... Si las actividades digitales de la 7 TV se limitan estrictamente a sus redes sociales y a actividades básicas de interacción, como ocurre hasta ahora, lo más probable es que quede en desventaja competitiva y de desarrollo respecto al mercado privado(Leurdijk, 2007), más aún cuando las cadenas privadas nacionales y, sobre todo, las empresas de telecomunicaciones han comenzado a avanzar firmemente en la distribución de contenidos exclusivos a la carta, al estilo de las OTT originarias.Es posible que el televisor-red recupere la centralidad en el mundo audiovisual que le están disputando otras pantallas(Prado, 2010), pero para algunos académicos es evidente que el cambio que nos asiste no se emplaza bajo el marco de referencia de los canales de distribución, si no del consumo(Sjöstrand, 2018). La nueva realidad es que los espectadores, alineados al proceso democratizador de la era Internet, están destruyendo -en sentido schumpeteriano-los modelos quasi-tradicionales de negocio sobre una premisa incuestionable: consumir lo que se quiera, cuando y donde se quiera.Por tanto, consideramos que la televisión pública local solo podrá sobrevivir en el actual escenario, cada vez más comercializado y competitivo, si sigue siendo relevante para la audiencia(Jakubowicz, 2007) y, para ello, además de fomentar la participación en la vida pública mediante la transmisión de una programación sugerente y útil, debe proporcionar vías de participación dentro de la propia televisión(Hoynes, 1999) y conocer mejor las demandas de sus audiencias, especialmente los más jóvenes(Kalogeropoulos, 2019).Privatización, servicio público y digitalización. El caso de 7 TV (329-348) Revista de Comunicación, 2022, vol. ...