Content uploaded by Myrna Rivas
Author content
All content in this area was uploaded by Myrna Rivas on Feb 23, 2017
Content may be subject to copyright.
30 Voces
Mes de las Humanidades 2001
Clave para una vida creadora
domingo, 30 de septiembre de 2001
Por Myrna Rivas Nina
Especial El Nuevo Día
Nota del Director:
Treinta voces, treinta visiones. Durante el mes de octubre en
conmemoración del Mes de las Humanidades, El Nuevo Día abre
sus páginas para presentar las soluciones que proponen estos
treinta puertorriqueños a los retos sociales que enfrentamos.
EL INSTITUTO de Cultura Puertorriqueña, los centros
culturales, los festivales y la enseñanza de la historia
puertorriqueña en las escuelas son algunos de los múltiples
proyectos impulsados por don Ricardo Alegría y que hoy forman
parte de nuestra vida como pueblo.
Las causas que ha iniciado o apoyado este historiador, arqueólogo
y antropólogo han sido muchas y muy diversas. A sus ochenta años cuenta entusiasmado acerca
de la última exposición sobre la herencia africana del Museo de las Américas, que dirige ad
honorem, al igual que el Instituto de Estudios Avanzados de Puerto Rico y el Caribe.
"Todos los puertorriqueños sin importar sus rasgos físicos o el color de la piel somos herederos
de esa herencia".
Vieques también ha estado en su agenda, por eso no dudó en tomar El Morro de forma simbólica
junto a otros intelectuales en abril del 2000.
Don Ricardo considera que los humanistas puertorriqueños han estado presentes en la realidad
social. Destaca a Enrique Laguerre como un pionero en llamar la atención sobre la conservación
del ambiente o al novelista e historiador Tomás Blanco en la preservación del patrimonio
histórico.
"Es cierto que otros viven en su mundo, que a veces no bajan a las situaciones de todos los días,
pero creo que los humanistas han contribuido a enriquecer la vida diaria de los puertorriqueños".
Lo que más le preocupa de la realidad social es la situación de los jóvenes que viven en áreas de
pobreza extrema y de alta incidencia criminal.
Don Ricardo Alegría (Tito
Guzmán/El Nuevo Día)
"Veo en los periódicos la muerte de jóvenes de 15 a 18 años, es un ciclo, pobreza, falta de
educación de los padres, alta incidencia criminal, familias rotas, abandono de la escuela... esa ha
sido la preocupación mía que vengo expresando desde hace años, pero se me ha interpretado
mal".
Se refiere a sus propuestas para la creación de "escuelas hogares" donde "el Estado pueda
indemnizar a las familias y se les provea a sus hijos una educación de excelencia, fuera de ese
ambiente, lo propuse en los 80 y no se me hizo caso, pienso cuántos niños se hubieran salvado".
Don Ricardo recuerda el antiguo Hogar Insular de Niños que, durante las primeras décadas del
siglo XX, fue muy efectivo en proveer a niños de familias pobres una formación académica y un
oficio.
"Personalidades destacadas, incluso figuras actuales dentro de las Humanidades, salieron de este
Hogar".
Otro tema que le preocupa es el de los deambulantes, en especial los jóvenes. Sabe que es un
problema muy complejo y considera fundamental el papel de la sociedad civil en la aportación
de soluciones. "No podemos pensar que el Gobierno, ya sea municipal o estatal, lo puede
resolver en un momento".
Don Ricardo lamenta que actualmente por calidad de vida "se haya interpretado casi todo en un
afán materialista". Cree que muchos de los problemas sociales provienen de querer equiparar la
posesión de bienes con el éxito. Asegura que la calidad de vida se logra de muchas formas,
siendo una de las más importantes el orgullo del trabajo bien realizado. Para ejemplificarlo nos
cuenta cómo a mediados de la década del 50 comenzó a promover la producción artesanal como
la fabricación del cuatro, las tallas de santos o el tejido de hamacas, que estaba desapareciendo.
"Me decían, y eso me dolía, que eran cosas del tercer mundo, que nosotros no estamos para eso".
Hoy habla satisfecho del florecimiento de las artesanías y las define como la explosión más
importante de la expresión cultural puertorriqueña por su impacto sobre las nuevas generaciones.
Tiene el privilegio de recibir a muchos de estos jóvenes artesanos.
"Ya no es el santo como los hacían los viejos santeros, sino otras versiones, veo en esos
artesanos un orgullo en su afán de producir, eso para mí es calidad de vida, no tienen que tener el
carro más costoso o beber el whisky más caro del mundo, sino tener la satisfacción de estar
produciendo algo".
Para don Ricardo hay muchas formas de mejorar la calidad de vida. En el terreno educativo
reitera su idea de las "escuelas hogares". "Por lo menos se debe probar", insistió. También urge a
los líderes a promover la enseñanza de la historia y cultura puertorriqueña en las nuevas
generaciones, "les ayudará a valorarse más, a pensar". También exhorta a reconocer y valorar el
trabajo de los maestros. "Deben seguir siendo una figura importante dentro de los pueblos".
Empero que sus llamados no caen siempre en terreno fértil.
"Muchos políticos me dicen que nadie en la calle pide cultura y sí que le arreglen las calles, las
aceras".
Pero este humanista incansable está convencido de que "saber de su historia y de su cultura da a
las personas un sentido de servicio, como lo vemos hoy más que nunca en los Estados Unidos
(tras los ataques terroristas)".
Para una mejor calidad de vida
• Impulso a la creación de "escuelas hogares" en zonas de alta incidencia criminal.
• Fortalecimiento de la enseñanza de la historia y cultura puertorriqueña en las escuelas y dar
más prestigio a los maestros.
• Apoyo económico a los centros culturales y a otras organizaciones de la sociedad civil.
• Difusión del quehacer cultural de los puertorriqueños dentro y fuera de la Isla.
Ficha biográfica
1921 - Nace en el Viejo San Juan, 14 de abril.
1942 - Se gradúa de la Universidad de Puerto Rico. Recibe doctorado de la Universidad de
Harvard.(1954)
1955 - Funda el Instituto de Cultura Puertorriqueña que dirige hasta 1973. Catedrático de la
Universidad de Puerto Rico y director de su Museo de Antropología, Historia y Arte.
1977 - Dirige ad honorem el Centro de Estudios Avanzados de Puerto Rico y el Caribe y