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COSTA RICA DEMANDA UNA GESTI ´
ON INTEGRAL DEL
RECURSO H´
IDRICO: ESCENARIO LATINOAMERICANO
Y LA REALIDAD PA´
IS
COSTA RICA DEMANDS AN INTEGRAL MANAGEMENT OF
THE WATER RESOURCE: LATIN-AMERICAN SCENE AND
THE REALITY COUNTRY
´
Elida Vargas-Barrantes *Anyerline Mar´
ın-Alfaro †
Recibido: 2 de octubre del 2015 Aprobado: 20 de mayo del 2016
DOI: http://dx.doi.org/10.15517/isucr.v17i35.25565
Resumen
Las instituciones p´
ublicas tienen el deber de fomentar que las personas participen en forma activa, consciente,
informada y organizada en la toma de decisiones y la ejecuci´
on de acciones tendientes a proteger el agua y mejorar
su administraci´
on. Se ha demostrado que la crisis actual en la gesti´
on de los recursos h´
ıdricos es ocasionada por de-
ficiencias en la gobernabilidad del recurso y afecta principalmente al entorno natural y a los m´
as pobres. Por tratarse
del recurso m´
as esencial para la vida, las personas requieren informaci´
on actualizada y pertinente que los motive e
involucre en la defensa y conservaci´
on del mismo. Por eso en este art´
ıculo se analiza el uso del agua desde la realidad
latinoamericana, para llegar a la situaci´
on concreta de Costa Rica, con el fin de aportar orientaciones e incidir en un
manejo integral en el nivel nacional, de tal forma que se logre un balance entre la conservaci´
on, las prioridades de
alimentaci´
on, la disminuci´
on de la pobreza y el crecimiento econ´
omico. Es importante tomar en cuenta que con el
cambio clim´
atico, se reconoce la falta de agua dulce como el problema ambiental m´
as importante, entre otras cosas
porque se concibe como un recurso inagotable, con la concepci´
on err´
onea de que puede usarse, explotarse, comercia-
lizarse e incluso da˜
narse sin mayores consecuencias negativas para toda forma de vida en la Tierra.
*elida.vargas@ucr.ac.cr, docente Sede de Occidente
†angerline.marin@ucr.ac.cr, docente Sede de Occidente
1
COSTA RICA DEMANDAUNA GESTI ´
ON INTEGRAL DEL RECURSO H´
IDRICO, VOL. 17, NO. 35, 2016 InterSedes
InterSedes COSTA RICA DEMANDAUNA GESTI ´
ON INTEGRAL DEL RECURSO H´
IDRICO, VOL. 17, NO. 35, 2016
Palabras clave: Recurso h´
ıdrico; gesti´
on integral; cambio clim´
atico; Am´
erica Latina; Costa Rica.
Abstract
The public institutions have the duty to promote that the persons take part in active, conscious, informed form
organized in the capture of decisions and the execution of actions tending to protect the water and improving his ad-
ministration. There has been demonstrated that the current crisis in the management of the water resources is caused
by deficiencies in the governability of the resource and affects principally the natural environment and the poorest.
For treating itself about the most essential resource for the life, the persons need updated and pertinent information
that motivates and involves them in the defense and conservation of the same one. Because of it in this article the
use of the water is analyzed from the Latin-American reality, to come to the concrete situation of Costa Rica, in order
to contribute orientations and affect in an integral managing in the national level, in such a way that a balance sheet
is achieved between the conservation, the priorities of supply, the decrease of the poverty and the economic growth.
It is important bear in mind that with the climate change, recognizes the lack of sweet water as the environmental
problem more important, among other things because it is conceived as an inexhaustible resource, with the erroneous
conception of which it can be used, be exploited, be commercialized and even be damaged without major negative
consequences for any form of life in the Earth.
Keywords: water resource; integral management; climate change; Latin America; Costa Rica.
Introducci´
on
Los problemas globales en materia ambiental y de desa-
rrollo humano tienen sus ra´
ıces en el orden econ´
omico
mundial, caracterizado por el continuo y desordenado
crecimiento de la producci´
on, el irracional consumo de
bienes y servicios, y la desigual distribuci´
on de las rique-
zas y los conocimientos, todo lo cual contribuye sustan-
cialmente al total y progresivo agotamiento de los recur-
sos naturales planetarios y a su contaminaci´
on, adem´
as
de crear y perpetuar desigualdades alarmantes entre los
seres humanos y las naciones (Duque, 2015).
Despu´
es del cambio clim´
atico, se reconoce la fal-
ta de agua dulce como el problema ambiental m´
as im-
portante a nivel global (Carvajal-Escobar, 2008). A pe-
sar de su importancia, el mundo entero se ha afectado
por una concepci´
on equivocada del agua, vi´
endola como
un recurso inagotable y como un bien que puede usarse,
explotarse, comercializarse o ser da˜
nado sin mayor re-
gulaci´
on y sin mayor costo econ´
omico (Paz, 2007). Para
Carvajal-Escobar (2008), se trata de una crisis de gesti´
on
de los recursos h´
ıdricos, ocasionada por deficiencias en
la gobernabilidad del recurso y que afecta principalmen-
te a los m´
as pobres y al entorno natural.
Durante el siglo XX la poblaci´
on se triplic´
o,
mientras que la demanda de agua aument´
o siete veces
y seg´
un Naciones Unidas, para el 2050, la crisis del agua
afectar´
a a las tres cuartas partes de la poblaci´
on mundial
y el principal problema que plantea esta crisis es la in-
suficiente producci´
on de alimentos y el deterioro de los
ecosistemas que soportan la vida, ya que se deber´
a incre-
mentar en un 60 % la producci´
on de alimentos para sa-
2
COSTA RICA DEMANDAUNA GESTI ´
ON INTEGRAL DEL RECURSO H´
IDRICO, VOL. 17, NO. 35, 2016 InterSedes
tisfacer la demanda que tendr´
a la Tierra en ese momento
(Restrepo, 2004). A esto hay que sumar el hecho de que
en la actualidad, mientras la oferta de agua permanece
constante e incluso disminuye para determinados usos,
la demanda crece a un ritmo anual que oscila entre el 4
y el 8 % (Paz, 2007).
La complejidad de los problemas relacionados
con la gesti´
on del agua y la existencia de objetivos m´
ulti-
ples en conflicto, hace necesaria la adopci´
on de un en-
foque multidisciplinar e integral antes de extraer y dis-
poner el recurso (Pulido-Vel´
azquez & Pulido-Vel´
azquez,
2008). La tendencia actual consiste en considerar no s´
olo
la gesti´
on de la oferta h´
ıdrica, sino tambi´
en de la deman-
da, de la calidad del recurso y de los ecosistemas asocia-
dos (Echeverr´
ıa & Cantillo, 2013).
Para una gesti´
on integral del recurso h´
ıdrico se
necesita comprender la relaci´
on entre las necesidades
humanas y el ecosistema dentro de la cuenca hidrogr´
afi-
ca, as´
ı como de su papel integrador entre los diversos
usos y los numerosos usuarios del agua y de los dem´
as
recursos naturales. El enfoque ecosist´
emico reconoce la
funci´
on ecol´
ogica del agua como fuente de vida y sobre-
vivencia de todas las especies y ecosistemas que depen-
den de ella (Paz, 2007).
A su vez, las personas requieren de informaci´
on
para comprometerse en la defensa del recurso m´
as esen-
cial para la vida, de manera que en este art´
ıculo se anali-
za el uso del agua desde la realidad latinoamericana para
llegar a la situaci´
on concreta de Costa Rica, con el fin de
aportar orientaciones para lograr una gesti´
on integral en
el nivel nacional, de tal forma que se logre un balance
entre la conservaci´
on del recurso, las prioridades de ali-
mentaci´
on, la disminuci´
on de la pobreza y el crecimiento
econ´
omico.
1 El agua para consumo, principal
funci´
on de este recurso
El agua es el mayor patrimonio que tiene la humanidad,
pero se trata de uno de los recursos naturales sometidos a
mayor presi´
on, de manera que cada vez es m´
as escaso y
alterado en su composici´
on (contaminado) (Rodr´
ıguez-
Chaves, 2013). El abastecimiento de agua no s´
olo es ne-
cesario para sostener la vida en la Tierra, sino que sirve
de insumo para diferentes actividades humanas; adem´
as
su conservaci´
on y ´
optima utilizaci´
on es de gran impor-
tancia en t´
erminos de desarrollo econ´
omico (Garc´
ıa et
al., 2011). Para Ballestero (2013), existe una relaci´
on
inequ´
ıvoca entre la adecuada provisi´
on y uso del agua
y el estado de salud de la poblaci´
on beneficiaria, as´
ı co-
mo entre el acceso al agua y la calidad de vida de las
comunidades en situaci´
on de pobreza.
Para Andrade y Navarrete (2004), s´
olo el 0,3 %
del agua del planeta es apta para el consumo humano -
m´
as del 80 % se concentra en los casquetes polares, los
glaciares y la atm´
osfera- e incluye el agua en todas las
etapas del ciclo hidrol´
ogico, conjuntamente con toda la
biodiversidad que esta soporta, tal como los peces, los
anfibios y la flora.
Mientras que la poblaci´
on mundial se triplic´
o en
el siglo anterior, el uso del agua se ha multiplicado por
seis y desde ya se estima que 4 mil millones de personas,
-la mitad de la poblaci´
on mundial en el 2025- vivir´
a en
condiciones de estr´
es h´
ıdrico severo, especialmente gra-
ve para ´
Africa, el Medio Oriente y Asia del Sur (Gour-
besville, 2008). El estr´
es h´
ıdrico se refiere a las tensiones
en materia de seguridad humana relacionadas con la can-
tidad y calidad de agua disponible (Garc´
ıa & Herrero,
2013).
3
InterSedes COSTA RICA DEMANDAUNA GESTI ´
ON INTEGRAL DEL RECURSO H´
IDRICO, VOL. 17, NO. 35, 2016
En cuanto al acceso actual a este recurso, se
se˜
nala que cerca de 1.100 millones de habitantes de
pa´
ıses en desarrollo carecen de acceso adecuado al agua
y 2.600 millones no tienen servicios b´
asicos de sanea-
miento (Ballestero, 2013), de ah´
ı que la UNESCO pro-
pone un consumo m´
aximo de 100 litros por persona al
d´
ıa, lo que implica reducir a la mitad el uso promedio
global por persona (Hern´
andez & Pic´
on, 2013), todo con
el prop´
osito de mantener un abastecimiento m´
ınimo pero
continuo en la poblaci´
on mundial.
Seg´
un se indic´
o, esta din´
amica de apropiaci´
on y
control de los recursos h´
ıdricos deriva como consecuen-
cia de la l´
ogica actual de mercantilizaci´
on y apropiaci´
on
privada de dicho recurso (Seone, 2006). En este sentido,
Ballestero (2013), rechaza que la crisis de agua se deba
a escasez del recurso, y m´
as bien sostiene que las cau-
sas radican en la pobreza y las relaciones desiguales de
poder, as´
ı como en las pol´
ıticas erradas de gesti´
on que
agravan su carencia.
Para Andrade y Navarrete (2004), las funciones
de los ecosistemas de agua dulce suministran la base pa-
ra la seguridad social, la cual puede determinarse como
el nivel al cual la poblaci´
on es capaz de satisfacer ne-
cesidades b´
asicas de agua, alimento, abrigo y salud, de
manera segura y sin riesgo ambiental.
Adem´
as de los desastres que genera el consumo
inadecuado de agua, el uso desproporcionado del recur-
so ha generado altos costos ambientales; algunos r´
ıos ya
no llegan al mar, el 50% de los humedales del mundo
han desaparecido en el siglo pasado, el 20 % de especies
de peces de agua dulce est´
an en peligro de extinci´
on o
extintas (Gourbesville, 2008).
Ante estos desequilibrios se hace evidente que el
potencial h´
ıdrico de una regi´
on se define a partir del ciclo
hidrol´
ogico y la interdependencia de los procesos que lo
integran; evaporaci´
on, transpiraci´
on, humedad del sue-
lo, agua superficial y fre´
atica, agua costera y mar´
ıtima,
todos ellos sustentados desde las unidades hidrol´
ogicas
b´
asicas, a saber; las cuencas y los acu´
ıferos (Andrade &
Navarrete, 2004). Para otros autores, la calidad del agua
dulce refleja los efectos combinados de muchos proce-
sos a lo largo de las v´
ıas de agua y est´
a influenciada por
las caracter´
ısticas de la cuenca, los aportes atmosf´
ericos,
las condiciones clim´
aticas y los insumos antropog´
enicos
(Herrera, Rodr´
ıguez, Rojas, Herrera & Chaves, 2013).
Se habla entonces de que el agua debe incluir-
se estrictamente en un ciclo hidrosocial, proceso que se
refiere al uso del agua desde que se capta para las activi-
dades humanas hasta que se dispone en el oc´
eano, lo cual
evidentemente afecta la calidad de su oferta potencial
(Comit´
e Nacional de Hidrolog´
ıa & Meteorolog´
ıa, 2002).
Esta visi´
on lleva a proponer nuevos modelos de valora-
ci´
on econ´
omica del recurso y los ecosistemas (Andrade
& Navarrete, 2004), ya que se ha demostrado que tan-
to la cantidad, como la calidad, dependen en gran parte
del manejo que se da en las ´
areas que captan, conducen,
almacenan, proveen y renuevan este servicio ambiental.
2 Disponibilidad del recurso h´
ıdri-
co en Am´
erica Latina y el Caribe
Con el 12 % del territorio del planeta y el 6 % de la po-
blaci´
on global, Am´
erica Latina y el Caribe se consideran
la regi´
on del agua porque mantienen el 27 % de los re-
cursos h´
ıdricos del mundo (Andrade & Navarrete, 2004),
el 25 % de los bosques y el 40 % de la biodiversidad del
globo (Seoane, 2006). Sin embargo, la distribuci´
on de la
poblaci´
on es esta zona no es homog´
enea y la mayor´
ıa de
poblaci´
on urbana (75 %) se asienta en ´
areas con limita-
4
COSTA RICA DEMANDAUNA GESTI ´
ON INTEGRAL DEL RECURSO H´
IDRICO, VOL. 17, NO. 35, 2016 InterSedes
ciones en la disposici´
on del recurso (Andrade & Nava-
rrete, 2004).
Gracias a la disponibilidad de agua en Lati-
noam´
erica, para Seoane (2006), las cuencas acu´
ıferas
contienen el 35 % de la potencia hidroenerg´
etica mun-
dial –desde la selva chiapaneca a la Amazon´
ıa–, con una
de las reservas de biodiversidad m´
as importantes del pla-
neta. Tambi´
en hay que se˜
nalar que casi un tercio de las
reservas mundiales de cobre, bauxita y plata son parte
de las riquezas de esta regi´
on, que adem´
as guarda en sus
entra˜
nas el 27 % del carb´
on, el 24 % del petr´
oleo, el 8 %
del gas y el 5 % del uranio (Andrade Navarrete, 2004).
Seg´
un datos de la FAO (2013), aportados por
Hern´
andez y Pic´
on (2013), en Am´
erica Latina la extrac-
ci´
on de agua para la agricultura es de un 73 %, valor li-
geramente superior a la media mundial considerada en
un 71 %. Ante este panorama de uso excesivo del recur-
so, la mayor´
ıa de pa´
ıses siguen viendo el tema del agua,
de manera independiente a la gesti´
on de los ecosistemas,
enfoque muy particular de las condiciones de desarrollo
propias en la regi´
on (Andrade & Navarrete, 2004).
Para Gourbesville (2008), los pa´
ıses en desarro-
llo se enfrentan a tres grandes desaf´
ıos cuando pretenden
implementar una gesti´
on integral del recurso h´
ıdrico. El
primer desaf´
ıo se refiere a las deficientes obras de in-
fraestructura que impiden mantener reservas de agua pa-
ra periodos de carencia. En este sentido, resulta urgente
priorizar en el nivel de cada pa´
ıs, sobre las necesidades
de infraestructura a partir de buenas pr´
acticas y t´
ecnicas
econ´
omicas desde el punto de vista ambiental y social.
El segundo desaf´
ıo consiste en propiciar que las
soluciones de infraestructura se complementen con una
adecuada educaci´
on ambiental a la poblaci´
on. La ma-
yor´
ıa de los pa´
ıses en desarrollo ya se han compren-
dido con este desaf´
ıo y buscan integrar a la poblaci´
on
en la toma de decisiones. Para superar el tercer desaf´
ıo,
es necesario partir del hecho de que el incremento en
los cambios climatol´
ogicos globales supera los desequi-
librios que se ven´
ıan generando a causa de las alteracio-
nes humanas y los patrones hidrol´
ogicos naturales. Es
decir, la humanidad no est´
a preparada para lo que con-
sidera una respuesta “muy agresiva” como consecuencia
de fen´
omenos naturales que hoy se suponen m´
as destruc-
tivos e impredecibles que en el pasado.
Por su parte, el cambio clim´
atico puede afectar
tanto la disponibilidad a largo plazo como la variabili-
dad a corto plazo del recurso h´
ıdrico en muchas regiones
(Olmstead, 2014) y en los ´
ultimos a˜
nos, se presentaron
variaciones en el sistema clim´
atico, las cuales afectaron
sensiblemente las actividades socioecon´
omicas en la re-
gi´
on Caribe (Garc´
ıa et al., 2011), entre estas se incluyen
la retroalimentaci´
on en los diferentes sistemas hidrol´
ogi-
cos: cambios en el vapor de agua (el efecto invernadero),
en las nubes (albedo y efecto invernadero), en la tempe-
ratura del oc´
eano, en el almacenamiento de calor y trans-
porte, en la escorrent´
ıa, en humedad el suelo (balance de
calor superficial) y en las interacciones entre los ciclos
del carbono y del agua.
Para Alfaro, Quesada y Solano (2007), la proba-
bilidad de ocurrencia de los ciclones tropicales cerca de
Am´
erica Central se presenta durante el trimestre agosto-
setiembre-octubre, mientras que en el Atl´
antico Tropical
Norte se presentan campos con anomal´
ıas positivas en la
temperatura superficial del mar y la humedad relativa en
700 hPa y negativas en la presi ´
on media al nivel del mar.
Webster et al. (2005), citados por Garc´
ıa et al., 2011,
quienes examinaron en un periodo de 35 a˜
nos el n´
umero
y duraci´
on de los ciclones en la zona, encontraron que
en un ambiente de aumento en la temperatura superficial
del oc´
eano, tambi´
en increment´
o la proporci´
on de hura-
5
InterSedes COSTA RICA DEMANDAUNA GESTI ´
ON INTEGRAL DEL RECURSO H´
IDRICO, VOL. 17, NO. 35, 2016
canes de categor´
ıas 4 y 5 (los huracanes se miden un una
escala de cinco niveles, basada en la velocidad del vien-
to y los efectos del oleaje e inundaciones). El impacto
futuro del cambio en el clima depende en gran medida
de lo que se est´
a haciendo en el presente, ya que existe
un desfase entre las emisiones de gases de invernadero
y los impactos clim´
aticos (Hidalgo & Alfaro, 2012). Por
lo tanto, una observaci´
on relativamente peque˜
na de im-
pactos durante la primera mitad de este siglo impedir´
a
fomentar acciones m´
as agresivas en t´
erminos de mitiga-
ci´
on y adaptaci´
on al cambio clim´
atico en el largo plazo.
Por otra parte, en t´
erminos de cantidad, el cambio
clim´
atico est´
a aumentando la competencia por agua dul-
ce en regiones donde la disponibilidad es reducida por el
incremento de la evapotranspiraci´
on como consecuencia
del aumento de la temperatura del aire y por aumento de
la variabilidad en la precipitaci´
on, lo que tambi´
en genera
efectos sobre la demanda en diversos sectores, especial-
mente la agricultura, la silvicultura y el abastecimiento
de las poblaciones (Garc´
ıa et al., 2011).
Un antecedente importante de indicar en el cierre
de este apartado es que la primera guerra del siglo XXI
por el agua se inici´
o en Am´
erica del Sur, espec´
ıficamente
en Cochabamba, Bolivia en el a˜
no 2000 (Ahlers, 2010).
Para este autor, el conflicto logr´
o demostrar que el agua
es un derecho fundamental y un bien p´
ublico y que su
gesti´
on corresponde a los habitantes, en este caso a los
pobladores de Cochabamba en Bolivia.
3 Disponibilidad y uso del recurso
h´
ıdrico en Costa Rica
La gran oferta de agua en Costa Rica se ve representa-
da por la cantidad de lluvia y porque es un pa´
ıs dotado
con abundantes recursos h´
ıdricos. Con una precipitaci´
on
estimada en unos 111 kil´
ometros c´
ubicos anuales y con
34 cuencas hidrogr´
aficas y precipitaciones que fluct´
uan
entre 1.300 y 7.500 mm/anuales, este es un pa´
ıs que tie-
ne una disponibilidad per c´
apita superior a los 31.300
m3/persona por a˜
no, pero con la tasa de extracci´
on h´
ıdri-
ca per c´
apita m´
as elevada de Centroam´
erica (Valverde,
2013).
Seg´
un Echeverr´
ıa y Cantillo (2013), no toda esa
agua es aprovechable; parte se infiltra, alguna se con-
tamina al tocar el suelo y otra llega al mar. Aun as´
ı
es mucho el recurso cuando se compara con los 97
m3/persona por a˜
no que corresponden a Israel, los 3.500
m3/persona por a˜
no que corresponden a M´
exico o los
9.000 m3/persona por a˜
no en Estados Unidos (en el Cua-
dro 1 se comparan los datos por pa´
ıs). Estos autores tam-
bi´
en hacen ver que a pesar de esa riqueza h´
ıdrica, la cual
ha permitido alcanzar buenos ´
ındices en agua potable y
generaci´
on de energ´
ıa renovable, cada d´
ıa se ven m´
as
ejemplos del deterioro de los recursos h´
ıdricos en el pa´
ıs.
Cuadro 1: Disponibilidad de agua per c´
apita y por pa´
ıs.
Pa´
ıs m3/persona por a˜
no
Costa Rica 31.300
Estados Unidos 9.000
M´
exico 3.500
Israel 97
Fuente: Elaboraci´
on propia basado en Valverde(2013) y Echeverr´
ıa y Cantillo (2013)
Es bien conocido que Costa Rica es un pa´
ıs de
grandes contrastes en el tema del uso y conservaci´
on
de los recursos h´
ıdricos, los ecosistemas y el ambien-
te y durante los ´
ultimos 15 a 20 a˜
nos ha habido un in-
ter´
es creciente para conservar los bosques, suelos y re-
cursos naturales que ha sido reconocido internacional-
6
COSTA RICA DEMANDAUNA GESTI ´
ON INTEGRAL DEL RECURSO H´
IDRICO, VOL. 17, NO. 35, 2016 InterSedes
mente (Hidalgo, 2012). Sin embargo; todav´
ıa permane-
cen muchos problemas ambientales severos del pasado.
Para este mismo autor, entre los casos de sobreexplota-
ci´
on y de calidad de aguas en ambientes terrestres, cos-
teros y marinos, uno de los m´
as graves en el pa´
ıs es la
contaminaci´
on severa de quebradas y r´
ıos urbanos. Un
ejemplo de lo anterior es que en el a˜
no 2009 el Tribunal
Ambiental Administrativo reporto que un 40 % de las de-
nuncias fueron relativas a la contaminaci´
on de r´
ıos y la
afectaci´
on de nacientes (Programa Estado de la Naci´
on,
2010).
Se estima que en el pa´
ıs el 75 % de las fuentes de
abastecimiento est´
an calificadas como altamente vulne-
rables, en especial las fuentes superficiales o manantiales
(Hidalgo, 2012). As´
ı por ejemplo, las aguas residuales
dom´
esticas se descargan en alcantarillados sanitarios o
pluviales, o directamente a los cuerpos de agua super-
ficiales (Valverde, 2013). Por su parte, para este autor
el aporte de nitratos por fertilizantes, la salinizaci´
on en
acu´
ıferos costeros y la evacuaci´
on de excretas por tan-
ques s´
epticos se informan como las principales amena-
zas ya que cerca del 80 % de la poblaci´
on evac´
ua sus
aguas dom´
esticas a trav´
es de sistemas de tanques s´
epti-
cos y solo un 37 % de estas recibe tratamiento, mientras
que el 63 % se descarga como aguas crudas a los r´
ıos o
quebradas.
La extracci´
on de aguas subterr´
aneas se ha in-
crementado en forma preocupante en Costa Rica y aun
cuando se tiene un estimado de 7600 perforaciones re-
gistradas, el n´
umero de pozos ilegales en el pa´
ıs podr´
ıa
elevar considerablemente este total (Comit´
e Nacional de
Hidrolog´
ıa y Meteorolog´
ıa, 2002). En este sentido, el
Programa Estado de la Naci´
on (2010), indica que n una
muestra de pozos analizados en zonas costeras, el 96 %
no contaba con la concesi´
on de agua requerida. Es im-
portante indicar que el 60 % de las fuentes de abasteci-
miento de agua que suplen a la poblaci´
on costarricense
son subterr´
aneas (Valverde, 2013), no obstante, la im-
posibilidad de cuantificar su uso real sigue siendo una
situaci´
on preocupante. No se puede ignorar que el Valle
Central es la regi´
on geogr´
afica nacional donde se reporta
el mayor n´
umero de pozos registrados, lo que es l´
ogi-
co dado que el 60 % de la poblaci´
on costarricense y el
85 % de la actividad industrial se asienta en dicha regi ´
on
(Valverde, 2013).
Para Echeverr´
ıa y Cantillo (2013), el crecimien-
to poblacional y la consecuente inversi´
on agr´
ıcola, ur-
ban´
ıstica e industrial han contaminado los r´
ıos y las
aguas subterr´
aneas, adem´
as, se han reducido las ´
areas
de infiltraci´
on de los acu´
ıferos, lo que provoca inunda-
ciones por una parte y niveles de recarga reducidos por
otra. A esta concentraci´
on en el uso del recurso se de-
be considerar que la distribuci´
on de las precipitaciones
es asim´
etrica en el territorio nacional; estas son elevadas
tanto en el Caribe como en el Pac´
ıfico Sur, con una mar-
cada estacionalidad en el Pac´
ıfico Norte (Segura, 2004;
citado por Valverde 2013).
Los sistemas sostenibles de utilizaci´
on del agua
para el aprovechamiento de las fuentes de suministro,
sean superficiales o subterr´
aneas, deben estar apoyados
por medidas orientadas al uso eficiente y su conserva-
ci´
on y en el caso de Costa Rica, el reto principal consiste
en dar el tratamiento adecuado a las aguas residuales,
ya que el 96,5 % de las aguas de los alcantarillados sa-
nitarios urbanos no recibe ning´
un tipo de tratamiento y
desembocan directamente en los r´
ıos (Programa Estado
de la Naci´
on, 2010). Debido a que se considera un recur-
so tan necesario y que debe ser provisto por el Estado,
para Herrera et al., (2013), se cobra un precio mucho me-
nor seg´
un el valor econ´
omico, de manera que este pre-
cio mentiroso inevitablemente provoca insuficiente in-
versi´
on en provisi´
on de servicios p´
ublicos, baja eficien-
7
InterSedes COSTA RICA DEMANDAUNA GESTI ´
ON INTEGRAL DEL RECURSO H´
IDRICO, VOL. 17, NO. 35, 2016
cia en el aprovechamiento y contaminaci´
on del agua.
Seg´
un se indic´
o en p´
arrafos anteriores, al igual
que en muchas otras regiones del mundo, la producci´
on
agr´
ıcola es la mayor consumidora de agua y aunque esta
actividad devuelve parte del agua consumida a los man-
tos acu´
ıferos por la v´
ıa de la infiltraci´
on del suelo, estos
terminan contaminados con los agroqu´
ımicos aplicados
en el proceso (Consejo Editorial, Revista Ambientales,
2013). No hay que olvidar que Costa Rica tiene la tasa
de consumo de agroqu´
ımicos m´
as alta en la regi´
on cen-
troamericana, con consecuentes impactos negativos en el
ambiente (flora y fauna), suelos, arroyos, r´
ıos y acu´
ıferos
(UNA, 2004; citado por Hidalgo, 2012).
De acuerdo a Hidalgo (2012), Costa Rica tie-
ne alrededor de 5250 km de tierras que potencialmente
podr´
ıan ser irrigados, pero s´
olo el 17 % tiene alg´
un tipo
de infraestructura de irrigaci´
on. La mayor´
ıa de los sis-
temas est´
an basados en irrigaci´
on por gravedad, sistema
de muy baja eficiencia con respecto al aprovechamiento
del recurso. Sorprende que todav´
ıa en este pa´
ıs, el agua
se valore de acuerdo con el ´
area regada y no con el volu-
men consumido, lo cual favorece un sistema de alta de-
manda, baja eficiencia y poco incentivo para actualizar
los sistemas y evitar el desperdicio.
Las industrias que sin excepci´
on usan copiosa-
mente el agua, se suman a la fuerte presi´
on que ejerce
la agricultura sobre el recurso. Algunas formas de uso
industrial del agua son (Hidalgo, 2012):
•Ingrediente en los procesos de producci´
on de di-
versas industrias como la del agua embotellada y
la de las bebidas (gaseosas, jugos, licores);
•Purificaci´
on de componentes de alta tecnolog´
ıa y
otros;
•Transporte de productos;
•Mantenimiento y limpieza de equipo e infraestruc-
tura;
•En el caso de la industria tur´
ıstica, una fracci´
on
del agua se usa en proveer recreaci´
on.
Las industrias aumentan el impacto negativo so-
bre los mantos acu´
ıferos porque gran parte del agua que
utilizan la obtienen no de la red p´
ublica sino del subsuelo
y en algunos casos el consumo resulta muy notable, co-
mo en la industria qu´
ımica, la agroalimentaria y la textil.
Asimismo se afecta negativamente los cursos de agua al
descargar en ellos abundantes aguas residuales sin tratar
(Consejo Editorial, Revista Ambientales, 2013).
Debido a la falta de plantas de tratamiento en
el pa´
ıs, hay un considerable impacto provocado por el
vertido de aguas residuales industriales y dom´
esticas al
ambiente. Seg´
un el Decimonoveno Informe del Estado
de la Naci´
on (2014), aunque se registran m´
as de 15.000
actividades que deber´
ıan contar con el permiso de ver-
tido de aguas residuales, ´
unicamente 1.176 lo tienen a
septiembre de 2014. Sin embargo, se debe reconocer los
esfuerzos de ciertos sectores de la industria por reducir
el uso de agua y adoptar pr´
acticas adecuadas, incluidas
certificaciones acordes con normas ambientales (Hidal-
go, 2012).
En cuanto a la generaci´
on hidroel´
ectrica hay que
considerar al menos dos aspectos importantes (Hidalgo,
2012). El primero se refiere a que en Costa Rica hay
plantas hidroel´
ectricas de diferente capacidad que se ubi-
can en aproximadamente el 38 % de las cuencas. En el
segundo se considera que esta actividad usa aproxima-
damente el doble del volumen de agua que la agricultu-
ra, sin embargo; como el l´
ıquido es devuelto al r´
ıo, en
muchos casos no se considera como parte del consumo
anual de 2,68 km3 que representa el gasto para el pa´
ıs.
8
COSTA RICA DEMANDAUNA GESTI ´
ON INTEGRAL DEL RECURSO H´
IDRICO, VOL. 17, NO. 35, 2016 InterSedes
En el Consejo Editorial de la Revista Ambienta-
les (2013), tambi´
en se se˜
nala que el turismo, especial-
mente el costero del Pac´
ıfico Norte del pa´
ıs, utiliza entre
una y varias centenas de litros de agua por hu´
esped ca-
da d´
ıa, lo que a su vez provoca un conflicto abierto con
las comunidades vecinas, porque se establece una com-
petencia desigual por un bien muy escaso en la regi´
on.
En adici´
on a las consecuencias negativas produc-
to del cambio clim´
atico, es necesario indicar el crecien-
te n´
umero de conflictos socioambientales detonados por
la falta del recurso para las comunidades. Seg´
un Castro
(2009), citado por Navas (2014), en Costa Rica se est´
an
dando conflictos entre actividades tur´
ısticas y las comu-
nidades aleda˜
nas tanto por el acceso al agua potable co-
mo por la calidad de las mismas. Un ejemplo lo represen-
ta la ampliaci´
on del acueducto Coco-Ocotal-Sardinal en
donde una comunidad se vio amenazada con la construc-
ci´
on de un acueducto que direccionar´
ıa agua del acu´
ıfero
Sardinal hacia la zona costera del Coco y Ocotal (Navas,
2014).
El detonante de este conflicto se debi´
o a la cre-
ciente demanda de agua dulce para satisfacer las nece-
sidades del turismo costero en la provincia de Guana-
caste, promovido por la explotaci´
on de acu´
ıferos cada
vez m´
as alejados que afectan el abastecimiento de co-
munidades no costeras. Como respuesta a la presi´
on del
sector tur´
ıstico la comunidad de Sardinal se organiz´
o y
logr´
o paralizar la construcci´
on hotelera en el 2010 y de
esta manera una vez m´
as se demostr´
o la ilegalidad en los
procedimientos realizados por parte del Estado costarri-
cense y del sector inversionista tur´
ıstico privado. Aun-
que Costa Rica tiene una alta disponibilidad de agua y
el estr´
es h´
ıdrico es muy bajo (alrededor de 2.4 %) en
comparaci´
on con los habitantes de Cochabamba en Bo-
livia, para Hidalgo (2012), estos promedios nacionales
son indicadores deficientes del potencial de explotaci´
on
adicional del pa´
ıs y de la situaci´
on de estr´
es en algunas
regiones en t´
erminos de abastecimiento y calidad del re-
curso.
Las concesiones e inscripciones de agua en Costa
Rica, se realizan a partir del caudal asignado en el dere-
cho en unidades de litros por segundo, representando la
reserva de extracci´
on de agua a derivar de una fuente y
no necesariamente a la consumida (Comit´
e Nacional de
Hidrolog´
ıa y Meteorolog´
ıa, 2002). Seg´
un las estimacio-
nes del Plan Nacional de Gesti´
on Integrada de los Recur-
sos H´
ıdricos, el volumen de extracciones efectivas para
los distintos usos del agua (24,5 km3) duplica el volu-
men formalmente concesionado (12,3 km3) (Programa
Estado de la Naci´
on, 2014).
Para Valverde (2013), el 81,2 % de la poblaci´
on
costarricense obtiene agua de calidad potable, mientras
que un 76 % de la poblaci´
on servida recibe agua someti-
da a alg´
un tipo de control de calidad. Solo el 72,9 % de
los acueductos administrados por asociaciones comuna-
les (ASADAS) da tratamiento a las aguas. En este aspec-
to se observa una diferencia importante entre los acue-
ductos de la Gran ´
Area Metropolitana (82,7 %) y los de
la zona rural (70,3 %) (Programa Estado de la Naci´
on,
2014).
Lo anterior sugiere que el 17 % de la poblaci´
on
-unos 800,000 habitantes, obtiene agua de calidad no po-
table (Valverde, 2013). Sin embargo, es importante con-
siderar que parte de los buenos ´
ındices de salud con que
cuenta el pa´
ıs, en comparaci´
on con otros pa´
ıses de la
regi´
on, se atribuye a la alta disponibilidad de agua po-
table (Hidalgo et al., 2015). Estos mismos autores tam-
bi´
en se˜
nalan que la infraestructura y las tecnolog´
ıas de
los acueductos son en promedio buenas y se resalta la
eficiencia en los sistemas de captaci´
on, aunque hay defi-
ciencias en la oferta porque las fugas representan p´
erdi-
9
InterSedes COSTA RICA DEMANDAUNA GESTI ´
ON INTEGRAL DEL RECURSO H´
IDRICO, VOL. 17, NO. 35, 2016
das importantes a considerar y los tanques de reserva son
insuficientes.
Sumado a estos aspectos hay que considerar el
alto nivel de agua no contabilizada en el pa´
ıs, la cual
se estima en alrededor de 59 % para el Acueducto Me-
tropolitano de San Jos´
e y en un 50 % como promedio
general para el pa´
ıs (A y A, 2002, citado por Hidalgo
et al., 2015). De este 59 % de recurso no contabilizado,
se estima que las p´
erdidas comerciales son del orden de
29 %, divididas en un 13 % de deficiencias del catastro
(conexiones no registradas), un 7 % por falta de micro-
medici´
on (conexiones sin medidor) y un 7 % de deficien-
cias en la micromedici´
on (consumos no registrados en
los medidores).
En el Cuadro 2 se presenta una s´
ıntesis que per-
mite comparar datos de inter´
es en el nivel nacional y ci-
tados en p´
arrafos anteriores.
4 ¿Por qu´
e se complica la gesti´
on
del agua en Costa Rica?
Costa Rica no enfrenta una carencia directa del recurso
h´
ıdrico pero si tiene serios problemas de gesti´
on, acce-
so, contaminaci´
on, saneamiento y sobre todo de riesgo
por el cambio clim´
atico (Programa Estado de la Naci´
on,
2014). En t´
erminos de gesti´
on del recurso la reputaci´
on
de Costa Rica es cuestionada, sobre todo porque la admi-
nistraci´
on del agua est´
a en manos muchas instituciones
gubernamentales que a su vez est´
an siendo guiadas por
una Ley que data de 1942 (Phillips, 2010).
Los siguientes aspectos revelan la vulnerabilidad
de los recursos h´
ıdricos en el pa´
ıs y la necesidad de apli-
car medidas que sean costo-efectivas, y que resulten en
una mejor calidad y cantidad de agua (Echeverr´
ıa & Can-
tillo, 2013):
•Gobernabilidad: La gran cantidad de leyes secto-
riales, as´
ı como la falta de definici´
on de compe-
tencias y potestades han creado un marco jur´
ıdi-
co e institucional complejo para la gesti´
on h´
ıdrica.
Hay m´
as de 15 instituciones que poseen alguna
relaci´
on con el agua, las cuales se encargan de de-
finir pol´
ıticas y estrategias que competen al sector,
adem´
as brindan los permisos de aprovechamiento
y resoluci´
on de conflictos. Sin embargo, el mayor
peso recae sobre el MINAET; Instituci ´
on que no
ha contado con los elementos necesarios para ha-
cerla efectiva, entre otras cosas debido a la falta
de recursos humanos y financieros, a la debilidad
institucional, a la poca claridad en los diferentes
niveles t´
ecnico institucionales e incluso al enfoque
netamente ambiental de la Instituci´
on.
10
COSTA RICA DEMANDAUNA GESTI ´
ON INTEGRAL DEL RECURSO H´
IDRICO, VOL. 17, NO. 35, 2016 InterSedes
Cuadro 2: Principales caracter´
ısticas del recurso h´
ıdrico en Costa Rica seg´
un los diferentes autores citados.
Variable analizada Valor Autor(es)
Precipitaci´
on estimada anual (km3) 111 Valverde, (2013)
Cantidad de cuencas hidrogr´
aficas 34 Valverde, (2013)
Precipitaciones promedio (mm3/anuales) 1.300-7.500 Valverde, (2013)
Denuncias por contaminaci´
on de r´
ıos y afectaci´
on de nacientes (2009). 40 % Programa Estado de la Naci´
on, (2010)
Porcentaje de fuentes de abastecimiento calificadas como altamente vulnerables 75 % Hidalgo, (2012)
Porcentaje de la poblaci´
on que evacuaci´
on las aguas dom´
esticas a trav´
es de sis-
temas de tanques s´
epticos.
80 % Hidalgo, (2012)
Aguas que reciben alg´
un tipo tratamiento 37% Hidalgo, (2012)
Descarga como aguas crudas a los r´
ıos o quebradas 63 % Hidalgo, (2012)
Perforaciones registradas 7600 Comit ´
e Nacional de Hidrolog´
ıa y Meteoro-
log´
ıa, (2002)
Fuentes subterr´
aneas de abastecimiento de agua que suplen a la poblaci´
on costa-
rricense
60 % Valverde, (2013)
Porcentaje de fuentes de agua que son vulnerables a la contaminaci´
on. 75 % Paz, (2007)
M´
as de 15.000 actividades deber´
ıan contar con el permiso de vertido de aguas re-
siduales; sin embargo solo 1.176 cuentan con el permiso de vertido (a septiembre
de 2014), lo cual representa un bajo porcentaje de permisos de ley
8 % Programa Estado de la Naci ´
on, (2010)
Porcentaje de plantas hidroel´
ectricas ubicadas en cuencas hidrogr´
aficas 38 % Hidalgo, (2012)
Porcentaje de estr´
es h´
ıdrico (tensiones en materia de seguridad humana relacio-
nadas con la cantidad y calidad de agua disponible)
2.4 % Hidalgo, (2012)
Porcentaje de poblaci´
on costarricense que obtiene agua de calidad potable 81 % Valverde, (2013)
Porcentaje de poblaci´
on que recibe agua sometida a alg´
un tipo de control de
calidad.
76 % Valverde, (2013)
Porcentaje de acueductos administrados por asociaciones comunales que dan tra-
tamiento a las aguas.
73 % Valverde, (2013)
Porcentaje de agua no contabilizada en el Acueducto Metropolitano de San Jos´
e
(Conexiones no registradas, sin medidor)
59 % A y A, 2002, citado por Hidalgo et al., (2015)
Porcentaje de agua no contabilizada, promedio general para pa´
ıs 50 % A y A, 2002, citado por Hidalgo et al., (2015)
Fuente: Elaboraci´
on propia a partir de datos seleccionados de autores citados
•Legislaci´
on sectorial: En cuanto a la legislaci´
on
vigente, la Ley de Aguas data de 1942, por lo que
su aplicabilidad en las situaciones actuales es res-
tringida. Desde 2002, en la Asamblea Legislativa,
se encuentra un proyecto de ley del recurso h´
ıdrico
que persigue entre sus objetivos primarios: decla-
rar como derecho fundamental el acceso a los ser-
vicios de agua potable y saneamiento, aumentar
los c´
anones por uso comercial del l´
ıquido y esta-
blecer mayores medidas de protecci´
on a los man-
tos acu´
ıferos. Sin embargo, con el convulso pano-
rama pol´
ıtico actual estos proyectos se ver´
an ne-
cesariamente postergados.
•Uso del territorio: Los procesos de urbanizaci´
on
desordenada y la falta de ordenamiento territorial
han provocado un deterioro en las funciones hi-
11
InterSedes COSTA RICA DEMANDAUNA GESTI ´
ON INTEGRAL DEL RECURSO H´
IDRICO, VOL. 17, NO. 35, 2016
drol´
ogicas de las cuencas hidrogr´
aficas en el pa´
ıs.
Se ha eliminado una gran parte de la cobertura
forestal en ´
areas de recarga acu´
ıfera, nacientes y
otras zonas importantes desde el punto de vista de
los recursos h´
ıdricos. Esto tiene impactos impor-
tantes en la capacidad de infiltraci´
on del terreno
y, en consecuencia, de la recarga de los acu´
ıferos,
que provoca, en muchas ocasiones, inundaciones
constantes en las zonas afectadas.
•Rezago en inversiones: La inversi ´
on en el mane-
jo del recurso h´
ıdrico es fundamental para asegu-
rar una protecci´
on a nivel hidrol´
ogico nacional. En
los ´
ultimos a˜
nos, esta ha estado enfocada en la ge-
neraci´
on de energ´
ıa hidroel´
ectrica. Sin embargo,
a nivel social, las iniciativas de inversi´
on urgentes
tienen que ver con la disposici´
on y el tratamiento
de las aguas residuales, de consumo humano y rie-
go agr´
ıcola. En el sector saneamiento y agua pota-
ble el rezago resulta mayor.
•Cambio clim´
atico: La oferta del recurso h´
ıdrico
puede verse afectada en el sector agr´
ıcola por la
disminuci´
on en el nivel de lluvias, que conllevar´
ıa
una mayor extracci´
on de agua. Las sequ´
ıas podr´
an
prolongarse en algunas regiones mientras que las
lluvias pueden intensificarse en otras. Adem´
as, es
posible la salinizaci´
on de los mantos acu´
ıferos
costeros, por intrusi´
on de aguas marinas, producto
del aumento en el nivel del mar pronosticado.
•Eficiencia de distribuci´
on y aprovechamiento: La
eficiencia de aprovechamiento del agua es baja en
todos los sectores. Aumentar la eficacia de la dis-
tribuci´
on y el aprovechamiento es una medida cla-
ve para la adaptaci´
on del sector h´
ıdrico. Algunos
estudios colocan las p´
erdidas de agua en el proce-
so de distribuci´
on en hasta 50 % del total.
•Contaminaci´
on: Los recursos h´
ıdricos superficia-
les y subterr´
aneos son objetos de contaminaci´
on,
lo que reduce la oferta de agua. Sufren contami-
naci´
on puntual, por ejemplo, de la industria y las
ciudades, y contaminaci´
on difusa por motivo de
la fertilizaci´
on y uso de agroqu´
ımicos. Reducir la
contaminaci´
on de estas fuentes es equivalen te a
aumentar la oferta de agua y, en consecuencia,
una acci´
on de adaptaci´
on ante el cambio clim´
ati-
co. Queda claro el potencial conflicto y problema
a enfrentar cuando disminuyen las fuentes y au-
menta el uso.
Una adecuada gesti´
on del agua en Costa Rica
debe considerar las consecuencias del impacto ocasio-
nado por la disminuci´
on de las lluvias debido al cam-
bio clim´
atico. As´
ı por ejemplo, el d´
eficit en las preci-
pitaciones afect´
o un 65 % del ´
area cafetalera nacional y
caus´
o p´
erdidas cercanas a los diecis´
eis millones de d´
ola-
res (Programa Estado de la Naci´
on, 2014).
El clima de Costa Rica est´
a influenciado por fac-
tores naturales, entre los cuales se pueden mencionar: El
Ni˜
no-Oscilaci´
on del Sur (ENOS), movimientos latitudi-
nales del Centro de Convergencia Intertropical, el Jet de
Bajo Nivel del Caribe, el Veranillo, tormentas tropicales
y huracanes, la influencia del Atl´
antico y los frentes fr´
ıos
(Hidalgo et al., 2015).
Para Valverde (2013), los escenarios futuros
plantean incrementos entre 3ºC y 6ºC con respecto a la
temperatura promedio hist´
oricamente reportada en Costa
Rica. El Pac´
ıfico Norte se vislumbra como la regi´
on del
pa´
ıs que experimentar´
a las m´
as severas disminuciones en
las precipitaciones, las regiones que podr´
ıan experimen-
tar un incremento en las precipitaciones se encuentran
ubicadas al sur de la fila coste˜
na (Palmar Sur, Osa, Gol-
fito, Coto y Burica), con un aumento no mayor al 30 %,
12
COSTA RICA DEMANDAUNA GESTI ´
ON INTEGRAL DEL RECURSO H´
IDRICO, VOL. 17, NO. 35, 2016 InterSedes
mientras que en la regi´
on Caribe el incremento puede
alcanzar hasta un 50 %.
En el caso particular de Costa Rica, las diferen-
cias en el clima entre 1961 y 1990 comparado con el
clima de 1991 a 2005 muestran cambios en el Pac´
ıfico
Norte (tendencias hacia clima m´
as seco), en el Pac´
ıfico
Central (tendencias hacia climas m´
as h´
umedos) y el Ca-
ribe Sur (tendencias hacia climas m´
as h´
umedos (Hidalgo
et al., 2015).
Se˜
nalan estos autores que no se espera que el cli-
ma en Costa Rica responda de manera uniforme, sino
que se ver´
a sometido a extremos secos y lluviosos, de
manera que las proyecciones para el per´
ıodo 2011-2040
en el Caribe estiman aumentos en la precipitaci´
on del or-
den de 35 a 75 %, debido a una menor actividad de los
frentes fr´
ıos durante el invierno. En la vertiente Pac´
ıfica
y en la Zona Norte el modelo estima menos precipitaci´
on
a la registrada actualmente.
Alteraciones clim´
aticas en los ´
ultimos a˜
nos ya
evidencian la enorme presi´
on que est´
a sufriendo el pa´
ıs
por falta y exceso de agua como se ilustra en los siguien-
tes ejemplos, tomados del peri´
odico La Naci´
on, Costa
Rica:
•El director de Extensi´
on Agropecuaria del Minis-
terio de Agricultura de Costa Rica indica que se
est´
an juntando dos a˜
nos de sequ´
ıa, creemos que
el 2015 ser´
a peor que 1997, a˜
no m´
as seco que
se ha registrado hasta ahora, tambi´
en se han ad-
quirido una cantidad importante de semillas, pero
no se est´
an distribuyendo porque el pron ´
ostico es
que no habr´
a lluvias en los pr´
oximos dos meses
(Leit´
on, 2015).
•Seg´
un el Instituto Meteorol´
ogico Nacional en el
pa´
ıs no se registra desde 1937 tanta lluvia en el
Caribe ni tanta sequ´
ıa en la zona de Liberia, Gua-
nacaste. Son las condiciones clim´
aticas m´
as extre-
mas de los ´
ultimos 78 a˜
nos. Esa situaci´
on ha he-
cho que el Ministerio de Agricultura y Ganader´
ıa
haya tomado medidas urgentes para compensar
los efectos que provoca la sequ´
ıa en el ganado y en
los cultivos. Por su parte, mientras en Guanacaste
la falta de lluvias afecta la producci´
on agr´
ıcola y
pecuaria, en el Caribe el exceso de precipitacio-
nes es lo que preocupa a los productores, ya que
ha llovido tres veces, seg ´
un el registro nacional
(Solano, 2015).
•Desde que el Instituto Meteorol´
ogico Nacional
tiene registros, la sequ´
ıa m´
as fuerte en Liberia se
hab´
ıa registrado en 1967. En ese a˜
no, mayo se
acumul´
o una precipitaci´
on de 7,5, litros por me-
tro cuadrado, sin embargo en este 2015 apenas se
contabilizan 1,3 litros por metro cuadrado. Ante
estas alteraciones ambientales, el Gobierno Cen-
tral ha invertido m´
as de ¢5.000 millones, en 11
cantones de Guanacaste, para mitigar los efectos
de la sequ´
ıa (Rodr´
ıguez, 2015).
A partir del an´
alisis de estos escenarios, dos son
las conclusiones m´
as importantes y generales que se pue-
den obtener (Jim´
enez & Vindas, 2011):
•El aumento de temperatura parece ser inminente
en todo el pa´
ıs por encima de un 1°C para las tem-
peraturas m´
ınimas y de hasta 8 °C en las m´
aximas.
Para el caso de la temperatura hay matices seg´
un
la regi´
on; las regiones Pac´
ıfico Norte y Pac´
ıfico
Central son las que presentan el mayor incremen-
to. Por otra parte, en las regiones Caribe y Pac´
ıfico
Sur igualmente se espera aumento de la tempera-
tura, aunque en menor medida que en el resto del
pa´
ıs.
13
InterSedes COSTA RICA DEMANDAUNA GESTI ´
ON INTEGRAL DEL RECURSO H´
IDRICO, VOL. 17, NO. 35, 2016
•Las precipitaciones tender´
an a disminuir en casi
todo el territorio, aunque con porcentajes de cam-
bio muy variados. Solo por mencionar un par de
casos, en la regi´
on Pac´
ıfico Norte la reducci´
on de
lluvia oscilar´
a entre un 2 % y un 29 %. Del mis-
mo modo, en la Zona Norte el porcentaje de re-
ducci´
on en la precipitaci´
on ser´
a entre un 7 % y un
56 % seg´
un la ubicaci´
on dentro de la regi´
on.
Aun cuando una gesti´
on integral del recurso
h´
ıdrico es un objetivo dif´
ıcil de alcanzar, para Cuadrado
y Castro (2008), se est´
a a tiempo de tomar acciones que
garanticen la existencia en cantidad y calidad de agua pa-
ra las presentes y futuras generaciones. Esto implica que
si los ciudadanos y las ciudadanas se organizan, trabajan
arduamente e involucran a los diversos actores de una
comunidad, se pueden generar cambios importantes pa-
ra proteger el agua, sus ecosistemas asociados y mejorar
la calidad de vida de todas las personas.
5 ¿Por qu´
e Costa Rica debe optar
por una gesti´
on integral del re-
curso h´
ıdrico?
La gesti´
on integrada de los recursos h´
ıdricos (GIRH) es
una respuesta de la ´
ultima d´
ecada a los problemas mun-
diales, regionales, nacionales y locales de escasez, ca-
lidad y saneamiento, as´
ı como de acceso universal, los
cuales tienen una relaci´
on ´
ıntima con la pobreza (Ovie-
do, 2007) y debe fundamentarse desde una perspectiva
ecosist´
emica, en la cual el agua sea vista como parte in-
tegral del ecosistema natural y como un bien social y
econ´
omico cuya cantidad y calidad determinan la natu-
raleza de su utilizaci´
on (Andrade y Navarrete, 2004). El
enfoque ecosist´
emico reconoce la funci´
on ecol´
ogica del
agua como fuente de vida y sobrevivencia de todas las
especies y ecosistemas que dependen de ella (Paz, 2007).
En la GIRH se necesita comprender la relaci´
on
entre las necesidades humanas y el ecosistema dentro de
la cuenca hidrogr´
afica, as´
ı como de su papel integrador
entre los diversos usos y los diversos usuarios del agua
y de los dem´
as recursos naturales. Es una responsabili-
dad compartida pero diferenciada que deben asumir en
forma proporcional todos los actores dependiendo de su
papel en la gesti´
on del recurso y en la sociedad en ge-
neral (Centro de Comunicaci´
on Voces Nuestras, 2010).
Es decir, se trata de proteger esos recursos, teniendo en
cuenta el funcionamiento de los ecosistemas acu´
aticos y
terrestres y el car´
acter perenne del recurso con miras a
satisfacer y conciliar las necesidades de agua en las acti-
vidades humanas.
En este escenario, se plantean desaf´
ıos para la
GIRH que se asocian a la gobernabilidad del agua, defi-
nida como el proceso que promueve el desarrollo y ges-
ti´
on coordinadas del agua, la tierra y los recursos rela-
cionados, a fin de maximizar el bienestar econ´
omico y
social sin comprometer la sostenibilidad de los ecosiste-
mas vitales (Salinas & Carmona, 2009). Se trata de un
enfoque que pretende integrar el conocimiento de siste-
mas diversos, los cuales deben considerarse en forma si-
mult´
anea, bajo distintas disciplinas, concepciones, cono-
cimientos, investigaciones, ´
organos normativos y usua-
rios (Oviedo, 2007).
Para Hidalgo (2012), la adecuada GIRH es la
´
unica manera de garantizar sostenibilidad, ecosistemas
saludables, mitigaci´
on contra los desastres inducidos por
el clima, y protecci´
on ambiental. Es una estrategia de
adaptaci´
on en sistemas h´
ıdricos expuestos a fuertes va-
riaciones espaciales y temporales a consecuencia del
cambio clim´
atico, que hacen que la oferta de agua sea
14
COSTA RICA DEMANDAUNA GESTI ´
ON INTEGRAL DEL RECURSO H´
IDRICO, VOL. 17, NO. 35, 2016 InterSedes
cada vez m´
as incierta mientras la demanda crece (Garc´
ıa
et al., 2011). Seg´
un se indic´
o, esta integraci´
on implica
abarcar los diversos ecosistemas y masas interrelaciona-
das de agua, sin descuidar aspectos relacionados con la
cantidad y calidad del agua.
6 Conclusiones a partir del contex-
to costarricense
•La gesti´
on integrada del recurso h´
ıdrico es una
responsabilidad compartida pero diferenciada que
deben asumir en forma proporcional todos los ac-
tores dependiendo de su papel en la gesti´
on y en
la sociedad en general (Centro de Comunicaci´
on
Voces Nuestras, 2010).
•Es fundamental un manejo participativo en la ges-
ti´
on del recurso por parte de diferentes autores so-
ciales, mediante el uso de herramientas jur´
ıdicas
horizontales que respondan al contexto actual de
los ecosistemas y las poblaciones, t´
ecnicas de pla-
nificaci´
on, econ´
omicas y administrativas, necesi-
dades que en t´
erminos generales responden a la
definici´
on de gesti´
on ambiental (Kappelle, 2008).
•Uno de los retos principales consiste en dar el tra-
tamiento adecuado a las aguas residuales, ya que
m´
as del 96 % de las aguas de los alcantarillados
sanitarios urbanos no recibe ning´
un tipo de tra-
tamiento y desembocan directamente en los r´
ıos
(Programa Estado de la Naci´
on, 2010).
•El estado debe velar por regularizar los c´
anones
por vertidos de agua en los r´
ıos del pa´
ıs y hacer
un cobro eficiente de los mismos, invirtiendo parte
de los ingresos por este motivo, en mejorar la ges-
ti´
on y la educaci´
on sobre del recurso. Asimismo
se debe de fomentar que todas las personas par-
ticipen en forma activa, consciente, informada y
organizada en la toma de decisiones y la ejecuci´
on
de acciones tendientes a proteger el recurso y me-
jorar su gesti´
on (Centro de Comunicaci´
on Voces
Nuestras, 2010).
•Como se˜
nalan los autores analizados, la ra´
ız del
problema en la mayor´
ıa de los casos se debe a la
falta de conocimiento, y como acci´
on en cadena,
a la ausencia de sensibilidad por parte de las per-
sonas en reconocer el valor que tiene el agua para
la vida en el planeta. Desde este punto de vista es
fundamental fortalecer la formaci´
on en gesti´
on in-
tegral del recurso h´
ıdrico, desde que inicia la for-
maci´
on general b´
asica. As´
ı por ejemplo el fomen-
to de las actividades recreativas en las cuencas de
los r´
ıos favorecer´
a la valoraci´
on y defensa de esos
ecosistemas por parte de la poblaci´
on.
•Urge regular las actividades de turismo masivo,
especialmente las costeras, ya que las actividades
recreativas que ofrecen; como las piscinas, pero
sobre todo las chanchas de golf, porque en ocasio-
nes el riego de estos espacios se realiza con agua
potable, mientras las comunidades cercanas a los
centros tur´
ısticos sufren por escases de este recur-
so.
•La situaci´
on nacional revela la necesidad de una
profesi´
on universitaria en gesti´
on integrada del re-
curso h´
ıdrico, una opci´
on acad´
emica multidisci-
plinaria e interdisciplinaria que utilice tanto las
metodolog´
ıas de las ciencias naturales como de las
ciencias sociales. Una nueva carrera con did´
actica
integradora y proactiva, abierta a la noci´
on de la
complejidad de las problem´
aticas multidimensio-
nales como las ecol´
ogicas, econ´
omicas y pol´
ıticas
locales y globales, ya que estas no pueden ser estu-
15
InterSedes COSTA RICA DEMANDAUNA GESTI ´
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IDRICO, VOL. 17, NO. 35, 2016
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