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“AFECTACIONES DE LA CULTURA SOBRE LA TOMA DE DECISIONES DEL
MICROEMPRESARIO FAMILIAR.”
Karina Michelle Lazcano Alvarez
1
Resumen
En el presente documento se abordará la influencia de la cultura del
microempresario mexicano a partir de tres aspectos: familia, escuela e iglesia, por lo
cual, se presenta una revisión bibliográfica con estudios empresariales y sociológicos
para esbozar como actúan en la toma de decisiones, pues la empresa se convierte
comúnmente en una extensión de la persona, las determinaciones deberán considerar
diferentes factores en beneficio de la mayoría, o bien, con las menores afectaciones
posibles en la generación de valor empresarial. El balance y acuerdo familiar, la
experiencia y aplicabilidad escolar, así como propósito y ética conducidos por la iglesia
afectan positiva o negativamente en el empresario, según sea su experiencia.
Abstract
In this paper the influence of the culture of the Mexican microentrepreneurs from
three aspects will be addressed: family, school and church, therefore, a literature review
with business and sociological studies are presented to outline how they act in decision-
making, as the company is commonly becomes an extension of the person,
determinations should consider several factors in favor of the majority, or, with the least
possible effects on generating business value. The balance and family agreement,
experience and school applicability and purpose and ethics led by the church positively
or negatively affect the employer, depending on their experience.
1
Karina Michelle Lazcano Alvarez. Doctorante en Ciencias Administrativas por la Universidad Autónoma
de Baja California (UABC); Maestra en Administración de Negocios con concentración en Alta Dirección
y Licenciada en Administración de Mercadotecnia, ambas cursadas en CETYS Universidad. Apegada al
lineamiento de investigación en Desarrollo y gestión de estrategias y competitividad empresarial,
Docente de educación superior en Mexicali, B.C., México.
Palabras clave: Microempresas, agentes socializadores, toma de decisiones.
Introducción
El entorno en el que actualmente se desarrollan las empresas es altamente
cambiante y competitivo, lo cual exige al empresario claridad y liderazgo en sus
decisiones para potencializar la diferenciación requerida y aprovechar las
oportunidades, indican Leyva, López y Nuño (2014), el dinamismo es entonces un
elemento clave para mantener el aprecio del cliente y generar una ventaja competitiva,
por ello el presente estudio descansa principalmente en la escuela de Capacidades
Dinámicas del pensamiento de dirección estratégica (Teece, Pisano y Shuen, 1997),
pero se considera también la escuela Cultural y de Pensamiento emprendedor de
Mintzberg, Ahustrand y Lambel (1999). Para Castillo (2014), uno de los problemas en
las PYMES es la ausencia de organización para tomar decisiones, las cuales suelen
ser unilaterales y sin la información necesaria; además deben tomarse en cuenta varias
alternativas evaluando ventajas y limitaciones. Decidir es hacer que las cosas sucedan
en lugar de que ocurran como una casualidad, requiere tomar en cuenta las
necesidades, motivaciones y valores de las personas, así como las posibles
consecuencias.
Es imperativo entonces entender los orígenes y/o motivantes de nuestras
decisiones, para lo cual se hecha un vistazo a los primeros contactos que tiene una
persona desde su nacimiento, pues desde ese momento comienza el aprendizaje de la
cultura, la cual es definida por la UNESCO (1982) como un conjunto de rasgos,
derechos, valores y creencias que caracterizan a un grupo social, además de las artes,
valores, tradiciones y reflexiones sobre sí mismo. Sociocultura, por otro lado, es
definido por Vargas (2007) como un sistema de premisas que norman las relaciones,
jerarquizan las relaciones interpersonales e interacción de individuos en sociedad,
familia, instituciones religiosas y gubernamentales. A partir de ello, en la búsqueda de
las diversas maneras en las que la cultura es aprendida y diseminada, se encontró que
los transmisores de cultura son denominados agentes socializadores, y aquellos con
mayor influencia en el comportamiento humano y la toma de decisiones son la Familia,
la Escuela y la Iglesia, según diversos autores, entre ellos, Naughton y Cornwall (2010).
El problema de investigación a tratar es cuanta influencia tiene la cultura a través
de agentes socializadores en la forma en la que el microempresario toma decisiones, y
como puede reflejarse en una gestión deslucida y/o una estrategia no indicada debido
a decisiones tomadas de manera emocional por presiones de índole social. El objetivo
general de investigación es el determinar cómo influyen los tres agentes socializadores
(escuela, iglesia y familia), sobre la toma de decisiones del microempresario, por ende,
este documento pretende exponer brevemente aspectos de la cultura y la empresa, y
las características de los tres agentes socializadores. El principal hallazgo de esta
revisión bibliográfica consiste en una primera aproximación a las variables familia,
escuela e iglesia y sus ítems correspondientes.
Desarrollo
Cultura y empresa
Vargas (2007) explica que "El factor cultural de cualquier grupo humano es un
elemento que puede ser manejable para transformar sus condiciones materiales” y que
“no hay buena o mala (cultura), solo funcional o disfuncional”. Por su parte, Maraña
(2010) revela cómo a partir de la década del 70 comienza a estudiarse la relación entre
factores culturales en procesos de desarrollo; la cultura se crea constantemente a partir
de que la persona se cuestiona, adapta y redefine sus valores y prácticas ante el
intercambio de ideas. Vargas cita el Informe sobre Desarrollo Humano para afirmar que
los países no sólo deben dedicarse al crecimiento económico y prestación de servicios
de salud y educación, sino permitir la expresión cultural plena para que las personas y
comunidades se desarrollen, y a partir de ahí, construir sociedades inclusivas y
diversas si quieren lograr cumplir con los objetivos de Desarrollo del Milenio.
Rocha (1999) menciona al economista Andrea Saba, el cual explica que el
excluir los rasgos culturales de los estudios económicos para explicar un fenómeno de
desarrollo es un error gravísimo, aunque ello implique dificultad en el modelado con
este tipo de variables. Es de suponerse que las evoluciones técnicas, financieras y
organizativas se desarrollan paralelamente a evoluciones culturales, siendo favorecido
o retardado por la idiosincrasia; la ética calvinista por ejemplo considerando una
orientación racional del uso de recursos y esfuerzos hacia la maximización de
ganancias y reinversión para un capitalismo saludable, o a Montesquieu diciendo que
las mezclas de vicios y virtudes pueden ser acertadas. Otro ejemplo de cultura y
desarrollo más actual es la economía japonesa, donde la lealtad y paternalismo son
fuerzas motoras del sistema, y el directivo no delega todo a instituciones como el
estado, la religión o la familia.
Velázquez (2006) explica que la sociabilidad depende mucho de la región en la
que se esté dentro del país, pero hay rasgos principales a analizar, como el
conformismo en diversos grados ante normas sociales, la condescendencia ante una
petición (donde la clave es la tolerancia fomentada en la familia), la obediencia, que en
México es fuerte y puede incluso limitar la creatividad, un ejemplo de ello es el caso de
operarios en una empresa, donde es preferible que reflexionen el por qué de sus
acciones para encaminar a la conducta deseada; la desindividualización para evitar
responsabilidades directas que a su vez disminuye la calidad y competitividad; y la
autoestima (que incluye el amor, conocimientos, felicidad, etc.) donde la administración
mexicana de la micro y pequeña empresa son primitivas. La necesidad de logro o
respuesta favorable, otro rasgo donde el empleado mexicano es altamente sensible y
puede generarse bajas en la productividad; la agresividad que bien encaminada puede
ser también la fuerza necesaria para innovar y liderear.
Vargas (2007) cita a Béjar sosteniendo que la cultura nacional "no incluye a
todos los mexicanos ni a todas las aspiraciones y formas de vida"; y ésta está
conformada por influencia de otras culturas nacionales, adicional a esto, explica un
México plural y multicultural, pues puede observarse la modernidad, lo urbano, el
pasado y lo rural. Apoya a la vez las tesis de Fuyukama, Weber y Zabludowsky que
sustentan que "las causas de nuestro subdesarrollo económico pueden explicarse por
las diferencias entre una tradición combativa" proveniente del protestantismo
anglosajón y de una “tradición contemplativa” del catolicismo ibérico; aunque
recordemos que la cultura es un estereotipo que analiza toda una comunidad, no a
cada integrante.
Agentes socializadores
Para este documento se hizo revisión de agentes socializadores que diversos
sociólogos explican, contribuyen al proceso de socialización como transmisores de la
cultura, coincidiendo con Dawson, citado por Naughton y Cornwall (2010) en que los
principales son: familia, escuela e iglesia; donde la familia es la célula fundamental de
la sociedad a donde esta vaya, la sociedad va; la religión es el corazón que le da
sentido y continuidad a todo lo que hacemos, y la educación tiene la capacidad de
dirigir el desarrollo de la persona.
Familia
La influencia de la familia en Latinoamérica es muy fuerte, diversos estudios
explican la dinámica de las relaciones familiares dentro de la empresa, procesos de
sucesión y toma de decisiones, en los cuales continuamente se observa que el
entrepreneur se ve forzado a tomar acciones que reconocen no son las mejores para la
empresa, con tal de cumplir con la familia y apoyarla. El Instituto Nacional de
Estadística y Geografía, o INEGI (2015) establece que la familia promedio está
conformada por 4.1 integrantes, lo cual es relevante pues en diversas teorías
transculturales explican cómo se desenvuelve una persona conforme el tamaño de la
familia, en el caso de que ésta sea por ejemplo reducida, tiende a ser más individualista
que una persona que creció en una familia más extensa y todos velan por un interés
común. Las dinámicas familiares también han cambiado, en parejas conyugales donde
ambos participan en el mercado laboral, los varones dedican entre trabajo remunerado
y doméstico 55.8hrs. semanales, mientras que la mujer le dedica 75.6hrs, pues la mujer
ha incursionado en diferentes esferas, pero sigue intacta la responsabilidad del hogar,
éstas prácticas pudieran llegar a ser en un momento insostenibles para el equilibrio de
la vida familiar y laboral (INEGI, 2015).
Diferentes autores (Poza, McConaughy, Belausteguigoitia, etc.) enumeran las
características de una empresa para que ésta sea familiar, resumiendo las definiciones
encontramos principales similitudes: algún porcentaje de control en la empresa, visión
declarada de operar por generaciones y gran influencia familiar estratégica en la
administración (ya sea activamente en la dirección o pasivamente en consejo).
Las ventajas de una empresa familiar según Ginebra (1999) radican
principalmente en tener una meta en común, buena actitud, dedicación y estabilidad,
desde el punto de vista de Flores (2013), lo son la responsabilidad, dedicación, lealtad,
rápida toma de decisiones, etc.; además afirma que mientras que en la empresa la
finalidad es la riqueza, en la familia lo es la felicidad, complementario a esto, Vargas
(2007) dice que “Las culturas confucianas y judaicas fundamentan el desarrollo de sus
procesos de sociabilización en el ‘familismo’ que debilita sus formas de organización,
pero contrarrestan este efecto con la fuerza que derivan de su educación y trabajo”, y
se observa una comparativa entre México y las aldeas italianas, con una familia
nuclear, pequeña y débil, los empresarios consideran obligación del Estado proveer
empleos y los negocios familiares seguían siendo marginales; otros estudios de
comparativa en el desempeño organizacional (Peña y Mendoza, 2012) muestran el
caso de Chile (con similitudes a México), observándose un mejor desempeño en
empresas no familiares debido a un proteccionismo gubernamental diferente al
observado en Estados Unidos y Japón. En las empresas familiares se presentan
desventajas como la rigidez basada en la experiencia, conflictos emocionales de
protección y lealtad a la familia versus el rendimiento, resultados empresariales y
finalmente, el liderazgo y su legitimidad (Flores, 2013).
Existen otros modelos de funcionamiento familiar como el circumplejo de Olson
(2000) en base a cohesión, adaptabilidad y comunicación (figura 1), Olson argumenta
que la importancia radica en el acuerdo o desacuerdo de los miembros de la familia,
donde habrá diferencias culturales a considerar, y según lo grupos étnicos (hispanos,
sureste asiático) o religión (amish, mormones), la familia no es necesariamente
disfuncional a pesar de sus comportamientos extremos. Cualquier cambio en
comportamiento o expectativas en los miembros causará insatisfacción si el resto de
los miembros no está de acuerdo con ellos (adaptabilidad), el vínculo afectivo
denominado Cohesión dependerá del tiempo, espacios, amistades, intereses,
decisiones, etc., y ésta permitirá la adaptación gracias a la Comunicación (dependiente
de la empatía y escucha reflexiva, claridad y respecto).
Figura 1. Modelo circumplejo de Olson
Fuente: Elaboración y traducción propia a partir de Olson (2000).
Soto (2013) realiza un compendio de estudios familiares en el cual documenta
otros autores (entre ellos Avendaño) que hablan de la relación del poder, experiencia y
cultura de la familia para el posible desarrollo de una ventaja competitiva; las prácticas
administrativas dependerán en mucho del modelo de empresa familiar. El modelo que
presenta Hernández (2007) cruza los círculos propiedad-familia-empresa-conocimiento
(figura 2), explicando la recurrente baja innovación bajo una misma estructura
organizacional y la dependencia del desempeño sumamente informal en toma de
decisiones, procesos y sistemas de comunicación y control debido a las relaciones
personales y la comunicación verbal (tabla 1). Inclusive existen herramientas para
evaluar el rendimiento del negocio familiar como ‘Familial Index’ en base a su
porcentaje de propiedad, participación y cultura (influencia de la familia, similitud de
valores ante acciones, lealtad y esfuerzo familiar, apoyo a las decisiones, etc.)
(Avendaño, Kelly, Trevinyo-Rodríguez y Madero, 2009), junto a la escala F-PEC para
examinar la satisfacción del CEO en el rendimiento financiero en relación a la influencia
familiar, esta última no es un predictor sólido de satisfacción financiera, sin embargo
proporciona Factores Clave para el Éxito Familiar a considerar, los cuales son: plan de
negocios, procedimientos administrativos y operativos, sucesión, mezcla de intereses
familiares, claridad jerárquica y autoritaria, resistencia al cambio, método de solución
de conflictos, reglas de integración y evaluación a miembros de la familia.
Figura 2. Competencias esenciales para el éxito de la PYME familiar
Fuente: Réplica a partir de Fernández, L. (2007).
Tabla 1. Explicación en resumen al modelo de competencias esenciales para el éxito
PYME familiar.
Área 1
Miembros de la familia con conocimiento implícito.
Área 2
Propietarios no familiares con conocimiento implícito.
Área 3
Empleados sin formación profesional pero con conocimiento tácito.
Área 4
Participación capital y miembros de la familia con actividad laboral fuera del negocio y
conocimiento implícito por experiencia.
Área 5
Propietarios no familiares laborando con conocimiento implícito
Área 6
Familiares trabajando con conocimiento implícito y explícito.
Área 7
Familiaridad con propiedad y participación en operación y dirección del negocio, con
conocimiento implícito y explícito. Se considera optimo por el fuerte compromiso a
mejorar procesos que garanticen el éxito.
Área 8
Propietarios con conocimiento explícito cuya intervención es solo mediante juntas
Accionistas.
Área 9
Propietarios familiares con conocimiento explícito cuya intervención es mediante
diálogos, juntas de Accionistas y de Consejo familiar. Su nivel de influencia es mayor.
Área 10
Propietarios minoritarios de gran confianza y lealtad con responsabilidad laboral y
conocimiento implícito fundamental para la competitividad.
Área 11
Familia sin opción o por decisión a participación en estructura accionaria que tienen
conocimiento explícito.
Área 12
Empleados profesionalizados y con experiencia, candidatos a propietarios.
Área 13
Personas con conocimiento explícito. Pueden ser clientes, proveedores, personal
jubilado, consultores).
Fuente: elaboración propia a partir de Hernández, L. (2007).
El concepto de “familiaridad dinámica” es introducido por Barahona y Cruz
(2014) al aplicar la teoría de capacidades dinámicas a una empresa familiar y explica la
toma de decisiones basada en control familiar, identificación familia-empresa, vínculos
sociales, apego emocional y sucesión dinástica. El estudio muestra que el rendimiento
financiero puede subordinarse a objetivos emocionales y que el éxito de la estrategia
dependerá de las relaciones entre familia y administradores, donde se generarán
políticas y dinámicas propias.
Escuela
El mundo de hoy es cada vez más competido y ahora la mayoría de los
empresarios tienen estudios universitarios que les permiten afrontar mejor los cambios,
afirma Lambing (1998). En la definición clásica del conocimiento se mezclaban
verdades con creencias, hoy por hoy se sabe que el adquirir conocimientos implica
diversos proceso cognitivos como la comunicación, conceptualización, percepción,
motivación, razonamiento, emociones, etc. y aunque aun es necesario cotejar
estadísticas e indicadores educativos de la Secretaría de Educación Pública (SEP) con
otros parámetros internacionales, la educación formal tiene un peso enorme, tal como
lo explica Velázquez (2006), “los jóvenes necesitan una formación integral que ayude a
tomar decisiones en el trabajo”; a los planes y programas de estudio, o la formación y
actualización del magisterio, se necesita introducir conceptos como modernización y
globalización teniendo en cuenta la cultura, explica Latapí (1998).
Drucker (1992) coincide con que el conocimiento es un recurso primario pero
solo productivo cuando se integra a una actividad, ya que la sociedad del conocimiento
es también una sociedad de organizaciones cuyo propósito de cada organización es
integrar el conocimiento a una acción común. Kasuga (2014) habla de cómo en México
no se invierte en educación formativa, para tener empresarios íntegros y líderes
consistentes; insistiendo en que “el tiempo debe invertirse, no desperdiciarse”, es por
ello que no hay más empresarios mexicanos.
Revisando también estrategias recomendadas por el Monitor Global de la
Actividad Emprendedora o GEM (2011), por su acrónimo anglosajón de Global
Entrepreneurship Monitor, para mejorar el marco emprendedor en México, llama la
atención que habla de implementar en toda la currícula de educación básica cursos
obligatorios que promuevan la creatividad y el espíritu emprendedor en las nuevas
generaciones para potenciar su independencia, así como capacitar al cuerpo docente
en éstos temas e implementar ferias anuales en escuelas públicas estatales. Según la
OCDE (2014), México tiene sólo el 53% de jóvenes de 15 a 19 años matriculados en
educación, y 30% en jóvenes de más de 20años; hay un abandono prematuro y un
gran riesgo de desvinculación entre la educación y el mercado laboral.
Selene (2005) explica que los valores e ideas se encuentran dentro de la amplia
gama de contextos a considerar para llevar a cabo acciones educativas que garanticen
el desarrollo de facultades intelectuales, afectivas y sociales, que a su vez deberán ser
de significatividad en el desarrollo profesional. León, Carrillo, Bustamante y Figueroa
(2012) explican que en un entorno cada vez más competitivo la organización necesita
tener en claro su misión, objetivos y recursos, además de conocer su mercado, cliente,
competencia, fortalezas y debilidades para no dejar ir las oportunidades. El capital
intelectual y la innovación es un indicador clave en la estrategia corporativa.
Etikin (2003) afirma “los directivos no solo requieren capacitación profesional,
sino también estar preparados mentalmente para un ambiente contradictorio y
cambiante” que puede reflejarse en la incertidumbre por no imaginar escenarios
futuros.
Iglesia
Primeramente es necesario diferenciar el concepto de iglesia y religión, es base
a la Real Academia Española y Gerardo (2007), Iglesia es referente a la estructura
jerárquica, una congregación de fieles que siguen los ritos de la institución creada por
el hombre, y por lo tanto, con fallos; Religión es en cambio, el conjunto de creencias
divinas y normas morales para la conducta y prácticas rituales, el mensaje religioso
referente al amor universal. En base a ello, y diversos autores como Naughton y
Cornwall que estipulan la iglesia como institución y agente socializador, este apartado
recibe el nombre de Iglesia.
Hatchman (2013) indica que la formación religiosa es efectiva para regular
comportamientos y actitudes; la religiosidad de los padres es el principal determinante
para la religiosidad de una persona y en segundo lugar, la escuela, pues suele ser un
lugar donde se enseñan valores, especialmente aquellas donde se enseña religión y
una vida espiritual. Naughton y Cornwall (2010) explican la actual desconexión entre el
propósito de la empresa y una visión espiritual, para crear bienes y servicios para
necesidades genuinas, distribuir la riqueza generada entre aquellos que contribuyeron,
apoyar el desarrollo del trabajador y crear una comunidad trabajadora y plural.
Vargas (2007) referencia a Zou y sus tres tipos de sociedades, donde concluye
que son las condiciones culturales las que apoyan o limitan la estrategia de desarrollo
económico más que las condiciones geoeconómicas (espacios en tiempo, territorio y
política): 1) Confucionistas: centrados en la modernidad y tecnología y con un fuerte
desarrollo económico. 2) Protestantes: de ética judeo-cristiana han experimentado el
crecimiento económico y concentrado riqueza. 3) Católicos: Capitalistas acumuladores
de riqueza sin grandes avances en desarrollo económico.
En el estudio realizado por Fernando y Jackson (2006) a líderes empresariales
de Sir Lanka, los entrevistados asociaron la toma de decisiones a su espiritualidad,
pues el líder es un ejemplo moral; aunque para el caso mexicano, según De la Torre y
Gutiérrez (2007), no puede afirmarse una relación causal en el cambio religioso y el
desarrollo urbano, la tradición y el progreso no están opuestos. Se observa un contexto
abrumadoramente católico, en especial en regios del centro y occidente de México,
mientras que en el sur, seguidos de estados fronterizos del norte, son más proclives a
la diversificación religiosa.
Anderson, Drakopoulou-Dodd y Scott (2000) argumentan que factores culturales
como legitimación y organización social son estructuras y procesos sociales que
legitimarán una empresa. Un ambiente generoso es aquel que apoya las élites socio-
políticas, la multiculturalidad y el gobierno, los cuales proveen un soporte a la formación
del emprendedor al exponer la posibilidad de iniciar un negocio y la movilidad social
ascendente que ofrece, reducir barreras y mostrar una recompensa social a aquellos
que viven los valores empresariales.
Emami y Nazari (2012) afirman que para ciertas cuestiones, especialmente
aquellas que requieran esfuerzo, los emprendedores muestran estándares éticos más
estrictos. Es de considerar que en ocasiones las evaluaciones no van con la visión
empresarial a largo plazo, y las recompensas no responden a cuestiones éticas
deseadas. Castillo y Angulo (2010) plantean el ejercer una actividad económica por
vocación y siempre haciendo buen uso de la riqueza, buscando trascender y respetar al
cliente.
En México se aprecia el catolicismo fuertemente, especialmente en centro y
occidente del país; en zonas sur y norte son más proclives a la diversificación (Figura
3), lo cual es parcialmente explicado por las migraciones indígenas. Tomando como
media el catolicismo, se observan minorías orientalistas ubicadas en clases altas, en
cuanto a los mormones presentan mejor posición económica y educativa en relación a
la media, los testigos de Jehová por otro lado, están ligeramente por debajo de la
media económica nacional (De la Torre y Gutiérrez, 2007).
Figura 3. Mapa de población porcentual católica por municipio.
Fuente: De la Torre y Gutiérrez (2007)
Conclusiones
Las conductas y relaciones humanas se transmiten a la empresa, generando o
no valor empresarial, la herramienta CANVAS para la generación de valor del Modelo
Nacional para MiPYMES competitivas propuesta por la oficina del Premio Nacional de
Calidad o PNC (2014) explica que la generación de valor pudiera reflejarse en la
imagen corporativa y del producto, valores empresariales, actitud ante los retos y
oportunidades, formas de organización, contribución social, innovación de producto y
orientación al mercado y alianzas, entre otros, la revisión bibliográfica permite visualizar
afectaciones en la competitividad debido a la toma de decisiones.
La familia es entonces en base a diferentes autores (INEGI, 2012; Vargas, 2007;
Peña y Mendoza, 2012), la célula que dirige a la sociedad, es protección y fuente de
refugio o tensión emocional; la extensión de los miembros y el acercamiento entre
familiares propicia o no la comunicación entre los mismos, dependiendo también del
tiempo compartido, el tipo de crianza y la adecuación o aceptación a cualquier cambio
en ello para lograr un balance fortalecerá o no jerarquías y la predisposición para
escuchar consejos familiares y mantenerlos cerca durante el desempeño empresarial,
especialmente en los primeras etapas de la empresa, es común que el empresario se
encuentre desorientado y recurra por rapidez, confianza o algún otro factor al consejo
familiar, sobre todo si los familiares presentan experiencias previas que sirvan de
apoyo. Se concluye de Olson (2000), Vargas (2007) Naughton y Cornwall (2010) que la
familia es el agente socializador donde se aprende mayormente la actitud ante los retos
y las oportunidades, pues aunque se nace con una carga genética que predispone
ciertos temperamentos, la forma de evaluación y organización es también aprendida
desde edades tempranas, aunque no por ello imposible de modificar a edades adultas
si por convicción la persona decide modificarlas.
Es común la influencia y/o modificación de una decisión profesional, donde el
empresario toma acciones que incluso conscientemente reconoce no son las mejores
para el bien de la empresa. Quizá el entendimiento y acuerdo de todos los miembros
sobre un mismo concepto y objetivo empresarial, sería entonces lo ideal para evitar
resistencias a roles, profesionalización, sucesión y jerarquías, entre otros conflictos
normales en empresas familiares al mezclar intereses personales con empresariales,
pues se produce fácilmente una tensión emocional en el área de trabajo, impactando
entonces el clima organizacional, y con ello incluso la competitividad debido a las
decisiones tomadas por consideraciones familiares; las insatisfacciones pueden tener
un costo alto, como explican Barahona y Cruz (2014).
Se dice que la educación tiene la capacidad de dirigir el desarrollo de la persona
(Naughton y Cornwall, 2010), el conocimiento es base para la percepción,
razonamiento y comunicación, entre otros, se requiere sea formativa e integral para
generar empresarios líderes e independientes (Kasuga, 2014), conforme lo expuesto
por Drucker (1992), Selene (2005), León, Carrillo, Bustamante y Figueroa (2012), los
empresarios deben saber comunicar adecuadamente a sus empleados las actividades
a realizar y la razón de ellas para su rápida aceptación; el capital intelectual es clave
para la estrategia e innovación lo cual exige conocer el mercado no solo por
percepción, sino haciendo uso de información pertinente y accesible en diferentes
cámaras y medios de comunicación por ejemplo, el mantenerse actualizado en el uso y
beneficios de tecnologías que además de bajar costos proporcionan información e
inclusive un medio de venta a escala global. El impulso que la escuela como institución
pueda proporcionar durante la formación del alumnado para emprender y/o trabajar de
manera eficaz será relevante para que persona en cuestión se adapte rápidamente y
su curva de aprendizaje no sea prolongada, evitando así algunos desencantos que
pueden inclusive terminar con una empresa en funcionamiento al no haberse adaptado
a cambios que el mercado requería; la información es clave para decisiones
funcionales y menos emocionales, al apoyarse en conocimientos y datos el empresario
logrará mayor seguridad, con la capacidad de justificar certeramente su decisión si así
lo requiriese, sin duda la escuela aporta herramientas para tomar una decisión.
De acuerdo a Naughton y Cornwall (2010) la religión da sentido y continuidad a
las acciones. Tomando como fundamentos afirmaciones de Vargas (2007), Anderson,
Drakopoulou-Dodd y Scott (2000) y Emami y Nazari (2012), se explica la importancia
de la contribución a la sociedad que pueda hacer la persona por medio de la empresa,
mucho de ello dependerá a su vez de la religión a la que pertenezcan y el reflejo de su
compromiso en la asistencia a su templo, el avocarse a reglas con un comportamiento
y actitud éticos que resulten en un producto o servicio de precio y calidad adecuados a
las necesidades del consumidor, pues a estándares éticos más altos, corresponden
esfuerzos más estrictos aunque ello suponga una recompensa no tan inmediata,
inclusive sacrificar margen de ganancia. Parte del acercamiento religioso corresponde
a las vivencias de la persona, esto incluye el propósito que tiene la empresa para la
persona, y el recibir enseñanzas de manera formal (clases de valores y catecismo) y no
formal (consejos personales o a feligreses en general). La iglesia entonces,
independientemente de la religión que se profese, da la pauta al empresario de tener
productos cuya calidad corresponda al precio de venta, la responsabilidad con los
tenedores de información y el medio ambiente, la confianza en las personas para
apoyarse y asociarse, entre otros.
Se presenta en la tabla 2 una primera aproximación de las variables a estudiar
para cada agente socializador correspondiente.
Tabla 2. Dimensiones y variables de estudio.
Familia
Tamaño y nivel de cercanía con la familia, respeto y/o obediencia a jerarquías, antecedentes
familiares de emprendedurismo y su historia, familiares trabajando dentro de la empresa y
su desempeño, respaldo ante decisiones propias, confianza en terceros para crear alianzas,
etc.
Escuela
Nivel escolar del empresario, los padres, uso de información de mercado, aplicabilidad de
conocimientos, uso de tecnologías, entrenamientos y capacitaciones, comunicación con los
empleados, empleo del FODA, impulso a emprendimiento durante la etapa escolar,
confianza en terceros para crear alianzas, etc.
Iglesia
Religión, respeto a otras creencias o libertad de acción, días religiosos (no oficiales)
otorgados y si el personal obtiene compromisos relacionados por la empresa, empatía o
consideraciones a personas menos afortunadas, con el personal y el medio ambiente, así
como su propósito empresarial, etc.
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