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Torres-Toukoumidis, Á.; Romero-Rodríguez, L.M.; De Casas-Moreno, P. y Aguaded, I. (2017). Construcción del
discurso bélico desde las agencias internacionales de noticias: Estudio de Caso Atentados del 13 de noviembre
de 2015. Revista Mediterránea de Comunicación/Mediterranean Journal of Communication, 8(1), 121- 135.
https://www.doi.org/10.14198/MEDCOM2017.8.1.9
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Dr. Ángel TORRES-TOUKOUMIDIS
Universidad de Huelva. España. gustorran@student.gu.se!
Dr. Luís-M. ROMERO-RODRÍGUEZ
Universidad Santiago de Cali. Colombia. luis.romero03@usc.edu.co
Dra. Patricia DE CASAS-MORENO
Universidad de Huelva. España. patricia.decasas@alu.uhu.es
Dr. Ignacio AGUADED
Universidad de Huelva. España. ignacio@aguaded.es!
Construcción del discurso bélico desde las agencias internacionales de noticias: Estudio de
Caso Atentados del 13 de noviembre de 2015
Construction of War Discourse on International News Agencies: Case Study Terrorist attacks
November 13th 2015
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Fechas | Recepción: 22/07/2016 - Revisión: 16/10/2016 - Publicación final: 01/01/2017!
Resumen
Abstract
El presente estudio analiza la retórica belicista de
las agencias internacionales Reuters, Al Arabiya,
Al Jazeera y Associated Press (AP) sobre las
informaciones relativas a los atentados de París
del 13 de noviembre de 2015 durante 15 días
posteriores al acontecimiento. Para ello, partimos
de un análisis cualitativo de 550 unidades
informativas mediante la utilización del software
MAXQDA (v. 11.0.11). A la muestra seleccionada
le fue aplicada los criterios semánticos del
discurso mediático: funcionalidad, significación y
direccionalidad de la meta. En los resultados
prevalece la demonización del Islam, la
exaltación del miedo y pánico en la construcción
discursiva y la espectacularización de las
informaciones, como estrategia comunicativa en
el tratamiento retórico.
This study analyzes warmongering rhetoric
presented by international agencies Reuters, Al
Arabiya, Al Jazeera and Associated Press (AP) of
the information related to the terrorist attacks in
Paris on November 13th, 2015 for 15 days after the
event. We have started from a quantitative and
qualitative analysis of 550 information units using
the software MAXQDA (v. 11.0.11). Subsequently,
the semantic criteria of media discourse:
functionality, significance and direction of the
goal was applied on the selected sample. The
results demonstrate the prevailing demonization
of Islam, the exaltation of fear and panic in the
discursive construction and it highlighted the
spectacle of the information as a communicative
strategy on the rhetorical guidance.
Palabras clave
Keywords
Agencias de noticias; Análisis del discurso;
Conflicto armado; Demonización; Información;
Terrorismo
News agencies; Discourse Analysis; Armed
conflict; Demonization; Information; Terrorism
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1. Introducción
La cobertura mediática de los hechos más noticiosos en el panorama internacional ocupa un papel
predominante dentro de lo que se conoce como “agenda setting”. La información se convierte en
mercancía, dentro de una producción en cadena de múltiples mensajes, en ocasiones
descontextualizados, con la finalidad de comunicar y presentar los contenidos más actualizados sobre el
suceso. De este modo, la noche del viernes 13 de noviembre de 2015 en París se convirtió en un
acontecimiento de gran envergadura mediática, donde los medios de comunicación de todo el
panorama internacional competían por informar en el menor tiempo posible.
Mientras las selecciones nacionales de Francia y Alemania disputaban un partido amistoso en el Stade de
France con la presencia del presidente François Hollande y del ministro de Exteriores alemán, Frank-Walter
Steinmeier y el grupo californiano de hard rock “Eagles of Death Metal” ofrecía un concierto a más de
1500 asistentes en la sala de espectáculos Bataclan, la ciudad sufrió un atentado terrorista entre las 21.00
y las 00.58. Ocho extremistas del grupo yihadista Daesh, armados con fusiles soviéticos AK-47, granadas y
cinturones explosivos con peróxido de acetona y esquirlas improvisadas, atacaron coordinadamente
varios puntos de la comuna con seis tiroteos y tres inmolaciones que reportaron 137 fallecidos y 415 heridos.
Estos hechos ocurrían a menos de un año del atentado contra el semanario satírico Charlie Hebdo y a
menos de tres meses del atentado del tren Thalys Amsterdam-París.
Antes de medianoche, el presidente François Hollande decretaba por cadena nacional el estado de
emergencia con cierre de fronteras, movilización de las Fuerzas Armadas a las zonas de los ataques, toque
de queda, suspensión de los servicios públicos de transporte de la capital, cierre de escuelas y de espacios
turísticos como los museos y la torre Eiffel. Asimismo, se decretaban tres días de luto oficial.
Frente a este episodio, los medios de comunicación del mundo se hacían eco de las informaciones,
especialmente la televisión. En el caso de los medios españoles, las principales empresas mediáticas (RTVE,
Atres Media, Mediaset) conectan los informativos para dar una cobertura en directo de los
acontecimientos. Los medios impresos amanecían con la información en primera página, mientras que
las redes sociales mostraban grabaciones hechas con smartphones de los atentados desde la misma sala
Bataclan.
Este estudio busca estructurar dentro del circuito académico hispanohablante, la valoración
interpretativa de la realidad emitida por la información proveniente de las agencias internacionales de
noticias de mayor alance mediático con la finalidad de contextualizar la línea del discurso vislumbrando
el tratamiento particular que se le otorga a escenarios de conflicto, especialmente enmarcado hacia los
actos terroristas. De tal forma que las informaciones sobre los atentados del 13 de noviembre de 2015
representan una muestra suficientemente actual y trascendente para determinar los componentes
discursivos y las figuras retóricas más comunes dentro de este espectro.
1.1. La espectacularización del conflicto
Debido al progresivo aumento de conflictos armados, en los últimos años se han producido grandes
cambios en las rutinas y coberturas informativas de los medios de comunicación, prácticas periodísticas y
en las tecnologías de la información (Neumann, 2015). En la actualidad se vislumbra que la cobertura de
los conflictos posee nuevos formatos de transmisión, nuevos géneros periodísticos, nuevas narrativas y
nuevas audiencias (Sacco, 2016). Sin embargo, esta ampliación no ha hecho más que potenciar la
influencia de los medios tradicionales en la opinión pública, instaurando una percepción de la realidad
que impacta indirectamente en la gestión y legislación de las relaciones internacionales (Evans, 2010).
La espectacularización comienza a evidenciarse claramente en 1990 con la I Guerra del Golfo
(Hernández, 1992). A raíz de ese modo de difusión de los conflictos, los medios de comunicación han
llevado la tragedia prêt-à-porter sin salir de casa: Una niña corre desnuda llorando por una carretera
escapando de los efectos del napalm, miles de jóvenes protestan en Washington contra la guerra; son
imágenes-símbolos que permanecen en la memoria colectiva, aún en las generaciones que no habían
nacido para la fecha. El “espectáculo” del enfrentamiento tiene todos los ingredientes cinematográficos
necesarios para garantizar el entretenimiento de las audiencias: emoción, suspense, violencia,
incertidumbre; e incluso actualmente es narrado en directo como si se tratara de un encuentro deportivo.
Este cambio narrativo basado en la espectacularización de la guerra, coincide con el proceso de
globalización, fenómeno de interdependencia compleja que afecta los procesos productivos e impone
un modelo de transnacionalismo de los medios de comunicación (Keohane y Nye, 1998; Boyd-Barrett y
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Rantanen, 1998; Cheney, Christensen, Zorn y Ganesh, 2010), tanto como también incide en las relaciones
de poder para la determinación de potenciales conflictos bélicos. El proceso globalizador se aceleró
sustancialmente tras los atentados del 11 de septiembre de 2001, a través de la denominada guerra global
al terrorismo liderada por EE. UU. (Viviescas, 2002; Mamdani, 2002; Hoffman, 2004; Buzan, 2006; Kavoori y
Fraley, 2006; Martínez-Vizcarrondo, 2006; Belasco, 2009; Freedman y Thussu, 2012), pues fue construida
discursivamente la necesidad de aunar esfuerzos en eliminar barreras, no solo económicas sino políticas y
mediáticas, entre los países, especialmente del hemisferio occidental.
Actualmente, los medios se decantan por la espectacularización de la información. Según Cebrián (2004:
22) hay que evadir este tipo de noticias porque “el precio que se paga por la espectacularización de la
información suele ser la pérdida de profundidad y la descontextualización”. No obstante, en tiempos de
guerra la espectacularización en la reconstrucción mediática de los conflictos armados ha provocado
que la formación de la opinión pública se convierta en un tema prioritario de seguridad nacional y
estrategia militar ya que “Las guerras actuales no pueden pelearse sin el apoyo de la opinión pública”
(Thussu & Freedman, 2003). A su vez, la espectacularización de la información en tiempos de paz involucra
igualmente la transmisión de hechos de violencia que distan del campo de batalla, pero que condicionan
negativamente el sentido dialéctico Guerra-Paz (Palacios, 2008). Entre esos escenarios, indiscutiblemente
se encuentra la industria cultural, formadora e integradora de civilización y dentro de ella los medios de
comunicación, portadores del discurso y creadores masivos de realidades comunicativas.
Hay que destacar que los conflictos armados, debido a su carácter trágico, se han convertido en objeto
de espectacularización con los que los medios han creado una realidad paralela determinada por los
grupos dominantes de una sociedad, encargados de manipular, influir y controlar los sentidos de los
receptores en función del discurso mediático. Los medios de comunicación, a raíz de sus informaciones,
intentan conectar con el miedo de las personas, infundiéndoles la creencia de una amenaza inminente
a través de la técnica conocida como la “construcción del enemigo atroz” (Tucho, 2003).
Para que esta tarea sea efectiva es necesario el soporte de diversas estratagemas propagandísticas, tales
como la fragmentación a través de la demonización, la simplificación conceptual y la reiteración. La
fragmentación es necesaria para construir la imagen del “enemigo cruel”. La búsqueda de efemérides
negativas reforzará la memoria colectiva del acontecimiento, generando rechazo o desprecio de la
sociedad contra la otra civilización, permitiendo con mayor facilidad la desnaturalización de la otredad
mediante una construcción simbólica de una realidad contraria al bien (Romero-Rodríguez, 2014; Romero-
Rodríguez, Aguaded y Gadea, 2015). Asimismo, esta devaluación perceptiva daña la identidad social,
aislándolos de la sociedad a la que pertenecen e incluso de sí mismos (Goffman y Guinsberg, 1970).
Complementariamente, la demonización (Del-Valle-Rojas, Nitrihual-Valdebenito y Mayorga-Rojel, 2012) se
caracteriza por alterar la percepción sobre la realidad a través de la representación de argumentos con
carga emocional y nociva para la audiencia, estimulando en la opinión pública generalizada las
reacciones de descrédito que eliminan las restricciones morales y el ius naturalis de sus portadores,
legitimándose la conculcación de sus facultades políticas, económicas y/o sociales e incluso sus propios
derechos inalienables (Romero-Rodríguez, 2014).
Por su parte, la simplificación conceptual se trata del uso de eufemismos que buscan atenuar el significado
negativo de alguna acción a través de reformulaciones retóricas-evasivas que construyen una realidad
positiva o neutra, al menos simbólicamente, de los acontecimientos a través de términos polisémicos y
ambiguos que no permitan comprender con totalidad el significado del mismo (Allan y Burridge, 1991;
Keith y Burridge, 1991; Chamizo, 2004). La simplificación conceptual se vale de procedimientos semánticos
como la sinonimia (ultimar por matar), la perífrasis (anormalidades bélicas por barbarie), la sinécdoque
(movilización de tropas por invasión), la antonomasia meliorativa (limpieza de zona por exterminio), el
cultismo (ablación por mutilación genital), la antífrasis (pacificación por aplastamiento militar), la lílote
(imágenes fuertes por tortura), la negación (fuerzas de ocupación por invasión) o los extranjerismos (dron
drop por bombardeo por vuelos no tripulados) (Lechado-García, 2000).
Para que todas estas técnicas sean factibles, se suma una estrategia imprescindible: la reiteración, que
consiste en la repetición del hecho noticioso o ideas sobre el suceso que terminan integrándose como
parte de nuestra realidad (Tucho, 2003) y que generan un sentimiento de agotamiento cognitivo que
hace parte de la “normalidad” aquellos asuntos que por su naturaleza no lo son.
Considerando que los medios de comunicación son los generadores de la opinión pública y constructores
de la identidad de la audiencia (Romero-Rodríguez, De-Casas-Moreno y Torres-Toukoumidis, 2015). En los
conflictos armados la opinión pública es modelada por los líderes de opinión, quienes se encargan de
enmarcar la cuestión, manipular su contenido y modificar su tono dando respuesta a los hechos
acontecidos (Jamieson y Waldman, 2003). Esto no quiere decir que los medios de comunicación actúan
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como una mera “cinta transportadora de opiniones”, sino que operan como actores estratégicos entre el
público, los líderes de opinión y las decisiones en política internacional (Baum y Potter, 2008), retomando
cada vez más ese sentido de gate-keepers, al decidir, filtrar y controlar las fuentes que sustentan la
información publicada.
Específicamente, la opinión pública generada después de la acometida de atentados terroristas se
radicaliza a posiciones extremas, en la que se presentan escenarios donde la sociedad está dispuesta a
renunciar a su libertad, mientras se incremente la seguridad (Davis y Silver, 2004). Por lo tanto, la cobertura
mediática de los ataques y su representación de nación-civilización se convierten en un ejercicio unilateral
y unísono, por parte de los medios y de los líderes de opinión, condenando los ataques terroristas y
originando un trauma colectivo en aquellas sociedades que son influidas por lo múltiples mensajes
informativos sobre los acontecimientos bélicos(Carey, 2002; Cho et al., 2003).
En segunda instancia está el manejo de la identidad colectiva de la audiencia en conflictos armados. El
mayor costo para los líderes de opinión pública es la incompatibilidad frente a una audiencia que no
refleja sus intereses en las decisiones tomadas en situaciones que pudieran afectar su libertad. Por ende,
la identidad colectiva, más allá de los antecedentes históricos vinculados y la visión compartida
determinada sobre un suceso, queda constreñida al mensaje patrocinado por las autoridades y
transmitido por las agencias de comunicación que perpetúan el miedo en el colectivo ensalzando el
componente dramático y la victimización con el fin de impulsar una visión común sobre los actos de
violencia transcurridos (Gressang, 2000; Evans, 2000).
Por su parte, van Dijk (2006) indica que, bajo los parámetros de la manipulación, existe la estrategia de
auto-presentación positiva y negativa de los otros, asumiendo la descripción sesgada de los hechos a
favor de los intereses propios, mientras que los oponentes son culpabilizados. El desarrollo de estas
estrategias genera la polarización de los grupos discursivos a través de la manipulación socio-política
como una forma de abuso de poder debido a la ausencia de conocimiento relevante, valores
ideológicos, posiciones sociales, etc. Por lo tanto, estas limitaciones contextuales provocan que las
estructuras discursivas se centren en la enfatización por el poder o autoridad, la focalización de las
creencias, la desacreditación de las fuentes y la apelación a las ideologías. En definitiva, la estrategia
discursiva está focalizada en demostrar aquellas características sociales y cognitivas más vulnerables de
cara al receptor, convirtiéndolos en víctimas y provocando desigualdad entre la sociedad. Además, se
encarga de extender el temor social y ejercer el control de la sociedad a través del poder de
representación cognitiva.
1.2. Retórica del conflicto armado
Los medios de comunicación han emergido como los creadores de realidades sociales (Jacoby, 1977;
Watzlawick, 1979; Searle, 1997). Desde su génesis, aunque con mayor frecuencia desde la década de los
ochenta, los medios han optado por la formación de discursos populares y espectaculares para informar
sobre los hechos más relevantes, pensados en atraer a las audiencias, por la conformación de una
dinámica en la que el aspecto mercantil tiene prioridad sobre la calidad del contenido informativo.
La espectacularización de la noticia ha tenido un especial tratamiento por parte de la comunidad
científica, coincidiendo en que este fenómeno está vinculado a estrategias de representación e
interpretación de la realidad a través de los aspectos más susceptibles para el ser humano (Ferré-Pavia,
2013). En otras palabras, los factores de interés periodístico están estrechamente relacionados a los deseos
de las audiencias y no a la importancia que tiene una información para la formación ciudadana en
función de su proceso de toma de decisiones.
Existe una clara diferencia entre el modelo tradicional y el nuevo modelo mediático, en continua
mediamorfosis y lucha por la captación de audiencias contra los medios emergentes (digitales), y es que
mientras el modelo tradicional se ha caracterizado por dirigirse a un sector más heterogéneo; el nuevo
modelo conocido como prensa popular-digital, está destinado a segmentos más concretos de la
sociedad con contenidos más delimitados. Asimismo, este nuevo modelo tiende a la interpretación de los
hechos y a simplificar los contenidos, utilizando un estilo coloquial y expresivo en la formación del discurso
(Armentia y Caminos, 2003). De esta manera, los medios se encuentran desbordados por connotaciones
sensacionalistas, abusando de informaciones de tinte humano y de convertir noticias de larga duración
en una información inmediata (Berrocal, Redondo y Torres, 2015).
Según Berrocal et al. (2015), este nuevo enfoque en el discurso narrativo se caracteriza por cuatro
estrategias limitadas por Gingrás (1974): la dramatización, que es el énfasis y alarmismo en el conflicto; la
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fragmentación, atendiendo a explicar el hecho aislado antes que el proceso del mismo; la normalización,
simplificando la solución a los problemas; y la personalización, donde se reduce la información de forma
particular. Por su parte, Imbert (2003) añade una quinta estrategia conocida como la actancialización,
caracterizada por la representación de la actualidad a través de los protagonistas de los hechos e
incitando al control de los sentimientos a través del relato. Según Franco y Martínez (2014), para conseguir
el entendimiento en la acción comunicativa es necesaria la participación de sujetos que posean
características lingüísticas competentes. De esta forma, basándonos en el componente pragmático del
mundo objetivo, subjetivo y social, el periodista percibe los elementos que intervienen en el conflicto,
formando un esquema conceptual del hecho y asigna los roles de agente/agresor y paciente/víctima.
Para determinar un buen uso del discurso en este apartado, la influencia de la política editorial del medio,
su posición ideológica, las fuentes informativas y el criterio del profesional ocupan un papel importante
para la construcción de la información. Además, es importante prestar atención al nivel lingüístico, al
léxico y a los esquemas sintácticos seleccionados por su carga semántica positiva o negativa en el
mensaje. Sin duda, la retórica empleada demostrará las estrategias empleadas, los valores seleccionados
para la construcción del imaginario social, las creencias y los prejuicios sobre un determinado
acontecimiento. El discurso durante el conflicto se traduce en una secuencia narrativa basada en la
argumentación a través de las funciones de legitimación/deslegitimación; victimización, atenuación,
encubrimiento y negociación, con la finalidad de establecer una comprensión en el receptor para lograr
un proceso favorecedor en la resolución del conflicto.
Los conflictos armados han conseguido con el tiempo institucionalizarse, conformando discursos regulares
con los medios de comunicación a sus servicios, difundiendo noticias de la guerra como parte de la rutina
profesional. La historia de cada país se convierte en un elemento crucial para el desarrollo de estos
discursos, convirtiéndose en armas ideológicas legitimadoras del conflicto. En este sentido, por retórica
bélica se entiende la construcción de un discurso ideológico cuyo objetivo es enfocar sobre la población
el sentimiento de rechazo frente al enemigo. Asimismo, el discurso bélico se convierte en el elemento
diferenciador para reconstruir el icono social de las civilizaciones (Arellano-González, 2015).
Por su parte, centrándonos en el tema de estudio, van Dijk (2004) señala que el terrorismo se define como
“una nueva amenaza”, caracterizado por una retórica cargada de hipérboles, imágenes negativas y de
un discurso persuasivo generando miedo y preocupación. En suma, el discurso bélico no puede definirse
solo en términos formales, sino que debe atender a la contextualización de los escenarios, protagonistas
de la información, al hecho en sí y a su finalidad. En este sentido, hay que definir la situación del suceso
mediante el discurso con el propósito de ofrecer una visión legítima de los hechos. El discurso informativo
generado a través del conflicto está basado en las dimensiones argumentativas, los recursos verbales y
las relaciones intersubjetivas que se construyen a través de la transmisión de las informaciones (Olave,
2014).
Profundizando aún más en el asunto, entender la retórica belicista implica conocer los objetivos a través
de la coherencia del discurso, así como la justificación de sus elementos (Abril, 2012). Por lo tanto, se debe
potenciar su naturaleza formal para evitar que actúe como una “cortina de humo”, ocultando el
enflaquecimiento de los argumentos y la confusión que se genera a través de ellos. En consecuencia, la
retórica bélica se encuentra en un proceso de cambio determinado por la extensión, convirtiéndose en
el vehículo ideológico del poder y por la intensidad, obligando a adoptar técnicas de ocultación en el
contexto social (Bowie, 1988).
Por otro lado, hay que destacar que los estereotipos están cobrando mayor fuerza en el plano emocional
del discurso y obligan al consumidor de información a adherirse a los esquemas elaborados por los medios
en base de repeticiones constantes, cuyo fin es conseguir que el espejismo se convierta en una realidad
indiscutible. Por lo tanto, el terrorismo ha adquirido un discurso propio para informar sobre los hechos,
basándose en múltiples intereses (políticos, económicos, ideológicos, religiosos o éticos). Asimismo, ha
generado un gran efecto sobre la opinión pública y la formulación de hipótesis, permitiendo que los
métodos de persuasión cobren un rol notorio en el contexto social, manipulando la realidad (Takahashi,
2013).
1.3. Las agencias internacionales de noticias y el monopolio argumentativo
Es importante destacar el actual rol que asumen las agencias internacionales de noticias y las cadenas
transnacionales en el oligopolio informativo de asuntos extrafronterizos.
La mediamorfosis por la que atraviesan los medios de comunicación convencionales (prensa, radio y
televisión) se visualiza dentro de un ecosistema informativo donde las redes sociales y los medios digitales
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han cobrado mayor fuerza. Este nuevo desarrollo de la tecnología ha obligado a los medios de
comunicación convencionales a reducir costos de producción informativa como por ejemplo, la
eliminación de corresponsalías fijas en el extranjero, sobre todo, en las cadenas internacionales de noticias
–CNN, BBC, CBS, etc– y agencias internacionales –Reuters, AP, AFP, EFE, Al-Jazeera, etc–. (Aguaded &
Romero-Rodríguez, 2015). Específicamente, la radio, la televisión y los medios digitales “parecen estar
regidos aún más por las limitaciones derivadas de la intensa competitividad y del deseo exacerbado de
inmediatez” (Gelado-Marcos, 2009: 269). De esta manera, esta evidencia origina de alguna manera un
“efecto ventrílocuo” en el que una sola o pocas perspectivas informativas se asumen como ciertas en
todos los medios de comunicación, debido a la propia incapacidad que tiene el sistema mediático
doméstico de verificar los hechos con personal propio en el terreno (Arráez, 1998).
En pocas palabras, son estas agencias y medios transnacionales los que fijan la agenda informativa, el
enfoque y sus versiones, generando matrices de opinión pública globalizada. Aunque en apariencia exista
pluralidad, producto de la paráfrasis de las mismas en cada medio nacional o en las propias informaciones
que se comparten a través de los nodos de las redes sociales (Romero-Rodríguez, 2014), la sociedad se
encuentra cubierta por el paraguas ideológico de los conglomerados mediáticos (Galindo, 2010). Esto
significa que la cobertura de las noticias internacionales viene enmarcada por una “domesticación” de
las informaciones (Gurevitch et al., 1991; Clausen, 2004), en el sentido que las agencias y medios
internacionales mantienen una visión etnocéntrica específica, intentando enmarcar, construir -y juzgar-
los acontecimientos desde el discurso imperante demandado por sus audiencias en la que prevalece el
interés por la información sobre política y noticias a corto plazo (Fowler-Watt y Allan, 2013).
2. Metodología
La presente investigación tiene como objetivo analizar el discurso periodístico de las agencias
internacionales de noticias, a través de la revisión de los argumentos encontrados en las informaciones
relacionadas con los atentados terroristas del 13 de noviembre en París. Para su consecución se
establecen como objetivos específicos: determinar la reiteración de las noticias asociadas al
acontecimiento, descomponer el discurso bélico de las agencias internacionales de noticias mediante la
catalogación de códigos emergentes, y por último distinguir las diferencias discursivas entre las agencias
occidentales (Reuters y AP) y las del mundo árabe (Al Jazeera y Al Arabiya).
Este trabajo de investigación está enmarcado así en la configuración teórica del análisis del discurso,
asumiendo que la construcción de las categorías corresponde al resultado inductivo de la revisión previa
de la muestra, identificando la reiteración de dichos códigos de manera asistida mediante el software
MAXQDA (v. 11.0.11) sirviéndose para comprender las estrategias discursivas de estos medios de
comunicación.
Con este estudio se busca demostrar si la difusión de las informaciones sobre los conflictos, en este caso
con los atentados terroristas, generan tópicos e ideas relacionadas con atribuciones negativas como el
miedo o estereotipos nocivos sobre una civilización en concreto a través de la desinformación. El
bombardeo de noticias sobre el hecho, así como de imágenes del suceso, generan un superávit de
atención por parte de los ciudadanos influenciados por el miedo, la persuasión y los instrumentos
cognitivos usados por los medios de comunicación para explicar e interpretar la realidad en la que vivimos
(Marco y López, 2011). Apoyándonos en esta tesitura, Buckingham (2005) afirma que los medios de
comunicación no ofrecen un escenario basado en la transparencia, sino que muestra una adaptación
de éste a través de la representación de los eventos.
Para dar respuesta a estas cuestiones, se realizará el análisis semántico del discurso de base interpretativa,
entendiendo este tipo de método como que “involve interpretation of findings across studies to generate
new inductive understandings of the phenomena, events or experiences” (Saini y Shlonsky, 2012: 31)
buscando el sentido de las palabras y el análisis de las categorías propuestas. De acuerdo con la literatura
académica que expresa las múltiples metodologías para el análisis del discurso en las noticias (Van-Valin
y LaPolla, 1997; Chouliaraki y Fairclough, 1999; Titscher y Jenner, 2000; van Dijk, 2006), fueron seleccionados
los criterios que rigen el estudio semántico del discurso mediático. Por ende, el análisis del discurso de las
noticias de esta investigación se fundamenta en los tres principios básicos compendiados por van Dijk
(1983): funcionalidad, significación y direccionalidad de la meta. La funcionalidad se enfoca en las
opciones léxicas y en el estilo de las oraciones para los posibles actos que deben realizarse con la
enunciación del discurso. La significación se refiere al establecimiento de estructuras de coherencia en
las oraciones hacia una temática general y, por último, la direccionalidad de la meta que se orienta a los
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actos potenciales imbuidos en el discurso. De igual forma destaca que los principios no son excluyentes,
evidenciando unidades informativas que componen varios principios del análisis semántico del discurso.
Para llevar a cabo el análisis del discurso de base interpretativa de las unidades informativas de las
agencias internacionales, se realizará una selección de las 4 agencias de noticias con mayor tráfico web
en el último trimestre de 2015, las cuales coincidentemente resultaron ser dos de ellas occidentales (Reuters
y Associated Press) y las dos restantes del mundo árabe (Al Arabiya y Al Jazeera). De esta forma, con el fin
de determinar la proyección informativa y la retórica belicista sobre los acontecimientos que tuvieron lugar
a posteriori de los atentados de París del 13 de noviembre de 2015, la selección de las agencias se ha
realizado proponiendo aquellas con mayor número de enlaces a las que se acceden por día. En este
sentido, Según van Dijk (2013) a mayor tráfico web, mayor número referencias se realizan a través de los
medios domésticos (ver tabla 1).
Tabla 1: Agencias internacionales con mayor tráfico Web
Agencia internacional
Lugar en el
ranking
Página web
Nº Enlaces
externos/día
Porcentaje
de rebote
(%)
Reuters
348
http://www.reuters.com/
121.821
63,90
Al Arabiya
1.193
http://english.alarabiya.net/
10.606
36,80
Al Jazeera
1.792
http://www.aljazeera.com/
30.567
64,30
Associated Press (AP)
2108
http://ap.org/
32.481
75,20
Fuente: Elaboración propia.
Para la elaboración de la criba informativa, se asumieron todas aquellas informaciones de las agencias
en referencia que incluyeran algunas de las palabras “Paris”, “Attack”, “Terrorism”, “13N”, “Jihad”,
“Assailtants”, “France”, “Daesh” e “ISIS”, filtrándose aquellas que solo tuvieran relación directa con el
hecho investigado.
Posteriormente se procedió a realizar una criba exploratoria inicial de aquellas informaciones entre el
período comprendido entre el 13 de noviembre de 2015 (día del atentado) y el 27 de noviembre de 2015
(dos semanas naturales) cuya función fue la de crear familias de códigos que permitieran diferenciar las
posiciones discursivas de las informaciones presentadas en estas agencias. De esta manera, la
determinación de las familias de códigos se realizó siguiendo los tres principios básicos para el análisis del
discurso de las noticias (van Dijk, 1983): El primer principio sobre el que se extraen las unidades
hermenéuticas es la significación, la cual determina la estructura de acuerdo a la temática general. En
este contexto se asumen las premisas expuestas por Said (2011) y Buzan (2006): atribución ideológica del
islam, atribución ideológica del mundo árabe y la toma de decisiones de los líderes políticos respecto al
vínculo Occidente-Medio Oriente. El segundo principio para el análisis del discurso de las noticias es la
direccionalidad de la meta, la cual se orienta a las aspiraciones del discurso prescrito, Palacios (2008)
sentencia específicamente que el efecto del discurso en el estado emocional de la población ante un
conflicto es la enfatización del miedo o la enfatización de la paz. El tercer y último principio es el de
funcionalidad representado por la expresión retórica del discurso, según Allan y Burridge (1991), las
expresiones retóricas más utilizadas en la emisión de noticias son los eufemismos y los disfemismos, ambos
seleccionados como unidades hermenéuticas.
Las familias emergentes de la ronda hermenéutica fueron las siguientes:
a. Atribución ideológica del islam.
a.1 Demonización del islam.
a.2. Exaltación del islam.
b. Atribución ideológica del mundo árabe.
b.1. Demonización del mundo árabe.
b.2. Exaltación del mundo árabe.
c. Política exterior Occidente- Medio Oriente.
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c.1. Polarización Occidente- Medio Oriente.
c.2. Convivencia Occidente- Medio Oriente.
d. Estado emocional deseado en la población civil.
d.1. Enfatización del miedo/ pánico en la población civil.
d.2. Enfatización de la tranquilidad/ paz de la población civil.
e. Expresión retórica del discurso.
e.1. Utilización de disfemismos.
e.2. Utilización de eufemismos / simplificación conceptual.
Para realizar el análisis cualitativo de base interpretativa en referencia, se utilizará el software MAXQDA (v.
11.0.11), con el fin de clasificar las unidades hermenéuticas, códigos, familias y árboles de relación
semiótica y así extraer la proyección imaginaria del conflicto a través de las agencias estudiadas.
3. Análisis de resultados
En el período analizado (del 13 al 27 de noviembre), las cuatro agencias presentaron un total de 1.697
unidades informativas, habitualmente géneros de noticias y reportajes, de los cuales se tomaron como
muestra un total de 550 unidades informativas que contenían los códigos de precatalogación
relacionados a los atentados y sus efectos. Reuters y AP se constituyen como las dos agencias con mayor
producción en el tema con 197 y 172 informaciones relacionadas respectivamente, mientras que Al
Arabiya y Al Jazeera reportaron un total en correspondencia de 99 y 82 (ver figura 1).
Figura 1: Unidades informativas por agencia internacional de noticias
Fuente: Elaboración propia.
Del total de la muestra seleccionada (550 unidades informativas) que se verifican en la figura 1, fueron
contabilizados un total de 1452 códigos emergentes en las cuatro agencias analizadas, de los cuales los
más reiterativos fueron la enfatización del miedo/pánico de la población civil con 331 códigos
emergentes. Es importante destacar que en las familias demonización del islam y del mundo árabe
(conjugadas) y la polarización Occidente-Medio Oriente, sumaron ambos 263 códigos cada una; al igual
que coincidió el número de códigos en exaltación del islam y mundo árabe (conjugadas) y convivencia
Occidente-Medio Oriente, cada una con 117 códigos emergentes. La enfatización de la paz aparece
con 115 códigos, mientras que los eufemismos emergieron en 200 códigos y los disfemismos en 46.
En relación al análisis por familias emergentes, fueron conjugadas igualmente las familias emergentes
a.1+b.1 (Demonización del Islam y Mundo Árabe) y a.2+b.2 (Exaltación del Islam y Mundo Árabe);
quedando las demás como unidades independientes, conservando su precalificación (ver figura 2).
!!
129
Figura 2: Códigos emergentes clasificados por familias de códigos y agencias
Fuente: Elaboración propia.
Al adaptar los criterios expuestos por el estudio semántico del discurso mediático (van Dijk, 1983) a las
familias emergentes extraídas del análisis hermenéutico de las agencias internacionales de noticias se
evidencia la siguiente vinculación:
a. Funcionalidad: La sustitución léxica es la propiedad asumida como principal indicador en este
contexto específico. Si bien valoramos la existencia de otros componentes como los neologismos,
arcaísmos y tecnicismos, la reiteración de eufemismos y disfemismos acuciada por la sensibilidad del
mensaje contrasta en la superficie de los discursos emitidos por las cuatro agencias internacionales (ver
tabla 2).
Considerando los resultados, el 60% de las unidades formativas de Al Jazeera tiende a la sustitución léxica,
seguida por AP 45%, Al Arabiya 43% y Reuters con 38%. Entre ellas pueden evidenciarse las siguientes:
Eufemismo:
Paris and the new normal (Al Jazeera, 14 de noviembre 2015).
Disfemismo:
TATP - or “Mother of Satan” as it is known in security circles - can be made from basic household products
and was used in the attacks on London in July 2005 (Reuters, 20 de noviembre 2015).
Tabla 2: Sustitución léxica de las agencias internacionales en la expresión retórica del discurso
Agencia internacional
Reuters
Al
Arabiya
Al
Jazeera
Associated
Press (AP)
Total
Nº Eufemismos
66
33
37
64
200
Nº Disfemismos
9
10
12
15
46
Expresión Retórica del discurso
75
43
49
79
246
Fuente: Elaboración propia.
b. Significación: La figuración de la unidad del discurso sobre los atentados del 13 de noviembre
de 2015 está representada por la coherencia local y la coherencia global manifestada en la información
suscrita por las cuatro agencias internacionales. En primera instancia, la coherencia local está simbolizada
por la atribución ideológica del islam y del mundo árabe referenciando la implicación semántica del texto
!!
130
que derivan de los hechos. Mientras que la coherencia global no es más que la temática general de la
información expuesta en la coherencia local, en este caso la coherencia global está constituida por la
política exterior de Occidente con el Medio Oriente.
En otras palabras, las atribuciones ideológicas de las agencias internacionales hacia el islam al igual que
acontece con el mundo árabe construyen una realidad mediante la demonización o exaltación de sus
valores sociales y culturales, los cuales, al estar inmersos en este contexto específico tienden a estar
orientados a proposiciones que abarcan y resumen la macroestructura semántica (temática), que en este
caso está dispuesta por la política exterior entre Occidente- Medio Oriente (ver tabla 3):
Tabla 3: Significación semántica de las codificaciones extraídas las agencias internacionales
Significación semántica
Nº Codificaciones
Atribución ideológica del islam (coherencia local)
203
Atribución ideológica del mundo árabe (coherencia local)
177
Política exterior Occidente-Medio Oriente (coherencia global)
380
Fuente: Elaboración propia.
Cuando se especifican las agencias internacionales y los subcódigos emergentes de la coherencia local,
también existe sincronización de los datos con los subcódigos emergentes de la coherencia global. Es
decir, la demonización del islam y del mundo árabe corresponde a la temática expuesta por la
polarización Occidente-Medio Oriente, Entretanto, la exaltación del islam y del mundo árabe corresponde
a la convivencia Occidente- Medio Oriente (ver tabla 4 y 5):
Tabla 4: Relación de códigos de connotación negativa clasificados por agencia
Códigos negativos
Reuters
Al Arabiya
Al Jazeera
Associated Press
(AP)
Demonización del islam
21
59
19
42
Demonización del mundo árabe
36
18
16
52
Polarización occidente- medio oriente
57
77
35
94
Fuente: Elaboración propia.
Tabla 5: Relación de códigos de connotación positiva clasificados por agencia
Códigos Positivos
Reuters
Al Arabiya
Al Jazeera
Associated Press (AP)
Exaltación del islam
0
37
15
10
Exaltación del mundo árabe
6
33
9
7
Convivencia Occidente- Medio Oriente
6
70
24
17
Fuente: Elaboración propia.
Al comparar las unidades informativas se obtiene que la información de las agencias internacionales: AP
38%, Reuters 25%, Al Jazeera 13% y Al Arabiya 13% construyen un discurso inclinado hacia la polarización
de Occidente- Medio Oriente (coherencia global).
En dicho contexto específico se evidencian dos patrones reiterados tanto en las agencias de Medio
Oriente como de Occidente: la retórica de descrédito se sobrepone a la retórica de reconocimiento y la
demonización del islam es la atribución ideológica con mayor carga de significación semántica. Esta
afirmación se puede observar en los siguientes titulares:
France to urge EU to tighten passport checks (Reuters, 18 de noviembre 2015).
Europe beefs up security after deadly Paris attacks (Al Arabiya, 14 de noviembre 2015).
Europe anti-refugee rethoric swells after Paris attacks (Al Jazeera, 16 de noviembre de 2015).
After Paris, US political shift on privacy vs. Security (AP-Associated Press-, 27 de noviembre de 2015).
!!
131
El descrédito del islam se percibe como discurso común pese a la determinación de las agencias
internacionales de Medio Oriente en contrarrestarlo mediante la exaltación del Islam, permitiendo así
equilibrar la polarización con la convivencia Occidente- Medio Oriente (coherencia global). Para
confirmar estas evidencias se muestran los siguientes ejemplos:
#TerrorismHasNoReligion trends worldwide to denounce ISIS (Al Arabiya, 15 de noviembre de 2015).
Islamic world body urges joint action against terrorism (Al Arabiya. 15 de noviembre de 2015).
Pakistan school massacre survivors tell France: ‘you are not alone’ (Al Arabiya, 17 de noviembre de 2015).
A message from Molenbeek: “We are not terrorists” (Al Jazeera, 19 de noviembre de 2015).
Indian Muslims protest against deadly ISIL attacks (Al Jazeera, 19 de noviembre de 2015).
Stigmatising Muslims in France can only do more harm (Al Jazeera, 22 de noviembre de 2015).
En definitiva, la significación del discurso se ordena de acuerdo a la implicación ideológica de la unidad
semántica. En este caso la coherencia local compuesta tanto por las atribuciones del islam como del
mundo árabe, orientan un posicionamiento jerarquizado de la coherencia global representada por la
política exterior Occidente- Medio Oriente, en la que se estima como prioritaria la polarización antes que
la convivencia, enfatizando una imagen negativa de los musulmanes, árabes y refugiados.
c. Direccionalidad de la meta: El discurso mediático tiene un propósito establecido (van Dijk, 1983).
Al tomar en cuenta las familias emergentes expuestas en la funcionalidad y en la significación, la finalidad
comunicativa está asociada con las situaciones sociales proyectadas en el contexto específico. En este
caso, las cuatro agencias internacionales recogen que la razón del discurso subsumida posterior a los
ataques terroristas es la enfatización de un estado emocional deseado en la población civil.
Las codificaciones extraídas demuestran como se expone en los resultados: AP 48%, Al Arabiya 47% Reuters
30% y Al Jazeera 27% la acentuación del miedo y pánico (máxima expresión del miedo) sobre la
información dirigida a la tranquilidad y la paz (máxima expresión de la tranquilidad) en la población civil
(término para excluir miembros de las fuerzas castrenses):
Tabla 6: Finalidad comunicativa de las agencias internacionales en el estado emocional deseado de la
población civil
Finalidad comunicativa
Reuters
Al
Arabiya
Al
Jazeera
Associated Press
(AP)
Total
Enfatización del miedo/pánico en la
población civil
95
75
35
126
331
Enfatización de la tranquilidad/paz en
la población civil
34
28
13
40
115
Estado emocional deseado en la
población civil
129
103
48
166
446
Fuente: Elaboración propia.
Las agencias internacionales analizadas reconstruyen realidades sociales mediante el uso de la retórica
belicista en la proyección informativa. La finalidad mediática se concentra en provocar la sensación de
una eventual amenaza capaz de exaltar un estado emocional presidido por el miedo y el pánico en la
población civil, tal y como lo reflejan los siguientes titulares:
France to decree state of emergency, shut borders: Hollande (Reuters, 13 de noviembre de 2015).
Belgium terror alert linked to risk of ‘weapons and explosives’ attacks (Al Arabiya, 21 de noviembre de
2015).
Muslims face “worsening environment of hate” in UK (Al Jazeera, 18 de noviembre de 2015).
Officials: IS determined to produce chemical weapons (AP-Associated Press-, 19 de noviembre de 2015).
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132
4. Conclusiones y discusión
La construcción discursivo-mediática de los acontecimientos ocurridos el 13 de noviembre de 2015 en París
se torna patente en el sentido que emergieron en los días de análisis un total de 550 unidades informativas
relacionadas con el atentado en las cuatro agencias internacionales de noticias más importantes por
número de accesos diarios. Esto significa que del universo total de informaciones (1697), 32,41% de las
mismas se referían directamente a los acontecimientos. Esta repetición del hecho noticioso termina de
integrarlo como parte de nuestra realidad, generando un sentimiento de agotamiento cognitivo que lo
hace parte de la “normalidad” (Tucho, 2003: 142). Mediante la reiteración discursiva, los medios fungen
como creadores y modeladores de la opinión pública y de la identidad de sus audiencias -indirectas, por
tratarse de agencias internacionales de noticias- (Jamieson y Waldman, 2003; Baum y Potter, 2008;
Romero-Rodríguez, De-Casas-Moreno y Torres-Toukoumidis, 2015), radicalizando a la opinión pública a
posiciones extremas (Davis y Silver, 2004; Carey, 2002; Cho et al., 2003)
El lenguaje, como constructor de realidades (Jacoby, 1997; Watzlawick, 1979; Searle, 1997), también se
verifica como un medio de control social, pues de los 1452 códigos emergentes, 446 (30,71%) tenían como
finalidad comunicativa (direccionalidad) modificar el estado emocional en la población civil, de los
cuales 331 códigos buscaban la enfatización del miedo/pánico frente a 115 cuya finalidad era significar
la tranquilidad/paz. Asimismo, las familias demonización del islam y del mundo árabe y la polarización
Occidente-Medio Oriente sumaban en conjunto 526 códigos (263 cada una), lo que representa así 36,22%
de los códigos emergentes. De esta manera se hace patente que las agencias internacionales -y los
medios que las replican- fungen como factor principal de la demonización y polarización, alterando las
percepciones a través de la representación de argumentos y estimulando las reacciones de descrédito
contra la población musulmana, pudiendo legitimarse así la conculcación de sus facultades políticas,
económicas y/o sociales e incluso sus propios derechos inalienables (Romero-Rodríguez, 2014). El
argumentario alarmista propugnado por las cuatro agencias internacionales busca alterar la percepción
de la opinión pública mediante la intersubjetividad del acto discursivo, contribuyendo así al aumento de
las formas de intolerancia, perjuicio y discriminación en la población civil.
La clasificación de los códigos emergentes por agencia internacional también permitió precisar las
diferencias discursivas entre las occidentales (Reuters y AP) y las del mundo árabe (Al Jazeera y Al Arabiya),
resultando que las primeras suman 302 códigos pertenecientes a las familias demonización del islam,
demonización del mundo árabe y polarización Occidente-Medio Oriente; mientras que sus pares del
medio oriente incorporan 224 códigos emergentes en esas mismas familias. Llama la atención que en el
caso de Al Arabiya se contabilizaron 59 unidades discursivas de demonización del islam, lo que la convierte
en la agencia que más reiterativamente lo hacía, aun siendo de propiedad árabe.
Queda así con meridiana evidencia que el tratamiento informativo de los atentados terroristas del 13-N
en París y los acontecimientos que se reflejaron a posteriori en las agencias internacionales de noticias más
importantes se caracterizó por el uso de un discurso bélico, demonizador y polarizador, que contribuye a
la creación de un sentimiento de miedo generalizado que busca influir en las audiencias a través de las
estrategias verbales y no verbales. Este bombardeo de noticias sobre el penoso acontecimiento, así como
de imágenes del suceso, generan un superávit de atención por parte de los ciudadanos influenciados por
el miedo, la persuasión y los instrumentos cognitivos usados por los medios de comunicación para explicar
e interpretar la realidad en la que vivimos (Marco y López, 2011), no ofreciendo un escenario de
transparencia sino una adaptación del acontecimiento a través de la representación (Buckingham, 2005).
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