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Primer Consenso Argenno de Cáncer de Páncreas:
Recomendaciones para el diagnósco, estadicación, tratamiento y paliación
First Argenne Consensus on Pancreac Cancer: Recommendaons for diagnosis, staging, treatment
and palliaon
Comité de Oncología de
la Asociación Argenna
de Cirugía
1. Hospital Italiano de
Buenos Aires.
2. Hospital General
de Agudos Dr. Cosme
Argerich.
3. Hospital Italiano de
San Justo.
4. Instuto de Oncología
Ángel Roo.
E-mail: Hugo Zanda-
lazini: hugohugoz@
yahoo.es
Marn de Sanbañes:
marn.desanbanes@
hospitalitaliano.org.ar
Rev Argent Cirug 2016;108(4):213-220
Consenso
Marn de Sanbañes1, Carlos Ocampo2, Oscar Mazza1, Juan Álvarez Rodríguez2, Marn Palavecino3, Facundo Alon-
so2, Sung Ho Hyon1, Pablo Sánchez4, Hugo Zandalazini2
Recibido el
15 de sepembre de
2016
Aceptado el
18 de octubre de 2016
213
Consenso organizado por el Comité de Cirugía Oncológica de la Asociación Argenna de Cirugía 2016 el 2 de
sepembre de 2016.
Directores: Hugo Saldalazini y Marn de Sanbañes
Diagnósco y estadicación: Coordinador: Carlos Ocampo. Secretario: Facundo Alonso. Integrantes: Jorge
Fuente, Sandra Basso, Mariano Volpacchio, Juan C. Espina (h), Shigeru Kosyma, Sonia Traverso, Paul Lada,
Carlos Canullan, Carolina Tine, Daniel Mahuad, Augusto Villaverde, Sandra Canseco, Eduardo Mullen
Tratamiento: Coordinador: Oscar Mazza. Secretario: Marn Palavecino. Integrantes: Gustavo Kohan, Pablo
Capitanich, Mario Acosta Pimentel, Federico Esteso, Alejandro Faerberg, Federico Díaz, José M. Lasri, Lucio
Uranga.
Paliación: Coordinador: Juan Álvarez Rodríguez. Secretario: Sung Ho Hyon. Integrantes: Carina Sequeira,
Francisco Suárez Anzorena, José Herrera, Pablo Cura, Xavier Taype Zamboni, Carlos Macías, Cecilia Clusellas
de Fiallo, Lorena Alvarenga, Ana Adur, Juan P. Córdoba, Pedro A. Pérez Giménez
INTEGRANTES
Introducción
El adenocarcinoma de páncreas (CP) es uno de los tumores sólidos más agresivos
y representa la 3a causa de muerte por cáncer en países occidentales; en contraposición a
otros tumores malignos, su incidencia connúa en aumento1. En la Argenna, el Ministerio
de Salud publicó un atlas de mortalidad por cáncer para el período 2007-2011, que eviden-
ció una tasa de mortalidad estandarizada por CP de 7,8 y 5,7 muertes cada 100.000 habi-
tantes en hombres y mujeres, respecvamente, no observándose cambios en las tendencias
por trienios (1997-2001, 2002-2006, 2007-2011)2. En el 15-20% de los pacientes con CP, la
cirugía es posible al momento del diagnósco y representa la forma de tratamiento que
ofrece los mejores resultados de supervivencia a largo plazo. Cuando se combina con qui-
mioterapia adyuvante, la supervivencia a 5 años alcanza tasas de 20 a 25%. El manejo inte-
gral del CP ha cambiado en los úlmos años, gracias a una mejor comprensión de la biología
tumoral, el perfeccionamiento quirúrgico, el desarrollo del arsenal terapéuco oncológico,
así como también de métodos de diagnósco y tratamiento mínimamente invasivos. Todos
estos aspectos buscan una mirada integradora e interdisciplinaria para obtener los mejores
resultados. Hasta la fecha no existen guías en el ámbito nacional para el abordaje de tales
pacientes.
El objevo de este Consenso es presentar las recomendaciones respecto del diag-
nósco, tratamiento y paliación para aquellos profesionales del ámbito de la salud que de-
ban tratar pacientes afectados con CP.
Metodología
La selección de los integrantes de cada mesa de discusión estuvo a cargo de los
miembros del Comité de Cirugía Oncológica de la Asociación Argenna de Cirugía (Año
2016) y se basó fundamentalmente en la experiencia clínica y el reconocimiento acadé-
mico en el territorio nacional. Finalmente, el panel quedó constuido por 43 expertos (ci-
rujanos, gastroenterólogos, endoscopistas, radiólogos, anatomopatólogos, radioterapeu-
tas, especialistas en cuidados paliavos, nutricionistas
y oncólogos). La conferencia de consenso tuvo como
Directores Generales a Marn de Sanbañes y Hugo
Zandalazini y quedó dividida en 3 mesas integradoras
de trabajo: 1. Diagnósco y estadicación (Coordi-
nador: Carlos Ocampo, secretario: Facundo Alonso);
2. Tratamiento (Coordinador: Oscar Mazza, secretario:
Marn Palavecino); 3. Paliación (Coordinador: Juan Ál-
varez Rodríguez, secretario: Sung Ho Hyon). La agenda
de cada mesa de discusión giró en torno a una serie
de preguntas relevantes sobre disntos aspectos que
fueron previamente formulados a la reunión. Estas
preguntas se seleccionaron tras incluir la opinión y las
sugerencias de los diferentes miembros del panel de
expertos sobre una propuesta inicial realizada por los
directores y coordinadores de la conferencia. Por úl-
mo, las respuestas a las preguntas que dieron los pa-
nelistas de cada mesa quedaron registradas en un bo-
rrador y luego fueron presentadas oralmente por cada
secretario de mesa para el resto de los parcipantes,
dando origen de esta manera a las recomendaciones de
este Consenso sobre CP.
Diagnósco y estadicación
Denición de paciente de alto riesgo para el desarrollo
de CP
El cáncer de páncreas se desarrolla de 3 for-
mas: esporádica, que abarca alrededor del 90% de
los pacientes, familiar y asociado a síndromes de cán-
cer hereditario, que representan el 3% de los pacien-
tes3. Aproximadamente 5 a 10% de los pacientes con
CP enen una historia familiar de la enfermedad4. En
algunos, el CP puede desarrollarse como parte de un
síndrome de predisposición a cáncer bien denido con
alteraciones genécas en la línea germinal. El riesgo de
desarrollar CP en familias con 4 o más afectados es 57
veces superior respecto de aquellos pacientes sin ante-
cedentes familiares5. En un análisis único de la base de
datos de la población de Utah se encontró un aumento
signicavo del riesgo de cáncer de páncreas en los dos
primeros grados (Riesgo relavo = 1,84) y de segundo
grado (= 1,59)6. Las mutaciones de la línea germinal de
genes de reparación del ADN tales como BRCA2 esta-
rían relacionadas con esta situación7 y con el BRCA18.
Otros factores de riesgo genéco son el síndrome de
Peutz-Jeghers, la poliposis adenomatosa familiar, el sín-
drome de Lynch y la pancreas hereditaria9.
Estrategias para la detección temprana en paciente de
alto riesgo
El riesgo de desarrollo de CP aumenta con la
edad: es poco frecuente en los menores de 18 años y
más del 97% de los casos ocurre en individuos mayores
de 45 años10. Recomendamos el estudio temprano para
aquella población de riesgo, a parr de los 35 años con
estudios de imágenes transversales o ecoendoscopia o
combinación de ambas.
Importancia de la diabetes de reciente comienzo
Se recomienda la profundización de la bús-
queda de CP en pacientes con diabetes de reciente
comienzo, sin antecedentes familiares y sin factores de
riesgo metabólicos.
Un estudio informó que aquellos sujetos con
diagnósco reciente de diabetes mellitus mayores de
50 años eran 8 veces más propensos que la población
general para que se les diagnoscara PC, dentro de los
3 años de cumplimiento de criterios para diabetes me-
llitus11.
Ulidad de los marcadores tumorales serológicos en
el screening
Existe un gran interés por descubrir biomarca-
dores séricos para la detección del CP. Hasta la fecha, el
biomarcador de uso clínico generalizado es el angeno
carbohidrato 19-9 (CA 19-9). Sin embargo, su ulidad
como método de screening (tamizaje) es limitada debi-
do a su baja sensibilidad y especicidad12.
Hallazgos radiológicos en pacientes asintomácos, in-
dicadores de cáncer pancreáco temprano
Los signos radiológicos que pueden orientar al
diagnósco de un CP en su forma temprana son: dila-
tación segmentaria del conducto pancreáco principal
sin causa aparente, dilatación del conducto pancreáco
principal > 5 mm y la presencia de imágenes quíscas.
Métodos y estrategias ulizadas para el diagnósco y
la estadicación
Se recomienda la ulización de tomograa
computarizada mulpista (TC) de abdomen y pelvis con
protocolo pancreáco. El uso de esta técnica facilita la
evaluación del tumor y su relación con estructuras vas-
culares, así como también la detección de metástasis
intraabdominales13. La TC está disponible en casi todas
las instuciones y se ha converdo en una forma rápida
y relavamente barata de diagnósco con una sensibi-
lidad y especicidad del 63-82% y 92-100%, respecva-
mente14.
La resonancia magnéca (RM) ene una sen-
sibilidad equivalente a la TC para detectar y estadicar
el CP14, pero suele ulizarse preferentemente la TC, ya
que puede ofrecer una mayor facilidad de interpreta-
ción y existe una mayor experiencia con esta modalidad
de imagen. Es por ello que recomendamos la ulización
de la RM para la caracterización de imágenes poco de-
nidas en la TC o en pacientes con sospecha de secunda-
rismo hepáco.
M de Sanbañes y cols. Primer Consenso Argenno de Cáncer de Páncreas. Rev Argent Cirug 2016;108(4):213-220214
Hallazgos radiológicos en la TC o RM
En la TC, el CP se observa como una lesión hi-
podensa/isodensa focal, que puede estar asociada o no
a signos indirectos tales como dilatación de la vía biliar,
dilatación del conducto pancreáco principal, o tener
afectación vascular concomitante. En la RM, el tumor
se advierte como una lesión hipointensa en T1 con su-
presión grasa e isointensa o levemente hiperintensa en
T2. Por lo general se observa restricción en las secuen-
cias de difusión.
Ulidad de la ecoendoscopia
La ecoendoscopia es un método diagnósco
que ha ganado importancia en el úlmo empo. Sin
embargo, representa un método invasivo y es depen-
diente del operador. Por ello, no se recomienda su uso
sistemáco en pacientes con lesiones pancreácas ca-
racteríscas evidenciadas en TC o RM14. Su indicación
estaría reservada para aquellas situaciones de duda
diagnósca o como primer método de conrmación
histopatológica.
Ulidad del PET (18-FDG)
No se recomienda el uso runario de PET en el
diagnósco y la estadicación inicial del CP. Su uso de-
bería reservarse para pacientes localmente resecables
con sospecha de enfermedad a distancia y tendría un
papel en lesiones dudosas en los estudios por imágenes
convencionales.
Ulidad de la laparoscopia en la estadicación
Se recomienda la ulización sistemáca de la
laparoscopia estadicadora en los tumores de cuer-
po y cola de páncreas. Su empleo en tumores de ca-
beza de páncreas debería reservarse para aquellos
pacientes con sospecha de enfermedad avanzada
(CA19-9 >100 U/mL, tumores > 3 cm, tumores
borderline)15. Ante la evidencia de nódulos con sos-
pecha de malignidad a nivel peritoneal o hepáco, se
recomienda la biopsia con congelación intraoperatoria
para conrmar el diagnósco.
Tratamiento
Denición de resecabilidad
Seguimos las recomendaciones del Grupo de
Estudio Internacional de Cirugía de Páncreas (ISGPS),
que acepta los criterios denidos por la Naonal Com-
prehensive Cancer Network de 2013 (NCCN)16. Estas
deniciones incluyen:
•Resecable: alta probabilidad de realizar una resección
con márgenes negativos (R0). Sin evidencia de metás-
tasis, ni compromiso de la vena mesentérica superior
(VMS) o vena porta (VP) y con un plano graso bien de-
finido sobre el tronco celíaco (TC), la arteria hepática
(AH) y la arteria mesentérica superior (AMS).
•Borderline: no es posible definir una resección con
margen R0 ni existe evidencia de metástasis. Compro-
miso de la VP o VMS por distorsión o estrechamiento.
También por oclusión, pero con vaso proximal y distal
que permita la correcta resección y reconstrucción
vascular. Compromiso de la arteria gastroduodenal
hasta la AH sin extensión al TC. Contacto del tumor
con la AMS que no excede los 1800 de la circunferen-
cia de la pared del vaso.
•Irresecable: imposibilidad de obtener margen R0. Me-
tástasis a distancia. Compromiso de la VMS o VP que
impide una reconstrucción vascular. Compromiso de
la AMS que excede los 1800 de la circunferencia de la
pared del vaso. Compromiso del TC o de la vena cava
inferior (VCI).
Biopsia preoperatoria
Cuando el tumor es resecable y la sospecha
de CP es elevada, no es imprescindible la conrmación
anatomopatológica, dado que una citología negava
no constuye garana de benignidad. La necesidad de
conrmación histológica se plantea ante el paciente
que tenga indicación de neoadyuvancia preoperatoria
o por presentar un tumor irresecable. También puede
surgir la indicación ante duda diagnósca. Tal es el caso
de la pancreas autoinmunitaria o por sospecha de
linfoma. Es recomendable discur estas situaciones en
ateneo muldisciplinario y consensuar la indicación de
biopsia17.
Resección estándar vs. extendida
El panel adopta la clasicación propuesta por
la ISGPS para este po de deniciones18:
•Duodenopancreatectomía estándar: resección de la
cabeza del páncreas y el proceso uncinado, el duode-
no y la primera sección del yeyuno, la vesícula biliar y
vía biliar, linfadenectomía; puede incluir el píloro o el
antro gástrico o ambos, así como también elementos
del mesocolon transverso, excluyendo vasculatura re-
levante.
•Pancreatectomía distal estándar: cuerpo o cola de
páncreas o ambos, bazo (incluidos vasos esplénicos),
linfadenectomía, a veces fascia de Gerota, así como
también elementos del mesocolon transverso, exclu-
yendo vasculatura relevante.
•Pancreatectomía total estándar: cabeza, cuello, cuer-
po y cola de páncreas, el duodeno y la primera sección
del yeyuno, la vesícula biliar y vía biliar, linfadenecto-
mía; puede incluir el píloro o el antro gástrico o ambos,
el bazo (incluidos los vasos esplénicos), a veces fascia
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de Gerota, así como también elementos del meso-
colon transverso, excluyendo vasculatura relevante.
Las pancreatectomías extendidas incluyen
aquellas resecciones de órganos adyacentes o estruc-
turas vasculares durante una pancreatectomía, y re-
presentan una opción para lograr la resección comple-
ta con márgenes adecuados en tumores localmente
avanzados. Para facilitar la comparación de estudios,
una pancreatectomía parcial que necesita ser exten-
dida hacia la izquierda o la derecha por causa de un
margen positivo en la congelación intraoperatoria no
debería ser llamada “pancreatectomía extendida”. Los
análisis de aquellos pacientes con resecciones arteria-
les, así como también con resección de lesiones he-
páticas, deberían ser aclarados y discriminados por la
variabilidad del estatus oncológico.
•Duodenopancreatectomía extendida: incluye la re-
sección estándar sumada a la de alguna de las siguien-
tes estructuras: más allá del antro o tercio medio del
estómago; colon o mesocolon o ambos, con sus es-
tructuras vasculares pertinentes al colon transverso
(ileocólica, cólica derecha o vasos cólicos medios);
intestino delgado más allá del primer segmento yeyu-
nal; VP, VMS o vena mesentérica inferior o las tres;
AH, TC y/o AMS; VCI, glándula suprarrenal derecha,
riñón derecho y/o su vasculatura, hígado, crura o dia-
fragma o ambos.
•Pancreatectomía distal extendida: incluye la resec-
ción estándar sumada a la de alguna de las siguientes
estructuras: cualquier tipo de resección gástrica; co-
lon o estructuras relevantes del mesocolon transverso
(vasos cólicos medios o izquierdos) o ambos; intestino
delgado, VP, VMS y/o vena mesentérica inferior; AH,
TC y/o AMS; VCI, glándula suprarrenal izquierda, riñón
izquierdo y/o su vasculatura, crura o diafragma o am-
bos; hígado.
•Pancreatectomía total extendida: incluye la resección
estándar sumada a la de alguna de las siguientes es-
tructuras: más allá del antro o tercio medio del estó-
mago; colon o mesocolon o ambos, con sus estructuras
vasculares pertinentes al colon transverso (ileocólica,
cólica derecha, vasos cólicos medios e izquierdos); in-
testino delgado más allá del primer segmento yeyu-
nal; VP, VMS o vena mesentérica inferior o las tres;
AH, TC y/o AMS; VCI, glándula suprarrenal, riñón y/o
su vasculatura, hígado, crura o diafragma o ambos.
Duodenopancreatectomía cefálica con preservación
de píloro o sin ella
A la fecha existen 8 trabajos prospecvos con-
trolados aleatorizados que incluyen a 512 pacientes y
comparan ambas técnicas. De acuerdo con una recien-
te revisión sistemáca de Cochrane no hay diferencias
signicavas en la mortalidad, la morbilidad y la super-
vivencia entre ambas técnicas quirúrgicas. Sin embar-
go, algunas medidas de los resultados perioperatorios
favorecen signicavamente el procedimiento de con-
servación de píloro19. El panel de expertos recomienda
que, de no ser por necesidad, la resección o no del pílo-
ro dependerá de la experiencia de cada cirujano.
Papel de la laparoscopia en la cirugía resecva
El abordaje laparoscópico no está contraindi-
cado en el tratamiento quirúrgico del CP. Sin embargo,
estas cirugías deben realizarse solo en centros de alto
volumen de cirugía laparoscópica y pancreáca.
Linfadenectomía y margen quirúrgico intraoperatorio
El sistema más comúnmente aceptado para
el estudio ganglionar pancreáco es el propuesto por
la Sociedad Japonesa de Páncreas21. De acuerdo con
este sistema, los ganglios linfácos peripancreácos
se pueden dividir en tres grupos (1o, 2o, 3er orden) y
los ganglios linfácos regionales se subdividen en al-
gunas posiciones, como el ligamento hepatoduodenal
(grupo 12 a, b, c, h, p). Hay dos aspectos que son im-
portantes de destacar y que están relacionados con el
pronósco oncológico: por un lado, el número total de
ganglios afectados y, por otro, el número de ganglios
afectados en relación con el número total de ganglios
exrpados. Se acepta un número mínimo requerido de
10-12 ganglios linfácos en la pieza de resección para
hacer una declaración válida22. Este aspecto puede ser
discudo para las resecciones distales.
La linfadenectomía estándar para una duode-
nopancreatectomía cefálica debe esforzarse por rese-
car las estaciones: 5, 6, 8a, 12b1, 12b2, 12c, 13a, 13b,
14a, 14b, 17a, y 17b. El ganglio correspondiente al gru-
po 8a ene factor pronósco y debería estudiarse por
separado. Para el CP que compromete el cuerpo y la
cola del páncreas deberían incluirse las estaciones 10,
11, y 18 como estándar. No está indicada la realización
sistemáca de linfadenectomías extendidas23.
Por otra parte es importante realizar congela-
ción de margen pancreáco de resección, independien-
temente del po de cirugía realizada.
Tumor resecable
Hasta la fecha los pacientes con CP resecable
deben ser somedos a resección quirúrgica seguida de
terapia adyuvante. La neoadyuvancia en este po de
pacientes debe realizarse, por ahora, solo en el marco
de protocolos de invesgación clínica24.
Drenaje biliar preoperatorio
El paciente con CP cefálico se presenta mu-
chas veces con ictericia y esta puede aumentar el riesgo
de complicaciones durante el posoperatorio. La indica-
ción de drenaje preoperatorio no tendría discusión en
la ictericia severa, la colangis o en aquellos pacientes
que deban iniciar tratamiento neoadyuvante. Un re-
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ciente estudio prospecvo, mulcéntrico, controlado
y aleatorizado demostró que la cirugía temprana, para
pacientes con bilirrubina de 2,3 a 14,6 mg/dL, no au-
mentó el riesgo de complicaciones, en comparación
con la estrategia de drenaje biliar preoperatorio, segui-
da de cirugía25. Para valores de bilirrubina que exceden
los mencionados anteriormente, no existe evidencia
suciente con miras a determinar una conducta. El pa-
nel recomienda que, en estos casos, la experiencia del
grupo muldisciplinario decida en función del estado
clínico del paciente, el nivel de coagulación, la presen-
cia de colangis o la disponibilidad de quirófano para
programar la cirugía.
Tratamiento adyuvante
La quimioterapia adyuvante posoperatoria ha
demostrado sus benecios en las úlmas dos décadas,
en grandes estudios aleatorizados, y representa el es-
tándar de tratamiento para todos los pacientes que se
consideran resecables al momento del diagnósco26,27.
El papel de la radioterapia es discudo y tendría indica-
ción en la resección con margen posivo.
Tumor borderline resecable
Por el contrario, la estrategia terapéuca
para este po de pacientes connúa siendo movo
de controversia23. La estrategia de cirugía de inicio vs.
neoadyuvancia debería ser contestada a través de un
protocolo prospecvo aleatorizado que compare am-
bos tratamientos con un análisis de intención para
tratar. El panel recomienda que estos casos sean discu-
dos en ateneo muldisciplinario y decididos uno por
uno. Las resecciones extendidas se juscan siempre y
cuando sea posible un margen R0 de resección.
Compromiso vascular
Hoy en día, la resección vascular venosa ha ga-
nado una amplia aceptación, con resultados similares a
los de una resección estándar28. Es importante estable-
cer ante todo la posibilidad técnica de reconstrucción
vascular, evaluando los cabos proximales y distales tan-
to de la VMS como de la VP. En contraste, el compromiso
arterial, sobre todo del TC o de la AMS, son sinónimos
de una biología tumoral agresiva que contraindicaría la
cirugía. Sin embargo, la afectación de la arteria hepá-
ca propia o derecha podría ser pasible de resección y
reconstrucción en casos seleccionados de pacientes29.
Tumor localmente irresecable
Estos pacientes deben recibir tratamiento
denivo oncológico basado principalmente en qui-
mioterapia (sin esquema denido)30. La ulización de
radioterapia se deberá evaluar en el contexto del grupo
muldisciplinario.
Enfermedad sistémica
Estos pacientes deberían recibir tratamiento
sistémico paliavo. La decisión de no realizar ningún tra-
tamiento oncológico deberá ser evaluada en el contexto
general del paciente en consenso con el grupo tratante.
Dónde operarse
Aquí desempeñan un papel importante los
centros de referencia que tengan la posibilidad de un
abordaje interdisciplinario de la enfermedad oncológi-
ca del páncreas.
Tratamiento paliavo
Denición de paliación
La paliación ene como objevo prevenir, ali-
viar y tratar todos los trastornos orgánicos, psicológicos
y espirituales asociados con una enfermedad oncológi-
ca sin posibilidades de tratamiento curavo. Incluye al
paciente y su entorno social.
¿Qué pacientes irresecables deben ser somedos a
tratamiento paliavo?
Todos los pacientes con enfermedad oncológi-
ca avanzada deben ser puestos en contacto con el equi-
po de cuidados paliavos.
¿Qué se debe paliar?
Todos los trastornos orgánicos, psicológicos
y espirituales que afecten al paciente en cuesón.
Entre estos podemos citar: dolor; ictericia,colestasis,
colangis; náuseas y vómitos; obstrucción digesva,
anorexia, desnutrición; trastornos psicológicos; pruri-
to; trastornos sociales y socioeconómicos; ascis y acci-
dentes tromboembólicos31.
¿Cómo se debe evaluar la paliación en sus disntos
aspectos?
Además de evaluar objevamente la mejoría
de los síntomas y signos que se paliaron, se debería in-
cluir una evaluación de la calidad de vida, para poder
contemplar todos los aspectos (psicológicos, espiritua-
les) del tratamiento paliavo.
¿Uliza algún po de evaluación de calidad de vida
para analizar los resultados?
Esta evaluación puede realizarse mediante un instru-
mento (encuestas) o no.
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¿Quiénes deben tratar a los pacientes en la etapa pa-
liava?
Todas las especialidades involucradas en la
atención del paciente.
Paliación endoscópica
¿Cuándo indicaría la paliación endoscópica de la obs-
trucción biliar?
Ante la presencia de ictericia, colangis, pruri-
to con dilatación de la vía biliar extrahepáca. También
para aquellos pacientes con indicación de tratamiento
quimioterápico con nes paliavos, con el n de des-
cender los niveles de bilirrubina a valores aceptables
para dar inicio al tratamiento32.
¿Qué elemento endoscópico se debería ulizar: stents
(endoprótesis) pláscos o metálicos? Criterios de se-
lección
La elección del po de stent depende de la
supervivencia esperada para el paciente. Cuando es
mayor de 3-4 meses (tumor < o = 3 cm), sería reco-
mendable ulizar un stent metálico autoexpansible,
mientras que los stents pláscos estarían indicados
para aquellos pacientes con expectavas de vida < 3
meses33.
Si emplea stents metálicos, ¿cuál preere y por qué?
¿Realiza dilatación al colocarlo?
No existen evidencias para recomendar
prótesis cubierta vs. no recubierta. Sin embargo, el
stent no recubierto presenta menor índice de
migración, puede colocarse en pacientes con
vesícula biliar in situ y ene menor índice de over-
growth34. No se recomienda la dilatación previa a la
colocación.
Farmacoterapia periendoscópica
Se recomienda el empleo de anbióco como
prolaxis, con la administración de indometacina en
supositorio de 100 mg, 30 minutos antes del procedi-
miento. El panel desaconseja el empleo de ácido urso-
desoxicólico.
Paliación percutánea
¿Cuándo indicaría una paliación percutánea de la ic-
tericia?
El abordaje percutáneo estaría indicado ante
la falla o imposibilidad del tratamiento endoscópico.
¿Qué acceso percutáneo preere: ¿derecho o izquierdo?
No existe una recomendación categórica para
el po de abordaje, y estaría relacionado principalmen-
te con la experiencia y los recursos disponibles.
¿Se jusca el drenaje bilateral del hígado? ¿Cuándo?
El drenaje de ambos conductos hepácos
principales estaría indicado ante la obstrucción a nivel
del carrefour hepáco.
Si no logra internalizar el catéter al duodeno, ¿qué
conducta adopta? ¿Deja un drenaje externo deni-
vo? ¿Intenta un rendez-vous endoscópico? ¿Hace una
derivación biliodigesva quirúrgica?
La conducta dependerá de la supervivencia es-
perada del paciente. En caso de supervivencia < 3 me-
ses estaría indicado dejar el drenaje externo denivo.
En caso de una expectava de vida > 3 meses, el panel
recomienda una derivación biliodigesva quirúrgica
o, si el equipo tratante cuenta con experiencia, reali-
zar la colocación de un stent biliodigesvo guiado bajo
ecoendoscopia35.
¿Qué po de stent percutáneo recomienda?
Metálico, no recubierto, autoexpansible. Pre-
ferentemente colocado en la primera sesión.
Farmacoterapia durante la sesión percutánea
Se recomienda el empleo de anbióco como
prolaxis. El panel no recomienda el uso de AINE en
este abordaje, mientras que el empleo de ácido urso-
desoxicólico es discuble.
Estado actual e indicaciones de la ablación por radio-
frecuencia endoluminal, la braquiterapia y los stents
liberadores de fármacos
No existe una recomendación categórica has-
ta el momento, ya que no hay evidencia cienca su-
ciente que acredite su ulización.
Rescate del paciente con recidiva de la ictericia luego
de la paliación endoscópica o percutánea. ¿Cuándo y
cómo?
Estaría indicada conforme al performance
status del paciente y su expectava de vida. Si la expec-
tava es < 3 meses, se recomienda el uso de stent plás-
co, mientras que si supera los 3 meses, stent metálico.
El abordaje percutáneo uliza los mismos criterios que
la forma endoscópica.
M de Sanbañes y cols. Primer Consenso Argenno de Cáncer de Páncreas. Rev Argent Cirug 2016;108(4):213-220218
Cuando coexisten la obstrucción biliar y la duodenal,
¿qué po de paliación preere?
El panel sugiere la paliación endoscópica. Sin
embargo, no descarta el empleo de técnicas de deriva-
ción biliodigesvas convencionales o laparoscópicas. La
estrategia debería decidirse en función de la expecta-
va de vida y en comité muldisciplinario.
Tratamiento del dolor
El CP se asocia frecuentemente con dolor in-
tenso, que requiere el uso de diferente po de anal-
gésicos desde AINE hasta opioides o una combinación
de ambos. Ante el tratamiento insasfactorio podría
indicarse la neurólisis de los nervios esplácnicos guiada
mediante tomograa o ecoendoscopia36.
¿En qué casos indicaría la paliación quirúrgica?
La paliación quirúrgica estaría indicada ante el
fracaso de la vía endoscópica o percutánea o de ambas.
¿Qué conducta se recomienda frente a un paciente
que va a la operación con criterio de resección y en
el acto operatorio se demuestra que es irresecable o
ene metástasis?
Si el tumor es localmente irresecable, el panel
recomienda realizar una doble derivación biliodiges-
va. Si existe enfermedad sistémica, idealmente se reco-
mienda el tratamiento mininvasivo.
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