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EVALUACIÓN DEL IMPACTO DE LOS INCENDIOS DE CHILE CENTRO-SUR OCURRIDOS EN EL
VERANO DEL AÑO 2017 - Primera entrega
1. Introducción
Durante el verano de 2017 la zona centro-sur de Chile experimentó lo más grandes incendios registrados en la
historia del país. De acuerdo a datos oficiales de CONAF el área incendiada entre las regiones de Valparaíso y del
Bio-Bío, hasta el 28 de febrero, alcanzó las 594.783 hectáreas. Esta extensión cubre una longitud norte sur de 600
km. y es el hogar del 57% de la población nacional. El paisaje está compuesto por ecosistemas nativos en diferentes
grados de intervención donde destacan bosques y matorrales dominados por especies nativas esclerófilas y
caducifolias, suculentas y praderas naturales en sus ambas cordilleras (de la Costa y Andes), plantaciones forestales
(monocultivos de pino y eucaliptos, principalmente) en la cordillera de la costa y el valle formado entre ambas
cordilleras, terrenos agrícolas sobre el valle (viñas, frutales y hortalizas) y vegetación mayormente herbácea, rocas
desnudas y nieve en la cordillera de los andes. El desarrollo de infraestructuras urbanas, viales e industriales se
realiza principalmente sobre el valle y el litoral costero. A la fecha se han entregado estadísticas oficiales sobre los
principales tipos de ecosistemas afectados, evaluando bosque nativo, plantaciones forestales, uso agrícola, ciudades
o usos industriales, y matorrales y praderas). Estos datos han señalado que las plantaciones forestales han sido las
más afectadas por incendios, secundadas del bosque nativo y de matorrales y praderas. No obstante, estos estudios
no han evaluado que implica dicha pérdida en términos de que había antes, ni su efecto sobre la biodiversidad y
servicios ecosistémicos, por lo que se desconoce su impacto potencial en la pérdida de patrimonio o capital natural y
de bienestar humano.
Este documento es parte de un estudio independiente y ad-honorem
, coordinado desde IALE-Chile, la
sociedad científica chilena de ecología del paisaje que agrupa investigadores de distintas instituciones. En esta
primera entrega se analiza la extensión de las áreas incendiadas en la zona centro-sur de Chile, delimitada
para estos efectos por las regiones administrativas de Valparaíso, Metropolitana de Santiago, O’Higgins, del
Maule y del Bio-Bío. El objetivo es cuantificar el área total incendiada especificando el grado de severidad.
Paralelamente, se realiza una cuantificación de lo perdido en términos de ecosistemas y cuánto representa
dicha pérdida respecto del total en la zona centro-sur. En siguientes entregas se proporcionarán datos acerca
de los efectos de los incendios la biodiversidad y los servicios ecosistémicos, utilizando casos de estudio. Todos
los resultados serán presentados en la Reunión Anual de IALE (ver anexo 1).
2. Metodología
Para identificar las áreas quemadas y la severidad de los incendios se utilizó un análisis basado en imágenes
satelitales multiespectrales pre y post incendios, y posteriormente se hizo una digitalización. Sobre imágenes
satelitales Landsat se calculó el Índice NBR (Normalized Burn Ratio), que mediante una combinación de bandas
infrarrojas permite identificar las áreas quemadas y grados de severidad de los incendios, detectando áreas de alta,
media-alta, media-baja y baja severidad de incendio, áreas sin incendios y áreas previamente incendiadas que
muestran signos de alta y baja regeneración. Para calcular el índice NRB se construyeron dos mosaicos de nueve
imágenes cada una. El mosaico representativo de la situación pre-incendios se basó en imágenes del 1 de enero de
2017, libre de nubes y dos imágenes para el área costera de la región del Bio-Bio de fecha 7 de diciembre de 2016,
la más cercana con menos de un 10% de nubes. En tanto las imágenes post-incendios fueron del día 6 de marzo de
2017, complementadas con imágenes costeras del 25 de febrero de 2016. Tanto los mosaicos como el cálculo del
NBR se realizaron usando el software R y los análisis y mapas en QGIS. Sobre la base del raster que muestra
distintos grados de severidad en toda el área de estudio se digitalizaron las áreas equivalentes a incendios ocurridos
en los meses de enero y febrero de 2017. Para validar las áreas identificadas se utilizó el producto “MODIS Fire and
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Thermal Anomalies”, que detecta diariamente anomalías térmicas asimilables a incendio y que es provisto por
NASA Worldview. El shape de áreas incendiadas está disponible para ajustes y futuros análisis.
Para cuantificar el impacto de los incendios se revisó qué tipos de ecosistemas cubrían las áreas incendiadas antes de
enero de 2016. Para ello se utilizaron las coberturas de suelo de Hernández et al. 2016, del año 2014. Éstas fueron
simplificadas para fines comparativos (ver anexo 2). Se calculó el área y porcentaje de ocupación de cada cobertura
en el área de estudio y luego se cuantificó cuánto se perdió de cada uno de ellos como producto del incendio y
cuanto representa dicha pérdida del total. Este análisis se realiza tanto para la totalidad del área de estudio como para
cada una de las regiones administrativas.
3. Resultados y discusión
Se identificaron 91 áreas incendiadas en las cinco regiones administrativas estudiadas totalizando 529.794 hectáreas.
Tres incendios superaron las 50.000 hectáreas, 4 las 40.000 ha y 7 las 10.000 ha (Figura 1 y 2). Estos se
concentraron mayormente en la cordillera de la costa y entre las regiones de O’Higgins y del Bio-Bío. Los incendios
muestran diferentes grados de severidad y estos se asocian al tamaño de los incendios, es decir, a mayor área
incendiada, mayor severidad.
Estos resultados siguen la misma tendencia de los resultados oficiales provistos por CONAF, sin embargo difieren
en las magnitudes. Una razón que explica la diferencia es que la digitalización presentada aquí es de mayor detalle y
en general no incluye zonas no incendiadas dentro de los polígonos. Asimismo, incendios que son exclusivamente
de baja severidad no fueron incluidos. Cabe mencionar que los métodos utilizados por CONAF no están
estandarizados y se construyen con el fin de combatir los incendios, muchas veces en terreno.
Las localidades referenciales de los 4 incendios sobre 40 mil hectáreas son: (6) Marchigue - Pumanque, (8) Lolol -
Hualañé, (10) Constitución - Empedrado, (17) Concepción - Florida.
En relación a la cuantificación del impacto de los incendios sobre el paisaje, de acuerdo a una simplificación de las
coberturas del suelo de Hernández et al. (2016; ver anexo 2), los ecosistemas más afectados por los incendios
fueron: plantaciones forestales (225 mil ha), matorrales (144 mil ha) y bosques (61 mil ha). Las pérdidas de
plantaciones están concentradas en las regiones del Maule (146 mil ha) y del Bio-Bío (54 mil ha). En tanto, se
incendiaron 42 mil ha de matorrales en O’Higgins, 91 mil en el Maule, y 27 mil en el Bio-Bío. Finalmente, la
mayor pérdida de bosques nativos se concentró en el Maule (25 mil ha). Estos datos, puestos en contexto en relación
a cuánto había en todo el territorio antes de los incendios, indican que una fracción menor del bosque nativo fue
afectado (<10%, siendo de un 8% en la región metropolitana e inferior a 5% en las restantes regiones), se perdió
aproximadamente un 15% de las plantaciones forestales de Chile centro-sur (22% en O’Higgins y 31% en el Maule)
y entre un 8 a un 11% de los matorrales entre estas mismas dos regiones. Estos datos siguen la tendencia de lo
informado por MINAGRI, pero difiere en que las superficies afectadas de bosque nativo aquí presentadas son
menores y las superficies de plantaciones y matorrales mayores.
Es decir, el mayor daño a nivel de ecosistemas nativos está en las regiones de O’Higgins y el Maule,
específicamente en las zonas de Marchigue-Pumanque, Lolol-Hualañé y Constitución-Empedrado. En tanto, las
regiones del Bío-Bío y del Maule, fueron afectadas por incendios en grandes plantaciones forestales, donde también
habían ecosistemas nativos.
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Figura 1. Localización y grados de severidad de los incendios del verano de 2017 en la zona centro-sur de Chile.
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Figura 2. Área de los incendios mayores a 2.000 hectáreas.
Figura 3. Ecosistemas de Chile centro-sur afectados por los incendios del verano de 2017.
Próximas entregas estarán dirigidas a evaluar efectos sobre la biodiversidad a nivel de especies y sobre los
servicios ecosistémicos, utilizando casos de estudio. Agradecemos cualquier comentario o consulta en relación
a los resultados aquí presentados o los futuros productos.
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ANEXO 1: Declaración pública de IALE-Chile acerca de las necesidades post-incendio
La Sociedad Chilena de Ecología del Paisaje (IALE-Chile), representante en Chile de International Association for
Landscape Ecology
, llama a la necesidad de una discusión política para una PLANIFICACIÓN INTEGRADA a
escala de PAISAJE. Desde la perspectiva de la Ecología de Paisaje, como ciencia integradora y transdisciplinaria,
presentamos una síntesis de argumentos clave para la planificación integrada:
●Heterogeneidad del paisaje y disturbios. Paisajes homogéneos son altamente vulnerables a disturbios a
gran escala. Es imprescindible promover la heterogeneidad del paisaje para reducir la extensión de áreas
vulnerables a disturbios. En la Cordillera de la Costa del centro-sur de Chile existe una homogeneidad del
paisaje dominada por extensas plantaciones forestales, muy vulnerables a incendios forestales. Para reducir
la homogeneidad del paisaje se deben crear barreras con otros tipos de coberturas del suelo que sirvan de
corredores biológicos así como también diversificar la estructura y composición del paisaje.
●Vulnerabilidad, resiliencia y sustentabilidad. Paisajes altamente resilientes, tienden a ser menos
vulnerables. La sustentabilidad del paisaje promueve la creación sistemas altamente resilientes y menos
vulnerable. Bajo un escenario de cambio climático, es imprescindible planificar paisajes que contribuya a
mitigar los impactos de eventos extremos, por ejemplo, sequías, inundaciones, incendios, etc. Por otra lado,
la gente local busca mejorar sus propias condiciones de vida en un contexto de eventos extremos. Es
necesario avanzar hacia la sustentabilidad del paisaje, en el cual se recuperen y mantengan las capacidades
de proveer bienestar a las personas en el largo plazo.
●La era de la restauración ecológica. Apuntamos a la necesidad de pensar en la restauración a gran escala
como parte de una planificación integrada del paisaje, que identifique las áreas prioritarias de restauración
ecológica con el fin de recuperar los bienes y servicios que proveen los ecosistemas (seguridad, recreación,
alimento, etc.) y mantener áreas de alto valor de biodiversidad (parques, reservas, etc.).
●Manejo forestal a multi-escala. En el caso de los recursos forestales, la regulación vigente focaliza el
control y el manejo a escala de rodal (unidad de manejo forestal) siendo muy débil e incipiente a escala de
paisaje, que es donde mejor se reflejan los beneficios o perjuicios a la sociedad. Para avanzar hacia la
sustentabilidad es necesario compatibilizar áreas productivas con áreas de alto valor ecológico, mediante un
enfoque de manejo multi-escala.
●Crecimiento urbano. En el contexto de cambio climático y el crecimiento extensivo de las ciudades que
deja franjas periurbanas de baja densidad y vulnerables a incendios, consideramos urgente implantar
corredores de infraestructura verde que admitan usos ciudadanos de ocio o esparcimiento. Al mismo
tiempo, estos corredores pueden actuar como barreras cortafuegos entre zonas de distinto uso, dándole un
nuevo significado a las franjas periurbanas.
●Planificación estratégica y bienestar humano. IALE-Chile desea poner en valor la flexibilidad y
eficiencia que presenta la planificación integrada y estratégica frente a la planificación tradicional. Hace
falta mirar nuestras ciudades y pueblos enclavados en zonas rurales como sistemas que interaccionan con
variados elementos del paisaje natural, de modo que cuando este paisaje es alterado por el hombre, altera
no sólo las condiciones propias de la vegetación, sino también los usos que el hombre le asigna a esos
lugares y los beneficios que obtienen de los ecosistemas.
Entre 25 y 26 mayo 2017 celebraremos en Valparaíso, la primera reunión en Chile de la Sociedad de Ecología de
Paisaje (IALE-Chile). Para esa ocasión queremos sostener una discusión política, basada en datos científicos, para
una planificación integrada y estratégica que promueve la sustentabilidad del paisaje, en la que políticos, actores
locales, funcionarios públicos, empresas y científicos debatamos sobre las estrategias para evitar la alta exposición a
esta clase de siniestros.
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ANEXO 2: Coberturas del suelo simplificadas basadas en Hernández et al. (2016).
Simplificación de coberturas (nivel 2): agricultura (110-150), bosque nativo (210-220), bosques mixtos (230),
plantaciones forestales (240-250), praderas (310-330), matorrales (410-450), humedales (510-520), cuerpos de
agua (610-620), suelos impermeables (800), suelos sin vegetación (910-1200).
Autores de este documento:
Francisco de la Barrera & Vannia Ruiz
Instituto de Geografía UC, CEDEUS UC, IALE-Chile. Contacto: fdelabarrera@uc.cl
Agradecimientos:
Cristian Echeverría (Forestal UDEC, IALE-Chile), Jaime Hernández (Forestal UCh, IALE-Chile), Rodrigo Villegas
(CEDEUS), Jorge Quense (Geografía UC).
Citar como:
De la Barrera & Ruiz. 2017. Evaluación del impacto de los incendios de Chile Centro-Sur en el verano del año 2017.
Primera entrega. IALE-Chile.
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