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República de Chile
Ministerio de Agricultura
Corporación Nacional Forestal (CONAF)
Sistema Nacional de Áreas Silvestres Protegidas del Estado
MANUAL PARA EL ESTABLECIMIENTO DE
PROGRAMAS DE MONITOREO EN HUMEDALES
INSERTOS EN EL SISTEMA NACIONAL DE ÁREAS
SILVESTRES PROTEGIDAS DEL
ESTADO DE CHILE
© 2016 Santiago de Chile
ISBN 978-956-7669-55-4
Primera Edicíon
500 ejemplares. Septiembre de 2016
Moisés Grimberg P.
Jefe Departamento de Conservación de la
Diversidad Biológica
Rodrigo Cádiz C.
Diseñador Gráfico
Gerencia de Áreas Silvestres Protegidas
Fernando Aizman S.
Gerente de Áreas Silvestres Protegidas
Aarón Cavieres C.
Director Ejecutivo
Corporación Nacional Forestal
Esta publicación puede ser reproducida total o parcialmente y de cualquier forma, sólo para propósitos
educacionales y no comerciales, mencionando la fuente de origen.
Citar como:
“
CONAF - Universidad de Chile. 2016. Manual para el establecimiento de programas de
monitoreo en humedales insertos en el Sistema Nacional de Áreas Silvestres Protegidas del Estado de
Chile. Zamorano, C.; de la Maza, M.; y López, M. (editores). Santiago, Chile. 134 p.”
El presente manual forma parte el proyecto “Fortalecimiento de capacidades institucionales en torno
al monitoreo de humedales al interior del Sistema Nacional de Áreas Silvestres Protegidas del Estado”,
el que ha sido financiado por el Fondo Humedales para el Futuro (FHF) de la Convención de Ramsar,
organización a la cual CONAF agradece.
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MANUAL PARA EL ESTABLECIMIENTO DE PROGRAMAS DE MONITOREO EN HUMEDALES INSERTOS EN
EL SISTEMA NACIONAL DE ÁREAS SILVESTRES PROTEGIDAS DEL
ESTADO DE CHILE
Oscar Fernández P.
Ingeniero Forestal, experto en Prevención de
Riesgos, Facultad De Ciencias Forestales y de
la Conservación de la Naturaleza, Universidad
De Chile.
Jorge Machuca S.
Ingeniero Forestal, Facultad De Ciencias
Forestales y de la Conservación de la
Naturaleza, Universidad De Chile.
Gabriel Marianjel D.
Licenciado Ciencias Forestales, Facultad De
Ciencias Forestales y de la Conservación de la
Naturaleza, Universidad De Chile.
Catalina Zamorano B.
Ingeniera Agrónoma, Departamento
Conservación de la Diversidad Biológica,
Gerencia de Áreas Silvestres Protegidas, CONAF.
Mariano de la Maza M.
Biólogo, MSc, Departamento Planificación
y Desarrollo, Gerencia de Áreas Silvestres
Protegidas, CONAF.
Matilde López M.
Bióloga, Dra., MSc, en Ecología-Limnología,
Facultad De Ciencias Forestales y de la
Conservación de la Naturaleza, Universidad De
Chile.
Catalina Zamorano B.
Ingeniera Agrónoma, Departamento
Conservación de la Diversidad Biológica,
Gerencia de Áreas Silvestres Protegidas, CONAF.
Mariano de la Maza M.
Biólogo, MSc, Departamento Planificación
y Desarrollo, Gerencia de Áreas Silvestres
Protegidas, CONAF.
Matilde López M.
Bióloga, Dra., MSc, en Ecología-Limnología,
Facultad De Ciencias Forestales y de la
Conservación de la Naturaleza, Universidad De
Chile.
AGRADECIMIENTOS
Las autoras y autores del presente manual, desean agradecer especialmente a los siguientes
funcionarios y funcionarias de CONAF por todos los valiosos aportes que entregaron tanto en la
elaboración de este documento como en el desarrollo del proyecto: Cyntia Mizobe, Homero Gallardo,
Javiera Meza, Alexis Villa, Luis González, Gumercindo Concha, Guillermo Reyes, Ana Hinojosa, Alberto
Bordeu, Marcia Ricchi, Andrea Bahamondes y Carlos Peña.
Editores
Autores
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El presente manual ha sido elaborado conjuntamente por la Corporación Nacional Forestal y la
Facultad de Ciencias Forestales y de la Conservación de la Naturaleza, de la Universidad de Chile, con
el apoyo financiero de la Secretaría de la Convención de Ramsar, a través del Fondo de Humedales
para el Futuro.
Este documento es parte del Proyecto “Fortalecimiento de capacidades institucionales en torno al
monitoreo de humedales al interior del Sistema Nacional de Áreas Silvestres Protegidas del Estado
(SNASPE)”, el cual está en proceso de ejecución desde finales del año 2014.
Se trata de un instrumento metodológico para el monitoreo de humedales al interior del SNASPE
y ha sido validado en un taller nacional, realizado en conjunto con los representantes regionales
y nacionales de CONAF, quienes son los responsables operativos de gestionar el monitoreo en
humedales insertos en el SNASPE. A través de este instrumento, CONAF pretende avanzar y apoyar
la protección efectiva de los humedales insertos en el SNASPE, tendiente a la instalación de procesos
de monitoreo de los mismos, para llegar a contar con un registro en el tiempo, de variables que
den cuenta del estado de su “salud”. Es un instrumento general de orientación, de impulso inicial al
interior de CONAF, que necesitará de adaptaciones acordes con la realidad local de cada humedal
priorizado a monitorear dentro de la diversidad de casos existentes en el SNASPE.
Este manual, y el proyecto en su conjunto, pretende ser una iniciativa de vanguardia en el seguimiento
del estado de los humedales insertos en el SNASPE, contribuyendo a su conservación, y generando
además, un mayor conocimiento en el personal institucional sobre la temática de los humedales en
su medio, para que a partir de allí, surjan en el tiempo nuevas iniciativas, no sólo al interior de CONAF,
sino también para ejecutarlas con o en apoyo a otros actores locales, provinciales o regionales con
competencia en el recurso hídrico vinculado al SNASPE.
El monitoreo de ecosistemas acuáticos o humedales nos permite entender y relacionar los efectos del
entorno sobre ciertos parámetros del ecosistema, tener un registro sistemático en el tiempo, tomar
decisiones y medidas de gestión frente a los cambios que se detectan. En un escenario de cambio
climático global y alta demanda por el recurso hídrico, el monitoreo se constituye en una herramienta
fundamental para la gestión en conservación dentro de las unidades del Sistema Nacional de Áreas
Silvestres Protegidas del Estado (SNASPE).
Los humedales son ecosistemas de gran relevancia a nivel nacional y mundial. Mantienen una
gran diversidad de plantas, animales y microorganismos, siendo hábitats muy importantes para la
alimentación y reproducción de peces, aves y anfibios, entre otros. Por lo tanto su gestión, ha sido
parte constitutiva de las estrategias de conservación que ha implementado la Corporación Nacional
Forestal (CONAF) en el SNASPE.
Debido a lo anterior, CONAF ha realizado en conjunto a la Facultad de Ciencias Forestales y de la
Conservación de la Universidad de Chile, un esfuerzo importante para fortalecer las capacidades
institucionales para el monitoreo de estos ecosistemas, el cual se enmarca dentro del programa
institucional
“Generación de capacidades técnicas para la planificación de áreas silvestres protegidas
del Estado y gestión en conservación de la biodiversidad”.
Esperamos que este manual, junto con el entrenamiento, equipamiento institucional y articulación
con la academia, nos permita contribuir de manera significativa al mejoramiento de la gestión
institucional para la conservación efectiva de estos ecosistemas relevantes presentes en el SNASPE y
en beneficio de toda la sociedad.
PRESENTACIÓNPRÓLOGO
Fernando Aizman S.
Gerente de Áreas Silvestres Protegidas
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TABLA DE CONTENIDO
I GENERALIDADES SOBRE LOS HUMEDALES 11
1 ¿Qué son los humedales? 13
2 Tipos de humedales 13
3 Amenazas sobre los humedales 17
II CONTEXTO INSTITUCIONAL ASOCIADO AL MONITOREO DE HUMEDALES 21
1 La Dirección General de Aguas y el monitoreo de la calidad de aguas en Chile 24
2 Las normas de calidad de aguas en Chile 26
3 El monitoreo de humedales, bajo el marco de la Convención sobre los
Humedales 28
III EL MONITOREO DE HUMEDALES EN ÁREAS SILVESTRES PROTEGIDAS DEL
ESTADO 31
1 Conceptos generales sobre el monitoreo de humedales 33
2 Programa de monitoreo de un humedal 35
ETAPA 1: La planicación del programa de monitoreo 37
ETAPA 1.1 Contexto y generalidades del humedal 37
ETAPA 1.2 Denición de los atributos ecológicos clave del humedal 37
ETAPA 1.3 Denición de los indicadores 38
ETAPA 1.4 Análisis de la integridad del humedal 39
ETAPA 1.5 Denición de los objevos de conservación 40
ETAPA 1.6 Idencación de amenazas y resultados esperados 41
ETAPA 1.7 Denición de las metodologías a ulizar en el monitoreo
de objevos y metas 44
ETAPA 2: La implementación del programa de monitoreo 44
ETAPA 3. El seguimiento y la evaluación del programa de monitoreo 45
IV CASO DE ESTUDIO PARA EL MONITOREO DE HUMEDALES EN EL SNASPE:
HUMEDAL LAGUNA HERMOSA, RESERVA NACIONAL ISLA MOCHA. 49
1 Contexto y generalidades del humedal “Laguna Hermosa” 51
2 Idencación de atributos ecológicos clave del humedal, y de sus indicadores 51
3 Análisis de integridad del humedal para cada indicador 53
4 Denición de los objevos de conservación del humedal “Laguna Hermosa” 55
5 Idencación de amenazas directas y sus factores contribuyentes 55
6 Idencación de posibles estrategias de manejo 56
7 Descripción de la cadena de resultados para reducir una amenaza 56
8 Denición de la meta asociada a la reducción de la amenaza 57
9 Plan anual para el monitoreo del humedal 57
10 Seguimiento y evaluación del programa de monitoreo 57
11 Planillas de registro de datos 59
VVARIABLES MÍNIMAS A MEDIR EN EL MONITOREO DE HUMEDALES EN
ÁREAS SILVESTRES PROTEGIDAS DEL ESTADO DE CHILE 61
1 Variables Físico-químicas 63
1.1 Temperatura 65
1.2 pH 67
1.3 Conducvidad eléctrica 69
1.4 Oxígeno disuelto 70
1.5 Transparencia y turbiedad 71
1.6 Color del agua 73
2 Variables Biológicas 75
2.1 Macroinvertebrados 75
2.2 Vegetación acuáca o macrótas 81
2.3 Avifauna 86
1110
VI BIBLIOGRAFÍA CONSULTADA 91
VII GLOSARIO 97
VIII ANEXOS 103
Anexo 1: Sistema de clasicación sobre pos de humedales (Secretaría de la
Convención de Ramsar, 2006) 105
Anexo 2: Clasicación de los sistemas vegetacionales azonales hídricos
terrestres (Ahumada y Faúndez, 2009) 108
Anexo 3: Estaciones de la red de control de calidad de aguas de la Dirección
General de Aguas, presentes en el SNASPE (sepembre, 2015) 109
Anexo 4: Caracteríscas ecológicas de los humedales, según Ramsar 116
Anexo 5: Proceso que sigue el establecimiento de un programa de monitoreo
en un humedal (Manual Ramsar N° 18) 118
Anexo 6: Ejemplos de macroinvertebrados representavos de Chile, de
acuerdo a los taxa “clase” y/u “orden”, para disntos niveles de
tolerancia a la contaminación (según clasicación de Barría y Boré,
1979).
119
Anexo 7: Ficha de registro, Monitoreo de humedales en el SNASPE 121
CAPÍTULO I
GENERALIDADES SOBRE LOS
HUMEDALES
12
13
1. ¿QUÉ SON LOS HUMEDALES?
Los humedales son zonas donde el agua es el
principal factor controlador del medio y la vida
vegetal y animal asociada a él. Los humedales
se dan donde la capa freática se halla en la
superficie terrestre o cerca de ella o donde la
tierra está cubierta por aguas poco profundas
(Secretaría de la Convención de Ramsar, 2006).
Para el concepto de humedal se han elaborado
numerosas definiciones, aunque se ha llegado
al consenso de que este tipo de ecosistema
corresponde a la zona de transición entre
ambientes húmedos y ambientes generalmente
secos, presentando características de
ambos, por lo cual no pueden ser clasificados
categóricamente como acuáticos ni terrestres
(Lugo, citado por Correa-Araneda, 2011).
La Convención sobre los Humedales los define
como “extensiones de marismas, pantanos y
turberas, o supercies cubiertas de agua, sean
éstas de régimen natural o articial, permanentes
o temporales, estancadas o corrientes, dulces,
salobre o saladas, incluidas las extensiones de
agua marina cuya profundidad en marea baja no
exceda de seis metros”.
Existe una amplia variedad de definiciones sobre
humedales, sin embargo, dada la diversidad
de ecosistemas de humedales que resguarda
CONAF, a través de las 101 áreas silvestres áreas
protegidas que están bajo su administración, la
definición que adopta es aquella que se señala
en la Convención de Ramsar.
2. TIPOS DE HUMEDALES
Para los fines del presente manual y su
aplicabilidad, se incluyen algunas clasificaciones
internacionalmente reconocidas, y otras más
específicas, sobre ecosistemas presentes en
Chile.
La primera clasificación a señalar es aquella
que plantea la Convención de Ramsar, que ha
adoptado un Sistema Ramsar de Clasificación
de Tipos de Humedales, que incluye 42
tipos, agrupados en tres grandes categorías:
humedales marinos y costeros, humedales
continentales y humedales artificiales
(Secretaría de la Convención de Ramsar, 2006).
La lista completa de estos 42 tipos se muestra
en el Anexo 1.
Asimismo, otro importante sistema de
clasificación es el de Cowardin, que define
cinco grandes sistemas (marino, estuarino,
fluvial, lacustre y palustre) bajo una estructura
jerárquica (Cowardin et al., 1979, citado por
Abarca, 2007). Esta clasificación también
es reconocida por la Convención de Ramsar
(Secretaría de la Convención de Ramsar, 2006).
Esta estructura jerárquica va de acuerdo a las
siguientes definiciones:
a) Sistema marino: Océano abierto sobre la
plataforma continental.
b) Sistema estuarino: Ambiente mareal,
profundo o somero, con acceso al mar
de manera esporádica o parcialmente
obstruido, y que por lo menos
ocasionalmente recibe escurrimientos de
agua dulce.
I. GENERALIDADES SOBRE
LOS HUMEDALES
Vista panorámica de un humedal en el Parque Nacional Torres del Paine,
Región de Magallanes
14
15
c) Sistema Fluvial. Ambiente contenido
dentro de un canal más o menos profundo,
con dos condiciones: la salinidad no debe
exceder 0.5 ppm y no incluye humedales
dominados por árboles, arbustos o
emergentes perennes.
d) Sistema Lacustre. Humedal situado en una
depresión topográfica (canal o depresión
represada), cuya vegetación arbórea,
arbustiva o de emergentes perennes no
cubra más del 30% del área, y que tenga
una superficie total mayor a 8 hectáreas. Se
incluyen en esta categoría los menores de 8
ha, cuando la parte más profunda exceda los
2 m (durante el período de aguas más bajas)
o cuando exista un litoral activo formado
por el oleaje como límite del humedal.
e) Sistema Palustre. Humedal que no recibe
la influencia de las mareas, dominado
por árboles, arbustos y/o emergentes
perennes. También se incluyen en esta
categoría los humedales que no tienen una
cubierta de vegetación como la descrita,
pero que presentan todas las siguientes
características: su área es menor de 8 ha,
la profundidad mayor es menor de 2 m,
no tienen un litoral activo formado por el
oleaje y su afectación por el régimen de
mareas no debe producir una salinidad
mayor a 0.5 ppm.
Aparte de los sistemas arriba mencionados,
que incluyen de manera general a lagos,
lagunas, ríos y desembocaduras al mar, en
Chile existen algunos humedales particulares
que es importante destacar en el presente
manual, dado que también están presentes
en las áreas silvestres protegidas. Algunos de
ellos son los humedales característicos de la
ecorregión altiplánica de Chile (altiplano y puna
sobre los 4.000 msnm)1. Resulta de interés esta
clasificación porque está relacionada con la
presencia de vegetación que sigue patrones
de distribución azonal, condición ésta que se
relaciona con el suministro hídrico estable
y/o permanente y que varía de acuerdo a las
características de las especies que componen
dicha vegetación. El Servicio Agrícola y
Ganadero definió una clasificación que
denominó “Sistemas Vegetacionales Azonales
Hídricos Terrestres” (Ahumada y Faúndez, 2009).
Esta clasificación considera la interacción de
elementos como la dependencia de humedad
del sitio (vegetación hidrófila a halófila) y la
presencia de afloramientos salinos sobre la
superficie de las plantas que componen la
formación vegetacional dominante y el sustrato
que lo acompaña. En base a estos dos criterios,
los tipos vegetacionales definidos corresponden a:
• Bofedales (salinos/no salinos): Son
sectores en los que hay niveles de humedad
permanente en el suelo, desde capacidad de
campo a sobresaturado y que espacialmente
se ubican en torno a los cursos de aguas
corrientes o lagunas con renovación de
aguas y los suelos se caracterizan por
presentar altos porcentajes de materia
orgánica. Las especies vegetales que
los componen presentan crecimiento en
cojines en forma semiglobosa, originando
cuerpos compactos. Asimismo, entre los
cojines es posible encontrar especies que
crecen formando césped corto.
• Pajonales hídricos (salinos/no salinos): Se
trata de sectores que presentan una mayor
concentración de sales en la superficie y
los niveles freáticos son “medios” a “altos”
y el suelo tiene un contenido de materia
orgánica “medio” a “bajo”. Las especies
1Ecorregión altiplánica o de Estepa Altoandina, Subregión
del Altiplano y de la Puna, según Gajardo, 1994.
vegetales que los constituyen tienen un
crecimiento cespitoso con desarrollo
de follaje aéreo alto (mayor a 40 cm. de
altura), conformando penachos herbáceos
de tamaño medio a grande.
• Vegas (salinas/no salinas): Son sectores
con niveles freáticos superficiales a sub-
superficiales, pudiendo o no presentarse
niveles de saturación y el contenido de
materia orgánica del suelo es “medio” a
“bajo”, presentándose en este último caso,
mayor afloramiento salino. Las especies
que los componen presentan crecimiento
rizomatoso, desarrollando un césped parejo
o con desarrollo de pequeños cojines
herbáceos, menores a 40 cm. de altura de
follaje.
En el Anexo 2, se pueden observar datos
complementarios sobre la clasificación de
“Sistemas Vegetacionales Azonales Hídricos
Terrestres”, plateada por Ahumada y Faúndez.
Complementariamente, la Dirección General de
Aguas (DGA), considera las “vegas y bofedales”
en su conjunto, y las define como formaciones
vegetales que se establecen en un ambiente
edáfico, principalmente orgánico, caracterizado
por una condición hídrica de saturación
permanente, presentando una gran diversidad
biológica respecto del entorno. En el país
existe una serie de vegas y bofedales que están
protegidos por ley, a través del Código de Aguas.
Otro grupo importante de humedales,
particularmente en el sur de Chile, son los que
se mencionan a continuación, los que no forman
parte de una clasificación como tal, aunque
en general, todos ellos están asociados a
condiciones de suelo determinadas y en zonas
con alta pluviosidad:
• Turbera: Es un tipo de humedal, en el
cual se produce y acumula materia
orgánica de origen vegetal en forma de
turba. Las turberas se originan cuando el
material orgánico depositado excede al
descompuesto en una laguna o pantano.
De esta manera, la laguna o pantano
puede terminar por rellenarse de material
orgánico. Luego, parte considerable de
la turbera pierde contacto con el agua
de escurrimiento (por ejemplo, aguas
superficiales o subterráneas), por lo que
pasan a abastecerse principalmente de
agua de lluvia (Domínguez y Bahamonde,
2012)
• Humedales asociados a suelos ñadi: La
palabra “ñadi” es un término indígena que
significa “pantano de temporada”(Meyer,
citado por Teuber, 1996). Son suelos
derivados de cenizas volcánicas
sedimentadas sobre arenas y/o gravas, en
superficies planas o casi planas del valle
central en el sur de Chile. Permanecen entre
cuatro y ocho meses saturados de agua,
generalmente entre mayo y septiembre,
por el lento drenaje horizontal (dada la
topografía plana) y la limitada o nula
percolación vertical (por la cementación
de arenas y/o gravas). Las condiciones de
saturación de agua prolongada causan una
alta acumulación de materia orgánica en
el suelo superior, debido a que la hojarasca
y los desechos orgánicos de la exuberante
vegetación que crece sobre ellos se
descompone lentamente, especialmente
en la época cuando el suelo está saturado
de agua y durante la cual no se permite
su oxigenación adecuada, limitando la
actividad biológica. La vegetación nativa de
los suelos ñadi es heterogénea y discontinua,
pero en ellos se presentan especies que
aceptan suelos excesivamente húmedos en
16
17
invierno, dando origen a un tipo de bosque
perennifolio (Schlatter y Schlatter, 2004).
• Mallín. La palabra “mallín” es un término
indígena (mapudungun) que significa
“aguazal” o “bajos aguachentos”.
Los mallines se originan en sectores
topográficos hundidos, ya sea en terrenos
planos o inclinados. Por su condición
topográfica, en el invierno o en la época
de lluvias, existe una acumulación de agua,
con impedimento de su salida en sentido
horizontal y vertical, debido a un sustrato
geológico impermeable en el subsuelo.
Estos ambientes presentan una napa
freática superficial, en al menos una porción
importante de su superficie. En ellos se
desarrolla una vegetación exuberante, de
especies tolerantes a un suelo saturado de
agua, dando origen a suelos muy ricos en
materia orgánica. La vegetación asociada
a este tipo de humedal varía de acuerdo
a su ubicación geográfica y al grado de
saturación de agua (Schlatter y Schlatter,
2004).
• Hualves, hualhues o pitrantos: Nombre
que se le da a humedales boscosos
presentes en el sur de Chile. Los humedales
boscosos son aquellos de agua dulce,
localizados en áreas naturalmente
inundadas o saturadas, que sustentan
vegetación boscosa hidrófila. Estos
ambientes pueden presentar inundación
permanente o temporal, dependiendo de
un conjunto de procesos microclimáticos,
biológicos y edafológicos. Su vegetación,
del tipo hidrófila boscosa, es dominada
por especies de la familia Myrtaceae.
Tanto el comportamiento hídrico como la
estructura vegetacional destacan dentro de
los aspectos que determinan directamente
las características físico-químicas del
agua y los patrones de distribución de las
comunidades biológicas (Correa-Araneda,
et al. 2011)
Por otra parte, en un estudio realizado por
CONAMA-CEA (2006), se plantea un sistema
de clasificación para humedales chilenos,
basados en sus características funcionales y
estructurales, para lo cual se definen unidades
de análisis, denominadas ecotipos. En base a
esto, cada ecotipo corresponde a una familia
de humedales, que comparten propiedades,
atributos y amenazas similares. Este sistema de
clasificación se basa en la relación que existe
entre la cuenca y las condiciones climáticas
locales, las que en definitiva, inciden en las
características estructurales y funcionales de
los humedales. El sistema identifica tres grandes
familias de humedales (marinos, costeros y
continentales) y clases, que corresponden
a procesos que determinan las propiedades
físicas, químicas y biológicas de los humedales.
Los procesos, cuya incidencia varía de acuerdo a
cada clase, y la define, son los siguientes:
• Evaporación: Proceso que resulta de la
interacción entre la precipitación y la
temperatura del aire.
• Infiltración: Proceso que resulta de las
características edafológicas del suelo y las
precipitaciones efectivas.
• Escorrentía: Proceso que resulta de la
interacción entre las características
edafológicas del suelo, las precipitaciones
y la pendiente del terreno.
• Intrusión salina: Proceso que determina la
incorporación de agua salada proveniente
del mar hacia los humedales continentales.
• Afloramientos subterráneos: Alimentación
de recursos hídricos superficiales desde
aguas subterráneas.
Las cuencas que este estudio considera
son aquellas que aborda en otro estudio,
denominado “Conceptos y criterios para la
evaluación ambiental de humedales” (SAG-
CEA, 2006). En el mismo, se categorizan los
siguientes humedales: Humedales en cuencas
exorreicas costeras, ríos en cuencas exorreicas
andinas, lagos en cuencas exorreicas andinas y
bofedales y vegas en cuencas endorreicas.
3. AMENAZAS SOBRE LOS HUMEDALES
Los humedales proporcionan una amplia gama de
servicios de los ecosistemas2, que contribuyen
al bienestar humano, como suministro directo
de peces y fibras, abastecimiento y purificación
del agua, regulación del clima, control de
las inundaciones, protección de las costas,
oportunidades de recreación y, cada vez más, el
turismo. Sin embargo, en contraposición con el
bienestar humano que los humedales generan,
su degradación y desaparición ocurre más
rápidamente que aquella que experimentan
otros ecosistemas en el mundo. De igual
manera, el estado de las especies presentes
en los humedales costeros y de agua dulce
presenta un deterioro más rápido que el de
aquellas presentes en otros ecosistemas.
En ese sentido, el informe “Los ecosistemas
y el bienestar humano: Humedales y agua”,
preparado en el marco de la Evaluación de los
Ecosistemas del Milenio (2005), señala que
la degradación y desaparición de humedales
continentales y de especies asociadas a ellos
han sido provocadas fundamentalmente por
el desarrollo de infraestructuras (como presas,
terraplenes y diques), la conversión del suelo
a otros usos, las extracciones de agua, la
contaminación, la recolección excesiva y la
introducción de especies exóticas invasoras.
2Servicios de los ecosistemas: Son los benecios que las
personas obtienen de los ecosistemas (Evaluación de los
Ecosistemas del Milenio, 2005)
Asimismo, el estudio señala que se prevé que el
cambio climático global y la carga de nutrientes
se conviertan en crecientes e importantes
generadores de cambio en los humedales en el
mundo, en los próximos 50 años.
Dicho estudio, entre otros aspectos, plantea
como causas o generadores de la degradación
y pérdida de humedales, los siguientes
fenómenos:
• La tala y el drenaje, con frecuencia,
utilizados para la expansión de la
agricultura, sumados al aumento en
la extracción de agua dulce, son
las principales causas de pérdida
y degradación de humedales
continentales como ciénagas,
pantanos, ríos y cuerpos de agua de
llanuras de inundación asociadas,
reduciendo drásticamente el hábitat
de organismos acuáticos silvestres.
• La expansión agrícola, que a
menudo se logra con la conversión de
sistemas hídricos naturales, reduce la
biodiversidad acuática y las funciones
naturales de control de inundaciones,
e incrementa la salinidad de los suelos,
a través de la evaporación. Cuando
se la acompaña con un uso intensivo
de agroquímicos, los efectos de la
contaminación fuera del área pueden
ser considerables.
• La introducción de especies exóticas
invasoras es considerada en la
actualidad como una causa importante
de extinción local de especies nativas
de agua dulce.
• La infraestructura de caminos y
para el control de inundaciones, a
menudo interrumpe la conectividad
18
19
de humedales, perturba el hábitat
acuático, reduce la función de los
humedales de eliminar contaminantes
y de absorber las aguas de las
inundaciones, y potencialmente,
incrementa las pérdidas cuando
ocurren grandes inundaciones. Los
humedales costeros, representan
importantes rutas migratorias de vida
silvestre, los que al ser fragmentados
o interrumpidos, ponen en peligro a
muchas especies y provocan la pérdida
de otras.
• Las represas, que interrumpen la
conectividad de los sistemas fluviales,
afectan con ello el desove y la
migración de peces.
• La canalización y el dragado de
los ríos para la navegación, reducen
los hábitats ribereños y alteran los
patrones de las inundaciones.
• La contaminación urbana e industrial,
cuando se vierte sin tratamiento en
medios acuáticos, reduce la calidad
de las aguas, afectando la diversidad y
abundancia de organismos acuáticos,
así como la salud humana.
Respecto de las especies que dependen de los
humedales, el mismo estudio señala que son
cada vez mayores las evidencias de una amplia,
rápida y continua disminución de muchas
poblaciones de especies. Se ha recopilado
información acerca del estado y tendencias de
especies en algunos grupos dependientes de
humedales continentales, incluyendo moluscos,
anfibios, peces, aves acuáticas y algunos
mamíferos que dependen del agua, que muestra
claras disminuciones.
CONAF administra las áreas silvestres protegidas
del Estado de Chile, y su objetivo principal es la
conservación y la mantención de la diversidad
de especies y ecosistemas representativos
del país, incluyendo un importante número de
humedales de diversos tipos. En ese sentido, una
proporción importante del esfuerzo institucional
está asociado al control, disminución y/o
eliminación de las amenazas que afectan a
estos ecosistemas. Esto se basa en el supuesto
de la práctica de la conservación biológica, que
señala que solamente si se logra mantener
controladas o disminuir las amenazas que
afectan a los ecosistemas, como los humedales
y las especies asociadas a éstos, es posible
mantener dichos ecosistemas saludables
y de esta forma, asegurar la mantención
de la diversidad biológica y de los servicios
ecosistémicos que dependen de la existencia
de un humedal en buen estado.
La diversidad y/o envergadura de las amenazas
que podrían incidir o pueden estar incidiendo
de forma directa o indirecta sobre humedales
insertos en áreas silvestres protegidas del
Estado de Chile, a partir de los fenómenos antes
enunciados, escapan a los fines del presente
manual. No obstante, se señalan para tener
presente que es necesario tener una mirada
amplia sobre la diversidad de situaciones que
pueden estar afectando estos ecosistemas.
En el caso de la detección de algún tipo de
fenómeno irregular en un humedal en particular,
como primera aproximación sobre lo que
pudiera estar ocurriendo en él, la presencia de
signos de contaminación es información de
utilidad. Estos corresponden a manifestaciones
que se perciben a través de la observación. Las
causas de su ocurrencia pueden ser diversas,
por ejemplo, puede tratarse de signos de
contaminación provenientes de vertidos
puntuales en el agua, o de otros signos “no
puntuales”, que forman parte de lo que se llama
la “contaminación difusa”, que ingresan al agua
desde cualquier punto en las zonas ribereñas
del humedal, y provienen generalmente, de
la actividad agrícola y ganadera desarrollada
en la periferia del humedal, o de extracciones
de agua para propósitos hidroeléctricos y/o
mineros, que provocan cambios en el perímetro
mojado del humedal.
Los signos de contaminación corresponden
a una serie de características peculiares,
evidentes, que sirven para interpretar un
rango de valoración con respecto a efectos
que produce la contaminación de un humedal.
Entre ellos se encuentran, la producción de
olores desagradables, la desaparición de aves
emblemáticas en un cuerpo de agua (expresado
en un porcentaje importante de desaparición),
la contaminación visual debido al vertido
de desechos domiciliarios, entre otros. Estos
signos de contaminación son importantes como
primeras aproximaciones para poner atención
ante un posible fenómeno de contaminación
que pudiese estar afectando las condiciones
ecológicas de un humedal. A partir de estos
signos, y para determinar las reales causas que
están detrás de lo que se percibe inicialmente,
es necesario realizar estudios científicos
sistemáticos en el tiempo, que permitan
analizar las condiciones ecológicas del humedal,
monitorearlas y tomar las medidas pertinentes.
De manera general y sólo a modo de referencia,
la Tabla 1 señala una clasificación de grandes
grupos de contaminantes, los que si bien
pueden afectar en un amplio espectro de
realidades o ámbitos, también podrían incidir
en humedales que se encuentran en un área
silvestre protegida. Como grandes grupos de
contaminantes a considerar, se encuentran
aquellos que surgen a partir del desagüe de
aguas residuales domésticas, de productos
de desechos industriales y de actividades
agrícolas. Para el caso del presente manual, son
especialmente importantes de resaltar aquellos
contaminantes que afectan a recursos vivos,
aunque en la tabla también se expresan los
efectos de éstos sobre la salud humana, el riego,
la industria y la recreación. Respecto de las aguas
residuales domésticas, es relevante el daño que
pueden causar éstas a los recursos vivos cuando
se generan procesos de eutrofización y otros
afines. En relación a los desechos industriales,
efectos negativos sobre los recursos vivos son
aquellos causados particularmente por metales
pesados, los desperdicios de la fabricación de
pasta de celulosa y papel, los plaguicidas, los
detergentes y el calor por el aumento de la
temperatura en el agua. La actividad agrícola
contamina humedales, a partir de del uso de
abonos y plaguicidas. Asimismo, además de
los efectos de estos contaminantes sobre los
humedales y seres vivos asociados a ellos, de
una u otra manera, también pueden llegar a
representar un peligro para la salud y bienestar
del ser humano.
En los sucesivos capítulos del presente
manual, se entregan indicaciones que, junto
con la observación basada en los signos
de contaminación, facilitarán al personal de
CONAF contar con herramientas mínimas
para la detección de posibles cambios en
las condiciones ecológicas de un humedal
en particular, todo esto como parte que un
programa de monitoreo continuo llevado a cabo
en éste.
2120
Principales pos de contaminantes
Efectos sobre humedales y acvidades humanas
Daños
alos
recursos
vivos
Peligros
para la
salud
humana
Impedimentos
para riego e
industria
Reducción de
los lugares
de recreación
Desagüe de aguas
residuales doméscas
(incluyendo los
desperdicios de
la elaboración de
alimentos), en el
entorno del área
silvestre protegida
Microbiana directa -XX -X
Microbiana
indirecta -XX X -
Eutrozación y
procesos anes XX XX X XX
Productos de
desechos industriales
en el
entorno del área
silvestre protegida
Metales pesados X XX X -
Petroquímicos - X X
Aceites, etc. - - X XX
Desperdicios de la
fabricación de pasta
de celulosa y papel XX - - X
Plaguicidas X XX - -
Detergentes X - - X
Objetos sólidos - - X X
Acvidad agrícola en
entorno del área
silvestre protegida
Abonos X X - -
Plaguicidas X XX - -
NOTA: Los símbolos X y XX asociados a cada tipo de contaminante, representan la importancia relativa de éste ante
los efectos que generan, según sea el ámbito. El símbolo XX corresponde a aquel efecto más grave causado por un tipo
de contaminante frente a otros efectos (X) o en ausencia de éstos (-) (Castillo y Sancha, adaptado. 1999).
Tabla 1. Clasificación de contaminantes y sus posibles efectos sobre humedales y
actividades humanas relacionadas. CAPÍTULO II
CONTEXTO INSTITUCIONAL
ASOCIADO AL MONITOREO DE
HUMEDALES
22
23
La Corporación Nacional Forestal (CONAF), ha
mantenido un trabajo constante, de décadas,
en torno a todos los ecosistemas insertos en el
Sistema Nacional de Áreas Silvestres Protegidas
del Estado (SNASPE). Se incluyen en este
sistema, las categorías de Parques Nacionales,
Reservas Nacionales y Monumentos Naturales,
y excepcionalmente, algunos Santuarios de la
Naturaleza bajo la administración de CONAF.
En ese sentido, en todas estas categorías,
los humedales representan importantes
ecosistemas a proteger y conservar. Como
muestra de ello, en su trayectoria en pro de
la conservación, CONAF desde el año 1981
ha asumido la responsabilidad de manejar
Humedales de Importancia Internacional (Sitios
Ramsar) vinculados a áreas silvestres protegidas.
En la actualidad, CONAF maneja el 75% de los
Sitios Ramsar con que cuenta Chile.
Asimismo, desde el año 2010, CONAF dispone
de un Programa Nacional para la Conservación
de Humedales al interior del SNASPE, que
se implementa año tras año, ajustándose a
la realidad específica de cada área silvestre
protegida. A través de este instrumento de
planificación general, CONAF formaliza las
posibilidades de protección y conservación de
los humedales insertos en los territorios bajo
su responsabilidad. Específicamente, en lo que
a monitoreo de humedales se refiere, uno de
los objetivos específicos de este programa
corresponde a ”Fortalecer la investigación
y el conocimiento en torno a los humedales
del SNASPE”. A partir de este objetivo, emana
una línea de acción particular denominada
“Formular, ejecutar y evaluar monitoreos
biológicos y de carácter físico químico en los
humedales del SNASPE”. Estas indicaciones son
el marco institucional que sustenta el accionar
en torno a necesidades relativas al monitoreo y
evaluación de humedales del SNASPE.
En relación a acciones de monitoreo de
humedales, CONAF posee cierta experiencia
en torno a humedales altoandinos, en aquellas
regiones del país con presencia de dichos
ecosistemas al interior de áreas silvestres
protegidas, en colaboración con el sector
minero que se desempeña en torno a esos
territorios, siguiendo la legislación ambiental
vigente. No obstante, habida consideración de la
gran cobertura territorial que abarca el SNASPE,
los esfuerzos institucionales desplegados en
el ámbito del monitoreo de humedales son
insuficientes, tanto humanos como materiales.
En el país, paulatinamente se han ido generando
estudios y herramientas de apoyo para avanzar
en procesos vinculados con el monitoreo de
humedales. Algunos organismos de Estado han
cumplido un rol importante en este sentido,
en particular, la Dirección General de Aguas
(DGA), que es el organismo competente para la
legislación de los recursos hídricos en el país,
y el Ministerio de Medio Ambiente, como ente
coordinador del Comité Nacional de Humedales,
en el marco de la Estrategia Nacional para la
Conservación y Uso Racional de los Humedales
en Chile y de la Ley de Medio Ambiente chilena
(ley 19.300).
Para los fines del presente manual, la experiencia
y la labor que realiza la Dirección General de
II. CONTEXTO
INSTITUCIONAL ASOCIADO
AL MONITOREO DE
HUMEDALES
Vista panorámica del Salar de Tara (Sitio Ramsar), con presencia de flamencos,
Reserva Nacional Los Flamencos, Región de Antofagasta
24
25
Figura 1. Monitoreo de aves en el humedal “Laguna Quilleihue”, Parque Nacional Villarrica, Región de La Araucanía
(foto de Sr. Felix Ledesma)
Aguas (DGA) en torno a la medición y el control
de la calidad del agua en Chile, se entregan
algunos aspectos relacionados con su gestión
en la siguiente sección, los que representan un
aporte para los futuros monitoreos que CONAF
realice en humedales del SNASPE.
1. LA DIRECCIÓN GENERAL DE AGUAS
Y EL MONITOREO DE LA CALIDAD DE
AGUAS EN CHILE
Chile, a través de la Dirección General de Aguas
(DGA), cuenta con una red de control de calidad
de aguas superficiales continentales. El control
e investigación de la calidad de aguas responde
a las atribuciones, funciones y obligaciones de
este organismo, establecidas en el artículo 299
del Código de Aguas de Chile, en especial en
lo referente a la investigación y medición del
recurso (MOP-DGA-Infraeco, 2014)
La Dirección General de Aguas, por medio del
Departamento de Conservación y Protección
de Recursos Hídricos, tiene a su cargo la
función de proponer y desarrollar las políticas
sobre conservación y protección de los
recursos hídricos y coordinar las funciones que
correspondan en estas materias, a los distintos
organismos y servicios públicos. Asimismo, tiene
a su cargo la ejecución y control de la calidad
de los recursos hídricos, mediante la operación
de una red de monitoreo de aguas superficiales
y subterráneas, con el objetivo de caracterizar
la calidad del recurso hídrico, a partir de sus
parámetros físico-químicos.
Esta red de calidad de aguas incluye un total
de 829 estaciones de monitoreo, distribuidas
a lo largo del país. Para estos efectos, se
cuenta además con un Laboratorio Ambiental
encargado de los análisis de muestras de aguas.
Entre los parámetros que permiten evaluar la
calidad del agua, están aquellos que se miden
en terreno, tales como la temperatura del agua,
el pH, el oxígeno disuelto y la conductividad
eléctrica, y otros que se analizan en laboratorio,
como el Aluminio, Arsénico, Cadmio, Cobalto,
Cobre, Cromo, Hierro, Manganeso, Mercurio,
Molibdeno, Níquel, Plata, Plomo, Selenio, Zinc,
Calcio, Cloruro, Magnesio, Potasio, Sodio,
Sulfato, Demanda Química de Oxígeno (DQO),
Clorofila “a”, Boro, Sílice, Fosfato y Nitrógeno.
(MOP-DGA, 2016)
El objetivo fundamental de esta red es
generar información pública y sistemática, que
caracterice la calidad de los recursos hídricos,
para mejorar el conocimiento de las cuencas
hidrográficas, conocer su evolución en el
tiempo, y formular recomendaciones para la
conservación y protección de estos recursos.
Dentro de sus objetivos específicos están los
siguientes:
• Caracterizar las aguas superficiales y
aguas subterráneas, en términos de su
calidad.
• Conformar una Red de observación y
una Red de Impacto, coherentes con
los usos y características del territorio
donde se insertan.
• Promover el desarrollo de instrumentos
de gestión de la calidad de las
aguas, específicamente, de Normas
Secundarias de Calidad Ambiental,
permitiendo su verificación mediante
estaciones que conformen una Red de
Control.
Para el conjunto de aguas consideradas en
esta red, la DGA dispone de un Manual de
Normas y Procedimientos del Departamento de
Conservación y Protección de Recursos Hídricos,
el que aborda directamente un programa de
monitoreo, tanto para aguas superficiales
como subterráneas. En dicho instrumento, se
establecen las pautas básicas generales que se
deben cumplir para la obtención de información
en la medición de la calidad de aguas, entre
otros aspectos. Asimismo, la institución cuenta
con manuales específico, tanto para el uso y
calibración de los equipos como para el personal
que es usuario de éstos.
Para la serie de datos obtenidos cada cuatro
meses en la Red, en cada una de las estaciones
estos siguen un proceso que comienza con la
toma de muestras de agua, para posteriormente
ser enviadas al Laboratorio Ambiental de la
DGA, donde son analizadas y posteriormente
publicadas. Gran parte de la información es
obtenida a través de esas muestras. No obstante,
hay algunos parámetros que son medidos “in
situ”, a saber: Temperatura del agua, pH, oxígeno
disuelto y conductividad eléctrica. Esta labor,
la DGA la realiza con personal, instrumental y
transporte institucional.
Forman parte de esta red de monitoreo, 126
estaciones que se encuentran dentro áreas
silvestres protegidas del Estado (ver la lista en
el Anexo 3). De allí, la importancia de mantener
y fortalecer el trabajo conjunto entre CONAF
y la DGA, aunando esfuerzos para aprovechar
la experiencia y el conocimiento en torno a
los recursos hídricos y la conservación. Para
estas áreas y en general, para todas aquellas
que forman parte de la red de monitoreo, la
DGA tienen un sistema Web disponible para
la consulta ciudadana. Se trata del Sistema
Nacional de Información del Agua (SNIA),
cuyo acceso en línea es http://snia.dga.cl/
BNAConsultas/reportes.
26
27
2. LAS NORMAS DE CALIDAD DE AGUAS
EN CHILE
La Ley sobre Bases Generales del Medio
Ambiente1 establece en su artículo 32, la
existencia de dos tipos de normas de calidad
ambiental: primarias y secundarias. Las normas
primarias de calidad ambiental, son aquellas
normas de calidad ambiental que tienen como
objetivo proteger la salud de la población
humana dentro del territorio nacional; mientras,
las normas secundaria de calidad ambiental,
tienen por objetivo proteger o conservar el
medio ambiente o la naturaleza y son de carácter
local y no necesariamente nacional (http://www.
mma.gob.cl/retc/1279/article-42153.html).
Todas ellas se crean a través de un decreto
supremo. A modo de ejemplo de una norma
primaria, existe la norma de calidad primaria
para las aguas continentales superficiales
aptas para actividades de recreación con
contacto directo, creada a través del DS 143, del
Ministerio Secretaría General de la Presidencia
(2009).
En las normas secundarias de calidad ambiental,
se establecen valores de concentraciones y
períodos, máximos o mínimos permisibles de
sustancias, elementos, energía o combinación de
ellos, cuya presencia o carencia en el ambiente
pueda constituir un riesgo para la protección
o conservación del medio ambiente, o la
preservación de la naturaleza (http://snifa.sma.
gob.cl/RegistroPublico/Norma/IndexCalidad).
Particularmente, para el caso de normas
secundarias de calidad ambiental para
la protección de las aguas continentales
superficiales de Chile, se han creado las
siguientes, a través de decreto supremo (DS):
1Ley N° 19.300, modicada por la Ley N° 20.417/2010,
ambas del Ministerio Secretaría General de la Presidencia.
• DS 1, 2015, Ministerio de Medio
Ambiente. Establece normas
secundarias de calidad ambiental
para la protección de las aguas
continentales superficiales de la
cuenca del Río Valdivia (Regiones de La
Araucanía y Los Ríos).
• DS 9, 2015, Ministerio de Medio
Ambiente. Establece normas
secundarias de calidad ambiental
para la protección de las aguas
continentales superficiales de la
cuenca del Río Biobío (regiones Biobío
y La Araucanía).
• DS 53, 2014, Ministerio de Medio
Ambiente. Establece normas
secundarias de calidad ambiental para
la protección de las aguas continentales
superficiales de la cuenca del Río
Maipo (Región Metropolitana).
• DS 19, 2013, Ministerio de Medio
Ambiente. Establece normas
secundarias de calidad ambiental
para la protección de las aguas
continentales superficiales del Lago
Villarrica (Región de La Araucanía).
• DS 12, 2009, Ministerio de Medio
Ambiente. Establece normas
secundarias de calidad ambiental para
la protección de las aguas del Lago
Llanquihue (Región de Los Lagos).
• DS 75, 2009, Ministerio Secretaría
General de la Presidencia. Establece
normas secundarias de calidad
ambiental para la protección de las
aguas continentales superficiales de
la cuenca del Río Serrano (Región de
Magallanes).
Las normas secundarias para calidad de aguas,
se establecen para conservar y proteger un
humedal en particular o determinadas cuencas
que contienen uno o más humedales relevantes.
Por esa razón, la dificultad de establecer
parámetros estandarizados para medir
determinado humedal. El Ministerio de Medio
Ambiente, define prioridades de ecosistemas
a resguardar, a través de sus políticas y planes.
Actualmente, se encuentran en proceso de
elaboración las normas secundarias para las
cuencas de los ríos Mataquito, Elqui, Rapel,
Aconcagua y Huasco (Ministerio de Medio
Ambiente, 2016).
Por otra parte, en el año 1978, el Ministerio de
Obras Públicas, a través del Decreto Supremo
N°867, dio carácter oficial a la norma técnica
N° 1333, elaborada por el Instituto Nacional
de Normalización (INN), que se refiere a
calidad de aguas para los siguientes usos: agua
para consumo humano, de animales, riego,
recreación y estética, vida acuática, entre otros.
No obstante, ésta es una norma técnica dirigida
a ámbitos productivos, sobre valores estándares
que se adoptan y tiene obligatoriedad
ante aquellas situaciones que ameritan la
competencia del Ministerio de Obras Públicas.
Esto, no necesariamente se corresponde
con la adopción valores ecológicamente
aceptables, por lo que en el presente manual
esta información se asume sólo como un dato
referencial, ya que al igual que como ocurre
con las normas secundarias para calidad de
aguas, será necesario establecer parámetros
específicos para cada humedal a monitorear.
Es importante destacar sobre la Norma Chilena
Oficial NCh1333, que al igual que todas las
normas del INN, los parámetros que se logran
finalmente, son consensuados previamente con
diversos actores involucrados en la temática.
Este modelo de construcción colectiva,
representa una buena idea para construir en
el tiempo, los valores máximos y mínimos
aceptables de variables de calidad ambiental de
aguas para humedales al interior del SNASPE. De
allí la importancia de contar con antecedentes
científicos interdisciplinarios, al igual que
registros históricos de mediciones realizadas en
humedales, que permitan definir esos umbrales.
Figura 2: Monitoreo de avifauna en el humedal “Laguna Santa Rosa”, Parque Nacional Nevado de Tres Cruces y humedal
chileno de importancia internacional, Región de Atacama.
28
29
3. EL MONITOREO DE HUMEDALES,
BAJO EL MARCO DE LA CONVENCIÓN
SOBRE LOS HUMEDALES
La Convención sobre los Humedales o
Convención de Ramsar, en Chile es ley de la
República desde el año 1981. La Convención
declara que los humedales cumplen funciones
ecológicas fundamentales como reguladores
de los regímenes hidrológicos y como hábitat
de una fauna y flora características (artículo 3,
apartado 1). En base a ello, insta a las naciones a
favorecer la conservación y la protección de los
humedales.
La Secretaría de la Convención de Ramsar ha
elaborado una serie de documentos de apoyo
para las naciones, de orientación general, sobre
diversos tópicos. En el caso del monitoreo de
humedales, es importante reseñar el manual
N° 18, referido al manejo de humedales, tanto
aquellos de importancia internacional (Sitios
Ramsar) como otros humedales en los que los
países deseen centrar sus esfuerzos. Contenidos
importantes del manual son aquellos aspectos
relacionados con las características ecológicas,
la elaboración de programas de monitoreo y la
evaluación del riesgo en humedales.
Para la Convención de Ramsar, las características
ecológicas se constituyen a partir de la
combinación de los componentes, procesos y
beneficios/servicios del ecosistema, los que
caracterizan al humedal en un determinado
momento. Asimismo la Convención señala
que los servicios a los que se refiere en esta
definición, son aquellos beneficios que las
personas reciben de los ecosistemas, según lo
planteado por la Evaluación de los Ecosistemas
del Milenio, de Programa de Naciones Unidas
para el Medio Ambiente (2005). En el Anexo 4, se
encuentra una lista indicativa de componentes,
procesos y beneficios-servicios (Ramsar, 2008).
Un “cambio en las características ecológicas”
de un humedal corresponde a la “alteración
adversa, causada por la acción humana, de
cualquiera de los componentes, procesos y/o
beneficios / servicios del ecosistema (Secretaría
de la Convención de Ramsar, 2010). De allí la
importancia de manejar los humedales, a través
de un proceso de planificación, el que a su vez,
incluya el monitoreo de éstos. Este proceso
debe considerar varias funciones, entre ellas:
1. Definir objetivos de manejo respecto de las
características ecológicas del humedal
2. Determinar los factores que afectan o
que pueden afectar las características
ecológicas, estableciendo prioridades de
acuerdo a su nivel de importancia.
3. Identificar conflictos, para solucionar
aquellos en los que es posible hacerlo,
y priorizar otros en los que es necesario
formalizar compromisos para abordarlos.
4. Definir las necesidades de monitoreo, lo
que debiera concebirse para identificar
y manejar todo cambio que ocurra en las
características ecológicas del sitio.
5. Determinar y explicar qué gestión es
necesaria para alcanzar los objetivos de
manejo de ese humedal.
6. Mantener la continuidad tanto del manejo
como del monitoreo del humedal, en forma
efectiva, adaptándose al amplio espectro
de factores variables que pueden afectarlo.
7. Conseguir los recursos necesarios
para llevar a cabo todo ese proceso de
planificación.
8. Hacer posible la comunicación entre los
actores involucrados con el humedal, ya
sea que se encuentren dentro de éste o en
su entorno.
9. Demostrar (rendir cuentas) que el manejo
es efectivo y eficiente.
10. Asegurar el cumplimiento de políticas
locales, nacionales e internacionales
vinculadas a los humedales.
La labor periódica de monitoreo permitirá
detectar cambios en las características
ecológicas de un humedal, sean cambios
actuales o potenciales. Este monitoreo se
puede llevar adelante con diferentes grados de
intensidad, no requiriendo automáticamente
tecnologías sofisticadas o cuantiosas
Figura 3: Monitoreo de variables físico-químicas y biológicas en el humedal “Laguna Matanzas”, en la Reserva
Nacional El Yali y humedal chileno de importancia internacional, Región de Valparaíso.
inversiones. Ante la diversidad de técnicas de
monitoreo, se seleccionan aquellas que mejor
se ajustan a las prioridades institucionales
y a los recursos que están al alcance de los
gestores del humedal. Idealmente, un programa
de monitoreo debe ser parte de un proceso de
planificación mayor en el humedal, como por
ejemplo, en el plan de manejo (Secretaría de la
Convención de Ramsar, 2010). En el Anexo 5, se
muestra una propuesta que hace la Convención
para establecer un programa de monitoreo de
un humedal. En el presente manual, quedan
reflejadas algunas de las etapas planteadas en
esa propuesta.
31
CAPÍTULO III
EL MONITOREO DE HUMEDALES
EN ÁREAS SILVESTRES
PROTEGIDAS DEL ESTADO DE
CHILE
Laguna Quilleihue, Parque Nacional Villarrica, Región de La Araucanía
32
33
1. CONCEPTOS GENERALES SOBRE EL
MONITOREO DE HUMEDALES
Los actuales cambios ambientales y el
creciente número de amenazas que afectan
a los ecosistemas de humedales, junto con
la importancia de estos ecosistemas para
la mantención de servicios ecosistémicos
asociados al bienestar humano, han generado
un creciente interés por el desarrollo de
programas de monitoreo de humedales en Chile
y el mundo. En el caso de las áreas silvestres
protegidas del Estado de Chile, los humedales
sustentan gran parte la diversidad biológica al
interior de estas áreas y son, a su vez, clave para
el sustento y desarrollo humano, tanto en zonas
rurales como urbanas.
Para comenzar con la definición de monitoreo,
Abarca (2007) señala algunos ejemplos de ésta,
según diferentes autores, a saber:
• Spellerberg (1991), define el monitoreo
como “las observaciones sistemáticas
de parámetros relacionados con un
problema específico, diseñadas de tal
manera que nos provean información
sobre las características del problema
a tratar y sus cambios a lo largo del
tiempo”.
• En una acepción más restringida, Shear
(1995), menciona que monitoreo es
la colección, análisis e interpretación
rutinaria de datos físicos, químicos
y biológicos en un sitio definido, a lo
largo de un período dado y con una
frecuencia de muestreo establecido.
• Roni (2005), define monitoreo como
la evaluación sistemática de algo, con
el propósito de colectar datos para
responder a objetivos específicos.
En ecología, se usa el término monitoreo como
sinónimo de las acciones para detectar un
cambio en los parámetros físicos, químicos o
biológicos (Abarca, 2007). Expresado de una
manera más sencilla, el monitoreo es la medición
de variables cualitativas o cuantitativas de
interés en el tiempo, para determinar si ellas
están cambiando.
El concepto de monitoreo no debe entenderse
como una mera actividad repetitiva por sí
sola, sino como un proceso con propósitos
claros y con mecanismos de análisis y
retroalimentación que permitan mejorar y
adaptarse a las necesidades futuras (Spellerberg,
citado por Abarca, 2007).
En ese sentido, el monitoreo se transforma
en una herramienta que debe ser utilizada
para la toma de decisiones. La Corporación
Nacional Forestal lo asume como un proceso
que contribuye a su misión, la de “garantizar
la conservación y preservación de la
representatividad de ecosistemas presentes en
el país”. En este marco, no bastará simplemente
con monitorear un humedal si no se ha definido
con qué propósito se monitoreará y, según ello,
cuáles variables serán monitoreadas, cómo se
van a medir, cómo será analizada la información
y, finalmente, para qué se va a utilizar.
En relación a las modalidades de monitoreo, para
los fines del presente manual, se consideran
las siguientes, de acuerdo al propósito que se
persiga con él:
III. EL MONITOREO DE
HUMEDALES EN ÁREAS
SILVESTRES PROTEGIDAS
DEL ESTADO DE CHILE
Vista panorámica de la Laguna Torca, con presencia de cisnes de cuello negro
(Cygnus melancoryphus), en la Reserva Nacional Laguna Torca, Región del Maule
34
35
a) Monitoreo de vigilancia
También se le llama monitoreo de “signos
vitales”. Con este monitoreo se responde
la pregunta ¿cuál es el estado general del
ecosistema?, y su principal propósito es
determinar si un ecosistema se encuentra
en buena condición o no, estableciendo su
estado actual y su tendencia en el tiempo.
Para ello, debe definirse claramente, en lo
posible basado en conocimiento científico,
cuáles serán las variables a medir que
indicarán las condiciones en las que el
ecosistema se encuentra, en los ámbitos
biológico, físico y químico.
Para aumentar su efectividad en la toma
de decisiones, este tipo de monitoreo
debe responder, además, a la pregunta
¿cuáles son las variables externas que
están afectando al ecosistema?, para
lo cual se deben definir y monitorear los
potenciales factores de estrés o amenazas
del ecosistema (variables climáticas o
actividades antrópicas que pueden afectar
al ecosistema). De esta forma, al relacionar
el estado del ecosistema con variables
externas, se facilita el mantener una alerta
temprana ante cualquier impacto negativo
en el ecosistema, producto de factores
externos.
Bajo este modelo de monitoreo, se definen
a priori los límites (superior o inferior) que
puede alcanzar una variable biológica, física
o química en el ecosistema, para mantenerlo
en la condición deseada (temperatura, pH,
biodiversidad, abundancia de una especie
clave, entre otros), con el fin de poder
actuar y tomar decisiones de manejo en
caso de que uno o más de estos límites sean
superados. Los límites deben estar basados
idealmente en el conocimiento científico o
el análisis de expertos.
b) Monitoreo para el manejo
Este es un monitoreo con ciertos énfasis,
por ello, se le llama también monitoreo
“enfocado”. Este monitoreo responde la
pregunta ¿están siendo efectivas las
acciones de manejo implementadas?, y
su principal propósito es la evaluación del
éxito de las estrategias y actividades de
manejo realizadas para la conservación
del ecosistema, en este caso, del humedal.
Dicho monitoreo asume la existencia de
una decisión de manejo del humedal,
que corresponde a una acción específica
que pretende generar un cambio en las
condiciones del mismo, que debe ser
evaluado respondiendo a la pregunta ¿hasta
qué punto un programa de conservación
(una estrategia determinada o un
conjunto de estrategias) avanza hacia
los resultados previstos?
A modo de ejemplo, si para determinado
territorio, la estrategia o acción de manejo
es cerrar un sendero a orillas de una laguna,
durante un período crítico de la época
reproductiva de una especie en particular,
para evitar de esta manera la perturbación a
dicha especie y, de esta forma, aumentar su
población como objetivo de conservación,
el monitoreo consistirá en observar la
tendencia en el tiempo de la abundancia
de dicha especie, luego de implementada
la estrategia (comparando con la tendencia
previo a la acción). En un segundo ejemplo,
si la estrategia en un territorio particular
es la restauración de una ribera, con
vegetación nativa, para generar un hábitat
reproductivo y de alimentación para
diversas especies del lugar y, de esta
forma, aumentar su población (objetivo de
conservación), el monitoreo se enfocará,
por una parte, a la riqueza o abundancia
de especies vegetales nativas establecidas
en la ribera y, por otra parte, a la riqueza
y/o abundancia de especies relevantes
para la conservación presentes en la zona
restaurada.
Por otro lado, el esfuerzo puede estar
dirigido a medir el cambio, no en las
variables físicas, químicas y/o biológicas del
humedal, sino en las amenazas que lo están
afectando. Así, si la variable de interés es
la calidad del agua del humedal que se ve
afectada por la presencia de ganado y sus
desechos, el monitoreo para la evaluación
del éxito de una estrategia para disminuir
esta amenaza (por ejemplo, acuerdos con
ganaderos), deberá abordar primeramente
los cambios en la abundancia de ganado
asociado al humedal (monitoreo de metas)
y luego, el impacto que ello tiene sobre la
calidad del agua (monitoreo de objetivos).
Asimismo, para cualquier intervención,
acción de manejo o estrategia que se
realice sobre un humedal, el monitoreo
para el manejo o “enfocado” debe
responder a la pregunta ¿qué impactos
deseados y no deseados ha causado
la intervención? Por ejemplo, si la
intervención es la construcción de un
sendero cercano a una laguna, el efecto
deseado es el aumento de turistas y/o la
mejor evaluación del turista respecto de la
gestión del área silvestre protegida. En ese
caso, el monitoreo está enfocado a conocer
el número de turistas que ingresaron a
esta área silvestre y/o el porcentaje de
turistas que la evaluaron positivamente.
El efecto no deseado respecto de ese
mismo sendero, podría ser la disminución
de la diversidad o abundancia de especies
silvestres asociadas a la laguna, por tanto,
el monitoreo debe estar dirigido a observar
cambios en el tiempo de la riqueza y/o
abundancia de estas especies en la
laguna (monitoreo de objetivos), luego de
construido el sendero.
2. El PROGRAMA DE MONITOREO DE
UN HUMEDAL
Entender el rol del monitoreo como una
herramienta para evaluar la gestión de las
áreas protegidas ayuda a diseñar los programas
de monitoreo. De esta forma, el esfuerzo de
monitoreo no resulta en una vaga esperanza de
que los datos tendrán alguna utilidad, sino que se
enfoca precisamente en obtener la información
necesaria para tomar decisiones (Nichols &
Williams, 2006). En ese sentido, al considerar
conceptualmente el monitoreo como parte de
un proceso, desde la perspectiva de CONAF es
necesario abordarlo bajo un conjunto de etapas
y situarlo en el contexto de la planificación de
la gestión de las áreas silvestres protegidas
del Estado de Chile, que incluye no sólo la
implementación del monitoreo en terreno, sino
también otras fases previas y posteriores a ésta,
vinculadas a la planificación y evaluación. Todas
ellas constituyen en el presente manual, lo que
se denomina “programa de monitoreo”.
En concordancia con lo que aplica para cada
área silvestre protegida, para el monitoreo de
humedales insertos en ellas se utiliza el mismo
esquema de trabajo, en relación a las etapas de
planificación, implementación y evaluación. La
planificación del monitoreo y la evaluación de
sus resultados son etapas claves parar llevar
adelante un buen programa de monitoreo de
humedales en el tiempo, que permita evaluar
efectivamente la gestión de los mismos en las
áreas silvestres protegidas.
36
37
Todo programa de monitoreo debe ser integrado
a un proceso de “manejo adaptativo”, que se
define como un “proceso sistemático para
mejorar continuamente las prácticas de
manejo, aprendiendo de los resultados de los
programas establecidos” (Bennett & Lawrence,
2002), donde el monitoreo juega un rol clave,
describiendo las condiciones del ecosistema
de interés, para así evaluar la necesidad de
implementar estrategias o acciones de manejo,
y determinar el impacto de éstas en el logro de
objetivos predefinidos (CMP, 2007; Mascia et al.,
2014). Se trata de un tipo particular de manejo
que hace énfasis en la toma de decisiones para
alcanzar un objetivo de largo plazo. La toma
de decisiones de manejo (implementación de
estrategias o acciones de manejo), se basa en la
colecta de información del sistema de manera
continua (monitoreo) y en la evaluación de
Figura 4: Monitoreo de lobo fino austral (Arctocephalus australis) y lobo común (Otaria avescens), en el borde costero
y rocoso del Parque Nacional Morro Moreno, Región de Antofagasta.
cómo responde el sistema, cuando una decisión
es tomada (Walters, 1986).
En ese contexto, este manual utiliza los
fundamentos de manejo adaptativo para el
desarrollo de programas de monitoreo dirigidos
a humedales que se encuentran al interior del
Sistema Nacional de Áreas Silvestres Protegidas
del Estado de Chile (SNASPE), que a su vez, forman
parte del monitoreo que realiza la institución
en áreas silvestres protegidas, en el marco de
procesos de planificación de mayor escala que
se lleva en las mismas. La Figura 1 muestra
las etapas que considera cada programa de
monitoreo, las que se explican individualmente
a continuación. En dicha figura, las flechas que
conectan las etapas entre sí, indican que este
programa forma parte de un ciclo continuo, de
constante evaluación y perfeccionamiento.
Cada una de las etapas es descrita a
continuación y, para cada una, se identifican los
productos específicos que deben incorporarse
para la elaboración del Programa de Monitoreo
de Humedales del SNASPE.
ETAPA 1. LA PLANIFICACIÓN DEL PROGRAMA
DE MONITOREO
La planificación contempla la definición de
varios elementos que dan el marco de acción
para las etapas posteriores. Se incluyen en
éstos los siguientes elementos: el contexto
general del humedal, la definición de los
objetivos de conservación a través de sus
atributos ecológicos claves y de los indicadores
que permiten evaluar esos atributos, la
identificación de las amenazas que afectan
al humedal, y por último, los resultados que
se espera obtener mediante las estrategias o
acciones de manejo. En la planificación deben
establecerse claramente los objetivos y metas
del programa de monitoreo del humedal, los
que se deben evaluar en etapas posteriores.
Figura 5. Etapas del programa de monitoreo en base al ciclo de manejo adaptativo de las áreas protegidas.
ETAPA 1.1 Contexto general del humedal
Esta etapa corresponde a la descripción del
contexto ecológico y social del humedal, que
incluye un inventario base de especies, además
de una descripción física, climática, ecológica,
social o de otros aspectos relevantes para el
humedal en particular. También es necesario
determinar el área de interés del humedal,
pudiendo ser el humedal completo o parte de
éste (espejo de agua, ribera, etc.), lo que permite
definir el alcance geográfico del programa
de monitoreo. Adquiere relevancia en esta
etapa, la elaboración de cartografía asociada
al humedal. Asimismo, es necesario definir
cuál es la situación futura ideal (visión) para
ese ecosistema de humedal. Esta visión guía
los objetivos de conservación del humedal, los
cuales son evaluados mediante el programa de
monitoreo.
ETAPA 1.2 Definición de atributos ecológicos
clave del humedal
Los atributos ecológicos claves son aspectos de
la ecología del humedal que si están presentes,
Etapa 1.
Planificación
Etapa 3.
Seguimiento
y Evaluación
Etapa 2.
Implementación
38
39
definen un estado saludable del mismo y, si
faltan o están alterados, reflejan la degradación
del humedal.
Para identificar los atributos ecológicos claves
del humedal es de utilidad considerar tres
categorías de atributos que suelen determinar
individual o colectivamente la salud del mismo.
• Tamaño: Es una medida de la extensión
del humedal (por ejemplo, superficie del
espejo de agua, profundidad, etc.).
• Condición: Es una medida de la
composición biológica o físico-química
del humedal (por ejemplo, diversidad de
avifauna, calidad del agua, etc.).
• Contexto de paisaje: Corresponde a una
evaluación del ambiente del humedal
(por ejemplo, conectividad con otros
humedales, vegetación ribereña, etc.).
La definición de atributos ecológicos claves
ayuda a seleccionar los indicadores que se debe
monitorear para evaluar el estado del humedal.
ETAPA 1.3 Definición de los indicadores
Una vez identificados los atributos ecológicos
clave del humedal, es necesario establecer cuál
o cuáles “indicadores” ayudan a evaluar esos
atributos, es decir, las variables “específicas”
que se miden en el tiempo). En el Capítulo V del
presente manual, se describen algunas variables
biológicas y físico-químicas, que al menos
deberían considerarse para evaluar el estado
de los humedales del SNASPE. Es necesario
aclarar que para un humedal en particular, una
variable no necesariamente es un indicador
como tal, pues el indicador debe reflejar qué
es lo que se mide finalmente a partir de esta
variable. Para ejemplificar esto, en el caso de
la variable “avifauna”, cuya presencia podría ser
un atributo ecológico clave de un humedal, los
indicadores a medir para esa variable serían la
riqueza de aves, la abundancia de una especie
o la densidad de una o más especies. Por otra
parte, la variable “temperatura” sí puede ser un
indicador del atributo ecológico clave “calidad
del agua” de un humedal, pues existe una sola
forma de medir la temperatura.
En otras palabras, al considerar el atributo
ecológico clave “avifauna”, se podrían evaluar
diversos indicadores que lo describen, tales
como la riqueza de especies, la abundancia
de especies (total o relativa) y/o la densidad
de especies (total o relativa), entre otros.
Asimismo, para el atributo ecológico clave
“calidad del agua”, es posible medir indicadores
como la temperatura, el pH, la conductividad
eléctrica, entre otras (tabla 2).
De manera general, los indicadores que se
definan deben contar con las siguientes
características:
• Son medibles: Es posible registrarlos y
analizarlos, en términos cuantitativos
y/o cualitativos.
• Son sensibles: Cambian
proporcionalmente en respuesta a
los cambios reales, para la condición
o estado del humedal que se está
midiendo.
• Son precisos: Pueden ser definidos y
comprendidos de la misma manera por
todas las personas responsables de su
medición y análisis.
Al contar con los indicadores de los atributos
ecológicos claves, es posible continuar con el
paso siguiente de la planificación, vale decir, la
evaluación del estado actual del humedal y la
definición del estado futuro deseado.
Tabla 2: Ejemplos de atributos ecológicos clave y algunos indicadores potenciales,
de un humedal en particular.
Categoría de atributos
ecológicos clave
Atributo ecológico
clave Indicador (es)
Tamaño Área del humedal Supercie total del espejo de agua
(ha.)
Tamaño Nivel de agua Profundidad máxima (m)
Condición Avifauna asociada al humedal Riqueza (N° de especies presentes)
Condición Calidad del agua Temperatura, pH, conducvidad
eléctrica.
Contexto del paisaje Conecvidad Distancia a cuerpo de agua más
cercano (km)
ETAPA 1.4 Análisis de la integridad del
humedal
Un paso clave en el manejo de áreas silvestres
protegidas es tener claro lo que se está
intentando lograr a través de la gestión del área
(los resultados de la gestión). En particular para
los humedales del SNASPE, se debe conocer
el estado actual del humedal (integridad o
diagnóstico), definir el estado futuro deseado,
a través de objetivos de conservación, y medir
su progreso, en la medida que se avanza hacia
el logro de esos objetivos. Para ello, para cada
uno de los “indicadores” seleccionados, se debe
definir qué rango de valores se consideran
adecuados para el humedal, identificando por
una parte, el estado actual para cada uno de
estos indicadores, y por otra parte, definiendo
en qué situación se desearía que estuviera
el humedal en el futuro, en relación a cada
indicador representativo de los objetivos de
conservación de dicho humedal.
Este diagnóstico inicial, que se realiza en el
momento de comenzar a elaborar el programa
de monitoreo, puede considerar datos históricos
del humedal, estudios de línea base u opinión de
expertos, entre otros. El diagnóstico del estado
del humedal (su integridad), se genera mediante
una escala de calificación, que toma en cuenta el
rango aceptable de variación de los indicadores.
La escala requiere que se determinen los
umbrales y se clasifiquen los valores de los
indicadores de los atributos ecológicos clave,
de la siguiente manera:
• Muy Bueno: Estado ecológicamente
deseable; requiere poca intervención
para el mantenimiento.
• Bueno: Indicador dentro del rango
aceptable de variación; requiere
de cierta intervención para el
mantenimiento.
• Regular: Fuera del rango aceptable
de variación; requiere de intervención
humana.
• Pobre: La restauración es cada vez más
difícil; puede resultar en la eliminación
del atributo ecológico clave.
Es probable que para ciertos indicadores no sea
posible identificar claramente sus respectivos
rangos de valores, asociados al estado “muy
bueno”, “bueno”, “regular” o “pobre”. En esos
casos, se debe describir al menos, lo que se
considera “bueno” y “pobre”. Asimismo, para esta
calificación se pueden considerar antecedentes
históricos del humedal, estudios de línea base
40
41
u opinión/juicio de expertos, entre otras. Para
cada caso, es importante señalar la fuente de
información que se utiliza para la elaboración
de la calificación.
Con los atributos ecológicos claves y los
indicadores definidos, así como la integridad
del humedal analizada, es posible elaborar
una tabla resumen para cada uno de estos
atributos y para el o los indicadores asociados,
la que contiene los siguientes parámetros:
1) los umbrales en los que se consideran los
distintos niveles de integridad, el valor actual
del indicador (aquel que se determina en el
momento de la elaboración del programa de
monitoreo), el estado del humedal (integridad)
de acuerdo a ese valor que arrojag cada uno
de los indicadores tabulados, y finalmente, el
estado futuro del humedal, que se desea lograr
en base a cada indicador. La expresión visual de
las categorías de estos umbrales, ocurre a través
de la diferenciación de colores: la categoría
“pobre” se expresa con color rojo; “regular”, con
color amarillo; “bueno”, con color verde claro; y
“muy bueno”, con color verde oscuro. Todo esto
se puede observar en la Tabla 3.
ETAPA 1.5 Definición de los objetivos de
conservación
Los objetivos para la conservación del humedal,
corresponden a lo que se busca lograr para él a
través de su manejo y son evaluados mediante
el programa de monitoreo. Los objetivos de
conservación del humedal se definen en base
al estado deseado de los indicadores definidos
en las primeras fases de la planificación,
expresadas en el ejemplo mostrado en la tabla
3. Cada uno de estos objetivos de conservación
cumple con ciertas características, a saber:
• Está vinculado al humedal: Debe estar
directamente asociado a los aspectos
de importancia del humedal (atributos
ecológicos clave).
Categoría de atributos
ecológicos clave
Atributo ecológico
clave Indicador Calicación del Indicador* Valor
Actual del
Indicador
Estado
actual
Estado
Deseado
(Objevo de
conservación)
Pobre Regular Bueno Muy Bueno
Tamaño Área del humedal Supercie total del
espejo de agua (ha.) <30 30-50 51-100 >100 70 Bueno Bueno
Tamaño Nivel de agua Profundidad
máxima (m) <2 2-5 5-10 >10 3Regular Bueno
Condición Avifauna asociada al
humedal
Riqueza (N° de
especies presentes) <5 5-10 10-20 >20 14 Bueno Muy Bueno
Condición Calidad del agua pH <5,5 o >8,5 5,5-6,5 o
8-8,5
6,6-7 o
7,5-8 7,1-7,4 7,8 Bueno Muy Bueno
Contexto del paisaje Conecvidad
Distancia a cuerpo
de agua más
cercano (km)
>5 3-5 1-3 <1 5,5 Pobre Bueno
Tabla 3. Ejemplo de tabla para calificación del estado actual y deseado de cada
indicador, para el proceso de planificación de un humedal en particular
*Los valores entregados son solamente utilizados como ejemplo y no tienen relación con valores reales.
• Está orientado al impacto: Debe
representar el estado futuro deseado
para el humedal.
• Es medible: Deber ser construido
en relación a alguna escala estándar
(números, porcentaje, fracciones o un
estado de todo o nada).
• Es limitado en el tiempo: Debe ser
alcanzable en un período específico de
tiempo, generalmente de 5 a 10 años,
pues son objetivos de mediano a largo
plazo.
• Es específico: Debe estár claramente
definido, a fin de que todas las personas
que participan en cualquier etapa del
programa de monitoreo (presente o en
el futuro) tengan la misma comprensión
de lo que significan los términos en el
objetivo.
Los objetivos de conservación del están
directamente relacionados con los atributos
ecológicos claves, a través de sus indicadores. Su
redacción debe reflejar el estado futuro deseado
para cada uno de los indicadores identificados. En
base a esto, a partir de cada atributo ecológico
clave puede desarrollarse uno o más objetivos
de conservación, dependiendo del número
de indicadores asociados a cada atributo. Por
ejemplo, el atributo ecológico clave “calidad del
agua” puede medirse mediante dos indicadores,
pH y temperatura. es decir, con este atributo es
posible generar dos objetivos diferentes, uno
asociado al valor esperado para el indicador
“pH” y otro asociado al valor esperado para el
indicador “temperatura”. También es posible
agrupar estos dos indicadores en un solo
objetivo, por ejemplo, “Al año 2020 el humedal
ha recuperado su equilibrio natural y mantiene
una buena calidad del agua, con temperatura
promedio de 12°C y pH entre 7,1-7,4”). Otros
ejemplos de objetivos de conservación de
humedales que cumplen con los criterios antes
expuestos, podrían ser los siguientes:
• “Para el año 2020, la supercie del
humedal se mantiene sobre 50 ha”
• “Para el año 2020, la riqueza promedio
anual de avifauna es mayor a 20
especies”
ETAPA 1.6 Identificación de las amenazas y
resultados esperados
El cumplimiento de los objetivos de conservación
para el humedal depende, en gran medida, de
la capacidad para controlar las amenazas que
afectan sus atributos ecológicos claves. Las
amenazas son actividades humanas o procesos
que han causado, están causando o podrían
causar la destrucción, degradación o deterioro
del humedal. En otras palabras, las amenazas
podrian causar cambios en las condiciones
ecológicas del humedal, y por lo tanto,
dificultar el cumplimiento de los objetivos de
conservación propuestos. Por ello, es relevante
contemplar para el proceso de planificación,
la identificación de las amenazas específicas
que afectan el humedal y los resultados
que se espera obtener para reducir aquellas
amenazas presentes, mediante las estrategias
o acciones de manejo a realizar. Además, al
identificar estas amenazas, a su vez es posible
identificar causas o factores que contribuyen
a la existencia de dichas amenazas, ya que es
probable que las estrategias o acciones de
manejo a implementar se enfoquen en eliminar
o disminuir esos factores y no directamente en
combatir la amenaza.
Es importante señalar que las estrategias forman
parte de la planificación del área silvestre
42
43
protegida en su totalidad, las que incorporan no
sólo aquellas concernientes a la conservación
de los humedales insertos en las mismas, sino
también aquellas relativas a la conservación
de especies u otros ecosistemas, y además,
otros componentes asociados al área silvestre
protegida, de carácter socio-cultural. Se hace
esta indicación, porque en el presente manual
no se detallan aspectos relacionados con el
monitoreo de las acciones de manejo para la
reducción de amenazas, ya que el conjunto de
acciones en torno a humedales son parte del
plan de manejo existente del área silvestre
protegida respectiva.
En un ejemplo hipotético, un humedal podría
estar amenazado por acciones humanas
directas o indirectas, como la presencia de
visón (especie exótica invasora), la presencia
de ganado doméstico y también la presencia
de turistas que perturban sitios de nidificación
de aves del humedal. Si bien éstas son las
amenazas directas del humedal (el fenómeno
que causa un impacto negativo), hay otros
factores que podrían estar causando o
contribuyendo a la existencia de ellas. En el
caso del ganado doméstico, su existencia
podría deberse al ingreso de ganado al humedal
desde un sector específico colindante con una
comunidad ganadera contigua a éste. En el caso
de la perturbación debida a los turistas, podría
deberse a la presencia de senderos que se
hayan construido en las cercanías del humedal.
Entonces, con este estado de situación, habría
que revertir lo que ocurre por ejemplo, con
el ganado doméstico, tomando acciones de
manejo o estrategias que incidan en que esta
amenaza disminuya o sea controlada, para lo
cual habría que actuar sobre sus posibles causas.
En ese caso, para que ocurra una disminución
de la abundancia del ganado doméstico en el
humedal, podría limitarse el ingreso de ganado
desde la comunidad ganadera al humedal, y para
ello, habría que tomar una decisión de manejo
que podría ser, llevar adelante la construcción
de cercos (Figura 6).
Posteriormente, para asumir la implementación
de una estrategia o acción de manejo es
necesario crear una cadena de resultados
asociados a ésta, la que debe reflejar lo que se
espera que ocurra una vez implementada la
estrategia, hasta llegar a la disminución de la
amenaza directa. Por ejemplo, si la estrategia
en la cadena de resultados es “construir cercos”,
como primer eslabón, se podría “evitar el ingreso
de ganado desde la comunidad contigua al
humedal”; como segundo eslabón, sería posible
“disminuir la abundancia de ganado doméstico
en el humedal”, la que en el ejemplo, se
considera como amenaza directa del humedal
(Figura 7).
El programa de monitoreo de un humedal busca
mantener o mejorar las condiciones ecológicas
del mismo, y por ello, debe establecer acciones
de manejo o estrategias dirigidas a reducir las
amenazas que pueden o podrían afectar esas
condiciones ecológicas. Para evaluar si las
amenazas han disminuido en el tiempo, el equipo
planificador debe plantearse metas asociadas
a niveles de reducción de las amenazas. Estas
metas deben cumplir ciertas características, a
saber:
• Están orientadas a las amenazas:
Deben estar directamente asociadas a
la reducción de alguna amenaza sobre
el humedal
• Son medibles: Deben ser definidas
en relación a alguna escala estándar
(números, porcentaje, fracciones o un
estado de todo o nada).
Figura 6. Ejemplo hipotético de amenazas en un humedal inserto en un área silvestre protegida: Identificación
de amenazas directas (rectángulos rosados) sobre el humedal (área verde) y sus causas indirectas o factores
contribuyentes (rectángulos naranjos), además de las potenciales estrategias de manejo (hexágono amarillo).
Figura 7. Ejemplo hipotético de resultados orientados a disminuir una amenaza sobre un humedal determinado:
Identificación de los resultados esperados (rectángulos morados y celestes) luego de implementadas las estrategias o
acciones de manejo (hexágono amarillo).
• Son limitadas en el tiempo: Deben ser
alcanzables en un período específico
de tiempo, generalmente entre 3 y 5
años (resultados de corto o mediano
plazo).
• Son específicas: Deben estár
claramente definidas, a fin de que
todas las personas que participan
en cualquier etapa del programa
de monitoreo tengan la misma
comprensión de lo que significan los
términos en el objetivo, sea en el
presente o en el futuro.
Algunos ejemplos de metas asociadas a
amenazas que se busca reducir en el humedal,
podrían ser los siguientes:
• “Para el año 2018, la abundancia de
ganado en el humedal ha disminuido en
un 80%”
• “Para el año 2018, la abundancia de
visón en el humedal ha disminuido en
un 50%”
Ingreso de ganado
desde comunidad
contigua al humedal
Existencia de senderos
cercanos a sitios de
reproducción
Presencia de EE
(Visón)
Presencia de
Ganado
Doméstico
Pertubación de
sitios de nidifica-
ción por presencia
de turistas
Humedal
ASP
Construcción
de cercos
Construcción de
cercos
No hay ingreso de ganado
desde comunidad contigua
al humedal
Disminuye la
abudancia de
ganado doméstico
en el humedal
Humedal
44
45
Al igual que para la definición de indicadores
asociados a los objetivos de conservación
del humedal, los indicadores asociados a las
metas de disminución de amenazas deben ser
medibles, sensibles y precisos. Un ejemplo de
indicador asociado a la meta para la reducción
de amenazas podría ser “N° de individuos de
ganado registrados al año”
ETAPA 1.7 Definición de las metodologías a
utilizar en el monitoreo de objetivos y metas
Una vez que se ha establecido qué es lo que
se va a monitorear, asociado a los objetivos y
metas definidas en las dos etapas anteriores,
corresponde definir cuál es la mejor metodología
para obtener la información requerida. En el
capítulo V, se entregan orientaciones sobre
aspectos metodológicos para la medición de
algunas variables físico-químicas y biológicas
que profundizan aspectos señalados en esta
etapa. Definir las metodologías en esta etapa
del programa de monitoreo, y no antes, permite
implementar programas de monitoreo más
eficientes y enfocados en los atributos de
interés del humedal. En ese contexto, cualquiera
de las metodologías a utilizar para medir los
indicadores asociados a objetivos y metas,
deben cumplir con las siguientes condiciones:
a) Deben ser exactas: El método de
colecta de datos debe tener poco o
ningún margen de error.
b) Deben ser confiables: Los resultados
deben ser consistentemente repetibles
(cada vez que se aplica el método
produce los mismos resultados).
c) Deben ser costo-efectivas: El método
no debe ser muy costoso en relación a
los datos que genera y a los recursos
disponibles.
d) Deben ser viables: El método puede
ser implementado y mantenido en el
tiempo por guardaparques y/o demás
personal técnico de CONAF.
1. Descripción del área de trabajo (contexto y
generalidades del humedal).
2. Descripción de la visión para el humedal
(situación futura ideal).
3. Idencación de los atributos ecológicos
claves del humedal, y de sus indicadores.
4. Elaboración de la tabla con el análisis
de integridad, para cada indicador, e
idencación del estado actual y el estado
futuro deseado del humedal.
5. Denición de los objevos de conservación
del humedal.
6. Elaboración de un esquema con la
idencación de amenazas directas y factores
contribuyentes.
7. Idencación de posibles estrategias de
manejo.
8. Descripción de la cadena de resultados para
reducir las amenazas sobre el humedal.
9. Denición de las metas.
En síntesis, se espera como productos a lograr en la
etapa de planicación, plasmados en un documento,
los siguientes productos:
Se identifica además, la metodología a utilizar
para obtener la información relacionada a
cada indicador, su frecuencia y las personas
responsables, tanto para la recolección de
datos como para el análisis de éstos, vale
decir, el equipo humano que aborda el tema
en el área silvestre protegida y en la región,
tanto en terreno como en gabinete. Asimismo,
se explicita el presupuesto asociado a cada
actividad de monitoreo (traslados, equipo
necesario, viáticos, etc.).
La Tabla 4 representa un ejemplo de
sistematización y resumen para presentar la
implementación de un plan de monitoreo, en un
humedal en particular. En la primera columna, se
identifica el “componente” a monitorear, ya sea
un atributo ecológico clave del humedal o una
amenaza que lo afecta. En la segunda columna,
se enuncia el nombre del atributo ecológico
clave o la amenaza a monitorear (por ejemplo,
área del humedal, presencia de ganado, entre
otros). En la tercera columna, se registra el
“objetivo de conservación”, para el caso de cada
atributo ecológico clave (por ejemplo, “Para el
año 2020, la supercie del humedal se mantiene
sobre 50 hectareas”), o la “meta”, para el caso
de una amenaza (por ejemplo, “Para el año
2018, la abundancia de ganado en el humedal
ha disminuido en un 80%”); cada uno de ellos,
respectivamente, está asociado al componente
a monitorear. En la cuarta columna, se señala
claramente el indicador que permite evaluar
el objetivo de conservación o la meta (de
la amenaza). Son ejemplos, los indicadores
“Supercie total del espejo de agua”, expresado
en hectáreas, y “Cantidad de individuos
(ganado) registrados en el año”. En la quinta
columna, se identifica la metodología específica
con la cual se obtiene la información respecto
del indicador, por ejemplo, la superficie se
podría medir con un “análisis de imágenes,
mediante Google Earth Pro”; la cantidad de
individuos (ganado)” podría medirse a través de
“10 cámaras trampa permanentes, con revisión
cada 2 meses”. En la sexta columna, se describe
la frecuencia con la que se implementa la
metodología definida previamente. Por ejemplo,
si se realiza una vez al año (anual, agosto) o dos
veces al año (estacional, invierno-verano). En la
séptima columna, se identifican las personas
responsables de implementar la metodología de
monitoreo, por ejemplo, las personas encargadas
a nivel regional en el ámbito de diversidad
biológica, guardaparques, otros. Finalmente,
en la última columna, se identifican los costos
anuales asociados a la implementación de las
actividades de monitoreo.
La implementación del programa de monitoreo
debe incluir asimismo, la elaboración de fichas
o planillas “tipo” para el registro sistemático de
los datos del monitoreo. A modo referencial, en
el Anexo 6, se entrega una planilla general de
registro de datos, de algunas variables mínimas
a considerar en cada monitoreo dentro de
un humedal. La planilla debe adaptarse a la
realidad de cada humedal y a los datos que
vayan a colectarse.
ETAPA 3. EL SEGUIMIENTO Y LA EVALUACIÓN
DEL PROGRAMA DE MONITOREO
Un programa de monitoreo solamente tiene
sentido en la medida que la información
recopilada durante su implementación posee
alguna utilidad para la toma de decisiones.
Esta etapa de seguimiento y evaluación maneja
los datos y la información (generar archivos
digitales, tablas, etc.) en la medida en que se
van obteniendo, para analizarlos regularmente
y de esta manera, evaluar el cumplimiento de
los objetivos de conservación, para el humedal,
y las metas, para las amenazas que afectan al
humedal, definidos en la etapa de planificación.
Puede ocurrir que al realizar la evaluación,
sea necesario ajustar algunas metodologías,
ETAPA 2. LA IMPLEMENTACIÓN DEL
PROGRAMA DE MONITOREO
El programa de monitoreo de cualquier humedal,
para ser implementado, además de contar con
los recursos humanos y financieros, requiere de
un plan de monitoreo, el cual es un documento
que describe todos los aspectos a considerar
para la implementación del programa, durante
el año calendario de trabajo. Esta información
también se sistematiza y resume en una tabla
única.
En este plan se vuelven a expresar los
indicadores que se establecieron previamente,
de acuerdo a cada objetivo de conservación y
a las metas, planteados para el humedal y para
la reducción de sus amenazas, respectivamente.
46
47
Tabla 4. Ejemplo de un resumen tabulado de un plan de monitoreo de un humedal en
particular
En síntesis, se espera como productos a lograr en la etapa de implementación, plasmados en un documento, los
siguientes productos:
1. Documento del plan de monitoreo, que incluye tabla síntesis.
2. Planillas de registro de datos
Componente Descripción Objevo /
Meta Indicador Metodología Frecuencia Responsables Costos
($CLP)
Atributo
ecológico clave
del humedal
Área del
humedal
Para el año
2020, la
supercie del
humedal se
manene sobre
50 ha
Supercie
total del
espejo de
agua (ha.)
Análisis de
imágenes
mediante Google
Earth Pro
Anual (Agosto)
Encargado
Regional
Diversidad
Biológica
$0
Atributo
ecológico clave
del humedal
Avifauna
asociada al
humedal
Para el año
2020, la riqueza
promedio anual
de avifauna
es mayor a 20
especies
N° de
especies
presentes
Censo
Estacional
(Enero, Abril,
Julio, Octubre)
Guardaparques $100.000
Amenaza del
humedal
Presencia de
Ganado
Para el año
2018, la
abundancia
de ganado en
el humedal ha
disminuido en
un 80%
Candad de
individuos
registrados
en el año
10 Cámaras
trampa
permanentes con
revisión cada 2
meses
Análisis Anual
Guardaparques
/ Encargado
Regional
Diversidad
Biológica
$1.500.000
objetivos y/o metas, lo que se expresa en un
nuevo documento de planificación, actualizado,
que incluye igualmente los productos ya
señalados en la etapa de planificación. De no
haber cambios, es importante igualmente,
actualizar dicho documento a la fecha de la
evaluación.
Para diferenciar separar ambos procesos, se
precisa que el seguimiento de un programa
de monitoreo está basado principalmente en
la organización y análisis sistemático de los
datos obtenidos y la generación de informes
asociados al programa de monitoreo. Por
otra parte, la evaluación del programa de
monitoreo se asocia al logro de los objetivos
de conservación (asociados directamente a
los atributos ecologicos claves del humedal)
y de las metas (asociadas a la reducción de
amenazas); esta evaluación incluye un análisis
de la implementación del plan de monitoreo,
para permitir modificaciones del mismo, de
ser necesario (por ejemplo, cambios en alguna
metodología o en un indicador específico).
Realizar sistemáticamente una evaluación del
proceso de monitoreo hace posible mantener
una alerta temprana efectiva del estado general
del humedal, lo que se traduce en la ejecución
de un “monitoreo de vigilancia”.Igualmente, esta
evaluación sistemática permite determinar el
éxito de las estrategias o acciones de manejo
implementadas, lo que corresponde a estar
trabajando en el “monitoreo para el manejo”, lo
que permite decidir la urgencia de implementar
nuevas estrategias o acciones de manejo, en
caso de ser necesario, y eliminar o modificar
aquellas estrategias que no generan los efectos
deseados.
Como se explica a comienzos del capítulo en
el presente manual, el programa de monitoreo
forma parte del proceso de manejo adaptativo,
y es por ello que, la etapa de seguimiento y
evaluación se desarrolla de forma paralela a la
implementación del monitoreo, excepto cuando
se realiza la planificación e implementación
por primera vez en un programa de monitoreo
de un humedal en particular, donde aún
no existen datos que evaluar. Es decir, la
información entregada por el monitoreo es
evaluada sistemáticamente, como parte del
ciclo de manejo (planificación, implementación
y evaluación), permitiendo un mejoramiento
continuo de las etapas de planificación (por
ejemplo, nuevas amenazas identificadas,
modificaciones en los objetivos o metas, etc.)
e implementación (por ejemplo, mejoramiento
metodológico).
Para graficar y expresar de forma resumida
la evaluación sobre el logro de objetivos de
conservación y metas, se utiliza una tabla con
un sistema de “semáforo” (Tabla 5), en la cual
se da un color rojo, amarillo o verde, a cada
objetivo de conservación o meta de reducción
de amenazas, dependiendo del nivel de
cumplimiento, a saber:
Rojo: El objetivo o meta se encuentra
por debajo de lo esperado para el
período de revisión.
Amarillo: El objetivo o meta se
encuentra cercano a lo esperado para
el período de revisión.
Verde: El objetivo o meta se encuentra
dentro o por encima del rango esperado
para el período de revisión.
La temporalidad de la evaluación final de cada
objetivo y/o meta dependerá de los plazos
estimados para su cumplimiento, por ejemplo,
el cumplimiento del objetivo “Para el año 2020,
la supercie del humedal se mantiene sobre
50 hectareas”, debe evaluarse el año 2020.
Sin embargo, anualmente debe entregarse un
informe de seguimiento que refleje el estado
actual de los indicadores y los avances hacia el
cumplimiento de objetivos y metas (Tabla 5). Es
decir, si para el año 2018 el estado del indicador
“Supercie (ha) total del espejo de agua” es
mayor a 50 ha, el informe anual señalará que
este indicador está dentro del estado esperado.
Para describir las tendencias de los diferentes
indicadores en el tiempo y, de esta forma,
identificar si se ha mejorado el estado de
un atributo ecológico clave del humedal o
en la disminución de alguna amenaza, debe
incorporarse, para cada indicador, una tabla con
los datos históricos registrados (Tabla 6).
4948
*No confundir la evaluación de los objetivos y metas por colores (“semáforo”) con la evaluación del
estado de sus indicadores de la etapa 1.
Componente
a evaluar Descripción Objevo / Meta Indicador Estado
Actual
Evaluación
(Semáforo*) Comentarios
Atributo
ecológico
clave del
humedal
Área del
humedal
Objevo 1: Para
el año 2020, la
supercie del
humedal se
manene sobre
50 ha
Supercie total
del espejo de
agua (ha.)
65 ha
A pesar de las
presiones, la
supercie del
humedal se
manene en el
rango esperado
Atributo
ecológico
clave del
humedal
Avifauna
asociada al
humedal
Objevo 2: Para el
año 2020, la riqueza
promedio anual de
avifauna es mayor a
20 especies
N° de especies
presentes 19
La riqueza de
avifauna se ha
incrementado, sin
embargo aún no
se registran las 20
especies.
Amenaza del
humedal
Presencia
de Ganado
Meta 1: Para el año
2018, la abundancia
de ganado en el
humedal es menos
del 20% del actual
(2016)
N° de individuos
registrados
año 2018/
N° individuos
registrados año
2016 *100
60%
No ha sido
posible impedir
completamente
el ingreso de
ganado debido
a la resistencia
de la comunidad
local
Tabla 5. Ejemplo de seguimiento y evaluación sistemático para un programa de
monitoreo de humedales.
Año Supercie total del espejo de agua (ha.)
2015 70
2016 70
2017 65
2018 63
2019 68
2020 60
Tabla 6. Ejemplo de tabla de registro histórico para el indicador “Superficie total del
espejo de agua (ha.)”
CAPÍTULO IV
CASO DE ESTUDIO PARA EL
MONITOREO DE HUMEDALES
EN EL SNASPE: HUMEDAL LAGUNA
HERMOSA, EN LA RESERVA NACIONAL ISLA
MOCHA, REGIÓN DEL BIOBÍO
50
51
El presente capítulo busca mostrar un ejemplo
de un proceso de monitoreo llevado a cabo un
humedal incerto en un área silvestre protegida,
a través de su respectivo documento “Programa
de Monitoreo”. Se trata del humedal “Laguna
Hermosa”, en la Reserva Nacional Isla Mocha,
localizado en la Región del Biobío en Chile.
Este documento es un informe global que,
dependiendo del estado de avance del mismo
en el tiempo, incluye las modificaciones
correspondientes a las etapas de planificación,
implementación y en el seguimiento y
evaluación.
En ese sentido, en el humedal seleccionado
como “caso de estudio”, no se han realizado con
anterioridad al diagnóstico que aquí se muestra,
acciones de monitoreo en torno al cuerpo de
agua de la laguna, aunque sí para el caso de la
avifauna. Por esta razón, los antecedentes no
abarcan toda la información que contendría
un informe completo (análisis de viabilidad,
calificación de indicadores, entre otros). En las
próximas acciones previstas en el respectivo
programa de monitoreo, cuando se disponga
de nuevas mediciones, se podrá evaluar la
condición ecológica del humedal y tomar las
decisiones de manejo pertinentes, ya que será
posible también comparar estados de situación
de los indicadores en el tiempo.
A continuación, se muestran las secciones que
forman parte del informe sobre “PROGRAMA
IV. CASO DE ESTUDIO
PARA EL MONITOREO
DE HUMEDALES EN EL
SNASPE: HUMEDAL LAGUNA
HERMOSA, EN LA RESERVA NACIONAL
ISLA MOCHA, REGIÓN DEL BIOBÍO
DE MONITOREO DEL HUMEDAL LAGUNA
HERMOSA”, realizado durante el mes de
diciembre de 2015:
1. CONTEXTO Y GENERALIDADES DEL
HUMEDAL “LAGUNA HERMOSA”
El humedal “Laguna Hermosa”, es una laguna
de formación natural que se encuentra al
interior de la Reserva Nacional Isla Mocha, se
localiza a 350 metros sobre el nivel del mar y
está rodeada por un bosque de olivillo adulto
(Aextoxicon punctatum). Se nutre de aguas lluvias
de invierno y de la niebla que se condensa en
las altas y densas copas de los árboles olivillo.
En el contexto insular, este humedal es muy
importante, ya que es una de las principales
fuentes de abastecimiento de agua para la
población que habita la parte baja de la isla, la
cual es cercana a los 800 habitantes.
Respecto a la situación futura ideal o deseable
(visión) para el humedal Laguna Hermosa, en
base a lo antes señalado, se aspira a lo siguiente:
“El humedal Laguna Hermosa se mantiene con
su ciclo anual en el largo plazo, asegurando sus
funciones ecológicas y de provisión de agua a la
comunidad”.
2. IDENTIFICACIÓN DE ATRIBUTOS
ECOLÓGICOS CLAVE DEL HUMEDAL,
Y DE SUS INDICADORES
Se identificaron los atributos ecológicos claves
para el humedal y los indicadores elegidos para
cada uno ellos (Tabla 7). Se trata de indicadores
sobre los cuales el equipo de la Reserva Nacional
Isla Mocha está en condiciones de medir
sistemáticamente.
Vista panorámica de la Laguna Hermosa, en la Reserva Nacional Isla Mocha,
Región del Biobío (Fotografía: www.turismoregion.cl)
52
53
Tabla 7: Atributos clave del humedal Laguna Hermosa, Reserva Nacional Isla Mocha
Figura 8. Humedal “Laguna Hermosa”, en la Reserva Nacional Isla Mocha rodeada de bosque de olivillo adulto
(Aextoxicon punctatum), en la Región de Biobío, (autor: Guillermo Reyes)
Categoría (Tamaño;
Condición; Contexto del
paisaje)
Atributo clave Indicador
Condición Caracteríscas sico-químicos del agua PH; Conducvidad eléctrica; Temperatura;
Oxígeno disuelto
Condición Riqueza y Abundancia de avifauna N° de especies y abundancia relava de aves
en el cuerpo de agua
Condición Riqueza y Abundancia de anbios en
borde laguna
N° de especies y abundancia relava de
anbios en el borde de la laguna
Tamaño Supercie cuerpo de agua Supercie (ha)
3. ANÁLISIS DE INTEGRIDAD DEL
HUMEDAL PARA CADA INDICADOR
(IDENTIFICACIÓN DEL ESTADO
ACTUAL Y EL ESTADO FUTURO
DESEADO DEL HUMEDAL
El equipo de CONAF encargado del monitoreo
del humedal Laguna Hermosa, definió los
siguientes atributos ecológicos claves:
características físico-químicas del agua,
diversidad de abundancia de fauna en la laguna
y superficie del cuerpo de agua del humedal.
Logró la medición de algunos indicadores (pH,
conductividad eléctrica, temperatura y oxígeno
disuelto) para ser incluidos en la columna
de “situación actual”, que en el caso de este
humedal corresponde a la medición inicial en
el proceso de monitoreo. Fue lograda a través
de los análisis realizados por la Universidad de
Concepción, en la Región del Biobío (septiembre
2015). Asimismo, el equipo propuso definir
algunos parámetros, en el transcurso del primer
año de monitoreo, para indicadores de riqueza
y abundancia de avifauna y anfibios, así como
para la medición de la superficie del cuerpo
de agua del humedal. No obstante, CONAF
pretende establecer durante el primer año
de monitoreo los valores para calificar cada
indicador, de acuerdo a cada categoría, así
como la “calificación actual” y la “calificación
deseada” para cada uno de éstos (muy bueno,
bueno, regular o pobre). Ello, debido a la falta
de datos a la fecha de realizar ese primer
monitoreo. Toda esta información se sintetiza
en la Tabla 8. En las Figuras 9 y 10, se observan
guardaparques del área silvestre protegida
realizando mediciones y observaciones en el
humedal Laguna Hermosa.
*En base a medición de la Universidad de Concepción en sepembre de 2015.
Tabla 8. Análisis de integridad del humedal “Laguna Hermosa”
Categoría
Atributo
Ecológico
Clave
Indicador
Calicación del
Indicador
Situación actual
Calicación
actual
Calicación
deseada
Pobre
Regular
Bueno
Muy Bueno
Condición
Caracteríscas
sico-químicas
del agua
PH 5.71 *
Conducvidad
eléctrica 124.0 µS/cm*
Temperatura 18,4°C*
Oxígeno disuelto se establecerán parámetros
en monitoreo primer año
Condición
Diversidad y
Abundancia de
fauna en la laguna
Riqueza y Abundancia
de avifauna
se establecerán parámetros
en monitoreo primer año
Riqueza y Abundancia
de anbios en borde
laguna
se establecerán parámetros
en monitoreo primer año
Tamaño
Supercie cuerpo
de agua Supercie (ha) se establecerán parámetros
en monitoreo primer año
54
55
Figuras 9 y 10. Personal de CONAF realizando mediciones y observaciones en el humedal “Laguna Hermosa”, en la
Reserva Nacional Isla Mocha, Región de Biobío. Figura 11: Expresión vidual de las amenazas y factores contribuyentes que afectan el humedal laguna hermosa
4. DEFINICIÓN DE LOS OBJETIVOS DE
CONSERVACIÓN DEL HUMEDAL
“LAGUNA HERMOSA”
Para los indicadores seleccionados se definió un
objetivo, respectivamente:
• Objetivo 1: Para el año 2020, las
características físico químicas del agua del
humedal “Laguna Hermosa” se mantienen
dentro de los parámetros anuales
establecidas el primer año (2015).
• Objetivo 2: Para el año 2020, la riqueza
y abundancia de anfibios en el humedal
“Laguna Hermosa” se mantiene igual o
superior a lo establecido el primer año
(2015) .
• Objetivo 3: Para el año 2020, la riqueza y
abundancia de aves en el humedal “Laguna
Hermosa” se mantiene igual o superior a lo
establecido el primer año (2015).
• Objetivo 4: Para el año 2020, la superficie
de la “Laguna Hermosa” se mantiene igual o
superior a lo establecido durante el primer
año (2015).
5. IDENTIFICACIÓN DE AMENAZAS
DIRECTAS Y SUS FACTORES
CONTRIBUYENTES
Las amenazas directas (recuadros rosados)
detectadas para el humedal “Laguna Hermosa”
corresponden a la “contaminación del agua y
su entorno” y la “disminución del nivel de agua
debido al cambio climático”. Durante esta etapa
del programa de monitoreo, la primera de las
dos amenazas señaladas será la que CONAF
aborde durante los primeros años. Asimismo
se ha considerado que la “contaminación del
agua y su entorno” está afectada por el factor
contribuyente “malas prácticas de los visitantes”
(recuadro anaranjado), que a su vez, se ve
afectado por el factor contribuyente “existencia
de un sendero de uso público destinado para
recorrer la laguna”, el cual incide sólo a orillas
de la laguna (ver Figura 11). Ambos factores
afectan indirectamente al humedal.
Existencia de un
sendero de uso
público a orillas de
la laguna
Malas prácticas de
los visitantes
Contaminación
del agua y el
entorno
Laguna
Hermosa
Reserva Nacional
Isla Mocha
Disminución del
nivel de agua por
cambio climático
9
10
56
57
Figura 13: Cadena de resultados para la reducción de la amenaza relacionada con “contaminación del agua y su
entorno”, el humedal Laguna Hermosa
6. IDENTIFICACIÓN DE POSIBLES
ESTRATEGIAS DE MANEJO
CONAF se propone focalizar sus esfuerzos de
monitoreo en la amenaza “contaminación del
agua y su entorno”, para evaluar su disminución
en el tiempo. Para ello, se plantean dos
estrategias (recuadros amarillos): una de ellas,
orientada a “restringir el uso público en la
laguna”, para incidir en el sendero localizado a
orillas de la laguna, y la otra, relacionada con la
“educación ambiental”, para generar cambios en
las malas prácticas de los turistas (Figura 12).
Figura 12: Expresión visual de las posibles estrategias de manejo para enfrentar la amenaza “contaminación del agua y
el entorno” (específicamente, sus factores contribuyentes) sobre el humedal Laguna Hermosa
Existencia de un
sendero de uso
público a orillas de
la laguna
Malas prácticas de
los visitantes
Contaminación
del agua y el
entorno
Laguna
Hermosa
RN Isla Mocha
Disminución nivel
de agua por
Cambio climático
Restringir Uso
Público en la
Laguna
Educación
Ambiental
7. DESCRIPCIÓN DE LA CADENA DE
RESULTADOS PARA REDUCIR UNA
AMENAZA
En la cadena de resultados que que contribuyen
a la disminución de la contaminación del agua
y del entorno de la laguna”, el equipo de CONAF
se plantea en primer lugar, que al restringir el
uso público en la laguna (por ejemplo, a través
del manejo de los horarios, de la cantidad
de visitantes en un período de terminado,
la modalidad de guiado, entre otras), con el
tiempo el sendero disminuye o evita las malas
prácticas por parte de los visitantes; en segundo
lugar, que llevar adelante acciones de educación
El sendero de uso público
cuenta con un manejo tal,
que disminuye o evita las
malas prácticas por parte de
los visitantes
Visitantes adoptan
un comportamiento
adecuado
Disminuye la
contaminación del
agua y del entorno
de la laguna
Laguna
Hermosa
Restringir Uso
Público en la
Laguna
Educación
Ambiental
ambiental inciden en la adopción de buenas
prácticas por parte de los visitantes, al hacer
uso del sendero de la laguna (Figura 13).
8. DEFINICIÓN DE LA META ASOCIADA
A LA REDUCCIÓN DE LA AMENAZA
Se estableció una meta para el resultado final
(recuadro fucsia) de la cadena anterior, asociada
a la reducción de la amenaza “Disminuye la
contaminación del agua y del entorno de la
laguna”. Se trata de la meta:
“Al año 2018 la abundancia de basura
asociada al turismo en la zona de la
laguna Hermosa ha disminuido en un
90%.”
Su indicador es: Número de eventos de
contaminación asociada a visitantes registrados.
9. PLAN ANUAL PARA EL MONITOREO
DEL HUMEDAL
El plan anual de monitoreo, expresado en
síntesis en la tabla Tabla 9, registra información
relativa a los atributos ecológicos claves allí
señalados, a saber: las “características físico
químicas del agua”, la “diversidad y abundancia
de fauna en la laguna” y la “superficie del cuerpo
de agua”. Esta información está en concordancia
con lo señalado anteriormente en la tabla de
“integridad del humedal” (sección 3 de este
capítulo). Adicionalmente, , para lo que se
refiere a las amenazas del humedal, el plan de
monitoreo incorpora información relacionada
con la “contaminación del agua y entorno del
humedal”.
A partir de los atributos ecológicos claves y de
la amenaza, se establecieron objetivos y meta,
respectivamente. Igualmente, quedan reflejados
los indicadores ya señalados para la integridad
del humedal, se señala la metodología utilizada
para medir los indicadores y la frecuencia con
que se medirán, los responsables de llevar
adelante el monitoreo en sus diferentes etapas
y finalmente, los costos asociados.
10. SEGUIMIENTO Y EVALUACIÓN DEL
PROGRAMA DE MONITOREO
El monitoreo realizado en diciembre de 2015, se
constituyó en un hito relevante para el personal
de la Reserva Nacional Isla Mocha, ya que por
primera vez se contaba con un instrumental
específico para el monitoreo del agua para el área
silvestre protegida y a propósito de este hecho,
fue la primera vez en la que simultáneamente
se identificaban especies circundantes. Para
el equipo, ha sido un proceso de aprendizaje y
de adquisición de nuevos conocimientos sobre
este valioso humedal.
Por tratarse de la primera medición del proceso
de monitoreo del humedal, el seguimiento
y evaluación correspondiente, ocurrirá en el
transcurso del año 2016, donde también se
hayan calificado previamente los indicadores
establecidos en la tabla 8, sobre “integridad
del humedal”. Por ello, a partir de este primer
monitoreo, se ha preparado una tabla de
resultados de las mediciones de los indicadores,
que contiene la información de referencia
para las siguientes mediciones del año 2016
(tabala 10), las cuales se realizarán durante
los meses de marzo, junio y septiembre. Para
los años sucesivos, cada vez que corresponda
hacer un monitoreo o al final del proceso anual
planificado, CONAF preparará informes de
seguimiento y evaluación, con sus respectivas
tablas actualizadas, equivalentes a un informe
como el que aquí se presenta. Toda esta
información, permitirá a CONAF conocer el
comportamiento anual de este humedal, lo
RN Isla Mocha
58
59
Tabla 9: Resumen del plan anual de monitoreo del humedal “Laguna Hermosa, en la Reserva Nacional Isla Mocha
Componente Descripción Objevo / Meta Indicador Metodología Frecuencia Responsables Costos
Anuales 1
Atributo
ecológico clave
del humedal
Calidad del agua
OBJETIVO:
Para el año 2020, las
caracteríscas sico químicas
del agua del humedal,
se manenen dentro de
los parámetros anuales
establecidas el primer año.
PH; Conducvidad
eléctrica;
Temperatura;
Oxígeno disuelto
Uso de Equipo
Medidor de pH y
otros parámetros,
modelo HI98194,
marca Hanna2
Trimestral
Guardaparques: Toman
los datos de terreno;
Encargada/o
Provincial: Hace
seguimiento de la toma
de datos y junto a la
Encargada/o Regional
y redactan un informe
anual de evaluación)
Encargada/o Regional:
Analiza los resultados
trimestrales y anuales,
los que son enviados
a los/as responsables
anteriores y al
Encargado/a
Programa Nacional de
humedales de CONAF.
120.000
Atributo
ecológico clave
del humedal
Diversidad y
Abundancia de
fauna en la laguna
OBJETIVO:
Para el año 2020, la riqueza
y abundancia de anbios se
manene igual o superior a
lo establecido el primer año.
Riqueza y
Abundancia de
anbios
Transectos de
búsqueda de
anbios
Trimestral 50.000
OBJETIVO:
Para el año 2020, la riqueza
y abundancia de aves se
manene igual o superior a
lo establecido el primer año.
Riqueza y
Abundancia de
avifauna
Puntos de conteo Trimestral 50.000
Atributo
ecológico clave
del humedal
Supercie cuerpo
de agua
OBJETIVO:
Para el año 2020, la
supercie de la laguna se
manene igual o superior
a lo establecido durante el
primer año.
Supercie (ha)
Medición en
supercie de laguna
en su máximo
llenado
Anual 50.000
Amenaza del
humedal (ES
una propuesta,
para que los/
as colegas VIII lo
validen o ajusten
a su realidad)
Contaminación del
agua y entorno del
humedal
META:
Al año 2018 la abundancia
de basura asociada al
turismo en la zona de
la laguna Hermosa ha
disminuido en un 90%.
Número de
“eventos” de
contaminación
Registro durante
patrullajes Trimestral 40.000
que brindará las herramientas necesarias para
actuar en forma temprana al detectar cambios
bruscos e inusuales en estas variables.
Los resultados del monitoreo, expresados
en la tabla 10, se construyen a partir de la
información entregada en aquellas etapas sobre
“integridad del humedal” y “ plan anual del
monitoreo”, respectivamente. De esta manera,
en las primera y segunda columnas, se registran
los resultados para los atributos ecológicos
claves del humedal y la amenaza priorizada.
Posteriormente, en la tercera columna, quedan
explicitados los objetivos de cada atributo y la
meta para la amenaza del humedal.
Las cuatro últimas columnas hacen referencia a
la información lograda en la etapa de resultados,
que permiten a su vez, aportar al seguimiento
y evaluación del humedal. La cuarta columna
enuncia los indicadores que se han medido (y
que se medirán en cada sucesivo monitoreo
del año); la quinta columna, reporta el valor
obtenido para cada indicador; las columnas
sexta y séptima, que en esta oportunidad, están
vacías, corresponden al proceso analítico que
deberá reflejarse para cada indicador, evaluado
a través de los colores verde (sobre el objetivo
o meta esperado), amarillo (cercano al objetivo
o meta esperado) y rojo (bajo el objetivo o meta
esperado) y sus respectivos comentarios .
11. PLANILLAS DE REGISTRO DE DATOS
La planillas que se muestran en las Figuras 14
y 15 corresponden a aquellas utilizadas por el
personal de CONAF (guardaparques y/u otros
técnicos) en la toma de datos, cada vez que se
lleva a cabo el monitoreo en el humedal Laguna
Hermosa.
Figura 14. Ficha utilizada en el primer monitoreo de
aspectos físico-químicos del humedal Laguna Hermosa
en la Reserva Nacional isla Mocha
Figura 15. Ficha (continuación) utilizada en el primer
monitoreo de especies dentro y alrededor del humedal
Laguna Hermosa, en la Reserva Nacional Isla Mocha.
1Los costos anuales considerados en esta tabla son sólo referenciales, ya que estos corresponden al año 2015-2016 y para ello, se asume un valor aproximado de 670 pesos/dólar.
2 Este instrumento multiparamétrico, se obtuvo a través del Fondo de Humedales para el Futuro de la Convención de Ramsar, al igual que la publicación del presente manual, como parte del Proyecto “Fortalecimiento de las capacidades
institucionales en torno al monitoreo de humedales al interior del Sistema Nacional de Áreas Silvestres Protegidas del Estado”.
6160
Componente Descripción Objevo / Meta Indicador Estado Actual
(Diciembre 2015)
Evaluación
(Semáforo) Comentarios
Atributo ecológico
clave del humedal Calidad del agua
Para el año 2020, las
caracteríscas sico químicas
del agua del humedal,
se manenen dentro de
los parámetros anuales
establecidas el primer año.
PH 5.55
Conducvidad
eléctrica 0.39
Temperatura 23,2 °C
Oxígeno disuelto 0.09
Atributo ecológico
clave del humedal
Diversidad y
Abundancia de fauna
en la laguna
Para el año 2020, la riqueza
y abundancia de anbios se
manene igual o superior a lo
establecido el primer año.
Riqueza y
Abundancia de
anbios
153 individuos
(especies no
idencadas)
Para el año 2020, la riqueza
y abundancia de aves se
manene igual o superior a lo
establecido el primer año.
Riqueza y
Abundancia de
avifauna
4 especies(1 zorzal;
2 jilguero; 1chucao;
6 golondrina chilena)
Atributo ecológico
clave del humedal
Supercie cuerpo de
agua
Para el año 2020, la supercie
de la laguna se manene igual
o superior a lo establecido
durante el primer año.
Supercie (ha) 10m2
Este humedal
es temporal,
disminuyendo hasta
casi dejar de exisr
durante los meses de
verano
Amenaza del
humedal
Contaminación del
agua y entorno del
humedal
Al año 2018 la abundancia de
basura asociada al turismo en
la zona de la laguna Hermosa
ha disminuido en un 90%.
n° de eventos de
contaminación
Baja concentración
de basura
Tabla 10. Resumen de resultados del monitoreo
CAPÍTULO V
VARIABLES MÍNIMAS A
MEDIR EN EL MONITOREO
DE HUMEDALES DE ÁREAS
SILVESTRES PROTEGIDAS DEL
ESTADO DE CHILE
62
63
Para CONAF, es una necesidad imperiosa
Incorporar variables de calidad de aguas en
humedales insertos el SNASPE, para contribuir
a la mantención y mejoramiento de las
condiciones ecológicas de estos ecosistemas
y asimismo, para estar alerta ante potenciales
cambios de éstas. Sin embargo, la instalación de
procesos asociados a estas mediciones requiere
de gradualidad en el tiempo, adquisición
del equipamiento y capacidades técnicas
necesarias. Por estas razones, tanto la cantidad
de variables incluidas a continuación, como
sus interpretaciones, deben entenderse como
una primera aproximación al tema, dejando
abierta la posibilidad de diversificar y mejorar
las variables incluidas en el presente manual,
en función de las particularidades asociadas a
cada una de las áreas silvestres protegidas del
el Estado.
Si bien existe una amplia gama de variables
físico-químicas y biológicas, posibles
de medir para contribuir a determinar las
condiciones ecológicas de un humedal, tanto
in situ, como en laboratorio, por medio de la
toma de muestras, en el presente manual sólo
se incluyen cuatro variables físico-químicas
por considerarse relevantes y porque aportan
información general de las condiciones de un
ecosistema. En ese sentido, se han escogido la
temperatura, el pH, la conductividad eléctrica y
el oxígeno disuelto, como variables de base para
construir a futuro un sistema que incluya para
cada ecosistema, otras variables que entreguen
información específica de cada humedal. La
V. VARIABLES MÍNIMAS A
MEDIR EN EL MONITOREO
DE HUMEDALES DE ÁREAS
SILVESTRES PROTEGIDAS DEL
ESTADO DE CHILE
justificación de esta selección de variables,
tiene directa relación con la posibilidad de poder
medirse in situ, por personal de la institución,
con un mínimo de equipamiento y a un costo
relativamente bajo. Por otra parte, será un gran
aporte que gradualmente, con capacitaciones
específicas, puedan tomarse muestras a ser
analizadas en las instalaciones del área silvestre
protegida, por parte del personal institucional.
1. VARIABLES FÍSICO-QUÍMICAS
Dentro de la columna de agua de un río o
laguna, por ejemplo, se encuentran numerosas
sustancias de todos los estados de la materia
(sólidos, líquidos y gases). Los sólidos son
principalmente sales o materia orgánica, el
líquido esencial es el agua, el cual cumple la
función de solvente universal, es decir, tiene la
capacidad de solubilizar sólidos y gases, y por
esta razón, en su mayoría están disueltos en el
medio acuático. En cuanto a los gases, entre los
principales se encuentran, el oxígeno, el dióxido
de carbono y el nitrógeno.
En la Figura 16, se muestran estos componentes
de la materia, todos ellos, inmersos en la
columna de agua (altura, representada por A),
como medio líquido, el agua (expresado en B);
como sustancias sólidas, aquellas provenientes
de sedimentos, piedras, materia vegetal y las
sales (expresado en C); y, los gases que provienen
de la atmósfera y del intercambio entre oxígeno
y dióxido de carbono, mediante el proceso de
fotosíntesis de las plantas (representado en D).
Vista panorámica del Lago Toro, en el Parque Nacional Huerquehue,
Región de La Araucanía (Fotografía: Félix Ledesma)
64
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Figura 16. Vista transversal de la Columna de agua (A), y de la interacción del agua (B) con sólidos (C) y gases (D)
(Modificado de Vidal-Abarca et al., 1994).
Las variables físico-químicas son aquellas que
estiman la interacción en un cuerpo de agua
de estos tres estados, teniendo en cuenta que
están enormemente influenciados por factores
ambientales externos (clima, relieve, geología,
vegetación, usos del suelo, etc.), las variables
pueden afectar esta interacción, favorable o
desfavorablemente.
Este escenario de variables es el que determina
las condiciones para la aparición, asentamiento
y desarrollo de seres vivos acuáticos, los
que asimismo, modifican continuamente
el ambiente físico-químico del agua. Por lo
tanto, queda en evidencia que los ambientes
acuáticos son sumamente dinámicos y por ello,
es necesario interpretar sus cambios.
En el país, no se cuenta con literatura aplicable
para la diversidad de situaciones que pueden
ocurrir sobre estas variables, relativas a las
particularidades de las condiciones ecológicas
de cada humedal, por lo tanto, en el presente
manual, se dificulta contar con umbrales que
abarquen rangos de valores mínimos y máximos
comunes para un humedal u otro. En Chile,
existen normas secundarias de calidad de aguas,
específicas para ciertos humedales en los que sí
se han establecido niveles máximos y mínimos
de contaminación para gran cantidad de
variables, no sólo físico-químicas, sino también
de carácter biológico (por ejemplo, umbrales
para el caso de bacterias coliformes). Asimismo,
DBAC
en el país se cuenta con la norma chilena de
calidad de aguas 1.333 del Instituto Nacional de
Normalización (INN), cuyo énfasis se centra en
aguas para riego y usos productivos relacionados,
por lo tanto, no puede considerarse como parte
del propósito de este manual.
Existen por otra parte, a gran escala, condiciones
que caracterizan humedales de acuerdo al tipo
de cuenca o sub-cuenca hidrológica a la que
pertenecen. Se trata de condiciones que dan
cuenta de cómo funcionan de manera global
determinados humedales, a este nivel de
escala. Si bien, el alcance del presente manual
no es incorporar información a ese nivel, es
importante destacar el estudio realizado para
humedales en Chile denominado “Conceptos
y criterios para la evaluación ambiental de
humedales” (SAG-CEA, 2006), estudio en el cual
se agrupan los humedales en cuencas exorreicas
y endorreicas que los caracterizan, considerando
variables físicas ambientales determinantes
para su funcionamiento y de acuerdo a ellas, se
propone el seguimiento ambiental respectivo.
Por todo lo antes señalado y considerando que
cada ecosistema es único en su funcionamiento,
en este manual, no se especifican valores ni
rangos que permitan interpretar directamente
los datos que arrojen mediciones de las
variables físico-químicas consideradas, sino que
se insta al personal responsable de la gestión
de humedales presentes en áreas silvestres
protegidas, a considerar las siguientes acciones
en el proceso de instalación de los programas
de monitoreo respectivos:
• Recopilar toda la literatura científica y
técnica existente sobre estudios realizados
en el humedal a monitorear.
• Analizar información histórica registrada
en las mediciones de variables físico
químicas o de otras variables, realizadas
en el humedal bajo condiciones normales,
ya sea por CONAF, otros organismos
gubernamentales o del sector académico y
de investigación.
• Establecer alianzas de distinto nivel
(proyectos conjuntos, convenios, estudios,
consultas, entre otros) con organismos
competentes en el tema, como la Dirección
General de Aguas u otros, y con instituciones
académicas y/o de investigación regionales,
aprovechando su experiencia en torno a la
temática.
• Dar inicio a un programa de monitoreo
institucional para el humedal, de real
aplicación en el tiempo, entendiendo que
se requerirá presupuesto para la paulatina
compra de equipos para medir de variables
y para mejorar las competencias del
personal encargado de estas funciones.
1.1 Temperatura
La temperatura es una variable física, que
permite medir las sensaciones de calor y
frío. Desde un punto de vista microscópico, la
temperatura se considera una representación
de la energía cinética interna media de las
moléculas que integran el cuerpo estudiado,
en este caso el agua. Esta energía cinética se
manifiesta en forma de agitación térmica, que
resulta de la colisión entre las moléculas que
forman el agua (ADECUA, 2008).
La temperatura del agua es una variable física
intrínseca de las masas de agua profundamente
sometidas a la radiación solar y las fluctuaciones
climáticas de la atmósfera. Las variaciones de
temperatura de un cuerpo de agua se producen
estacionalmente (verano a invierno), durante el
día (mañana a tarde) y en la columna de agua
como tal, debido a que la parte superficial
tenderá a tener mayor temperatura que la parte
profunda. Este último fenómeno se conoce como
estratificación vertical de la temperatura
(Figura 17).
En cuerpos de agua lo suficientemente
profundos, se presenta una mayor probabilidad
de estratificación de temperaturas durante
el verano, llamándosele epilimnion a la capa
de agua superior, más cálida que la capa
de abajo o hipolimnion, en la cual el agua
tiene relativamente poco movimiento. Estas
dos capas están separadas por una zona de
transición llamada metalimnion. Mientras
mayor sea la diferencia de temperatura entre
las capas, más difícilmente se pueden mezclar
sus aguas. A medida que pasa el año y ayudadas
por la acción del viento y la disminución de
la temperatura, estas capas pueden llegar a
circular. En algunos lagos, puede presentarse
un período de estratificación más, durante el
invierno, aunque en este caso la capa superior
será más fría que la inferior (Abarca, 2007).
¿Por qué es importante conocer la temperatura
del agua en un humedal?
La temperatura del agua puede condicionar los
tres estados del medio acuático (sólido, líquido
y gaseoso), y además, influencia los procesos
biológicos, físicos y químicos que se llevan a
cabo en el, por ende, la temperatura también
tiene influencia en la concentración de muchas
variables. Estos procesos están relacionados con
la tasa metabólica de los organismos acuáticos,
como la respiración celular y la fotosíntesis,
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Figura 17. Estratificación vertical de la temperatura en cuerpos de agua influenciada por la difusión térmica, el viento y
la evaporación del agua. La parte superficial (Epilimnion) posee mayor temperatura, la parte profunda (Hipolimnion) es
de menor temperatura y el límite entre estas dos zonas se le llama Termoclina.
(Modificado de http://www.miseagrant.umich.edu).
las tasas de crecimiento de ciertos organismos
y la presencia o ausencia de determinados
organismos que toleran condiciones con
umbrales de temperatura variables, según sea
el caso. También, estos procesos se relacionan
con la solubilidad de gases como el oxígeno, que
es necesario para la vida de animales y plantas
acuáticas, así como con sólidos como las sales,
en mayor o menor concentración. Tener presente
que, en condiciones normales de un humedal,
a medida que aumenta la temperatura, la
solubilidad del oxígeno es menor (varios autores
citados por Abarca, 2007)
• ¿Cuáles son las causas de los cambios
bruscos en la temperatura del agua?
La temperatura del agua puede disminuir o
aumentar dependiendo de variables externas al
cuerpo de agua (estación del año, hora del día,
latitud, altitud, etc.). Un aumento de temperatura
incidirá en un aumento de la evaporación y la
volatilización de sustancias desde el agua,
también incidirá en la disminución de la
solubilidad de muchos gases en el agua como
el oxígeno, el dióxido de carbono, el nitrógeno
y el metano, y por último, determinará el
crecimiento de bacterias y la proliferación de
algas (si es que las condiciones de nutrientes
son adecuados), lo cual llevará a cambios como
por ejemplo, el aumento de la turbidez del agua.
• ¿Cómo medir la temperatura?
Como en el monitoreo de la gran mayoría de
las variables físico-químicas, el muestreo de
esta variable se realiza en terreno (in situ).
Es preferible muestrear varios puntos de
temperatura en el cuerpo de agua (y en cada
uno de los puntos, a varias horas del día), con
el fin de obtener un valor promedio de todos
los muestreos realizados en el cuerpo de agua.
Las mediciones se realizan con un termómetro,
conectado a un transductor digital que lee
directamente la temperatura en el agua, la cual
genera resultados generalmente expresados en
grados Celsius (°C). Lo aconsejable es muestrear
en varios puntos accesibles en el cuerpo de agua
a monitorear, dependiendo del área, longitud,
anchura y profundidad que éste tenga.
1.2 pH
El pH (potencial de hidrógeno), al igual que la
temperatura, es una variable importante en el
monitoreo y evaluación de la calidad del agua,
ya que influye en muchos procesos biológicos
y químicos dentro de un cuerpo de agua y
además, en todos los procesos asociados con el
suministro y tratamiento del agua.
El pH es una medida del grado de acidez y
alcalinidad del agua, y general, de una solución.
Sus valores siguen una escala que va de 0 a 14
(es decir, desde muy ácido hasta muy alcalino),
donde el valor de pH 7 representa una condición
neutra (Figura 18). Por lo tanto, el índice pH
indica grados de acidez, lo que en definitiva
significa la cantidad relativa de iones hidrógeno
en el agua.
Figura 18. Escala de pH. Consta desde el valor 1
(máxima acidez, mayor contenido de iones hidrógeno)
hasta el valor 14 (mínima acidez, menor contenido
de iones hidrógeno en el agua). El valor 7 indica
neutralidad (agua pura) (Merck, 1994).
• ¿Por qué es importante conocer el pH
del agua en un humedal?
En el caso de las aguas no contaminadas, el pH
es un indicador de las clases de compuestos
químicos que están presentes en el agua y su
nocividad para los seres vivos. Puede indicar
contenidos posibles de dióxido de carbono,
carbonatos e iones de bicarbonato, así como
también otros compuestos naturales, como
los ácidos húmicos, que provienen de la
materia orgánica en suspensión. Es importante
considerar que los seres vivos en su mayoría
están condicionados para habitar ambientes
que presenten pH cercanos a 7, que sería un
término medio entre sustancias o compuestos
ácidos y básicos. Por ejemplo, la especie
Artemia salina (camaroncito de las salmueras)
es extremadamente rara en lagos muy alcalinos,
sin embargo, en experimentos de laboratorio
se ha comprobado que algunas cepas no
logran sobrevivir en altas concentraciones de
carbonatos de pH 8 a 9 (Cole y Brown, 1967).
• ¿Cuáles son las causas de los cambios
bruscos en el pH del agua?
Los cambios en el pH pueden indicar la presencia
de ciertas entradas de agua (llamados también
afluentes) al cuerpo de agua muestreado.
Las variaciones en el pH también pueden
ser causadas por los ciclos de fotosíntesis y
respiración de algas en aguas eutróficas. El
equilibrio entre acidez y alcalinidad natural de
un cuerpo de agua puede verse afectado por
entradas de agua industriales o la deposición
atmosférica de sustancias productoras de ácido.
La variaciones también se pueden deber a la
estacionalidad dentro de un año. Si en invierno
existen altas precipitaciones, las sales disueltas
tendrán mayor solvente, y por lo tanto, el pH
disminuirá, y en el verano, viceversa.
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• ¿Cómo medir el pH?
El pH debe ser determinado en terreno (in situ),
o inmediatamente después de tomar la muestra
(en el laboratorio). La medición de pH se suele
realizar mediante electrodos específicos
llamados pHmetros, los cuales son adecuados
para su uso en el campo.
Esta variable está directamente relacionada
con la temperatura del agua, por lo tanto, pH
y temperatura deben ser medidas en conjunto,
con el fin de hacer mediciones precisas y así,
evaluar el grado de influencia entre éstos y otros
factores a estudiar. Si no es posible realizar la
medición de pH en el sitio de muestreo, se
toman las muestras en frascos que se cierran
herméticamente, sin hacer uso de preservantes,
para transportarlos en un recipiente mayor hacia
el laboratorio. Esta operación se realiza debido
Figura 19: Medición de pH y otros parámetros físico-químicas en el humedal “Laguna Torca”, por guardaparques
responsables de la Reserva Nacional Laguna Torca, Región del Maule.
a que la temperatura debiera permanecer
constante, para impedir que el pH cambie y se
altere el metabolismo de la biota confinada en
el agua muestreada.
• Interpretación de los resultados de pH
El pH de la mayoría de las aguas naturales está
entre el rango de 6.0 y 8.5. En esos niveles
se desarrolla la mayoría de los seres vivos
acuáticos, ya sean vegetales o animales. Los
valores más bajos (ácidos) se encuentran en
aguas diluidas con alto contenido de materia
orgánica mientras que los valores más altos
(alcalinos) ocurren en aguas eutróficas o en
lagos salados. Por ejemplo, en la laguna Torca
(Figura 19) el pH de los sectores ribereños
eutroficados oscila entre 7,0 y 9,5 revelando el
carácter básico de sus aguas (Machuca, 2015).
1.3 Conductividad eléctrica
La conductividad, o conductancia, es la
capacidad que tiene el agua para conducir
corrientes eléctricas, la cual comúnmente
se mide en microsiemens (µS) dividido por
centímetro (cm). También puede medirse en
milisiemens (mS), medida equivalente a 1000 µS.
La conductividad del agua está directamente
relacionada con la cantidad de sólidos disueltos
totales, que son en su mayoría sales minerales.
Las cargas eléctricas son conducidas en el agua
por estas sales, lo cual a su vez está ligado
con la salinidad, por lo tanto, aguas con alta
salinidad son siempre buenas conductoras de
cargas eléctricas.
• ¿Por qué es importante conocer
la conductividad del agua en un
humedal?
La conductividad del agua aporta valiosa
información acerca del tipo de cuenca en
donde están asentados los cuerpos de agua
muestreados, esto debido a los procesos de
escorrentía superficial, debido a la ocurrencia de
precipitaciones, lo que permite la depositación
de sales minerales provenientes de los suelos
de la cuenca hasta ríos o lagunas, por lo tanto,
cuencas con poca mineralización presentan
lavados con pocas sales, lo que significa que los
cuerpos de agua de la zona presentarán baja
conductividad. Lo contrario ocurre en cuencas
sedimentarias. En un humedal, la conductividad
eléctrica estima el nivel de la salinidad, que a
su vez, afecta la existencia de toda la biota.
• ¿Cuáles son las causas de los cambios
bruscos de conductividad del agua?
La conductividad del agua, además de ser un
indicador aproximado del contenido mineral
cuando no se pueden utilizar fácilmente
otros métodos, puede estar alertando sobre
causas como la presencia de una zona de
contaminación, por ejemplo, alrededor de una
descarga de efluentes (entrada de sustancias al
cuerpo de agua), o el grado de influencia de las
aguas de escorrentía, entre otras causas.
Variaciones importantes de conductividad
también pueden ocurrir debido a la influencia
marina, es decir, humedales costeros con
conexión oceánica, por ejemplo, pueden
presentar alta cantidad de sales, por lo que
probablemente exista en estos humedales
una alta conductividad cuando la marea sube
durante el día. Las variaciones también se
pueden deber a la estacionalidad dentro de un
mismo año. Por ello, en humedales de régimen
estacional, la conductividad varía mucho debido
a los cambios de temperatura ambiental.
• ¿Cómo medir la conductividad?
Se mide in situ con un conductímetro (electrodo
selectivo acoplado a un potenciómetro), luego
de colocar el electrodo directamente en el agua,
se debe esperar a que la medida se estabilice,
para en ese instante registrar el dato.
Si las mediciones son continuas en el tiempo,
ya sea días, semanas, años, así como en varios
puntos del cuerpo de agua monitoreado, se
debe hacer uso de estaciones fijas, las que
son particularmente útiles para estimar las
variaciones temporales de sólidos disueltos
totales y de sales minerales más abundantes.
70
71
Figura 20. Personal de CONAF en proceso de calibrar equipo que mide la conductividad eléctrica, entre otras
variables, en taller de capacitación sobre monitoreo de humedales, realizado en la Reserva Nacional Laguna Torca,
Región del Maule, mayo 2015
1.4 Oxígeno disuelto
El oxígeno disuelto (OD) es la cantidad de
oxígeno gaseoso que está disuelto en el agua
(ADECUA, 2008). El oxígeno es un elemento
esencial para todas las formas de vida acuática
en aguas naturales. Su concentración en el
agua varía con la temperatura, la salinidad,
la turbulencia, la actividad fotosintética de
las algas y plantas y la presión atmosférica
(metros sobre el nivel del mar). El oxígeno
disuelto en el agua proviene mayoritariamente
desde la atmósfera, y disminuye a medida
que la temperatura y la salinidad aumentan.
Usualmente, las concentraciones de oxígeno
disuelto se miden en ppm (partes por millón) o
mg/l (miligramos/litro).
• ¿Por qué es importante conocer el
oxígeno disuelto en el agua?
Es importante porque de la cantidad de oxígeno
disuelto evidencia ciertas características
perceptibles del cuerpo de agua, que se pueden
aproximar a una condición del estado de la
calidad del agua, por ejemplo, poco oxígeno
disuelto genera aguas que tienen mal olor.
Conocer el nivel de esta variable es conocer
de cierta forma las condiciones de la vida
acuática que se desenvuelve en el ambiente,
ya que emerge de ciertos procesos bioquímicos
y biológicos que ocurren en el agua y que son
fundamentales para su existencia (fotosíntesis
de macrófitas sumergidas, por ejemplo). Por lo
tanto, la determinación de la concentración de
oxígeno disuelto es una parte fundamental en
una evaluación de calidad del agua, porque está
involucrado directa o indirectamente en casi
todos los procesos químicos y biológicos dentro
de los cuerpos de agua.
• ¿Cuáles son las causas de los cambios
bruscos de oxígeno disuelto?
Las variaciones en el nivel de oxígeno disuelto
pueden ocurrir por temporadas o periodos
de horas en relación con la temperatura y
la actividad biológica, en procesos como la
fotosíntesis y la respiración. La respiración
biológica, incluida la relacionada con los
procesos de descomposición, reduce las
concentraciones del oxígeno disuelto.
En aguas tranquilas, aparecen masas de altas
y bajas concentraciones de oxígeno disuelto lo
cual puede ocurrir perfectamente ya que las
tasas de los procesos biológicos son bastante
variables. Vertidos de residuos con alto
contenido de materia orgánica y nutrientes
pueden conducir a una disminución de las
concentraciones, lo que incide en un aumento
de la actividad microbiana (respiración), durante
la degradación de la materia orgánica.
En casos severos de concentraciones bajas
de oxígeno reducido (ya sean naturales
o artificiales), se producen las llamadas
condiciones anaeróbicas (es decir, en ausencia
de oxigeno), sobre todo cerca de la interfaz
agua-sedimento como resultado de la
descomposición del material de sedimentación.
• ¿Cómo medir el oxígeno disuelto en
el agua?
La medición in situ del oxígeno disuelto, en
general se realiza a través de instrumentos
electrónicos, los que hacen uso de un lector
digital unido a una sonda de oxígeno, para
arrojar un valor determinado. De otra manera,
la determinación de la concentración de
oxígeno disuelto en el agua, debe hacerse
a través de muestras llevadas al laboratorio.
Independientemente del método que se lleve
a cabo y antes del momento del muestreo, se
debe medir la temperatura del agua y conocer
la altitud del punto de muestreo (metros sobre
el nivel del mar).
La sonda antes mencionada, permite de
manera rápida la determinación in situ del
oxígeno disuelto en el agua, sin embargo
debe ser recalibrada cada cierto tiempo, para
mantener la precisión de la información en
futuras mediciones.
Las concentraciones de oxígeno disuelto por
debajo de 5 mg/l, pueden afectar negativamente
el funcionamiento y la supervivencia de las
comunidades biológicas, y por debajo de
2 mg/l, pueden conducir a la muerte de la
mayoría de los peces. La medición del oxígeno
disuelto se puede utilizar para indicar el grado
de contaminación por materia orgánica, la
destrucción de las sustancias orgánicas y el
nivel de auto-purificación del agua (Allan, 1995).
1.5 Transparencia y turbiedad
En un lago o laguna, la transparencia del agua
se considera que es el fenómeno mediante el
cual el 100% de la luz que penetra en el agua
es transmitida, ya sea hacia arriba (reflexión) o
debajo de la superficie del cuerpo de agua. Está
condicionada por una serie de factores, pero los
principales son el tipo y la concentración de
materia en suspensión (no disuelta). Esta variable
esta inversamente relacionada con la turbiedad,
ya que a altos niveles de transparencia se
suceden bajos niveles de turbiedad (Cole, 1979).
En cuanto a la turbiedad, ésta se define como
el conjunto de los sólidos suspendidos que
están presentes en el agua, referidos tanto a
materia orgánica como inorgánica. Se mide
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73
en ciertas unidades denominadas “unidades
nefelométricas de turbiedad” (UNT). Esta
materia en suspensión consta en su mayoría de
limo, arcilla, partículas finas de materia orgánica
e inorgánica, compuestos orgánicos solubles y
organismos microscópicos. Para aceptar el tipo
de materia que está en suspensión y aquella
que está diluida, se acepta convencionalmente
que la materia en suspensión es la fracción que
no pasa a través de un filtro de 0,45 micras1 de
diámetro de poro.
• ¿Por qué es importante evaluar
la transparencia del agua en un
humedal?
Si el agua es transparente, es más fácil que la
luz pueda difundir en ella. La luz es esencial
para la existencia de la fotosíntesis. Los cuerpos
de agua con alta transparencia albergan mayor
cantidad de vida vegetal sumergida, ya que
existen cantidades de luz adecuadas para llevar
a cabo el proceso de fotosíntesis (también
llamada producción primaria). Esta vida vegetal
la constituyen esencialmente las plantas (en
particular, las macrófitas sumergidas), las algas
y el plancton vegetal (fitoplancton). Esta vida
vegetal es fundamental para la aparición de
seres vivos de tipo animal, para la presencia de
cantidades considerables de oxígeno y es una
señal de aguas de buena calidad.
En cuanto a la turbiedad, ésta incide en la
visibilidad del agua, ya que está determinada
por la cantidad de sólidos totales en ella. Los
sólidos totales están compuestos de los sólidos
disueltos y los suspendidos, y éstos últimos son
los capaces de generar turbiedad en el agua,
mientras que los sólidos disueltos están más
relacionados con la conductividad eléctrica.
La turbiedad provoca una disminución de las
1 Una micra (o micrómetro) es una unidad de longitud
equivalente a una millonésima parte de un metro. Su símbolo
cientíco es µm.
comunidades bénticas (comunidades del fondo
del cuerpo de agua), el cubrimiento de áreas
de reproducción de peces y el adosamiento de
nutrientes y metales pesados provenientes de
rocas, vegetación y plaguicidas.
• ¿Cuáles son las causas de los cambios
bruscos en la transparencia del agua?
Tanto la transparencia como la turbiedad
pueden variar estacionalmente en función de
la actividad biológica que se desarrolla en la
columna de agua, la escorrentía superficial que
lleva las partículas del suelo hacia el agua y la
ocurrencia de lluvias, sean intensas lluvias en un
corto periodo o prolongadas en el tiempo.
La interacción de ambas variables también indica
la presencia de posibles focos de contaminación
o aguas en proceso de eutrofización, donde el
factor clave es la materia orgánica en suspensión,
la que al descomponerse en el agua, acarrea
una serie de consecuencias, entre ellas, la más
importante es la disminución de las cantidades
de oxígeno disuelto en el agua, ya que al existir
más materia orgánica en suspensión, ésta se
torna más turbia y así disminuye la entrada de
luz al cuerpo de agua para iniciar el proceso de
fotosíntesis en los organismos vegetales.
• ¿Cómo evaluar la transparencia?
La transparencia puede medirse fácilmente en
terreno, por lo tanto, está incluido en muchos
programas de muestreo regulares para indicar
el nivel de actividad biológica. Se determina
a través de un disco que se introduce en el
agua, unido un cable calibrado, con escala
expresada en centímetros. Este disco se llama
Secchi, y en la medida que se introduce en el
agua, su visibilidad a través de ésta, disminuye,
hasta que desaparece. La profundidad a la
que desaparece, que puede ser un punto o un
rango, es la profundidad de la transparencia. La
Figura 21: Disco Secchi, utilizado por la Profesora
Matilde López, en taller sobre monitoreo de humedales,
Reserva Nacional Laguna Torca, Región del Maule, mayo
2015.
dimensión del disco Secchi es generalmente de
20-30 cm de diámetro (aunque el resultado no
se ve afectado por el diámetro del disco) y tiene
sectores de color blanco y negro, como se puede
observar en la Figura 21.
En relación a la turbiedad, es difícil monitorearla
in situ, debido a que se requieren análisis en
laboratorio, mediante el almacenamiento de
muestras en la oscuridad, durante no más de
24 horas y sin factores que hagan precipitar
los sedimentos o variar el pH, ya que bajo esas
circunstancias se pueden alterar los resultados.
Además, se requiere de equipos de laboratorio
costosos y de compleja manipulación e
interpretación.
• Interpretación de los resultados de
transparencia
En vista de que no hay un estudio específico
acerca de la condición de transparencia en el
agua, en Chile se tiende a considerar como
válida la norma chilena general para múltiples
usos, llamada (NCh 1.333), a pesar de que
no está orientada a humedales con fines de
conservación. Bajo esta norma, el rango de
valores normales de turbiedad está entre 1 y 10
NTU, no existiendo una clasificación cualitativa
por clase de rango de valores.
1.6 Color del agua
El color del agua, si bien es un atributo subjetivo,
permite identificar signos de contaminación
en los cuerpos de agua monitoreados. El color
y la turbiedad en conjunto, determinan la
profundidad a la que se transmite la luz en
el agua y esto a su vez, indica la cantidad de
productividad primaria, mediante el control de
la tasa de la fotosíntesis, de los microorganismos
vegetales y animales presentes.
Antes de explicar la importancia de esta
variable, es preciso hacer la diferencia entre
“color verdadero” y “color aparente” del agua.
Mientras que el “color verdadero” sólo se puede
medir en una muestra después de una filtración
o centrifugación, en un laboratorio, el “color
aparente” es el que se puede interpretar in situ,
dadas las partículas en suspensión en el agua,
lo cual afecta a la difusión de la luz, que puede
cambiar su dirección (refracción) o ser rebotada
por las partículas (reflexión).
• ¿Por qué es importante evaluar el
color del agua en un humedal?
El color del agua es siempre un buen indicador
de presencia de ciertos factores biológicos,
físicos o químicos, que en cierta medida pueden
74
75
provocar focos de contaminación y así, una baja
en la calidad del agua. Las cantidades de sales
minerales naturales y las sustancias orgánicas
brindan el “color verdadero” al agua. El agua
contaminada siempre presenta colores oscuros,
mientras que las aguas limpias presentan
colores claros.
Por otro lado, crecimientos desmedidos de
comunidades biológicas específicas, tales como
fitoplancton o zooplancton, también pueden
influenciar el color del agua. Un color oscuro
o azul-verde puede ser causado por algas
verde-azules, un color amarillo-marrón, por
diatomeas y colores rojos o morados, se deben
a la presencia de ciertos tipos de zooplancton,
como por ejemplo el género Daphnia u otros
microcrustáceos. Se observa al microscopio en
Figura 22. Daphnia es un género de la comunidad del zooplancton. Su hábitat es la zona superficial de cuerpos de
agua y un crecimiento desmedido provoca un cambio en el color del agua (Balian et al., 2008).
la Figura 22 un individuo del género Daphnia,
cuyos órganos internos muestran en color rojo
antes mencionado.
• ¿Cuáles son las causas de los cambios
bruscos en el color del agua?
Grandes cambios en la cantidad de nutrientes,
sedimentos o materia orgánica provocan
cambios en el color del agua. Asimismo,
crecimientos alarmantes de microorganismos,
algas, bacterias, etc., provocan también cambios
en el color del agua y esto incidirá en los
cambios físicos y químicos del cuerpo de agua
de un humedal. También es importante tomar
en cuenta la influencia climática (latitudinal),
sobre cambios de color en el humedal.
• ¿Cómo evaluar el color del agua?
El monitoreo del color del agua se realiza
mediante instrumentos de laboratorio llamados
colorímetros, asociados a infraestructura y
reactivos muy complejos. Una evaluación rápida
in situ, puede hacerse mediante transectos en
las zonas de la orilla del cuerpo de agua y en
sectores intermedios, mientras la profundidad
lo permita. Se debe tener en cuenta que si se
usa disco Secchi, éste mide indirectamente
tanto la turbiedad (cuando desaparece el disco
en el agua) como el color.
• Interpretación de los resultados de
color del agua
En Chile, no existe legislación ni estudios acerca
de valores perjudiciales de color en las aguas
continentales. Sin embargo, una aproximación
cualitativa podría hacerse con el disco Secchi,
ya considerado para evaluar la variable
“transparencia del agua”, asimilándolo a la
“profundidad de transparencia”, es decir, el valor
de longitud que ésta arroja como resultado.
En ese sentido, en lagunas oligotróficas (con
niveles normales/pobres en nutrientes), la
transparencia del agua es alta, o sea, son aguas
de colores claros, mientras que en lagunas
eutróficas, la transparencia es baja, por lo tanto,
los colores del agua son oscuros. En un medio
acuoso, la luz se extingue por fenómenos de
absorción y dispersión, por lo tanto, es difícil
definir los cambios de color.
2. VARIABLES BIOLOGICAS
El estudio de los humedales se centra en las
variables biológicas porque son la base de
la preservación y del manejo de este tipo de
ecosistemas. Éstas variables son todas las
características y procesos de los organismos
vivos dependientes en algún grado del medio
acuático, los que pueden ser desde bacterias
hasta mamíferos (Cole, 1979). La biodiversidad
de estos organismos puede verse afectada
por las condiciones abióticas (variables
ambientales y físico-químicas), lo cual hace que
algunos de ellos sólo aparezcan en ciertos tipos
de humedales específicos, mientras que otros
se encontrarán en una amplia gama de éstos
(Brönmark y Hansson, 2005).
El uso de bioindicadores se está estableciendo
como una nueva herramienta para conocer la
calidad del agua desde el punto de vista del
estado ecológico. Esto no quiere decir que
desplace al método tradicional de los análisis
fisicoquímicos (Vázquez et al., 2006). En este
sentido, los componentes macroinvertebrados
bentónicos, macrófitas y aves son los que
se han estudiado de mayor manera como
bioindicadores de este tipo (Figueroa et al.,
2007; Hauenstein, 2006; Martínez, 2005). A
continuación, se describe cada uno de estos
componentes en cuanto a sus características,
importancia, dinámica y forma de evaluación.
2.1 Macroinvertebrados
Los macroinvertebrados son aquellos seres vivos
que se desarrollan preferentemente en el fondo
de los cuerpos de agua, llegando a alcanzar un
tamaño de 3 a 5 milímetros, por lo tanto, son
visibles con relativa facilidad. Se encuentran en
forma abundante y con diversidad de formas
de vida. Son intermediarios importantes en el
procesamiento de la materia orgánica de origen
vegetal (algas, macrófitos, hojas, restos de
troncos, etc.) y además, son la principal fuente
de alimento de los peces.
Si bien es cierto que los macroinvertebrados
incluyen diversidad de seres vivos, existen
algunos grupos importantes como indicadores
de las condiciones ecológicas de un cuerpo
de aguas. Entre ellos, se incluyen los anélidos,
moluscos, crustáceos e insectos. En torno
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a estos grupos, a continuación se señalan
algunas características claves que permiten
identificarlos visualmente, con ayuda de lupas
estereoscópicas u otros implementos de
microscopía.
• Los anélidos: Se trata de los llamados
“gusanos anillados” (del latín annellum,
“anillo”), ya que su anatomía está
compuesta por segmentos que se
asemejan a anillos. Este grupo incluye
a los gusanos oligoquetos (gusanos de
agua) e hirudineos (sanguijuelas de
agua). Los primeros, se caracterizan por
la presencia de un par de ramificaciones
en su piel parecidos a pelos, en cada
segmento, mientras que los segundos
no las presentan. La mayoría de los
oligoquetos se alimentan de materia
orgánica en descomposición, mientras
que los hirudineos son predadores o
parásitos (Figura 23).
Figura 23: Anélido tipo (Marshall & Williams, 1980).
• Los moluscos: Se distinguen de los otros
macroinvertebrados por la presencia de
una concha calcárea externa, constituida
de una pieza (gastrópodos) o por dos
piezas (bivalvos). Cada una de estas
piezas se denomina “valva”. Estas valvas
pueden tener formas muy diversas como
espirales, conos y abanicos (Domínguez
y Fernández, 2009). Ver Figura 24.
Figura 24.Gastrópoda en forma de espiral (Ramos, 2003).
• Los crustáceos: Estos
macroinvertebrados están presentes
tanto en ambientes acuáticos marinos
como continentales, siendo en éste
último ambiente, los macroinvertebrados
de mayor tamaño. Dentro de este grupo,
están los anfípodos (con 7 pares de
patas) y los decápodos (con 5 pares de
patas). Los crustáceos tienen diversos
hábitos alimenticios, pudiendo ser
herbívoros, detritívoros, carnívoros u
omnívoros, lo que hace probable que
puedan encontrarse en diversos tipos de
hábitats (Figura 25).
• Insectos: Son invertebrados que
poseen tres pares de patas articuladas.
Es el grupo con mayor número de
macroinvertebrados y el de mayor
diversificación en el medio acuático
(Figura 26). Están representados por
dos grandes divisiones sobre formas
de vida: los holometábolos y los
heterometábolos.
Los holometábolos