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04
DOI: http://dx.doi.org/10.14483/udistrital.jour.cpaz.2015.2.a04
[ 65 ]
Resiliencia y organización
comunitaria: el caso de la red
de huertas en los Altos de la
Estancia, en la localidad de
Ciudad Bolívar en Bogotá
Resilience and community organization: the case of the network of orchards in the
“Altos de la Estancia”, in “Ciudad Bolivar” locality at Bogota
Resiliência e organização comunitária: o caso da rede de hortas no Alto de la Estancia,
no bairro Ciudad Bolívar, Bogotá, Colômbia
Diana Paola Vargas Huertas
dvargas21@areandina.edu.co
Fundación Universitaria del Área Andina
Bióloga Marina, Especialista en Gerencia de Recursos Naturales, Magister
Ambiente y Desarrollo Sustentable
Juan Carlos Ruiz Urquijo
ruiz.juan@uniagraria.edu.co
Fundación Universitaria Agraria de Colombia-Uniagraria
Contador Público, Especialista en Gerencia de Recur sos Naturales, Magister
Desarrollo Sustentable y Gestión Ambiental
Artículo recibido: 27/10/2015 - Artículo aprobado: 27/11/2015
Para citar este artículo: Vargas, D., Ruiz, J. (2015). Resiliencia y
organización comunitaria: el caso de la red de huertas en los Altos
de la Estancia, en la localidad de Ciudad Bolívar en Bogotá. Ciudad
paz-ando, 8(2), pp. 65 - 85.
[ 66 ]
DOSSIER Ciudad Paz-ando, Bogotá. Jul / Dic 2015. Vol 8.2
[ 66 ]
DOSSIER
Ciudad Paz-ando, Bogotá. Jul / Dic 2015. Vol 8.2
RE SUM O
Este artigo pretende analisar a resiliência social do processo de
criação de uma rede socioeconômica de origem agrícola (hor-
tas), localizada no setor de Altos de la Estancia, no bairro Ciudad
Bolivar, Bogotá, Colômbia. O trabalho foi desenvolvido através
de metodologias de acompanhamento do planejamento par-
ticipativo de conformação de redes. Se trata, por tanto, de um
estudo de variáveis em relação à resiliência, assim como uma
análise da vulnerabilidade e das economias alternativas, no que
diz respeito à agricultura urbana. O estudo abarca também um
exercício de análise dos atores sociais involucrados nesses pro-
cessos de conformação da rede, e sua possível continuidade na
gestão de riscos e nos processos de construção comunitária, com
o apoio tanto da institucionalidade do município, como do setor
académico e dos coletivos populares, revelando assim as diver-
sas capacidades para enfrentar a adversidade do entorno.
Palavras-chave: Economia Local, resiliência, a agricultura urbana
AB ST R AC T
This case study focuses on the analysis from the social resilience
through the process of creating the socio-economic network of
agricultural origin (vegetable farms) in the area of Altos de la
Estancia, which belongs to the town of Ciudad Bolivar in Bogo-
tá. This paper is developed through methodologies of accom-
paniment in the participative design during the creation of the
network. A study is presented as of several variables of resilien-
ce, as well as an analysis of the vulnerability and the alternative
economies within the context of urban agriculture. In addition,
this article develops an exercise of analysis from the social ac-
tors who were involved in the processes of the network forma-
tion and its continuity in the context of risk management and
community building processes, with the support of official ins-
titutions, academic organizations and popular groups unveiling
various capacities to face adversity of the environment.
Keywords: Local Economy, Resiliency, Urban Agriculture
El presente estudio de caso se centra en el análisis desde la resiliencia social
del proceso de creación de la Red socio-económica de origen agrícola (Huer-
tas) en el sector de Altos de la Estancia de la localidad de Ciudad Bolívar en
Bogotá. El trabajo se desarrolla a través de metodologías de acompañamiento
en el diseño participativo de conformación de la red. Se presenta un estudio
desde variables de la Resiliencia, así como el análisis de la vulnerabilidad y
las economías alternativas en el marco de la agricultura urbana, se desarrolla
también un ejercicio de análisis desde los actores sociales que se involucraron
en el procesos de conformación de la red y su continuidad en el marco de la
gestión de los riesgos y los procesos de construcción comunitaria con el apo-
yo de institucionalidad distrital, el sector académico y los colectivos populares
develando diversas capacidades para enfrentar la adversidad del entorno.
Palabras claves: Economía local, Resiliencia, Agricultura Urbana
RESUMEN
[ 67 ]
04. Resiliencia y organización comunitaria: el caso de la red de huertas en los Altos de la Estancia, en la localidad de Ciudad Bolívar en Bogotá. Diana Paola Vargas H.- Juan Carlos Ruiz U.
Introducción
El texto describe una experiencia de la conformación de
la Red de Huertas de Altos de la Estancia1 a partir de
los modelos de apropiación social en un sector configurado
por un alto riesgo socio-ambiental. Este tipo de estructura
productiva tiene el objetivo de consolidar voluntades para
el perfeccionamiento de acciones socio ambientales que fa-
ciliten la recuperación y apropiación del territorio de Altos
de la Estancia, desde la agricultura urbana como proceso
de cohesión social. Actualmente la red está conformada
por 10 Huertas de la comunidad, a pesar de encontrarse en
una zona de ecosistema sub-xerofitico en la que se eviden-
cia el éxito en la producción de hortalizas , verduras , fruta-
les y leguminosas, en torno al autoconsumo y al desarrollo
de mercados solidarios de alimentos orgánicos.
El texto se compone de los siguientes apartados: el aná-
lisis del territorio, en donde se observa la particularidad
del espacio socio-geográfico, posteriormente se observa el
desarrollo de los referentes teóricos utilizados como son
los de redes sociales, agricultura urbana y resiliencia social,
asimismo, se presentan el desarrollo metodológico, el cual
permite avanzar hacia las variables de análisis en donde se
observan las dimensiones de vulnerabilidad y la economía
solidaria dentro del territorio; para finalmente desarrollar
la observación del proceso en el territorio que incluye los
actores sociales, el proceso de conformación de la red, y la
gestión del riesgo hacia la resilencia.
El caso estudiado logra develar como una comunidad
con diferentes vulnerabilidades y con alto riesgo puede a
través del dialogo y trabajo en equipo sobreponerse para
construir comunidad en situaciones difíciles y complejas,
ejemplo este para una sociedad colombiana en la que se
observa al conflicto como un impedimento, y no como una
oportunidad para dejar de lado las diferencias y llegar a
acuerdos más allá de las diferencias.
1 Los autores de l texto acompañaron el proceso de la confor mación
de la R ed de Huertas dent ro de la instituciona lidad del Jard ín Botánico
José Celestino Mutis y la Un iversidad Agraria de Colombia, la génesis y
continuidad de la red procede de u n proceso comunitar io y organizat ivo
de actores sociales del sector.
El análisis del territorio: Altos de la Estancia
El desarrollo del espacio geográfico corresponde a di-
námicas de asentamientos transformados en espacios mar-
ginales, donde la población se vio abocada a urbanizar su
propio territorio con tipologías particulares en su gestión y
desarrollo. El acceso al espacio de la localidad como explica
el documento de la FOPAE de 2013, en donde “los urbani-
zadores piratas repartieron lotes a las personas desplazadas,
iniciando la ocupación de viviendas de mala calidad sin el
adecuado manejo de redes domiciliarias a finales de la déca-
da de los 80” (p. 3) aspecto que se resalta en la situación que
se vive desde los años cincuenta del siglo pasado hasta la
actualidad, como se observa en la foto 1, ubicada en el sector
de San Joaquín en Ciudad Bolívar. Lo anterior se confirma
con los datos censales en los que se refleja un crecimiento
poblacional de más del 1.200% en las últimas cinco décadas,
ya que en 1973 Ciudad Bolívar tenía 44.770 habitantes y en
2005 alcanzó 563.223 habitantes. (SDA, 2009).
Foto 1. Escenario de la ocupación informal de la localidad de Ciudad
Bolívar por los diferentes fenómenos de desplazamiento en el país, (sec-
tor Altos de la estancia). Fuente: Tomada por los autores
[ 68 ]
DOSSIER Ciudad Paz-ando, Bogotá. Jul / Dic 2015. Vol 8.2
El sector de Altos de la Estancia de la Localidad de Ciu-
dad Bolívar al sur de Bogotá es una de las zonas de la loca-
lidad con mayores índices de ocupación ilegal, en la que los
procesos de migración por las guerras internas de los años
40 y la posterior ola de violencia en el país en la década de
los 90’s atrajo a la ciudad la llegada de sujetos del campo,
en algunos casos desplazados por la violencia y en busca de
más y mejores oportunidades de vida (IDIGER, 2014), que
determinaron el cruce de variables para la sobrepoblación
en zonas de riesgo geológico, procesos de urbanización ile-
gal, resentimientos provenientes de la violencia, micro trá-
fico de drogas y marginación social.
El fenómeno de desplazamiento y el oportunismo de
los tierreros ha determinado que se asienten familias de
escasos recursos, las cuales adquirían los lotes a plazos y
con precios cómodos para su situación y conformaron los
siguientes barrios, reseñados por Lampis & Rubiano (2012):
Espinos I sector, Cerros del Diamante, Espinos III sector,
Santa Viviana sector Vista Hermosa, Santo Domingo y La
Carbonera, estando todos estos barrios clasificados en es-
trato 1. En estudios desarrollados por el FOPAE, y referec-
niados en el documento de 2013, se demuestra que hacia
1993 el sector ya estaba poblado en un 80%.
Es muy interesante encontrar que Altos de la Estancia
es el reflejo de la las formas de urbanización en algunas de
las ciudades de Latinoamérica en el siglo XX, cuyos ace-
lerados procesos de crecimiento tecnológico y abandono
del campo por las nuevas prácticas agroindustriales, gene-
raron todo un fenómeno de asentamiento desordenado en
las periferias de las ciudades. En el texto de IDIGER (2014)
se observa como la migración al sector se dio por dos vías:
la primera, hacia 1990 personas que se asentaron a los al-
rededores de la capital y posteriormente llegaron a Altos
de la estancia.
La segunda migración se da en el año 2000 cuando la ins-
talación de servicios públicos y la legalización de los barrios
ya se encontraban adelantados. La llegada de estas personas
ya no se dio entre su lugar de origen, alrededores de Bogotá
y Altos de Estancia, como la anterior sino que fue directa de
sus zonas de origen a la zona y con más incidencia del des-
plazamiento forzoso provenientes del conflicto armado por
diversos grupos de violencia ya sea guerrilla, paramilitares
o la misma ausencia estatal, encontrando una red social de
apoyo en este sector que los hace sentir de cierta forma más
seguros, este espacio se compone de población de diversas
regiones de Colombia asentadas allí en diferentes procesos
migratorios como se observa en la figura 3.
Figura 1. Proceso de poblamiento Altos de la Estancia década de los 90´s. Fuente: Los autores
Figura 2. Proceso de poblamiento altos de la estancia en el años 2000 en adelante. Fuente: Los autores
[ 69 ]
Figura 3. Localización en el país de la población proveniente de Altos
de la Estancia. Fuente: Robles (2009)
El cumulo de variables de degradación ambiental como
deforestación, excavaciones mineras, junto con variables
sociales como la urbanización caótica generaron que hacia
mediados de los 90 se presentaran deslizamientos y des-
prendimientos de roca, los cuales afectaron a 15 barrios en
cuyas viviendas habitaban familias de significativa vulne-
rabilidad, territorio que se vio afectado en 110 hectáreas
de terreno, de las cuales 74 fueron declaradas “suelo de
protección por riesgo”, clasificados en alto y mediano se-
gún datos de (IDIGER , 2014). Sin embargo es hasta 1999
cuando la administración distrital empieza a considerar su
gravedad y mira por primera vez a este territorio como una
zona de riesgo
Lo que llevo a que se denomine en la actualidad: Parque
Especial por Riesgo Altos de la Estancia, cuyas caracterís-
ticas sociales son principalmente de pobreza y desarraigo
por los fenómenos de desplazamiento hacia la capital, esca-
sa infraestructura pública y privada, malla vial incompleta,
se encuentra en una zona sub-xerofítica, por lo que no se
presentan lluvias frecuentes y cuando las hay son torrencia-
les, mucho viento, que genera que el suelo es de caracterís-
ticas áridas y de poca vegetación (IDIGER, 2014), el parque
es atravesado por tres quebradas que perdieron su cauce
con el tiempo (por los asentamientos humanos y por los
levantamientos de tierra cuando ocurrió el deslizamiento).
A pesar de los imaginarios que se tiene sobre Ciudad Bo-
lívar, dado que es considerada por muchos como una de las
localidades con mayores complejidades al ser “considerada
como la localidad más problemática de Bogotá. (ya que) En
ella se concentran todas las dificultades sociales y económi-
cas, además de una pobre representación de las entidades
estatales. Es la zona de la capital con mayor cantidad de po-
blación desplazada (26% del total)… (y) la mayoría de los
2 Es releva nte destacar que la s acciones de la Ad minist ración Distr ital
fueron escasas llevando al extremo de que se interpusiera una tutela des-
de las Ju ntas de Acción Comuna l, a través del fa llo favorable med iante el
auto 041 de 200 6, que ordena a la EAAB y a FOPAE a “iniciar de ma nera
inmediata la estabi liz ación del terreno, sin importa r la disponibilidad pre-
supuestal ”
Foto 2. Características generales de la zona Altos de la estancia.
Fuente: Los autores
04. Resiliencia y organización comunitaria: el caso de la red de huertas en los Altos de la Estancia, en la localidad de Ciudad Bolívar en Bogotá. Diana Paola Vargas H.- Juan Carlos Ruiz U.
[ 70 ]
DOSSIER Ciudad Paz-ando, Bogotá. Jul / Dic 2015. Vol 8.2
habitantes están clasificados en estratos socio-económicos
1 y 2” (Universidad del Rosario, 2009, p.5), son esos aspectos
los que conllevan a analizar como en cualquier tipo de con-
dición sí es posible generar espacios de encuentro, dialogo,
convivencia en torno a la limitación (seguridad, soberanía),
trabajo en equipo, teniendo como fortaleza para este caso las
raíces campesinas, construyendo un espacio de resistencia
proveniente de la necesidad de compartir la producción de
alimentos de forma digna.
A partir de la asignación del decreto 489 de 2012, se
prioriza el proceso de recuperación de Altos de la Estan-
cia enfocando las acciones interinstitucionales dentro de
las 73.8 hectáreas del polígono de suelo de protección por
riesgo, lo que en el decreto 364 de 2013 se denomina par-
que especial de protección por riesgo. Posteriormente se
identifica la necesidad de llevar a cabo acciones en un área
exterior directamente afectada por la aparición de dicho
parque, que quedaría completamente desarticulada de las
dinámicas urbanas y sociales propias de cada sector, de
este marco normativo se origina la intervención de las ins-
tituciones del Distrito.
Entender las dinámicas sociales del espacio geográfi-
co, significa comprender como un territorio se construye
por los actores del mismo; así, la “Red de Huertas” surge
a partir de la iniciativa de la comunidad, en especial de la
Mesa técnica de Altos de la Estancia en la que el Jardín
Botánico, con el fin de contribuir al proceso de recupera-
ción de Altos de la Estancia acompaña la conformación de
la misma. Tras la declaratoria de suelo de protección, las
diferentes entidades del distrito iniciaron acciones dentro
de las cuales estaban el reasentamiento de familias, obras
de reconformación y mitigación del riesgo, y, formulación
del Plan de Mejoramiento ambiental (PMA).
La mayoría de las huertas que conforman la red se en-
cuentra ubicada en la localidad de Ciudad Bolívar, en un
área limitada en lo que han denominado “polígono”, ubica-
do en el “Parque de altos riesgos de la Estancia”, como se
observa en el figura 4, y las otras en lo que se denomina área
de influencia. Este escenario descrito anteriormente permi-
te ser contrastado por las variables que Keck & Sakdapolark
(2013) definen como: “relaciones sociales y estructura de
redes, instituciones y relaciones de poder, y conocimiento
y discurso” (p. 11), lo que permite observar como un lugar
con dificultades geográficas, climáticas y sociales puede
generar resiliencia para construir comunidad, territorio y
paz, a través de la solidaridad y la comprensión y apropia-
ción de proyectos sociales.
Figura 4. Ubicación espacial de las huertas que a la fecha conforman
la red de huertas de Altos la Estancia.
Adaptado fuente IDIGER (2015)
[ 71 ]
Referentes teóricos
Redes sociales y apropiación del territorio
El contexto de altos de la estancia con dificultades del
orden social y económico se requiere de estrategias de
cohesión social del territorio para reconstruir escenarios
de reconciliación y reparación, una de estas es la confor-
mación y/o fortalecimiento de las redes, entendidas estas
desde Hanneman & Riddle (2005) como: “formas de inte-
racción social, espacios sociales de coexistencia y conec-
tividad, las que se definen fundamentalmente por los in-
tercambios dinámicos entre los actores que las forman”(p.
63), así mismo Law & Hassard (1999) consideran que una
red designa un conjunto de elementos interrelacionados,
un orden y una estructura, en este sentido las redes deben
ser sistemas abiertos y horizontales (Hanneman & Riddle,
2005) que agrupan a conjuntos de actores sociales que se
equiparan con las mismas necesidades y dificultades. Así
las redes se constituyen como una forma de organización
social como manifiesta Latour (1999), las cuales permiten
a un grupo de individuos desarrollarse contribuyendo a la
solución de problemas que para el caso de nuestra comu-
nidad es la soberanía y seguridad alimentaria.
El propósito de la red no es la de igualar a los grupos so-
ciales, sino la de gestionar a la sociedad en su mezcla diver-
sa, mediante la estructuración de conexiones entre grupos
con intereses y preocupaciones comunes hacia la autono-
mía, la autogestión y la convivencia de la comunidad. En
este sentido las redes rompen con estructuras verticales y
rígidas de la organización social (Adler, 2001) y determinan
caminos alternos a los escenarios de fragmentación y des-
ajuste que se vive en la actualidad. Los fenómenos de red en
comunidades vulnerables permiten reforzar los vínculos de
solidaridad de una modernidad cada vez más líquida como
lo manifiesta Bauman (2007) y que permiten romper la in-
certidumbre, la imposibilidad de dialogar y hacer con otros,
pensando en un colectivo y no en razones individualizables.
Así mismo bajo la perspectiva de Beck (1986), la com-
prensión de la reflexividad de los agentes emerge de una
actitud crítica que se encajona en la incapacidad de las insti-
tuciones modernas para ejercer un control adecuado de los
riesgos, determinando dinámicas intrínsecas del proceso de
auto-refutación de la ciencia y la tecnología, las cuales modi-
fican “los patrones familiares y las identidades de la vida dia-
ria, vaciándolas de significado” (Wynne: 2004, p. 124). Estos
argumentos se basan en una concepción fuertemente racio-
nalista, en la que el agente es concebido como un actor indi-
vidual que realiza elecciones racionales y calculadas. Bryan
Wynne subraya que la percepción pública y las respuestas al
riesgo “están basadas racionalmente en juicios sobre el com-
portamiento y la confiabilidad de las instituciones expertas”
(Wynne: 2004, p. 125), antes que en riesgos físicos objetiva-
mente existentes. Las redes permiten romper los riesgos a
través de asumirlos de forma colectiva, compartir los riesgos
permite generar reflexividad en los actores sociales y forta-
lecer la constitución de la red.
Agricultura urbana: buscando espacios de re-
conciliación
El mundo ha concentrado la población en grandes ciu-
dades, fenómeno que genera zonas de frontera cuando
estas megalópolis buscan procesos de sostenibilidad ali-
mentaria. En este contexto de transición demográfica y
aceleración hacia un mundo predominantemente urbani-
zado, se dificulta diferenciar entre los entornos urbanos, pe-
ri-urbanos y rurales. Bajo esta estructura y dificultad con-
ceptual Padgham, Jabbour, & Dietrich (2015) determinan
que la agricultura urbana (AU) se estructura como la pro-
ducción de cultivos, la agricultura, la ganadería y el cultivo
de peces dentro y alrededor de las áreas metropolitanas,
para la venta local y el consumo, sin importar el tamaño de
la producción o la estructura industrializada de la misma;
así la AU se ajusta a la necesidad de una producción agrí-
cola, en la que las características comunes de la agricultura
urbana y periurbana (APU) incluyen un énfasis en la pro-
ducción de alimentos frescos, ricos en nutrientes (verduras
de hoja verde, los productos lácteos, aves de corral, huevos,
etc.) que es típicamente llevado a cabo a pequeña escala y
es a menudo optimizado frente al acceso a la tierra, el agua
y otros insumos (Padgham, Jabbour, & Dietrich, 2015).
Esta dificultad de observar espacios rurales dentro de
contextos urbanos, genera ambigüedades de definición in-
herente y persistente, cuestionando qué es y no es frente
04. Resiliencia y organización comunitaria: el caso de la red de huertas en los Altos de la Estancia, en la localidad de Ciudad Bolívar en Bogotá. Diana Paola Vargas H.- Juan Carlos Ruiz U.
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DOSSIER Ciudad Paz-ando, Bogotá. Jul / Dic 2015. Vol 8.2
a la AU, dado que no es un simple hobby, es un proceso de
búsqueda comunitaria para generar estructuras de apropia-
ción frente a la seguridad alimentaria, como se determina
en el estudio desarrollado por Osvaldo Moreno:
Un número creciente de gobiernos locales reconoce el po-
tencial de La Agricultura Urbana y periurbana como una es-
trategia efectiva para reducir la pobreza y mejorar la seguridad
alimentaria, la salud y la economía domestica de los grupos
vulnerables. Diversos estudios realizados por la RUAF Founda-
tion y el IDRC2, en base a análisis de experiencias de agricul-
tura urbana en contextos de pobreza, revelan que las familias
involucradas en esta actividad tienen una mejor alimentación
(como lo demuestran el consumo de calorías y proteínas y los
indicadores de crecimiento), en comparación con aquellas que
no las realizan (Moreno, 2007, p. 3).
Muchas de las huertas comunitarias que conforman la
red han sido construcciones individuales y colectivas de los
mismos habitantes del sector, a la que instituciones como
el Jardín Botánico de Bogotá José Celestino Mútis (JBB) y
el Instituto Distrital para la Gestión del Riesgo y el Cambio
Climático (IDIGER) entran a acompañar y apoyar estos pro-
cesos, que se consideran como un impacto positivo a nivel
social, económico, ecológico y paisajístico; es así como la
agricultura urbana se perfila hoy como una estrategia posi-
ble de gestión integral del ambiente urbano la cual genera
sinergias y complementariedad entre la conservación y ma-
nejo de los recursos naturales del suelo como el compos-
taje y el agua, en este sentido la recuperación paisajística y
ecológica de territorios degradados como sucede en la zona
de Altos de la Estancia, y también la provisión de alimentos
y generación de empleo, son variables de resiliencia, como
las expuestas por (Keck & Sakdapolark, 2013), así mismo se
produce el acogimiento de la interacción social de actores
urbanos como afirma Moreno (2007) mediante la práctica y
apropiación de espacios recreativos, educativos y producti-
vos en torno a la actividad agro-cultural en la ciudad.
El proceso que se desarrolla en Altos de la Estancia
logra demostrar como un ejercicio de origen comunita-
rio, con un decisivo apoyo institucional, permite a través
de un enfoque asociativo, transdisciplinario y sistémico
transformar territorios, dejando de lado diferencias po-
líticas, y presiones sociales, convirtiendo el interés de un
proyecto desde la importancia de alimentarse y la magia
de ver crecer la naturaleza en una poderosa herramienta,
generando resiliencia a partir de las variables de (Keck &
Sakdapolark, 2013).
En este sentido para el desarrollo local sustentable de
amplios sectores de nuestras ciudades latinoamericanas se
requiere de mezclar la gestión pública desde los gobiernos
locales, la articulación de instituciones de investigación y
educación, y el apoyo de actores sociales privados para la
consolidación de territorios como afirma Moreno (2007), lo
que se manifiesta en la preferencia favorable de los posibles
grupos sociales de agro-productores, generando un cambio
a pesar de los conflictos propios de la excesiva urbaniza-
ción y desigualdad social.
La resiliencia social
En el Distrito Capital y como estrategia de abordaje en
la comprensión de los territorios que son afectados por el
cambio climático como las zonas de inundación, remoción
en masa, entre otros conceptos como la resiliencia permite
entender como las comunidades que habitan estas zonas
pueden reaccionar ante los eventos: “se refiere tanto a los
individuos en particular como a los grupos familiares o co-
lectivos que son capaces de minimizar y sobreponerse a los
efectos nocivos de las adversidades y los contextos desfa-
vorecidos socioculturalmente, capaces de recuperarse tras
haber sufrido experiencias notablemente traumáticas, en
especial catástrofes naturales, epidemias, guerras civiles,
deportaciones, campos de concentración (Rutter, 1993,
Werner, 2003, citados por Uriarte, 2013 p.21), definición
ajustada al caso de estudio en donde la comunidad cambia
las variables a su favor, generando resiliencia y resistencia
a los tropiezos del cotidiano infortunio.
La resiliencia como alternativa implica una dimensión
más compleja según la cual las personas son capaces de
resistir, proteger su integridad a pesar de las amenazas y
además salir fortalecidas, transformadas positivamente por
la experiencia. Incluye los procesos de regeneración, re-
conversión, reorganización personal y en su caso social, la
apertura a las nuevas oportunidades, capacidad de innova-
ción y construcción de espacios sostenibles, que convier-
ten a las comunidades en estructuras mucho más fuertes
surgidas a raíz de la crisis, como afirma (Uriarte, 2013).
[ 73 ]
Por eso se entiende que es una cualidad humana uni-
versal presente en todo tipo de situaciones difíciles y con-
textos desfavorecidos, guerra, violencia, desastres, maltra-
tos, explotaciones, abusos, y sirve para hacerlos frente y
salir fortalecido e incluso transformado de la experiencia,
en este sentido la resiliencia como transformación implica
una dimensión más compleja según la cual las personas son
capaces de resistir, salvaguardar su integridad a pesar de las
amenazas, así el proceso implica los procesos de regene-
ración, reconversión, reorganización personal y en su caso
apropiación social, la apertura a las nuevas oportunidades
surgidas a raíz de la crisis (económicas, climáticas, geoló-
gicas, etc.). Esta perspectiva enfatiza las capacidades de las
personas para la adaptación a los cambios, (Uriarte, 2013).
Aproximación metodológica
Para el análisis del presente estudio de caso se emplea el
trabajo participativo con la comunidad durante cinco me-
ses, a través de la observación participante y entrevistas se-
mi-estructuradas, se determinó el proceso de identificación
de los miembros de las huertas ya establecidas, así como
de las personas interesadas en participar de la construcción
de cada una de estas. Una vez identificadas las personas se
realiza una convocatoria desde actores institucionales del
JBB dentro de la estrategia de renaturalización3 e IDIGER
bajo el convenio 587 de 20134 y se da inicio al proceso de
conformación, el cual consistió en realizar varios encuen-
tros en un punto dentro del polígono ubicado en el barrio
Santo Domingo, el cual cuenta con vigilancia y un espacio
para reuniones, posterior a estos dos encuentros en el que
se perfila una primera idea de lo que podría ser la red, la co-
munidad propone capacitaciones, recorridos a las huertas
3 Se define renatu ralización como: una estrategia de ciud ad más verde
en .en la cual, el desafío de construir un nuevo modelo de ciudad incluye una
doble mirada: ética y estética. Es necesario entonces u n nuevo urbanismo
que sea incluyente, que busque armonías para la expresión de lo ambiental y
territor ial., prácticas replicables de manejo del paisaje urbano para asegurar
la provisión de servicios ecosistémicos, el cuidado del agua y la sostenibili-
dad de los proyectos.
Los procesos de renatu ralización deben tener un alto contenido democrá-
tico, participación comunitar ia, sin restr icciones económicas, ni de conoci-
miento. Basados en la trasnparecia adm inist rativa reglas de juego concer-
tadas tanto en la participación, como en la ad ministración y seg uimiento
adecuado el proceso.
La propuesta de “Renaturali zar” la ciudad busca en esencia hacer que la
ciudad se reajuste a procesos basados en los ritmos ecosistémicos: cierre
de los ciclos de materia (reciclaje, compostaje), aumento de coberturas
vegetales (arborización, jardinería, techos y muros verdes, etc.), fomento de
la biodiversidad, ablandamiento del suelo, uso de energía solar, recolección
y uso del agua lluv ia, ampliación o creación de agroecosistemas urbanos,
conectividad de los componentes de la Est ruct ura Ecológica Principal de la
ciudad, etc. http://ww w.jbb.gov.co/jardin/renaturalizacion
4 El convenio 587 de 2013 mediante el cual IDIGE R, JBB y la Cátedra
Unesco de la Sostenibilidad de la Universidad de Cataluña (a través del
Tecnológico de Antioquia-Institución Universitar ia) propone avanzar en la
recuperación del sec tor denominado Altos de la Estancia y la localidad de
Ciudad Bolíva r, encaminado hacia la con solidación de un parque metropo-
litano para la ciudad de Bogotá. El convenio 587 de 2013 mediante el cual
IDIGER, JBB y la Cátedra Unesco de la Sosten ibilidad de la Univer sidad de
Cataluña (a través del Tecnológ ico de Antioquia-Institución Universitaria)
propone avan zar en la recuperación del sector denominado Altos de la Es-
tancia y la localidad de Ciudad Bolíva r, encaminado hacia la consolidación
de un parque metropolitano para la ciudad de Bogotá
04. Resiliencia y organización comunitaria: el caso de la red de huertas en los Altos de la Estancia, en la localidad de Ciudad Bolívar en Bogotá. Diana Paola Vargas H.- Juan Carlos Ruiz U.
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y trabajo en equipo, por lo que se establece realizar mingas
de trabajo5 trayendo de esta forma de trabajo ancestral in-
dígena que propicia el dialogo de saberes y un proceso de
formación en soberanía alimentaria, el primer proceso a
cargo del JBB y el segundo en manos de la organización
FUNDESAT – Barrio Pinto.
La mingas de trabajo se desarrollaron por tres meses
durante Septiembre y Diciembre de 2014, en las cuales
se observó un compartir de los diferentes interesados del
sector, en las mismas se manifestaron encuentros y des-
encuentros, saberes diversos e inquietudes frente su rea-
lidad, el proceso de reunirse y compartir cada vez en una
huerta diferente generó el compartir y conocer la expe-
riencia del otro; de acuerdo con la característica de cada
huerta se establecieron capacitaciones en temas como
biodiversidad, salud de la huerta, sana alimentación, ma-
nejo de semillas y coberturas, fertilidad del suelo, entre
otros, estos temas fueron concertados entre la comunidad
y la entidad, en el que cada encuentro todos aportaban su
conocimiento y se trabajaba en la temática, esto siempre
alrededor de pensar la forma en qué nos alimentamos y la
forma en la cuál se obtienen los alimentos, este proceso de
reflexividad grupal permitió desde los actores una cons-
trucción de compromiso público como lo explicado por
Wynne (2004), el ejercicio de compartir y construir desde
la comunidad en compañía de algunos expertos, genera
una mayor apropiación del espacio social.
Las capacitaciones en soberanía alimentaría fueron
desarrolladas por los miembros del colectivo FUNDESAT
Barrio Pinto, el cual lo conforman jóvenes estudiantes y
personas de la comunidad, abordando temas de alimen-
tación saludable, transgénicos, derecho a la alimentación,
importancia de la soberanía alimentaria y organización
solidaria. Adicional a este proceso se contó con el acom-
pañamiento de dos tesistas de la Universidad Agraria de
Colombia quienes asistieron a la comunidad en el plan de
negocios desde la visión de la economía solidaria como
alternativa de mejoramiento de la calidad de vida al poder
comercializar sus productos.
5 A partir de (Rozental, 2009) la minga es un apráctica ancestral de los pue-
blos indigenas de los Andes, denominado como el trabajo colectivo para lograr
un proposito común, la minga es una fiesta, una oportunidad para compartir,
intercambiar, consolidar lazos comunitarios y tejer sociedad.
El ejercicio de recolección de datos se desarrolló a
través de observación participante, diarios de campo y
dialogo con los actores en cada una de las reuniones de
trabajo, el aprender implicó no un desarrollo teórico, sino
más práctico en el hacer haciendo.
Variables de análisis
Las dimensiones de la vulnerabilidad desde la
Resiliencia en Altos de la Estancia
Como elemento de análisis, desde Keck & Sakdapolark
(2013) la vulnerabilidad hace parte del ejercicio de compren-
sión de las capacidades ya sea de recuperación, adaptativas
o transformadoras; este primer eje logra explicar las varia-
bles que componen el territorio de análisis, entendiendo que
la vulnerabilidad de la comunidad es alta, dadas las diferen-
tes premisas constituyentes de la vulnerabilidad a partir del
análisis de Wilches-Chaux (1993), desde los siguientes ángu-
los de ese concepto para el caso de estudio:
t Vulnerabilidad física, ya que los habitantes afrontan el diario
vivir en una zona de falla geológica, como lo muestra el aná-
lisis de (IDIGER, 2014) y se evidencia foto 3.
t Vulnerabilidad económica, ya que en el sector encontra-
mos principalmente personas con insuficiencia de ingresos,
inestabilidad laboral, déficit en acceso a servicios formales de
educación, recreación y salud, las zonas aledañas al polígono
son barrios sin parques, sin zonas verdes, sin centros de salud
y pocos colegios que en su mayoría son distritales.
t Vulnerabilidad social, si bien y como se explicará más ade-
lante se ha logrado constituir una red organizacional e institu-
cional en los últimos 3 años, anteriormente la cohesión social
era mínima lo que dificultó que los procesos de resiliencia se
dieran de mejor manera.
[ 75 ]
t Vulnerabilidad cultural y educativa, ya que por un lado el
concepto “normalcy bias” o “el síndrome de queca” citado
por Wilches-Chaux (2014) , implica que para los habitantes
de Altos de la Estancia que a pesar de las advertencias y de
los antecedentes del deslizamiento del 1999, viven sus vidas
sin mayor preocupación ya que en los niños que habitan el
sector nunca verán en sus clases asignaturas sobre gestión
del riesgo y aún menos enfocadas en su zona de hábitat, aun-
que seguramente si conocerán los volcanes de Hawái o el
desastre de Armero. Estos dos factores de una cultura del no
riesgo y una información descontextual en la educación no
favorece a que los procesos de la Gestión Integral del Riesgo
sean favorables.
t Vulnerabilidad ecológica, se relaciona directamente con el
tipo de amenaza ya que la degradación e los acuíferos y mon-
tañas aceleraron los procesos de deslizamiento, así mismo la
zona presenta dificultades por ser sumamente seca y con au-
sencia de pluviosidad.
Foto 3. Viviendas precarias que aún se encuentran en los predios de parque, con altos grados de vulnerabilidad social.
Fuente: Los autores
04. Resiliencia y organización comunitaria: el caso de la red de huertas en los Altos de la Estancia, en la localidad de Ciudad Bolívar en Bogotá. Diana Paola Vargas H.- Juan Carlos Ruiz U.
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La economía solidaria como alternativa
comunitaria de empresa
La condiciones de pobreza que se presentan en el espa-
cio, no permitan el desarrollo de capacidades para el común
de sus habitantes, ni la consecución de niveles de estudio
superior o de apoyos de emprendimiento empresarial que
les permitan desarrollar emprendimientos de autogestión
laboral y de recursos, marcados por el sistema económico
actual que desencadena crisis en las que el desempleo, la
inequidad y el crecimiento de la pobreza son cada vez más
frecuentes, en este sentido Guerra expone:
La historia no es unilineal: junto a las grandes tenden-
cias se pueden observar siempre tendencias alternativas,
toda cultura hegemónica genera contraculturas, las socie-
dades presentan siempre una gran capacidad de resisten-
cia que abrigan notas de esperanza aún en los contextos
más agobiantes. lo que propone la economía solidaria es
un modelo de desarrollo distinto, basado en experiencias
comunitarias donde se destaquen los valores de la solidari-
dad, de la ayuda mutua. Guerra (2012, pág. 12)
Lejos del principio del homo economicus, según el
cual somos por naturaleza egoístas e individualistas, “lo
que muestra la historia de la humanidad, es que sin soli-
daridad no hubiera sido posible sobrevivir como especie”.
(Guerra, 2004, pág. 13), esta afirmación permite explicar
como en momentos de crisis y alta vulnerabilidad se pue-
den generar procesos asociativos, es este el ejemplo de
nuestro estudio de caso el cual podría emularse en el mar-
co del posconflicto.
En Colombia la historia de la economía solidaria, ante-
riormente llamada cooperativismo, lleva muchos años y con
experiencias en todo el país. Tal como lo define la ley 454 de
1998: “en la que se determina que la economía solidaria es el
sistema socioeconómico, cultural y ambiental conformado
por el conjunto de fuerzas sociales organizadas en formas
asociativas identificadas por prácticas autogestionarias soli-
darias, democráticas y humanistas, sin ánimo de lucro para
el desarrollo integral del ser humano como sujeto, actor y fin
de la economía”, promueve el fortalecimiento de este tipo
de iniciativas, como la referenciada en este documento. Sin
embargo son muchas las organizaciones solidarias que pier-
den su rumbo solidario y se insertan a la economía global
con los mismos fines de la empresa. Se hace necesario for-
talecer a comunidades con escasos recursos generando que
esta economía bajo sus ideales y principios solidarios sean
reales como alternativa al desarrollo social y económico de
las familias del sector en estudio.
Análisis del proceso de Altos de la Estancia
Principales actores sociales e institucionales
Muchos son los actores que se reconocen en el territo-
rio, este es un espacio con complejidades tales que muchas
instituciones y organizaciones trabajan allí, en conjunto
con una comunidad altamente activa de los procesos que
se desarrollan, es por esto que para el propósito del artículo
se identifican principalmente los siguientes:
Actores comunitarios: El proceso se lleva a cabo con
dos tipos de actores, habitantes del territorio que hacen
parte de las Juntas de Acción comunal de los barrios ale-
daños y que se encuentran vinculadas a las huertas, ya que
son el ente reconocido legal y administrativamente para lle-
var los procesos de organización comunitaria; y los líderes
de cada huerta, estos pueden o no hacer parte de procesos
organizativos fuertes. Otros actores que esporádicamente
participan del proceso son las familias de los líderes de las
huertas, vecinos de estos y algunas de las personas que aún
habitan el polígono y que no han podido ser reubicadas.
Actores institucionales: Muchas son las entidades que
han participado del proceso de recuperación del espacio
como lo son las secretarías de hábitat, ambiente, planea-
ción, desarrollo económico, los institutos para la partici-
pación social, para la recreación y deporte, la caja de la
vivienda popular, etc. Sin embargo para efectos del estudio
las entidades con mayor relevancia son el Instituto Distrital
de la Gestión del Riesgo y Cambio Climático como admi-
nistrador del espacio, el Tecnológico de Antioquia como
institución educativa experta en bioingeniería y el Jardín
Botánico de Bogotá como líder en AU en la ciudad.
[ 77 ]
El proceso de conformación
El proceso de conformación de la red de Huertas de
Altos de la Estancia reconoce dos momentos importantes,
uno en el cual la comunidad a través de la mesa técnica de
Altos de la Estancia así como de otras voces en el territo-
rio hacían el llamado al gobierno Distrital para establecer
estrategias de unión de las huertas ya establecidas y de for-
talecimiento con la construcción de nuevas huertas para la
comunidad; y un segundo momento, en el que las entidades
escuchan el llamado y se establece en el marco de un con-
venio entre el IDIGER y el JBB conformar la red.
Como primer paso se identifican las huertas y se gene-
ran reuniones como se observa en la foto 4, acercándose
todos los interesados que se encuentran en el sector6, es-
tas comunidades encontradas en diferentes puntos tanto
dentro del polígono de afectación como fuera de estas, se
reconocen personajes como: Don Ciro Ortega que lleva
más de 8 años cultivando en un punto del polígono, una
campesino que toda su vida recorrió los campos de Colom-
bia para instalarse en este sector hace más de 20 años con
miras a mejorar su calidad de vida al estar ser despejado
para cultivar, es así que con pica en mano se da a la tarea de
romper escombro, llevar tierra, conseguir semillas y cargar
residuos orgánicos para recuperar el suelo; hoy tiene mai-
zales sanos y frondosos.
O el caso de don Gilberto Rivero, quien no tenía huerta
y se interesó en cuidar una de las que el Jardín Botánico
implementó, motivado por su origen campesino (se des-
conoce los motivos de su llegada a la ciudad) y viviendo
muchos años en Bogotá dedicándose a otras cosas menos
el campo, encontró en este proyecto la forma simbólica de
recrear su cercanía a la tierra y a sus raíces. Finalmente el
caso de Doña Blanquita Serna en la Estancia quien en un
6 Se hace necesario como primer paso identificar las que se encuentran
en el interior como en el exter ior del polígono de acuerdo a las siguientes
tipologías de huertas:
· Huerta con apoyo técnico, es decir todas aquellas iniciativas individuales o
colectivas, que han constituido su huerta con el acompañamiento del JBB.
· Huerta sin apoyo, aquellas huertas que no cuentan con el acompañamiento
del JBB.
· Huertas constru idas por el JBB con pa rticipación comunitaria
espacio que no es propio, y a pesar de la ausencia de agua
y condiciones muy complejas, se convierte en educadora
de futuros hacedores de agricultura urbana; el trabajo de
Blanquita con los niños es admirable para que la magia de
la naturaleza sea transmitida a las generaciones futuras.
Foto 4. Don Ciro y Don Gilberto en la inauguración de la Red de
Huertas. Fuente: Los autores
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Estos ejemplos ilustran la diversidad de personas que se
encuentran en un espacio biodiverso como son la huertas,
transformándolo en una convivencia socio diversa, se han
podido reconocer que algunas de las personas de la red han
sido víctimas del desplazamiento forzoso, así como perso-
nas desmovilizadas de diferentes grupos armados ilegales
pero que por temas de reserva y seguridad esta información
no se revela de forma abierta.
Si bien muchos de los miembros de las huertas se cono-
cían entre sí como actores de los barrios, realmente no se
tenía un espacio para dialogar, conversar y compartir ex-
periencias, conocimientos y trabajo, es por esto que el pro-
ceso de conformación de la red se desarrolló en el marco
de varias mingas de trabajo (tabla 1) abordando diferentes
temas (manejo de suelos, biodiversidad, manejo de semi-
llas, salud de la huerta, nutrición, entre otras) de acuerdo
a la potencialidad de cada una de las huertas, cada una
acompañada con preparación de algún alimento; paralelo
a las mingas se establece una proceso de formación social y
político en torno a lo que significa la soberanía alimentaria.
Actividad Fecha Lugar Intencionalidad
Primera MINGA 15 de octubre de 2014 Huerta Raíces del campo Manejo del suelo y compostaje. Contó
con la participación de 18 personas.
Segunda MINGA 29 de octubre de 2014 Huerta FUNDESAT Importancia de la Biodiversidad en
la huerta y siembra, contó con la
participación de 50 personas.
Tercera MINGA 19 de noviembre de 2014 Huerta Vigías Ambientales Manejo de semillas y de semilleros.
Cuarta MINGA 10 de diciembre de 2014 Huerta el Espino Manejo de coberturas en la huerta,
para mantener protegida la tierra, con
diferente tipo de vegetación, plantas
se contó con la participación de 20
personas.
Quinta MINGA 03 de diciembre de 2014 Huerta la Estancia Salud de la huerta, manejo de
enfermedades e importancia de las
cosechas de agua. Se contó con la
participación de 15 personas.
Sexta MINGA 10 de diciembre de 20014 Huerta Casa Grande Alimentación saludable con la huerta
en la que se preparan otras formas de
comer los productos de la huerta, en
batidos y ensaladas para su óptimo
aprovechamiento
Participación de la Red de Huertas
de Altos de la Estancia en el primer
encuentro de Agroecología Bogotá
Región
12 de noviembre de 2014 JBB 10 personas de la red de huertas de
altos de la estancia participaron del
primer encuentro de agroecología
Bogotá región asistiendo a las
diferentes conferencia y conversatorios
y mostrando el proceso y sus productos
en la carpa el día de intercambio.
Tabla 1. MINGAS de trabajo realizadas durante el proceso de conformación de la red. Fuente: los autores.
[ 79 ]
La Red de Huertas de Altos de la Estancia está con-
formada a la fecha por 10 huertas, de los cuales 5 fueron
gestionados y construidos por la comunidad, algunos en
asocio con amigos o vecinos y otros de manera individual,
dos de estas con una presencia en el territorio de más de
6 años, las 5 huertas restantes fueron construidas con el
apoyo del Jardín Botánico de Bogotá, pero siempre con la
participación activa de personas de los barrios aledaños a
las que se encuentra cada huerta.
La red se convierte en el punto de encuentro entre estas
realidades ya que el movimiento social incluye tanto aspec-
tos dinámicos de localidades cercanas como lejanas (Rela-
ción Altos de la Estancia – Ciudad Bolívar – Bogotá Región),
universales (procesos de exportación e inserción global). Al
mismo tiempo las redes globales y locales también son una
y son múltiples, en este sentido Santos (1996) logra explicar
que las nociones de desarrollo regional y desarrollo local se
dan por las aglomeraciones de empresarios en torno a fines
y medios, pero también a afinidades culturales, políticas y
económicas, si esperamos lograr una iniciativa encamina-
da hacia el desarrollo sustentable es necesario estudiar las
redes ya formadas, las interacciones local-global, empresa-
rio-cluster, ciudad-región.
En otro orden de ideas, la red es contextualmente un pro-
ceso de autogestión. Este proceso está constituido por otros,
como la auto-organización, el autodiagnóstico y la autoeva-
luación, lineamientos que se empiezan a observar en la ge-
neración de la red, dada la necesidad de apropiación de los
actores por parte de la misma, un ejemplo de ello se da en la
actividad de intercambio desarrollada en octubre de 2014,
en las capacitaciones constantes, y en las ventas de marco
local para cubrir la necesidad de soberanía alimentaria. Para
la creación y consolidación de una red es de vital importan-
cia que los actores sociales que la forman sean conscientes
de que son ellos quienes organizan la dinámica de funciona-
miento de la red, así ellos deciden sobre qué se va a trabajar
y por qué, y son ellos quienes autoevalúan los resultados de
los mismos procesos que han gestado y desarrollado, como
se observa en las fotos. Así la red goza de autonomía, no de-
pende directamente de ninguna institución, se convierte en
un proceso de gestión popular, que desarrolla su forma de
organización, diagnóstico y evaluación, aunque hoy también
se mantiene el acompañamiento institucional.
Actualmente la Red de Huertas de Altos de la Estancia
se ha constituido en un proceso autónomo y auto sostenible
en el que los miembros lideran su propio plan de trabajo, el
cual incluye venta de sus producto a algunos almacenes de
la zona, la creación de su logo así como la existencia de la
misma en diferentes redes sociales7, el nombramiento de
líderes por huerta y representación de la red en diferentes
espacios como lo son la Mesa de Altos de la Estancia, la
escuela de liderazgo que asiste a diferentes colegios, y ta-
lleres a colegios y a la comunidad en el manejo de huertas.
Foto 5. Reunión inicial conformación Red de Huertas
Fuente: Jardín Botánico de Bogotá
Figura 5. Logo red de Huer tas Comunitarias de Altos de la Estancia,
construido por sus miembros. Fuente: Miembros de la Red de Huertas.
7 Faceb ook:htt ps ://www.fac ebook .co m/pages/Re d- de -Huer ta s-Al-
tos-de-la- Esta ncia/850487125023252?fref=t s
Youtube: https://ww w.youtube.com/watch?v=VBeS8KRpeU8
04. Resiliencia y organización comunitaria: el caso de la red de huertas en los Altos de la Estancia, en la localidad de Ciudad Bolívar en Bogotá. Diana Paola Vargas H.- Juan Carlos Ruiz U.
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DOSSIER Ciudad Paz-ando, Bogotá. Jul / Dic 2015. Vol 8.2
Relaciones hibridas y dialogo de
conocimientos
Desde la perspectiva de Wynne (2004), la interacción
entre los expertos o instituciones expertas se dan en un
marco, primordialmente, cultural. Las respuestas cultura-
les de la comunidad a los expertos son fundamentalmente
a una forma particular de intervención, esto es, como unas
manifestaciones que incorporan modelos normativos par-
ticulares de la naturaleza humana de sus propósitos y de
sus relaciones (el caso de los sistemas de gestión del terri-
torio), este aspecto genera que las personas, las comunida-
des construyan sus relaciones de confianza, desconfianza,
credibilidad, etc., en la ciencia y la tecnología, haciendo uso
de un complejo entramado de valores sociales, culturales,
políticos, económicos, etc., aspecto develado en el estudio
de Asif, Searcy, Zutshi, & Fisscher de 2013. En el caso del
estudio en cuestión se observa por aspectos frente a cues-
tionarse qué se considera como comida sana o la forma de
desarrollar Agricultura Urbana en un espacio con múlti-
ples vulnerabilidades como las expuestas en apartados an-
teriores, en las que se vuelve primordial el trabajo solidario
de la comunidad en conjunto con diversas instituciones y
actores privados como afirma Ruiz-Urquijo (2013), lo que
impulsa un desarrollo económico propio basado en el inter-
cambio y la solidaridad junto con diversos actores sociales.
Centrarse en las partes interesadas implica ejemplificar
la riqueza y complejidad de los procesos de negociación
e interacción entre los públicos de la ciencia y los científi-
cos en determinados contextos. Estos estudios cuestionan
abiertamente la idea de que los procesos de interacción en-
tre las instituciones expertas y los públicos o ciudadanos se
den en una suerte de vacío socio-cultural, en el que el mun-
do no experto es concebido como un mundo epistemológi-
camente vacío (Wynne, 2004). El contexto socio-cultural en
el que se enmarcan los procesos de interacción de la ciencia
con sus públicos (Nowotny, 2007), juegan un papel determi-
nante en el proceso de construcción social del riesgo y de la
experticia dada en este caso desde los sistemas de gestión
de la mitigación de lo no deseado.
Además revelan como los públicos de la ciencia operan
haciendo uso de una compleja lógica, una lógica multidimen-
sional en la que se integran diferentes elementos, cognitivos,
morales, culturales, sociales, etc., como lo muestra (Mckech-
nie, 1996) y que se devela en nuestro estudio de caso en las
que las interpretaciones locales de la experticia y la autori-
dad científica se basan en un fluido proceso de identificación
y negociación que se define, en gran parte, con arreglo a
las normas y valores operantes en el escenario o contexto
cultural. Así los saberes de los talleristas e instituciones de
expertos es juzgada o evaluada, por la comunidad, no con
arreglo exclusivo a criterios científicos, como se tendería a
creer, sino en términos de la integridad y la competencia, que
dicho experto demuestra en su vida cotidiana.
Este aspecto logra demostrar la relevancia de las eva-
luaciones morales que las personas realizan a los expertos
e instituciones científicas, en el proceso de construcción
social del riesgo y la experticia. La autoridad y respeto que
le son otorgadas al experto dependen, en gran medida, de
que la presentación de sí mismo sea consistente con los
valores locales, aspecto que debe emularse de forma cri-
tica a los sistemas de gestión integrada vista desde Ma-
raghini (2010), abriendo un campo de investigación sobre
su percepción cultural y legitimidad social. La comunidad
de Altos de la Estancia determinó de forma participante y
constante el saber construido y ahora socializado de forma
propia en el espacio, ayudando a los que (Santos, 1996) de-
termina como construcción política del espacio, la razón y
el territorio.
La gestión eficaz de los riesgos para aumentar
la resiliencia
A partir de contextualizar la estructura de riesgos den-
tro de la estructura comunitaria es importante observar la
capacidad de las organizaciones para contener este riesgo
generado por las estructuras o problemas ambientales, así
en el contexto de la gestión de riesgos, se requiere ciertas
capacidades institucionales para permitir una gama de op-
ciones de gestión de riesgos que debe perseguirse en forma
que se reconozca la capacidad de recuperación como un
proceso que es específico contexto inherentemente (Wil-
ches-Chaux, 1993).
A partir del caso se observa como la estructura de ries-
gos dentro de la estructura organizacional, es importante
observar la capacidad de las organizaciones para contener
[ 81 ]
este riesgo generado por las estructuras o problemas so-
cio-ambientales, así en el contexto de la gestión de riesgos,
se requiere ciertas capacidades institucionales para permi-
tir una gama de opciones de gestión de riesgos que debe
perseguirse en forma que se reconozca la capacidad de re-
cuperación como un proceso que es específico, contextual
inherentemente (Mckechnie, 1996).
La capacidad de las organizaciones para implementar
acciones de manera efectiva, la economía política de in-
vertir en una opción sobre otra, los recursos disponibles y
la medida en que hay una aceptación cultural; en este sen-
tido en muchos ámbitos de la política, la idea de eliminar el
riesgo por completo no es realista, por lo que muchos de los
sistemas tendrá que perseguir todas las opciones de forma
simultánea, aunque no en el equilibrio. En este sentido la re-
siliencia es un concepto integrador que permite a múltiples
riesgos, impactos y tensiones y sus impactos en los eco-
sistemas y las personas vulnerables a ser considerados en
conjunto en el contexto de la programación de desarrollo.
La resiliencia también destaca conductores lentos de cam-
bio que influyen en los sistemas y la posibilidad de que los
procesos no-linealidad y transformación. Se centra la aten-
ción en una serie de reformas institucionales, comunitarios
e individuales capacidades y en particular en el aprendizaje,
la innovación y la adaptación, aspectos anteriores obser-
vados en el proceso aún reciente en la comunidad de Al-
tos de la Estancia, la resiliencia y el fortalecimiento puede
asociarse con ventanas de oportunidades para el cambio, a
menudo abrir después de una perturbación, como sucede
en nuestro caso, dado que el proceso de deslizamiento de
1999 hizo visible un sector vulnerable y la misma comuni-
dad a través de la mesa técnica propicio por la intervención
(controlada) de los actores institucionales.
Es importante ver como se pasa de un proceso individual
hacia una generación de dialogo y estructura organizacio-
nal comunitaria a partir de un eje común: la alimentación;
dado que son pocas las organizaciones que se encuentran
en el territorio, la mayoría de las personas se dedican a
sus labores cotidianas y no participan de los eventos o en-
cuentros del polígono, actualmente y en los últimos 5 años
se ha formado un grupo que ha adquirido reconocimiento
local (nota de El Espectador) y que ha gestionado mucha
de la inversión para el parque y los barrios aledaños, esta se
denomina la mesa Técnica de Altos de la Estancia, la cual
en cabeza de presidentes de juntas y líderes del sector han
logrado sentar a las instituciones de esta la administración
de la Alcaldía de Gustavo Petro para que se realizara un plan
integral de trabajo para la zona.
Esta mesa al igual que todos los procesos comunita-
rios no está lejos de las críticas de la misma comunidad,
que se queja de ser excluyentes o de dedicarse a buscar
contratos para sus sectores, sea así o no el logro para que
los dineros del distrito tengan una cuenta importante allí
es de reconocer.
Foto 6. Integrantes de la Meda de Altos de Estancia recibiendo pre-
mio a mejor experiencia de Control Social en Bogotá.
Tomado de: http://www.elespectador.com/noticias/bogota/agen-
tes-de-cambio-articulo-392346
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Foto 7. Vigías Ambientales en labores de bioingeniería en uno de los
taludes del parque. Fuente: Los autores
Del proceso anterior surge un grupo de personas que
consiguieron ser contratados por las entidades del distrito
llamado Vigías ambientales, que son de la comunidad, quie-
nes trabajan en labores operativas de limpieza del sector y
de educación ambiental. Este grupo ha generado apropia-
ción por el sector y capacitación en temas de riesgo para
apoyar las acciones de mitigación que se realizan en el mis-
mo polígono, hoy son parte de la Red de Huertas y compar-
ten su conocimiento con las otras organizaciones de la Red.
Sin embargo, la resiliencia es un concepto difícil de me-
dir y aplicar a diferentes contextos de explotación, lo que
significa otros encuadres y conceptos vinculados pueden
ser las vías más fecundas en el que trabajan con “resilien-
cia”. En la sociología del riesgo y la incertidumbre de una
serie de acontecimientos se hacen responsables de estos
cambios en la comprensión de la sociedad, la gestión y la
comunicación del riesgo y la incertidumbre. El cambio fun-
damental hacia una sociedad moderna reflexiva se carac-
teriza por una nueva visión del mundo de la iluminación
indicada por un cambio de creencias en el destino y el dios
de la creencia en una gestión racional del mundo (Lampis
& Rubiano, 2012). En Altos de la Estancia este cambio es
material, se palpa, el mejor ejemplo son las fotos 8 y 9 en
donde en menos de seis meses, el espacio se transformó,
pero no solo ecológicamente, sino también bajo una nueva
estructura social desde la apropiación de lo colectivo, de
lo solidario.
Los más recientes cambios hacia el “riesgo” se han ex-
plicado por una “crisis” o un cambio significativo dentro de
la modernización (Beck 1996) desde una critica a la cre-
ciente preferencia por los valores individualistas y un cam-
bio en el gobierno de las sociedades hacia estructuras más
autónomas e independientes.
[ 83 ]
Reflexiones finales
Existe amplia evidencia de una relevancia cada vez ma-
yor del marco de riesgo para la regulación de las sociedades
y existe cierto apoyo a otras hipótesis, como que los nuevos
riesgos o un dominio cada vez mayor de los valores indi-
vidualistas impactarían significativamente en la forma en
que hablamos y pensamos acerca de nuestras vidas. Este
todavía no es un análisis sistemático, lo que podría basar
supuestos comunes sobre el análisis empírico sistemático.
Todavía hay una necesidad de un análisis más detallado
para una mejor comprensión de las diferencias específicas
culturales, históricas de la zona y de los cambios en el co-
nocimiento y manejo de riesgo. Altos de la Estancia es un
laboratorio en acción que permite ver como la comunidad
deja de lado diferencias para gestionar su territorio y su
futuro como comunidad.
La agricultura urbana se convierte en una forma de em-
prendimiento comunitario para el desarrollo social que surge
desde iniciativas propias en conjunción con espacios institu-
cionales, el potencial de este proceso se replica como forma
de repensar procesos políticos y territoriales en el sector, los
cuales pueden replicarse en contextos urbanos, el caso ana-
lizado no debe verse como un espacio aislado, sino como un
ejemplo piloto de transformación de realidades.
La resiliencia como teoría de análisis social ha permiti-
do observar que existen capacidades de recuperación en el
corto plazo hacia la mejora del nivel de presente de bien-
estar, pero así mismo el fenómeno de la Red de Huertas
traduce el ejercicio hacia capacidades de transformación
en el largo plazo hacia la mejora del bienestar presente y
futuro de la comunidad.
La apropiación de los espacios requiere de diversidad
de actores, ya sea institucionales y locales, el dialogo entre
los mismos permite un intercambio de saberes para que
el concepto social pueda ser develado, este aspecto per-
mite reconciliación hacia fines comunes, dejar de lado la
estructura individual permite el avance de la sociedad ha-
cia caminos, complicados, pero no imposibles de lograr, es
importante resaltar como un ejercicio articulado y de pro-
pósitos comunes entre la comunidad impulsora y empode-
rada de estos procesos junto con programas de apropiación
social como el de Renaturalización del JBB permiten que
este proceso sea una realidad en construcción permanente.
Foto 8. Inicio de trabajos en la Huerta Matriz del polígono en el
sector de Tres Reyes. Fuente: los autores
Foto 9. La Huerta Matriz del polígono después del proceso.
Fuente: miembros FUNDESAT – Barrio Pinto
04. Resiliencia y organización comunitaria: el caso de la red de huertas en los Altos de la Estancia, en la localidad de Ciudad Bolívar en Bogotá. Diana Paola Vargas H.- Juan Carlos Ruiz U.
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DOSSIER Ciudad Paz-ando, Bogotá. Jul / Dic 2015. Vol 8.2
En el marco del posconflicto, ejemplos como el de Altos
de la Estancia y la Red de Huertas posibilitan que el dialo-
go sea un camino hacia los fines comunes sociales. Aunque
los procesos no son sencillos, la sociedad colombiana puede
ser resiliente, en la medida que puede aprender de lo cami-
nado, y adaptarse observando las necesidades sociales; un
ejemplo es la unión de la comunidad reseñada aquí ante los
procesos alimentarios y de agricultura urbana como medio
para empoderar sus procesos sociales, los cuales inician con
elementos de soberanía y seguridad alimentaria, de cons-
trucciones culturales y de tejer redes, cono todo lo que ello
implica, pero no se logra con un efecto simplemente asisten-
cialista del gobierno, sino con apropiación y reflexividad de
la comunidad en la construcción de territorio, así la solución
a los conflictos requiere tanto de las instituciones, y de la
participación activa-reflexiva de las comunidades.
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