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Resumen
La Alianza del Pacíco se instituyó como
una propuesta de integración profunda entre
Chile, Colombia, México y Perú. La pregunta
que se plantea en este trabajo es ¿cuál de los
enfoques del regionalismo en América Latina
es el más idóneo para caracterizar teóricamente
la iniciativa de la Alianza del Pacíco? En este
sentido, se exponen los conceptos de regio-
nalismo abierto y regionalismo estratégico
para caracterizar esta iniciativa, y se resaltan
sus límites a partir de evidencia empírica. El
trabajo concluye que los conceptos de regio-
nalismo que dan mayor énfasis a las dinámicas
comerciales no son sucientes para compren-
der el funcionamiento y desempeño actual de
la Alianza del Pacíco, por lo que se introduce
un enfoque analítico complementario, el cual
responde a dinámicas globales de largo plazo.
Palabras clave: Alianza del Pacíco, re-
gionalismo, comercio exterior, América Latina.
The Pacific Alliance:
a new sample of regionalism
in Latin America
AbstRAct
e Pacic Alliance was established as a model
of deep integration between Chile, Colombia,
La Alianza del Pacífico:
nueva muestra del regionalismo
en América Latina
Daniel Rojas*
José Miguel Terán**
* Politólogo, Universidad . Asistente de investigación en el Programa de Estudios de la Alianza del Pacíco
(), Universidad , Cali (Colombia). drojas@icesi.edu.co
** Politólogo y abogado, Universidad . Coordinador del Programa de Estudios de la Alianza del Pacíco
(), Universidad , Cali (Colombia). jmteran@icesi.edu.co
Recibido: 16 de noviembre de 2015 / Modicado: 16 de febrero de 2016 / Aceptado: 23 de junio de 2016
Para citar este artículo
Rojas, D. y Terán, J. M. (2016). La Alianza del Pacíco: nueva muestra del regionalismo en América Latina. ,
24, 69-88.
DOI: http://dx.doi.org/10.18601/16577558.n24.05
Daniel Rojas, José Miguel Terán
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Mexico and Peru. The question raised in
this paper is which of the Latin American
regionalism approaches is more proper for
the theoretical characterization of the Pacic
Alliance initiative. In this sense, the concepts
of open regionalism and strategic regionalism
are explained for the characterization of this
initiative and their limits are highlighted
from empirical evidence. e paper concludes
that regionalism concepts which give greater
emphasis to commercial dynamics are not
enough to understand the current operation
and performance of the Pacic Alliance. As
such, a complementary analytical approach is
introduced which responds to the long term
global dynamics.
Keywords: Pacic Alliance, regionalism,
foreign trade, Latin-America.
IntRoduccIón
La Alianza del Pacíco () se instituyó en el
año 2011 como un acuerdo para promover
mayor crecimiento, desarrollo y competiti-
vidad de los países miembros mediante una
propuesta de “integración profunda”, la cual
incluye cuestiones económicas y políticas. Esta
integración ha llamado la atención debido a
la dimensión económica que alcanza la unión
entre Chile, Colombia, México y Perú, países
que actualmente representan el 38 % del
de América Latina y el Caribe, concentran el
50 % del comercio total y atraen el 45 % de
la inversión extranjera directa (Alianza del
Pacíco, 2015a).
Si bien la Alianza busca tener diversos
frentes de acción, la dimensión económica
le conere un peso signicativo dentro de
la región y, por su anidad con posturas li-
berales, es vista como una iniciativa que re-
presenta un cambio en la idea de desarrollo e
integración promovida desde otros procesos
como la Alianza Bolivariana para los Pue-
blos de Nuestra América (), la Unión
de Naciones Suramericanas () y la
Comunidad de Estados Latinoamericanos y
Caribeños ().
Asimismo, la presenta unos ambiciosos
objetivos en la región y frente a Asia-Pacíco
que desbordan el ámbito económico, a través
de los cuales se espera que sus miembros al-
cancen mayor bienestar y una mejor posición
para enfrentar una economía internacional que
viene desacelerándose desde hace varios meses
(Urrego Sandoval, 2015). Estas particularida-
des hacen de la AP un proceso de integración
que, sin lugar a dudas, genera interés.
Diferentes conceptos se han desarrollado
para intentar comprender y explicar los pro-
cesos de integración regional, sus particula-
ridades y capacidades dentro de un mundo
globalizado. Particularmente, en el caso lati-
noamericano, se han debatido diversos con-
ceptos de regionalismo que buscan entender
los procesos y acuerdos que se han dado en la
región, en especial a partir de la década de los
noventa. En este sentido, la hipótesis que de-
sarrolla el presente texto es que los conceptos
de regionalismo que dan mayor énfasis a las
dinámicas comerciales no son sucientes para
comprender el funcionamiento y desempeño
actual de la . Para desarrollar lo anterior, se
retomarán algunos trabajos sobre regionalis-
mo y multilateralismo, resaltando la comple-
mentariedad entre ambos procesos en el caso
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La Alianza del Pacífico: nueva muestra del regionalismo en América Latina
Dossier TEMÁTICO
OASIS, n.o 24 • Julio-Diciembre 2016 • pp. 69-88
latinoamericano (sección 2). Posteriormente,
se analizará la Declaración de Paracas a partir
de los conceptos más actuales sobre regiona-
lismo, y se resaltarán los límites de estos con
base en evidencia empírica de carácter cuan-
titativo (sección 3). Por último, se expondrá
una propuesta de marco teórico que permita
analizar la dentro del contexto mundial
actual (sección 4) y se concluirá discutiendo
las implicaciones que tiene esta propuesta de
análisis para el estudio de la (sección 5).
RegIonAlIsmo y multIlAteRAlIsmo:
de lA tensIón A lA complementARIedAd
El regionalismo, a nivel conceptual, se ha en-
tendido como la “tendencia a crear regiones
integradas” (Guerra-Borges, 2008, p. 13). A
diferencia de la regionalización, que es un
proceso espontáneo de cooperación, cohesión,
e incluso integración, dentro de un espacio
regional, el regionalismo es un proceso de
arriba-abajo (top-down process), en el que un
conjunto de políticas y proyectos formales
de los gobiernos busca crear instituciones o
acuerdos entre diferentes actores estatales y
no estatales de una región (De Lombaerde,
Söderbaum, van Langenhove y Baert, 2009).
Por su parte, Briceño (2013) argumenta
que el regionalismo se dene como un proceso
de tipo asociativo que se produce en ámbitos
espaciales delimitados denominados “‘macro-
regiones’ o regiones internacionales”. Estas
regiones se caracterizan por: a) una contigüi-
dad geográca exible, condicionada por ideas
identitarias o nociones espaciales; b) espacios
socialmente construidos, es decir, proyectos
políticos y sociales diseñados por personas, y c)
procesos que tienen diversas manifestaciones
–políticas, económicas, aduaneras, laborales,
ambientales, etc.– y diversas intensidades, por
ejemplo, la integración económica puede ir
desde la celebración de acuerdos hasta la unión
monetaria (Briceño Ruiz, 2013).
Estas instituciones y acuerdos de carácter
regional han dado pie a que se señalen por lo
menos dos potenciales riesgos del regionalis-
mo: la implementación de nuevas formas de
protección con las denominadas barreras téc-
nicas al comercio (reglas de origen, derechos
compensatorios, etc.) y un creciente grado
de intervención estatal (Lawrence, 1994). De
hecho, los acuerdos de integración regional
tradicionalmente implicaban la liberalización
comercial discriminatoria, por lo que en un
comienzo se consideró que limitarían la expan-
sión del libre comercio y generarían tensiones
con el multilateralismo (Das Dilip, 2004).
Sin embargo, los factores que han generado
tensiones entre el regionalismo y multilate-
ralismo han variado a lo largo del tiempo y
de acuerdo a coyunturas del sistema interna-
cional, por lo que no siempre han tenido las
mismas implicaciones para el libre comercio.
Según Lawrence (1994), dichas variaciones se
pueden delimitar analíticamente como “olas
de regionalismo”.
oLAs deL regionALismo
La liberalización comercial discriminatoria fue
una característica propia de la primera ola de
regionalismos en la década de los treinta. Esta
primera ola consistió básicamente en aislarse
de la economía mundial. Dicha característica
se mantuvo hasta la segunda ola, la cual se dio
Daniel Rojas, José Miguel Terán
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OASIS, n.o 24 • Julio-Diciembre 2016 • pp. 69-88
entre las décadas de los cincuenta y los sesenta.
En este periodo, los países en vías de desarrollo
implementaron el modelo de industrialización
por sustitución de importaciones, que con-
sistía en fomentar el desarrollo industrial de
estos países y proteger la naciente industria
de la competencia internacional. Para ese
entonces, la idea subyacente al debate entre
regionalismo y multilateralismo era que “la
liberalización no discriminatoria del comercio
internacional eleva[ba] el bienestar mundial”
(Guerra-Borges, 2008, p. 14).
La tercera ola comenzó a tomar fuerza
con el n de la Guerra Fría, momento en el
que las dinámicas geopolíticas dieron paso a
las geoeconómicas, de manera que el regio-
nalismo comenzó a regirse por la lógica del
capital global (Inotai, 2000). Además, em-
pezó a ser el mecanismo mediante el cual los
Estados buscaban compensar la erosión del
control económico (Katzenstein, 1996) y la
creciente integración de los mercados mun-
diales (Malamud, 2011). En aquel contexto,
el regionalismo dio un giro y conllevó estrate-
gias para liberalizar y abrir las economías, las
cuales estarían dirigidas hacia la exportación
y los ujos de inversión externa. Los acuerdos
regionales no constituirían entonces un freno
al multilateralismo, por el contrario, con ellos
se podría alcanzar un mayor impulso para li-
beralizar el comercio (Lawrence, 1994).
Este tipo de regionalismo, propio de la
tercera ola, fue llamado nuevo regionalismo
o regionalismo abierto1 (Reynolds, oumi y
Wettmann, 1993), pues comenzó a “promover
la liberalización intrabloque de los intercam-
bios mientras que disminu[ía] las barreras al
comercio con los países no socios” (Gutiérrez,
2001, p. 45). El regionalismo abierto, a dife-
rencia de otros regionalismos, no dicultaría
la liberalización multilateral del comercio
internacional, por el contrario, la estimularía,
facilitando así el proceso de globalización.
Estas diferentes olas de regionalismo
han tendido a explicarse como momentos
yuxtapuestos que responden a las dinámicas
internacionales, ya sean políticas, como en el
caso de las dos primeras olas, o económicas,
como el caso de la tercera ola, la cual ha pre-
sentado diferentes características y tendencias,
especialmente en el caso latinoamericano.
Una muestra de esto es la proliferación de
acuerdos de integración regional. Por esta, y
por las razones que se argumentarán a conti-
nuación, es importante precisar que en este
trabajo se arguye que la tercera ola es la pri-
mera complementaria con el multilateralismo,
particularmente en América Latina.
LA compLementAriedAd en eL contex to
LAtinoAmericAno
Si bien una característica de la tercera ola del
regionalismo es la complementariedad entre
el regionalismo abierto y el multilateralismo,
es importante hacer algunas precisiones para
el caso latinoamericano. Para esto, es necesa-
rio partir de dos premisas. La primera es que
la cercanía geográca y la anidad cultural
son factores que subyacen a los acuerdos de
1 Este concepto se profundizará alrededor de la Alianza del Pacíco en la sección 3.1.
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La Alianza del Pacífico: nueva muestra del regionalismo en América Latina
Dossier TEMÁTICO
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integración enmarcados en el regionalismo
abierto (Gutiérrez, 2001). La segunda premi-
sa, que también incluye el factor geográco,
es que la convergencia o divergencia de los
acuerdos regionales con el multilateralismo,
representado por la Organización Mundial
del Comercio (), dependen de la proxi-
midad geográca de los miembros y del grado
de homogeneidad económica y política entre
ellos (Heydon, 2003).
Ahora bien, en el caso latinoamericano,
el regionalismo abierto se constituyó como
una estrategia para la inserción internacio-
nal durante la década de los noventa. En
ese periodo, los países de la región buscaban
lograr un mayor poder de negociación ante
las organizaciones multilaterales y evitar la
marginación tras el n de la Guerra Fría, ya
que podrían perder relevancia en las dinámicas
geopolíticas (Sanahuja, 2007). Las políticas
características de este regionalismo, “se com-
plementaban con iniciativas especícas, tales
como la ampliación de la membresía de los
acuerdos, la convergencia entre las iniciativas
subregionales, regionales y hemisféricas de
integración” (De la Reza, 2003, p. 299).
La necesidad de negociar en bloque ter-
minó por conferir características particulares al
regionalismo latinoamericano. Ibáñez (2000)
señala como algunas de estas características la
diversidad de acuerdos en cuanto a los objetivos
perseguidos y la institucionalización y partici-
pación estatal, como en la Comunidad Andina
de Naciones () y el Mercado Común del
Sur (Mercosur). Otra característica es el solapa-
miento de los acuerdos, pues un mismo Estado
puede pertenecer a varios proyectos de integra-
ción, como Chile, México y Perú, que hacen
parte del Foro de Cooperación Económica
Asia-Pacíco (, por sus siglas en inglés)
y también de la Alianza del Pacíco, y, más
recientemente, del Acuerdo Estratégico Trans-
Pacíco de Asociación Económica (, por sus
siglas en inglés). Una tercera característica es el
impulso gubernamental, donde la integración
tiende a ser fomentada por políticas (policy-
driven) antes que por el mercado (market-led).
Con respecto a esta última característica es
importante señalar que el sector privado ha
venido involucrándose activamente en el apo-
yo y desarrollo de los procesos de integración,
por lo que el impulso gubernamental ha dado
cabida también al protagonismo empresarial,
tal como ocurre en la (ver sección 3).
Las características mencionadas han lle-
vado a que el regionalismo latinoamericano,
si bien se complementa con el multilatera-
lismo, termine limitándose a sí mismo. En
este sentido, Sanahuja (2007) afirma que
estos límites parten del hecho de que no se
cuenta con instituciones fuertes y de carácter
supranacional que sean resultado de la cesión
de soberanía2 y que profundicen el alcance
de los acuerdos regionales, los cuales, por el
contrario, terminan diluyéndose en diferentes
compromisos externos.
2 Prieto y Betancourt (2014) argumentan que, en el caso de los países miembros de la Alianza del Pacíco, al no
haber consolidado sus soberanías internas, no han encontrado posible ceder soberanía externa y consolidar así el
proceso de integración mediante instituciones supranacionales.
Daniel Rojas, José Miguel Terán
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Sin embargo, dicha visión del regiona-
lismo es criticada por Vivares, Cvetich y To-
rres (2013), quienes arman que en el caso
latinoamericano la cesión de soberanía3 no es
una característica necesaria para la existencia
de un proyecto regionalista. A pesar de lo
anterior, es necesario reconocer que en la
las cuestiones políticas, como lo es la cesión
de soberanía, han pasado a un segundo pla-
no por la preponderancia de las económicas.
Bajo esa idea, el regionalismo al que se
hace referencia tiene como puntos centrales la
integración dinamizada por relaciones guber-
namentales, cuyo n central es incrementar
el intercambio comercial y nanciero como
elementos centrales del desarrollo y dar res-
puesta a la globalización (Vivares, Cvetich y
Torres Lombardo, 2013). Lo anterior implica
dos cuestiones importantes: la primera, que
representa una iniciativa que los gobiernos
hacen desde arriba y por ello depende en gran
medida de estos, y, la segunda, que en su estu-
dio se deben incluir también diversos actores,
principalmente los económicos privados. En
este tema se profundiza a continuación.
predominio deL cAr ácter económico
La complementariedad entre el regionalismo
abierto latinoamericano y el multilateralismo
ha girado alrededor de las dinámicas económi-
cas de carácter internacional, las cuales han te-
nido una signicativa relevancia. Para la
(1994), los objetivos de este regionalismo
deberían ser: promover políticas públicas para
fortalecer la integración y que, a su vez, estas
fueran compatibles con las políticas enfocadas
en mejorar la competitividad internacional;
eliminar las barreras al comercio de bienes y
servicios entre miembros del bloque; promo-
ver la liberalización comercial con terceros
países y facilitar el ingreso de otros países al
respectivo acuerdo de integración.
Estos objetivos, especialmente el de pro-
mover la liberalización comercial y facilitar el
ingreso de otros países, permiten caracterizar
la integración regional como una estrategia
basada en la oferta (Malamud, 2011), es decir,
como un tipo de integración que requiere de
condiciones de oferta y demanda para desarro-
llar el proceso. Las condiciones de demanda se
enmarcan en la interdependencia regional, en
la necesidad de disminuir costos de transac-
ción mediante la cooperación, coordinación
y mediante la misma integración regional.
Las condiciones de oferta requieren de la
presencia de un liderazgo, de un Estado con
la capacidad y voluntad de asumir mayores
costos en el proceso de integración (Mala-
mud, 2011).
3 Lo anterior en contraposición a lo que denominan como la “jaula de hierro europeísta de lo regional”, en la
que existe una “suposición implícita de que la cesión de soberanía o poder nacional en organismos suprarregionales
es la condición sine qua non para la existencia de un proyecto regionalista de integración. Conforme a esta línea de
pensamiento, la historia del regionalismo comienza con la creación de la Unión Europea en la década de 1960 y
desde allí la errónea idea de medir los presentes proyectos regionales latinoamericanos” (Vivares, Cvetich y Torres
Lombardo, 2013, p. 23).
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La Alianza del Pacífico: nueva muestra del regionalismo en América Latina
Dossier TEMÁTICO
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En el caso latinoamericano, los diferentes
acuerdos regionales no han mostrado lideraz-
gos muy claros, con excepción del , en
donde Venezuela ha liderado el proceso y ha
asumido los mayores costos de la integración
(Hirst y Sabatini, 2014; Adams y Gunson,
2014). En el caso de la , las condiciones de
demanda parecen ser más evidentes que las
condiciones de oferta. Lo anterior deriva de
un análisis de la Declaración de Paracas que se
desarrollará en la siguiente sección, en donde
también se resaltarán los límites de ciertos
conceptos de regionalismo para analizar el
momento actual de la .
eL regionALismo de LA ALiAnzA deL pAcífico
A mediados del 2011 se celebró en Perú la
Cumbre de Lima para la Integración Profun-
da. En esta cumbre, los entonces presidentes
de Perú (Alan García), Chile (Sebastián Piñe-
ra), Colombia (Juan Manuel Santos) y México
(Felipe Calderón), acordaron:
...conformar un Área de Integración Profunda
mediante un proceso de articulación política, eco-
nómica y de cooperación e integración en América
Latina –para contribuir así a la consolidación del
“Arco del Pacíco Latinoamericano”, el cual permi-
tiría proyectarse a la región Asia-Pacíco– y avanzar
hacia un espacio amplio que resulte más atractivo
para las inversiones y el comercio de bienes y servicios
(Alianza del Pacíco, 2011).
La se conformó, entonces, como un área de
integración regional que promueve un mayor
crecimiento, desarrollo y competitividad de
las economías participantes, por medio de la
libre circulación de bienes, servicios, capitales
y personas, elementos que se constituyen en
sus pilares fundamentales.
A la primera declaración conjunta le han
seguido diferentes comunicados y declaracio-
nes que han dado forma e identidad a la .
A continuación se presentará un resumen y
análisis de la última declaración conjunta
realizada por los Estados miembros, con el
propósito de resaltar cómo desde el discurso
ocial la puede caracterizarse a partir de dos
tipos de regionalismo, independientemente
de sus resultados concretos.
LA decLAr Ación de pArAcAs
Las declaraciones son los principales docu-
mentos que surgen de las Cumbres Presi-
denciales de la Alianza del Pacíco, y tienen
contenidos políticos y obligacionales para
los Estados miembros. Al respecto de lo úl-
timo, son documentos no autoejecutables y
que contienen obligaciones para los gobier-
nos y para las organizaciones que existen
en la .
La Declaración de Paracas surgió de la
Cumbre Presidencial, celebrada en el año
2015 en Paracas, ciudad costera ubicada en
el sur de Perú. La Declaración inicia con la
renovación de compromisos y principios, y
continúa con la postulación de otros que se
consolidan en el documento. Adicionalmente,
cuenta con un anexo que hace parte integral
de la misma, en el que se estipulan nuevos
Daniel Rojas, José Miguel Terán
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OASIS, n.o 24 • Julio-Diciembre 2016 • pp. 69-88
mandatos presidenciales para los trabajos de
los Grupos Técnicos4, los que buscan fortalecer
la integración.
A continuación se destacan los acuerdos
más relevantes alcanzados con la Declaración
de Paracas. Es importante su conocimiento en
la medida en que otorgan una visión clara de
lo que es la Alianza del Pacíco y se le otorga
identidad al proceso de integración. Dichos
acuerdos son los siguientes:
• LaentradaenvigordelAcuerdoMarco
de la Alianza del Pacíco, que es un docu-
mento de carácter político que establece
los principios del instrumento de inte-
gración que vincula a los cuatro Estados
miembros.
• Elreconocimiento del establecimiento
de reglas claras y de un marco jurídico
previsible, elementos que propician las
condiciones necesarias para un mayor
crecimiento, desarrollo y competitividad.
Dicho marco jurídico estará conforma-
do por el Acuerdo Marco; el Protocolo
adicional, que trata centralmente temas
comerciales y anes; y el Acuerdo que
crea el Fondo de Cooperación, el cual
articula al sector público y privado de
la región, principalmente a través del
Consejo Empresarial de la Alianza del
Pacíco ()5.
• Elreconocimiento del instrumentode
integración como medio para contribuir
a la adopción de mejores prácticas a nivel
estructural e institucional, instrumento
que además tendrá la vocación de ase-
gurar un crecimiento sólido, estable,
sustentable e incluyente. Para esto, se
buscará la participación de las empresas
de cada país en las cadenas globales de
valor como un objetivo fundamental para
impulsar el proceso de integración.
• Elcompromisoconelcambioclimático
como un fenómeno que afecta el desarro-
llo, además de una posición homogénea
frente al tema y un apoyo conjunto de
la 216.
• Laintencióndeestrecharlosvínculosde
cooperación con los Estados observado-
res –que a partir de esta Cumbre suman
4 Los Grupos Técnicos son estructuras dentro del mecanismo general que se ocupan de la coordinación de 16
temáticas especícas de interés para los países miembros, con la nalidad de dinamizar el proceso de integración.
Dichas temáticas son: movimiento de bienes; de servicios; de capitales; de personas; cooperación; educación; salud;
innovación; pymes; turismo; desarrollo minero, responsabilidad social y sustentabilidad; agencias de promoción
de exportaciones e inversión; enfoque de género; relacionamiento externo; cultura y propiedad intelectual.
5 El es un organismo consultivo integrado por empresarios de alto nivel de los cuatro países y tiene por
objetivos: promover la Alianza del Pacíco tanto en los países integrantes como en la comunidad empresarial mun-
dial; impulsar y sugerir visiones y acciones conjuntas, particularmente dirigidas a la región Asia-Pacíco y presentar
recomendaciones a las asociaciones empresariales de los cuatro países, relacionadas con las áreas de cooperación.
Ver http://alianzapacico.net/consejo-empresarial/
6 Este es un foro cientíco internacional donde expertos de 195 países se reúnen para debatir sobre la situación
de la investigación en materia climática.
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La Alianza del Pacífico: nueva muestra del regionalismo en América Latina
Dossier TEMÁTICO
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42–, con los 10 Estados nuevos7 que se
sumaron a este grupo.
• Lageneracióndenuevosespaciosdeco-
laboración con otros mecanismos de in-
tegración, como la Organización para la
Cooperación y el Desarrollo Económicos
() y la Asociación de Naciones del
Sudeste Asiático () y el Mercosur8;
y con instituciones como el Banco Intera-
mericano de Desarrollo () y el Banco
de Desarrollo de América Latina ().
Los puntos señalados exponen los compromi-
sos que renuevan los países miembros de la
Alianza del Pacíco y sirven de referente para
identicar la identidad que quiere dársele al
proceso de integración. Se evidencian, enton-
ces, dos características principales que permi-
ten interpretar dicha propuesta identitaria.
La primera característica es el compro-
miso implícito con un proceso de integración
dinámico. A pesar de no contar con una de-
nición clara del término, se sobrentiende que
hace referencia a que el proceso sea práctico,
con un enfoque hacia el logro de los objetivos
que se proponen. Asimismo, con la formu-
lación de nuevos objetivos con vocación de
ser alcanzados en el corto y mediano plazo.
Lo anterior se observa en las Declaracio-
nes que se dieron en el marco de la Cumbre.
Por ejemplo, la canciller de Colombia, Ma-
ría Ángela Holguín, raticó el compromiso
del país con un mecanismo de integración
pragmático y eciente. Por su parte, la pre-
sidenta de Chile, Michelle Bachelet, expresó
su satisfacción al corroborar que la Alianza
del Pacíco es uno de los instrumentos de
integración más poderosos y dinámicos que
existen. El presidente del Perú, Ollanta Hu-
mala, destacó que en la actualidad esta Alianza
se reconoce como el grupo más dinámico de
América Latina y uno de los más importan-
tes del mundo. Finalmente, el presidente de
México, Enrique Peña Nieto, resaltó que los
cuatro países comparten la misma visión de
cómo impulsar el desarrollo de sus países a
través de la (Alianza del Pacíco, 2015c).
Dicha visión es la segunda característica
identitaria por destacar. Esta se deriva del
reconocimiento de los Estados miembros co-
mo economías emergentes y comprometidas
con el libre comercio. Lo anterior enmarca el
objetivo de construir un área de integración
profunda que se materialice en una mayor
circulación libre de bienes, servicios, capita-
les y personas (Alianza del Pacifíco, 2015a).
7 Los nuevos 10 Estados observadores son: Austria, Dinamarca, Georgia, Grecia, Haití, Hungría, Indonesia,
Polonia, Suecia y Tailandia. Y los otros 32 son: Alemania, Australia, Bélgica, Canadá, China, Costa Rica, Ecuador,
El Salvador, España, Estados Unidos, Finlandia, Francia, Guatemala, Honduras, India, Israel, Italia, Japón, Ma-
rruecos, Nueva Zelanda, Países Bajos, Panamá, Paraguay, Portugal, Reino Unido, República Dominicana, Singapur,
Suiza, Tailandia, Trinidad y Tobago, Turquía y Uruguay.
8 Con se realizó una Reunión de Ministros en Nueva York y un Seminario entre los bloques, celebrado
en Yakarta. Por su parte, con Mercosur se celebró en noviembre del 2014, en Cartagena, Colombia, la Reunión
Ministerial Informativa y, el 24 de noviembre, en Santiago, Chile, el seminario “Diálogo sobre la Integración re-
gional: Alianza del Pacíco y Mercosur”.
Daniel Rojas, José Miguel Terán
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OASIS, n.o 24 • Julio-Diciembre 2016 • pp. 69-88
Para entender lo anterior, es necesario
destacar que el mecanismo de integración
tiene la vocación de internacionalizar las
economías de los cuatro países participantes,
es decir, hacerlas más abiertas al mundo. A
diferencia de otros procesos de integración de
América Latina, no solo busca una integración
intrarregional sino también exógena, enfocada
en la región Asia-Pacíco, bajo los preceptos
del libre comercio.
Lo antedicho se ha caracterizado como
“regionalismo abierto”, concepto que subyace
en la Declaración de Paracas. A continuación
se profundizará en este y se expondrá el de
“regionalismo estratégico”, el cual permite en-
tender la actualidad de la . Posteriormente,
se presentará evidencia empírica que permitirá
resaltar los límites de ambos conceptos.
eL regionALismo Abierto en LA ALiAnzA
deL pAcífico
Los elementos presentes en la Declaración
de Paracas, e incluso en el mismo proceso de
integración, pueden enmarcarse teóricamente
dentro del regionalismo abierto (indepen-
dientemente de los resultados o dinámicas del
proceso). Según Bergsten (1997), este regio-
nalismo presenta las siguientes características:
a) facilidades para que los países dispuestos a
aceptar reglas puedan ingresar al acuerdo; b)
los miembros se rigen por la cláusula de nación
más favorecida que se haya establecido y no se
crean nuevas discriminaciones para terceros
países; c) el condicionamiento de la aplicación
de la cláusula de nación más favorecida a países
en disposición de seguir las reglas del bloque
de integración; d) la reducción de barreras
comerciales frente a terceros, a la vez que se
fortalece la integración dentro del bloque;
y e) facilidades para el comercio dentro del
bloque, armonizando las normas aduaneras.
Estas características del regionalismo
abierto han permitido su complementariedad
con el multilateralismo y la globalización, pues
“el comercio regional y los grupos económi-
cos pueden ofrecer pasos inmediatos para un
proceso más amplio de integración dentro
de la economía mundial. Pueden lograr una
liberalización más amplia y rápida de la que es
posible en un nivel multilateral” (Das Dilip,
2004, p. 4).
Ahora bien, aunque el regionalismo
abierto imperó en la región desde la década
de los noventa, en la actualidad el modelo ha
sufrido cambios y se ha adaptado al nuevo
contexto internacional, sobre todo por la
existencia de la fragmentación del regiona-
lismo hemisférico. Según Briceño (2010), el
regionalismo se ha dividido en tres ejes que
proponen modelos económicos diferentes.
Dentro de estos, es de especial interés el eje del
regionalismo abierto, que está centrado en el
comercio y los temas con él relacionados. La
premisa del eje es que se favorecerá la libera-
lización del comercio intrazona sin afectar la
apertura hacia el resto del mundo.
Chile, Colombia, México y Perú han
seguido una política de regionalismo abierto
al mundo, inspirados de alguna manera en el
exitoso proceso de Chile de las dos últimas
décadas. Una muestra de lo anterior es que
apuestan por integrarse al mundo con acuer-
dos comerciales que les permitan acceder a los
mercados globales (Prieto y Ladino, 2014).
En este sentido, la ha consolidado el eje de
79
La Alianza del Pacífico: nueva muestra del regionalismo en América Latina
Dossier TEMÁTICO
OASIS, n.o 24 • Julio-Diciembre 2016 • pp. 69-88
la integración abierta mediante los diferentes
que tienen sus países miembros (Briceño,
2013), lo cual se considera un paso previo ha-
cia una mayor apertura global, nalidad que
se destaca desde la De claración Presidencial
de Lima del 28 de abril de 2011, donde los
Estados miembros de la apoyan, de mane-
ra formal, el modelo de integración abierta.
Sin embargo, el regionalismo actualmen-
te atraviesa por un nuevo periodo caracteriza-
do por su compleji dad y por contradictorios
momentos de continuidad y ruptura con el
modelo económico hegemónico neolibe-
ral de la década de los noventa. Este nuevo
contexto se dene por una compleja agenda,
que no se limita a la integración económica,
sino que comprende objetivos políticos, es-
tratégicos, sociales y de carácter productivo
(Briceño, 2013).
Lo anterior se ha conceptualizado bajo
la propuesta de Lawrence de “integración
profunda”. La misma incluye una profundi-
zación de la “agenda de integración para in-
cluir elementos que ‘están relacionados con el
comercio’, como las inversiones, la propiedad
intelectual, las compras gubernamentales y las
normas laborales y ambientales” (cfr. Lawren-
ce, 1996, en Briceño Ruiz, 2013, p. 20). La
integración profunda es una rasgo distintivo
de la en la medida que sus acuerdos han
hecho explícito el interés de lograr este tipo
de integración, abarcando temas de servicios,
capitales, inversiones y movimientos de per-
sonas (Alianza del Pacíco, 2015a).
Es importante resaltar que el concepto
de regionalismo abierto deja por fuera algu-
nas características importantes del proyecto
en construcción de la , como lo es la apa-
rición de otros actores importantes que se
espera dinamicen y sean los más beneciados
con el proceso: los actores empresariales. Por
estas razones, a continuación se introducirá
el concepto de regionalismo estratégico para
interpretar la .
LA ALiAnzA deL pAcífico: entre
eL regionALismo Abierto y eL regionALismo
estrAtégico
En este acápite se argumenta que el concepto
de regionalismo estratégico puede dar herra-
mientas teóricas para un mayor entendimien-
to de la . Según Briceño (2013), quien se
fundamenta en Andrew Axline y David Mer-
cier, el regionalismo estratégico se compone
de un conjunto de respuestas estratégicas de
los Estados a las fuerzas de la globalización.
Dichas respuestas buscan consolidar la segu-
ridad económica a través del desarrollo de
una estrategia mercantilista para beneciarse
de los cambios en las ventajas comparativas.
Esta estrategia incluye la participación de
los países en acuerdos comerciales que buscan
otorgar herramientas para enfrentar la compe-
tencia global, al conferir a sus empresas una
posición privilegiada en la economía mundial
(Briceño, 2013). Al respecto, es importante
resaltar que, si bien en el regionalismo estra-
tégico el Estado conserva un rol central en la
formulación y ejecución de políticas que fa-
ciliten este tipo de regionalismo, las empresas
también cumplen una función decisiva en el
diseño e implementación de dichas políticas
(Briceño, 2013). Por ello se espera que las
empresas respondan de manera adecuada a
los posibles benecios de la integración y que
Daniel Rojas, José Miguel Terán
80
OASIS, n.o 24 • Julio-Diciembre 2016 • pp. 69-88
estén en capacidad de afrontar la competencia
internacional a la que evidentemente se verán
sometidas.
La preponderancia de los actores empre-
sariales puede ser enmarcada en las propuestas
de la nueva teoría del comercio internacional,
el cual contribuye a generar el concepto de re-
gionalismo estratégico. Según Aponte9 (2014),
una de las características que tienen en común
los trabajos de esta teoría de nales de la déca-
da de los ochenta y de la década de los noventa
es que otorgan un rol importante a la empresa,
junto a otros aspectos fundamentales.
Dado lo anterior, Briceño (2013) arguye
que el regionalismo estra tégico se distingue
por un sesgo comercial, en el que el libre co-
mercio es un importante com ponente, y por
la relevancia de sectores estratégicos en donde
predominan formas de competencia mono-
polística. Consecuentemente, el interés en la
integración corresponde a una estrategia de
un grupo de países para insertarse en las diná-
micas propias de la globalización de la mano
de empresas multinacionales o nacionales que
han iniciado su proceso de internacionaliza-
ción (Briceño, 2013).
En este sentido, “en un mundo de blo-
ques económicos y comerciales, las economías
que no tengan empresas fuertes capaces de
posicionarse en el mercado mundial o de ar-
ticular acuerdos de coproducción y codesarro-
llo, confrontarán una competencia creciente
de las empresas extranjeras o de alianzas de
empresas extranjeras” (Aponte García, 2014,
p. 115). Eso es lo que trata de hacer la AP a
través de las distintas herramientas que tienen
sus normas con carácter vinculante: dar una
mejor posición a sus empresas para competir
en el marco del reconocimiento de la globaliza-
ción como una realidad inevitable. Lo anterior
a través de, por ejemplo, la acumulación de
origen, las cadenas de valor y la integración
productiva.
Un indicador de la relevancia del sector
empresarial en la es que, a pesar de la poca
institucionalización del proceso, los empre-
sarios cuentan con el . Más allá de las
funciones prácticas que tiene el Consejo, que
son centralmente consultivas, propositivas
y de promoción, el valor simbólico y el im-
portante rol que ha tenido en las dinámicas
de consolidación del proceso de integración
denotan la importancia de estos actores. Sin
embargo, los mismos están permeados por la
idea de liberalización propia del regionalismo
abierto y lo que se espera es que las empresas
compitan a nivel global aprovechando las
ventajas de pertenecer al bloque económico.
En coherencia con lo anterior, se ob-
serva que los dos conceptos expuestos, en
particular el de regionalismo abierto, han
sido formulados para intentar comprender
las dinámicas regionales de integración y, en
el caso de la , para sentar una posición e
identicarse dentro del sistema internacional
como un espacio abierto y no excluyente. El
9 Es necesario resaltar que la autora desarrolla el concepto de regionalismo estratégico fundamentado en la nueva
teoría de comercio internacional y la teoría de desarrollo endógeno. Asimismo, en su libro Maribel Aponte indica
que la Alianza del Pacíco está alineada con el regionalismo abierto (2014, p. 272) y aboga por el proyecto del
- como la alternativa más adecuada para América Latina.
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La Alianza del Pacífico: nueva muestra del regionalismo en América Latina
Dossier TEMÁTICO
OASIS, n.o 24 • Julio-Diciembre 2016 • pp. 69-88
concepto de regionalismo estratégico, por su
parte, resalta la relevancia de las empresas y
corporaciones al momento de implementar
los acuerdos de integración. Un aspecto co-
mún a ambos conceptos es que mantienen
un sesgo comercial. Es importante resaltar el
mismo en la medida que actualmente la eco-
nomía mundial, especialmente la de los países
latinoamericanos, atraviesa un momento de
desaceleración y el nivel de importaciones y
exportaciones enfrenta una signicativa dismi-
nución. El periodo de bonanza de commodities
que impulsó el crecimiento latinoamericano
en la década pasada nalizó y los conceptos
que buscan comprender los acuerdos de inte-
gración a partir de dinámicas exclusivamente
comerciales pueden dejar por fuera cuestiones
relevantes para la comprensión de la en este
nuevo contexto.
Si bien tanto el regionalismo abierto co-
mo el estratégico son conceptos que parecen
propicios para interpretar la , es necesario
atender a la evidencia empírica para deter-
minar hasta qué punto son necesarias o no
herramientas analíticas adicionales que per-
mitan comprender el momento actual de la
y sus países miembros.
unA pRopuestA de ApRoxImAcIón
teóRIcA A lA AlIAnzA del pAcífIco
En esta sección se propone una nueva aproxi-
mación teórica para el estudio de la . Esta
propuesta atiende al nuevo contexto econó-
mico, enmarca a la dentro de dinámicas
globales de largo plazo y amplía el enfoque
meramente comercial.
nuevo conte xto económico
La bonanza de commodities que vivió la región
durante la primera década del 2000 (Cornia,
Gómez-Sabaini y Martorano, 2014) generó
un superávit en la balanza de cuenta corriente
en muchos países y permitió a las economías
latinoamericanas reducir la vulnerabilidad
nanciera gracias a que el ahorro externo dejó
de ser la fuente de las inversiones y empezó
a serlo el ahorro interno (Damill y Frenkel,
2014). Sin embargo, la bonanza ha nalizado
y las monedas nacionales de los países latinoa-
mericanos se han venido depreciando frente
al dólar. Esto implica ausencia de divisas y un
empeoramiento de la deuda externa, aspectos
que conllevan restricciones en el gasto públi-
co para no suspender el pago de la deuda y
evitar el default.
El inicio y n de la bonanza a la cual se
hace referencia puede observarse de manera
agregada para los países miembros de la
en la gura 1. Es importante resaltar algunas
cuestiones: la balanza de pagos promedio de
los países continuó siendo decitaria in-
cluso en el periodo de bonanza, y aunque la
recuperación del periodo de crisis nanciera
internacional (2007-2009) fue relativamente
rápido, desde el 2010 –un año antes de ini-
ciar el proceso de integración–, el décit en
la balanza de pagos promedio de estos países
ha ido aumentando, pasando de -0,26 % en
el 2010 a -0,96 % en el 2014.
Al observar el nivel de importaciones
y exportaciones de cada uno de los países
miembros, se evidencia una menor participa-
ción de estos en el a partir del 2011, con
Daniel Rojas, José Miguel Terán
82
OASIS, n.o 24 • Julio-Diciembre 2016 • pp. 69-88
excepción de México. En el caso de Chile, el
nivel de apertura, es decir, el porcentaje del
que representa la suma de importaciones
y exportaciones, ha disminuido 5,5 puntos
porcentuales entre el 2011 y 2014. Colombia
por su parte, ha tenido una disminución de
2,6 puntos porcentuales en el mismo periodo.
Perú ha tenido una disminución mucho más
pronunciada, 9,2 puntos porcentuales. México
es el único miembro de la cuyo desempeño
comercial, en términos de exportaciones e im-
portaciones, ha cumplido con las expectativas
generadas por la , pues su nivel de apertura
se incrementó en 2 puntos porcentuales entre
el 2011 y 2014 (tabla 1).
Esta evidencia genera múltiples preguntas
en cuanto al desempeño y funcionamiento
actual de la y limita el alcance explicativo
de conceptos y enfoques con un sesgo comer-
cial frente a los procesos de integración. Espe-
cialmente si se tiene en cuenta que los países
miembros de la , al igual que los otros países
de la región, liberalizaron el comercio desde
inicios de la década de los noventa durante
el periodo de reformas estructurales. A conti-
nuación se presenta una propuesta de marco
analítico para interpretar la inmersa en
dinámicas globales de largo plazo y dentro
del nuevo contexto económico.
expAnsión finAncierA: unA nuevA
AproximAción A LA ALiAnzA deL pAcífico
Para analizar la dentro de dinámicas globa-
les de largo plazo que no obedecen a lógicas
meramente comerciales, es necesario partir
enmarcándola en el tipo de instituciones for-
males características del capitalismo nanciero
fIguRA 1. bAlAnzA de pAgos en los pAíses mIembRos de lA AlIAnzA del pAcífIco como
poRcentAje del pIb entRe 2000-2014
Fuente: elaboración propia con datos de Cepal Stat, 2015.
- Promedio ponderado con de cada país a precios corrientes en dólares.
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La Alianza del Pacífico: nueva muestra del regionalismo en América Latina
Dossier TEMÁTICO
OASIS, n.o 24 • Julio-Diciembre 2016 • pp. 69-88
del siglo . Para esto será necesario realizar
un breve análisis histórico con una perspectiva
de más largo plazo.
En los años setenta, los rendimientos del
capital invertido en actividades comerciales
comenzaban a caer por debajo de la tasa crítica
y un nuevo enfoque económico y político se
hacía necesario, pues las actividades empre-
sariales y corporativas, que bajo la regulación
política y social habían generado altas tasas
de crecimiento económico durante los años
cincuenta y sesenta, parecían no ser sucientes
para salir de la “estanación global” iniciada
en los años setenta. Comenzaba así una crisis
de acumulación de capital (Harvey, 2007).
Sin embargo, dicha crisis de acumulación
no era algo nuevo dentro de la economía-
mundo capitalista, por el contrario, obedecía a
su misma lógica, pues tras la fase de expansión
material durante el capitalismo industrial del
siglo , el capital invertido en el comercio ya
no generaría rendimientos lo sucientemente
altos como para que los empresarios siguie-
ran asumiendo el riesgo de invertir en este
tipo de actividades. En este sentido, Arrighi
arma que:
Cuando los rendimientos del capital invertido
en el comercio de mercancías, aunque todavía posi-
tivos, caen por debajo de una tasa crítica […], que
tAblA 1. ApeRtuRA (expoRtAcIones + ImpoRtAcIones como pARtIcIpAcIón del pib)
de los pAíses mIembRos de lA Ap, 2000-2014
Chile (%) Colombia (%) México (%) Perú (%)
2000 44,9 24,6 49,9 26,6
2001 47,4 25,6 45,1 26,3
2002 46,8 25,1 44,4 26,5
2003 49,2 27,4 47,2 28,1
2004 53,7 28,6 50,2 31,8
2005 55,6 28,9 50,4 38,2
2006 58,6 31,0 52,4 41,2
2007 62,7 30,4 53,3 44,3
2008 70,0 31,7 54,8 48,2
2009 51,5 28,1 51,9 38,3
2010 55,3 28,0 57,1 41,1
2011 58,7 33,2 59,9 46,3
2012 55,4 32,0 62,7 43,9
2013 53,4 31,0 60,5 41,3
2014 53,2 30,6 61,9 37,1
Fuente: elaboración propia con datos del Banco Interamericano de Desarrollo ().
Daniel Rojas, José Miguel Terán
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OASIS, n.o 24 • Julio-Diciembre 2016 • pp. 69-88
es la que el capital puede obtener optando por la
realización de operaciones monetarias, un número
creciente de organizaciones capitalistas se abstendrá
de reinvertir sus ganancias en una mayor expansión
del comercio de mercaderías (1999, p. 276).
Ahora bien, las operaciones monetarias,
principal actividad de las expansiones nan-
cieras, requerirían de la centralidad de los
mercados nancieros dentro del modelo de
acumulación (Fumagalli y Lucarelli, 2011).
Los mercados nancieros se constituirían en-
tonces como pilares y foco de un nuevo marco
institucional, puesto que son las instituciones
las encargadas de establecer las reglas de juego
y determinar la estructura de recompensas
necesaria para fomentar la actividad empresa-
rial y el desarrollo económico (North, 2006).
No obstante, recientes análisis estadís-
ticos han demostrado que medidas como la
reducción de impuestos a los ingresos más
altos, propuestas como incentivo para la acti-
vidad nanciera y acumulación de capital, no
tienen efectos signicativos sobre la producti-
vidad (Piketty, 2014), es decir, son acuerdos
institucionales que incentivan actividades que
nalmente no son productivas.
Por otro lado, la actividad nanciera,
entendida como la liberalización de los ujos
libres de capital en el marco de la globalización
y la integración a nivel internacional y regio-
nal, hace a los países más vulnerables frente a la
inestabilidad económica mundial, generando
además “desequilibrios estructurales” (Boglia-
cino y Maestri, 2014), donde normalmente se
reduce el poder de contratación de los traba-
jadores por la deslocalización de las plantas.
Una situación análoga se puede crear para el
Estado, donde la libertad de capital complica
la posibilidad de que sea sometido a impues-
tos, restringiendo así la política doméstica y
fomentando la austeridad scal, considerada
como un signo valioso en el mercado nan-
ciero (Frenkel, 2008).
Estos ujos libres de capital son la ma-
nifestación de la expansión nanciera men-
cionada en párrafos anteriores, que da lugar a
un nuevo ciclo sistémico de acumulación en
el que hay una transferencia del “capital exce-
dente de los centros de acumulación capitalista
declinante a los ascendentes” (Arrighi, 2007).
Estos ciclos sistémicos de acumulación son
fases históricas que comprenden dos etapas:
una de expansión material, consecuencia de
actividades comerciales, y posteriormente una
etapa de expansión nanciera, en donde las
actividades crediticias y de especulación son
realizadas a partir de la sobreacumulación de
capital en la etapa anterior.
La transición de actividades comerciales
a nancieras también se sustenta en un mo-
vimiento geográco de capital, cuyo resulta-
do será la emergencia de nuevos centros de
acumulación en donde la tasa de rentabilidad
del capital supere el nivel crítico que tenía
nalizando la etapa de expansión material.
Es imprescindible entonces preguntarse
si el espacio de la se constituye como uno
de los centros de acumulación ascendentes, si
su enfoque hacia el Asia-Pacíco busca faci-
litar dicho movimiento geográco de capital
para dar paso a actividades nancieras más
rentables que las comerciales dado el contexto
económico internacional actual. En relación
con esto es importante también preguntarse
cuáles son las características y cuál es el en-
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La Alianza del Pacífico: nueva muestra del regionalismo en América Latina
Dossier TEMÁTICO
OASIS, n.o 24 • Julio-Diciembre 2016 • pp. 69-88
torno institucional que incentiva estos ujos
libres de capital y qué efecto tendrá la acción
estatal en el desarrollo de estas actividades.
De esta manera se podrá analizar la más
allá de dinámicas exclusivamente comerciales,
indagando también sobre aspectos nancieros
en el marco de un nuevo regionalismo lati-
noamericano que busca responder a los retos
derivados de la correlación entre globalización
y regionalización (Hettne, 2002).
La proposición de esas preguntas tiene la
nalidad de plantear un análisis de la que
vaya más allá de dinámicas exclusivamente co-
merciales, indagando también sobre aspectos
nancieros en el marco de un nuevo regiona-
lismo latinoamericano. Estas buscan contri-
buir a posteriores discusiones y también son
indicadores de los límites del presente texto.
conclusIones
Los países de la Alianza han creado un espacio
exclusivamente latinoamericano para defen-
der su modelo económico de apertura. Esa
singularidad puede ser interpretada a través
de distintas propuestas de regionalismo. En
el desarrollo del texto se dio cuenta de ello.
Asimismo, se indicó que los conceptos de
regionalismo que dan mayor énfasis a las di-
námicas comerciales no son sucientes para
comprender el funcionamiento y desempeño
actual de la aunque exista una preponde-
rancia del carácter económico.
A pesar de estos límites, la Alianza puede
ser interpretada a través de los conceptos de
regionalismo abierto y estratégico, y los dos
sirven para su caracterización. En la , balan-
cear las estrategias de estos dos regionalismos
parece haberse resuelto de manera práctica, o
con un eclecticismo enfocado en el recono-
cimiento de realidades comunes, que hacen
de los miembros de la Alianza casos muy
similares en mínimos que son, entre otros:
su tradición y apoyo al libre comercio y el
reconocimiento de que las empresas son las
que tienen la vocación de obtener mayores
benecios del proceso.
Sin embargo, para que dichos tipos de
regionalismo sean herramientas adecuadas
de análisis es necesario reconocer que la
enfrenta el problema del desplazamiento de
la actividad comercial por la acumulación del
capital nanciero. Por esta razón, se propuso
una contextualización con una perspectiva de
largo plazo que permita dar cuenta de diná-
micas comerciales pero también nancieras, a
nivel regional y extrarregional. Más aún cuan-
do se espera que la busque contrarrestar
la caída del precio de los commodities con la
integración nanciera y sus mayores ganancias
provengan de la liberalización de capital y no
del comercio (George, 2014).
Por último, no se puede dejar a un lado
la idea de que la integración, cuando es ver-
dadera, aporta al desarrollo socioeconómico
de los países en ella inmersos (Caldentey y
Romero Rodríguez, 1998). Por ello es nece-
sario atender a las dinámicas nancieras que
subyacen a ciertos procesos de integración y
que pueden implicar altos costos en términos
socioeconómicos. La integración profunda
que busca la tiene grandes retos y diculta-
des para los actores involucrados, actores que
van desde el Estado hasta los empresarios y
trabajadores. Todo ello en un espacio exclusi-
vamente latinoamericano que han creado los
Daniel Rojas, José Miguel Terán
86
OASIS, n.o 24 • Julio-Diciembre 2016 • pp. 69-88
países de la , donde deenden su modelo
económico de apertura en un contexto de
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