias químicas
nocivas, como de genes provenientes de
organismos modicados genéticamente
(OGM). La contaminación difusa está origina-
da por los tratamientos químicos en los cam-
pos de agricultores convencionales vecinos o
por otras actividades económicas más o me-
nos cercanas, como la industria. El aire y el
agua sirven de vehículo de contaminantes que
aparecen después, en los exhaustivos análi-
sis que se realizan a los productos ecológicos
que deben ser desviados hacia los mercados
convencionales. Esto origina una importante
pérdida de ingresos para el productor ecológi-
co. Esta situación es posible que se agrave en
el futuro con la contaminación genética deri-
vada de la presencia de cultivos transgénicos,
dejando a los agricultores ecológicos en situa-
ción de indefensión ante los que contaminan.
La complejidad de las dicultades para promover
la transición agroecológica, apenas esbozada en
las líneas anteriores, reclama también cambios en
el enfoque de la investigación que se viene reali-
zando en Colombia.
La Investigación Participativa como herra-
mienta de la transición agroecológica y el
desarrollo rural
Los procesos de modernización de la agricultura a
nivel mundial y la implantación de las técnicas de la
Revolución Verde se llevaron a cabo con gran apoyo
institucional, materializado en servicios de investiga-
ción y de extensión agraria bien dotados de recursos
económicos y humanos. El modelo de investigación
y transferencia de tecnología vertical y unidireccio-
nal en que se basó la modernización de la agricul-
tura fue muy criticado a partir de los años setenta
del pasado siglo (Chambers & Ghildyal, 1985) por
su incapacidad de ofrecer respuestas a la mayoría
de los agricultores del mundo (los de bajos recursos
y aquellos que manejaban áreas ecológicamente
sensibles) y por las deciencias intrínsecas de un
modelo que incorporaba numerosos prejuicios en
su seno y era incapaz de reconocer el conocimiento
campesino (Cernea et al., 1985; Chambers, 1983 y
1991; Chambers & Ghildyal, 1985).
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En líneas generales, este marco de moderniza-
ción agraria, apoyado desde la investigación y ex-
tensión agrarias de carácter público, ha supuesto
que los agricultores hayan tenido que realizar fuer-
tes inversiones monetarias para la adquisición de
tecnología exógena, con el n de que sus ncas
se convirtieran en ecaces unidades de obtención
masiva de mercancías agrarias, incrementando
su productividad física y económica. Sin embar-
go, en el mejor de los casos, junto a aumentos
productivos han ido apareciendo una serie de ex-
ternalidades negativas de orden económico, en-
deudamiento de los agricultores, desequilibrios de
rentas entre la población urbana y rural. El despo-
blamiento de amplias áreas rurales, envejecimien-
to de la población rural y ecológica, consistente
en la contaminación de recursos hídricos, erosión
y pérdida de fertilidad de los suelos, deterioro de
la biodiversidad, que cada vez se hacen más evi-
dentes. Por el contrario, la transición agroecológi-
ca actual, entre otros aspectos, trata de minimizar
tales externalidades negativas, se están llevando
a cabo mayoritariamente sin el respaldo de la in-
vestigación pública, con el agravante de que los
servicios de extensión agraria han desaparecido,
siendo delegados en los servicios técnicos de
empresas multinacionales, vendedores principal-
mente de semillas, fertilizantes y plaguicidas, a las
que no conviene una transición agroecológica que
vaya más allá de una sustitución de insumos.
Implementar metodologías de Diagnostico Rural
Participativo (DRP) que permitan diseñar con-
juntamente con los agricultores y ganaderos,
propuestas de manejo y tecnologías adaptadas
a sus condiciones tanto socioeconómicas como
medioambientales, cuyo criterio de validez sea
la capacidad de las mismas para incrementar
la sustentabilidad agraria. Se entiende por DRP
aquella que constituye un proceso de interacción
creativa dentro de las comunidades rurales me-
diante el cual el conocimiento local y el cientíco
se combinan y se desarrollan en pie de igualdad
para encontrar soluciones a los problemas de los
productores, sacando el máximo provecho posible
de las oportunidades y recursos locales. Implica
la colaboración en las tres escalas mencionadas
en la introducción nca, sociedad local y sociedad
mayor de agricultores e investigadores para ana-
lizar el agroecosistema. Denir los problemas y
prioridades locales, experimentar con las posibles
soluciones, evaluar los resultados y comunicar los
hallazgos a otros agricultores y ganaderos. Pos-
teriormente, se plantea el DRP como herramienta
para solventar tales limitantes.
En el ámbito de la agroecología la propuesta del
Marco para la Evaluación de Sistemas de Mane-
jo incorporando Indicadores de Sustentabilidad
(MESMIS) desarrollada por varios autores (Astier
& Hollands, 2005) ha sido la más empleada por
agroecólogos con el n de analizar los sistemas
agrarios a escala de nca desde una triple pers-
pectiva: económica, social y ecológica. El MES-
MIS sigue los siguientes pasos metodológicos:
1) Selección y caracterización previa del agro
ecosistema mediante la obtención de la in-
formación básica, entrevista, información se-
cundaria, para denir el itinerario técnico y la
estructura y los límites del agro ecosistema.
2) Determinación de puntos críticos que amena-
zan la sustentabilidad del sistema y selección
de indicadores correspondientes. Dichos in-
dicadores están relacionados con todos los
atributos de la sustentabilidad: productividad,
estabilidad, resiliencia, equidad, autonomía y
adaptabilidad cultural (Conway, 1987).
3) Denición de los criterios operativos a consi-
derar: máximos y mínimos admisibles.
4) Medición y monitoreo de los indicadores,
como por ejemplo: erosión, rendimiento, e-
ciencia y autonomía energética.
5) Integración de los resultados mediante análi-
sis multi criterio y presentación de los resulta-
dos generalmente en un gráco AMEBA.
6)
Discusión de los resultados y recomendaciones.
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Acción c omunitaria fre nte al fenóm eno del cam bio climático, e n el páramo de la regi ón del Guav io, Cundin amarca, C olombi a
El seguimiento de tales pasos metodológicos
permite al DRP, una rápida extracción y análisis
de información referente a la estructura y funcio-
namiento del agro ecosistema, la consideración
de la sustentabilidad como propiedad emergen-
te a este nivel y la generación de indicadores
cuantitativos y cualitativos para la evaluación de
la sustentabilidad a nivel de nca. Como resul-
tado, la información que ofrece es útil para la
discusión y toma de decisiones a distintos ni-
veles: para los agricultores, que pueden tomar
medidas para mejorar la sustentabilidad; para
los políticos, que tienen la posibilidad de ela-
borar políticas agrarias que corrijan los puntos
críticos que ponen en peligro la sustentabilidad
del sistema; y por último, para los investigado-
res, a los que ofrece la posibilidad de trabajar
en grupos multidisciplinares y de obtener una
información sistémica clave para reconducir sus
investigaciones disciplinares hacia la resolución
de los problemas que afectan a la sustentabi-
lidad de los agro ecosistemas. Soluciones que
posteriormente deben ser evaluadas igualmente
desde una perspectiva sistémica y participativa,
con criterios de sustentabilidad.
La Investigación Diagnóstico Rural Partici-
pativo (DRP): un marco metodológico para la
transición agroecológica global y el Desarro-
llo Rural Sustentable
La Investigación DRP surge de las Ciencias So-
ciales en los años cuarenta del pasado siglo,
aunque en el ámbito del trabajo con la pobla-
ción campesina, partió de un cuestionamiento a
fondo de los sistemas de extensión y capacita-
ción utilizados para la modernización del agro,
que inició Paulo Freire (1978) con su obra ¿Ex-
tensión o Comunicación? La concientización en
el medio rural. La IAP parte de la base de que
cualquier proceso de desarrollo que se empren-
da estará sesgado si no integra las realidades,
necesidades, aspiraciones y creencias de los
beneciarios y más aún, si no integra a los be-
neciarios de este proceso como protagonista
del mismo.
De forma resumida el sociólogo Fals Borda (1991)
explica que el objetivo del DRP es generar un cono-
cimiento liberador que parte del propio conocimien-
to popular y que explica su realidad globalmente,
enfoque sistémico, con el n de iniciar o consolidar
una estrategia de cambio, procesos de transición,
paralelamente a un crecimiento del poder político,
destinados ambos a alcanzar transformaciones po-
sitivas para la comunidad a nivel local; y a niveles
superiores en cuanto que es capaz de conectarse
con experiencias similares a redes.
El hecho de partir del conocimiento popular, en
nuestro caso, del conocimiento de los agriculto-
res, sitúa la participación de éstos en el centro
del proceso de investigación. La participación de
los productores, que tienen una percepción sisté-
mica del agroecosistema, combinado con el uso
de herramientas como el MESMIS, garantiza la
comprensión holística de la realidad por parte del
investigador. Por otra parte, la IAP se ha demos-
trado ecaz y tiene gran experiencia en promover
cambios sociales, esto es, procesos de transición,
porque es capaz de trabajar a distintos niveles:
nca, sociedad local y sociedad mayor. En este
sentido, intenta no sólo promover el cambio tec-
nológico, sino también favorecer la adquisición
de capacidades y la organización por parte de los
grupos implicados para que puedan continuar el
proceso por sí mismos, así como incidir en ámbi-
tos superiores (sociedad local o mayor).
Metodología
El PNN Chingaza, declarado patrimonio hídrico de
la humanidad con el título de Humedales Ramsar
(Sarmiento, 2007), está ubicado en la provincia del
Guavio, conformada por ocho municipios: Gacha-
lá, Gama, Guasca, Guatavita, Junín, La Calera,
Ubalá y Gachetá; siendo este último, la capital de
la provincia, cuenta con una población de 79.621
habitantes (DANE, 2005). El 80,1% de sus vivien-
das son rurales y el 19,9% urbanas. (Cundinamar-
ca, 2014). Esta zona es de gran importancia para
Colombia y en especial para los departamentos
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de Boyacá, Cundinamarca y Meta, debido a que
su relieve montañoso (Figura 1) genera un porcen-
taje importante de la reservas de agua dulce que
surten los acueductos de por lo menos 20 muni-
cipios y de la capital del país, Bogotá. (Cundina-
marca, 2014)
Figura 1. Mapa de ubicación de los centros poblados de Claraval y Chuscales,
en relación con el parque Natural Nacional Chingaza en la región del Guavio
El proyecto de investigación, en convenio con la Cor-
poración Universitaria Minuto de Dios, UNIMINUTO,
a través del Parque Cientíco de Innovación Social y
la Gobernación de Cundinamarca, desarrolló el plan
piloto de adaptación del calentamiento global con la
comunidad de los centros poblados de Chuscales
y Claraval del municipio de Junín, Cundinamarca,
donde se implementó la metodología de enfoque In-
vestigación Acción Participativa (IAP) con el propó-
sito de reexionar sobre la realidad y los problemas
existentes, para adelantar acciones que apuntan a
la transformación de la realidad que se vive; de ahí
la importancia de esta metodología de trabajo para
promover la organización social (Fals Borda, 1991).
Acorde a esto, tanto el equipo investigativo como la
comunidad, mostrarán la manera cómo las prácti-
cas y conocimientos tradicionales de campesinos
en relación con la agricultura, la silvicultura y el ma-
nejo de recursos como el agua y el suelo, aportan a
la mitigación de los impactos del cambio climático.
Para lograr lo anterior, se expondrá a continuación,
la forma de recolección de información, la metodo-
logía usada en los talleres con agricultores de cada
comunidad, y la estrategia que logró la mayor parti-
cipación de los actores locales.
Diagnóstico
La metodología utiliza el mapa conceptual (Fi-
gura 2) y basándose en la Investigación Acción
Participativa (IAP) o Diagnóstico Rural Partici-
pativo (D.R.P), permite hacer un reconocimiento
de la zona e identicar la problemática existente
regentada por la comunidad y la forma de pro-
ducción actual, que está deteriorando sistemá-
ticamente el ambiente (CCB, 2008). En primer
lugar se efectuó la aplicación de talleres parti-
cipativos para la identicación colectiva de los
problemas. En segundo lugar, se identicó la
existencia de ora y fauna nativa en la zona. En
tercer lugar se precisaron los problemas gene-
rados a partir de la forma de uso de la tierra y
el consecuente deterioro ambiental. Y en cuarto
lugar se desarrolló el trabajo de campo para mi-
tigar el deterioro, con propuestas agroecológi-
cas con menor impacto en el ambiente, apropia-
das para el desarrollo productivo en las ncas
de los participantes.
Durante la investigación se utilizaron los siguien-
tes instrumentos:
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Acción c omunitaria fre nte al fenóm eno del cam bio climático, e n el páramo de la regi ón del Guav io, Cundin amarca, C olombi a
1. Cartografía social: para el acercamiento a
la comunidad se utilizó este ejercicio, con-
sistente en una técnica de trabajo en grupo
que permite la realización de diagnósticos
participativos como resultado del recono-
cimiento del territorio a través de distintos
mecanismos como: observación, conver-
satorios comunitarios, acercamientos a
realidades especícas, visitas de campo,
entrevistas, revisión de documentos y otras
ayudas que permiten un conocimiento lo
más preciso posible acerca del lugar, las re-
laciones y las condiciones de vida de quie-
nes habitan, frecuentan, trabajan y conocen
una zona, o región, éstas se plasman en el
mapa del territorio que se va a reconstruir
(Piza, 2009). Basado en lo anterior, se efec-
tuó un reconocimiento de las viviendas de
los participantes, para ubicarlos en el es-
pacio geográco sobre un mapa de la zona,
con el propósito de obtener datos sobre el
uso de la tierra, esto para generar conan-
za, logrando acciones positivas en relación
a la forma de producción agrícola y pecua-
ria en la comunidad y enfocarla hacia la res-
tauración del ambiente.
2. Entrevista semi-estructurada: se completó la
información con una entrevista semi-estruc-
turada, que consistió en un diálogo profun-
do con los protagonistas siguiendo una ruta
de conversación enfocada en el problema
de investigación cuyo objetivo es el de com-
prender procesos gestados en una comuni-
dad generadora de ese proceso (Hammer &
Wildavky, 1990). La discusión giró en torno
a los problemas y a las particularidades de
la región como zona frágil y los factores de
riesgo que conllevan al actual sistema de pro-
ducción, haciendo un reconocimiento general
de los factores de resiliencia o las formas de
adaptación de la comunidad a los cambios,
los cuales les han permitido permanecer en
la zona y la vulnerabilidad que esto aporta en
las formas de producción y mantenimiento de
la economía familiar.
Figura 2. Mapa conceptual con el modelo de Investigación Participativa
como herramienta de la transición agroecológica
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Resultados
Diagnostico Rural Participativo (DRP)
en la comunidad:
Teniendo a los sujetos como actores de su propio
desarrollo y no como objeto de estudio, con el traba-
jo de investigación realizado en los centros poblados
de Chuscales y Claraval se logró que los actores so-
ciales se empoderaran del proceso de trasformación
del entorno familiar y el entorno comunitario.
En la observación participante, se concentraron
los saberes y se identicaron los temores de la
población frente a los cambios que todos eviden-
ciaban sin tener una propuesta para abordar el
problema. Al mismo tiempo se procuró obtener
información sobre la zona e indagar sobre la vi-
sión que tienen de los aspectos positivos y de la
problemática económica, ecológica y social de la
producción agraria local.
En la fase de la investigación participativa se pu-
sieron en marcha grupos de trabajo con aquellos
productores de la comarca interesados en realizar
la transición agroecológica.
La implementación de DRP sobre los problemas
de la producción agraria en la zona, medioam-
bientales y económicos, estableció las relaciones
entre los pobladores, causa-efecto, sinergias, ca-
tegorizarlos por orden de importancia, identicar
soluciones, establecer orden de prioridad para
poner en marcha la soluciones, asignar tareas y
establecer un proceso de seguimiento del proceso
de transición.
Como resultados concretos de esta fase surgieron
tres tipos de propuestas:
1) La realización de estudios concretos para
obtener información considerada importan-
te para resolver la situación, tanto relativa
al manejo agrícola o ganadero, fertilización,
manejo de plagas o enfermedades, evalua-
ción de cargas ganaderas, recuperación de
variedades tradicionales y de conocimiento
del manejo tradicional en la zona, como a
otras barreras: de mercado, sociales, etc.
2) La realización de acciones encaminadas
a la formación del grupo en determinados
aspectos.
3) Acciones tendentes a transformar la situación
en la que se encuentran, puesta en marcha
de fórmulas asociativas, de mercados loca-
les, de grupos de trabajo, generar redes de
apoyo con otros sectores de la sociedad. Los
puntos 2 y 3 corresponden en esencia a la
fase siguiente de acción participativa, aunque
en la realidad es difícil establecer una frontera
clara entre ambas fases.
La acción participativa.
Teniendo en cuenta la estrecha línea que separa
ésta de la fase anterior, es preciso resaltar que
DRP concede gran importancia a la creación de re-
des de trabajo conjunto entre grupos sociales con
similares intereses de agricultores, consumidores,
técnicos. Los objetivos de estas redes son generar
sinergias mediante la puesta en marcha de accio-
nes conjuntas, optimizar el aprovechamiento de los
recursos disponibles, movilizar recursos económi-
cos, facilitar el intercambio de información, apoyar
iniciativas y actuaciones decididas en el seno de
las redes, y servir de foros de debate. Todo ello se
encuentra dentro de esta fase.
La evaluación. Dada la complejidad de los pro-
yectos de DRP, son posibles dos tipos comple-
mentarios de evaluación. La primera admite la
vericación del conocimiento producido mediante
los métodos ortodoxos de contrastación de las
ciencias sociales y naturales en el caso de los es-
tudios planteados. La segunda se basa en la eva-
luación de la efectividad de los cambios logrados
como resultado de la acción a través del segui-
miento de los indicadores propuestos como por
276
Acción c omunitaria fre nte al fenóm eno del cam bio climático, e n el páramo de la regi ón del Guav io, Cundin amarca, C olombi a
ejemplo: empleo generado, porcentaje de produc-
to vendido en canales cortos de comercialización,
agricultores implicados. Esta fase de evaluación
permite, tanto valorar el proceso en sí, como ge-
nerar información continua para reconducirlo en
caso necesario.
En denitiva la DRP, al situar en el centro del
proceso de transición agroecológica a los gru-
pos de productores, no sólo logra efectuar un
diagnóstico holístico de la situación de partida
que atañe tanto a la nca como a la sociedad
local y mayor, y la denición de una situación
objetivo realista con criterios de sustentabilidad,
sino que también logra que el grupo se movili-
ce para la consecución de las metas propuestas
y que establezca relaciones con otros grupos,
constituyendo redes o asociaciones que logran
facilitar el cambio en distintos ámbitos, ponien-
do bases sólidas de desarrollo rural sustentable
(Guzmán, 1998).
Los resultados obtenidos de la interacción del
grupo de investigación y la comunidad campesi-
na objeto de la intervención, están concentrados
en la recuperación de pequeños lotes para la pro-
ducción de hortalizas y frutas al igual que lotes
de pastoreo establecidos con arreglos silvopasto-
riles como elemento indispensable para el mejora-
miento de la alimentación del ganado.
Una vez identicados los problemas de la pobla-
ción campesina en la región, se pudieron esta-
blecer las líneas de acción para la mitigación de
los efectos devastadores del sistema productivo
desarrollado hasta el momento, como son: a. La
búsqueda en la comunidad soluciones reales que
se adapten a las necesidades del entorno; b. Em-
poderar a las mujeres, motores de las acciones
humanitarias en cada uno de los predios donde
se implementaron las propuestas productivas; c.
Crear espacios de diálogo y entendimiento entre
los integrantes de la comunidad, mujeres jóve-
nes personas de la tercera edad e inclusive niños
como protagonistas del cambio.
De esta forma se logra conformar:
1. Huertas caseras con arreglos biodinámicas en
la producción de hortalizas plantas medicinales.
2. Establecimiento de poteros de descanso y la
siembra de árboles forrajeros de gran valor nu-
tritivo para la alimentación del ganado de leche.
3. Siembra de cultivo de frijol en asocio con maíz
para mejorar el suelo y aumentar la productivi-
dad por unidad de área.
4. Protección de todo nacimiento de agua que
este en los predios de los participantes de la
organización.
5. Cercado y siembra de árboles en las riveras
de las quebradas que surten el acueducto de
la zona.
6. Promoción y los productos de panadería, ela-
borados por las mujeres de la región.
7. Organización de la comunidad para lograr mer-
cados ecológicos en la ciudad.
8. Creación de la asociación de productores de
los poblados de Chuscales y Claraval.
9. Establecimiento de huertas en los colegios y
escuelas de la región.
10. Participación activa de los jóvenes estudiantes
de la región.
11. Organización y participación activa de las mu-
jeres en la toma de decisiones concernientes a
la forma de producción dentro de los predios.
A modo de conclusión
A inicios del siglo XXI, la situación de poca sus-
tentabilidad de la agricultura tiene su origen en
una compleja trama de problemas sociales, eco-
nómicos y ecológicos, para lo cual, la propuesta
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de producción de alimentos de manera agroeco-
lógica se reclama como una estrategia efectiva de
mejora en la sustentabilidad de la vida del campo
y de las ciudades.
Para ser consecuentes con ello, los investigado-
res actuales requieren herramientas metodológi-
cas de carácter sistémico que logren movilizar a
la población rural en la resolución de dicha pro-
blemática, con el n de realizar propuestas con-
juntas de manejo y tecnologías adaptadas que
incrementen la sustentabilidad agraria, asimismo
permitan aumentar sus capacidades de crear, or-
ganizar, e incidir en el resto de la sociedad para
buscar soluciones a los problemas derivados del
cambio climático, con un apoyo real y contundente
para el benecio de todos.
La presente investigación es contundente en
demostrar que en pequeña escala y con el tra-
bajo sistemático de un grupo decidido de seres
humanos, inquietos por lo que sucede a su al-
rededor puede, con pequeñas acciones hacer
cambios importantes. Sólo resta recomendar
que esta investigación, realizada en un pequeño
poblado de la región del Guavio con consecuen-
cias exitosas, se amplíe y se difunda en otras
regiones rurales, donde se cuenta con jóvenes
y adultos trabajando en el campo y en la ciu-
dad, para que cada uno desempeñando un rol
en el sistema agrosostenible, contribuya a un
ambiente más sano y diverso.
Agradecimientos
Los autores agradecen a la SCTeI de la Gober-
nación de Cundinamarca, a UNIMINUTO y su
Parque Cientíco de Innovación Social-PCIS-, a
las comunidades de las poblaciones de Claraval
y Chuscales, participantes del Proyecto de “For-
talecimiento de la Capacidad de Adaptación al
Cambio Climático en Territorios Productores de
Agua en Bogotá y Cundinamarca 100-PS-3-13-
004” y al grupo de investigadores del proyecto:
Luis Eduardo Sanchez, Catherine Niño, Yulieth
Prieto, Albert Hernández, Fabián Rojas y Juan
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Conicto de Intereses
Los autores declaran no tener ningún conicto
de intereses
Recibido: 1 de octubre de 2014
Aceptado: 11 de noviembre de 2014
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